Labor Parlamentaria
Diario de sesiones
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Índice
- DOCUMENTO
- PORTADA
- I. ASISTENCIA
- II. APERTURA DE LA SESIÓN
- III.
ORDEN DEL DÍA
- TERREMOTO Y MAREMOTO DE 27 DE FEBRERO: INFORME DE GOBIERNO SOBRE MEDIDAS, ACCIONES Y PLANES
- ANTECEDENTE
- INTERVENCIÓN : Hosain Sabag Castillo
- INTERVENCIÓN : Lily Perez San Martin
- INTERVENCIÓN : Hernan Larrain Fernandez
- INTERVENCIÓN : Camilo Escalona Medina
- INTERVENCIÓN : Eugenio Tuma Zedan
- INTERVENCIÓN : Carlos Cantero Ojeda
- INTERVENCIÓN : Maria Soledad Alvear Valenzuela
- INTERVENCIÓN : Francisco Chahuan Chahuan
- INTERVENCIÓN : Juan Antonio Coloma Correa
- INTERVENCIÓN : Juan Pablo Letelier Morel
- INTERVENCIÓN : Ricardo Lagos Weber
- INTERVENCIÓN : Alberto Espina Otero
- TERREMOTO Y MAREMOTO DE 27 DE FEBRERO: INFORME DE GOBIERNO SOBRE MEDIDAS, ACCIONES Y PLANES
- CIERRE DE LA SESIÓN
Notas aclaratorias
- Debido a que muchos de estos documentos han sido adquiridos desde un ejemplar en papel, procesados por digitalización y posterior reconocimiento óptico de caracteres (OCR), es que pueden presentar errores tipográficos menores que no dificultan la correcta comprensión de su contenido.
- Para priorizar la vizualización del contenido relevante, y dada su extensión, se ha omitido la sección "Indice" de los documentos.
REPÚBLICA DE CHILE
DIARIO DE SESIONES DEL SENADO
PUBLICACIÓN OFICIAL
LEGISLATURA 358ª
Sesión 3ª, en martes 23 de marzo de 2010
Especial
(De 11:12 a 14:29)
PRESIDENCIA DE LOS SEÑORES JORGE PIZARRO SOTO, PRESIDENTE,
Y JOSÉ ANTONIO GÓMEZ URRUTIA, VICEPRESIDENTE
SECRETARIO, EL SEÑOR CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR
____________________
Í N D I C E
Versión Taquigráfica
Pág.
I. ASISTENCIA.....................................................................
II. APERTURA DE LA SESIÓN.............................................
III. ORDEN DEL DÍA:
Terremoto y maremoto de 27 de febrero: informe de Gobierno sobre medidas, acciones y planes.........................
I. ASISTENCIA
Asistieron los señores:
--Allende Bussi, Isabel
--Alvear Valenzuela, Soledad
--Bianchi Chelech, Carlos
--Cantero Ojeda, Carlos
--Chadwick Piñera, Andrés
--Chahuán Chahuán, Francisco
--Coloma Correa, Juan Antonio
--Escalona Medina, Camilo
--Espina Otero, Alberto
--Frei Ruiz-Tagle, Eduardo
--García Ruminot, José
--Girardi Lavín, Guido
--Gómez Urrutia, José Antonio
--Horvath Kiss, Antonio
--Kuschel Silva, Carlos
--Lagos Weber, Ricardo
--Larraín Fernández, Hernán
--Letelier Morel, Juan Pablo
--Longueira Montes, Pablo
--Matthei Fornet, Evelyn
--Muñoz Aburto, Pedro
--Navarro Brain, Alejandro
--Orpis Bouchón, Jaime
--Pérez San Martín, Lily
--Pérez Varela, Víctor
--Pizarro Soto, Jorge
--Prokurica Prokurica, Baldo
--Quintana Leal, Jaime
--Rincón González, Ximena
--Rossi Ciocca, Fulvio
--Ruiz-Esquide Jara, Mariano
--Sabag Castillo, Hosaín
--Tuma Zedán, Eugenio
--Walker Prieto, Ignacio
--Walker Prieto, Patricio
--Zaldívar Larraín, Andrés
Concurrieron, además, los Ministros del Interior ; señor Rodrigo Hinzpeter Kirberg; de Hacienda , señor Felipe Larraín Bascuñán; de Educación, señor Joaquín Lavín Infante; de Obras Públicas, señor Hernán de Solminihac Tampier; de Salud, señor Jaime Malañich Muxi; la Ministra de Vivienda y Urbanismo, señora Magdalena Matte Lecaros, y el Subsecretario de la Secretaría General de la Presidencia , señor Claudio Alvarado Andrade.
Actuó de Secretario el señor Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario , el señor José Luis Alliende Leiva.
II. APERTURA DE LA SESIÓN
--Se abrió la sesión a las 11:12, en presencia de 13 señores Senadores.
El señor PIZARRO (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesión.
III. ORDEN DEL DÍA
TERREMOTO Y MAREMOTO DE 27 DE FEBRERO: INFORME DE GOBIERNO SOBRE MEDIDAS, ACCIONES Y PLANES
El señor PIZARRO ( Presidente ).- La presente sesión especial tiene por finalidad que el Gobierno informe al Senado acerca de las medidas adoptadas, las acciones desarrolladas y los planes de reconstrucción ideados para enfrentar las consecuencias del terremoto ocurrido el 27 de febrero recién pasado.
Me reuní con los representantes de los distintos Comités, los cuales acordaron recomendar a la Sala lo siguiente:
1° Prorrogar el término de esta sesión, citada de 11 a 13:30, hasta las 14 horas.
2° Dar un tiempo de exposición inicial al Gobierno -ya se lo comuniqué al señor Ministro del Interior -; otro para la intervención de los señores Senadores, y un lapso final de 20 a 30 minutos para que el Ejecutivo conteste o aclare las interrogantes y planteamientos que formulen Sus Señorías.
3° Distribuir el tiempo de los señores parlamentarios conforme a la proporcionalidad establecida para los distintos Comités en la hora de Incidentes, de modo que al Partido Demócrata Cristiano le correspondan 29 minutos; al Partido Renovación Nacional, 26; al Partido Unión Demócrata Independiente, 26; al Partido Socialista, 16; al Partido Por la Democracia, 13; al Partido Radical Social Demócrata e Independiente, 7, y al Comité Independientes, 7.
Si le pareciera a la Sala, se procedería en la forma planteada.
--Así se acuerda.
El señor PIZARRO ( Presidente ).- Para los efectos recién indicados, pido a los jefes de Comité hacer llegar la lista de los oradores inscritos, así como el tiempo que usará cada uno.
Mientras llegan los señores Ministros, quienes se encuentran esperando en una sala cercana, solicito la anuencia de los señores Senadores para que ingrese a la Sala el personal de apoyo que ayudará a aquellos a efectuar su exposición.
--Se accede.
El señor PIZARRO ( Presidente ).- Señor Ministro del Interior , acabo de explicar el procedimiento que se seguirá en esta oportunidad. La idea es que usted o quien usted determine parta con la exposición. Los elementos técnicos solicitados se hallan disponibles.
Los personeros de Gobierno contarán con alrededor de una hora: 30 a 40 minutos en la parte inicial, y un período similar, al término, para atender las inquietudes e interrogantes planteadas por los señores Senadores.
Así que lo dejo con la palabra, señor Ministro.
El señor HINZPETER ( Ministro del Interior ).- Señor Presidente , Honorable Sala, con los colegas que me acompañan hemos preparado una presentación que tiene por propósito compartir con ustedes parte significativa de la información y de los planes de acción que hemos llevado a cabo desde el 11 de marzo recién pasado, cuando nos tocó asumir el Gobierno. Los señores Senadores podrán seguirla en las pantallas ubicadas sobre las puertas de ingreso al Hemiciclo.
Sin embargo, antes de dar inicio a mi exposición, quiero agradecerle esta invitación, señor Presidente . Para el Gobierno resulta muy importante compartir con esta Corporación lo que estamos haciendo para enfrentar una catástrofe que nos ha golpeado y dañado enormemente como país.
Voy a comenzar con una especie de relato contextualizado. Hay cosas que ustedes obviamente ya conocen, pero que de todas formas mencionaré para ponerlos en ambiente de lo que se irá analizando.
El sábado 27 de febrero, a las 3:34 de la mañana, Chile sufrió un terremoto de 8,8 grados en la escala de Richter, y de 9 -de un máximo de 10- en la escala de Mercalli, y posteriormente un maremoto, que afectaron al país desde la Región de Valparaíso hasta la de La Araucanía, abarcando una extensión territorial de más de 147 mil kilómetros cuadrados, donde viven casi 13 millones de habitantes, cifra que corresponde al 75 por ciento de la población total.
Muchas zonas quedaron gravemente dañadas. Para graficar en imágenes lo ocurrido, a continuación veremos el panorama que se apreciaba en Juan Fernández , en Constitución y en Iloca antes y después del terremoto y maremoto.
Producto de lo anterior, el país vivió una dramática situación de orden público, como no se había visto en los últimos años, y que no solo nos sorprendió a todos, sino que obligó a parte de la ciudadanía a organizarse en familias y grupos de amigos con elementos contundentes -a veces, hasta con armas, con cuchillos-, para proteger sus viviendas, porque, efectivamente, se produjeron saqueos al comercio y también a casas particulares, lo que redundó en una sensación de pánico y desorden en extremo negativa.
La prensa recogió esos episodios, como pueden apreciar Sus Señorías en la portada que se está mostrando.
A partir de esa realidad, que se suscitó poco antes del día en que nos tocó asumir el Gobierno, lo primero que hicimos fue una evaluación de los daños producidos, la que quiero compartir con este Honorable Senado.
En primer lugar -no sé si se alcanza a leer bien, pero, en todo caso, dejaremos copia de esta presentación-, hoy tenemos identificadas 342 víctimas fatales con certificado de defunción emitido por el Registro Civil, donde se especifica como causa de muerte el terremoto; 95 denuncias por presunta desgracia; 2 millones de afectados y cerca de 800 mil damnificados; 260 mil viviendas destruidas o con daños estructurales mayores; más de 25 hospitales inhabilitados o con más del 75 por ciento de daños, y el 45 por ciento de las escuelas de las zonas golpeadas por el sismo inhabilitadas o con daños graves.
Según estimaciones del Gobierno, el daño total para el país -el Ministro de Hacienda se referirá al tema cuando se integre a la Sala, y, si no, lo haré yo- asciende a 30 mil millones de dólares. Sé que ha habido informes que entregan cifras distintas, pero compartiremos con Sus Señorías cómo llegamos a ese monto. De cualquier manera, no quiere decir que el sector público esté afectado en 30 mil millones de dólares, porque parte de ese daño es privado.
En materia de educación, en la zona de Valparaíso a La Araucanía existen 8 mil 917 escuelas, y de ellas -ya les señalaba- el 45 por ciento (4 mil 13) está afectado, con un costo de reposición o reconstrucción de aproximadamente 3 mil millones de dólares.
Hay 130 hospitales, que corresponden a más del 70 por ciento de la infraestructura hospitalaria, situados en las zonas afectadas. Cincuenta y uno, afortunadamente, están operando sin problemas; 54 requieren reparaciones; 8 necesitan reparaciones estructurales y 17 se encuentran fuera de servicio.
Eso conlleva un costo estimado de 2 mil 700 millones de dólares.
En obras públicas se produjeron daños que han afectado directamente a cerca de 2 millones de personas.
Los más significativos corresponden a puentes, obras de agua potable rural, caletas de pescadores -ya vamos a conversar de ello, porque es un tema que nos preocupa especialmente-, estructuras para aguas lluvias y cauces y obras de riego, que ponen en aprietos al sector agrícola.
También hay deterioros importantes en materia portuaria.
En la Quinta Región , el terminal portuario de San Antonio presenta daños en el molo y, principalmente, en obras de abrigo. En el terminal portuario de Valparaíso quedaron afectados el muelle Prat , zonas de embarcadero (especialmente los sitios 4, 5, 6 y 7) y el almacén Yolanda . En la Región del Biobío, los afectados fueron los puertos de San Vicente y de Talcahuano y los terminales portuarios 1 de Lirquén y Coronel.
Voy a pasar rápido este punto para dejar más espacio a las preguntas y a la reflexión conjunta.
En las Regiones Metropolitana, del Libertador Bernardo O´Higgins y del Maule también se registraron graves perjuicios en obras públicas y en conectividad.
Especial atención reviste para el Gobierno, Honorables Senadores, lo que se está viviendo en la Octava Región, con los puentes Llacolén y Juan Pablo II . El colapso de este último impide el paso desde el continente hacia la zona de San Pedro de La Paz. El traslado vehicular entre los dos puntos, que antes tomaba alrededor de 5 minutos, hoy, a través de una vía alternativa, tarda cerca de 5 horas. ¡Estamos como en 1834, cuando el límite poniente del continente era el río Biobío y no se podía pasar más allá!
Pues bien, estamos implementando soluciones que luego les comentaré en detalle.
En seguida vienen algunas fotos que muestran los problemas existentes en conectividad vial.
Así quedó una parte de la autopista Vespucio Norte .
El puente de la Ruta 5 Sur entre Curicó y Molina también quedó totalmente destruido.
Y lo mismo ocurrió con varias otras obras.
Sin embargo, los daños afectaron no solo a nuestras obras públicas sino también a nuestra Defensa.
De acuerdo con las estimaciones que el Gobierno ha recogido de las distintas ramas de las Fuerzas Armadas, en esta área existe un daño total cercano a los 1.500 millones de dólares, el cual se desglosa de la manera que se aprecia en el cuadro, siendo la Armada de Chile la institución más perjudicada, especialmente por los deterioros producidos en sus dependencias de Talcahuano.
La Base Naval de Talcahuano y ASMAR se vieron muy golpeadas por el tsunami. He tenido la oportunidad de estar ya dos veces ahí y los destrozos son bastante graves. En el primer caso, el costo de reposición bordea los 300 millones de dólares, y en el segundo, los 358 millones de dólares, en el corto plazo, y los 670 millones, en el largo plazo, ya que no todas las obras se podrán realizar de inmediato.
Luego tenemos bastantes problemas en materia de energía, en los cuales no voy a entrar en detalle -lo puedo hacer después, si Sus Señorías así lo requieren- a fin de no dilatar tanto esta presentación.
En el Poder Judicial, de acuerdo a las estimaciones de su Corporación Administrativa, los daños han sido cuantificados en aproximadamente 24 millones de dólares.
Se calcula que son 199 los edificios que han sufrido deterioro y se teme la pérdida total del que ocupaba la Corte de Apelaciones de Talca.
El Gobierno ha enviado un proyecto de ley que prorroga los plazos para las actuaciones judiciales en 30 días y los acorta para la declaración de muerte presunta, asunto bastante sensible para los familiares de personas fallecidas, pues ello les permitirá regularizar la posesión efectiva y otros aspectos administrativos en un lapso más breve.
En los recintos penitenciarios, que ya arrastraban una situación crítica porque los reclusos estaban viviendo en "condiciones de terremoto", la situación simplemente se ha agravado mucho más. El hacinamiento penitenciario se ha profundizado. Se estima en 47 millones de dólares el costo de reparación de las distintas cárceles. Se ha debido trasladar a 1.700 reos. Hubo que adelantar el funcionamiento del penal El Manzano II, previsto para agosto de este año. Se dispuso la distribución de 25 mil raciones de comida a través de una empresa privada para los reclusos trasladados. Y también se observan daños importantes en algunos edificios del SENAME.
En agricultura, además de la pérdida productiva y vitivinícola, que analizaré más adelante, el principal daño está en las obras de riego, cuyo costo de reparación asciende a 32 millones de dólares.
Muchos edificios de intendencias y gobernaciones también han sufrido deterioros graves que impiden su normal funcionamiento. Puedo dejar a disposición de este Honorable Senado un catastro completo de los desperfectos que han afectado a cada una de esas construcciones.
En materia de monumentos nacionales y obras arquitectónicas de importancia existen daños en todas las Regiones donde se sintieron los efectos del terremoto.
Por ejemplo: en Valparaíso, la Iglesia La Matriz, la Capilla de la Vicuña , el Mercado Puerto; en la Región Metropolitana, la Basílica San Salvador; en la Región del Libertador Bernardo O´Higgins, la Iglesia de la Merced; en la Región del Maule, el edificio del Mercado Central de Talca, el Museo O¿ Higginiano .
