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Historia de la Ley

Historia de la Ley

Nº 20.450

Establece como feriados los días 17 y 20 de septiembre de 2010

Téngase presente

Esta Historia de Ley ha sido construida por la Biblioteca del Congreso Nacional a partir de la información disponible en sus archivos.

Se han incluido los distintos documentos de la tramitación legislativa, ordenados conforme su ocurrencia en cada uno de los trámites del proceso de formación de la ley.

Se han omitido documentos de mera o simple tramitación, que no proporcionan información relevante para efectos de la Historia de Ley.

Para efectos de facilitar la revisión de la documentación de este archivo, se incorpora un índice.

Al final del archivo se incorpora el texto de la norma aprobado conforme a la tramitación incluida en esta historia de ley.

1. Primer Trámite Constitucional: Cámara de Diputados

1.1. Mensaje

Fecha 28 de abril, 2010. Mensaje en Sesión 19. Legislatura 358.

?MENSAJE DE S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA CON EL QUE INICIA UN PROYECTO DE LEY QUE DECLARA COMO FERIADO EL DIA 20 DE SEPTIEMBRE DE 2010.

______________________________

SANTIAGO, abril 28 de 2010.-

MENSAJE Nº 063-358/

A S.E. LA PRESIDENTA DE LA H. DIPUTADOS.

Honorable Cámara de Diputados:

1. Tengo el honor de someter a vuestra consideración un proyecto de ley que declara como feriado el día lunes 20 de septiembre de 2010, en atención al Bicentenario de nuestra Independencia.

I.ANTECEDENTES

La ley N° 2.977, publicada el 1º de febrero de 1915, consagró como feriados dos fechas de innegable importancia para nuestro país, a saber, los días 18 y 19 de septiembre, en conmemoración de la Independencia Nacional y en celebración de las Glorias del Ejército, respectivamente.

Si bien nuestra independencia fue declarada oficialmente con posterioridad al 18 de septiembre de 1810, nuestra fiesta nacional fue fijada en dicho día porque esa jornada se constituyó la Primera Junta de Gobierno, manifestación de nuestra determinación soberana ante la Corona Española.

Al respecto, ciertamente las Fiestas Patrias constituyen una oportunidad clara e inequívoca de unidad nacional, en la que todos los chilenos, en familia y junto a nuestras comunidades, revivimos y actualizamos tradiciones en unidad patriótica.

Sin lugar a dudas, la identidad nacional se refuerza espontáneamente durante todo el mes de septiembre.

En efecto, más allá de los actos oficiales, los días 18 y 19 de septiembre de cada año, la sociedad civil se prepara y festeja en instituciones públicas y privadas, colegios, escuelas, trabajos, ramadas y fondas, sin que ningún grupo resulte excluido de esta verdadera fiesta patriótica. La bandera, el escudo, la canción nacional y los bailes típicos son parte indispensable de esta celebración, construyendo y reafirmando nuestra idiosincrasia y tradiciones en el que ha sido denominado “el mes de la patria”.

Es innegable que la unidad nacional, durante las Fiestas Patrias, cada año se fortalece, conformando una identidad propia, caracterizada por su solidaridad, la que se manifiesta cada vez que la nación atraviesa por momentos difíciles, hecho que ha quedado demostrado tras la reciente catástrofe del 27 de febrero.

Sin perjuicio de ello, corresponde a las autoridades de todo nivel fomentar la celebración de estos festejos, sobre todo durante este año 2010, en el que el país se une en la conmemoración del Bicentenario. Por ende, es una preocupación de este Gobierno incentivar dicha festividad, promoviendo el espíritu que tras ella existe.

Ahora bien, durante el año en curso los días 18 y 19 de septiembre serán sábado y domingo, respectivamente; por consiguiente, estimamos necesario declarar como feriado legal el día lunes 20 de septiembre de 2010, con el objeto de garantizar y promover una celebración que constituye parte integral de nuestra identidad chilena.

A través de esta propuesta nuestros ciudadanos podrán disfrutar durante el presente año de las Fiestas Patrias en plenitud, pudiendo participar en las celebraciones, compartir con sus amigos y reunirse con sus familiares.

Asimismo, cabe señalar que la iniciativa propuesta posee un transversal apoyo en diversos sectores, existiendo actualmente una moción relativa a la materia de los diputados Señores Arenas, Barros Bauer y Urrutia y los ex diputados Señores Escobar, Fuentealba y Girardi (Boletín 6.505-24).

A su vez, es menester indicar que durante estos últimos años en el Congreso Nacional se han presentado diversas mociones destinadas a trasladar o extender las Fiestas Patrias, de manera de asegurar que aquéllas sean una efectiva ocasión de celebración (Boletines Nos. 3.644-06, 3.490-06, 3.645-06, 4.080-06 y 4.094-06).

II.CONTENIDO DEL PROYECTO

La iniciativa que proponemos está constituida por sólo un artículo, el cual declara como feriado el día lunes 20 de septiembre de 2010, creando, sólo por este año, el “Feriado del Bicentenario”.

En mérito a lo anteriormente expuesto, someto a vuestra consideración el siguiente

PROYECTO DE LEY

“Artículo Único.- Declárase feriado el día 20 de septiembre de 2010.”.

Dios guarde a V.E.,

SEBASTIAN PIÑERA ECHEÑIQUE

Presidente de la República

RODRIGO HINZPETER KIRBERG

Ministro del Interior

1.2. Informe de Comisión de Gobierno

Cámara de Diputados. Fecha 12 de mayo, 2010. Informe de Comisión de Gobierno en Sesión 25. Legislatura 358.

?INFORME DE LA COMISIÓN DE GOBIERNO INTERIOR Y REGIONALIZACIÓN RECAÍDO EN EL PROYECTO DE LEY QUE ESTABLECE COMO FERIADO EL DÍA 20 DE SEPTIEMBRE DE 2010.

_________________________________________________________________

BOLETIN N°6919-06

HONORABLE CÁMARA:

La Comisión de Gobierno Interior y Regionalización pasa a informar el proyecto de ley individualizado en el epígrafe, originado en un Mensaje y con urgencia calificada de “suma” hecha presente el 3 de mayo de 2010, que cumple su primer trámite constitucional y reglamentario.

I.- CONSTANCIAS REGLAMENTARIAS PREVIAS.

Para los efectos constitucionales, legales y reglamentarios pertinentes, se hace constar, en lo sustancial, previamente al análisis de esta iniciativa, lo siguiente:

1) Que la idea matriz del proyecto que se somete a la consideración de la Sala es declarar feriado el día 20 de septiembre de 2010.

2) Que el artículo único de la iniciativa legal es de quórum simple.

3) Que el proyecto no requiere ser conocido por la Comisión de Hacienda.

4) Que el texto que se propone fue aprobado, en general, por asentimiento unánime.

5) Que se designó Diputado Informante al señor Ascencio, don Gabriel.

II.- ANTECEDENTES.

A decir del Mensaje, la ley N°2977 –publicada el año 1915- declaró como feriados los días 18 y 19 de septiembre de cada año, a fin de conmemorar la Independencia de nuestro país y celebrar las Glorias del Ejército, respectivamente.

Se hace la salvedad que, si bien es cierto la independencia de Chile se declaró oficialmente con posterioridad a dicha fecha -12 de febrero de 1818-, nuestra fiesta nacional fue fijada tal día en rememoranza y homenaje a la constitución de la Primera Junta de Gobierno, símbolo inequívoco de nuestra determinación soberana ante la Corona de España.

Destaca el Ejecutivo el clima de unidad que reina en todos los chilenos con ocasión de la celebración de las Fiestas Patrias, junto con revivir y actualizar tradiciones propias de nuestro país, sin que ningún grupo resulte excluido de esta verdadera festividad patriótica, en la cual la bandera, el escudo, la canción nacional y los bailes típicos constituyen una parte importantísima de la misma, contribuyendo a reafirmar nuestra idiosincrasia y costumbres en un clima que, en realidad, se prolonga más allá de las señaladas fechas, de allí que a septiembre se le reconoce como “el mes de la patria”.

Continúa el Mensaje afirmando que corresponde a las autoridades, cualquiera sea su nivel, fomentar la celebración de dichos festejos, particularmente en este año en que se conmemora el Bicentenario, preocupación que, como es lógico, no puede ser ajena a este Gobierno, en el afán de promover el espíritu que existe tras dicha festividad, por lo que atendido que los próximos días 18 y 19 de septiembre caerán en día sábado y domingo, respectivamente, ha estimado oportuno patrocinar un proyecto de ley que la extienda al lunes 20, declarándolo feriado por este año.

**********

En materia de feriados, resulta pertinente recordar que la ley Nº2977, del año 1915, estableció los siguientes:

a) Los domingos de todo el año;

b) Los festivos correspondientes al 1 de enero, 15 de agosto, 1 de noviembre, 8 y 25 de diciembre;

c) Los días viernes y sábado de la Semana Santa, y

d) El 18 y 19 de septiembre y el 21 de mayo, como ya fuera señalado.

El texto antes citado ha sido complementado por diversas leyes que han establecido feriados específicos atendiendo a diversas circunstancias (celebración de festividades, desarrollo de actos de alcance nacional, etc.) que el legislador, recogiendo la necesidad avalada por la experiencia, ha plasmado en el ordenamiento jurídico. Se trata, pues, de feriados que, por lo general, si bien no tienen el arraigo de los antes referidos, responden a situaciones muy atendibles.

En este orden de consideraciones, cabe señalar que la ley Nº18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, prescribe como feriado legal el día en que se lleven a efecto plebiscitos o elecciones de Presidente de la República o Parlamentarios.

A su vez, la ley N°19.668 trasladó los feriados -establecidos previamente en distintos cuerpos legales- correspondientes al 29 de junio, día de San Pedro y San Pablo; 12 de octubre, día del Descubrimiento de Dos Mundos; y el día de la Fiesta de Corpus Christi –actual celebración de la Virgen del Carmen- a los días lunes de la semana en que ocurren, en caso de corresponder a día martes, miércoles o jueves, o los días lunes de la semana siguiente, en el evento de que sean el viernes.

En el ámbito del derecho laboral, cabe consignar que la ley N°18.620, que contiene el Código del Trabajo, estipula como feriado el día 1 de mayo.

Finalmente, el Estatuto Administrativo dispone que los funcionarios públicos no estarán obligados a trabajar las tardes de los días 17 de septiembre, como tampoco las del 24 y del 31 de diciembre, sin perjuicio de la facultad que confiere al Jefe Superior de la institución, al Secretario Regional Ministerial y al Director Regional, según el caso, de ordenar trabajos extraordinarios por razones de tareas impostergables que hayan de cumplirse.

En otro orden de consideraciones, es importante señalar que se ha suscitado entre los expertos en derecho constitucional la cuestión acerca de si la instauración de días feriados se trata de una materia que deba ser regulada a través de una ley, o pueda serlo mediante una norma de rango inferior.

Al respecto, algunos tratadistas han planteado las siguientes consideraciones:

1) En primer lugar, debe reconocerse que la Constitución Política no incluye expresamente, entre los asuntos propios de ley, el establecimiento o supresión de los días feriados.

2) No obstante lo anterior, existen asideros en la propia Carta Fundamental que llevan a concluir que una materia de tal naturaleza sí debe ser abordada mediante una norma legal:

a) Así, el artículo 19 N°3 inciso quinto, declara que toda sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse en un proceso previo legalmente tramitado. Ahora bien, las actuaciones procesales sólo son válidas cuando se efectúan en días hábiles, y por regla general son días hábiles los no feriados. Por ende, si se aceptara que por una norma de jerarquía inferior a la ley se fijaran días feriados se perdería uno de los elementos del debido proceso, cual es su legalidad, pues su tramitación vulneraría un aspecto esencial del procedimiento, a saber, los plazos, incluyendo su cómputo.

b) Por otra parte, el artículo 63 N°4 de la Ley Fundamental señala que constituye materia de ley la regulación de las “materias básicas relativas al régimen jurídico laboral”. Cabe complementar dicho precepto con el artículo 35 del Código del Trabajo, que establece que “los días domingo y aquéllos que la ley declare festivos serán de descanso, salvo respecto de las actividades autorizadas por ley para trabajar en esos días”. Se infiere de esta disposición que la remuneración mensual pactada en el contrato de trabajo se paga independientemente del número de domingos y demás festivos incluidos en el mes. Por lo tanto, a mayor número de festivos, aumenta la remuneración proporcional por cada día efectivamente trabajado. De esta manera, los feriados son una materia que incide en el régimen jurídico que regula el ámbito laboral.

3) En un plano diferente, es discutible -asumiendo que lo relativo a días feriados es materia de ley- si el proyecto respectivo debe originarse exclusivamente en un Mensaje presidencial. De acuerdo al artículo 65 inciso cuarto, N°4, de la Constitución, el Presidente de la República tiene la iniciativa exclusiva de los proyectos de ley que tienen por objeto alterar las bases que sirven para determinar las remuneraciones y demás beneficios económicos de los trabajadores del sector público y privado.

Desde este punto de vista, y en armonía con lo expuesto en la letra b) del N°2, cabe concluir que los días feriados constituyen una base para el cálculo de remuneraciones de los trabajadores, y por lo tanto los proyectos de ley concernientes al establecimiento o supresión de aquéllos son de iniciativa exclusiva presidencial.

Sin embargo, podría argumentarse en contra de lo dicho precedentemente que la base de cálculo a que alude el precepto constitucional es solamente la declaración de que los días festivos son de descanso, pero que la determinación de esos días no forma parte de la base de cálculo, sino únicamente su aplicación a casos concretos, o sea, el cálculo mismo.

Adicionalmente, los beneficios económicos para los trabajadores son también materia de ley de iniciativa exclusiva presidencial, según el mismo precepto constitucional. Bajo esta perspectiva, el día feriado constituye un beneficio económico, pues se gana sueldo y no se trabaja. En otras palabras, hay una prestación a favor del trabajador, sin que medie por parte de éste una contraprestación directa. La circunstancia de que ese beneficio no se materialice en la entrega de una suma de dinero al trabajador no altera la esencia del asunto.

No obstante, el tema es discutible, porque podría sostenerse en contra de lo expuesto en el párrafo que antecede que los beneficios económicos a que alude la Carta Fundamental deben entenderse en un sentido restrictivo, es decir, que se materialicen en pagos en dinero (sueldo, gratificaciones, bonos de producción, etc.), pero no en un beneficio indirecto como es el mantenimiento del sueldo pese a no trabajarse un día por ser feriado legal.

III.- IDEA MATRIZ O FUNDAMENTAL.

El proyecto de ley cuyo texto se propone tiene por finalidad declarar feriado el día 20 de septiembre de 2010.

IV.- DISCUSIÓN Y VOTACIÓN DEL PROYECTO.

1) En General

Por asentimiento unánime la Comisión aprobó la idea de legislar sobre el tópico, compartiendo los fundamentos plasmados en el Mensaje. Concurrieron a dicho acuerdo las señoras Hoffmann, doña María José; Isasi, doña Marta y Sabat, doña Marcela y los señores Álvarez-Salamanca, don Pedro; Ascencio, don Gabriel; Becker, don Germán; Campos, don Cristián; Estay, don Enrique; Farías, don Ramón; Lemus, don Luis; Morales, don Celso; Ojeda, don Sergio, y Schilling, don Marcelo.

2) En Particular

Se propuso y aprobó una indicación al artículo único del proyecto, de las señoras Hoffmann, doña María José y Sabat, doña Marcela, y los señores Álvarez-Salamanca, don Pedro; Ascencio, don Gabriel; Campos, don Cristián; Farías, don Ramón; Estay, don Enrique; Farías, don Ramón; Lemus, don Luis; Morales, don Celso; Ojeda, don Sergio, y Schilling, don Marcelo, para sustituir el guarismo “20”, por “17”. Puesto en votación el proyecto, considerando la referida indicación, éste fue aprobado por once (11) votos a favor y dos (2) en contra.

V.- ARTÍCULOS QUE REVISTEN EL CARÁCTER DE ORGÁNICO CONSTITUCIONALES O DE QUÓRUM CALIFICADO.

La Comisión estimó que el artículo único del proyecto es de quórum simple.

VI.- ARTÍCULOS QUE DEBEN SER CONOCIDOS POR LA COMISIÓN DE HACIENDA.

En ejercicio de sus atribuciones, el señor Presidente de la Comisión determinó que el artículo único del proyecto no precisa ser conocido por la instancia mencionada.

VII.- ARTÍCULOS E INDICACIONES RECHAZADOS.

No hay.

VIII.- INDICACIONES DECLARADAS INADMISIBLES

No hay.

***************

Como consecuencia de lo anteriormente expuesto, y por las consideraciones que dará a conocer el Diputado Informante, la Comisión de Gobierno Interior, y Regionalización recomienda a la Sala la aprobación del siguiente

PROYECTO DE LEY:

“Artículo único.- Declárase feriado el día 17 de septiembre de 2010.”.

Se designó Diputado Informante al señor Ascencio, don Gabriel.

Sala de la Comisión, a 12 de mayo de 2010.

Tratado y acordado, según consta en el acta correspondiente a la sesión del 11 de mayo del año en curso, con la asistencia de las señoras Hoffmann, doña María José; Isasi, doña Marta y Sabat, doña Marcela y los señores Álvarez-Salamanca, don Pedro; Ascencio, don Gabriel; Becker, don Germán; Campos, don Cristián; Estay, don Enrique; Farías, don Ramón; Lemus, don Luis; Morales, don Celso; Ojeda, don Sergio, y Schilling, don Marcelo.

SERGIO MALAGAMBA STIGLICH

Abogado Secretario de la Comisión

1.3. Discusión en Sala

Fecha 02 de junio, 2010. Diario de Sesión en Sesión 31. Legislatura 358. Discusión General. Se aprueba en general y particular.

DECLARACIÓN DE FERIADO POR BICENTENARIO. Primer trámite constitucional

El señor BECKER ( Vicepresidente ).- Corresponde tratar, en primer trámite constitucional y primero reglamentario, el proyecto de ley, iniciado en mensaje, que declara como feriado el día que indica del mes de septiembre de 2010, calificado con urgencia de “discusión inmediata”.

Diputado informante de la Comisión de Gobierno Interior y Regionalización es el señor Gabriel Ascencio.

Antecedentes:

-Mensaje, boletín N° 6919-06, sesión 19ª, en 4 de mayo de 2010. Documentos de la Cuenta N° 3.

-Primer informe de la Comisión de Gobierno Interior y Regionalización, sesión 25ª, en 12 de mayo de 2010. Documentos de la Cuenta N° 1.

El señor BECKER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado informante.

El señor ASCENCIO.- Señor Presidente , en nombre de la Comisión de Gobierno Interior y Regionalización, paso a informar el proyecto, iniciado en mensaje, que declara feriado el día 20 de septiembre de este año, con ocasión del Bicentenario.

Quiero señalar brevemente algunas consideraciones generales.

La idea matriz del proyecto es declarar feriado el día 20 de septiembre de 2010.

El artículo único de la iniciativa es de quórum simple.

El proyecto no requiere ser conocido por la Comisión de Hacienda.

El texto que se propone fue aprobado, en general, por unanimidad.

Los señores diputados y las señoras diputadas tienen el informe respectivo en su escritorio. Además, el ministro Cristián Larroulet argumentará a favor del mensaje.

El Gobierno hace la salvedad que, si bien es cierto la Independencia de Chile se declaró oficialmente el 12 de febrero de 1818, nuestra fiesta nacional fue fijada el 18 de septiembre, en remembranza y homenaje a la constitución de la Primera Junta de Gobierno , como símbolo inequívoco de nuestra determinación soberana ante la Corona de España.

Además, destacó que el clima de unidad que reina entre los chilenos con ocasión de la celebración de las Fiestas Patrias, junto con revivir y actualizar tradiciones propias de nuestro país, sin que ningún grupo resulte excluido de esta festividad patriótica, en la cual la bandera, el escudo, la canción nacional y los bailes típicos constituyen una parte importantísima de la misma, contribuye a reafirmar nuestra idiosincrasia y costumbres en un ambiente que, en realidad, se prolonga mucho más allá de las fechas señaladas.

De allí que a septiembre se le reconoce como “el mes de la Patria”.

Asimismo, el mensaje afirma que corresponde a las autoridades, cualquiera sea su nivel, fomentar la celebración de dichos festejos, particularmente en este año en que se conmemora el Bicentenario, preocupación que, como es lógico, no puede ser ajena al Gobierno, en el afán de promover el espíritu que existe tras dicha festividad, por lo que, atendido a que los próximos días 18 y 19 de septiembre serán sábado y domingo, respectivamente, ha estimado oportuno patrocinar un proyecto de ley que la extienda al lunes 20, declarándolo feriado por este año.

Ésa es la idea del proyecto.

¿Qué ocurrió en la Comisión?

Durante su discusión, lo primero que se solicitó en la Comisión fue que el mensaje del Ejecutivo fuera tramitado en conjunto

con una moción presentada por la diputada señora Goic y los diputados señores Rincón, Chahín , Lorenzini , Sabag , Silber , Torres y Walker , con el objeto de declarar feriado el 17 de septiembre de 2010.

La idea era fusionar sólo la discusión de ambos proyectos en la Comisión, no las iniciativas.

La primera argumentación al respecto provino del Presidente de la Comisión , el señor Enrique Estay , quien manifestó que por una cosa práctica, real, celebraciones de esta naturaleza siempre comienzan antes, no después del día principal que se está festejando y que, por lo tanto, era muy importante que se estableciera como feriado el 17 de septiembre y no el 20.

El diputado Rincón hizo presente su opinión en relación con el proyecto. Se preguntaba por qué declarar feriado el 17 y no el 20 de septiembre, desde el punto de vista de lo que se comentaba en ese entonces relativo a la productividad; cuándo el país “perdería menos” económicamente; cuándo era más productivo: el lunes 20 o el día anterior a la fecha principal que se pretende festejar. El Gobierno señaló que es mejor declarar feriado el lunes 20 de septiembre, porque el viernes siempre ha sido más productivo y se evitaría una pérdida mayor de nuestra economía.

En la Comisión se inició una discusión al respecto y se consultó la opinión a los representantes del Ejecutivo que en ese momento se encontraban allí -estaban en la Comisión en ese momento por otro proyecto-, quienes señalaron no tener opinión al respecto.

Luego, el diputado Becker insistió en que se debía aprobar la fecha propuesta por el Gobierno para declarar feriado el lunes 20 de septiembre.

El proyecto fue aprobado en general.

En la discusión particular, las diputadas señoras María José Hoffmann y Marcela Sabat y los diputados señores Pedro Pablo Álvarez-Salamanca , Gabriel Ascencio, Cristián Campos , Ramón Farías , Enrique Estay , como autor; Luis Lemus , Celso Morales , Sergio Ojeda y Marcelo Schilling , presentaron indicación para sustituir el guarismo “20” por “17” en el artículo único del proyecto.

Puesto en votación el proyecto considerando la referida indicación, fue aprobado por 11 votos a favor y 2 en contra.

Votaron a favor de la indicación los diputados señores Estay , Álvarez-Salamanca , Ascencio, Campos, Farías , las señoras Hoffmann y los señores Lemus , Morales , Ojeda y Schilling .

En contra lo hicieron la diputada señora Marta Isasi y el diputado señor Becker ; los únicos que mantuvieron su apoyo a la posición del Gobierno.

Debo reconocer que ahí surgieron dos temas más. El primero, relacionado con el bono del Bicentenario, que es una proposición que se está haciendo para que el feriado vaya acompañado de un estímulo del Estado, y el segundo, declarar feriados los días viernes 17 y lunes 20 de septiembre. Lamentablemente, este proyecto tiene urgencia calificada de “discusión inmediata”, lo que nos impide formular indicación en tal sentido.

En consecuencia, la discusión sólo se debe centrar en la proposición que hace la Comisión de Gobierno Interior, en el sentido de que el feriado sea el viernes 17 de septiembre y no el lunes 20 de septiembre, como lo ha sostenido hasta ahora el Ejecutivo .

Es cuanto puedo informar.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado Eugenio Bauer.

El señor BAUER.- Señora Presidenta , en el período anterior, como se aproximaba el Bicentenario y desde hace un par de años que se viene hablando de las obras que se van a inaugurar, diputados de distintas bancadas presentamos un proyecto, precisamente para que se declararan feriado los días viernes 17 y lunes 20 de septiembre por tratarse de una fecha en que los chilenos teníamos que festejar como correspondía. Pero, lamentablemente, tuvimos un invitado de piedra, el terremoto y maremoto que afectó al país, por lo que consideramos lógica la actitud del Ejecutivo en orden a declarar sólo un día feriado, el viernes 17 o el lunes 20 de septiembre, con lo cual estamos muy de acuerdo.

En tal sentido, voy a votar a favor del proyecto.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra (Presidenta).- Tiene la palabra el ministro secretario general de la Presidencia.

El señor LARROULET ( ministro secretario general de la Presidencia ).- Señora Presidenta , agradezco la oportunidad que se me da para referirme a este proyecto de ley que extiende en un día el feriado de Fiestas Patrias con ocasión de la celebración del Bicentenario. Asimismo, quiero agradecer al diputado informante la presentación que hiciera sobre la discusión habida respecto del tema en la Comisión correspondiente.

El aniversario 200° de nuestra Independencia es muy significativo para Chile y este proyecto de ley es muy relevante para el Ejecutivo , dada la necesidad de que esta celebración cívica se caracterice, en primer lugar, por la unidad de todos los chilenos, que es una preocupación central del Gobierno del Presidente Sebastián Piñera y, en segundo lugar, por la participación de todos nuestros ciudadanos.

Este proyecto fue calificado con urgencia de “discusión inmediata”, porque una fecha tan importante requiere tiempo suficiente para la preparación de los actos de celebración, a fin de que la participación ciudadana y popular se dé en cada uno de los rincones de Chile.

Dada la situación de emergencia que vive el país, el Ejecutivo consideró necesario declarar feriado sólo un día adicional y se estudió largamente cuál era el ideal. Había argumentos para que fuera el viernes 17 de septiembre y también a favor del lunes 20 de septiembre.

Finalmente, el Ejecutivo optó por elegir el lunes 20 de septiembre, lo cual no quita que valoremos enormemente el debate habido en la Comisión y el que se está produciendo en esta Sala para tomar una decisión final. No obstante, debo reconocer que los argumentos que finalmente determinaron que el Ejecutivo propusiera el lunes 20 de septiembre tienen bastante fundamento, especialmente, a la luz del debate habido sobre esta materia tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado.

Si ustedes hacen una revisión exhaustiva de todas las leyes sobre esta materia, van a llegar a la conclusión de que los antecedentes son más sólidos en la dirección que ha elegido el Ejecutivo , en cuanto a declarar feriado el lunes 20. De hecho, ya se ha legislado en el Congreso Nacional para que feriados de mitad de semana se trasladen para el lunes. Fue una discusión de años. Hubo muchas iniciativas en esta materia. Recuerdo, por ejemplo, que esta discusión se inició en el primer gobierno de la Concertación y la decisión final de trasladar feriados de mitad de semana al lunes, si no me equivoco, se tomó durante el gobierno del entonces Presidente Ricardo Lagos.

En consecuencia, ya existe una historia que debemos tener presente y que tuvo también presente el Ejecutivo al inclinarse por el lunes 20 de septiembre para que fuera feriado.

Quiero aprovechar la oportunidad para dar a conocer en forma somera -ustedes han visto alguna información en la prensa y a cada uno de los señores diputados les va a llegar una información detallada- el programa de celebraciones que el Gobierno está organizando en cada una de las regiones, provincias y comunas de Chile. A la vez, y hablo en nombre del Presidente de la República , el Gobierno le pide a cada uno de los diputados que se involucre activamente en la celebración de estos 200 años de Independencia como un país sólidamente unido. Voy a dar algunos antecedentes respecto de esta materia.

La celebración se iniciará, como ha sido tradicional, con la gala municipal que siempre se realiza el 17, en este caso, el viernes 17. Posteriormente, el 18 se efectuarán los tradicionales tedeum, que queremos que se extiendan lo más posible a todas las ciudades y pueblos del país. Asimismo, estamos organizando desfiles cívicos masivos en cada comuna, en los cuales consideramos que deberían participar millones de chilenos. En estos desfiles pretendemos mostrar, a través de las distintas expresiones culturales y artísticas, lo mejor de nuestras tradiciones.

La tarde o la noche del 18 queremos realizar galas populares en el mayor número posible de pueblos y comunas del país, porque así como hay una gala el 17, a la cual asisten menos personas de las que uno quisiera, pretendemos que las galas artísticas del sábado sean celebraciones masivas, a las cuales concurra un alto porcentaje de la población. Por ejemplo, en Santiago, se realizará en el Estadio Nacional.

Con posterioridad, como de costumbre, el 19 se llevará a cabo Parada Militar y para el 20 tenemos programados dos desfiles navales: uno en Valparaíso y otro en Talcahuano, puerto que fue afectado por el terremoto.

En suma, para el Bicentenario estamos programando una celebración cívica nacional de unidad. Si uno mira las expectativas y lo que dicen las encuestas sobre el espíritu que existe hoy en Chile para celebrar los 200 años, hay dos ideas fuerzas: una es el deseo de unidad nacional y la otra, el optimismo que tienen los chilenos. Si hoy les preguntáramos qué piensan sobre el futuro de su país y de su familia, veríamos que más del 90 por ciento tiene una posición optimista sobre la materia.

Por lo tanto, éstos son los argumentos en virtud de los cuales el Ejecutivo pide a la Cámara de Diputados que apruebe este proyecto en la presente sesión y que opte por declarar feriado el 20 de septiembre. Sin embargo, esta Corporación es soberana y puede estar por el 17 propuesto por la Comisión. En todo caso, el interés del Ejecutivo es que resolvamos hoy esta materia, de manera que, finalmente, celebremos los 200 años en la forma que se merece nuestro querido país.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidente ).- Tiene la palabra el diputado señor Sergio Ojeda.

El señor OJEDA.- Señora Presidenta , reconozco la seriedad del Gobierno en cuanto a declarar un día feriado adicional para las próximas Fiestas Patrias, que tendrán un carácter especial. Asimismo, agradecemos al ministro que nos haya dado a conocer el programa que se llevará a cabo en esa oportunidad, lo que justifica aún más disponer de varios días para desarrollar todas las actividades programadas.

Es un hecho que los próximos 18 y 19 de Septiembre no serán una celebración más, en primer lugar, porque serán sábado y domingo, respectivamente, insuficientes para festejar una fecha tan importante y, en segundo lugar, porque el próximo 18 de Septiembre se cumplen 200 años de nuestra Independencia, aunque algunos historiadores señalan que no corresponde a la fecha exacta, que habría sido muy posterior. En todo caso, en esa fecha habrían empezado a forjarse la idea y los primeros síntomas de nuestro alejamiento de la corona de España.

Hablamos, entonces, de nuestro Bicentenario, de 200 años de independencia, que debemos celebrar con mayor fuerza y fervor; habrá más fiestas y actos en los cuales la ciudadanía deberá concentrarse.

Nuestro país ha caminado a través de la historia, trazándose un desarrollo institucional que lo ha convertido en un país moderno y consolidado. Los cimientos que forjaron los Padres de la Patria han servido para construir este Chile, del que debemos sentirnos orgullosos y al cual, por cierto, todo el mundo admira por nuestro desarrollo económico, nuestra infraestructura; a estas alturas, mucho más grande. Por eso, debemos valorar nuestra patria, nuestros símbolos, nuestra identidad y todo lo que significa Chile.

De manera que, como decía, el próximo 18 de Septiembre no será uno más, razón por la cual deberemos celebrarlo como un 18 de septiembre distinto, durante el cual todos los grupos sociales se junten y participen en las diferentes actividades; que nadie quede excluido por razones laborales o de otra índole. Se trata de que haya no sólo dos, sino tres días de festividades. Como lo dice el mensaje y como lo han manifestado todos los colegas, es una forma de fomentar y promover nuestros valores patrios y el sentimiento de chilenidad, para fortalecer y consolidar nuestra unidad; que todo sea alegría, fiesta, símbolos patrios, cuecas, tonadas, empanadas, desfiles, vino tinto y ramadas; que ese día todos seamos uno, y que después ello se refleje en nuestro diario quehacer y fortalezca nuestra verdadera identidad. Será distinta la celebración del próximo 18 de septiembre.

Por eso, considero plausible la idea de agregar un día más de feriado. Estamos de acuerdo con el fondo, con el contenido del proyecto, con todo el sentido de establecer un día más de feriado; pero no con que sea el 20, sino el viernes 17, como lo planteó el diputado Ricardo Rincón , cuya idea fue acogida por la Comisión. El Presidente de la Comisión , diputado Enrique Estay , también lo consideró así, porque es el 17 cuando se comienzan a celebrar realmente las Fiestas Patrias, para culminar el 19. El lunes empieza otro momento, otro ambiente, otro espíritu.

Es preferible optar por el viernes porque, de todas maneras, ese día se va a trabajar sólo medio día. Así lo establece el Estatuto Administrativo respecto de los funcionarios del Estado. Además, muchos contratos colectivos consideran este beneficio cuando el 18 y el 19 caen un fin de semana. Por otra parte, los sones y el ambiente patriótico contribuirán a que la gente comience a celebrar el viernes o el jueves en la noche; generalmente, se empieza antes.

De modo que, como los funcionarios públicos el viernes trabajan sólo medio día, es preferible declarar feriado el día 17 y no el lunes 20. Serían días feriados el 17, el 18 y el 19. Se ha considerado también que al declarar feriado el 17, la productividad del país sería mayor.

Por eso, reitero, soy partidario de declarar feriado el viernes 17, porque de todas maneras se da cumplimiento al objetivo y a la idea matriz del proyecto de ley. Por los argumentos que he señalado, ese día es el más propicio. Sería mucho mejor para el país que esos tres días sean feriados: 17, 18 y 19 de septiembre, así la gente tendría tiempo suficiente para celebrar las Fiestas Patrias y las Glorias del Ejército.

La Comisión de Gobierno Interior aprobó la indicación presentada para sustituir el guarismo “20” por “17 por 11 votos a favor y 2 en contra; por lo tanto, espero que los diputados que la votaron favorablemente en la Comisión mantengan su decisión en la Sala, por los argumentos entregados a favor de decretar feriado el 17 y espero que sean consecuentes con lo dicho en la Comisión y su votación en la Sala.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra (Presidenta).- Tiene la palabra el diputado Alberto Cardemil.

El señor CARDEMIL.- Señora Presidenta , quiero hacer una consideración general al iniciar mi intervención.

En materia de feriados debemos legislar con mucho cuidado. Es entretenido, es fácil, es popular que los poderes colegisladores decreten feriados. Pero los feriados tienen un costo, que no pagamos los legisladores, sino, fundamentalmente, los trabajadores independientes, generalmente pequeños y medianos empresarios; los empleadores y también los propios trabajadores afectos al Código del Trabajo.

Existen cálculos no emanados de los gobiernos, sino que de la comunidad, que indican que un día feriado tiene un costo aproximado de 300 millones de dólares de menos producción, cifra no menor, sobre todo si se considera la catástrofe que hemos debido afrontar.

Dicho eso, paso a señalar que estamos en presencia de una fecha especial, en un año especial, el año del Bicentenario, y todos los sectores, tanto oficiales como no oficiales, han señalado la necesidad de una celebración condigna a esta circunstancia.

Por lo tanto, parece importante legislar para que las fiestas patrias del Bicentenario sean más prolongadas; en esa materia, al parecer, estamos todos de acuerdo.

En cuanto a qué día es mejor para declararlo feriado, en primer lugar, me sumo a las expresiones de felicitación al diputado informante , quien aclaró perfectamente la disyuntiva sobre la cual debemos pronunciarnos.

Escuchando a los distinguidos colegas que me han antecedido en el uso de la palabra, reafirmo mis argumentos de que el mejor día para decretar feriado es el lunes 20 de septiembre. Ya tenemos el 18 y el 19 de septiembre, y el pensamiento natural es que se agregue al 18 y al 19, el 17 y el 20 de septiembre, de ese modo, tendríamos cuatro días feriados decretados legalmente.

En esa materia, no tenemos iniciativa, y si así lo quisiéramos, encontraríamos obstáculos, porque sin duda el Gobierno vetará la idea, dadas las actuales circunstancias del país, que no dan para cuatro días feriados; no es una buena señal declarar más días feriados.

En consecuencia, tenemos el 18 y el 19 de septiembre, y si se agrega otro día feriado, me quedo con el 20, porque es un día redondo.

Como ya se ha dicho, de acuerdo con el Estatuto Administrativo, el 17 de septiembre todos los trabajadores de la administración del Estado trabajan medio día; por lo tanto, ya tienen ganado medio día.

Por otra parte, hay innumerables convenios colectivos que también dan medio día a trabajadores del sector privado; es decir, ya tienen ganado medio día.

Del mismo modo, la costumbre en Chile señala que la víspera de Fiestas Patrias, a partir de las dos de la tarde, se hacen festejos en todas las oficinas públicas, en todos los talleres, en todos los lugares de trabajo. En consecuencia, ya es medio día ganado, sin que el Congreso Nacional deba legislar al respecto.

Por lo tanto, la cuenta es clara: si ya tenemos el medio día del 17, más el 18 y el 19 de septiembre, hacemos un aporte si declaramos feriado el 20, porque se trata de un día completo.

Entonces, para todos los trabajadores, para toda la comunidad que nos observa, les suplico, les imploro a los señores diputados, que razonemos en función de lo que la gente vive en la práctica.

Por lo tanto, vuelvo a repetir: la mejor solución para el país -éste no es un argumento menor-, para celebrar las Fiestas Patrias, que va a financiar fundamentalmente el Gobierno, para lo cual ya tiene diseñado un programa, y para la realidad concreta de la comunidad, es declarar feriado el 20 de septiembre, tal como plantea el Gobierno.

Un último argumento. A mi juicio, el Congreso Nacional debe tener una línea coherente. No es menor el argumento que se ha esgrimido. Todos los proyectos emanados de mociones, a lo largo de la historia de la Cámara de Diputados, apuntan en el sentido lógico de todos los países desarrollados: trasladar los feriados a los lunes, de esa manera, podemos contar con una agenda de feriados más o menos racional y lógica.

No nos apartemos de esa línea; no es buena señal declarar feriado el viernes. Además, repito, aporta poco, nada más que medio día. En cambio, con el lunes 20, los trabajadores tendrán un día completo.

Por lo señalado, varios diputados de Renovación Nacional y de la Unión Demócrata Independiente hemos presentado una indicación para establecer, fundados en los argumentos ya indicados, que el 20 de septiembre sea el feriado adicional.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra (Presidenta).- Tiene la palabra el diputado Schilling.

El señor SCHILLING.- Señora Presidenta , es evidente que en el debate de si se consagra el 17 o el 20 de septiembre como feriado adicional para la adecuada celebración de las Fiestas Patrias en el Bicentenario, no compromete el futuro de la patria; aquí no se juega el destino de Chile ni cosa que se parezca. Sin embargo, tiene relevancia, porque hay que darle el adecuado realce a la celebración de esa conmemoración, con un día feriado adicional.

En Chile se justifica más aún, porque tenemos un gran apego a nuestra fiesta nacional. En Chile, la Independencia se celebra como en pocos lugares del mundo; tal vez eso tenga que ver con el hecho de que coincide con el término del invierno y queremos salir de las casas y aprovechar la primavera que se avecina, o tal vez tenga que ver con cuestiones más profundas, porque la sociedad chilena está tan segregada, tan separada entre los que lo pasan bien y los que lo pasan mal, que esos días de celebración nos permiten encontrarnos en las ramadas, en las fondas y en los lugares donde se celebre.

Por lo mismo, estamos de acuerdo en agregar un tercer día feriado a la celebración, pero no cualquier día. Un conjunto de diputados ha propuesto que sea el viernes 17 de septiembre y no el lunes 20, por razones como las que han esgrimido representantes del Gobierno y parlamentarios oficialistas.

Hoy existe una gran presión para que la bancada de senadores de la Concertación apruebe un proyecto de impuestos que a la larga hace más pobre al fisco de Chile y, en consecuencia, más débiles las políticas sociales.

Aquí se nos propone que sacrifiquemos un día; no trabajarlo, según el diputado Cardemil , significa 300 millones de dólares.

Cuando se consagraron los lunes como los mejores días para trasladar los feriados religiosos, se hizo pensando en su poca productividad por el ausentismo laboral característico en Chile.

El diputado Cardemil sostiene que optar por el viernes no sería tan dañino porque, de hecho, el uso y la costumbre lo establecen al menos para los funcionarios de la Administración Pública, la celebración comienza a partir de las 14 horas.

Luego, deberíamos preguntarle al Gobierno si estamos o no ante una emergencia derivada del terremoto que nos obliga a ser más productivos, a generar más recursos y a recaudar más impuestos para la reconstrucción.

Su lógica es absolutamente contradictoria. En algunos casos, le conviene una línea argumental; y en otros, una línea argumental distinta.

Por otra parte, este debate ha sido bueno para los chilenos, pues hemos descubierto que el diputado Cardemil está preocupado de la defensa de los derechos adquiridos por los trabajadores en referencia a que el día viernes previo a la celebración de las fiestas patrias es de suyo, al menos la mitad, feriado.

Ojalá que cuando ingresen al Congreso las iniciativas sobre flexibilización laboral y todas esas cosas que se nos anuncian, tenga la misma sensibilidad social que revela hoy frente a la consagración de un tercer día de celebración para las Fiestas Patrias.

El señor CARDEMIL.- No entendí.

El señor SCHILLING.- Se entiende perfecto. En caso contrario, pregúntele a la gente que está en las tribunas.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Ruego evitar los diálogos.

El señor SCHILLING.- En cuanto al anuncio del ministro Larroulet sobre cómo vamos a celebrar las Fiestas Patrias, es de una pobreza increíble. Un poco más de lo mismo de cualquiera Fiestas Patrias.

Ello tiene que ver con un error conceptual de no asumir que la celebración del Bicentenario involucra un conjunto de actividades, que ojalá partieran por las relacionadas con el intelecto y el espíritu, pasaran por las fiestas y, desde luego, por nuevas obras.

Quiero recordar que lo que ocurrió el 18 de septiembre fue una tímida manifestación de independencia, pero respecto de Francia, que había invadido a España. Se dijo que nos sublevábamos contra Francia para guardar el reino de Fernando VII a su legítimo propietario.

El 18 de septiembre, ¿estábamos consagrando la libertad de Chile? No, eso ocurrió el 5 de abril de 1818, en Maipú.

Tenemos tiempo para celebrar adecuadamente el Bicentenario. Por eso, le pido al Gobierno que así como en su mensaje del 21 de Mayo se fijó hasta el 2018 para hacernos un país desarrollado, pongamos este dilema en la perspectiva que corresponde, en vez de cruzar tanta lanza en este debate acerca de si se declara feriado el día viernes o el lunes.

