Labor Parlamentaria
Diario de sesiones
- Alto contraste
Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha
Índice
- DOCUMENTO
- PORTADA
- VII. Otros documentos de la Cuenta.
- DEBATE
- PERMISO
- Manuel Monsalve Benavides
- PERMISO
- DEBATE
- PERMISO
- Sergio Bobadilla Munoz
- PERMISO
- DEBATE
- PERMISO
- Gonzalo Arenas Hodar
- PERMISO
- DEBATE
- PERMISO
- Romilio Gutierrez Pino
- PERMISO
- DEBATE
- PERMISO
- Marisol Turres Figueroa
- PERMISO
- DEBATE
- LICENCIA MÉDICA
- Jose Perez Arriagada
- LICENCIA MÉDICA
- DEBATE
- I. ASISTENCIA
- II. APERTURA DE LA SESIÓN
- III. ACTAS
- IV. CUENTA
- V. OBJETO DE LA SESIÓN
- SITUACIÓN ACTUAL DE LA AGRICULTURA. Proyecto de acuerdo.
- ANTECEDENTE
- INTERVENCIÓN : Roberto Leon Ramirez
- INTERVENCIÓN : Juan Carlos Latorre Carmona
- INTERVENCIÓN : Frank Carlos Sauerbaum Munoz
- INTERVENCIÓN : Fernando Meza Moncada
- INTERVENCIÓN : Ignacio Urrutia Bonilla
- INTERVENCIÓN : Eduardo Antonio Cerda Garcia
- INTERVENCIÓN : Rene Manuel Garcia Garcia
- INTERVENCIÓN : Enrique Jaramillo Becker
- INTERVENCIÓN : Fuad Eduardo Chahin Valenzuela
- INTERVENCIÓN : Cristian Letelier Aguilar
- INTERVENCIÓN : Luis Segundo Lemus Aracena
- INTERVENCIÓN : Jose Ramon Barros Montero
- INTERVENCIÓN : Guillermo Ceroni Fuentes
- INTERVENCIÓN : Alejandra Sepulveda Orbenes
- ANTECEDENTE
- PRESENTACIÓN PROYECTO DE ACUERDO
- Roberto Leon Ramirez
- Fernando Meza Moncada
- Guillermo Ceroni Fuentes
- Juan Carlos Latorre Carmona
- Alejandra Sepulveda Orbenes
- Javier Hernandez Hernandez
- Ignacio Urrutia Bonilla
- Fuad Eduardo Chahin Valenzuela
- Manuel Monsalve Benavides
- Jose Ramon Barros Montero
- Alejandro Garcia Huidobro Sanfuentes
- Mario Bertolino Rendic
- Luis Segundo Lemus Aracena
- Rene Manuel Garcia Garcia
- Carlos Abel Jarpa Wevar
- Sergio Ojeda Uribe
- Jorge Eduardo Sabag Villalobos
- Enrique Jaramillo Becker
- Jorge Tarud Daccarett
- Adriana Munoz D'albora
- Gaston Von Muhlenbrock Zamora
- Juan Luis Castro Gonzalez
- Marcelo Schilling Rodriguez
- PRESENTACIÓN PROYECTO DE ACUERDO
- DEBATE
- ANTECEDENTE
- SITUACIÓN ACTUAL DE LA AGRICULTURA. Proyecto de acuerdo.
- CIERRE DE LA SESIÓN
- VI. DOCUMENTOS DE LA CUENTA
Notas aclaratorias
- Debido a que muchos de estos documentos han sido adquiridos desde un ejemplar en papel, procesados por digitalización y posterior reconocimiento óptico de caracteres (OCR), es que pueden presentar errores tipográficos menores que no dificultan la correcta comprensión de su contenido.
- Para priorizar la vizualización del contenido relevante, y dada su extensión, se ha omitido la sección "Indice" de los documentos.
REPÚBLICA DE CHILE
CÁMARA DE DIPUTADOS
LEGISLATURA 359ª
Sesión 47ª, en miércoles 22 de junio de 2011
(Especial, de 16.06 a 18.46 horas)
Presidencia de los señores Melero Abaroa, don Patricio, y Bertolino Rendic, don Mario.
Secretario accidental , el señor Álvarez Álvarez, don Adrián.
Prosecretario accidental , el señor Landeros Perkic, don Miguel.
ÍNDICE
I.- ASISTENCIA
II.- APERTURA DE LA SESIÓN
III.- ACTAS
IV.- CUENTA
V.- OBJETO DE LA SESIÓN
VI.- DOCUMENTOS DE LA CUENTA
VII.- OTROS DOCUMENTOS DE LA CUENTA
ÍNDICE GENERAL
Pág.
I. Asistencia 4
II. Apertura de la sesión 7
III. Actas 7
IV. Cuenta 7
V. Objeto de la sesión.
- Situación actual de la agricultura. Proyecto de acuerdo 7
VI. Documentos de la Cuenta.
1. Oficio del Tribunal Constitucional por el cual remite copia de la sentencia definitiva recaída en el requerimiento de inaplicabilidad por inconstitucionalidad de “artículo 38 de la ley N° 18.933”. Rol 1908-11-INA. (6180). Acogido. Se tomó conocimiento 43
VII. Otros documentos de la Cuenta.
- Nota del diputado señor Monsalve, por la cual informa que, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 35 del Reglamento de la Corporación, se ausentará del país por un plazo inferior a 30 días a contar del 23 de junio en curso, para dirigirse a Israel. Se tomó conocimiento.
- Nota del diputado señor Bobadilla, por la cual informa que, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 35 del Reglamento de la Corporación, se ausentará del país por un plazo inferior a 30 días a contar del 23 de junio en curso, para dirigirse a Israel. Se tomó conocimiento.
- Nota del diputado señor Arenas, por la cual informa que, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 35 del Reglamento de la Corporación, se ausentará del país por un plazo inferior a 30 días a contar del 24 de junio en curso, para dirigirse a Ginebra. Se tomó conocimiento.
- Nota del diputado señor Gutiérrez, don Romilio, por la cual informa que, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 35 del Reglamento de la Corporación, se ausentará del país por un plazo inferior a 30 días a contar del 26 de junio en curso, para dirigirse a Colombia. Se tomó conocimiento.
- Nota de la diputada señora Turres, doña Marisol, por la cual informa que, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 35 del Reglamento de la Corporación, se ausentará del país por un plazo inferior a 30 días a contar del 23 de junio en curso, para dirigirse a Israel. Se tomó conocimiento.
- Comunicación del diputado señor Pérez, don José, quién acompaña licencia médica por la cual acredita que deberá permanecer en reposo por un plazo de 30 días, a contar del 21 de junio en curso. Se tomó conocimiento.
I. ASISTENCIA
-Asistieron los siguientes señores diputados: (103)
NOMBRE (Partido* Región Distrito)
Accorsi Opazo, Enrique PPD RM 24
Aguiló Melo, Sergio PS VII 37
Alinco Bustos René IND XI 59
Andrade Lara, Osvaldo PS RM 29
Araya Guerrero, Pedro PRI II 4
Arenas Hödar, Gonzalo UDI IX 48
Ascencio Mansilla, Gabriel PDC X 58
Auth Stewart, Pepe PPD RM 20
Baltolu Rasera, Nino UDI XV 1
Barros Montero, Ramón UDI VI 35
Becker Alvear, Germán RN IX 50
Bertolino Rendic, Mario RN IV 7
Burgos Varela, Jorge PDC RM 21
Calderón Bassi, Giovanni UDI III 6
Campos Jara, Cristián PPD VIII 43
Cardemil Herrera, Alberto RN RM 22
Carmona Soto, Lautaro PC III 5
Castro González, Juan Luis PS VI 32
Cerda García, Eduardo PDC V 10
Ceroni Fuentes, Guillermo PPD VII 40
Cornejo González, Aldo PDC V 13
Cristi Marfil, María Angélica UDI RM 24
Chahín Valenzuela, Fuad PDC IX 49
Díaz Díaz, Marcelo PS IV 7
Edwards Silva, José Manuel RN IX 51
Eluchans Urenda, Edmundo UDI V 14
Espinosa Monardes, Marcos PRSD II 3
Espinoza Sandoval, Fidel PS X 56
Farías Ponce, Ramón PPD RM 30
García García, René Manuel RN IX 52
García-Huidobro Sanfuentes, Alejandro UDI VI 32
Girardi Lavín, Cristina PPD RM 18
Godoy Ibáñez, Joaquín RN V 13
Goic Boroevic, Carolina PDC XII 60
González Torres, Rodrigo PPD V 14
Gutiérrez Gálvez, Hugo PC I 2
Gutiérrez Pino, Romilio UDI VII 39
Hales Dib, Patricio PPD RM 19
Harboe Bascuñán, Felipe PPD RM 22
Hasbún Selume, Gustavo UDI RM 26
Hernández Hernández, Javier UDI X 55
Hoffmann Opazo, María José UDI V 15
Isasi Barbieri, Marta IND I 2
Jaramillo Becker, Enrique PPD XIV 54
Jarpa Wevar, Carlos Abel PRSD VIII 41
Jiménez Fuentes, Tucapel PPD RM 27
Kast Rist, José Antonio UDI RM 30
Latorre Carmona, Juan Carlos PDC VI 35
Lemus Aracena, Luis PS IV 9
León Ramírez, Roberto PDC VII 36
Rosales Guzmán, Joel UDI VIII 47
Lorenzini Basso, Pablo PDC VII 38
Macaya Danús, Javier UDI VI 34
Marinovic Solo de Zaldívar, Miodrag IND XII 60
Melero Abaroa, Patricio UDI RM 16
Meza Moncada, Fernando PRSD IX 52
Molina Oliva, Andrea UDI V 10
Monckeberg Bruner, Cristián RN RM 23
Monsalve Benavides, Manuel PS VIII 46
Morales Muñoz Celso UDI VII 36
Moreira Barros, Iván UDI RM 27
Muñoz D'Albora, Adriana PPD V 9
Nogueira Fernández, Claudia UDI RM 19
Norambuena Farías, Iván UDI VIII 46
Núñez Lozano, Marco Antonio PPD V 11
Ojeda Uribe, Sergio PDC X 55
Ortiz Novoa, José Miguel PDC VIII 44
Pérez Lahsen, Leopoldo RN RM 29
Recondo Lavanderos, Carlos UDI X 56
Robles Pantoja, Alberto PRSD III 6
Rojas Molina, Manuel UDI II 4
Rubilar Barahona, Karla RN RM 17
Saa Díaz, María Antonieta PPD RM 17
Sabag Villalobos, Jorge PDC VIII 42
Sabat Fernández, Marcela RN RM 21
Saffirio Espinoza, René PDC IX 50
Sandoval Plaza, David UDI XI 59
Santana Tirachini, Alejandro RN X 58
Sauerbaum Muñoz, Frank RN VIII 42
Schilling Rodríguez, Marcelo PS V 12
Sepúlveda Orbenes, Alejandra PRI VI 34
Silber Romo, Gabriel PDC RM 16
Silva Mendez, Ernesto UDI RM 23
Squella Ovalle, Arturo UDI V 12
Tarud Daccarett, Jorge PPD VII 39
Teillier Del Valle, Guillermo PC RM 28
Torres Jeldes, Víctor PDC V 15
Tuma Zedan, Joaquín PPD IX 51
Turres Figueroa, Marisol UDI X 57
Ulloa Aguillón, Jorge UDI VIII 43
Letelier Aguilar, Cristián UDI RM 31
Urrutia Bonilla, Ignacio UDI VII 40
Vallespín López, Patricio PDC X 57
Van Rysselberghe Herrera, Enrique UDI VIII 44
Vargas Pizarro, Orlando PPD XV 1
Velásquez Seguel, Pedro IND IV 8
Verdugo Soto, Germán RN VII 37
Vidal Lázaro, Ximena PPD RM 25
Vilches Guzmán, Carlos UDI III 5
Von Mühlenbrock Zamora, Gastón UDI XIV 54
Walker Prieto, Matías PDC IV 8
Ward Edwards, Felipe UDI II 3
Zalaquett Said, Mónica UDI RM 20
Diputados en misión oficial señores Pedro Pablo Álvarez-Salamanca, Alfonso De Urresti Longton, Rosauro Martínez Labbe y Ricardo Rincón González.
Asistió, también, el ministro de Agricultura , señor José Antonio Galilea.-
II. APERTURA DE LA SESIÓN
-Se abrió la sesión a las 16.06 horas.
El señor MELERO (Presidente).- En el nombre de Dios y de la Patria, se abre la sesión.
III. ACTAS
El señor MELERO (Presidente).- El acta de la sesión 41ª se declara aprobada.
El acta de la sesión 42ª queda a disposición de las señoras diputadas y de los señores diputados.
IV. CUENTA
El señor MELERO (Presidente).- El señor Prosecretario va a dar lectura a la Cuenta.
-El señor LANDEROS ( Prosecretario accidental ) da lectura a la Cuenta.
V. OBJETO DE LA SESIÓN
SITUACIÓN ACTUAL DE LA AGRICULTURA. Proyecto de acuerdo.
El señor MELERO ( Presidente ).- La presente sesión se motivó en una presentación suscrita por 56 honorables diputados y diputadas, con el objeto de analizar la compleja situación por la que atraviesa la agricultura en el país.
A esta sesión ha sido citado el ministro de Agricultura , señor José Antonio Galilea Vidaurre, ex diputado y a quien damos una cordial bienvenida.
Hago presente a la Sala que el señor ministro me ha señalado que ayudaría al desarrollo de la sesión la presencia de dos asesores que trabajan directamente con él, los señores Ignacio García y Andrés Meneses.
En consecuencia, solicito el asentimiento de la Sala para que ingresen los asesores mencionados.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
En el tiempo previo de 15 minutos, considerado en el artículo 74 del Reglamento, que corresponde al Comité Demócrata Cristiano, solicitante de la sesión, tiene la palabra el diputado Roberto León.
El señor LEÓN.- Señor Presidente , todos los países desarrollados del mundo han comprendido, desde hace mucho, que preservar y fortalecer su agricultura no sólo dice relación con el desarrollo de su economía, sino que también con su seguridad nacional. Un país siempre será más seguro si está en condiciones autónomas de alimentar a su población.
No es el caso de Chile. La agricultura de nuestro país está pasando por momentos críticos, lo cual ya nadie niega, pese a la importancia que tiene este sector para nuestra economía.
El sector agroalimentario chileno exporta 16 mil millones de dólares anuales, sólo superado por las rentas del cobre. Sin embargo, por cada millón de dólares que exporta el cobre, se generan cuatro empleos, en circunstancias de que por cada millón de dólares que exporta la fruticultura, se generan 144 empleos.
No existe otro sector de la economía que esté presente en el país entero, de Arica a Magallanes y de cordillera a mar.
Del mismo modo, la actividad agrícola se liga fuertemente con los valores, cultura y tradiciones de nuestro pueblo. Pese a esto, hoy nuestra agricultura se debate en uno de sus peores momentos. El inmenso esfuerzo por consolidar su posición exportadora desarrollada por décadas, choca con la realidad que puede terminar siendo fatal.
Producimos en pesos, nos endeudamos en UF y recibimos en dólares, a un precio muy bajo en relación con lo que hemos conocido en otros años.
Invito a mis colegas a pensar qué actividad económica podría resistir estas condiciones. Ésta es la situación de la agricultura.
Mientras en la última década el dólar ha caído nominalmente un 31 por ciento, la UF se ha incrementado en un 27 por ciento. Hace diez años pagarle a un banco una UF costaba 25 dólares, hoy cuesta 45 dólares. La realidad nos apremia.
¿Con qué letreros nos encontramos en las carreteras de la zona central? “Cumpla con su palabra, Presidente ”. “Cumpla con sus compromisos de campaña, Presidente ”. “ Presidente , se va a quedar sin postre”.
¿Por qué pasa esto? Simplemente, porque de las 25 promesas de campaña, el actual Mandatario prácticamente no ha impulsado ninguna.
Estabilización del dólar, más recursos para créditos de largo plazo en el Indap, extensión del DL 701, en forestación campesina, sobre todo dirigida a las pequeñas extensiones agropecuarias; ampliación del seguro agrícola a otros rubros, eminentemente frutales; llegar a las empresas rurales a través del Fondo de Promoción de Exportaciones Agropecuarias del Ministerio de Agricultura y ProChile, para lograr que exporten; incluir más hectáreas bajo riego tecnificado, etcétera, son promesas que aún esperan su materialización.
