De cara al futuro, las competencias claves del marco de habilidades del siglo XXI para la transformación de la educación deben integrarse en los planes de estudio nacionales, para que los estudiantes desarrollen un compromiso exitoso con los datos sobre y para el desarrollo sostenible, y para fomentar la “alfabetización en datos” de la próxima generación.
La semana pasada iniciamos un hilo de artículos que profundiza en cómo la generación de datos en las plataformas y espacios virtuales pueden impactar en el acceso y la calidad de los servicios educativos. Comenzamos con el sensible tema de la gobernanza de los datos educativos y la infraestructura que debe soportarla. Hoy nos adetramos en la habilidades de los usuarios y la reutilización ética de los datos, en suma, las competencias en datos.
Durante las últimas décadas, la comunidad educativa ha producido y encontrado una diversidad de fuentes de datos, incluidos datos administrativos, datos de encuestas y datos en línea, pero no siempre se reflejan en la toma de decisiones de alto nivel. Los actores gubernamentales frecuentemente no aprovechan la multiplicidad de fuentes para sus procesos de planificación estratégica y toma de decisiones. Esto se debe en parte a las débiles capacidades de los recursos humanos, pero también a la baja capacidad de absorción del sistema educativo para integrar, analizar y aplicar los datos para difundir los procesos operativos y de gestión, y mejorar la prestación del servicio educativo.
En el momento actual, tomadores de decisiones, personal educativo, los docentes y los líderes educativos en todos los niveles deben desarrollar y comprometerse con una mejor capacitación profesional, para mejorar su alfabetización en datos y desarrollar expectativas más realistas sobre el valor que los datos pueden proporcionar, al tiempo que protegen a los estudiantes de la explotación y el desvío. También debe haber posibilidades realistas para absorber datos en sistemas y aulas para apoyar las experiencias de aprendizaje equitativas.
Existe una gran necesidad de que los formuladores de políticas públicas respalden entornos en los que los docentes puedan acceder y utilizar activamente datos confiables y en tiempo real para mejorar su práctica docente. Por el momento, los maestros no suelen tener control sobre el tipo de datos disponibles y cómo se recopilan para servir al propósito de tomar decisiones a nivel de escuela y aula.
Cada vez más, la tecnología educativa se usa ampliamente en contextos de aula, lo que complica aún más el panorama de datos basados en la escuela. Las aulas de todo el mundo están integrando tecnología desde sistemas de gestión de aprendizaje (LMS) hasta aplicaciones audiovisuales, aprendizaje basado en juegos, chatbots, tecnologías inmersivas como Realidad Aumentada y Virtual, y herramientas educativas impulsadas por inteligencia artificial, todo diseñado para apoyar la enseñanza y el aprendizaje. La pandemia de COVID-19 planteó preocupaciones sobre cómo la tecnología educativa y las herramientas basadas en datos a menudo no coinciden con los contextos. Junto a ello, los maestros carecen de la capacitación necesaria para optimizar el software y los datos que genera, y las tecnologías impuestas en realidad pueden fomentar la desigualdad entre las escuelas dentro y entre los países.
Además, debe recordarse que los marcos de habilidades de datos están estrechamente vinculados a la brecha digital más amplia. Hasta la fecha, los principales impulsores y partes interesadas en la expansión de la frontera de datos tanto en el ámbito empresarial como en el educativo, son las empresas globales ricas en recursos, las fundaciones filantrópicas, las editoriales educativas, las empresas de financiación de riesgo y las propias empresas tecnológicas. Paralelamente a las preocupaciones sobre la arquitectura de datos, existen preocupaciones sobre el despliegue y la integración de nuevas prácticas de datos en los sistemas educativos que ya enfrentan desafíos de recursos para la producción de datos oportunos, precisos e inclusivos. La adopción de prácticas de datos emergentes requeriría grandes inversiones en hardware, software, recursos humanos y desarrollo continuo de capacidades para respaldar el cambio de una arquitectura de datos administrada centralmente hacia sistemas de administración más integrados vertical y horizontalmente. Cuando los actores y las tecnologías intervienen para llenar las brechas de infraestructura y capacidad, existe el peligro de que las reformas de los sistemas de gestión educativa, influenciadas por las grandes corporaciones, puedan crear un mercado de datos de los estudiantes y reducir el control de los maestros sobre sus aulas sin el compromiso crítico de los órganos de gobierno y el público general.