Es abusivo usar la fuerza para convencer a los diputados que lo más conveniente es el día 17, tal cual ocurrió antes de ayer en el Mediterráneo con las personas que pretendían entregar ayuda humanitaria en la Franja de Gaza.

Por esta razón, voy a votar a favor del proyecto despachado por la Comisión, es decir, para que el día 17 de septiembre sea festivo.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado Ignacio Urrutia.

El señor URRUTIA.- Señora Presidenta , estamos ante la disyuntiva de declarar feriado el viernes o el lunes. Lo más sencillo del mundo, pero al diputado Schilling se le ocurrió atacar al diputado Cardemil sin razón alguna. Y también al Gobierno porque, supuestamente, la celebración del Bicentenario será mezquina.

¡Por favor, si la plata de la Comisión Bicentenario se la gastaron comiendo asados! Por eso, ahora no hay ni un peso. Reuniones para arriba, reuniones para abajo; se gastaron toda la plata, se la comieron en asados. ¡No hay plata! Y vienen a protestar. ¡No sean frescos!

Ahora, volvamos a la disyuntiva de declarar feriado el viernes o el lunes, pues las futuras Fiestas Patrias caen los días sábado y domingo.

No veo al ministro Larroulet , pero me habría gustado preguntarle que pasó para la celebración del Centenario. Algunos dicen que hubo una semana entera de feriados. Hoy, ¿serán muy importantes la economía y la productividad en un país? Tal vez, pero son 200 años, que no se cumplen todos los días. No es un tema fácil.

(Aplausos)

Por eso, a mediados del año pasado, junto al diputado Bauer y otros parlamentarios, presentamos un proyecto de ley para declarar feriado el viernes y el lunes. Con ello, habría cuatro días festivos. No quisimos hacerlo para la semana entera, porque se habría dicho que éramos abusadores.

Es probable que los tiempos hayan cambiado entre ambos centenarios. El aniversario 200° es bien distinto al de los 100 años. Encuentra a las regiones del Libertador General Bernardo O’Higgins, del Maule y del Biobío azotadas por un terremoto gigantesco, a las que les va a costar mucho levantar cabeza.

Si no hubiera ocurrido ese terremoto, habría apoyado declarar feriados el viernes y el lunes, aunque hubiera ido en contra de mi Gobierno. Pero su efecto fue demoledor. Por lo tanto, necesitamos que la industria camine y la gente trabaje. Después de ese 27 de febrero, las cosas cambiaron radicalmente.

Por eso, soy partidario de que se declare feriado uno de los dos días. No es preciso que sean los dos. Ahora, debemos analizar cuál de los dos es mejor. A eso debemos abocarnos y a dar nuestra opinión.

Cuando se legisló sobre los feriados, los corrimos para los días lunes, porque, supuestamente, ese día es menor la productividad.

Si se declara feriado el viernes, es muy probable que la mitad del jueves no se trabaje. Alguien podría decir que si se declara feriado el lunes, la mitad del día viernes tampoco se laborará. Tal vez no. No lo sé.

El Ejecutivo propone que el lunes sea feriado. Por lo tanto, como parlamentarios de Gobierno, tenemos la obligación de apoyarlo.

Eventualmente, debemos elegir entre uno u otro día. Para ser sincero, me da exactamente lo mismo si es el viernes o lunes, por cuanto no veo diferencia entre ambos. Repito, si se declara feriado el viernes se tomarán la mitad del jueves y si se declara feriado el lunes se tomarán la mitad del viernes. Por lo tanto, es exactamente lo mismo.

Por otra parte, el Gobierno habla de la productividad, tema que también es válido. Sin embargo, creo que no será mucha la productividad si se declara feriado el viernes o lunes, al final será lo mismo. Pero por respeto a mi Gobierno, el del Presidente Sebastián Piñera , voy a apoyar el día lunes, de acuerdo con las indicaciones que han presentado algunos diputados, que sí tienen atribuciones para hacerlo, y no como dijo un diputado por ahí que no se podía.

Por consiguiente, anuncio que votaré a favor de la proposición del Gobierno, a fin de que el feriado sea el día lunes y no el viernes.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ). Tiene la palabra el diputado señor Teillier.

El señor TEILLIER.- Señora Presidenta , se ha discutido sobre el Bicentenario sólo respecto del día que va a ser feriado. Si sólo vamos a debatir ese tema en la celebración de nuestro Bicentenario, me parece bastante intrascendente. Me habría gustado que la Cámara de Diputados, antes de discutir el feriado, realizara una sesión especial acerca del significado de la Independencia de nuestra patria.

Efectivamente, la bandera, el escudo, la canción nacional y los bailes típicos son parte de nuestra idiosincrasia y tradiciones, pero no es lo único. El proceso de Independencia, indistintamente si comenzó el 18 de septiembre o el 5 de abril, como dijo el diputado Schilling , tiene un significado más profundo para nuestro pueblo. Se trata de una gesta donde surgieron ideas libertarias y de igualdad; se terminó con la esclavitud y se eliminaron los títulos de nobleza. Además, se dio un gran impulso a la educación, como una de las bases que debe sostener nuestro desarrollo.

Hay una serie de ideas preclaras que debemos tener en consideración todos los patriotas.

Por lo tanto, junto con aprobar un feriado, debemos conocer, señor ministro , por su intermedio, señora Presidenta , cuál es el proyecto o programa de celebración del Bicentenario, que no sólo debe considerar esos días del mes de septiembre, sino que, ojalá, todo el año, a pesar de que ya ha transcurrido la mayor parte. Un programa que incluya los aspectos culturales e ideológicos de lo que fue nuestra Independencia. Por lo menos, en las escuelas debería recomendarse que uno de esos días se dejara para reflexionar acerca del significado de nuestro Bicentenario.

Por otra parte, estamos planteando a nuestro pueblo cuatro o cinco días para celebrar. Creo que nadie se va a negar a ello, por lo demás, las Fiestas Patrias constituyen un símbolo de unidad nacional que nos sirve para olvidarnos de nuestras diferencias y celebrar en conjunto con la cueca, la chicha y otras costumbres propias de la fecha.

Tampoco dejaría de lado la situación en que aún se encuentran algunos trabajadores y aquellos que fueron afectados por el terremoto. Por eso, señor ministro , por su intermedio, señora Presidenta , el Gobierno también debe preocuparse de buscar la forma de ayudar a que los trabajadores tengan una celebración como corresponde. El otorgamiento de un bono de Fiestas Patrias -por el Estado y las empresas- sería una muestra de que el Gobierno y el Congreso quieren que la gente celebre. ¿Por qué digo esto? Porque mucha gente va a querer viajar al norte o sur del país para pasar las fiestas junto con sus familiares, pero sabemos que durante esos días sube el precio de los pasajes. Por lo tanto, no tendrán cómo viajar o celebrar. Por eso, sería importante que el Gobierno contribuyera de esa manera a la celebración.

En cuanto a los días que deberían ser feriados, creo que sería bueno dejar el 17 y 20 de septiembre. Para ser honesto, el viernes 17 no trabajará nadie, por lo tanto, da lo mismo que sea feriado o no. Lo mejor sería declarar feriado el 17 y el 20, a fin de que celebre todo el pueblo, sabiendo que tiene esos días para hacerlo y recordar algo tan relevante como es el Bicentenario de Chile.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ). Tiene la palabra el diputado señor Patricio Melero.

El señor MELERO.- Señora Presidenta , como legislador, a estas alturas del debate uno siente que debe apelar al sentido común. Y éste señala que el viernes 17 los empleados públicos tendrán una jornada parcial, incluso puede que hasta no trabajen. Tengo la impresión de que en el sector privado existen muchas posibilidades de llegar a acuerdo con los empleadores para compensar esas horas de trabajo. Habitualmente así se ha hecho, más aún si se trata de una fecha tan importante como es el Bicentenario. Y para que hablemos en castellano, los que pueden hacer sándwich, sin preguntarle a nadie, también lo harán.

Entonces, el sentido común dice que declarar feriado el viernes 17 no tiene el mismo efecto que el lunes 20, pues es un día que, a todo evento, o se concede o se trabajará por completo.

Ahora bien, como se ha dado esta coincidencia de que los días 18 y 19 de septiembre caen en sábado y domingo, respectivamente, estamos obligados a legislar sobre la materia, debido a que se trata de nuestro Bicentenario. Pero no sólo por sentido común, sino también por consecuencia. Cabe recordar que el Congreso Nacional, justamente cuando tuvimos un período con demasiados feriados, derogó varios de ellos, como, por ejemplo, la fiesta de Corpus Cristi, el día de la Virgen del Carmen o el Descubrimiento de Dos Mundos. La ley N° 19.668 estableció que esos feriados pasaran al lunes cuando cayeran en día de semana. En esa oportunidad, el legislador quiso que fuese el lunes y no el viernes. Nuevamente, el sentido común permitió que ese día fuera el más oportuno y así generar un menor costo a la economía, lo que también es necesario recalcar con mucha fuerza.

Por otra parte, quiero destacar que el ministro señor Larroulet ha sido muy elocuente. También tuvimos la oportunidad de recibir, por parte de su excelencia el Presidente de la República , el vasto programa de celebraciones del bicentenario que se desarrollarán en todas y en cada una de nuestras comunas.

Como legisladores y representantes de distritos y comunas, también vamos a ser requeridos para participar activamente -al menos quien habla pretende hacerlo- en la festividad. Es más, quiero encabezar algunas iniciativas en mis comunas.

El Bicentenario no es de potestad exclusiva y excluyente del Gobierno, sino de la comunidad, de la sociedad civil organizada, de los municipios, de los parlamentarios, de los clubes, etcétera.

Desde el punto de vista práctico en cuanto a la celebración del Bicentenario, nos sentiremos más cómodos y menos comprimidos, y la sociedad más liberada, al añadir el 20, en lugar del 17 de septiembre. Es más completo: sábado, domingo y lunes.

De manera que, entendiendo que puede haber argumentos a favor del 17, apelo a la coherencia con lo establecido en el pasado y al sentido común, para establecer como feriado, por ley, el día propuesto, para la tranquilidad de todos los chilenos, y así tener una fiesta y celebración que tanta falta nos hacen, más aún después de un terremoto.

Queremos una fiesta de unidad familiar, de participación y de alegría. En la vida, no todo es trabajo y plata; también hay valores muy fundamentales de la sociedad que se deben custodiar y proyectar.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Guillermo Ceroni.

El señor CERONI.- Señora Presidenta , sin duda, celebrar una fiesta como el Bicentenario es de gran significación para todo el país.

Celebrar el próximo 18 de Septiembre doscientos años de independencia y la Primera Junta Nacional de Gobierno es un acto de mucha significación; es una fecha de la máxima importancia para Chile. Por lo tanto, todo lo que podamos hacer para celebrar de la mejor forma, es algo positivo.

Es necesario generar el espacio adecuado para que la ciudadanía celebre tal acontecimiento de la forma más unida posible. Ojalá que los chilenos nos unamos cada vez más y podamos tener la alegría necesaria para celebrar esa fecha de tanta significación.

Es bueno decir, también, que esa fecha, de tanta importancia no se puede celebrar sólo con el hecho de disponer de varios días para estar unidos, para estar mejor y para celebrar más, sino que es necesario plantearse, en este Bicentenario, metas importantes.

Así como vamos a celebrar la Independencia de Chile y la Primera Junta Nacional de Gobierno que se realizó el 18 de Septiembre de 1810, de gran significación para Chile, sin duda el Bicentenario representa la oportunidad para lograr metas importantes para el país.

Como parlamentario por una zona arrasada por el terremoto, no puedo dejar de decir lo que significa para tantos chilenos el lograr metas importantes. Para ello, no tiene ningún significado un día más o un día menos de feriado para celebrar el Bicentenario. Porque la pregunta que debemos hacernos es: ¿para celebrar qué?

Mucha gente ha perdido sus hogares, sus seres queridos. ¿Qué sentido tiene darles un día más de feriado? Ellos necesitan mucho más de parte de Chile entero.

Como meta en este Bicentenario, deberíamos plantearnos, por ejemplo, ser capaces como país de entregar a todos los chilenos que han perdido sus casas el subsidio para su reconstrucción. Eso es perfectamente posible. Esperamos que todos los damnificados logren ese subsidio, con el objeto de que, en un plazo determinado, puedan reconstruir sus casas.

Este Bicentenario deberíamos tener como meta un subsidio a la reconstrucción, pero mejor que el propuesto hoy, que solamente permite construir casas miserables de 45 metros cuadrados.

Debemos entender una cosa: no estamos hablando de gente que por primera vez va a tener una vivienda, sino de personas que esperan reconstruir sus casas, en las que vivían familias formadas por varios integrantes.

Por lo tanto, no se puede plantear que se trate de personas que recién van a adquirir una vivienda. Sólo estamos dando un subsidio para una casa absolutamente precaria.

Reitero: para la celebración de un bicentenario, un día más o un día menos, no tiene mayor significación.

Como vamos a celebrar una fecha de tanta importancia, como los doscientos años de Independencia de Chile, deberíamos ser capaces de levantarnos y decir: “Hemos cumplido, como meta, que todos los chilenos que perdieron sus viviendas van a recibir un subsidio para que tengan una vivienda digna”.

No me opongo a un día más de feriado. Eso está bien. Pero quiero hacer un llamado de atención: la meta más importante para el Bicentenario es dar a los chilenos la posibilidad de levantarse, de ponerse de pie y de estar todos juntos y alegres.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Ricardo Rincón .

El señor RINCÓN .- Señora Presidenta , el colega Melero dijo que el sentido común debería llevarnos a apoyar el feriado del día 20.

Sin embargo, el sentido común es el menos común de los sentidos, porque no deberíamos tener esta discusión en la Sala.

Las Fiestas Patrias -y las del Bicentenario, con mayor razón aún-, deben convertirse en un espacio de encuentro, de unidad nacional, de fraternidad, de celebración.

Aun más, no sólo por ser Fiestas Patrias, por celebrar el Bicentenario, por ser el año en que un terremoto asoló gran parte de Chile, es la oportunidad para que la familia, las chilenas y chilenos, se encuentren y celebren haber sobrevivido, haber levantado sus casas, haber recuperado sus negocios, estar vivos y compartir.

Se trata, entonces, del aniversario más importante de la Patria, en el año del Bicentenario y de este terrible terremoto. Probablemente sea ésta una de las celebraciones patrias más significativas.

Por eso, la Comisión de Gobierno Interior, según el informe rendido por el diputado señor Ascencio , logró un acuerdo que implicó que quien habla, junto con otros parlamentarios, que habíamos presentado una moción, que proponía como feriado el 17 de septiembre, la retiráramos para apoyar el mensaje del Presidente Piñera , y se presentara una indicación que recogiera el del día 17. ¿Por qué el 17? Porque el Gobierno basaba su argumentación en un tema de productividad, que, por las razones que expuse, no corre en este caso y no debe ser considerada.

El lunes, por regla general, es menos productivo que el día viernes. Así lo dicen todos los indicadores de quienes se dedican a estudiar las cifras económicas. Pero tal regla tiene excepciones. ¿Cuándo? Cuando la comparación de ese lunes se hace con un viernes 17 de septiembre, o con un viernes 24 de diciembre, o con un viernes 31 de diciembre. ¿Por qué digo esto? Porque esos tres días, según el Estatuto Administrativo y una ley de la República, son ya medio día feriado. Eso rige en Chile desde hace años.

Por lo tanto, no se pueden comparar peras con manzanas. Si nos remitimos al argumento de la productividad, no puedo comparar cualquier lunes con cualquier viernes; es con un viernes 17 de septiembre que, por Estatuto Administrativo, es medio día laboral. Así pasa también con el 24 de diciembre y el 31 de diciembre.

Entonces, el argumento de la productividad sólo favorece la idea del 17 de septiembre como feriado, y decir lo contrario, colegas -por su intermedio, señora Presidenta-, es faltar a la verdad. Así de simple. Todos los estudios sobre productividad no consideran esa variable. Pero la productividad no puede ser el tema central, ni los parlamentarios podemos estar dictaminados o pauteados por ese tipo de estudios.

Representamos la soberanía popular y debemos velar por el bien común, que es lo primero que destaqué. Ésta no es una celebración cualquiera; es de Fiestas Patrias, en el Bicentenario que, como expresó algún diputado , sólo acontece cada doscientos años -qué duda cabe de ello-, pero, además, en el año en que ocurrió un terrible terremoto.

En consecuencia, si estuvimos dispuestos a bajar nuestra moción -le consta al diputado Estay , presidente de la Comisión -, porque no queríamos una medallita más en el tablero que indicara una iniciativa más presentada por nosotros, y a aprobar el mensaje del Presidente Piñera , para defender que el Gobierno patrocinara esa iniciativa, lo hicimos en el contexto de que el mejor día feriado, entre uno y otro, era el 17. Además -lo manifestó muy bien el diputado Ascencio y también lo refrendó el diputado Ojeda -, era mejor comenzar a celebrar que alargar la celebración. Pero, claramente, el sentido común es el menos común de los sentidos, porque no debiéramos estar discutiendo esto y dividiéndonos entre nosotros por un feriado de Fiestas Patrias en el Bicentenario, respecto del cual hasta el ministro Larroulet ha destacado parte de los importantes programas de celebración, en que habrá hasta galas populares, porque quieren involucrar -y tienen razón el ministro y el Gobierno-, a todo el pueblo en una festividad que es de todo Chile.

Por lo tanto, no debiéramos decidir entre un día y otro, porque en cuanto al argumento de la productividad, con cifras, números y estadísticas, claramente, es mejor el día 17; tanto es así que lo ideal para aquel que quiera disfrutar de harto feriado es que se apruebe el día 20, porque va a poder comenzar a celebrar el 17.

Entonces, descartado el argumento de la productividad, el tema a discutir es cómo unimos a los chilenos; cómo no nos dividimos por una festividad tan importante y, por consiguiente, como la política es el arte de lo posible -a todos nos lo han enseñado desde que nos iniciamos en ella-, buscamos una solución que satisfaga a todos. ¿Cuál? Evidentemente, los dos días. ¿Tan terrible es para la economía conceder dos días feriados? ¿El dios de la economía manda en los dictados de los diputados de la Patria? Si el 18 y el 19 caen jueves y viernes, habría celebración el jueves, viernes, sábado y domingo. No es cierto que ya tengamos el domingo; ése día siempre es feriado. Por consiguiente, el día 19 no contribuye a las festividades patrias. Todos, incluidos el Presidente Piñera y la Oposición, tenemos claro que, no obstante que la legislación civil establece como hábil el día sábado, en la práctica, bien poco contribuye a las celebraciones, porque es parte del fin de semana.

Entonces, mi invocación es que Gobierno y Oposición no se dividan por un feriado que debe ser punto de unidad. Ésa es la invocación que el ministro , que representa al Presidente de la República en esta Sala, debiera incorporar, porque no podemos estar discutiendo ni dividiéndonos por esto. Generemos un feriado adecuado, será suficiente si le agregamos dos días -porque los otros dos, sábado 18 y domingo 19, no los son, por las razones que he planteado-, que permita a las familias viajar al sur, al norte o a Santiago; que posibilite participar en las festividades populares que el Gobierno, legítima y justamente, va a organizar; encontrarse y reencontrarse después de un terrible terremoto y de un invierno que para muchos será más complicado que los pretéritos, por lo que ha significado la pérdida de sus hogares e, incluso, de vidas humanas; para que las familias se encuentren, se motiven y celebren la chilenidad con sentido y orgullo patriótico. Durante el terremoto vimos cómo la bandera chilena se levantó desde las cenizas y cómo los grandes héroes fueron los pequeños hombres y mujeres que, anónimamente, fueron a rescatar y a ayudar a sus vecinos, amigos y familiares en cada una de las comunas afectadas.

El Bicentenario debe tener ese sentido en Chile y no otro. Reitero: como la política es el arte de lo posible y no creo que el sentido común sea el menos común de los sentidos, sino que debe manifestase en nosotros para poder contar con unas fiestas patrias conformes y en unidad, sin división, he propuesto, junto con otros parlamentarios, una indicación -que la Sala debiera suscribir- para establecer como feriado esos dos días, para celebrar como corresponde y hacer realidad el programa del Ejecutivo que todos, sin distinción, debiéramos apoyar.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado Pedro Araya.

El señor ARAYA.- Señora Presidenta , sin duda, la celebración del Bicentenario es una fiesta muy esperada por toda la comunidad nacional. No por nada el Presidente de entonces, Ricardo Lagos , instauró las comisiones Bicentenario y en distintas partes del país, especialmente en los municipios, empezaron a prepararse para esta gran celebración. De hecho, nadie puede desconocer que las obras para el Bicentenario han ido cambiando el rostro urbano de muchas ciudades del país. Por ejemplo, ha sido significativo lo que se ha hecho en la comuna y región de Antofagasta. Lamentablemente, por causas del destino, nuestras fiestas del Bicentenario del 18 y 19 de Septiembre caen en sábado y domingo, respectivamente, lo que, obviamente, dejará a un número importante de chilenos sin celebrar como corresponde.

A ello hay que agregar que el terremoto que sufrió el país el 27 de febrero, sin duda, afectó el ánimo de nuestros compatriotas.

Por eso, junto con apoyar el proyecto aprobado por la Comisión de Gobierno Interior, que declara feriado el día 17, he suscrito, junto a otros diputados, una indicación para que el día 20 también sea declarado feriado. Lo hago por las siguientes razones:

En primer lugar, creo que estas fiestas del Bicentenario, como ninguna otra, van a ser del reencuentro familiar, de amigos, de miles de personas. Hay mucha gente que tiene la esperanza de pasar las Fiestas Patrias con su familia y eso va a significar que deberá desplazarse desde donde vive y trabaja hacia distintos puntos del país. Si aprobamos cuatro días de fiesta, vamos a permitir que haya mayor tiempo para dicho desplazamiento y que la gente pueda aprovechar realmente las celebraciones. Asimismo, sabemos que el tiempo que demora el trayecto, a quienes viajan en vehículos o en bus, les impide estar todo el tiempo que quisieran con sus familias. Tengo la impresión de que mucha gente va a querer venir especialmente a la Región Metropolitana a ver las celebraciones, como la Parada Militar, dado que van a ser muy especiales.

En esa línea, no comparto el argumento económico que han planteado algunos colegas en cuanto a la productividad del país. Por su intermedio, señora Presidenta , quiero decirles que, quizás, no han tomado en cuenta que este año hay dos feriados que caen en domingos: el 15 de agosto y el 31 de octubre. Son dos días respecto de los cuales la productividad del país se va a mantener igual, y muchos trabajadores no habrían podido gozar de ellos en forma adecuada si hubieran caído en días de semana laboral.

En consecuencia, uno podría argumentar que aquí va a haber una suerte de compensación con esos dos feriados -15 de agosto y 31 de octubre- que caen en domingos y que respecto de los cuales el Congreso no está pensando, desde ningún punto de vista, postergarlos a un lunes o anticiparlos a un viernes para que los trabajadores puedan descansar durante esas dos fechas.

Otro tema importante de destacar es que el hecho de aprobar como feriados el 17 y el 20 de septiembre va a permitir que se reactive el turismo que, sin duda, fue muy golpeado por el terremoto. Junto con la destrucción del sector sur, los operadores turísticos han sufrido también las consecuencias económicas. Varias ciudades, caracterizadas por vivir del turismo, ven con preocupación cómo ha bajado la demanda en hoteles y la prestación de servicios. Ésta es una buena oportunidad para poder inyectar y hacer un gesto también al sector turístico respecto del cual el país mantiene una deuda bastante importante.

Por último, buscando información en Google -que está muy de moda- acerca de cómo celebraban antaño las Fiestas Patrias, me encontré con que, en 1915, el Presidente Ramón Barros Luco , cuando fija los feriados, le quita tal condición al 20 de septiembre. Presumo, entonces, que hasta 1915, el 20 de septiembre era feriado. Posteriormente, en 1932, el Presidente Provisional Bartolomé Blanche lo repone como festivo, calidad que se mantiene hasta 1944. Por lo tanto, en nuestra historia encontramos precedentes de celebraciones de Fiestas Patrias más duraderas que las que hoy tenemos. Originalmente, se celebraban tres días, 18, 19 y 20; con posterioridad, en 1944, se redujo a dos y se fijan los días 18 y 19 de septiembre como feriados definitivos.

Sería un bonito gesto que esta Cámara aprobara también declarar feriado el 20 de septiembre de este año, habida consideración de lo que he dicho, en cuanto a que estas serán las fiestas del reencuentro. Estoy seguro de que mucha gente se desplazará de un extremo a otro del país para reencontrarse con los suyos.

Mi impresión es que tenemos que facilitar las cosas. Aquí se ha hablado mucho de la productividad. Al respecto, comparto lo dicho por el diputado señor Rincón, en cuanto a que el dios del mercado, el dios del capitalismo, no puede mandar en esta Cámara. Nuestro deber es pensar en el bien de los chilenos, en generar una fiesta de esparcimiento, que permita el reencuentro familiar, que el que vive en zonas extremas -como Antofagasta, por ejemplo, que represento- tenga la posibilidad de desplazarse a Santiago, cuestión complicada si consideramos que el viaje en auto ocupa casi un día. Debemos hacer viable que la gente del norte, si así lo quiere, viaje a Santiago a pasar las fiestas del Bicentenario.

Por eso, apoyaré la indicación que presentamos un grupo de diputados para declarar feriados los días 17 y 20 de septiembre, de manera de celebrar como corresponde el Bicentenario, que tal como dijo un diputado , es una fiesta excepcional que se celebra después de 200 años.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Felipe Ward.

El señor WARD.- Señora Presidenta , concuerdo con la mayoría de las intervenciones, especialmente con algunos de los planteamientos de los diputados Rincón, Ceroni y Teillier . La celebración del Bicentenario es mucho más que declarar uno o dos días feriados. En todo caso, aclaro que votaré por un solo día feriado. Me parece buena la sugerencia del diputado señor Teillier de celebrar una sesión especial para discutir sobre el Bicentenario, sus implicancias, etcétera. Estamos dispuestos a respaldar esa propuesta, pero hoy debemos circunscribirnos a debatir el proyecto en cuestión.

La Comisión de Gobierno Interior y Regionalización nos recomienda aprobar la propuesta que nos hace -no por unanimidad, es cierto, pero sí por mayoría-, que declara feriado el día 17 de septiembre. Es efectivo que en la Comisión se llegó a un acuerdo, pero aquí estamos para escuchar argumentos, porque todo es conversable. Quienes hemos integrado la Comisión de Gobierno Interior y Regionalización sabemos que su trabajo ha sido siempre muy serio, que las iniciativas se discuten y votan en función del contenido y no del origen; así ha sido siempre.

En esta oportunidad, la Sala no puede más que participar de ese sistema de toma de decisiones. A nadie se le irá la vida por aprobar como feriado el 17 o el 20. Son dos las opciones. En este sentido, valoro lo dicho por el ministro Larroulet , que ha expresado que el Gobierno prefiere el lunes 20, pero si la Cámara de Diputados y el Senado deciden otra cosa, se acata, porque -reitero- a nadie se le va la vida por aprobar uno u otro día. Pero lo que no podemos hacer es votar por una u otra opción en función de si la propuesta es del Ejecutivo o de la Comisión de Gobierno Interior. Aquí estamos para escuchar argumentos, y yo escuché los del ministro Larroulet . La fiesta del Bicentenario es de los chilenos y no del gobierno de turno, aunque a éste le corresponda organizar y coordinar las actividades de celebración, y si el Ejecutivo , a través del mensaje presidencial, propone declarar feriado el lunes 20, y en la Sala el ministro insiste en esta fecha, no queda más que votar en conciencia, habida consideración de que ésa es la propuesta del gobierno que tendrá que coordinar y organizar las actividades del Bicentenario.

Valoro lo señalado por el ministro , en el sentido de que finalmente será la instancia soberana, la Cámara de Diputados y el Senado, la que determinará en cuanto extiende el feriado de Fiestas Patrias. Aun así, me parece que debemos aprobar sólo un día adicional y no dos, toda vez que hay que respaldar la opción del Gobierno, que fue fundamentada por el ministro Larroulet en esta Sala.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Enrique Accorsi.

El señor ACCORSI.- Señora Presidenta , es lógico que la familia chilena quiera unos días de esparcimiento para celebrar el Bicentenario de la patria, sobre todo después de haber sufrido las consecuencias de un terremoto tan catastrófico como el del 27 de febrero pasado.

Pero seamos prácticos. Todos sabemos cómo funcionan los feriados del dieciocho. Ya el 17 de septiembre, el día previo, es feriado, porque en la mayoría de las empresas se trabaja medio día, medida que se adopta de acuerdo con los trabajadores. Incluso, se recuperan horarios. Por lo tanto, el sentido común indica que hay que extender las fiestas hasta el 20 de septiembre.

Por eso, dejemos de lado la discusión de si declaramos feriado el 17 o el 20. Hagamos lo que la historia de nuestras Fiestas Patrias nos indica y adicionemos el 20 como día feriado. Esa decisión la recibirán con mucha gratitud los chilenos y las chilenas.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Luis Lemus.

El señor LEMUS.- Señora Presidenta , el proyecto fue bastante discutido en la Comisión de Gobierno Interior y Regionalización, y por gran mayoría se aprobó la indicación que propuso declarar feriado el 17 de septiembre y no el 20.

Espero que las palabras del diputado señor Felipe Ward sean sinceras y votemos en conciencia, porque la conciencia que tuvimos en la Comisión está expresada en el voto de mayoría que aprobó el proyecto en los términos en que se nos propone.

Soy diputado de región, pero también pretendo ser práctico. Entiendo la responsabilidad del Gobierno de organizar los festejos del Bicentenario. Con la indicación que cambió el feriado para el día 17 no queremos aguar la fiesta, pero tampoco creemos adecuado que se sea tan obsesivo con determinado día. Es cierto que estas fiestas de la chilenidad son un encuentro de tradiciones y celebraciones, pero también son un encuentro con nuestras familias y un espacio de esparcimiento, que bien se lo merece nuestro país, que es inmensamente trabajólico.

En términos prácticos, considero que el 17 es el mejor día para que las familias se encuentren en sus hogares o viajen a los diferentes lugares. Sólo hay un punto en el país donde se celebra el “dieciocho” el día 20. Me refiero a Coquimbo y La Serena. Y lo hacen por un hecho histórico, toda vez que allá supieron de la noticia de la formación de la Primera Junta de Gobierno dos días después. Efectivamente, allá, por tradición, el 20 de septiembre es feriado, pero los argumentos mayoritarios de la Comisión se basaron en un análisis bastante exhaustivo, en que se ponderaron los elementos económicos que inciden en esta situación.

Tendremos un fin de semana, donde los feriados coincidirán con el sábado y domingo, por lo que es una buena iniciativa legislar para agregar otro día. En eso no hay distinción.

Por lo tanto, anuncio mi voto a favor del día 17 de septiembre y no del 20, que fue la propuesta del Gobierno.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Hugo Gutiérrez.

El señor GUTIÉRREZ (don Hugo).- Señora Presidenta , estamos discutiendo si también declaramos feriado, para celebrar nuestro Bicentenario, el 17 ó 20 de septiembre. Antes de ponernos en la disyuntiva de votar por un día u otro, a mi entender, la solución pasa por pensar que vamos a cumplir 200 años de vida independiente, con sus días y años de gloria, horror y desastre.

El 18 de septiembre se inició un proceso histórico que tuvo como resultado la ruptura de los lazos coloniales con España y habilitó el camino hacia la independencia de nuestro país. Los hechos de septiembre se cristalizaron en un movimiento liberador que nos trajo la independencia política. Justamente, a esos patriotas les debemos estar hoy en esta Sala. Por eso, no es cualquier cumpleaños, sino el cumpleaños número 200 de nuestra Patria. Si debemos votar, hay que hacerlo pensando en lo que esto es: un gran festejo. Como bien lo dijo el ministro -lo comparto-, debe ser un gran festejo de unidad de todos los chilenos y chilenas.

También debemos votar pensando en que este año lo hemos pasado mal con el terremoto y el posterior maremoto. Si existe una buena ocasión para compartir, celebrar y unirnos, sin duda, es el cumpleaños de nuestra Patria. En consecuencia, cuando debemos resolver si agregamos como feriado el 17 ó 20 de septiembre, estimo que debemos votar pensando en los 200 años de nuestra liberación y en que hemos tenido un año complejo, difícil y duro. Necesitamos esta celebración, que corresponde nada menos que a nuestro cumpleaños.

Compartiendo la argumentación que se nos ha dado, creo que el 20 de septiembre es la fecha indicada, porque si hay un día en que habrá ausentismo laboral -lo sabemos los que hemos trabajado en materia laboral- será el día posterior al 19 de septiembre, día de la gran parada militar, aunque también se plantea una parada cívica. En consecuencia, si habrá ausentismo, sin duda, será el 20 de septiembre, porque habremos salido de un día 19 que será muy intenso. Además, si declaramos feriado el 20 de septiembre, nos permitirá tener un día de descanso después de los ajetreados días de celebración.

Ahora, si bien compartimos la argumentación que se nos ha dado sobre el día 20 de septiembre, pienso que también podría declararse feriado el 17 de septiembre, porque se nos ha dicho que para todos los empleados públicos el 17 de septiembre, a partir del mediodía -por supuesto, de acuerdo con la ley-, ya empieza el feriado. Alguien podría pensar que existe una discriminación odiosa, porque para los funcionarios públicos la celebración comenzará legalmente a mediodía del 17 de septiembre, a diferencia del resto de los trabajadores de Chile, y, eventualmente, podría tener razón. Si hay un momento en que se justifica que esa discriminación odiosa o arbitraria -tema para discutir en otra oportunidad- no exista es el día 17 de septiembre de nuestro Bicentenario. No tendría sentido que algunos empiecen la celebración, nada menos que de nuestro Bicentenario, a mitad del 17 septiembre y que otros trabajadores de nuestra Patria puedan empezar a celebrar ese día si tienen contrato colectivo, si el empleador lo permite, si éste hace una fiesta o así lo determina. Esa distinción entre empleados públicos y trabajadores privados no debería existir en esta ocasión.

Por eso, me sumo a que agreguemos el día 17 al proyecto de ley para que también sea un día feriado. Creo que eso le haría bien a nuestra celebración del Bicentenario, más aún cuando el señor ministro planteó aquí que ya hay programada una actividad para el 17 de septiembre.

Además, creo que sería indicado, como lo sostuvo el diputado Teillier , pensar en el bono del Bicentenario y lo que se hizo en Argentina para la misma celebración: se determinó pasajes gratis para que todas las personas se pudieran trasladar a los actos de celebración. Le haríamos bien al país, para que los actos fueran multitudinarios, liberar los pasajes para que la gente concurra a estas actividades masivas. Hay que pensar en los pequeños detalles que nos permitan tener una gran celebración. Estamos ad portas de cumplir 200 años de vida independiente y eso amerita que todos los chilenos y chilenas podamos concurrir a esta celebración sin ningún tipo de distinción.

La diferencia que se produciría el día 17 de septiembre, al menos este año y en esta oportunidad, no debería existir y tanto los empleados públicos como los privados deberían comenzar a celebrar como corresponde desde el 17 de septiembre en adelante.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Enrique Estay.

El señor ESTAY.- Señora Presidenta , voy a hacer uso de la palabra, a pesar de que me siento en una situación sumamente inconfortable, toda vez que tengo el honor de presidir la Comisión de Gobierno Interior y Regionalización e, inicialmente, mi bancada me designó como encargado de votación. Además, soy el autor de la indicación que cambió el guarismo 20 por 17. Esto se dio en razón de que los argumentos que se entregaron en esa oportunidad a favor del mensaje del Ejecutivo -que, por lo demás, fue aprobado en el sentido de legislar para declarar un día feriado adicional con motivo del Bicentenario-, enfatizaban que los lunes son de menor productividad económica en comparación con los viernes. Pero, en esta ocasión, este viernes no es cualquier día; es un viernes que precede al 18 de Septiembre y, como se ha explicitado, en la mayoría de las reparticiones públicas hay medio día de feriado otorgado por ley de la República, además de todos los trabajadores que logran, a través de sus negociaciones y convenios colectivos, obtener este medio día de feriado.

El período que va del viernes 10 al domingo 19 de septiembre va a ser una semana completa de celebraciones, en que habrá una situación progresiva de entusiasmo, de patriotismo, de celebración y de chilenidad, y el sentido común, como se ha expresado en esta Sala, indica que una celebración tan significativa, como es el Bicentenario de la República, preceda al 18 de Septiembre, pues, normalmente, las celebraciones preceden al día que propiamente corresponde al festejo. Nunca se ha visto que Navidad se celebre el 26 ó 27 de diciembre o que Año Nuevo se celebre el 3 ó 4 de enero. Por ello, 11 de los 13 diputados que conforman la Comisión de Gobierno Interior estuvimos a favor de cambiar el guarismo.

Quiero que quede muy claro que, en lo personal, no hubo una actitud caprichosa, ni tampoco la hubo de parte de los demás parlamentarios, sino que se trató de un acuerdo transversal, casi consensuado, de 11 votos a favor contra 2. Prácticamente quedó consensuado que era preferible privilegiar el viernes al lunes. Además, como ya he expresado, ésa será una semana de celebraciones que va a comenzar el viernes 10 de septiembre y que coincide en muchas regiones del país con el feriado de escolaridad. Por lo tanto, éste, entre otros motivos, nos convenció de que el feriado fuera definitivamente el viernes. Ahora, que en la práctica ocurra que el jueves en muchas instituciones haya actos de celebración y, por tanto, se suspendan las actividades es algo totalmente razonable, porque corresponde a una celebración especial.

Reitero que quiero dejar claro que no ha habido por mi parte una actitud caprichosa de imponer una determinada fecha, sino que fue el resultado de una discusión democrática en la Comisión de Gobierno Interior. Más aún, como bien explicitó el diputado señor Ricardo Rincón , él y otros colegas presentaron una moción que sugería los días 17 y 20 de septiembre como feriados, pero en razón de la indicación que este Presidente de la Comisión formuló al mensaje, decidieron retirarla, como también lo explicara el diputado informante señor Gabriel Ascencio . ¡Se retiró la moción! Por consiguiente, lo que se aprobó fue el mensaje con la indicación que simplemente cambiaba el guarismo 20 por 17. Sin embargo, hoy se nos ha pedido expresamente que votemos a favor de una indicación, que ya ha sido presentada, para que el feriado sea el lunes 20.

Responsablemente, quiero señalar que no puedo contravenir la voluntad de mi Presidente de la República , que ha expresado su preferencia por el 20 de septiembre como feriado de Bicentenario. ¡No lo voy a contravenir! Pero para actuar con un mínimo de consecuencia solicito, por su intermedio, señora Presidenta , que el señor ministro comprenda que no puedo más que abstenerme en este tema, toda vez que fui el autor de la indicación y quien promovió que el feriado fuera el viernes 17 de septiembre.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Marcelo Díaz.

El señor DÍAZ.- Señora Presidenta , adhiero al fundamento que en su momento planteó el diputado Guillermo Teillier , pues, en realidad, esta Cámara todavía no ha hecho un debate a la altura de las circunstancias, aunque estamos a meses de celebrar 200 años de vida independiente. Más allá de si es el 2010 ó el 2018, está instalado que éste es el año del Bicentenario.

Creo que hay una reflexión pendiente al respecto, sobre todo cuando en días previos hemos visto una discusión en la prensa sobre si lo que hizo un gobierno u otro -particularmente, los gobiernos de la Concertación- para celebrar el Bicentenario era o no suficiente. Y aparecen las respuestas de la ex Presidenta Bachelet y del ex Presidente Lagos , que ponen en su debido lugar las cosas y dan cuenta de que hoy estamos celebrando con obras que representan la conmemoración de un Bicentenario que no solamente es una fecha, sino un proceso que permite que el país reflexione sobre lo que ha hecho en su historia, pero, sobre todo, acerca de los desafíos que vienen. Tanto desde el punto de vista público como privado, particularmente en el ámbito de la infraestructura o de las grandes construcciones, aquellos íconos urbanos que se están construyendo, van a dejar huellas que, sin duda, en décadas, en medio siglo o en cien años más, van a ser recordadas como las obras del Bicentenario, que no se construyeron en el transcurso de un mes, sino en un período determinado en que el país reflexionó sobre lo que significaba cumplir 200 años de vida independiente.

Reitero que falta debatir este tema que no solamente tiene que ver con mirar hacia atrás, sino también hacia adelante y ver cuáles son los desafíos que Chile enfrenta a partir del Bicentenario de cara a las próximas décadas y al próximo siglo. Por lo tanto, espero que la Mesa organice una reflexión de alto nivel en esta Corporación, para que realicemos una contribución al respecto.

Por otra parte, discrepo con lo que dicen algunos diputados de la UDI, en el sentido de que es el gobierno de turno quien tiene la responsabilidad de organizar y dirigir los festejos. El Bicentenario le pertenece a todo el país. El Gobierno tiene que hacer lo suyo y el Parlamento también.

Hace unos días, estuve reunido con dirigentes del puerto de Valparaíso que están organizando actividades que permiten resaltar la identidad de la cueca chora, particularmente la porteña. En Coquimbo, también tenemos una expresión particular y única de la cueca chora porteña, cultivada en el puerto de Coquimbo. A mi juicio, ambas son tan significativas y relevantes como la construcción de las grandes obras de infraestructura o como las ceremonias solemnes que organice el Gobierno, porque son parte de la construcción de nuestra identidad.

Hoy, en esta Sala hemos conocido la integración de una Comisión especial de protección del patrimonio, el que tiene que ver con lo tangible, pero también con lo intangible. Desde esa perspectiva, a mi juicio, todas éstas son contribuciones a la celebración del Bicentenario.

Entrando en el mérito del proyecto, antes del inicio de la tramitación de la iniciativa en discusión, sostuve que me parecía importante darle un marco de días festivos a esta fiesta acorde con lo que significa la celebración del Bicentenario de la República. Hace cien años, los festejos del centenario de la nación duraron una semana, si mal no recuerdo, y se organizaron actividades festivas y conmemorativas en todo el país, oficiales y no oficiales, centrales y regionales.

Tenemos que hacernos cargo de que en este año el 18 y el 19 de Septiembre cayeran en sábado y domingo, respectivamente, y, por lo tanto, no contamos con el número de días suficiente para que el marco de la celebración sea el apropiado.

Con los diputados Hugo Gutiérrez , Alfonso de Urresti , Sergio Aguiló y otros hemos presentado una indicación para declarar festivo, tal como lo señalamos en su momento, no sólo el 17, como viene acordado desde la Comisión, sino también el 20, de manera de que podamos disponer de un marco suficiente de días para que las conmemoraciones oficiales y las que surjan desde la sociedad civil en cada una de nuestras regiones puedan contar con las condiciones adeudadas.