El Museo de Bellas Artes quedó en las condiciones que se aprecian en la fotografía.
La Iglesia San Francisco , de Curicó, quedó completamente destruida.
Con respecto a la actividad económica, el sector comercio de las Regiones del Libertador Bernardo O´Higgins, del Maule y del Biobío se encuentra seriamente afectado. No quiero excluir a la Región de La Araucanía, cuyo pequeño campesinado también está pasando por una grave situación, pero es en la primera de las nombradas donde el 80 por ciento del comercio se halla con problemas, en tanto que en las otras dicho sector ha debido soportar grandes saqueos.
El sector vitivinícola igualmente ha sufrido un enorme impacto por las pérdidas en los estanques de almacenamiento y reserva de vino.
El sector silvoagropecuario también ha sufrido daños irrecuperables en frutas, básicamente por fallas en los sistemas de cadenas de frío, y por una serie de otros daños vinculados a la actividad económica. Luego veremos el impacto que ellos tienen y la forma como intentaremos repararlos.
En el sector pesquero, según el último catastro, las embarcaciones dañadas en las Regiones siniestradas alcanzan a 4 mil 223, lo cual hace un total de cerca de 27 mil pescadores artesanales afectados desde las Regiones de Valparaíso hasta la de La Araucanía.
El desglose por Región se encuentra en la presentación que queda a disposición del Senado.
Sin duda, el mayor impacto se produce en la Región del Biobío, con cerca de 3 mil embarcaciones dañadas y 18 mil pescadores artesanales afectados.
Señor Presidente , señores Senadores, tal como les decía, el costo total estimado derivado de este terremoto asciende a 30 mil millones de dólares.
Al respecto, el plan de financiamiento contiene cinco puntos.
1.- Austeridad fiscal y reasignación de gastos, cuestión que se va a analizar.
Sé que algunos Senadores están preocupados por ciertos recortes no menos importantes en algunas Regiones no afectadas por el terremoto.
Hicimos un recorte de 5 por ciento del gasto de los Subtítulos 22 y 29, con un total de aproximadamente 700 millones de dólares que destinaremos íntegramente a un Fondo de Reconstrucción.
2.- Vamos a ingresar al Congreso Nacional un proyecto de ley sobre donaciones, destinado a fomentar e incentivar muy fuertemente la participación del sector privado. Tenemos la convicción de que el problema que afecta al país trasciende la capacidad del Estado.
Sinceramente, aquí el Estado no es capaz de anular los efectos del terremoto. Por lo tanto, tendrá que haber una cooperación público-privada para poner de nuevo al país en pie. Si el Estado contara con los recursos necesarios para reparar todo lo dañado, querría decir que podría anular sus efectos. Pero eso, como digo, no resulta factible. Y puedo explicar por qué.
3.- Haremos uso parcial de ahorros del Estado, utilizando el Fondo de Estabilización Económica y Social.
4.- Recurriremos a la capacidad de endeudamiento público del país, y
5.- Estamos estudiando ajustes tributarios -en esto quiero ser muy categórico, y el asunto podemos analizarlo en conjunto- que en ningún caso afecten a las pymes ni a las microempresas.
Hemos confeccionado el siguiente itinerario:
Señor Presidente , nosotros asumimos el 11 de marzo. Esto no constituye una excusa, sino simplemente que lo queremos hacer presente. Si descontamos los fines de semana -en realidad, en una catástrofe estos no se descuentan- y la Transmisión del Mando, día en que tuvimos que cumplir algunas actividades protocolares, llevamos gobernando aproximadamente entre 7 y 9 días. Es decir, el Gobierno lleva a cargo del terremoto menos tiempo del que tuvo la Presidenta Bachelet . Y eso sin considerar que el 11 de marzo se produjeron (en circunstancias normales habría sido el terremoto de la Sexta Región) tres sismos en un mismo día, con 7,2, 6,9 y 6,5 grados, y un posterior black out, hechos que, naturalmente, provocaron algunas descoordinaciones y daños adicionales.
Entonces, en nueve días nos hemos hecho cargo de un país con una realidad muy devastadora, sin que ello sea culpa de nadie.
Luego sobrevino otro evento sismológico en la Sexta Región y el black out que señalé.
Hemos intentado, en primer lugar, que las autoridades estén en terreno, en las Regiones.
Creemos necesario dar la cara, conversar con las personas afectadas. A veces, no podemos darles respuestas, porque no las tenemos. Pero sí podemos comprometernos a contestarles en el corto plazo, tomarles la mano, abrazarlos, en fin. Sus Señorías han hecho campañas y saben lo que significa la cercanía con el pueblo, con los ciudadanos.
Aquí me he permitido poner en este mapa, marcados con azul y rojo, los lugares que hemos visitado Ministros y Subsecretarios en estos nueve o diez días.
Hemos tratado de estar cerca de las personas.
En los cuadros anteriores, se muestra en mayor detalle a Talca, Talcahuano y Concepción, que son las principales zonas afectadas, cuestión en la que no tiene mucho sentido ahondar.
Estuvimos conversando con la gente y tratando de brindarles la mayor tranquilidad para enfrentar una situación que -créanme, señores Senadores- no ha sido fácil para el Gobierno.
Entre las principales medidas legales o administrativas que hemos adoptado desde que asumimos el desafío de gobernar Chile se encuentra, en primer lugar, extender el estado de catástrofe a la Sexta Región.
Nos pareció que allí se justificaba este estado de excepción constitucional. Eventualmente, si no lo hubiéramos tenido a raíz del terremoto del 11 de marzo, quizás esa Región también hubiera sido afectada por actos de vandalismo y saqueos o pillaje, como sucedió en las Regiones del Maule y del Biobío a pocos días del terremoto del 27 de febrero.
Consecuentemente con la declaración de estado de catástrofe, se dictó el decreto que delega facultades presidenciales en el Jefe de la Defensa Nacional en la Región del Libertador Bernardo O ´Higgins .
Asimismo, se cumplió con un compromiso de la campaña electoral. Aunque no tiene que ver con la reconstrucción, nos pareció extraordinariamente importante hacerlo dado el momento de dificultades financieras para el Estado. Esto no tiene ningún mérito, porque se trataba de un compromiso que había que cumplir. Se halla consignado en este relato, y constituye lo que Sus Señorías conocieron como el "bono marzo".
Además, presentamos un proyecto de ley que alarga los plazos en actuaciones judiciales y los reduce en materia de muerte presunta.
Creamos un Comité Interministerial de Reconstrucción y un Comité de Emergencia, cuyas labores reseñaré en forma muy breve.
Se firmó el decreto de reasignación presupuestaria de cinco por ciento, lo que nos ha permitido constituir un fondo de reconstrucción de aproximadamente 700 millones de dólares.
Y dejamos sin efecto el decreto 338, suscrito poco antes de que terminara el Gobierno de la Presidenta Bachelet, el cual establecía que en períodos de catástrofes las Fuerzas Armadas quedaban subordinadas a la ONEMI.
Nos pareció que no era prudente que en el momento en que tal organismo requería una reestructuración y un reordenamiento mayor las instituciones castrenses tuvieran que estar bajo sus instrucciones.
En materia de búsqueda de desaparecidos y personas fallecidas, simplemente queremos hacer un relato.
A partir de un error que cometió nuestro Gobierno, especialmente mi Ministerio, se duplicaron, en una lista que dimos a conocer el viernes pasado, los nombres de algunas personas fallecidas.
Afortunadamente, gracias a Dios, no se cometió el error de incluir en esa nómina a las personas que se encontraban desaparecidas, lo cual sí constituye un error que causa mucho dolor. Solo se repitieron -no estoy tratando de minimizar el error- nombres de personas fallecidas.
Al respecto, hay la siguiente secuencia:
Tendremos que adecuar un mejor sistema de contabilización de víctimas en casos de emergencia.
Conforme al gráfico anterior, el 3 de marzo la ONEMI informó que había 723 fallecidos; el 4 de marzo hubo que corregir aquello, y se indicó que eran 587. Y aquí se habían incluido en la nómina de fallecidos a personas desaparecidas; el 8 de marzo la Presidenta Bachelet quitó a la ONEMI la facultad de llevar tal conteo, producto de estos errores, cuestión que encomendó al Subsecretario del Interior . Este, con cierta sabiduría política, dejó de hablar de personas fallecidas y desaparecidas y empezó a referirse solo a víctimas. Eso permitió englobar las cifras, sin caer en errores. Y, entonces, se habló de 497 víctimas.
Cuando vimos que había poca precisión y que debía desglosarse el concepto de víctimas entre fallecidos y desaparecidos, el 15 de marzo el Subsecretario del Interior solicitó a Carabineros, al Servicio Médico Legal y a la Fiscalía Nacional que enviaran la nómina de los fallecidos y de aquellos por presunta desgracia.
Se depuraron cerca de 2 mil registros enviados por las distintas reparticiones a las que se les requirió información.
Hoy día podemos decir, con mucha precisión, que son 342 las víctimas fatales y que las denuncias por presunta desgracia alcanzan las 95.
Como consecuencia de los estados de catástrofe, se ha producido y coordinado una gran movilización de las Fuerzas Armadas y de Orden. Cerca de 12 mil efectivos militares se trasladaron a las zonas afectadas, y con ello hemos permitido restablecer el orden público.
Hoy día, en las zonas afectadas, el orden público y la seguridad ciudadana se hallan bajo control, lo cual incluso nos ha permitido contar con muy buenos índices como consecuencia, seguramente, del estado de catástrofe, más que del mérito del Gobierno, para ser honesto. Pero son datos que en la actualidad la gente percibe y se beneficia de ello.
En las Regiones del Libertador Bernardo O´Higgins, del Maule y del Biobío los detenidos han disminuido entre 61 y 26 por ciento. Y respecto de los delitos de mayor connotación social, en la Región del Maule, por ejemplo, la disminución ha sido de 71 por ciento; y en la del Biobío, de 65 por ciento.
Nos hemos reunido con las fuerzas policiales (Carabineros e Investigaciones) y les hemos pedido que esas cifras no aumenten, y que, por lo mismo, pongan gran énfasis en la recaptura de reos.
El día del terremoto se fugaron de las cárceles de Constitución, Chillán , Coronel y Arauco 446 reclusos, por el desmoronamiento de paredes en tales recintos, que estaban muy deterioradas por el paso del tiempo. De esos 446 prófugos, hemos recapturado 276 dentro de este período; es decir, 62 por ciento. Esperamos en los próximos días llegar a una cifra cercana al 100 por ciento.
Estamos priorizando la recaptura de los prófugos de alta peligrosidad o encarcelados por delitos más violentos, destinando mayor cantidad de recursos a las pesquisas, porque se debe entender que Carabineros y la Policía de Investigaciones se encuentran ayudando fuertemente en la reconstrucción.
Dentro del Ministerio del Interior creamos el Comité de Emergencia, presidido por Cristóbal Lira, empresario, que ha realizado una gran labor, de enorme ayuda, la cual nos ha permitido coordinar, en primer lugar, las labores de alimentación.
Desde el 11 de marzo, se han utilizado compras de la Administración anterior y realizado nuevas adquisiciones, que han permitido armar 20 mil 500 cajas diarias de alimentación para enviar a las zonas más afectadas. Cada una de ellas sirve para dar de comer a cuatro personas por cuatro días, razón por la cual se llaman "4x4".
A la Región del Biobío estamos mandando un promedio de 15 mil cajas diarias; a la del Maule, 4 mil 500, y a la del Libertador Bernardo O´Higgins, mil.
Todo eso se está coordinando con la ONEMI y el Ejército.
Al respecto, debemos tomar la decisión -creo que dentro de esta semana- de empezar a reducir progresivamente el envío de tales cajas, porque con ellas se genera un círculo vicioso en el comercio. El actual Gobierno necesita que los pequeños almacenes y los comerciantes minoritarios comiencen a reactivarse. Pero si las personas reciben esa ayuda, no van a comprar. Por lo tanto, el comerciante no abrirá su local y quebrará.
En consecuencia, podríamos tener problemas con la puesta en marcha del aparato productivo.
Tal labor no se puede efectuar de manera aislada, pues hay que entender que mucha gente perdió su fuente de trabajo. Por ende, los programas de emergencia y la entrega de subsidios para la contratación de mano de obra van a permitir a las personas tener un flujo de dinero para destinar a la compra y, así, poner en marcha el aparato productivo.
Ha habido un gran trabajo del Ejército y de las Fuerzas Armadas en general, instituciones a las que deseo realmente rendir un homenaje. Sus operaciones han sido de gran ayuda. Si Sus Señorías han recorrido las zonas afectadas, se habrán podido dar cuenta del agradecimiento de la población hacia ellas por la labor desempeñada.
Las láminas anteriores muestran en detalle la cantidad de elementos enviados a las zonas afectadas; y las acciones del Ministerio del Interior para reestablecer el agua potable, los sistemas de purificación de aguas y el saneamiento de emergencia, que hemos realizado con la Dirección de Obras Hidráulicas, con la Superintendencia de Servicios Sanitarios, con agencias de la ONU, con el Ministerio de Salud, con el FOSIS, etcétera.
En materia de viviendas de emergencia -lo más importante-, nuestro compromiso es que ningún chileno pase el invierno a la intemperie.
Sin embargo, no existe capacidad de construir viviendas definitivas en el corto plazo. Las casas dañadas son cerca de 200 mil. La información precisa la entregará la señora Ministra de Vivienda .
Por lo tanto, hemos definido un programa de viviendas de emergencia, difundiéndolo como tal. No queremos que los chilenos sientan que tendrán que volver a sufrir esta situación. Ello significaría un gran retroceso para el país. Pero tampoco nos parece razonable que nuestros compatriotas carezcan de un techo para pasar el invierno.
Para tal efecto, en primer lugar, confeccionamos un catastro de las necesidades por comuna. Además, hemos estado entregando tiendas de campaña.
Las tiendas de campaña son carpas de muy buena calidad provenientes del Ejército ruso, de Pakistán y de otros países. Tienen 25 metros cuadrados y una relativamente buena aislación. Son mejores que las utilizadas en forma espontánea por la gente, que más bien son de camping de verano. Permitirán pasar un invierno en condiciones precarias, pero han de servir de alguna manera para paliar una situación de emergencia.
Lo anterior se ha puesto en práctica mientras se construyen mediaguas o casas de emergencia; pero la capacidad instalada para su fabricación no permite que en las próximas semanas puedan disponer de ellas todos los chilenos que las requieran.
Sin embargo, esperamos que de aquí a fines de mayo podamos cumplir con las 40 mil viviendas de emergencia, a fin de que los afectados puedan pasar el invierno bajo techo.
Ya estamos instalando varias de ellas, con la precaución de entregarlas con colchones, con una batería de cocina, con un kit eléctrico básico y con un elemento muy relevante, que es la aislación. Cuando se planteó el problema sobre tales casas, quizás la mayor crítica fue que no contaban con este último elemento y, por eso, la gente las rechazaba. Pues bien, hemos creado un sistema, convirtiéndolas en un lugar para guarecerse del tiempo frío o pasar el invierno con relativa tranquilidad. Con ello no quiero ser condescendiente con tal medida.
En materia de trabajo, implementamos 60 mil incentivos al empleo, compuestos básicamente por dos instrumentos: subsidios e implementos para la reconstrucción.
Los subsidios se dan a las empresas, y equivalen a 40 por ciento del sueldo mínimo por cuatro meses, más un bono de capacitación variable entre 50 y 300 mil pesos. Se trata de un beneficio nuevo, utilizable no solo para la contratación de personas, sino también para su retención; es decir, para evitar despidos. Antes existía solo el subsidio para la contratación.
También hemos creado empleos para la reconstrucción, que van a tener el sueldo mínimo. Al respecto, tomamos dos medidas para mejorarlos. Además, entregaremos las herramientas apropiadas para el trabajo y para las labores que se van a desarrollar. Pediremos la coordinación de ello al Cuerpo Militar del Trabajo, lo cual permitirá su realización con cierto orden y con un estándar de orientación, pues algunas de las personas que van a participar a veces carecen de la capacitación necesaria para llevarlas a cabo de forma más ordenada de lo que sería en otras circunstancias.
Dado que se empezaron a producir abusos del artículo 159 del Código del Trabajo -a nuestro juicio, inaceptables-, pedimos en forma inmediata a la Dirección del ramo que emitiera un dictamen para restringir la aplicación de la causal de "caso fortuito o fuerza mayor" y la hiciera más rigurosa. Ella se interpreta como aquella en que la empresa sufre un daño gravísimo a consecuencia directa del terremoto y, por consiguiente, con nula capacidad de mantener en marcha la actividad laboral.