Permítaseme, sin embargo, proponer una mirada de más largo aliento. El país debe definir su mirada acerca de la ruralidad que desea desarrollar.
La Democracia Cristiana ha tenido desde siempre una preocupación preferente y permanente por la agricultura y, en ese contexto, por la vida rural.
El mundo rural no es sólo producción agrícola y desarrollo productivo. También es incentivo a la agricultura de punta y búsqueda de mercados. Pero más importante aún es su gente y su desarrollo sustentable. Es el desarrollo de comunidades que quieren vivir de un modo distinto, más acorde con modelos de vida cercanos a la naturaleza.
Por lo tanto, está muy bien pensar en caminos e infraestructura para facilitar el tránsito de fruta y productos del campo, pues son necesarios. Pero también necesitamos seguir desarrollando escuelas, centros culturales y deportivos para que quienes viven y producen en el campo se sientan partícipes del fruto del esfuerzo colectivo.
Ordenamiento territorial rural, con planos reguladores que integren el campo y la ciudad, racionalizando el suelo agrícola y perseverando en el desarrollo de sus comunidades, son exigencias de un país que cree en la posibilidad de mantener asentamientos humanos integrados.
Para nadie es un misterio el incremento del potencial productivo que significa pasar de una agricultura de secano a otra de riego, no sólo en el centro y norte del país, sino también en el sur.
El riego tecnificado permite gestionar la nutrición vegetal y optimizar el suministro de agua a la planta. Ello debe considerarse en un sistema de gestión integral, de distribución y uso predial del recurso hídrico. Ello es perfectamente complementario con la producción de energía a nivel de generadores de pequeña escala. Esto debe ser incentivado y formar parte de la conformación de la matriz energética que está en discusión presente. Lo mismo vale para el desarrollo de la conectividad en todas sus formas, como la telefónica y por internet.
Ello obliga a tener una mirada acerca de la ruralidad que va mucho más allá que la agricultura. Más de la mitad del empleo del sector rural proviene de actividades no agrícolas. Se requiere, entonces, diseñar e implementar una política rural que dé cuenta de esa realidad y, de esa manera, impedir que nuestros campos se sigan despoblando por falta de oportunidades.
No es posible conformarse con que sólo las empresas directamente exportadoras o grandes productoras se beneficien del esfuerzo que hace el Estado para potenciar su economía.
Las zonas rurales están repletas de pequeños productores agrícolas y no agrícolas, las que deben ser acompañadas en su crecimiento con apoyo crediticio y asistencia técnica apropiada y pertinente a sus necesidades.
No hay duda de que el mundo moderno es urbano. Sin embargo, esto no debe ni puede significar que el campo se convierta en “una lata” para sus habitantes de todas las edades.
Luego, se precisa seguir desarrollando inversiones sociales en esta área, tales como gimnasios, piscinas, cine, biblioteca y centros culturales. Son exigencias de la vida moderna que no tienen por qué ser inaccesibles a los chilenos del campo.
Los gobiernos de la Concertación enfatizaron la solidaridad y la prevención social. No obstante ese esfuerzo, debemos avanzar en un aspecto más sofisticado del mejoramiento de la condición social de los habitantes del campo.
La agricultura moderna descansa en gran medida en el trabajo de temporada. No es tolerable que con su nivel de desarrollo de la agricultura frutícola y no frutícola el trabajo temporal esté en la más absoluta desprotección.
Esta sesión debería concluir con el compromiso de esta Cámara de poner la mirada en nuestros compatriotas que hoy soportan la segunda fuente de ingreso del país, después del cobre. Pero que muchas veces son sólo mirados con las frías cifras del aporte al PIB o del retorno de las exportaciones.
Hago un llamado a esta honorable Cámara a volver a mirar a las personas, a los campesinos, a los pequeños productores; también a los empresarios agrícolas que tienen derecho a esperar de su país, y éste no esperar de ellos sólo los beneficios y esfuerzos. Ojalá los vea como comunidades de hombres y mujeres tan chilenos como el que más, que sueña ser integrado a una patria que tantas veces han ayudado a construir.
He dicho.
El señor MELERO (Presidente).- En el tiempo previo de 15 minutos, tiene la palabra el diputado Juan Carlos Latorre.
El señor LATORRE.- Señor Presidente , quiero partir saludando al señor ministro de Agricultura y expresarle que lamento que hoy deba abordar, de forma muy solitaria, una situación de la cual todos estamos conscientes que no dice relación sólo con su voluntad y lo que pueda hacer su ministerio.
Lo hemos dicho en varias ocasiones, y lo ha reiterado el diputado León: la agricultura chilena está atravesando por una de sus peores crisis: bajo precio del dólar, alto endeudamiento y condiciones de competitividad que atentan gravemente contra la sustentabilidad del sector.
Todo esto amerita que el conjunto de las instituciones del Estado revise su conducta respecto de un sector tan importante para la economía del país, como también para una proporción tan grande de sus habitantes.
He querido intervenir en el nombre de la bancada de la Democracia Cristiana para reivindicar aquellas zonas cuya característica principal es la ruralidad. En particular, me refiero a la Región del Libertador O’Higgins, en la que encontramos el mayor índice de ruralidad del país con el desarrollo del sector agrícola, hortofrutícola, forestal y de la agroindustria. Todo lo que dice relación con el campo, tiene una tremenda incidencia en la vida diaria de las personas. De hecho, se estima que un 40 por ciento de los puestos de trabajo que existen en esta región dependen directa o indirectamente de lo que esté ocurriendo en nuestro campo.
Entonces, cuando un grupo importante de agricultores, encabezado por la Federación Gremial Nacional de Productores de Fruta, (Fedefruta), invita a un acto en Requínoa y un grupo importante de parlamentarios, tanto de Gobierno como de Oposición, decidimos participar, significa que no tenemos sino la intención de entregar una señal transversal que alerte al actual Gobierno de la situación extraordinariamente crítica que vive el sector agrícola.
No sólo respaldo, sino que reitero lo señalado por el diputado León . En los últimos nueve años el dólar ha caído en términos nominales un 31 por ciento y la unidad de fomento se ha incrementado en un 27 por ciento. Estamos hablando de sectores que han realizado un tremendo esfuerzo para desarrollarse como exportadores y, sin embargo, hoy viven un endeudamiento asociado a la unidad de fomento y a los bajos ingresos percibidos en dólares.
Evidentemente, esta situación tiene un impacto, porque, en 2001, pagar 1 unidad de fomento a un banco tenía un costo de 25 dólares; en cambio, hoy, pagar esa misma unidad de fomento, al mismo banco, cuesta 40 dólares.
También hay aumento de costos de producción, de los procesos, de los embalajes, del transporte, todo dentro de un diagnóstico que el Gobierno no puede desconocer.
Ante este escenario, la industria agrícola está adoptando medidas que permitan contrarrestar la disminución que se va produciendo en la oferta de mano de obra. Se están automatizando procesos que la sustituyan, lo cual, obviamente, afecta la vida de nuestro mundo rural.
Por otro lado, la migración de trabajadores hacia otros sectores año a año, redunda en una menor oferta de mano de obra especializada en materia agrícola, que exige una mayor remuneración, la que se ve profundamente afectada por esta realidad.
Por eso, en esta sesión especial, hubiésemos preferido no sólo tenerlo a usted, señor ministro -aprovecho la oportunidad de saludarlo con mucho aprecio-, sino a más miembros del Ejecutivo para reiterar muchos de estos conceptos al conjunto de un Gobierno que debe reaccionar integralmente frente a esta situación, en la que, evidentemente, las políticas del Ministerio de Hacienda o del Banco Central son bastante decisivas para enfrentar parte importante de lo que esta situación está conllevando para el mundo rural y para el desarrollo de la agricultura.
Además, no resulta auspicioso ver cómo los agricultores en forma masiva, acompañados por sus trabajadores, en muchos casos, realizan este llamado al Gobierno.
También nos encontramos con que la Sociedad Nacional de Agricultura, dirigida por don Luis Mayol , simplemente no acompaña este esfuerzo para manifestar la preocupación ante el Gobierno, generando con ello un quiebre en el mundo de los dirigentes agrícolas que, como dije, no ayuda a que el Gobierno advierta la gravedad de una situación que está afectando fundamentalmente a todas aquellas regiones que luchan por un desarrollo exportador más amplio, no solamente dependiente del cobre o de otros minerales, que ha significado un esfuerzo de muchos años, que creo debemos cuidar en forma transversal.
Por ello, reitero al señor ministro, por su intermedio, señor Presidente, la necesidad de que se adopten medidas urgentes.
En esta sesión, junto con hacer nuestros planteamientos, hemos presentado un proyecto de acuerdo, que espero cuente con la adhesión mayoritaria de nuestros colegas, a fin de que el Gobierno sepa exactamente el nivel de preocupación que está alcanzando esta situación en nuestro país, particularmente, en aquellas regiones que esperamos representar dignamente frente a la situación que están viviendo.
Termino manifestando que ésta no es una historia nueva; viene de hace muchos años. En períodos anteriores los gobiernos hicieron un tremendo esfuerzo que, a lo mejor, no fue suficiente, pero que hoy queremos dar a conocer para que la actual administración se pueda expresar nítidamente en los próximos días.
He dicho.
El señor MELERO ( Presidente ).- Terminó el tiempo del Comité que pidió la presente sesión.
Tiene la palabra el diputado señor Frank Sauerbaum.
El señor SAUERBAUM.- Señor Presidente , junto con dar la bienvenida al señor ministro , quiero decir que para nosotros es un orgullo que sea agricultor, porque entiende perfectamente la diferencia entre plantar y sembrar, no como en otros tiempos que no se sabía en qué consistía esa gran diferencia.
Más que hacer un diagnóstico, como lo han hecho los colegas que me antecedieron en el uso de la palabra, quiero acotar mi intervención a señalar algunos desafíos que el agro tiene para hoy.
Estimamos que el agro nacional se ha visto enfrentado a permanentes desafíos en producción e integración internacional; se ha reformulado una y otra vez para sobrevivir y seguir entregando a nuestro país una agricultura de calidad y competitiva, además de los miles de empleos que representa y una forma de vida que rescata nuestras costumbres y tradiciones.
Por ello, quiero referirme más a los desafíos que al diagnóstico que ya han hecho mis colegas.
Desde mi punto de vista, nuestra agricultura presenta desafíos en diversas materias. El primero, y del que se ha hablado mucho, tiene que ver con el costo y uso eficiente de la energía. Definitivamente, debemos modificar ciertos aspectos de la distribución de electricidad para premiar el ahorro de energía y rebajar sus costos en la producción agrícola. Uno de los problemas más serios para la competitividad del sector es el alto precio de esta ener-gía. Por ello se deben estudiar modificaciones regulatorias necesarias para la comercialización de electricidad, mejorar la tarificación, incentivar el ahorro de energía y facilitar la agregación de nuevos usuarios. Entiendo que la Comisión Nacional de Energía debe estudiar formas de facilitar la operación de los distintos comercializadores.
El segundo tema relevante que vivimos todos los días en la provincia de Ñuble, dice relación con la calidad de los caminos rurales y la situación de la pavimentación de los caminos productivos.
El Ministerio de Obras Públicas debe realizar un catastro de caminos productivos en zonas rurales y mejorar las vías de tránsito para aumentar la competitividad y mejorar la calidad de vida de nuestros pequeños agricultores. Además, se deben establecer ciertas normas técnicas relativas al transporte de carga, como, por ejemplo, la situación que hoy sufren los remolacheros con permanentes multas por exceso de peso por eje, algo habitual en nuestras carreteras, considerando que es una carga que pudiéramos tratarla casi como líquida, lo que evidentemente ha producido un perjuicio permanente en sus ingresos.
También debemos mejorar la flexibilidad laboral, estudiar la autorización de condiciones especiales en materia de distribución de jornadas, la discontinuidad permitida en la jornada y días de descanso para los trabajadores del sector, sujeto a la alta estacionalidad.
En cuanto al rol del SAG, debemos revisar y actualizar su sistema de tarifas y metodologías de cálculo que se aplican. Asimismo, mejorar el programa de trazabilidad en Chile, considerando el traspaso de la gestión desde el sector público al sector privado para mejorar la condición sanitaria de la masa bovina nacional y competir en los mercados internacionales más exigentes.
Por otro lado, debemos crear un plan de manejo de contingencia sanitaria y una norma clara con pautas establecidas con respecto a la evaluación ambiental de proyectos agropecuarios y agroindustriales.
Respecto del financiamiento, se necesitan fondos de garantías para la reconversión agrícola; se deben suplementar los fondos de garantías de la Corfo, de manera de que sirvan de respaldo a los créditos de largo plazo que las pymes agrícolas puedan obtener en el sistema bancario para financiar proyectos de reconversión, y aumentar el monto y plazo para que las empresas agrícolas tengan un mejor acceso a este mecanismo.
Al respecto, debemos reconocer y agradecer que el Banco del Estado anunciara, hace pocos días, el lanzamiento de dos nuevos instrumentos de financiamiento para el sector agrícola. Se trata del denominado “Equipa tu Campo”, que entrega una solución a las necesidades de inversión predial, y “Compra Flaco y Vende Gordo”, crédito diseñado especialmente para el segmento ganadero y lechero, cuyas ventas anuales en promedio sean inferior a 2.400 Unidades de Fomento.
“Equipa tu Campo” financia la compra de maquinarias y vehículos de trabajo, nuevos o usados, además de inversiones en material de construcción y equipamiento de riego. Por su parte, el programa “Compra Flaco y Vende Gordo”, está disponible para la compra de vientres y animales para crianza y engorda, inversión para mejoramiento de praderas, implementación de sistemas de Pabco, inversión en forraje o alimentos para ganado, insumos veterinarios, mejoramiento genético e infraestructura predial.
Por otro lado, como consecuencia de lo anterior, con las ofertas crediticias del BancoEstado, ha aumentado la oferta a los pequeños agricultores con créditos que van desde los cincuenta hasta los mil millones de pesos, con veinte años plazo para inversión en capital de trabajo e infraestructura.
Otra problemática de la que debemos hacernos cargo es la sequía, de la que estamos siendo objeto. Cada día es más evidente que en nuestro secano costero se produce más pobreza y desesperanza para nuestros agricultores.
En tal sentido, quiero mencionar las obras de riego, como el añorado embalse Punilla de San Fabián de Alico, el canal Laja-Diguillín, de Bulnes y San Ignacio , y el tranque Lonquén , de Ninhue, que se hacen más necesarios que nunca, considerando que el sesenta por ciento de las aguas del río Ñuble se dirigen al mar sin ser aprovechadas.
Brevemente, quiero referirme a un tema que he conversado largamente con el señor ministro : me refiero al embalse Punilla , que permitirá asegurar y extender el riego en el valle del río Ñuble, que corresponde a una superficie de 66 mil hectáreas en las comunas de Coihueco, Chillán , Ñiquén , San Carlos , San Fabián y San Nicolás , beneficiando a cinco mil pequeños agricultores, generando aproximadamente 18 mil nuevas fuentes de trabajo y transformando a buena parte de la provincia de Ñuble en un polo de desarrollo agroindustrial.
Lamentablemente, en 2009, en plena campaña presidencial, la ex Presidenta Bachelet nos prometió, como todos los presidentes anteriores, su construcción, pero los agricultores no se dejaron engañar otra vez, y están esperanzados en que el Presidente Piñera haga realidad este sueño postergado por noventa años.
Agrademos la voluntad política de realizar esta obra, pero necesitamos a la brevedad definiciones sobre su financiamiento y ejecución.
Pido al Gobierno mejorar y cautelar el papel de Cotrisa en su rol regulador de precios. Necesitamos que funcione de verdad, con un financiamiento permanente que permita transparentar el real costo alternativo de la importación de trigo desde países vecinos, sobre todo considerando que el Tribunal de Libre Competencia funciona más de oficio que de hecho.
Luego de nuestro acuerdo con el Mercosur, el mercado se ha inundado de productos, perjudicando a nuestra agricultura tradicional y dejando en evidencia la necesidad de contar con subsidios y ayudas, como nuestros competidores directos.
He dicho.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el diputado señor Fernando Meza.
El señor MEZA.- Señor Presidente , en esta sesión especial en que discutimos la compleja situación por la que atraviesa la agricultura nacional, quiero hacer algunas consideraciones.