Espero que esa indicación prospere y tengamos ese contexto, porque, de lo contrario, votaré en contra del proyecto aprobado por la Comisión de Gobierno Interior, porque, en el peor de los casos, vale más establecer como feriado el 20, por las mismas razones señaladas por los diputados Schilling y Cardemil , porque el 17, por uno u otro motivo, no se va a trabajar.

Por lo mismo, me pareció positiva la iniciativa del Ejecutivo de declarar feriado el 20, pero considero necesario hacer lo mismo con el 17, con el objeto de evitar que se busquen soluciones intermedias o de parche, ya que la inmensa mayoría de los trabajadores y de las trabajadoras de Chile que son asalariados o que tienen un jefe que los controla no podrán celebrar el 17, aunque todos los demás, desde los sectores medios para arriba, sí podrán hacerlo, ya que lo pueden pedir como día administrativo; pero, reitero, la inmensa mayoría del pueblo de Chile no podrá celebrar el 17, porque no se puede tomar el día sándwich ni tiene alguna de las alternativas que nos recordó el diputado Cardemil .

Entonces, espero que nos pongamos de acuerdo y que el Gobierno acceda a esta alternativa. Es decir, recojamos la propuesta original del Ejecutivo y declaremos feriado el 20 de septiembre, pero agreguemos el 17, para convertir en norma algo que va a ocurrir en la práctica, pero sólo para quienes puedan hacerlo y no para todos, debido a su ubicación laboral. De lo contrario, estamos ante una situación discriminatoria, porque algunos, los pudientes, tendrán feriado el 17 y el 20; pero otros, el pueblo de Chile, sólo podrán celebrar el 20, porque no tienen posibilidades de festejar el 17.

Ojalá que podamos arribar a un acuerdo. Éste es un feriado excepcional, sólo para este año, por una ocasión singular, cual es la conmemoración del Bicentenario de la República . Nadie puede dejar de comprender que el país se merece el marco de días suficiente para celebrar con la dignidad que corresponde esta fecha tan importante para la historia nacional

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Fuad Chahín.

El señor CHAHÍN.- Señora Presidenta , me parece un poco sui géneris referirme a este proyecto que establece un feriado especial con motivo de la conmemoración del Bicentenario, ya que represento a una región que no va a celebrar doscientos años de la presencia del Estado o de la vida patria en esta fecha, debido a que La Araucanía conoce la presencia de la vida patria sólo desde hace 129 años, lo que muchas veces se olvida.

Es probable que ahí resida una de las causas más profundas de los modestos indicadores de desarrollo humano, infraestructura y empleo que golpean a nuestra región.

Sin embargo, ésta es una fecha esperada por las chilenas y por los chilenos. No hay ninguna fecha que nos una más que las Fiestas Patrias. No quiero hacer un análisis de lo que representa un día feriado desde el punto de vista de la productividad, porque no tengo una concepción materialista de la sociedad ni de la vida; tengo una concepción humanista.

Por lo tanto, en lugar de analizar que vamos a dejar de crecer algunas centésimas de punto por tener un día u otro de feriado, lo que me interesa es que esta fecha pueda celebrarse en familia, que podamos generar las posibilidades para que, con un sentido de igualdad de oportunidades, de equidad, las familias chilenas puedan reunirse a conmemorar esta fecha.

Perdónenme por hacer una alusión personal. Cuando era un joven de La Araucanía que estaba estudiando derecho en la Universidad de Chile, me era muy difícil viajar a mi casa para reunirme con mi familia en estas festividades si no disponía de un número suficiente de días feriados que ameritaran los costos de traslado y el tiempo involucrado; además, no era fácil ausentarse de la universidad en fechas llenas de pruebas departamentales, etcétera.

Ese mismo problema lo viven miles de estudiantes que tienen que trasladarse por cientos o miles de kilómetros para ir a la universidad y ¡por Dios que les cuesta reunirse con sus familias! Algunos sólo lo pueden hacer para las vacaciones de invierno o cuando el destino hace que las Fiestas Patrias abarquen al menos cuatro días de feriado. Pero esta situación también la viven miles de trabajadores, miles de padres de familias que tienen que estar lejos de sus hogares.

Por lo tanto, no nos podemos dar el lujo de privar a las familias chilenas de que se reúnan para festejar como corresponde el Bicentenario por una visión economicista y materialista.

Por lo demás, por las mismas razones que nos parece adecuado que el 20 sea feriado, es fundamental que se declare feriado también el 17, porque las familias viajan antes para preparar estas fiestas y, por lo tanto, reunirse para planificar y preparar esta fiesta es tan importante como la celebración misma.

Por eso, voy a votar favorablemente que se declare feriado el 17, y, en caso de que no se apruebe, apoyaré la indicación que incluye también el día 20, para que tengamos los días suficientes para que todos los chilenos y chilenas puedan celebrar esta fiesta en familia y como corresponde.

También quiero plantear que el año pasado, sin terremoto y sin bicentenario, la entonces Presidenta Bachelet otorgó dos bonos a las familias más desposeídas: el bono de marzo y el de agosto.

Por lo tanto, quiero aprovechar de señalar que en este año, en el que además de celebrar el Bicentenario tenemos que enfrentar una situación compleja, como el terremoto, es importante que el Gobierno escuche la solicitud que hemos hecho un grupo de parlamentarios para que se otorgue un bono Bicentenario, con el objeto de que las familias no sólo tengan el tiempo para reunirse, sino que también los medios para celebrar.

Finalmente, quiero solidarizar con los parlamentarios que mantienen sus convicciones a pesar de haber han sido objeto de presiones inusitadas debido a que, a raíz de este proyecto, apoyaron la indicación que presentamos algunos diputados para que el día feriado fuese el 17 y no el 20. Esos parlamentarios han sido objeto de llamados, de presiones, y por eso quiero saludarlos. A pesar de esa situación, hoy mantienen su convicción y coherencia y han anunciado, al menos, su abstención.

Es fundamental dar a las familias chilenas la posibilidad de celebrar como corresponde. Yo, por lo menos, voy a votar favorablemente para que sea feriado el día 17; además, si no se aprueba de esa manera, apoyaré la indicación que también incluye el día 20, para celebrar un Bicentenario como todos esperamos.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra (Presidenta).- Tiene la palabra la diputado Fidel Espinoza.

El señor ESPINOZA (don Fidel).- Señora Presidenta , en la misma línea argumental de mis colegas del Partido Socialista y del diputado Chahín , quiero expresar que, aunque soy un diputado de región, considero necesario abrir un debate con tolerancia, en el cual podamos legislar pensando en los habitantes que viven más lejos del centro. Quizás, el 18 y 19 de Septiembre de este año, por sus connotaciones y características -el diputado Gutiérrez lo ha graficado muy bien: 200 años de vida independiente- y porque cae en sábado y domingo, determina una situación distinta a la que ocurre en un año normal.

En su intervención, el diputado Chahín decía que las personas ven en estas fechas una oportunidad para reunirse en familia. ¡Seamos honestos! Solamente dos veces en el año la familia chilena tiene la posibilidad de reunirse como tal: para las fiestas de fin de año -Navidad y Año Nuevo- y para el 18 de Septiembre. Por lo tanto, no consideramos que sea una medida desproporcionada agregar como feriados los días 17 y 20, sobre todo pensando en esos miles de chilenos que van a tener que desplazarse a sus regiones. Si lo hacen el jueves en la tarde, igualmente deberán pedir el viernes como día administrativo o utilizar uno a cuenta de sus vacaciones. Si se declara feriado sólo el lunes 20, recién se van a desplazar el viernes a sus hogares y llegarán a sus regiones el sábado y, por lo tanto, dispondrán de sólo cuarenta y ocho horas para compartir con sus familias.

Consideramos que no es un despropósito pensar también en esos miles de chilenos trabajadores que no van a tener la oportunidad -como muy bien se ha dicho en la Sala- de pedir días administrativos como sí lo podrán hacer los empleados públicos por el viernes 17.

Por lo tanto, me sumo a esta idea y espero que demos un amplio respaldo a la indicación presentada por un grupo de parlamentarios para declarar feriados los días 17 y 20 de septiembre.

Termino mis palabras haciendo una similitud con lo que va a pasar en unos días más, cuando comience la cita mundialista del fútbol en nuestro país y en el mundo, y las Fiestas Patrias. Estamos seguros de que también va a provocar -si no hay un acuerdo entre trabajadores y empleadores- mucha deserción laboral, que dañará la productividad del país. Por eso, en su debido momento, presentamos un proyecto de ley que busca flexibilizar la materia, que fue criticada por algunos actores políticos del Congreso Nacional, pero nos daremos cuenta de que será una realidad la próxima semana.

Ojalá tengamos los votos necesarios para aprobar los dos días feriados propuestos en la indicación. No se trata de tener un enfrentamiento con el Gobierno o un gallito para ver quién gana; por el contrario, creemos que cuando existe complementariedad de ideas entre el Ejecutivo y la Oposición, el que gana es el país.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Tuma.

El señor TUMA.- Señora Presidenta , la discusión de la iniciativa que establece un día feriado también tiene que ver con su calidad.

En Chile, los trabajadores del comercio tienen pleno derecho a estar con sus familias, por lo que se establece que el 1° de Mayo, 1° de enero y 25 diciembre los malls y las grandes tiendas deben cerrar para permitir que sus trabajadores participen plenamente del feriado.

Sin embargo, en el proyecto no se establece esa condición ni existe claridad sobre eso. He presentado una indicación, que la Mesa ha declarado inadmisible, que tiene relación con los trabajadores del comercio de las grandes tiendas y malls, a fin de que hagan pleno uso de este derecho y que se haga efectivo, tal como ha ocurrido con la ley N° 20.215, que establece el cierre de esos establecimientos los días 1° de enero, 25 de diciembre y 1° de Mayo.

Señora Presidenta , pido que la Sala se pronuncie sobre su admisibilidad, porque, a mi juicio, no vulnera la ley orgánica constitucional del Congreso Nacional ni la Constitución, pues no se crea un nuevo derecho para los trabajadores. El derecho al feriado se establece en el proyecto del Ejecutivo y con la indicación sólo se condiciona su ejercicio en atención a la situación de los trabajadores del comercio. La indicación tiene relación con la idea matriz del proyecto, toda vez que la iniciativa e indicación versan sobre la misma materia: feriados del Bicentenario.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el ministro señor Larroulet.

El señor LARROULET ( ministro secretario general de la Presidencia ).- Señora Presidenta , se ha desarrollado un debate ilustrativo e interesante que ha recogido todas las posiciones y, como Gobierno, me gustaría hacer algunas precisiones.

En primer lugar, consideramos que la celebración del Bicentenario -en ese sentido, reitero los planteamientos de la mayoría de los parlamentarios que han hablado- debe ser una fiesta unitaria que recoja lo mejor de las tradiciones de nuestro país.

En segundo lugar, debemos tener conciencia de que el país está viviendo un momento histórico por sus 200 años de independencia, pero también por la catástrofe natural más grande de la historia, que ha producido mucho daño.

En consecuencia, eso nos ha llevado a actuar responsablemente como Gobierno y a proponer que la celebración se extienda en un día y no en dos.

En tercer lugar, a la luz de lo que ha planteado la tradición del Congreso, los debates que, como dije en mi presentación, durante 15 años se han producido en este Poder del Estado -insisto en el punto- han generado un consenso en considerar que, cuando se declare un día feriado, se prefiera el lunes.

No se trata sólo de un tema económico, como algunos han intentado caracterizar sino de un problema más profundo del debate democrático que ha existido en Chile. El consenso construido es que, cuando se establece un día feriado, por distintas razones, es mejor que sea el lunes, y en este caso, el lunes 20 de septiembre. Más aún, el argumento que se ha entregado en cuanto a que el viernes 17 de septiembre se trabajará medio día refuerza la posición del Ejecutivo.

Sin embargo, quiero aclarar -a propósito de un calificativo que manifestó un distinguido diputado de una zona que yo quiero mucho- que aquí no hay presiones indebidas, sino la construcción de un debate con argumentación racional que el Gobierno quiere recoger para decidir lo mejor para Chile. En ese sentido, creemos que lo que vale son las argumentaciones, y eso es lo que hemos utilizado hoy en esta discusión.

Por eso, reitero que acogemos la decisión que esta Honorable Cámara adopte, pero tengo el deber de precisar que el Ejecutivo considera que lo mejor para Chile es declarar el día 20 de septiembre como feriado.

Por último, agradezco el debate desarrollado en esta sesión.

Muchas gracias.

La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra (Presidenta).- Cerrado el debate.

Ha terminado el Orden del Día.

El señor Secretario dará lectura a los pareos.

El señor ÁLVAREZ ( Secretario accidental ).- Se han registrado los siguientes pareos para el día de hoy: el señor Bertolino, don Mario, con el señor Jiménez, don Tucapel; el señor Lorenzini, don Pablo, con el señor Delmastro, don Roberto, y el señor Barros, don Ramón, con el señor León, don Roberto.

La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra ( Presidenta ).- En votación general el proyecto que declara como feriado el día que indica del mes de septiembre de 2010.

-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 101 votos; por la negativa, 0 voto. Hubo 2 abstenciones.

La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra ( Presidenta ).- Aprobado en general el proyecto.

-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:

Accorsi Opazo Enrique; Alinco Bustos René; Álvarez-Salamanca Ramírez Pedro Pablo; Araya Guerrero Pedro; Arenas Hödar Gonzalo; Ascencio Mansilla Gabriel; Auth Stewart Pepe; Baltolu Rasera Nino; Bauer Jouanne Eugenio; Becker Alvear Germán; Bobadilla Muñoz Sergio; Browne Urrejola Pedro; Burgos Varela Jorge; Calderón Bassi Giovanni; Campos Jara Cristián; Cardemil Herrera Alberto; Carmona Soto Lautaro; Castro González Juan Luis; Cerda García Eduardo; Ceroni Fuentes Guillermo; Cornejo González Aldo; Cristi Marfil María Angélica; Chahín Valenzuela Fuad; De Urresti Longton Alfonso; Díaz Díaz Marcelo; Edwards Silva José Manuel; Eluchans Urenda Edmundo; Espinosa Monardes Marcos; Espinoza Sandoval Fidel; Farías Ponce Ramón; García-Huidobro Sanfuentes Alejandro; Girardi Lavín Cristina; Godoy Ibáñez Joaquín; Goic Boroevic Carolina; Gutiérrez Gálvez Hugo; Gutiérrez Pino Romilio; Hales Dib Patricio; Harboe Bascuñán Felipe; Hasbún Selume Gustavo; Hernández Hernández Javier; Hoffmann Opazo María José; Isasi Barbieri Marta; Jaramillo Becker Enrique; Jarpa Wevar Carlos Abel; Kast Rist José Antonio; Latorre Carmona Juan Carlos; Lemus Aracena Luis; Lobos Krause Juan; Macaya Danús Javier; Melero Abaroa Patricio; Meza Moncada Fernando; Molina Oliva Andrea; Monsalve Benavides Manuel; Montes Cisternas Carlos; Moreira Barros Iván; Muñoz D’Albora Adriana; Nogueira Fernández Claudia; Norambuena Farías Iván; Ojeda Uribe Sergio; Ortiz Novoa José Miguel; Pacheco Rivas Clemira; Pascal Allende Denise; Pérez Arriagada José; Pérez Lahsen Leopoldo; Recondo Lavanderos Carlos; Rincón González Ricardo; Rivas Sánchez Gaspar; Robles Pantoja Alberto; Rojas Molina Manuel; Rubilar Barahona Karla; Saa Díaz María Antonieta; Sabag Villalobos Jorge; Sabat Fernández Marcela; Saffirio Espinoza René; Salaberry Soto Felipe; Sandoval Plaza David; Santana Tirachini Alejandro; Sauerbaum Muñoz Frank; ; Schilling Rodríguez Marcelo Sepúlveda Orbenes Alejandra; Silber Romo Gabriel; Silva Méndez Ernesto; Squella Ovalle Arturo; Tarud Daccarett Jorge; Teillier Del Valle Guillermo; Torres Jeldes Víctor; Tuma Zedan Joaquín; Turres Figueroa Marisol; Ulloa Aguillón Jorge; Uriarte Herrera Gonzalo; Urrutia Bonilla Ignacio; Vallespín López Patricio; Van Rysselberghe Herrera Enrique; Vargas Pizarro Orlando; Venegas Cárdenas Mario; Verdugo Soto Germán; Vidal Lázaro Ximena; Von Mühlenbrock Zamora Gastón; Walker Prieto Matías; Ward Edwards Felipe; Zalaquett Said Mónica.

-Se abstuvieron los diputados señores:

Estay Peñaloza Enrique; Marinovic Solo De Zaldívar Miodrag.

La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra ( Presidenta ).- Informo a los señores diputados que en su pupitre electrónico se encuentran las indicaciones que tienen por finalidad modificar el texto del proyecto propuesto por la Comisión de Gobierno Interior y Regionalización.

La primera de ellas -se votará en primer lugar- propone declarar feriado los días viernes 17 y lunes 20 de septiembre de 2010. Y las otras dos plantean declarar feriado sólo el lunes 20.

Recuerdo a sus señorías que, de acuerdo con lo establecido en el artículo 150 del Reglamento de la Corporación, no se agregarán votos luego de terminada la votación.

En votación la indicación de los diputados Díaz, De Urresti, Aguiló, Gutiérrez, don Hugo; Teillier, Ascencio, Rincón, Araya, Robles y Sabag, que intercala, a continuación del guarismo “17”, la expresión “y 20”.

-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 55 votos; por la negativa, 48 votos. Hubo 2 abstenciones.

La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra ( Presidenta ).- Aprobada.

-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:

Accorsi Opazo Enrique; Alinco Bustos René; Álvarez-Salamanca Ramírez Pedro Pablo; Araya Guerrero Pedro; Arenas Hödar Gonzalo; Ascencio Mansilla Gabriel; Auth Stewart Pepe; Burgos Varela Jorge; Campos Jara Cristián; Carmona Soto Lautaro; Castro González Juan Luis; Cerda García Eduardo; Ceroni Fuentes Guillermo; Cornejo González Aldo; Chahín Valenzuela Fuad; De Urresti Longton Alfonso; Díaz Díaz Marcelo; Espinosa Monardes Marcos; Espinoza Sandoval Fidel; Farías Ponce Ramón; Girardi Lavín Cristina; Goic Boroevic Carolina; González Torres Rodrigo; Gutiérrez Gálvez Hugo; Harboe Bascuñán Felipe; Jaramillo Becker Enrique; Jarpa Wevar Carlos Abel; Latorre Carmona Juan Carlos; Lemus Aracena Luis; Meza Moncada Fernando; Monsalve Benavides Manuel; Montes Cisternas Carlos; Muñoz D’Albora Adriana; Ojeda Uribe Sergio; Ortiz Novoa José Miguel; Pacheco Rivas Clemira; Pascal Allende Denise; Pérez Arriagada José; Rincón González Ricardo; Robles Pantoja Alberto; Saa Díaz María Antonieta; Sabag Villalobos Jorge; Saffirio Espinoza René; Schilling Rodríguez Marcelo; Sepúlveda Orbenes Alejandra; Silber Romo Gabriel; Tarud Daccarett Jorge; Teillier Del Valle Guillermo; Torres Jeldes Víctor; Tuma Zedan Joaquín; Vallespín López Patricio; Vargas Pizarro Orlando; Venegas Cárdenas Mario; Vidal Lázaro Ximena; Walker Prieto Matías.

-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:

Baltolu Rasera Nino; Becker Alvear Germán; Bobadilla Muñoz Sergio; Browne Urrejola Pedro; Calderón Bassi Giovanni; Cardemil Herrera Alberto; Cristi Marfil María Angélica; Edwards Silva José Manuel; Eluchans Urenda Edmundo; García-Huidobro Sanfuentes Alejandro; Godoy Ibáñez Joaquín; Gutiérrez Pino Romilio; Hales Dib Patricio; Hernández Hernández Javier; Hoffmann Opazo María José; Isasi Barbieri Marta; Kast Rist José Antonio; Lobos Krause Juan; Macaya Danús Javier; Marinovic Solo De Zaldívar Miodrag; Melero Abaroa Patricio; Molina Oliva Andrea; Moreira Barros Iván; Nogueira Fernández Claudia; Norambuena Farías Iván; Pérez Lahsen Leopoldo; Recondo Lavanderos Carlos; Rivas Sánchez Gaspar; Rojas Molina Manuel; Rubilar Barahona Karla; Sabat Fernández Marcela; Salaberry Soto Felipe; Sandoval Plaza David; Santana Tirachini Alejandro; Sauerbaum Muñoz Frank; Silva Méndez Ernesto; Squella Ovalle Arturo; Turres Figueroa Marisol; Ulloa Aguillón Jorge; Uriarte Herrera Gonzalo; Urrutia Bonilla Ignacio; Van Rysselberghe Herrera Enrique; Velásquez Seguel Pedro; Verdugo Soto Germán; Vilches Guzmán Carlos; Von Mühlenbrock Zamora Gastón; Ward Edwards Felipe; Zalaquett Said Mónica.

-Se abstuvieron los diputados señores:

Estay Peñaloza Enrique; Hasbún Selume Gustavo.

La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra ( Presidenta ).- El diputado Joaquín TumaLa Mesa ha declarado inadmisible tal indicación porque no se relaciona con la idea matriz del proyecto, pues genera más derechos a los trabajadores del sector comercio.

El señor TUMA.- ¡Votemos la admisibilidad, señora Presidenta !

La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra ( Presidenta ).- El diputado Tuma ha pedido votar la admisibilidad de su indicación.

Los que apoyan la declaración de inadmisibilidad de la Mesa votan a favor, y los que no están de acuerdo con la decisión de la Mesa votan en contra.

En votación.

-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 52 votos; por la negativa, 51 votos. Hubo 2 abstenciones.

La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra ( Presidenta ).- Se declara admisible la indicación.

-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:

Álvarez-Salamanca Ramírez Pedro Pablo; Arenas Hödar Gonzalo; Baltolu Rasera Nino; Bauer Jouanne Eugenio; Becker Alvear Germán; Bobadilla Muñoz Sergio; Browne Urrejola Pedro; Calderón Bassi Giovanni; Cardemil Herrera Alberto; Cornejo González Aldo; Cristi Marfil María Angélica; Edwards Silva José Manuel; Eluchans Urenda Edmundo; García-Huidobro Sanfuentes Alejandro; Godoy Ibáñez Joaquín; Gutiérrez Pino Romilio; Hasbún Selume Gustavo; Hernández Hernández Javier; Hoffmann Opazo María José; Isasi Barbieri Marta; Kast Rist José Antonio; Lobos Krause Juan; Macaya Danús Javier; Melero Abaroa Patricio; Molina Oliva Andrea; Moreira Barros Iván; Nogueira Fernández Claudia; Norambuena Farías Iván; Pérez Arriagada José; Pérez Lahsen Leopoldo; Recondo Lavanderos Carlos; Rivas Sánchez Gaspar; Rojas Molina Manuel; Rubilar Barahona Karla; Sabat Fernández Marcela; Salaberry Soto Felipe; Sandoval Plaza David; Santana Tirachini Alejandro; Sauerbaum Muñoz Frank; Sepúlveda Orbenes Alejandra; Silva Méndez Ernesto; Squella Ovalle Arturo; Turres Figueroa Marisol; Ulloa Aguillón Jorge; Uriarte Herrera Gonzalo; Urrutia Bonilla Ignacio; Van Rysselberghe Herrera Enrique; Verdugo Soto Germán; Vilches Guzmán Carlos; Von Mühlenbrock Zamora Gastón; Ward Edwards Felipe; Zalaquett Said Mónica.

-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:

Accorsi Opazo Enrique; Alinco Bustos René; Araya Guerrero Pedro; Ascencio Mansilla Gabriel; Auth Stewart Pepe; Burgos Varela Jorge; Campos Jara Cristián; Carmona Soto Lautaro; Castro González Juan Luis; Cerda García Eduardo; Ceroni Fuentes Guillermo; Chahín Valenzuela Fuad; De Urresti Longton Alfonso; Díaz Díaz Marcelo; Espinosa Monardes Marcos; Espinoza Sandoval Fidel; Farías Ponce Ramón; Girardi Lavín Cristina; Goic Boroevic Carolina; González Torres Rodrigo; Gutiérrez Gálvez Hugo; Hales Dib Patricio; Harboe Bascuñán Felipe; Jaramillo Becker Enrique; Jarpa Wevar Carlos Abel; Latorre Carmona Juan Carlos; Lemus Aracena Luis; Monsalve Benavides Manuel; Montes Cisternas Carlos; Muñoz D’Albora Adriana; Ojeda Uribe Sergio; Ortiz Novoa José Miguel; Pacheco Rivas Clemira; Pascal Allende Denise; Rincón González Ricardo; Robles Pantoja Alberto; Saa Díaz María Antonieta; Sabag Villalobos Jorge; Saffirio Espinoza René; Schilling Rodríguez Marcelo; Silber Romo Gabriel; Tarud Daccarett Jorge; Teillier Del Valle Guillermo; Torres Jeldes Víctor; Tuma Zedan Joaquín; Vallespín López Patricio; Vargas Pizarro Orlando; Velásquez Seguel Pedro; Venegas Cárdenas Mario; Vidal Lázaro Ximena; Walker Prieto Matías.

-Se abstuvieron los diputados señores:

Marinovic Solo De Zaldívar Miodrag; Meza Moncada Fernando.

El señor MELERO.- Señora Presidenta, no es así.

Usted pidió votar a favor o en contra la declaración de inadmisibilidad de la Mesa. Hay más votos a favor que en contra. No hay votos suficientes a favor de la admisibilidad de la indicación. Por consiguiente, prospera el criterio de la Mesa. La indicación es enteramente inadmisible.

La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra ( Presidenta ).- Vamos a entregar de nuevo el resultado de la votación.

El señor MONTES.- Pido la palabra para plantear un punto de Reglamento, señora Presidenta.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Para referirse a una cuestión de Reglamento tiene la palabra el diputado señor Montes.

El señor MONTES.- Señora Presidente , lo que está en votación es si su declaración de inadmisibilidad corresponde o no.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Así es.

El señor MONTES.- La Sala ha emitido 51 votos en contra y 2 abstenciones, por tanto, son más los votos que rechazan la declaración de inadmisibilidad que los que la aprueban.

En consecuencia, la Sala no está de acuerdo con su punto de vista.

La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra ( Presidenta ).- El señor Secretario aclarará la votación.

El señor ÁLVAREZ ( Secretario accidental ).- De acuerdo con el Reglamento, para aprobar la declaración de inadmisibilidad de la Mesa se requerían 53 votos y se obtuvieron 52. Faltó un voto.

La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra ( Presidenta ).- Entonces, se declara admisible la indicación.

En votación la indicación del diputado Joaquín Tuma.

-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 55 votos; por la negativa, 49 votos. Hubo 1 abstención.

La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra ( Presidenta ).- Aprobada la indicación.

-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:

Accorsi Opazo Enrique; Alinco Bustos René; Araya Guerrero Pedro; Ascencio Mansilla Gabriel; Auth Stewart Pepe; Burgos Varela Jorge; Campos Jara Cristián; Carmona Soto Lautaro; Castro González Juan Luis; Cerda García Eduardo; Ceroni Fuentes Guillermo; Cornejo González Aldo; Chahín Valenzuela Fuad; De Urresti Longton Alfonso; Díaz Díaz Marcelo; Espinosa Monardes Marcos; Espinoza Sandoval Fidel; Farías Ponce Ramón; Girardi Lavín Cristina; Goic Boroevic Carolina; González Torres Rodrigo; Gutiérrez Gálvez Hugo; Hales Dib Patricio; Harboe Bascuñán Felipe; Jaramillo Becker Enrique; Jarpa Wevar Carlos Abel; Latorre Carmona Juan Carlos; Lemus Aracena Luis; Marinovic Solo De Zaldívar Miodrag; Meza Moncada Fernando; Monsalve Benavides Manuel; Montes Cisternas Carlos; Muñoz D’Albora Adriana; Ojeda Uribe Sergio; Ortiz Novoa José Miguel; Pacheco Rivas Clemira; Pascal Allende Denise; Pérez Arriagada José; Rincón González Ricardo; Robles Pantoja Alberto; Saa Díaz María Antonieta; Sabag Villalobos Jorge; Saffirio Espinoza René; Schilling Rodríguez Marcelo; Silber Romo Gabriel; Tarud Daccarett Jorge; Teillier Del Valle Guillermo; Torres Jeldes Víctor; Tuma Zedan Joaquín; Vallespín López Patricio; Vargas Pizarro Orlando; Velásquez Seguel Pedro; Venegas Cárdenas Mario; Vidal Lázaro Ximena; Walker Prieto Matías.

-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:

Álvarez-Salamanca Ramírez Pedro Pablo; Baltolu Rasera Nino; Bauer Jouanne Eugenio; Becker Alvear Germán; Bobadilla Muñoz Sergio; Browne Urrejola Pedro; Calderón Bassi Giovanni; Cardemil Herrera Alberto; Cristi Marfil María Angélica; Edwards Silva José Manuel; Eluchans Urenda Edmundo; García-Huidobro Sanfuentes Alejandro; Godoy Ibáñez Joaquín; Gutiérrez Pino Romilio; Hasbún Selume Gustavo; Hernández Hernández Javier; Hoffmann Opazo María José; Isasi Barbieri Marta; Kast Rist José Antonio; Lobos Krause Juan; Macaya Danús Javier; Melero Abaroa Patricio; Molina Oliva Andrea; Moreira Barros Iván; Nogueira Fernández Claudia; Norambuena Farías Iván; Pérez Lahsen Leopoldo; Recondo Lavanderos Carlos; Rivas Sánchez Gaspar; Rojas Molina Manuel; Rubilar Barahona Karla; Sabat Fernández Marcela; Salaberry Soto Felipe; Sandoval Plaza David; Santana Tirachini Alejandro; Sauerbaum Muñoz Frank; Sepúlveda Orbenes Alejandra; Silva Méndez Ernesto; Squella Ovalle Arturo; Turres Figueroa Marisol; Ulloa Aguillón Jorge; Uriarte Herrera Gonzalo; Urrutia Bonilla Ignacio; Van Rysselberghe Herrera Enrique; Verdugo Soto Germán; Vilches Guzmán Carlos; Von Mühlenbrock Zamora Gastón; Ward Edwards Felipe; Zalaquett Said Mónica.

-Se abstuvo el diputado señor Arenas Hödar Gonzalo.

La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra (Presidenta).- Despachado el proyecto.

-El proyecto fue objeto de la siguiente indicación:

Artículo único

Agrégase un inciso 2°: “Los trabajadores del comercio tendrán los mismos derechos que establece la ley N° 20.215 en relación al feriado obligatorios para ellos”.

1.4. Oficio de Cámara Origen a Cámara Revisora

Oficio de Ley a Cámara Revisora. Fecha 02 de junio, 2010. Oficio en Sesión 23. Legislatura 358.

?VALPARAÍSO, 2 de junio de 2010

Oficio Nº 8775

A S.E. EL PRESIDENTE DEL H. SENADO

Con motivo del Mensaje, Informe y antecedentes que tengo a honra pasar a manos de V.E., la Cámara de Diputados ha tenido a bien prestar su aprobación al siguiente

PROYECTO DE LEY:

“Artículo 1°.- Decláranse feriados los días 17 y 20 de septiembre de 2010.

Artículo 2°.- Los trabajadores del comercio tendrán los mismos derechos que establece la ley N° 20.215, en relación al feriado obligatorio para ellos.”.

Dios guarde a V.E.

ALEJANDRA SEPÚLVEDA ORBENES

Presidenta de la Cámara de Diputados

ADRIÁN ÁLVAREZ ÁLVAREZ

Secretario General Accidental de la Cámara de Diputados

2. Segundo Trámite Constitucional: Senado

2.1. Informe de Comisión de Gobierno

Senado. Fecha 15 de junio, 2010. Informe de Comisión de Gobierno en Sesión 29. Legislatura 358.

?INFORME DE LA COMISIÓN DE GOBIERNO, DESCENTRALIZACIÓN Y REGIONALIZACIÓN recaído en el proyecto de ley que establece como feriados los días 17 y 20 de septiembre de 2010.

BOLETÍN Nº 6.919-06

____________________________________

HONORABLE SENADO:

Esta Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización tiene a honra emitir su informe acerca del proyecto de ley señalado en el epígrafe, en segundo trámite constitucional e iniciado en mensaje de S.E. el Presidente de la República, con urgencia calificada de “discusión inmediata”.

A las sesiones en que la Comisión se ocupó de este asunto concurrieron, además de sus miembros, los Honorables Senadores señores Allamand, Letelier y Orpis. También asistieron, del Ministerio Secretaría General de la Presidencia: el Ministro, señor Cristián Larroulet; el Subsecretario, señor Claudio Alvarado; el Jefe de la División Política, señor Eduardo Riquelme, y el asesor señor Andrés Sotomayor; del Ministerio del Trabajo y Previsión Social: el Asesor Legislativo, señor Francisco del Río.

- - -

I. OBJETIVO DEL PROYECTO

Declarar feriado legal los días 17 y 20 de septiembre de 2010, con motivo de la celebración del Bicentenario de la República.

II. CUESTIÓN PREVIA

De conformidad con el artículo 127 del Reglamento de la Corporación, el presente proyecto de ley debe discutirse en general y en particular a la vez, por tratarse de una iniciativa con urgencia calificada de “discusión inmediata”.

III. ANTECEDENTES

3.1. De Derecho

Ley Nº 19.973, que establece feriados.

3.2. De Hecho

El mensaje con que S.E. el Presidente de la República inició el trámite legislativo de este proyecto recuerda que la ley Nº 2.997, de 1915, estableció como feriados los días 18 y 19 de septiembre, fechas conmemorativas de la Independencia Nacional y de las Glorias del Ejército, respectivamente. Señala el mensaje que si bien la Independencia fue declarada con posterioridad al 18 de septiembre de 1810, la fiesta nacional fue fijada ese día porque en dicha jornada se constituyó la Primera Junta Nacional de Gobierno.

Expresa, a continuación, que la fiesta de la Independencia es una oportunidad para que tanto las familias como las comunidades que integran la Nación revivan sus tradiciones, reforzando así nuestra identidad y cultura. De esta forma –continúa–, durante los días 18 y 19 de septiembre la sociedad civil celebra con todas sus instituciones, públicas o privadas, una fiesta que simboliza el comienzo de nuestra vida republicana, donde la bandera, el escudo, la canción nacional y los bailes típicos se erigen como símbolos de nuestra idiosincrasia. Durante el mes de septiembre la unidad nacional se fortalece, carácter que cobra especial relevancia este año, en que el país fue azotado por una catástrofe de magnitud.

Afirma el mensaje que es labor de las autoridades de todo nivel fomentar la celebración de dichos acontecimientos, especialmente en este año 2010, en que se registran doscientos años de vida independiente, lo que motivó al Gobierno a formular este proyecto, toda vez que los días 18 y 19 de septiembre corresponden a un sábado y un domingo, respectivamente. De esta forma, señala el mensaje procede declarar feriado legal el día lunes 20 de septiembre, con el objeto de garantizar debidamente una celebración que es parte integral de nuestra identidad nacional.

Recuerda, por último, que la iniciativa en informe tiene un apoyo transversal de los diferentes sectores políticos, lo que se refleja en diversos proyectos que se han presentado a tramitación parlamentaria sobre este tema, como son los consignados en los Boletines Nºs 6.505-24; 3.644-06; 3.490-06; 3.645-06; 4.080-06 y 4.094-06.

IV. ESTRUCTURA Y DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO

El proyecto de ley despachado por la Honorable Cámara de Diputados, en primer trámite constitucional, está estructurado en dos artículos.

El artículo primero declara feriados los días 17 y 20 de septiembre de 2010.

El artículo segundo prescribe que los trabajadores del comercio tendrán los derechos de la ley Nº 20.215 en relación con el feriado obligatorio.

En este aspecto, cabe hacer presente que esa ley introdujo diversas enmiendas a las normas que regulan los feriados de los trabajadores dependientes del comercio en los períodos de fiestas patrias, navidad y otras festividades. Una de las normas modificadas es la ley Nº 19.973, que establece feriados. En su artículo 2º, ese texto legal dispone que los días 1 de mayo, 18 de septiembre, 25 de diciembre y 1 de enero de cada año serán feriados obligatorios e irrenunciables para todos los dependientes del comercio, salvo aquellos que se desempeñen en clubes, restaurantes, establecimientos de entretenimiento. (Cines, espectáculos en vivo, discotecas, pubs, cabarets, casinos de juego y otros lugares de juego autorizados por ley). El carácter obligatorio e irrenunciable de estos feriados tampoco se aplica a quienes trabajen en estaciones de expendio de combustibles y farmacias de urgencia cuyo turno sea declarado por la autoridad sanitaria.

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V. DEBATE EN GENERAL Y EN PARTICULAR

En sesión de 8 de junio de 2010, el Subsecretario General de la Presidencia, señor Claudio Alvarado, señaló que el proyecto en debate tenía como propósito original –según consta en el mensaje– conceder el carácter de feriado a un día adicional, particularmente al lunes 20 de septiembre de 2010, contribuyendo de esta manera a la unidad nacional y al reencuentro de la familia.

En el primer trámite constitucional, la Honorable Cámara de Diputados incorporó un nuevo día feriado, el viernes 17 de septiembre de 2010. Señaló que la tradición confirma que en esa fecha tanto la empresa privada como el sector público sólo laboran durante media jornada. A mayor abundamiento, recordó que este es un derecho de los trabajadores del sector público reconocido en el artículo 71 del Estatuto Administrativo.

Por la razón indicada, expresó que el Ejecutivo formulará una indicación para recuperar el sentido original del proyecto, esto es, declarar como feriado legal sólo el día lunes 20 de septiembre, como también para suprimir el artículo 2° que se incorporó en el primer trámite, que permite que los establecimientos comerciales estén cerrados durante cuatro días consecutivos, lo que, en su opinión, podría ocasionar efectos negativos, particularmente en materias de abastecimiento.

A continuación, el Honorable Senador señor Allamand anunció una indicación al proyecto aprobado por la Honorable Cámara que persigue prevenir las externalidades negativas que pudiere ocasionar el texto del artículo 2° al que hizo alusión el señor Subsecretario, particularmente en lo que dice relación con el abastecimiento de alimentos. En este sentido, argumentó que los feriados “irrenunciables” que reconoce la ley N° 19.973, son los de los días 1° de mayo, 18 de septiembre, 25 de diciembre y 1° de enero de cada año, de modo que el artículo 2° del proyecto, tal como fue aprobado en el primer trámite, conduciría a que los supermercados u otros establecimientos sólo podrían abrir el día 19, permaneciendo cerrados el viernes 17 y el lunes 20. Esa situación, según dijo, hay que corregirla en el sentido de que sólo quede como feriado “irrenunciable” el día 18 de septiembre.

En relación con los dos nuevos días feriados aprobados por la Honorable Cámara, agregó que la legislación vigente efectivamente reconoce el derecho, para quienes se desempeñan en el sector público, a trabajar medio día, cuestión que no ocurre con el resto de los trabajadores del país. Dicha circunstancia, a su juicio, implicaría una situación de inequidad con el resto del sector laboral del país, afectando principalmente a quienes desarrollan sus jornadas como dependientes.

En segundo término, señaló que el país tiene quince feriados anuales, los que este año se reducen a once pues varios de ellos ocurren en día domingo. Dejó constancia de un estudio de la Biblioteca del Congreso Nacional (a disposición de los Honorables señores Senadores en la Secretaría de la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización) que demuestra que este año habrá menos feriados que el año pasado y que el próximo, de manera que dos nuevos días festivos no producen un menoscabo en la producción nacional en relación con el número de días libres considerados en tendencia.

En tercer lugar, que existan dos nuevos días feriados “no renunciables” implica que algunas empresas, principalmente las del sector de aprovisionamiento (retail, supermercados, mall), tendrán que trabajar. En ese sentido, anunció una indicación para que esos trabajadores tengan una compensación que considere los días trabajados como horas extraordinarias según las normas del Código del Trabajo.

El Honorable Senador señor Zaldívar fue de opinión que los días feriados, si bien causan pérdidas en la producción, también originan ganancias en otros sectores de la economía, como el turismo. Concordó con el Honorable Senador señor Allamand en el sentido de que este año existen menos feriados que el año pasado y que los que habrá el próximo, por lo que incorporar un nuevo día libre no provocaría bajas tendenciales en el producto interno bruto nacional.

En cuanto a la indicación anunciada sobre la compensación a los trabajadores que desempeñen sus labores en los días festivos, argumentó que es una materia propia de la iniciativa exclusiva del Ejecutivo, compartiendo el fondo de la propuesta.

A continuación, el Honorable Senador señor Bianchi coincidió con las expresiones vertidas por los Honorables Senadores señores Allamand y Zaldívar, pues, según dijo, la incorporación de uno o dos nuevos días feriados no afectará la producción nacional, considerando los antecedentes que se han vertido en este debate.

Solicitó al Ejecutivo estudiar la propuesta del Honorable Senador señor Allamand para que los trabajadores que se desempeñen los nuevos días feriados puedan ser recompensados de acuerdo a la ley.

El Honorable Senador señor Pérez Varela precisó que los nuevos días feriados son dos y no cuatro, como se ha señalado en los últimos días, especialmente considerando que los días 18 y 19 de septiembre ya estaban reconocidos como tales. Además, señaló que la productividad nacional ha de considerarse en su totalidad, esto es, con todos los sectores productivos que integran la economía, dentro de los cuales destaca el turismo. Por ello, continuó, el Bicentenario provocará el desarrollo de diversas actividades en todas las regiones del país, beneficiando el incremento de la producción en varios rubros que, sumado a la menor cantidad de días feriados que este año considera en relación con los años 2009 y 2011, permite concluir que los efectos pueden ser más positivos que negativos.

Más allá de los antecedentes económicos, argumentó que el Bicentenario es un momento relevante para que tanto los sectores público y privado, así como las familias, puedan dedicar el tiempo necesario para celebrar en un año en que el país necesita de oportunidades para reencontrarse con sus tradiciones y afectos.

En relación con la propuesta del Honorable Senador señor Allamand, relativa a compensar a los trabajadores del sector privado, afirmó que si bien comparte el fondo de la iniciativa, debe estudiarse con mayor detención, pues no sólo dicho sector se verá afectado por trabajar mayor cantidad de horas, ya que en esa situación también estarán los trabajadores de diversas reparticiones del sector público como hospitales, Carabineros de Chile, Servicio Nacional de Aduanas y otros que desarrollan actividades propias de la competencia estatal.