Por lo tanto, solo en los casos en que el daño es gravísimo por la directa ocurrencia del terremoto y hay nula posibilidad de mantener los puestos de trabajo, se puede invocar la referida causal de dicha norma legal. Naturalmente, si ella se utiliza mal, los tribunales del trabajo aplicarán igual las sanciones correspondientes.
Además, estamos estudiando un proyecto de ley para flexibilizar el seguro de cesantía. Queremos reducir sustancialmente los requisitos para acceder a él y ampliar de cinco a siete meses su período de cobertura.
En un asunto sensible como el agua potable, el gráfico muestra en la columna de la izquierda la situación al 10 de marzo, y en la de la derecha, al 22 de marzo; es decir, al día de ayer.
Hoy el abastecimiento de agua potable en todas las zonas afectadas (Regiones de Valparaíso, Metropolitana, del Libertador Bernardo O ´Higgins , del Maule, del Biobío y de La Araucanía) alcanza a 98,9 por ciento. Y en la denominada "zona cero" (Arauco, Constitución, Talcahuano), a 80 por ciento. Todavía tenemos un déficit. Esperamos que en la quinta semana desde el terremoto el suministro llegue a 100 por ciento.
A modo de ejemplo, hago presente que en el caso del terremoto que afectó a Kobe (Japón), que fue de 7,7 grados en la escala de Richter, se logró el 100 por ciento de abastecimiento de servicios básicos en la décima semana, registrando 80 por ciento recién en la quinta. Nosotros alcanzamos este último porcentaje en la tercera semana. Ello se debe a los esfuerzos no solo del Gobierno, sino también de ESSBIO -más allá de la presión que le hemos puesto a la empresa, que tiene una parte pública-, y a la destinación de recursos económicos y humanos para superar la situación.
En materia de educación, el Ministro de la Cartera explicará las metas que nos fijamos: que ningún niño pierda el año escolar por culpa del terremoto y que todos entren a clases de aquí a 39 días.
Ayer se pudo ver, a través de los medios de comunicación, la instalación de la primera escuela modular, en Iloca.
Se trata de construcciones que el país debiera considerar como soluciones más definitivas. De hecho, la nueva escuela de Iloca es probablemente de mejor calidad que la que había. Y tales proyectos se instalan con mucha rapidez.
Lo mismo vamos a hacer en cuanto a hospitales.
El Ministro de Salud entregará una información más completa respecto de la instalación de hospitales de campaña y modulares. En algunas partes del mundo estos existen y funcionan muy bien.
Asimismo, hay quirófanos transportables y dependencias hospitalarias modernas. El Ministro de Salud detallará lo que hemos hecho al respecto.
Además, a fin de enfrentar la emergencia sanitaria, desplegamos una gran campaña de vacunación, especialmente de Hepatitis A.
Por otro lado, hemos puesto mucho énfasis en las donaciones desde el extranjero, las que a la fecha son del orden de 41 millones de dólares.
Con relación a los municipios de las zonas siniestradas, de inmediato elaboramos un catastro de las 78 comunas más afectadas. Y luego se realizó un nuevo registro a 205 municipalidades.
En 33 municipios instalamos 52 oficinas móviles, con el objeto de satisfacer las demandas de los usuarios de los servicios municipales.
Hoy día el personal de las municipalidades que se halla trabajando alcanza a 98 por ciento. En la Región del Biobío, por ejemplo, al 10 de marzo estaba laborando el 75 por ciento de los funcionarios; al 18 del mismo mes, el 97 por ciento. Procuramos llegar al 100 por ciento ojalá mañana.
Respecto de la atención al público, que es lo más sensible, también nos hemos esforzado mucho: en promedio, registramos 81 por ciento el 18 de marzo, contra un 69 por ciento ocho días antes. Pero en las Regiones más afectadas se ha observado un incremento significativo. En la del Biobío, por ejemplo, la atención a público aumentó de 45 a 70 por ciento en el mismo período.
Señor Presidente, dejo a disposición del Senado los estados de la infraestructura de los municipios y de los cementerios municipales, para que los señores Senadores los analicen, si fuera del caso.
Enseguida, me referiré brevemente al destino que le ha dado el Ministerio del Interior a los recursos contemplados en el Fondo de Emergencia.
En los ocho primeros días de Gobierno hemos invertido en las comunas siniestradas cerca de 3 millones de dólares diarios, lo que da un total de 24 millones de dólares.
En materia de viviendas de emergencia -ya hablé de las 40 mil mediaguas, de las instalaciones eléctricas, de las tiendas de campaña-, el costo total estimado es de 75 millones de dólares.
Y aquí están las fotos que les quería mostrar.
Estas son las tiendas de campaña que importamos y que vamos a instalar.
A continuación se pueden ver las impermeabilizaciones y aislaciones que estamos incorporando. Se trata de un producto muy eficiente que importamos de Estados Unidos, para que las viviendas de emergencia no sean solamente paredes de madera, sino que, además, estén mejor protegidas. La falta de tal revestimiento constituía uno de los grandes reclamos de la ciudadanía.
De ese modo las viviendas han ido quedando -por lo que conozco de ellas- bastante bien para soportar el invierno.
Esperamos que la política habitacional definitiva empiece a tomar fuerza ya en los próximos meses.
También hemos avanzado en el ámbito de la pesca artesanal.
No entraré en mayores detalles sobre la materia. Solo diré que haremos un esfuerzo compartido con los pescadores artesanales. El Estado financiará, sin costo para ellos, parte de las embarcaciones, aparejos y demás implementos para el desarrollo de la actividad. Y a través de la CORFO, se proporcionarán los recursos para cubrir el saldo del monto que esos trabajadores necesitan para reconstruir todo el resto.
Lo que queremos, señor Presidente, no obstante las dificultades que enfrentamos, es convertir esta catástrofe en una oportunidad para construir un mejor país. El concepto de volver a construir, pero mejor, es una experiencia que se ha utilizado en otras naciones.
En ese sentido, no solo deseamos levantar de nuevo lo que había, sino aprovechar de revisar las localizaciones existentes y las infraestructuras que pudieran estar de más. Y todo ello ha de realizarse con la mejor tecnología disponible.
Es cuanto puedo informar por ahora, señor Presidente.
Muchas gracias.
El señor PIZARRO ( Presidente ).- A usted, señor Ministro .
Recuerdo a los señores Senadores que los tiempos se han distribuido por Comité. Quien ocupe más tiempo que el que le corresponde estará gastando el de los demás miembros de su bancada.
Yo indicaré los minutos que se le han asignado a cada orador. Y espero que se ajusten a ellos.
Tiene la palabra, hasta por cinco minutos, el Honorable señor Sabag.
El señor SABAG.- Señor Presidente , en primer término, quiero saludar a la señora Ministra y a los señores Ministros y Subsecretarios que nos acompañan en la Sala, y agradecerles su presencia. Además, valoro la información amplia y completa que el titular de la Cartera del Interior nos ha entregado con relación a la emergencia que afecta a nuestro país.
La catástrofe que nos ha tocado vivir, ocurrida hacia el final de una crisis financiera mundial, evidentemente nos crea un problema serio.
Sin embargo, dada la situación económica del país, yo diría que estamos en inmejorables condiciones para enfrentar la tragedia.
Desde luego, Chile no tiene deudas en términos netos. Más bien, es un acreedor neto. El país cuenta con más de 16 mil 300 millones de dólares en activos en el exterior, ahorrados en bonos soberanos, lo que equivale a más del 10 por ciento del producto interno bruto.
Tal vez eso no sea importante para algunos. Pero adquiere valor cuando el mundo entero está fuertemente endeudado. Por ejemplo, Japón debe dos veces el monto de su PIB y las naciones europeas, algo menos: Holanda, el 71 por ciento; Inglaterra, el 70 por ciento; Suecia, el 52 por ciento; Alemania, el 70 por ciento; Francia, el 83 por ciento.
¡Y para qué hablar de los países latinoamericanos!
Para hacer un parangón, si Chile adeudara dos veces su producto interno bruto, estaría debiendo ¡320 mil millones de dólares!
Sin embargo, es un acreedor neto.
En consecuencia, nos hallamos en óptimas condiciones para enfrentar la catástrofe.
Ahora necesitamos actuar en forma coordinada, con participación no tan solo de La Moneda -esta debe dirigir-, sino también de los municipios, de los gobiernos regionales, de los parlamentarios, de la comunidad. Tiene que ser un esfuerzo de todos.
¡Chile es de todos y todos debemos sacarlo adelante!
Pero, además de la fortaleza económica, nuestro país posee un gran prestigio, el cual fue desarrollado con la colaboración del sector privado. De otro modo no podríamos contar con 2 mil kilómetros de carreteras de doble vía; con puertos y aeropuertos modernos, que han transformado la infraestructura nacional. Y ello, gracias a la participación de los privados. Si hubiésemos tratado de hacer tales obras directamente con el Ministerio de Obras Públicas, no tendríamos ni siquiera 400 ó 500 kilómetros de doble vía.
¡Las empresas privadas están instaladas y constituidas en el territorio nacional! Mediante el sistema de concesiones donde ellas participan, logramos un gran avance. ¡Y están esperando optar a nuevas construcciones!
Yo siempre me quejaba de que se habían paralizado los sistemas de concesiones. Ahora podemos ocupar esa infraestructura empresarial para levantar rápidamente al país. No es factible que el Estado, a través de su sistema tradicional, efectúe todas las obras. Hablo de los puentes, los caminos, los hospitales, las escuelas, las cárceles; en fin, de tantas cosas por hacer.
Bastaría que el Estado llamara a esas empresas para que construyan dichas obras, no mediante concesión -para evitar que la ciudadanía pague peajes-, sino con financiamiento fiscal a 10, 15 ó 20 años plazo. ¡Así las faenas se ejecutarían de forma inmediata! Por la vía tradicional demoraríamos más de diez años en la reconstrucción. Con el sistema rápido y expedito antes señalado, en dos, tres o cuatro años -como dijo el Presidente de la República - podríamos levantar por completo nuestra nación.
Llamo al Gobierno a que auscultemos esa posibilidad, evidentemente tomando los resguardos correspondientes.
Las empresas deben ganar -¡claro que deben hacerlo!-, pero de manera razonable, sin aprovecharse de las circunstancias con el propósito de duplicar sus capitales en uno o dos años.
Asegurando tales protecciones, no me cabe duda de que lograremos un gran aporte y una inmensa ayuda en esos aspectos.
Perdón, señor Presidente , no sé si ya ocupé los cinco minutos que me correspondían.
El señor PIZARRO ( Presidente ).- Está pasado en algunos segundos, señor Senador. Pero puede ocupar tiempo disponible de su bancada.
El señor SABAG.- ¡No, señor Presidente ! No pretendo perjudicar a mis colegas.
Solo quiero agregar que mi zona, la Octava Región, ha sido una de las más afectadas. Basta nombrar Talcahuano, Tomé, Dichato , en fin, y las comunas interiores, de las que no se sabe mucho. Señalo el caso de Quirihue, donde prácticamente mil 600 viviendas están destruidas. Todas las comunas que tenían antiguas casas de adobe han quedado desoladas.
Creo que el subsidio de autoconstrucción es una gran medida, porque la plata rinde mucho más. Una solución habitacional mediante propuestas, con contratistas, permite la construcción de diez a veinte metros cuadrados; por la vía de la autoconstrucción, en cambio, se puede edificar hasta sesenta metros cuadrados.
Esa es una de las alternativas que debemos explorar.
Finalmente, considero que es posible aspirar a un mejor país y a una mejor construcción. Con la participación de todos lo podemos hacer.
Nosotros hoy día somos Oposición, pero una Oposición constructiva. ¡Primero está Chile!
Con la colaboración de todos levantaremos prontamente nuestro país.
He dicho.
El señor PIZARRO ( Presidente ).- Al Comité Demócrata Cristiano le quedan 22 minutos y 30 segundos.
Tiene la palabra la Honorable señora Lily Pérez, hasta por cinco minutos, de acuerdo al tiempo asignado por su Comité.
La señora PÉREZ (doña Lily).- Señor Presidente , en primer lugar, doy la bienvenida al Ministro del Interior , a la señora Ministra de Vivienda , a los demás Secretarios de Estado y a los señores Subsecretarios que nos acompañan.
La verdad es que asumir una nueva Administración después de veinte años de gobiernos de un mismo signo político resulta muy complejo, sobre todo enfrentando el actual escenario. Por eso es necesario situar el contexto de lo sucedido con el terremoto el 27 de febrero pasado.
Para hacer frente a ello se requieren tres pilares básicos, como señaló el Ministro del Interior : austeridad, autoridad e información.
Austeridad en el gasto fiscal para asumir el costo de la reconstrucción del país, cercano probablemente a 30 mil millones de dólares.
Autoridad en mostrar un cambio de mano absoluto, el cual se ha notado desde el 11 de marzo recién pasado.
Y quiero detenerme en este punto.
Ese día en el Congreso juramos los nuevos Senadores y Diputados; se tomó juramento al nuevo gabinete, y se traspasó el mando al Presidente Piñera . ¿Y qué vimos luego? A un Ministro del Interior que suspendió sus actividades protocolares para ir a concentrar sus esfuerzos a la ONEMI todo el día, lo cual -se lo digo a él- me llena de orgullo.
El Ministro del Interior no se va en debates; actúa. Eso es mostrar autoridad.
De igual modo, ese día el Presidente de la República realizó tres acciones que resultaron impactantes para la opinión pública y para quienes somos partidarios de su Gobierno: suspendió sus actividades protocolares; convocó a una sesión extraordinaria a su Gabinete, al Comité Interministerial de Emergencia, a los Jefes de Plaza y a los Intendentes de las Regiones declaradas zonas de catástrofe, y luego voló a Rancagua y a Constitución, declarando zona de catástrofe a la Sexta Región, que ese mismo día -como bien nos recordó el señor Ministro del Interior - fue asolada por un nuevo terremoto.
Ese es el contexto en el cual asume el nuevo Gobierno.
Me parece muy importante tenerlo tremendamente claro.
El miércoles pasado aquí, en esta Sala, nosotros debatimos y aprobamos el "bono marzo". Hubo voces dentro del Gobierno que le sugirieron al Presidente Piñera que no era necesario dar dicho beneficio y cumplir ese compromiso de campaña, porque el país entero entendería el escenario en el que hoy nos encontramos. Se trata de 320 millones de dólares. El señor Ministro de Hacienda , don Felipe Larraín -quien nos acompaña hoy en el Hemiciclo-, tuvo que hacer un esfuerzo en la caja fiscal para obtener esos recursos.
¿Por qué se otorgó el bono entonces? Porque este es un Gobierno que opera sobre la base de los tres pilares que mencioné: austeridad, autoridad e información.
Y lo que hoy día estamos recibiendo del propio Ministro del Interior es información, la cual -debo señalarlo- fue bastante esquiva de parte de las autoridades salientes. Quienes han asumido cargos de intendentes, gobernadores, ministros, subsecretarios han debido recabar antecedentes desde lo que había para obtener datos duros y reales, cosa que no fue simple ni fácil.
Conversé, por ejemplo, con el Ministro de Salud respecto de lo silencioso que fue el terremoto en algunas Regiones, como se observa en mi circunscripción, la Quinta Cordillera, donde encontramos zonas que también han sido gravemente afectadas. De muestra, un botón: hoy día nos llegó -al Ministro y a mí- a esta misma Sala una carta enviada por habitantes de Putaendo, mediante la cual nos informan que en dicha ciudad dos hospitales resultaron afectados, los cuales probablemente no figuran en el catastro nacional. Y habrá que hacerse cargo de ellos.
¿Por qué menciono ese punto en el debate? Porque, pese a ello, creo que el Gobierno ha hecho un esfuerzo enorme, encomiable, para rescatar y levantar información, cosa que no ha sido simple. Como bien recordó el Ministro del Interior , la actual Administración lleva prácticamente diez días en el poder, recién se está instalando; por tanto, es complejo recabar información de parte de los nuevos intendentes y gobernadores, quienes hace poco la están reuniendo en sus provincias y, a través de los alcaldes, en las comunas. Muchas veces ella ha resultado un poquito esquiva.