La agricultura históricamente ha sido el pariente pobre de la actividad económica nacional, en circunstancias de que es una de las principales promotoras de empleos en Chile. Si bien es cierto que no se trata de un empleo estable, como para aplaudirlo, muchas veces es precario. Pero es un empleo al fin. Y son los agricultores y sus trabajadores los que están atravesando una crisis descomunal; una crisis que tiene que ver, por un lado, con la baja del dólar, que hace que los exportadores reciban menos dinero del que invierten en producir las materias que exportan, sobre todo desde el punto de vista frutícola y, otras veces, tiene que ver con la falta de desarrollo armónico respecto de las otras disciplinas productivas nacionales.
La ruralidad necesita atención especial. Lo venimos diciendo año tras año y a los distintos ministros. ¿Qué debemos hacer para conseguir equidad en el desarrollo de la productividad chilena? Tenemos atenciones especiales con la industria de minerales del norte, pero tenemos una desigual atención con la agricultura y el turismo. Diría que llega la hora de mirar de forma más completa y uniforme a nuestra patria.
En el tema de la agricultura, que cuenta con un presupuesto, si mal no recuerdo, cercano a los 400 mil millones de pesos, alrededor de 186 mil millones de pesos están destinados al Indap, que sigue siendo insuficiente e ineficiente.
A diario, quienes pertenecemos a regiones y comunas, en las cuales la agricultura es una de las principales fuentes de actividad, no digamos riqueza, pero sí de actividad, como es el caso de Los Lagos, Los Ríos, La Araucanía , Biobío , Maule y la Región Metropolitana, nos encontramos con que el tratamiento a los trabajadores, temporeros y temporeras, no guarda relación con el tratamiento que debieran recibir quienes son responsables de llevar adelante esta importante actividad nacional. Hablo de un tema multisectorial, porque no sólo afecta a nuestro estimado amigo José Antonio Galilea , ex parlamentario y actual ministro de Agricultura , quien debe ver todos los dramas que denunciaba cuando era parlamentario, sino que otros sectores, por ejemplo, a obras públicas. ¡Cómo es posible desarrollar una agricultura con una ineficiente red de caminos! Insisto, no es un problema de este Gobierno, sino un problema que se arrastra desde hace mucho tiempo.
La Región de La Araucanía tiene 20 mil kilómetros. Lo hemos dicho por enésima vez en este Hemiciclo. Tenemos 20 mil kilómetros de caminos en mal estado. Los caminos nos llevan a la atención de salud, a la gente que vive y hace patria en los campos, a la educación de los hijos, al comercio del pequeño agricultor, del hortalicero, de la gente que vive del pollito, del corderito o de la actividad agrícola de subsistencia. Sin embargo, en las situaciones actuales se encuentran prácticamente encerrados en su pobreza, sin salir de sus hogares, sobre todo en invierno, como el que está aproximándose.
Por lo tanto, las inequidades que salen del Ministerio de Agricultura, a través del Indap, se traducen en el error a la hora de ayudar a los pequeños campesinos que manifiestan su descontento. Se trata de campesinos que tienen tres, cuatro o cinco ovejitas; una o dos vaquitas. Porque no están inscritos en un comité, no reciben ninguna ayuda; ni siguiera se les lleva de la mano para constituir un comité. Y estoy hablando de miles de casos, no de uno.
No obstante, aquel que es amigo del dirigente, del funcionario, del concejal o del alcalde, aunque tenga 20 vacas, 100 ovejas, recibe un tratamiento económico especial.
Pido al señor ministro que “ponga ojo”; que ponga cuidado respecto de cómo se están entregando los pocos beneficios de que dispone la agricultura nacional.
Por cierto, no olvido que, en el pasado, también se cometieron errores con los “amiguistas”, pero, en este Gobierno, se nos ha dicho que esas cosas no debieran suceder.
Entonces, hay que tratar, aunque no sea con el propio ministro , sino con sus subalternos, de preocuparse que el Indap de La Araucanía, del Biobío, o de donde sea, sea más prolijo a la hora de entregar ayuda, porque están fomentando el descontento de miles de pequeños agricultores que ven cómo las ayudas pasan y pasan y no la reciben quienes la necesitan.
Las semillas están por los cielos. A propósito, me permito lanzar, con su venia, un anuncio en contra de los transgénicos y de este abuso tremendo que se está cometiendo contra nuestros pueblos y semillas originarios, quienes no han sido consultados sobre la materia.
Tal vez, con esta solución, estaríamos todos de acuerdo. Sólo hace falta el diálogo en el tema de la semilla para hacer partícipe a aquéllos que se van a ver afectados por el tema de los transgénicos.
En cuanto a los fertilizantes, puedo señalar que para nadie es un secreto que están a niveles estrambóticos, o sea, a precios inalcanzables para los pequeños agricultores que terminan por no fertilizar sus tierras, por tener malas cosechas y estirar la mano al Ministerio de Agricultura.
Hace un momento, se dijo que el Tribunal de la Libre Competencia pareciera que se queda en el papel escrito, en la letra mojada, pero que no se cumple con el tema de proteger a los productores nacionales.
Por último, un caso aparte es el tema energético. No hay energía para producir una mejor agricultura; no hay energía de apoyo para nuestros pequeños agricultores. Hace falta tecnificación adecuada.
Espero, por último, que el señor ministro haga realidad lo que se ha prometido tanto: el castigo contable, es decir, la anulación de las deudas contraídas por tantos productores chilenos con el Indap, quienes no pueden acceder a créditos porque no se ha cumplido con la palabra de terminar con esas deudas a través de un castigo contable que los exima de todo pago.
He dicho.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el diputado señor Ignacio Urrutia.
El señor URRUTIA.- Señor Presidente , en primer lugar, quiero saludar al señor ministro de Agricultura y a sus asesores.
Quiero decirles a los diputados del Partido Demócrata Cristiano que pidieron esta sesión especial que el que menos debería estar aquí es el ministro de Agricultura . Claro, puede sonar raro, porque por el tema agrícola es lógico que asista él. Voy a explicar por qué.
Tengo en mi poder el folleto con las veinticinco medidas que prometió Sebastián Piñera cuando era candidato a Presidente , las cuales pasan por varios ministerios: Hacienda, Economía, Trabajo, del Interior, Obras Públicas y, por cierto, Agricultura. Ahora, la mayoría de ellas corresponden a este último. Tuvimos la suerte en este gobierno de contar con un ministro de Agricultura que es agricultor; por lo tanto, lo primero que hizo fue pescar el folleto de veinticinco medidas para ver cuáles le correspondían como ministro y, en lo que corresponde a su Ministerio, esas medidas se han cumplido; todas, sin excepción. Faltan dos o tres que están en tramitación en este Congreso. Entonces, hoy, me parece injusto achacar al ministro de Agricultura un problema de la agricultura, porque, repito, todas las medidas correspondientes a su ministerio se han cumplido a cabalidad, salvo, reitero, algunas que todavía están pendientes en este Congreso y que debemos tramitar como parlamentarios.
Entonces, me dirán dónde está el problema, porque los agricultores se quejan, se toman las carreteras, etcétera. Efectivamente, hay un problema de rentabilidad, pero no corresponde al Ministerio de Agricultura. No tengo la más mínima duda de que si ese problema de rentabilidad pasara por el Ministerio de Agricultura, ya el ministro habría tomado cartas en el asunto. Lamentablemente, pasa por otros ministerios, principalmente por el de Hacienda, donde las cosas no se han cumplido. Hay que decir la verdad. No sacamos nada con engañarnos a nosotros mismos. Repito, estamos con un problema serio de rentabilidad en el sector agrícola. Los costos han subido fuertemente durante el último tiempo; suben mes a mes sin parar. Suben la energía, la mano de obra y los combustibles, que son las tres materias principales. Ni hablar del costo de los insumos, que también ha subido extraordinariamente durante el último tiempo.
Cosa curiosa, uno dice por qué suben los abonos, los fertilizantes, cuando el dólar ha bajado y lo lógico es que ellos bajen también, puesto que la gran mayoría son importados. Bueno, porque hay empresas importadoras que se aprovechan, se ponen de acuerdo y suben los precios, en vez de bajarlos, que es lo que corresponde hacer. Eso ha generado que, en la actualidad, los costos estén muy elevados y la rentabilidad del precio muy baja, porque el precio del dólar es bajo y, por lo tanto, todo lo que exportamos en esa moneda y lo que traemos de afuera, que sustituye a nuestras importaciones, también viene en dólares y, en consecuencia, compite con nuestros productos tradicionales.
Entonces, sin lugar a dudas, estamos en un mundo malo, con muchas dificultades. ¿Cómo se arregla esto? Ayer o anteayer, el presidente del Banco Central decía que cuando las economías crecen en los países, el peso -en este caso, el chileno- se afirma y, por lo tanto, cae el dólar. Nuestra economía está creciendo y, por lo tanto, va a seguir afirmándose el peso. Lo más probable es que siga cayendo el dólar, y si no ha seguido cayendo se debe a la intervención del Banco Central. Si ello es efectivo; si en general nuestra economía está tan bien y hay un sector de ella que no está bien, lo que tiene que hacer cualquier gobierno, y no sólo éste, es salir en ayuda de ese sector. Eso es lo que corresponde. ¿Cómo se puede ayudar? Muchos nos han dicho: “¿Y qué hacen ustedes? Critican todo el día y no proponen nada”. Quiero precisar que desde hace muchos años estamos entregando propuestas, y no sólo en este gobierno. Por lo tanto, no es algo de ahora.
Sin duda, este gobierno ha ayudado mucho en todo lo correspondiente al Ministerio de Agricultura a través del Indap y de los Prodesal, principalmente. Se entregan créditos blandos a los agricultores y se renegocian sus deudas; es decir, se los está ayudando bastante. Pero, ¿qué ocurre con los agricultores que no están en el Indap o en los Prodesal, que son la gran mayoría? Tienen que recurrir a la banca comercial. Entonces, nos dicen que, mediante la Corfo, se han implementado innumerables créditos, a través de la banca comercial, con el aval de la Corfo. ¡Fantástico! Pero la banca comercial les cobra a los agricultores entre 30 y 40 por ciento de interés anual. ¿Quién resiste tales tasas? ¡Nadie, porque es imposible!
El 21 de Mayo, el Presidente de la República nos anuncia un crédito por 400 millones de dólares para la reconversión. ¡Fantástico! Pero cuando los agricultores van al Banco del Estado de Linares -pongo un ejemplo local- les dicen que le prestan siempre y cuando sean viables. Es decir, hasta ahí no más llegamos. Pero esos agricultores necesitan que los ayuden porque justamente en estos momentos no son viables, porque los costos están muy altos, el dólar está bajo y, por lo tanto, están perdiendo plata. Al final, si no son viables, no los ayudan. Si están en Dicom, tampoco los ayudan, y como la mitad de los agricultores están en Dicom, entonces tampoco ayudan a gran cantidad de agricultores.
Por un lado, se siente que el gobierno trata de ayudar, pero, por otro, la banca comercial y el Banco del Estado aportillan sin parar. Entonces, estamos en una situación pésima. ¿Cómo se soluciona esto?
Primero, si no hay ninguna posibilidad de arreglar el problema de la baja del dólar, porque es un tema internacional, etcétera, entonces focalicemos la ayuda. ¡Ayudemos! Quizás esto no le compete al ministro de Agricultura , sino al de Hacienda, pero el ministro Galilea puede transmitírselo al ministro Larraín . ¡Focalicemos la ayuda!
Como dice el presidente del Banco Central , este problema es de los fruticultores o de algunos rubros dentro de la agricultura, porque no todos están afectados. Efectivamente, en la agricultura hay rubros que no tienen problemas, como, por ejemplo, la ganadería; pero hay otros que sí están muy afectados. Entonces, focalicemos en esos rubros afectados. ¿Cómo? A través de subvenciones. ¡No tiene nada de malo subvencionar! ¿Cuánto costará subvencionar la mano de obra? No lo sé, pero sí lo deben saber los economistas. Por lo demás, eso se ha hecho en el pasado, ante crisis anteriores. Se hizo en los gobiernos de la Concertación y de las Fuerzas Armadas, y antes también. ¿Qué cuesta subvencionar la mano de obra para bajar los costos?
La agricultura y la agroindustria representan el 3 por ciento del consumo de energía, pero las tienen en los horarios punta en marzo y en abril. ¡Saquémoslas! No tiene ningún sentido seguir castigando de esa manera al sector agrícola. No nos metamos más con el dólar y llevemos a efecto solamente esas dos medidas que ayudarían a bajar fuertemente los costos. Así se soluciona el problema agrícola. Al mismo tiempo, pongamos al Banco del Estado a trabajar por los agricultores, para que ayude a los que están en Dicom, les permita renegociar sus deudas y les entregue capital de trabajo para que puedan seguir funcionando. Y al que no está en Dicom también se le debe dar la oportunidad de renegociar.
Los agricultores de la federación de Linares van al Banco del Estado y los mandan a Concepción -pensé que los mandaban a Santiago- a hablar con la señora Fanny -que, a todo esto, no sé quién es-, y lo primero que les dice esta señora es que tienen que ser viables; de lo contario, no pueden renegociar. Ahora, si logran renegociar sus deudas, tienen que esperar un año -estoy hablando del Banco del Estado y no de otros bancos- para investigar si durante ese tiempo pagaron la renegociación, para después evaluar si se les puede entregar capital de trabajo. Así funciona el Banco del Estado.
Me da la impresión de que los anuncios que hacen el Presidente de la República o el ministro de Hacienda , en el sentido de que el Banco del Estado va a hacer esto, esto otro o lo de más allá, se quedan en una especie de cajón. Pareciera que quien recibe las instrucciones -no sé si es el gerente general- las guardara en algún lugar, pero no las transmite a las sucursales. Es aquí donde radica el problema y no en la casa central. El problema está en las sucursales.
Respecto de los anuncios de que habrá más ayuda de parte de la Corfo, me gustaría saber cuánta gente accedió a los créditos con aval de la Corfo. Yo sé que el ministro tiene la cifra -también la tengo-, pero quiero saber exactamente de qué tipo de agricultor estamos hablando. ¿Quién está recibiendo esos créditos? ¿Lo están recibiendo los agricultores medianos o los grandes? Lo pregunto porque he recibido la información de que están accediendo los grandes agricultores y no los medianos, que son los que están más complicados. Entonces, ¿qué hacemos?
Tenemos que hacer algo. Si nuestra economía está tan bien, va en alza; si mejora el empleo; si crecemos sin parar; si el cobre está con un precio sensacional; si se están creando nuevas industrias y nuevas empresas, y todo parece estar maravilloso, ¡fantástico! Pero no podemos dejar caer una parte de nuestra economía. ¡No la podemos dejar caer! Tenemos agricultura desde Arica a Punta Arenas. Todo nuestro país tiene agricultura. Por eso, no podemos dejar caer una actividad que nos ha costado sangre, sudor y lágrimas, y eso lo sabe bien el ministro de Agricultura . Nos está costando mucho tratar de ser una potencia agroalimentaria -digo “tratar de ser” porque todavía no lo somos-, pero para lograrlo no podemos dejar caer este sector.
Conozco el esfuerzo que hace el ministro , y se lo agradezco con toda sinceridad. En todas partes, adonde voy y donde estoy, en programas radiales o en diarios, donde sea, siempre digo que el ministro de Agricultura está haciendo una gran tarea, y lo seguiré haciendo. Pero así como he dicho que el ministro de Agricultura está haciendo una gran tarea, también he dicho que el ministro de Hacienda no está cumpliendo con su papel y que el Presidente de la República tampoco está cumpliendo con aquello a lo que se comprometió con los agricultores en Chillán, en diciembre de 2009.
He dicho.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Cito a reunión de Comités, sin suspender la sesión.
Tiene la palabra el diputado señor Eduardo Cerda.
El señor CERDA.- Señor Presidente , coincido plenamente con el diputado Urrutia en que el mayor problema de la agricultura no pasa por las manos del ministro del ramo. En la Comisión hemos sido testigos de los esfuerzos que he hecho. Recuerdo que hace poco tiempo estuvimos en Requínoa y no hubo ninguna manifestación contra el ministro . Los ataques y los reclamos de los agricultores fueron contra el Banco del Estado. Ese día estuvieron presentes varios diputados de la UDI y de otros sectores y presenciaron las quejas contra la política monetaria del Gobierno y del Banco Central, y por más inversiones en agricultura.
Por eso, celebro la realización de esta sesión especial de la Cámara de Diputados, que nos permite analizar la compleja situación por la cual atraviesa nuestra agricultura, por cuanto considero que esta crisis no es sólo del sector agrícola, sino también del sector productivo nacional en general. Por supuesto, quizás la agricultura está viviendo la crisis más grande de los últimos veinte años, que también está afectando -reitero- a todas las otras áreas productivas, como la producción industrial y los sectores exportadores en general y, en el caso agrícola, también a los sectores que no son exportadores. Estamos ante una crisis general y absoluta de todo el sector productor, con excepción de la minería, que tiene un cobre con un precio muy alto.