El desarrollo sostenible debe ser central en cualquier discusión sobre la reducción de la brecha digital, debido a la desigualdad de riqueza, la exclusión social y la destrucción ambiental implicadas en la era actual de transformación digital. En 2015, los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas adoptaron la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), un marco universal e interdisciplinario para promover la prosperidad, las personas y el planeta. Exige un cambio drástico en la forma en que los gobiernos y la sociedad persiguen el desarrollo económico, teniendo en cuenta los efectos del desarrollo sobre la inclusión social y el medio ambiente. En la sabiduría de la Agenda 2030 y los ODS, el mundo entero ha respaldado el concepto de construir un mundo justo a través de la educación.
La meta 4.7 de los ODS tiene como objetivo garantizar que todos los alumnos adquieran los conocimientos y las habilidades necesarios para promover el desarrollo sostenible. Dichos conocimientos y habilidades incluyen la alfabetización de datos y las competencias clave incluidas en un marco de habilidades del siglo XXI, tales como:
Habilidades de información y comunicación: esto incluye, entre otros, analizar, acceder, gestionar, integrar y crear información; comprensión, manejo y creación eficaz de comunicación oral, escrita y multimedia en una variedad de formas y contextos.
Habilidades de pensamiento y resolución de problemas: Usar el razonamiento para comprender y tomar decisiones complejas, comprendiendo las interconexiones entre los sistemas. Ser capaz de identificar, analizar, enmarcar y resolver problemas. Fomentar la creatividad y la curiosidad intelectual desarrollando, comunicando e implementando nuevas ideas, mientras se mantiene abierto a nuevas perspectivas.
Habilidades interpersonales y de autodirección: Trabajo en equipo y liderazgo, capacidad de adaptación a diferentes roles y responsabilidades, empatía, respeto por las diversas perspectivas. Supervisar la propia comprensión y las necesidades de aprendizaje, ubicar los recursos apropiados, transferir el aprendizaje entre dominios. Ejercer la responsabilidad personal y la flexibilidad en el lugar de trabajo personal y en el contexto de la comunidad, estableciendo y cumpliendo objetivos, tolerando la ambigüedad. Actuar de manera responsable teniendo en cuenta los intereses de la comunidad en general; comportamiento ético en el contexto personal, laboral y comunitario.
Estas competencias están alineadas críticamente con una conversación de "datos para el aprendizaje", ya que cualquier esfuerzo para expandir las habilidades de datos, incluida la alfabetización en Inteligencia Artificial, debe basarse en un marco que considere de manera integral la ética, el impacto en la comunidad y el cambio climático. Como tal, un enfoque de datos para el aprendizaje alineado con los ODS que se centre en el ODS 4.7 proporcionará a los alumnos conocimientos para promover la inclusión social, encontrar la paz y la cooperación, y crear conciencia sobre cómo proteger a nuestras sociedades de enfermedades emergentes, pérdida de biodiversidad, la contaminación a gran escala y la crisis climática.
Se necesitará una guía accesible para todos los actores con habilidades digitales limitadas, especialmente los docentes, que desmitifique las complejidades del nuevo panorama de datos y los capacite para convertirse en usuarios, analistas e innovadores de datos, al tiempo que aclara los beneficios y riesgos que deben gestionarse en contextos. donde se utilizan los datos.
Revisa versiones
Texto actualizado y completo de la Constitución Política de Chile de 1980.
