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Historia de la Ley

Historia de la Ley

Nº 20.012

Crea bono extraordinario a los sectores de menores ingresos.

Téngase presente

Esta Historia de Ley ha sido construida por la Biblioteca del Congreso Nacional a partir de la información disponible en sus archivos.

Se han incluido los distintos documentos de la tramitación legislativa, ordenados conforme su ocurrencia en cada uno de los trámites del proceso de formación de la ley.

Se han omitido documentos de mera o simple tramitación, que no proporcionan información relevante para efectos de la Historia de Ley.

Para efectos de facilitar la revisión de la documentación de este archivo, se incorpora un índice.

Al final del archivo se incorpora el texto de la norma aprobado conforme a la tramitación incluida en esta historia de ley.

1. Primer Trámite Constitucional: Cámara de Diputados

1.1. Mensaje

Fecha 11 de abril, 2005. Mensaje en Sesión 62. Legislatura 352.

MENSAJE DE S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA CON EL QUE INICIA UN PROYECTO DE LEY QUE MENSAJE DE PROYECTO DE LEY QUE CREA BONO EXTRAORDINARIO PARA LOS SECTORES DE MENORES INGRESOS.

SANTIAGO, abril 11 de 2005

MENSAJE Nº 429-352/

A S.E. EL PRESIDENTE DE LA H. CAMARA DE DIPUTADOS.

_______________________________

Honorable Cámara de Diputados:

I.ANTECEDENTES.

Ha sido una característica de mi Gobierno procurar la implementación de diversas iniciativas que apunten a mejorar la calidad de vida de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad. Chile requiere progresar con más solidaridad y más integración social; hemos estado construyendo una democracia con más equidad social y ello se logra focalizando los instrumentos de políticas públicas en los sectores sociales más necesitados.

Hoy, cuando existe un relevante impacto en la vida cotidiana de los chilenos por el mayor precio internacional del petróleo, hemos tomado la decisión de otorgar a las familias de ingresos bajos y medios un bono extraordinario destinado a cubrir el impacto de los incrementos en el precio internacional del petróleo sobre el presupuesto familiar destinado al transporte colectivo y el consumo de parafina y de gas.

Este beneficio extraordinario dirigido hacia las personas de menores ingresos es una fórmula más progresista que las otras alternativas planteadas en el debate público como reactivar el Fondo de estabilización de precios del petróleo o reducir el impuesto específico a los combustibles.

Ambas iniciativas significarían inyectar más recursos fiscales, en un mecanismo que ayudaría a las familias de más altos ingresos, que son los mayores consumidores de combustibles, y donde las familias más pobres sólo recibirían el 25% de apoyo de lo que recibe una familia del quintil más rico. Además, en el caso de la reducción impositiva, significaría una merma de los ingresos fiscales dedicados a la inversión social. Es por estos efectos regresivos y de desfocalización, que estas alternativas no están en la agenda gubernamental.

II.PROPÓSITOS FUNDAMENTALES.

1.Monto.

Mediante este proyecto de ley se entregará un bono extraordinario a las familias de menores ingresos que carecen de posibilidades de defenderse de esta alza de precios y requieren el apoyo activo del resto de los chilenos. Este bono será de $16.000 para trabajadores y pensionados de ingresos bajos y medios, el que se pagará en dos cuotas de $ 8.000, en los meses de mayo y agosto de 2005, compensando con ello el impacto del mayor precio del petróleo sobre los presupuestos de las familias de menores ingresos durante el resto del presente año, particularmente en los meses de invierno.

2.Beneficiarios.

Además, este beneficio extraordinario es tanto de mayor valor –lo que significan mayores recursos fiscales involucrados como de una mayor cobertura en relación a los bonos compensatorios entregados en los últimos años.

El bono extraordinario considera recursos públicos superiores en casi 4 veces en relación al costo fiscal del bono otorgado en 2004. La cobertura se amplió sustantivamente en más de 1 millón 200 mil beneficiarios en relación al bono que estableció la ley Nº 19.953, del año 2004,lo que significa un incremento de beneficiarios de alrededor del 140%.

En esta oportunidad recibirán este bono los beneficiarios del Subsidio Familiar, los trabajadores que reciben asignación familiar con ingresos mensuales hasta $180.000 las nuevas familias incorporadas al sistema de protección social Chile solidario en el último año.

Percibirán el bono compensatorio los siguientes grupos de beneficiarios:

Familias incorporadas al Sistema de protección Social Chile Solidario

Beneficiarios de Subsidio Familiar

Beneficiarios de Pensiones Asistenciales

Pensionados con pensión mínima, que incluye tanto a los pensionados del INP y de las AFP con garantía estatal, así como a los perceptores de pensión mínima de la ley de accidentes del Trabajo y enfermedades profesionales

Pensionados de los regímenes previsionales del INP y de las mutualidades de empleadores de la ley 16.744 con pensión superior a la pensión mínima e inferior a los $ 100.000 mensuales

Trabajadores con cargas familiares, de renta inferior a los $ 180.000 mensuales

En total, el bono compensatorio se entregará a alrededor de 2.200.000 beneficiarios precisamente los de menores ingresos.

3.Costo fiscal.

Este beneficio compensatorio tendrá un costo fiscal anual de más de $ 35.000 millones, el que se financiará con cargo a los mayores ingresos estructurales respecto a lo presupuestado para el año 2005. La entrega de este beneficio será, por tanto, plenamente consistente con el cumplimiento de la meta de política fiscal.

Este enorme esfuerzo que hacemos como país permitirá llevar tranquilidad respecto a los efectos del aumento en el precio del petróleo a las familias que carecen de los medios para protegerse de tales incrementos y que requieren del auxilio del Estado. Con ello se mantienen los principios de equidad y eficiencia que han guiado a las políticas públicas durante los gobiernos de la Concertación.

III.CONTENIDO DEL PROYECTO.

El artículo 1° del proyecto contempla el monto del bono, fechas de pago, cobertura, cargo, limitaciones para su obtención y sanciones. El artículo 2° establece su financiamiento durante el año 2005.

1.Características del bono.

El bono que otorga el proyecto es un bono extraordinario, pagadero por una sola vez. No constituye remuneración o renta para ningún efecto legal y, en consecuencia, no es imponible ni tributable y no está afecto a descuento alguno.

Su monto es de $16.000.

En cuanto a su forma y momento de pago, se pagará en dos cuotas de $8.000 cada una, durante los meses de mayo y agosto de 2005.

2.Cobertura.

El bono se pagará a los pensionados del Instituto de Normalización Previsional, de las cajas de previsión y de la ley Nº 16.744, que se encuentren percibiendo pensiones mínimas establecidas en el artículo 24 de la ley Nº 15.386; pensiones mínimas establecidas en los artículos 26 y 27 de la misma ley y del artículo 39 de la ley Nº 10.662, ya sea por invalidez, vejez, antigüedad u otra causal de jubilación o por viudez; pensionados del sistema establecido en el decreto ley Nº 3.500, de 1980, que se encuentren percibiendo pensiones mínimas de vejez, invalidez, viudez o de madre de hijos de filiación no matrimonial, con garantía estatal conforme al Título VII de dicho cuerpo legal; quienes perciban pensiones de regimenes previsionales de las cajas de previsión, del Instituto de Normalización Previsional y de las mutualidades de empleadores de la ley N° 16.744, ya sea por invalidez, vejez, antigüedad u otra causal de jubilación o por viudez o de madre de hijos de filiación no matrimonial, de montos superiores a las de las respectivas pensiones mínimas citadas precedentemente y que al 1 de abril de 2005 no excedan de $ 100.000 mensuales; beneficiarios de pensiones asistenciales del decreto ley Nº 869, de 1975; quienes perciban pensiones de gracia cuyo monto al 1 de abril de 2005 no exceda de $ 100.000 mensuales; beneficiarios de subsidio familiar establecido en la ley N° 18.020; trabajadores señalados en las letras a), b) y c) del artículo 2° del decreto con fuerza de ley N° 150, de 1981, del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, que perciban el beneficio de asignación familiar establecido en el referido decreto con fuerza de ley y cuyo ingreso mensual a marzo de 2005 no exceda de $ 180.000, entendiendo que para estos efectos se considerarán ingresos mensuales los señalados en el artículo 2° de la ley N° 18.987; las familias que al 31 de marzo de 2005 hayan recibido el Bono de Protección del sistema de protección social “Chile Solidario”, establecido en la ley N° 19.949, y a las familias que a la misma fecha hayan recibido el Bono de Egreso establecido en el artículo 2° transitorio de la ley antes citada.

3.Pago.

El bono extraordinario se pagará a todas las personas que tengan alguna de las calidades señaladas precedentemente al 1 de abril de 2005 y se efectuará por los organismos e instituciones a quienes corresponde pagar las respectivas pensiones o subsidios. En el caso de los trabajadores beneficiarios de asignación familiar, el bono será pagado por el respectivo empleador, aplicándose las normas sobre pago y recuperación de las asignaciones familiares establecidas en el citado DFL N° 150.

En el caso de las familias que hayan recibido el Bono de Protección o el Bono de Egreso del sistema de protección social “Chile Solidario”, el pago del bono extraordinario se hará por el Instituto de Normalización Previsional al integrante de dichas familias que reciba el Bono de Egreso o el Bono de Protección.

4.Incompatibilidad.

Cada beneficiario tendrá derecho sólo a un bono extraordinario, aun cuando revista más de alguna de las calidades indicadas para acceder al mismo. Si tuviere más de una calidad de beneficiario, se le otorgará el bono como pensionado, y, en el evento de ser titular de más de una pensión, por la entidad que paga la de menor monto.

No tendrán derecho al bono extraordinario quienes sean titulares de más de una pensión de cualquier régimen previsional o asistencial, incluido el seguro social de la ley Nº 16.744, o de pensiones de gracia, salvo cuando éstas no excedan, en su conjunto, de $100.000 mensuales, a la fecha de pago del beneficio.

5.Sanciones.

A quienes perciban maliciosamente el bono extraordinario que otorga este artículo, se les aplicarán las sanciones administrativas y penales que pudieren corresponderles.

En consecuencia, tengo el honor de someter a vuestra consideración, para ser tratado en la actual Legislatura, Extraordinaria, de Sesiones del Congreso Nacional, el siguiente

PROYECTO DE LEY:

“Artículo 1º.- Concédese, por una sola vez, un bono extraordinario de $16.000, que se pagará en dos cuotas de $ 8.000 cada una, durante los meses de mayo y agosto de 2005, junto con las pensiones, subsidios, beneficios o remuneraciones, según corresponda, a los pensionados del Instituto de Normalización Previsional, de las cajas de previsión y de la ley Nº 16.744, que se encuentren percibiendo pensiones mínimas establecidas en el artículo 24 de la ley Nº 15.386, o pensiones mínimas establecidas en los artículos 26 y 27 de la misma ley y del artículo 39 de la ley Nº 10.662, ya sea por invalidez, vejez, antigüedad u otra causal de jubilación o por viudez; a los pensionados del sistema establecido en el decreto ley Nº 3.500, de 1980, que se encuentren percibiendo pensiones mínimas de vejez, invalidez, viudez o de madre de hijos de filiación no matrimonial, con garantía estatal conforme al Título VII de dicho cuerpo legal; a quienes perciban pensiones de regimenes previsionales de las cajas de previsión, del Instituto de Normalización Previsional y de las mutualidades de empleadores de la ley N° 16.744, ya sea por invalidez, vejez, antigüedad u otra causal de jubilación o por viudez o de madre de hijos de filiación no matrimonial, de montos superiores a las de las respectivas pensiones mínimas citadas precedentemente y que al 1 de abril de 2005 no excedan de $ 100.000 mensuales; a los beneficiarios de pensiones asistenciales del decreto ley Nº 869, de 1975; a quienes perciban pensiones de gracia cuyo monto al 1 de abril de 2005 no exceda de $ 100.000 mensuales; a los beneficiarios de subsidio familiar establecido en la ley N° 18.020; a los trabajadores señalados en las letras a), b) y c) del artículo 2° del decreto con fuerza de ley N° 150, de 1981, del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, que perciban el beneficio de asignación familiar establecido en el referido decreto con fuerza de ley y cuyo ingreso mensual a marzo de 2005 no exceda de $ 180.000. Para estos efectos, se considerarán ingresos mensuales los señalados en el artículo 2° de la ley N° 18.987.

Se concederá también el bono extraordinario señalado en el inciso primero, a las familias que al 31 de marzo de 2005 hubiesen recibido el Bono de Protección del sistema de protección social “Chile Solidario”, establecido en la ley N° 19.949, y a las familias que a la misma fecha hayan recibido el Bono de Egreso establecido en el artículo 2° transitorio de la ley antes citada. El bono extraordinario se pagará por el Instituto de Normalización Previsional al integrante de dichas familias que reciba el Bono de Egreso o el Bono de Protección, en las mismas fechas indicadas en el inciso anterior.

El bono extraordinario establecido en este artículo será de cargo fiscal y se pagará a todas las personas que tengan alguna de las calidades señaladas en los incisos precedentes al 1 de abril de 2005, no constituirá remuneración o renta para ningún efecto legal y, en consecuencia, no será imponible ni tributable y no estará afecto a descuento alguno.

El pago de este bono extraordinario se efectuará por los organismos e instituciones a quienes corresponde pagar las respectivas pensiones o subsidios. En el caso de los trabajadores beneficiarios de asignación familiar, el bono será pagado por el respectivo empleador, aplicándose las normas sobre pago y recuperación de las asignaciones familiares establecidas en el citado decreto con fuerza de ley N° 150.

Cada beneficiario tendrá derecho sólo a un bono extraordinario, aun cuando revista más de alguna de las calidades indicadas para acceder al mismo. Si tuviere más de una calidad de beneficiario, se le otorgará el bono como pensionado, y, en el evento de ser titular de más de una pensión, por la entidad que paga la de menor monto.

No tendrán derecho al bono extraordinario quienes sean titulares de más de una pensión de cualquier régimen previsional o asistencial, incluido el seguro social de la ley Nº 16.744, o de pensiones de gracia, salvo cuando éstas no excedan, en su conjunto, de $ 100.000 mensuales, a la fecha de pago del beneficio.

A quienes perciban maliciosamente el bono extraordinario que otorga este artículo, se les aplicarán las sanciones administrativas y penales que pudieren corresponderles.

Artículo 2°.- El mayor gasto que represente la aplicación de esta ley durante el año 2005, se financiará mediante transferencias del ítem 5001032403.104 de la Partida Presupuestaria Tesoro Público de la Ley de Presupuestos del presente año, entendiéndose incrementada en el equivalente a dicho mayor gasto la suma del valor neto a que se refiere el inciso primero del artículo 4° de la Ley N°19.986.”.

Dios guarde a V.E.,

RICARDO LAGOS ESCOBAR

Presidente de la República

MARÍA EUGENIA WAGNER BRIZZI

Ministra de Hacienda (S)

RICARDO SOLARI SAAVEDRA

Ministro del Trabajo y Previsión Social

1.2. Informe de Comisión de Hacienda

Cámara de Diputados. Fecha 12 de abril, 2005. Informe de Comisión de Hacienda en Sesión 64. Legislatura 352.

?INFORME DE LA COMISIÓN DE HACIENDA RECAÍDO EN EL PROYECTO DE LEY QUE OTORGA UN BONO EXTRAORDINARIO PARA LOS SECTORES DE MENORES INGRESOS. BOLETÍN Nº 3.837-05

HONORABLE CÁMARA:

La Comisión de Hacienda pasa a informar el proyecto de ley mencionado en el epígrafe, en cumplimiento del inciso segundo del artículo 17 de la ley N° 18.918, Orgánica Constitucional del Congreso Nacional y conforme a lo dispuesto en los artículos 220 y siguientes del Reglamento de la Corporación.

I. CONSTANCIAS PREVIAS

1.- Origen y urgencia

La iniciativa tuvo su origen en la Cámara de Diputados por un Mensaje de S.E. el Presidente de la República, calificada de “discusión inmediata”.

2.- Disposiciones del proyecto que deben aprobarse con quórum especial

Ninguna.

3.- Disposiciones o indicaciones rechazadas

Ninguna.

4.- Disposiciones que fueron aprobadas por unanimidad

Todo el articulado.

* * *

Asistieron a la Comisión durante el estudio del proyecto los señores Nicolás Eyzaguirre, Ministro de Hacienda; la señora María Eugenia Wagner, Subsecretaria de Hacienda; Mario Marcel, Director de Presupuestos; Alberto Arenas, Subdirector de Nacionalización y Función Pública, y Marcelo Tokman, Julio Valladares y Hernán Moya, Asesores de la referida Cartera.

II. IDEA MATRIZ O FUNDAMENTAL DEL PROYECTO

Conceder a las familias de ingresos bajos y medios un bono extraordinario destinado a cubrir el impacto de los incrementos en el precio internacional del petróleo sobre el presupuesto familiar destinado al transporte colectivo y el consumo de parafina y de gas.

III.OBJETIVO Y ESTRUCTURA DEL PROYECTO

La iniciativa original tiene por objeto beneficiar a los trabajadores y pensionados de ingresos bajos y medios con un bono de $ 16.000, que se pagará en dos cuotas de $ 8.000, en los meses de mayo y agosto de 2005.

El proyecto consta de dos artículos.

IV. ANTECEDENTES PRESUPUESTARIOS O FINANCIEROS

El informe financiero elaborado por la Dirección de Presupuestos, con fecha 11 de abril de 2005, señala que el universo de personas a beneficiar con el proyecto alcanzará a 2.216.079, lo que significará un costo fiscal para el año 2005 de $ 35.457 millones.

Agrega que, el mayor gasto que represente la aplicación del proyecto durante el año 2005, se financiará mediante transferencias del ítem 50-01-03-24-03.104 de la Partida Presupuestaria Tesoro Público de la Ley de Presupuestos del presenta año, entendiéndose incrementada en el equivalente a dicho mayor gasto la suma del valor neto a que se refiere el inciso primero del artículo 4° de la ley N° 19.986.

Mediante un informe complementario de fecha de hoy, se estimó que la indicación del Ejecutivo que incorpora a los pensionados del sistema establecido en el decreto ley N° 3.500, de 1980, con pensión mensual de montos superiores a la pensión mínima garantizada por el Estado y que no excedan los $100.000 mensuales, siempre que acrediten su condición de pobreza según los instrumentos establecidos por el Ministerio de Planificación al 1° de julio de 2005, tendrá un costo fiscal adicional para 2005 ascendente a $ 1.280 millones.

V. DISCUSIÓN Y VOTACIÓN EN GENERAL DEL PROYECTO

El señor Nicolás Eyzaguirre, Ministro de Hacienda, efectuó un análisis de la coyuntura económica que da origen a esta iniciativa apoyando su exposición en gráficos relativos al alza en los precios del Petróleo y Acciones de Política, que puso a disposición de la Comisión y que se adjuntan al presente informe.

A continuación dio respuesta a diversas consultas formuladas por los señores Diputados.

Sometido a votación en general el proyecto fue aprobado por unanimidad.

VI. DISCUSIÓN Y VOTACIÓN EN PARTICULAR DEL PROYECTO

En relación con este párrafo cabe señalar lo siguiente:

Por el artículo 1º del proyecto, se concede, por una sola vez, un bono extraordinario de $16.000, que se pagará en dos cuotas de $ 8.000 cada una, durante los meses de mayo y agosto de 2005, junto con las pensiones, subsidios, beneficios o remuneraciones, según corresponda, a los pensionados del Instituto de Normalización Previsional, de las cajas de previsión y de la ley Nº 16.744, que se encuentren percibiendo pensiones mínimas establecidas en el artículo 24 de la ley Nº 15.386, o pensiones mínimas establecidas en los artículos 26 y 27 de la misma ley y del artículo 39 de la ley Nº 10.662, ya sea por invalidez, vejez, antigüedad u otra causal de jubilación o por viudez; a los pensionados del sistema establecido en el decreto ley Nº 3.500, de 1980, que se encuentren percibiendo pensiones mínimas de vejez, invalidez, viudez o de madre de hijos de filiación no matrimonial, con garantía estatal conforme al Título VII de dicho cuerpo legal; a quienes perciban pensiones de regimenes previsionales de las cajas de previsión, del Instituto de Normalización Previsional y de las mutualidades de empleadores de la ley N° 16.744, ya sea por invalidez, vejez, antigüedad u otra causal de jubilación o por viudez o de madre de hijos de filiación no matrimonial, de montos superiores a las de las respectivas pensiones mínimas citadas precedentemente y que al 1 de abril de 2005 no excedan de $ 100.000 mensuales; a los beneficiarios de pensiones asistenciales del decreto ley Nº 869, de 1975; a quienes perciban pensiones de gracia cuyo monto al 1 de abril de 2005 no exceda de $ 100.000 mensuales; a los beneficiarios de subsidio familiar establecido en la ley N° 18.020; a los trabajadores señalados en las letras a), b) y c) del artículo 2° del decreto con fuerza de ley N° 150, de 1981, del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, que perciban el beneficio de asignación familiar establecido en el referido decreto con fuerza de ley y cuyo ingreso mensual a marzo de 2005 no exceda de $ 180.000. Para estos efectos, se considerarán ingresos mensuales los señalados en el artículo 2° de la ley N° 18.987.

En el inciso segundo, se dispone que se concederá también el bono extraordinario señalado en el inciso primero, a las familias que al 31 de marzo de 2005 hubiesen recibido el Bono de Protección del sistema de protección social “Chile Solidario”, establecido en la ley N° 19.949, y a las familias que a la misma fecha hayan recibido el Bono de Egreso establecido en el artículo 2° transitorio de la ley antes citada. El bono extraordinario se pagará por el Instituto de Normalización Previsional al integrante de dichas familias que reciba el Bono de Egreso o el Bono de Protección, en las mismas fechas indicadas en el inciso anterior.

En el inciso tercero, se señala que el bono extraordinario establecido en este artículo será de cargo fiscal y se pagará a todas las personas que tengan alguna de las calidades señaladas en los incisos precedentes al 1 de abril de 2005, no constituirá remuneración o renta para ningún efecto legal y, en consecuencia, no será imponible ni tributable y no estará afecto a descuento alguno.

En el inciso cuarto, se establece que el pago de este bono extraordinario se efectuará por los organismos e instituciones a quienes corresponde pagar las respectivas pensiones o subsidios. En el caso de los trabajadores beneficiarios de asignación familiar, el bono será pagado por el respectivo empleador, aplicándose las normas sobre pago y recuperación de las asignaciones familiares establecidas en el citado decreto con fuerza de ley N° 150.

En el inciso quinto, se estipula que cada beneficiario tendrá derecho sólo a un bono extraordinario, aun cuando revista más de alguna de las calidades indicadas para acceder al mismo. Si tuviere más de una calidad de beneficiario, se le otorgará el bono como pensionado, y, en el evento de ser titular de más de una pensión, por la entidad que paga la de menor monto.

En el inciso sexto, se precisa que no tendrán derecho al bono extraordinario quienes sean titulares de más de una pensión de cualquier régimen previsional o asistencial, incluido el seguro social de la ley Nº 16.744, o de pensiones de gracia, salvo cuando éstas no excedan, en su conjunto, de $ 100.000 mensuales, a la fecha de pago del beneficio.

