Labor Parlamentaria
Diario de sesiones
- Alto contraste
Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha
Índice
- DOCUMENTO
- PORTADA
- I. ASISTENCIA
- II. APERTURA DE LA SESIÓN
- III. TRAMITACIÓN DE ACTAS
- IV. CUENTA
- V.
ORDEN DEL DÍA
-
PRESUPUESTOS DE SECTOR PÚBLICO PARA 2012. INFORME DE COMISIÓN MIXTA
- ANTECEDENTE
- INTERVENCIÓN : Camilo Escalona Medina
- INTERVENCIÓN : Maria Isabel Allende Bussi
- INTERVENCIÓN : Jose Garcia Ruminot
- INTERVENCIÓN : Fulvio Rossi Ciocca
- INTERVENCIÓN : Jose Antonio Gomez Urrutia
- INTERVENCIÓN : Eugenio Tuma Zedan
- INTERVENCIÓN : Ricardo Lagos Weber
- INTERVENCIÓN : Jaime Quintana Leal
- INTERVENCIÓN : Juan Antonio Coloma Correa
- INTERVENCIÓN : Carlos Antonio Karim Bianchi Chelech
- INTERVENCIÓN : Hosain Sabag Castillo
- INTERVENCIÓN : Ximena Rincon Gonzalez
- INTERVENCIÓN : Alejandro Navarro Brain
- INTERVENCIÓN : Juan Pablo Letelier Morel
- INTERVENCIÓN : Hernan Larrain Fernandez
- INTERVENCIÓN : Jose Andres Rafael Zaldivar Larrain
- INTERVENCIÓN : Carlos Anibal Larrain Pena
- INTERVENCIÓN : Carlos Anibal Larrain Pena
- INTERVENCIÓN : Carlos Ignacio Kuschel Silva
- INTERVENCIÓN : Camilo Escalona Medina
- INTERVENCIÓN : Sergio Mariano Ruiz Esquide Jara
- INTERVENCIÓN : Guido Girardi Lavin
- DEBATE
-
PRESUPUESTOS DE SECTOR PÚBLICO PARA 2012. INFORME DE COMISIÓN MIXTA
- CIERRE DE LA SESIÓN
Notas aclaratorias
- Debido a que muchos de estos documentos han sido adquiridos desde un ejemplar en papel, procesados por digitalización y posterior reconocimiento óptico de caracteres (OCR), es que pueden presentar errores tipográficos menores que no dificultan la correcta comprensión de su contenido.
- Para priorizar la vizualización del contenido relevante, y dada su extensión, se ha omitido la sección "Indice" de los documentos.
REPÚBLICA DE CHILE
DIARIO DE SESIONES DEL SENADO
PUBLICACIÓN OFICIAL
LEGISLATURA 359ª
Sesión 75ª, en martes 29 de noviembre de 2011
Especial
(De 15:14 a 18:30)
PRESIDENCIA DE LOS SEÑORES GUIDO GIRARDI LAVÍN, PRESIDENTE;
JUAN PABLO LETELIER MOREL, VICEPRESIDENTE, Y
JAIME QUINTANA LEAL, PRESIDENTE ACCIDENTAL
SECRETARIO, EL SEÑOR MARIO LABBÉ ARANEDA, TITULAR
____________________
Í N D I C E
Versión Taquigráfica
Pág.
I. ASISTENCIA.........................................................................................................
II. APERTURA DE LA SESIÓN...............................................................................
III. TRAMITACIÓN DE ACTAS..........................................................................¿.
IV. CUENTA...............................................................................................................
V. ORDEN DEL DÍA:
Proyecto de Ley de Presupuestos de Sector Público para el año 2012, en trámite de Comisión Mixta (7972-05) (se aprueba)..................................................................
Peticiones de oficios (se anuncia su envío)¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿..
I. ASISTENCIA
Asistieron los señores:
--Allende Bussi, Isabel
--Alvear Valenzuela, Soledad
--Bianchi Chelech, Carlos
--Cantero Ojeda, Carlos
--Chahuán Chahuán, Francisco
--Coloma Correa, Juan Antonio
--Escalona Medina, Camilo
--Espina Otero, Alberto
--Frei Ruiz-Tagle, Eduardo
--García Ruminot, José
--García-Huidobro Sanfuentes, Alejandro
--Girardi Lavín, Guido
--Gómez Urrutia, José Antonio
--Horvath Kiss, Antonio
--Kuschel Silva, Carlos
--Lagos Weber, Ricardo
--Larraín Fernández, Hernán
--Larraín Peña, Carlos
--Letelier Morel, Juan Pablo
--Muñoz Aburto, Pedro
--Navarro Brain, Alejandro
--Novoa Vásquez, Jovino
--Orpis Bouchón, Jaime
--Pérez San Martín, Lily
--Pérez Varela, Víctor
--Pizarro Soto, Jorge
--Prokurica Prokurica, Baldo
--Quintana Leal, Jaime
--Rincón González, Ximena
--Rossi Ciocca, Fulvio
--Ruiz-Esquide Jara, Mariano
--Sabag Castillo, Hosaín
--Tuma Zedan, Eugenio
--Uriarte Herrera, Gonzalo
--Von Baer Jahn, Ena
--Walker Prieto, Patricio
--Zaldívar Larraín, Andrés
Concurrieron, además, los Ministros de Hacienda , señor Felipe Larraín Bascuñán; Secretario General de la Presidencia , señor Cristián Larroulet Vignau; de Economía, Fomento y Turismo, señor Pablo Longueira Montes, y de Salud, señor Jaime Mañalich Muxi. Asimismo, se encontraban presentes la Directora de Presupuestos, señora Rosanna Costa Costa; el Subsecretario de Hacienda , señor Julio Dittborn Cordua, y el Subsecretario General de la Presidencia , señor Claudio Alvarado Andrade.
Actuó de Secretario el señor Mario Labbé Araneda, y de Prosecretario , el señor José Luis Alliende Leiva.
II. APERTURA DE LA SESIÓN
--Se abrió la sesión a las 15:14, en presencia de 23 señores Senadores.
El señor GIRARDI (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesión.
III. TRAMITACIÓN DE ACTAS
El señor GIRARDI ( Presidente ).- El acta de la sesión 70ª, ordinaria, en 22 de noviembre del presente año, se encuentra en Secretaría a disposición de los señores Senadores, hasta la sesión próxima, para su aprobación.
IV. CUENTA
El señor GIRARDI (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretaría.
El señor ALLIENDE ( Prosecretario ).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas:
Oficios
Dos de la Honorable Cámara de Diputados:
Con el primero informa que prestó su aprobación a las modificaciones propuestas por el Senado al proyecto de Ley de Presupuestos para el Sector Público correspondiente al año 2012, con las excepciones que indica, y remite nómina de los señores Diputados que integrarán la Comisión Mixta que debe formarse de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 71 de la Constitución Política de la República (boletín Nº 7.972-05).
--Se toma conocimiento.
Con el segundo comunica que aprobó el informe de la Comisión Mixta constituida para resolver las divergencias suscitadas durante la tramitación del proyecto de Ley de Presupuestos para el Sector Público correspondiente al año 2012 (boletín Nº 7.972-05).
--Queda para la tabla de esta sesión.
El señor GIRARDI (Presidente).- Terminada la Cuenta.
V. ORDEN DEL DÍA
PRESUPUESTOS DE SECTOR PÚBLICO PARA 2012. INFORME DE COMISIÓN MIXTA
El señor GIRARDI ( Presidente ).-
Esta sesión especial fue convocada para tratar el Informe de Comisión Mixta recaído en el proyecto de Ley de Presupuestos del Sector Público para el año 2012.
--Los antecedentes sobre el proyecto (7972-05) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
Se da cuenta del mensaje en sesión 59ª, en 4 de octubre de 2011.
En segundo trámite, sesión 71ª, en 23 de noviembre de 2011.
En trámite de Comisión Mixta, sesión 75ª, en 29 de noviembre de 2011.
Informes de Comisión:
Especial Mixta de Presupuestos: sesión 71ª, en 23 de noviembre de 2011.
Mixta: sesión 75ª, en 29 de noviembre de 2011.
Discusión:
Sesiones 71ª y 73ª, en 23 y 24 de noviembre de 2011 (queda pendiente su discusión); 74ª, en 24 de noviembre de 2011 (se aprueba).
El señor GIRARDI (Presidente).-
En discusión el informe de Comisión Mixta.
Tiene la palabra el Senador señor Escalona.
El señor ESCALONA.-
Señor Presidente , sin dificultad puedo entregar a la Sala un informe sobre el trabajo realizado por la Comisión Mixta, que me correspondió presidir; pero no se halla en nuestros pupitres el texto comparado con el que trabajó el órgano técnico.
Por ello, solicito que suspenda la sesión por algunos minutos a fin de que dicho documento sea repartido a los señores Senadores.
El señor GIRARDI (Presidente).-
Se suspende la sesión por cinco minutos para distribuir el informe comparado de la Comisión Mixta.
)-----------(
--Se suspendió a las 15:16.
--Se reanudó a las 15:20.
)----------(
El señor GIRARDI (Presidente).-
Continúa la sesión.
Tiene la palabra el Senador señor Escalona.
El señor ESCALONA.-
Señor Presidente , en primer lugar, quisiera solicitar que el Senado exprese formalmente su reconocimiento a los funcionarios que trabajaron durante los meses de octubre y noviembre en la Comisión Especial Mixta de Presupuestos. Sobre todo en los últimos días, dicha Comisión tuvo una cantidad de reuniones sin precedentes.
A ello debe agregarse, por cierto, el último día de trabajo en Sala, con una sesión que duró cerca de 30 horas ininterrumpidas, lo que ha significado, sin lugar a dudas, un esfuerzo gigantesco de parte del personal del Senado.
Me interesa destacar, en consecuencia, tanto lo que se refiere al trabajo de la Comisión Especial Mixta como al de la Sala.
Entonces, señor Presidente, quisiera pedir a la Sala que se aprobara formalmente un reconocimiento a los funcionarios que hicieron ese esfuerzo.
El señor LARRAÍN .-
¡Muy bien dicho!
El señor GIRARDI (Presidente).-
Si le parece a la Sala, así se hará.
Acordado.
Puede continuar, señor Senador.
El señor ESCALONA.-
Muy bien.
Señor Presidente, paso ahora al informe de la labor de la Comisión Mixta.
Como es de conocimiento de los señores Senadores, hubo controversia en la Partida 04 Contraloría General de la República. En esta materia la Comisión optó finalmente por aprobar lo resuelto por la Cámara de Diputados, resultando, en consecuencia, rechazada la Glosa 03, nueva, asociada al Subtítulo 21, Programa 01, Capítulo 01.
En la Partida 05, Ministerio del Interior, la Comisión Mixta acordó igualmente rechazar las enmiendas introducidas por el Senado, en el segundo trámite constitucional, a las Glosas 07, 08 y 09 del Ítem 03, Subtítulo 24, Programa 01, Capítulo 05. Ello significa, en concreto, que queda aprobado en esta parte el proyecto original del Ejecutivo.
En la Partida 07, Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, la controversia estaba planteada con relación al monto de los recursos asignados a las asociaciones de consumidores. En este caso, para aprobar el Capítulo 02, Programa 01, el Ejecutivo accedió -y así se señaló finalmente en el acuerdo ahora aprobado por la Comisión Mixta y por la Cámara de Diputados- a establecer en el Subtítulo 24, Ítem 01, Asignación 002, Fondo Concursable Aplicación de Ley Nº 19.955, la suma de 350 millones 618 mil pesos.
En el informe se consigna de qué lugar del Tesoro Público saldrán esos recursos.
A continuación, en la Partida 08 Ministerio de Hacienda, dados los acuerdos que se habían adoptado, se decidió reponer, conforme al proyecto original del Ejecutivo , los fondos para el Consejo de Auditoría Interna General de Gobierno.
En la misma Partida 08, la Comisión Mixta acordó aprobar lo resuelto por la Cámara de Diputados, resultando rechazada la reducción que había incorporado el Senado respecto de la Dirección Nacional del Servicio Civil. Por consiguiente, queda aprobado en esta parte el proyecto original del Gobierno.
En la Partida 20 Ministerio Secretaría General de Gobierno, la discrepancia suscitada guarda relación con los fondos concursables establecidos en el Programa 01, Consejo Nacional de Televisión. Se acordó, sobre la base de la propuesta del Ejecutivo de incorporar para este efecto 1.500 millones de pesos en el Presupuesto de 2012, pero devengados el 2013 -en consecuencia, ejecutados un año después-, establecer que 750 millones (el 50 por ciento) serán ejecutados durante el próximo año.
En la misma Partida, Capítulo 03, Programa 01, Instituto Nacional de Deportes, se sustituyó la Glosa 07 por otra bastante extensa, que dice:
"Mediante Resolución fundada del Instituto Nacional de Deportes, con visación de la Dirección de Presupuestos, se establecerán los criterios de distribución de estos recursos. Entre estos criterios se deberán contemplar focalización, que los programas tengan alta cobertura demográfica, la vulnerabilidad social, la disponibilidad de infraestructura deportiva, la viabilidad técnica y económica y la concordancia con las políticas deportivas definidas. Sólo se podrán financiar gastos que sean estrictamente necesarios para la ejecución de estos programas. Las contrataciones nuevas de personal a honorarios deberán realizarse mediante procesos objetivos y a través del portal www.empleospublicos.cl. La nómina de personas contratadas en cada programa, así como el monto de los honorarios que perciban mensualmente, se informará trimestralmente a la Comisión Especial Mixta de Presupuestos, por medios electrónicos.
"Los demás gastos en activos no financieros y en bienes y servicios, deberán realizarse a través del Sistema de Compras Públicas www.mercadopublico.cl.
"Las instituciones receptoras de los recursos, deberán rendir cuenta detallada del uso de éstos, de acuerdo a la forma y oportunidad que fije el Instituto Nacional de Deportes.
"El Instituto Nacional de Deportes informará trimestralmente a la Comisión Especial Mixta de Presupuestos de la ejecución detallada de estos programas.".
Con esta Glosa se vota a favor, en consecuencia, la asignación de los recursos que estaban pendientes.
Luego, en la Partida 24 Ministerio de Energía, Capítulo 01, Programa 01, Subtítulo 24, Ítem 01, Asignación 006, se resolvió aprobar lo resuelto por la Cámara de Diputados en el tercer trámite constitucional, resultando, por lo tanto, rechazada la enmienda introducida por el Senado en el segundo trámite.
Así también, en el Programa 03, se acordó, por una parte, aprobar lo resuelto por la Cámara Baja en el tercer trámite, con lo que queda rechazada la modificación aprobada por el Senado, y por otra, incorporar un párrafo final nuevo en la letra e) de la Glosa 02 del resumen de Presupuesto e Instituciones, asociada al Subtítulo 33, Ítem 01 de la Partida Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
En consecuencia, se resuelve la controversia, pero la modificación pertinente no está situada en el Ministerio de Energía, sino en el de Vivienda.
El párrafo en referencia señala: "En los recursos considerados en el Programa de Protección del Patrimonio Familiar se incluyen $ 19.473.121 miles para proyectos de Acondicionamiento Térmico, que permita cumplir con lo establecido en el artículo 4.1.10 de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones.".
Finalmente, en el punto de mayor visibilidad pública no hubo acuerdo. Me refiero a la Partida 50, Tesoro Público , Capítulo 01, Programa 08, Fondo de Educación.
Realizadas dos votaciones sucesivas, no se estableció mayoría a causa de un doble empate. En consecuencia, no hay propuesta de la Comisión con relación a ese punto en divergencia.
De esta manera, la Comisión Mixta cumple la tarea que las dos ramas del Parlamento le entregaron.
Este informe ya fue despachado por la Cámara de Diputados. Por lo tanto, con la aprobación del Senado, que solicitamos en este caso, quedaría definitivamente terminada la tramitación del proyecto de Ley de Presupuestos de la nación dentro de los plazos constitucionales que el Congreso Nacional tiene, que expiran hoy a las 12 de la noche. Este es, tal vez, uno de los trámites más largos de que yo tenga memoria.
El señor GIRARDI (Presidente).-
Tiene la palabra la Honorable señora Allende.
La señora ALLENDE.-
Señor Presidente , deseo iniciar mi intervención refiriéndome a lo último que señaló el Senador Escalona, Presidente de la Comisión Mixta .
Efectivamente, se rechazó el Fondo de Educación de la Partida del Tesoro Público, lo que se había dicho una y otra vez.
Lamento que yo, por razones de salud, no pudiera estar presente en ese largo debate. Me retiré como a las 11 de la noche.
Pero no puedo dejar de manifestar que el tan mencionado presupuesto histórico en Educación no se condice con la realidad de las cifras. Con todas las presiones, diálogos, conversaciones, acuerdos y desacuerdos, finalmente subió de 7 a 10 por ciento, porcentaje que incluso está bastante lejos del promedio de 2.8 por ciento en que creció durante el Gobierno de la Presidenta Bachelet .
Sin embargo, evidentemente, como lo han reconocido muchos de los colegas que participaron en la sesión de esa noche, o en la madrugada o al día siguiente -pude verlo por la televisión-, se reconocen varios avances, pero no en la Partida del Tesoro Público, donde se creaba el Fondo de Educación. Y lo cierto es que nos llamó mucho la atención porque eso no es una casualidad. Para nosotros, un instrumento de esas características tiene que ser permanente, porque las necesidades en Educación tienen ese carácter.
De modo que, claramente, no se podía usar un tipo de fondo como el que se lanzó con tanta publicidad.
Y lo menos que podemos hacer es compararlo con el Fondo de Reserva de Pensiones, creado para las obligaciones fiscales que surgieron a raíz de la reforma previsional. Aquí no se estipulaba una institucionalidad permanente para el Fondo de Educación, pues recibiría recursos por una sola vez; no acumulaba intereses ni había reglas claras respecto de su utilización. Es decir, no se podría pensar en los gastos permanentes que evidentemente exigiría la educación a través de ese Fondo.
Creo que el Gobierno tiene que tomar nota de esto. Por lo demás, el propio Presidente Piñera acaba de anunciar que enviará un proyecto sobre el particular. Eso quiere decir que ha entendido que los gastos permanentes se hacen mediante una normativa distinta y no en virtud de la Ley de Presupuestos.
Lamento que todavía haya muchos asuntos pendientes. Espero que tanto el Parlamento como el Gobierno escuchen el verdadero clamor de la ciudadanía en cuanto a que hacen falta reformas muy profundas en el sistema educativo. Porque no lo estamos haciendo bien, y ha llegado la hora -espero- de poder modificar el rumbo.
En el tiempo que me resta, señor Presidente, quiero referirme a otros temas.
El día de ayer, tuvimos la oportunidad de presentar al Presidente de la República las propuestas de la Comisión Ciudadana Técnica Parlamentaria, que son bastante importantes. Las conoció y contestó con mucho compromiso, de lo que nos alegramos enormemente. Fue una muy buena reunión -hay que decirlo en forma pública-, porque acogió con mucha sensibilidad lo que hemos venido planteando: la necesidad de introducir una profunda reforma al sistema de generación eléctrica, de cambiar muchas cosas en un mercado concentrado, que es altamente vulnerable, sobre todo en lo que respecta a la producción de energías no limpias.
Quiero lamentar que en el Presupuesto -se lo dijimos ayer al Primer Mandatario-, a pesar de que en relación con esta materia se nos habló de hacer una trasferencia a Vivienda, en lo concreto se redujeran los recursos a la Agencia Chilena de Eficiencia Energética, cosa que a mi juicio era un error.