Además, también con relación al tema de la información, debo consignar que el Gobierno ha mostrado un plan de acción realmente impactante.
Se anunció el "bono marzo" y lo sacamos adelante.
Hubo preocupación por las víctimas y ya el Ministerio de Justicia ingresó a trámite legislativo el proyecto que acelera las declaraciones por muerte presunta, aspecto de suma importancia para las familias de las víctimas del terremoto y posterior maremoto del 27 de febrero.
Para resolver los problemas de los pescadores, sobre todo de los artesanales, se han enumerado una serie de beneficios que sumarán más de 5 mil 500 millones de pesos.
En el ámbito laboral -el Senador señor Sabag algo manifestó al respecto-, el Gobierno ha entregado una fuerte señal al decir que no tolerará el uso abusivo del artículo 159 del Código Laboral en lo atinente a los despidos injustificados por fuerza mayor. La propia Ministra del Trabajo y el Presidente de la República han hecho presente la circunstancia de que nos hallamos en una época de emergencia, donde las empresas y los empresarios deben ayudar a la reconstrucción nacional evitando cursar despidos arbitrarios.
Podría seguir toda la mañana enumerando las acciones concretas que se han ido ejecutando en el ámbito de la salud, de la educación, de Hacienda.
¡Eso es lo que requiere nuestro país en este momento!
¡Eso es lo que Chile más necesita: un Gobierno que muestre contundencia, fuerza, seguridad en las resoluciones que adopta, en las cosas que transmite y en sus intenciones! Porque cuando ocurre una catástrofe de esta magnitud, lo peor es que la gente carezca de certezas. Porque entonces no solamente se le mueve el piso, sino también su propio corazón y el de su familia, con todos los problemas emocionales que ello conlleva.
Por eso, el terremoto y el maremoto nos deben hacer pensar, no solo en cómo reconstruir mejor -esta no es una simple frase; en ella subyace un contenido muy superior-, sino también en cómo reparar el alma dañada de cientos de miles de chilenas y chilenos que hoy día sufren y seguirán sufriendo las consecuencias de esta tragedia.
En resumen, el contar con un Gobierno que actúa; que entrega un plan de acción concreto, correcto y bien evaluado, y que, además, nos viene a entregar la información pertinente es algo digno de destacar.
Agradezco a las nuevas autoridades la labor que realizan, particularmente al Ministro del Interior y a los miembros del Gabinete que nos acompañan esta mañana.
He dicho.
El señor PIZARRO ( Presidente ).- Restan 19 minutos al Comité de Renovación Nacional.
Tiene la palabra el Senador señor Larraín en el tiempo del Comité de la UDI.
El señor LARRAÍN .- Señor Presidente , en primer lugar, agradezco y felicito al Ministro del Interior por lo completa de la presentación efectuada. Queremos contar con los textos, pues la letra chica nos impidió verla.
Creemos que el plan de reconstrucción insinuado, más lo que el Senado, la Cámara de Diputados y otros sectores aportemos, podrá generar una especie de "Plan Maestro del Bicentenario", en donde aquel programa no solo sirva para recuperar el Chile que perdimos con el terremoto, sino para dejar uno mejor. Que esta reconstrucción nos sirva para poner de pie al país y sentir realmente que en este Bicentenario damos un paso adelante frente a la enorme adversidad vivida el 27 de febrero.
En nombre de los Senadores de la UDI, formularé una propuesta lo más concreta posible en materias de financiamiento.
En forma previa, plantearé una petición.
Quienes vivimos en las Regiones más afectadas por el terremoto y el maremoto sentimos la necesidad de una mayor rapidez en las medidas de emergencia. Existen soluciones de emergencia y definitivas. Estimamos que en lo primero hay que poner el pie en el acelerador, porque si llegan tempranamente las lluvias, los fríos, se pueden producir muchas situaciones indeseables, que no tendrán solución si no se adoptan oportunamente las medidas.
Entrando en lo sustantivo, nuestra propuesta recoge en gran parte los planteamientos hechos por el propio Gobierno cuando anunció el financiamiento de los 30 mil millones de dólares (no todos corresponden al sector público) que costaría la reconstrucción. Apoyamos ciertas medidas y, además, sugerimos otras que consideramos indispensables.
1.- Somos partidarios de la rebaja de gastos. Queremos que eso signifique una señal de austeridad y sobriedad, y que el mayor gasto fiscal que se pueda rebajar se reasigne al fondo de reconstrucción. Y ojalá, señor Presidente , que el Senado y la Cámara de Diputados también hagan un aporte incluso más allá del cinco por ciento en que ha rebajado sus gastos el Gobierno.
2.- Pedimos la focalización de gastos asignados hoy a ciertas reparticiones. O sea, más que rebajarlos, que se reasignen para ayudar a los damnificados. Es el caso de CORFO, SERCOTEC, del Fondo Social Presidente de la República o del Fondo de Innovación para la Competitividad (recursos provenientes del impuesto específico a la minería), que se podrían focalizar en las zonas donde se produjeron los daños con mayor fuerza.
3.- Proponemos la venta de activos prescindibles. No hablamos de privatizaciones -para que nadie se ponga nervioso-, sino de sitios baldíos, de edificios que no se están empleando en el servicio público y que es factible convertirlos en escuelas u hospitales, lo que sería mucho más rentable que mantenerlos en catastros de distintos Ministerios, principalmente en el de Bienes Nacionales.
4.- Apoyamos un incremento de los impuestos a las grandes empresas, fundamentalmente el de primera categoría, excluyendo a las pymes, a fin de asegurar que se recauden los fondos necesarios. Estamos planteando un alza de tributos transitoria, por dos años, que en realidad signifique una contribución económica de quienes más recursos y utilidades reciben, en todos los sectores productivos, para financiar la reconstrucción.
5.- Solicitamos también un aumento en las posibilidades de donaciones, también en forma transitoria, por dos años. Ello, a fin de que las personas y las empresas puedan destinar no solo recursos en dinero sino también en especies para contribuir en distintas áreas, fundamentalmente focalizadas en educación, salud y vivienda. El objetivo es que se permita de verdad en dos años entregar la mayor cantidad de recursos para ayudar a la reconstrucción del país. Por cierto, todo debidamente fiscalizado por las comisiones que correspondan.
6.- Estamos a favor de un alza en el endeudamiento, tanto nacional como internacional, que permita en un plazo de cinco a seis años dar un salto cualitativo, aprovechando la reconstrucción, para dejar mejor a Chile.
7.- Consideramos que los recursos del Fondo de Estabilización Económica y Social producto del mayor ingreso que el país recibió por concepto del cobre deben ser utilizados al máximo en esta materia, y ojalá su totalidad.
8.- Finalmente, pedimos, también por dos años, la reducción en los gastos destinados a las Fuerzas Armadas, sin afectar los compromisos ya adquiridos o impostergables, derivados de la Ley del Cobre.
Pensamos que estas medidas significan un ajuste real del bolsillo de los chilenos, a través de los fondos públicos a que nos hemos referido o de las facilidades que se pueden entregar para garantizar esos recursos.
Me parece que este es el nuevo espíritu que debemos trabajar, para que la reconstrucción realmente sea una obra de todos.
Hace pocos días, el Ministro Mañalich , al recibir una donación de la comunidad judía, recordaba las palabras de Kohélet, o del libro Eclesiastés en la tradición católica, en orden a que había tiempo para todo.
Y yo creo, como se ha dicho, que hoy en Chile también existe un tiempo especial. Hay un tiempo para el entendimiento, y no para la confrontación; hay un tiempo para las propuestas y críticas constructivas, y no para la destrucción y la crítica oportunista; hay un tiempo para la solidaridad, y no para el camino personalista o individual; hay un tiempo para ajustarse el cinturón, y no para las holguras, ni mucho menos para el despilfarro; en fin, hay un tiempo para la unidad, y no para la división.
Por ello formulamos este planteamiento. Y esperamos que sea una contribución de todos al Gobierno, para lograr que el Bicentenario sea marcado por esta huella en donde nuestro país se puso de pie con el aporte solidario de todos los chilenos.
He dicho.
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Escalona.
El señor ESCALONA.- Señor Presidente , a nosotros, efectivamente, nos anima la voluntad de que el Gobierno exhiba una acción contundente. De lo contrario, Chile pierde, pues no nos podremos hacer cargo de las consecuencias de la catástrofe, partiendo de las cifras que el Ministro del Interior ha entregado. No vale la pena discutir si se trata de 30 mil, 25 mil o más, si son el piso o el techo, no importa. La sola suma de 30 mil millones de dólares habla por sí sola.
Entonces, es aquí donde están nuestras preocupaciones.
Nos hemos informado de que el decreto supremo de reasignación de recursos, Nº 338, ingresó solo hoy a la Contraloría. Esta última no ha tomado razón todavía de él. En consecuencia, cuando señalamos que observamos lentitud es porque en verdad nos preocupa que el Gobierno sí lleve a cabo una acción contundente. Y, lamentablemente, consideramos que las cifras no acompañan este propósito.
La reasignación en los subtítulos 22 y 29 (de bienes y servicios de consumo y de adquisición de activos no financieros), dan una cifra muy alejada de lo que se necesita. Estirando los montos, estamos hablando de cerca de 700 millones de dólares. Eso no permitirá resolver el problema. De manera que, cuando se nos dice que no se tocará el gasto social, nosotros no podemos hoy avalar eso frente al país. El Presidente de la República ha manifestado que no se tocará el gasto social. Pero las reasignaciones de recursos no permiten avalar esa afirmación.
En la Ley de Presupuestos se aprobó, por ejemplo, un plan de inversiones en hospitales. Nosotros queremos que el Ministro de Salud nos confirme en esta sesión que dicho plan -en él se encuentra, entre otros, el hospital de Talca- se desarrollará. Deseamos seguridad ante el país en orden a que el total de la inversión en infraestructura hospitalaria se mantendrá.
Lo mismo pedimos respecto de las otras inversiones.
El Ministro de Educación ha emprendido una iniciativa positiva. Y valoramos la señal que recibió el país ayer en Iloca. Pensamos que se corresponde, además, con el espíritu bacheletista-aliancista que el Ministro en alguna ocasión dio a conocer ante Chile. Y él cuenta, por cierto, con nuestro respaldo y nuestro aplauso. Pero con los 700 millones de dólares no se podrán enfrentar los déficit de matrículas del 45 por ciento de las zonas afectadas que ha mencionado aquí dicho Secretario de Estado .
Entonces, observamos que el Gobierno hace una estimación de la gravedad de la catástrofe y que los instrumentos que utilizará, conforme a lo que nos informa acá, no serán suficientes para hacerse cargo de ella. Por lo tanto, señor Presidente , permítame reiterar -no es por un prurito estatista-: una catástrofe de este tipo jamás ha sido resuelta única y exclusivamente por la iniciativa privada. ¡En ninguna parte del mundo ha ocurrido eso!
Para qué hablar aquí de lo sucedido el año 39 con la creación de la Corporación de Fomento de la Producción, que tuvo su origen en una iniciativa del Presidente Pedro Aguirre Cerda .
En todas las ocasiones: en el Gobierno de Pedro Aguirre Cerda; en el de Jorge Alessandri, en 1960; en el de Eduardo Frei Montalva , en 1965; en el de Salvador Allende, a comienzos de los 70; en las iniciativas que tomó Hernán Büchi como Ministro de Hacienda de Pinochet , ¡en todas!, el instrumento básico fue la acción del Estado.
En el caso de Büchi, no compartimos las decisiones que adoptó: les quitó el reajuste a los jubilados e hizo privatizaciones a la rápida, lo cual generó clara duda acerca de la legitimidad de esas inversiones. ¡Por cierto, eso no lo compartimos! Pero a lo menos hubo la decisión de que el Estado tenía que allegar una cantidad importante de recursos.
¡Y esa voluntad no está expresada en lo que estamos conociendo aquí en esta sesión!
La señora MATTHEI .- Pero es obvio que viene. Ya va a hablar el Ministro del área.
El señor ESCALONA.- Y no nos pongamos nerviosos. Respetemos el uso de la palabra.
La señora MATTHEI .- Está bien. Pero usted tampoco ataque.
El señor ESCALONA.- Digo "nerviosa", en todo caso. Discúlpeme, Senadora.
La señora MATTHEI .- ¡Sí, eso es peligroso...!
El señor ESCALONA.- Cuando decimos acá que debe haber un plan de reconstrucción es porque anuncios y conferencias de prensa no constituyen ese plan de reconstrucción. ¡Seamos claros frente al país!
Es cierto que hay un estilo del Presidente de la República , el cual nosotros podemos compartir o no compartir. Hemos escuchado a la Senadora señora Lily Pérez decir que lo comparte. Nosotros no. Pero no importa, esa no es la discusión. Me refiero a la cantidad de conferencias de prensa y de apariciones públicas que a diario hace el Primer Mandatario.
Algunos pueden tener determinada opinión, y otros, una distinta. Perfecto. Eso es democracia. Pero el problema de fondo es que en ninguna de esas apariciones de prensa se ha señalado al país cómo nos haremos cargo de la catástrofe; de dónde van a salir los 30 mil millones de dólares que se mencionan; cuál es el plan; cómo se va a comenzar; cuántos miles de millones se utilizarán del Presupuesto del 2010; qué cantidad se obtendrá mediante las medidas tributarias que se van a propiciar; cuántas son las leyes que se requieren; cuál será la cifra de inversión en el presente año, en el próximo y en el subsiguiente.
¡Aquí no hay un plan de reconstrucción!
Y eso es lo que pedimos al Gobierno, que ha tomado la responsabilidad de hacerse cargo de los destinos del país.
He dicho.
El señor PIZARRO ( Presidente ).- Le quedan 9 minutos y medio al Comité Socialista.
Tiene la palabra el Honorable señor Tuma por 3 minutos, según su Comité.
El señor TUMA.- Señor Presidente , cuando debatimos el proyecto que concedía el bono de 40 mil pesos, se encontraba implícito en el mensaje que el país estaba viviendo las consecuencias de un terremoto, y en buena parte de las intervenciones nos referimos a dicha catástrofe.
En esa ocasión señalé que era posible hacer hoy día una somera evaluación. Digo somera porque solo está en borrador lo que hoy nos han informado los señores Ministros, en términos bastantes generales.
No ha existido un catastro territorio por territorio, comuna por comuna. Los informes entregados por los municipios son estimaciones; no hay un catastro de consultas; no se explicita el daño provocado a las viviendas, a las personas, a las pymes; tampoco se alude al efecto que ha generado el sismo en muchos pequeños empresarios que han dejado de cumplir sus actividades y están siendo publicados en DICOM.
Eso no aparece; no figura entre las consecuencias del terremoto, el cual -como alguien dijo- tiene un efecto bastante oculto, y lo iremos viendo con el paso del tiempo.
Asimismo, nos encontramos con que, por falta precisamente de un catastro completo, tampoco existe un diagnóstico asertivo. Por ello, menos aún contaremos con los instrumentos necesarios para hacer frente al daño producido no solo en las personas, en las viviendas, sino también en el tejido productivo de las pymes.
Quiero expresar -y lo digo con satisfacción- que hemos visto a las autoridades de Gobierno en terreno, acompañadas de las cámaras de televisión, promoviendo su presencia al conocer la desgracia de la población.
Ahí hemos estado los parlamentarios y los dirigentes vecinales. Sin embargo, muchos se han estado preguntando, desde hace un tiempo a esta parte, cuáles son las formas de ayuda que se dispondrán para resolver la emergencia.
Todavía es absolutamente incompleta la evaluación que existe por parte del Gobierno en lo relacionado con el abastecimiento de agua. El señor Ministro ha dicho que más del 80 por ciento de las redes de abastecimiento se encuentran resueltas. Pero eso está referido a las zonas urbanas. ¿Y qué pasa con las zonas rurales? ¿Cuántos sistemas de agua potable rural no están funcionando y cómo se resolverá la dotación del vital elemento a muchas comunidades rurales que desde el terremoto no cuentan con dicho servicio?
Además, hay información incompleta sobre qué está ocurriendo en el sector privado a nivel de la población, de las personas.
El Ministro ha señalado que existe un catastro del daño vinculado al sector público. En él figura qué pasó con las Fuerzas Armadas, con las instalaciones navales, con los servicios del Estado. Sin embargo, no contamos con información fidedigna, certera, completa, acerca de qué aconteció en cada habitación, en cada casa de las personas que representamos.
Y, por tanto, no existen instrumentos en tal sentido.