El dólar ha bajado prácticamente 20 por ciento en los últimos seis años. Además, una grave sequía afecta a seis o siete regiones del país, entre ellas, la Quinta Región de Valparaíso , que represento. Los precios de nuestros productos en el exterior están estables. La producción agrícola y frutícola ha aumentado en 5 por ciento; pero, de acuerdo con las cifras de Fedefruta, la caída de 20 por ciento del dólar se ve aún más castigada por los salarios, que han tenido un aumento de 36 por ciento, en dólares; por la electricidad, que ha tenido un alza del ciento por ciento en los últimos tres años, lo que tiene una gran incidencia en el trabajo de los packing, en el frío y en el regadío.
Chile debe abordar los problemas de energía eléctrica. El precio del petróleo está afectado los fletes terrestres y marítimos con otra alza. Aunque no se crea, la celulosa también afecta a la producción frutícola, por los insumos para embalajes. A lo anterior se agrega que gran parte de los productores, especialmente los más pequeños, tienen deudas de arrastre en UF, mientras que sus productos se comercializan en dólares, lo que les ha generado problemas enormes, toda vez que sus deudas han aumentado a más del doble.
Para salir adelante se necesita una política de crédito de largo plazo, sobre veinte años, con un mínimo de tres años de gracia. Como plantea Fedefruta, se deben otorgar hasta 1.800 millones de dólares en créditos, a través del Banco del Estado y de la Corfo, y líneas de créditos para los bancos privados, con el objeto de modernizar la agricultura, además de renegociar las deudas de un sector que no entra en quiebra, porque la mayoría está consumiendo los pocos ahorros que le quedaban.
Señor ministro de Agricultura -por su intermedio, señor Presidente -, estamos proponiendo cosas sensatas. La gente no quiere regalos, pero existe una población rural de más de 2 millones de habitantes que quedará cesante si no se toman medidas rápidas. Por eso, necesitamos que se realice un gran esfuerzo.
Durante su campaña, el Presidente Piñera prometió un dólar estable y alto para favorecer la exportación. Desgraciadamente, esto, que no se ha cumplido por condiciones de mercado, tiene que ser subsanado a la brevedad. De lo contrario, el desencanto de los sectores productores nacionales irá en aumento, lo que será grave para nuestra economía y, sobre todo, para el empleo de miles de trabajadores que dependen de la fruticultura o de la industria sustitutiva.
Por eso, la clave para paliar la crisis de la fruticultura está en aumentar fundamentalmente la inversión en riego a partir de 2012.
Nuestro país recibe anualmente cerca de 120 mil millones de metros cúbicos, entre todas las actividades, incluyendo el agua potable, industrial y agrícola. De esa cantidad, sólo se ocupan cerca de 18 mil millones. El resto se va al mar y lo hace tan rápido, por la pendiente, que no alcanza a rellenar los acuíferos ni los embalses superficiales, que ya no son suficientes. Esto afecta considerablemente las posibilidades de crecer, dado que en las condiciones actuales, con 1.300.000 hectáreas con riego, se hace imposible pensar en aumentarlas en 500 mil al 2020. De estos 120 mil millones de metros cúbicos, alrededor de 95 mil millones se van directamente al mar, y esto es más grave en las regiones Quinta, Sexta y Metropolitana, y en las regiones Séptima, Octava y Novena también comienzan a tener problemas de sequía, especialmente en la época de verano.
Sin duda que el cambio climático ha sido un factor muy determinante. Cuando el clima era estable y las necesidades del país eran menores, el recurso disponible en los ríos, canales, embalses y acuíferos alcanzaba para todos. A ello se suman las sequías recurrentes y cada vez más intensas, con una demanda que crece a la par con el desarrollo económico. Antes, mucha tierra agrícola no tenía problemas; pero hoy no cuenta con suficiente agua y están en riesgo importantes zonas agrícolas.
Debo destacar que hoy la inversión en riego, que es fundamental para la agricultura en Chile, entre la que se destina a obras de la Dirección de Obras Hidráulicas y la Comisión Nacional de Riego (CNR), asciende a sólo el 1,5 por ciento de la inversión total del país y equivale al 5,4 por ciento de la inversión del Ministerio de Obras Públicas. Por lo tanto, aquí se requiere una acción decidida de los ministerios de Hacienda, de Obras Públicas y de Agricultura, que también integra la CNR, para cambiar esta cada vez más declinante inversión en obras de regadío en Chile.
En la década del 50 al 60 se invirtieron considerables cantidades, pero en los últimos treinta años -quiero ser bien claro que esto no es responsabilidad de este Gobierno, sino de todos- la inversión en riego ha sido mínima. Esto es clave, porque a través de esos recursos, sin tener que dar subsidios u otras cosas, pueden incorporarse muchas tierras agrícolas, mejorar la exportación del país, mejorar la fruticultura y, sobre todo, dar mucho más trabajo en el sector agrícola.
No hay duda de que los sectores más dañados son los de pequeños productores. Ayer veíamos en la Comisión de Agricultura que todas las comunidades agrícolas de la Cuarta Región están en terreno de secano y no tienen ni siquiera una tubería que las provea de agua potable o para sus animales. No tienen recursos para obras de riego o para comprar acciones de agua en los distintos sectores.
Por ello, también estamos planteamos la necesidad de que, en las obras de embalse que haga directamente el Gobierno, con las subvenciones que se otorgan -en El Bato están subvencionando el 85 por ciento de la obra-, debe resguardarse alrededor de un 10 por ciento de las aguas de los embalses para dársela a los pequeños propietarios, a fin de mejorar las comunidades agrícolas que hoy están sin agua.
Por eso, debemos ser muy claros en la necesidad de aumentar los recursos que el Gobierno destinará en el presupuesto del 2012. Deben destinarse recursos especiales a las obras que interesan al señor ministro y a la Comisión Nacional de Riego. Sabemos que este año se hizo un esfuerzo para llegar a 36 mil millones, pero ojalá el próximo año eso se aumente en 50 por ciento. No puede ser que la DOH reciba apenas 86 mil millones de pesos para invertir en todo Chile.
Faltan embalses fundamentales en toda nuestra región. En la Quinta Región no tenemos embalses, y estaban Puntilla del Viento y cuatro en la provincia de Petorca. Tenemos que darle impulso al riego y, a través de ese objetivo, vamos a mejorar directamente las condiciones de la agricultura.
Además, necesitamos recursos para que la Dirección General de Aguas (DGA) ayude a las juntas de vigilancia, a las organizaciones de usuarios, a los roles, a saber bien quiénes son los tenedores de agua en el país. Así vamos a beneficiar a quienes lo necesitan, sin necesidad de subsidios especiales, poniendo verdadera justicia.
Por eso, si no tomamos medidas, al final la minería en Chile se hará dueña y hará uso de toda el agua, porque tiene los recursos. Es necesario aumentar los sistemas de desalinización en el norte del país, porque, de lo contrario, se van a quedar sin agua.
Hoy están tratando de vender el agua de las plantas de agua potable a la minería o a otros sectores, dejando a miles de pequeños propietarios sin el vital líquido.
Por eso, como diputado de la República , he planteado incansablemente al Presidente de la República y a los ministros de Hacienda , Obras Públicas y Agricultura la importancia que tiene para el desarrollo agrícola del país la construcción de esas obras. Sólo pido que, de una vez por todas, el Estado asuma su rol y, a partir del presupuesto del 2012, otorgue a la inversión en regadío la importancia que requiere, antes de que sea demasiado tarde, como, por ejemplo, subsidiar a la agricultura, en especial, a las zonas frutícolas.
He dicho.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el diputado señor René Manuel García.
El señor GARCÍA (don René Manuel).- Señor Presidente , qué distinta hubiese sido la agricultura si estas sesiones se hubieran celebrado en los tiempos de la Concertación. Nunca pudimos lograr que hicieran lo mismo que están diciendo ahora, y todos coincidimos en el diagnóstico. ¿Quién puede dudar que falta riego y que hay algunos rubros que andan mal?
Pero le quiero decir, con mucha honestidad, al señor ministro que éste es un tema frutero. Analicemos el resto de los rubros. La agricultura tradicional hoy tiene un precio que es el doble del año pasado. El ganado también goza de un precio muy bueno. Con la leche ocurre lo mismo.
Por lo tanto, los que están hablando hoy son los fruteros, que están proponiendo lo mismo que antes plateábamos nosotros, a cada rato, y ellos casi se reían, porque tenían buenos precios. En consecuencia, lo que debemos analizar es cómo le damos una mano al rubro de los fruteros. Nosotros no somos envidiosos.
Felizmente, los rubros que hoy están bien son los que dan de comer al país, lo cual nos tiene tranquilos. Por eso, en el sur estamos produciendo.
Quiero decirles a los presentes que el Indap ha subido el presupuesto en la región en más de 12 mil millones: en los Prodesal, las UDEL, los PDI para las comunidades indígenas. En definitiva, hoy vemos cómo la agricultura está tratando de salir adelante en lo que es una tradición. Por eso, creemos que estamos bien. ¿Hay falencias? ¡Claro que hay falencias! ¡Pero no por eso podemos decir que el Presidente Piñera no ha cumplido!
Me gustaría que el ministro informara a la Sala cuántos son los endeudados que vienen de antes y si antes hubo alguna solución, porque hoy gritan que la gente en el Indap está endeudada y que no se les condona. Me gustaría conocer esa información. No se trata de quién le echa más pelos a la leche, sino de cómo solucionar los verdaderos problemas que tiene la agricultura. Hemos dicho en todos los tonos que un país que no tiene y no protege su agricultura, no tiene despensa y, por lo tanto, está a merced de los otros países que le quieran vender algo.
También se ha hablado de las deudas, pero hoy las deudas de los pequeños agricultores que producen trigo han bajado a la mitad. Porque si debían, por dar una cifra, un millón o cinco millones de pesos, antes tenían que vender 50 ó 60 quintales de trigo. Hoy venden 20 ó 25 quintales y pagan sus deudas. Ésa es la diferencia. Ahora se hacen huelgas en el país y gritan que el Presidente Piñera no cumple, pero me hubiera gustado que también se hubiese cumplido en los gobiernos de la Concertación, lo que no se hizo.
Entonces, ¿qué debemos hacer? El ministro debe llamar a una mesa tripartita, con los diputados de todos los sectores del país. ¡Sentémonos, conversemos y hagamos bien las cosas!
Ahora se habla del riego. ¿Cuándo había habido abastos de aguas? Hoy, en la región de La Araucanía hay miles de abastos de agua. ¡12 mil millones para agua potable rural! La misma plata que se ocupaba en poner electrificación rural hoy se está utilizando en agua potable rural.
¿Se va a hacer tranques? ¡Claro que tenemos que hacer tranques! ¿Quién duda de que debemos construirlos? Estoy absolutamente de acuerdo con el problema existente con el agua. Por lo tanto, también estoy de acuerdo con que se dé un plazo a la gente para que ocupe su agua porque, de lo contrario, que quede a disposición para que la puedan ocupar los que realmente la necesitan. En esas cosas tenemos que avanzar. Pero no vengan a echarle la culpa a este Gobierno por males que se arrastran desde hace muchos años.
En privado, le hemos dicho al ministro Galilea -no como autoridad sino como amigo- que se preocupe de abrir la oficina agrícola del Banco del Estado, pues no ha habido forma de que lo haga. Ése es un buen punto y en esa dirección debemos apuntar.
Un diputado dijo que a la gente que no paga o que no son sujetos viables no le dan crédito. Hagamos la pregunta al revés. ¿Le venderíamos a alguien que no va a pagar? ¿Que se otorguen seguros o créditos contra el bien que se está adquiriendo? Me explico: si una persona quiere sembrar, denle un crédito controlado; no le pasemos el dinero para que siembre, sino que para que compre abono, pague los servicios y, en definitiva, supla los déficits en los salarios de sus trabajadores, etcétera. A lo mejor, si se les entrega dinero, muchos no comprarán los insumos y no sembrarán. En ese caso tendríamos un crédito controlado dirigido a los pequeños y medianos agricultores.
Hoy la gente pobre va a cosechar diez quintales por su condición. Actualmente, existen empresas de servicios que el Indap podría contratar, para que el pequeño agricultor pueda sembrar con toda la tecnología que está disponible.
Entonces, más que sacarnos los ojos unos a otros, busquemos soluciones concretas para que el país empiece a avanzar en el sistema agrícola que a todos nos corresponde.
Aunque a algunos les parezca raro o crean que uno está contra algunos colegas, debemos analizar a cada región en su mérito y focalizar, pero no generalizar y hablar de la profunda crisis que sufre la agricultura chilena. Felizmente, los productores de trigo, de leche y de carne hoy se están riendo, porque la verdad es que estuvieron muy mal durante más de veinte años.
Al referirnos a temas tan importantes para la economía del país, debemos buscar consensos para sacar adelante a nuestra agricultura.
Quiero aconsejar al ministro que no entregue dineros para la reconversión, lo cual será un gran fracaso, sino para la diversificación. Es decir, si un lechero mata las vacas, no le demos dinero para criar ovejas. La idea de la diversificación es que críe algunas ovejas, siembre un poco de trigo, plante un par de árboles en ciertos lugares, etcétera. ¡Ésa es la diversificación! Nunca he sido partidario de la reconversión.
Por lo tanto, el ministro de Agricultura puede contar con todo nuestro apoyo, aunque le vamos a tirar un pequeño tirón de orejas al ministro de Hacienda , para que se preocupe del precio del dólar y vea una posible solución para los productores de fruta que hoy están sufriendo.
He dicho.
El señor BERTOLINO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor Enrique Jaramillo.
El señor JARAMILLO.- Señor Presidente, saludo de manera especial al ministro de Agricultura y a los asesores que lo acompañan.
Por decirlo de algún modo, éste debe ser el quinto o sexto capítulo de esta teleserie sobre el mismo problema. Quisiera que no se reiterara tanto la discusión y al fin alcanzáramos una solución, la cual no veo tan difícil de lograr.
A propósito de lo señalado por mi estimado colega René Manuel García al inicio de su intervención, en el sentido de que todo estaba bien en la zona sur del país, debo decirle que por suerte amplió su intervención, porque después reconoció que no todo estaba tan bien. Hay que volver a discutir el tema del Banco del Estado y ayudar también a los sureños, que también están sufriendo -la situación no es tan fácil-, debido a la importación barata de algunos productos lácteos.
El problema serio es el precio del dólar, para lo cual hay solución. Creí en la solución cuando el Banco Central se abrió a la compra de dólares para estabilizarlo y colocarlo en un precio preferencial que sirviera a los exportadores, pero, lamentablemente, eso falló, aun cuando yo también era partidario de esa idea. Esa compra, que todavía persiste, le está costando al Estado más de lo debido. A lo mejor, quienes tenemos el conocimiento de cómo se trató a la agricultura en décadas anteriores, podríamos orientar a que esos medios económicos se pudieran invertir en ella, en lugar de comprar dólares.
A lo mejor, el ministro nunca llegó al Banco del Estado a cobrar un cheque al final de la cosecha. En ese tiempo, cuando uno iba a pagar el fertilizante, le entregaban una bonificación del 50 por ciento por el abono que había comprado para su siembra. Recuerdo perfectamente que eran tiempos del Presidente Alessandri , cuando los agricultores ganaban dinero y rentaban con una producción que no tiene nada que ver con la de hoy. Actualmente, la producción por hectárea de trigo es enorme, tres veces mayor que en esa época. Y en esos años se entregaba un subsidio o una ayuda a los agricultores; incluso, el Banco del Estado rifaba una camioneta entre quienes sembraban.
Antes existía la Caja Agraria, que era la gran ayuda para el agricultor chileno. Pero eso ya es historia, aunque también contiene ideas que debería recoger el ministro de Agricultura , si el diputado Fuad Chahín -que a veces reclama por la misma razón- se lo permite. El ministro lo está haciendo bien para que a la agricultura le vaya bien.
Quiero pedir al ministro que no deje de lado lo que nos enseña la experiencia. No le llame subvención o bonificación, pero sí fortalezca el suelo de Chile. No me refiero a los agricultores Fernando Meza y Germán Verdugo, sino al suelo de Chile, que debe recibir nitratos, azufre y fósforo. Fortalecer el suelo de Chile no constituye un subsidio para la persona, sino que es el suelo de nuestro país el que recibe un beneficio para generar una mayor producción en lo que se estime conveniente, para los fruteros, lecheros, ganaderos, etcétera. Sin duda, son situaciones interesantes que es necesario tomar en cuenta.