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En sesión de 15 de junio de 2010, el Ministro Secretario General de la Presidencia, señor Cristián Larroulet, señaló que el Ejecutivo insistirá en que el feriado adicional para la celebración del Bicentenario de la República sólo debe concentrarse en el día 20 de septiembre de 2010. La razón radica en que el país se encuentra en una situación excepcional luego de la catástrofe del pasado 27 de febrero, que lo obliga a fomentar la producción para impulsar los sectores más afectados. Además, expresó que existe una práctica nacional, tanto en el sector público (que es por mandato legal) como en el sector privado, que consiste en adelantar los festejos en la fecha previa al 18 de septiembre, lo que implica que un gran número de trabajadores podrán contar con la tarde del día viernes 17 sin necesidad de que se declare feriado.

En seguida, manifestó la intención del Ejecutivo de que el nuevo día festivo que eventualmente se apruebe sea de los que han denominado feriados “renunciables”, y no como viene sugerido en el texto del artículo segundo del proyecto aprobado por la Honorable Cámara.

El Honorable Senador señor Zaldívar reiteró su argumentación en orden a que los feriados anuales de los años 2009 y 2011 son superiores a los del presente período, de manera que el resultado de la producción económica no debiera arrojar desniveles que produzcan efectos de magnitud en la economía nacional. A mayor abundamiento, agregó que la fecha amerita que la sociedad tenga la posibilidad de destinar mayor tiempo a las celebraciones para así contribuir, de una manera diferente, a que el país recupere su ánimo luego de la catástrofe que lo afectó, considerando lo expresado respecto de que las eventuales pérdidas del producto interno bruto no son tales.

El Honorable Senador señor Bianchi dejó constancia de su preocupación por los trabajadores del sector público que tengan que desempeñar sus funciones en turnos de emergencia, particularmente en cuanto a la retribución extra que pudieren recibir todos quienes labores en él o los días que se declaren festivos.

También se refirió a la producción adicional que se genera por la explosión del turismo interno en diversas zonas del país, lo que constituye un dato importante a considerar respecto de las ganancias que estos días feriados generan.

A continuación, el Honorable Senador señor Pérez Varela señaló que las celebraciones de carácter nacional del Bicentenario estarán concentradas, principalmente, en los días sábado 18 y domingo 19 de septiembre de este año, por lo que las comunas sólo podrán contar con un reducido espacio para rendir los homenajes correspondientes. De esta manera, argumentó que incorporar dos nuevos días festivos al calendario de manera excepcional ayudará a que el país en su totalidad pueda conmemorar una fecha histórica como la que acontecerá este año 2010.

Coincidió con lo expuesto por el Ejecutivo en orden a considerar sólo como feriado irrenunciable el día 18 de septiembre, por lo que anunció su apoyo a una indicación que vaya en el sentido de suprimir el artículo 2° incorporado por la Honorable Cámara.

A propósito de la propuesta del Honorable Senador señor Allamand para pagar horas extraordinarias a quienes se desempeñen en sus funciones durante los días festivos, expresó que la legislación vigente prevé la situación de que un trabajador labore en un día feriado de acuerdo a mecanismos de compensación que la propia ley reconoce, por lo que, a su juicio, una nueva norma en este sentido podría provocar efectos negativos diferentes de lo que actualmente existe en nuestro ordenamiento jurídico.

El Honorable Senador señor Allamand se refirió al tema de la compensación de quienes se desempeñen en sus labores los días que se declaren como feriados.

Sobre este asunto, explicó que el inciso cuarto del artículo 38 del Código del Trabajo dispone que no obstante lo dispuesto en dicha norma (excepción a las normas sobre descanso semanal), en los casos de los números dos y siete del inciso primero (labores que exijan continuidad del servicio y trabajadores que se desempeñen en establecimientos de comercio), al menos dos de los días de descanso en el respectivo mes calendario deberán concederse en día domingo, norma que no se aplica a quienes sean contratados por períodos inferiores a treinta días o a aquellos cuya jornada no supere las veinte horas semanales. A su turno, el inciso quinto preceptúa que cuando se acumula más de un día de descanso en la semana por aplicación de los incisos segundo y tercero de este artículo (distribución de la jornada incluyendo sábados y domingos con pago de horas extraordinarias y compensación por el descanso dominical, respectivamente), las partes podrán pactar una especial forma de distribución o remuneración de los días de descanso, casos en los cuales la remuneración no podrá ser inferior a la del artículo treinta y dos (recargo del cincuenta por ciento sobre el sueldo convenido para la jornada ordinaria).

Según lo expuesto, el Honorable Senador señor Allamand sostuvo que resulta de justicia que los trabajadores que se desempeñen en los días feriados que eventualmente resulten de este proyecto obtengan una remuneración extraordinaria por ello. Esa es la razón por la cual formulará una indicación en este sentido que, en su opinión, no tendría vicios de constitucionalidad en relación con la iniciativa exclusiva del Ejecutivo. A mayor abundamiento, señaló que en la Cámara de Diputados son numerosas las iniciativas sobre esta materia que han sido aceptadas a trámite legislativo que han tenido su origen en mociones parlamentarias, en razón de que la norma que establece dicha figura (la iniciativa exclusiva) es de carácter excepcional, por lo que la regla general es la amplitud para aceptar mociones parlamentarias que beneficien a los trabajadores.

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Concluido el debate y aprobado en general el proyecto con la unanimidad de sus miembros, Honorables Senadores señores Bianchi, Rossi, Pérez Varela, Sabag y Zaldívar, la Comisión se abocó a una indicación del Ejecutivo que declara feriado sólo el día 20 de septiembre de 2010.

Esta indicación fue rechazada por cuatro votos contra uno. Votaron por la negativa los Honorables Senadores señores Bianchi, Pérez Varela, Sabag y Zaldívar. Se pronunció a favor el Honorable Senador señor Rossi.

El Honorable Senador señor Rossi solicitó dejar constancia en este informe que su voto favorable obedece a que el país se encuentra en una situación particular, en que deben enfocarse todos los esfuerzos en el trabajo para los planes de reconstrucción y ayuda a las zonas del país que resultaron más afectadas por el terremoto del pasado 27 de febrero. Además, hizo presente que la propuesta del Gobierno en orden a declarar como feriado sólo el día 20 de septiembre de 2010, cumple con la finalidad de aumentar los plazos para que las familias puedan celebrar el Bicentenario de la República.

En seguida, el Ejecutivo formuló una indicación para suprimir el artículo 2° del texto aprobado por la Honorable Cámara, propuesta que también sugirió el Honorable Senador señor Allamand.

Esta indicación del Ejecutivo fue aprobada por la unanimidad de los miembros de la Comisión, Honorables Senadores señores Bianchi, Pérez Varela, Rossi, Sabag y Zaldívar. Con la misma votación resultó aprobada, subsumida en ésta, la indicación del Honorable Senador señor Allamand relativa a este asunto.

Finalmente, el Honorable Senador señor Allamand formuló una indicación para incorporar un nuevo artículo 2° que prescribe que las remuneraciones de los dependientes del comercio que desarrollen sus funciones los días 17, 19 y 20 de septiembre no podrán ser inferiores a las del artículo 32 del Código del Trabajo, sin perjuicio de lo dispuesto en el inciso quinto del artículo 38 del mismo cuerpo legal.

Esta indicación fue declarada inadmisible por el señor Presidente de la Comisión, por estimarse que versa sobre una materia propia de la iniciativa exclusiva del Presidente de la República, de conformidad con el número cuatro del artículo sesenta y cinco de la Constitución Política.

Finalmente y como consecuencia de un acuerdo precedente, con la unanimidad de sus miembros, los Honorables Senadores señores Bianchi, Rossi, Pérez Varela, Sabag y Zaldívar, la Comisión introdujo como enmienda formal la de reemplazar en el proyecto las expresiones “artículo 1°”, por “artículo único”.

- - -

VI. MODIFICACIONES

Con el mérito de los acuerdos adoptados precedentemente, esta Comisión tiene a honra proponer a la Sala la aprobación del proyecto del proyecto de la Honorable Cámara de Diputados, con las siguientes enmiendas:

Artículo 1°

Sustituir en su encabezamiento la expresión “Artículo 1°” por “Artículo único”.

Artículo 2°

Suprimirlo.

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En consecuencia, el proyecto queda como sigue:

PROYECTO DE LEY

“Artículo único.- Declaránse feriados los días 17 y 20 de septiembre de 2010.”.

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Acordado en sesiones celebradas los días 8 de junio de 2010, con asistencia de los Honorables Senadores señores Sabag (Presidente) Bianchi, Pérez Varela y Zaldívar, y 15 de junio de 2010, con asistencia de los Honorables Senadores señores Sabag (Presidente), Bianchi, Pérez Varela, Rossi y Zaldívar.

Sala de la Comisión, a 15 de junio de 2010.

Mario Tapia Guerrero

Secretario de la Comisión

RESUMEN EJECUTIVO

PRIMER INFORME DE LA COMISIÓN DE GOBIERNO, DESCENTRALIZACIÓN Y REGIONALIZACIÓN ACERCA DEL PROYECTO DE LEY QUE ESTABLECE FERIADO LEGAL PARA LOS DÍAS 17 Y 20 DE SEPTIEMBRE DE 2010.

(BOLETÍN Nº 6.919-06)

I.PRINCIPALES OBJETIVOS DEL PROYECTO PROPUESTO POR LA COMISIÓN: Declarar feriado legal los días 17 y 20 de septiembre de 2010, con motivo de la celebración del Bicentenario de la República.

II.ESTRUCTURA DEL PROYECTO APROBADO POR LA COMISIÓN:

El proyecto de ley está conformado por un artículo único.

III.URGENCIA: “discusión inmediata”.

IV.ORIGEN INICIATIVA: Mensaje de S.E. el Presidente de la República.

V.TRAMITE CONSTITUCIONAL: Segundo trámite.

VI.APROBACIÓN POR LA CÁMARA DE DIPUTADOS: de fecha 2 de junio de 2010.

VII.INICIO TRAMITACIÓN EN EL SENADO: 2 de junio de 2010.

VIII.TRAMITE REGLAMENTARIO: Discusión en general y en particular.

IX.LEYES QUE SE MODIFICAN O QUE SE RELACIONAN CON LA MATERIA:

- Ley N° 19.973.

Valparaíso, 15 de junio de 2010.

MARIO TAPIA GUERRERO

Secretario de la Comisión

2.2. Discusión en Sala

Fecha 29 de junio, 2010. Diario de Sesión en Sesión 30. Legislatura 358. Discusión General. Se aprueba en general y particular con modificaciones.

DECLARACIÓN DE 17 Y 20 DE SEPTIEMBRE DE 2010 COMO DÍAS FERIADOS

El señor PIZARRO ( Presidente ).-

Conforme a lo resuelto por los Comités, corresponde tratar el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que establece como feriados los días 17 y 20 de septiembre del año en curso, con informe de la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización y urgencia calificada de "discusión inmediata".

--Los antecedentes sobre el proyecto (6919-06) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:

Proyecto de ley:

En segundo trámite, sesión 23ª, en 2 de junio de 2010.

Informe de Comisión:

Gobierno, sesión 29ª, en 16 de junio de 2010.

El señor PIZARRO (Presidente).-

Tiene la palabra el señor Secretario General.

El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-

La Comisión discutió el proyecto tanto en general cuanto en particular y aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus integrantes (Senadores señores Bianchi, Pérez Varela, Rossi, Sabag y Andrés Zaldívar).

En cuanto a la discusión en particular, dicho órgano técnico acordó, también unánimemente, efectuar dos enmiendas al texto despachado por la Cámara de Diputados. Estas consisten en suprimir el artículo 2°, que permitía el cierre de los establecimientos comerciales durante varios días consecutivos, y denominar "Artículo único" al artículo 1°.

En consecuencia, la iniciativa despachada por la Comisión tendría como único objetivo declarar feriados los días 17 y 20 de septiembre de 2010.

Cabe señalar que el Ejecutivo presentó una indicación en la que proponía declarar feriado solo el 20 de septiembre de 2010, la que fue rechazada por 4 votos contra uno. Votaron por la negativa los Honorables señores Bianchi, Pérez Varela, Sabag y Andrés Zaldívar, y se pronunció a favor el Senador señor Rossi, cuya fundamentación consta en el informe.

El señor GÓMEZ ( Vicepresidente ).-

En discusión general y particular el proyecto.

Tiene la palabra el Honorable señor Sabag.

El señor SABAG.-

Señor Presidente , intervengo en mi calidad de titular de la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización.

La iniciativa tuvo su origen en un mensaje del Presidente de la República que proponía declarar feriado el día 20 de septiembre de 2010. Las razones que adujo para justificarlo fueron, básicamente, dos:

1) La fiesta de la Independencia es una oportunidad para que tanto las familias como las comunidades que integran la nación revivan sus tradiciones, reforzando así nuestra identidad y cultura. De esta forma, durante los días 18 y 19 de septiembre la sociedad civil celebra con todas sus instituciones, públicas y privadas, una fiesta que simboliza el comienzo de la vida republicana, donde la bandera, el escudo, la canción nacional y los bailes típicos se erigen como símbolos de nuestra idiosincrasia.

2) Los doscientos años de vida independiente que se conmemoran el 2010 constituyen razón suficiente para la formulación del proyecto en análisis, toda vez que el 18 y el 19 de septiembre corresponden a sábado y domingo, respectivamente.

Durante su tramitación en la Cámara de Diputados, la iniciativa en debate sufrió enmiendas respecto de su contenido original, por cuanto se aumentó a dos el número de feriados (17 y 20 de septiembre) y, además, se incorporó un artículo 2º que daba la posibilidad de que aquellos fuesen irrenunciables.

En el estudio de la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización -a cuyas sesiones también asistieron los Senadores señores Allamand y Letelier y el Ministro y el Subsecretario de la Secretaría General de la Presidencia -, se tuvo especial cuidado en dos puntos centrales.

Primero, la conveniencia o no de aumentar en un día el feriado propuesto por el Ejecutivo; y segundo, si resultaba pertinente o no declarar como irrenunciables, según lo prescrito en la ley Nº 19.973, los nuevos dos feriados.

Los miembros de dicha Comisión conocieron diversas indicaciones formuladas durante el debate y resolvieron, por cuatro votos a favor y uno en contra, confirmar del texto proveniente de la Honorable Cámara de Diputados lo que dice relación a agregar como feriado el 17 de septiembre de 2010 y suprimir el artículo 2º.

Las razones de agregar un día feriado se centraron principalmente en que el 2010 contiene menos días de esa naturaleza que el 2009 y el 2011. En el primero de dichos años, se registraron 14 y 4 días puentes, sumando un total de dieciséis, mientras que para el 2011 se contabilizan 12 feriados y un día puente, con un total de trece días. En cambio, en el presente año solo contamos con 11 feriados y ningún puente.

Por lo anterior, las pérdidas para el país no son de gran magnitud, máxime si se considera el hecho de que algunos sectores de la economía, como el turismo interno, experimentan un alza considerable de su producción durante las festividades.

En lo concerniente a la supresión del artículo 2º del texto de la Cámara Baja, la Comisión estimó que declarar como irrenunciables todos los feriados de Fiestas Patrias puede causar perjuicios importantes en áreas como el abastecimiento. De esa manera, solo el 18 de septiembre se considera irrenunciable, pudiendo operar el comercio normalmente durante el resto de los feriados.

Señor Presidente , en el 2010 se celebran 200 años de nuestra vida en libertad republicana, período en que el país ha construido su propia historia, sus tradiciones y su cultura. Tendrá que pasar un largo lapso para enfrentarnos a una fecha de esta trascendencia, en que las familias y Chile entero merecen reunirse y disfrutar de lo que hasta ahora hemos hecho, más aún considerando que este año reviste especial importancia debido a que fuimos golpeados por una de las catástrofes más grandes de las que se tenga registro en nuestra historia.

Por eso, la Comisión aprobó por cuatro votos a favor y uno en contra contar con un total de cuatro días de celebración y rechazar el artículo 2º propuesto por la Cámara de Diputados, mediante el cual se daba la categoría de irrenunciables a dichos feriados.

El señor GÓMEZ (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el señor Ministro.

El señor LARROULET ( Ministro Secretario General de la Presidencia ).-

Señor Presidente , señores Senadores, en nombre del Gobierno deseo insistir en el proyecto original presentado por el Ejecutivo en la Cámara de Diputados, contenido en la indicación enviada a la Comisión de Gobierno del Senado.

En primer lugar, no cabe duda alguna que este es un año especial. El país celebra 200 años de su independencia y -como muy bien expresó el Honorable señor Sabag - tenemos la oportunidad de festejar en familia, con un sentido de unidad y con la participación de la totalidad de los chilenos.

Por eso el Presidente de la República y su Gobierno han planteado un programa de celebración del Bicentenario, que fue dado a conocer en forma pública hace aproximadamente una semana y que hemos tenido oportunidad de presentarlo en reuniones personales con la Mesa de esta Corporación. Además, esperamos que el propio Primer Mandatario pueda conversar sobre el tema con cada uno de los señores Senadores presentes.

El programa de celebraciones incluye un conjunto de actividades. Sin embargo, me referiré solamente a aquellas relacionadas con el mes de septiembre.

Comienza el día 1º de ese mes con el relanzamiento, a lo largo del territorio nacional, del diario "La Aurora de Chile", el cual contendrá las actividades de celebración del Bicentenario para dicho mes.

Posteriormente, los días 2, 3, 4 y 5 se realizarán diferentes actividades musicales, deportivas y espectáculos callejeros, que van a recoger lo mejor de nuestras tradiciones.

En la semana del 6 al 12 se llevarán a cabo las Olimpíadas Bicentenario, que se practicarán a lo largo de todo el país, culminando a finales de esa semana con actividades deportivas, etcétera.

Por último, el 18 de septiembre celebraremos nuestro tradicional Tedeum; el espectáculo Orquestas de Chile para el Bicentenario, que reunirá a todos los conjuntos musicales juveniles del país; fiestas en las plazas de las comunas, con ferias gastronómicas, juegos típicos y otras actividades, y galas populares durante la noche en las principales ciudades. Posteriormente, el 19, se realizará nuestra tradicional Parada Militar. Y el 20 -día que el Ejecutivo propuso como feriado- se llevará a cabo un desfile naval en la bahía de Valparaíso, que esperamos congregue a cientos de miles de personas.

En consecuencia, estamos organizando y preparando una celebración del Bicentenario como corresponde, que refleje nuestras mejores tradiciones y un espíritu unitario, donde, además, participe toda la ciudadanía.

Consideramos que lo razonable es que haya un día feriado extra y que sea el lunes 20. ¿Por qué? Porque no podemos dejar de tener presente que, junto con este mes completo de celebraciones, el país se encuentra viviendo un momento especial, derivado de haber sufrido el terremoto de mayor impacto en la historia nacional y un posterior maremoto. Estos hechos han generado un costo significativo en materia de vida de las personas, daños para los chilenos que han perdido sus viviendas y enseres y el deterioro de nuestra infraestructura educacional, hospitalaria, caminera, por lo cual estimamos razonable que el país celebre el Bicentenario también el lunes 20.

¿Por qué ese día? Porque en el Congreso se ha debatido muchas veces el impacto de los feriados. Y el acuerdo democrático fue que, de haberlos en mitad de una semana, se corrieran para el lunes venidero, que es cuando menor impacto se provoca en la vida económica del país e implica una prolongación del fin de semana, lo que, además, ayuda a la unión de la vida familiar.

Además, quiero destacar por qué el Ejecutivo puso énfasis en que solo sea uno y no dos los días feriados.

En primer lugar, los antecedentes recogidos en la Comisión de Gobierno del Senado no son completos. Si excluimos los festivos que caen en domingo, llegamos a la conclusión de que, si agregamos un día más al propuesto por el Gobierno -es decir, el viernes-, ocurrirá que este año será el de mayor número de feriados en la última década.

El señor ALLAMAND .-

No es así.

El señor LARROULET ( Ministro Secretario General de la Presidencia ).-

En segundo término, si consideramos el promedio de los feriados de la última década, en el 2010 habrá aproximadamente 20 por ciento más. Para que tengamos una dimensión de lo que eso significa, de acuerdo con los cálculos realizados por el Banco Central acerca del impacto de un día menos de trabajo (específicamente un lunes), el país deja de producir en dos días alrededor de 600 millones de dólares, o sea, 20 por ciento de aumento del promedio de la última década. Este monto nos parece conocido a todos quienes nos encontramos en esta Sala, pues se trata de una cifra que se ha mencionado reiteradamente a propósito de otras iniciativas legales. Solo quiero decir que esa cantidad constituye la mitad de lo que cuesta reconstruir y reparar las escuelas dañadas por el terremoto y el maremoto, que asciende a mil 200 millones de dólares. Es decir, hablamos de una magnitud significativa de recursos.

En suma, esa es la razón por la cual el Gobierno quiere insistir ante esta Honorable Cámara que se agregue solo el día lunes 20 de septiembre como feriado.

Hay un proceso y un programa de conmemoración del Bicentenario que recogerá el espíritu de unidad, de participación y de celebración que corresponde a los doscientos años de nuestra vida independiente. Pero también estamos viviendo la realidad del daño provocado por el terremoto y el maremoto, lo que nos obliga a ser muy cuidadosos en esta materia y, por lo tanto, a recomendar e insistir en que la Sala del Senado reconsidere lo que decidió la Comisión de Gobierno y en definitiva quede como feriado el lunes 20 de septiembre.

El señor GÓMEZ (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el señor Secretario General.

El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-

Ha llegado a la Mesa una indicación renovada para modificar el artículo único, del siguiente tenor: "Declárase feriado el día 20 de septiembre de 2010".

El señor LETELIER .-

¿Quiénes la patrocinan?

El señor LONGUEIRA .-

¿Quiénes la suscribieron?

El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-

Los Senadores señora Matthei y Lily Pérez y señores Bianchi , Chadwick , Chahuán , Coloma , García , Horvath , Larraín , Orpis y Prokurica .

El señor LETELIER .-

¿No deben ser solo cinco?

El señor GÓMEZ ( Vicepresidente ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Tuma.

El señor TUMA.-

Señor Presidente , el debate de hoy, relativo a los feriados para las próximas Fiestas Patrias, no lo tendríamos si los días 18 y 19 de septiembre hubiesen caído en lunes y martes. No sé si en dicha circunstancia los patrocinantes de la iniciativa estarían promoviendo eliminar el domingo, el lunes o un festivo. Sería lo mismo si esto ocurriera martes y miércoles, o jueves y viernes.

Es decir, nos encontramos ante un hecho inédito: para celebrar el Bicentenario tenemos la mala suerte de contar solo con el sábado y el domingo.

Si hubiese sido otra la fecha, habría cuatro o cinco días festivos. Y no veo al Senado promoviendo alguna iniciativa para eliminar como feriado el domingo.

En la mayoría de los casos, para la celebración de las Fiestas Patrias tenemos tres, cuatro o cinco días festivos. Excepcionalmente este año toca la desgracia que el Bicentenario corresponda a un fin de semana. Por eso comparto la necesidad de otorgar dos días adicionales para festejos -uno más del propuesto por el Ejecutivo-, con el objeto de que los chilenos celebren merecidamente estas festividades por tratarse del Bicentenario.

Por otra parte, deseo referirme a la propuesta que la Cámara de Diputados aprobó con relación al derecho de los trabajadores para compartir el día de descanso de manera irrenunciable. Eso se encuentra establecido en la propia legislación que rige los feriados, que dispone que el 1° de mayo, el 18 de septiembre, el 25 de diciembre (la Navidad), el 1° de enero (el Año Nuevo) son feriados irrenunciables. Y si el Congreso aprobó eso en forma unánime -no hubo posiciones divergentes- es porque reconoce el derecho que tienen los trabajadores de gozar con su familia tales festividades. Bajo ese mismo principio, la Cámara de Diputados estableció ahora que a todos los trabajadores del país les asiste el derecho a gozar irrenunciablemente de los dos días feriados adicionales que se proponen. Pero se trata de una situación excepcional, pues solo rige para este año; no es algo permanente.

Sin embargo, en la Comisión de Gobierno del Senado hubo alto consenso en cuanto a que la irrenunciabilidad de los cuatro días feriados les impediría a muchas familias concurrir a estas verdaderas plazas públicas que hoy son los los grandes malls, retails. De esos trabajadores estamos hablando. Si a estos les establecemos como irrenunciables los feriados en cuestión, los centros comercialesno podrán funcionar y, por tanto, las familias no tendrán adónde ir esos cuatro días.

Nos parece razonable, entonces, la propuesta del Senador señor Allamand que busca compatibilizar ambos objetivos: por una parte, que las familias puedan disfrutar de ese fin de semana yendo a los malls, y por otra, el derecho a compensación de los trabajadores que deban trabajar días en que la mayoría estará celebrando.

Considero posible alcanzar un consenso si la Cámara Alta acoge la indicación que presentará el Senador señor Allamand -que yo también voy a suscribir-, orientada a que quienes laboren esos feriados sean compensados con una remuneración extraordinaria. De esa forma -repito-, se cumplirían los dos propósitos mencionados: por un lado, que las familias asistan a los centros comerciales, y por el otro, que los trabajadores afectados puedan resarcirse del derecho que les estaríamos conculcando al no permitirles que tales feriados fueran irrenunciables.

Por lo anterior, señor Presidente, me inclino por votar a favor de los dos días adicionales que se proponen y, naturalmente, por encontrar una fórmula que permita compatibilizar ambos derechos.

He dicho.

El señor GÓMEZ ( Vicepresidente ).-

Tiene la palabra la Honorable señora Rincón.

La señora RINCÓN.-

Señor Presidente , el proyecto de ley que estamos discutiendo nace de un amplio acuerdo político. Y digo que nace de un acuerdo político porque en la Cámara de Diputados, y especialmente en su Comisión de Gobierno Interior, contó con el apoyo generalizado de todos los sectores políticos.

El Presidente de la República presentó, con fecha 4 de mayo, una iniciativa legal en la otra rama del Parlamento que planteaba declarar feriado el día 20 de septiembre de este año. Posteriormente, un grupo de Diputados democratacristianos presentó un proyecto de ley para establecer feriado el 17 de septiembre, señalando que ese día, por Estatuto Administrativo y conforme a numerosos contratos colectivos e individuales, en el Estado y en las empresas se trabajaría media jornada. Por lo tanto, el 17 de septiembre debería ser también feriado, teniendo en cuenta la conmemoración histórica para nuestra patria que hoy nos toca la suerte de celebrar. Cuando se discutió la iniciativa del Ejecutivo en la Comisión de Gobierno Interior de la Cámara de Diputados, la idea de declarar festivos ambos días contó con un amplio consenso. Incluso los parlamentarios de la Concertación decidieron retirar su proyecto y acoger una indicación del propio Presidente de esa instancia legislativa, Diputado UDI Enrique Estay , en orden a establecer igualmente como feriado el día 17 de septiembre. Luego, dicho texto pasó a la Sala y fue aprobado por la mayoría de los miembros de la otra rama del Congreso.

Desde un principio, señor Presidente , estuve a favor de declarar feriado ambos días, por diversos motivos, pero principalmente porque sentía que, como legisladores del Bicentenario, no podíamos anteponer la variable económica por sobre el momento histórico que vive nuestra patria.

En los últimos meses, a través de numerosos ensayos, libros de historia e incluso por los diarios, los chilenos hemos conocido cómo vivieron nuestros compatriotas del Centenario la conmemoración de los cien años de la Primera Junta Nacional de Gobierno, hito fundamental que da comienzo a nuestro proceso de emancipación de España, el cual finaliza con la Independencia de Chile en 1818.

Revisando nuestra historia, nos encontramos con que hace cien años nuestros compatriotas celebraron el Centenario de la República de luto. El Presidente de la época, don Pedro Montt , moría en Alemania el 16 de agosto de 1910, y su sucesor, el Vicepresidente don Elías Fernández Albano , fallecía también el 6 de septiembre de ese mismo año.

En aquel tiempo, en plena conmemoración del Centenario, los intelectuales y gran parte de la sociedad chilena señalaban que vivían en un país en crisis, la cual se manifestaba, para algunos, en la decadencia moral de la clase política, y para otros, en las vicisitudes derivadas de los conflictos sociales y la pobreza de los sectores más marginados.

En ese contexto, famoso es el discurso de Enrique Mac-Iver sobre la crisis moral de la República, quien crudamente expresaba que, debido a los avatares económicos por los que atravesaba Chile -abro comillas-, " Me parece que no somos felices; se nota un malestar que no es de cierta clase de personas ni de ciertas regiones del país, sino de todo el país y de la generalidad de los que lo habitan. La holgura antigua se ha trocado en estrechez, la energía para la lucha de la vida en laxitud, la confianza en temor, las expectativas en decepciones. El presente no es satisfactorio y el porvenir aparece entre sombras que producen la intranquilidad" -cierre de comillas-.

A pesar del crudo análisis que se hacía del momento que vivía nuestro país, los legisladores del Centenario decidieron dictar la ley N° 2.379, de 1910, que declaró una semana de feriado, desde el 16 hasta el 22 de septiembre de ese año, con motivo de las celebraciones de esa fecha. Así, los chilenos de la época conmemoraron los cien años de la Primera Junta Nacional de Gobierno durante siete días, pero al mismo tiempo que celebraban, también se encontraban de luto por el fallecimiento de su Presidente , y un par de semanas después, de su Vicepresidente .

Hoy, ad portas de celebrar nuestro Bicentenario, algunos legisladores han señalado que la aprobación de dos días más de feriado es excesiva, que ello atentaría contra nuestra economía, y que por el momento que se vive el país requiere trabajo y, por consiguiente, mayor crecimiento económico antes que conmemorar una fecha tan importante.

No olvidemos, como indicó el Senador señor Tuma, que este año el 18 y el 19 de septiembre caen en días festivos.

En esta oportunidad, señor Presidente , no se celebra, en mi opinión, cualquier fiesta patria: como país, celebramos las Fiestas Patrias del Bicentenario. Y, al igual que en el Centenario, las viviremos de luto, por el gran terremoto que afectó a nuestro país precisamente en el año de nuestro Bicentenario y en el cual murieron más de 500 compatriotas.

Las futuras generaciones del Tricentenario querrán saber qué hicimos los chilenos del Bicentenario para conmemorar esta fiesta. Y me parecería triste, por decir lo menos, que se pusiera por delante el factor económico y el dinero antes que festejar un hito tan importante para la patria como es el Bicentenario de nuestra República.

Señor Presidente , el proyecto en debate, como dije, nació de un amplio acuerdo político alcanzado entre todos los sectores representados en la Comisión de Gobierno Interior de la Cámara de Diputados. Y su homóloga del Senado también aprobó por amplia mayoría declarar ambos días feriados.

Creo que hoy, en esta Sala, no nos queda más que estar a la altura de lo que la mayor parte de nuestros compatriotas desea: celebrar de la mejor manera posible las Fiestas Patrias, que, al igual que en el Centenario, serán conmemoradas con alegría, pero, desgraciadamente, también con un sentimiento de profunda congoja, por el gran terremoto y maremoto que afectó a Chile precisamente en el año de nuestro Bicentenario.

Durante estos meses, desde el 27 de febrero, han sido los días festivos los que han concentrado las mayores muestras de solidaridad y reencuentro de amigos y familias enteras.

Señor Presidente , en consideración a que este es un año especial, a que tenemos dos días festivos menos en relación con los anteriores, y a que este es el año del Bicentenario, creo que los dos días de festivo adicionales al 18 y el 19 de septiembre son la mejor forma en que los chilenos podemos celebrar y encontrarnos.

He dicho.

El señor GÓMEZ ( Vicepresidente ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Larraín.

El señor LARRAÍN .-

Señor Presidente , pienso que es una discusión bastante natural la que se está produciendo y que viene de la Cámara de Diputados respecto de la conveniencia de contar con uno o dos días adicionales de feriado con motivo del Bicentenario.

Ya se mencionó que tocó un año malo desde el punto de vista de los días útiles, por cuanto el 18 y el 19 de septiembre corresponden a sábado y domingo y, por lo tanto, las posibilidades de aprovechar con mayor largueza una fiesta de esta naturaleza exigen obviamente una revisión del tema.

Me parece que todos estamos de acuerdo en que no hacer nada y dejar la celebración del Bicentenario en los días festivos que corresponden por calendario sería pequeño, sería una forma poco digna de rememorar un hito tan importante en la historia del país.

Ahora, estimo que agregar uno o dos días festivos más para dicha finalidad es un asunto completamente respetable y digno de opinión. Hay buenas razones para pensar en un día y también para establecer dos. De manera que yo no pondría esta discusión en un plano dramático, como si aquí se estuviera jugando la vida o que unos fueran más patriotas que otros, más populistas que otros o más serios que otros.

Considero que existen buenas razones para elegir ambos caminos.

¿Cuál es la opción que a mí me parece más relevante y que voy a apoyar?

Creo que este no es un año cualquiera: el terremoto lo marca. Querámoslo o no, este va a ser el bicentenario del terremoto; será recordado más por este que por cualquier otra cosa. Por lo tanto, eso debiera marcar también la forma en que enfrentamos el recuerdo, la fiesta, los actos de conmemoración. Como corresponde, tienen que estar llenos de alegría y de motivaciones adecuadas a una fecha de esta naturaleza. Pero además se debe considerar el efecto del terremoto, que se mide principalmente por las vidas humanas perdidas, que fueron quinientas y fracción, y por los daños materiales que ha traído consigo.

Por lo menos a mí me hace fuerza el argumento de que deberíamos tener una especial mirada al enfrentar una definición de este tipo.

En verdad, me parece que el daño causado, las pérdidas materiales y humanas que provocó la acción de la naturaleza nos debería hacer reflexionar sobre la forma en que hemos de efectuar esta celebración. Y por tradición, por nuestra vocación nacional, por austeridad y por solidaridad, pienso que en esto debemos ser más bien restrictivos que expansivos, lo cual me lleva a inclinarme por un día adicional y no por dos.

No hay que dejar de considerar que en lo económico -aspecto no suficiente en sí mismo, pero tampoco menor- estamos realizando un gran esfuerzo. A propósito del proyecto de ley sobre financiamiento de la reconstrucción se produjo un amplio debate acerca de los recortes presupuestarios, el alza de impuestos y, en el fondo, la manera de proceder para juntar recursos destinados a compensar, reparar o simplemente reconstruir el país luego de los daños causados por el sismo.

Quizás desde el punto de vista de las arcas fiscales el perjuicio de dar un feriado adicional no sea tan cuantioso, pero, desde la perspectiva del funcionamiento del país, un día más, un día menos, hace diferencia. No sé cuál es la cifra exacta, porque hay cálculos difíciles de realizar. Obviamente, habrá un día menos de producción; sin embargo, desde la óptica del turismo, del comercio y de otras actividades existirá mayor productividad. Por lo tanto, en cierto sentido se produce una compensación.

Con todo, en el neto las cantidades varían entre 100 y 300 millones de dólares. Lo cierto es que hay una pérdida, argumento que este año, en que estamos haciendo esfuerzos económicos muy significativos para paliar el daño causado por el terremoto, no se puede desestimar.

Además, existe una práctica inveterada en el país. El día viernes, si se declara feriado solamente el lunes, a las 12 estarán encendidas todas las parrillas de Chile. En los hechos, tendríamos un semicuarto feriado. Y, en caso de aprobarse también el viernes, en realidad estaríamos agregando la mitad del jueves, en que ocurriría exactamente lo mismo. Así que, aun cuando aprobemos un solo día extra y la indicación diga que se declara feriado el 20 para evitar cualquier duda de interpretación, una parte importante del viernes no se trabajará.

A mi juicio, un día adicional es más que suficiente.

Y si reflexionamos acerca de la historia -la señora Senadora que me antecedió en el uso de la palabra ya lo recordaba-, cabe preguntarse por qué nosotros recordamos el primer centenario de Chile. Y no es por los días feriados que hubo, sino por las obras que se inauguraron, por las que se desarrollaron en ese tiempo y por la forma en que se enfrentó tal período, en memoria del primer siglo de vida independiente.

Creo que ahora va a ocurrir lo mismo.

No se trata de tener tres, cuatro días o una semana de festividades, como ocurre en otros lugares. Entiendo que en Argentina celebraron su bicentenario con una semana de vacaciones. Parece que hubo mucha parranda, mucha fiesta, mucha farándula. ¡Bueno, cada país celebra de acuerdo a sus particulares modos culturales...!

Yo pienso que nosotros vamos a ser recordados por lo que se hizo durante este período del Bicentenario. Y ese es un juicio que deberemos enfrentar, pues no sé cuán efectivos hemos sido en cuanto a tener una buena celebración desde el punto de vista de la obra, de la huella, del recuerdo que queda.

Quizás sí vamos a poder celebrar como corresponde el Bicentenario real, por llamarlo de alguna manera, para conmemorar lo que ocurrió en 1818, cuando culmina la Reconquista y se declara la independencia efectiva y definitiva del país. Tal vez para entonces podremos decirle al mundo, por ejemplo, que Chile erradicó la pobreza o algo que constituya un recuerdo imperecedero.

De este Bicentenario tengo mis dudas de que vaya a quedar algo muy significativo. Por lo mismo, reemplazar esta falta de obras de relevancia, de envergadura, con más días festivos, no me parece que sea la compensación adecuada.

Repito: no sé cómo poder resolver la discrepancia con un criterio que ojalá fuera compartido por todos. Y, como no lo hay, creo que lo importante es que cada uno diga, con sinceridad, qué es lo que considera mejor para Chile, sin descalificar ni desacreditar la opinión de los demás, que en esta materia es muy respetable.

He dicho.

El señor GÓMEZ ( Vicepresidente ).-

Tiene la palabra el Senador señor Zaldívar.

El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-

Señor Presidente , coincido con el Honorable señor Larraín en cuanto a que este tema no puede ser utilizado en un sentido o en otro, por la posición que cada uno tome.

En realidad, cuando se inició el análisis de este proyecto, dudé entre adoptar una de las dos posturas. Pero, después de escuchar a varios colegas, llegué a la conclusión de que existía más bien un ánimo común -sobre todo, en la Comisión- de acoger la tesis de la Cámara de Diputados en torno a los dos días.

Oí también los planteamientos del Ejecutivo.

En la Comisión de Gobierno, los Senadores señores Pérez Varela , Bianchi , Sabag (como Presidente ) y quien habla estuvimos de acuerdo en que fueran dos días; la excepción fue el Honorable señor Rossi , que se inclinó por uno. El Senador señor Allamand , quien también participó en el debate, apoyó igualmente la tesis de los dos días.

En general, el ambiente era por aprobar esta última opción. Y se dieron argumentos, que personalmente asumí.

El primero de ellos se refería a que se trataba de una situación excepcional.

En cuanto al segundo, correspondiente al tema económico, no es tan definitivo hablar de 300 millones de dólares. Yo he escuchado muchas cifras. En principio, 97 millones de dólares; hoy día se han mencionado 300 millones. Por lo tanto, dos días significarían 600 millones, que mañana podría argumentarse que se le estarían quitando a la reconstrucción.

Efectivamente, creo que existe una merma económica, pero, a su vez, hay una compensación económica, porque si bien disminuye la actividad productiva por la paralización de las industrias, se produce un incremento importante en el sector turístico y, en general, el comercio muestra una actividad mayor.

En consecuencia, existe cierta compensación.

Además, si se compara este año con el 2009 y el 2011 -lo hicimos ver en la Comisión-, veremos que estos últimos dos tienen más feriados que el 2010, donde existen dos menos. Por coincidencia, el 15 de agosto y el 31 de octubre caen en día de domingo.

Por consiguiente, la productividad del país no se puede medir por una semana ni por quince días, sino por un año. Y, si comparáramos la productividad nacional de los años 2009, 2010 y 2011 en relación con el número de feriados, por supuesto veríamos que la del 2010 debiera ser mayor que la del 2009 y la del 2011, por tener más días de trabajo, aun con los dos feriados adicionales que se proponen.

Todos estos argumentos hacen que la reflexión sea complicada, difícil. Pero uno puede llegar a la conclusión legítima, después de escuchar ciertos planteamientos en general sobre lo positivo que significaría otorgar dos días, de que ello puede ser necesario.

Además, quiero destacar otro punto.

Siempre el día previo a las celebraciones de las Fiestas Patrias, como se ha dicho aquí, no solo por decisión de la autoridad, sino porque lo dispone el Estatuto Administrativo,...

El señor LARRAÍN.-

Para los empleados públicos.

El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-

...se trabaja hasta las doce, en el caso de los empleados públicos. Y, por lo tanto, se produce un feriado de mediodía.

Lo importante aquí sería tomar conciencia de que el jueves debería ser un día laboral normal. Y creo que la gente lo puede entender así.

Ahora, si no se comprende en esos términos, es porque hay más liberalidad de parte de la autoridad para dar ese feriado. No obstante, tampoco constituye un argumento para impedirnos declarar festivo otro día adicional.

Por todas esas razones, al votar hoy en los mismos términos en que lo hizo la Cámara de Diputados -es decir, declarar festivos los días 17 y 20 de septiembre-, no estaríamos incumpliendo norma alguna ni infringiendo un daño a la economía nacional.

En mi opinión -insisto-, la productividad del país más bien va a ser equivalente a la que se produjo el 2009 o a la que se produzca el 2011.

Por los motivos señalados, voy a votar por que se declaren feriados los días 17 y 20 de septiembre en la convicción final de que es lo conveniente para el país.

El señor GÓMEZ (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el señor Ministro, quien tiene derecho preferente para hacer uso de ella.

El señor LARROULET ( Ministro Secretario General de la Presidencia ).-

Señor Presidente , solo deseo hacer una aclaración a fin de que el Honorable Senado pueda tomar una mejor decisión.

Cuando nos referimos al costo económico de un día feriado, estamos aludiendo a documentos oficiales emanados del Banco Central de Chile, los que, por supuesto, toman en cuenta no solo el impacto en uno o en algunos sectores, sino en la globalidad de los sectores de la economía.

Por ejemplo, como muy bien señaló el Honorable señor Andrés Zaldívar , en esos días hay más actividad turística. Pero, si tomamos en consideración la totalidad de los sectores que dejan de producir con los que sí aumentan la producción, el efecto neto es una pérdida de 270 millones de dólares, según el informe del Instituto Emisor.

Cabe señalar, a propósito de este debate, que esa cifra equivale aproximadamente a 13 mil viviendas sociales o a 1.350 escuelas modulares, como las que se están instalando en las ciudades afectadas por el terremoto.

Otro dato que debe tenerse presente, con motivo del número de festivos, es que si nos remitimos a la tabla de feriados de los 27 países miembros de la OCDE, se llega a la conclusión de que Chile es una de las dos naciones que figuran con la mayor cantidad de ellos.

Me parece que esos dos antecedentes son importantes para ilustrar este debate.

Muchas gracias.

El señor GÓMEZ (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Bianchi.

El señor BIANCHI.-

Señor Presidente, en realidad, no puedo esperar del Banco Central un informe que sea distinto al estrictamente económico.