En un país tan vulnerable como el nuestro en materia de generación y transmisión de energía, uno de los temas importantes, más allá de producir energías limpias renovables no convencionales, es que la Agencia Chilena de Eficiencia Energética constituye un instrumento importantísimo. Entendimos que el Presidente de la República así lo había acordado con nosotros.
Me parece que disponer el traslado de este asunto a la Partida del Ministerio de Vivienda y Urbanismo al "Programa de Protección al Patrimonio Familiar", no garantiza realmente que el mecanismo se vaya a usar como debería ser.
Considero que el Ministerio de Energía, de reciente creación y separación de la Cartera de Minería y que requiere potenciarse, debió concentrar todo lo referente a energía: producción de energías renovables, la Agencia Chilena de Eficiencia Energética y diversos programas. Él es el órgano que debe coordinar todo eso y evitar que siga disperso como está.
Si bien el Presidente Piñera dijo que iba revisar lo que le habíamos planteado, lamentablemente no alcanzó a hacerlo. Y lo siento profundamente, porque de la conversación sostenida ayer con él -insisto, fue muy positiva- creímos entender que tal problema se arreglaba.
Lo lamento. Creo que es un error y que no potencia a un Ministerio que debe hoy día desarrollar un rol muy importante si queremos, alguna vez, tomarnos en serio eso de que el país no tenga una matriz energética, por lo que es altamente vulnerable. Y, además, estamos carbonizando nuestra producción y la generación de ella.
Por otro lado, en la primera parte de la extensa sesión de la semana pasada, hice presente en esta misma Sala mi molestia por la reducción de recursos relacionados con el Consejo Nacional de Televisión, que tienen que ver con la producción de ciertos programas y el mejoramiento de la calidad de la televisión. Y veo que ello se ha arreglado en parte. Me parece que es una salida. Supongo que fue producto de los acuerdos a que se llegó.
Pero no puedo dejar de mencionar que resultan lamentables las señales que estamos dando.
Cuando tenemos un Consejo Nacional de Televisión que, asesorado por un organismo técnico, asigna recursos que han significado la producción de programas importantísimos, algunos de alta audiencia, como "Los 80", "Los Archivos del Cardenal" o "Con qué Sueñas" que acaba de ser premiado incluso con los Premios Emmy, creo que es una muy mala señal del país disminuir esos fondos y paliar solo parcialmente dicha reducción.
Eso es lamentable, y no puedo dejar de señalarlo. Francamente, me habría gustado que se nos hubiese escuchado en su totalidad.
Por último, señor Presidente , deseo señalar que, por cierto -como lo ha pedido el Presidente de la Comisión Mixta-, vamos a aprobar el informe, pero sin dejar de lamentar que todavía quedan algunas Partidas en las que existe un uso discrecional de recursos. Pero hemos procurado reducir al máximo la discrecionalidad y tratado de que se dé la mayor transparencia e información tanto al Parlamento como a la ciudadanía.
El señor GIRARDI (Presidente).-
Se ha pedido abrir la votación y que cada Senador fundamente su voto.
Si le parece a la Sala, así se procederá.
El señor GÓMEZ.-
Pero mantengamos el tiempo.
El señor BIANCHI.-
Sí, señor Presidente.
El señor NOVOA.-
¿Es necesario?
El señor GIRARDI ( Presidente ).-
Cada parlamentario utilizará racionalmente su tiempo, para que todos puedan intervenir.
En votación.
--(Durante la votación).
El señor GIRARDI (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor García.
El señor GARCÍA .-
Señor Presidente , estamos terminando el proceso de discusión del proyecto de Ley de Presupuestos de la Nación para el año 2012, a horas de que venza el plazo constitucional que tenemos para despacharlo. Pero lo importante es que el Congreso Nacional y el Gobierno del Presidente Piñera finalmente llegaron a un acuerdo, y tendremos un Presupuesto como corresponde, despachado por ambas Cámaras.
Quiero adherir a las palabras del Senador señor Escalona en cuanto al reconocimiento al personal de Secretaría, a los funcionarios del Senado y de la Cámara de Diputados.
Desde que se inició la discusión del Presupuesto 2011, hemos vivido jornadas muy largas y bastante tensas. A ratos, el debate ha sido duro, y los desencuentros, grandes. Sin embargo, al final del camino, tenemos un Presupuesto que cuenta con consenso y que será aprobado mayoritariamente. Ya lo hizo la Cámara de Diputados, y espero que ocurra lo mismo en el Senado.
El reconocimiento al personal de Secretaría , a los funcionarios de esta Corporación y de la Cámara Baja, lo hago extensivo al Ministro de Hacienda , don Felipe Larraín ; a la Directora de Presupuestos , señora Rosanna Costa ; al Subsecretario de Hacienda , don Julio Dittborn, y de manera muy especial al Ministro de Educación , señor Felipe Bulnes , como también al personal que estuvo detrás de este intenso trabajo, el cual finalmente está dando sus frutos.
Quiero señalar que este Presupuesto nos deja satisfechos. Y nos deja satisfechos por el importante avance en materia de Educación. Todos hubiésemos querido más. Sin embargo, la larga noche en que lo discutimos la gran mayoría de los Senadores de diferentes bancadas señaló que la propuesta del Presidente Piñera significaba un avance que iba en la dirección correcta. Y creo que eso demuestra, finalmente, generosidad para comprender que en momentos difíciles para la economía, y pese a las enormes turbulencias en Europa y en Estados Unidos, Chile aumenta el gasto público y eleva significativamente la inversión en Educación, incrementando el gasto en salud, para atender mejor a nuestros compatriotas.
--(Manifestaciones en tribunas).
El señor GIRARDI (Presidente).-
Disculpe, señor Senador.
Pido a quienes están en las tribunas que no hagan comentarios ni silben, para no interrumpir a los Senadores que intervienen.
Puede continuar, Su Señoría.
El señor GARCÍA .-
Señor Presidente , junto con resaltar lo que se está haciendo en educación y en salud, quiero también destacar los recursos que se han destinado para el ingreso ético familiar, lo cual nos debiera permitir ir poco a poco terminando con la indigencia en el país, que es el gran desafío ético al que nos convocó el Presidente Piñera: acabar con las 600 mil personas que viven en condiciones de pobreza, prestándoles apoyo a través del ingreso ético familiar.
Finalmente, qué bueno que el Congreso Nacional y el Poder Ejecutivo nos pongamos de acuerdo en un año que ha sido difícil, duro, y que terminemos entregando al país un Presupuesto que cuenta con la aprobación del Parlamento.
A mi juicio, todo eso habla bien de las instituciones de nuestra patria.
El señor GIRARDI (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Rossi.
El señor ROSSI.-
Señor Presidente , como bien dijo el Senador señor García , estamos finalizando un proceso que se inició hace varios meses.
Lamentablemente, no comparto la visión de Su Señoría en cuanto a que este Presupuesto contiene avances sustantivos.
No pretendo -creo que nadie en su sano juicio lo podría hacer- que una Ley de Presupuestos resuelva problemas que se acarrean de hace muchos años, cuya expresión más nítida es la movilización estudiantil que se ha vivido en Chile durante tantos meses. Porque ella es la manifestación de una seria dificultad en materia de equidad y de calidad en educación. Asimismo, hay poca cobertura en la enseñanza parvularia, uno de los pilares fundamentales para introducir equidad en una nación y en un continente donde hay tanta desigualdad.
Desde esa perspectiva, siento tristeza en el día de hoy. Porque, sinceramente, perdimos una oportunidad para resolver los problemas que solo leyes complejas y de larga tramitación pueden solucionar.
Entiendo que el Gobierno hoy día cumple el compromiso que asumió en enero, en el sentido de enviarnos un proyecto de ley que ponga fin a la gestión municipal en el ámbito de la educación escolar pública. Esa misma iniciativa debió haber ingresado el 30 de septiembre, pero -yo voté en contra de la prórroga- hubo conversaciones de otro tipo y finalmente llegó ahora para poner fin a la educación pública municipal y transformarla en no sabemos qué. Porque ese es el pilar. Lo más importante ahora es conocer cuál es la nueva institucionalidad sobre la que se va a construir un sistema de educación pública, gratuita, laica, de calidad, que no discrimine, que no seleccione.
No tiene sentido empezar a hacer análisis quejumbrosos de nuestros propios errores. ¡Qué duda cabe de que el financiamiento compartido es una carga que debemos asumir como uno de los más graves errores que se cometieron durante los Gobiernos de la Concertación! Los propios autores del financiamiento compartido así lo reconocen. Pero ese no es un argumento que permita afirmar que, porque no se hizo antes, hoy día no tenemos que realizarlo.
En la actualidad hay un Chile distinto, una sociedad diferente; los estudiantes han concurrido al Congreso Nacional con ideas claras, con argumentos, con convicciones y con sueños: la comunidad toda se ha movilizado por el problema de la educación. No se trata solo del movimiento estudiantil, como muchas veces algunos pretenden hacerlo ver para generar una caricatura de que solo es un asunto de los jóvenes.
Entonces, siento tristeza, porque perdimos la ocasión de sentar las bases de un cambio más profundo en el ámbito de la educación en Chile. Porque, ¿cuál es el problema que tenemos? Que el Estado hace muchos años renunció al rol que debe tener en ella. Se desentendió. ¡Qué ejemplo más claro de su despreocupación por la enseñanza es lo que pasa en el ámbito de la educación técnico-profesional!
¿Por qué los jóvenes que van a centros de formación técnica, a institutos profesionales, lo hacen en instituciones privadas? Porque el Estado dijo que no le interesa y que se desentiende de esa responsabilidad, expresando que por no ser suya, no asume un compromiso. Por eso ha proliferado la oferta privada, pues no hubo presupuestos que permitieran la expansión de la pública.
Estaba poniendo el ejemplo de la educación técnico-profesional, pero qué pasa, por ejemplo, en medicina. ¿Por qué la Universidad de Chile no ha aumentado los cupos de esa carrera? Mientras tanto en las universidades privadas proliferan las vacantes, lo que se ha transformado en un tremendo negocio, ampliamente lucrativo. ¿Será porque en Chile no hacen falta médicos ni más especialistas? Ello es la consecuencia de que el Estado se desentendió de su función y no se hizo cargo de la educación.
Entonces, hoy día, es el momento de dar una señal y decir: "Aquí el Estado se hace cargo de la educación; coloca un aporte basal que de verdad permita que las universidades se dediquen al objetivo que les es propio: hacer docencia y hacer extensión".
Porque la universidad se debe a la sociedad en la cual está inmersa. Y, por cierto, debe investigar, pues eso es fundamental. Yo no entiendo una universidad -centro incomparable del saber, según se gestó la universidad en Bolonia hace tanto tiempo- que no investigue, donde no se piense, en que no se contribuya a crear más conocimiento. Pero, ¿cómo pueden hacerlo las universidades hoy día si están con deudas hasta el cuello? Se encuentran totalmente desfinanciadas las Universidades Arturo Prat y la de Tarapacá, ambas de la Región que represento. Tienen un aporte fiscal directo de 2 mil y 5 mil millones, respectivamente. Porque los criterios históricos con los cuales se asigna el aporte fiscal directo perjudican muchísimo a los planteles regionales de enseñanza superior, que cumplen un rol fundamental en la estrategia de desarrollo local y a las cuales asisten alumnos tremendamente vulnerables, con grandes carencias y problemas económicos, la mayoría de ellos pertenecientes a los dos primeros quintiles y algunos al tercero.
Pero, cómo podemos pedir a una universidad que cumpla su función, que tenga calidad, que no suba los aranceles salvo en ciertos márgenes, si no la financiamos, no hacemos una apuesta por ella ni nos hacemos cargo. Eso es lo que este Presupuesto, lamentablemente, no hace.
Insisto, perdimos la oportunidad de dar una señal potente al país, a los jóvenes y a sus familias, en el sentido de que la clase política entiende el problema, que no se trata de unos pesos más, ni de discutir si las becas llegaban al 40, 60 o 70 por ciento, sino de redefinir la responsabilidad del Estado con la educación. Ese es el tema.
Se aumentó el aporte fiscal directo, hay un aporte basal y un fondo de 25 millones de dólares, que es claramente insuficiente. Algunos podrán estar más contentos y otros menos. Pero no se resuelve el problema. Porque si no hay regulación legal de los aranceles, no vamos a tener becas para hacer frente al cargo del monto real que un joven gasta en su educación.
Hemos visto que hoy en día en Chile salen del bolsillo de los padres las dos terceras partes del gasto de educación de una familia, que es de los más caros del mundo. ¡Es escandaloso! Porque nuestro país, justamente, construyó un modelo, un sistema, que no cambiamos en mucho tiempo -hay que decirlo-, donde el mercado es un actor tan preponderante que el Estado prácticamente desapareció.
Finalmente, quiero decir unas palabras respecto del sector más postergado, del que más perdió; porque no quiero hablar del que menos ganó. Me refiero a los estudiantes secundarios. El Presupuesto le aumentó 26 por ciento, pero los recursos a la educación escolar lo hicieron en menos de 10 por ciento.
El otro día señalé en la Sala que el concejo municipal de Iquique decidió cerrar el emblemático Liceo Arturo Prat , que tenía capacidad para 1.200 alumnos, porque la matrícula de este año alcanza a 260 estudiantes.
Entonces, la señal, absolutamente equívoca, era: "Cerremos, ya que no hay recursos suficientes, porque la subvención no da".
Este presupuesto debió demostrarle al país que había prioridad en el Gobierno, en los políticos chilenos, por la educación pública escolar; por crear un fondo de salvataje.
Tenemos un enfermo en la UCI. Y cuando alguien se encuentra en ese estado no basta con el oxígeno; se requieren otros elementos para sanar a un enfermo como la educación pública. Y resulta importante para el país que esta sea gratuita, de calidad, no discriminadora, integradora e inclusiva.
¿Qué hacemos hoy? Les damos a los jóvenes una señal en el sentido de que van a proliferar más aún los colegios particulares subvencionados, de que se permitirá lucrar más con fondos del Estado.
Eso es realmente escandaloso.
Solo Bélgica y Holanda cuentan con subvención. Pero la entrega el Estado a colegios particulares a los cuales no les permite lucrar ni cobrarles un pago adicional a los padres.
Es falso que en la actualidad exista en Chile libertad de enseñanza. Los padres no eligen el lugar donde sus hijos estudian. Por el contrario, los sostenedores escogen a la familia.
Eso ocurre en nuestro país. Y este Presupuesto no da cuenta de ese fenómeno.
¿Saben qué es más lamentable y que constituirá un problema para el Gobierno y para nosotros? Que en marzo del próximo año los estudiantes se movilizarán de nuevo debido a una crisis muy profunda, pues el porcentaje de jóvenes que se matriculen en la educación pública escolar será menor al 30 por ciento -¡menor al 30 por ciento!-. Y no veo en este Presupuesto un fondo de salvataje, de revitalización; no veo voluntad de ponerle coto a la proliferación de colegios particulares, sobre todo en zonas saturadas.
El mensaje que estamos transmitiendo es que la educación pública se muere y que nos da lo mismo.
Alguien dijo por ahí -creo que fue Mario Waissbluth hoy en La Tercera- que en la Derecha hay gente que a lo mejor tiene la intención de realizar algo por la educación pública, pero que a muchas personas les importa un bledo. Para ellas, ojalá se cerraran más escuelas, porque creen que los privados lo hacen mejor; o simplemente no les interesa y les da lo mismo.
He dicho.
El señor GIRARDI (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Gómez.
El señor GÓMEZ.-
Señor Presidente , después de 30 horas de debate, ver el resultado final de la discusión del proyecto de Ley de Presupuestos resulta -yo diría- deplorable.
Y creo que la gente no entiende qué pasa en el Parlamento.
Por eso, solo para quienes nos escuchan, quiero señalar que el artículo 65 de la Constitución -del año 1980, por supuesto-, dispone que en la formación de la ley le "Corresponderá al Presidente de la República la iniciativa exclusiva de los proyectos de ley que tengan relación con la alteración de la división política o administrativa del país, o con la administración financiera o presupuestaria del Estado, incluyendo las modificaciones de la Ley de Presupuestos, y con las materias señaladas en los números 10 y 13 del artículo 63".
Y más adelante consagra una serie de materias respecto de las cuales el Presidente de la República es prácticamente el único que tiene facultades para efectuar cualquier tipo de modificación sustancial y de fondo.
Por eso no logramos muchas de las cosas que pretendíamos alcanzar en la discusión con el Gobierno sobre el presupuesto de Educación. Tampoco en otras áreas. Por ejemplo, en el ámbito de la energía, la asignación para energías renovables bajó a una cifra irrisoria y aumentaron los recursos para estudios y análisis relativos a energía nuclear. En deportes, lo mismo.
En fin, existe una cantidad de áreas en relación con las cuales carecemos de facultades para modificar la proposición que envía el Presidente de la República . Más aún, la propia Carta establece que, de no despacharse hoy día la iniciativa antes de las 24, se aprobaría finalmente el proyecto de Ley de Presupuestos enviado por el Gobierno.
En la discusión intentamos efectuar algunas enmiendas. Yo diría que fueron mínimas desde el punto de vista de lo que solicitaba la sociedad: los dirigentes estudiantiles, los representantes del Colegio de Profesores y, en general, la ciudadanía.
¿Cuáles eran los puntos vitales para nosotros?
Primero, gratuidad para el 70 por ciento de los estudiantes más pobres. Llegamos en la negociación al 60 por ciento.
Cuando hablamos del 70 por ciento no nos referimos a gente rica, sino a familias de cuatro integrantes que perciben de 400 a 500 mil pesos mensuales. O sea, basta con que un hijo o hija ingrese a la universidad para que no puedan pagar.
¿Cómo se enfrenta eso? Con créditos.
¿Qué se logró al final? Se aumentó un poquito la cobertura, pero sigue habiendo créditos.
Nosotros señalamos que debería existir un criterio más equitativo para acceder a las becas, ni siquiera a la universidad, y que eso significaba disminuir el requisito de puntaje en la PSU de 550 a 500. ¿Para qué? Para que tuvieran derecho a beca los quintiles de menores ingresos. Porque, si se mantiene el criterio de 550 puntos, se produce algo muy concreto: el número de personas favorecidas se reduce.
Si se rebajara a 500 puntos la exigencia, el número de beneficiarios sería de 60 mil y no de 30 mil, o menos, como hoy día.
Después, señalamos: "El Estado debe hacerse cargo de sus universidades porque estas han de sujetarse a ciertos criterios". Para eso, solicitamos que se les efectuaran aportes basales directos.
Pues bien, el Ejecutivo inventó una cosa extraña: creó un nuevo aporte fiscal directo, que se destina a todas las universidades, al igual que el existente. Desconozco para qué se hizo tal diferenciación, cuando en realidad no se cumple, en definitiva, con esto.
Propusimos que se mantuviera lo acordado sobre el uso del Fondo de Desarrollo Institucional con una distribución 80/20. Finalmente, en la noche, por presión nuestra, de un porcentaje inicial de 60/40 terminamos en otro de 70/30.
Sin embargo, esos logros son mínimos desde el punto de vista del cambio estructural que se estaba pidiendo en materia educacional.
En cuanto al aumento de recursos regionales, solicitamos duplicar los fondos. Se llegó a una suma para las universidades regionales que tampoco nos va a permitir efectuar ese cambio.
En educación pública pedimos algo que, en nuestra opinión, resultaba esencial: un fondo de revitalización de la educación pública, a fin de impedir que en el nivel secundario el próximo año se cierren establecimientos, se fusionen colegios y se despida a profesores. Ello, porque la matrícula ha bajado, y, entonces, pueden decir: "Como este colegio no es rentable, lo cerramos".