Le manifesté a la Ministra de Vivienda , quien nos recibió el día de ayer, que si no dispone de los instrumentos adecuados difícilmente podrá resolver las competencias que se presenten. Sin embargo, señaló que su Ministerio está encargado de solucionar los asuntos de carácter permanente y que el del Interior resolverá la emergencia.
No obstante, lo permanente también debe solucionarse con urgencia. Y la señora Ministra me expresó: "Mire, lo que pasa es que primero recabaremos información, y luego, si es necesario, vamos a llamar a una licitación". Sin embargo, para poner en marcha una licitación -y ya se aproxima el invierno- se requieren 90 días, y si se considera el tiempo que media de aquí a que entren en ejecución las obras, implicará que antes de septiembre no habrá avance alguno en aquellas materias relacionadas con la vivienda definitiva, la que es necesaria para muchas personas y familias que hoy día se hallan viviendo en carpas.
En definitiva, creo que es cierto lo que aquí se señala: hay falta de información; son incompletas las cifras que nos están proporcionando; son insuficientes los antecedentes referidos al daño provocado. O sea, es incompleto el diagnóstico, y por tanto, mucho menos asertivos serán los instrumentos que se utilizarán, los cuales no se conocen y no se sabe cuándo se contará con ellos.
He dicho.
El señor PIZARRO ( Presidente ).- A continuación está inscrito el Senador señor Bianchi, del Comité Independientes, quien no se encuentra en la Sala.
Tiene la palabra el Honorable señor Cantero.
El señor CANTERO.- Señor Presidente , es muy importante la temática que se está discutiendo. No obstante, debo decir que hay problemas de arrastre derivados del terremoto de Tocopilla.
El señor ORPIS .- De Tarapacá.
El señor CANTERO.- En general, del sismo que tuvo lugar en el Norte Grande.
En definitiva, se trata de dos eventos: uno, afectó a la Primera Región, y el otro, a la Segunda.
Y quiero dar cifras respecto de asuntos pendientes en el caso de esta última Región.
Soluciones de reparación de viviendas: 3.700.
Construcciones de viviendas: cerca de mil.
Pero cuál es el punto. Que todavía hay gente viviendo en mediaguas, a dos años y medio de ocurrido el terremoto de Tocopilla. El número de familias que se halla en esa condición alcanza a las 522.
Construcciones pendientes de soluciones definitivas, y por crecimiento de población y otros: 600 familias, las que se han ido incorporando a esos campamentos de mediaguas.
En resumen, 1.200 viviendas pendientes solo en Tocopilla (por mencionar una localidad).
¿Cuál es el problema? Que el decreto sobre declaración de zona de catástrofe, que ha sido renovado ya en dos ocasiones, vence a fines de este mes. Y no hemos podido sacar adelante una serie de inversiones -un equipo del Gobierno anterior estaba trabajando en ello-, las cuales, terminada la vigencia de aquel, quedarán pendientes.
Mi preocupación radica en cómo se va a enfrentar la situación si los recursos derivados de las facultades que entrega dicho estado de emergencia no podrán implementarse.
Por eso, le pido al Ejecutivo poner atención en el proyecto sobre mejoramiento de suelos del sector Tres Marías, en Tocopilla. Allí se está habilitando una estructura para construir 400 viviendas. Empero, todavía no se resuelve siquiera lo atinente al financiamiento adecuado o, mejor dicho, a la identificación presupuestaria correspondiente.
En el sector Covadonga se requieren 400 subsidios adicionales para la instalación de 260 viviendas. Ahí existe una dificultad vinculada con el financiamiento: es menester determinar si será con cargo a recursos regionales o al Fondo Nacional de Desarrollo Regional.
Tenemos un serio inconveniente: está pronta a terminar la vigencia del decreto en comento, y sobre 1.000 familias se encuentran viviendo en un campamento de mediaguas. No disponemos de recursos. Y, concluida aquella, no sé de dónde sacaremos los 550 millones indispensables para mantener dicho campamento (dotarlo de agua -ello implica llevar camiones aljibes-; mantener sus baños, que son comunitarios, etcétera).
Se halla pendiente, pues, la solución de problemas muy significativos, derivados de fenómenos telúricos que han generado catástrofes, a los cuales, en mi concepto, debemos poner atención.
En consecuencia, se requiere que el GORE y el SERVIU den facilidades para el sector Tres Marías, donde hay comprometidos 508 mil millones de pesos.
Es menester reorganizar el Plan Tocopilla. Este se encuentra del todo descoordinado; carece de profesionales; están trabajando solo nueve personas, ninguna de las cuales tiene perfil adecuado para un proceso de reconstrucción.
El hospital de Tocopilla se halla en proceso de construcción. Espero que no se vea alterado.
En tal sentido, quiero hacerle un llamado de atención al Ejecutivo , pues son muchas las tareas pendientes.
Asimismo, señor Presidente , formularé peticiones específicas.
Entiendo que la emergencia determina un actuar muy urgente. Pero debo connotar que a veces lo urgente no deja ver lo importante.
Yo desearía que se atendieran solicitudes que se le hicieron al Gobierno anterior y que hasta ahora no han recibido respuesta.
En esa línea, espero que la actual Administración se haga cargo de la sesión del Senado donde se pidió:
-Reformulación del Sistema Nacional de Prevención y Mitigación de Catástrofes, con indicación del proyecto que construiremos en conjunto para enfrentar la situación, incluidos los financiamientos correspondientes y los elementos tecnológicos del caso.
-Participación de las Fuerzas Armadas y de Orden, estructurada con una lógica mucho más efectiva y oportuna (porque hubo tardanza).
-Regulación de la calidad de la construcción en Chile -materia muy significativa-; normas puntuales, con funciones y atribuciones en los servicios públicos o en el sector privado y con responsables específicos y las sanciones pertinentes en el evento de verificarse situaciones irregulares, como las que hemos conocido.
Quiero antecedentes acerca del Sistema Nacional de Información Territorial (SNIT): cuándo -después de siete años- el Gobierno nos dará respuesta -espero que el recién asumido lo tenga entre sus prioridades- a esta materia, que considero de la más alta relevancia.
Es menester cambiar la lógica -planteó el Senado- en la administración territorial: políticas específicas para evitar la situación tan cuestionable de los crecimientos anormales, inorgánicos, de las ciudades, pues no se respetan los planos reguladores. Precisamos una respuesta sobre el particular.
Se halla por último, señor Presidente, la estructura para la acción de la sociedad civil.
La red civil hoy día no funciona en forma adecuada.
¿Cómo vamos a fortalecer la Cruz Roja? ¿Cómo vamos a potenciar a Bomberos? ¿Cómo vamos a recuperar el rol que les correspondió a la Defensa Civil y a los radioaficionados? Todo eso ha estado muy debilitado en los últimos años.
Le pido formalmente al Gobierno que, en el momento que estime oportuno, envíe las comunicaciones conducentes a dar cuenta de las solicitudes a que he hecho referencia.
Debo señalar finalmente que también fue afectada Calama , ciudad a la cual saludo al cumplir 131 años desde su incorporación al territorio nacional, lo que está celebrando.
He dicho.
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el señor Ministro de Hacienda, en el tiempo del Gobierno, al que le quedan 21 minutos.
El señor LARRAÍN (Ministro de Hacienda).- Muchas gracias, señor Presidente.
Si le parece a Su Señoría, haré mi presentación tratando de ser lo más breve posible, para luego, dado que se han formulado varias consultas sectoriales, dejarles espacios a mis colegas.
El señor PIZARRO ( Presidente ).- Señor Ministro ...
El señor ESPINA.- ¿Puedo plantear un asunto reglamentario, señor Presidente?
El señor PIZARRO (Presidente).- Sí, señor Senador.
En todo caso, tratemos de no gastar el tiempo en cuestiones reglamentarias.
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor ESPINA.- Usted dijo, señor Presidente , que al Ejecutivo le restaban 21 minutos.
El señor PIZARRO (Presidente).- Así es.
El señor ESPINA.- Yo quiero pedir que se amplíe el plazo del Gobierno para exponer, por lo siguiente.
Aquí los Senadores de la Concertación han expresado una dura crítica en cuanto a que no existiría un plan de emergencia; a que falta información, en fin.
Hay en la Sala seis Ministros, quienes, en sus respectivas áreas, pueden proporcionar antecedentes. Pero no me parece que tenga sentido pedirles entregar en veintiún minutos información que el Senado estima relevante, más aún cuando el titular del Interior manifestó que todos los Secretarios de Estado presentes se encuentran en situación de dar las explicaciones o fundamentaciones que se consideren convenientes.
Por lo tanto, en nombre del Comité Renovación Nacional, solicito extender el tiempo de los Ministros, para que esta sesión cumpla su finalidad de recibir toda la información requerida.
El señor PIZARRO (Presidente).- La Mesa no tiene problema. Lo que sucede es que con los Comités establecimos un criterio, y estamos tratando de ajustarnos a él.
En todo caso, no hay inconveniente en prorrogar la sesión, pero manteniendo también la proporcionalidad en los tiempos de los Senadores.
El Gobierno ya hizo una exposición -al parecer, el Honorable señor Espina no había llegado cuando dimos a conocer los acuerdos de los Comités-, y está dentro de tiempo para ir contestando a los planteamientos que se le han formulado.
Yo no tengo objeción. Podemos prorrogar proporcionalmente la sesión hasta las 14:30, si la Sala así lo determina.
¿Les parece a Sus Señorías?
--Así se acuerda.
El señor PIZARRO ( Presidente ).- En virtud de lo recién resuelto, guardando las proporciones, debemos dar, aproximadamente, 10 minutos más al Ejecutivo y, para que los repartan entre sus integrantes, 20 minutos adicionales a los Comités.
Tiene la palabra el señor Ministro de Hacienda.
El señor LARRAÍN ( Ministro de Hacienda ).- Señor Presidente , primero, quiero agradecer la oportunidad que se me brinda para entregar desde Hacienda, en nombre del Gobierno, una visión sobre la situación económica.
Espero que todos puedan ver la presentación que se proyectará en las pantallas.
En aras del tiempo, pasaré muy rápido la primera parte -es el punto de partida desde el cual podemos hablar sobre la actual situación de la economía chilena-, para señalar que venimos saliendo de una recesión. El crecimiento de 2009, de acuerdo a las últimas cifras de la semana anterior entregadas por el Banco Central, fue de -1,5 por ciento. Ello significa -esto, simplemente para dar una imagen con respecto a la economía global- que nuestro país cae -como han dicho muchas personas- más que el mundo, que, según estimaciones preliminares, llega a -1 por ciento. Y las economías emergentes crecieron 1,7 por ciento en 2009.
Nos agarró el terremoto cuando la recuperación se encontraba en curso. Nuestra economía, dependiendo de qué medida usemos -si lo hacemos respecto del trimestre anterior o del año precedente-, tuvo tres o cuatro trimestres negativos, de caída del producto, como se puede apreciar en las pantallas. Y hacia el cuarto trimestre del 2009, con relación a 2008, ya veníamos con un crecimiento positivo del producto.
Pasaré revista rápidamente a algunos aspectos.
En términos de la ejecución presupuestaria, había un debate. Yo, simplemente, quiero hablar de las cifras oficiales que conocemos sobre la ejecución de 2009 y, de manera básica, plantear que, de acuerdo al Presupuesto aprobado para dicho año -esto es, en 2008-, se contemplaba un incremento del gasto anual de 5,7 por ciento real. Y luego del paquete de 4 mil millones de dólares planteado en enero de 2009, que tuvo un apoyo bastante amplio, se nos comunicó que el gasto se expandiría al 14,5 por ciento real y que con eso no se podría cumplir la meta de balance estructural, que quedó en ese momento en -0,4 por ciento.
Finalmente, al 31 de enero de este año, las cifras publicadas por la Dirección de Presupuestos nos informaron de una expansión del gasto de 17,8 por ciento -más de 3,3 puntos adicionales-, con una sobreejecución del orden de 1.000 millones de dólares. Y con eso el balance estructural no llegó al 0,4 por ciento de déficit, sino a -1,2 por ciento (o sea, un déficit estructural de 1,2 por ciento). Esto, considerando la ejecución definitiva del Presupuesto de 2009 y, adicionalmente, la corrección de cuentas nacionales, que ocurrió la semana pasada.
Yo solo quiero exponer estos hechos porque son parte de la situación que recibimos.
Sin embargo -y aquí lo planteó el Senador señor Sabag -, salimos de la crisis con una muy baja deuda pública. Y eso es así.
Tenemos un nivel de deuda bajo -muy bajo a niveles internacionales- y contamos con recursos del Fondo de Estabilización Económica y Social, aunque han caído, porque el año pasado -como Sus Señorías recordarán- se usaron 8 mil millones de dólares, de los cuales 7 mil millones se liquidaron en el mercado cambiario y 1.000 millones fueron a la capitalización de CODELCO.
Disponemos, entonces, de esos recursos.
Adicionalmente, Chile se puede endeudar. En el cuadro figuran la tasa base, que es la del Bono del Tesoro de los Estados Unidos, y el riesgo país de Chile, lo cual nos permite endeudarnos en el exterior en las mejores condiciones de nuestra región, de América Latina.
Ello, tratando de hacer un escenario lo más balanceado posible de la situación que tenemos en este momento y de lo que ha ocurrido.
Enfrentamos, sí, un enorme desafío tras el terremoto.
Muy rápidamente -tal vez ustedes conocen esto-, debo puntualizar que el sismo del 27 de febrero último es el quinto más fuerte de la historia, desde que se llevan registros: 8,8 grados en la Escala de Richter.
Sufrimos significativas pérdidas en términos económicos y humanos. Ya conocemos los números.
Simplemente, he de expresar que las Regiones afectadas -Quinta a Novena y Metropolitana- representan 70 por ciento del producto interno bruto y 80 por ciento del empleo nacional. Y las más afectadas -la Séptima y la Octava-, 13 por ciento del PIB y 16 por ciento de la ocupación nacional.
Esta es una tragedia de gran magnitud desde los puntos de vista humano y económico (ya voy a entrar a la estimación de los daños).
Con todo, el efecto será transitorio. Tendremos algunos meses difíciles, probablemente con cifras de crecimiento negativas y de empleo complicadas. Pero luego la economía chilena, hacia el segundo semestre, va a ir saliendo adelante y ganará fuerza con todo el programa de reconstrucción que vendrá posteriormente.
Me referiré ahora a un aspecto que a Sus Señorías les preocupa: los daños ocasionados por el terremoto.
Voy a dar cifras gruesas. Luego los Ministros aquí presentes podrán entregar detalles en el respectivo sector. Pero, sí, voy a sumar todo y les hablaré de los temas "público-privado" y "financiamiento".
Algunas de las cifras pueden no corresponder exactamente a las que proporcionarán los Ministros posteriormente, porque se han ido revisando a diario, a medida que llega la información. Y, como se decía, estamos a solo once días de haber asumido.
En Vivienda, en una estimación inicial, hay un daño de 3 mil 736 millones de dólares, con un total de sobre 255 mil viviendas afectadas: 72 mil destruidas (50 mil 500 eran de adobe), 94 mil con daños mayores (47 mil -la mitad- son de adobe) y 89 mil con daños menores.
Quiero ser preciso en un punto, señor Presidente : una cosa es estimar el daño y otra determinar el costo final de reconstrucción. Son dos cosas distintas. Tienen alguna relación, pero no necesariamente son exactamente iguales.
La Ministra Matte se va a referir al rubro Vivienda.
En Salud -se referirá al tema el Ministro Mañalich -, el daño estimado es de 2 mil 773 millones de dólares: 17 hospitales se encuentran fuera de servicio; 8 tienen daños estructurales; 54 necesitan reparaciones en instalaciones y terminaciones.
Si hacemos una descomposición de los costos en materia de hospitales, vemos que para reparaciones mayores y demoliciones se requieren 79 millones de dólares; para instalación de hospitales modulares (habló de ellos el Ministro Hinzpeter ), 274 millones; para reposición de nuevos hospitales -es la parte más cuantiosa-, sobre 2 mil 300 millones.
También hay necesidades de equipamiento médico y de equipamiento industrial: del orden de 30 millones de dólares.
En Educación, el daño estimado es de poco más de 3 mil millones de dólares.
Establecimientos afectados: municipales, sobre 1.500; particulares subvencionados, casi 1.300; de corporaciones privadas, 73, y particulares pagados, 115.