En el inciso séptimo, se contempla que quienes perciban maliciosamente el bono extraordinario que otorga este artículo, se les aplicarán las sanciones administrativas y penales que pudieren corresponderles.

En el artículo 2°, se señala que el mayor gasto que represente la aplicación de esta ley durante el año 2005, se financiará mediante transferencias del ítem 50-01-03-24-03.104 de la Partida Presupuestaria Tesoro Público de la Ley de Presupuestos del presente año, entendiéndose incrementada en el equivalente a dicho mayor gasto la suma del valor neto a que se refiere el inciso primero del artículo 4° de la Ley N°19.986.”.

El Ejecutivo recogiendo algunas inquietudes planteadas en la Comisión por los señores Diputados en orden a ampliar la cobertura del proyecto a sectores marginados de éste y adecuar la fecha del otorgamiento del beneficio, presentó una indicación en tal sentido. Por otra parte, el texto que se sometió a consideración de esta Comisión reordena los contenidos de la iniciativa conforme a una mejor técnica legislativa, en virtud del artículo 15 del Reglamento de la Corporación.

Sometidos a votación en particular los artículos 1° y 2° con sus indicaciones, 3° y 4°, fueron aprobados por unanimidad.

VII. CONCLUSIÓN

En virtud de lo antes expuesto y de los antecedentes que dará a conocer oportunamente el señor Diputado Informante, la Comisión de Hacienda recomienda la aprobación del siguiente:

PROYECTO DE LEY

“Artículo 1º.- Concédese, por una sola vez, un bono extraordinario a los siguientes beneficiarios:

- los pensionados del Instituto de Normalización Previsional, de las cajas de previsión y de la ley Nº 16.744, que se encuentren percibiendo pensiones mínimas establecidas en el artículo 24 de la ley Nº 15.386, o pensiones mínimas establecidas en los artículos 26 y 27 de la misma ley y del artículo 39 de la ley Nº 10.662, ya sea por invalidez, vejez, antigüedad u otra causal de jubilación o por viudez;

- los pensionados del sistema establecido en el decreto ley Nº 3.500, de 1980, que se encuentren percibiendo pensiones mínimas de vejez, invalidez, viudez o de madre de hijos de filiación no matrimonial, con garantía estatal conforme al Título VII de dicho cuerpo legal;

- los que perciban pensiones de regimenes previsionales de las cajas de previsión, del Instituto de Normalización Previsional, del sistema establecido en el decreto ley N° 3.500, de 1980, y de las mutualidades de empleadores de la ley N° 16.744, ya sea por invalidez, vejez, antigüedad u otra causal de jubilación o por viudez o de madre de hijos de filiación no matrimonial, de montos superiores a las de las respectivas pensiones mínimas citadas precedentemente y que al 1 de abril de 2005 no excedan de $ 100.000 mensuales y, tratándose de pensionados del sistema establecido en el decreto ley N° 3.500, de 1980, deberán acreditar su condición de pobreza, según los instrumentos de medición establecidos por el Ministerio de Planificación. Los pensionados del sistema establecido en el decreto ley N° 3.500, de 1980, que no acreditaren su condición de pobreza al 1° de mayo del año 2005, deberán obtener dicha acreditación con anterioridad al 1° de julio de dicho año, en cuyo caso se les pagará el bono extraordinario en una sola cuota durante el transcurso de este último mes;

- los beneficiarios de pensiones asistenciales del decreto ley Nº 869, de 1975;

- los beneficiarios de pensiones de gracia cuyo monto al 1 de abril de 2005 no exceda de $ 100.000 mensuales;

- los beneficiarios de subsidio familiar establecido en la ley N° 18.020;

- los trabajadores señalados en las letras a), b) y c) del artículo 2° del decreto con fuerza de ley N° 150, de 1981, del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, que perciban el beneficio de asignación familiar establecido en el referido decreto con fuerza de ley y cuyo ingreso mensual a marzo de 2005 no exceda de $ 180.000. Para estos efectos, se considerarán ingresos mensuales los señalados en el artículo 2° de la ley N° 18.987.

- las familias que al 31 de marzo de 2005 hubiesen recibido el Bono de Protección del sistema de protección social “Chile Solidario”, establecido en la ley N° 19.949, y

- las familias que a la misma fecha hayan recibido el Bono de Egreso establecido en el artículo 2° transitorio de la ley antes citada.

Artículo 2°.- El bono extraordinario de $ 16.000 se pagará en dos cuotas de $ 10.000 y $ 6.000, la primera durante el mes de mayo de 2005 y la segunda durante el mes de julio de 2005, junto con las pensiones, subsidios, beneficios o remuneraciones, según corresponda. Tratándose de las familias beneficiarias señaladas en los dos últimos incisos del artículo precedente, el bono extraordinario se pagará por el Instituto de Normalización Previsional al integrante de dichas familias que reciba el Bono de Egreso o el Bono de Protección, en las mismas fechas antes indicadas.

El pago del bono extraordinario se efectuará por los organismos e instituciones a quienes corresponde pagar las respectivas pensiones o subsidios. En el caso de los trabajadores beneficiarios de asignación familiar, el bono será pagado por el respectivo empleador, aplicándose las normas sobre pago y recuperación de las asignaciones familiares establecidas en el citado decreto con fuerza de ley N° 150.

El bono extraordinario será de cargo fiscal y se pagará a todas las personas que tengan alguna de las calidades señaladas en el artículo anterior al 1 de abril de 2005. Este no constituirá remuneración o renta para ningún efecto legal y, en consecuencia, no será imponible ni tributable y no estará afecto a descuento alguno.

Artículo 3°.- Cada beneficiario tendrá derecho sólo a un bono extraordinario, aun cuando revista más de alguna de las calidades indicadas para acceder al mismo. Si tuviere más de una calidad de beneficiario, se le otorgará el bono como pensionado, y, en el evento de ser titular de más de una pensión, por la entidad que paga la de menor monto.

No tendrán derecho al bono extraordinario quienes sean titulares de más de una pensión de cualquier régimen previsional o asistencial, incluido el seguro social de la ley Nº 16.744, o de pensiones de gracia, salvo cuando éstas no excedan, en su conjunto, de $ 100.000 mensuales, a la fecha de pago del beneficio.

A quienes perciban maliciosamente el bono extraordinario que otorga este artículo, se les aplicarán las sanciones administrativas y penales que pudieren corresponderles.

Artículo 4°: El mayor gasto que represente la aplicación de esta ley durante el año 2005, se financiará mediante transferencias del ítem 50-01-03-24-03.104 de la Partida Presupuestaria Tesoro Público de la Ley de Presupuestos del presente año, entendiéndose incrementada en el equivalente a dicho mayor gasto la suma del valor neto a que se refiere el inciso primero del artículo 4° de la Ley N°19.986.”.

SALA DE LA COMISIÓN, a 12 de abril de 2005.

Acordado en sesión de igual fecha, con la asistencia de los Diputados señores Silva, don Exequiel (Presidente); Alvarado, don Claudio; Alvarez, don Rodrigo; Dittborn, don Julio; Escalona, don Camilo; Jaramillo, don Enrique; Lorenzini, don Pablo; Ortiz, don José Miguel; Pérez, don José; Tuma, don Eugenio y Von Mühlenbrock, don Gastón.

Se designó Diputado Informante al señor SILVA, don EXEQUIEL.

JAVIER ROSSELOT JARAMILLO

Abogado Secretario de la Comisión

1.3. Discusión en Sala

Fecha 12 de abril, 2005. Diario de Sesión en Sesión 64. Legislatura 352. Discusión General. Se aprueba en general y particular.

BONO EXTRAORDINARIO PARA SECTORES DE MENORES INGRESOS. Primer trámite constitucional.

El señor ASCENCIO (Presidente).-

Corresponde analizar el proyecto, originado en mensaje, en primer trámite constitucional, que concede un bono extraordinario a los sectores de menores ingresos. Dicho proyecto tiene urgencia calificada de “discusión inmediata”.

Diputado informante de la Comisión de Hacienda es el señor Exequiel Silva .

Antecedentes:

- Mensaje, boletín Nº 3837-05, sesión 62ª, en 12 de abril de 2005. Documentos de la Cuenta Nº 2.

- Informe de la Comisión de Hacienda. Documentos de la Cuenta Nº 3, de esta sesión.

El señor ASCENCIO (Presidente).-

Por acuerdo de los Comités, el diputado informante dispondrá de diez minutos y para el debate se destinarán los siguientes tiempos:

Comité Unión Demócrata Independiente: 26 minutos quince segundos.

Comité Demócrata Cristiano: 18 minutos 45 segundos.

Comité Partido por la Democracia: 15 minutos y 45 segundos.

Comité Renovación Nacional: 15 minutos y 45 segundos.

Comité Socialista y Radical: 13 minutos y 30 segundos.

Tiene la palabra el diputado Exequiel Silva .

El señor SILVA.-

Señor Presidente, paso a informar el proyecto de ley que otorga un bono extraordinario a los sectores de menores ingresos.

La iniciativa tiene por objeto conceder a las familias de ingresos bajos y medios, en particular del primer y segundo quintiles, un bono extraordinario de 16 mil pesos destinado a cubrir el impacto de los incrementos del precio internacional del petróleo sobre el presupuesto familiar, que en el proyecto original se pagaba en dos cuotas de 8 mil pesos cada una en mayo y agosto. El costo fiscal de este bono es de 35 mil 457 millones pesos para el año 2005.

En conocimiento del proyecto, el ministro de Hacienda, señor Nicolás Eyzaguirre , junto con efectuar un análisis bastante acabado sobre la coyuntura económica que dio origen a esta iniciativa, estableció las diferencias en relación con la entrega de este bono y con un conjunto de otras ideas expresadas por distintos sectores de Gobierno y de Oposición en términos de la rebaja de impuestos a los combustibles, o aquella que proponía el Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo para paliar esta situación que pretende abordar el proyecto en cuestión.

Junto con establecer por la vía de las cifras los problemas que tenían estas ideas distintas a la que hoy estamos discutiendo, la iniciativa reafirma que el bono de 16 mil pesos propende a una mejor focalización de los recursos en aquellas familias que más lo necesitan.

El proyecto consta de cuatro artículos:

“Artículo 1º. Concédese, por una sola vez, un bono extraordinario a los siguientes beneficiarios:

“Los pensionados de Instituto de Normalización Previsional, de las cajas de previsión y de la ley Nº 16.744, que se encuentren percibiendo pensiones mínimas establecidas en el artículo 24 de la ley Nº 15.386, o pensiones mínimas establecidas en los artículos 26 y 27 de la misma ley y del artículo 39 de la ley Nº 10.662, ya sea por invalidez, vejez, antigüedad u otra causal de jubilación o por viudez;

“Los pensionados del sistema establecido en el decreto ley Nº 3.500, de 1980, que se encuentren percibiendo pensiones mínimas de vejez, invalidez, viudez o de madre de hijos de filiación no matrimonial, con garantía estatal conforme al Título VII de dicho cuerpo legal;

“Los que perciban pensiones de regímenes previsionales de las cajas de previsión, del Instituto de Normalización Previsional, del sistema establecido en el decreto ley Nº 3.500, de 1980, y de las mutualidades de empleadores de la ley Nº 16.744, ya sea por invalidez, vejez, antigüedad u otra causal de jubilación o por viudez o de madre de hijos de filiación no matrimonial, de montos superiores a la de las respectivas pensiones mínimas citadas precedentemente y que al 1º de abril de 2005 no excedan de 100 mil pesos mensuales y, tratándose de pensionados del sistema establecido en el decreto ley Nº 3.500, de 1980.”.

Quiero señalar que este último punto no estaba incluido en el proyecto original, pero el diputado señor José Miguel Ortiz propuso una indicación, respaldada por todos los miembros de la Comisión de Hacienda, que incorpora a los pensionados del sistema establecido en el decreto ley Nº 3.500, de 1980, es decir, a quienes están afiliados a las administradoras de fondos de pensiones, quienes “deberán acreditar su condición de pobreza, según los instrumentos de medición establecidos por el Ministerio de Planificación. Los pensionados del sistema establecido en el decreto ley Nº 3.500, de 1980, que no acreditaren su condición de pobreza el 1 de mayo del año 2005, deberán obtener dicha acreditación con anterioridad al 1º de julio de dicho año, en cuyo caso se les pagará el bono extraordinario en una sola cuota durante el transcurso de este último mes.”.

Para mayor claridad de los señores diputados, se trata de los pensionados del sistema de AFP cuyas pensiones varían entre 75 mil y 100 mil pesos mensuales, quienes no están adscritos a la garantía estatal.

Además, se concede este beneficio a “los beneficiarios de pensiones asistenciales del decreto ley Nº 869, de 1975;

“Los beneficiarios de pensiones de gracia cuyo monto al 1 de abril de 2005 no exceda de 100 mil pesos mensuales;

“Los beneficiarios de subsidio familiar establecido en la ley Nº 18.020;

“Los trabajadores señalados en las letras a), b) y c) del artículo 2º del decreto con fuerza de ley Nº 150, de 1981, del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, que perciban el beneficio de asignación familiar establecido en el referido decreto con fuerza de ley y cuyo ingreso mensual a marzo de 2005 no exceda de 180 mil pesos. Para estos efectos, se considerarán ingresos mensuales los señalados en el artículo 2º de la ley Nº 18.987;

“Las familias que al 31 de marzo de 2005 hubiesen recibido el bono de protección del sistema de protección social “Chile Solidario”, establecido en la ley Nº 19.949, y

“Las familias que a la misma fecha hayan recibido el bono de egreso establecido en el artículo 2º transitorio de la ley antes citada.”.

Esos son los beneficiarios, incluidos los que se agregaron en la discusión de la Comisión de Hacienda. De acuerdo a los antecedentes del Ejecutivo, esta indicación incorpora a 80 mil personas más de las que señalaba el proyecto original, con lo que se llega a 2 millones 200 mil personas. El costo aproximado que significa incorporar a estos nuevos beneficiarios será de 1.200 millones de pesos adicionales.

El artículo 2º señala que el bono extraordinario de 16 mil pesos se pagará en dos cuotas. En el proyecto original las cuotas eran de 8 mil pesos cada una y se pagarían en mayo y agosto, pero debido a la indicación antes mencionada, apoyada por la unanimidad de los integrantes de la Comisión de Hacienda, se acordó que por las condiciones propias del invierno se establezca una modalidad distinta de pago: la primera cuota será de 10 mil pesos y se pagará en mayo de 2005, y la segunda, de 6 mil pesos, en julio de 2005.

Quiero explicar por qué este bono no se pagó en dos meses seguidos. Ello se debe a la incorporación, por la vía de una indicación, de las personas que estaban adscritas al decreto ley Nº 3.500, de 1980, que ya mencioné, quienes deben acreditar su situación de pobreza, para lo cual requieren de mayor tiempo.

El bono extraordinario será pagado a los beneficiarios por el INP y por los demás organismos o instituciones a los que les corresponde pagar las respectivas pensiones o subsidios.

En el caso de los trabajadores beneficiarios de asignación familiar, el bono será pagado por el respectivo empleador, para lo cual se aplicarán las normas sobre pago y recuperación de las asignaciones familiares establecidas en el decreto con fuerza de ley Nº 150.

Este bono, que será de cargo fiscal y se pagará a todas las personas que al 1 de abril de 2005 tengan alguna de las calidades señaladas en el artículo 2º, no constituirá remuneración o renta para ningún efecto legal, no será imponible ni tributable y no estará afecto a descuento alguno.

El artículo 3º señala que cada beneficiario tendrá derecho sólo a un bono extraordinario, aun cuando revista más de alguna de las calidades establecidas en el artículo 2º. No tendrán derecho al bono quienes sean titulares de más de una pensión de cualquier régimen previsional o asistencial, incluido el seguro social de la ley Nº 16.744, o de pensiones de gracia, salvo cuando éstas no excedan, en su conjunto, los cien mil pesos mensuales a la fecha de pago. En su parte final, el artículo establece las sanciones para quienes perciban maliciosamente el bono.

El artículo 4º dispone que el mayor gasto fiscal se financiará mediante las transferencias del ítem correspondiente a la partida presupuestaria del tesoro público de la ley de Presupuestos del presente año.

Es cuanto puedo informar.

He dicho.

El señor ASCENCIO (Presidente).-

En discusión el proyecto.

Tiene la palabra el diputado señor Aníbal Pérez .

El señor PÉREZ (don Aníbal).-

Señor Presidente, nadie puede estar en contra de un proyecto de esta naturaleza, que otorga un bono extraordinario a las familias más modestas, las más duramente afectadas por el alza del precio de los combustibles.

El Gobierno prefirió el bono a la rebaja del impuesto específico o a usar el Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo, por estimar que de esta manera se ayuda a quienes sufren los problemas reales: la gente más modesta. Por cierto, comparto ese criterio económico.

Sin embargo, quiero plantear lo siguiente: hoy el país se encuentra en una situación de prosperidad de la que no sólo dan cuenta las autoridades económicas, sino que la ciudadanía, que está informada, que ve las noticias en la televisión y lee los diarios, se da cuenta de que el país vive un período de prosperidad. Todas las cifras dadas a conocer el último tiempo señalan que hemos superado la crisis económica. Hay quienes consideran que nuestras expectativas son realmente espectaculares, porque podríamos crecer a una cifra mágica para algunos: 7 por ciento anual.

El año pasado la balanza comercial cerró con un superávit de más de 9 mil millones de dólares, ya que exportamos más de 32 mil millones de dólares. El Banco Central anunció hace poco que durante el primer trimestre de este año las exportaciones se incrementaron en 23 por ciento y llegaron a una cifra récord: más de 9 mil millones de dólares. Todo el país sabe que el último año las ventas de cobre de Codelco han originado excedentes por más de 3.300 millones de dólares, cifra superior en 444 por ciento a los 607 millones de igual período en 2003.

Entonces, si el más modesto de los ciudadanos sabe que estamos en estas condiciones, uno podría preguntarse, con fundamento, no con demagogia, porque las cifras que tenemos son reales, están a la vista, ¿no es posible entregar un bono un poco superior, que signifique una señal clara de un gobierno que sabemos tiene un compromiso social efectivo con los más modestos?

Señor Presidente, por su intermedio quiero decir al ministro, y así lo planteé en reunión de bancada, que estas dos cuotas de ocho mil pesos constituyen no sé que palabra emplear un bono miserable para las actuales condiciones económicas del país.

Entonces, como jefe de la bancada del PPD pido al ministro y al Presidente de la República que se haga un mayor esfuerzo, porque es posible hacerlo.

Se dice que los empresarios pueden pagar mejores sueldos, pero también el Gobierno está en condiciones de entregar un bono que realmente signifique un alivio efectivo y concreto al mayor alza del precio de los combustibles.

En nombre de la bancada del PPD deseo plantear formalmente la posibilidad de que se reestudie el tema, se converse en el Gobierno y se vea cuánto más podría entregarse. Insisto: si la señal es que queremos ayudar a los más modestos, a la gente más pobre, debemos hacer un mayor esfuerzo para que el beneficio que entregaremos signifique una compensación real a los más de dos millones y medio de hogares pobres que aún tenemos en el país.

He dicho.

El señor ASCENCIO (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Julio Dittborn .

El señor DITTBORN.-

Señor Presidente, la UDI valora el bono, pagadero en 2 cuotas, que contempla el proyecto en estudio, pues favorecerán a alrededor de dos millones de personas de bajos ingresos. Si bien es cierto no es una gran ayuda, es un beneficio focalizado en quienes más lo necesitan. Desde ese punto de vista, apoyaremos la iniciativa que hoy se nos presenta, tal como lo hicimos en la Comisión.

La pregunta que uno no puede dejar de hacerse es la siguiente: ¿Y el resto de los chilenos? Existen cientos de miles de chilenos que se han visto tremendamente perjudicados por el aumento considerable del precio internacional del petróleo, que ha afectado el bolsillo de mucha gente que vive de un taxi, de un colectivo, de un vehículo para trasporte escolar o son dueños de un pequeño auto, que hace mucho tiempo dejó de ser un lujo en este país. Para ellos, el Gobierno no tiene nada.

Ante la alternativa que hemos propuesto, junto a muchos otros parlamentarios, de poner a funcionar nuevamente el Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo, Fepp, que funcionó muy bien entre los años 1991 y 1999 cuando fue usado políticamente en la elección del actual Primer Mandatario, pero funcionó bien durante ocho años, el argumento del ministro es que hoy ese instrumento no puede ser usado, porque la tendencia del precio internacional del crudo es claramente al alza. Por lo tanto, un mecanismo estabilizador terminaría subsidiando a los consumidores de gasolinas.

Reconocemos que hay algo de válido en ese argumento. Efectivamente, desde hace tres años el precio del petróleo en el mundo muestra una clara tendencia al alza, lo que dificulta la operatoria de cualquier mecanismo de estabilización. Sin embargo, lo que más me molesta y me irrita en toda esta discusión es que la Concertación ha sido tremendamente voraz cuando se trata de aumentar los impuestos. Siempre hay disposición para ello. Nos han aumentado los impuestos más de veinte veces en estos 15 años de Gobierno de la Concertación.

Para que la gente que está escuchando lo tenga claro, en 1990, cuando asume la Concertación, el impuesto específico a los combustibles era aproximadamente de 1,5 UTM por metro cúbico. Eso significa, en plata de hoy, 45 pesos por litro. Ahora se pagan 6 UTM por metro cúbico, o sea, 180 pesos por litro, solamente por impuesto específico. No estoy considerando el IVA ni los aranceles, que son otros gravámenes que se suman al consumo de los combustibles. Es decir, nos han aumentado cuatro veces dicho impuesto.

Entonces, hoy el chileno medio dice: “Bueno, devuélvanme la mano. Así como ahora estoy pagando 180 pesos de impuesto específico por litro y hace 15 años pagaba 45 pesos, ¡cómo el fisco no va a hacer algún esfuerzo al revés! ¿Por qué esto avanza para un solo lado?” Pero no hay ninguna disposición, voluntad ni sensibilidad al respecto. El Gobierno y la Concertación han demostrado tener una voracidad para aumentar los impuestos y una real insensibilidad cuando se trata de corregirlos en el sentido inverso.

También le propusimos otra medida al ministro en la Comisión, que me parecía sensata, pero tampoco fue acogida. El ministro sostuvo que la utilización del Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo en un mercado en que el crudo sube, llevaría a subsidiar a los consumidores. Pero en la última corrección que hicimos a dicha ley se crearon siete subfondos: de la parafina, del diésel, de la bencina de 93, 95 octanos, etcétera. La pregunta que surge es ¿por qué no usamos el mecanismo estabilizador que está en la ley del Fepp solamente para aquellos productos más sensibles para la población? Por ejemplo, la parafina y el diésel. Este último, porque va orientado a las empresas de transportes, de locomoción colectiva, buses, camiones, etcétera, y la parafina a los grupos más pobres, sobre todo ahora que viene el invierno. No usemos esta herramienta para las gasolinas, porque en un mercado en que el crudo sólo sube, podría terminar subsidiándolas.