Quiero que no se frustre la idea de que Chile sea una potencia agroalimentaria, pero debemos entender que los acuerdos comerciales nos han dado grandes posibilidades. No nos negamos a esa idea de crecimiento, porque nos ha llevado a crecer y a tener fronteras abiertas, lo que en un momento determinado, con un buen precio del dólar, significó el alza, y a lo mejor ayudó a que Chile esté creciendo. Pero esto nos hizo dependientes de la moneda que hoy rige el mercado internacional, ya que el libre mercado está manejado por el dólar americano.
Habría sido sumamente interesante y todos estaríamos muy contentos si hubiéramos solucionado el problema con las medidas que adoptamos hace un tiempo, como la compra de dólares. Pero no es culpa del Gobierno, ni de nosotros ni del ánimo que tenga el país, porque el libre mercado nos lleva a eso. A pesar de las dificultades que tenemos, somos un ejemplo, no sólo en Latinoamérica, sino que también en el resto del mundo.
Por lo tanto, a nadie le hace mal ajustar un poco el motor, para tener la velocidad que demostramos hace algunos años, en que teníamos un elevado precio del dólar y la reconversión a que se aludió, para tener mayor rentabilidad, más utilidades y mejor producción. Plantábamos kiwis y paltas Hass, porque no nos conformábamos con una sola variedad. La agricultura de Chile crecía y crecía. Creo que no estamos lejos de que alcancemos nuevamente un nivel óptimo en términos de resultados.
Creo en la preocupación del Gobierno, ya que tenemos a nuestro ex colega como ministro de Agricultura . Muchas veces he recordado cuando lo veía en el pupitre que está al lado del diputado Germán Verdugo , cuando discutíamos cómo arreglar los problemas que vivíamos en esos momentos en la agricultura. Eran tiempos difíciles de verdad; los problemas de hoy tienen arreglo. Chile puede hacer lo que todos queremos: arreglar la agricultura.
Tenemos 400 mil millones de pesos de presupuesto para la madre alimentaria del país, menos del 2 por ciento del presupuesto nacional. En muchos países, la agricultura significa el 5 ó 6 por ciento del presupuesto. No sé que sucede en Bolivia o en Ecuador, pero me imagino que pueden tener cifras parecidas. No obstante, en los demás países, el presupuesto que se asigna a este sector es enorme. En consecuencia, estamos fallando.
Suena bien que se entreguen 186 mil millones para el Indap, pero merece mucho más, porque, de lo contrario, los pequeños y los miniagricultores se van a estancar con esas cantidades que no son suficientes para que ellos puedan tener, por ejemplo, un banco ganadero, que es otra idea que vuelvo a plantear al señor ministro de Agricultura.
El banco ganadero es una necesidad para los pequeños agricultores. La consulta constante que se nos hace en nuestros distritos, especialmente del sur de Chile, es precisamente cuándo comenzará a operar el banco ganadero. Pero necesitamos presupuesto para eso. No obstante, creo que todos estimamos que un presupuesto de 400 mil millones de pesos no es suficiente para la agricultura chilena.
Espero que estas ideas mínimas, que pueden ser de otras épocas, pudieran ayudarnos en el momento difícil que estamos viviendo, porque el trasfondo de la agricultura es sólido, lo cual debemos aprovechar.
Agradezco la entereza del ministro de Agricultura, quien ha tenido que pasar malos ratos, por el desconocimiento de algunos. Pero créame que todos estamos detrás de usted, porque lo está haciendo bien y creo que vamos a salir adelante.
He dicho.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el diputado señor Fuad Chahín.
El señor CHAHÍN.- Señor Presidente , comparto la opinión de que tenemos que hacer un esfuerzo país para mantener una actividad tan relevante, no sólo desde el punto de vista productivo, sino también por el enorme impacto que tiene en el empleo, no sólo en las regiones productoras de fruta fundamentalmente, que tiene que ver con la agricultura más exportadora, sino también en otras regiones, como la que represento, donde muchas personas se trasladan para desarrollar su trabajo en esas zonas más frutícolas, que, indudablemente, se están viendo muy afectadas por el tipo de cambio.
Como país, no podemos seguir dependiendo de la exportación de cobre y tener indicadores de importación de bienes suntuarios, y afectar al resto de nuestras actividades exportadoras que no tienen relación con el cobre. Tenemos que hacer un esfuerzo enorme para mantener un sector exportador más diversificado y también para proteger de manera más eficaz nuestra agricultura.
Sin embargo, como de eso ya se ha hablado latamente por quienes tienen más conocimiento del tema, quiero plantear algo muy puntual, que está afectando a nuestra Región de La Araucanía -la que el ministro conoce muy bien, no sólo porque la representó, sino también porque vive ahí-, que tiene que ver con el Sistema de Incentivos para la Sustentabilidad Agroambiental de los Suelos Degradados.
Las rigideces del programa, tanto por la ley como por el reglamento, impiden que la inmensa mayoría de los pequeños campesinos pueda postular a sus beneficios, por lo que no pueden utilizar esa herramienta tan útil para el recurso suelo y también para los pequeños campesinos y sus familias.
Por lo tanto, mientras no se modifiquen la ley y el reglamento, esperamos que el Gobierno haga un esfuerzo enorme para suplementar los recursos destinados a las praderas, herramienta muy eficaz para compensar la ausencia de los beneficios del SIRSD, para recuperación de suelos degradados, ya que serán muy importantes para que los pequeños campesinos puedan establecer praderas, mejorar la calidad de los sueldos, desarrollar la ganadería y la agricultura, etcétera.
Por lo anterior, solicito al señor ministro que, mientras no se modifiquen la ley y el reglamento del SIRSD, se considere la realización de concursos por áreas, con el objeto de tener una relación con la realidad de cada sector, y no sólo provinciales, como ha ocurrido hasta ahora, y que se realice un gran aporte de recursos para praderas suplementarias que permitan compensar el déficit de acceso al SIRSD, como ocurre en la actualidad.
He dicho.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el diputado señor Cristián Letelier.
El señor LETELIER.- Señor Presidente , lamento que en este importante debate acerca de la situación de la agricultura no estén presentes los parlamentarios que pidieron esta sesión especial. Sé que en este momento están funcionando las comisiones, pero éste es un tema demasiado importante.
Me interesa decir al señor ministro de Agricultura que no sólo existe preocupación por el precio del dólar, que es algo que a lo mejor el Gobierno no puede solucionar directamente, sino que sólo paliar, sino también por un problema específico que también afecta a la agricultura, particularmente a los agricultores que represento, de las provincias de Melipilla y Talagante, que dice relación con el agua.
Por lo que hemos conversado, el señor ministro de Agricultura está consciente de que existe un dictamen de la Superintendencia de Servicios Sanitarios en relación con el artículo 61 de la ley general de Servicios Sanitarios, que viene de los gobiernos de don Eduardo Frei Ruiz-Tagle y de Ricardo Lagos Escobar, que permite -impropiamente, en nuestra opinión- a las empresas sanitarias no restituir a los cauces las aguas que tratan.
Esta interpretación errónea, a nuestro juicio, ha permitido a las empresas de servicios sanitarios comercializar esas aguas, lo que es absolutamente contrario a derecho. La verdad es que la vigencia del dictamen interpretativo que impugnamos vulnera completamente, a nuestro entender, la garantía constitucional establecida en el artículo 19, número 24°, esto es, el derecho de propiedad de las aguas.
Esta grave situación requiere prontamente una posición oficial del Gobierno, por lo que le pido al señor ministro de Agricultura que, junto con el ministro de Obras Públicas , ayuden a rectificar ese dictamen a la brevedad, a fin de dar seguridad y certeza a los agricultores.
La verdad es que los regantes del Mapocho ven cada día que las aguas tratadas no vuelven a sus cauces. Mantener la situación actual origina conflictos que hacen que el acceso al agua sea controversial y que se vulnere el derecho de propiedad que hemos mencionado.
Atendido lo anterior, reiteramos al señor ministro de Agricultura y a sus asesores, por intermedio del señor Presidente , que se preocupen de este asunto, con el objeto de que, junto con el ministro de Obras Públicas , lleguen rápidamente a una posición oficial del Gobierno, para que la Superintendencia de Servicios Sanitarios reinterprete el artículo 61 de la ley general de Servicios Sanitarios, a fin de establecer que las aguas tratadas que vuelvan a sus cauces pertenecen a sus propietarios o son bienes nacionales de uso público.
Es fundamental resolver prontamente este problema de la agricultura nacional. Ya tuvimos problemas en la Región de Atacama, ahora tenemos problemas en la Región Metropolitana, particularmente en los canales de las comunas del distrito que represento, es decir, Melipilla y Talagante, y después se irá expandiendo por el sur hasta afectar toda la agricultura nacional.
Por eso, señor Presidente , por su intermedio reitero mi solicitud al señor ministro de Agricultura y a sus asesores, aquí presentes, para que las autoridades correspondiente y el gobierno del Presidente Piñera resuelvan este problema y tengan una posición oficial que se desmarque de lo que dictaminaron las autoridades de los gobiernos de los Presidentes Frei Ruiz-Tagle y Lagos Escobar.
He dicho.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el diputado señor Luis Lemus.
El señor LEMUS.- Señor Presidente , desde el momento en que se citó a esta sesión, quienes vivimos en las regiones Tercera y Cuarta nos imaginamos que se discutirían temas de la agricultura del sur del país; pero, indudablemente, nuestras regiones también tienen un desarrollo agrícola muy importante.
Indudablemente, en la sesión se plantea el tema económico, y, por supuesto, el precio del dólar es un elemento siempre presente.
Quiero comentar algunas contradicciones que ocurren particularmente en nuestras regiones. Cuando el precio del cobre aumenta, la agricultura tiene problemas porque el precio del dólar baja. Se da esa contradicción, pues tenemos un desarrollo minero inmenso, que genera empleo y desarrollo; pero eso significa que entre en crisis un sector tan importante como es la agricultura. Hoy, la ocupación del agua es bastante significativa en materia minera. Pero también se trata de un recurso muy importante para el desarrollo agrícola. Por lo tanto, ambas actividades entran en conflicto.
Nos alegramos de que suba el precio del cobre. En ese sentido, la agricultura necesita un apoyo más fuerte, sobre todo la agricultura campesina, que prácticamente es de subsistencia, los pequeños agricultores y la agricultura en general, incluida la que exporta, que tiene serios problemas para sostenerse. Es una actividad que hoy se está haciendo con gran esfuerzo.
En la Cámara se constituyó una Comisión especial que se encuentra abocada a estudiar el fenómeno de la sequía, a fin de proponer medidas urgentes para abordar ese problema. Pero el tiempo dijo otra cosa, cambió. En nuestra región tuvimos prácticamente un diluvio, porque cayeron 98 milímetros en pocas horas. En La Serena, cayeron precipitaciones equivalentes a todo lo que llueve en un año.
Pero no debemos perdernos del tema central. La sequía se ha prolongado durante mucho tiempo y ha dejado sus efectos.
Por eso, debemos apoyar a quienes están endeudados con el banco. No hay instrumentos para ir en ayuda de agricultores que perdieron su capital o de quienes pidieron créditos al Banco del Estado y hoy no tienen cómo pagar. Entonces, existe un capital que se debe recuperar, pero el Gobierno no ha dispuesto la entrega de instrumentos para enfrentar emergencias agrícolas como la actual.
Por otro lado, tenemos un conjunto de situaciones que afectan a los usuarios de Indap, y no se han entregado los instrumentos necesarios para abordarlas. Finalmente, existe un conjunto de agricultores que no son usuarios del Indap y que están en el peor de los mundos.
Pido que el Gobierno y, en especial, el Ministerio se hagan cargo de la situación que afecta a los agricultores, que los apoyen con instrumentos que se han utilizado en varias ocasiones. En general, nuestras regiones han vivido situaciones cíclicas, y nuestra región tiene una expertise para enfrentarlas. Así, por ejemplo, ha debido soportar una de las sequías más severas y lo ha hecho en buenas condiciones. Eso se debe a que se han hecho importantes obras hidráulicas, como embalses e impermeabilizaciones de canales. Además, la tecnificación del riego ha provocado que el recurso agua se utilice de mejor forma.
Por lo tanto, lo que se hizo ahí debe replicarse en otros lugares. Existen obras que están a la espera de ser concretadas en regiones como la Cuarta, la Quinta y en otras. Al respecto, cabe hacer presente que el fenómeno de la sequía se ha expandido más allá de lo que hubiésemos imaginado hace algún tiempo, al punto de que hoy incluso la Región del Maule se ve afectada por él, lo que nos había parecido imposible hace algunos años.
Termino diciendo que se constituyó la Comisión Investigadora encargada de analizar la extracción ilegal de aguas y de áridos de los ríos. En esa materia se está generando un conflicto, y es necesario que la autoridad intervenga, porque se han construido muchos pozos y drenes en forma no regular. En otros casos, la Dirección General de Aguas (DGA) ha llegado a la conclusión de autorizarlos y entregar los derechos y uso. El problema es que no se han hecho los estudios de rigor, debido a lo cual se han secado cuencas completas. Así está ocurriendo en Petorca y en los Valles de Choapa y de Quilimarí, en la comuna de Los Vilos. Así, por ejemplo, el embalse Culimo hoy no tiene una gota de agua. Por lo tanto, los habitantes de ese sector están sufriendo enormemente el rigor de la sequía.
Sé que el señor ministro conoce muy bien esta realidad, pero en las regiones Cuarta y Quinta no queremos quedarnos con eso, porque hay gente que la está pasando mal y que se gastó los pocos recursos que tenía. Por lo tanto, necesita instrumentos para rehacer su actividad.
He dicho.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el diputado señor Ramón Barros.
El señor BARROS.- Señor Presidente , saludo al ministro de Agricultura y a sus asesores.
La sesión partió con planteamientos más bien de orden político. Por eso valoro que ahora en la discusión se pongan de relieve los temas de orden técnico. Estamos en presencia de un ministro que tiene un completo conocimiento del devenir de la actividad. Para nosotros es un orgullo que José Antonio Galilea ocupe la cartera de Agricultura. El Presidente Piñera no se equivocó, porque hay que ver en qué condiciones recibió el sector agrícola tras el terremoto. Por lo tanto, hubo que recuperar infraestructura importantísima. Parece que eso se olvida.
En el ámbito legislativo, se aprobó el proyecto de ley que prorroga la vigencia del decreto ley N° 701, de 1974. Recordemos que algunos no querían sacar adelante la iniciativa. Se sacó adelante el proyecto sobre salvaguardias, que durante algún tiempo quedó postergado por falta de voluntad política; así, establecimos el mecanismo dos más dos. Recordemos que, en el marco de las veinticinco medidas comprometidas por el Gobierno, Cotrisa empezó nuevamente a comprar trigo, lo que determinó un cambio importante respecto de lo ocurrido en los últimos años. Ese solo hecho determinó que el precio del trigo inmediatamente experimentara un alza, gracias a que el Estado, a través de Cotrisa, estableciera un precio referencial. Por supuesto, eso se valora. De esa forma, combatimos la colusión a que hacemos mención cada cierto tiempo.
El año pasado se entregó un bono para el maíz. El Gobierno fue capaz de sensibilizar a la industria, y hoy el precio del maíz partió en 151 pesos. En vez de un bono, hoy los agricultores reciben un precio justo por su producto, tan importante en la zona central.
Por otro lado, se está estudiando un proyecto de ley sobre abigeato, materia muy sensible para el mundo rural.
Se cumplió con el envío a tramitación del proyecto de ley sobre muestra y contramuestra, para evitar que algunos se aprovechen, en especial, de los pequeños y medianos agricultores. La iniciativa se encuentra lista para ser puesta en Tabla, y me siento orgulloso de ser diputado informante .
Asimismo, se han implementado la nueva ley de Riego.
De igual modo, se ha sincerado lo relativo a los transgénicos. Algunos hicieron alusión a esa materia aquí. Pero seamos claros: los transgénicos existen en Chile desde hace más de una década. Como bien se recordará, en 1992 se autorizó la importación de maíz transgénico para alimentar cerdos y aves. Por tanto, ahí hay una incongruencia. Quienes argumentan en contra, no saben que los transgénicos -reitero- llevan más de diez años en Chile y se encuentran en cada alimento que comemos a diario: carne de cerdo, carne de pollo, etcétera. Todos los subproductos del maíz son transgénicos.