Aproximadamente 1.800 establecimientos deberán ser reconstruidos; y en ellos estudian cerca de 700 mil alumnos. Alrededor de 1.000 son recintos municipales; y allí estudian aproximadamente 380 mil educandos (25 por ciento del total de la matrícula municipal).
En Obras Públicas tenemos un daño estimado de casi 1.500 millones de dólares. El fuerte son Vialidad, con 949 millones de dólares, y Puertos, con 263 millones.
Adicionalmente, aquí hay una estimación gruesa de daños en el sector industria y comercio, que alcanza a 5 mil 300 millones de dólares: microempresas (empresas muy pequeñas), 1.000 millones de dólares; empresas pequeñas, 600 millones; empresas medianas, 230 millones, y gran empresa, 3 mil 500 millones.
Esas son cifras preliminares. Hemos recabado información directamente de las asociaciones empresariales, de las propias empresas y de los Ministerios relacionados con el sector.
En Pesca el daño es menor que en los demás sectores. Alcanza a alrededor de 40 millones de dólares, que fundamentalmente corresponden a casi 2 mil 250 embarcaciones siniestradas, de las cuales poco más de 2 mil son de la Octava Región. O sea, el daño en la pesca está altamente concentrado.
A continuación quiero exponer un cálculo que ojalá Sus Señorías puedan observar. He dado solamente algunos ejemplos de los casos más emblemáticos: Vivienda, Educación, Salud, Obras Públicas , en fin; pero si se suma todo se llega a una Pérdida de Infraestructura -algunos rubros no los he mencionado en detalle: en Agricultura se registran 601 millones de dólares; en Transportes y Telecomunicaciones, 523 millones; en Otros Infraestructura, 267 millones; en Municipalidades, 96 millones- de 20 mil 939 millones de dólares.
El señor CHADWICK .- ¿Y las Fuerzas Armadas?
El señor LARRAÍN ( Ministro de Hacienda ).- Se encuentran incluidas, pero no como un ítem aparte.
Un aspecto adicional es la Pérdida PIB, ascendente, según nuestra estimación, a 7 mil 606 millones de dólares.
Al respecto, deseo explicar que consideramos que en el año en curso se llegará a un punto y medio de menor producto por efectos del terremoto. Además, tomamos los crecimientos de los años 2011, 2012 y 2013 y calculamos la pérdida respectiva, luego de lo cual traemos la cantidad al valor presente. De ese modo se llega a la suma mencionada.
En Otros Gastos, como remoción de escombros, alimentación y una serie de elementos propios del proceso de emergencia -constituyen desembolsos, no soluciones permanentes-, se alcanza a mil 117 millones de dólares.
Todo ello da un total de 29 mil 662 millones de dólares, motivo por el cual tanto el Presidente de la República como nosotros hemos hecho referencia a unos 30 mil millones.
Entonces, es preciso entender que la Pérdida de Infraestructura importa 20 mil 939 millones de dólares y que el resto corresponde a gastos que han debido realizarse en el proceso de emergencia y, además, a la pérdida de producto interno bruto. Desde el punto de vista económico, los daños por este último concepto se deben sumar -ello corresponde a la pérdida del flujo- a los de pérdida de infraestructura.
En este cuadro se descompone lo correspondiente a la responsabilidad pública y a la privada.
Salud dice relación, por supuesto, a la primera de ellas, del mismo modo que Obras Públicas y gran parte de Vivienda. En Agricultura, la mayor proporción es privada. Municipalidades, obviamente, se refiere a lo público. Educación, por su parte, se encuentra dividida más o menos en mitades. En Bienes Nacionales, que incorpora a edificios fiscales, monumentos, etcétera, estimamos una suma de mil 376 millones de dólares. En Transportes y Telecomunicaciones; Industria; Pesca y Turismo, y Energía, la responsabilidad es fundamentalmente privada. Y, por último, se incluye la categoría Otros.
Cuando se suma lo anterior, se llega al total ya citado. De los 20 mil 939 millones de dólares, 10 mil 582 millones se refieren a la responsabilidad pública, y 10 mil 357, a la privada.
Es preciso considerar también que en el proceso existen seguros comprometidos que van a ayudar en el pago. Por lo tanto, una cosa es el daño completo y otra cuánto deberá financiar cada una de las partes.
De acuerdo con las primeras estimaciones de las compañías, en este momento el piso -constituye el cálculo más conservador- es del orden de 5 mil millones de dólares en seguros, de los cuales mil 252 millones corresponden a lo público y 3 mil 669 millones a lo privado.
Por lo tanto, el daño neto a la infraestructura pública -esto es, descontando los seguros- alcanza a 9 mil 330 millones de dólares, y el daño neto privado, a 6 mil 688 millones.
De los cerca de 21 mil millones de dólares en daños de infraestructura, entonces, al menos unos 5 mil millones están cubiertos por seguros, y puede que más. Hemos hablado con la Asociación de Aseguradores, cuya estimación actual fluctúa en un rango de 5 mil millones a 8 mil millones de dólares.
Ahora, como quiero discutir en términos conceptuales -porque en algunos aspectos todavía estamos trabajando-, deseo consignar que esta es la mejor estimación que podemos dar ahora. Y seguiremos intentando sincerar al máximo las cifras, porque son preliminares.
Pasaremos a analizar en seguida lo relativo al financiamiento, también dividido en público y privado.
Ya mencionamos los seguros, que son una primera fuente de recursos.
Luego se hallan las reasignaciones presupuestarias, que abordaremos en un momento más y son de distintos tipos.
Aquí se formuló una propuesta para tratar de incentivar las donaciones privadas. Eso es parte del trabajo que estamos realizando, y someteremos próximamente al Congreso un proyecto de ley que busque, sin gran costo fiscal, estimular aquellas dirigidas a sectores prioritarios. En lo fundamental, irían al Fondo de Reconstrucción que se ha planteado.
Hace algunos instantes se expuso la idea de que parte de la infraestructura se pueda reconstruir a través del método de concesiones. Y, ciertamente, vamos a estudiar en qué caso ello es factible.
Luego está el financiamiento tributario. No me pronunciaré todavía con relación a impuestos específicos, pero sí señalaré tres principios. En primer lugar, en cualquier análisis serio en la materia tiene que ver lo tributario. En segundo término, esto último no será el componente fundamental en el financiamiento de la reconstrucción. Y, por último, buscaremos que se afecte lo menos posible al crecimiento económico y, además, a las personas y las pymes, como se mencionó. Sobre esa base vamos a buscar, dentro de la estructura tributaria, lo que propondremos próximamente.
También se abre la posibilidad del endeudamiento externo e interno y del uso del Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES), de carácter soberano.
Quiero mencionar, eso sí, un aspecto que debería ser una preocupación de todos: cuidar los efectos que el plan de financiamiento puede causar en el tipo de cambio y las tasas de interés.
Como se ha dicho acá, es imposible reconstruir en un año. El Presidente de la República ha planteado que ello demorará cuatro años, lo que significa que el costo que hemos indicado no se absorberá en el primer año, sino que se distribuirá en el período del Gobierno.
Un segundo punto radica en que resulta fundamental lograr un paquete balanceado de financiamiento.
Y quiero mencionar lo que sería una mala idea: considerar que, como tenemos el Fondo de Estabilización Económica y Social, financiaremos todo con esos recursos. Ello significaría traer dólares a Chile y deprimir el tipo de cambio. Sé que muchos de los señores Senadores son muy sensibles a la cuestión cambiaria, por representar a Regiones agrícolas y donde también existen muchas pymes, si bien el factor citado también es fundamental para estas últimas cuando son industriales.
Nosotros cuidaremos los efectos cambiarios. No se trata de que no vayamos a usar la vía del FEES o la del endeudamiento externo, pero intentaremos configurar un paquete balanceado donde también se incluya financiamiento doméstico.
Tampoco puede utilizarse solo este último, porque con ello se ejercería una presión importante sobre las tasas de interés, lo cual generaría, a su vez, un flujo de capitales hacia nuestro país que no solamente las aumentaría, sino que asimismo deprimiría el tipo de cambio.
Pero el ajuste empieza por casa. Sobre el particular, el Honorable señor Escalona decía que le parecen insuficientes 730 millones de dólares. ¡Claro! Frente al total de 30 mil millones, tiene toda la razón. Lo que pasa es que hemos tratado de ver cuál es la responsabilidad pública y cuánto es el monto neto tras considerarse los seguros, sin plantear que es el único mecanismo. Pero estamos emprendiendo un esfuerzo muy grande a nivel del sector público, habiéndose ya firmado el decreto que ajusta su gasto en 730 millones de dólares.
Sobre el particular, se contemplan un ajuste parejo, que toca a todos por igual -también a la Presidencia de la República -, y el estudio de los programas que no presentan tanta prioridad y que todavía no se han comenzado. Luego, en este último caso media un doble criterio: primero, la consideración de la precedencia, y segundo, ver que el programa aún no se haya iniciado, a fin de no interrumpirlo durante su ejecución.
En cuanto al gasto social, estamos realizando un esfuerzo adicional, no solo respecto de los dos ítems recién expuestos -el ajuste parejo y el que se hace a nivel de los programas-, sino que también dentro de cada Ministerio vamos a reasignar recursos para enfrentar los asuntos de mayor prioridad.
Desde el punto de vista del gasto social, puede haber ajustes parejos para todos; pero, en términos netos, los recursos serán reasignados. Aquellos que se destinen al Fondo de Reconstrucción se orientarán, fundamentalmente, a cubrir aspectos sociales: reconstrucción de hospitales, de escuelas, de viviendas. Por tanto, dicho gasto no solo no se verá afectado, sino que, al considerarse el efecto completo, aumentará luego del ajuste, incluida la reasignación de gastos en que trabajamos.
Deseo señalar -sé que esta es la cuestión fundamental- que ya hemos adoptado algunas medidas puntuales y concretas para apoyar a la gente afectada por el terremoto. Ayer sostuvimos una reunión con representantes de la Asociación de Bancos, la Asociación de Aseguradores, los liquidadores y del reaseguro, quienes extenderán en forma voluntaria el plazo para formular las denuncias de siniestros, básicamente -lo normal, en las pólizas, es que sea de cinco días-, hasta el 30 de abril. Les pedimos que ello fuera al menos hasta esa fecha, a lo cual accedieron. Iban a ver si podían alargarlo aún más. Lo anterior apunta a dar tranquilidad a las personas que hayan sufrido un daño.
Adicionalmente, les solicitamos llevar a cabo un proceso de "liquidación express" en el ámbito inmobiliario, a lo cual se comprometieron. Una vivienda dañada requiere un liquidador y el proceso toma tiempo. Ellos asumieron el compromiso de efectuarlo en el máximo de una semana, habiéndose hecho hincapié en aquellas más vulnerables: las sociales.
Del mismo modo, les pedimos hacer el esfuerzo de aplicar un proceso análogo en relación con los siniestros de las pymes.
Por lo tanto, se comprometieron al plazo de una semana, al menos, en relación con las viviendas vulnerables.
También conversamos con los reaseguradores para que se empiece a pagar en forma anticipada el costo del reaseguro, es decir, que no se tenga que esperar hasta la liquidación del siniestro, al final, para garantizar la liquidez de las compañías de seguros domésticas.
Algunas medidas tienen que ver más con la industria bancaria. Primero se plantea una cuestión relacionada con el deducible, en el cual quedan cubiertos muchos siniestros. La persona, entonces, realiza el trámite de liquidación, pero no recibe nada. Ahí se genera, además, un problema de liquidez. Le hemos solicitado a la Asociación de Bancos que estudie junto con las instituciones que la integran mecanismos de financiamiento para los deducibles, los cuales causan una dificultad en muchos casos.
También se presenta lo relativo al gasto asociado a las cláusulas de inhabitabilidad y al retiro de escombros.
Normalmente, en las pólizas de seguro se incorporan las primeras, lo que apunta al hecho de que los afectados pueden arrendar una vivienda en el período en que la propia se encuentra inhabitable y son luego reembolsados. La cuestión radica en que esto último se realiza después del gasto y muchas familias enfrentan problemas de liquidez.
Con el retiro de escombros ocurre lo mismo, y se han registrado situaciones difíciles entre la gente y los municipios, porque las personas dicen: "No tengo los recursos". Pero la póliza de muchas de ellas cubre el retiro de escombros, si bien son los interesados los que tienen que hacer el gasto en forma previa.
Les pedimos a los representantes de la banca que estudien estos aspectos. Se trata de cosas bastante concretas.
El otro punto señalado en el cuadro se refiere al acceso a productos para financiar la reconstrucción.
Voy a poner el ejemplo más clásico: una familia obtiene un crédito hipotecario, la casa se cae y el seguro -normalmente, existe uno- cubre el remanente de la deuda. Entonces, ya no se debe responder por el crédito, pero la vivienda queda en el suelo.
Le solicitamos a la banca que analice mecanismos de financiamiento para la reconstrucción. Ella dice que lo está haciendo. Le hemos planteado la necesidad de que acelere el proceso.
Por último, le pedimos que asumiera el compromiso de reducir el cobro de comisiones derivadas de las operaciones crediticias que se generen con motivo de la catástrofe.
Estas son las cuestiones concretas que podemos señalar. En los próximos días formularemos algunos anuncios de otro tipo de ayudas en que estamos trabajando para la gente damnificada.
Muchas gracias.
El señor PIZARRO ( Presidente ).- Todavía les resta un poco de tiempo a los representantes del Gobierno. Podemos continuar con la ronda de intervenciones de los Senadores, y si alguno de los señores Ministros quisiese contestar después algo específico, ello resultaría razonable.
Antes de darle la palabra a la Honorable señora Alvear, puede hacer uso de ella el Senador señor Letelier.
El señor LETELIER.- Señor Presidente , deseo plantear una moción de orden -no sé qué le parecerá a la Sala- en el sentido de que todos los señores Ministros puedan exponer cuáles son sus propuestas y que, sobre esa base, se dé una opinión más precisa, por cuanto es mejor contar con la información completa de lo que se está haciendo en Educación, en Salud, en Vivienda y en Obras Públicas.
El señor Ministro de Hacienda ya nos dio a conocer cifras en la forma más detallada posible.
A mi juicio, eso permitiría realizar un debate más sistémico.
El señor COLOMA.- Me parece bien lo que sugirió usted, señor Presidente.
La señora MATTHEI.- Tiene razón el Senador señor Letelier.
El señor PIZARRO ( Presidente ).- Vamos a seguir con el procedimiento que hemos aplicado hasta ahora y después los señores Ministros podrán formular las observaciones que estimen pertinentes. Si se necesitara más tiempo, se solicitará en el momento oportuno.
Tiene la palabra la Honorable señora Alvear.
La señora ALVEAR.- Señor Presidente , me parece interesante lo expuesto por el Senador señor Letelier . A lo mejor, podríamos celebrar otra sesión para disponer de toda la información necesaria. Lo dejo planteado, porque tal vez nuestros invitados quieren responder en forma más amplia.
Parto por expresar mis felicitaciones y mejores deseos de éxito a las Ministras, Ministros y Subsecretarios presentes. Es la primera oportunidad en que contamos con un número tan significativo de estas autoridades.
A continuación consignaré algo de manera responsable, en mi calidad de Senadora por la Región Metropolitana .
Todos hemos visto los dramas que han sufrido la Sexta, la Séptima y la Octava Regiones. Sin embargo, existen otras, entre ellas la que represento, que han sido afectadas, como se ha dicho en varias ocasiones y por muchas personas, por un terremoto cínico, oculto.
Las cifras preliminares que me ha proporcionado el señor Intendente de la Región Metropolitana indican que en esta última se registran 41 mil damnificados, 42 mil viviendas con daños, 37 fallecidos, 3 mil 300 heridos, 85 establecimientos educacionales inhabilitados y 3 millones de metros cúbicos de escombros, entre otras consecuencias.
Entonces, me parece importante en esta sesión sensibilizar al Gobierno, a las autoridades, respecto de la necesidad de que también la Región Metropolitana sea considerada dentro de aquellas que requieren ayuda en forma inmediata, a mediano y a largo plazo, a través de un plan de reconstrucción.
He recorrido las distintas comunas que ella comprende, las cuales son de lo más diversas: desde las más vulnerables hasta las que disponen de mayor cantidad de recursos. Estas últimas no enfrentan los inconvenientes de las primeras ni aquellos que, al parecer -lo digo con especial énfasis-, tienen muy afectados a los sectores medios.