Me hubiese gustado mucho contar con antecedentes fidedignos que precisaran cuánto sirve a la familia, a una persona que ha trabajado todo un año, el tener un momento de esparcimiento con sus seres más queridos.

En fin, no quiero entrar a debatir esta materia sobre la base de quién hace el discurso más o menos populista, más o menos realista. Concurrí con mi firma para reponer la indicación del Ejecutivo y abrir debate acerca de lo que ya habíamos discutido hace un par de días en la Comisión de Gobierno.

Efectivamente, tal como lo señaló el Honorable señor Andrés Zaldívar , cuatro parlamentarios votamos a favor de dar un día festivo más en beneficio de las familias de nuestro país.

En tal sentido, actué con cierta lógica pensando en las familias de Regiones, fundamentalmente en las de las zonas más extremas. Por ejemplo, un alumno que estudia en el área central del país y debe trasladarse a Magallanes durante esos días feriados debe contar a lo menos con una opción más, y tener la oportunidad de compartir ese mediodía o ese día con sus padres, con sus hermanos, con su familia. En cuanto al tema económico, hay una situación que no es menor. Los beneficios que genera en el turismo dentro del país el tener un día más feriado es algo que todavía -por lo menos a mí- nadie me lo ha demostrado con un cálculo preciso y exacto.

Sin duda, la Independencia de Chile no se logró con más asados ni con más o menos fiestas, sino con esfuerzo, con trabajo.

Si bien entiendo que estamos en un año especialísimo, intentando recuperarnos del terremoto y del maremoto, también es cierto que se celebra el Bicentenario de nuestra vida independiente. Es una oportunidad para el esparcimiento, para la recreación. Claro que esto último, desde el punto de vista económico, no vende. Probablemente, no son cifras que puedan interesarle al Banco Central o a alguien que esté abocado estrictamente a lo económico y que no aprecia todo lo trascendente y necesario que es a veces poder compartir.

Además, me parece que el viernes, tal como lo establece el Estatuto Administrativo, a partir del mediodía, el sector público va a estar celebrando con empanadas, con "candola", con vino, con asados, situación que también se replica mucho en la esfera privada.

Por lo tanto, lo queramos o no, ese día va a ser -o por lo menos la mitad de él- absolutamente aprovechado y no perdido con el inicio de las celebraciones de nuestro Bicentenario.

Por consiguiente, ¿dónde se halla el perjuicio? En aquellas actividades que deberán desarrollarse como de costumbre en un día tan trascendente e importante, como es la celebración de los 200 años de vida independiente, pues para el empleador la hora trabajada costará el doble. ¡Esa es la situación!

En el orden económico, ese día tendrá un efecto más negativo para el empleador que para el trabajador, quien deberá sacrificar horas que perfectamente pudo haberlas compartido con los seres más queridos, más cercanos. El empleador se verá más afectado, pues la hora laboral valdrá el doble y, por ende, el trabajador obtendrá un aumento en sus remuneraciones.

El país no para, no frena, no se detiene: sigue desarrollando sus actividades.

Me preocupa, por ejemplo, quienes se desempeñan en el sector público y deben realizar algún tipo de actividad ese día. Aquí hemos hablado del sector privado, pero no de todas las mujeres y hombres que laboran en el ámbito público, los cuales también requieren una compensación económica. Pienso en el personal que trabaja, sea feriado o no, en los hospitales, en fin. Hay empleados que, existiendo o no un momento especial como el Bicentenario, realizan funciones públicas importantes, por ejemplo, la PDI, Carabineros, etcétera.

Desgraciadamente, el Estado de Chile tampoco hace un reconocimiento -como yo quisiera- a esos funcionarios.

Repito, señor Presidente . Firmé para que se repusiera la indicación del Ejecutivo en el ánimo de abrir un debate que definiera si es o no conveniente para el país dar este feriado.

En el orden económico, hay teorías que sostienen que no lo es; algunas, que lo es; y otras, que no es tan perjudicial.

No obstante, me centraría fundamentalmente en el verdadero beneficio que, desde el punto de vista humano, este feriado aporta, en lo que significa para una persona disponer de un día más, de un mediodía más, a fin de poder compartir con sus seres más cercanos, más queridos, aun cuando efectivamente en el ámbito económico no reporte un gran beneficio.

Pero, sin duda, en un año especial como este no deja de ser importante que tengamos una mirada social y no económica frente a la materia.

He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Letelier.

El señor LETELIER.-

Señor Presidente , quiero partir valorando el tono de la conversación planteado por el Senador señor Larraín . Efectivamente, el asunto que nos ocupa no es para rasgar vestiduras, como algunos han querido insinuar al señalar que quienes expresan una opinión en determinada dirección versus otra son buenos o malos; ¡son propatria o vendepatrias; están a favor del progreso o impiden que el país tenga 13 mil viviendas o 4 hospitales!

Lo digo con todo respeto.

Escuché acá la explicación del Ejecutivo -que fue quien provocó el debate con el envío de un proyecto para otorgar un día feriado- en cuanto a que el costo de la iniciativa implicaba mucha plata. Entonces, cabe preguntarse: ¿Para qué la presentó?

Sobre el punto, me sumo a la reflexión hecha por el Senador señor Bianchi , en orden a tomar en cuenta los elementos económicos, pero también los de naturaleza intangible que son tremendamente valiosos: la unidad de la familia, el festejo de fechas propias de la identidad nacional, el reconocimiento de que en este año contamos con menos feriados y días sándwiches que en otros años. Respecto de esto último, el Honorable señor Allamand se dio el tiempo para hacer un estudio que me parece responsable.

Por eso, parto diciendo que no es bueno descalificar a quienes defienden una u otra posición, pues ambas son sumamente legítimas.

Inicialmente, tenía dudas sobre el proyecto, señor Presidente . Consideraba que otorgar dos días feriados podría ser excesivo. Pero cambié mi visión después de mirar diferentes estadísticas.

En lo personal, nunca he entendido cómo el Banco Central llega a las conclusiones que hemos conocido. ¡Nunca lo he entendido!

¡Hoy día, luego de escuchar al querido Ministro Larroulet , me siento super tranquilo respecto del debate sobre el royalty...!Por lo dicho,este impuesto recaudaría el equivalente a dos días feriados y el Gobierno está regalando uno; o sea, la mitad del aporte del royalty. Parece que la discusión sobre aquel tributo la podremos hacer en un clima más constructivo.

Por otra parte, al menos en los aspectos económicos que he analizado, se observa un sector tremendamente favorecido por las vacaciones o los feriados de este tipo: el turismo interno. Creo que este dato económico nunca se considera cuando se realizan tales evaluaciones.

Me refiero al turismo que se orienta a la unificación de la familia. Esta tiende a unirse en muy pocas fechas en nuestro país. Una de ellas es el 18 de septiembre. A diferencia de otras naciones, el día que nos evoca la Independencia constituye una ocasión de encuentro familiar y de potenciación del turismo interno, lo que estimo sumamente relevante.

Pero hay una segunda razón, señor Presidente , que me llevó a cambiar de opinión, y guarda relación con el comportamiento práctico de las personas. Declárese o no feriado legal el viernes 17 de septiembre, algunos se tomarán el día igual. No obstante, no tiene ese mismo derecho, en caso de no darse el feriado, la gente que vive de un sueldo: los trabajadores, el hombre sencillo, el pequeño, el desprotegido.

Ese es el motivo de fondo que me llevó a cambiar el parecer.

Efectivamente la Administración Pública tendrá la mitad de ese día libre. ¡En buena hora que así sea! Es una conquista -no un regalo- consagrada en el Estatuto Administrativo.

Trabajadores independientes y sectores medios con cierto nivel de ingresos van a poder tomarse ese viernes o pedirlo. Pero no así, la gente sencilla, de trabajo; las personas que todos representamos aquí y a las que les asiste el mismo derecho a descansar y a estar con sus familias.

Señor Presidente , pienso que en esta iniciativa debemos valorar otros elementos y no limitarnos solo a la discusión sobre el valor económico, como se planteó en un momento.

Si ofendí a alguien con mi tono inicial, pido disculpas. No fue esa mi intención. Solo espero que a quienes sostenemos opiniones en determinada dirección no se nos tilde de no querer el progreso del país. Porque no es así.

Algunos creemos que, para otorgar este tipo de feriados, se deben considerar otros beneficios tremendamente importantes: la unidad de la familia, el turismo interno y la igualdad ante la ley.

Por lo mismo, soy muy partidario de la indicación -propuesta, entiendo, por el Senador señor Allamand - tendiente a asegurar que los trabajadores que están obligados a laborar en tales días feriados reciban una compensación económica; o sea, que a las personas que no pueden dejar de desempeñarse esos días en ciertos lugares (cines, restoranes, bombas de bencina) se les premie por trabajar.

Señor Presidente, anuncio que votaré a favor de la iniciativa.

En mi opinión, ella busca proporcionar un momento de festejo. La vida no está hecha solo de trabajo. También es celebración y reconocimiento de lo realizado en estos 200 años de vida independiente. Sentirnos orgullosos como país, más allá de nuestras diferencias, y proyectarnos hacia el futuro en forma constructiva también ayuda mucho.

Por lo demás, la propuesta también permite aumentar la productividad en el empleo. Está demostrado que cuando se dan ciertos beneficios, los trabajadores después vuelven con más ahínco a laborar.

He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Allamand.

El señor ALLAMAND.-

Señor Presidente , antes de hacer algunos comentarios con relación al tema en debate, deseo sumarme a las expresiones del Senador señor Letelier relativas a la gran claridad con que el Honorable señor Larraín fijó los términos de este intercambio de puntos de vista.

En efecto, aquí no existe una cuestión de principios en juego por la que haya que rasgar vestiduras, ni se trata de un asunto por el que debamos cortarnos las venas. Es simplemente una materia opinable, donde debieran prevalecer los argumentos racionales más que otra consideración.

A mi juicio, existen varias razones sólidas para promover la idea de conceder dos días feriados.

En primer lugar, está el número total de festivos.

En este punto lo único que he hecho es remitirme a un informe elaborado por la Biblioteca del Congreso, que señala que el año pasado hubo 15 días feriados -ello, porque no coincidieron con los domingos-; que en este tendremos solamente 11 (cuatro menos), y que en el próximo se registrarán 12. En consecuencia, si se agregan los dos feriados sugeridos, aún estaremos bajo la cota de los que hubo durante 2009.

Se ha argumentado que este es un año excepcional por causa del terremoto. Pero, si adoptáramos ese razonamiento en su cabalidad, debiéramos hacerlo extensivo al tiempo que nos tome recuperarnos de las consecuencias de dicha catástrofe.

En resumen, el número de feriados para este año considerando los dos que proponemos incorporar es menor que el que tuvimos en 2009, y se mantendrá absolutamente dentro del promedio.

En segundo término, está lo relativo a la equidad a la que se refirió el Senador señor Letelier y que fue objeto de discusión en la Comisión.

Efectivamente el sector público contempla en el Estatuto Administrativo trabajar el día anterior al feriado solo hasta mediodía. ¿Qué sucederá en el ámbito privado? Objetivamente, habrá discriminación. Quienes -por así decirlo- no tengan que cumplir jornada obviamente se tomarán la misma liberalidad que existe en el servicio público. ¿Y quiénes serán los únicos que deberán laborar? Precisamente los trabajadores que carecen de cargos gerenciales en las empresas y se encuentran sometidos a un horario.

Por lo tanto, desde el punto de vista de la equidad, lo razonable es, sin duda, tratar a todos de la misma manera.

En tercer lugar, tengo la impresión de que el argumento que dice: "Si damos el viernes 17 feriado, los festejos van a partir el día jueves" es exagerado. En esta materia, señor Presidente , se debe razonar con la lógica del sentido común de las personas.

Cuatro días es tiempo suficiente. Y si -como espero- finalmente se aprueban el viernes y el lunes, tanto las empresas como el sector público se van a organizar: el jueves se trabajará normalmente y el viernes, en vez de un escenario a mitad de camino, en que los funcionarios públicos van a llegar a las 9 de la mañana y a las 12 dejarán de trabajar y donde se va a registrar la referida situación de inequidad en el sector privado, simplemente será ocupado por la gente en su descanso de modo razonable, evitándose esta especie de -por así decirlo- tira y afloja.

Por último, tocante a la situación de inequidad que afecta a los dependientes de comercio, lamento de veras la posición del Ejecutivo. Tal vez haya todavía una oportunidad en la Comisión Mixta. A veces en esta instancia se arreglan muchas cosas. Creo, entonces, que esa será una ocasión para reconsiderar con objetividad el problema que afecta a aquellos trabajadores.

Aquí hay que distinguir dos tipos de situaciones, señor Presidente .

El Senador Bianchi , con razón, hacía mención de un grupo específico de trabajadores: la gente que debe atender en los servicios de urgencia de los hospitales o en los servicios de utilidad pública.

Efectivamente, tales personas deben laborar los días domingo. Pero -¡atención!- eso es desde el principio parte de la regla general. Toda persona que entra a trabajar en un servicio de emergencia que debe preocuparse, por ejemplo, de que se mantenga el suministro eléctrico sabe que en determinadas oportunidades tendrá turno un día domingo. Por lo tanto, de alguna manera, ya sea en las negociaciones colectivas o al momento de establecerse la remuneración, se considera esa circunstancia.

¿Pero qué pasa con los dependientes de comercio? Tienen una situación muy especial, pues son los únicos trabajadores que deben o pueden laborar durante los días mencionados. Y no estamos hablando de los comercios pequeños, de los almacenes -porque en tales casos la regla general es que los atienden sus propietarios, las cónyuges de estos, ya que se trata de negocios familiares-, sino del retail, de los supermercados, de las grandes tiendas.

¿Qué sucede con los trabajadores de las grandes tiendas, por ejemplo? Tienen una situación especial, pues deben o pueden laborar -y en la práctica lo hacen- dos domingos al mes, como máximo -por ende, su situación es distinta de la del resto de los trabajadores-, pero no reciben pago excepcional ni extraordinario y no son compensados de forma adecuada.

En el hecho -y esto es lo que estamos proponiendo con, entre otros, el colega Tuma-, ¿qué ocurre hoy en las cadenas del retail, por ejemplo -olviden que se trata del 18 y del 19 de septiembre-, en una semana cualquiera con un feriado un jueves y otro un domingo? En ese caso, ¿qué puede hacer el empleador?Le puede abrir al dependiente, por el jueves que era feriado y que debió trabajar, un abanico de posibilidades. Por ejemplo: "Escoja: o se toma, en compensación, un día de descanso durante la semana siguiente, o trabaja el jueves y se lo pago como día extraordinario".

Entonces, es lamentable que el Ejecutivo no se abra a considerar esa situación.

¿Qué va a ocurrir, señor Presidente ? Los trabajadores -y es cosa de mirar: este mes las ventas del comercio han saltado como nunca antes- van a tener que laborar el viernes y el lunes. En consecuencia, según la opción que consigna actualmente la ley, podrían tener dos días feriados, o bien, laborar y recibir pago extraordinario.

Presumo, señor Presidente , que se darán dos días feriados y que no se van a pagar -al revés de lo que correspondería, en mi opinión- como extraordinarios a los únicos trabajadores que estarán laborando el viernes y el lunes para que, entre otras cosas, todos puedan ir a los supermercados.

Entonces, estamos planteando algo de sentido común, que se halla contemplado hoy en nuestra legislación. Es una alternativa existente. Lo único que decimos es: "Que, en esta circunstancia especial del Bicentenario, a los dependientes de comercio que deban trabajar los días viernes y lunes se les pague por su esfuerzo excepcional como si se tratara de días extraordinarios".

¿De qué estamos hablando? De un 5 por ciento de aumento remuneracional, el que perfectamente podrá ser absorbido por las grandes cadenas del retail y por los supermercados con el incremento de ventas que van a experimentar.

Por consiguiente, hay argumentos sobrados para que el feriado del Bicentenario sea de cuatro días. Y, francamente, creo que el Ejecutivo debiera atender estas razones que se formulan -tengo la fundada sospecha de que se reiterarán en la Cámara de Diputados-, para simplemente establecer algo que es de justicia: que a los factores de comercio, las únicas personas que habrán de trabajar en la circunstancia excepcional del Bicentenario, se les compense su mayor esfuerzo.

He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Ruiz-Esquide.

El señor RUIZ-ESQUIDE.-

Señor Presidente , tiendo a pensar, al igual que el colega Larraín , que esta no es una cuestión de vida o muerte, ni tampoco una controversia teológica de mayor magnitud.

Por consiguiente, considero que podemos hacer las cosas previendo algunas ideas generales a fin de saber qué resulta mejor para el bien común, que es la suma de todos los incumbentes en determinado momento frente a este tipo de propuestas.

Si el asunto hubiera sido considerado por la Sala solo de esa manera, estimo que ya habríamos votado. Pero se ha registrado un debate que es bastante más serio. Y, como es bastante más serio, permítanme referirme a algunos de sus aspectos.

Primero, ¿a quién favorecen estos feriados y a quién perjudican, en mi opinión?

Benefician a la familia, cualquiera que sea su constitución. Si hay una relación razonable entre sus miembros, la favorecen al permitir que estén juntos dos, tres, cuatro días.

Perjudican al Estado, o más bien al país, en términos de que, como se ha dicho, se pierde cierta cantidad de ingresos que podrían alterar las finanzas, por distintos conceptos, y que, en consecuencia, es bueno no perder.

En seguida, ¿cuáles son los argumentos?

Primero, qué es lo prioritario para los Senadores que estamos votando.

¿Es realmente la familia? ¿Acaso el bienestar? ¿Estamos pensando en Chile, que hay que trabajar para vivir o vivir para trabajar?

Porque cada vez que se plantea un asunto de cualquier orden que tenga que ver con relaciones de este tipo -lo voy a señalar aunque me tilden de majadero-, y también cuando se toca lo del posnatal, la respuesta es "No, porque dificulta la consecución de trabajo".

Pienso que, con las limitaciones lógicas del buen criterio, estamos para vivir y no solo para trabajar.

Además, a quienes cuentan con la posibilidad de tomar los cuatro días, y además sin necesidad de gastar mucho dinero, no les importa la cantidad, pues igual se los van a tomar todos. No imagino a alguna de las personas más ricas de este país preguntando si puede hacer uso de viernes, sábado, domingo y lunes: se va a tomar todos los días.

Por lo tanto, estamos poniendo las limitaciones a los dependientes.

El Senador Allamand señaló que hizo una propuesta que el Ejecutivo no puede acoger porque no está en su línea.

Aquella es también una realidad: o hacemos que toda la gente tenga las mismas ventajas, o tendremos dificultades permanentemente.

Por eso, señor Presidente , voy a votar que sí al viernes y al lunes, para que, sumados al sábado y al domingo, haya cuatro días.

Alguien podrá decir -y el Ministro tiene toda la razón- que eso significa una pérdida, cuyas cifras no son claras. No es lo mismo hablar de 300 millones de dólares que de 90 millones de dólares.

Pero, sí, es legítimo introducir otro factor: "Si usted no quiere dar ese tiempo porque ello significa una pérdida económica para el país, ¿hay otra posibilidad de recoger ese mismo dinero por mecanismos que no sean tan ominosos" -según se ha dicho- "como esto de estar cuatro días sin trabajar?".

Desde hace muchos años vengo formulando un planteamiento; no logré concretarlo en los Gobiernos de la Concertación. Y me llamó la atención que días atrás el señor Ministro de Hacienda , mientras conversábamos aquí, me señalara que no le preocupaba mayormente el hacer un esfuerzo por que las instancias bancarias -cualquiera que sea su nombre- también puedan ser limitadas en sus ingresos y utilidades, que, obviamente, son exageradas para el nivel de ganancias de las personas.

Como buen democratacristiano, tengo profundo respeto por la propiedad privada, y entiendo que ella debe estar también al servicio del bien común. Respeto asimismo -lo digo con franqueza- a los empresarios que trabajan, que generan dinero, que con sus manos y esfuerzos hacen cosas por nuestro país. Pero no tengo ningún respeto por el sistema bancario, pues, objetivamente, creo que solo efectúa un intercambio de dinero que lo lleva a utilidades -según veía en un diario- monumentales y que escandalizan cuando uno las compara con el aumento del salario mínimo en equis pesos tras un gran debate.

Hago aquí una observación que es casi anecdótica, señor Presidente .

¿Quién está planteando hoy en el mundo remirar los spreads bancarios o las utilidades? Un gobierno conservador en Inglaterra. No se trata ni de la Rusia soviética anterior, ni de los Gobiernos de la Concertación, a los que se acusaba de estatistas, sino de Cameron, un hombre de Derecha que gana porque formula planteamientos como ese. Y ahora está proponiendo algo que hasta la más ortodoxa de las iglesias reconoce como necesidad ética a todas luces.

Por eso, señor Presidente, me alegra y me parece bien que se haga ver la conveniencia de un debate un poco más serio.

Para mi gusto, gastamos dinero porque no prevemos las grandes fallas y los enormes problemas que aquejan a nuestro país. Todos los días aparece en los medios de comunicación cuánto cuesta la delincuencia juvenil. Todo eso se puede prevenir. Y también, las cosas exóticas que hemos planteado algunos en el caso del posnatal, que todo el mundo considera lógicas.

En verdad, debemos procurar la felicidad de las personas.

En Chile, señor Presidente , 20 por ciento de la población tiene depresión. Y ello sucede porque estamos en un modelo de competencia inusual. Cuando una persona debe trabajar mucho más que otra para poder competir, se genera una depresión brutal por la incapacidad de lograr lo que ahora se ve como el máximo de la felicidad: tener dinero. Porque, desgraciadamente, la felicidad no se busca por la vía tranquila, sino por la de cuánto gana uno y cuánto el otro.

En esa línea, pienso asimismo que alguna vez habremos de ponerle el cascabel al gato en el caso de la droga, que hoy tiene a los jóvenes abusando de su salud.

Nunca hemos enfocado en la dirección correcta el mencionado problema. En más de una oportunidad he escuchado al Senador Orpis y a otros colegas referirse a él. Y lo menciono sin pretensión ninguna de que podamos hacer algo sobre el particular. Porque, entre droga, depresión, en fin, hay quienes se preocupan de si gastamos un poco más en una medida como la que se está proponiendo para que la gente descanse más.

En tal sentido, ¿vamos a mantener el criterio permanente -no solo de las bancas de Gobierno, sino también de muchos sectores de la propia Concertación- de que lo único que importa es ganar dinero y, por ende, simplemente trabajar donde cada peso que obtiene el más pobre se multiplica por 20 o por 30?

He dicho hasta la majadería que la diferencia de ingresos en nuestro país no se puede seguir tolerando, señor Presidente.

Le pedí a la Comisión de Hacienda -para no ser yo quien hablara de estas cifras- que me hiciera un cálculo a ese respecto. Me respondió que el señor que en Chile tiene una fortuna de 1.500 a 2.000 millones de dólares gana en un año lo que a quienes perciben el sueldo mínimo les costaría 2 mil 226 años de trabajo.

En ese marco, no me parece adecuado fijarnos en pesos más o en pesos menos cuando estamos haciendo un esfuerzo objetivo por la felicidad de una familia, en lo cual, por lo demás, no estamos teniendo éxito; porque, si bien el sueldo mínimo se incrementa porcentualmente más que lo que aumenta la inflación, nadie -debemos reconocerlo- se va a hacer rico con él.

En consecuencia, creo que no habremos realizado más que un intento para que todos tengamos una vida más tranquila, más grata. Porque los chilenos, a lo menos por la constatación hecha en el ámbito de la psiquiatría social, no están precisamente felices.

He dicho.

El señor PIZARRO ( Presidente ).-

Antes de otorgarle la palabra a la Senadora señora Rincón, debo señalar que se me solicitó abrir la votación.

El señor LONGUEIRA.-

Manteniendo los tiempos.

El señor PIZARRO ( Presidente ).-

No, porque primero tendríamos que votar la indicación renovada por diez señores Senadores.

La señora ALLENDE .-

Todavía no abra la votación, señor Presidente , pues faltan las intervenciones de muchos colegas sobre la idea de legislar.

El señor ROSSI .-

Así es.

El señor PIZARRO ( Presidente ).-

No hay acuerdo, entonces.

Tiene la palabra la Honorable señora Rincón.

La señora RINCÓN.-

Solo quería pedir que se abriera la votación, señor Presidente .

El señor PIZARRO ( Presidente ).-

No hubo acuerdo, Su Señoría.

Tiene la palabra el Honorable señor Longueira.

El señor LONGUEIRA.-

Señor Presidente , en ningún momento dudé de cómo votar frente a este proyecto. Al tomar conocimiento de que en la Cámara se incorporó un segundo día a las festividades del Bicentenario, desde el inicio tuve claro que iba a pronunciarme afirmativamente.

Mi aproximación a estas materias -no es primera vez que debemos resolver sobre una norma de esta naturaleza- es en el sentido de que los feriados le hacen bien al país. Tengo una visión muy distinta de la de quienes miran este tipo de situaciones solo desde el punto de vista de las cifras. Y, por cierto, no comparto la magnitud ni los efectos de las aquí entregadas.

Nunca he presentado un proyecto de ley para establecer un feriado. Voté a favor cuando debimos pronunciarnos en cuanto al cambio de varios de ellos para evitar los días sandwiches. Por lo tanto, no me siento ni haciendo demagogia ni populismo. Muy por el contrario. Porque, según algunas encuestas, habría más gente a favor de tres días que de cuatro.

En todo caso, no me aproximo a la solución por ninguna de esas razones.

Lo que debemos decidir, señor Presidente , es si se justifica o no que este país tenga, en el año del Bicentenario, tres o cuatro días para celebrar esa fecha tan emblemática, tan especial para los chilenos. Y la verdad es que no abrigo ninguna duda -jamás la tuve- sobre cómo votar.

Creo que, en una nación trabajólica -Chile lo es-, los fines de semana son ocasiones en que se hace vida familiar. Aquellos que deben desplazarse a distintas Regiones para seguir sus estudios -lo vemos frecuentemente- aprovechan esos días para visitar a sus padres, a sus demás familiares.

Especialmente en el año del terremoto, me parece que el argumento es doble. Y no comparto lo que se ha dicho aquí en el sentido de que, por ser el año del terremoto, hemos de ser más cuidadosos. Muy por el contrario: si tal es la visión del Ejecutivo, me sorprende que en el proyecto sobre financiamiento de la reconstrucción no se haya propuesto eliminar algunos feriados, si es tanto lo que dejamos de recaudar a causa de ellos.

Por lo tanto, tampoco considero justo ni válido que aquí se plantee lo que se puede hacer con los días feriados. Porque, si esa es la línea argumental del Gobierno, la verdad es que podríamos haberles echado mano a varios de ellos para realizar muchas más cosas.

No me parece que aquella sea la forma de debatir respecto a un día que se halla vinculado a otras motivaciones, que tiene efectos diferentes. Entre ellos, no solo el de permitir el reencuentro de la vida familiar, sino también el de originar bastante turismo interno.

Aquí no se ha dicho algo, señor Presidente : el turismo interno genera una gran redistribución del ingreso. Los fines de semana largos son tal vez los que permiten a muchas pymes y pequeños comercios tener entradas que contribuyan a un mayor dinamismo en varias Regiones y en muchas actividades familiares y pequeños emprendimientos. Por lo tanto, creo que se justifica celebrar el Bicentenario con cuatro días.

Si revisamos la última década, resulta excepcional que el 18 y 19 de septiembre hayan caído en sábado y domingo. Lo que ocurre es que se ha dispuesto de tres, cuatro, cinco e incluso más días si finalmente esas fechas correspondieron a martes y miércoles.

Para decir las cosas como son, ¿quiénes disfrutan de días sándwich cuando se presentan? Una vez, en una discusión como la actual, pregunté por qué no considerábamos una indicación en el sentido de que solamente podría haber feriado en aquellas empresas donde los ejecutivos se lo tomaran. Porque si ellos trabajan, que lo haga todo el mundo. Ese beneficio, entonces, es para algunos y no para todos.

Creo, por lo tanto, que el perfeccionamiento que determinamos en el pasado al trasladar varios feriados que coincidieran con martes o jueves a lunes o viernes le hizo bien de alguna forma al país y se tradujo en que los fines de semanas largos fueran más bien compartidos por todos.

Me parece, honestamente, casi de mal gusto destacar que quienes nos pronunciemos a favor de un día más estaremos restando recursos para reparar los daños del terremoto o para viviendas. A mi juicio, esa no es una argumentación seria, señor Presidente .

Por mi parte, nunca dudé acerca de cómo votar en relación con el proyecto, en especial porque el año en curso registra ocho feriados de lunes a viernes y cuatro en sábados -como aquí se ha observado, son doce días-, siendo el que exhibe menos en la década. Y ello coincide con el hecho de que en 2010 se cumple el Bicentenario.

En consecuencia, no me parecieron bien el planteamiento de que la votación a favor no incide en una cuestión de principios ni las descalificaciones de cualquier tipo. Pero estimo muy importante que la discusión se dé en el mérito de lo que estamos resolviendo.

Si, finalmente, la medida causara tanto impacto, considero que en el año del Bicentenario se justificaría, entonces, fijar como feriados el lunes y el viernes y eliminar otro menos relevante. Opino que los chilenos preferirían que mantuviéramos con ese carácter el viernes 17 y el lunes 20 y que suprimiésemos otro. Ello, si se "cae" el país por agregar feriados en un período tan significativo.

No me parece correcto el anuncio de un veto en el caso de aprobarse lo anterior. Propongo al Ejecutivo que, si se llegara a acoger la idea de celebrar de buena forma el Bicentenario con cuatro días feriados, se echase mano a otro de menor significación -repito- como contrapartida. Pero creo que los chilenos preferirían celebrar como corresponde, en un año excepcional, nuestras Fiestas Patrias.

Y, por último, señor Presidente , quisiera expresar que no miraría el asunto con la pasión o el análisis de una derrota o una victoria. Me parece completamente transversal el tema, respecto del cual cada uno puede mantener una opinión. Creo que, en términos generales, no nos distinguimos por ser un Congreso que anda por el país ofreciendo feriados durante el año. Muy por el contrario. Juzgo que hemos actuado siempre con mucha seriedad en la materia.

Sinceramente, pienso que los cuatro días feriados le hacen bien al alma de Chile, a la familia, a todos. Y estimo que no se tiene que dramatizar por la buena decisión que tomó la Cámara de Diputados para los efectos de celebrar el Bicentenario con un día adicional, en este caso el viernes.

Por las razones expuestas, voy a votar en contra de la indicación y por mantener el criterio que aprobaron en esta materia la otra rama del Congreso y nuestra Comisión.

El señor PIZARRO (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Rossi.

El señor ROSSI.-

Señor Presidente , algo que comparto con el Senador señor Longueira en relación con el punto que nos ocupa es que no se trata de un proyecto que divide entre los buenos, que están por la justicia, y los malos, que están por la injusticia. Esta es una iniciativa en donde median muchos criterios y factores por considerar. A algunos les pesarán más ciertos elementos, y a otros, los restantes.

Por mi parte, voy a votar igual que en la Comisión de Gobierno: a favor de la propuesta original del Ejecutivo, tendiente a otorgar un día.

Porque insisto en que todos estos argumentos pueden ser tremendamente cuestionables. Ahora la Derecha critica porque apoyamos al Gobierno...

El señor NAVARRO .-

¡Ello se pega...!

El señor ROSSI.-

Entiendo que el argumento de la catástrofe y el del complejo año que estamos viviendo -venimos saliendo de una crisis económica de gran envergadura- son rebatibles. ¡Qué duda cabe! Pero no son menores. Porque se podría plantear que se pierden 200 millones o 300 millones de dólares, pero los señores Senadores se fijarán en que cuando hacemos referencia a entregarles regalías a las grandes mineras, como la invariabilidad tributaria hasta 2025 -imagino que se puede contar con que el señor Ministro de Minería llegará de Sudáfrica al debate de mañana-, estamos aludiendo a 600 millones de dólares. O sea, la mitad de los recursos que se recaudarían, eventualmente, con esta última propuesta se podrían obtener en caso de evitarse un día de feriado adicional.

Le encuentro mucha razón a mi Honorable colega Ruiz-Esquide cuando afirma que toda la energía de los políticos debiera volcarse en procurar la felicidad de los demás seres humanos. Considero que todos los chilenos -y, en general, el hombre y la mujer- buscan la felicidad en la vida e intentan desarrollarse plenamente, en armonía con el universo. Y el trabajo es una parte esencial de la existencia. Por tanto, el análisis respecto de si este genera desarrollo humano actualmente en Chile, de si las circunstancias en que se efectúa son óptimas y de si permite el potenciamiento de cada persona corresponde a otro debate. Porque, indudablemente, ahí tendremos presentes cuáles son las condiciones laborales; los indicadores existentes respecto del desarrollo o no del individuo en cada actividad económica. Pero esa no es ahora la cuestión. A mi juicio, el asunto es ver hoy día con criterio qué es lo correcto. Y estimo sinceramente que la propuesta original, dada la situación que estamos viviendo, es del todo razonable.

Creo que los ritos son importantes. El Bicentenario es una fecha relevante, pero cuya conmemoración no me parece que se relacione con cuántos días otorguemos de feriado. Porque, si fuera así, entonces cabría dar la semana completa, para asignarle efectivamente todo el realce que se requiere a una fecha tan significativa para el pueblo chileno.

Sí deseo consignar que comparto la propuesta de los Senadores señores Allamand y Tuma en orden a tratar de equilibrar o, más bien, de "emparejar la cancha", para que los efectos de los feriados les lleguen a todos los sectores. No parece justa la situación que vive la gente del comercio, para la cual finalmente incluso no significa ningún beneficio uno de esos días. Entiendo que la indicación pertinente fue declarada inadmisible, pero sería tremendamente interesante que la proposición de mis Honorables colegas a favor del comercio fuera acogida por el Ejecutivo y pudiese ser presentada -al menos, en lo que respecta al Senador que habla- para los efectos de contemplarse un día de feriado, como fue el planteamiento original de este último.

He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente).-

Tiene la palabra la Honorable señora Allende.

La señora ALLENDE.-

Señor Presidente , hemos estado debatiendo desde hace un rato acerca de un tema opinable, como es obvio, y que no dice relación a ningún sesgo ideológico ni posición política, ni mucho menos a un punto de vista extremo, sino respecto del cual simplemente uno va inclinándose según lo que siente.

Deseo consignar muy claramente que los dos días propuestos le harán bien al país por muchas razones. Aquí ya se ha señalado en forma reiterada que este año calendario, no solo caen el 18 y 19 de septiembre en sábado y domingo, los cuales presentan la connotación especial del Bicentenario, sino que, además, registra muchos menos feriados que lo normal, en comparación con 2009.

En seguida, se ha mencionado una cantidad, muy fría, cuyos fundamentos no tengo claros -ignoro cómo el Banco Central puede hacer referencia con tanta precisión a 240 y tantos millones o 260 millones de dólares, supuestamente-, porque creo que algunos sectores sí se activarán, como el turismo, incluido el interior, lo que hizo presente, con razón, el Senador señor Longueira .

Pero no solo concurren esas consideraciones, señor Presidente . En Chile rige, en forma clara, una de las jornadas laborales más extensas, aunque no sé si ello se traduce necesariamente en mejor productividad. Y no se trata únicamente de eso, sino también de que, para poder cumplirla, mucha gente debe ocupar al menos un par de horas, como la que se traslada en un transporte público malo, en llegar al trabajo y volver.

Si uno considera la realidad de esas razones, sociales y familiares, empieza a comprender por qué, en condiciones tan excepcionales y con menos aprovechamiento de feriados, los días 17 y 20 de septiembre ostentan plena legitimidad.

Sin embargo, además existen otros factores. Todos sabemos que en ese período las escuelas normalmente dan vacaciones, lo que a menudo resulta muy difícil conciliar a las madres trabajadoras con hijos en edad escolar. Ello, por cierto, nos ha preocupado muchas veces.

Quisiera, entonces, mirar el asunto desde esa perspectiva y desde la correspondiente a numerosas familias que sufrieron el terremoto y quedaron devastadas emocionalmente, pues es muy importante que esas personas puedan disponer de algunos días para mejorar su estado de ánimo y sentirse un poco más relajadas luego de momentos tan traumáticos. Y lamento que en el proyecto de ley sobre reconstrucción no se aceptara una indicación de la Cámara tendiente incluso a destinar recursos para el apoyo emocional. Si algo necesitan mucho nuestros compatriotas es eso, después de lo que se ha vivido.

En consecuencia, presenta plena legitimidad la perspectiva de compartir, de juntarse, de disponer de más tiempo, de compensar a muchos lo que han sufrido, pues ello tiene una razón de ser, por lo que ya hemos explicado. Esa es la razón que me lleva a votar a favor -por lo tanto, en contra de la indicación- de lo que despachó la Cámara de Diputados.

Sin embargo, también quiero pensar -y estimo muy importante que analicemos el punto de alguna manera- que compartimos el deseo de sentir que, como país, ponderamos el hecho de que las Fiestas Patrias caen en sábado y domingo, lo que normalmente no sucede.

No abrigo duda alguna de que, como aquí se señaló, existe en la Administración Pública un derecho ganado en la materia, que algunos -no necesariamente todos- empiezan a aplicar también en el mundo privado y que establece ya una diferenciación respecto de quienes pueden trabajar medio día el viernes previo. Entonces, no tiene mucho sentido lo que estamos discutiendo, porque todos entendemos que si una persona entra a las nueve de la mañana y a las doce empieza legítimamente el feriado, es mucho mejor programarse y determinar que el viernes tiene esta última calidad -el jueves se trabajará en plenitud, por lo tanto-, a lo cual se agregará el lunes.

Mas deseo detenerme en algo que me llama la atención: el Gobierno no quiere escuchar, lo que hasta excluye a un Senador de su propio sector. Creo que lo expresado, con toda seriedad, por el Honorable señor Allamand presenta un tremendo fundamento. Y le encuentro toda la razón, pues la situación resulta extraordinariamente injusta para los trabajadores del comercio.

No estamos haciendo referencia al negocio familiar ni a la microempresa -todos sabemos que, para poder sostenerlos, sus propios integrantes normalmente atienden y se turnan-, sino a las grandes empresas del retail,las cuales, además, son conocidas por contar con más de cien razones sociales, en algunos casos.

Ese es otro asunto, pero espero que alguna vez el Senado pueda discutirlo con seriedad, porque no me parece legítimo que, por esa vía, se impida el proceso de asociación, el de sindicalización, el de negociación colectiva. Ello, en verdad, constituye un tema complejo.

De a poco, por ejemplo, hemos logrado clarificar el término "sueldo". Porque, con frecuencia, se trabaja sobre la base de un mínimo, en la medida en que existen comisiones de por medio. Y es gente que, francamente, se halla sujeta a horarios tremendos, como han podido advertirlo los señores Senadores, ya que no se trata solo de las horas de atención continua, sino que también debe quedarse, en el caso del sector del retail, para arreglar lo que se desordenó durante la jornada. Espero que alguna vez podamos debatir el punto.

Tiene razón el Senador señor Allamand al expresar: "¡Cómo van a ser estas personas las más perjudicadas!". En definitiva, si no vamos a darles el beneficio en análisis, entonces se enfrentarán a una obligación y una compensación extra y, evidentemente, no podrán tomarse el descanso.

Porque es cierto que, en otros niveles -digámoslo de una vez-, quienes no dependen de un horario, de un contrato de trabajo, cuentan con más posibilidades. Resulta obvio que ciertos ejecutivos, que quienes se desempeñan en algunos planos intermedios o que los ocupantes de puestos más altos, de dirección, se tomarán libre ese fin de semana. Y, normalmente, son los que pueden, además, escaparse de Santiago y llegar a una segunda casa, en forma legítima, de modo que les será posible disfrutar de los cuatro días.

Por lo tanto, quisiera que el Ejecutivo -aunque en este minuto no se encuentra presente el Ministro señor Larroulet - escuchase los argumentos entregados por el Senador señor Allamand , los cuales me parecen muy legítimos, y que ojalá se abriese a la posibilidad planteada. Porque la declaración de inconstitucionalidad resta a nuestras facultades -ellas fueron cercenadas considerablemente en la Constitución de 1980- y nos deja con las manos muy amarradas. A veces, no es posible aplicar iniciativas bastante legítimas y con un buen fundamento, porque simplemente se declaran inconstitucionales. Esta última es otra cuestión, pero también espero que en alguna ocasión podamos debatirla.

Reitero, señor Presidente , que me gustaría que el Ejecutivo se abriera a la posibilidad referida y que retomásemos la indicación, la cual va a hacer justicia e impedirá la inequidad actual. Porque cualquiera de nosotros que haya conversado con un trabajador del comercio sabe perfectamente bien cuáles son las condiciones en que muchas veces trabaja, como lo hemos señalado: con sueldos muy bajos, dependiendo solamente de comisiones y, además, en situaciones de inequidad, pues es muy difícil llevar a cabo un proceso de sindicación cuando existe un centenar de razones sociales, lo que siempre ha impedido organizarse y, mucho menos, pensar en una negociación colectiva.

Todas estas razones, en verdad, más bien apuntan al sentido común de valorar el tiempo de esparcimiento.

Aquí se hizo presente que Chile es uno de los países con mayor número de feriados, en comparación con otros pertenecientes a la OCDE. Es posible que sea cierto. Pero el señor Ministro omite un aspecto que ya mencionamos: las largas jornadas laborales, sin considerar el tiempo de desplazamiento, que es de dos horas de ida y vuelta. Mis Honorables colegas ya han considerado lo que ello significa para el núcleo familiar, así como también el costo de pasar prácticamente doce horas fuera de la casa, que lo afecta, evidentemente.

Y lo que no se ha comparado es el número de días de vacaciones, caso en que la cuestión es distinta. Chile seguramente se encontrará en una zona mediana, pero no será el que registre la mayor cantidad, pues otros países de la OCDE tienen muchos más.

Entonces, cuando se entrega un número, me gustaría que el panorama fuese completo. Porque no se puede mostrar solo la cifra que golpea, entre comillas, y consignar un número de feriados, sin decir nada sobre las vacaciones, cuestión no menor cuando nos referimos a la integridad familiar, las posibilidades de esparcimiento, la recuperación de energías que implica el descanso anual de los trabajadores de cualquier sector.

Por todas esas razones, señor Presidente , sería muy bueno que el Ejecutivo entendiera que quienes vamos a votar a favor lo haremos pensando en el bienestar de la gente y no en los fríos números que se indicaron. Además, no sé si estas cifras tienen el sustento que se ha querido demostrar, y probablemente son bastante engañosas.

En consecuencia, creo que valdría la pena abrirse a pensar seriamente lo que significa que los días 17 y 20 de septiembre sean feriados.

El señor PIZARRO (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Navarro.