Tampoco hubo voluntad para explorar esas alternativas y el argumento que nos dio fue que no se puede focalizar en el caso de la parafina y el diésel y que terminaría por beneficiar a otros sectores menos necesitados.

Entonces, ¿por qué se puede focalizar el bono? En este caso, se consideró a la gente de Chile Solidario, a los que reciben pensión asistencial, pensión de vejez mínima, o sea, se cruzó la información y se focalizó en aquellas personas que más lo necesitan. ¿Por qué no se puede focalizar parte del Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo dirigido al diésel, por ejemplo? Y así lo aprovecharían las empresas de transportes, los camiones, la gente que se dedica a hacer fletes. ¿Por qué en este caso no se puede focalizar, pero sí en el del bono? No queda claro. Entonces, uno percibe un ánimo o una voluntad política de focalizar el bono sin buscar otro mecanismo que beneficie a la clase media chilena que, obviamente, se ha visto muy afectada por este tremendo incremento del precio de los combustibles.

Queremos pedir al Gobierno que siga buscando mecanismos. En verdad, le pedimos que el mismo entusiasmo y creatividad para aumentar los impuestos lo tenga para buscar medios que permitan focalizar beneficios a los chilenos que no son los más pobres, pero sí se han visto tremendamente impactados por este aumento en el precio de los combustibles.

He dicho.

El señor ASCENCIO (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Ortiz .

El señor ORTIZ.-

Señor Presidente, hace algunas horas en la Comisión de Hacienda tuvimos la oportunidad de escuchar las intervenciones del ministro de Hacienda y del director de Presupuestos acerca de la realidad del alza del petróleo, tema que preocupa a todos.

En primer lugar, quiero recordar que Chile produce sólo el 2 por ciento del petróleo que ocupamos. Aparte de eso, en los últimos meses se ha hecho mucho hincapié en que la recaudación fiscal asociada a los combustibles ha aumentado de manera extraordinaria. Tengo en mis manos las cifras oficiales, indesmentibles, de la Dirección de Presupuestos. En 2004, en vez de subir, bajó en un 1,1 por ciento. Ello se debe a que disminuyó el consumo. Es falso, de falsedad absoluta, que el Gobierno obtenga mayores ingresos con este impuesto.

Me alegra que se haya tomado la decisión de otorgar un bono extraordinario a los trabajadores y pensionados de los quintiles más bajos. Creo que se está actuando en función de mejorar la calidad de vida de los sectores de menores ingresos de nuestra sociedad.

El país requiere progresar con más solidaridad y más integración social. Para que eso suceda, es necesario focalizar los instrumentos de políticas públicas en los sectores sociales más necesitados.

Este beneficio extraordinario favorecerá a 2 millones 215 mil personas, que incluye a pensionados con ingresos de hasta 100 mil pesos y a trabajadores con carga familiar e ingresos de hasta 180 mil pesos. Es decir, está dirigido a personas de ingresos bajos.

Estoy convencido de que ésta es la fórmula más progresista que las otras alternativas planteadas en el debate público, como reactivar el Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo o reducir el impuesto específico a los combustibles.

En los últimos años, he escuchado a muchos colegas expresar su preocupación porque el crecimiento económico ha significado que los quintiles cuarto y quinto sigan en la misma situación, lo que indica que no hay redistribución. Esta medida es una señal de que vamos por el camino adecuado, porque se focaliza dentro de los sectores más vulnerables.

Por otra parte, recuerdo que muchas veces los colegas Rodolfo Seguel , Edgardo Riveros , Enrique Jaramillo , Eugenio Tuma , Camilo Escalona , José Pérez y Pablo Lorenzini , entre otros, plantearon que no era posible que en los bonos que se han otorgado por diferentes motivos no se incluyera a los pensionados de las AFP, sin garantía estatal, y con ingresos inferiores a 100 mil pesos.

En la Comisión de Hacienda solicité el patrocinio del Ejecutivo para una indicación en ese sentido; el Ejecutivo accedió, con lo que se hará justicia a casi 100 mil personas, que desde que se recuperó la democracia, nunca habían recibido un bono. Ello aumentará en 1.300 millones de pesos el costo de este proyecto. Además, se está sentando jurisprudencia en la materia.

El costo total de este beneficio no es bajo. La inclusión de los beneficiarios de las Afps significa un costo para el erario de más de 36 mil millones de pesos. En mi opinión, este esfuerzo está en el camino correcto. Ese mayor gasto no va a cambiar la macroeconomía y seguir hacia adelante con nuestro crecimiento económico, que en 2004 fue de 6,1 por ciento y que esperamos suba en 2005.

Nuestro país necesita ser equitativo. Debemos esforzarnos para que los sectores de pocos recursos sean parte del crecimiento económico. El colega que me antecedió en el uso de la palabra mencionó las espectaculares cifras de nuestras exportaciones. Ello se debe al manejo de la economía por el Gobierno del Presidente Lagos, con su ministro de Hacienda, señor Nicolás Eyzaguirre y compañía, lo que ha permitido aprovechar todos los tratados y acuerdos comerciales. Por eso tengo fe en el proyecto de innovación tecnológica.

Por lo anterior, la bancada de la Democracia Cristiana votará favorablemente el proyecto que entrega un bono extraordinario de 16 mil pesos a los sectores que más lo necesitan.

He dicho.

El señor ASCENCIO (Presidente).-

En el tiempo de Renovación Nacional, tiene la palabra el diputado señor Carlos Vilches .

El señor VILCHES.-

Señor Presidente, tal vez, dado el tenor del debate suscitado en torno a este proyecto, uno podría caer en la tentación de hacer dos discursos. Uno para agradecer al señor ministro de Hacienda por su decisión de entregar un bono a la gente de menores recursos y, quizás, resignarnos a aceptarlo, en circunstancias de que, en mi opinión, es una limosna.

El otro, decir que el país enfrenta una grave crisis debido al alza de los combustibles y señalarle al señor ministro, con fundamentos, que ha dimensionado mal ese problema. Esto va a provocar una inflación que finalmente pagará la gente más modesta, ya que los combustibles tienen incidencia en todas los sectores de la economía. Ninguno se escapa.

Por ejemplo, los transportistas de mayor tonelaje, que efectúan el 92 por ciento de los fletes, han expresado que su situación es asfixiante y que no pueden entender por qué han llegado a ese extremo. El ministro de Hacienda, master en economía, sabe que la economía nacional opera sobre la base de la oferta y la demanda, lo cual significa que quienes entregan las cargas no pueden pagar más por flete, y que, a su vez, los fleteros no pueden subir el valor del servicio; en consecuencia, tienen que comerse las alzas de los combustibles.

A mi juicio, esta es una medida demagógica y populista del Gobierno, lo digo con todas sus letras, porque no resuelve el problema de fondo. Al ministro de Hacienda le va a pasar lo mismo que al Presidente Frei cuando dijo: “La crisis asiática no llegará al país. La crisis asiática será un resfrío para Chile”. Se equivocó redondamente, porque tuvimos cinco años muy bajos económicamente, período en que los más afectados fueron los pobres y los trabajadores debieron soportar la alta cesantía.

Las cifras macroeconómicas que exhibe el Gobierno son admiradas en el exterior, pero los cesantes y los pobres de nuestro país atraviesan por muchas dificultades sin que se ataque el problema de fondo.

¿Por qué, señor ministro, el Gobierno necesita recaudar mayores impuestos? El impuesto específico es una cifra fija, 180 pesos, como dijo el diputado Julio Dittborn , pero, cada vez que se incrementa el precio del combustible, sube la recaudación por concepto del impuesto al valor agregado. Por este mayor tributo, diariamente el Gobierno recibe millones de dólares.

Por ello, pedimos al ministro de Hacienda que no caiga en la soberbia. Es una mala consejera. Él tiene la función de tener el puño cerrado. De esa manera los recursos del Estado no se le van por entre los dedos, pero en la mano tiene 3 mil 100 millones de dólares, que corresponden a los excedentes del cobre.

¿Saben a cuánto asciende la ayuda que ofrece el Gobierno a través de esta iniciativa? A sesenta millones de dólares. Si a dicho monto se suman los dos millones de dólares que consiguió el diputado señor Ortiz , al Estado le cuesta sesenta y dos millones de dólares la entrega de un bono de 16 mil pesos a las personas que se indican en el proyecto, ayuda absolutamente miserable. Me da vergüenza que los diputados de la Concertación, que apoyan al Gobierno, acepten este tipo de medidas.

Por otra parte, quiero decir, con autoridad y seriedad, que el ministro de Hacienda no ha sido capaz de recibir a dirigentes nacionales de los gremios del transporte, quienes en estos momentos se encuentran perdiendo su tiempo en la cafetería de la Cámara, porque no pueden tener una entrevista con este secretario de Estado, actitud que ha colmado la medida.

Por eso, creo que la gente, que había dejado de lado las protestas, volverá a salir a la calle e irá a gritar al Ministerio de Hacienda, porque está desesperada con las alzas que se han producido. Van a subir los precios del pasaje de la locomoción colectiva, los taxis, el pan y la parafina, que en el campo la usan las familias más modestas. Los 16 mil pesos que propone entregar el Gobierno no resuelven el problema, de manera que habrá más delincuencia y más cesantes. Ahora, al poncho gigantesco del desabastecimiento de gas que tenemos encima, debemos agregar el alza de los combustibles.

Hablemos en serio. Una posibilidad planteada por todos los sectores políticos representados en la Cámara de Diputados es la flexibilización del impuesto específico, medida que produciría exactamente el mismo efecto que el Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo. El congelamiento transitorio del impuesto al valor agregado también es una medida justa, ya que el Gobierno no tiene por qué seguir recibiendo más recaudación que, en definitiva, es dinero que sale del bolsillo de los chilenos. Después la Empresa Nacional del Petróleo, publica su balance y nos dice: “Tuvimos una utilidad anual de 150 millones de dólares”.

Se propone la entrega de una ayuda para dos millones de personas o, según han señalado algunos, para dos millones de familias. Sin embargo, los 15 millones de habitantes de este país tenemos derecho a vivir mejor. Si Chile ahora está viviendo un período de bonanza, ¿por qué se sigue negando la entrega de una ayuda para la mayoría?

Quiero pedir, de manera formal, la congelación transitoria de los impuestos y que el Estado sólo siga recaudando normalmente cuando baje el petróleo, lo que debe ocurrir en algún momento, porque las alzas no pueden ser eternas. Esa sería una sana medida de administración, no como la que discutimos, que originará protestas, porque no resuelve ninguno de los problemas que vivirá la gente.

En síntesis, no podemos votar en contra del proyecto por la ayuda que implica, pero reitero me da vergüenza que haya diputados que representan a gente modesta que estén de acuerdo con su proposición.

He dicho.

El señor ASCENCIO (Presidente).-

En el tiempo del Comité Socialista y Radical, tiene la palabra el diputado señor Camilo Escalona .

El señor ESCALONA.-

Señor Presidente, en primer lugar, por las limitaciones de tiempo de que dispongo, voy a enumerar las personas que se verán beneficiadas con el proyecto de ley.

El proyecto beneficia a los pensionados del Instituto de Normalización Previsional, de las cajas de previsión y de la ley Nº 16.744, que se encuentren recibiendo pensiones mínimas establecidas en el artículo 24 de ley Nº 15.386, o pensiones mínimas establecidas en los artículos 26 y 27 de la misma ley y del artículo 39 de la ley Nº 10.662, ya sea por invalidez, vejez, antigüedad u otra causal de jubilación o por viudez; a los pensionados del sistema establecido en el decreto ley Nº 3.500, de 1980, que se encuentren percibiendo pensiones mínimas de vejez, invalidez, viudez, etcétera; a los beneficiarios de pensiones asistenciales del decreto ley Nº 869, de 1975; a los beneficiarios de pensiones de gracia cuyo monto al 1º de abril de 2005 no exceda de 100 mil pesos mensuales; a los beneficiarios del subsidio único familiar establecido en la ley Nº 18.020; a los trabajadores señalados en las letras a), b) y c) del artículo 2º del decreto con fuerza de ley Nº 150, de 1981, es decir, del sistema antiguo; a las familias incorporadas en el programa Chile Solidario, contenidas en las diferentes resoluciones del Ministerio de Planificación. A estos se agregan, como informaba el diputado señor Ortiz , las familias que estén en el sistema de AFP que tengan una pensión inferior a 100 mil pesos y que puedan acreditar estar en situación de pobreza, lo que aumentó en aproximadamente 80 mil beneficiarios el universo que comprende el proyecto y que alcanza un total aproximado de 2 millones 300 mil personas, lo que implicará un desembolso que, con la incorporación de la indicación que se aprobó en la Comisión de Hacienda, supera los 36 mil millones de pesos, o sea, los 80 millones de dólares.

La amplitud del universo que abarca este bono se relaciona directamente con el monto del mismo. Sería muy difícil esperar un esfuerzo mayor para financiar a estos 2 millones 300 mil personas.

Sin embargo, debo señalar que el cálculo establece nítidamente que a las familias en situación de pobreza que abarca este universo de los llamados por los economistas quintiles 1 y 2, se les cubren los gastos originados por el aumento del precio del petróleo.

Pero hay otro sector de chilenos que no están incluidos en la iniciativa, y que corresponden, según la terminología de los economistas, a los quintiles 3, 4 y 5; en particular, a los quintiles 4 y 5.

Si no hubo tiempo suficiente para que los diputados de las diferentes bancadas recabaran la información correspondiente, daré a conocer los antecedentes entregados en la Comisión de Hacienda.

El informe del Ejecutivo señala que se realizó un ejercicio comparativo desde mayo de 2004 a diciembre de 2005 respecto de lo que hubiese significado aplicar un Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo. Ello habría originado un gasto aproximado de 393 millones de dólares, el cual se radicaría en un 53,4 por ciento en los sectores 4 y 5, por su naturaleza social y económica, es decir, en el 40 por ciento de mayores ingresos de nuestra sociedad. De estos 393 millones de dólares, ese 53,4 por ciento estaría recibiendo aproximadamente 200 millones, o sea, más de la mitad del total del esfuerzo teórico que significaría establecer en el país nuevamente un Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo.

En otras palabras, recurrir a esa iniciativa, señalada en el curso del debate, implicaría establecer un subsidio regresivo que naturalmente ayudaría a resolver el mayor gasto de los sectores de más ingresos de nuestra sociedad. Esto tiene que ver con un diálogo que no se efectuó en la Comisión de Hacienda; al menos allí no se esgrimieron argumentos que señalaran una opinión contraria, en el sentido de que, mirada la evolución del precio del petróleo desde 1990 en adelante, a lo largo de esa década se pueden establecer fluctuaciones que indican la viabilidad del Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo, en la medida en que efectivamente ha habido fluctuaciones en el precio del producto. Sin embargo, desde 2001 hasta 2005, no se aprecian fluctuaciones, sino una tendencia al alza del precio. En consecuencia, al quedar de manifiesto ese aspecto, de acuerdo con la distribución del ejercicio que acabo de mencionar, el Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo establecería un impuesto regresivo, es decir, ayudaría a paliar el aumento del costo de los sectores de mayores ingresos de nuestra sociedad y no de los sectores más pobres, a los que con tanta pasión han aludido en sus intervenciones algunos diputados.

Para atender a los sectores que más lo necesitan, el instrumento más idóneo que debe establecer el Ejecutivo es un bono, cosa que no ha tenido contraargumentación en la discusión política y económica sostenida en la Comisión de Hacienda. El Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo, en el período 2001 a 2005, durante el cual la tendencia ha sido al alza sostenida, contribuiría simplemente a llevar más del 50 por ciento del gasto que ello significa a los sectores de mayores ingresos de nuestra sociedad.

El Gobierno del Presidente Lagos está cumpliendo lo que está demandando la comunidad, es decir, tomar medidas que contribuyan a paliar el efecto que esta situación va a producir en los sectores de menores ingresos.

La afirmación que señala que la recaudación fiscal ha crecido por efecto de este impuesto fijo carece de exactitud. En realidad, desde 2003 a 2004 decreció en menos 1,1 por ciento. En consecuencia, el impuesto que se establece a la bencina, de acuerdo con los antecedentes recogidos en la Comisión de Hacienda, que ningún señor diputado contradijo, indican un descenso del ingreso fiscal de menos 1,1 por ciento.

Si se trata de discutir el tema del IVA, todos sabemos, porque los datos están a la vista, que las expectativas de inflación de este año están por debajo de las generadas con el presupuesto, cuando se discutió en esta Cámara en octubre y noviembre del año pasado. Es decir, tenemos una inflación inferior a la que se calculó en el presupuesto; en consecuencia, carece de todo fundamento señalar que el ingreso fiscal es mayor, porque todo indica que, al haber una inflación menor a la esperada, el ingreso es menor al proyectado. De manera que el argumento de que el fisco se estaría “hinchando” de ingresos, carece de fundamento y no tiene ninguna veracidad.

En consecuencia, lo que los señores diputados solicitan del Ejecutivo no corresponde, en el sentido de hacerse cargo del alza del precio del combustible en los términos planteados en las intervenciones que me han antecedido.

Me gustaría vivir en un mundo en el que el precio del petróleo no subiera, pero Chile no es productor de petróleo, no controla el mercado mundial del consumo de combustible, tampoco es miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo. Es decir, la incidencia concreta a la cual alude la demanda que se hace con tono apasionado, en el sentido de que respecto de aquello se puede influir, no está al alcance del Gobierno.

Lo que sí puede hacer el Gobierno es desembolsar, de acuerdo con los recursos del erario fiscal a esta altura del año, aproximadamente 82 millones de dólares, es decir, más de 36 mil millones de pesos, que irán en beneficio de 2 millones 300 mil personas que lo necesitan. Siendo ésa una acción con absoluto fundamento ético y político, a las bancadas de la Concertación en ningún caso les tiene que dar vergüenza.

He dicho.

El señor ASCENCIO (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Antonio Leal .

El señor LEAL.-

Señor Presidente, quiero señalar que valoro el bono de 16 mil pesos que el Gobierno nos ha propuesto aprobar a través de este proyecto para 2 millones 300 mil personas, porque para los sectores que reciben pensiones inferiores a 100 mil pesos, un bono de 16 mil pesos es mucho dinero. Esto ayudará a los sectores más pobres a mitigar el aumento en el precio de los combustibles.

Sin embargo, también hay sectores medios y populares que viven del transporte, del taxi colectivo, que se han visto perjudicados por el aumento en el precio de los combustibles.

Quiero recordar que, como Chile no es un país productor de petróleo, el aumento desmesurado del precio de éste lo afecta con mayor fuerza, lo que, probablemente, seguirá ocurriendo debido a la mayor demanda que se aprecia en el mercado mundial, igual como ocurre con los metales, como el cobre. Eso determina el factor precio.

Habrá que ver cómo podemos abordar este problema que también afecta a otros sectores de la población. El bono es un hecho concreto, real y positivo, que fue pedido por todos los sectores políticos. Cuando se inició este debate, hubo una intervención muy acalorada del senador José Antonio Coloma , en televisión, pidiendo este bono, y también de otros parlamentarios. Creo que podemos abordar el problema analizando los instrumentos que tenemos.

En primer lugar, inyectar recursos al Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo. Un fondo funciona si hay flujos y reflujos y si hay posibilidades de que se recupere, sobre la base de que el precio del petróleo mantiene una tendencia a subir y a bajar en un determinado período de tiempo. Eso no se da en la situación actual y, por tanto, incorporar hoy 200 millones de dólares al Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo significa que en muy poco tiempo éste se va a quedar con cero pesos.

Alguien propuso bajar el impuesto de 6 a 5 por ciento, que son aproximadamente 80 mil millones de pesos. En ese caso, de esos 80 mil millones de pesos que se podrían rebajar, 56 mil millones se concentran en los sectores más altos.

Sin embargo, soy partidario de buscar una fórmula se la hemos propuesto al Gobierno para congelar el impuesto específico en un determinado nivel o en una determinada banda. Es decir, si el precio del petróleo es de 58 dólares el barril, se fije una banda para determinar una cantidad de ingresos desde el punto de vista del impuesto específico, el cual depende del volumen. Por eso, no tienen razón aquellas señoras diputadas y señores diputados que entregaron el argumento de que por el impuesto específico el Gobierno está recibiendo una cantidad mayor de recursos de los que recibía en el pasado. No es así, porque depende del volumen, y cuando el precio del petróleo está muy alto el volumen tiende a decrecer, pero, además, depende del valor del dólar, que antes estaba a 735 pesos y hoy está a 570 pesos. Es un dato que hay que tener en cuenta.

Lo que hemos propuesto es que si el precio del barril del petróleo está a 58 dólares y la gente está pagando impuestos por ese valor, considerando el volumen, se fije una banda entre 48 y 50 dólares y, a partir de ese monto, se congele el impuesto y no se pague por la diferencia. Esto se podría mantener en el tiempo. Por tanto, si mañana bajara el precio del petróleo a 47 dólares, el Estado seguiría recibiendo un monto en la banda de 48 o de 50 dólares como impuesto específico. Eso permitiría que el Estado no pierda los ingresos que actualmente recibe. Esto lo hemos hecho es bastante simple en el caso de la tarifa sustentada para la minería: a partir de 85, se da un préstamo que posteriormente se paga, cuando el precio del cobre supera los 90 centavos de dólar la libra.

Es decir, lo hemos hecho en otros casos; no es algo original. Por lo tanto, debemos buscar una fórmula de esta naturaleza, porque los afectados con el alza del precio de los combustibles no son sólo los sectores que tienen tres o cuatro automóviles. Sin duda, se beneficiarán si se inyectan, sin discriminar, 200 ó 300 millones de dólares al Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo, pero no sólo ellos, que poseen dos millones de automóviles y representan el 27 por ciento de la población aunque parezca paradójico, el resto de la población no tiene automóvil, sino que, además, los conductores de taxis colectivos, que ganan siete, ocho o diez mil pesos al día trabajando un taxi que, muchas veces, ni siquiera es de su propiedad, y los transportistas como decía el colega Vilches , cuyos mayores costos pueden generar el alza de otros productos. Por eso, soy partidario de buscar una solución de esta naturaleza para esos sectores.

En el estudio que hemos hecho, si se fijara una banda de 48 dólares el barril para pagar el impuesto, ello significaría que hoy la gente estaría pagando 70 pesos menos. Si mañana el precio del barril bajara a 40 dólares y se siguieran pagando 48 dólares, la gente tendría que desembolsar 15 ó 20 pesos más, pero con un precio de la bencina de 95 octanos a 430 pesos. Probablemente, nadie tendría problemas de pagar la diferencia entre 430 y 445 que costaría, de acuerdo con el precio de la banda. Es una propuesta, pero pueden haber muchas otras.

No se trata de inyectar recursos para beneficiar a los sectores más ricos del país, cuestión que rechazo; no se trata de colocar recursos en un fondo de estabilización que se va a deshacer rápidamente, sino de buscar fórmulas, que ya se han aplicado en otros casos y que permitan amortiguar la constante alza del precio internacional del petróleo y de los combustibles, en general, del cual dependen numerosos sectores de nuestra sociedad, desde el punto de vista económico.