Los sectores más vulnerables van a ser -estoy segura de que la señora Ministra de Vivienda lo está pensando- objeto de subsidios de viviendas, de reconstrucción, de reparación.
A su vez, los sectores medios obtienen créditos y en algunos casos -no en todos- operan seguros que cubren en parte. Pero en la Villa Olímpica y otros conjuntos habitacionales que recorrí, donde los edificios son más antiguos, se carece de seguros y sus moradores, perteneciendo a estos sectores, viven en carpas. Entre paréntesis, estas últimas no se encuentran impermeabilizadas y en Santiago también llueve. Entonces, creo que es muy importante que nos hagamos cargo de esa situación y que esta se haga visible.
Quiero hacer presente algo que aquí se ha explicitado, pero que me parece fundamental al momento de definir el modo en que vamos a abordar el problema como país. A mi juicio, es preciso hacer la reconstrucción con la gente. "Con la gente" significa la descentralización, la actuación con los gobiernos regionales, con los seremis, con los gobernadores. Ojalá todas las autoridades sean rápidamente nombradas, porque muchas no lo han sido aún y las actuales no se hallan suficientemente empoderadas para tomar decisiones en las respectivas Regiones.
Se necesita el contacto con las personas, con las organizaciones. El recorrido que he hecho me ha permitido ver estupendos dirigentes sociales que están trabajando en diferentes temas relativos a la reconstrucción, y me parece fundamental considerarlos.
Cuando se quiere hacer una reconstrucción que mejore el país, su calidad de vida, y aspiramos, todos, a una sociedad más humana, es evidente que la decisión respecto de los distintos problemas debe tomar en cuenta a las personas, no solo en las soluciones de emergencia, que son importantes, sino también en las que serán más definitivas. Eso va a significar calmar la natural ansiedad que existe en quien está viviendo en una carpa, frente a lo que puede ser una solución más definitiva para su situación.
Sé que ha habido fallas en materia de reconstrucción en otros episodios catastróficos que le ha tocado enfrentar al país, pero, si a una persona que tiene una mediagua, o una carpa, se le ofrecen seis alternativas para elegir una vivienda ya definitiva, su ansiedad se calma, porque va a poder vivir seis meses -o más, a lo mejor- en una vivienda provisoria, pero sabiendo que al final va a contar con una solución permanente.
Por otra parte, señor Presidente , creo fundamental adoptar algunas medidas legislativas.
Sobre el particular, me permito señalar que hemos presentado proyectos muy importantes, a mi juicio, que me gustaría que fuesen incorporados dentro del plan que se va a llevar adelante con la urgencia que ameritan.
El primero de ellos -lo conversé con los Ministros del Interior y de Justicia hace una semana- es el que permite la aplicación del procedimiento de demandas colectivas en los juicios por daños o perjuicios en la calidad de las construcciones.
Cuando uno visita un edificio de Los Cerezos, en Ñuñoa, donde hay ochenta o cien departamentos, advierte lo absurdo que sería tener cien demandas. Lo lógico es que existiera una sola, por los cien propietarios, lo cual agilizaría los procesos, desatocharía los tribunales y abriría la posibilidad de llegar a un arreglo bastante más rápido entre las partes, que comprometería al conjunto de los dueños; además, permitiría ahorrar costos, altísimos muchas veces, en abogados -a quienes no quiero calificar-, ya que algunos de ellos piden indemnizaciones que van bastante más allá de lo que corresponde para aumentar sus honorarios.
Asimismo, he presentado otra iniciativa legal -ojalá sea acogida-, tendiente a que los municipios entreguen, con los recursos presupuestarios necesarios, asistencia jurídica para la presentación de demandas colectivas. Creo que, a la larga, ello significará mayor celeridad, un mejor financiamiento de los costos y el desatochamiento de los tribunales.
Igualmente, señor Presidente , enfrentamos aquí -algo de esto ya mencionó el Ministro de Hacienda - un problema gigantesco, que se repite en todas las Regiones afectadas. En la Metropolitana, y en mayor medida en otras, existe gran cantidad de escombros. Yo estuve en San Joaquín el fin de semana. Vi enormes guarenes entre los restos de edificaciones, en los cuales se empieza a acumular basura. Y lo mismo ocurre en la comuna de Pedro Aguirre Cerda, donde también estuve y donde hay casas de adobe en el suelo.
Pues bien, para iniciar cualquier reconstrucción, hay que demoler y retirar los escombros. De acuerdo con la ley actual, los costos de tal labor son de cargo del propietario. ¡Y eso es imposible! ¡Cómo le vamos a pedir a una persona pobre, con su vivienda en el suelo, que además pague la demolición y el retiro de los escombros!
Entonces, tenemos que encontrar una solución ya. Lo contrario es un absurdo. Porque, si en San Ramón queremos instalar una vivienda de emergencia, primero es necesario demoler la que está dañada. Y esto hay que hacerlo con urgencia. Por lo tanto, se requieren recursos económicos para que los gobiernos regionales o las comunas puedan retirar los escombros e iniciar la reconstrucción, a fin de evitar emergencias sanitarias que, estoy segura, tiene muy presentes el Ministro de Salud .
De otro lado, espero tener la oportunidad de conversar con los distintos Secretarios de Estado, entre ellos con la titular de Vivienda y Urbanismo, para revisar un conjunto de medidas administrativas que las respectivas Carteras debieran asumir. No me voy a referir a todas, sino solamente a dos que me parecen fundamentales.
En primer término, sería importante analizar el tema de las "zonas de reconstrucción urbana". Así como la declaración de "zona patrimonial" permite obtener ciertos beneficios, en este caso ello haría posible contar con subsidios de reconstrucción, no exigir cierto puntaje en la Ficha de Protección Social, otorgar montos diferenciados, etcétera.
Otra medida, que planteé al anterior Gobierno pero que por razones obvias no podía ser implementada sino por el actual, es que el BancoEstado se allane al otorgamiento de créditos blandos. Eso ya se hizo a propósito del terremoto del año 85 y también en el Gobierno de don Eduardo Frei Montalva cuando ocurrió otro gran sismo. ¡Ya existen precedentes! Y ello sería fundamental para la reconstrucción o reparación de viviendas, por lo cual debería estar incluido dentro de los planes de urgencia.
Por último, señor Presidente -y con esto termino-, creo que debe estudiarse también un subsidio para la contratación de seguros de vivienda bajo 2 mil unidades de fomento que abarque a todos los hogares del país, con copago de propietarios y el Gobierno. Estoy cierta -me encuentro estudiándolo con un grupo de expertos- de que un instrumento de este tipo saldría mucho más barato que tener que reconstruir viviendas en el futuro y generaría incentivos para mejorar la calidad de la construcción.
Señor Presidente , se requieren medidas urgentes, pero también vislumbrar con absoluta claridad, luego de una discusión transparente que se lleve a cabo, entre otros lugares, en el Congreso, un plan de reconstrucción definitiva, así como los recursos económicos que sean necesarios para abordar tanto la emergencia inmediata como el plan que el país debe impulsar hacia adelante.
He dicho.
El señor PIZARRO ( Presidente ).- Le quedan 16 minutos al Comité Partido Demócrata Cristiano.
Tiene la palabra el señor Ministro de Educación.
El señor LAVÍN ( Ministro de Educación ).- Señor Presidente , trataré de ser muy breve.
En el ánimo de entregar información y compartir con los señores Senadores lo que estamos haciendo, quiero resumir lo que está ocurriendo en Educación, y pedirles apoyo, porque la verdad es que ustedes, sobre todo los parlamentarios de las zonas afectadas, pueden ayudarnos mucho en esto.
En síntesis, nosotros tenemos dos tareas: enfrentar la emergencia, y la reconstrucción.
La primera de ellas significa, para mí, que todos los niños deben estar en clases antes del 26 de abril.
En esencia, el costo país en Educación es el siguiente. Hay 8 mil 917 escuelas en la zona afectada (desde Valparaíso a La Araucanía, incluyendo la Región Metropolitana). De ellas, el 45 por ciento está con problemas. Muchos de los establecimientos requieren reposición; otros tienen daños mayores o menores o se encuentran sin agua y no pueden ser utilizados. El costo estimado es de 3 mil millones de dólares. Y comparto lo dicho por la Senadora señora Alvear . De esos 3 mil millones, 1.600 millones corresponden al sector municipal, y alrededor de 1.400 millones, al privado subvencionado y al particular pagado.
No está incluido ahí el costo -aún no tenemos un catastro certero- relativo a los jardines infantiles y a la educación superior. Respecto de esta última, existe una estimación que han hecho llegar las máximas autoridades de las universidades pertenecientes al Consejo de Rectores.
Sí puedo decir que dentro de este costo estimado de 3 mil millones de dólares la Región con el mayor daño es, lejos, la Metropolitana. Eso no es coincidente con el dato de cuántos alumnos han entrado a clases. En la Capital la gran mayoría de ellos ya lo ha hecho, porque ha sido más fácil acomodarlos en otros establecimientos que quedaron bien; pero, de los 3 mil millones de dólares, 1.300, más o menos, corresponden a la Región Metropolitana. Le siguen a continuación la Región del Biobío , con alrededor de la mitad (700 millones de dólares); luego, la del Maule, y muy poco después, la de Valparaíso.
Esa es la situación en términos de costos.
Tenemos dos metas.
Una, que ningún niño, ni joven -porque hay que abarcar también la educación superior-, pierda el año por culpa del terremoto o del tsunami. Y, en el caso de la Educación Básica y Media, bajar el número de niños sin clases de 590 mil -esa es la cifra de hoy; habíamos hablado de 840 mil, pero ayer un número importante de colegios retomó sus actividades- a cero en 34 días más.
Por Región, la situación es la siguiente:
En las Regiones de Valparaíso y Metropolitana, la actividad se encuentra prácticamente normalizada. Y digo "prácticamente" porque hay cierto porcentaje, pequeño (estoy hablando de 3 a 4 por ciento), que aún no lo está.
En la Región del Libertador Bernardo O´Higgins, persiste un 24 por ciento de alumnos sin clases, pero el porcentaje de normalidad ya superó el 70 por ciento.
El drama se presenta en las Regiones del Biobío y del Maule. En esta última, el 80 por ciento de los niños todavía no entra a clases, y en la primera, el 75 por ciento.
Ahora, la meta del 26 de abril tiene cierta lógica: queremos que los estudiantes salven el año escolar. Porque el hecho de que un niño inicie su período de aprendizaje con 45 días de retraso -y en realidad pueden ser más (50), porque cuando se fijó esa meta, al día siguiente de haber asumido el Gobierno, el 12 de marzo, ya habían ingresado muchos de ellos- implica cierta adecuación del currículum. Si a alguno de Sus Señorías le despierta interés este punto, podemos explicarlo mejor más adelante, en la etapa de las preguntas, porque no voy a extenderme más en él ahora. Pero después del 26 de abril es poco probable que un niño pueda salvar el año escolar.
Además, este asunto se relaciona con la normalización de la situación. Creemos que mientras los niños no vayan al colegio es difícil que una familia sienta algo de normalidad desde el punto de vista emocional. Y el Ministro de Salud aquí presente me ha insistido bastante en que desde la perspectiva del sector que a él le compete resulta clave que los estudiantes vuelvan a clases, porque así mejora mucho la posibilidad de adoptar medidas preventivas: llevar a cabo vacunaciones, etcétera.
Ahora, ¿qué dificultades impiden bajar de 590 mil a cero?
Uno: que los establecimientos se hallen inhabilitados y no se puedan ocupar. Dos: que estén siendo usados como albergues. En este minuto hay más de 200 escuelas y liceos en tal calidad en las Regiones afectadas. Tres: que los establecimientos se encuentren buenos pero que, a lo mejor, no tengan agua (ejemplo, algunos de la zona de Talcahuano). Y cuatro: que los locales estén sin daños y tengan de todo, pero que haya miedo -digámoslo así- de ocuparlos, como en Linares, donde su Alcalde me dijo: "Estoy bien, puedo partir el año escolar, pero, por las réplicas, estoy atrasando un poco su inicio". Y quedó de hacerlo el próximo día lunes. O sea, ahí no hay problemas de establecimientos, pero sí uno emocional, del cual también tendremos que hacernos cargo como Ministerio de Educación.
La fórmula que estamos utilizando...
El señor PIZARRO ( Presidente ).- Señor Ministro , ha finalizado su tiempo.
Le vamos a conceder un minuto más.
El señor LAVÍN ( Ministro de Educación ).- Muchas gracias.
Trataré de ir más rápido.
Las fórmulas que estamos manejando para que los niños entren a clases lo antes posible son esencialmente tres.
Una, la más masiva, es la utilización de la misma infraestructura por más de un colegio: dos colegios y, a veces, en casos extremos, hasta tres. Y, en ciertas ocasiones, habilitación parcial de una misma infraestructura. Por ejemplo, si un colegio tenía jornada escolar completa y una parte de él quedó inhabilitado, se usa la otra parte, ya sin jornada escolar completa, sino que la mitad de los niños en la mañana y la otra mitad en la tarde.
La segunda fórmula, que de ahora en adelante empezaremos a usar con mucha fuerza, es lo que llamamos "habilitación de infraestructura social", pública, en general. O sea, estamos hablando de sedes vecinales, de gimnasios. En el cuadro también dice "regimientos", pero, en el fondo, se trata de terrenos que se pueden habilitar. Estamos hablando de retenes. Carabineros nos entregó una lista de cincuenta cuyas salas de capacitación pueden ser ocupadas por estudiantes. La Armada, por su lado, nos ofreció espacio para 400 alumnos. Se trata de ese tipo de cosas.
Y, en tercer lugar, si nada de eso es posible, pondremos en marcha la instalación de los denominados "colegios modulares", como el inaugurado ayer en Iloca, o de colegios de mayor emergencia aún. Porque los colegios modulares, en realidad, no son de emergencia: se construyen rápido, pero son permanentes. Se trata de estructuras de más de dos décadas de duración al menos. Y podemos llegar hasta la habilitación de salas de clases bajo la fórmula del tipo "Un techo para Chile", que está llevando adelante el padre Felipe Berríos .
En las fotografías se observa una de las escuelas modulares: la de Iloca. Se traen desde Estados Unidos. No se ven muy bonitas por fuera, pero por dentro créanme que son bastante buenas. Fueron ocupadas allá con ocasión del huracán "Katrina".
En esta fotografía se aprecia el ejemplo de un colegio particular subvencionado que habilitó un galpón o gimnasio. A eso lo llamamos "habilitación de infraestructura social". No es al lote. Un gimnasio no se puede ocupar así no más.
El señor PIZARRO ( Presidente ).- Terminó su tiempo, señor Ministro .
La señora MATTHEI .- Déjelo continuar, señor Presidente .
El señor NAVARRO .- ¡Nos interesa mucho escuchar al Ministro ...!
El señor PIZARRO ( Presidente ).- Se le dará un tiempo adicional para que finalice su intervención, señor Ministro .
El señor LAVÍN ( Ministro de Educación ).- Gracias, señor Presidente .
Decía que habilitar infraestructura social requiere cierta inversión. No es así, al lote, que uno pueda meter niños a un gimnasio: hay que dividir los cursos, etcétera.
¿Qué estamos haciendo para cumplir con el "plan 26 de abril"?
Las siguientes cosas.
En primer lugar, crear un fondo de reparación de colegios municipales de 10 mil millones de pesos. Estoy hablando solamente de colegios que pueden ser reparables antes de esa fecha. Esto significa que a un alcalde le vamos a decir: "Si usted requiere más plata porque se va a demorar cinco meses, entonces dejémoslo para después. Veamos primero qué colegios se pueden habilitar ahora".
En segundo término, debemos hacernos cargo de los colegios particulares subvencionados. Hasta ahora no los estamos ayudando con fondos públicos. Yo entiendo que tendrá que haber una gestión con fondos privados. Pero tengamos en cuenta que dichos establecimientos educan prácticamente a más de la mitad de nuestros niños, con subvención del Estado. Muchos de ellos presentan problemas y algo vamos a tener que hacer. No lo estamos planteando con fondos públicos, pero algo tendremos que hacer.
Además, habrá que comprar colegios modulares; habilitar infraestructura social; entregar equipamiento. En Iloca, por ejemplo, no quedó nada, así que todo -textos escolares, etcétera- deberá ser nuevo.
Y también tendremos que proveer transporte para apoyar la reunificación de escuelas.