¿Qué significaría lo anterior? Perder lo esencial de la educación pública: la protección de la diversidad. Si seguimos manteniendo la educación particular subvencionada, continuaremos con la segregación, con la diferenciación entre las personas.
Al final, se paga no por estar en colegios públicos de buena calidad -decisión que debiera tomar el Estado-, sino por una forma de educación que para nosotros resulta del todo discriminatoria.
Por eso el Estado tiene que cumplir esa obligación.
En lo tocante a la educación preescolar, el Gobierno ha señalado que su propuesta es de gran magnitud. Pero estamos hablando de 19 mil cupos para un sector donde, por ejemplo, en el nivel de sala cuna existen 395 mil 781 niños sin cobertura. En prekínder y kínder, el gran logro, hay 96 mil 663.
Es decir, con las 19 mil plazas propuestas nos vamos a demorar una buena cantidad de años en paliar el déficit, a pesar de que digan que será en 2014. Porque, de acuerdo con nuestros antecedentes, ello no va a ser posible en esa fecha.
¿Por qué este recuento? Porque es frustrante para la ciudadanía, para el Senado, escuchar que hemos arribado a un gran acuerdo cuando no hemos alcanzado ninguno; al menos nosotros no.
Hemos tenido que llegar a este instante ya que la Constitución obliga al Parlamento a cumplir este tipo de funciones.
Nosotros de ninguna manera habríamos pactado lo que, en definitiva, planteó el Gobierno, pues no cumple los objetivos esperados por nosotros, entre los cuales se encuentra tomar la decisión de fijar los primeros escalones en la Ley de Presupuestos de 2012 para el cambio profundo que la educación pública y la educación en general requieren.
Y así no fue.
Al último, hubo un avance. Aquí se señala que el porcentaje partió en 7 por ciento y subió a 10. Pero no se habla de realidades.
En resumen, traducido a los efectos prácticos y directos de las modificaciones en educación, no se van a producir los cambios que la ciudadanía estaba pidiendo. Y, entre ellos, algo básico -vuelvo a insistir-: ¡gratuidad!
¡No hay otro tema! No se trata de que los ricos subvencionen a los pobres, sino de que existan mayores posibilidades de cobertura y de capacidad para que estos mejoren sus condiciones y se transformen en ciudadanos, con todo lo que significa recibir una buena educación. Y para eso hay que partir desde la básica, desde la parvularia, y seguir hasta el nivel terciario.
Aquí no se logró, finalmente, lo que anhelaban los dirigentes sociales, ni el primer paso que se esperaba de este Presupuesto.
Me parece un grave error. Estoy convencido, en verdad, de que esto significa un retroceso -entre comillas- para el movimiento social y ciudadano, que pide cambios profundos en materia de educación. Pero es un retroceso virtual, pues no me cabe duda de que el próximo año la ciudadanía, en su conjunto, seguirá participando y luchando por lograr los avances que no se han conseguido, en nuestra opinión, en este Presupuesto.
Desgraciadamente, nuestro sistema no le da al Parlamento ninguna atribución -¡ninguna!- para avanzar en cambios que permitan darle una respuesta a la ciudadanía. En este caso en particular, no se cumple con ese requisito.
Lo que hizo la Comisión Mixta -y aquí se nota con claridad cuáles son nuestras facultades- fue acoger lo que aprobó la Cámara de Diputados, la que, desgraciadamente, no incorporó aquellas cosas que era indispensable llevar a esa instancia, para ver si ahí lográbamos que el Gobierno, de una vez por todas, tomara decisiones en materia de cambios estructurales, que es lo que la ciudadanía está pidiendo.
He dicho.
El señor GIRARDI (Presidente).-
Para referirse a un asunto reglamentario, tiene la palabra el Senador señor Coloma.
El señor COLOMA.-
Señor Presidente , son las 16 y la presente sesión fue citada hasta esta hora. Después viene la sesión ordinaria.
Por lo tanto, sugiero -es una sugerencia, nada más- levantar esta sesión y comenzar la que viene con los fundamentos de voto respecto del informe. Si no, será muy difícil engarzar ambas sesiones.
Es, simplemente, una cuestión operativa, señor Presidente. Y me parece que podría ayudar.
El señor GIRARDI ( Presidente ).-
Si hubiera acuerdo...
El señor LAGOS.-
¡Manteniendo los tiempos!
El señor QUINTANA.-
¡Exactamente!
El señor COLOMA.-
¿Cómo se procedería, entonces?
Se puede conservar el tiempo, por último.
El señor GIRARDI (Presidente).-
El problema es que una vez iniciada la votación no se puede suspender.
Sin embargo, hago un llamado a los señores Senadores a realizar un esfuerzo. Creo que 5 minutos son suficientes para decir todo lo necesario.
Tiene la palabra el Senador señor Tuma.
El señor TUMA.-
Señor Presidente , intentaré resumir mi intervención y reducirla a 5 minutos.
El señor QUINTANA .-
¡No se rebajó el tiempo!
El señor TUMA.-
Lo sé, señor Senador . Pero, si veo que puedo hablar 3 minutos, lo voy a hacer. No estoy obligado a hablar durante 5. Yo respeto el derecho de quienes desean usar 10 minutos. ¡A lo mejor yo también termino ocupando 10...! Sin embargo, estoy diciendo que intentaré reducir mi intervención a 5 minutos. Ahora, si no lo logro, no estaré infringiendo el Reglamento.
El señor LAGOS.-
¡Viene llegando recién el Senador Navarro...!
El señor TUMA.-
¡Le damos la bienvenida al Senador Navarro, quien nos prolongó la discusión del Presupuesto con sus indicaciones...! Pero su viaje estaba plenamente justificado.
Voy a comenzar señalando que a veces se sobredimensionan las facultades del Congreso Nacional. En los medios de comunicación y en la opinión pública se ha instalado un debate, como si el Parlamento pudiera decidir el Presupuesto. Y, en verdad, la única atribución que tiene es rebajar partidas y rechazar determinados gastos planteados por el Ejecutivo en su proyecto. De tal manera que el resultado no responde a otra cosa que a la voluntad del Ejecutivo para poner o no poner -esta última es la regla general- los recursos que el Congreso Nacional le solicita.
Ahora bien, hubo una negociación, hubo una postura determinada de las bancadas de Oposición que hicieron posible que el texto original fuera modificado para agregar más recursos.
Un señor Senador dijo aquí: "Me alegro mucho de que el Congreso haya dado su acuerdo respecto del Presupuesto".
¡No hubo acuerdo! ¡No convinimos nada!
Una cosa es que se apruebe, y otra, que concite consenso.
Y -repito- no lo hubo. Simplemente, se aprobó un Presupuesto.
En nuestra opinión, la discusión del proyecto de Ley de Presupuestos no es más que un rito. Y cumplimos con el rito de aprobarlo con tal de que incorpore ciertas modificaciones y sea despachado dentro del plazo, que en este caso vence hoy, a la medianoche. Si no se despacha antes de esa hora, regirá la iniciativa original presentada por el Ejecutivo , sin las pocas modificaciones que el Congreso logró introducir.
Es la primera vez que participo en una discusión presupuestaria tan larga. ¡30 horas de debate aquí, en el Senado! ¡Muchísimas más en las Subcomisiones! ¡Otras tantas, también, en la Cámara de Diputados! Y la mayor parte de la discusión se centró en el tema de la educación.
El año pasado despachamos esa Partida en diez minutos. Este año la debatimos bastante más. Y, al aprobarla, es como si hubiéramos dado nuestro acuerdo -es la idea instalada en los medios de comunicación- respecto de lo que hay que efectuar en materia de educación.
Una cosa es que se aprobara, por determinado número de votos, el presupuesto del sector, y otra que estemos de acuerdo con su monto, que no refleja las modernizaciones, modificaciones y reformas que se requieren en este ámbito. Y espero que se siga discutiendo en todos los niveles -aquí y en la calle- respecto de qué necesita el país para hacer justicia no solo con su modelo de educación, sino también con su modelo de sociedad.
Y, a propósito de esto último, quiero resaltar que en la Comisión Mixta se introdujo una modificación -en mi opinión, importante, pero no suficiente-, vinculada con el monto destinado a las asociaciones de consumidores. Y les agradezco a los Senadores de Oposición que me ayudaron a rechazar el presupuesto inicial.
En un año en que explotó el caso La Polar, en que hemos visto la indefensión en que se encuentran los consumidores, la cantidad asignada a dichas entidades en el proyecto enviado por el Ejecutivo no pasaba de 21 pesos por consumidor -¡21 pesos por consumidor!-. Y aquellos son los únicos organismos que legítimamente pueden defender los intereses de los usuarios.
Pues bien, producto del rechazo -y agradezco de nuevo a los Senadores de Oposición que me acompañaron en la votación-, en la Comisión Mixta se logró aumentar el presupuesto a 29 pesos por consumidor, lo que, si bien significa un incremento, resulta absolutamente insuficiente para las condiciones en que viven los consumidores.
Me alegra que hayamos despachado el proyecto del SERNAC Financiero. Pero, aun cuando este Servicio brindará mayor información -veía aquí al Ministro Longueira -, no tiene nada que ver con lo que esperaban los consumidores.
Este asunto no guarda relación con los temas de educación. Sin embargo, se habla de los créditos de las universidades privadas, que no se hallan regulados ni por la Ley del Consumidor ni por la del SERNAC Financiero, que no tiene competencia sobre ello.
Ahora, si le hemos dedicado tanto tiempo a la educación, también deberíamos preocuparnos de introducir modificaciones en la normativa vigente, de tal manera que se encuentren protegidos los padres y los apoderados -en la actualidad, en ningún caso lo están- que celebren contratos con universidades y con establecimientos privados.
Recuerdo que en la Comisión de Educación del Senado se halla desde hace dos años un proyecto de ley que regula, en favor de los usuarios -estudiantes, padres y apoderados-, los derechos frente a los contratos financieros o contratos de pago y de arancel que se suscriben con universidades y establecimientos particulares. Y ahí pediría también a los Senadores miembros de la Comisión de Educación que le diesen alguna prioridad, en una materia tan sensible como es el financiamiento.
Por último, esta aprobación de 100 millones más es un incentivo, pero insuficiente. Y tiene que llamarnos la atención un nuevo rol del Estado no solo en materia de educación, sino, también, en la atención y protección de los consumidores.
He dicho.
El señor GIRARDI (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Lagos.
El señor LAGOS.-
Señor Presidente, se ha hablado bastante sobre la discusión que hubo de este Presupuesto.
Quiero señalar que ella estuvo centrada en la educación, a la cual ciertamente me voy a referir, y posteriormente, en otras materias.
No obstante, tengo la impresión de que por primera vez en nuestro país, desde que recuperamos la democracia, nos asiste la posibilidad de discutir un tema estructural del modelo de desarrollo económico chileno.
Por primera vez en 21 años hay una fuerza social que empuja a las fuerzas políticas a tener que enfrentar diferencias y allanar un camino.
Como nunca habló la gente, la ciudadanía. Creo que con mucha humildad en este Presupuesto deberíamos haber acogido y escuchado eso: aquellos que tienen la billetera llena, que se ríen cuando uno habla y luego dejan la Sala; y otros que, estando en situaciones de Gobierno en el pasado, tal vez no asumimos con toda la responsabilidad y premura que se requería.
Si no somos capaces de hacer una mínima autocrítica con respecto al hecho de que no hemos aprendido las lecciones del pasado, mal podríamos pretender tratar en el futuro de juntar fuerzas para tener un país mejor.
Señor Presidente, el debate del proyecto de Ley de Presupuestos demostró un Gobierno que dio tumbos en materia de educación.
El lunes pasado a esta hora en la Cámara de Diputados los parlamentarios rechazaban el presupuesto de educación. ¿Por qué? Porque el que tuvieron que votar era el mismo presupuesto que el Gobierno había presentado el 29 de septiembre: 56 días después de que se envió al Congreso, después de 6 meses de movilización ¿qué tuvieron que hacer los Diputados? Pronunciarse sobre el mismo papel que entró al Parlamento.
Este es un Gobierno que no oye, que presentó un Presupuesto -no lo digo en forma lírica- sin corazón, y sobre todo, sin criterio.
Corazón ninguno. Porque -ya lo dijeron los Senadores que me antecedieron en el uso de la palabra- acá hay pocos recursos para universidades estatales, para becas, para muchas cosas. Es un presupuesto débil y escuálido en cambios institucionales.
Pero lo peor de todo no es que sea insensible, sino que no tiene criterio. Porque a partir del año que viene vamos a enfrentar nuevamente movilizaciones y demandas, dado que aquí no se han resuelto.
Entonces, entremos a lo que es la discusión del Presupuesto.
Lo veo en las redes sociales; lo veo en los medios de comunicación que señalan: "¡Y por qué no rechazaron el Presupuesto en el Senado!". Por una razón que hay que explicar, que debe entenderse: porque, habiéndose rechazado el Presupuesto en la Cámara de Diputados, si en el Senado ocurría lo mismo, no habría habido un solo peso para la educación, y cualquiera de los pocos magros avances que estaban dispuestos por este Gobierno se hubieran perdido.
Y esa sí habría sido una responsabilidad compartida.
Entonces, la opción que se tomó fue distinta, consistió en decirle al Gobierno y a la Derecha: "Les traspaso la responsabilidad política de un Presupuesto de este tamaño, para hacer frente a un problema de este porte; y usted va a asumir la responsabilidad".
Porque hay que aprender lecciones del pasado.
Si nosotros lo avalábamos políticamente, pasábamos a ser cómplices de un presupuesto insuficiente. Y lo que nos está diciendo la ciudadanía, y nos lo ha enrostrado, es que a ratos no tuvimos la capacidad en el pasado de hacer la diferencia. Y acá la hay.
¿Saben, Sus Señorías, cuál es? Que este Gobierno estuvo dispuesto y en condiciones, durante las conversaciones, a dar más de lo que finalmente otorgó. Estuvo disponible a darles financiamiento basal a las universidades estatales. Punto. ¡No a las 25 del CRUCH! Y como la Concertación y la Oposición no le aplaudieron su presupuesto, retiró la oferta, y con ello, el financiamiento a las universidades estatales.
Peor aún, este Gobierno estuvo dispuesto a otorgarles a los estudiantes pertenecientes al 60 por ciento de menores ingresos una beca por el equivalente al arancel referencial; y para la diferencia entre el arancel referencial y el real exigirles a las instituciones públicas y privadas que pusieran dicho monto a través de un crédito.
No era bueno, pues nosotros queríamos gratuidad.
¿Y qué hizo el Gobierno? Como no le aprobamos el Presupuesto, retira la propuesta, y termina jodiéndose a la educación chilena y a los jóvenes, para castigar porque nosotros, como Oposición, no le dimos el visto bueno a su Presupuesto.
Entonces, ese es el verdadero drama: la insensibilidad y la falta de criterio de este Gobierno en materia de educación.
Señor Presidente , de educación se ha hablado harto. Y vamos a ver cómo enmendamos aquello.
Sin embargo, este presupuesto refleja también una dimensión poco hablada de la Derecha chilena cuando le ha tocado gobernar: cultura.
¿Cuánto se ha avanzado en cultura en Chile? Bastante. Tenemos una institucionalidad cultural nueva; un Ministerio nuevo; "Matucana 100", "Balmaceda 1215"; un FONDART que pasó de la talla de que estaban mal asignados a un presupuesto gigantesco; presupuestos regionales en cultura a través de los fondos nacionales de desarrollo regional. No obstante, el Gobierno, tanto el año pasado como este, sistemáticamente ha reducido los fondos para cultura. ¡Todos! A "Balmaceda 1215" se los rebajó a la mitad el año pasado, y hoy día tiene cero incremento; a "Matucana 100", que nació al amparo del Ministerio Consejo Nacional de la Cultura, se le disminuyó el presupuesto a la mitad, y no se le aumenta nada.
Y además, Senador Kuschel , para que lo escuche bien, porque me está interrumpiendo, respecto del Consejo Nacional de Televisión, el Ministro Chadwick , vocero de Gobierno, no fue capi de explicar en la Comisión Especial Mixta de Presupuestos por qué los fondos de medios audiovisuales se reducían de 4 mil 600 a 2 mil 300 millones de pesos. Él dijo textualmente: "Voy a tratar de elaborar una respuesta". ¡O sea, no tenía idea el Ministro por qué su Gobierno le rebajaba el presupuesto!
Y cuando hablamos del Consejo Nacional de Televisión, me estoy refiriendo a un Consejo que ha financiado programas que ayudan a educar a los chilenos: "31 minutos", "Los 80" y "Los Archivos del Cardenal", entre otros cientos de programas que han sido beneficiados.
Entonces, la pregunta es por qué se le rebaja el presupuesto; por qué se rebaja en cultura. Porque, al final del día, la cultura es lo que ayuda también a generar conciencia y desarrollar las diferencias. Y la Derecha chilena hasta ahora no ha sido capaz. Hay excepciones que han ayudado a mejorar el presupuesto. Pero en lo grueso este Gobierno en dos presupuestos seguidos ha reducido los presupuestos para cultura.
Y la cultura no es una cuestión para las elites. La cultura estuvo el domingo en el Parque O'Higgins, con más de 100 mil personas cantando en el "Día de la Música", mientras este Gobierno reduce las horas de música y un Ministro de Educación tartamudea en "Tolerancia Cero" para explicar por qué, que sí, que no, que no me di cuenta, que me entendieron mal.
¡Falso! Al final, se le tiene susto y se desprecia la cultura que no sea de la elite, la de las grandes obras de teatro, la del billete, como me indica muy bien el Senador Larraín, que de plata sabe. Me refiero al Senador Carlos Larraín , no a don Hernán , cuestión que aclaro inmediatamente.
¡ Senador Carlos Larraín , me puede interrumpir todo lo que quiera, porque más le voy a responder...!
Señor Presidente , el punto está hecho. Acá, la Derecha no cree en la cultura de la sociedad chilena, y lo demostró en dos oportunidades fallidas: tenía un presupuesto que aprobar, y redujo los recursos. Punto.
He dicho.
El señor GIRARDI (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Quintana.
El señor QUINTANA.-
Señor Presidente , esta es, sin duda, la hora del balance; del control de daños, como le podrán llamar algunos; de la felicidad para otros.
Por esa razón, estimo indispensable realizar este debate. Porque ni la energía, ni el espíritu, ni el agotamiento que hubo el viernes por la tarde están relacionados con lo de hoy día. Creo que hoy todos tenemos la cabeza más fría, y podemos poner en perspectiva las cosas, lo que se logró o no.
Yo me pregunté todo el fin de semana cómo podríamos haber llegado a un acuerdo en esta materia, cuando tenemos dos visiones completamente distintas.
Tal como lo señaló recién el Senador Lagos, aquí hubo una Derecha implacable, a la que yo quisiera felicitar, ya que es lo que ellos representan. Porque ha quedado claro que en la educación privada se funda la ideología de la Derecha en Chile.
Pienso que ella es capaz de entregar cualquier cosa, el binominal probablemente, reformas políticas si se ve muy acorralada. Pero en lo que no va a aflojar nunca es lo relativo a la educación. Y debemos tener conciencia, como país, sobre lo que estamos enfrentando.
Creo que a ratos nos hacía falta esa reflexión al interior de nuestras propias filas. Porque había gente que pensaba que unos pesitos más o unos pesitos menos podían allanar un camino de comunión, de comunidad.
Yo siento que estamos hablando de dos mundos completamente distintos. Considero que lo sano es sincerar este debate, señor Presidente . No es que las diferencias ideológicas se puedan reservar solo para los cambios legislativos o institucionales que algunos parlamentarios han planteado aquí, y que podrán venir.