Creo que en el afán de defender los intereses de los sectores más populares, el jefe de la bancada del PPD ha emitido un juicio exagerado, en cuanto a que este bono es demasiado reducido. En mi opinión, es importante y significativo para el mundo popular, pero debemos pensar en otros instrumentos para proteger a los sectores fuertemente perjudicados por el aumento del precio de los combustibles.

He dicho.

El señor ASCENCIO (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Rodrigo Álvarez .

El señor ÁLVAREZ.-

Señor Presidente, en primer lugar, hago mías las palabras del diputado Julio Dittborn , en orden a valorar y reconocer el esfuerzo que se hace para otorgar este tipo de bonos, así como las modificaciones relacionadas con su distribución y meses de pago aprobadas por la Comisión de Hacienda.

Sin duda, constituye un esfuerzo importante, aunque insuficiente; de alguna forma, será una medida de parche para muchos chilenos que están escuchando. Pero, en caso alguno, me atrevería a calificarlo de demagógico ni de errado; es un buen esfuerzo, y el hecho de que el Estado chileno puede asumir la suma de 80 millones de dólares con rapidez, demuestra que existe un espíritu serio y, al mismo tiempo, un intento por superar un problema muy grave. También demuestra hay que reconocerlo la capacidad que existe de darse cuenta de que otras medidas propuestas a la opinión pública son un error. Por ejemplo, el Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo que, de haberse aplicado, habríamos visto, primero, un brutal desangramiento de recursos del Estado; segundo, la aplicación de una medida regresiva y, tercero, que tal medida habría tenido un bajo impacto.

Por eso, es importante ir en ayuda directa del primer y segundo quintil de la gente más necesitada. Todavía es insuficiente y bajo, pero es un esfuerzo importante que está haciendo el Estado.

Asimismo, valoro, por supuesto, las palabras del diputado Dittborn , en el sentido de que es necesario buscar fórmulas mucho más atractivas y modernas en materia de tratamiento tributario de los impuestos específicos y del IVA. En verdad, en los últimos 15 años se ha subido en numerosas ocasiones el impuesto específico, y uno puede percibir que, ante este tipo de urgencias ocasionadas por las variaciones de un precio internacional, es necesario buscar un modelo tributario distinto, más moderno y menos inflexible que el existente.

También nos parece evidente que un amplio sector de la clase media se verá impactado por el alza del precio del petróleo, y pese a ello no está recibiendo un beneficio o sólo está obteniéndolo en forma marginal.

Por eso, insistimos en la necesidad de buscar nuevas fórmulas y de seguir trabajando, sobre todo porque, a la luz de la información entregada y de la tendencia internacional de los precios, es perfectamente posible que la medida no sea de corto plazo y que continuemos con el problema, incluso con posibilidades de agravarse si un considerable aumento del precio del petróleo se hace una realidad en el futuro.

Existe la necesidad, compartida por el ministro de Hacienda en su momento en la Comisión de seguir discutiendo y buscando fórmulas que permitan superar un gravísimo problema para nuestra economía y, al mismo tiempo, para los bolsillos de todos los chilenos.

Por eso, sin dejar de considerar que es insuficiente, reconocemos el esfuerzo que se está haciendo, razón por la cual anuncio el voto favorable de nuestra bancada.

He dicho.

El señor ASCENCIO (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Lorenzini .

El señor LORENZINI.-

Señor Presidente, en verdad, después de escuchar al diputado Escalona , es mejor que hable yo antes de que lo haga el ministro.

Según el diputado Escalona , este año el Gobierno está muy mal, la inflación es negativa y no tenemos dinero. No es lo que uno lee en los diarios, ni corresponde a las cifras que da a conocer el Banco Central o lo que se publica en Japón, en el extranjero; en fin.

Comparto lo señalado por el diputado Álvarez, en cuanto a que para este año hay pocos recursos; son pocos, pero es lo que hay. Hemos logrado que se acoja un planteamiento que presentó ayer la directiva de la Democracia Cristiana al Presidente Lagos, ratificado hoy junto con el diputado Ortiz en eso hay que agradecer la disposición del señor ministro en la Comisión de Hacienda, respecto de las 100 mil personas que quedaban fuera del beneficio y, ojalá, acortar los plazos y aumentar lo que la gente va a cobrar antes del invierno. Ese planteamiento es válido y fue aceptado por el ministro.

A mi juicio, el tema de fondo será retomado en el Senado, lo cual el ministro lo tiene claro. Me convenció la cifra entregada por él. En un principio, yo era partidario del Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo. Ahora, tengo claro, con la cifra y el ejemplo que entregó el ministro Eyzaguirre , que eso no funciona. Pero igual hay que buscar una manera de que el aumento del precio del petróleo no sea una escalada semana tras semana. Si el ministro quiere, fijemos el precio en 700 pesos, pero lo importante es dar tranquilidad a 12 ó 24 meses.

Existe una preocupación ministerial que habrá que analizar a fondo el ministro ha accedido a la invitación, a fin de concurrir más adelante a la Comisión, en cuanto a qué sucederá si el precio del petróleo baja. Pero, en la práctica, nada asegura un precio más bajo. Por lo tanto, tal como se hace con la proyección del precio del cobre, que es estructural y a diez años, podríamos tener una posición un poco más potente respecto del petróleo.

Se pierde una oportunidad. Hoy estamos parchando y dejando de lado a la clase media. No sé por qué siempre es el jamón del sandwich. La Democracia Cristiana y todos los partidos políticos están viendo la posibilidad de ayudarla: 35 mil millones, 40 mil millones. Estamos hablando de 60 millones de dólares.

El diputado Leal es experto en precio del cobre. Estaremos en desacuerdo con el diputado Escalona , pero no sé, cuesta explicarle a la gente que tenemos un problema, un precio del petróleo que no es problema de Chile. Pero tenemos, no sé si vacas gordas, pero estamos bien y podemos hacer un pequeño esfuerzo; podríamos darles algo más a los sectores medios. Éste no es un tema político, sino que se trata de escuchar a la gente, a la ciudadanía.

El tema de fondo no lo vamos a resolver ahora. Habrá que analizar lo relacionado con el Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo y buscar una salida, porque, de lo contrario, desde ya le estaremos diciendo a Soledad Alvear que tendrá un problema a partir de marzo del próximo año, ya que esta situación continuará el próximo año, lo que obligará a su ministro de Hacienda a venir a esta misma Sala; no para hablar de 35 mil millones, sino de una estabilización de los precios del Petróleo a largo plazo; buscando una manera racional para los sectores con menos capacidad adquisitiva lo que me parece muy bien, pero también para la clase media.

Por eso, la Democracia Cristiana no descarta la posibilidad de buscar otra alternativa.

El proyecto está bien y, por eso, lo aprobamos en la Comisión de Hacienda; cuenta con nuestro respaldo. Pero el tema de fondo queda pendiente para la presidenta Soledad Alvear , el próximo año; y es una lástima que no hayamos hecho un poco más por los sectores de clase media.

Y al diputado Escalona le digo que no tenga miedo, que revise las cifras, y si en algo podemos ayudar al Gobierno, entre los diputados haremos una “vaquita” para cooperar. Por supuesto, es una broma. El ministro de Hacienda sabe que lo ha hecho muy bien y que las arcas fiscales son muy potentes.

He dicho.

El señor ASCENCIO (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Maximiano Errázuriz .

El señor ERRÁZURIZ.-

Señor Presidente, nadie podría oponerse a un proyecto de ley que favorecerá a 2 millones de personas. Sin embargo, también estoy consciente de que la ayuda que se les dará es bastante exigua.

Me preocupa lo veo a diario en Puente Alto, en La Pintana, en Pirque y en San José de Maipo, como cada uno de los diputados lo hace en sus respectivos distritos que se piense que la gente que tiene una situación económica sólida no necesita ayuda y puede resolver sus problemas sola, sin necesidad de apoyo. En cambio el indigente o la persona de escasos recursos siempre va a recibir apoyo a través de diversas vías: de la intendencia, de las municipalidades, etcétera. Pero hay una enorme cantidad de personas que no son pobres ni indigentes, pero tampoco ricas, que no tienen quién las ayude o apoye.

Cuando dos personas ganan lo mismo y una de ellas es ordenada, cuidadosa, no bebe alcohol, ahorra y tiene una casa limpia y ordenada y, en cambio, la otra se toma todo el dinero que recibe y vive en un chiquero, es esta última la que recibe el subsidio y el apoyo del Gobierno; la otra, absolutamente nada.

Este proyecto es muy importante, pero también habría querido que se hubiera hecho algo en materia de pensiones asistenciales. Hoy día, una pensión asistencial es de 42 mil pesos mensuales, que una persona recibe durante toda su vida. No le soluciona sus problemas, pero algo le ayuda. Sólo en Santiago hay 8.500 personas en lista de espera, y en la Sexta Región, 2.300. Desde luego, si se permite que postulen a estas pensiones quienes tienen televisor, equipo de música, etcétera, y no se aumenta el número de las mismas, lo único que vamos a conseguir es que la lista de espera aumente al doble o al triple.

Cómo quisiera que se pudiesen destinar recursos no sólo para subsidiar el consumo de agua potable hasta cierto límite, sino también el consumo gas y energía eléctrica, porque son subsidios directos. Ésta es una ayuda que se otorga en forma parcelada a 2 millones de personas; se entregó y se acabó. Pero hay mucha gente que, desgraciadamente, no va a recibir este subsidio, a pesar de que ha estado en lista de espera durante años para conseguir una pensión asistencial.

En Puente Alto y La Pintana, recibí a algunas personas que llegaron con una carta, de fecha 10 de diciembre de 2001 es decir, pocos días antes de las elecciones, quienes me dijeron que el intendente Sergio Galilea les había prometido que en el primer semestre del año 2002 saldría su pensión asistencial, pero cuando le consultaron sobre el tema al nuevo intendente, éste les había señalado que no existían recursos para ello.

Vamos a votar favorablemente el proyecto, aunque considero insuficiente el bono.

Pero no puedo entender que el año pasado la recaudación de impuestos haya sido menor. A lo mejor ha sido menor respecto del im¬puesto específico, porque si se consume me¬nos, evidentemente que los ingresos por con¬cepto de ese tributo son menores. Sin em¬bargo, al aumentar el precio del combustible, el ingreso por concepto de IVA, evidente¬mente, es mucho mayor y, en consecuencia, estoy seguro que los ingresos, considerando tanto el impuesto específico como el IVA, son mayores.

Por eso, creo que no nos podemos ver la suerte entre gitanos. Ojalá el Gobierno se preocupe en algún momento de la clase media de Chile.

He dicho.

El señor ASCENCIO (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Exequiel Silva .

El señor SILVA.-

Señor Presidente, entiendo la discusión que se ha generado en relación con este bono. Siempre es posible plantear el aumento de un beneficio del Estado en términos monetarios. Siempre es posible solicitar que el beneficio llegue a un mayor número de personas. El diputado José Miguel Ortiz señaló que hay una indicación para ampliar el beneficio a cerca de 80 mil personas que antes no han recibido bonos, pero se siguen repitiendo argumentos en la Sala acerca del aumento de la recaudación.

Espero que cuando el ministro de Hacienda se refiera al punto tenga la misma claridad que tuvo en la Comisión de Hacienda para aclarar que no aumenta la recaudación. Si bien es cierto que comparto la preocupación por los sectores medios de la población, que también se ven afectados, me sorprende el argumento que señala que el fisco deje de recaudar para no seguir afectándolos. Con esto, da la impresión que cuando el fisco recauda, la plata se va al bolsillo del ministro. Como si mantener la recaudación no significara mantener los programas sociales que aprobamos todos los años en la ley de presupuestos de la nación y que, pese a los momentos de crisis que se han mencionado, no tan sólo los hemos mantenido, sino que los hemos aumentado.

El ministro señaló en la Comisión de Hacienda su disponibilidad para generar un diálogo y un gran consenso de los partidos políticos que tienen representación parlamentaria a fin de buscar un sistema de estabilización que puede tener beneficios, pero que también puede tener riesgos si el día de mañana baja el precio del petróleo. Por eso, avancemos en un gran acuerdo en el Congreso para buscar una modalidad de estabilización.

Pero vamos más allá. Alguien podría pensar que me estoy cambiado de tema, pero existen subsidios para grandes empresas constructoras. Quiero recordar sólo los que el diputado Carlos Montes ha denunciado en la Cámara de Diputados. Estudiemos estos subsidios y seamos capaces de distribuirlos y focalizarlos en los sectores medios que a todos nos preocupan, porque es muy fácil pedir que se aumenten los beneficiarios del bono mediante desembolsos del fisco.

Propongo que los recursos que se obtengan luego del estudio de los subsidios que siguen obteniendo las grandes empresas constructoras se repartan en los sectores medios. Aprobemos financiamiento universitario para favorecer a la clase media. Aprobemos mañana la ley de isapres, para favorecer también a la clase media. Generemos instrumentos para favorecer a la pequeña y mediana empresa.

Creo que el proyecto va a beneficiar a aquellos sectores más afectados por el alza de los combustibles. Aunque siempre será insuficiente la cantidad de plata, seamos responsables y concordemos en que el monto corresponde al esfuerzo que el Estado puede hacer en este minuto. Es muy fácil decir: “vamos a aprobar este bono, pero la verdad es que es “rasca”, es una limosna”. Esas palabras se han utilizado.

Respaldo el proyecto y espero, señor ministro, que pronto podamos dialogar sobre algún mecanismo de compensación, en consenso con todos los sectores de la Cámara de Diputados. Debemos hacernos responsables de las decisiones que tomamos y efectuar un debate serio sobre aquellos recursos del Estado que hoy están mal focalizados en las grandes empresas y que podrían impulsar el desarrollo de las pequeñas y medianas, e ir en beneficio de la clase media, que todos decimos defender.

He dicho.

El señor ASCENCIO (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Jaime Mulet .

El señor MULET.-

Señor Presidente, quiero manifestar que estamos de acuerdo con el otorgamiento del bono, ya que si bien es cierto la cifra parece bastante menor, es importante para los trabajadores y pensionados de ingresos bajos y medios. Además, se trata de un beneficio compatible con el bono de invierno, que se otorga en los meses más duros de esa estación y que favorece a muchos adultos mayores.

Ayer tuve la oportunidad de asistir con la directiva de mi partido estuvieron presentes los diputados Edgardo Riveros , Waldo Mora y el presidente del partido a una reunión con el Presidente de la República, a quien le planteamos la necesidad de que se agregue a la propuesta inicial del ministro de Hacienda a los jubilados que reciben pensiones mínimas en el sistema de las AFP. Entiendo que esa propuesta, contenida en una indicación del diputado José Miguél Ortiz y otros parlamentarios, fue acogida por el Ejecutivo, lo cual es una buena señal, porque por primera vez se incorpora en este tipo de beneficios a pensionados de las AFP. Esto nos llevará más adelante a revisar ese sistema de pensiones, por cuanto está otorgando jubilaciones muy bajas. Agradezco que el Ejecutivo haya acogido nuestro planteamiento.

En segundo lugar, considero interesante la propuesta del Ejecutivo en términos de incorporar en este beneficio a trabajadores de ingresos bajos y medios. El hecho de otorgar un bono a quienes ganen menos de 180 mil pesos, sin importar dónde trabajen, y que sean titulares de cargas familiares, también constituye un avance. Ojalá que el avance fuese mayor y el beneficio se hiciera extensivo a quienes perciben ingresos de 200 mil pesos o más, que forman parte de la clase mediabaja, que tiene grandes dificultades derivadas del aumento del precio de los combustibles.

Reitero el agradecimiento de la Democracia Cristiana al Ejecutivo por haber acogido el planteamiento que formulamos a su excelencia el Presidente de la República.

He dicho.

El señor ASCENCIO (Presidente).-

Tiene la palabra el ministro de Hacienda, señor Nicolás Eyzaguirre .

El señor EYZAGUIRRE (ministro de Hacienda).-

Señor Presidente, agradezco la buena disposición a conversar estos temas, particularmente a los integrantes de la Comisión de Hacienda, en la cual se dio un diálogo muy bueno.

En primer lugar, quiero señalar algunos antecedentes para que no se queden con ideas incompletas en sus mentes.

No es efectivo que durante los gobiernos de la Concertación se hayan subido los impuestos a los combustibles. En 1990, en Chile existía un arancel de 15 por ciento. Hoy, después del acuerdo con Estados Unidos y dado que la Empresa Nacional del Petróleo toma como precio de referencia el del Golfo de la Costa de México, en Estados Unidos, el arancel es de cero por ciento. Lo que ha habido en materia de impuesto específico, únicamente, ha compensado lo que ha disminuido el arancel, de manera que lo que los consumidores y productores pagan por concepto de impuesto a los combustibles es lo mismo que hace 15 años.

Es cierto que cuando los precios suben, la recaudación por IVA es mayor, pero cuando los precios bajan, la recaudación por IVA es menor. ¿Estarían dispuestos a subir el IVA al maíz, al trigo o al vestuario, cuyos precios están bajando? Como señaló el diputado Escalona , los precios en promedio están subiendo menos de lo que pensábamos. Por tanto, estamos recaudando menos por concepto de IVA. Estamos recaudando más a raíz de que a la economía le está yendo bien y a que el precio del cobre está muy alto, pero no por cambios en las tasas de impuestos. De hecho, ustedes han conocido por informaciones de prensa que la carga tributaria no ha subido, cuestión que no me parece tan bueno, pero en ningún caso hay que afirmar que estamos cobrando más impuesto, porque eso es falso.

En segundo lugar, se ha planteado que el bono es una miseria. Sin duda, la distribución del ingreso en el país significa una miseria. Cualquier bono, de la cantidad que sea, frente a la pobreza horrorosa que todavía azota nuestro territorio, es muy poco. Sin embargo, este bono no está calculado de manera arbitraria, sino que corresponde exactamente al incremento del gasto de las familias que constituyen el 40 por ciento más pobre del país, entre mayo de 2004 y diciembre de 2005, por un precio del petróleo de 52 dólares el barril, en referencia a los treinta y algo que costaba en mayo de 2004. Por consiguiente, la compensación es exacta y el 40 por ciento más pobre del país, en su inmensa mayoría, no sufrirá los embates del precio de los combustibles. Los beneficiarios son 2 millones 300 mil. Si pensamos que cada una de esas familias, al menos, tiene tres personas, estamos hablando de aproximadamente 6 millones de peresonas, que constituyen el 40 por ciento del país.

Hay que entender que cuando el país produce sólo el 2 por ciento del petróleo que consume e importa el 98 por ciento restante, es completamente imposible subsidiar a todos. Si a Chile le cuesta más, para que a algunos les cueste lo mismo, tendrán que haber otros que paguen más. Eso es simple y lógica aritmética.

¿Cómo podemos evitar que no paguen los sectores que no pueden hacerlo? ¿Dónde está concentrado nuestro problema? En el 40 por ciento más pobre, porque ellos no tienen capacidad de defenderse contra estas alzas. Ahí está la mayor cantidad del desempleo del país. En el 60 por ciento más acomodado, la tasa de desempleo es baja y los salarios suben sustantivamente por arriba del IPC. Por lo tanto, tienen condiciones de empleabilidad y de salarios para absorber el costo.

Tampoco exageremos, diputado Vilches , porque de diciembre a esta parte puede haber subido el precio de los combustibles, pero han bajado muchos otros precios y el IPC se ha mantenido inalterado. Este problema no sólo lo tiene Chile, sino el mundo entero: Japón , Europa , Centroamérica y Estados Unidos. ¿Qué están haciendo todos los países? Lo obvio. Si el combustible es más caro, porque es más escaso frente a la demanda mundial, y lo subsidiamos, lo único que haremos será aumentar nuestra dependencia de a algo que no producimos y que cada día es más escaso y más caro.

¿Alguno de ustedes encuentra lógico el hecho de que ante la escasez de gas argentino subsidiáramos su consumo? Debemos sustituirlo por fuentes alternativas de energía y mitigar el efecto económico sobre el 40 por ciento más pobre, porque, como digo, salvo que no sepamos aritmética, es imposible subsidiar a todos. Pero, podríamos haber hecho populismo económico. Como destacaron varios diputados, si desde comienzos de 2004 a esta parte hubiéramos inyectado recursos al Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo, para producir el mismo efecto sobre el 40 por ciento más pobre que produjeron los bonos de 10 mil pesos el año pasado y de 16 mil pesos este año, habríamos gastado 393 millones de dólares en vez de 80 millones. ¿De dónde creen ustedes que saldrían los 313 millones de dólares restantes? ¿De algún subsidio de Marte? ¡No!, del sistema financiero y éste, con 313 millones de dólares menos, cobraría tasas de interés más altas. ¿Saben a quiénes? A los tres millones y medio de deudores hipotecarios y de consumo concentrados exactamente en la clase media, quienes pagarían, por concepto de intereses, 250 millones de dólares más. Estoy seguro de que nadie de aquí quiere engañar a la gente. ¿Para qué vamos a prometer algo que no es más que una falacia: sacar un billete de un bolsillo para ponerlo en el otro? En lo único que podemos ser responsables como país es en la ayuda a quienes no pueden defenderse. Es lo que estamos haciendo con este proyecto.

Repito que nada le costaría a este Gobierno traspasar recursos del Fondo de Estabilización del Precio del Cobre al Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo, mintiéndose a sí mismo en el sentido de que, porque el precio del petróleo está transitoriamente alto, subsidiar a todo el mundo, gastar 393 millones de dólares y, como su precio no baja y, por el contrario, sube, comprar muchos votos fáciles durante un año eleccionario y encontrarse, en marzo de 2006, con un país con 400 millones de dólares menos en sus arcas, con más deudas o con una clase media con menos posibilidades de acceder a la casa propia, a un refrigerador o a lo que necesite para seguir progresando.

Hemos actuado con firmeza, porque somos hombres de Estado y, por último, porque estamos convencidos de que vamos a seguir gobernando.

He dicho.

Aplausos.

El señor ASCENCIO (Presidente).-

Cerrado el debate.

Corresponde votar en general el proyecto que otorga un bono extraordinario para los sectores de menores ingresos.

En votación.

Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 91 votos; por la negativa, 0 voto. Hubo 1 abstención.

El señor ASCENCIO (Presidente).-

Aprobado.

Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:

Accorsi , Alvarado , Álvarez-Salamanca , Álvarez , Allende ( doña Isabel) , Ascencio , Barros, Bauer , Bayo , Becker , Bertolino , Burgos , Bustos , Caraball ( doña Eliana) , Cardemil , Ceroni , Cornejo , Correa, Delmastro , Dittborn , Egaña , Encina , Errázuriz , Escalona , Forni , Galilea (don Pablo) , García-Huidobro, González (don Rodrigo) , Guzmán (doña Pía), Hales , Hernández , Hidalgo , Ibáñez (don Gonzalo) , Jaramillo , Jarpa , Jeame Barrueto , Leal , Leay , Letelier (don Juan Pablo) , Letelier (don Felipe) , Lorenzini , Luksic , Martínez , Masferrer , Melero , Mella (doña María Eugenia) , Molina , Monckeberg , Montes, Mora , Moreira , Mulet , Muñoz (doña Adriana), Navarro , Norambuena , Ojeda , Olivares, Ortiz , Palma , Paya , Pérez (don José) , Pérez (don Ramón) , Pérez ( doña Lily) , Pérez (don Víctor) , Quintana , Recondo , Riveros , Robles, Rojas, Saa (doña María Antonieta) , Salaberry , Salas , Sánchez , Seguel , Sepúlveda (doña Alejandra), Silva, Soto (doña Laura) , Tapia , Tarud , Tuma , Ulloa , Uriarte , Valenzuela , Varela , Vargas, Venegas , Vidal (doña Ximena), Vilches , Villouta , Von Mühlenbrock y Walker.