El señor NAVARRO.-

Señor Presidente , el debate no radica en la existencia de dos días feriados, sino de medio día feriado. Porque, en definitiva, se trata solo de la tarde del viernes 17.

Me explico.

Todos los funcionarios públicos disponen por ley de la República (artículo 71 del Estatuto Administrativo) de feriado administrativo. Y en las empresas privadas se produce un efecto dominó, porque los trabajadores llegan a acuerdo con sus empleadores a fin de gozar de lo que algunos denominan un día "sándwich", es decir, ajustan el feriado.

Lo más extraño de esta discusión es que quienes tienen algún poder de decisión sobre la materia no van a trabajar en las fechas en cuestión. Y dudo que lo hagan los que debaten sobre si los chilenos laboran o no. Por lo tanto, la materia es analizada por los que igual se van a tomar esos días.

Señor Presidente , creo que se debe colocar el acento en un punto más de fondo: el Informe sobre el Desarrollo Humano en Chile 2009, del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) señala que el chileno trabaja 53 horas como promedio a la semana, lo que supera en 17 por ciento las 45 horas establecidas por nuestra legislación.

¿Se acata la ley laboral en Chile? Es cierto que el Congreso, con el voto de todos nosotros, redujo la jornada laboral de 48 a 45 horas. ¿Pero ella se cumple en la práctica? ¡No! Se han usado las más diversas artimañas para vulnerar los derechos de los trabajadores del comercio: en el retail,en París, Falabella y en todas las grandes tiendas. La semana corrida que aprobó este Parlamento tampoco se aplica; se deniega, recurriendo a la triquiñuela, al camino corto.

Entonces, cuando las Naciones Unidas expresan que en el país se trabajan 53 horas y no las 45 que dispone la legislación laboral, significa que alguien está violando, incumpliendo la ley.

En tiempos pretéritos, en la universidad, conocí acerca de los "Mártires de Chicago". Algunos de los presentes recordarán su historia. El 1° de mayo se celebra el "Día Internacional de los Trabajadores", en memoria de la gesta llevada a cabo para el establecimiento de una jornada laboral de 8 horas.

¿Cuántos trabajadores de mi patria laboran 8 horas diarias? ¿Los de los municipios?

El señor LETELIER .-

¡No es así!

El señor NAVARRO.-

Tal vez. El resto tiene jornadas de 10 a 12 horas, o incluso más, y muchas veces sin recibir el pago de horas extraordinarias. Porque la legislación laboral es extremadamente débil, y no permite defender esos derechos.

Tengo la certeza de que el Gobierno está preocupado de que Chile no pierda dinero si hay un día menos de trabajo. Sin embargo, con la misma fuerza debería haberles pedido a los Intendentes y a los Ministros que trabajaran y no se fueran al Mundial de Fútbol. Porque, si se pretende dar un ejemplo en el sentido de que hay que laborar 24 por 7; es decir, 24 horas durante 7 días a la semana, aquello no resulta lo más adecuado.

Chile tiene 15 días feriados anualmente, pero este año solo serán 11. Y la celebración del Bicentenario implica una actividad que hace crecer la economía. Para el Centenario -creo que lo dijo la Senadora Rincón- el feriado fue de una semana. Hubo otros acontecimientos, por cierto.

De otro lado, ha llegado la hora de poner una dosis de cordura en lo concerniente a la familia.

El Producto Interno Bruto es el indicador que mide el desarrollo económico. Y les solicito que repasemos las palabras del Presidente Sarkozy y de Stiglitz , Premio Nobel de Economía , quienes dijeron que deberíamos avanzar hacia un Índice Nacional de Felicidad para evaluar si efectivamente los países que se desarrollan son más felices. En verdad, la mayoría de los economistas del Fondo Monetario Internacional opinan que las naciones que más crecen son infelices, porque tienen mayor competencia y, tal vez, sienten envidia de que otras posean más que ellas.

Paradójicamente, países como México y Colombia registran índices de felicidad superiores a los británicos y a las principales economías mundiales.

Por tanto, medir el Índice de Felicidad Nacional podría significar un esfuerzo interesante respecto a cómo podemos evaluar nuestra preocupación por la familia.

Señor Presidente , voy a apoyar el establecimiento de dos días feriados, porque estimo que representa una oportunidad. ¡Chile merece un respiro! Este ha sido un año tremendamente difícil, no solo para las zonas devastadas por el terremoto y el maremoto, sino, además, para quienes han realizado trabajos voluntarios y emprendido grandes esfuerzos.

Bien vale la pena hacer un alto en estas Fiestas Patrias para descansar y estar más tiempo junto a la familia.

Yo formulo aquí una apelación concreta en favor de que quienes tienen que viajar puedan pasar más tiempo con sus seres queridos. Numerosas personas de mi Región se han ido a trabajar al norte, a las zonas mineras, y otras al sur. Ellas deben movilizarse durante muchas horas para estar algún tiempo con su familia.

A mi juicio, el tiempo y los ingresos -entre comillas- perdidos pueden recuperarse con mayor eficiencia. Y deberíamos llevar a cabo un debate acerca de cómo podemos mantenerla y elevarla en lo que resta del año, en vez de si brindamos un feriado más o uno menos a los chilenos.

¡Más eficiencia, no más trabajo! Este debería ser el lema central.

Sabemos que nuestros compatriotas laboran en exceso, demasiado, y alguien no cumple la ley.

En consecuencia, señor Presidente, el debate debe centrarse en la aprobación de los días feriados, y en las contradicciones surgidas a partir de lo que yo he planteado.

¿Por qué se trabaja más de lo especificado en la legislación laboral? ¿Por qué discutir si se perderán 200 ó 300 millones de dólares si se acuerdan estos feriados, cuando se halla claramente demostrado que la gente que tiene posibilidades de compartir y ser feliz, que dispone de mayor tiempo para el ocio creativo y puede disfrutar más de la vida no vive para trabajar sino que trabaja para vivir?

Ese debería ser el concepto: trabajar para vivir. Uno labora para conseguir los elementos básicos para subsistir. No vive para trabajar, como les ocurre a cientos de miles de chilenos que le dedican a su empleo muchas horas de su familia y de su crecimiento personal.

Entonces, este no es un debate entre trabajadores y flojos, o entre perezosos y activos. Se trata de un debate respecto a cómo hacemos que el país sea más eficiente, no necesariamente trabajando más, sino teniendo mejores condiciones de empleo. Y estas pasan por un elemento básico: el recurso humano. Es decir, no solo las máquinas deben estar disponibles para laborar -bien aceitadas y con buena mantención-, sino también las personas, que tienen que estar en condiciones óptimas para hacerlo.

Queridos colegas, tomemos esta iniciativa como una oxigenación necesaria después de un año extraordinariamente complejo: de mucha tensión y estrés a raíz del Mundial de Fútbol, y de todo el terror provocado por el terremoto y el maremoto.

Por consiguiente, la posibilidad de que los chilenos dispongan de un día más de descanso debe ser bienvenida. Porque les permitirá a las familias relajarse y disfrutar.

Si algunos desean trabajar, que lo hagan. Nadie se los va a impedir. Pero queremos que a los trabajadores de las multitiendas, del retail y de las grandes empresas comerciales se les otorguen condiciones especiales. Porque como estos feriados no son obligatorios, o son transables, muchos de ellos igual deberán laborar.

Me gustaría que se acogiera lo propuesto en la Cámara de Diputados en el sentido de hacer invendibles, intransables, obligatorios los dos días feriados. De no ser no ser así, en diversos lugares se alcanzarán acuerdos y numerosos empleados trabajarán, particularmente, en el sector servicios, en el comercio.

Por ello, no será un feriado justo. Y ojalá podamos revisar el punto.

Votaré a favor de lo planteado por la Cámara de Diputados, y en contra de la indicación. Pues estoy a favor de los dos días feriados, y de extender este beneficio en forma intransable a los trabajadores del comercio.

He dicho.

¡Patagonia sin represas, señor Presidente!

El señor GÓMEZ ( Vicepresidente ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Orpis.

El señor ORPIS.- 

Señor Presidente, tal como se ha sostenido en el curso del debate, esta materia es eminentemente opinable. Y lo digo pensando sobre todo en el Bicentenario. Porque no se trata de un feriado igual al resto, sino de uno en torno a ese acontecimiento, sobre el cual todos tenemos miradas distintas.

En lo personal, mi visión es diferente de la que se ha expresado aquí acerca del Bicentenario.

Lo que me dice el país de cara al Bicentenario es que existen grandes desafíos pendientes. Basta ver lo que ocurre en las áreas de educación, de salud y en todas las que hay enormes deficiencias. Esto no se soluciona con la cultura del feriado, sino con esfuerzo, con sacrificio, con constancia, con rigor.

Desde ese punto de vista, señor Presidente, en general soy enemigo de los feriados, porque al final estos constituyen señales.

Si los señores Senadores leen la Cuenta que se entregó hoy, advertirán que en su texto aparece una moción que declara feriado el 24 de junio, en homenaje a los pueblos originarios de Chile.

Es decir, hoy no solo se analiza el establecimiento del feriado que nos ocupa, sino el de otro más.

Pienso que resulta necesario desterrar definitivamente la cultura del feriado, y asumir la del sacrificio. Es el mejor homenaje que le podemos rendir al país de cara al Bicentenario.

¿Por qué se caracteriza el Bicentenario, señor Presidente ? ¿Por señales de esta naturaleza? ¡No! Pero siento que actualmente se encuentra en el debate de la opinión pública si vamos a tener un día más o uno menos de feriado.

A mi juicio, señor Presidente , la presente discusión constituye el peor favor que se le puede hacer al Bicentenario, porque todo gira en torno al festivo. Aquí se ha debatido mucho sobre él, pero a mí me preocupa, por ejemplo, que los índices de productividad nacional han bajado enormemente en el último tiempo. Y eso significa que no estamos trabajando bien.

Soy uno de lo que suscribieron la indicación que se formuló, la cual, en mi opinión, va más allá de este feriado en particular.

Me gustaría que en este Bicentenario nos caracterizáramos, no por la cultura del feriado, sino por la cultura del rigor, la cultura del trabajo, la cultura de hacer las cosas bien. Y para eso deberíamos haber acotado la iniciativa a lo verdaderamente indispensable.

En estricto rigor, con el lunes 20 es suficiente. Porque -como se ha planteado-, si también fuera festivo el viernes 17, los festejos empezarían el día anterior ya que los funcionarios públicos partirían el mediodía del jueves. Y eso provocaría un efecto dominó en el sector privado.

Reitero que el peor favor que le hemos hecho al Bicentenario es debatir acerca de un día adicional de feriado. Yo espero que la reflexión respecto a este acontecimiento radique en cuestiones diferentes: qué hemos realizado bien; cómo podemos retomar la cultura del rigor, del sacrificio, del esfuerzo. Y ello, evidentemente, va en contra de la cultura del feriado.

He dicho.

El señor GÓMEZ (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Quintana.

El señor QUINTANA.-

Señor Presidente, no cabe duda alguna de que este debate es transversal, y de que los distintos puntos de vista expuestos son todos muy serios.

El señor Ministro señaló recién que se estima que dos días sin producción representan una pérdida de, aproximadamente, 600 millones de dólares para el país. Y también expresó que parte de los ingresos provenientes de la productividad va, directa o indirectamente, a la reconstrucción.

Entonces, yo me pregunto: ¿por qué aquí no se formula ningún cuestionamiento, ni por los parlamentarios oficialistas partidarios de los dos días feriados, ni por el Secretario de Estado mencionado, en cuanto a que el Fisco dejará de percibir recursos que también van a la reconstrucción?

¿No será que el Gobierno se convenció de que 600 millones de dólares constituyen poca plata para los efectos de la reconstrucción del país? ¡Estamos hablando de lo que Chile produce en dos días...! Es la misma cantidad que se propone pedirles a las grandes empresas mineras para la reconstrucción. ¡Nada más que eso!

En cuanto a las celebraciones por el Bicentenario, el festejo previo ya se realizó, en parte, cuando nuestra Selección Nacional de Fútbol jugó los partidos con Suiza y con España. Creo que ahí los chilenos disfrutaron casi como si estuvieran conmemorando el Bicentenario. O tal vez más. Y algo se dijo por ahí en el sentido de que las pérdidas por los medios o cuartos de días no trabajados podrían ser del orden de los 300 millones de dólares.

Quizá alguien diga: "Queremos más festejos, más celebración". Pero si consideramos lo que deberemos aprobar o rechazar mañana: el ingreso mínimo, también se podría manifestar: "¡Pucha, 170 mil pesos es repoca plata para celebrar...!"

Claramente, existen argumentos para todos los lados. Y no hay una mirada muy coherente de parte del Gobierno.

No es bueno aludir solo a la eventual pérdida de 600 millones de dólares. Es preciso apuntar -así lo ha hecho la totalidad de los Senadores- a una línea de mayor seriedad, en cuanto a cómo poner en la balanza lo que el Bicentenario significa para el país y la necesidad de festejarlo, en medio, incluso, de la polémica suscitada con relación a obras emblemáticas del Bicentenario; de los cuestionamientos del Gobierno respecto de aquellas que se hicieron o no en la Administración anterior; en fin. No sé si el clima del Gobierno de unidad se encuentra tan presente en esta celebración del Bicentenario.

Insisto: ¡170 mil pesos de ingreso mínimo mensual son poca plata para pensar en más festejos!

Sin embargo, señor Presidente, quiero centrar la atención en un par de aspectos que no se han abordado acá.

Aumentar en dos días los feriados implica desconocer que 154 personas murieron desde 2005 hasta 2009 solo a causa de accidentes de tránsito en Fiestas Patrias.

En efecto, en 2005 fallecieron 20 personas; en 2006, 42; en 2007, 41; en 2008, 28; en 2009, 23.

Y en el feriado del último fin de semana largo, que no fue de Fiestas Patrias, murieron 17 personas.

Lo anterior, naturalmente, se halla muy asociado al consumo de alcohol, a accidentes por exceso de velocidad, a todo lo que sabemos.

La información que acabo de dar es oficial y fue entregada por Carabineros y por la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (CONASET).

O sea, en el mismo momento en que analizamos el establecimiento de un día adicional de feriado, sabemos que por tal motivo -no digo que lo originaremos nosotros- al menos fallecerán 7 u 8 personas más. Y no creo que se desee esto para la conmemoración de nuestro Bicentenario.

En otra línea de argumentación, muchas personas de las zonas afectadas por el terremoto y el maremoto -en mi Región, fundamentalmente de Angol, Traiguén, Renaico y de Collipulli- me han expresado: "¡Senador, qué tanto tenemos que celebrar!"

Imagino cómo será en los lugares más devastados, donde murieron más de 500 personas. Esas familias, más que celebrar, quieren reconstruir; quieren respuestas del Gobierno; quieren soluciones a sus problemas de vivienda, las cuales no han llegado, y que no se les sigan mojando las mediaguas, que necesitan impermeabilización.

¡Esas son las respuestas que se requieren del Estado, pero estas no llegan!

Un último punto, señor Presidente , tiene que ver con los trabajadores del comercio. Más allá de que en el Senado aprobemos como feriado solo el lunes 20 de septiembre, o adicionalmente el viernes 17, lo cierto es que no habrá una homologación de ese beneficio para quienes laboran en establecimientos comerciales. Porque el Gobierno no accedió a la petición de los Senadores Allamand y Tuma de patrocinar -condición indispensable- la indicación que lo posibilitaba.

Por lo tanto, se consagrará un sistema donde habrá trabajadores de primera y de segunda clase. Y resulta claro que estos últimos serán los del comercio, que no tendrán derecho a tal beneficio, establecido por ley -su espíritu era justamente aplicarlo en este tipo de ocasiones- dos años atrás.

Para concluir, señor Presidente , quiero manifestar que represento en el Senado a la Región de La Araucanía, donde, como se sabe, la población mapuche es predominante, muy relevante. Y ahí mucha gente me dice: "Mire, don Jaime , aquí no tenemos mucho que celebrar. Nosotros fuimos anexados, por la vía de la pacificación o como se quiera interpretar esto desde el punto de vista de la historia, recién en 1881. Y, además, hace tres días celebramos nuestro Año Nuevo".

Por su parte, el Gobierno sostiene acá que en Chile no hay muchos feriados legales en el año. Nada le costaba dar el patrocinio al proyecto de ley que hace mucho tiempo se encuentra en la Cámara de Diputados para que el 24 de junio de cada año sea declarado feriado como el Día de los Pueblos Originarios, con lo cual se agregaría uno más al calendario, satisfaciendo a aquellos que afirman que es baja la cantidad de este tipo de asuetos.

Insisto: muchos sectores del país consideran que hay poco que celebrar y mucho que reconstruir. Por eso, la propuesta inicial del Ejecutivo me parece suficiente.

En consecuencia, por las razones que señalé -especialmente me hace mucha fuerza la alta accidentabilidad del tránsito en un fin de semana largo-, votaré a favor de la indicación del Ejecutivo en cuanto a declarar como feriado solo el día lunes 20 de septiembre.

El señor GÓMEZ ( Vicepresidente ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Muñoz Aburto.

El señor MUÑOZ ABURTO.-

Señor Presidente , la gran mayoría de los Senadores que me precedieron en el uso de la palabra durante esta tarde se han mostrado de acuerdo con la propuesta aprobada en la Cámara de Diputados que declara feriados legales los días 17 y 20 de septiembre de 2010, para lo cual esgrimieron diversas razones que, en su esencia, comparto.

Es evidente que nuestro país se halla en una situación bastante especial: va a celebrar el Bicentenario de la República para lo cual se realizarán muchas actividades que -como afirma el mensaje- tienen por finalidad profundizar nuestra identidad nacional y rescatar varias tradiciones que, en forma común y corriente, se llevan a cabo los días 18 y 19 de septiembre de cada año.

¿Por qué debemos aprobar dos feriados? Porque, como ya se dijo en la Sala, quien gana es la familia, pues esos días van dirigidos a que el núcleo familiar -fundamental en toda sociedad y particularmente en la chilena- tenga ese reencuentro, que es muy difícil de conseguir debido a la conflictiva situación económica por la cual atraviesa el país.

Asimismo, se ha manifestado que debiéramos hacer más sacrificios. Yo comparto esa tesis, siempre que ello vaya en aras del desarrollo del país. Todos debiéramos hacerlos; pero soy partidario de que ello sea bien compensado. No podemos pedir que hagan esfuerzos a compatriotas que ganan el salario mínimo, el cual el Gobierno acaba de fijar en 172 mil pesos.

Entonces, debemos ser consecuentes. Podemos demandar sacrificios a las chilenas y chilenos, siempre y cuando reciban su debida compensación.

Por otra parte, señor Presidente, me parece necesario dejar constancia -como expresaron también otros Honorables colegas-, de que Chile tiene la jornada laboral más extensa del mundo, cuyo cumplimiento no es debidamente fiscalizado ni controlado por los organismos correspondientes.

Por eso -como sostuvo anteriormente el Senador señor Navarro - en el país no se trabajan 45 horas semanales, sino más. Y no resulta admisible exigir esa cantidad de horas semanales, porque no hay un riguroso control, el que tampoco se logrará en los próximos meses.

Sin embargo, deseo detenerme en el hecho de que en el texto aprobado en la Cámara de Diputados se señala que los trabajadores del comercio tendrán los mismos derechos que establece la ley Nº 20.215 durante los feriados obligatorios; es decir, el 1º de mayo, el 18 de septiembre, el 25 de diciembre y el 1º de enero.

Cabe recordar que la norma está dirigida fundamentalmente a los trabajadores del retail, por cuanto los supermercados permanecerán abiertos en las fechas indicadas, excepto el 18 de septiembre. En esta materia recojo la proposición formulada por el Senador señor Allamand , en el sentido de que, a mi entender, en Chile ya existe la costumbre de proveerse de alimentos en los supermercados durante los feriados. Y puede provocar problemas de desabastecimiento el que los empleados de comercio, que legítimamente debieran gozar de esos días de descanso, estuvieran haciendo uso de sus feriados legales los días viernes 17 y lunes 20 de septiembre.

Por eso, la mejor forma de resarcir a los trabajadores del sector comercio consiste en la propuesta formulada por el Senador señor Allamand , en cuanto a entregarles un incentivo, un porcentaje de su sueldo por horas extraordinarias, para que ellos vean que laborar los días 17 y 20 de septiembre les va a significar una compensación económica, ya que no pueden hacer uso efectivo de ese feriado obligatorio, como señalé anteriormente.

Por su parte, otras actividades de la economía nacional quedan excluidas del goce de este tipo de feriados; por ejemplo, los dependientes de las estaciones de expendio de combustibles, quienes, en forma permanente, han solicitado hacer uso de los feriados que se invocan en favor de los trabajadores del comercio, no ejercer turnos de noche y, por lo menos, asimilarse a las jornadas vigentes en otros países del mundo.

Es efectivo que en distintas partes del orbe hay estaciones de servicio automáticas que no requieren la participación de los tradicionales bomberos como sucede en Chile, como también que los supermercados no abren los días festivos. No obstante, es cierto que otras naciones tienen menos feriados en comparación a los que registra nuestro país.

En consecuencia, anuncio que votaré a favor de la propuesta de la Cámara de Diputados, porque fundamentalmente se trata de un par de feriados que ayudarán a quienes hacen posible el desarrollo nacional. La familia chilena -en especial la de sectores tan dañados por los efectos del terremoto, ya sea desde el punto de vista material o sicológico- necesita este descanso como una forma de reparar emocionalmente lo que ha sufrido.

Y para el resto de los chilenos estos feriados implican un reencuentro con los seres queridos, con la chilenidad y con todo lo que significa nuestro Bicentenario y la celebración de los 200 años de República independiente. Todo esto merece un marco adecuado, el cual está garantizado por la propuesta formulada por la otra rama legislativa.

El señor PIZARRO (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Girardi.

El señor GIRARDI.-

Señor Presidente , en Chile siempre hemos puesto el énfasis en la productividad, la competitividad, el trabajo y más trabajo.

Y eso me parece muy bien.

No obstante, el problema de nuestro país no radica en que la gente no trabaje, sino todo lo contrario. Si uno analiza la situación desde la perspectiva de la salud mental, se dará cuenta de que Chile evidencia uno de los índices más altos del mundo en angustia, no solamente en las mujeres. El 40 por ciento de ellas sufre de tal trastorno. Somos el primer consumidor de benzodiazepinas en el planeta. Y en nuestro país la angustia se expresa en los hombres a través de otros síntomas: por ejemplo, experimentan un alto consumo de alcohol. Además, tienen como consecuencia de lo mismo -y no lo digo por nadie en particular- una alta prevalencia de disfunciones sexuales, como eyaculación precoz y otras. Somos un país que vive en la depresión.

Creo que a Chile le falta justamente gozar de la vida, tener mejor calidad de vida, alegría.

En salud podemos tener diferencias con los países desarrollados que han alcanzado altos estándares. Si bien en las naciones europeas la edad de jubilación es a los sesenta años, ello se está discutiendo por la crisis en que se encuentran. Pero la jornada laboral en Francia es de 35 horas. Evidentemente, se trata de un avance de esas sociedades, que implica, entre otras cosas, que los padres puedan estar más con sus hijos. Se busca que esas sociedades alcancen un concepto de crecimiento que no tenga que ver solo con el PIB, sino también con desarrollo personal, con humanidad, con integridad, con afecto, con progreso de la familia y de las personas. Creo que en Chile el concepto de crecimiento es demasiado unilateral.

En un país excesivamente trabajólico como Chile -donde falta la alegría, en el cual la jornada laboral es extenuante, donde a los trabajadores casi ni siquiera se les respetan sus feriados legales-, decir que para celebrar el Bicentenario resulta excesivo agregar dos días feriados, me parece absolutamente contradictorio con lo central, con el desarrollo integral del país.

Chile no se va a desarrollar solo desde el punto de vista del PIB ni incentivando competitividad, individualismo y más trabajo, sino cuando también estimulemos el sentido de comunidad, respeto por el otro, una visión más altruista y donde también apostemos a la calidad de vida de las personas.

No veo problema en esto para cuando la nación celebre 200 años de vida independiente. Porque muchos de los que poseen más dinero se toman vacaciones, y son los empleados los que deben trabajar en las empresas. Además, porque estimo que siempre el viernes es un medio día perdido.

Entonces, no tengo complejo alguno en manifestar que me parece una muy buena medida -en especial para la salud mental de nuestro país, dadas sus características- que haya dos feriados más.

Votaré que sí.

El señor PIZARRO (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Lagos.

El señor LAGOS.-

Señor Presidente , no podría estar más de acuerdo en esta oportunidad con el Senador Girardi, así como en otras materias.

Al final del día, nos encontramos ante un problema que a veces da para tratarlo más jocosamente, pero se trata de algo serio, porque hay varias cosas en juego.

En primer lugar, acojo de manera muy responsable lo dicho por el Ministro Larroulet en el sentido de que, dado el año de reconstrucción en que nos encontramos, esta medida implica un costo económico para el país. Así lo manifestaron también otros señores Senadores que me han antecedido en el uso de la palabra.

Sin embargo, y con todo lo que está puesto encima de la mesa, a mi entender, también nos encontramos ante un feriado especial: el Bicentenario. Pienso que al respecto huelgan palabras. Pero tenemos la mala fortuna de que la festividad sea en un sábado y un domingo.

El Gobierno, con algo de criterio, frente a la situación descrita propone un día festivo adicional.

Ahora bien, los chilenos trabajan mucho, aunque estoy de acuerdo en que tal vez su productividad media sea baja. Pero no creo que la mejoremos con un día de trabajo, dadas la capacitación y la expertise que tienen los recursos humanos en Chile.

Por otro lado, en un aspecto más de fondo, es necesario decir que el país posee un número importante de feriados. Pero en el 2010 habrá menos que en muchos años anteriores. Y lo que hace la propuesta no es sino restablecer lo que ya existe.

Si alguien posee dudas respecto al número de festivos, entonces legislemos derechamente para reducirlos, pero de manera integral y no siguiendo esta política caso a caso. Se hizo un esfuerzo en el pasado para que algunos feriados que caían en medio de semana se trasladaran al lunes más próximo. Pienso que sigue pendiente una discusión acerca de cómo abordar lo relativo a los festivos. Y, entonces, de nuevo nos encontramos con esta legislación ad hoc, especial para un caso concreto, que además conlleva los derechos laborales de importante número de trabajadores chilenos en cuanto a si se les aplican o no ciertos beneficios o si deben laborar o no durante los días feriados que se acuerden.

Señor Presidente , voy a aprobar estos dos días festivos adicionales. Daré mi voto a favor, porque represento a la Región de Valparaíso, la cual padece serios problemas de desempleo y graves dificultades económicas. Y en el suma y resta no me cabe duda de que un día adicional de feriado le significará ingentes cantidades de recursos económicos, mayor actividad, más ocupación de las plazas hoteleras, un significativo número de jóvenes trabajando como meseros y una superior actividad distributiva. Y todo eso va en beneficio de la Región que represento.

En consecuencia, no me pierdo en ello.

Ojalá, en algún minuto, tengamos la capacidad de analizar una moción que mire de manera integral la materia, proyectándonos, por qué no, en el tiempo. Ya sabemos cuáles son los días que caen feriados en el calendario, y en el futuro podemos legislar para lo que ocurrirá en materia de festivos en los próximos dos, tres, cuatro o cinco años.

Por último, echo de menos que el Gobierno -más que una indicación para que haya un solo día feriado- hubiera mantenido los dos días festivos -estoy pensando en voz alta-, pero al mismo tiempo planteara una compensación para recuperar las horas perdidas, al menos en el sector público. Por ejemplo, se podría haber propuesto que en un lapso de dos semanas o un mes se extendiera la jornada laboral en algunos minutos y así recuperar en cierta forma -porque sé que no es lo mismo- las horas que dejen de trabajarse.

El señor PIZARRO (Presidente).-

Ofrezco la palabra.

Ofrezco la palabra

Cerrado el debate.

Entonces, procederemos a pronunciarnos sobre la indicación.

El señor LARRAÍN.-

Primero debe votarse el proyecto, señor Presidente.

El señor PIZARRO (Presidente).-

No, nos pronunciaremos acerca de la indicación.

El señor LARRAÍN .-

Pero no está aprobada la iniciativa en general.

El señor PIZARRO (Presidente).-

Lo que sucede es que el proyecto se encuentra en discusión general y particular a la vez.

El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-

Si no me equivoco, hay que votar primero la indicación, que es contraria al texto de la iniciativa.

El señor LARRAÍN .-

Si todavía no está aprobado el proyecto, ¿cómo nos vamos a pronunciar acerca de indicaciones? Primero debe votarse en general. ¿Cómo vamos a votar indicaciones si no hay proyecto?

El señor COLOMA.-

Se debe aprobar la idea de legislar.

El señor LARRAÍN .-

¿Cómo vamos a votar una indicación si la iniciativa no está aprobada?

El señor NOVOA.-

Primero hay que votar en general y después, en particular.

El señor LARRAÍN .-

Señor Presidente , la Sala no ha aprobado el proyecto. En consecuencia, para votar la indicación ha de pronunciarse primero acerca del informe de la Comisión y aprobar o no la idea de legislar. Una vez que eso se produce tiene lugar el análisis de la indicación.

El señor WALKER (don Patricio) .-

Así es.

El señor LARRAÍN .-

¿Cómo se va a votar una indicación si todavía no se encuentra aprobado el proyecto en general?

Señor Presidente , creo que corresponde votar el informe de la Comisión, y al texto que ella propone se le pueden formular indicaciones. Ya se renovó una. Correspondería pronunciarse sobre ella una vez aprobado el proyecto en general.

El señor CHADWICK .-

¡Habría que repetir el debate...!

El señor PROKURICA .-

¡Sí...!

El señor PIZARRO ( Presidente ).-

Señor Senador, tenemos una diferencia, porque el artículo 127 establece la discusión en general y en particular a la vez. Habla de los proyectos de Fácil Despacho, de los que tengan urgencia calificada de discusión inmediata, de aquellos de artículo único que, a proposición de la Comisión respectiva, determine el Presidente , y de las observaciones del Presidente de la República . Después señala: "No se considerarán de artículo único aquellos proyectos que, no obstante comprender un solo artículo, contengan disposiciones relativas a distintos temas".

El proyecto es de artículo único, por lo que se vota en general y en particular.

Más adelante, el artículo 166 establece la forma en que se vota. Dispone: "Corresponde al Presidente fijar el orden en que deberán votarse las proposiciones pendientes, ajustándose, en lo posible, a lo siguiente:..."

El señor COLOMA .-

Pero no es de artículo único.

El señor PIZARRO ( Presidente ).-

"1º La cuestión de inadmisibilidad a discusión o votación;

"2º La de aplazamiento temporal de la consideración del asunto;

"3º La del envío o vuelta a Comisión del asunto;

"4º La petición de antecedentes;

"5º La cuestión previa;

"6º Las indicaciones incompatibles con la proposición original, y

"7º Las demás indicaciones.".

Planteo el tema. Yo sé que aquí hay varios señores Senadores expertos en el Reglamento. Pero lo que pasa es que, si aprobáramos en general y particular el texto contenido en el informe de la Comisión, no podríamos pronunciarnos respecto de la indicación renovada, porque inmediatamente quedaría despachado el proyecto, que es del todo contrario a aquella.

El señor LARRAÍN .-

Ese punto lo resuelve el artículo 126 del Reglamento, señor Presidente , que usted mismo acaba de leer.

El señor NOVOA .-

Efectivamente, dicha norma prevé la situación.

El señor PIZARRO ( Presidente ).-

Bueno, se procederá a votar en general la iniciativa.

Después nos pronunciaremos acerca de la indicación renovada.

En votación la idea de legislar.

El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-

¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?

El señor PIZARRO ( Presidente ).-

Terminada la votación.

--Se aprueba en general el proyecto (35 votos afirmativos).

Votaron las señoras Allende, Alvear, Matthei, Pérez ( doña Lily) y Rincón y los señores Allamand, Bianchi, Cantero, Chadwick, Chahuán, Coloma, Escalona, Frei (don Eduardo), García, Girardi, Gómez, Horvath, Kuschel, Lagos, Larraín, Letelier, Longueira, Muñoz Aburto, Navarro, Novoa, Orpis, Pérez Varela, Pizarro, Prokurica, Quintana, Ruiz-Esquide, Sabag, Tuma, Walker ( don Patricio) y Zaldívar (don Andrés).

El señor ESPINA.-

Pido que se agregue mi voto favorable, señor Presidente.

El señor PIZARRO ( Presidente ).-

Quedará constancia de su posición en la Versión Oficial, señor Senador.

A continuación, corresponde votar la indicación renovada, que reduce de dos a uno los días feriados.

Quienes estén a favor de ella deben votar que sí, y los que estén en contra y, por tanto, por mantener el texto contenido en el informe de la Comisión, que no.

En votación.

El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-

¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?

El señor PIZARRO ( Presidente ).-

Terminada la votación.

--Se rechaza la indicación renovada (22 votos por la negativa y 15 por la afirmativa).

Votaron por la negativa las señoras Allende, Alvear, y Rincón y los señores Allamand, Bianchi, Cantero, Escalona, Frei (don Eduardo), Girardi, Gómez, Lagos, Letelier, Longueira, Muñoz Aburto, Navarro, Pérez Varela, Pizarro, Ruiz-Esquide, Sabag, Tuma, Walker ( don Patricio) y Zaldívar (don Andrés).

Votaron por la afirmativa las señoras Matthei y Pérez (doña Lily) y los señores Chadwick, Chahuán, Coloma, Espina, García, Horvath, Kuschel, Larraín, Novoa, Orpis, Prokurica, Quintana y Rossi.

El señor PIZARRO (Presidente).-

A objeto de no repetir la votación, propongo acoger la iniciativa en particular con el mismo resultado recién alcanzado, a la inversa.

El señor LARRAÍN .-

El proyecto ya quedó despachado, señor Presidente .

Al rechazarse la indicación, quedó revalidado el texto aprobado en general.

El señor PIZARRO (Presidente).-

No, señor Senador. Solo votamos la idea de legislar, a sugerencia suya. Ahora corresponde el pronunciamiento en particular.

¿Habría acuerdo para aprobar el texto de la iniciativa con la misma votación anterior, pero al revés?

El señor LAGOS.-

Sí, señor Presidente.

El señor NAVARRO .-

Sí.

--Por 22 votos a favor y 15 en contra, se aprueba en particular el proyecto, en los mismos términos en que fue despachado por la Comisión de Gobierno, y queda concluida su discusión en este trámite.

2.3. Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen

Oficio Aprobación con Modificaciones . Fecha 29 de junio, 2010. Oficio en Sesión 44. Legislatura 358.

?Valparaíso, 29 de junio de 2010.

Nº 428/SEC/10

A S.E. la Presidenta de la Honorable Cámara de Diputados

Tengo a honra comunicar a Vuestra Excelencia que el Senado ha dado su aprobación al proyecto de ley, de esa Honorable Cámara, que establece como feriados los días 17 y 20 de septiembre de 2010, correspondiente al Boletín Nº 6.919-06, con las siguientes enmiendas:

Artículo 1º.-

Ha sustituido, en su encabezamiento, el guarismo “1°” por el vocablo “único”.

Artículo 2º.-

Lo ha suprimido.

- - -

Lo que comunico a Vuestra Excelencia en respuesta a su oficio Nº 8.775, de 2 de junio de 2010.

Acompaño la totalidad de los antecedentes.

Dios guarde a Vuestra Excelencia.

JORGE PIZARRO SOTO

Presidente del Senado

CARLOS HOFFMANN CONTRERAS

Secretario General del Senado

3. Tercer Trámite Constitucional: Cámara de Diputados

3.1. Discusión en Sala

Fecha 06 de julio, 2010. Diario de Sesión en Sesión 47. Legislatura 358. Discusión única. Se aprueban modificaciones.

DECLARACIÓN DE FERIADO POR BICENTENARIO. Tercer trámite constitucional.

La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra ( Presidenta ).- Corresponde tratar las modificaciones introducidas por el Senado al proyecto de ley, iniciado en mensaje, que establece como feriados los días 17 y 20 de septiembre de 2010, con urgencia calificada de “discusión inmediata”.

Antecedentes:

-Modificaciones del Senado, boletín N° 6919-06, sesión 44ª, en 30 de junio de 2010. Documentos de la Cuenta N° 2.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Ricardo Rincón.

-Hablan varios señores diputados a la vez.

El señor RINCÓN.- Señora Presidenta , por su intermedio, señalo al diputado René Manuel García que no creo que ningún parlamentario quiera pedir feriado el mes completo.

Lo que hizo el Senado fue básicamente ratificar como feriados los días 17 y 20 de septiembre del presente año; es decir, la propuesta de la Cámara fue confirmada íntegramente por el Senado en lo referido a los días feriados.

Por lo tanto, esa materia ya está zanjada.

Sin embargo, la proposición del diputado Joaquín Tuma y otros colegas -lo señalo porque se debe ser fiel a la historia de este proyecto- respecto del cierre del comercio los días 17 y 20 de septiembre de 2010 fue rechazada por el Senado, razón por la cual la iniciativa volvió a esta Corporación en tercer trámite constitucional.

Permanentemente los diputados de la Democracia Cristiana le hemos pedido al Gobierno que tratemos esta materia como un asunto clave para la unidad del país, para el reencuentro de los chilenos; porque, además de ser una celebración de todos, éstas son las Fiestas Patrias del Bicentenario -ya de por sí especiales- y las del año en que se produjeron el terremoto y el maremoto más graves que han asolado nuestra historia. Además, se trata de una celebración que se realizará -lo ratifica el temporal de hoy, que obligó a cerrar el puerto- después de que muchas familias salgan de este crudo invierno, el cual no han pasado en buenas condiciones, producto del terremoto y posterior maremoto.

En consecuencia, estas fechas también serán una posibilidad de encuentro para las familias chilenas.

Por ello, siempre hemos pedido analizar este proyecto con un criterio lo más unitario posible, buscando los mayores acuerdos.

Por tal razón, los diputados de la Democracia Cristina -le consta a los integrantes de la Comisión de Gobierno Interior- bajamos nuestra propia moción que planteaba como feriado el 17 de septiembre para aprobar el proyecto, iniciado en mensaje del Presidente de la República , Sebastián Piñera , que proponía solamente el 20.

Retiramos nuestra propuesta para mantener incólume el mensaje presidencial y a él adicionarle el día 17, porque entendíamos que ése era el día menos productivo para el país, debido a que legalmente y desde hace mucho tiempo sólo se trabaja medio día.

Posteriormente, ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo presentamos una indicación, la cual fue aprobada por la Sala y refrendada por el Senado, que proponía declarar feriados los dos días: el 17 y el 20, planteamiento que recogía las ideas de los diferentes sectores para hacer un feriado de todos.

En esta materia deberíamos actuar de la misma forma; es decir, intentar considerar la totalidad de las proposiciones para hacer de éste un feriado de encuentro de todos los chilenos.

El colega Tuma -quien intervendrá en algún minuto- seguramente refrendará el hecho de que nosotros creemos que lo rechazado por el Senado, es decir, el cierre del comercio los días 17 y 20 de septiembre, es algo que perfectamente podemos discutir y, por tanto, revisar en Comisión Mixta para que, de no haber cierre, se efectúen las compensaciones económicas correspondientes a los trabajadores en reemplazo de esa alternativa. Es decir, buscar la solución en dicha línea que, por lo demás, es lo que se pretende hacer en el Senado mediante un proyecto de acuerdo transversal, el que -por esa misma transversalidad- seguramente será aprobado en dicha Cámara y que en lo medular propone pedir al Presidente de la República el envío de un proyecto de ley para establecer que los trabajadores del comercio que prestan servicios en jornada ordinaria durante los días feriados que se proponen, tengan derecho al recargo del 50 por ciento de sus horas ordinarias.

Por lo tanto, la idea de la mayoría -y espero que exista la unanimidad para ello- de la bancada demócrata cristiana es ir a una comisión mixta para buscar la mejor solución en el único punto que queda pendiente, pero con un ánimo de entendimiento, en consenso con el Gobierno, de manera de sellar un acuerdo de las dos Cámaras en pos de los trabajadores, de los comerciantes, del país y de unas Fiestas Patrias del Bicentenario para todos y por todos, como se merecen los chilenos.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Calderón.

El señor CALDERÓN.- Señora Presidenta , contextualizando la votación y dejando claro que el Congreso ya ha aprobado que serán feriados el 17 y el 20 de septiembre, pero precaviendo un eventual veto frente a esta decisión del Congreso, me referiré brevemente a la forma en que creo debe adoptarse tal medida.

Esta materia, de suyo opinable, ha sido objeto de múltiples encuestas y sondeos de opinión.

Ayer, un medio de circulación nacional señalaba que el 64 por ciento de los chilenos rechazaba un feriado de cuatro días, es decir, casi dos tercios de los encuestados preferían un día, sólo el 33 por ciento estimaban que las festividades deberían extenderse por cuatro días.

Se trató de un sondeo de opinión que se realizó telefónicamente entre 800 personas, con un margen de error de 3,5 por ciento.

Frente a la tendencia de tomar decisiones en políticas públicas basadas en encuestas de opinión, creí oportuno preguntarles a mis electores qué pensaban sobre el feriado del Bicentenario. Y, “sorpresivamente”, me encontré con una respuesta que difiere bastante de los sondeos de opinión de algunos medios de comunicación.

Es más, para verificar la exactitud de los datos que recabé, debo señalar que realizamos la encuesta tanto en terreno como telefónicamente.

¿Cuáles fueron los resultados? De un total de 968 personas encuestadas en terreno, en cuatro de las seis comunas que componen el distrito que represento y que corresponden al 3 por ciento de la población total, lo cual es altísimo en cualquier sondeo de opinión, y con un margen de error de 5 por ciento, 817, es decir, el 84,4 por ciento, respondió que prefería dos días feriados; sólo el 9,3 por ciento, el viernes, y el 6,3, el lunes.

Confrontados esos resultados con una encuesta telefónica realizada a 277 personas que contestaron el llamado, en cinco de las seis comunas que componen el distrito que represento, 165, o sea, el 76 por ciento, se pronunció a favor de los dos días feriados; el 10, 6 lo hizo por el viernes, y el 13,4, por el lunes.

Desagregado por comunas.

En las comunas de mayor población, como Vallenar y Tierra Amarilla, el 70,6 por ciento y el 72,9 por ciento, respectivamente, preferían dos días feriados. En comunas más pequeñas, como Huasco y Freirina, el 99 por ciento y el 99,3 por ciento de los encuestados también preferían dos días.

¿Qué nos indica esto? Que algo está fallando en los mecanismos de medición de algunos medios de circulación nacional porque, aparentemente, al menos la mayor parte de la población del distrito que represento, en más de dos tercios prefiere dos días feriados.