De hecho, en la Comisión de Educación estamos poniendo ya en carpeta la llamada "agenda pos Presupuesto", que incluye proyectos del ámbito universitario. Parte mañana con una iniciativa del Honorable señor Gómez , por ejemplo, que busca un nuevo trato para los planteles del Estado; hay también un proyecto de la Senadora señora Pérez que apunta a la transparencia total en el sistema universitario; otro sobre la Superintendencia de Educación Superior; el relativo al lucro, que se precisa aprobar primero en la Sala y donde el país podrá ver cómo se pronuncia cada Senador respecto al tema.
La iniciativa referente al lucro no persigue otra cosa que pedirles a los señores que hoy poseen colegios en todo Chile que rindan cuenta. Y no es la "transparencia" a la cual aludían el Ministro Bulnes y el titular de Hacienda durante su discusión, porque aquí nos van a entregar balances, estados financieros, movimiento de ingresos y egresos, pero seguirán construyendo sus sueldos a su antojo.
Por lo tanto, en el recuento que ahora hacemos uno se pregunta quién ganó y quién perdió. Y resulta evidente que quien perdió fue el Estado, pues en la Ley de Presupuestos queda completamente desdibujado.
Una de las razones por las que a juicio de los negociadores esto no prosperó fue el hecho de no haber alcanzado una gratuidad real.
Sin embargo, ese no es el único motivo. Yo creo que fueron varios los factores. Pero, principalmente, porque el Gobierno no estuvo dispuesto a moverse de su esquema extremadamente rígido.
Si uno mira los aportes institucionales, se percata que los basales quedaron para todas las universidades del CRUCH. O sea, este es un Estado que no hace ninguna diferencia con las universidades de su propiedad.
El Aporte Fiscal Directo también se entregó a todas las universidades del CRUCH.
En el AFI no se recogió lo vinculado al ranking.
Entonces, si pasamos revista a nivel institucional, las universidades del Estado quedaron desdibujadas. Incluso, hay quienes plantean que este es el segundo golpe más fuerte que se les ha propinado después de la ley de 1981. Y quiero decirles que comparto esa opinión, más allá de que haya algunos pesitos para algunas cosas: para investigación, por ejemplo. Más allá de que haya fondos regionales por 10 millones de dólares.
Ahora vámonos a las ayudas estudiantiles para ver quién ganó y quién perdió.
Las becas "Bicentenario", dirigidas a los estudiantes que han estado movilizados durante siete meses -y se supone que era "un movimiento noble, hermoso, grande", como dijo el Presidente en Naciones Unidas-, crecieron 6,5 por ciento. ¿Cuánto aumentó la beca " Juan Gómez Millas " para las universidades privadas? ¡373 por ciento!
¿Cuánto crecen las becas "Nuevo Milenio" para estudiantes de institutos profesionales? En una cantidad superior al 200 por ciento.
Efectivamente vamos a pasar al doble de becas, como manifestó el Ministro Bulnes . Pero el 60 por ciento de ellas van a las universidades privadas. Algunos, por cierto, que han mantenido un solo discurso -"calidad, libertad de enseñanza"- de manera muy majadera dicen: "Si los estudiantes pobres también están en las universidades privadas". No obstante, quiero decirles que el primer y segundo quintiles se hallan representados allí en un 4 por ciento. Entonces, ello no es efectivo. Es un mito que algunos han repetido de modo permanente y, bueno, algo va quedando.
Aquí la equidad no aparece por ningún lado.
Por eso insistimos con mucha fuerza en que había que bajar el puntaje de 550 puntos, ¡pero no para entrar a la universidad! Porque hay gente que, a veces, las pesca por encimita: "¡Quieren bajar el puntaje para que ingrese cualquiera!". No, si estos cabros ya están en la educación superior. Lo que se pretendía era bajar el puntaje para que los jóvenes con mérito académico de ingreso a sus respectivas carreras pudieran acceder a becas. Porque van a compartir con otros que sí disponen del beneficio, y ellos, en un número muy importante, quedan fuera.
De ahí que el presente proyecto de Presupuestos no se haga cargo de los sectores que hoy, por primera vez, comienzan a acceder a las universidades. Nos llenamos la boca diciendo que siete de cada diez chilenos son primera generación en la educación superior. Y luego hacemos pagar a su familia el costo de esa movilidad social que están alcanzando.
Entonces, por donde lo miremos, el proyecto de Presupuestos significa un retroceso.
El desarrollo institucional para las universidades era 80-20. Ahora quedó en 70-30 (querían dar 60-40) y algunos se alegran. Si en el fondo nos querían arrasar.
Y en el Senado, por mucho que la Oposición tenga una mayoría limitada de dos votos, no nos quedaba otro camino -como ha señalado el Senador señor Lagos- que permitir que el Gobierno asumiera su responsabilidad de sacar adelante este proyecto de Presupuestos. De lo contrario, corríamos el riesgo de que se perdieran los beneficios alcanzados.
Pero seamos claros: aquí se consagra el mismo modelo que se impuso el año 1981.
Si en lo que respecta a becas y hogares mapuches simplemente estábamos pidiendo información y se nos declararon inadmisibles las indicaciones. Y la Dirección de Presupuestos ni siquiera quiso comprometerse en algo, en un tema altamente sensible para las universidades del sur del país.
En definitiva, señor Presidente , siempre consideré muy difícil llegar a acuerdo. Pero era posible que se sacara el Presupuesto y, de hecho, salió.
Sin embargo, destaco que a raíz de la caída del Fondo de Educación -no encontró apoyo en ninguna de las dos Cámaras- y de que ahora deberá ser repuesto mediante una ley especial permanente podremos iniciar, junto con ello, la discusión de una reforma tributaria en serio, para que veamos de dónde vamos a obtener recursos permanentes para cubrir necesidades y demandas del mismo carácter.
Lo estimo un debate importante.
Por último, señor Presidente , uno podría reconocer tal vez que sí hay avances importantes con el Crédito con Aval del Estado aprobado en el presente Presupuesto y presentado por el actual Gobierno, que es muy distinto al anterior en términos de intereses, de la administración, de años para pagarlo...
El señor LARRAÍN.-
De contingencia.
El señor QUINTANA.-
...de contingencia.
Pero también contemos la película completa.
¿A quiénes beneficia el Crédito con Aval del Estado? En su inmensa mayoría, en 90 por ciento, a las universidades privadas.
Entonces, raya para la suma, los únicos que pueden estar felices y descorchando champaña en este momento no son ni siquiera los estudiantes que van a esas universidades -muchas de las cuales ostentan una dudosa acreditación-, sino sus rectores, porque por la vía de la modalidad del subsidio a la demanda, del boucher consagrado en este Presupuesto, sus planteles van a recibir este mayor incremento de recursos.
El señor GIRARDI (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Coloma
El señor COLOMA.-
Señor Presidente , el debate sobre la materia que nos ocupa, por lo menos desde mi perspectiva, lo había imaginado de otra forma: como una buena valoración de la capacidad del Parlamento -después, claro, de jornadas traumáticas- para llegar a acuerdos más que relevantes. Pero noto aquí -y voy a hacer una reflexión personal- cierta aversión en algunos parlamentarios de la Concertación a que se instale la opción de que se diga que se ha llegado a acuerdo.
Hay cierta aversión a la palabra "acuerdo".
Y no me deja de sorprender, porque el enfoque original con que se planteó el Presupuesto hace ya algunos meses era el ánimo de llegar a acuerdo. Y algo no calza entre el deseo primigenio y lo que se va esbozando a medida que va terminando la discusión.
Reconozco que algo intuí en días pasados al leer lo que señalaba el Senador señor Zaldívar -comparto su criterio y me dejó reflexionando-: "faltaron seis horas para que hubiéramos podido llegar a un acuerdo". Ello demuestra una voluntad en el sentido de que había espacios avanzados y otros por avanzar, pero que pudo haber faltado tiempo.
Y al día siguiente, el Senador señor Escalona dijo "que no había ninguna opción de haber llegado a acuerdo".
El señor LAGOS.-
No fue el único.
El señor COLOMA.-
¡Otros se han ido sumando a esa misma visión con posterioridad...! Y está bien.
El señor LAGOS.-
Manifesté lo mismo.
El señor COLOMA.-
Es una reflexión personal, Senador Lagos. Y yo no puedo incluirlo en mis reflexiones personales, necesariamente. Vi lo que había leído.
Entonces, creo que este es un tema muy de fondo. Porque pareciera que para algunos la clave es deslindar responsabilidades. Y otros insinúan que esperemos marzo. Es como la propaganda de un banco -me parece que del BancoEstado-: se nos viene marzo, y hay que tratar de hacer unos Pilatos medio modernos para decir "Yo no tengo nada que ver con eso".
No me parece que ello sea reflejo de lo que hemos visto durante estos días, señor Presidente.
Una segunda reflexión -voy a la cuestión particular- gira en torno a la existencia aquí de varios constitucionalistas teóricos nacientes que nunca hicieron nada por cambiar el modelo constitucional.
Yo les quiero recordar a algunos que llevan 20 años en el Congreso Nacional que siempre el Presupuesto se ha tramitado en la misma forma. Y nunca he visto que los Senadores que ahora plantearon con tanta pasión el punto hayan expuesto iniciativa alguna destinada a cambiar el sistema existente para analizar el proyecto de Ley de Presupuestos. Pero cuando estaban en el Gobierno eran muy exigentes para hablar -y con razón- de la iniciativa exclusiva a los efectos de la generación de un orden en las finanzas de nuestro país.
Serían coherentes si en su momento, cuando eran Gobierno, hubieran hecho un planteamiento sobre el particular; pero a nadie se le ocurrió. Y ahora, cuando se hallan en la Oposición, son prolíficos en todo tipo de ideas para modificar el sistema.
Señor Presidente , a diferencia de varios de los Senadores que me precedieron, creo que este es un Presupuesto del cual uno, con legítimo derecho, puede sentirse orgulloso, aunque tal vez no con la plenitud que a cada cual le gustaría. Pero quién puede sentirse cien por ciento orgulloso en materias como esta. En todo caso, se trata claramente de un Presupuesto expansivo en un mundo cada vez más restrictivo.
No sé en qué otro país se está discutiendo un Presupuesto con el grado de crecimiento del nuestro.
Al igual que Sus Señorías, he podido leer informaciones en el sentido de que los Presupuestos de otras naciones son exactamente al revés.
Eso pone de manifiesto la importancia del crecimiento. O sea, hoy podemos tener un Presupuesto mejor que los anteriores y más grande (no usaré ningún otro calificativo) porque Chile creció y está creciendo. Pero para esto hay que tener bases, las que deben cuidarse. Si no, estaríamos hablando de un Presupuesto restrictivo y reduciendo las Partidas. Sin embargo, aquí no se han reducido: se ampliaron, generosamente algunas, en forma menos ostensible otras.
Así que, claramente, ha habido sobre la materia un crecimiento del que uno puede sentirse orgulloso.
El crecimiento, entonces, es la esencia de lo que puede ser el Presupuesto.
Ahora, es importante que un gobierno sea moderado.
Por cierto, algunos podrán decir: "Pucha. Si hay campaña municipal el próximo año. Y después vienen las presidenciales".
Claro: un gobierno puede tirar la casa por la ventana; alguien puede enfrentarse a esta tentación. Sin embargo, el sentido común, el sentido de país, en fin, ayudan a tomar decisiones más sabias, como la asumida en esta oportunidad.
Si recogiéramos todas las propuestas hechas por algunos de los Senadores que intervinieron precedentemente, tendríamos una cosa del todo inabordable.
Entonces, me gustaría que consideráramos el sentido de país para ver cómo se podría enfrentar una situación que al final no tendría ninguna orilla. Porque para sugerir cosas sin sentido económico siempre va a haber personas dispuestas.
Adicionalmente, quiero hacerme cargo de dos aspectos en particular: el acceso a la educación y el financiamiento.
Además de muchos otros incentivos correctos que se han colocado en este presupuesto, creo que hay una diferencia entre el antes y el después.
Espero que el próximo presupuesto sea más potente en todo lo concerniente a educaciones preescolar y escolar.
Por cierto, las guaguas y los niños no marchan. Lo vi en titulares de algunos medios de comunicación. Y, sin duda, es correcto.
En las materias referidas hay mucho que hacer sin necesidad de que medien movilizaciones, las cuales normalmente parten de muy buena forma pero no terminan siempre de la misma manera.
Es una cuestión pendiente para el Gobierno y el Parlamento. Para enfrentarla se requiere madurez. Y espero que en los próximos presupuestos así suceda.
Empero, nadie podrá negar que en materia de financiamiento hay una diferencia sustancial.
En este mismo Senado, hace 4 años -algunos, pues, están liberados desde este punto de vista- tuvimos una discusión seria acerca del financiamiento de las universidades. Y la Concertación planteó aquí la necesidad de que hubiera dos tipos de crédito: uno al 2 por ciento con contingencia y otro al 6 por ciento anual. Nosotros, desde estas bancadas, les decíamos que eso era un absurdo, pues implicaba condenar a sectores medios a la pobreza por endeudamiento. No obstante, al respecto, en las bancadas de enfrente hubo oídos sordos.
En cambio, hoy tenemos un mecanismo de financiamiento completamente distinto, mucho más al alcance de los sectores medios. Y existe un sistema de becas que nunca vi plantear en los Gobiernos de la Concertación.
Se habla ahora de tres quintiles, de un poquito más, en fin.
Pues bien (y seamos francos): si alguna de esas cuestiones hubiera sido planteada por parlamentarios de la Concertación o por alguno de los Ministros de la época -aquí veo a varios-, yo lo asumiría, reconociéndolo.
Empero, no hubo planteamiento alguno en el sentido de que había que aumentar o triplicar las becas como se ha hecho ahora.
El señor GÓMEZ .-
Lo planteamos.
El señor COLOMA.-
Sí, pero muy tímidamente, en forma clandestina. Y esto no es clandestino, sino público.
En definitiva, no existió planteamiento alguno sobre el particular; no se expusieron ideas en tal línea; no se financiaron los gastos pertinentes. Se hicieron otras cosas.
Entonces, no me parece justo que si en su momento uno no tuvo visión a ese respecto después pueda reclamar crédito por algo que no hizo, como si fuera deudor de lo que se le ocurrió en cierto instante.
Aquí se requieren coherencia, consistencia. Y nadie (que yo sepa) lo planteó públicamente.
Por tanto, no puede sostenerse que hubo rechazo con los votos de la Oposición de aquel entonces. Porque al menos yo no he desechado nunca un mecanismo de financiamiento de la educación superior o un sistema de acceso a la educación en general.
Señor Presidente, en lo personal, prefiero cometer el pecado de estar entre los optimistas. En este sentido, opino que la Comisión Mixta hizo un buen trabajo. Porque no era fácil resolver muchos de los problemas existentes. Y no me cabe duda de que el Ministro de Hacienda y la Directora de Presupuestos contribuyeron con lo suyo, lo que es muy valioso.
Desde esa perspectiva, considero significativo que se haya llegado a acuerdo en 8 puntos de difícil resolución.
Entonces, llamo a ser más optimista; a no tener el ánimo melancólico o tristón con que algunas veces reflexiona la Oposición; a creer en Chile; a confiar en la posibilidad de lograr acuerdos -no es pecado arribar a ellos-, y a creer en la capacidad de salir adelante con la educación y con nuestro país.
El señor GIRARDI (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Bianchi.
El señor BIANCHI.-
Señor Presidente , ¡7 meses! y, desafortunadamente, no veo hoy quien pueda sentirse orgulloso de lo que se avanzó o no en materia de educación.
Excúseme, Su Señoría, pero no solo quiero la autocrítica que estoy haciendo: también deseo pedirle al país perdón por no haber tenido capacidad para contribuir de mejor manera a encontrar solución definitiva al problema que esta tarde nos convoca de nuevo.
Escuché discursos en que se trataba de buscar justificación a la votación en un sentido u otro.
Señor Presidente , en esta Sala hubo dos votos, el del Senador Cantero y el de quien habla, para decir "no" al proyecto que llegaba a nuestra Corporación. Y era la señal precisa para intentar, a como diera lugar, la consecución de acuerdos. Pero acuerdos concretos, acuerdos que nos permitieran de una buena vez destrabar la compleja situación registrada y salir de ella.
Así como algunos desean que ella se vuelva a repetir en marzo, otros queremos que se revierta absolutamente para hallar la vía que permita solucionar el problema que aqueja a miles de familias y de jóvenes en Chile.
Esta cuestión es extremadamente seria, señor Presidente.
En política, el mundo a veces se aprecia al revés: uno ve cómo flotan las piedras y se hunden los corchos cuando se pronuncian discursos en un sentido y se vota en otro.
Aquí tiene que premiarse la consecuencia. Hay que ser consecuentes hasta el final.
En ese aspecto, con el Senador Cantero hemos intentado a como dé lugar lograr acuerdos, consensos, soluciones.
Pero somos solo dos los Senadores independientes.
En el país hay dos grandes fuerzas políticas: la Alianza y la Concertación.
Y lo expuse la semana pasada. Porque hoy volvemos a repetir el mismo discurso: "bla, bla, bla"; "parole, parole, parole". Palabras y más palabras. Y seguimos sin encontrar la solución.
Por eso, en lo personal -excúseme, señor Presidente -, esta situación ya me tiene más arriba de lo deseable. Me sobrepasa absolutamente. Porque hoy el país entero ha visto que nosotros -quienes nos dedicamos a la política, el Gobierno, los propios jóvenes que marcharon: todo el país- no fuimos capaces de hallar una solución definitiva al gran problema de fondo que convocó por siete meses a un país completo.
Se observan avances (porque uno tampoco puede dejar de ver una situación que es real). ¿Pero es lo que estábamos buscando? ¿Es lo que el país nos pedía? ¿Es lo que nuestros estudiantes nos exigían? ¡No! Y pueden decir el discurso que quieran. Pero, obviamente, no constituye la solución del problema de fondo.
Como expresé, esta situación me sobrepasa por completo.
Algunos sostuvieron que gracias a su voto se obtuvieron presupuestos para las universidades regionales.
¡Si eso ya estaba logrado, señor Presidente!
Por eso, tratar de buscar en el discurso la justificación al voto me parece del todo improcedente.
Asimismo, considero terrible que se trate de buscar una excusa por no haber votado.
¡Discúlpenme!
Estos son temas tan relevantes, que uno está o no está. ¡Punto!
¡Se vota a favor o se vota en contra!
Al respecto no puede haber un doble estándar, un doble discurso.
¡Se está o no se está por una educación pública de mejor calidad!
Pero aquello de que uno vota de una manera o no vota; de que está o no está, ya no lo quiero entender; no necesito entenderlo: me supera.
Por eso en su momento dijimos que la situación no resistía más. Y con el Senador Cantero quisimos asumir una responsabilidad.
Se lo manifestamos a la CONFECH, a los jóvenes, en las pocas oportunidades que tuvimos de dialogar con ellos. Algunos conversaban más con determinado sector político del país. Luego lo hacían con otro. Y probablemente les faltó abrirse un poco más para consensuar acuerdos mucho más generales.
Nosotros jamás nos negamos a hacer cuanto esfuerzo fuera necesario para encontrar una solución.
Pero, sinceramente -insisto-, esto no resiste más.
Señor Presidente , recién conversábamos con el Senador Cantero acerca de la votación de hoy. El pronunciamiento será "sí", en general. Y nosotros seguiremos actuando en consecuencia: nos vamos a abstener, porque, frente a esta materia, no asumiremos algo que no nos corresponde.