Se abstuvo el diputado señor Galilea (don José Antonio).

El señor ASCENCIO (Presidente).-

Por no haber sido objeto de indicaciones, se declara también aprobado en particular.

Despachado el proyecto.

1.4. Oficio de Cámara Origen a Cámara Revisora

Oficio de Ley a Cámara Revisora. Fecha 12 de abril, 2005. Oficio en Sesión 44. Legislatura 352.

VALPARAISO, 12 de abril de 2005

Oficio Nº 5492

A S.E. EL PRESIDENTE DEL H. SENADO

Con motivo del Mensaje, Informe y demás antecedentes que tengo a honra pasar a manos de V.E., la Cámara de Diputados ha tenido a bien prestar su aprobación al siguiente

PROYECTO DE LEY:

“Artículo 1º.- Concédese, por una sola vez, un bono extraordinario a los siguientes beneficiarios:

- los pensionados del Instituto de Normalización Previsional, de las cajas de previsión y de la ley Nº 16.744, que se encuentren percibiendo pensiones mínimas establecidas en el artículo 24 de la ley Nº 15.386, o pensiones mínimas establecidas en los artículos 26 y 27 de la misma ley y del artículo 39 de la ley Nº 10.662, ya sea por invalidez, vejez, antigüedad u otra causal de jubilación o por viudez;

- los pensionados del sistema establecido en el decreto ley Nº 3.500, de 1980, que se encuentren percibiendo pensiones mínimas de vejez, invalidez, viudez o de madre de hijos de filiación no matrimonial, con garantía estatal conforme al Título VII de dicho cuerpo legal;

- los que perciban pensiones de regimenes previsionales de las cajas de previsión, del Instituto de Normalización Previsional, del sistema establecido en el decreto ley N° 3.500, de 1980, y de las mutualidades de empleadores de la ley N° 16.744, ya sea por invalidez, vejez, antigüedad u otra causal de jubilación o por viudez o de madre de hijos de filiación no matrimonial, de montos superiores a las de las respectivas pensiones mínimas citadas precedentemente y que al 1 de abril de 2005 no excedan de $ 100.000 mensuales y, tratándose de pensionados del sistema establecido en el decreto ley N° 3.500, de 1980, deberán acreditar su condición de pobreza, según los instrumentos de medición establecidos por el Ministerio de Planificación. Los pensionados del sistema establecido en el decreto ley N° 3.500, de 1980, que no acreditaren su condición de pobreza al 1 de mayo del año 2005, deberán obtener dicha acreditación con anterioridad al 1 de julio de dicho año, en cuyo caso se les pagará el bono extraordinario en una sola cuota durante el transcurso de este último mes;

- los beneficiarios de pensiones asistenciales del decreto ley Nº 869, de 1975;

- los beneficiarios de pensiones de gracia cuyo monto al 1 de abril de 2005 no exceda de $ 100.000 mensuales;

- los beneficiarios de subsidio familiar establecido en la ley N° 18.020;

- los trabajadores señalados en las letras a), b) y c) del artículo 2° del decreto con fuerza de ley N° 150, de 1981, del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, que perciban el beneficio de asignación familiar establecido en el referido decreto con fuerza de ley y cuyo ingreso mensual a marzo de 2005 no exceda de $ 180.000. Para estos efectos, se considerarán ingresos mensuales los señalados en el artículo 2° de la ley N° 18.987;

- las familias que al 31 de marzo de 2005 hubiesen recibido el Bono de Protección del sistema de protección social “Chile Solidario”, establecido en la ley N° 19.949, y

- las familias que a la misma fecha hayan recibido el Bono de Egreso establecido en el artículo 2° transitorio de la ley antes citada.

Artículo 2°.- El bono extraordinario de $ 16.000 se pagará en dos cuotas de $ 10.000 y $ 6.000, la primera durante el mes de mayo de 2005 y la segunda durante el mes de julio de 2005, junto con las pensiones, subsidios, beneficios o remuneraciones, según corresponda. Tratándose de las familias beneficiarias señaladas en los dos últimos incisos del artículo precedente, el bono extraordinario se pagará por el Instituto de Normalización Previsional al integrante de dichas familias que reciba el Bono de Egreso o el Bono de Protección, en las mismas fechas antes indicadas.

El pago del bono extraordinario se efectuará por los organismos e instituciones a quienes corresponde pagar las respectivas pensiones o subsidios. En el caso de los trabajadores beneficiarios de asignación familiar, el bono será pagado por el respectivo empleador, aplicándose las normas sobre pago y recuperación de las asignaciones familiares establecidas en el citado decreto con fuerza de ley N° 150.

El bono extraordinario será de cargo fiscal y se pagará a todas las personas que tengan alguna de las calidades señaladas en el artículo anterior al 1 de abril de 2005. Este no constituirá remuneración o renta para ningún efecto legal y, en consecuencia, no será imponible ni tributable y no estará afecto a descuento alguno.

Artículo 3°.- Cada beneficiario tendrá derecho sólo a un bono extraordinario, aun cuando revista más de alguna de las calidades indicadas para acceder al mismo. Si tuviere más de una calidad de beneficiario, se le otorgará el bono como pensionado, y, en el evento de ser titular de más de una pensión, por la entidad que paga la de menor monto.

No tendrán derecho al bono extraordinario quienes sean titulares de más de una pensión de cualquier régimen previsional o asistencial, incluido el seguro social de la ley Nº 16.744, o de pensiones de gracia, salvo cuando éstas no excedan, en su conjunto, de $ 100.000 mensuales, a la fecha de pago del beneficio.

A quienes perciban maliciosamente el bono extraordinario que otorga este artículo, se les aplicarán las sanciones administrativas y penales que pudieren corresponderles.

Artículo 4°.- El mayor gasto que represente la aplicación de esta ley durante el año 2005, se financiará mediante transferencias del ítem 50-01-03-24-03.104 de la Partida Presupuestaria Tesoro Público de la Ley de Presupuestos del presente año, entendiéndose incrementada en el equivalente a dicho mayor gasto la suma del valor neto a que se refiere el inciso primero del artículo 4° de la ley N°19.986.”.

Dios guarde a V.E.

GABRIEL ASCENCIO MANSILLA

Presidente de la Cámara de Diputados

CARLOS LOYOLA OPAZO

Secretario General de la Cámara de Diputados

2. Segundo Trámite Constitucional: Senado

2.1. Informe de Comisión de Hacienda

Senado. Fecha 13 de abril, 2005. Informe de Comisión de Hacienda en Sesión 44. Legislatura 352.

?CERTIFICADO

Certifico que en el día de hoy se reunió la Comisión de Hacienda para tratar el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que crea bono extraordinario para los sectores de menores ingresos, Boletín Nº 3.837-05, iniciado en Mensaje de S.E. el Presidente de la República, con urgencia calificada de “discusión inmediata”.

A la sesión en que se analizó el proyecto concurrieron el Ministro de Hacienda, señor Nicolás Eyzaguirre; la Subsecretaria de Hacienda, señora María Eugenia Wagner; el Subdirector de Normalización y Función Pública, señor Alberto Arenas, y los asesores del Ministerio de Hacienda, señora Bernardita Piedrabuena y señores Marcelo Tockman, Julio Valladares y Hernán Moya.

El proyecto fue aprobado en general y en particular por unanimidad, en los mismos términos en que fue despachado por la Honorable Cámara de Diputados. La idea de legislar se aprobó con los votos de los Honorables Senadores señora Matthei y señores Boeninger, García, Naranjo y Sabag. Con la misma votación se aprobaron los artículos 1º a 4º del proyecto.

El informe financiero adjunto a los antecedentes, de fecha 11 de abril de 2005, señala que “Se estima que el universo de personas a beneficiar alcanzará a 2.216.079 lo que significará un costo fiscal para 2005 de $35.457 millones.”.

El referido documento agrega que “El mayor gasto que represente la aplicación de esta ley durante el año 2005, se financiará mediante transferencias del ítem 50-01-03-24-03.104 de la Partida Presupuestaria Tesoro Público de la Ley de Presupuestos del presente año, entendiéndose incrementada en el equivalente a dicho mayor gasto la suma del valor neto a que se refiere el inciso primero del artículo 4º de la ley Nº 19.986.”.

En consecuencia, y de acuerdo a lo expuesto en el informe financiero, las normas de la iniciativa legal no producirán desequilibrios presupuestarios, ni incidirán negativamente en la economía del país.

Valparaíso, 13 de abril de 2005.

ROBERTO BUSTOS LATORRE

Secretario

2.2. Discusión en Sala

Fecha 13 de abril, 2005. Diario de Sesión en Sesión 44. Legislatura 352. Discusión General. Se aprueba en general y particular sin modificaciones.

OTORGAMIENTO DE BONO EXTRAORDINARIO A SECTORES DE MENORES INGRESOS

El señor ROMERO ( Presidente ).-

Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que crea un bono extraordinario para los sectores de menores ingresos, con certificado de la Comisión de Hacienda y urgencia calificada de "discusión inmediata".

--Los antecedentes sobre el proyecto (3837-05) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:

Proyecto de ley:

En segundo trámite, sesión 44ª, en 13 de abril de 2004.

Informe de Comisión:

Certificado de Comisión de Hacienda, sesión 44ª, en 13 de abril de 2005.

El señor ROMERO (Presidente).-

Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor HOFFMANN ( Secretario ).-

El objetivo de la iniciativa es conceder, por una sola vez, un bono extraordinario a los pensionados del Instituto de Normalización Previsional, de las cajas de previsión, de la Ley de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales y de las Administradoras de Fondos de Pensiones que se encuentren percibiendo pensiones mínimas; a los beneficiarios de pensiones de gracia, asistenciales y de subsidio familiar; a las familias incorporadas al sistema de protección social "Chile Solidario" y a otras personas que se señalan.

El bono ascenderá a 16 mil pesos y se pagará en dos cuotas, de 10 mil y 6 mil pesos, la primera en mayo y la segunda en julio del presente año.

La Comisión de Hacienda aprobó la iniciativa en general y en particular por la unanimidad de sus miembros, Senadores señora Matthei y señores Boeninger, García, Naranjo y Sabag, en los mismos términos en que lo hizo la Honorable Cámara de Diputados.

El señor ROMERO (Presidente).-

En la discusión general y particular, tiene la palabra el Senador señor Boeninger.

El señor BOENINGER.-

Señor Presidente , la Comisión de Hacienda sesionó a las 3 y media de esta tarde para conocer este proyecto -cuya urgencia fue calificada de "discusión inmediata"-, el cual me corresponde informar en calidad de Presidente accidental de ella.

Como indicó el señor Secretario, se trata de otorgar un bono extraordinario a los sectores de menores ingresos, para compensar el impacto que el mayor precio internacional del petróleo ha tenido en los presupuestos familiares, especialmente en los rubros de transporte colectivo y en el consumo de parafina y gas.

En el artículo 1º se identifica a los favorecidos con el bono, que son, en categorías más generales, los siguientes: los beneficiarios de subsidio familiar, de pensiones asistenciales y de pensión mínima, tanto del INP como de las AFP con garantía estatal; las familias incorporadas en el último año al sistema de protección social Chile Solidario, así como los perceptores de pensiones mínimas de la Ley de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales; los pensionados del INP y de las mutualidades de empleadores de la ley Nº 16.744 con pensión superior a la mínima e inferior a 100 mil pesos mensuales, y los trabajadores con cargas familiares y renta inferior a 180 mil pesos al mes.

Lo anterior implica entregar el bono compensatorio a alrededor de 2 millones 200 mil personas.

Conforme al artículo 3º, cada beneficiario tendrá derecho sólo a un bono, aun cuando revista más de alguna de las calidades indicadas en la descripción que acabo de hacer. Si tuviere más de una, se le otorgará el bono como pensionado. En el caso de ser titular de más de una pensión, lo va a recibir de parte de la entidad que le paga la de menor monto.

Finalmente, el mayor gasto que represente la aplicación de la ley en proyecto, que asciende a la suma de 35 mil millones de pesos, se imputará a los mayores ingresos del Presupuesto vigente.

En el curso de la discusión se mencionaron fórmulas alternativas para paliar este tipo de situación, como el Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo, la reducción del impuesto específico a los combustibles y otras variantes; pero la Comisión, en lo concreto, se atuvo obviamente al proyecto específico del Ejecutivo , que fue aprobado por unanimidad, tanto en general como en particular.

Respecto a una inquietud planteada en la Comisión a propósito de sectores de ingresos medios modestos -se citó como ejemplo el caso de los taxistas- donde se produce un impacto significativo en su presupuesto, quedó constancia de que el Ejecutivo se comprometió a estudiar la situación en un plazo breve, para ver si podía proponer alguna medida específica.

Reitero que la Comisión aprobó por unanimidad el proyecto en general y particular.

El señor ROMERO ( Presidente ).-

Tiene la palabra el Honorable señor García; luego, Senadores señora Matthei y señor Prokurica.

El señor GARCÍA .-

Señor Presidente , en la Comisión escuchamos una exposición del señor Ministro de Hacienda sobre por qué se optaba por esta fórmula para ayudar a las familias a paliar el alza de los combustibles y no por la de hace algunos años, que consistió en el Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo. Comparto las explicaciones del señor Ministro en el sentido de que estamos, probablemente, en presencia de aumentos en los precios del combustible que no son transitorios, sino que más bien han llegado para quedarse, dentro de ciertos rangos, por lo cual van a repercutir en la economía por mucho tiempo. Ello, entre otras razones, por el alto crecimiento de China, lo que también implica que la cotización del cobre en los mercados internacionales sea alta.

Por lo tanto, la fórmula para ir en ayuda de 2 millones 200 mil familias con un bono de 16 mil pesos, pagadero en dos cuotas, me parece razonable y buena, pues se focaliza en los sectores más modestos de la población -el primero y segundo quintiles según los ingresos-, como por lo demás lo demostró el señor Ministro en su exposición.

Sin embargo, antes que nada, como representantes de la ciudadanía, debemos tener presente que ya no estamos hablando de un efecto transitorio del alza de los combustibles -repito-, sino, probablemente, de algo más permanente.

En segundo término, quiero añadir que quienes más gastan en medios de transporte urbano, sean públicos o particulares, son precisamente los trabajadores, en especial los de ingresos inferiores a 360 mil pesos. Para ellos, las alzas de los combustibles y de la locomoción colectiva, claramente, tienen un impacto muy fuerte en sus presupuestos familiares.

Por tal razón, no sólo debemos pensar en medidas paliativas temporales, sino en otras permanentes y que incluyan a grupos más amplios de la población; es decir, los sectores medios que viven de una remuneración mensual o de una pensión, las cuales son, por lo general, muy bajas.

En consecuencia, señor Presidente , reitero una solicitud que hice en la Comisión al señor Ministro de Hacienda en orden a que se estudie un aumento de la asignación familiar.

Actualmente existen tres montos para ella: quienes tienen un ingreso mensual de hasta 118 mil 192 pesos reciben, por cada carga, 3 mil 797 pesos mensuales; aquellos cuyo sueldo está entre 118 mil 193 y 231 mil 502 pesos, obtienen 3 mil 694; los que alcanzan un ingreso mensual de entre 231 mil 503 y 361 mil 64 pesos, sólo perciben un mil 203. Son sumas francamente ridículas que no ayudan a las familias a cubrir las necesidades fundamentales de los hijos tanto en los estudios como en el transporte, vestuario, alimentación, etcétera.

Quienes tienen ingresos superiores a 361 mil 64 pesos simplemente no perciben asignación familiar. Fue el propio Congreso el que hace unos años decidió eliminarla, precisamente para favorecer a los sectores más modestos.

Por lo tanto, en nombre de Renovación Nacional, solicito al señor Ministro estudiar los referidos montos y dejarlos en 5 mil pesos mensuales por cada carga. De esta manera se favorecería a un millón 200 mil niños y jóvenes que hoy son beneficiarios de este aporte, lo que además implicaría allegar mayores recursos a aproximadamente 500 mil hogares de los sectores medios de la población. Esta propuesta tendría un costo de alrededor de 31 mil millones de pesos anuales. Para este año sería casi la mitad, porque tendría que regir para los meses que restan.

Me parece una medida sana y justa, que apunta efectivamente a apoyar a los sectores medios. Éstos son por lo general los más sacrificados, los más esforzados, los que salen a cumplir con su trabajo todos los días, los que velan para que sus niños vayan al colegio, los que hacen cualquier esfuerzo para llevarlos a completar la educación media y a recibir algún tipo de educación superior.

Considero que a esas familias no podemos dejarlas al margen de una ayuda en momentos en que el alza de los combustibles va a recargar sustantivamente sus escuálidos presupuestos.

Por eso, señor Presidente , además de apoyar el proyecto enviado por el Gobierno -como ya se ha dicho, favorece a 2 millones 200 mil personas-, quiero insistir en que, pese a ser positivo su contenido y conformarse a la metodología correcta, resulta insuficiente, por dejar fuera a sectores medios de la población que viven de un sueldo o de una pensión inferior a los 360 mil pesos. Esas familias también necesitan que nos acordemos de ellas. Por ser muchas veces el motor de Chile e inculcar más valores y representar a la gran clase media, no es justo que las olvidemos. Ya no será posible hacerlo mediante esta iniciativa; pero tengámoslas presentes.

El Fondo Monetario Internacional nos ha dado hoy día a los chilenos una buena noticia: estima el crecimiento económico del país para este año en 6,1 por ciento, lo que va a significar al Fisco más ingresos tributarios.

Sé que no podemos caer en demagogia y pretender que todo cuanto signifique superiores entradas hay que gastarlo. Tenemos que ser responsables, para no desatar mayores niveles de inflación ni elevar la tasa de interés. Pero, como ha dicho el propio Presidente Lagos , la riqueza hay que distribuirla con mayor equidad. Y me parece que elevar las asignaciones familiares a la cifra, todavía modesta, de 5 mil pesos mensuales por carga constituye una medida sana, justa, que apunta a una distribución más equitativa de los ingresos.

He dicho.

El señor ROMERO (Presidente).-

Tiene la palabra la Honorable señora Matthei.

La señora MATTHEI.-

Señor Presidente , creo que todos los que asistimos hoy día a la Comisión de Hacienda tenemos clarísimo que mientras persista el aumento de precios del petróleo el Fondo de Estabilización no puede funcionar. Ello es imposible, porque se requerirían subsidios muy altos, que beneficiarían a personas que no los necesitan forzosamente y que, además, podrían mantenerse durante mucho tiempo.

Dicho Fondo opera sólo cuando hay inestabilidad en torno a un precio medio. En cambio, aquí ha habido un incremento permanente. En la actualidad, no es dable decir que el precio normal oscila entre 23 y 25 dólares el barril, porque los valores giran en alrededor de los 50 dólares, y nadie sabe si seguirán subiendo.

En estas circunstancias, el Fondo de Estabilización no representa una alternativa. Y pienso que todos estuvimos de acuerdo en eso.

Ahora bien, es claro que el Gobierno recauda 750 mil millones de pesos solamente por el impuesto específico a los combustibles. Tal cantidad es mucho dinero. Y la medida propuesta en el proyecto cuesta 36 mil millones de pesos; es decir, la vigésima parte de lo obtenido por dicho gravamen, sin contar el IVA ni los tributos de importación. De manera que cabe preguntarse si el Gobierno puede hacer un esfuerzo adicional, sobre todo si ello va en beneficio de la clase media, como expresó el Senador señor García .

Si analizamos qué está sucediendo con la clase media hoy día, observaremos algo bastante preocupante. Por ejemplo, los hijos de profesores no tienen derecho a crédito fiscal ni, obviamente, a ninguna beca estudiantil. Además, las personas de clase media en su gran mayoría pagan contribuciones -a pesar de que el 80 por ciento de las viviendas está exenta de ellas- y la extracción de basura. En general, los subsidios habitacionales no les sirven o les sirven muy poco, porque están destinados a viviendas de mucho menor valor que aquellas a las que algunas veces aspiran. Asimismo, la salud no les es gratis, porque no se encuentran en los tramos más bajos. Normalmente, tratan de matricular a sus hijos en establecimientos con financiamiento compartido; es decir, no les basta con la subvención estatal. Muchas veces jubilan con la pensión mínima, y no tienen derecho a asignación familiar.

Es decir, la clase media prácticamente contribuye para todo y no recibe ningún paliativo.

Hemos ido estableciendo muchos beneficios para la gente de escasos recursos, lo cual me parece bien, porque la pobreza era muy alta. Sin embargo, creo que ya basta de cargar de alguna manera todo el peso en la clase media, sin otorgarle nunca un beneficio.

En verdad, la gente de clase media está enfrentando el mayor gasto que le significa el alza del pasaje de la micro o de la bencina. Muchos usan su auto como elemento de trabajo. Hay taxistas realmente desesperados. Se trata de pequeños empresarios que no son indigentes y que se hallan angustiados por el cúmulo de cosas que señalé con anterioridad: deben pagar la educación y la salud; frecuentemente, sus pensiones son muy malas, y no tienen derecho a asignación familiar ni, en la práctica, a nada.

El país está creciendo y vamos a obtener mayores ingresos por el precio del cobre. En general, el valor de este metal y el del petróleo suben y bajan juntos por razones de demanda, como ocurre ahora. Es decir, las personas están gastando más debido al costo de los combustibles, pero Chile está percibiendo ingresos extraordinarios por el mayor precio del cobre, de manera que creemos que el Estado podría hacer un esfuerzo un poco más generoso en favor de la clase media.

Tenemos claro que no se pueden gastar todos los ingresos del cobre. En la medida en que se piense que solamente son transitorios, la regla del superávit estructural señala que hay que ahorrarlos. Pero también es muy posible que en el largo plazo el precio del metal rojo se encuentre por sobre los niveles en que suele estar y, por lo tanto, parte de esos ingresos se podrían gastar. Eso lo sabremos en pocos meses más.

Por consiguiente, reclamamos que hay que empezar a preocuparse de la clase media.

En enero del próximo año de nuevo se pretende aumentar las contribuciones a ese sector, previéndose un 10 por ciento más de recaudación. Como señalé, en Chile el 80 por ciento de las viviendas están exentas. Por lo tanto, ¿quién paga? Nadie puede creer que el 20 por ciento restante corresponde a la gente rica. Entonces, ¿quién lo hace? ¡Nuevamente la clase media!

Esas personas no dan más, señor Presidente . ¡No dan más! Y debemos prestar atención, no sólo a los problemas de la extrema pobreza y de la indigencia, sino también a los de la clase media.

Por eso, espero que de alguna manera la medida propuesta sea complementada. Nosotros sugerimos la fórmula de rebajar la tasa del impuesto específico, por una sola vez, cuando el precio del crudo exceda los 40 dólares por barril. Esto no significa estimular a la gente a consumir más petróleo, más diésel o más bencina, pero constituye un alivio, porque tendrá que pagar menos de su bolsillo por ese concepto.