Sobre estos resultados quiero realizar dos reflexiones. Primero, no soy partidario de que se gobierne sobre la base de encuestas, ni de que se tome ningún tipo de decisión de políticas públicas por ningún órgano del Estado encargado de hacerlo a partir de este tipo de sondeos. Sin embargo, en consideración a la naturaleza de la cuestión en debate, estimé necesario efectuar este sondeo de opinión para dar mayor participación a mis electores en la toma de decisiones.

Por esa razón, promuevo en la Cámara la búsqueda de mecanismos que hagan realmente efectiva la participación ciudadana en la toma de decisiones en general, incluidas las del Poder Legislativo .

En el caso particular de los feriados del Bicentenario, el debate no ha ido más allá de cuestiones generales. Los argumentos economicistas esgrimidos, en el sentido de que cada día feriado representa 600 millones de dólares de pérdida para el Estado, no han sido refrendados por datos o explicaciones lo suficientemente satisfactorias como para llegar a una convicción plena de que eso es así.

Por esta razón, me parece oportuno traer a colación una cita del gran filósofo venezolano José Luis Rodríguez : “Hay que escuchar la voz del pueblo”.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado don Joaquín Tuma.

El señor TUMA.- Señora Presidenta , la Cámara de Diputados aprobó la indicación que se presentó para agregar a este proyecto un artículo 2°, a fin de que los trabajadores del comercio, especialmente quienes laboran en los grandes centros comerciales y supermercados, pudieran hacer uso efectivo de los días adicionales de feriado; asimismo, perseguíamos que los pequeños comerciantes, que son dueños y dependientes al mismo tiempo de sus tiendas, pudieran expender sus mercade-rías sin limitación alguna, lo que redunda en un apoyo a este sector tan duramente golpeado ya no sólo por la catástrofe en las zonas afectadas por el terremoto, sino que, en general, por las condiciones de preponderancia de mercado que en Chile tienen los establecimientos comerciales de grandes superficies.

La Comisión de Hacienda y la Sala del Senado rechazaron esta propuesta de la Cámara de Diputados, recogiendo en parte probablemente el reclamo del gran retail, que ha alegado que este feriado en los términos aprobados iba a generar problemas de desabastecimiento e interrupción de procesos productivos o logísticos, por ejemplo, las cadenas de frío de los productos frescos perecibles.

Estimamos que sobre el punto debe darse una discusión mayor para lo cual requerimos que este proyecto pase a una Comisión Mixta, por lo que, desde ya, pido el rechazo de las modificaciones introducidas por el Senado.

Quien ha visitado los países desarrollados sabe que, salvo muy contadas excepciones, no más de tres o cuatro en el año, por regla general, ningún comercio abre sus puertas los días domingos y festivos, con lo que se asegura el derecho de todos los trabajadores, incluso los del comercio, al descanso junto a sus familias.

Lo anterior, sin duda, es un fin deseable socialmente. Creemos que en la medida en que Chile vaya avanzando económica y socialmente, estaremos en mejor pie para asegurar de mejor forma este derecho al descanso en familia y no como hoy, en que hay un derecho al descanso en solitario, toda vez que si se compensa el feriado con día libre, éste se toma cuando la pareja está trabajando y los hijos están en el colegio, lo que atenta en contra de la calidad de vida de la familia en su conjunto.

Queremos que esta discusión sirva, al menos, para poner en el tapete la necesidad de terminar con las asimetrías que hoy existen entre los derechos de los empleadores y el de los trabajadores del comercio. Los primeros, de conformidad a lo dispuesto en el artículo 38 del Código del Trabajo, pueden distribuir la jornada de trabajo dentro de la semana, de lunes a domingo, compensando con días libres aquellos domingos y feriados trabajados. Esto no es justo, pues un día domingo feriado tiene como regla general un costo patronal mayor.

Creemos que en una Comisión Mixta podríamos lograr el patrocinio del Ejecutivo con la finalidad de establecer que en el caso de proceder el derecho a la distribución de la jornada de trabajo de lunes a domingo, de conformidad a la norma legal citada, el empleador cumpla con dos obligaciones: por una parte, compensar el día feriado trabajado con otro día libre o en la proporción de horas trabajadas en cada caso y, por otra, pagar las horas o días trabajados con un recargo del 50 por ciento del valor hora de manera tal que el trabajador reciba una remuneración mejorada por trabajar cuando la mayor parte de las familias chilenas descansa, incluyendo la propia.

Esto no procederá en caso alguno en la hipótesis del número 7 del artículo 38 del Código del Trabajo, que prohíbe expresamente el trabajo al interior de los malls o centros comerciales análogos.

Asimismo, es necesario hacerse cargo del hecho de que cada vez son más los trabajadores sujetos a remuneraciones variables. Hay que asegurarse que el pago del sobrevalor del trabajo se haga considerando como base de cálculo el promedio de las tres últimas remuneraciones.

La única posibilidad de llevar adelante esta reflexión y esta reforma que va en la línea de establecer derechos permanentes en favor de los trabajadores es mediante el rechazo de las modificaciones del Senado, a fin de tener la oportunidad procesal de avanzar en una solución permanente a un problema tan delicado para la vida personal y familiar de miles de trabajadores chilenos.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra (Presidenta).- Tiene la palabra el diputado Alfonso de Urresti.

El señor DE URRESTI.- Señora Presidenta, concuerdo con el diputado Tuma en cuanto a rechazar las modificaciones introducidas por el Senado.

Resulta inadmisible la eliminación del artículo que agregó la Cámara de Diputados para que los trabajadores del gran comercio puedan gozar de los mismos días feriados que el resto de los trabajadores del país.

Aquí hay un doble discurso. Por un lado, se establecen otros dos días feriados para el Bicentenario y, por otro lado, se priva a los trabajadores del comercio, especialmente de las grandes tiendas del retail y de los supermercados, de gozar de ese beneficio so pretexto de establecer a través de una Comisión Mixta la posibilidad de pagarles de manera mejorada las horas trabajadas durante esos días.

¿Acaso en nuestro país existen ciudadanos de primera y segunda clase? Unos van a tener que trabajar esos días feriados y otros, van a disfrutar junto a su familia. El Senado nuevamente está cercenando los derechos de los trabajadores y legislando en favor de los grandes empresarios y no en función de lo que la gran mayoría del país busca y anhela; tener un feriado como corresponde para el Bicentenario y disfrutarlo en familia. Pero lo importante es que eso ocurra en todas las familias y no sólo en las de los dueños de los establecimientos comerciales, como lo escuchábamos en la discusión que hace un par de semanas realizamos en este Hemiciclo, ocasión en la que se señaló que el día 17 de septiembre se iba a trabajar, pero no los dueños de establecimientos comerciales, de tiendas, de fundos, que van a gozar de ese día libre. Eso es injusto.

En un momento, también pedí -y me alegro de que el Senado al menos haya aprobado dar feriado el próximo 17 de septiembre, porque varios senadores manifestaron que la productividad del país iba a disminuir- que si la Cámara Alta no aprobaba declarar feriado el 17 de septiembre feriado, la prensa, que es tan acuciosa en este tipo de temas, confirmara si los senadores van a trabajar ese día. Menos mal que en esto cambiaron su posición y aprobaron que el 17 de septiembre sea feriado.

Debemos rechazar la modificación del Senado y también establecer este derecho para los trabajadores del comercio. De una vez por todas, después de 200 años de vida independiente, hay que legislar para que todos podamos celebrar el Bicentenario, tal como lo hemos planteado. Invito a los colegas a revisar la prensa de la época del centenario. En esa oportunidad, se establecieron más días feriados y se hizo una fiesta en el país, que reflejó un sentido de unidad, de participación y de identidad nacional. ¡No nos vengan con eso de que Chile deja de producir 200 ó 300 millones de dólares. Además, debido a este feriado largo, el turismo se verá reforzado y, por ello, se verá dinamizada la economía de aquellas regiones que se dedican en forma importante a esta actividad.

Por eso, anuncio nuestro rechazo a la modificación del Senado, a fin de posibilitar el restablecimiento del artículo 2°, que dispone que los trabajadores del comercio tendrán los mismos derechos que consagra la ley N° 20.215, relacionada con el feriado obligatorio para ellos.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Enrique Jaramillo.

El señor JARAMILLO.- Señora Presidenta, creo que no nos estamos entendiendo. Las modificaciones del Senado deben ser despachadas rápidamente porque, al parecer, todos estamos en contra de ellas.

Por votación mayoritaria, se logró algo inédito. ¿Por qué digo esto? Porque algunos empleados del comercio, de las grandes cadenas de supermercados, me decían que, por primera vez, iban a presenciar los actos de Fiestas Patrias. Es curioso, pero, cuando eran pequeños, los verían, les decía, y ellos respondían que sí y que los echaban de menos.

No he hecho encuestas, pero me alegra que el diputado Calderón las haya realizado, porque también reflejan lo que estoy comentando. Sin embargo, suelo hacer visitas para comentar con las personas de mi distrito, en este caso, con empleados de los supermercados, que serían los beneficiados con el artículo 2° aprobado por la Cámara.

Ellos me decían que era muy bueno que se hubieran acordado de ellos. Tuve que aclararles que la Cámara de Diputados aprobó este artículo por mayoría y que siempre estaban presentes en nuestros debates.

Además, no es tan fácil echar abajo determinados artículos de un proyecto de ley que son fundamentales, sobre todo, cuando benefician, por primera vez, a un sector de trabajadores. Tal vez, podríamos buscar una compensación, discutir si debe ser uno o dos días. Es una materia que, con toda seguridad, debería ir a Comisión Mixta, pero sin dejar de lado lo que aprobó la Cámara, que causó sensación. Felicito al diputado Tuma por haber presentado la indicación en su momento.

También estoy por rechazar la modificación del Senado, con el fin de que este proyecto tenga efectos, de una vez por todas, y para que entendamos que celebraremos el Bicentenario de nuestra República.

Creo que así como es muy importante discutir sobre los días feriados que tendremos, también lo es entender que las instituciones, incluido el Congreso Nacional, deben realizar los esfuerzos que estén a su alcance para dejar más explicitado por qué se celebra el Bicentenario que, por cierto, no es una fecha cualquiera.

Para los que hoy vivimos y construimos Chile, debe ser una conmemoración, una epopeya, plagada de libertad, autodestino y orgullo.

Por eso, creo que la indicación del diputado Tuma fue adecuada, debido a lo cual vamos a votar en contra de la modificación introducida por el Senado.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Juan Lobos.

El señor LOBOS.- Señora Presidenta , voté en contra de la idea de que se declararan dos días feriados; yo prefería uno solo.

A todos nos gustan las vacaciones, todos queremos tener esparcimiento; pero, si hacemos un análisis de lo que se ha aprobado, vamos a tener los días 17, 18, 19 y 20, más la tarde del 16, lo que significa que, en la práctica, ese día tampoco se va a trabajar en la mañana, a fin de prepararnos para tan tremendo festejo.

Hoy, es muy impopular hablar en contra de esto. Pero, considero que estamos aquí para otras cosas, no para buscar el aplauso fácil de las tribunas porque vamos a dar un recreo a todo el mundo.

Es cierto que cumplimos dos siglos de vida independiente. Pero, ¿qué pasa con todo lo demás? Seguimos siendo el mismo país de siempre: no llegamos al ansiado desarrollo, no tenemos muchas obras que celebrar, no existe un verdadero motivo que nos proporcione una gran alegría que nos haga pensar que, como país, nos hemos puesto pantalones largos.

Entonces, me parece que estas Fiestas Patrias serán similares a muchas otras, y que lo que vamos a provocar con lo aprobado será un descalabro en la otra economía -la gran economía marcha bien- la de todos los hogares de nuestro país; esa pequeña economía que manejan las mujeres, porque a los hombres nos gustan los buenos asados e ir a jugar a la pelota con los amigos, olvidándonos un poco de los niños y de nuestras obligaciones. Después, es la dueña de casa la que tiene que vivir el mes más negro del año, octubre, y hacer durar los billetes hasta que llegue el nuevo sueldo.

Eso es lo que no me gusta. Y aquí me voy a permitir la siguiente licencia. Creo que hasta con lo que estamos haciendo hoy hemos sido “medias tintas”, porque si vamos a tener una farra, hagámosla entera y démosle feriado también a la gente que trabaja en el retail y en esos miles y miles de lugares que tienen que seguir funcionando durante los cuatro días.

Entonces, para mi gusto, este proyecto no es “ni chicha ni limonada”. Sé que el acuerdo está tomado, pero quiero ser una voz disidente, y anuncio mi voto negativo, no porque esté en contra del acuerdo que se fraguó y que refrenda lo que aprobó la Cámara, sino porque primigeniamente rechacé que cuatro días se declararan feriados, porque me parecía algo excesivo y porque todavía no comprendo qué vamos a celebrar.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra al diputado señor Marcelo Díaz.

El señor DÍAZ.- Señora Presidenta , afortunadamente, los senadores tuvieron una evolución positiva respecto del juicio inicial que conocimos sobre este proyecto, lo que permitirá contar con un marco apropiado para conmemorar el Bicentenario.

Cuando la Cámara discutió este proyecto recordamos que para el centenario, los festejos duraron toda una semana. De lo que hablábamos era, básicamente, de aprobar dos días adicionales al 18 y 19 de septiembre, los que por los azares del calendario, en esta oportunidad, serán en sábado y domingo. Acogimos la propuesta del Ejecutivo de declarar feriado el lunes 20, pero nos parecía razonable generar condiciones de equidad respecto del viernes 17, porque todos sabemos muy bien -así lo dijo el diputado Teillier en esa ocasión- que determinadas personas, por su posición al interior de las empresas, porque son autónomas, porque tienen roles directivos o, simplemente, porque son los empleadores, se toman ese día como feriado.

Por eso, el propósito que nos impulsó a solicitar que se declarara feriado el 17 de septiembre tenía que ver con generar condiciones de equidad para que todos disfrutaran de una fecha tan significativa para la república como el Bicentenario.

En esa oportunidad, nos pareció muy pertinente la indicación que presentó el diputado Tuma para que los beneficios laborales conquistados a lo largo del tiempo, también se otorguen, en especial, a un sector distinto y nuevo de la economía, además de que es muy masivo, en el que, por lo demás, siguen existiendo condiciones de tremenda explotación, como el retail, los trabajadores de los malls y de los supermercados, que es probablemente un sector donde más se evidencia vulneración a los derechos de los trabajadores en forma cotidiana y permanente.

En esas circunstancias, nos pareció razonable que ellos tuvieran el más alto estándar que la legislación laboral brinda a los trabajadores, razón por la cual respaldamos en forma contundente y masiva la indicación del diputado Tuma .

La modificación del Senado, que rechaza dicha indicación al eliminar el artículo 2°, retrocede en lo logrado y genera una discriminación al establecer que algunos trabajadores tendrán más beneficios que otros.

Desde esa perspectiva, corresponde que ratifiquemos la decisión que adoptamos en el primer trámite de la iniciativa y rechacemos las modificaciones del Senado, de manera que se consagren como feriados los días 17 y 20 de septiembre para todos los trabajadores del país, sin excepción.

No me parece que debamos hacer un distingo en esta ocasión; no me parece válido el argumento de que la gente se va a quedar sin posibilidad de hacer compras, porque el que quiere, planifica con anticipación, tal como ocurre en Navidad y Año Nuevo, lo que no provoca ningún descalabro.

Lo que queremos consagrar para Fiestas Patrias ya existe para las celebraciones de fin de año.

Queremos establecer en el proyecto el más alto estándar de protección laboral para trabajadores a quienes en forma sistemática se les vulneran sus derechos. Recordemos que esa legislación surgió porque no hubo capacidad de los empleadores del comercio para concurrir a un acuerdo con los trabajadores, porque prefirieron pagar las multas antes que respetar los acuerdos y garantizar a sus trabajadores el derecho de disfrutar de los días feriados como corresponde.

Entonces, no tengo dudas de que si aprobamos la modificación del Senado que suprimió el artículo 2°, los trabajadores del comercio nuevamente serán objeto de abuso y de violación de sus derechos laborales.

Lo que corresponde es rechazar las modificaciones del Senado para garantizar los días 17 y 20 de septiembre como feriado para los trabajadores, con el más alto estándar de protección de los derechos laborales que establece nuestra legislación.

Así, todos podremos disfrutar de la celebración del Bicentenario de la Independencia de Chile como corresponde, en plenitud y democráticamente, para todos, sin excepción.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra (Presidenta).- Tiene la palabra el diputado Araya.

El señor ARAYA.- Señora Presidenta, celebramos que el Senado haya aprobado como feriados el 17 y el 20 de septiembre.

La celebración del Bicentenario va a ser una fiesta familiar. La gente podrá programar, con la debida anticipación, pasar algunos días fuera de sus hogares visitando familiares en otras regiones o comunas. En ese sentido, aplaudimos lo decidido por el Senado.

En lo que dice relación con los trabajadores del comercio, comparto lo señalado por el dictamen 4.237, del 14 de septiembre de 2004, de la Dirección del Trabajo, en el que la ex directora del Trabajo, señora María Ester Feres , se pronunció respecto de la naturaleza del feriado del 17 de septiembre de ese año.

Efectivamente, ese feriado no fue irrenunciable, pero al estar los trabajadores del comercio exceptuados de la jornada ordinaria, y excluidos del descanso dominical obligatorio, salvo los dos domingos del mes que el empleador está obligado a entregar, en ese minuto, la Dirección del Trabajo fijó como criterio que en esos casos, cuando se establecen feriados adicionales, deben ser compensados por el empleador entregando un segundo día sin laborar, o que el día trabajado se pague con el recargo correspondiente.

El Código del Trabajo dispone jornadas excepcionales respecto de determinadas actividades, como aquellas que dicen relación con los turnos en los trabajos relacionados con la pesca o las jornadas especiales autorizadas por la Dirección del Trabajo cuando se reúnen algunos requisitos.

En el caso del comercio, el Código del Trabajo no se preocupa de reglamentar en forma adecuada la jornada especial, sólo se limita a decir que, en ese caso, se permite que el trabajador del comercio labore el domingo, el que deberá compensarse con un día de descanso en la semana, además de limitar a dos los domingos que puede trabajar el empleado del comercio.

Los feriados adicionales del 17 y el 20 de septiembre obligarán a los empleadores a compensar a quienes los trabajen, ya sea con un día de descanso adicional en la misma semana o, en el evento de que se produzca la necesidad de trabajar y los empleadores no quieran compensar ese día con otro, deberán pagarlo de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 35 del Código del Trabajo, es decir, con un recargo del 50 por ciento en el pago de la remuneración respectiva.

Es cierto que el Senado generó un retroceso en la iniciativa al impedir que fueran irrenunciables los dos días de descanso, pero no por eso los trabajadores del comercio quedan desprotegidos, ni dejarán de tener derecho a ese descanso o al equivalente que corresponda, de acuerdo con lo que establece el propio Código del Trabajo con días compensatorios o, en su defecto, con el pago del 50 por ciento adicional.

En esa línea, celebro lo obrado por el Senado y espero que despachemos hoy el proyecto.

Para la historia fidedigna del establecimiento de la ley, dejo constancia de que comparto lo expresado en el dictamen de la Dirección del Trabajo que se pronunció respecto del feriado del 17 de septiembre de 2004, caso muy similar al que se ha abordado con esta iniciativa, y que debe aplicarse en el evento de que los trabajadores del comercio tengan que laborar el 17 y el 20 de septiembre.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra (Presidenta).- Tiene la palabra el diputado Ojeda.

El señor OJEDA.- Señora Presidenta , estoy en contra de las modificaciones del Senado, porque excluyen del feriado a un gran número de trabajadores. Ese hecho no tiene una explicación lógica, me parece injusto y lo encuentro una aberración, pues produce una discriminación entre los trabajadores, lo que contrasta con los grandes beneficios que han conseguido los trabajadores en el último tiempo.

Si se aprueban las modificaciones del Senado, cuando la mayoría de los trabajadores del país esté gozando del merecido descanso, nos encontraremos con dos categorías de trabajadores: los que están trabajando y los que están disfrutando del descanso otorgado por ley. Eso es contrario a la conciencia y a los nuevos modelos de beneficios laborales para la gente.

Se ha hablado de muchas cosas, de la productividad, de la producción, del progreso, de los efectos del terremoto; que si se consagran esos dos días como feriado habrá una pérdida para el país, en fin. Desgraciadamente, hoy todo se mide en plata; ése es uno de los elementos que entraban y enrarecen nuestros valores como seres humanos. Adicionar como feriados el 17 y el 20 al 18 y 19 de septiembre, no me parece que se favorezca una farra ni que se vayan a generar pérdidas; al contrario, creo que se está ganando. Hay bienes mucho más valiosos que los bienes materiales, como los valores patrios, la espiritualidad, la recreación, todos los encuentros, actos y actividades que, incluso, dio a conocer el otro día aquí el señor subsecretario para celebrar el Bicentenario. Esos bienes sirven para dar mayor fortaleza a los chilenos, para reanimarlos de los dolores, dramas y problemas ocurridos con el terremoto. Más aún, reúne a la familia.

Esos valores patrios, familiares y humanos no tienen precio. Me parece improcedente que comencemos a valorar otras cosas que a lo mejor no tienen mayor relevancia para estas festividades.

Primero, la Comisión de Gobierno Inte-rior y Regionalización acordó declarar feriado el 17 de septiembre; luego, la Sala agregó el 20 de septiembre, en lo que estoy absolutamente de acuerdo. En el hecho, serán dos días feriados que se adicionarán a los existentes. Me parece justo, pero la justicia también debe llegar a ese grupo de chilenos que ha quedado marginado de los alcances de la futura ley con la supresión del artículo 2°, propuesto por la Cámara. Me refiero a los trabajadores que se rigen por la ley N° 20.215, que modifica normas relativas a los dependientes del comercio en las de Fiestas Patrias, Navidad y otras festividades.

Por eso, me opongo a esta modificación del Senado, más aún si se considera que de los quince feriados anuales, en 2010 sólo tendremos once.

Los días 18 y 19 de septiembre de este año, que serán sábado y domingo, constituyen una fiesta especial, distinta, con connotaciones diferentes. Por eso, como legislador, transmito acá la inquietud y necesidad de la gente. Además, anuncio mi posición y el pronunciamiento de la bancada demócrata cristiana al respecto.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra ( Presidenta ).- Informo a la Sala que, dadas las complicaciones climáticas que existen, hay disminución de la energía eléctrica y en algún minuto, tal vez, puede cortarse la luz; pero la sesión continuará con los generadores.

Tiene la palabra el diputado señor Patricio Melero.

El señor MELERO.- Señora Presidenta , la mayoría de los diputados de la UDI era partidaria de declarar feriado sólo un día adicional, el lunes 20, tal como lo había planteado el Gobierno.

Seguimos creyendo que así debería ser. Se incorpora un feriado adicional innecesario, así lo piensa el sentido común de la opinión pública.

La semana pasada, la encuesta El Mercurio-Opina señaló con mucha claridad que sólo un 33 por ciento de los chilenos cree que las festividades deben extenderse por cuatro días.

El señor ESPINOZA (don Fidel).- ¡El Mercurio miente!

El señor MELERO.- Eso dígaselo en forma pública y no desde esta Sala, diputado.

La inmensa mayoría, con sentido común, quiere pasarlo bien, descansar. Sabe perfectamente bien que la tarde del viernes 17, el sábado, el domingo y el lunes serán de celebración; basta con eso.

Sin embargo, por una mayoría, la Cámara ha querido torcer la voluntad popular. ¡Somos tan buenos para escuchar las encuestas cuando nos convienen y tan sordos cuando no nos convienen!

Resulta que a ese programa de celebración, esparcimiento y vida familiar, ahora se agrega un día adicional, con los costos y beneficios propios de ello. Debemos convenir que los costos son mayores que los beneficios. Innecesariamente, se prolonga el feriado.

Pero un grupo de legisladores ha querido ir más lejos: privar a esa mayoría de chilenos que desea sólo tres días festivos, de tener dónde comprar lo necesario durante los cuatro días de fiesta. La obligan a abastecerse antes, los días miércoles y jueves, porque el 17, 18, 19 y 20 no tendrán dónde comprar.

De esa manera, le decimos a la familia chilena que salga a celebrar, pero que no compre, porque no encontrará nada debido a que estará todo cerrado, porque un grupo de parlamentarios así lo impuso.

Todo esto raya en una aberración que va contra el sentido común. La Ley N° 20.215 aborda la materia. Fui partidario de esa legislación, durante la discusión de la iniciativa integré la Comisión de Trabajo, cuando era ministro el señor Andrade ; votamos a favor de los feriados irrenunciables, lo que quedó establecido en la ley: el 1° de mayo, el 18 de septiembre, el 25 de diciembre y el 1° de enero. Eso me parece bien; nuestro partido contribuyó a ese objetivo. Pero querer extender las fiestas al 17 y 20 de septiembre, en virtud de la coyuntura especial que se genera en este feriado que cae sábado y domingo, además de que estará todo cerrado, no va con el sentido común ni con lo que los chilenos necesitan. Tampoco con lo que piensa la inmensa mayoría de los trabajadores. Se los doy a sobre cerrado.

Acá empezamos a generar una falsa discusión en torno a los derechos de los trabajadores, en circunstancias de que están bien resguardados en el Código del Trabajo.

El Congreso Nacional avanzó muchísimo en los derechos de los trabajadores. Establecimos derechos y obligaciones. Si algún empleador no respeta las normas, debe ser sancionado con toda la severidad que dispone la ley N° 20.215, la que consigna sanciones muy fuertes a los transgresores.

Esto parece ser el mundo al revés: un Parlamento que va en contra de la voluntad mayoritaria de la gente, un Parlamento que desea cerrar el comercio durante cuatro días y, paradójicamente, invita a celebrar. ¿En qué país estamos?

Invito a los señores parlamentarios a volver al sentido común, a compatibilizar ambas cosas: un feriado normal y una actividad comercial para que la gente tenga donde abastecerse, a cuyos trabajadores se les deberá pagar lo que corresponde de acuerdo con lo establecido. No permitamos la aberración de no escuchar a la gente y cerrar todos los negocios.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Guillermo Teillier.

El señor TEILLIER.- Señora Presidenta , estoy de acuerdo con los dos días feriados adicionales. Me parece que la fiesta del Bicentenario debe ser, sobre todo, de carácter popular.

Los cuatro días feriados abren la oportunidad a muchos emprendedores, quienes están muy contentos con ellos. El cierre del gran comercio, posibilita que puedan vender en la calle, por ejemplo, sopaipillas, huesillos, empanadas y choripanes, productos que forman parte de la tradición de nuestras fiestas. Además, son personas que lo han pasado mal y que forman parte del ejército de cesantes. En la conmemoración del Bicentenario, el Estado debe regalarles esa posibilidad.

En segundo término, el Gobierno debe dar cuenta a la Cámara y al país del programa de celebración del Bicentenario. Hasta ahora parece una celebración muy pobre; tal vez esté condicionada por estas encuestas mercuriales o porque se dice que le costará mucho al país. Me parece que debemos conmemorar el Bicentenario con toda la dignidad que se merece.

Hay obras simbólicas que nos hacen percibir que todos estamos relacionados -aunque tengamos diferencias- con la fiesta del Bicentenario.

El otro día vi al jefe de Estado visitando el edificio Gabriela Mistral , construido en el gobierno de Salvador Allende y que se empezó a reconstruir, después del incendio, en el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet , y que se va a inaugurar, con motivo del Bicentenario, por el Presidente Piñera .

Recordemos que obras simbólicas, como ésas y todo lo material, fue construido por trabajadores manuales e intelectuales.

Estoy de acuerdo con lo planteado por el diputado Joaquín Tuma. Lo apoyo. Por lo tanto, me opongo a la modificación del Senado.

Para reafirmar lo que sostengo, pido que observen, en la página web de la Cámara de Diputados, su programación anual. La Cámara acordó no sesionar el jueves 16 de septiembre, porque la sesión citada para ese día se trasladó para el lunes 13 de septiembre. Es decir, los diputados, ante la opinión pública y ante los trabajadores, aparecemos diciéndoles: “Ustedes no tienen derecho a celebrar las Fiestas Patrias”. ¿Con qué cara informamos que ya hemos trasladado la sesión del 16 de septiembre para el 13 de ese mes?

En tal caso, discutamos por qué lo dispuso así la Cámara de Diputados.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Señor diputado , vamos a revisar ese acuerdo.

Tiene la palabra el diputado señor Marcelo Schilling.

El señor SCHILLING.- Señora Presidenta , el tenor de la discusión me trae a la memoria una frase del ex presidente francés Francois Mitterrand , quien sostuvo que era el último Presidente de la República Francesa y que, después de él, vendrían los contadores.

Reducir el sentido de la celebración del Bicentenario a los prosaicos y vulgares pesos, a las “lucas”, como se conocen popularmente, y a los argumentos de las encuestas es rebajar mucho el nivel de la discusión.

En 1910, con ocasión de la celebración del Centenario, varios políticos como Enrique Mac-Iver y Luis Emilio Recabarren , entre otros, se preguntaron si había algo que celebrar. Muchos llegaron a la conclusión de que no había nada que celebrar, porque se dilapidaba, sin ton ni son, por parte de la oligarquía, la riqueza del salitre. Se gastaba mucho en farras y en consumos suntuarios. Además, se produjo una disminución, si no la anulación total, de los impuestos, y el aumento de la pobreza, etcétera.

Por lo mismo, hoy deberíamos preguntarnos si tiene algún sentido celebrar el Bicentenario. Creo que esta vez sí tiene sentido celebrarlo.

Quiero recordar que, en los explosivos últimos veinte años, nuestro país pasó de una riqueza total de 3.000 dólares per cápita, cuando llegó al Gobierno don Patricio Aylwin , a 15.000 dólares per cápita hoy. Por lo tanto, se ha multiplicado por cinco la riqueza nominal del país. Y si esas cifras se miden por el poder de compra, el porcentaje es mayor.

Cuando asumió la presidencia don Patricio Aylwin , los chilenos éramos 14 millones, de los cuales 5 millones eran pobres. Eso equivalía al 40 por ciento de la población. Sobre tal realidad social, no había democracia duradera que se pudiera construir.

Hoy, somos 17 millones de chilenos. Es cierto que aún tenemos la vergüenza de contar con 2 millones de compatriotas que viven bajo la línea de la pobreza. Pero no tenemos la caldera a punto de estallar, como en 1990, que amenazaba con alterar la estabilidad de la transición democrática. Hay que celebrarlo.

Además, esto ha permitido que el Presidente Sebastián Piñera , el 21 de mayo, nos convocara al desafío de llevar el país al desarrollo durante la próxima década. Por lo tanto, plantear este desafío amerita celebrar el punto de partida, que es el Bicentenario. Ese descanso, por último, va a permitir tomar el impulso necesario.

En consecuencia, reducir esta fiesta a un problema de pesos más, pesos menos, como se ha hecho, es algo completamente inconducente y rebaja el sentido, la dignidad y el propósito de la celebración.

No veo nada pecaminoso en que las medidas que se vayan a adoptar se traduzcan en más fiestas o en más disfrute para el pueblo.

La naturaleza de esa fiesta va a depender de la solemnidad y trascendencia que le quiera dar el Gobierno. Espero, entonces, que el Ejecutivo tenga sentido de la solemnidad y de la trascendencia, porque sus asesores comunicacionales y algunos de sus parlamentarios presentes en la Sala dudan de la forma en que el actual Presidente ejerce su investidura.

En relación con lo planteado por el diputado Pedro Araya respecto de que hay maneras de compensación establecidas en las leyes, quiero recordar que esas leyes se dictan porque permanente y sistemáticamente se están burlando.

Cabe señalar también que la capacidad de acuerdo de los trabajadores con los grandes empresarios, especialmente con los del retail, es absolutamente nula.

Por lo tanto, rechazo y votaré en contra las modificaciones del Senado.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Pepe Auth.

El señor AUTH.- Señora Presidenta , felizmente el Senado, después de muchas dudas, acogió el planteamiento mayoritario de esta Cámara, cual era considerar el hecho excepcional que vamos a vivir los chilenos y chilenas este 18 de Septiembre.

Quiero recordar que ni los diputados más antiguos, como los señores Eduardo Cerda y José Miguel Ortiz , entre otros, vivieron el Centenario; ni los más jóvenes, como Pedro Álvarez-Salamanca , van a vivir el Tricentenario. Todos nosotros, como todos los chilenos y chilenas, estamos condenados a celebrar sólo un centenario en nuestras biografías. Y ése acontecimiento, es el Bicentenario del próximo 18 y 19 de septiembre.

Trasladar la experiencia personal, como lo hizo el diputado Juan Lobos, a una generalización, en que todos, en los feriados, abandonaríamos, en los asados, a nuestras respectivas esposas e hijos, es algo completamente inapropiado e inconducente.

Sacar conclusiones a partir de la experiencia propia, sin trasladar al análisis general lo que ocurre en el país y en la sociedad, conduce a equívocos, como el que ha planteado recién nuestro estimado colega.

Sin duda, vamos a invitar a esa familia a las festividades, si por azar o por otra circunstancia quedara sola.

Hay personas, intereses y sectores que han planteado una oposición entre la productividad y la felicidad, celebración o conmemoración, lo cual revela, de alguna manera, una visión estrecha del país y de la sociedad que estamos construyendo, porque oponer un trescientos sesenta y dos avo de crecimiento económico a la conmemoración única, excepcional e inolvidable en la vida de todos de un Bicentenario, me parece completamente simplista.

Además, quiero referirme a un argumento del que se ha hecho acopio: una encuesta de El Mercurio-Opina, que, de manera completamente engañosa -y lo quiero decir con todas sus letras-, plantea sus preguntas: ¿Espera un feriado de tres días? Más del 60 por ciento expresa que sí. Luego, plantea la siguiente pregunta: ¿Espera usted que haya un feriado de cuatro días? Sólo el 33 por ciento -nos recuerda el diputado Melero - dice que sí.

La conclusión a que se llega es que los chilenos prefieren un feriado de sólo tres días en lugar de uno de cuatro. Pero la pregunta que se ha hecho es qué se espera que va a aprobar la autoridad. Si se hubiera preguntado a los chilenos si prefieren un feriado de tres días u otro de cuatro días, me parece que la miniencuesta que hizo el diputado Calderón habría tenido una respuesta inequívoca también a nivel nacional.

Esto nos retrotrae a la discusión que tuvimos hace un mes respecto del valor de las encuestas y de la utilización de éstas para reforzar argumentos sin ninguna preocupación por la calidad de las preguntas y de las conclusiones. Aquí hay un periódico que ha intentado desarrollar una campaña contra la idea de un gran feriado para el Bicentenario y no trepida en traficar una pregunta para hacerla aparecer como si fuera la voluntad de la ciudadanía.

En esta Cámara aprobamos, además, de manera mayoritaria, una indicación que, desgraciadamente, el Senado rechazó. Nosotros, al menos, vamos a insistir en ella y vamos a votar en contra de la enmienda del Senado, por dos razones:

La primera, porque, hoy, los trabajadores del comercio no son lo que eran hace veinte o treinta años, una porción pequeñísima de la sociedad, sino una porción muy importante del mundo del trabajo, que sólo tienen derecho a gozar de feriado el 25 de diciembre, el 1 de enero, el 18 de septiembre y el 1 de mayo; es decir, a diferencia del resto de los trabajadores, que pueden gozar del descanso durante todos los feriados.

Acojo el planteamiento del diputado Araya . Hay normas que obligan a un empleador a conceder el miércoles a cambio de un feriado y un 50 por ciento más de su ingreso; pero convengamos en que esa compensación, tratándose del feriado Bicentenario, puede resultar completamente insuficiente.

La segunda razón -ya lo mencionó el diputado Teillier -, es que este feriado Bicentenario puede convertirse en el gran día del comercio detallista y del comercio informal. Cuando se dice que existe impedimento legal para que el comercio funcione, le respondo al diputado Melero que los consumidores no van a sufrir durante cuatro días porque podrán consumir en ese comercio detallista tan asolado, acosado y poco defendido por las regulaciones económicas y el nivel de concentración que ha tenido el comercio.

Por lo tanto, voy a votar para que ellos también tengan su fiesta.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra (Presidenta).- Tiene la palabra el diputado Alberto Cardemil.

El señor CARDEMIL.- Señora Presidenta , simplemente, constato, con preocupación y pena -por qué no decirlo- que nuestra Cámara de Diputados y, en general, el Congreso Nacional se las han arreglado para formar en esta materia un gigantesco lío, enredo, del que es muy difícil salir. Recapitulo brevemente.

El Gobierno hizo una propuesta absolutamente lógica y prudente, en la línea de lo que la Cámara de Diputados y el Congreso Nacional han votado siempre, en razón de que, gracias a que celebramos el Bicentenario, se disponga el lunes como un feriado adicional, especial, extraordinario, que es el día en que se deben establecer los feriados. Es lo que hacen todos los países medianamente organizados del mundo: concentrar sus feriados los lunes.

Además, como es tradición, costumbre, y como está establecido en la ley, en el Estatuto Administrativo, el viernes se trabaja media jornada. Se aprovecha la tarde de ese día para empezar a celebrar la fiesta del Bicentenario en todas las empresas, oficinas, talleres y lugares públicos que, por lo demás, refuerza el sentido de comunidad en cada uno de los lugares de trabajo, con lo cual, prácticamente, el viernes también es feriado.

Después, se agregan los dos días tradicionales, el 17 y el 18, y, como feriado especial, el lunes 19. Esto es lógico y sensato.

Nunca faltan las buenas ideas o las regulares. Siempre, en estas materias, la demagogia campea, busca su nicho, su lugar. Entonces, aquí hubo un entusiasmo general y se formularon propuestas que, obviamente, siempre son simpáticas. ¿Cómo no va a ser agradable proponer más días feriados? Vemos que proponen otros días feriados, como si Chile no fuera uno de los países del mundo que más feriados tienen. Y ahora se siguen agregando feriados. Entonces, en definitiva, se planteó y aprobó -como todos los señores diputados saben- no solamente tres días de feriados, sino cuatro. En una de éstas, podríamos haber propuesto cinco o seis días de feriado y habría sido tal vez más entretenido. Como los diputados y senadores no pagan los feriados, sino que el resto de la gente, es muy fácil agregar más feriados. Esto repele al sentido común de la gente. Se podrán manejar o interpretar las encuestas, pero, en definitiva, la gente se da cuenta cuando las propuestas son lógicas o sufren de demagogia o populismo.

Ahora, el Senado hizo lo suyo también, aportó su elemento a la confusión general y, reitero, estamos en un enredo del cual es difícil salir.

Por una parte, si votamos en una determinada forma, se establecerán cuatro días de feriado, incluso para los trabajadores del comercio, en que la gente va a tener problemas de desabastecimiento. Por lo tanto, esa alternativa queda cerrada.

Por la otra, se quiere evitar lo anterior y votar a favor de la propuesta del Senado, en el sentido de quedarnos con la propuesta original, pero que pueda abrir el comercio. Y como los trabajadores deben laborar ese día, carguemos la fiesta a los comerciantes que tienen contratados a trabajadores -eso, en buenas cuentas, significa aprobar esta otra alternativa-, y que les paguen las horas extraordinarias.

Eso podría estar muy bien para los malls, para los grandes establecimientos de comercio, pero, ¿qué pasa con las pymes, como las de mi distrito? ¿Qué pasa con los comerciantes de las calles San Diego, Brasil, de la plaza Almagro ? ¿Qué pasa con el pequeño y mediano comerciante que va a tener que abrir su negocio para estar en la competencia y deberá pagar horas extraordinarias? Simplemente, estamos haciendo lo que es lógico; que la fiesta la pague quien debe mantener abierto el negocio para poder seguir subsistiendo.

Entonces, este enredo que formó el Congreso terminó como el poema: “si me lo quitas, me muero; si me lo dejas, me mata”.

Debiéramos oponernos con rigor a esta idea; incluso, podríamos pedir al Presidente de la República que vete una propuesta que se sale de su planteamiento y que es francamente demagógica. Pero ésas son materias que el Gobierno tendrá que evaluar.

Puesto en el mal menor, parece que vamos a tener que votar en contra de la propuesta del Senado para que, en definitiva, el Ejecutivo trate de arreglar, en la forma menos dañina posible, el tremendo enredo que formamos. Me siento movido a votar en contra, de manera que un proyecto en estos términos, producto de la imaginación prolífera de los ingenieros sociales, que arman enredos de los cuales es muy difícil salir, no prospere.

Pero, en fin, como estamos en política y en la Cámara de Diputados, habrá que optar por el mal menor. En su momento resolveremos como bancada. En todo caso, lo que viene del Senado parece ser lo más malo.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Alberto Robles.

El señor ROBLES.- Señora Presidenta , el Senado aprobó, en lo medular, el proyecto que nos ocupa, acogiendo la indicación que formulamos para incorporar también el viernes 17 de septiembre de este año como feriado. De esta forma, nuestra población tendrá cuatro días para celebrar las fiestas patrias del Bicentenario, porque a los tradicionales 18 y 19 de Septiembre se suman los días viernes 17 y lunes 20.

No nos parece que con la extensión de feriados se afecte el desarrollo del país o que se pierdan o generen menos recursos, como señalan algunos diputados. De hecho, cada cierto tiempo tenemos cuatro días feriados para Fiestas Patrias. Basta que el 18 y el 19 de septiembre caigan en jueves y viernes; es más, cuando esos días han caído en miércoles y jueves, el Congreso ha permitido que el viernes también sea feriado. Es decir, hemos tenido hasta cinco días festivos para Fiestas Patrias.

Por eso, a la Derecha y al Gobierno, que nos acusan de actuar en forma demagógica, les digo que están equivocados. Sólo le estamos entregando a la gente de Chile, a todos los ciudadanos, la posibilidad de disponer de los días necesarios para celebrar las fiestas del Bicentenario. Recordemos que ninguno de nosotros celebrará otro bicentenario en su vida; de hecho, ninguno de los presentes ha celebrado un centenario, porque dudo de que alguno haya participado en las celebraciones del primer centenario de la República o que piense estar para en el tercer centenario.

Por lo tanto, para la gran mayoría de los chilenos, estas fiestas del Bicentenario serán únicas. Por eso, necesitamos disponer de los días necesarios para tener una gran fiesta chilena, en la cual todos tengamos tiempo para estar con nuestras familias, con nuestros amigos, con Chile y los chilenos y disfrutar de la gran cantidad de actos conmemorativos que se encuentran preparando los alcaldes a lo largo del país. Por eso, sólo con el lunes 20 propuesto como feriado por el Gobierno, no habría sido posible desarrollar las actividades que los municipios están preparando, que son muchas. Hay municipios que han planificado más de una semana de actividades, algunas de las cuales serán en la tarde, con los colegios, etcétera.