Pero, sí, una vez más quiero pedirles a los dos principales bloques políticos del país, los cuales deben asumir una responsabilidad, que de una buena vez se pongan de acuerdo para a lo menos darle una señal más clara a la ciudadanía a fin de que pueda entender qué estamos persiguiendo.
En definitiva, señor Presidente , se debe tratar de dar un salto importante. No podemos hacer políticas públicas de educación sin un presupuesto permanente. Lo contrario no resiste análisis. Tiene que haber un presupuesto constante, un presupuesto que no salga todos los años según la voluntad del Gobierno a través del Tesoro Público. Debe existir un presupuesto permanente para enfrentar una política pública permanente. Eso es de lógica simple.
Por lo tanto, hoy vamos a abstenernos, dejando en claro que tenemos la voluntad mayor para buscar consensos. Y les exigimos a los grandes bloques políticos, Alianza y Concertación, que permitan llegar a un acuerdo inteligente, que le posibiliten a la gente entender que en definitiva la clase política estará en estos grandes temas. De lo contrario, la situación futura será bastante más compleja que lo que algunos piensan.
He dicho.
El señor GIRARDI (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Sabag.
El señor SABAG.-
Señor Presidente , deseo hacer mención del entendimiento que se logró para despachar en la última instancia el proyecto de Ley de Presupuestos para 2012.
Han pasado 22 años desde que recuperamos la democracia, y nunca habíamos llegado al extremo de estar discutiendo el Presupuesto en el último día y a horas del vencimiento del plazo.
Se hablaba mucho de que era factible que no alcanzáramos acuerdo, no se despachara el proyecto y rigiera el presentado por el Presidente de la República.
Sin embargo, como Parlamento, estamos cumpliendo nuestro deber. Y son limitadas las facultades de que estamos dotados: aprobar, rebajar o rechazar.
Nosotros estamos informados de lo que pasa en nuestro país, y en muchas oportunidades no podemos rechazar. La gente de las tribunas nos dice: "Rechacen", "Rechacen", "Rechacen". ¡Cuántas veces lo han solicitado en materia de reajuste! No obstante, somos conscientes de que el rechazo en la última instancia significa que no haya reajuste el año siguiente.
Sabemos cuáles son nuestras facultades, y las aplicamos en la mejor forma posible, pensando en el interés de nuestro país.
Por eso valoro que hayamos llegado a un entendimiento, a un acuerdo que permite el despacho del Presupuesto. Porque no sería justo que en democracia rigiera el enviado por el Presidente de la República.
Se han hecho grandes esfuerzos aquí (en las Subcomisiones, en la Comisión Especial Mixta, en las Salas de la Cámara de Diputados y del Senado), durante largas jornadas laborales. Pero hemos cumplido nuestro deber.
En tal sentido, quiero sumarme a los reconocimientos al personal tanto del Senado como de la Cámara de Diputados. Y los hago extensivos a los funcionarios del Ministerio de Hacienda. Por cierto, también al Ministro, al Subsecretario y a la Directora de Presupuestos, quienes, dentro de sus posibilidades, llegaron a entendimientos y acuerdos con todos nosotros.
Evidentemente, a algunos nos habría gustado obtener más. Pero no siempre todos pueden conseguir aquello a lo que aspiran mediante el diálogo y la búsqueda de acuerdos.
Nosotros fuimos Gobierno durante veinte años, y nunca se llegó al extremo de que el proyecto de Ley de Presupuestos se aprobara en el último minuto del plazo fatal. Generalmente se despachaba diez o quince días antes.
Procurábamos acuerdos y entendimiento. Sacamos adelante grandes leyes en beneficio de nuestro país (reformas constitucionales, previsionales, tributarias), y siempre con consensos. No se ajustaban totalmente a nuestro ideal, pero era lo que podíamos conseguir. Y tal es el sentido de la búsqueda de acuerdos y entendimientos.
Ahora nos habría gustado avanzar más en la solución del problema educacional en su conjunto. Porque, evidentemente, nos preocupa la situación que viven los jóvenes universitarios y sus familias: hoy se les hace imposible solventar el gasto o terminan excesivamente endeudados. Estamos preocupados por que ellos puedan concluir su educación, porque eso constituye un orgullo para el país. Chile crece mientras más profesionales haya y mientras más preparada esté su gente.
Pero también nos preocupan los niños que no van a jardín infantil, ni a prekínder, ni a kínder. Porque el dinero que se invierte en ese segmento renta ocho veces más que cualquier otra inversión en educación.
Por eso, estamos interesados en que los niveles preescolar y escolar también reciban el apoyo correspondiente y necesario, y en que vaya mejorando la calidad de los maestros en todos los sectores a los cuales se destinan los grandes recursos del Ministerio.
Me alegra que el financiamiento definitivo de la educación vaya a contemplarse en una ley especial, porque no se trata de fondos solo por un año.
Es posible que el Gobierno cuente con lo requerido para el año en curso y el siguiente, ya que los ingresos provenientes del cobre han sido buenos, pero el precio del metal rojo ya está bajando. Esperamos que eso sea provisorio. ¿Qué ocurrirá mañana si no disponemos de ellos? ¿Entraremos en endeudamientos?
Junto con la ley permanente que resolverá ese aspecto efectuemos una reforma tributaria que permita lograr tranquilidad respecto a recursos para muchas generaciones de jóvenes estudiantes.
Nosotros hicimos una gran reforma previsional que, en régimen, va a significar aproximadamente 2 mil 600 millones de dólares anuales. Pero se halla financiada. Tenemos más de 5 mil millones de dólares depositados en el extranjero para llevar a cabo esa obra del Gobierno de la Presidenta Bachelet .
¡Eso es lo que queremos también para educación, que demanda un gasto permanente! Y, ¡por Dios!, qué desembolso más dulce y rentable es invertir en educación.
Estaremos muy atentos con miras a que se acoja el proyecto que enviará el Ejecutivo y a que una reforma tributaria permita obtener los recursos que se necesitan.
La política es el arte de lo posible, señor Presidente . Lo posible es lo que hoy día estamos aprobando para despachar, dentro de plazo, el proyecto de Ley de Presupuestos. Este es el último trámite. Y espero que, en algunos minutos más, todos mis colegas lo voten a favor para que se convierta pronto en ley de la República.
El señor GIRARDI (Presidente).-
Tiene la palabra la Honorable señora Rincón.
La señora RINCÓN.-
Señor Presidente , estimados señores Senadores, a menos de un día del vencimiento del plazo constitucional para despachar el Presupuesto de la Nación, nos encontramos, frente a uno de los últimos trámites, en un ambiente político y social muy particular.
Ciertamente, se generaron expectativas que no correspondían. Y fueron quizás producto de anuncios grandilocuentes, como lo expresó un Honorable colega y lo dio a conocer la prensa.
Desde hace más de seis meses, miles de estudiantes universitarios y secundarios han protestado en todo el país y se han tomado colegios y universidades. Han manifestado que no les gusta el modelo de desarrollo existente, que se sienten excluidos y que no quieren vivir con las mismas desigualdades que sus padres. Han hecho presente que entienden que la educación es clave para mirar el futuro con esperanza, pero que hoy se halla mercantilizada; que es un bien de consumo, de acuerdo con lo que dice el Gobierno; que es excluyente, y que la educación pública está viviendo una crisis de la que hemos sido partes, por desgracia, la Concertación y, evidentemente, la coalición de Gobierno.
Y, en toda la discusión, la educación de inicio o preescolar y la técnica han sido las grandes marginadas, entre todos los perdedores.
Digo que hemos sido cómplices porque, tal como lo expresó hace unos días mi Honorable colega Escalona , en nuestros Gobiernos subvaloramos la situación y no comprendimos lo profundo de la crisis en el sistema educacional. Nos preocupamos de aumentar la cobertura en todos los niveles, pero, al mismo tiempo, no comprendimos que la gente nos estaba pidiendo avanzar en la calidad y el fortalecimiento de la educación pública en todos ellos.
Hoy, a más de seis meses de comenzado el conflicto, volvemos a encontrarnos de frente con el mismo problema, ya no en el debate sobre la educación, propiamente tal, sino con motivo del proyecto de Ley de Presupuestos. Me parece que el análisis es claro: el Gobierno no ha podido proporcionar una solución y su incapacidad ha llegado a tal punto que el conflicto educacional nos cruza con la discusión del Presupuesto. Y si no lo solucionamos volverá a hacerlo en todas las que vengan.
Frente a lo anterior, es justo preguntarse si lo que hoy solicitan los estudiantes es más plata para becas. ¿Alguno de los presentes sigue creyendo que la dificultad radica en 130 millones de dólares más para lograr un "acuerdo"?
A mi juicio, las respuestas son claras, señor Presidente . Y lo son tanto que, percibiéndolas, muchas veces preferimos seguir mirando el techo y no hacernos cargo de la dificultad que hoy enfrentamos y cuya solución nos están demandando nuestros jóvenes y sus familias.
Por eso, fui crítica de un "acuerdo" con el Gobierno, ya que estoy convencida de que la pugna no es por platas más o platas menos. El país nos pide cambios profundos, estructurales, en un sistema de educación desigual, inequitativo, poco solidario y que acrecienta las diferencias, en vez de disminuirlas.
En el fondo, el Presupuesto no responde a ninguno de los reparos que plantean los estudiantes, sus familias y la comunidad. Tal como lo hemos dicho desde que ingresó a tramitación, no resolverá ninguno de ellos.
Siempre le expresamos al Gobierno que había que buscar acuerdos macros, en función de los problemas de la gente. Nunca recibimos una respuesta.
Acabamos de informarnos por la prensa que el Ejecutivo mandó un proyecto de ley sobre desmunicipalización. Quiero recordar que en estos seis meses se han enviado unas cinco iniciativas legales que abordan de manera específica algunas de las cuestiones demandadas por los estudiantes. Ninguna de ellas -escúchelo, señor Presidente - ha tenido un trámite legislativo. Todas duermen el sueño de los justos en distintas Comisiones del Congreso, con urgencias renovadas, pero sin un liderazgo capaz de conducir la discusión y buscar puntos de acuerdo y consenso.
Estoy segura de que sucederá lo mismo con el proyecto mencionado -ojalá me equivoque-, y seguiremos esperando respuestas del Gobierno que nunca llegan, para mantener el statu quo en el sistema educacional.
En 1981 se hicieron reformas sustantivas -sin Congreso, por cierto- en educación, trabajo y salud. El que ahora nos ocupa es uno de los sistemas que heredamos y que no resolvimos, sino que acrecentamos.
Con la aprobación de un presupuesto exiguo en materia educacional, lo que haremos, más que dejar satisfecha a la gente, será chutear el asunto para marzo, no la patente del vehículo, como lo ha planteado la Senadora señora Alvear en una campaña que, por cierto, respaldamos. El conflicto, entonces, va a reventarnos nuevamente en la cara.
Que no les quepa duda al Gobierno y a la clase política, en general, de que los estudiantes seguirán demandando soluciones. Ello, el año en curso, el que viene y, así como vamos, el subsiguiente.
Todos los presentes y el Presidente de la República hemos señalado que la causa de los estudiantes es justa y noble. Han sido capaces de convocar a un país entero. Una nueva generación de chilenos: la que se formó en democracia, la que formamos nosotros mismos -nuestros hijos y, en el caso de algunos, nuestros nietos-, nos está pidiendo responsabilidad, mirar más allá de lo que pueden hacerlo nuestros ojos, abrir nuestro corazón y entender que son miles los que no quieren vivir la cruda realidad de sus padres, con trabajo de sol a sol, sin derechos sociales mínimos garantizados y, lo más triste, con el endeudamiento de generaciones enteras para otorgar a sus hijos algo que debería ser un derecho mínimo asegurado por el Estado, como es el acceso a una educación pública y de calidad. Nada más, pero tampoco nada menos.
Pienso de verdad que los estudiantes y sus familias están dispuestos a dar la pelea por mucho tiempo más.
Solo me queda agregar, como dijo Violeta Parra:
"¡Que vivan los estudiantes,
"jardín de las alegrías!
"Son aves que no se asustan
"de animal ni policía,
"y no les asustan las balas
"ni el ladrar de la jauría".
Señor Presidente, no hemos aprovechado una oportunidad histórica, y espero que no la perdamos en la discusión de fondo que viene por delante.
El señor GIRARDI (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Navarro.
El señor NAVARRO.-
Señor Presidente , el debate sobre la iniciativa podría graficarse, básicamente, expresando: "Terminamos en una Comisión Especial Mixta, con un final infeliz". No es un cuento de hadas que concluya con la frase "Se casaron y vivieron felices para siempre".
Este no ha sido un proyecto de Ley de Presupuestos, porque el Gobierno ha pretendido instrumentalizarlo para establecer un afianzamiento institucional con relación a inequidades y una estructura ideológica que la inmensa mayoría de los chilenos ha rechazado.
Y se ha pretendido hacer creer que se hace justicia repartiendo pobreza entre todas las universidades y no diferenciando respecto de las integrantes del Consejo de Rectores (CRUCh).
Es decir, se ha usado la demagogia de manera abusiva.
¿Hay más aportes basales para las universidades públicas, que es la gran demanda estudiantil? ¿Se resuelve la cuestión con 350 millones de dólares? ¿Hubo un debate cierto del Gobierno en torno al aumento de los recursos?
Nos hallamos ante una victoria pírrica de este último, señor Presidente . Cuando se enfrentaron Tarento y Roma y el rey Pirro, después de lanzar a los elefantes contra los romanos, resultó vencedor, expresó: "Otra victoria y estamos perdidos".
Estimo que el Gobierno va a pagar los costos por el Presupuesto que nos ocupa. El año 2011 va a quedar marcado a sangre y fuego en la mente de millones de chilenos.
Porque pudo haberse lucido y haber llegado de verdad a un acuerdo. ¡Aquí no lo hay!
En el MAS, Partido que presido, manifestamos firmemente que no estábamos disponibles para tal efecto. Y entiendo que la Oposición tampoco.
¿Acuerdo sobre qué? ¿Sobre migajas que no alcanzan para hacer ni un solo pan?
Lamentablemente, aquí se ha legislado con una sonrisa hacia la ciudadanía, pero se les ha clavado un puñal en la espalda a los estudiantes. Mientras el Gobierno los define ante el mundo entero como "jóvenes alegres, solidarios, idealistas", aquí se le ha dicho que no a una movilización de meses de enorme sacrificio.
Y ello, a través de un método -llamo la atención de los señores Senadores- inédito. ¡Se ha instalado el cohecho en el Congreso! ¡El hombre del maletín, el Ministro Bulnes , fue a la Cámara de Diputados y compró votos! ¡Eso fue lo que hizo!
--(Manifestaciones en tribunas).
Lo que vamos a tener que hacer es ver con la Contraloría General de la República, con el Tribunal Constitucional, si es admisible que el Gobierno, con recursos públicos, beneficie de manera discriminatoria a un distrito con el fin de obtener votos.
El señor ROSSI .-
¡Así es!
El señor NAVARRO.-
¡Si la venta de votos es hoy día lo esencial para conseguirlos, estamos frente a un Gobierno que avala la comisión de un ilícito!
Los Diputados llamados "independientes" han resultado ser votantes con la Derecha
El señor LAGOS.-
¡Nunca hay independientes de Izquierda, además!
El señor NAVARRO.-
Y, claramente...
El señor LAGOS.-
¡Todos son de Derecha, siempre!
El señor NAVARRO.-
En efecto. Con algunas excepciones, pues reconozco al Senador señor Cantero su defensa de la educación pública y su pronunciamiento favorable al término del lucro. Ello, al igual que la Senadora señora Lily Pérez . Y entiendo que ese es un compromiso que se mantiene, más allá de estos debates.
Lo que se ha instalado con la compra de votos por el Ministro del maletín es un fenómeno muy riesgoso para la política, en general; para la independencia de los parlamentarios, y, en definitiva, para la transparencia y la credibilidad del sistema político.
El Gobierno ha inaugurado una práctica maliciosa.
Por lo demás, lo ha manifestado el propio Diputado señor Alinco : "Agarré para mi Región", "Conseguí recursos para mi Región".
El señor WALKER (don Patricio) .-
¡Ya los habíamos aprobado...!
El señor NAVARRO.-
En ese caso, al Diputado le pasaron "gato por liebre"...
Señor Presidente , la OCDE, en 2004 y, en forma más reciente, en 2010, dijo: "La educación, en Chile, está estructurada conscientemente en clases sociales".
El Banco Mundial emitió un pronunciamiento similar.
Y el Gobierno, con este Presupuesto, ha estructurado y afianzado ese modelo.
Se exige un puntaje de 550 puntos en la prueba de selección universitaria para optar a una beca. ¿El Ministro Bulnes no sabe que los estudiantes del primer, segundo y tercer quintil tienen un promedio de 478 puntos? ¿Cuántos jóvenes pobres van a poder hacerlo si registran menos de 500 puntos, al venir, ¡por cierto!, de liceos municipalizados?
Por lo tanto, ¡es una mentira que con 550 puntos se premiará la meritocracia! ¡No hay tal! Los jóvenes pobres se esfuerzan en malos liceos, donde no les imparten una educación de calidad. Entonces, no les pidan puntaje para poder acceder a beneficios que deberían obedecer a un criterio socioeconómico.
En ese sentido, señor Presidente , creo que traicionamos a la OCDE. Y vamos a seguir pagando los costos de ser el país donde la educación se encuentra más privatizada; donde el peso del 85 por ciento de su costo recae en la familia.
¡Hasta el Banco Mundial se asusta y advierte: "Eso es motivo de movilización social, de inestabilidad social"!
El Gobierno optó por la inestabilidad social.
Solo espero que la Oposición cumpla su rol en los dos años que quedan, porque parece que el único lenguaje que el Ejecutivo entiende es el de la fuerza. Y al lenguaje de la fuerza le ofrece el maletín. ¡Vamos a ver cuál de los dos se impone, en definitiva!
El Presupuesto para 2012 le ha dado al Gobierno un sello del cual difícilmente podrá desprenderse.
El Senador que habla presentó 225 indicaciones. En esta monarquía presidencial, donde el Primer Mandatario lo decide todo, el Congreso pesa menos que un paquete de cabritas, como ha quedado demostrado en el debate. Si votamos en contra, se aprueba lo que el Gobierno manda. ¡Y no puede formularse ninguna indicación que signifique un cambio administrativo o el gasto de un solo peso!
La verdad es que en la revolución antibalmacedista se extremaron las cosas, pero lo que se pedía en esta otra era que se ejerciese de verdad una mayor soberanía. Me parece que al menos hicimos el debate.
Y ha quedado en evidencia algo que la Oposición tendrá que valorar en los próximos dos años. ¿Cómo es posible entenderse con un Gobierno que se aferra a la monarquía y es incapaz de negociar; que ofrece más plata para aportes basales y luego la retira; que juega y muñequea con la voluntad y los sueños de millones de chilenos? Porque no fueron solo los estudiantes los que salieron a la calle, sino millones y millones de personas.
Señor Presidente , la educación municipal caerá en el mes de marzo bajo la línea psicológica del 30 por ciento. Muchos padres y apoderados van a retirar a sus hijos de esas escuelas.
El movimiento estudiantil sufrirá una doble derrota. Se pidió protección, nivelación.
Asimismo, se registrará una pérdida de matrícula en las universidades públicas.
Vale decir, los estudiantes veteranos, que lucharon, que salieron heridos, pagaron los costos por beneficios que recibirán ahora aquellos que nunca pararon en las universidades privadas. Digámoslo francamente.
Y, por cierto, uno podría afirmar que eso no es justo.
Las universidades públicas -repito- perderán matrícula, y algunas de ellas se van a encalillar más de lo que lo estaban durante 2011.