Ello es posible. Se trata de una medida económicamente correcta, que no complica a ninguno de los objetivos del Gobierno, ni a la distribución del ingreso, ni a nada, y significaría un claro alivio para muchas personas que de verdad experimentan una enorme angustia económica.

Por otra parte, me alegra sinceramente que por primera vez, sin que lo pidiéramos, el Ejecutivo haya incorporado a los pensionados de las AFP en el beneficio, pues por lo general sólo se considera a los del INP que perciben pensiones mínimas. Esta vez se los incluye, lo cual es bueno, y hay que destacarlo.

Ahora bien, nos parece injusto que a las personas de bajas pensiones de las AFP se les exija además, de alguna manera, un certificado de pobreza; es decir, que deban obtener 550 puntos o menos en la ficha CAS. ¿Por qué es injusto? Porque a los jubilados del INP que ganan lo mismo no se los obliga a ello. Basta con que tengan una pensión de alrededor de 100 mil pesos para que automáticamente reciban el beneficio. En cambio, a los de las AFP se les pide un requisito adicional: demostrar pobreza.

El Gobierno nos explicó que tal exigencia obedece al siguiente razonamiento: en las AFP, la cotización de los trabajadores independientes es voluntaria, y, por lo tanto, puede ocurrir que una persona de muy altos ingresos reciba una pensión baja, pero no por el hecho de que sus remuneraciones hayan sido exiguas, sino porque cotizó poco

Nosotros propusimos que, en ese caso, se les exija lo mismo que a los del INP, es decir, 20 años de cotizaciones. El señor Ministro de Hacienda se comprometió a estudiar esta propuesta dentro de un plazo breve y, en la medida en que sea posible, adicionarla al proyecto, de manera que los afiliados a las AFP puedan acceder a este bono, sea por tener certificado de pobreza o derecho a la garantía estatal, es decir, 20 años de cotizaciones.

Ello nos parece de la mayor justicia. Pensamos que ha llegado el momento de no seguir brindando un trato preferente a algunos pensionados de un régimen previsional.

En vista de todos esos argumentos, vamos a votar a favor. Pero quiero dejar muy en claro que lo haremos por considerar que "peor es nada" y no porque realmente esto nos satisfaga.

Creemos que el Estado puede más y debe preocuparse de alguna manera de la clase media. La clase media está demasiado abandonada, porque son numerosas las exigencias y los cobros, y los beneficios, muy pocos.

Por lo tanto, esperamos que cuando se revise el precio del cobre a largo plazo y se estudie si es posible gastar más comencemos a ver de qué forma podemos preocuparnos de la clase media, a la que hemos tenido tan botada.

He dicho.

El señor ROMERO (Presidente).-

Tiene la palabra la Honorable señora Frei.

La señora FREI (doña Carmen).-

Señor Presidente, sin duda, me alegro -al igual que todos los Senadores- por este bono extraordinario que se otorga, pues va dirigido a personas que lo necesitan.

Sin embargo, como decía la Honorable señora Matthei, creo que olvidamos a la clase media, sector que presenta una pobreza disimulada: la de cuello y corbata. Y a esas personas las estamos afectando.

Yo no veo una verdadera distribución con equidad de la riqueza obtenida por el país. El monto de los recursos generados por el cobre es increíble, y las ganancias seguirán por lo menos durante este año y el próximo.

Por otro lado -como señaló el Senador señor García -, se ha estimado para Chile un 6,1 por ciento de crecimiento, lo cual es más que auspicioso. Pero siento que la clase media es la perjudicada.

En cuanto a mi Región, puedo señalar que conozco a miles de personas que cuando jubilan se compran un taxi, pasan más de doce horas sentadas frente al volante y muchas veces trabajan sólo para cubrir el gasto en bencina. Y ahora, con la nueva alza del precio de los combustibles, se verán muy afectadas.

Otra realidad de la Región de Antofagasta: han disminuido casi en 60 por ciento los almuerzos que se entregaban en los establecimientos educacionales a la gente más necesitada, y ahora los niños de ese estrato deberán ir a almorzar a su casa. Eso significa mayor gasto en locomoción.

En definitiva, vamos reduciendo la clase media.

Por eso, respecto del crecimiento de nuestro país, muchos se preguntan: "¿Y a mí qué me toca de ese crecimiento? Es muy bueno todo lo que está ocurriendo: las ventas a China, los convenios con otras naciones, el desarrollo económico, las enormes ganancias del cobre. ¿Pero qué recibo yo de todo eso? Porque las tarifas de la luz siguen subiendo, las del agua siguen subiendo, las de la locomoción siguen subiendo, pero los sueldos no aumentan en igual proporción".

En la Región que yo represento -al igual como ocurre en otras-, donde el costo de vida es muy alto y las ciudades abarcan varios kilómetros de superficie, el alza de los combustibles representa todavía mayor gasto, dado que deben tomarse dos o tres micros para realizar un trámite o ir a la escuela, además de que no se reciben los almuerzos a que hice mención.

Por lo tanto, tenemos que estudiar las cosas con más profundidad.

Comprendo que la labor del Ministro de Hacienda sea cuidar muy bien las arcas fiscales, pero también siento que algo se puede hacer ante la situación descrita. Y el señor Eyzaguirre , con su inteligencia y juventud, bien puede buscar nuevas fórmulas para solucionar esos problemas, que son reales.

Tengo claro que se deben cuidar los recursos del Fisco. Pero también conozco el sufrimiento de la clase media, que se halla acogotada y reduciéndose cada día. Antes era bastante homogénea y compacta. Hoy, las personas de clase media se están empobreciendo de manera alarmante. Y eso está afectando nuestra credibilidad.

Sin embargo, a pesar de lo anterior, sé que la gente continuará confiando en la Concertación, porque resolvimos muchos problemas y hemos rebajado considerablemente la pobreza dura. Pero existen brechas en algunos ámbitos donde todavía estamos en deuda. Y para eso es preciso buscar mecanismos apropiados, que -como señalé- el señor Ministro de Hacienda podría encontrar.

A lo mejor tiene razón la Honorable señora Matthei en el sentido de que el Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo no es la solución adecuada; pero mientras no se encuentre otra definitiva, podría utilizarse durante un tiempo. Porque recursos tenemos. Nuestro país no está en bancarrota, ni mucho menos.

Por lo tanto, me parece que distribuir la riqueza con mayor equidad es el gran desafío que sigue pendiente. La actual situación no afectará a los sectores más acomodados, sino a la clase media de que hablamos.

Me contaba Soledad Alvear que cuando visitó en Santiago la comuna de La Florida se reunió con un grupo grande de personas dedicadas al transporte escolar...

El señor CORDERO.-

¿Quién es?

La señora FREI (doña Carmen) .-

¡La futura Presidenta del país!

El señor CORDERO .-

¿Quién?

La señora FREI (doña Carmen) .-

¡Soledad Alvear!

¡Señor Presidente , que no me interrumpan con preguntas obvias, porque las respuestas que debo dar a ellas son también obvias!

El señor ROMERO (Presidente).-

Ruego a la Sala respetar a la señora Senadora que hace uso de la palabra.

Puede continuar, Su Señoría.

La señora FREI (doña Carmen) .-

Señor Presidente , decía que la futura Presidenta de Chile se reunió en La Florida con un grupo grande de personas dedicadas al trasporte escolar: ellas adquirieron con sus pocos ahorros un vehículo para tales fines y ahora van a trabajar sólo para cubrir los gastos en bencina.

Es evidente que el alza de precios en los combustibles disminuirá ostensiblemente la calidad de vida de la gente. Asimismo, aumentará la deserción estudiantil, por la imposibilidad de pagar dos o tres locomociones o el transporte escolar, ante el incremento de las tarifas.

En definitiva, señor Presidente , me alegro por la entrega de este bono extraordinario. Son 2 millones 200 mil personas las que obtendrán tal beneficio. Pero yo lo querría para bastante más gente, porque de verdad duele ver la pobreza de cuello y corbata, que hoy es una realidad en nuestro país.

He dicho.

El señor ROMERO (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Prokurica.

El señor PROKURICA.-

Señor Presidente , hace unos minutos la Senadora señora Matthei señaló su intención de aprobar el proyecto aduciendo que "peor es nada". Yo diría que esta iniciativa "es una aspirina" para la conciencia de las autoridades de Gobierno frente a la realidad dramática de millones de chilenos que hoy día tienen un vehículo, a quienes permanentemente se les aumentan sus gastos básicos, y de aquellos que deben pagar las tarifas de las micros.

Nuestro país es el que exhibe el nivel de gravámenes a los combustibles más alto de América: recauda más de mil 100 millones de dólares por concepto de impuesto específico y de IVA.

Es indudable que el proyecto en debate deja a la clase media sin ninguna posibilidad. Aquí, derechamente, se quiere tapar el sol con un dedo.

Quiero recordar en forma breve cómo nace el impuesto específico.

En ese momento Chile era muy distinto: no había peajes ni las condiciones hoy día existentes en el ámbito vial. Y dicho tributo se crea para construir carreteras y mantener los caminos. Pero, en la actualidad, por donde uno transite observa que el Estado ya no las hace y las mantenciones viales son mínimas.

Por lo tanto, tal gravamen de alguna manera ha perdido lógica. Sin embargo, se ha ido quedando para siempre.

La solución consiste en terminar con el abuso que se genera cada vez que sube el precio internacional de los combustibles -cosa que nosotros no podemos manejar-, pues el Estado se enriquece haciendo más pobre a la clase media chilena.

Y esto lo digo claramente, señor Presidente , porque hay un informe del Instituto Libertad donde se señala que el año 2004 el Fisco recaudó más de 40 millones de dólares extras en IVA sólo por concepto del mayor valor del precio internacional del petróleo.

Lo anterior lleva a plantear una posible solución al problema -muchas veces la sugerimos con el Diputado señor Vilches y con Parlamentarios de la Concertación-, consistente en establecer un impuesto progresivo a los combustibles, de manera que cuando el precio internacional de éstos suba el Fisco recaude lo mismo. No queremos hacer demagogia al respecto. Pero la idea es que éste no obtenga mayores ingresos cuando se produzca dicha alza.

Lo que ocurre hoy es que el Estado, con las actuales políticas impositivas -que este proyecto no modifica-, cada vez que el precio internacional de los combustibles se incrementa, se hace más rico, y la clase media, más pobre.

No creo que el Fisco necesite esos recursos extras, sino que, por el contrario, debería mantener su recaudación, de tal manera que no se hiciera más difícil la vida a miles de chilenos.

He dicho.

El señor ROMERO (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Ruiz De Giorgio.

El señor RUIZ (don José) .-

Señor Presidente , junto con alegrarme por el envío de este proyecto, que efectivamente ayudará a la gente más pobre del país, quiero efectuar algunas reflexiones, e incluso, recoger ciertos planteamientos formulados hoy día en la Sala.

Ante todo, deseo hacer presente al señor Ministro de Hacienda que, si bien aquí se ha favorecido a los pensionados, especialmente a quienes reciben pensiones más bajas, existe una deuda pendiente con ese sector, y que hay un compromiso del propio Presidente Lagos en el sentido de igualar el montepío a la pensión que debió corresponderle al causante, medida que parece de extrema justicia. Porque cuando el causante de una pensión fallece su viuda no reduce los gastos a la mitad. Se trata de un problema pendiente, que los jubilados han planteado en forma reiterada. Y, en mi concepto, debería ser abordado en estos momentos, cuando el país está en una situación de bonanza económica que, como se ha indicado aquí, se proyecta muy favorablemente, por lo menos en el futuro próximo.

Ahora, me parece muy relevante el planteamiento del Honorable señor García referido a la asignación familiar, aunque difiero un poco en cuanto al tratamiento que debería darse a ésta.

Ciertamente, en el pasado -y hablo de un pasado ya bastante lejano- la asignación familiar constituía una fuente de ingresos de enorme importancia para los trabajadores. A los que tenían numerosas cargas les reportaba un tercio y, en algunos casos, hasta la mitad de sus entradas mensuales. ¿Qué traía esto como consecuencia? Que las familias sabían con certeza que si llegaba un hijo iban a contar con una ayuda significativa para solventar los gastos que implicaba la presencia en ellas de un nuevo integrante. Eso ya no ocurre hoy día, pues la asignación en comento, como aquí se ha expresado, se deterioró absolutamente, hasta alcanzar un nivel en que casi no tiene ningún valor.

Debo recordar también, señor Presidente , que existía un fondo para asignación familiar, constituido con aportes de los empresarios y de los trabajadores. Y creo que ya es hora de que vayamos haciendo efectivo algo que se menciona mucho pero que se practica muy poco: la solidaridad.

En tal sentido, pienso que se podría proponer -y ello debería discutirse en el Parlamento- la creación de un fondo nacional para la asignación familiar que permita entregar este beneficio a todas las personas, sin tope de sueldo y sin piso, a condición de que trabajen, tengan hijos y cumplan los requisitos pertinentes.

Como eso involucra grandes cantidades de dinero, resulta imposible llevarlo a cabo por ley y con el solo financiamiento del Estado. Por ello, en mi opinión, el fondo perfectamente podría formarse con aportes de las empresas, a través de una cotización por cada uno de sus trabajadores, más los aportes de éstos y, desde luego, del Estado. Ese fondo, constituido por tres fuentes de recursos distintas, mejoraría la asignación familiar en montos tales que convertirían a ésta en una ayuda efectiva para las familias de clase media.

Pero busquemos soluciones. Porque no podemos seguir hablando de mejoramientos sin encontrar fuentes de financiamiento.

Aquí se dice que es demagogia hacer un planteamiento como aquél. Sin embargo, ya estamos cansados de escuchar voces que expresan la necesidad de mejorar un servicio u otro, pero sin que se entreguen soluciones reales para los problemas.

A mi juicio, lo lógico sería abrir un debate, pues la referida asignación tiene una relevancia muy grande en el fortalecimiento de la familia. En la actualidad, muchas parejas evitan la llegada de nuevos hijos en consideración a la carga excesiva que implican su educación, su alimentación, etcétera.

Se ha dicho aquí que hoy existen fondos suficientes. Ojalá fueran tan suficientes como para que la gente de escasos recursos pudiera acceder a una educación del nivel de los colegios privados a que algunos podemos mandar a nuestros hijos, o acudir a un hospital para tener igual atención médica que la recibida por quienes van a una clínica y pagan al contado.

El Estado tiene la obligación de mejorar esos servicios; es su función. Y, a partir de lo planteado hoy aquí, deberíamos reestudiar los programas de salud, de educación, de vivienda, en fin. Pero, tratándose de la clase media, habría que hacer un esfuerzo solidario. Es preciso entender que quienes poseen más y reciben mayores ingresos perfectamente pueden contribuir a generar un fondo que ayude a la gente de los sectores medios y, desde luego, a la de los estratos más pobres.

Al señor Ministro de Hacienda le ruego considerar especialmente la referida situación de los pensionados. Quedan meses para el término del actual Gobierno. Como dije, se trata de un compromiso presidencial. Y creo que los jubilados merecen que a lo menos esa aspiración, que es muy importante, sea tomada en cuenta por el Ejecutivo .

He dicho.

El señor ROMERO (Presidente).-

Hago presente a la Sala que a las 18:34 -es decir, en alrededor de 40 minutos- debe cerrarse el debate. Por tal motivo, pido a quienes van a intervenir que abrevien sus exposiciones al máximo, de manera que puedan hablar todos los inscritos.

El señor RUIZ-ESQUIDE.-

Pido la palabra.

El señor ROMERO (Presidente).-

La tiene, Su Señoría.

El señor RUIZ-ESQUIDE .-

Señor Presidente , a la luz de la advertencia que usted acaba de efectuar, cabe tener presente que el proyecto en discusión puede ser resuelto de dos maneras: limitándonos al tema del bono, sin formular ninguna observación más, o realizando un análisis de fondo respecto de otras materias, tal cual lo han hecho algunos colegas.

Como indicó el señor Senador que me precedió en el uso de la palabra, no estamos frente a un asunto puntual.

Ahora bien, como habitualmente ocurre que los primeros oradores hablan 15 minutos y los últimos sólo 2 ó 3, por el apremio en el tiempo -en mi caso, como Comité, tengo además la presión (lo digo de manera cariñosa) de la Honorable señora Frei , quien desea referirse a una materia bastante relevante para nosotros-, propongo, para evitar la inequidad, zanjar el problema agregando 15 minutos a los 45 restantes, en forma de contar con una hora completa, y limitando los discursos de los siguientes oradores a entre 5 y 8 minutos como máximo, con el fin de lograr una distribución más justa en el uso de la palabra, prorrogando el Orden del Día si es necesario.

El señor ROMERO (Presidente).-

Se ha efectuado una proposición.

Si le parece a la Sala, las intervenciones de los Senadores que restan se restringirán a 5 minutos.

Acordado.

Tiene la palabra el Honorable señor Martínez.

El señor MARTÍNEZ .-

Señor Presidente , sin duda, el proyecto ayudará en algo a 2 millones de compatriotas. Pero la pregunta es cuántas veces más, durante este año y el próximo, se van a tener que plantear iniciativas del tipo "peor es nada", según calificación de una señora Senadora .

Reitero: es incuestionable que el proyecto resulta necesario, pero la interrogante que debemos formularnos es cada cuánto tiempo se van a tener que estar presentando iniciativas similares.

Hago la pregunta porque el real problema de nuestra economía y del Estado chileno radica en que no emerge una planificación estratégica para enfrentar nuestra dependencia energética del petróleo y sus derivados. Y, ante eso, es evidente que la situación se va a repetir, dado que no se divisa un plan, un escenario, en la perspectiva de 2, 5, 6, 7, 8 ó 10 años.

El precio del crudo está subiendo en el mundo y hay más demanda, debido al crecimiento de la economía mundial y a la estabilidad de muchos países. Sabemos que resulta imposible enfrentar desde aquí alzas permanentes. Por eso, nuestra dependencia de ese energético conducirá a que en forma periódica el Gobierno deba afrontar una situación política ante la cual, o sigue dando paliativos a los sectores de menores recursos, incluida por supuesto la clase media, o sencillamente recurre a una visión más profunda, más estructural, para cambiar estos procesos constantes de aumentos y apoyos económicos registrados en torno de un combustible vital.

Aquí, entonces, corresponde plantear con claridad al Supremo Gobierno que no existe una visión estratégica que permita sentar las bases para resolver el problema, y ahora. Porque la demanda por petróleo será imparable y periódicamente vamos a estar viviendo de estos bonos y de cosas por el estilo.

Estoy de acuerdo con la iniciativa, señor Presidente , pero dejo constancia de que significa una solución momentánea.

He dicho.

El señor ROMERO (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Moreno.

El señor MORENO.-

Señor Presidente , concurro a la votación de este proyecto con una sensación de insatisfacción muy marcada. Se trata de una solución que no resuelve ni siquiera el problema de quienes tienen bajos ingresos. Ella representa 2 mil pesos mensuales, de aquí a diciembre. ¡Dos mil pesos mensuales! Eso es exactamente lo que estamos votando hoy a través de esta iniciativa, que ya fue aprobada en la Cámara de Diputados.

La dificultad radica en la necesidad de mirar el desarrollo del país en su contexto, sin considerar lo que significa un beneficio de esta naturaleza para dos millones y tanto de personas -ellas dirán: "Bueno, deme los 2 mil pesos mensuales, ya que no me está entregando nada"- que reciben pensiones asistenciales o pensiones de gracia de montos muy reducidos.

Esto afecta a la situación económica. Y la forma de enfrentarlo golpea a sectores productivos que generarán mayor cesantía y empobrecimiento si no hay solución.

Esta mañana recibimos en la Comisión de Agricultura del Senado a tres delegaciones de la zona centro-sur del país. La semana pasada acompañamos en La Moneda a delegaciones de pequeños productores de maíz que, entre sus planteamientos claves, se refirieron al encarecimiento de los insumos y, básicamente, al alza de los precios del petróleo y de derivados de éste con incidencia directa en su producción, mientras el precio de ese cereal se derrumba y la gente se empobrece.

¿Qué sucede en el caso de los transportistas en las zonas poblacionales o rurales? Muchos creen, por ejemplo, que el transporte escolar es privilegio de gente adinerada. ¡Están profundamente equivocados! En la mayoría de las comunas que represento, él es utilizado y pagado por personas muy modestas. Y es precisamente eso lo que permite hoy día que la educación tenga mayor difusión y que dentro de ella existan más posibilidades de equidad.

Por lo tanto, se excluye a sectores emergentes de la sociedad, los cuales no se sienten tocados por el desarrollo que el país registra en otros ámbitos.

La mayoría de nosotros ha recorrido la autopista Costanera Norte . ¡Estupenda obra! ¿Quién puede decir lo contrario? Pero la gente modesta ni siquiera se va a asomar a ella: primero, porque no tiene cómo hacerlo; segundo, porque utilizarla está absolutamente fuera de sus posibilidades.

Bienvenida dicha autopista. Pero se requiere una visión estratégica para el desarrollo del país. Y eso es lo que echo de menos, no sólo en este proyecto, sino también en otras medidas que se toman.

Cuando se pide un fondo de compensación o un fondo de estabilización -como quiera llamársele-; cuando se deja entrar mercancías extranjeras que derrumban los precios en las actividades de los pequeños productores, que son quienes dan empleo, sencillamente se señala: "Son las leyes del mercado". Y un Ministro se permite ir a decir a la Cámara de Diputados que le están pidiendo derogar la ley de la oferta y la demanda. Poco menos que debió salir de la Sala ante la reacción que provocaron sus palabras. Porque, obviamente, se trata de situaciones que no se avienen con lo que nuestro país está viviendo.

Señor Presidente , tengo una profunda insatisfacción con lo que aquí se propone como estrategia para enfrentar las dificultades derivadas del alza del precio del petróleo. Éste es un problema nacional y no sólo de determinados sectores. Y hay que cuidar la fuente de trabajo, la fuente de ingresos de familias de todo el espectro. No estoy hablando de quienes tienen dinero, porque ellos se las arreglarán de alguna manera -por ejemplo, los productores transferirán el alza del crudo a los precios de lo que expenden-, sino a aquellos que venden su trabajo. Éstos son los que, mayoritariamente, no tienen satisfacción mediante el proyecto de ley en debate.

Votaré a favor, porque, obviamente, no hay otra alternativa.

El señor ROMERO (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Sabag.

El señor SABAG.-

Señor Presidente, desde luego, voy a votar afirmativamente el bono compensatorio por impacto del mayor precio del petróleo, pues creo que el procedimiento adoptado por el Ejecutivo es adecuado.

Algunos sectores reclamaban la aplicación del Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo. Sin embargo, eso significa en el hecho un subsidio para los sectores que consumen más, los cuales poseen vehículos y ocupan las carreteras. En cambio, para la gente más modesta -la que necesita recursos que les permitan enfrentar el alza en los precios de la locomoción y del keroseno que ocupa para calefacción-, es evidente que el beneficio previsto en esta iniciativa constituye una buena medida. Y no tengo dudas al respecto. Por eso ella fue aprobada en la Cámara de Diputados y lo será aquí, en el Senado.