Así, el Gobierno está sincerando esa discusión, más allá de que uno concuerde o no en la materia. Algunos argumentan que es importante discutir asuntos como éste. Bueno, la materia se está debatiendo, pero debe hacerse desde un punto de vista técnico.
Del mismo modo, respecto del UPOV 91 también se ha armado todo un cuento. Como bien recordarán los colegas, el proyecto sobre la materia fue enviado a tramitación al Congreso Nacional por la Presidenta Bachelet y se sacó adelante durante la gestión del presente Gobierno. ¿Qué se busca con él? Solamente que Chile cumpla los acuerdos contraídos con países con los cuales tenemos convenios de libre comercio, firmados ni más ni menos cuando nuestra querida senadora doña Soledad Alvear fue ministra de Relaciones Exteriores .
Entonces, sinceremos las cosas.
Olvidaba un aspecto: la apertura a la exportación de cerdos, aves y ciruelas a los mercados de China e India. Ahí existen miles de millones de potenciales consumidores, de potenciales clientes.
En consecuencia, en la materia se ha hecho todo lo posible y se han estructurado cambios realmente importantes.
Podría pasar la tarde hablando sobre el Indap. Al respecto, uno podrá no suscribir todo. Tenemos sectores que, obviamente, por el actual precio del dólar, se hallan en problemas. Pero no todos los agricultores se encuentran en esa situación. Por ejemplo, los mercados de los granos, la carne, la leche y el vino están pujantes, han aumentado sus exportaciones y están subiendo sus precios internacionales.
Como es lógico, queremos poner especial atención en el sector frutícola, puesto que costó treinta años estructurar un sistema agroexportador de frutas, y somos muy importantes en esa área.
El Gobierno impulsó medidas que impidieron que el precio del dólar bajara aún más. Se trata de una materia que se halla debidamente canalizada. Hemos sostenido reuniones en las que parlamentarios han participado transversalmente. Así, por ejemplo, el diputado Latorre asistió a la reunión efectuada con dirigentes del sector.
Me parece que ésa es la forma seria de abordar las cosas. Estoy seguro de que el Gobierno intervendrá en esto buscando, quizás, medidas no vinculadas al dólar, por ejemplo, lo relativo a los horarios punta. Ello, porque el precio de la energía es tremendamente castigador para con nuestros exportadores.
Además, por primera vez en la historia de nuestro país se estableció la posibilidad de que agricultores obtengan crédito a través del Banco del Estado, a veinte años plazo. Porque los instrumentos financieros existentes solamente llegaban a 11 años. Ojalá que la banca privada estructure sus sistemas agrícolas de tal manera que vayan imitando esa medida, de manera de ir sensibilizando y facilitando el acceso a los créditos.
Cuento aparte es lo que falta por hacer. Señor Presidente , por su intermedio deseo expresar al señor ministro que siempre faltará algo. Se trata de materias gruesas. Hablemos del agua. Nos quejamos de que escasea; pero en nuestro país vemos pasar dos tercios del recurso frente a nuestras narices con destino al mar. De repente se plantea soluciones que implican quitarles a unos para entregarles a otros. No, claramente lo que se debe hacer es embalsar más agua. Nuestra cordillera, que es nuestro embalse natural, cada vez embalsa menos.
Por lo tanto, en Chile podemos llegar a incrementar la cifra de hectáreas con riego en un millón -el gobierno se ha propuesto 500 mil-, para lo cual se necesitan nuevos sistemas de riego y embalses. Espero que nos vaya bien en eso. Nada se saca con legislar y hacer modificaciones constitucionales, con democratizar el agua -se ríe la diputada Adriana Muñoz -, con estatizar este vital elemento. ¡Por medio de leyes no vamos a hacer surgir ni una gota más de agua! Estará disponible en la medida en que el país, en vez de perder los dos tercios de ella, la embalse, vaya estructurando comunidades de agua, etcétera. Al respecto, yo soy lo más práctico que hay.
¿Se deben establecer algunas regulaciones? ¡Por supuesto que sí! A veces -lo plantearon ayer los agricultores de la Cuarta Región- se deben estudiar las posibilidades. Es decir, si existe la factibilidad de conceder derechos de aprovechamiento de aguas, habría que ver de qué manera las comunidades podrán acceder a ellos. Pero eso va por un carril distinto.
En consecuencia, aquí debemos valorar lo realizado.
Sé que el ministro está con nosotros en lo relativo a las aguas servidas. Ahí tenemos que estructurarnos. De hecho, nos hemos estructurado transversalmente, con el diputado Cristián Letelier , la diputada Adriana Muñoz y la diputada Denise Pascal , quien hoy se encuentra fuera del país. Creo que ahí hemos hecho una contribución. Espero que nuestro Gobierno le ponga atajo a la situación.
A nuestro entender, la interpretación de la Superintendencia de Servicios Sanitarios establece una errónea visión sobre la materia. Las sanitarias pueden tener el uso y goce de las aguas. Lo que ellas nos venden no son las aguas, sino servicios de captación, de purificación, de conducción y después de tratamiento de aguas servidas. Pero en ninguna parte se dice que esas empresas pueden disponer de las aguas.
Por consiguiente, creo que debemos dar una pelea muy fuerte en torno a ello, porque la proyección, no ahora, sino a cuarenta o cincuenta años es lamentable.
Luego de mostrar un poco lo que ha pasado con la agricultura en nuestro país, quiero felicitar al ministro Galilea . Me siento orgulloso. Estoy consciente de que faltan muchas más cosas por hacer. Incluso, podemos discrepar en algunos temas; pero quiero manifestarle mi más fuerte respaldo. Fui Presidente de la Comisión de Agricultura durante el año pasado y pude ver los esfuerzos que se hicieron para sacar adelante todos los proyectos que mencioné, que han hecho una modificación estructural de muchas materias que se encontraban pendientes.
Nuestra agricultura debe transitar siempre por el diálogo que he visto hoy. Me siento reconfortado de que esta sesión no se canalizó en un lloriqueo de defensas o de críticas por parte de algunos. Más bien, debemos apuntar a generar entre todos una agenda para ir analizando los temas que se vienen por delante, que, indiscutiblemente, son importantes.
Asimismo, manifiesto nuestro compromiso permanente, así como el de todos los miembros de la Comisión de Agricultura, sean del partido que sean, por el mundo rural que, más que tratarse de un negocio, es una forma de vida. Eso lo he dicho y lo voy a reiterar siempre.
Por último, agradezco la paciencia del ministro en esta oportunidad. Pocas veces he visto que un secretario de Estado se quede escuchando atentamente el debate durante toda una sesión.
Por último, anuncio que seguiremos trabajando en esta materia. Faltan cosas por hacer, ¡pero pucha que se han realizado muchas durante este corto año y medio! Debemos recordar que sólo llevamos un año y medio de gobierno, y que enfrentamos un terremoto que nos afectó a todos. ¡Por Dios que se ha legislado! ¡Por Dios que se han hecho cambios estructurales!
¿Falta mucho? Siempre faltará mucho, como sucede en todo orden de cosas. Pero vayan al ministro mis felicitaciones y el apoyo a su buena gestión.
He dicho.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra, por tres minutos y cuarenta y seis segundos, el diputado señor Guillermo Ceroni.
El señor CERONI.- Señor Presidente , no hay duda de que representar a zonas como la mía, donde únicamente se vive de la agricultura, es duro. Y es duro porque en terreno uno ve la dramática realidad de hombres y mujeres que trabajan en forma ardua en la agricultura y, finalmente, cuando termina el año, la mayor parte de las veces no obtienen resultados económicos favorables que les permitan vivir con dignidad, por lo que en ocasiones deben seguir el camino de las deudas para poder sobrevivir, lo cual, por supuesto, los lleva a una situación más dramática de lo que uno puede imaginarse.
Está claro que la agricultura da mucho empleo, y en nuestra zona es el motor económico del comercio, del transporte, etcétera.
Por lo tanto, si sale adelante en buena forma, permitirá el bienestar no solo de los que trabajan directamente en el campo, sino de los que dependen de esta actividad.
Por eso, los parlamentarios que vivimos en sectores rurales insistimos en que tiene que existir una política mucho más decidida en materia de apoyo al sector agrícola. Está claro -se ha dicho aquí- que la pérdida de competitividad en el sector es enorme y que la crisis de rentabilidad es clara, debido a lo cual la actividad ya casi no es negocio. Todos estamos contestes en que el ministro de Agricultura hace su tarea y la cumple bien, pues hace todo el esfuerzo necesario. Normalmente, los ministros de Hacienda son los grandes escollos para dar una solución al problema que afecta a nuestra agricultura, que no es sólo de hoy, ya que se ha repetido en distintos gobiernos.
Ante los problemas que estamos enfrentando, se debe tener una mayor voluntad política de parte del Gobierno para buscar soluciones imaginativas. No hay duda de que se han hecho cosas buenas, pero hay que acentuarlas. De partida, los recursos que se han entregado para regadío han sido extremadamente significativos, pero es necesario aumentarlos para permitir que ellos lleguen con mayor facilidad a todos los agricultores, especialmente a los pequeños, porque eso muchas veces les cambia la vida y la posibilidad de dedicarse a otro tipo de siembras y plantaciones. Además, hay que posibilitar que los beneficios del decreto ley N° 701 se extiendan a otro tipo de especie, como son los frutales. Las nivelaciones de suelo han sido muy positivas. Por lo tanto, se deben otorgar más recursos para ello. En definitiva, tenemos que dotar de mayores recursos a los programas que están siendo claramente beneficiosos, de manera que muchos más puedan aprovecharlos.
Pero es necesario solucionar el problema de endeudamiento, a través de créditos a largo plazo del Banco del Estado. Asimismo, tenemos que preocuparnos del fortalecimiento del dólar.
He dicho.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el ministro de Agricultura , señor José Antonio Galilea.
El señor GALILEA ( ministro de Agricultura ).- Señor Presidente , honorable Sala, en primer lugar, agradezco la invitación a esta sesión, porque me permitirá referirme a las intervenciones de señores diputados para hacerme ver sus inquietudes y preocupaciones, y compartir algunas de las principales tareas que el Ministerio ha emprendido y está llevando a cabo en el último año y medio, desde que asumió el Gobierno del Presidente Piñera. A la vez, me va a permitir entregar la información que considero valiosa respecto de la situación del sector agrícola más afectado en los distintos rubros.
No obstante lo anterior, deseo iniciar mi intervención señalando que, lamentablemente, no puedo compartir las expresiones generalizadas que hizo el diputado Roberto León en relación con la situación que afecta al agro nacional. Él señaló que la agricultura está pasando por dificultades y que el momento actual es, quizás, uno de los peores que ha vivido la actividad. Creo que eso no responde a la realidad. Es verdad que hoy algunos sectores y rubros experimentan dificultades, fundamentalmente por la pérdida de competitividad que se ha generado a partir de la caída del tipo de cambio. Pero es indiscutible -tal como lo señalaba el diputado René Manuel García- que en el país hay rubros que, por distintas razones, pero también por la acción del Gobierno, están pasando por una situación mucho mejor, incluso, que en el pasado. Cuando hablamos de los precios del ganado, de la leche, de algunos granos, como es el caso del maíz y del trigo, estamos frente a rubros que están enfrentando una situación, diría, bastante promisoria; incluso, el sector frutícola, pese a que una parte de él está más afectada por la pérdida de competitividad debido al precio del dólar. Así, hay sectores que están enfrentando esta pérdida de competitividad en buenas condiciones, como es el caso, por ejemplo, de los productores de nueces, de cerezas, etcétera.
Con esto, no quiero disminuir o minimizar la situación por la que atraviesa un sector de la agricultura. Para nosotros basta con que un rubro lo esté pasando mal para que merezca que se ponga atención a la situación por la que atraviesa.
Generalmente, a partir del problema derivado de la caída del tipo de cambio, se suele cuestionar el grado de cumplimiento de los compromisos contraídos por el Presidente Piñera con la agricultura y el mundo rural. Con bastante liviandad, se dice que no se ha cumplido con ninguno. Ese no es un juicio justo y creo que no está apegado a la verdad.
Deseo compartir con esta honorable Sala algunos antecedentes referidos al avance en los cumplimientos de los compromisos del Gobierno en materia agrícola y del mundo rural. Como bien saben, ellos se sustentan en veinticinco grandes compromisos, dentro de los cuales el Ministerio ha logrado identificar alrededor de noventa acciones para darles cumplimiento. Estas noventa acciones incluyen planes y programas, medidas especiales y proyectos de ley. Cuarenta y ocho de estas noventa acciones están cumplidas o en proceso de desarrollo, debido a las características que revisten. Las otras cuarenta y dos -lo que hace un total de noventa- están en proceso y en diversas etapas de avance.
Entre las cuarenta y ocho acciones cumplidas o en proceso de desarrollo, quiero centrarme en algunas que requieren particular preocupación, a partir de las intervenciones de señores diputados, como son todos los elementos que tienen que ver con competencia desleal externa o con falta de transparencia en los mercados externos.
Ya lo señalaba hace un momento el diputado Ramón Barros, finalmente logramos sacar del Congreso Nacional el proyecto que permite la ampliación del mecanismo de salvaguardias, con la fórmula de dos años más, prorrogable por dos años, que era un viejo anhelo del sector político.
El año pasado, creamos una unidad especializada de la Fiscalía Nacional Económica para monitorear e investigar situaciones que pudieran ser contrarias al libre mercado en el funcionamiento de los mercados internos.
Asimismo, pusimos en funcionamiento Cotrisa, la cual en quince años sólo operó tres veces y no había operado en los últimos ocho años. Es cierto que la pusimos a andar con algunas falencias -como alguien señaló aquí-, que me parecieron más bien ineludibles de poder enfrentar, dado el tiempo en que esta empresa no operaba en el mercado.
Pero, con toda confianza, las vamos a resolver en la próxima temporada.
Eliminamos la retención del IVA para todos los contribuyentes que operen con factura electrónica; hicimos una disminución de las retenciones del IVA muy significativa a los productores de trigo y de legumbres.
Tenemos el compromiso del perfeccionamiento de los tratados de libre comercio y de apertura de mercados. Durante 2010 se abrieron mercados para veinticuatro nuevos productos del sector agropecuario. Estoy pensando fundamentalmente en productos del ámbito agrícola y pecuario para distintos destinos. Un señor diputado señalaba la importancia que tiene para nuestro Ministerio, para el sector privado y para la agricultura en general, el haber logrado la apertura de los arándolos y de las carnes de cerdo al mercado chino. Estamos por conquistar el ingreso de arándolos y paltas al mercado de la India. No necesito hacer referencia a la relevancia que tienen ambos mercados.
Otro de los compromisos contraídos y que incluyo entre el listado de los cumplidos o en proceso de desarrollo, es la generación de empleo en el sector rural. En los últimos doce meses, en el sector rural se han creado cincuenta y ocho mil nuevos empleos. De hecho, uno de los lamentos que muchas veces expresa el sector frutícola es, precisamente, que no se tienen al alcance suficientes trabajadores para realizar las faenas de cosecha.
Pero quiero detenerme unos minutos en el tema del financiamiento.
Considero que es un hecho verdaderamente notable que, en los últimos treinta días, el Banco del Estado haya puesto a disposición de los micro y pequeños empresarios agrícolas instrumentos crediticios que no existían hasta hace treinta días. Hago la separación entre microempresas y pequeñas empresas agrícolas porque, de alguna manera, es fundamental para entender la realidad de nuestro sector agrícola. Cuando hablo de microagricultores o microempresarios agrícolas, me estoy refiriendo a pequeños agricultores cuyas ventas no exceden de 50 millones de pesos al año. Para ellos -ya lo mencionó el diputado Sauerbaum- hay doce líneas de crédito que no existían. El señor diputado nombró algunas, y yo quiero agregar otras, como la destinada a la compra de tierras.
En Chile, existe una organización de pequeños agricultores campesinos, muchos de los cuales son arrendatarios que, por años, han estado reclamando la posibilidad de poder adquirir tierras, pero no disponen de instrumentos para hacerlo. Pues bien, el Banco del Estado creó una línea de crédito para ellos, con el objeto de que puedan comprar tierras, a un plazo de hasta veinte años y hasta cinco años de gracia. De manera que ahora podrán acceder a un instrumento financiero que antes no existía.