Por lo tanto, este Presupuesto tiene un final infeliz.
En efecto, arroja menos recursos que los esperados. Si bien se registra un aumento para la educación superior, los recursos se reparten entre más universidades.
Hay menos dinero para el Fondo del Consejo Nacional de Televisión.
Hay una tozudez del Gobierno, que se empeñó en contratar. Cabe recordar el planteamiento que los Senadores de las bancas de enfrente defendieron durante 20 años en relación con los funcionarios a contrata y a honorarios. Y ahora querían designarlos a dedo.
Espero que se haya avanzado y que algo se pueda controlar, para el efecto de que, cuando ingrese gente -como a ellos no les gustan los operadores-, sea mediante concurso público y la Alta Dirección Pública. Pero imperó la insistencia en la discrecionalidad para la incorporación a los servicios estatales.
Insisto en que este es un Presupuesto "de migajas", señor Presidente. Repito que no hubo acuerdo. Al final, fue impuesto por el Gobierno.
Y la "madre de todas las batallas" se dará con motivo del único plebiscito posible en la Constitución pinochetista: las elecciones presidencial y parlamentaria de 2013.
Además, ello será vinculante, porque a los Senadores señores Pérez Varela , Carlos Larraín y Kuschel , por ejemplo, la gente les preguntará: "¿Van a aprobar una reforma educacional si son reelegidos?" ¡Y van a tener que decir la verdad en sus Regiones y no tratar de pintar algo que no son!
Lo mismo se extiende a los candidatos presidenciales, cualesquiera que fueren, hombres o mujeres. Deberán presentar un Programa de Gobierno con cambios profundos y revolucionarios en educación y en muchos otros aspectos que la ciudadanía ha sido muy clara en señalar.
Solo espero que los jóvenes transformen su indignación en una acción positiva, porque el voto sirve, primero, para castigar, y la oportunidad cierta para sancionar a los que hoy día imponen este Presupuesto infeliz va a estar dada en 2013. Y ojalá tengamos mejor suerte, para poder efectuar realmente una revolución en materia educacional.
He dicho.
¡Nueva Constitución, ahora!
¡Patagonia sin represas!
El señor GIRARDI (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Letelier.
El señor LETELIER.-
Señor Presidente, la Ley de Presupuestos en proyecto es, en esencia, de continuidad. No introduce, globalmente, modificaciones fundamentales.
La forma como fue discutida este año refleja un estilo que muchos de nosotros no compartimos. En general, en los temas más sustantivos el Gobierno optó por la estrategia de conseguir un voto más y de tratar de aprobar Partidas, en lugar de abrir debate en puntos de interés o de lograr acuerdos por el bien del país.
Con relación al sueldo ético, que implicará una enorme cantidad de recursos, hemos encontrado una tremenda resistencia del Gobierno para establecer un diálogo.
En lo relativo a prevención y seguridad ciudadana, que son preocupaciones transfronterizas, transversales, tampoco hubo voluntad de dialogar.
En resumen, este es un Presupuesto de continuidad, que se debatió de una forma que, a mi juicio, hace pésimo a las instituciones democráticas. Es la opción que ha tomado el Ejecutivo de acuerdo a su facultad. Pero la discusión de este proyecto, para quienes participamos en los diversos debates, sin duda ha sido de aquellas donde hubo la menor interacción con el Gobierno y poca acogida de parte de este hacia materias que, en mi opinión y en la de muchos, son muy importantes.
El tema de educación fue el que -no quiero decir "contaminó"- cruzó el debate, porque el país tiene una tarea pendiente: cambiar el sistema educacional.
Nadie piensa que en el contexto de un proyecto de Ley de Presupuestos se podía impulsar una reforma a la educación. Nadie se hizo esa expectativa. En la Oposición, ninguno de nosotros consideró que fuera de interés abordar tal debate en esa instancia.
Se requieren al menos cuatro ejes para impulsar la transformación del sistema educacional: primero, una reforma constitucional; segundo, la desmunicipalización de la educación escolar, lo que implica una nueva institucionalidad, con un sistema de financiamiento diferente; tercero, el término del principio de autofinanciamiento en la enseñanza superior, y cuarto, el fin del lucro con fondos públicos.
Esos son los cuatro ejes en los cuales se sustenta el modelo educacional que se impuso en el país durante los ochenta y que hoy se encuentra en crisis.
Más allá de los juicios emitidos por el Senador Escalona y la Senadora Rincón, que comparto, hago presente que, en el marco del debate del proyecto de Ley de Presupuestos en materia de educación, habría sido posible que el Gobierno -si hubiera querido- plasmara su voluntad en la línea de sentar las bases para cambiar de rumbo.
No podía hacer eso con relación a la reforma constitucional. No, no podía.
Tampoco pretendía tocar lo relativo a la desmunicipalización de la educación escolar, porque esa materia se verá en la iniciativa que se presentará esta semana.
Resulta evidente que, en cuanto al lucro con recursos públicos, hay un muro que nos separa. Y esta diferencia no se da entre Alianza y Oposición, pues constituye un aspecto más transversal.
Algunos somos partidarios -y esto sí es objeto de un debate más amplio entre nosotros- de que no se debe lucrar con fondos públicos porque la educación es un bien público. Chile es el único país del mundo donde esto se permite a nivel escolar, de institutos profesionales, de CFT. Y por algo tenemos que legislar respecto de lo que pasa en las universidades. Porque en ese plano, si bien declarativamente no se debe, es evidente que hay prácticas que van en otra dirección.
Sin embargo, el tema del lucro tampoco se puede discutir en un proyecto de Ley de Presupuestos.
La única materia susceptible de debatir en esta iniciativa, y en la que el Gobierno debió dar una señal y expresar su voluntad para sentar las bases en una dirección correcta, era lo concerniente al autofinanciamiento.
A mi juicio, ello pasaba por dos ejes.
El primero: aportes basales para las universidades estatales, que son de todos los chilenos. Sin estos aportes es imposible quebrar el principio del autofinanciamiento que se impuso con mentalidad neoliberal en los años ochenta. Esa es la esencia para romper el modelo de autofinanciamiento impuesto por los sectores neoliberales, que en esa década abordaron, en siete modernizaciones, una reforma a la educación.
Un paréntesis.
No es casual, señor Presidente , que los ámbitos de crisis política y social que se observan en nuestro país se hallen en torno a las siete modernizaciones que se impulsaron durante la dictadura. ¡No es casual!
Las crisis en el mundo laboral obedecen a que el Código del Trabajo no refleja los consensos de la sociedad. El descontento por el sistema de previsión basado en las AFP se debe a que no hubo acuerdo en la institucionalidad que se impuso. Ocurre lo mismo respecto del principio de autofinanciamiento, y así sucesivamente.
Algunos consideramos muy valiosa la propuesta que hizo el Presidente de la República a los rectores cuando les dijo: "Van a haber aportes basales para las universidades estatales". Sin embargo, se echó para atrás; no cumplió su palabra. Y no lo hizo probablemente porque este es un tema ideológico demasiado profundo para la Derecha chilena o para una parte de ella.
Junto a eso, está lo relativo a las becas. Y en esto hay dos visiones.
Entendemos que lo que se busca es gratuidad para la clase media y los sectores de mayor esfuerzo, cosa que el país está en condiciones de dar hoy. El instrumento es la beca; el objetivo, la gratuidad. Pero el criterio es la pertenencia a una familia de clase media, de trabajo, y no el mérito ni el rendimiento académico de excelencia. ¿Por qué? Porque todos los estudios de pedagogía demuestran que las pruebas de selección no son un indicativo fiable de quién será un buen profesional.
Por eso, todos hemos incorporado en nuestro lenguaje el ranking. Muchos tenemos la convicción de que este es un mejor elemento para medir el futuro de un estudiante en su desarrollo personal que las pruebas de selección universitaria. ¡La PSU, como instrumento, está muerta! ¡No sirve!
Y lo peor -este es el segundo eje que el Ejecutivo no quiso asumir- es que, si se va a hacer una política para la clase media y los sectores de esfuerzo en esta etapa de la historia -algunos de nosotros queremos ir más allá: hacia la gratuidad-, resulta imprescindible cambiar el eje. Las becas deben dirigirse a los estudiantes provenientes de las familias más necesitadas y no a los que obtienen 550 puntos en la PSU.
En ambos puntos el Ejecutivo no fue capaz de dar el paso. No aprovechó una oportunidad histórica, a mi juicio.
El Senador Bianchi dijo que hay corresponsabilidad; que todos somos responsables; que no fuimos capaces. Yo no tengo problemas en asumir mi cuota de responsabilidad.
Pero en este ámbito se percibe una diferencia política e ideológica de fondo: unos somos partidarios de una reforma estructural y otros prefieren una política de continuidad.
El aumento de las becas va a ser bueno para muchas familias -¡qué duda cabe!-, pero es una profundización del modelo educativo que rige hoy. Significa no escuchar las demandas, ya no del movimiento estudiantil, sino de la sociedad, que clama por reformas profundas, estructurales en ciertas materias.
Ese es el carácter del actual Presupuesto: de continuidad.
El Ejecutivo por un momento se abrió a dialogar sobre el particular. Muchos tuvimos la expectativa de que daría el paso de entregar aportes basales a las universidades estatales.
Aquí hubo gente que se equivocó conceptualmente. Preciso que los aportes basales son lo mismo que un aporte fiscal directo. Y lamento que algunos dirigentes estudiantiles de las universidades del G-9 (y sé que esto me va a traer consecuencias) tampoco entendieron este punto.
El señor GIRARDI ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Senador señor Hernán Larraín.
El señor LARRAÍN .-
Señor Presidente , he estado oyendo con atención las distintas intervenciones que han hecho fundamentalmente Senadores de la Concertación o de la Oposición. Y, al parecer, la afirmación que trasunta el grueso de ellas es que este Presupuesto finalmente es un desastre o una mera continuidad, o que el Gobierno no se atrevió, por esta vía, a resolver problemas muy centrales, como el de la educación, entre otros.
A mi juicio, esos comentarios no son justos y no revelan toda la verdad de lo que ocurrió.
No son justos porque, como ha señalado un Senador -lo mencionó en esta Sala y también por la prensa-, estuvimos a 130 millones de dólares de alcanzar un punto de encuentro. Si hubiéramos llegado a ese acuerdo -dicho sea de paso, lamento que no se haya concretado-, no estaríamos en este debate. Entonces, ¿por 130 millones de dólares vamos a cambiar del blanco al negro, de lo bueno a lo malo?
Por eso digo que no me parecen justos tales comentarios.
Y tampoco revelan toda la verdad.
Quienes hemos leído la prensa y conversado en pasillos con muchos colegas de la Concertación sabemos que hay otras razones por las cuales no se llegó a acuerdo, que aquí no se dicen: diferencias muy sustanciales al interior de la Oposición. Algunos eran proclives al acuerdo y otros no, a ningún evento.
Perdón. No quiero intervenir en las discusiones internas de la Concertación. No me corresponde. Y me parecen legítimas las distintas posiciones que se dan. El punto es que esas verdades no se mencionan aquí. Es cierto, esas cosas siempre se mantienen debajo de la alfombra; pero son parte de lo que ocurrió.
Por ello, creo que no es justo el tono y el nivel del discurso con que se analiza hoy día el proyecto de Ley de Presupuestos que está por aprobarse.
Del mismo modo, estimo que la crítica opositora al diagnóstico sobre la realidad de la educación no es justa respecto de las propias responsabilidades.
Algunos Senadores -vale la pena subrayarlo- han hecho la autocrítica: el señor Escalona , la señora Rincón (quizás se me escape otro colega). Pero, en general, quienes han hablado sobre la situación de la educación chilena parecieran, como manifesté en la sesión pasada, ser parte de una misión de la OCDE o de cualquier otro organismo internacional, porque no reconocen responsabilidad en el desastre que ellos denuncian que existe hoy día.
¡Por favor! ¡Hay que tener un poco de pudor y vergüenza!
Si bien se trata de corregir una situación delicada, más allá de quiénes sean los responsables, quienes lo son hoy día no pueden adoptar una actitud olímpica y criticar que no se hayan resuelto en este Presupuesto todos los problemas de la educación en Chile.
Es razonable pedir un poco de modestia en el juicio, sobre todo cuando la actitud mencionada hace difícil el acuerdo.
Con relación a dicho acuerdo, dejo claro que yo soy partidario de una profunda transformación en la educación. A mí no me llegan esos comentarios que hablan de divisiones: los de la Derecha, los del Gobierno, los de aquí, los de allá. ¡No! Aquí hay gente comprometida con la educación desde hace mucho tiempo. Algunos lo estamos desde siempre.
Reconozco que lo que pasó este año fue una real oportunidad. Porque los estudiantes pusieron el tema de la educación sobre el tapete. ¡Y en toda su dimensión! Los "pingüinos" en 2006 focalizaron el asunto en la educación media, fundamentalmente. Ahora la discusión se centró más en el nivel superior, pero nos ha permitido visualizar el problema en todo el sistema educacional.
Por eso mismo, creo que estamos en condiciones de asumir esa tarea, esa responsabilidad. Y para ello, estamos disponibles.
Lamento que los llamados que hizo el Congreso -¡todos los hicimos!- cuatro meses atrás a los estudiantes y al Gobierno para generar aquí una instancia de debate no hayan sido escuchados.
De lo contrario, habríamos avanzado mucho más rápido en construir un acuerdo profundo. Yo siento que hay mucho más acuerdo que desacuerdo, mucho más entendimiento que desentendimiento, con los propios estudiantes, con el Gobierno y con los parlamentarios de la Oposición.
Yo por lo menos voy a seguir insistiendo en ese afán, hasta llegar a algún entendimiento. Porque las mayorías circunstanciales no les pueden imponer a las minorías los proyectos educativos, por cuanto estos se fundan en visiones complejas de la sociedad. Debemos hacer un esfuerzo por generar transformaciones que reflejen el paradigma que nosotros queremos para la educación chilena, de acuerdo a la realidad actual.
En ese sentido, no quiero entrar en debates específicos, como los que se han producido acá.
Por ejemplo, se ha discutido si están bien o mal otorgadas las becas cuando estas se asignan en número importante a alumnos de instituciones que no pertenecen al CRUCH. Ahí a lo mejor tenemos una diferencia. Cuando se plantean becas de gratuidad total para estudiantes que no pueden pagar, el criterio es la condición socioeconómica de ellos, su situación personal y la de su grupo familiar, no la institución en la que estudian. Un alumno seguirá igual de pobre o humilde estudie en un IP, en un CFT, en una universidad privada o en una estatal. Buscamos ayudarlo a que acceda a la mejor educación que él quiera para sí. No podemos obligarlo a entrar a universidades con beneficios categoría A, en desmedro de otras con categoría B. ¡Eso no es justo!
Existen diferencias de ese tipo. Sin embargo, en lo sustantivo, no me parece que ellas puedan convertirse en una diferencia definitiva.
Tampoco considero justo el comentario de que aquí se ha postergado el apoyo a la educación escolar, de que esta es como la pariente pobre, en circunstancias de que ella se ha llevado cerca del 50 por ciento del mayor aporte entregado a la educación.
Ahora quiero entrar a lo central.
A pesar de compartir que el aporte económico planteado no es todo lo que uno quisiera para haber dado la señal más poderosa posible a través de la Ley de Presupuestos, no puede desconocerse que igual constituye una señal. ¡Eso hay que reconocerlo!
Creo que el Ejecutivo -el Ministro de Hacienda, la Directora de Presupuestos, el Ministro de Educación, quien buscó con mucho afán un acuerdo- hizo un esfuerzo. Y yo lo valoro.
Si ustedes me preguntan ¿el monto propuesto para educación es lo que yo hubiese querido?, respondo que no. Yo habría deseado un aporte mayor. Lo hemos planteado como Alianza en un documento que le entregamos en su momento al Gobierno, para que considerara lo que pensábamos. Pero, bueno, se hace lo que se puede.
Nos hemos referido a cinco áreas que estimamos esenciales: a la educación preescolar, a la educación escolar subvencionada, a la educación técnico-profesional, a las becas y los créditos para la educación superior y a la educación pública. En esos cinco ámbitos se dieron señales concretas y positivas, que me parecen muy valiosas.
Con todo, a pesar de haber querido más, el punto es haber dado el primer paso en un camino que, para mi gusto, es irreversible para avanzar hacia la profundización de la reforma educacional.
Faltan muchas cosas por abordar que no son materias presupuestarias, como establecer en la Carta Fundamental que la educación es un derecho, un bien público; como garantizar, también constitucionalmente, la calidad de la educación y la exigencia de estándares mínimos en todos los niveles de enseñanza y en todas las instituciones, con entidades públicas que se ocupen de fiscalizar esos cumplimientos; como asumir la necesidad de avanzar en la desmunicipalización, asunto que se analizará a propósito del proyecto que entró hoy a trámite legislativo, que esperamos sea una oportunidad para transformar la educación escolar pública.
Lo relativo al perfeccionamiento docente tampoco ha sido abordado debidamente. En esto hay mucho camino que recorrer, porque parte de los problemas que se observan sobre todo en la enseñanza básica y media guarda relación con la carrera docente, que es preciso mejorar.
La participación estudiantil tampoco ha sido debidamente recogida. No puede ser que existan establecimientos educacionales que impidan funcionar a los centros de alumnos, tanto a nivel escolar como superior. Creemos que hay que asegurar la participación estudiantil.
No se han mejorado los criterios de ingreso.
No se han corregido las deficiencias en materia de interculturalidad. Es indispensable fortalecer el apoyo a los pueblos indígenas.
No se ha revisado el marco normativo mediante el cual funcionan las universidades estatales.
Tampoco se ha mejorado la institucionalidad educacional, a pesar de que se han presentado varios proyectos, como el que crea la Superintendencia de Educación Superior, que acaba de ingresar a trámite.
En conclusión, estamos recién en los albores de una gran transformación educacional. Y, como planteé en un documento con 20 propuestas concretas en los distintos temas educativos, estamos disponibles para hacerla.
Invito a este Senado a abordar tal desafío con una mirada proactiva. No empecemos a tironearnos. Veamos cómo mejoramos la educación chilena a partir de mañana.
He dicho.
El señor GIRARDI ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Senador señor Andrés Zaldívar.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-
Señor Presidente , desde mi punto de vista, es bueno en este debate -a pesar de que, en todo caso, ya lo habíamos hecho en la Comisión Mixta- el poder fijar las cosas con mucha claridad.
Dijimos desde el comienzo que el proyecto de Ley de Presupuestos presentado por el Gobierno en materia de Educación -no me voy a referir a las otras Partidas- era insuficiente, ya que solo reflejaba un incremento de 7,2 por ciento y que con los recursos destinados a través de un fondo -que era solo un movimiento contable- no se podía dar los primeros pasos para abrir el camino a una real reforma a la enseñanza.
Si hoy día revisamos el Presupuesto que estamos despachando, se advertirá que fue por la presión de la Oposición y no porque el Ejecutivo hubiera formulado indicación, que se pudo lograr aumentar los recursos para ese sector. Así, en lo referente a la educación preescolar, después de exigir un cambio profundo a lo que se proponía -cobertura total, universal, de 60 por ciento para los sectores más vulnerables para el año 2018-, se consiguió reducir esta fecha al año 2014.
También se logró aumentar la subvención a nivel de la enseñanza básica y media, que venía solo con un alza de 6,4 por ciento, en circunstancias de que el Presidente de la República se había comprometido a duplicar la ayuda. Y el Ejecutivo , luego de varias conversaciones, subió a 8 por ciento.