Algunos podrán decir que el proyecto es insuficiente. Sin duda, todos quisiéramos dar más, pues somos muy generosos. Pero hay alguien que debe manejar la caja fiscal en orden: el Ministro de Hacienda , en particular, y el Ejecutivo , en general. Por lo tanto, cada cual está cumpliendo su obligación.

Esta tarde se han dicho en la Sala muchas cosas. Nosotros también manifestamos preocupación por la clase modesta. Hoy, precisamente, le estamos dando un subsidio de 5 millones de pesos para casa propia, sin pago de dividendo, a través del programa Chile Solidario. Y se ha contratado a un profesional para que busque a las personas más pobres y las guíe, las oriente y las induzca a postular a los numerosos beneficios dispuestos por este Gobierno para sacarlas adelante, a través del FOSIS, del INDAP, en fin.

Señor Presidente , existen muchos programas que han posibilitado que hoy día Chile sea el único país de América Latina que ha disminuido la pobreza. Mientras en todo el mundo ella aumenta en más de 50 por ciento, aquí se reduce. No me cabe duda de que vamos bien por ese camino. Y éste es el gran éxito del actual Gobierno de la Concertación y de los anteriores, de todos los cuales he formado parte.

Sin embargo, indiscutiblemente, hay un sector que se nos está quedando atrás: la clase media. Ella, que está obligada a andar con camisa y corbata, es la que sufre las mayores consecuencias de no contar con ningún tipo de apoyo.

Por eso, una de las maneras de hacer más equitativa la distribución de la riqueza es la asignación familiar que propone el Senador señor García . ¡Ojalá fuera de 5 mil pesos! A lo mejor eso sería equitativo y justo.

Su Señoría señaló que ello implicaría un gasto cercano a los 35 mil millones de pesos anuales. Lo considero estupendo, porque sólo el bono que se propone entregar ahora significa 35 mil 457 millones.

Así que me parecería bien que el señor Senador solicitara al Ejecutivo analizar esa alternativa, pues beneficiaría a un sector que a todos nos interesa sacar adelante.

También quiero referirme a la gente modesta que actualmente paga dividendos por sus viviendas.

Al respecto, con el Honorable señor Andrés Zaldívar presentamos un proyecto de ley -por supuesto, fue declarado inconstitucional- que acoge las aspiraciones de miles de personas que viven en una misma población, donde unos no pagan dividendos, mientras otros pagan 30 mil pesos, y algunos, 16 mil. La gente dice: "¡Cómo! ¡Aquí todos somos iguales, de la misma condición, pero tenemos esas diferencias!".

Eso nos está creando un quilombo enorme. Además, permite a muchos sectores aprovecharse de la situación durante un período preelectoral y crear ambiente para que nadie pague.

Por consiguiente, estimo que debemos tomar una resolución equitativa sobre esa materia.

Señor Presidente , en la Comisión de Hacienda voté a favor el proyecto y con agrado ratificaré en la Sala esa posición. Evidentemente, a todos nos gustaría entregar mucho más. Sin embargo, la caja fiscal es manejada por el Ministro de Hacienda .

He dicho.

El señor ROMERO ( Presidente ).-

Como los Honorables señores Ruiz-Esquide y Larraín no están presentes, tiene la palabra el Senador señor Núñez.

El señor NÚÑEZ.-

Señor Presidente , seré muy breve -he seguido con bastante atención el debate habido a propósito de este proyecto ley-, particularmente porque -cuál más, cuál menos- todos nos hemos referido a la clase media y estamos muy preocupados de ella. Hemos hecho teoría política al respecto, y no cabe duda de que ese sector seguirá siendo, como en otras etapas de la historia de Chile, un factor muy importante para los efectos electorales.

Como el país está entrando en un torbellino electoral, seguramente seguiremos hablando de la clase media. Pero yo quiero llamar la atención de Sus Señorías y preguntar de qué clase media estamos hablando.

El señor NARANJO .-

¡Exactamente!

El señor NÚÑEZ.-

Estamos cayendo en el mismo error que durante muchos años se cometió en el país al decir "los obreros", "los proletarios", "los burgueses". Categorías absolutas, totales, donde cabían todos. Y ahora hablamos de la clase media como si también fuera una categoría absoluta y total, como si todos sus integrantes estuvieran insertos de la misma manera en la economía del país, en el sistema educativo, en el sistema productivo.

¡No, señores! ¡No es así! Hay "clase media" y "clase media", o como se quiera decir. Existen capas distintas. Algunas se hallan extraordinariamente postergadas.

Por ejemplo, el profesor que trabaja en una escuela municipalizada y vive con 250 mil pesos, quien es clase media desde el punto de vista estricto de sus ingresos y de los valores culturales que posee, no tiene nada que ver con el empresario clase media -también- que percibe ingresos de a lo menos tres millones de pesos mensuales y accede a bienes materiales y espirituales muy distintos.

Por lo tanto, debemos ser muy precisos. Si no, al hablar de clase media podremos estar hablando de una categoría electoral y no de una categoría social.

Como todos queremos defender a ese sector tan importante en la vida del país -porque es mayoritario desde el punto de vista estrictamente cualitativo-, no sigamos confundiendo a unos con otros. Porque no son iguales peras y manzanas. Hay sectores medios que efectivamente están muy empobrecidos, como los que estuvieron vinculados a la Administración Pública y que, por efecto de los procesos que hemos vivido, se pauperizaron. Y todavía se hallan en esa condición. Hablo de los profesores y también de los médicos. Un médico de clase media que trabaja en un hospital rural gana entre 700 mil y 800 mil pesos.

El señor LARRAÍN .-

Así es.

El señor NÚÑEZ.-

Y un joven que sale de la Escuela de Economía de la Universidad de Chile y entra a trabajar en una pequeña o mediana empresa recibe ingresos, a lo menos, de 3 millones, de 3 millones y medio, y de hasta 7 millones de pesos. Y es clase media.

El señor MORENO .-

¡Dónde!

La señora FREI (doña Carmen) .-

¡No!

El señor NÚÑEZ.-

¡Sí, señor! En una empresa privada.

El señor MORENO .-

¡Avíseme...!

El señor NÚÑEZ.-

¡Nunca van a ganar tanto como los Senadores...! Se los aseguro.

El señor ROMERO ( Presidente ).-

Lleguemos a un acuerdo, señor Senador: un millón.

El señor NÚÑEZ.-

Conozco casos, por lo demás. No voy a decir aquí el nombre y los apellidos.

No cabe duda de que voy a votar a favor, no porque sea un mal menor o porque no nos queda otra alternativa. Podemos votar en contra también. ¿Por qué no? Es perfectamente factible hacerlo. Pero si queremos hacer un análisis detenido sobre esta materia, hablemos en serio acerca de cómo vamos a financiar todo lo que deseamos mejorar. Por ejemplo, en la salud pública para los sectores medios. Felizmente, éstos se están yendo de las isapres al FONASA. A esos sectores, por la vía de la comunicación social, los convencieron de que era de extraordinario buen gusto ingresar a las isapres. Ahora, como se dieron cuenta, están volviendo a dicho Fondo, lo que me parece muy bien, pues implica, entre otras cosas, aumentar la calidad de las prestaciones recibidas.

Tampoco cabe duda de que es bueno que empecemos a mejorar la educación universitaria. ¿Dónde ascienden socialmente estos sectores? En la educación universitaria. Y si realmente queremos ayudarlos, ¿cómo la financiamos?, ¿de dónde sacamos los recursos para que todos los chilenos de clase media tengan posibilidad de un ascenso social rápido, que es lo que sucede en países como el nuestro, pero a través de la educación? ¿Mediante la educación privada? No, porque anquilosa absolutamente el sistema. La única vía es la educación pública universitaria, como la que teníamos antes y que, en las décadas de los 40, 50 y 60 provocó la mayor movilidad social que conozca la historia de Chile.

El señor CORDERO.-

¡Fue la ENU...!

El señor NÚÑEZ.-

No fue la ENU. ¡Si hubiésemos aplicado la ENU, le aseguro que Su Señoría no sería Senador, sino Presidente de Chile!

El señor CORDERO .-

¡Para allá vamos...!

El señor NÚÑÉZ.-

Entonces, cuando hablemos aquí de clase media, no lo hagamos sólo con afanes estrictamente electorales. Seamos serios en el análisis.

El señor ROMERO (Presidente).-

Voy a ofrecer la palabra de nuevo a los Senadores inscritos que no se encontraban presentes al momento de ser llamados para intervenir.

Tiene la palabra el Honorable señor Ruiz-Esquide.

El señor RUIZ-ESQUIDE .-

Muchas gracias: la visión solidaria del cristianismo es dar una segunda oportunidad a todas las personas.

Señor Presidente , hace unos minutos formulé una observación acerca de la necesidad de discutir este tema, no sólo en cuanto al bono mismo o al proyecto en su especificidad, sino también porque, en definitiva, desde distintos sectores se han planteado puntos de vista extraordinariamente importantes con relación a lo que está sucediendo en la economía chilena.

Comparto mucho de lo aquí expuesto por los Honorables señores Núñez , Moreno y José Ruiz .

La señora FREI (doña Carmen) .-

¡Y por la señora Frei!

El señor RUIZ-ESQUIDE.-

Y por la Senadora señora Carmen Frei, por supuesto.

Pero el asunto es mucho más serio. Yo creo que el Gobierno ha hecho un esfuerzo muy grande por resolver el problema de los sectores más postergados -llámense clase media, subclase media o como fuere-, y también el de los que recibimos el año 90 con una sensación de pauperización salvaje.

Sin embargo, aquí estamos en una contradicción brutal, que no superaremos mientras no solucionemos el tema del ingreso y el de la participación de la gente en la riqueza nacional. Debemos entender de una vez por todas que los déficit hoy presentes en estos aspectos son consecuencia de un sistema que, nos guste o no, está con nosotros. Pero eso no significa que no podamos dejar de señalar en forma permanente que es el factor que genera las dificultades.

En el debate nacional se ha dado por superado el que uno no pueda hablar sobre el modelo económico y social que rige en todo el mundo, y probablemente en Chile. Pareciera, entonces, que referirse a eso es una obsolescencia y que lo único que debemos hacer es ver de manera derecha y clara cómo lo corregimos. Mientras ello no ocurra, es absurdo pensar que un bono de 16 mil pesos, de 30 mil pesos, de 80 mil pesos o de lo que se quiera resolverá el tema de fondo.

En consecuencia, no tenemos otra opción que ponernos de acuerdo en un segundo elemento: cómo logramos un cambio razonable en este modelo.

Porque aquí se presentan otra inconsecuencia y una antinomia mental sin solución. Se dice: "Menos Estado, más mercado". Pero cuando llega el momento de decidir sobre estos temas, algunos señores Senadores que tienen determinada posición -legítima, pero para mi gusto equivocada, aunque sea muy actual- señalan: "Que lo haga el Gobierno". ¿En qué quedamos? ¡Y a un Gobierno con no más de 18, 20 ó 25 por ciento de capacidad para generar empleos, etcétera, se le pide resolver los problemas de 10 a 12 millones de chilenos!

Señor Presidente , en este país hay quienes ganan 150 mil pesos al mes; otros, 35 mil pesos. Algunos reciben ingresos ascendentes a 100 millones o 120 millones de pesos mensuales; es decir, 5, 10 o mil veces más que aquéllos.

En ese modelo, es imposible que un Estado sin capacidad de planificar económicamente -porque para eso está el mercado, según se dice- se haga cargo de la estabilización de precios del petróleo, del bono, de la clase media, o de la solución esquemática de la educación o de la salud.

El señor ROMERO (Presidente).-

Le quedan 31 segundos, señor Senador.

El señor RUIZ-ESQUIDE.-

Y le digo al Gobierno -que es mi Gobierno- que no estaremos en condiciones de resolver estas cuestiones mientras no cambiemos profundamente algunos aspectos. Por ejemplo, la diferencia de ingresos. Sé que en el Ejecutivo hay quienes la sostienen y otros que no la sostienen; no les gusta ni les interesa. Seamos claros.

A los señores representantes de la Oposición -y con esto termino, señor Presidente - les digo que, si queremos hacer las cosas en serio, es imprescindible un debate acerca de cómo vamos a proceder. Porque no se ubican en ese sector personas que ganan las sumas que mencioné. Y si la Derecha política no alcanza a comprender que no representa a la Derecha económica, aunque está con ella, y que, por tanto, sin su respuesta no hay posibilidad de hacer cambios, no formulemos observaciones sobre la clase media o lo que debe hacerse en un Estado que no tiene la fuerza suficiente.

Señor Presidente, recabo formalmente al Ejecutivo -no sé si es posible hacerlo en nuestra condición de Senadores; lo he solicitado otras veces- que, por su intermedio, el Servicio de Impuestos Internos nos entregue los antecedentes disponibles acerca de los ingresos e impuestos que se pagan.

Esto es inmoral. Y mientras persevere la inmoralidad, todo lo que hagamos serán actitudes paternalistas, incapaces de lograr resultados en el cambio del nivel de solidaridad que queremos para el país.

Votaremos a favor del proyecto, por las razones que expuse.

El señor ROMERO (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Muñoz Barra.

El señor MUÑOZ BARRA.-

Señor Presidente , no quisiera guardar silencio frente a los planteamientos de diversos colegas sobre el proyecto, el cual considero un aporte, aun cuando, indudablemente, no satisface a sectores de la ciudadanía que nuestras bancadas representan en el Senado.

No somos desleales con la autoridad de Gobierno cuando expresamos lo que recogemos, en nuestro recorrido diario y permanente como personeros emergidos de la representación ciudadana, al contactarnos con quienes ejercen el derecho a plantearnos sus inquietudes.

Por eso, yo no participo de algunos análisis estructurales derivados de los conceptos de clase media aquí señalados. Es evidente que el de clase media, mirado en forma absoluta, tiene una acepción que no corresponde a una sola realidad. Pero, sin duda, los que así lo plantean saben a quiénes nos referimos, en el sentido de que cada día van "acidando" más su observación respecto del desarrollo que se vive en el país, donde se han hecho muchas cosas y logrado grandes adelantos, especialmente en infraestructura pública. No podemos desconocer que la infraestructura construida en los Gobiernos de la Concertación se paga. ¡Nada es gratuito! Se paga por llevar teléfonos o alcantarillado a zonas alejadas. Se paga el arreglo de las carreteras. ¡Nada es gratuito! Y así debe ser, por supuesto.

Pero no cabe duda -y no digo ninguna novedad- de que en la distribución de la riqueza persiste una tremenda aberración. ¿Por qué lo vamos a negar? Junto con los grandes éxitos que hemos obtenido, se nos recuerda permanentemente que somos uno de los países con peor distribución de la riqueza. Y debemos recoger este antecedente con sentido constructivo. No tenemos por qué ser cobardes en reconocerlo.

A veces nos cuesta explicar a la gente con la que conversamos en las poblaciones que, pese a estar la macroeconomía brillante, sanísima, sin ningún problema, las personas se hallan aplastadas por los compromisos económicos, con endeudamientos también reconocidos por la autoridad. Hay chilenos que deben 4 ó 5 veces lo que ganan, porque se creó un sistema crediticio mediante el cual los sueldos se reajustan en 3,5 por ciento, pero los deudores pagan 35 ó 48 por ciento de intereses generados por las famosas tarjetas de crédito, sin que podamos hacer absolutamente nada: se inventa una y otra cosa para eludir justamente lo que correspondería en función de lo que entregamos a los trabajadores del país.

Por lo tanto, no digamos que el concepto de clase media incluye a los poderosos. Todo chileno que gana menos de 380 mil pesos vive "al tres y al cuatro". Ésa es la verdad. ¿Y quiénes reciben esa cantidad? Un gran número de empleados públicos, y también particulares, en una sociedad en que el costo de un solo joven que estudia en la universidad sobrepasa los 220 a 240 mil pesos mensuales.

Como lo he expresado en más de una oportunidad, en el pasado un hijo inteligente era un regalo que emocionaba y que se agradecía a un ser superior. Hoy día uno no sabe si considerar a dos o tres hijos inteligentes como una bendición, un castigo, una desgracia o una maldición que obliga a los padres a discriminar a uno, que gozará del derecho a educarse bien, respecto de otro que se verá forzado a desempeñarse en cualquier actividad, sin ninguna perspectiva de futuro.

Por lo tanto, votaré a favor del proyecto. Pero quiero manifestar que la clase media chilena (no la de ahora, sino la de hace muchísimo tiempo) sigue siendo la carne del sándwich. Y cuando me refiero a la clase media -para que nadie me impute que mi análisis es demagógico o sin conocimiento-, estoy hablando de...

El señor ROMERO ( Presidente ).-

Terminó su tiempo, señor Senador.

El señor MUÑOZ BARRA.-

...aquellos que ganan menos de 380 mil pesos mensuales, quienes -me atrevo a asegurarlo sin temor a ser rebatido- deben superar el 60 por ciento de los chilenos.

El señor ROMERO (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Parra.

El señor PARRA.-

Señor Presidente, el proyecto sobre el que debemos pronunciarnos ataca un tema coyuntural y una emergencia social tan objetivas y evidentes, que concita el apoyo unánime de la Sala, como se desprende de las diferentes intervenciones.

Quiero dejar constancia de mi sorpresa por el uso que siempre se hace en este tipo de debates de las angustias y urgencias de la clase media chilena. Lo digo con mucha sinceridad y con el mayor grado de respeto. Pero, desgraciadamente, no hay consistencia entre el discurso y las actitudes que se observan a lo largo del tiempo.

No hace mucho disminuimos los impuestos progresivos a la renta, y en esa oportunidad se invocó el beneficio que las rebajas llevarían a la clase media. En verdad, lo que hicimos fue reforzar -como tuve ocasión de advertirlo en la Sala- la mala distribución del ingreso en Chile.

Nos hemos demorado meses en una discusión -la opinión pública no alcanza a entenderla, y el debate ha movilizado a la generalidad de los municipios del país- para despachar la Ley sobre Rentas Municipales II, que tiene un sentido redistributivo y que tiende a dotar a los municipios que cuentan con menores entradas de instrumentos destinados a atender las necesidades de ese sector social.

Hemos asistido -y lo dijo el señor Ministro de Educación en declaraciones oficiales hace sólo dos semanas- con una actitud cómplice y silenciosamente al proceso de destrucción de la educación pública en Chile, que fue pensada para atender a los sectores de más bajos ingresos, en particular a la clase media.

La caída en la cobertura de los establecimientos fiscales y la velocidad que este proceso ha adquirido en los últimos años me autorizan para afirmar -como lo he hecho aquí en otras oportunidades- que la educación pública en Chile está condenada a muerte. Sin embargo, los mismos que proclaman su deseo por defender y proteger los intereses de la clase media guardan silencio frente a hechos tan evidentes como éste.

Y los ejemplos podrían multiplicarse muchísimo más.

Desde luego, cabe mencionar la propuesta relativa al petróleo y a la reducción de los impuestos específicos. Comparto el criterio del Gobierno: es mucho más eficaz y tiene un sentido social más claro operar a través de subsidios como los que se plantean en el proyecto que hacerlo vía una rebaja de impuestos cuyos beneficiarios no serían los sectores medios bajos -a los que aquí se ha hecho referencia-, sino principalmente aquellos que hoy, por su fortuna, acumulan en amplios garajes, en los barrios lujosos de las ciudades, varios automóviles, incluso -como hace pocos días publicaba el diario conservador chileno por excelencia- para ponerlos a disposición de las nuevas nanas, "transportistas y conductoras", con que hoy día cuentan para atender las necesidades de sus familiares.

¡Consistencia, señores Senadores , si se pretende que el discurso que se pronuncia aquí tenga credibilidad!

He dicho.

El señor ROMERO (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Larraín.

El señor LARRAÍN.-

Señor Presidente , seré muy breve, porque el tema central que deseaba plantear antes del inicio de la discusión del proyecto ha sido abordado de manera muy extensa prácticamente por todas las señoras y señores Senadores que han intervenido. Y se relaciona, más que con el bono, con la situación de la clase media. Es una inquietud que ha surgido en el último tiempo. Porque, al analizar las consecuencias de las diversas decisiones tomadas durante muchos años, uno advierte con preocupación que un sector del país está soportando una carga muy pesada.

En los quince años de Gobiernos de la Concertación ha habido veinticinco modificaciones tributarias, los cuales han generado para el Fisco una cantidad de recursos adicionales muy considerables -más de 6 mil millones de dólares-, que en una magnitud apreciable repercuten de manera fundamental en aquel segmento de la población. Recién escuché decir al Senador señor Muñoz Barra que ese sector alcanza el 60 por ciento del total. Y, efectivamente, me parece que se está hablando de una cifra notable.

Lo anterior, por cierto, resulta preocupante. Así lo han destacado muchos señores Senadores que conocen de la situación por los diferentes contactos que tienen permanentemente en su circunscripción con la gente que representan y cuyas inquietudes deben plantearlas aquí de manera tal de producir un debate ciudadano y no una mera discusión teórica.

En todos los ámbitos en que he podido comunicarme estos días -porque uno habla con taxistas, transportistas, agricultores, campesinos, profesores, con quien sea-, ha habido una sola voz: la inquietud por estar sobrellevando una carga demasiado pesada.

Claro está que el país tiene una prioridad impostergable, cual es erradicar la pobreza. Probablemente, todos los recursos que se puedan destinar a ese objetivo serán insuficientes; porque, así como hay un 60 por ciento de sectores medios, alrededor del 30 por ciento de la gente se encuentra en niveles de pobreza e indigencia. El porcentaje ha disminuido, pero todavía existe.

Sobre el particular, cabe formular las siguientes preguntas: si bien hay prioridad en relación con un sector, ¿es posible reconocer que ha habido una carga excesiva para otra parte de la población?; y si reconocemos eso, ¿qué podemos hacer al respecto?

A propósito de este debate, escuché decir que podría haber demagogia o afanes electoralistas. A lo mejor es así. He visto hoy día a todos los candidatos presidenciales plantear y abordar este tema. Eso es razonable. Porque tanto las postulantes de la Concertación como el representante de la Alianza deben dar cuenta de la inquietud ciudadana y pronunciarse sobre ella. Otro poco nos corresponde a nosotros, y lo hacemos ahora con motivo de un aspecto puntual, cuando el Gobierno ha reaccionado y planteado una solución. Éste es el momento para pronunciarse sobre el tema de fondo.

Sin duda, el proyecto en análisis será aprobado por unanimidad, pero lo sustancial quedará intocado si acaso no estamos disponibles para abordarlo.

En estos días hice públicas, junto con otros señores Parlamentarios, algunas fórmulas de solución que podrían explorarse. Sin embargo, el tema de fondo radica en qué se pretende hacer al respecto. Para ello, deseo oír la opinión del Gobierno y saber qué propuestas tiene con el fin de aliviar a la clase media, la cual, si bien no es su primera prioridad -porque ésta corresponde a los sectores de pobreza e indigencia-, reviste cierto grado de importancia, pues hace mucho rato que está sobrellevando una carga muy pesada.