Estas doce líneas de crédito incluyen también créditos para guarda de granos y reconversión productiva. Cuando se habla de reconversión se está pensando, básicamente, en huertos que, muchas veces, quedan obsoletos debido a la gran variedad de cultivos que existe, y que se pueden destinar al cultivo de otras variedades más competitivas y con mejor mercado. Asimismo, hay créditos familiares y créditos para enfrentar situaciones de emergencias climáticas que permitan a los pequeños agricultores resolver en mejor forma este tipo de contingencias.
Ahora, me voy a referir a las líneas anunciadas para los pequeños agricultores. Para el Banco del Estado son aquellos con ventas anuales netas de alrededor de 860 millones de pesos. Como los señores diputados saben, el grueso de la agricultura del país se concentra en el sector de los microempresarios, según la jerga utilizada por el Banco del Estado, o en el de los pequeños empresarios, porque son muy pocos los que venden más de 860 millones de pesos netos al año.
Para este sector hay 400 millones de dólares disponibles para créditos e instrumentos de largo plazo. Además, a los 200 millones de dólares que se anunciaron el año pasado por el Banco del Estado, se han adicionado otros 100 millones de dólares, lo que hace un total de 300 millones, pensando en líneas de crédito en dólares. Todas estas líneas están pensadas para reconversión, en el sentido que he señalado, es decir, para modernización de huertos, compra de tierras y capital de trabajo. Como dije, estos créditos pueden ser a un plazo de hasta veinte años, y el período de gracia que se otorgue dependerá del rubro de que se trate.
Pero no es sólo esto. Es importante tener presente -lo mencionó el diputado señor Urrutia- lo que está ocurriendo con la Corfo. En efecto, quiero decirle al señor diputado que, a través de los fondos de garantía de la Corfo, se habían respaldado, hasta ayer, más de dos mil operaciones, por 50 mil millones de pesos, a un promedio de 25 millones de pesos por deudor. Las operaciones concentran, entre pequeños y medianos agricultores, el 80 por ciento. Es decir, este instrumento está siendo particularmente usado por pequeños y medianos agricultores.
Como creo conocer bastante bien el mundo de la agricultura de casi todo nuestro territorio, me voy a permitir decir que, muchas veces, cuando un instrumento del Banco del Estado y de la Corfo, como los que he mencionado, se ponen a disposición de los agricultores, se suele reaccionar con mucha prontitud, diciendo que no son instrumentos asequibles para todos. Hace pocos días, se efectuó una manifestación en Requínoa, y sólo pocos días antes de efectuarse, el Banco del Estado, en conjunto con el ministro de Hacienda y con quien habla, anunció estas nuevas líneas de crédito destinadas a ayudar a la agricultura. Por lo tanto, parece razonable esperar que estos instrumentos empiecen a funcionar, tal como ha ocurrido con los fondos de garantía de la Corfo, con los cuales -insisto- se han efectuado más de dos mil operaciones, en lo que va corrido del año.
El tema del financiamiento ha sido una de las principales demandas de los sectores vinculados a la fruticultura, que han sido los más afectados por el problema de pérdida de competitividad derivado de la caída del tipo de cambio. Por lo tanto, estos anuncios apuntan, precisamente, a recoger esa inquietud y parte de las propuestas provenientes del sector más afectado por el precio del dólar.
Pero quiero seguir refiriéndome al cumplimiento de los compromisos contraídos por el Gobierno.
Varios señores diputados se han referido latamente a los problemas de riego, que, por cierto, son muy importantes. Pues bien, debo señalar que es un compromiso que estamos en vías de cumplir. En 2011, en virtud de la ley de Riego, vamos a tecnificar 20 mil nuevas hectáreas y a proporcionar riego a otras ocho mil, con un presupuesto indudablemente muy superior al de 2010, que alcanza a algo más de 36 mil millones de pesos. Por cierto, el Ministerio de Agricultura quisiera contar con más recursos; pero, aparte del riego, hay muchas otras necesidades. También quisiéramos contar con más recursos para llevar a cabo el programa de recuperación de suelos degradados, materia a la que me voy a referir a continuación.
Cumplimos también nuestro compromiso de prorrogar la vigencia del decreto ley N° 701, orientado fundamentalmente a favorecer a los pequeños y medianos propietarios forestales.
Asimismo, cumplimos con el propósito de enfrentar los problemas de pobreza vinculados al mundo rural, a través de varios instrumentos, uno de los cuales son las alianzas productivas. Nuestra meta es llegar en 2011 a 4 mil agricultores vinculados a alianzas productivas. Lo más probable es que excedamos con creces esa cifra porque, a estas alturas del año, ya hemos cumplido un porcentaje muy importante de los objetivos que nos trazamos.
Están los programas de desarrollo territorial indígena, que fueron mencionados por el diputado René Manuel García. Durante 2011, pasaremos de las 3 mil familias atendidas por los PDTI a 23 mil, es decir, las aumentaremos en 20 mil.
Por cierto, también quiero referirme a una información que es conocida por buena parte de los señores diputados presentes en la Sala, y que tiene que ver con el incremento sustancial del número de pequeños agricultores atendidos por los Prodesal. En virtud de los convenios suscritos por él, el Indap y las municipalidades, durante 2011, pasarán de 50 mil a más de 80 mil.
Además, hemos creado tres nuevos centros de transferencia tecnológica, fundamentalmente, pensando en los pequeños y medianos agricultores, y este año esperamos poner en funcionamiento otros tres centros.
Por otra parte, ha sido sustancial el incremento de la colocación de seguros agrícolas. Durante 2010, crecieron en 35 por ciento, y en los cinco primeros meses de 2011 tenemos un aumento de 61 por ciento, tanto en cobertura como en número de asegurados, en distintos rubros; es decir, muchos más que los que estaban en vigencia al 2010.
Por último, en relación con los compromisos cumplidos, en 2011, hay más recursos disponibles para implementar la Ley de Fomento al Riego y la ley que regula el Programa de Recuperación de Suelos Degradados.
Con la misma franqueza, quiero referirme a las otras 42 acciones llevadas a cabo por el Ministerio de Agricultura tendientes a cumplir sus compromisos, las cuales se encuentran en distintos estados de avance. A modo de ejemplo, quiero mencionar algunos proyectos de ley que están en el Congreso Nacional: el de muestra y contramuestra, que apunta a resolver un problema de transparencia en la comercialización de determinados productos agrícolas; el relacionado con la prevención del delito de abigeato; el que se encuentra en trámite en el Senado que convierte a la Conaf en ente público; el que mencionó el diputado Barros, que regula el uso de vegetales genéticamente modificados. Más allá de ser partidarios o detractores del uso de esta tecnología, cuando en Chile hay más de 25 mil hectáreas de cultivos genéticamente modificados, queda la clara sensación, y el Gobierno tiene la plena convicción, de que a estas alturas ya es necesario regular por ley esa materia y no simplemente a través de un mecanismo administrativo, al arbitrio de la autoridad de turno.
También hay proyectos de ley que están en elaboración y pronto pronto enviaremos al Congreso la reforma para mejorar el funcionamiento de la Comisión de Distorsiones, un viejo anhelo del sector agrícola que se vincula muy directamente con la ampliación del plazo o del período de establecimiento de salvaguardias.
También estamos prontos a enviar al Congreso el proyecto de adaptabilidad laboral, para generar un estatuto de los trabajadores agrícolas de temporada, que también forma parte de los compromisos contraídos por el Gobierno. También se prepara una nueva ley forestal, después de la prórroga de la vigencia del DL 701; un cambio importante en la institucionalidad del Ministerio de Agricultura, para darle muchísimo mayor cabida a la acción que hoy tiene, y también una modificación a la ley orgánica del Indap, fundamentalmente para ampliar el ámbito de usuarios que pueden acceder a sus beneficios.
Respecto de medidas en curso, la agenda de impulso competitivo, que muchos diputados conocen, se hace cargo de una serie de materias que se han planteado en la discusión en la Sala, entre ellas, la relativa al costo de energía, a los trámites y a la burocracia, en general; a los lomos de toro que presenta muchas veces el aparato público y los servicios públicos para llevar adelante con éxito emprendimientos del sector privado y de la pequeña agricultura.
También tenemos en proceso el mejoramiento de los controles fitosanitarios. A esta altura, en el Ministerio estamos convencidos de que es indispensable proteger uno de los principales capitales de nuestro país para llegar a los mercados más exigentes del mundo: nuestra condición sanitaria.
Asimismo, hemos considerado el fortalecimiento de organizaciones de regantes y otros planes y programas que tienen que ver con trazabilidad animal, control de tuberculosis, capacitación laboral en el sector agrícola y nuevos centros de tecnología.
Algunos señores han planteado algunos temas. El diputado León se refirió a la estrictez de recursos para el Fondo de Promoción de Exportaciones.
Por su intermedio, señor Presidente , deseo aclarar al diputado León que antes el Fondo beneficiaba a no más de setenta empresas, normalmente las mismas. Hoy postulan a ese fondo 198 empresas. Lo que hemos hecho, más allá de los recursos involucrados, es permitir el acceso al Fondo de Promoción de Exportaciones de empresas que antes quedaban regularmente impedidas de participar y utilizarlo.
Si el diputado León tiene especial preocupación por el tema, encantado le haré llegar información más detallada.
Se han planteado algunos temas relativos al tipo de cambio. Entiendo y comparto la preocupación de los diputados y de un sector de la fruticultura del país en relación con los efectos de la pérdida de competitividad, pero es completamente impreciso señalar que nada se ha hecho respecto del tipo de cambio.
Quiero mencionar tres medidas del Gobierno que, más allá del resultado, han apuntado directamente a mejorar la competitividad del tipo de cambio. Una de ellas, el envío al Congreso Nacional de un proyecto de ley de Presupuestos para 2011 equilibrado, que tenía, entre otros objetivos, no presionar aún más la caída del tipo de cambio.
En igual dirección, el reciente ajuste al presupuesto, de alrededor de 750 millones de dólares, que muchos en los ministerios y los propios diputados seguramente lamentan, porque, en definitiva, son menos recursos disponibles para muchos programas exitosos en sus respectivos distritos, pero el ajuste presupuestario, entre otros objetivos, apunta también a no generar mayor presión a la caída del tipo de cambio.
Los señores diputados conocen una mayor apertura de la cuenta de capitales, justamente para permitir la salida de dólares de la economía y no presionar una mayor caída del tipo de cambio.
Por último, una medida, que no es directamente del Gobierno, para ser bien francos, sino del Banco Central, la compra de 12 mil millones de dólares que, a juzgar por intervenciones anteriores de esa entidad, tiene por lo menos, en el monto, caracteres de una intervención histórica.
Entonces, no parece justo sostener tan livianamente que el Gobierno nada ha hecho respecto del tipo de cambio. Es indispensable entender que este problema obedece no sólo a fenómenos propios de nuestra economía, como alguien mencionaba, por ejemplo, el alto precio del cobre, el crecimiento de nuestra economía, sino que también diría a aspectos mundiales, planetarios a esta altura, como una deprimida economía americana, la alta demanda del precio del cobre y una serie de otras razones que explican por qué no sólo la moneda chilena, nuestro peso, se valoriza, sino que lo mismo ocurre en muchos otros países en desarrollo.
Por lo tanto, hay que preguntarse de qué manera enfrentamos la situación, cuando las medidas posibles de adoptar no logran producir o generar un tipo de cambio más competitivo y más estable.
Entonces, hay que volver la mirada a medidas sectoriales, a muchas de las cuales ya me he referido y que apuntan exactamente a permitir una mitigación, una neutralización de la pérdida de competitividad que se genera por la caída del tipo de cambio. Como ya señalé, los instrumentos que más han demandado los propios afectados son, precisamente, medidas de financiamiento para reconversión del sector.
El diputado Meza expresó su preocupación por los pequeños agricultores y su acceso a los beneficios que otorga el Estado.
Al respecto, simplemente quiero reiterarle una cifra que parece menor en los papeles, pero es importante en el esfuerzo público: se han incluido más de treinta mil nuevos pequeños agricultores, a través de los Prodesal, que están en plena operación. Estoy convencido de que de aquí a fin de año, vamos a ser capaces de pasar los ochenta mil. Nos hemos fijado una meta ambiciosa: llegar a 125 mil pequeños agricultores en 2014, y créanme que vamos a contar con los recursos para ello.
También estamos haciendo un franco esfuerzo por despolitizar el Indap y terminar con el amiguismo, porque, efectivamente, muchas veces constituye una verdadera piedra de tope para que los beneficios de esa institución lleguen a los agricultores más necesitados.
Además se manifestó la preocupación por el Convenio UPOV 91 y el efecto que puede tener en la propiedad de las semillas, tanto de pequeños agricultores como del mundo indígena.
Con franqueza, me ha sorprendido el debate. El Convenio UPOV 91 fue aprobado en el Senado de la República y en esta misma Sala -en 2009-, prácticamente por unanimidad de los señores diputados, probablemente muchos de ellos ya lo habían votado a favor a través del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, en su capítulo de Propiedad Intelectual venía incorporada la protección a los creadores de nuevas variedades vegetales, por lo tanto, formaba parte de un compromiso adquirido por Chile.
Está en trámite en el Senado de la República, porque también fue aprobado casi en forma unánime por la Cámara de Diputados, el proyecto de ley de obtentores que operativiza el Convenio UPOV 91.
Entonces, francamente no logro entender que al mismo Convenio, que asumimos el compromiso de aprobar, ayer no se le sindicara ninguna consecuencia terrible como la que en los últimos días se le ha pretendido atribuir. Quiero decir, responsablemente, que el Convenio UPOV 91 nada tiene que ver con los transgénicos, y su única vinculación podría ser la protección a la que se somete una variedad de semillas -por ejemplo, transgénicas-, que no es otra que la que se entrega a una variedad perfectamente convencional.
Nada tiene que ver con que una determinada empresa se vaya a llevar la genética de variedades o de vegetales autóctonos de nuestro país.
Los vegetales no son patentables y el Convenio UPOV 91 sólo tiene implicancias respecto de los creadores de nuevas variedades vegetales. No dice relación con las variedades vegetales existentes en nuestro país. Por lo tanto, señalar que va a limitar el acceso a nuevas variedades vegetales a pequeños agricultores o etnias, es ir demasiado lejos respecto de lo que en verdad pretende conseguir.
Otro aspecto del que me quiero hacer cargo es el que se suele denominar la “deuda histórica” del Instituto de Desarrollo Agropecuario ( Indap ).
Nuestro Gobierno recibió esta deuda histórica, en dineros de hoy, por un monto superior a los 60 mil millones de pesos, impagable para muchos pequeños agricultores y organizaciones campesinas. Tenemos plena voluntad de resolverla, ya que, si se mantiene significa limitarles el acceso a los beneficios de esta entidad.
El Ministerio de Agricultura y el Indap, conjuntamente, hemos llegado a una fórmula para avanzar en la solución de esta “deuda histórica”. La conversamos con las organizaciones de pequeños agricultores. Con el objeto de no cometer las eternas injusticias que suceden cuando se condona la deuda automáticamente a los que no pudieron pagar, aun cuando lo intentaron verdaderamente, respecto de los que nunca pretendieron pagarla; establecimos ciertas diferenciaciones para hacernos cargo de esta situación que heredamos.
Al diputado Urrutia deseo manifestarle que le agradezco sinceramente su esfuerzo por excluirme de cuestiones que afectan al sector agrícola, pero que no son tareas propias o no tienen relación directa con el Ministerio de Agricultura.
Sin embargo, se hace cargo de ellas y coordina con sus pares para enfrentarlas, ya que requieren la voluntad y el trabajo de otras carteras y reparticiones.
En cuanto al desafío que el país se ha impuesto, no sólo a partir de este Gobierno, sino desde hace mucho tiempo, en relación al “Chile Potencia Agroalimentaria y Forestal”, no me gustaría que perdiéramos el espíritu de intentar llegar a un objetivo de esta naturaleza, simplemente, porque el dólar ha deteriorado la competitividad de algunos sectores.
Chile es potencia alimentaria en muchos rubros, porque somos los mayores exportadores del mundo en varios de ellos, en particular en el sector frutícola, por ejemplo, en uva de mesa, manzanas, paltas, fruta seca, etcétera.
En mi concepto, la proposición “Chile Potencia Alimentaria”, más que como una meta a cumplir en un día determinado, deberíamos asumirla como un desafío permanente del sector agrícola.