No voy a entrar al detalle de otros asuntos relacionados con esos niveles.
En materia de educación superior, el Ejecutivo no quería incrementar las becas, sino asegurarlas para los dos primeros quintiles. Frente a la petición de la Oposición, en la última fase de las negociaciones, ofreció el 50 por ciento de la beca sobre el arancel referencial. Y, después de las gestiones que se hicieron, terminó entregando el cien por ciento de ella para el 60 por ciento de los alumnos más vulnerables, pero sobre el arancel referencial.
Respecto a los estudiantes de los CFT y de los IP no había aumento de becas. Pero, a raíz de la presión ejercida por nosotros, el Gobierno accedió en definitiva al otorgamiento de becas para el 60 por ciento de los sectores más vulnerables de la educación técnico-profesional.
Además, exigimos que en la educación media y técnico-profesional se repusiera el mismo nivel de recursos del año 2011, que no venía en el Presupuesto para el 2012. Y, por último, terminó también aceptando.
En cuanto a los aportes basales, luego de luchar y discutir, conseguimos que se incrementaran los aportes basales directos, en una suma que bordeaba los 16 millones de dólares. Habíamos obtenido algo que después se desconoció y que es muy importante: establecer un sistema de aporte basal para las universidades del Estado. Y se nos dijo que estaban dispuestos a dar 25 millones de dólares, lo que más adelante se desconoció, porque se extendió a todas las universidades del CRUCH, con lo cual se desvirtuó el sentido del aporte basal, que es la obligación del Estado para con sus propias universidades.
Y respecto a las universidades regionales, se creaba un fondo por 4 millones de dólares, el que estimábamos insuficiente. Pero lo subieron a 10 millones de dólares.
En cuanto al ingreso de los alumnos al ranking, que hoy día es del 5 por ciento, pedimos que fuera del 10. Y, en definitiva, se accedió a fijarlo en 7,5 por ciento.
A todo eso llegamos la noche anterior a la votación del Presupuesto. ¿En qué topamos? ¿Por qué señalé 130 millones? Para hacer una referencia numérica. Porque creo que en esto primaron asuntos ideológicos y materias fiscales. ¿Por qué? Porque nosotros dijimos que había tres cosas fundamentales que lograr para dar el primer paso, abrir los espacios y empezar a trabajar sobre la reforma educacional con seriedad, después de despachar el proyecto de Ley de Presupuestos.
Primero, fijar un nivel de gratuidad a objeto de que el 60 por ciento de los alumnos más vulnerables de la educación superior, tanto la universitaria como la técnico-profesional, tenga cien por ciento de beca sobre el arancel real y no sobre el preferencial.
Segundo, se necesita lo anterior, porque es primordial que haya un plan de revitalización de la educación pública a nivel básico y medio, debido a que el sistema ha entrado en crisis. Y, después de todo lo que conocemos, tal situación se va a profundizar el año 2012. Por lo tanto, el Gobierno tendrá que asumir su responsabilidad. Incluso señalamos una cifra. Y, en lo personal, dije que ni siquiera estaba dispuesto a aseverar que fuera tal cantidad y que deberá poner todos los recursos necesarios para que en Chile haya educación pública de calidad y no desaparezca en virtud de la situación actual.
Y, en tercer lugar, se dio a conocer que lo relativo a los aportes basales era de la esencia misma del problema y que así como hoy día estábamos pidiéndolos para las universidades del Estado, mañana también lo haremos -al discutir el proyecto de desmunicipalización- para las escuelas y colegios públicos. Porque es necesario que el Estado dé un aporte fundamental, a fin de que esos sectores funcionen bien y tengan educación de calidad.
Pero el problema fue la respuesta a esos tres planteamientos.
Respecto de la gratuidad, no creemos que ella deba ser total; es bueno que se pague algo. Por eso, resulta positivo que los alumnos tengan beca por el arancel referencial y crédito por la diferencia con el arancel real. Porque, en nuestra opinión -ellos lo señalaron con claridad-, es diferente el concepto de gratuidad que nosotros planteamos. Está muy distante.
Eso fue lo que argumentamos. Y creo que los 130 millones de dólares fueron los que generaron cierta situación, debido a que esa cifra se relaciona con el diferencial.
Ahora bien, en cuanto al Plan de Revitalización, tampoco hubo claridad. Si bien en un comienzo se reconoció que era necesario hacer ese esfuerzo -y tengo que ser leal-, no había claridad acerca de cómo hacerlo ni a qué parte podían llegar.
Acerca del aporte basal a las universidades del Estado, quedó demostrado que todo lo demás se puso en el Presupuesto, y cuando llegaron al Senado con el cambio, se dijo que era solo para las universidades del CRUCH.
Entonces, hubo un problema en lo sustancial mismo como para haber cerrado el tema. Yo creí que a lo mejor en seis horas de discusión podíamos convencer al Ejecutivo de que era necesario dar esos pasos, lo que abriría el espacio necesario para que en el país hiciéramos realmente una reforma educacional acorde.
No fue posible, pues abortaron el sistema y la capacidad de un entendimiento. ¡Ni siquiera hubo una criatura prematura!
Aquí el tema fundamental es que el Gobierno perdió una oportunidad. Si hubiera entendido adónde se quería ir, podríamos hablar en otro sentido cuando tengamos que afrontar las normas de una reforma educacional real.
Vamos a empezar a discutir esa reforma cuando nos aboquemos al estudio de la iniciativa sobre desmunicipalización, cuando tratemos el proyecto sobre calidad de la educación, cuando trabajemos lo relativo al lucro, cuando analicemos lo concerniente a la Superintendencia de Educación Superior...
El señor LAGOS.-
Con motivo del Estatuto Docente.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-
...y cuando veamos lo de la carrera docente. ¡Ahí podremos abordarla!
De una cosa sí me alegro: que en este Presupuesto no se haya aprobado -ni hubo la tentación- el famoso Fondo de Educación, porque no tenía ese carácter, sino que era un mero movimiento contable del Tesoro Público a un fondo que no existía ni estaba regulado.
Para hacer la reforma educacional el país necesita tener claridad acerca de lo que quiere en la educación pública. Desde la preescolar hasta la educación superior, se precisa valorar cuánto va a significar ella y qué cantidad de recursos se debe poner. Y, además de esas iniciativas legales, tendrá que venir una reforma tributaria para dar los recursos necesarios a esa reforma.
Quiero aclarar lo relativo al tema fiscal.
No faltaban recursos. Cuando se preguntó al Ministro de Hacienda cómo iba a financiar estos 300 y tantos millones de dólares adicionales (casi 400), señaló que contaba con ellos y que no necesitaba nada. Y yo le pegunté qué iba a hacer con 450 millones de dólares más el año 2012, ya que el 1° de enero se va a mantener el impuesto a la renta en 20 por ciento -yo creo que así va a pasar- y por qué esa cifra no se destinaba a afrontar el problema que nos ocupa.
Entonces, se hizo un cálculo presupuestario, más bien una tesis fiscal, sin que el Gobierno se atreviera a dar el paso que había que dar.
Realmente lo siento por el país, ya que se pudo buscar el camino para una solución.
A mi juicio, en el próximo tiempo o en marzo seguiremos discutiendo esta materia.
El señor GIRARDI (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Rossi.
El señor ROSSI.-
No voy a intervenir ahora.
El señor GIRARDI (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Carlos Larraín.
--(Manifestaciones en tribunas).
El señor GIRARDI ( Presidente ).-
Ruego a las tribunas mantener silencio.
El señor LARRAÍN (don Carlos).-
Señor Presidente , he seguido buena parte del debate en torno del Presupuesto y las intervenciones hechas me permiten comprobar que algunos señores Senadores están muy concentrados en los recursos que se asignan a la Partida del Ministerio de Educación. Y no puedo menos que admirarme del grado de insatisfacción que denotan.
Han hablado casi todos los colegas. Incluso, algunos han recurrido a la coprolalia para expresar su insatisfacción y han hecho referencia a situaciones de patrimonios individuales, todo lo cual es rigurosamente irrelevante para el asunto en discusión.
No suscribo para nada este pesimismo universal de parte de los Senadores de Oposición. Entiendo que estén un tanto frustrados, porque no fueron ellos los que hicieron el Presupuesto, pero el que ha resultado es muy amplio y muy apoyador de la educación, lo que debiera tener a todo el mundo contento.
Voy a citar nada más que tres puntos de las mejoras perceptibles, sin referirme a los demás, porque sería muy largo. Por tanto, englobo.
El presupuesto de educación sube 10 por ciento respecto del año anterior, más que el doble del resto de las otras Partidas. Se le destinan 12 mil millones de dólares; es decir, 20 por ciento, lo que significa que uno de cada cinco pesos del Erario va a invertirse en ella. Es mucho dinero. La cosa es saber que se gasta bien.
Mencionaré tres áreas específicas, nada más que a modo de ejemplo.
La matrícula en educación preescolar crecerá en 25 mil niños. Esto se va a mantener durante los próximos años, con lo cual este sector mejora dos y media veces con relación a lo que presentaba entre los años 2000 y 2009. Antes aumentaba en 10 mil niños por año y ahora lo hace en 25 mil.
La enseñanza escolar constituye la prioridad en el aumento del presupuesto educacional, con un incremento de 500 millones de dólares. Es decir, 40 y tantos por ciento del aumento total.
La subvención escolar crece 8 por ciento.
La educación superior en el presupuesto de becas tiene un crecimiento histórico de 86 por ciento y va a llegar al 60 por ciento de los estudiantes; o sea, 6 de cada diez de los más vulnerables con mérito académico.
Esos tres factores debieran ser suficientes y, a mi juicio, lo son. Sin embargo, quiero sacar una conclusión general que sea menos catastrófica que las que he oído: "el sepelio de la educación"; "la privatización"; "la destrucción de la educación pública". Se dicen cosas muy enfáticas y perfectamente injustificadas. He oído hablar del acarreo de maletas con dineros, del cohecho del Parlamento. Francamente, uno queda caviloso. ¿Valdrá la pena seguir perteneciendo a esta institución?
Quiero subrayar que la diversidad que tanto preocupa a otras esferas está asegurada fundamentalmente por la variedad de actores en la educación. Mientras más diferentes sean quienes la imparten, hay más posibilidades de que esta sea más diversa y, por tanto, libre. Eso es bueno, como lo es también el que la educación pública se preserve y se la apuntale. A los Senadores de Renovación Nacional eso nos interesa. De esa manera se asegura que haya educación de distintos tipos, que no solo tengan que ver con el estatuto jurídico. Los tipos dicen relación a los alcances, los énfasis, las maneras en que se da educación. Hay humanista, científica, técnico-profesional, universitaria, musical, Montessori , personalizada, la basada en los métodos de Jean Piaget , de John Dewey , en fin. Son muchos los modelos. Ellos le dan variedad al panorama educacional.
La enseñanza pública va a salir reforzada. Hay fondos suficientes. La municipalizada, de la cual hoy día se hace escarnio, es pública y no otra cosa. Eso sí, no depende solo del Ministerio de Educación, como algunos quisieran con nostalgia hipercentralista. Recibe, aproximadamente, poco menos de la mitad del total del monto destinado a subvenciones: 6 mil 600 millones de dólares son para ese efecto. Es una inyección directa a las familias con menos recursos: ¡6 mil 600 millones de dólares! O sea, alrededor de 11 por ciento del Presupuesto va a subsidiar la educación escolar. Es muy importante.
Ahora, merece ser mencionado -no se ha dicho nada sobre el particular- lo relativo al rol de los sostenedores privados en la educación, quienes animan y sustentan más o menos el 55 por ciento de la enseñanza escolar.
Hago votos para que no hayan salido debilitados y desanimados en toda esta discusión hiperideologizada y con tan poca variedad.
En las bancas de enfrente se habla mucho de la diversidad y de la variedad, pero se repite un guión estándar, como el de los años 30. ¡Y dele que suene con que la educación tiene que depender solo del Estado! No hay razón alguna para que ella solo dependa de él y que no rija, por ejemplo, para la medicina o la dentística. ¿Por qué se puede tener dentistas privados y no educación privada? Es una cuestión muy sencilla.
Hasta el momento no he visto una...
--(Manifestaciones en tribunas).
El señor GIRARDI ( Presidente ).-
Silencio, por favor.
El señor LARRAÍN (don Carlos).-
Ahí los tiene produciendo bienes públicos a raudales.
Señor Presidente, haga lo suyo.
El señor GIRARDI (Presidente).-
Se suspende la sesión.
)------------(
--Se suspendió a las 17:48.
--Se reanudó a las 17:50.
)-----------(
El señor GIRARDI (Presidente).-
Continúa la sesión.
Prosigue con el uso de la palabra el Senador señor Carlos Larraín.
El señor LARRAÍN (don Carlos).-
Señor Presidente , ¡solo intentaba mencionar algunas ideas generales antes de ser interrumpido por la juventud "tolerante y reflexiva"...!
Estaba tratando de extraer alguna conclusión sobre el rol de los sostenedores privados. Y decía que ojalá no salgan debilitados de este ejercicio. Porque ellos van a tener que hacer frente a una demanda incrementada de educación el año próximo. Y, si los bancos no les prestan dinero para ampliar sus establecimientos, no tendrán cómo abordar ese aumento de matrícula.
No va a ser fácil. Aunque ellos tienen vocación pedagógica -han enseñado a muchos cientos de miles de niños-, no están hipercapitalizados; carecen de "la billetera llena" a que aludía recién un Senador, supongo que en forma descalificatoria. Tienen la billetera vacía y, por tanto, ¡deberían ser grandes pedagogos...!
Termino diciendo que un Senador que me antecedió expresó algo así como "Perdió el Estado". Discrepo de eso. Considero que no perdieron ni el Estado ni la educación privada, sino que ganó la sociedad completa, que es lo que nos debe interesar a los Senadores, pues tenemos que tratar de servir al bien común, así sea en medio de la indiferencia de un auditorio o de la interferencia de quienes se manifiestan.
Muchas gracias.
El señor GIRARDI (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Kuschel.
El señor KUSCHEL.-
Señor Presidente , quien escucha esta discusión puede creer que debatimos exclusivamente sobre educación. Pero nuestro trabajo en este momento consiste en analizar el informe de Comisión Mixta relativo al proyecto de Ley de Presupuestos del Sector Público correspondiente al año 2012.
Y en esa etapa se recogen las discrepancias surgidas en la discusión entre el Senado y la Cámara de Diputados. Estas diferencias, en el ámbito de la educación, se produjeron en un tema específico. Pero hubo divergencias también en la Partida Contraloría General de la República, donde al final se acogió el criterio de la Cámara Baja.
Tuvimos controversia en la Partida Ministerio del Interior, en el Capítulo 05, Programa 01, Subtítulo 24, Ítem 03, pero al final también se adoptó el texto de la otra rama del Parlamento.
Se produjo una discrepancia en la Partida Ministerio de Economía, pero se resolvió.
En la divergencia sobre la Partida Ministerio de Hacienda se siguió igualmente lo aprobado por la Cámara de Diputados.
Además, hubo diferencias en las Partidas Ministerio Secretaría General de Gobierno, Ministerio de Energía y Tesoro Público. Esta última, referida al Fondo de Educación, vendría a ser la número ocho. No obstante, se realizaron 12 votaciones en la Comisión Mixta.
Este informe se va a aprobar. Por eso, el contenido de la discusión va a ser muy ajeno al resultado final de la votación y las personas que vean la sesión por televisión no lo van a entender.
En segundo lugar, después de haber precisado las discrepancias y los acuerdos a que se llegó en la Comisión Mixta, quiero señalar, específicamente en lo relativo a educación, que se producirán avances considerables en ocho capítulos importantes que, a mi juicio, no han sido destacados lo suficiente acá, todos los cuales destinan recursos focalizados a personas.
En efecto, aunque se asignan fondos a algunas instituciones, a ciertas universidades, en lo esencial, van en ayuda de la gente al disminuir las tasas de interés y aumentar las becas y las subvenciones, no el número de oficinas.
Quiero comentar, en general, estos capítulos, según el tiempo de que disponga.
El primer capítulo se refiere a un incremento muy importante en la educación preescolar: kínder, prekínder, jardines infantiles y salas cunas.
Por ejemplo, en kínder el compromiso es llegar al 60 por ciento de la población más vulnerable -3 de cada 5 niños- de aquí al 2014.
El segundo capítulo apunta a un crecimiento relevante de la subvención escolar.
Se planteaba originalmente subirla en 6,4 por ciento, pero se va a aumentar en 8 por ciento. Si consideramos que aparentemente el reajuste de remuneraciones va a ser de 5 por ciento, este 8 por ciento constituye una excelente noticia para los sostenedores.
El tercer capítulo dice relación con el gasto en educación técnico-profesional, que va a crecer en cerca de 21 millones de dólares, destinados principalmente a equipamiento y -de gran trascendencia- capacitación.
Este incremento supone un alza aproximada de 40 por ciento en recursos por ese concepto.
El cuarto capítulo comprende un apoyo a las instituciones de educación superior.
En este caso, existen muchos aspectos por considerar:
Alza en los aportes basales -se ha mencionado- a las universidades tradicionales del CRUCH.
Creación de aportes basales para las universidades estatales y tradicionales.
Establecimiento del Fondo de Apoyo a la Educación Superior Regional, porque siempre los recursos aterrizan en Santiago.
Instauración del Fondo de Revitalización para las Universidades tradicionales del CRUCH. Estos recursos generalmente van para Santiago también, pero así es la vida.
Creación del Fondo de Desarrollo Institucional, también para las universidades, que es hacia donde apunta el foco de las movilizaciones.
El quinto capítulo se centra en la rebaja de la tasa de interés para los CAE, de 6 por ciento a alrededor de 2, avance que reduce a un tercio la tasa.
El sexto capítulo se relaciona con el incremento de las becas para la educación superior.
En él existen varios elementos a tener en cuenta. Voy a referirme a algunos, porque otros han sido señalados por los señores Senadores.
Durante este Gobierno se van a subir las becas de 122 mil a 361 mil. Es decir, se multiplicará por tres su cantidad. En 2012 el crecimiento será de 135 mil a 241 mil.
Se va a ampliar la cobertura garantizada para los dos primeros quintiles, y se creará una beca para el tercer quintil. O sea, subirá desde el 40 por ciento (dos primeros quintiles) a 60 por ciento de los jóvenes con menos recursos.
El séptimo capítulo se relaciona con un mejoramiento considerable de la institucionalidad, del sistema con el cual se atiende al sector educación.
Durante 2012 se pondrán en funcionamiento la Superintendencia de Educación Escolar y la Agencia de Calidad, como ya se mencionó. La primera va a abocarse al lucro, lo cual constituye una demanda importante de los alumnos, y la segunda apuntará al otro eje: la calidad de la educación, que resulta muy relevante vigilar más de cerca.
Por último, está el capítulo concerniente a la transparencia.
Ya en el año 2012 todos los establecimientos educacionales escolares que reciban aportes del Estado tendrán que publicar su información financiera y habrá mucho más transparencia de la que existe ahora. Se podrán conocer los estados financieros y detalles de la administración de los sistemas educativos.
Así que, aun cuando en la Ley de Presupuestos no corresponde entrar a aspectos específicos de lo que debe ser una reforma al sector, creo que se ha avanzado.
Estoy muy satisfecho y anuncio mi voto favorable, pese a que, como digo, estamos aprobando el texto en su última etapa, atendiendo las diferencias que se suscitaron entre lo que aprobó y rechazó la Cámara de Diputados y lo que aprobó y rechazó el Senado.
He dicho.
El señor LETELIER (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Escalona.
El señor ESCALONA.-
Señor Presidente, voy a fundamentar mi voto en los siguientes términos.