Por lo tanto, nuestra indicación, que sumó el viernes 17 a las fiestas dieciocheras, sólo buscó dar a los chilenos el tiempo necesario para disfrutar del bicentenario de vida independiente. Esto no es demagogia y nada tiene que ver con el tema económico, porque no estamos haciendo nada que no ocurra normalmente en nuestro calendario.

Por último, el Senado suprimió el artículo que extendía el descanso a los trabajadores del comercio. Esta fue una propuesta del diputado señor Tuma , quien recordó en su momento que nuestra legislación permite a los trabajadores del comercio, principalmente a los de los malls, compartir con sus familias y con los demás ciudadanos de Chile en Fiestas Patrias.

Cuando el diputado señor Tuma hizo la propuesta, recordó que el retail, principalmente los malls, obligan a la gente a trabajar en los locales, que están abiertos todo el día, sin siquiera darles tiempo para asistir y participar en las conmemoraciones. Por eso que está Cámara aprobó, en el primer trámite constitucional, un artículo 2° que entregaba a los trabajadores del comercio los mismos derechos que establece la ley N° 20.215. Sin embargo, el Senado lo suprimió, atentando contra un grupo específico de trabajadores, al decirles a los chilenos: “Este grupo de personas irá a trabajar y atenderá las grandes tiendas y los malls, para que vayan a comprar artículos suntuarios”, porque no es otra cosa la que se vende en esos días.

Por eso, no entiendo la insistencia de la Derecha para impedir que los trabajadores del comercio dispongan de su tiempo. Es más, y tal como lo señaló el diputado Auth , el comercio detallista seguirá trabajando. La ley N° 20.215 no afecta al comercio detallista, a los restaurantes y a los trabajadores que prestan servicios básicos a la comunidad durante los días festivos, sino que incide principalmente en los trabajadores de malls, esos lugares que concentran gran cantidad de personas en grandes tiendas.

Porque lo que aprobó esta Cámara es lo prudente, es lo que esperan los chilenos y porque queremos tener un buen Bicentenario, votaremos en contra la modificación del Senado,

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Nicolás Monckeberg.

El señor MONCKEBERG (don Nicolás).- Señora Presidenta , hace poco más de un año, esta Cámara aprobó la ley N° 20.336. Aunque parezca increíble, el derecho a feriado de las trabajadoras de casa particular no estaba reconocido en el Código del Trabajo, aunque ese oficio sí estaba regulado. En la práctica, el derecho a feriado de esas trabajadoras no estaba establecido legalmente, a pesar de que muchos lo respetaban, pero no con el poder imperativo de la ley.

Todos tuvimos que ponernos rojos en esta Cámara cuando aprobamos esa norma, que, según entiendo, fue iniciativa de la diputada Carolina Goic y de otros diputados, porque nos daba vergüenza que un derecho de tal naturaleza no estuviera reconocido.

Siento que hoy estamos ante una situación similar, porque cuando se le pide a un trabajador, unilateralmente, que trabaje en un día feriado, especialmente en uno de alta significancia, no estamos diciendo que ese trabajador no tengan decisión o que en este país se congelan los días que no son feriados; estamos diciendo que, al menos, es de justicia exigir, como ocurre prácticamente en todos los casos, que se paguen, con recargo de 50 por ciento, las horas trabajadas en días feriados.

Esto es muy simple. ¿Quiénes pueden trabajar y prestar servicio en días feriados? Primero, los trabajadores sujetos a jornada general, en la medida en que lo hagan en jornada extraordinaria; segundo, los que trabajan en empresas que proporcionan servicios básicos; tercero, los trabajadores que desempeñan labores que, por su naturaleza, son de carácter continuo; cuarto, los trabajadores sujetos a un sistema excepcional de distribución de jornada de trabajo y, quinto, los trabajadores del comercio.

¿Qué es lo importante de destacar? Que de estas cinco categorías, los únicos que, de acuerdo con nuestro Código, no reciben un pago adicional por trabajar un día feriado son los trabajadores del comercio. Esta norma tiene significancia en los megacomercios, donde realmente les conviene abrir un día feriado y el hecho de pagar esas horas extras no pone en riesgo para nada su continuidad económica ni, mucho menos, su solvencia. Porque el comercio pequeño, habitualmente, no abre en esos días.

Por lo tanto, hay una deuda tremendamente importante de nuestra legislación, cual es reconocer el pago del recargo del 50 por ciento a las personas del comercio que deben trabajar en esos días. Creo que esto tiene cierto grado de urgencia.

Aquí hay dos alternativas. La primera es que este proyecto vaya a Comisión Mixta y ahí se establezca una solución únicamente para estos días feriados del Bicentenario.

Conversé con el ministro Secretario General de la Presidencia y he solicitado que, a la brevedad -me gustaría escuchar la opinión del ministro -, el Gobierno presente una iniciativa que regule, entre otras materias, la compensación de todos los feriados que eventualmente existan. Evidentemente, de nada sirve regular sólo estos dos días feriados del Bicentenario, porque hay muchos otros feriados que requieren un sistema de compensación que no haga diferencias entre los trabajadores que laboran en el comercio y los demás.

Para mí es fundamental la opinión que entregue el Ejecutivo en ese sentido, porque si realmente no vamos a poder hacer justicia en esta materia, porque es de iniciativa exclusiva del Presidente de la República , al menos, me reservaría el derecho de arreglarlo en este proyecto de ley. Pero lo obvio y natural es que no tengamos que desarrollar esta discusión cada vez que se establezca un feriado adicional. No me parece justo que todas las personas que trabajan esos días tengan derecho a una remuneración adicional, menos los que lo hacen en el comercio. No es justo y es discriminatorio, como lo era hace un año el hecho de no reconocerles los feriados a las trabajadoras de casa particular.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Fidel Espinoza.

El señor ESPINOZA (don Fidel).- Señora Presidenta , cuando estamos discutiendo esta materia, que consideramos importante, sobre todo pensando en las fechas trascendentes que va a vivir nuestro país en septiembre de este año, uno no puede dejar de sorprenderse por ciertas aseveraciones que han esgrimido algunos colegas de la Alianza.

En lo personal, considero que hay un error conceptual cuando, por ejemplo, el colega Alberto Cardemil plantea que aquí hay un lío, un enredo, que hemos ocasionado como Cámara de Diputados. Él, textualmente, dijo eso.

Desde nuestro punto de vista, aquí no hay ningún lío, ningún enredo, sino una indicación legislativa presentada por un grupo de parlamentarios, entre los que me incluyo, que quería que los trabajadores chilenos, sobre todo aquellos que tienen agotadoras jornadas de trabajo, en la construcción, en labores agrícolas, en el comercio, en todo el quehacer diario de nuestra sociedad, tengan, en estas Fiestas Patrias, un feriado que les permita hacerlas palpable desde el viernes hasta el lunes, sobre todo porque hay miles de trabajadores que en estas fechas -en Fiestas Patrias y en Navidad- viajan a ver a sus seres queridos, de los cuales están alejados, generalmente, más de 300 días del año.

Entonces, es absolutamente atendible que un grupo de parlamentarios hayamos expresado que si sólo tenemos un feriado de tres días, estos trabajadores que deben desplazarse, algunos, más de 500 y, otros, 1.000 kilómetros o más, para ver a sus seres queridos, van a estar llegando a sus hogares, sobre todo cuando hablamos del norte y del sur del país, el sábado a mediodía y tendrán que tomar el bus de regreso el domingo en la noche o el lunes en la mañana. Porque no todos, estimado colega Cardemil , por su intermedio, señora Presidenta , tienen la posibilidad de comprar pasajes aéreos. La gran mayoría de los trabajadores viaja en buses, durante largas horas.

Entonces, cuando él plantea que hay un lío, un enredo, que hemos creado los parlamentarios que presentamos esa indicación, pienso que es una exageración.

El propio diputado Alberto Cardemil planteó que esto va a crear problemas de desabastecimiento. ¡Por favor! ¿De qué estamos hablando?

Señora Presidenta, por su intermedio, quiero contarle al diputado Cardemil que más del 95 por ciento de los trabajadores chilenos, lamentablemente, va al supermercado una vez al mes. Ellos se preparan, se organizan, y lo hacen, obviamente, cuando reciben el salario que, muchas veces, es exiguo, bajo, pero -reitero- van una vez al mes.

El hecho de que tengamos cuatro días feriados y que, además, establezcamos en la ley que esos días también serán feriados para los trabajadores del comercio no significa, desde ningún punto de vista, que el país se va a desabastecer. Eso nos parece una segunda y extrema exageración.

Por otro lado, el diputado de la UDI Patricio Melero señaló que el proyecto de ley que involucra estos cuatro días es ir en contra del sentido común.

Señora Presidenta , por su intermedio, quiero decirle al diputado Melero , con el mayor respeto, que lo que sería ir en contra del sentido común es que aprobemos una norma que deje de lado a los trabajadores del comercio y que tengan que laborar esos días mientras el resto de los trabajadores está gozando con sus familias; es decir, que tengamos, por un lado, a los trabajadores que legítimamente van estar en sus hogares celebrando el Bicentenario y, por otro, a los del comercio que van a estar trabajando como chinos esos cuatro días. ¡Eso es ir en contra del sentido común!

Además, ir en contra del sentido común es que en el mismo Congreso tengamos a parlamentarios que, cuando hacen sus campañas, golpean las puertas de las casas de los trabajadores y les dicen que en el Congreso Nacional van a defender sus derechos, que van a legislar a favor de ellos, pero que, en definitiva, terminan legislando a favor de los empresarios, como estamos acostumbrados a ver, no sólo en la Cámara de Diputados, sino también en el Senado.

Me imagino que en estos días muchos grandes empresarios del comercio han llamado a conspicuos diputados de la Alianza para decirles que esto es imposible; pero esos llamados no son gratis y todos saben a qué me refiero.

Por último, señalar que una encuesta de El Mercurio-Opina indica que sólo el 33 por ciento de los chilenos quiere feriado de cuatro días me parece una burla. Primero, no soy de los que creen en El Mercurio, como miles de chilenos, y segundo, coincido con el diputado Pepe Auth , en el sentido de que la encuesta de por sí está mal estructurada, que parte con preguntas absolutamente diferentes al sentido que se quiere dar a ese sondeo.

Por eso invito al colega Melero a que hagamos una encuesta en las poblaciones, que conversemos con los trabajadores agrícolas del sur de Chile, que represento como parlamentario, que se levantan a las 4.00 de la mañana a lechar las vacas de los grandes fundos y que tienen jornadas de trabajo de 16 ó 20 horas. Preguntemos a ellos si están de acuerdo con un feriado de cuatro días. Preguntemos a los trabajadores de la construcción o de otras áreas del quehacer de nuestro país.

Entonces, no hagamos de esto un lío político; pongámonos de acuerdo. El Ejecutivo ha flexibilizado su posición, en el sentido de que es importante que nuestros trabajadores tengan estas facilidades, esta oportunidad, una vez al año. Los trabajadores chilenos son actores predominantes de la economía, para que nuestro país crezca y se desarrolle.

No es como dijo el diputado Lobos tan livianamente: “¿Qué vamos a celebrar si el país no se ha desarrollado todavía?” ¡Por favor! ¿De qué estamos hablando?

Creo que nuestro país merece tener esta oportunidad y a los trabajadores chilenos, que se sacan la mugre todo el año, no les viene nada de mal tener esta posibilidad. Pensemos alguna vez en ellos y no sólo en defender, como siempre lo ha hecho el diputado Melero en esta Cámara, los intereses de los grandes.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra la diputada señora Marisol Turres.

La señora TURRES (doña Marisol).- Señora Presidenta , en primer lugar, quiero aclarar que nuestra bancada está compuesta por 40 diputados -es la más grande de la Corporación- y, lamentablemente, todavía tenemos discursos entre ricos y pobres o entre trabajadores y empleadores que sólo buscan generar división en nuestro país.

Si estamos aquí es porque los trabajadores han confiado en nuestro trabajo y nos han apoyado con sus votos. Por esa razón representamos un tercio del total de los parlamentarios de la Corporación.

Dicho lo anterior, señalo, con mucha pena, que represento a la región que tiene los mayores índices de alcoholismo y de violencia intrafamiliar.

Cuando tenemos feriados largos, muchos de nuestros jóvenes -y no tan jóvenes- abusan del alcohol y de las drogas y quienes principalmente pagan los costos son las mujeres y los niños.

En estos momentos no hay nada que hacer, pues todos sabemos que vamos a tener cuatro días feriados; sin embargo, no dejo de pensar y de preocuparme por todas aquellas familias que ese fin de semana no lo van a pasar tan bien en la celebración del Bicentenario. ¡No podemos tapar el sol con un dedo! Sabemos que en estas fechas aumentan los accidentes de tránsito, los atropellos y una serie de delitos que, lamentablemente, dicen relación con el excesivo consumo de alcohol.

¿Feriado o no para los trabajadores del comercio? En realidad, en una sociedad ideal, a cualquiera le gustaría que todo el mundo estuviera feliz y celebrando en familia esos días. Sin embargo, nadie nos garantiza que estas celebraciones sean en familia. Muchas veces, los hijos o los padres salen a celebrar por separado, y cerrar el comercio durante tres días tiene un costo.

Es fácil hacer un discurso para quedar bien con todos los trabajadores, pero aquí no estamos para eso. Estamos aquí por un mandato de la ciudadanía para velar por el bien común y por el desarrollo de nuestro país que, sin duda, tiene mucho que ver con las familias y su constitución y, de alguna forma, tenemos que velar para que ellas estén lo mejor posible.

En mi opinión, son muchos días feriados, lo cual tiene un costo alto para el país. De alguna manera, cuando hay días feriados y los trabajadores del comercio no pueden disfrutar de ellos, se llega a acuerdo con los empleadores -espero que así sea-, para que esos días se compensen, ojalá a continuación de un fin de semana para que, efectivamente, puedan disfrutar con sus familias. Pero, tener todo el comercio del país cerrado durante tres días tiene un costo económico importante para todos nosotros.

Insisto en que es fácil hacer discursos, tratar de quedar bien o decir lo que puede ser políticamente correcto, pero creo que es un exceso.

Por lo tanto, estoy a favor de las modificaciones del Senado que vamos a votar hoy día. Vamos a tener cuatro días de feriado, aunque, insisto, es mejor que el comercio esté abierto durante esos días. Ruego a Dios por que este año tengamos menos muertes, menos femicidios y menos actos de violencia intrafamiliar que lamentar por el excesivo consumo de alcohol que, lamentablemente, se produce en estas fechas.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Ricardo Rincón.

El señor RINCÓN.- Señora Presidenta , cuando uno escucha a algunos colegas, no puede no dejar de pensar, aun cuando no nos vamos a pronunciar sobre los feriados, porque este tema está zanjado, en que, al menos, tendrían que haber carecido de prudencia los senadores Carlos Bianchi , Carlos Cantero , Pablo Longueira , Víctor Pérez , por nombrar algunos de los parlamentarios que aprobaron lo mismo que aprobó esta Corporación: declarar feriado el 17 y el 20 de septiembre. Con ello, quiero decir que es perfectamente legítimo que tengamos estos feriados. ¿Qué hubiera pasado -y lo dije en la discusión durante el primer trámite del proyecto- si el 18 y 19 de Septiembre en lugar de caer en sábado y domingo hubieran caído en lunes y martes? ¿El Ejecutivo habría tenido que enviar un proyecto para suprimir algún feriado por estos cuatros días de “farra”? ¿Qué pasará cuando en 2011 tengamos un día más o en 2012 haya dos días más o el 2013 el 18 y 19 caigan en martes y miércoles, respectivamente? ¿Los chilenos vamos a tener cinco días de farra?

Desde ya deberíamos pedir que el Ejecutivo nos ilustre, en su sabia ponderación futura, respecto de lo que en esas Fiestas Patrias va a acontecer. Porque, con esta lógica, lo que cabe es que desde ya este sabio Ejecutivo nos anticipe que va a enviar un proyecto de ley para suprimir días feriados en alguno de esos años, pues, de lo contrario, habría una tremenda farra nacional. ¡Ésa no es forma de argumentar!

Ahora, no se cierra todo el comercio. Quienes hablan saben muy bien que hay una serie de locales que puede funcionar perfectamente, pues ésta no es una prohibición. Todo lo contrario; si el propio dueño del local quiere abrir, puede hacerlo, pero tiene que trabajar él.

Por otra parte, se dice: “Ojalá compensen los días a los trabajadores”. ¡Si no se trata de que ojalá los compensen! Si queremos compensación, la regulamos legalmente. Por eso un grupo de senadores, transversalmente, ha dicho: como sólo hay dictámenes, regulemos legalmente. En la Cámara vimos lo que pasó con la causal de fuerza mayor, que requirió de un dictamen del Gobierno que, por cierto, fue bueno, pero no bastó, por lo que el propio Ejecutivo decidió enviar un proyecto. Los dictámenes no son suficientes. La ley debe regular esto, porque el efecto y el rango normativo tienen que ser superiores.

¿Saben qué pasaba en la República hace cien años? El Presidente de la República Pedro Montt falleció el 16 de agosto de 1910 y el Vicepresidente de la República , don Elías Fernández Albano , el 6 de septiembre de ese mismo año. La República, en su centenario, estaba tan de luto como lo está hoy día Chile por los 500 muertos que tuvimos producto de la última catástrofe que nos afectó. En esa época, un Presidente y un Vicepresidente de la República fallecieron en menos de un mes y en la actualidad estamos viviendo la tragedia que todos conocemos.

¿Saben qué decía don Enrique Mac-Iver , famoso por su cuestionamiento a la crisis moral de la República, hace cien años? Lo siguiente: “Me parece que no somos felices; se nota un malestar que no es de cierta clase de personas ni de ciertas regiones del país, sino de todo el país y de la generalidad de los que lo habitan. La holgura antigua se ha trocado en estrechez, la energía para la lucha de la vida en laxitud, la confianza en temor, las expectativas en decepciones. El presente no es satisfactorio y el porvenir aparece entre sombras que producen la intranquilidad.”.

¡Qué suerte que las palabras del señor Mac-Iver , en plenitud, no abrigaron los cien años posteriores hasta esta fecha! Sin embargo, claramente, ése era el ambiente que se vivía y, no obstante ello, los legisladores de la época trataron las festividades en forma especial, mediante la ley Nº 2.379, de 1910, para otorgar feriados entre el 16 y el 22 de septiembre de ese año. No queremos hacer un símil. Simplemente, la idea del Ejecutivo fue reparar, incluso en esta fecha, el error de calendario -que no es un error- de tener un fin de semana en que el 18 y 19 cayeron en sábado y domingo.

El tema está zanjado y esperamos que el Ejecutivo no lo vete, respaldado en encuestas que no tienen fundamento suficiente, porque eso sí que sería tremendo.

Hoy queremos que, por rango legal, quienes trabajan en el comercio tengan derecho a que se les pague como corresponde que tengan que trabajar esos días. ¡Solamente eso! Por esa razón queremos ir a Comisión Mixta, para alcanzar una solución de común acuerdo. Espero que el Ejecutivo se allane a esto y podamos resolver esta situación de la mejor forma posible en esa instancia.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra la diputada señora Karla Rubilar.

La señora RUBILAR (doña Karla).- Señora Presidenta , por su intermedio, saludo al ministro Secretario General de la Presidencia y, a la vez, solicito al Ejecutivo que analice las cifras de fallecidos desde 1999 hasta 2008 durante los períodos de Fiestas Patrias. Durante esos diez años, la duración de las fiestas varió entre dos días y medio y cinco días y medio. Pasamos de 459 siniestros de tránsito a 899 en el año con más accidentes, y de 28 fallecidos a una cifra máxima de 42. En el año con menos lesionados graves, hubo 80 personas en esa situación y 137 en el año con más lesionados graves. Las cifras totales hablan de 322 fallecidos en ese período de Fiestas Patrias.

Por intermedio de la señora Presidenta , solicito al ministro que le lleve este mensaje a su excelencia el Presidente de la República , dado que ya nos estamos preparando para este feriado largo y hemos tenido experiencias no muy alentadoras en los años anteriores, con el objeto de que durante el mes de agosto completo y en los días anteriores a ese feriado extendido, el Gobierno realice, por primera vez y como corresponde, una campaña de prevención de accidentes de tránsito, porque no sirve que se entregue un volante con prevenciones un día antes de que las personas salgan fuera de Santiago o cuando recorren lugares cercanos a sus casas para disfrutar. Necesitamos que el Gobierno, así como va a iniciar actividades de celebración, lo que nos alegra, también realice acciones de prevención en serio, por primera vez, en el año del Bicentenario.

Por intermedio de la señora Presidenta , reitero al ministro que lleve esta inquietud al Presidente , con el objeto de que, durante todo el mes de agosto y los días anteriores al feriado del Bicentenario, el Gobierno realice una campaña como corresponde, profesional, en los medios de comunicación, en las diferentes regiones, para que hasta la más pequeña comuna del país sepa que existen riesgos y que se deben prevenir.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor René Saffirio.

El señor SAFFIRIO.- Señora Presidenta , estoy un poco confundido, porque he seguido atentamente la discusión en la Sala, la cual ha versado prácticamente acerca de las virtudes y bondades o las desventajas e inconvenientes de declarar feriados los días 17 y 20 de septiembre de este año.

Digo que estoy confundido porque ése no es el tema para el cual fuimos convocados para resolver. La Cámara tiene que pronunciarse exclusivamente respecto de la eliminación del Senado del artículo 2° del proyecto, que incluía a los trabajadores del comercio en los mismos derechos que establece la ley N° 20.215.

Por consiguiente, ahorraríamos mucho tiempo de discusión si nos centramos en la proposición del Senado, en cuanto a si estamos o no disponibles para establecer dos categorías de trabajadores con motivo de la celebración del Bicentenario: los que tendrán derecho al feriado de los días 17 y 20 de septiembre, que son los que no prestan servicios en el comercio, y los que no podrán disfrutar de ese beneficio, porque el Senado eliminó la norma que los incluía.

Por lo tanto, digamos las cosas por su nombre. Aquí se establece un mecanismo de protección de los intereses económicos de los propietarios de las grandes empresas de comercio y de retail al evitar que cierren esos establecimientos, lo que produciría una disminución de las ventas durante esos días.

Estamos hablando sólo de grandes empresas, que aplican jornadas de trabajo extenuantes para sus trabajadores, a quienes pagan sueldos miserables, muchas veces inferiores a los que perciben los obreros de la construcción o de otras actividades económicas similares.

Por eso, me parece inoficiosa la discusión acerca de las ventajas o desventajas de declarar feriados los días 17 y 20 de Septiembre.

Por lo anterior, anunció que votaré en contra de la proposición del Senado que suprime el artículo 2° del proyecto de ley.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Mario Bertolino.

El señor BERTOLINO.- Señora Presidenta , el Ejecutivo envió hace algunos días un proyecto mediante el cual proponía declarar feriado el lunes 20, lo cual tenía una gran lógica, ya que es un día menos productivo que un viernes; segundo, porque en mi región existe el Día de la Pampilla, fiesta familiar que se celebra en todas las localidades de la región, en la que se reviven todas las conmemoraciones típicas.

Como es cierto que doscientos años no se cumplen todos los días, consideré legítimo agregar un día a estas Fiestas Patrias, en que se celebran los doscientos años de nuestra independencia.

Sin embargo, en el Congreso, fuente inagotable de ideas, no faltaron quienes estimaron que tres días feriados eran muy poco, por lo que agregaron otro. No comparto esa visión, porque siempre quienes conciben esas brillantes ideas consideran una sola parte, pero no piensan en quienes tienen que solventarlas.

Afortunadamente, como se dijo acá, dentro de todo lo malo, el Senado entendió que si se estaban dando cuatro días, era legítimo que las familias tuvieran donde proveerse, por lo que no otorgó esos días feriados a todos los trabajadores.

Con el respeto que me merecen quienes trataron de convencernos o de tranquilizarnos con lo que pasó hace cien años, debo señalar que era otra realidad y que hoy el país es distinto.

Como se dijo, mucha gente que ha sufrido el terremoto no tendrá los recursos para celebrar, pero otros podrán darse el lujo de hacerlo, y no por tres días, como era lo lógico, sino que por cuatro. Además, sabemos que hay alta cesantía en el país, particularmente en la zona terremoteada, pero eso no se consideró aquí, pues sólo se pensó en los que pueden celebrar.

También es importante considerar lo que se ha dicho en cuanto a que en todos estos feriados aumentan los accidentes fatales, los delitos y la violencia intrafamiliar debido al consumo excesivo de alcohol y drogas; pero pareciera que los representantes de la ciudadanía queremos que así sea. No lo comparto.

Por eso voté en contra de que se declarara un feriado de cuatro días; lamentablemente, fui minoría.

¿Por qué el Senado tuvo que hacer lo que hizo? Porque esta Cámara ya había aprobado declarar cuatro días feriados. Si el Senado no estaba de acuerdo con eso, el proyecto tendría que ir a Comisión Mixta, para dilucidar un tema que divide.

Pero también hay que pensar en que se tienen que dar las condiciones para que la gente pueda comprar los alimentos y bebidas que se necesitan para celebrar la fiesta, porque, de lo contrario, es bastante incongruente lo que se está proponiendo.

Por eso, votaré a favor de la proposición del Senado, por ser lo menos malo, pero ni siquiera eso me convence. Más aún, invito a que la Cámara -que, como dije, es una fuente inagotable de ideas- trate de que éstas beneficien al país y a los chilenos y no por el lado de lo que les puede beneficiar a algunos con una simpatía o un voto, porque todavía faltan, a lo menos, tres años para las elecciones.

He dicho.

La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado Hugo Gutiérrez.

El señor GUTIÉRREZ (don Hugo).- Señora Presidenta , sólo quiero indicar que cuando, junto a otros diputados, propusimos agregar el día 17 como feriado lo hicimos porque considerábamos que, a nuestro entender, había una discriminación odiosa entre los funcionarios públicos y los empleados particulares, porque los días 17 de septiembre y 24 de diciembre los funcionarios públicos se pueden retirar de sus trabajos con posterioridad al mediodía. Esta discriminación era odiosa y más aún cuando se celebran los 200 años de vida independiente y republicana. Eso que se ha tenido en consideración, porque es un argumento que, a lo menos, a mí me hace peso para haber propuesto que el día 17 sea feriado, también se nos impone al momento de resolver si los trabajadores del comercio deben o no trabajar los días feriados. Establecerlo resulta ciertamente odioso, porque hacer una discriminación entre trabajadores resulta incomprensible. Todos juntos, como un solo pueblo, debemos celebrar nuestro aniversario patrio.

Pero cuando se escucha que son días que se van a prestar para el alcoholismo, la droga y, prácticamente, la lujuria, uno no deja de asustarse. Con mayor razón, entonces, no hay que abrir el comercio los días feriados, porque supuestamente la gente se va a abastecer de alcohol. Si es así y si estamos tan preocupados de que esos días feriados los trabajadores de nuestra patria se van a alcoholizar, con mayor razón estoy de acuerdo en que los trabajadores del comercio tengan sus feriados de cuatro días, para que no se llenen las despensas de alcohol y no se embriaguen de la forma en que se espera ni cometan los ilícitos que se dice que van a cometer.

Esa argumentación del miedo, del terror, no le hace bien al país y ya no se puede sostener, porque es pensar mal de la moralidad de nuestro pueblo. Quizás hace cien años se pudo haber sostenido eso -porque se nos dice que son los trabajadores los que se van a embriagar-, pero hoy no es pensar bien de lo que es la realidad del pueblo chileno.

Por eso, con mayor razón no se debe abrir el comercio si efectivamente se sostiene que habrá mucho consumo de alcohol, a través del comercio establecido.

En realidad, ésa no es mi argumentación. La mía es que no quiero ningún tipo de discriminación odiosa entre trabajadores privados, del campo, de la construcción, etcétera, y los que trabajan en el comercio.

Por eso, anuncio mi voto en contra de la modificación del Senado, pero, por supuesto, a favor -me parece muy bien que el Senado así lo haya acordado- de los cuatro días feriados.

He dicho.

El señor BECKER ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el ministro señor Cristián Larroulet.

El señor LARROULET ( ministro secretario general de la Presidencia ).- Señor Presidente , en primer lugar, quiero agradecer el debate que ha existido en la Cámara en torno a la celebración del Bicentenario.

Quiero aprovechar la oportunidad, a propósito de lo planteado por las señoras diputadas y señores diputados, para reiterar el propósito del Gobierno de que la celebración del Bicentenario sea una fiesta que una a los chilenos y en la cual participen todos sus ciudadanos a lo largo y ancho del territorio nacional.

Aprovecho la oportunidad para mencionar que, en el programa de celebraciones que el Supremo Gobierno tiene considerado, se espera que participen todas las instituciones de la República. No puedo dejar de mencionar que mañana la honorable Cámara de Diputados cumple 199 años de vida y, por lo tanto, en este Hemiciclo y en esta noble institución también se celebran fechas muy importantes relacionadas con el desarrollo de nuestra República.

Además, me interesa señalar que hay un conjunto de obras en esta celebración. Como un hito importante, destaco la apertura del Centro Cultural Gabriela Mistral y otras que van a ser inauguradas en el transcurso de este año, no solamente en la Región Metropolitana, sino también en otras regiones del país, como, por ejemplo, la reapertura del Museo Mapuche de Cañete; la inauguración del Teatro del Lago, en Llanquihue; el Museo Corbeta Esmeralda, en Iquique, que van a reflejarse en la celebración de este Bicentenario.

Asimismo, hay otros símbolos que van a unir a todos los chilenos en la celebración del Bicentenario, como la instalación de doscientas placas en sitios históricos, que van a permitir que los chilenos conozcan los sitios más importantes de nuestra historia y tradición nacional.

Durante el mes de septiembre, habrá actividades que van a reflejar este espíritu, fundamentalmente repartidas durante las tres primeras semanas. El Supremo Gobierno ha propuesto denominar la primera semana como “La Semana de la Unidad Nacional”. Durante esos días habrá muchas actividades, pero mencionaré sólo algunas que me parecen simbólicas e importantes.

Por ejemplo, las comunidades evangélicas van a celebrar y tocar la obra El Mesías, de Haendel, en distintas localidades del país. Me parece un hecho muy simbólico en la Semana de la Unidad Nacional.

En la segunda semana, que se ha denominado “De la Memoria Republicana”, habrá actividades de naturaleza deportiva, que van a recoger nuestras mejores tradiciones de deportes populares.

En la tercera semana, que comprenderá los días 18, 19 y 20, tendremos nuestro tradicional Tedeum, fiestas populares el 18 en la noche y desfiles históricos en cada una de las ciudades y pueblos de nuestro país.

En suma, tenemos un programa de celebración del Bicentenario que nos debe hacer sentir orgullosos, por lo que llamo a cada uno de ustedes a participar activamente en esta celebración.

No puedo dejar de aludir, a propósito del debate que se ha desarrollado en la mañana, a las expresiones del diputado Rincón , quien se ha referido al famoso discurso planteado en el Ateneo por el líder don Enrique Mac-Iver, en que se preguntaba qué le sucede a este país que ha detenido el alto vuelo.

Hoy, debemos estar orgullosos del país que tenemos. Porque ese discurso de don Enrique Mac-Iver reflejaba en ese momento una situación de pesimismo, de frustración. Y si hoy vemos el Chile en que vivimos, a pesar de las dificultades y de las adversidades, nos daremos cuenta de que tenemos un país optimista, confiado en su futuro.

Por eso, estamos muy contentos y orgullosos del programa de celebración para el Bicentenario que estamos preparando y ejecutaremos durante los próximos meses.

Dicho lo anterior, como los señores diputados muy bien saben -fue planteado en esta Cámara y en el Senado por el ministro que habla-, el Gobierno considera que lo razonable es declarar como feriado el lunes 20 de septiembre.

Los motivos de nuestra posición han sido explicados largamente. Y uno de ellos se vincula con la materia central tratada en esta sesión: la preocupación por los derechos de los trabajadores.

Para este Gobierno, los derechos de los trabajadores son sagrados. Para este Gobierno, la preocupación por dar empleo -¡y buenos empleos!- a los trabajadores es la prioridad número uno. Por eso, entre otras razones, consideramos que lo ideal era declarar como feriado el lunes 20.

Sin embargo, valoramos el debate. Tanto en esta Cámara como en el Senado hubo una decisión mayoritaria en contra de la postura del Gobierno, y se decidió declarar dos días feriados. Eso lo vamos a considerar.

Y dentro de este espíritu -muy distinto al que existió en la dirigencia del país en la celebración del Centenario-, cabe señalar que el Gobierno respalda y valora las decisiones democráticas y las opiniones del Parlamento.

Por lo tanto, tendremos presente las preferencias manifestadas por los dos días de feriado.

Otro asunto que también ha centrado la discusión en la presente sesión es el cierre del comercio durante los días feriados.

Al respecto -también lo manifestamos en el primer trámite del proyecto en esta Cámara-, no compartimos lo que aquí se aprobó en su momento en relación con el cierre total de las actividades laborales, en el sentido de que tanto el 17 como el 20 de septiembre serían feriados obligatorios e irrenunciables. Y nuestras razones son muy fuertes, muy sólidas y tienen que ver fundamentalmente con el derecho al esparcimiento, a la recreación y las actividades normales de compra de todos los chilenos, y también con los derechos de los propios trabajadores del comercio, para quienes tener un empleo y poder laborar durante esos días son también derechos muy importantes.

Respecto de aquellos trabajadores, como lo señaló el diputado Pedro Araya y como lo consagran el artículo 38 del Código del Trabajo y diversos dictámenes emanados de la Dirección del Trabajo, como el 3.773, la legislación contempla que les deberán ser compensados los feriados en que hayan prestado servicios, ya sea con el otorgamiento de un día de descanso por cada día feriado que trabajaron o a través del mecanismo del pago de horas extraordinarias, con un recargo del 50 por ciento.

En suma, consideramos que, para la adecuada celebración del Bicentenario, el país ha definido en la Cámara de Diputados y en el Senado los días que corresponden. Pero no compartimos lo planteado en esta discusión, en el sentido de que se requiera ir a una Comisión Mixta para continuar debatiendo la materia.

Más aún, insisto en la urgencia de poder definir prontamente esta realidad, de modo que toda la comunidad, el Gobierno, la Cámara de Diputados, el Senado y demás instituciones puedan tener tranquilidad sobre el tema.

Durante las últimas semanas, el Gobierno ha recogido, del debate en esta Cámara y en otras instancias, una preocupación sobre los días feriados.

Si los señores diputados analizan la materia en los países miembros de OCDE, podrán apreciar que Chile es uno de los que tienen mayor número de días feriados.

En consecuencia, nos encontramos estudiando la materia y vamos a enviar al Parlamento perfeccionamientos respecto de la institucionalidad de estos días festivos.

Además, antes de los próximos 90 días, el Gobierno también enviará a esta Honorable Cámara iniciativas que faciliten los acuerdos entre trabajadores y empleadores en distintas materias, específicamente con las relacionadas con las jornadas laborales, los horarios y la compensación de los días feriados.

En resumen, nuestra posición oficial es que no compartimos la necesidad de que este proyecto vaya a Comisión Mixta. Creemos que el debate ha sido muy enriquecedor y consideramos muy importante que la iniciativa se vote hoy. En tal sentido, nuestra preferencia por la postura que ha tomado el Honorable Senado.

Por último, en cuanto al planteamiento de la diputada Karla Rubilar, debo mencionar que dentro de las actividades y la planificación del Gobierno en relación con la celebración del Bicentenario, no solamente los días 17, 18, 19 y 20, sino que también durante todo el período de celebración de septiembre, se está preparando una campaña de prevención de accidentes para enfrentar esta realidad tan dramática en nuestro país.

Muchas gracias, señora Presidenta .

La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra (Presidenta).- Cerrado el debate.

En votación las modificaciones introducidas por el Senado al proyecto de ley, iniciado en mensaje, que establece como feriados los días 17 y 20 de septiembre de 2010.

-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 58 votos; por la negativa, 51 votos. Hubo 1 abstención.

La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra ( Presidenta ).- Aprobadas.

-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:

Álvarez-Salamanca Ramírez Pedro Pablo; Araya Guerrero Pedro; Arenas Hödar Gonzalo; Baltolu Rasera Nino; Barros Montero Ramón; Bauer Jouanne Eugenio; Becker Alvear Germán; Bertolino Rendic Mario; Bobadilla Muñoz Sergio; Browne Urrejola Pedro; Calderón Bassi Giovanni; Cardemil Herrera Alberto; Cristi Marfil María Angélica; Delmastro Naso Roberto; Edwards Silva José Manuel; Eluchans Urenda Edmundo; García García René Manuel; García-Huidobro Sanfuentes Alejandro; Godoy Ibáñez Joaquín; Gutiérrez Pino Romilio; Hasbún Selume Gustavo; Hernández Hernández Javier; Hoffmann Opazo María José; Isasi Barbieri Marta; Kast Rist José Antonio; Macaya Danús Javier; Marinovic Solo De Zaldívar Miodrag; Martínez Labbé Rosauro; Melero Abaroa Patricio; Monckeberg Bruner Cristián; Monckeberg Díaz Nicolás; Morales Muñoz Celso; Moreira Barros Iván; Nogueira Fernández Claudia; Norambuena Farías Iván; Pérez Lahsen Leopoldo; Recondo Lavanderos Carlos; Rivas Sánchez Gaspar; Rojas Molina Manuel; Rubilar Barahona Karla; Sabat Fernández Marcela; Salaberry Soto Felipe; Sandoval Plaza David; Santana Tirachini Alejandro; Sauerbaum Muñoz Frank; Sepúlveda Orbenes Alejandra; Silva Méndez Ernesto; Squella Ovalle Arturo; Turres Figueroa Marisol; Uriarte Herrera Gonzalo; Urrutia Bonilla Ignacio; Van Rysselberghe Herrera Enrique; Velásquez Seguel Pedro; Verdugo Soto Germán; Vilches Guzmán Carlos; Von Mühlenbrock Zamora Gastón; Ward Edwards Felipe; Zalaquett Said Mónica.

-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:

Aguiló Melo Sergio; Alinco Bustos René; Andrade Lara Osvaldo; Ascencio Mansilla Gabriel; Auth Stewart Pepe; Campos Jara Cristián; Carmona Soto Lautaro; Ceroni Fuentes Guillermo; Cornejo González Aldo; Chahín Valenzuela Fuad; De Urresti Longton Alfonso; Díaz Díaz Marcelo; Espinosa Monardes Marcos; Espinoza Sandoval Fidel; Farías Ponce Ramón; Goic Boroevic Carolina; González Torres Rodrigo; Gutiérrez Gálvez Hugo; Harboe Bascuñán Felipe; Jaramillo Becker Enrique; Jarpa Wevar Carlos Abel; Jiménez Fuentes Tucapel; Latorre Carmona Juan Carlos; Lemus Aracena Luis; León Ramírez Roberto; Lorenzini Basso Pablo; Monsalve Benavides Manuel; Montes Cisternas Carlos; Muñoz D’Albora Adriana; Núñez Lozano Marco Antonio; Ojeda Uribe Sergio; Ortiz Novoa José Miguel; Pacheco Rivas Clemira; Pascal Allende Denise; Pérez Arriagada José; Rincón González Ricardo; Robles Pantoja Alberto; Saa Díaz María Antonieta; Sabag Villalobos Jorge; Saffirio Espinoza René; Schilling Rodríguez Marcelo; Silber Romo Gabriel; Tarud Daccarett Jorge; Teillier Del Valle Guillermo; Torres Jeldes Víctor; Tuma Zedan Joaquín; Vallespín López Patricio; Vargas Pizarro Orlando; Venegas Cárdenas Mario; Vidal Lázaro Ximena; Walker Prieto Matías.

-Se abstuvo el diputado señor Hales Dib Patricio.

3.2. Oficio de Cámara Origen a Cámara Revisora

Oficio Aprobación de Modificaciones. Fecha 06 de julio, 2010. Oficio en Sesión 33. Legislatura 358.

?VALPARAISO, 6 de julio de 2010

Oficio Nº 8857

A S. E. EL PRESIDENTE DEL H. SENADO

La Cámara de Diputados, en sesión de esta fecha, ha tenido a bien prestar su aprobación a las enmiendas propuestas por ese H. Senado al proyecto que establece como feriados los días 17 y 20 de septiembre. Boletín N° 6919-06.

Lo que tengo a honra decir a V.E., en respuesta a vuestro oficio Nº 428/SEC/10, de 29 de junio de 2010.

Devuelvo los antecedentes respectivos.

Dios guarde a V.E.

ALEJANDRA SEPÚLVEDA ORBENES

Presidenta de la Cámara de Diputados

ADRIÁN ÁLVAREZ ÁLVAREZ

Secretario General Accidental de la Cámara de Diputados

4. Trámite Finalización: Cámara de Diputados

4.1. Oficio de Cámara de Origen al Ejecutivo

Oficio Ley a S. E. El Presidente de la República. Fecha 06 de julio, 2010. Oficio

?VALPARAÍSO, 6 de julio de 2010

Oficio Nº 8856

A S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA

Tengo a honra comunicar a V.E., que el Congreso Nacional ha dado su aprobación al siguiente

PROYECTO DE LEY:

“Artículo único.- Decláranse feriados los días 17 y 20 de septiembre de 2010.”.

Dios guarde a V.E.

ALEJANDRA SEPÚLVEDA ORBENES

Presidente de la Cámara de Diputados

ADRIÁN ÁLVAREZ ÁLVAREZ

Secretario General Accidental de la Cámara de Diputados

5. Publicación de Ley en Diario Oficial

5.1. Ley Nº 20.450

Tipo Norma
:
Ley 20450
URL
:
https://www.bcn.cl/leychile/N?i=1015438&t=0
Fecha Promulgación
:
13-07-2010
URL Corta
:
http://bcn.cl/2cdf3
Organismo
:
MINISTERIO DEL INTERIOR; SUBSECRETARÍA DEL INTERIOR
Título
:
ESTABLECE COMO FERIADOS LOS DÍAS 17 Y 20 DE SEPTIEMBRE DE 2010
Fecha Publicación
:
19-07-2010

LEY NÚM. 20.450

ESTABLECE COMO FERIADOS LOS DÍAS 17 Y 20 DE SEPTIEMBRE DE 2010

    Teniendo presente que el H. Congreso Nacional ha dado su aprobación al siguiente poyecto de ley.

    Proyecto de ley:

    "Artículo único.- Decláranse feriados los días 17 y 20 de septiembre de 2010.".

    Y por cuanto he tenido a bien aprobarlo y sancionarlo; por tanto promúlguese y llévese a efecto como Ley de la República.

    Santiago, 13 de julio de 2010.- SEBASTIÁN PIÑERA ECHENIQUE, Presidente de la República.- Rodrigo Hinzpeter Kirberg, Ministro del Interior.

    Lo que transcribo a Ud. para su conocimiento.- Saluda Atte. a Ud., Rodrigo Ubilla Mackenney, Subsecretario del Interior.