Entenderán los señores diputados que nuestro país no tiene ventajas comparativas en algunos rubros del sector agrícola como para convertirse en un gran proveedor de los mercados mundiales. Pero eso no impide, como lo hemos hecho hasta ahora, que nos hayamos transformado para muchos países del mundo, más de 58, con los que tenemos tratados de libre comercio, en proveedores confiables, con productos de buena calidad, sanidad e inocuidad, aspectos por los que nuestra agricultura es permanentemente reconocida en el extranjero.
Por otro lado, quiero hacerme cargo de algunas observaciones del diputado señor Cerda. Ya mencioné los mayores recursos asignados en el Presupuesto para la ley de fomento al riego y drenaje. Además, una parte muy importante de los recursos de la Comisión Nacional de Riego se están orientando a la regularización de los derechos de agua.
Un tema no menor. Simplemente un dato. En Chile existen cuencas sobre las cuales se sobreotorgaron derechos entre 700 -sobre todo en el norte- y 1.000 por ciento. Resolver este problema no es menor.
Por lo tanto, muchos de esos pequeños agricultores, incluso medianos o de mayor tamaño, tienen en sus manos derechos sobre un agua inexistente.
Este problema no se solucionará en un año ni en dos. Para ser franco, vamos a tardar bastante tiempo en resolverlo. Primero, porque debemos identificarlo. Segundo, porque, simultáneamente, se están solicitando nuevos derechos de agua en muchas cuencas del país. Luego, la regularización de esta situación no será tarea fácil.
Si ésta es una preocupación particular de la Comisión de Agricultura, Silvicultura y Desarrollo Rural de esta Corporación, sería conveniente que sostuviera una reunión con la Dirección General de Aguas, para que le haga un cuadro completo -con mayor detalle del que puedo entregar en este momento- acerca de la verdadera situación de los derechos de agua en determinadas zonas del país.
Los diputados señores Jaramillo y Chahín se refirieron al programa de recuperación de suelos degradados. Al respecto, quiero expresar algunas cosas. Como lo señaló el diputado Chahín, estamos frente a un programa que opera de acuerdo con una normativa legal bastante más compleja que cuando el programa se amoldaba año a año, según los criterios del Ministerio de Agricultura, del Servicio Agrícola y Ganadero o del Indap. Se establecieron una serie de restricciones. En su momento, vamos a venir al Congreso a proponer algunas pequeñas modificaciones, a nuestro juicio, indispensables para mejorar la operación del programa de recuperación de recuperación de suelos degradados. Dicho sea de paso, esto no es sólo un problema de recursos, sino también de operación. En esa oportunidad, espero contar con el respaldo de todos los señores diputados. Esas modificaciones nos permitirán operar mucho mejor con este programa, que ha resultado ser un éxito en muchos lugares del país y un muy potente instrumento, en particular para la mediana y pequeña agricultura.
Por lo pronto, estamos introduciendo algunas modificaciones al reglamento, lo que implicará ciertos sacrificios, por llamarlo de alguna manera, por lo siguiente.
El programa de recuperación de suelos degradados bonifica alrededor de 76 prácticas distintas y de la más diversa índole, desde fósforo para los suelos de origen volcánico y pobres en ese elemento, hasta cercos, pircas y arranque de matorrales.
Entenderán los señores diputados que resulta muy difícil focalizar un instrumento que bonifica 76 prácticas, con sus más de 30 mil millones de pesos, para que alguna de ellas tenga verdadero efecto.
Por lo tanto, parte de la tarea que nos hemos propuesto al modificar el reglamento de este programa es reducir drásticamente la cantidad de prácticas que se bonifican, precisamente, para que los recursos involucrados tengan un impacto en los sectores que lo aprovechan.
Un par de cifras sobre la materia. Con este programa, el año pasado se atendieron 112 mil para 6.300 beneficiarios. En 2011, vamos a atender -con el mismo programa y sin aplicar el cambio reglamentario-, 150 mil hectáreas para 20 mil beneficiarios.
Por otra parte, varios señores diputados han mencionado el problema que también se me ha planteado en diferentes ocasiones relativo a la venta de aguas por parte de las empresas sanitarias.
Al respecto, quiero decir al señor Letelier y a otros diputados, que el Gobierno tiene la firme voluntad de resolver el problema en el más breve plazo. Si desean mayores detalles los señores diputados, con gusto se los proporcionaré.
Por otra parte, el diputado señor Lemus hizo mención a la sequía y a la pequeña agricultura. Al respecto, insisto en el efecto de los Prodesal en los pequeños agricultores.
En el caso de la Región de Coquimbo, hemos hecho un enorme esfuerzo para paliar los efectos de la sequía. Decidimos declarar a toda esa zona bajo emergencia agrícola para que operaran los instrumentos y recursos necesarios que ayudaran a disminuir las consecuencias de tal situación, no para resolver el problema de la sequía, pues sabemos que no existe política pública alguna que solucione un fenómeno natural de esas características.
Lo que sí podemos hacer -y se ha estado haciendo en la región- es justamente neutralizar en parte los problemas que genera una sostenida sequía, como la que ha afectado a esa región, así como también a las regiones de Valparaíso, del Maule y otras.
Para atender a más y de mejor forma a pequeños propietarios debemos, entre otras cosas, aprobar una modificación a la ley orgánica del Indap, porque, como todos sabemos, esta norma tiene una seria limitación que no nos permite ir en ayuda de los agricultores con más de 12 hectáreas de riego básico. Creemos que ha llegado el momento de modificar la normativa o, al menos, este aspecto de la ley, a fin de poner al Indap al servicio de los agricultores con otras características, que no necesariamente tienen acceso a los bancos, pero que al no ser atendidos por el Indap quedan en tierra de nadie y no pueden enfrentar debidamente sus desafíos de desarrollo y de producción.
Por último, agradezco las expresiones vertidas por el diputado señor Barros hacia este ministro , que entiendo corresponde extenderlas a todos quienes formamos parte del equipo del Ministerio de Agricultura, particularmente, a quienes trabajan en los servicios que se desempeñan diariamente en todas las regiones del país y que entregan, con esmero y esfuerzo, lo mejor de ellos en la atención de la agricultura chilena y, en particular, de la pequeña agricultura del país.
Muchas gracias.
-Aplausos.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- ¿Habría acuerdo para que intervenga la señora Alejandra Sepúlveda, por tres minutos cuarenta y cinco segundos, del Comité Independientes PRI, que es el único que no alcanzó a hacer uso de la palabra?
Acordado.
Tiene la palabra la diputada señora Alejandra Sepúlveda.
La señora SEPÚLVEDA (doña Alejandra).- Señor Presidente , quiero plantear mi preocupación por las palabras que el ministro ha expresado en esta sesión, fundamentalmente las relacionadas con la pequeña agricultura.
Señor ministro , por su intermedio, señor Presidente , creo que hay alguien que lo está engañando. A lo mejor, sus asesores, pero algo está pasando, porque lo que está diciendo no ocurre en terreno. Lamentablemente, la información que nos ha entregado no es la correcta o no es la que conocemos, al menos, en el distrito y en la Región de O´Higgins.
En el poco tiempo que tengo, me referiré solo a tres o cuatro puntos que avalan lo que estoy diciendo.
En primer lugar, no hay ninguna obra de riego para la pequeña agricultura en la región. ¡Cero! Están paralizadas -y usted lo sabe perfectamente- hace cinco o seis meses.
En segundo lugar, no sé de dónde saca -y se lo digo directamente- lo que señaló de los Prodesal, en circunstancias de que son un tremendo fracaso.
Señor Presidente , usted es veterinario y, al igual que el ministro , sabe de fomento productivo. Por eso, aquí no se puede venir a hablar de ochenta mil pequeños agricultores y que seguimos creciendo con un programa que es uno de los más pobres del Ministerio de Agricultura, que tiene cero fomento productivo. El ministro es agricultor y sabe lo que significa hacer fomento productivo. ¡Cómo nos viene a decir aquí que el Prodesal puede ser una solución para los pequeños agricultores! Esa es una falacia y un tremendo error conceptual.
¡Por favor, colegas, escuchen lo que tengo que decir! ¡Los que manifiestan que el programa Prodesal es conveniente en materia de fomento productivo, no tienen idea lo que están diciendo! Ciento veinte mil pequeños agricultores para dieciocho o veinte mil millones anuales, ni siquiera alcanza para recibir dos o tres visitas al año. Tienen cuatrocientos mil pesos como subsidio por agricultor anual, cero capacidad para realizar proyectos de riego. Con esto, estamos replicando la pobreza y cambiando cobertura por desarrollo. No sé si el ministerio está para decir que tenemos cada vez más números o que efectivamente este país está creciendo.
En tercer lugar, sus alianzas productivas. ¿Sabe, señor ministro , por su intermedio, señor Presidente , que a los agricultores los están obligando a hacer las alianzas productivas? Esto independiente de que lo quieran o piensen que es un salto al desarrollo. Si no hacen la alianza productiva, no les dan créditos, no tienen subsidio de riego y no reciben ningún recurso, ni del Indap, ni del Ministerio. O sea, sí o sí.
Usted sabe que para tener los ochenta mil productores nuevos en el Prodesal los están cambiando de los SAT. Es decir, de tercero básico retroceden a prekinder. ¡Ésa es la diferencia!
No pensaba hacer uso de la palabra, pero después de lo que planteó el ministro me decidí a hacerlo. Lo único que les pido es que reflexionen, piensen y sean capaces de ser un ministerio de fomento productivo y no convirtamos esto en un Fosis.
He dicho.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el ministro de Agricultura , señor José Antonio Galilea.
El señor GALILEA ( ministro de Agricultura ).- Señor Presidente , después de la última intervención, quiero hacer un llamado a la siguiente reflexión.
Cuando hablamos de que en Chile tenemos cerca de 250 o 270 mil pequeños agricultores, entendemos que deben haber alrededor de 150 mil pequeños pequeños, que uno podría denominar casi como habitantes rurales.
Como las señoras y señores diputados saben, los Prodesal están justamente apuntando a una función más bien de carácter social del Indap, con personas que tienen una superficie de terreno que difícilmente los hace viables desde el punto de vista productivo. El pecado que está cometiendo el Indap es simplemente pretender que en lugar de que 50 mil pequeños agricultores o habitantes rurales tengan el apoyo del Estado, sean 85 mil u 88 mil durante este año y de aquí al 2014, 125 mil.
Esto no implica de modo alguno que este esfuerzo signifique dejar de lado a pequeños agricultores que sí tienen salida y alternativa productiva por el tamaño de sus propiedades. Precisamente pensando en ellos, están los SAT y las alianzas productivas que buscan resolver un problema que ha sido eterno en la pequeña agricultura: la imposibilidad de comercializar.
Chile está lleno de pequeños agricultores que son exitosos en lo que hacen, pero su gran problema es comercializar su producción, entre otras cosas, porque no manejan suficientes volúmenes. Lo que las alianzas productivas pretenden hacer es, -por lo demás no es una cosa que inventamos nosotros-, simplemente, potenciar este programa para vincular a una agroindustria con un pequeño productor, con objeto de que tenga un fluido canal de comercialización a fin de avanzar en una suerte de agricultura de contratos que le permita a ese pequeño agricultor comercializar lo que produce y, en lo posible, a un precio justo.
De lo contrario, si no generamos esa vinculación, ¿de qué otra manera vamos a hacer posible que esos pequeños agricultores comercialicen su producción y no tengan que entregársela de nuevo a los “conchenchos”, comerciantes -que deambulan por los pequeños poblados- de productos agrícolas, que muchas veces pagan vil precio por ellos a los pequeños agricultores?
Una vinculación mucho más formal entre el pequeño agricultor y una industria dispuesta a comprarle sus productos -a través de la cual pretendemos entregar asesoría técnica para que los pequeños agricultores produzcan aquello que tengan posibilidades de vender- es una política digna de ser respaldada, porque apunta, insisto, a uno de los principales problemas que afectan al pequeño sector productor.
En relación con el riego, como lo señalaba el diputado señor Ramón Barros, se olvida con mucha facilidad la situación que hace un año presentaban varias regiones y lo que empezó a ocurrir a partir de noviembre del año pasado, cuando restablecimos grandes, pequeñas y medianas obras de riego, para que los pequeños agricultores afectados por el terremoto no se vieran enfrentados a una nueva temporada sin la posibilidad de regar su producción.
En lo que a la Comisión Nacional de Riego se refiere, varias regiones, entre ellas, las del Libertador Bernardo O´Higgins, del Maule y Biobío, están aplicando recursos a la tecnificación del riego.
Si hablamos de sequía, uno de los esfuerzos que el Estado debe hacer es que sus recursos apunten y se ocupen en tecnificar el riego, porque el agua es un bien escaso y su uso debe ser eficiente.
Por ahora, quiero quedar hasta aquí, en el convencimiento de haber dado respuesta a la última intervención.
He dicho.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- El señor Secretario va a dar lectura al proyecto de acuerdo.
El señor ÁLVAREZ ( Secretario accidental )- Proyecto de acuerdo Nº 374, de los señores León, Meza, Ceroni, Latorre, de la señora Sepúlveda, doña Alejandra; de los señores Hernández, Urrutia, Chahín, Monsalve, Barros, y, como adherentes, los señores García-Huidobro, Bertolino, Lemus, García, Jarpa, Ojeda, Sabag, Jaramillo, Tarud, la señora Muñoz, doña Adriana; los señores von Mühlenbrock, Castro y Schilling.
Por el cual la Cámara de Diputados acuerda:
“1. Solicitar que el Ejecutivo convoque a todas las instituciones del Estado a fin de generar una política de Estado para la agricultura chilena que permita la recuperación de su importancia relativa tanto para nuestra economía como para el desarrollo de sus habitantes.
2. Solicitar del Ministerio de Hacienda iniciar los estudios que permitan la creación de un banco agrícola que genere instrumentos de fomento y financiamiento para un sector que requiere un tratamiento especial.
3. Oficiar al Ejecutivo a fin de que impulse la extensión de los beneficios del decreto ley Nº 701, hoy apto para las plantaciones forestales, al sector agrícola, que impulse la reconversión de especies, plantaciones y variedades.
4. Proponer, en el marco de la discusión del Presupuesto de la Nación para el año 2012, de un fondo de promoción de los alimentos chilenos en el exterior que colabore con el esfuerzo de los productores del sector.
5. Solicitar del Banco Central explorar un mecanismo que asegure la mantención de un tipo de cambio que no esté expuesto a variación en función de la adopción de medidas antiinflacionarias.
6. Del mismo modo, se incremente la compra de dólares en forma imprevista y en montos variables.
7. Colaborar en la definición de una política de control de los capitales especulativos que ingresen al país, estableciendo encajes e impuestos imprevistos y en montos variables.
8. Solicitar al Ministerio de Energía el estudio para la creación inmediata de una política energética y de cobro de tarifas no discriminatoria que parta con la eliminación inmediata del sistema de horas punta para la agricultura.
9. Respaldar todas las iniciativas que fomenten el diálogo social entre representantes de los trabajadores y empresarios del sector agrícola.”
El señor BERTOLINO (Vicepresidente).- En votación el proyecto de acuerdo.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 78 votos; por la negativa, 1 voto. No hubo abstenciones.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
-Votó por la negativa el diputado señor
-Los textos íntegros de los proyectos de acuerdo figuran en la página de internet de la Cámara de Diputados, cuya dirección es:
http://www.camara.cl/trabajamos/pacuerdos.aspx
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Por haber cumplido con su objeto, se levanta la sesión.
-Se levantó la sesión a las 18.46 horas.
TOMÁS PALOMINOS BESOAÍN,
Jefe de la Redacción de Sesiones.
VI. DOCUMENTOS DE LA CUENTA
1. Oficio del Tribunal Constitucional.
? Santiago , 14 de junio de 2011.
Oficio Nº 6.180
Remite sentencia.
Excelentísimo señor
Presidente de la Cámara de Diputados:
Remito a V.E. copia autorizada de la sentencia definitiva dictada por esta Magistratura con fecha 14 de junio de 2011 en l proceso Rol Nº 1.908-11-INA, sobre acción de inaplicabilidad por inconstitucionalidad promovida ante este Tribunal en los autos Rol Nº 14.796-2010, sobre reclamo arbitral sustanciado ante el Tribunal Arbitral de la Superintendencia de Salud .
Dios guarde a V.E.
(Fdo.): MARCELO VENEGAS PALACIOS, Presidente; MARTA DE LA FUENTE OLGUÍN, Secretaria.
A S.E. EL
PRESIDENTE DE LA H. CÁMARA DE DIPUTADOS
DON PATRICIO MELERO ABAROA
HONORABLE CÁMARA DE DIPUTADOS
VALPARAÍSO.”