Ahora bien, cuando el país empieza a notar síntomas de alivio económico, de crecimiento, de "vacas gordas" -como diría alguien-, ¿qué posibilidad existe de compartir este momento con los sectores medios?

Pienso que el Parlamento en general y el Senado en particular tienen voluntad para ello, la cual se debe traducir en cosas muy concretas, que puedan sentirse como solución, no un alivio como éste, que desgraciadamente es sal y agua. De alguna forma se deben procurar mecanismos más permanentes y que, por cierto, no signifiquen nuevas reformas tributarias que al final puedan agravar la condición de las personas.

¿No podemos pensar en fórmulas distintas, en instrumentos más inteligentes, tendientes a establecer esquemas de solidaridad susceptibles de hacerse efectivos también para aquellos sectores en muchos ámbitos?

Ése es el punto, señor Presidente.

El señor ROMERO ( Presidente ).-

Ha terminado su tiempo, señor Senador.

El señor LARRAÍN.-

No he escuchado en este debate una respuesta, que resulta impostergable, a tales interrogantes.

El señor ROMERO ( Presidente ).-

Se procederá a tocar los timbres para que concurran a votar los señores Senadores que se encuentran en las Comisiones. Mientras tanto, concederé la palabra al Honorable señor Viera-Gallo, por dos minutos. Luego podrá intervenir el señor Ministro de Hacienda , para exponer su punto de vista.

El señor VIERA-GALLO .-

Señor Presidente , cada vez que se pretende otorgar un beneficio de esta naturaleza o se entrega un reajuste concurrimos a una discusión similar, lo cual se ha convertido en cierto ritual poco innovador y poco efectivo.

En verdad, lo que yo aprecio -no soy economista- es un país que progresa socialmente.

Si uno lee los informes del PNUD sobre el desarrollo humano, advierte que Chile no sólo ha crecido económicamente, sino que también ha mejorado en el aspecto social.

Si me preguntan mi impresión como Parlamentario, diré que hoy día existen personas con aspiraciones -insatisfechas, sin duda- que nunca antes tuvieron. En efecto, a mi oficina acuden ex mineros del carbón que me dicen: "¡Cómo voy a pagar la universidad de mi hijo!". Años atrás ese joven jamás habría llegado a estudiar a una casa de estudios superiores.

O sea, los problemas sociales de Chile hoy día son muy distintos de los que había antes, y los relacionados con la llamada clase media no tienen que ver con que ésta haya empobrecido. Lo que ocurre es que ese sector aumentó y, por tanto, un mayor número de personas aspira a más bienestar.

Ése es un signo de progreso y no de retroceso o de lacra social.

A mi juicio, lo expresado esta tarde por los Honorables colegas habla bien de la gestión de los Gobiernos de la Concertación, y muy particularmente, del Ministro de Hacienda.

Aquí se ha usado la expresión "endeudamiento". ¡Eso es efectivo! Pero, ¿para qué se endeuda la gente?

El señor MUÑOZ BARRA.-

¡Para la salud!

El señor VIERA-GALLO.-

¡No! Cuando uno observa las cifras del último censo, se da cuenta de que en la mayor parte de los hogares de Chile hay televisores en color, lavadoras, refrigeradores. Es decir, se ve progreso social. La gente se endeuda porque puede acceder a esos bienes. Otro segmento de la clase media -especialmente la tercera edad- adquiere obligaciones para tener vacaciones dignas, entre otras cosas.

No niego que existan problemas angustiantes para cierto sector. Pero el cuadro que emerge de este debate no dice relación al país que conozco, que veo y que, además, leo en los informes objetivos de los organismos internacionales que lo evalúan. Muy por el contrario. Pienso que Chile progresa gracias a Dios, por cierto, pero sobre todo, al Presidente Lagos y al Ministro de Hacienda .

He dicho.

El señor ROMERO (Presidente).-

Tiene la palabra el señor Ministro.

El señor EYZAGUIRRE ( Ministro de Hacienda ).-

Señor Presidente , creo que éste ha sido un buen debate, el cual, transversalmente, ha puesto énfasis en las grandes carencias todavía existentes en nuestro país.

Sin embargo, no puedo sino estar de acuerdo con el Senador señor Viera-Gallo en el sentido de que los progresos son enormes. Para muestra, un botón. Hoy día, en el sistema financiero, la cifra total de deudores habitacionales y de consumo, que corresponden precisamente a los sectores medios, alcanza a 4 millones. Si se multiplica por tres -ya que hay algunos con más de una deuda-, tendremos que en la actualidad entre 10 millones y 12 millones de chilenos pueden acceder a un crédito.

Sus Señorías recordarán lo que acontecía hace veinte años y podrán darse cuenta de que prácticamente estamos hablando de otro país. Los progresos han sido considerables en todos los ámbitos. Y debemos sentirnos contentos de eso. No obstante, las carencias todavía son enormes.

El proyecto en análisis es en extremo modesto. Sólo pretende compensar, debido al mayor gasto en combustible mensual que se ha producido, al 40 por ciento más pobre del país, que representa a alrededor de 6 millones de personas y cuyos ingresos, como decía el Senador señor Muñoz Barra , se ubican entre cero y 300 mil pesos. Esto, por cuanto con 2 millones 300 mil beneficiarios creemos estar cubriendo a entre 5 millones y 6 millones de personas.

Por cierto, sería deseable extender beneficios hacia la clase media. Podemos convenir que ésta abarca otros 6 millones de habitantes, que perciben entre 300 mil y 700 mil pesos. ¡Sí, señoras y señores Senadores: en Chile hay 12 millones de personas -repito: 12 millones de personas- cuyos hogares reúnen menos de 700 mil pesos al mes! Y, sin duda alguna, eso ha estado presente en la discusión.

Ahora, cuando queremos preocuparnos del 40 por ciento que sigue al 40 por ciento más pobre y comienza a aparecer una enorme cantidad de propuestas en este sentido, debiéramos recordar que en ese porcentaje más necesitado se encuentra el conjunto de personas de la tercera edad, que representa alrededor del 40 por ciento de la fuerza laboral que no va a tener siquiera una pensión mínima. En esos 6 millones de personas más pobres se cuentan muchos que todavía no tienen una vivienda; o, como se dijo acá, hogares que, teniéndola, no están en condiciones de pagar las deudas. En ese 40 por ciento más pobre están, predominantemente, los 8 puntos de desempleo existente hoy en Chile. En ese 40 por ciento más pobre los niños van a escuelas municipales y reciben una subvención que sólo alcanza a una quinta parte de la escolaridad que pagan las familias más acomodadas.

Entonces, yo pregunto: ¿cómo comenzar a pensar de verdad en la manera de llegar más fuertemente al segundo tramo, de 6 millones de personas que conforman la clase media, si ni siquiera hemos terminado todavía con el primer segmento más necesitado, por lo datos que estoy dando?

Se dijo acá -es bueno que hablemos de manera informada- que Chile es el país de Latinoamérica con más alto impuesto a los combustibles. Los señores Senadores recordarán que en 1990 aquí teníamos aranceles de 15 por ciento. Hoy día los aranceles al petróleo son cero. Y si al alza del impuesto específico sumamos el IVA, advertiremos -Sus Señorías tuvieron ocasión de verlo con motivo de otro proyecto de ley- que, salvo México y Venezuela, productores y exportadores de petróleo, no hay ningún país de América Latina que grave menos a los combustibles que Chile.

¡Entonces, digamos las cosas como son!

El problema es mucho más de fondo. Si estamos preocupados de verdad -y no sólo en las palabras- por la clase media, por esos 6 millones de personas cuyo ingreso familiar está entre los 300 mil y los 700 mil pesos -y yo estoy muy preocupado-, pregunto: ¿qué país en el mundo tiene políticas de ingreso hacia los sectores medios con una carga tributaria de 16 por ciento del producto? ¡Muéstrenme uno!

Entonces, seamos consistentes con el discurso y no pidamos beneficios que no estamos preparados para solventar. Nosotros, desde la caja fiscal, sólo podemos dar lo que los chilenos aportan y hacer lo que los Parlamentarios nos legislen.

Afortunadamente, Chile tiene una gran riqueza, que es el cobre, cuya cotización también está subiendo con el alza del precio del petróleo. Y a pesar de haber sido extraordinariamente cautos, por cuanto creemos que esos ingresos pueden ser en parte transitorios -como se decía acá-, una comisión independiente va a evaluar qué proporción de ellos es permanente, lo cual nos podrá dar ciertas holguras hacia el 2006 y estaremos en condiciones de atender, quizá, algunas de las peticiones que se han hecho esta tarde.

Aún así, no nos engañemos. Un país como el nuestro, con 12 mil dólares per cápita, a paridad de poder de compra y con una carga tributaria de 16 por ciento, no va a poder atender a su clase media. El punto radicará en si tenemos la paciencia para esperar. Porque también estoy consciente, como economista, de que los impuestos suelen generar problemas en el crecimiento. Y es ahí donde tendremos que hacer una buena ecuación de balance. Pero no digamos cosas que no pueden sino constituir ilusiones que a la gente, en definitiva, la terminan sumiendo en la desesperanza.

Muchas gracias.

El señor ROMERO (Presidente).-

Ofrezco la palabra.

Ofrezco la palabra.

Cerrado el debate.

¿Algún señor Senador desea fundar el voto?

En votación electrónica.

El señor HOFFMANN ( Secretario ).-

¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?

El señor ROMERO ( Presidente ).-

Terminada la votación.

--Se aprueba en general y en particular el proyecto (30 votos a favor).

Votaron los señores Aburto, Arancibia, Boeninger, Bombal, Canessa, Chadwick, Cordero, Espina, Frei ( doña Carmen), García, Horvath, Larraín, Martínez, Matthei, Moreno, Muñoz Barra, Naranjo, Novoa, Parra, Pizarro, Ríos, Romero, Ruiz (don José), Ruiz-Esquide, Sabag, Stange, Vega, Viera-Gallo, Zaldívar (don Andrés) y Zurita.

El señor ROMERO (Presidente).-

Ha terminado el Orden del Día.

2.3. Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen

Oficio Aprobación sin Modificaciones . Fecha 13 de abril, 2005. Oficio en Sesión 66. Legislatura 352.

Valparaíso, 13 de Abril de 2.005.

Nº 25.115

A S.E. El Presidente de la Honorable Cámara de Diputados

Tengo a honra comunicar a Vuestra Excelencia que el Senado ha aprobado, en los mismos términos en que lo hizo esa Honorable Cámara, el proyecto de ley que crea bono extraordinario para los sectores de menores ingresos, correspondiente al Boletín Nº 3.837-05.

Lo que comunico a Vuestra Excelencia en respuesta a su oficio Nº 5492, de 12 Abril de 2.005.

Devuelvo los antecedentes respectivos.

Dios guarde a Vuestra Excelencia.

SERGIO ROMERO PIZARRRO

Presidente del Senado

CARLOS HOFFMANN CONTRERAS

Secretario General del Senado

3. Trámite Finalización: Cámara de Diputados

3.1. Oficio de Cámara de Origen al Ejecutivo

Oficio Ley a S. E. El Presidente de la República. Fecha 13 de abril, 2005. Oficio

VALPARAISO, 13 de abril de 2005

Oficio Nº 5497

A S. E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

Tengo a honra comunicar a V.E., que el Congreso Nacional ha dado su aprobación al siguiente

PROYECTO DE LEY:

“Artículo 1º.- Concédese, por una sola vez, un bono extraordinario a los siguientes beneficiarios:

- los pensionados del Instituto de Normalización Previsional, de las cajas de previsión y de la ley Nº 16.744, que se encuentren percibiendo pensiones mínimas establecidas en el artículo 24 de la ley Nº 15.386, o pensiones mínimas establecidas en los artículos 26 y 27 de la misma ley y del artículo 39 de la ley Nº 10.662, ya sea por invalidez, vejez, antigüedad u otra causal de jubilación o por viudez;

- los pensionados del sistema establecido en el decreto ley Nº 3.500, de 1980, que se encuentren percibiendo pensiones mínimas de vejez, invalidez, viudez o de madre de hijos de filiación no matrimonial, con garantía estatal conforme al Título VII de dicho cuerpo legal;

- los que perciban pensiones de regimenes previsionales de las cajas de previsión, del Instituto de Normalización Previsional, del sistema establecido en el decreto ley N° 3.500, de 1980, y de las mutualidades de empleadores de la ley N° 16.744, ya sea por invalidez, vejez, antigüedad u otra causal de jubilación o por viudez o de madre de hijos de filiación no matrimonial, de montos superiores a las de las respectivas pensiones mínimas citadas precedentemente y que al 1 de abril de 2005 no excedan de $ 100.000 mensuales y, tratándose de pensionados del sistema establecido en el decreto ley N° 3.500, de 1980, deberán acreditar su condición de pobreza, según los instrumentos de medición establecidos por el Ministerio de Planificación. Los pensionados del sistema establecido en el decreto ley N° 3.500, de 1980, que no acreditaren su condición de pobreza al 1 de mayo del año 2005, deberán obtener dicha acreditación con anterioridad al 1 de julio de dicho año, en cuyo caso se les pagará el bono extraordinario en una sola cuota durante el transcurso de este último mes;

- los beneficiarios de pensiones asistenciales del decreto ley Nº 869, de 1975;

- los beneficiarios de pensiones de gracia cuyo monto al 1 de abril de 2005 no exceda de $ 100.000 mensuales;

- los beneficiarios de subsidio familiar establecido en la ley N° 18.020;

- los trabajadores señalados en las letras a), b) y c) del artículo 2° del decreto con fuerza de ley N° 150, de 1981, del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, que perciban el beneficio de asignación familiar establecido en el referido decreto con fuerza de ley y cuyo ingreso mensual a marzo de 2005 no exceda de $ 180.000. Para estos efectos, se considerarán ingresos mensuales los señalados en el artículo 2° de la ley N° 18.987;

- las familias que al 31 de marzo de 2005 hubiesen recibido el Bono de Protección del sistema de protección social “Chile Solidario”, establecido en la ley N° 19.949, y

- las familias que a la misma fecha hayan recibido el Bono de Egreso establecido en el artículo 2° transitorio de la ley antes citada.

Artículo 2°.- El bono extraordinario de $ 16.000 se pagará en dos cuotas de $ 10.000 y $ 6.000, la primera durante el mes de mayo de 2005 y la segunda durante el mes de julio de 2005, junto con las pensiones, subsidios, beneficios o remuneraciones, según corresponda. Tratándose de las familias beneficiarias señaladas en los dos últimos incisos del artículo precedente, el bono extraordinario se pagará por el Instituto de Normalización Previsional al integrante de dichas familias que reciba el Bono de Egreso o el Bono de Protección, en las mismas fechas antes indicadas.

El pago del bono extraordinario se efectuará por los organismos e instituciones a quienes corresponde pagar las respectivas pensiones o subsidios. En el caso de los trabajadores beneficiarios de asignación familiar, el bono será pagado por el respectivo empleador, aplicándose las normas sobre pago y recuperación de las asignaciones familiares establecidas en el citado decreto con fuerza de ley N° 150.

El bono extraordinario será de cargo fiscal y se pagará a todas las personas que tengan alguna de las calidades señaladas en el artículo anterior al 1 de abril de 2005. Este no constituirá remuneración o renta para ningún efecto legal y, en consecuencia, no será imponible ni tributable y no estará afecto a descuento alguno.

Artículo 3°.- Cada beneficiario tendrá derecho sólo a un bono extraordinario, aun cuando revista más de alguna de las calidades indicadas para acceder al mismo. Si tuviere más de una calidad de beneficiario, se le otorgará el bono como pensionado, y, en el evento de ser titular de más de una pensión, por la entidad que paga la de menor monto.

No tendrán derecho al bono extraordinario quienes sean titulares de más de una pensión de cualquier régimen previsional o asistencial, incluido el seguro social de la ley Nº 16.744, o de pensiones de gracia, salvo cuando éstas no excedan, en su conjunto, de $ 100.000 mensuales, a la fecha de pago del beneficio.

A quienes perciban maliciosamente el bono extraordinario que otorga este artículo, se les aplicarán las sanciones administrativas y penales que pudieren corresponderles.

Artículo 4°.- El mayor gasto que represente la aplicación de esta ley durante el año 2005, se financiará mediante transferencias del ítem 50-01-03-24-03.104 de la Partida Presupuestaria Tesoro Público de la Ley de Presupuestos del presente año, entendiéndose incrementada en el equivalente a dicho mayor gasto la suma del valor neto a que se refiere el inciso primero del artículo 4° de la ley N°19.986.”.

Dios guarde a V.E.

GABRIEL ASCENCIO MANSILLA

Presidente de la Cámara de Diputados

CARLOS LOYOLA OPAZO

Secretario General de la Cámara de Diputados

4. Publicación de Ley en Diario Oficial

4.1. Ley Nº 20.012

Tipo Norma
:
Ley 20012
URL
:
https://www.bcn.cl/leychile/N?i=237461&t=0
Fecha Promulgación
:
22-04-2005
URL Corta
:
http://bcn.cl/2czlb
Organismo
:
MINISTERIO DE HACIENDA
Título
:
OTORGA BONO EXTRAORDINARIO PARA LOS SECTORES DE MENORESINGRESOS
Fecha Publicación
:
02-05-2005

LEY NUM. 20.012

OTORGA BONO EXTRAORDINARIO PARA LOS SECTORES DE MENORES INGRESOS

    Teniendo presente que el H. Congreso Nacional ha dado su aprobación al siguiente

    Proyecto de ley:

    "Artículo 1º.- Concédese, por una sola vez, un bono

extraordinario a los siguientes beneficiarios:

    - los pensionados del Instituto de Normalización

Previsional, de las cajas de previsión y de la ley

Nº16.744, que se encuentren percibiendo pensiones

mínimas establecidas en el artículo 24 de la ley

Nº15.386, o pensiones mínimas establecidas en los

artículos 26 y 27 de la misma ley y del artículo 39 de la ley Nº10.662, ya sea por invalidez, vejez, antigüedad u otra causal de jubilación o por viudez;

    - los pensionados del sistema establecido en el decreto ley Nº3.500, de 1980, que se encuentren percibiendo pensiones mínimas de vejez, invalidez, viudez o de madre de hijos de filiación no matrimonial, con garantía estatal conforme al Título VII de dicho cuerpo legal;

    - los que perciban pensiones de regímenes previsionales de las cajas de previsión, del Instituto de Normalización Previsional, del sistema establecido en el decreto ley Nº3.500, de 1980, y de las mutualidades de empleadores de la ley Nº16.744, ya sea por invalidez, vejez, antigüedad u otra causal de jubilación o por viudez o de madre de hijos de filiación no matrimonial, de montos superiores a las de las respectivas pensiones mínimas citadas precedentemente y que al 1 de abril de 2005 no excedan de $100.000 mensuales y, tratándose de pensionados del sistema establecido en el decreto ley Nº3.500, de 1980, deberán acreditar su condición de pobreza, según los instrumentos de medición establecidos por el Ministerio de Planificación. Los pensionados del sistema establecido en el decreto ley Nº3.500, de 1980, que no acreditaren su condición de pobreza al 1º de mayo del año 2005, deberán obtener dicha acreditación con anterioridad al 1 de julio de dicho año, en cuyo caso se les pagará el bono extraordinario en una sola cuota durante el transcurso de este último mes;

    - los beneficiarios de pensiones asistenciales del decreto ley Nº869, de 1975;

    - los beneficiarios de pensiones de gracia cuyo monto al 1 de abril de 2005 no exceda de $100.000 mensuales;

    - los beneficiarios de subsidio familiar establecido en la ley Nº18.020;

    - los trabajadores señalados en las letras a), b) y c) del artículo 2º del decreto con fuerza de ley Nº150, de 1981, del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, que perciban el beneficio de asignación familiar establecido en el referido decreto con fuerza de ley y cuyo ingreso mensual a marzo de 2005 no exceda de $180.000. Para estos efectos, se considerarán ingresos mensuales los señalados en el artículo 2º de la ley Nº18.987.

    - las familias que al 31 de marzo de 2005 hubiesen recibido el Bono de Protección del sistema de protección social "Chile Solidario", establecido en la ley Nº19.949, y

    - las familias que a la misma fecha hayan recibido el Bono de Egreso establecido en el artículo 2º transitorio de la ley antes citada.

    Artículo 2º.- El bono extraordinario de $16.000 se pagará en dos cuotas de $10.000 y $6.000, la primera durante el mes de mayo de 2005 y la segunda durante el mes de julio de 2005, junto con las pensiones, subsidios, beneficios o remuneraciones, según corresponda. Tratándose de las familias beneficiarias señaladas en los dos últimos incisos del artículo precedente, el bono extraordinario se pagará por el Instituto de Normalización Previsional al integrante de dichas familias que reciba el Bono de Egreso o el Bono de Protección, en las mismas fechas antes indicadas.

    El pago del bono extraordinario se efectuará por los organismos e instituciones a quienes corresponde pagar las respectivas pensiones o subsidios. En el caso de los trabajadores beneficiarios de asignación familiar, el bono será pagado por el respectivo empleador, aplicándose las normas sobre pago y recuperación de las asignaciones familiares establecidas en el citado decreto con fuerza de ley Nº150.

    El bono extraordinario será de cargo fiscal y se pagará a todas las personas que tengan alguna de las calidades señaladas en el artículo anterior al 1 de abril de 2005. Este no constituirá remuneración o renta para ningún efecto legal y, en consecuencia, no será imponible ni tributable y no estará afecto a descuento alguno.

    Artículo 3º.- Cada beneficiario tendrá derecho sólo a un bono extraordinario, aun cuando revista más de alguna de las calidades indicadas para acceder al mismo. Si tuviere más de una calidad de beneficiario, se le otorgará el bono como pensionado, y, en el evento de ser titular de más de una pensión, por la entidad que paga la de menor monto.

    No tendrán derecho al bono extraordinario quienes sean titulares de más de una pensión de cualquier régimen previsional o asistencial, incluido el seguro social de la ley Nº16.744, o de pensiones de gracia, salvo cuando éstas no excedan, en su conjunto, de $100.000 mensuales, a la fecha de pago del beneficio.

    A quienes perciban maliciosamente el bono extraordinario que otorga este artículo, se les aplicarán las sanciones administrativas y penales que pudieren corresponderles.

    Artículo 4º: El mayor gasto que represente la aplicación de esta ley durante el año 2005, se financiará mediante transferencias del ítem 50-01-03-24-

03.104 de la Partida Presupuestaria Tesoro Público de la Ley de Presupuestos del presente año, entendiéndose incrementada en el equivalente a dicho mayor gasto la suma del valor neto a que se refiere el inciso primero del artículo 4º de la ley Nº19.986.".

    Y por cuanto he tenido a bien aprobarlo y sancionarlo; por tanto promúlguese y llévese a efecto como Ley de la República.

    Santiago, 22 de abril de 2005.- RICARDO LAGOS ESCOBAR, Presidente de la República.- Nicolás Eyzaguirre Guzmán, Ministro de Hacienda.- Ricardo Solari Saavedra, Ministro del Trabajo y Previsión Social.

    Lo que transcribo a Ud. para su conocimiento.- Saluda atentamente a Ud., María Eugenia Wagner Brizzi, Subsecretaria de Hacienda.