Primero, siento que el despacho de la Partida de Educación se resolvió el día lunes en la Comisión Mixta. Pero no creo que haya sido una buena sesión con respecto a este punto.
Lo digo por la información de prensa que registra las declaraciones del Diputado señor René Alinco , en que señala que su voto a favor de la Partida de Educación tiene como origen compromisos para financiar proyectos de su Región.
Esto me parece sumamente delicado, señor Presidente . Es, en realidad, el motivo que hundió al parlamentarismo que rigió en nuestro país entre los años 1891 y 1925: la utilización del Presupuesto de la Nación para financiar y resolver, por separado, demandas de los diferentes actores locales.
Y la decisión del Ejecutivo para proceder de esta manera le da toda la razón a quienes durante el trámite parlamentario insistimos hasta el cansancio en la necesidad de evitar su discrecionalidad en el uso de recursos fiscales.
Incluso, el señor Diputado argumenta con vehemencia a favor de su decisión. Voy a citar textualmente las declaraciones del señor René Alinco a la prensa. Dijo: "Le meamos el asado".
¡Esas fueron sus afirmaciones!
A mi juicio, señor Presidente , esto denigra al sistema político. Es un hecho sin precedentes. El señor Diputado defiende que votara a favor de la Partida a cambio de proyectos de educación para su Región. Señala que está en todo su derecho, porque cuando lo hacen los interlocutores políticos del bloque de la Concertación -según él-, estaría legitimado, pero cuando lo hace él a título personal, estaría deslegitimado. Y lo rechaza.
Luego, se permite rubricar su reflexión con una frase para el bronce: "Le meamos el asado".
Señor Presidente , pienso que hay una enorme diferencia entre la responsabilidad que tienen los bloques políticos para representar opciones nacionales y esta forma de corrupción, que consiste en transar el voto que la ciudadanía le entregó, a través del ejercicio de la soberanía popular, en función de acomodos y retribuciones en beneficio personal.
¿Por qué digo "retribuciones en beneficio personal"? Porque, naturalmente, están vinculadas con el propio desempeño del señor Diputado en su Región y con el propósito de poder legitimar su conducta ante ella.
En mi opinión, nos hallamos en presencia de un deterioro de la acción política muy profundo.
Yo espero que esta conducta del Ejecutivo no siente un "precedente", si se me permite usar una expresión eufemística. Si se utilizan los recursos de la nación para ir amarrando los votos de diferentes parlamentarios, por separado, estaremos colocando una bomba, un barril con dinamita en los cimientos del sistema político del país.
Esto no había ocurrido en veinte años de ejercicio de la democracia en Chile. Y espero que no se repita.
Ahora bien, señor Presidente, yo entiendo que el Presupuesto tiene que ser aprobado, porque el país y el Estado no pueden funcionar sin recursos. De manera que no tengo temor en hacer esta afirmación.
Voy a votar por la aprobación del proyecto de Ley de Presupuestos. Hicimos todo lo posible por modificar la Partida de Educación. Esta sufrió una modificación parcial que no fue suficiente y que no permitió que la votáramos favorablemente. Pero el país tiene que funcionar; el país no puede quedar sin Estado, y el Estado, para trabajar, necesita ser financiado. Y para eso es la Ley de Presupuestos.
En todo caso, señor Presidente , espero que el próximo año el Ejecutivo se incline por acuerdos políticos serios, estables, duraderos, y no por conseguir votos a costa de financiar los intereses particulares de determinados parlamentarios, que entienden que la política es un mercado.
Lamento que se haya vendido el voto como se hizo.
--(Manifestaciones en tribunas).
El señor CANTERO.-
Conforme.
El señor LETELIER ( Vicepresidente ).-
Llamo al orden al Diputado señor Alinco.
En el Senado no se acepta que las personas participen desde las tribunas.
Tiene la palabra el Senador señor Ruiz-Esquide.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
Señor Presidente, quiero referirme, lo más brevemente posible, a lo que ha pasado en la tarde de hoy entre nosotros y a la forma en que se ha llevado el debate.
Lo digo con franqueza: creo que habrá que efectuar serias modificaciones al procedimiento para discutir el Presupuesto el próximo año.
Primero que nada, me parece que se debe dar la posibilidad de que se realice una presentación general, tanto de las tesis que hay detrás de los dineros que asigna el Gobierno como de los eventuales rechazos que pueda efectuar la Oposición, cualquiera que esta sea.
Segundo, pienso que habría que llevar adelante una vieja idea en orden a que los miembros de determinada Comisión del Senado pudieran, de alguna forma, trabajar en estos temas durante todo el año, de modo de lograr un sistema mucho más participativo.
Y, tercero, resulta absurdo que ahora, a último minuto, se formulen declaraciones de principios que debieron haberse hecho el primer día no solo en la Comisión Especial Mixta, sino también en la sesión plenaria del Senado.
Por otra parte, lamento mucho que en las intervenciones de hoy varios Senadores hayan empleado palabras extraordinariamente groseras para con la Sala y para con el Congreso -incluso las han manifestado fuera del país, lo cual le agrega una agravante-, al referirse a la Oposición, al Gobierno o al Parlamento, en general,
Sinceramente, no creo que ese sea el mecanismo que debamos utilizar de aquí en adelante.
Otra cosa, señor Presidente: noto un persistente afán por degradar lo que significa el Congreso Nacional.
Tengo entendido que nadie es más de lo que realmente es, frase tal vez un poco obvia, que se suma al viejo dicho árabe: "La copa del árbol -es decir, en Chile, el Presidente de la República , el Congreso, los dirigentes estudiantiles, etcétera- no es otra cosa sino lo que las raíces quieren que sea", esto es, el pueblo de Chile.
Por lo tanto, plantear toda esta clase de dificultades o señalar lo bajo que está la política chilena constituye un error. Porque es el comienzo de una forma de gobernar nuestro país que ya conocemos. Así empezamos -y quiero decirlo con mucha fuerza- allá por los años 65 a 66, en que la discusión se llevó a cabo de modo extraordinariamente agresivo, refiriéndose a lo personal, señalando que otros eran los responsables, cuando en la práctica lo que sucede tiene que ver con todos nosotros. Y, entonces, estaremos permanentemente señalando que el Congreso no sirve, que es una calamidad, que no es representativo, que somos todos ladrones, que se chantajea, o que se compran votos.
Señor Presidente , si usted tuviera la gentileza también de mejorar la audición...
El señor LETELIER ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Girardi...
El señor SABAG .-
¡Si el señor Senador está haciendo uso de ella!
El señor LETELIER ( Vicepresidente ).-
Excúseme, Su Señoría. Puede continuar.
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
No se preocupe, señor Presidente . Yo sé que usted tiene la capacidad de oír y leer al mismo tiempo.
Cuando se trata de discutir lo que va a pasar con este país, que en parte es lo que está sucediendo con la política y, también, con el Congreso, la verdad es que algunas expresiones -permítanme decirlo con la misma seriedad y tranquilidad con que siempre me expreso- sobran. Y así el señor Senador que me interrumpió ha perdido una hermosa oportunidad de quedarse callado.
Pero -lo digo con mucha sinceridad- si seguimos en este camino, va a llegar el momento en el cual sufriremos los dolores que padecimos hace dos décadas.
El Congreso no puede continuar discutiendo las cosas de esta manera; no puede seguir manteniendo la tesis de que da lo mismo lo que se diga; no podemos perseverar en plantear las materias de la forma como se ha hecho.
Un señor Senador nos entrega 150 propuestas de indicaciones y se va de Chile. Y desde el extranjero nos manda decir lo que tenemos que hacer como Concertación, como si no supiéramos qué hizo esta por él en toda su vida política.
Otro señor Senador nos incita y violenta al señalarnos que somos responsables solo algunos sectores. A ambos los respeto. Pero, por favor, no solo los independientes son quienes tienen razones para votar de determinada manera ni poseen la verdad pura.
Y, señor Presidente , excúseme que se lo diga, también es necesario que tengamos claridad sobre qué estamos aprobando.
Insisto, el mecanismo por el cual despachamos el Presupuesto de la Nación es malo. Porque no hay razón -lo vuelvo a señalar- para que el planteamiento general se realice en la Comisión Especial Mixta de Presupuestos, y luego tengamos que efectuar una especie de repaso sobre las conducciones y condiciones acerca de lo que queremos hacer para presentar el camino que cada uno quiere para Chile.
Eso es absurdo.
Yo no participé en dicha instancia, porque hago fe en quienes fueron los representantes de la Concertación y de la Democracia Cristiana. Pero -insisto- no es el mejor mecanismo.
Ahora, señor Presidente , tengo la impresión de que si nosotros mismos no nos valoramos, ni tenemos la capacidad de defender lo que somos y lo que hemos hecho, no podemos pedirle al país que nos crea o que nos respete. Las personas que se encuentran en las tribunas -no sé si fueron desalojadas- tienen derecho a pensar como quieran. Si para condenarnos bastaría con que escucháramos nuestras propias palabras. Porque cuando fuimos jóvenes, hace muchos años, también estábamos en las tribunas en Santiago, o andábamos en la calle persiguiendo la que nosotros creíamos era nuestra verdad.
Y no me hago el mejor, ni el peor por señalarlo. Siempre he dicho -lo he repetido hasta el cansancio- que en el Senado tal vez soy uno de los pocos testigos abonados, presenciales de cómo se deterioró la política en Chile y cuál fue el resultado de ello.
Nunca, cuando se deteriora la política en general o sus instituciones, si se quiere corregir, triunfan los que quieren la paz y no la guerra. Nunca ganan aquellos que tienen la visión de un país sensato, tranquilo, y no uno abochornado con lo que sucede, indignado, y lo que es peor, sin conciencia sobre lo que está pasando.
Por eso he pedido intervenir en esta ocasión, para que tengamos el mismo respeto por cada uno de los Senadores, por mí, por usted, por cualquiera.
Es preciso ocuparse en las cosas pequeñas, en el cumplimiento de la palabra, en el respeto, en el uso del lenguaje. Porque la falta de estas prácticas dio comienzo a la debacle del 73 en nuestro país, y así empezó el año 1936 en España, de la misma manera, la más cruenta guerra que ha habido en el Occidente entre hermanos de un mismo país.
Por ello me he permitido señalarlo. Espero no tener que volver a manifestarlo nunca más. Ojalá tomáramos nota de esta inconsciencia que nos hace creer que se puede realizar cualquier cosa, y no paguemos un precio, a veces muy caro, por ello.
He dicho.
El señor GIRARDI ( Presidente ).-
Solicito autorización para que el Senador señor Quintana asuma como Presidente accidental , a fin de que yo también pueda intervenir en este debate.
Acordado.
--Pasa a presidir la sesión el Senador señor Quintana, en calidad de Presidente accidental.
El señor QUINTANA (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el Honorable señor Girardi.
El señor GIRARDI.-
Señor Presidente , me parece que esta es una discusión que carece de solución, porque lo que estamos debatiendo más bien tiene que ver con convicciones ideológicas y visiones casi religiosas.
La Derecha, por una parte, defiende algo que es legítimo: su visión de que la sociedad debe regularse por el mercado, y que este es el mejor asignador, incluso de los bienes públicos, que para ese sector se hallan mediados por esta lógica, de la utilidad. Desde ahí entiende que esa es la manera más eficiente y eficaz de asignar dichos bienes, que pasan a ser, como lo planteó el propio Presidente de la República , bienes de consumo, estableciendo una política de compensación para aquellos que carecen de capacidad de pago. Entonces, el acceso a estos bienes deja de ser un derecho.
Y, por otro lado, para una parte importante del mundo progresista, acá hablamos de derechos, que tienen una dimensión universal, los cuales evidentemente no dependen de la capacidad de pago de las personas, sino que están garantizados por la sociedad a través de los impuestos.
El problema radica en que aquí se efectuaron un conjunto de transformaciones que el presente Presupuesto no hace más que ahondar. Porque aquí hay un modelo que se halla en cuestión y que se adoptó en un momento de la historia de Chile cuando los ciudadanos y las ciudadanas no podían opinar. Solo se entiende la privatización de la educación, del sistema de pensiones, del sistema de salud, porque existió un período autoritario, de dictadura, que a sangre y fuego llevó adelante dichas transformaciones, las cuales no se hubieran asumido jamás en democracia.
La dificultad estriba en que no se quiere permitir que la ciudadanía dirima la controversia.
¿Cuál es el problema de fondo? Que claramente está establecido que una mayoría ciudadana del país quiere que la educación y la salud vuelvan a ser un bien público y un derecho garantizado y que el sistema de pensiones retorne a su carácter de solidario y se termine con esta lógica absolutamente desigual e inequitativa del sistema de capitalización individual.
Algunos señores Senadores han hecho referencia a que aquí se tiene una visión estatista y centralista.
Pero a la estructura que poseemos se la quiere hacer aparecer como la verdadera normalidad. Únicamente en Chile -y estoy dispuesto a que se rebata esto- existen los niveles de privatización de la educación, de la salud y de las pensiones. En ningún lugar del planeta, ni siquiera en Estados Unidos, se dan con la profundidad, la vehemencia y el espíritu religioso que hay aquí.
Ese es el problema.
En el mundo entero, la discusión más bien discurre en que sean derechos universales y garantizados para todos, incluso para los que disponen de capacidad de pago. Lo que están empezando a debatir tales sociedades es si estos últimos deberían financiar estos bienes públicos. Y dicen que en la medida en que todos paguen sus impuestos y colaboren con el sistema, los con más recursos deberían ser tan beneficiarios como los que tienen menos.
Son sociedades que se constituyen y se fundan en el derecho a gozar de los bienes públicos.
¿Y qué hace en definitiva este Presupuesto? En salud, para no hablar solo de educación, profundiza el proceso de privatización. Pero encubierto. Porque al no hacerse cargo de los déficits en camas, en médicos especialistas y en médicos de atención primaria resta posibilidades para que los problemas sanitarios los resuelva el sector público. Y, entonces, hay un traspaso al sector privado, el que se está llevando cerca del 20 por ciento del Presupuesto para atenciones que debiera realizar el Estado de manera mucho más eficiente y eficaz.
Ahí hay una lógica totalmente premeditada.
Acaba de salir un estudio de la OCDE que muestra a Chile como el país con menor aporte fiscal y el que más ha traspasado la responsabilidad de financiar la salud de su población.
Eso hace que las personas con más recursos económicos puedan resolver sus problemas de salud y que a los otros no les sea posible.
En educación pasa exactamente lo mismo, porque es una convicción, una manera de entender la sociedad.
El Presupuesto para educación no se hace cargo de los problemas estructurales, porque no era su objetivo. Pero tampoco con él se está dispuesto a acometer cambios en materia de gratuidad; a poner término al financiamiento compartido, al lucro en los niveles de básica y media, al lucro en los centros de formación técnica. No hay una voluntad de cambiar aquellos aspectos que hacen que la educación haya devenido en un negocio, en una mercancía, y en que las prestaciones sean bienes de consumo y no derechos garantizados.
Sin embargo, tampoco se hace cargo el Presupuesto del ámbito que le corresponde: generar un financiamiento suficiente para una reforma que al menos garantice la capacidad de contar con una educación de calidad en los niveles de básica y media a través de una unidad de subvención razonable.
Tampoco lo hace en materia de educación superior. El costo fiscal de la reforma en educación es cuatro veces más de lo que el Gobierno estuvo dispuesto a entregar. Y está muy lejos de la posibilidad de financiarla a través del Presupuesto. ¿Por qué no se quiere hacer? Lo hemos conversado acá. Porque el Gobierno y la Derecha no están dispuestos a transar algo que instalaron en una situación de excepción para el país como es una dictadura.
Y saben que si hay una forma democrática, participativa, van a perder estos enclaves de lucro, de bienes públicos transformados en bienes privados; van a perder esta dimensión de la educación y de la salud como verdaderos negocios, como meros asignadores de recursos.
No transarán eso.
Y tampoco se encuentran dispuestos a darle legitimidad al movimiento social como actor de cambio, porque después va a plantear modificaciones más profundas.
Por lo tanto, es un círculo vicioso sin solución.
No se está dispuesto a que sea la mayoría ciudadana o un proceso democrático el que resuelva esto.
Este Parlamento no tiene la legitimidad para resolver temas de esa índole. ¿Por qué? Porque es una institución excluyente, con un sistema binominal, con un sistema de quórum que impide que la mayoría ciudadana del país pueda verse representada en el Congreso Nacional.
¡El Congreso Nacional no está representando el interés de Chile en materia de educación pública de calidad!
¡El Congreso Nacional no está representando el interés de Chile en el sentido de que la educación vuelva a ser un derecho y no una mercancía!
Y ello pasa porque mantiene situaciones que impiden que la mayoría de la sociedad se exprese también en el Parlamento.
Por lo anterior, nos hallamos en una situación muy controvertida, porque hace que nuestro sistema político pierda legitimidad y que sea percibido como cómplice del modelo neoliberal que se ha impuesto a sangre y fuego, y que no se quiere someter al veredicto de los ciudadanos.
Pienso que el actual Gobierno ha perdido una oportunidad, pues al no resolver la demanda educacional lo único que hace es postergarla hacia el futuro y obliga a que la sociedad vuelva a vivir una situación de conflicto, porque subyace un proceso profundo de debate, de deliberación, ya que la ciudadanía ha hecho suya la presente demanda.
Y la demanda no va a desaparecer, porque el Gobierno no quiere, a través de este Presupuesto o mediante cambios estructurales, modificar el actual estado de las cosas.
Las demandas van a volver a florecer -¡y bienvenidas sean!-, porque, finalmente, residen en la ciudadanía chilena, y estoy seguro de que van a ser parte de un activo social que movilizará al país en una nueva discusión.
Chile no va a descansar hasta que la educación vuelva a ser un derecho, hasta que la salud vuelva a ser un derecho y hasta que se terminen los niveles de desigualdad e inequidad existentes.
En lo personal, siento que aquí hemos sostenido un cierto diálogo de sordos, sin ninguna posibilidad de resolución. La única manera de subsanar esto es que Chile pueda realizar un plebiscito, a los efectos de que nuestra insuficiente democracia representativa sea complementada con una democracia directa.
Y que los chilenos resuelvan aquello que no se pudo solucionar.
Aquí hay una deuda con la sociedad. Todos estos cambios se hicieron en dictadura y, para que tenga legitimidad la democracia, es preciso volver a someterlos al veredicto ciudadano que este Congreso, por ser un Parlamento excluyente, no se halla en condiciones de resolver.
He dicho.
El señor LABBÉ ( Secretario General ).-
¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor QUINTANA ( Presidente accidental ).-
Terminada la votación.
--Se aprueba el informe de la Comisión Mixta (28 votos a favor, 1 en contra, 4 abstenciones y un pareo).
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Alvear, Rincón y Von Baer y los señores Chahuán, Coloma, Escalona, Espina, García, García-Huidobro, Horvath, Kuschel, Lagos, Larraín (don Hernán), Larraín (don Carlos), Novoa, Orpis, Pérez Varela, Pizarro, Prokurica, Quintana, Rossi, Ruiz-Esquide, Sabag, Tuma, Uriarte, Walker (don Patricio) y Zaldívar (don Andrés).
Votó por la negativa el señor Navarro.
Se abstuvieron los señores Bianchi, Cantero, Frei (don Eduardo) y Girardi.
No votó, por estar pareada, la señora Pérez (doña Lily).
)-----------(
El señor QUINTANA ( Presidente accidental ).- Habiéndose cumplido su objetivo , se levanta la sesión.
--Se levantó a las 18:30.
Manuel Ocaña Vergara,
Jefe de la Redacción