Además, se encuentra el tema de la educación superior, que estamos abordando a través de dos vías. Una consiste en hacer un nuevo llamado a crédito con aval del Estado, pensando especialmente en las tres Regiones más afectadas: Libertador Bernardo O´ Higgins , Maule y Biobío . E incluso no se impedirá postular a quienes fueron rechazados en los llamados anteriores.
Pero no basta con el crédito. Muchos jóvenes no pueden ir a la universidad. Tenemos una señal de alerta -no existe una estimación- en el sentido de que ya hay algunos llamando a la universidad informando que sus padres lo perdieron todo y que quieren congelar. En Constitución, muchos pescadores me han dicho: "Mi hijo está en tal instituto profesional, pero va a congelar; no puede seguir".
Entonces, además del crédito, habrá que implementar una beca de mantención y movilización -pónganle el nombre que quieran-. Estamos hablando de más o menos 30 mil pesos, por 6 meses. Después analizaremos si es necesario irlo ajustando. Y, en todo caso, se superpondría a cualquier otra beca que se pudiera estar recibiendo.
Asimismo, vamos a tener que crear un fondo de indemnización para los profesores. Es un tema complejo, pero ¿qué pasa? Aquí va a haber unificación de escuelas, va a haber emigración de estudiantes. En Talcahuano, el número de alumnos disminuirá sí o sí, porque muchas familias se están yendo de la ciudad. De modo que se producirá un problema con las dotaciones que deberemos solucionar.
Y, finalmente, están las emergencias de la JUNJI y de las universidades, que aquí no estoy tratando.
¿Cómo estamos enfrentando esta situación en el corto plazo?
Por fortuna, las donaciones privadas en educación hasta ahora van bien. Obviamente, muchos están esperando ver qué va a pasar con el proyecto de ley que se presentará sobre la materia. Pero nosotros estimamos que las donaciones privadas en educación van a llegar a los 80 millones de dólares. Eso permite actuar más rápido. Por ejemplo, la escuela de Iloca fue producto de una donación.
No obstante, el Estado también tendrá que poner recursos a través de los mecanismos que se muestran en el cuadro. El Ministerio de Educación deberá hacerlo mediante reasignaciones presupuestarias.
Para terminar, me referiré a la reconstrucción.
Solo quiero decirles a Sus Señorías lo siguiente y, al mismo tiempo, pedirles ayuda.
Ya lo dijo el Ministro de Hacienda . El costo en educación es de 3 mil millones de dólares. Pero esto no es necesariamente lo que va a costar reconstruir, porque hay que hacer una reconstrucción... No sé como llamarla. Tal vez "reconstrucción inteligente".
¿Y qué debería tener en cuenta esta reconstrucción inteligente? Que hay que unificar escuelas. En Iloca había tres, dos de ellas con menos de 30 alumnos. En una misma sala de clases funcionaban distintos niveles. Ahora habrá una sola escuela, con 150 estudiantes. El plan ya lo tenía el alcalde antes del tsunami y se aprovechó de impulsarlo ahora.
Y además hay que decir lo siguiente. Los liceos y las escuelas municipales tenían capacidad ociosa. ¿Por qué? Porque la matrícula venía cayendo en forma fuerte. De tal modo que aquí habrá que decidir qué realmente se reconstruye y qué no.
Por eso yo planteo que ahí va a tener que haber un acuerdo con la sociedad civil y habrá que traer expertos que nos digan qué reconstruimos y qué no, pensando en hacerlo de la mejor manera posible también desde el punto de vista de la calidad de la educación.
Igualmente hablo en las diapositivas de "corporación público-privada" -se lo escuché al Senador Patricio Walker el otro día- y de "nuevo modelo para educación municipal en casos pertinentes", lo cual adelantará a lo mejor una discusión que de todas formas venía. Hay personas dispuestas a hacer donaciones, pero que también quieren tener algún tipo de participación: en la administración de la escuela, en el consejo directivo. Habrá que buscar fórmulas de ese tipo. Y por eso hablo de una corporación público-privada para la reconstrucción en educación.
Para terminar, señor Presidente, me voy a referir al financiamiento para la reconstrucción.
Creo que hay tres vías:
Una, la que indicó el Senador señor Sabag : concesiones de educación. Tendremos que ver cómo lo hace el Ministerio: a través de una legislación especial o bien utilizando el sistema de concesiones de obras públicas.
Pienso que la reconstrucción de los colegios particulares subvencionados debe financiarse por la vía de créditos CORFO-BancoEstado.
Y, finalmente, el tercer instrumento será el Fondo Nacional de Reconstrucción que constituirá el Ministro de Hacienda.
Eso, para estar sintonizados con lo que está pasando en Educación, y para que nos ayuden lo más que se pueda en esto.
El señor PIZARRO ( Presidente ).- Advierto a la Sala que tenemos el siguiente problema: dadas las intervenciones de los representantes del Gobierno -que son muy interesantes-, estamos pasados en el tiempo. Y frente a ello tenemos dos opciones: o continuar en una sesión especial mañana, o el jueves o cuando se estime conveniente -entiendo que los señores Ministros están citados a la Cámara de Diputados a las 4 de la tarde- o lisa y llanamente acortar el tiempo para los discursos de los señores Senadores.
El señor HINZPETER ( Ministro del Interior ).- Señor Presidente , estamos convocados a la otra rama legislativa a las 16. Pero no es necesario que todos los Ministros estemos allí a la misma hora. Quizás los que no han alcanzado a exponer ahora puedan hacerlo en la tarde. Algunos de nosotros podríamos acudir a la Cámara de Diputados, y de ese modo avanzar y terminar hoy día.
El señor PIZARRO ( Presidente ).- Es una buena alternativa.
Los Comités podrían tomar un acuerdo que nos permita seguir en la sesión de la tarde.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- Señor Presidente , ¿por qué no empalmamos las sesiones?
El señor PIZARRO (Presidente).- Bastaría que resolvieran modificar el Orden del Día.
Entonces, vamos a continuar ahora, manteniendo los tiempos asignados.
El señor Ministro de Obras Públicas tiene la palabra.
El señor DE SOLMINIHAC ( Ministro de Obras Públicas ).- Señor Presidente , las materias que yo quiero abordar son las relativas a los principales impactos del terremoto; cómo se está enfocando la toma de datos; la cuantificación de los daños; las medidas adoptadas, y cómo va el avance en la superación de la emergencia, según el siguiente gráfico.
En cuanto a lo primero, una de las láminas que presentó el señor Ministro del Interior básicamente muestra los grandes problemas que afectan a puentes, agua potable rural, caletas pesqueras, aguas lluvias y riego.
El impacto sobre las obras concesionadas afecta principalmente a 15 puentes de 652; a 10 pasos superiores de 611; a 14 pasos inferiores de 467; a 52 pasarelas de 439, y daños en calzada, a 100 kilómetros de 3.415.
También ha habido efectos del terremoto en obras mandatadas, como las referentes a riego y edificios públicos, según el cuadro siguiente:
El Ministerio desarrolló un sistema de cartografía GPS, donde están ubicados los puntos en los cuales tenemos problemas, calificados en tres categorías: colapso total de la infraestructura; daños estructurales y daños menores.
Por ejemplo, se pueden citar las Regiones de Valparaíso y Metropolitana, y un zum del área de San Antonio. Allí se ve más o menos la forma como están representadas las tipologías de daños: en vialidad aparece un auto; una torre corresponde al agua potable rural. Y el color indica el estado de la estructura.
En seguida, se muestran algunos gráficos relacionados con cartografía de emergencia en diversas Regiones.
Es interesante apreciar algunas fotos sobre lo sucedido en la Región respectiva, algunas de las cuales corresponden a fechas anteriores al 11 de marzo.
Esta imagen muestra el caso a que hacía referencia, relativo a los APR.
En la lámina siguiente aparece la cuantificación de los daños.
En el cuadro se trató de incluir a todas las Regiones y obras en las cuales el Ministerio está participando.
En primer lugar, figura el agua potable rural, y después arquitectura, aeropuertos, Dirección General de Aguas, Obras Hidráulicas, Obras Portuarias, Vialidad y Concesiones.
Los daños en cada una de las zonas suman en total 1.637 eventos producidos en cada una de estas obras, separadas por tipologías, con una cifra de más o menos 1.315 millones de dólares, levemente inferior a la que teníamos el viernes pasado, de 1.470 millones, porque hubo más detalles en el caso de arquitectura. Originalmente incluimos obras de otros Ministerios; pero, para no tener duplicación, pusimos solo las que dependen directamente del Ministerio de Obras Públicas.
En cuanto a las medidas adoptadas, las hemos separado en cuatro rubros: las legales; las administrativas; las de modalidades de inversión y de terreno. Quizás no vale la pena entrar en el detalle, pues están explicitadas cada una.
Me gustaría detenerme brevemente en las de terreno, donde nosotros estamos trabajando para que se restablezca el agua potable tanto urbana como rural.
Deseo citar algunas cifras.
Poseemos un catastro de cada APR. Sabemos el estado de la base de datos que se va alimentando diariamente. Y la mejor estimación que tenemos es que, según me han informado, en este momento hay agua, a nivel de emergencia, prácticamente en todos los lugares. El 50 por ciento restante se va a regularizar en cuatro meses, y en nueve meses quedarán completamente restablecidos todos los APR.
También hemos estado verificando los embalses, tanto grandes como pequeños.
En el caso particular de los tranques de relave -que estamos también monitoreando-, tenemos dos emergencias trabajando.
En vialidad, hemos habilitado puentes mecano y realizado rellenos de vía y ripiados para restablecer la conectividad.
Obviamente, debemos perfeccionar esa conectividad en algunas zonas, lo que toma mucho tiempo.
En el caso del Biobío en particular, hoy día tenemos una complicación más o menos mayor. Por lo tanto, estamos evaluando colocar barcazas, las cuales demoran 10 minutos en trasladar camiones pesados. Esperamos implementar pronto esa medida.
En las caletas pesqueras, también nos encontramos trabajando fuertemente para restablecer tal actividad económica.
Finalmente, la última lámina muestra más o menos el avance experimentado respecto de cada uno de los rubros que mencioné anteriormente, en los cuales el total de obras dañadas alcanza las mil 637.
Del estado de avance al día de ayer, se puede decir que hemos superado totalmente el 16 por ciento de los daños en esas obras; que hemos incrementado provisionalmente la entrega de servicio -pero no en el nivel deseado- en 41 por ciento, y falta 34 por ciento. En algunas obras todavía no llegamos al 100 por ciento de la información, lo cual corresponde al 9 por ciento de aquellas.
Es cuanto quería informar, señor Presidente.
El señor PIZARRO ( Presidente ).- Tiene la palabra el Honorable señor Chahuán, dentro del tiempo del Comité Renovación Nacional, por cinco minutos.
El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente , en primer término, deseo felicitar el sentido de urgencia y el despliegue de los Ministros de Estado desde que asumieran el 11 de marzo.
En el día de hoy, junto con el Ministro de Salud , hemos estado en el hospital Gustavo Fricke . Ayer, la Subsecretaria de la misma Cartera visitó también el hospital Claudio Vicuña , de San Antonio.
Por otro lado, la Ministra de Vivienda se ha mostrado particularmente preocupada de nuestra Región. Y se reunió hoy con nosotros con ese objeto.
Igualmente, han estado teniendo diversas actividades los Ministros del Interior y de Obras Públicas. Este último, en San Antonio, vio lo ocurrido con el puente Lo Gallardo y con la infraestructura portuaria.
El Ministro de Educación se ha puesto metas ambiciosas en términos de poder restablecer la normalidad en el acceso de los niños a la educación.
Y en lo que dice relación a la preocupación del Gobierno por la crisis que afecta al país -la mayor que ha tenido Chile en su historia- hay que decir que ha sido encomiable.
Son 30 mil millones de dólares lo que va a costar la catástrofe, a lo que debe sumarse la pérdida de vidas humanas -que es lo más importante-, que llegarán seguramente a 450, luego de agregarse los desaparecidos.
Y, por tanto, se va a generar un debate acerca de cómo enfrentar tal crisis.
En mi Región, como hemos señalado, en la comuna de San Antonio, las poblaciones más afectadas son las Villas del Mar y Miramar ; en Llolleo, el sector más perjudicado fue la Viuda 3 y la zona de Ojos de Mar -objeto igualmente del maremoto-; en Cartagena, la población Arellano , y la isla de Juan Fernández .
Sin embargo, el terremoto ha sido profundamente hipócrita en zonas como Viña del Mar y Valparaíso, pues el daño patrimonial es de envergadura.
Dentro de las medidas legislativas propuestas a poco de ocurrido el sismo, creemos que debe considerarse al menos una que dice relación a la suspensión de los plazos judiciales. Ello nos parecía adecuado, porque mucha infraestructura de los tribunales de justicia hoy día está en el suelo.
La ley "Janequeo" fue recogida en términos de regular la muerte presunta, para alivianar los efectos civiles de la desaparición de personas, lo que fue acogido por el Supremo Gobierno.
El nuevo marco jurídico de las donaciones, según el proyecto presentado por un grupo de Diputados al ex Ministro Viera-Gallo, en definitiva ha sido la base para trabajar en tal sentido.
En el año 2007, mediante un proyecto de acuerdo, propusimos en la Cámara de Diputados la modificación de la ley N° 16.282, a fin de dotar de mayores facultades en caso de sismos y catástrofes a las autoridades locales y regionales, para enfrentar la crisis y coordinar las acciones necesarias con las Fuerzas de Orden y Seguridad.
Por otra parte, debe haber un debate acerca de cómo abordar el financiamiento de los gastos. Y eso será materia de discusión en otra sesión especial, para determinar si efectivamente el Estado hoy en día se halla en condiciones de asumir endeudamiento público.
Tenemos una línea de crédito en el Fondo Monetario Internacional. Pero habrá que discutir si es pertinente el uso de las reservas en el extranjero, como también el impacto que ello pueda producir en la economía local.
Hay que estudiar una reforma tributaria al menos en cuanto a las empresas. Con un punto de alza en el impuesto aplicable a ellas, se podría obtener 380 millones de dólares anuales para el Estado.
De igual modo, tenemos que hacer las adecuaciones necesarias en el marco de la Ley de Presupuestos del año 2010.
Desde otro ángulo, debemos decir claramente que los Ministros desplegados en terreno se encontraron con un presupuesto sobreejecutado en algunas Carteras, como la de Vivienda.
Por lo tanto, en relación a esta catástrofe hay que actuar con visión de Estado, con unidad nacional y con sentido de urgencia.
La propuesta del Fondo Nacional de Reconstrucción debe ponerse encima de la mesa y ver la manera de cómo apoyar la idea sugerida por el Ministro del ramo.
Nos encontramos frente a una situación absolutamente excepcional, que amerita que los chilenos puedan recobrar la esperanza, la capacidad de soñar y mirar el Bicentenario conforme a lo que tenía planeado el Gobierno, el cual con sus parlamentarios llevaría a cabo la transición al desarrollo del país. Y para ello es necesario generosidad y altura de miras.
La discusión que hubo respecto del "bono de marzo" me pareció pequeña. Por eso, como hoy día estamos en una crisis bastante mayor, debemos enfrentarla como corresponde y dar esperanzas a los chilenos.
El señor PIZARRO ( Presidente ).- Restan 14 minutos a Renovación Nacional.
Dentro del tiempo de la UDI, tiene la palabra el Honorable señor Coloma por 6 minutos.
El señor COLOMA.- Señor Presidente , quiero hacer tres consideraciones: una política y dos en relación con el terremoto propiamente tal.
La primera se refiere a que es legítimo sostener distintas posiciones. Ello es parte de la democracia y de los debates. Pero no me parece adecuado que una posición cambie según el lugar de la mesa en que uno está. No considero que eso tenga la misma vinculación. Y lo digo en referencia a que aquí no habría un plan de reconstrucción a 12 días de asumir el Gobierno, como lo planteó el Senador Escalona .
Debo recordar que el terremoto ocurrió a 12 días de terminar la Administración anterior. Y en ese lapso no alcancé a ver ni siquiera un dato consistente respecto de lo sucedido.
Entonces, cuando se está al otro lado de la mesa, reclamar por la falta de un plan de reconstrucción sin considerar que desde el terremoto hasta que dejó el mando el Gobierno anterior no hubo nada, no me parece que apunta en el sentido correcto.
Por eso, hago una invitación al Senador señor Escalona a entender que el país desea algo distinto: que, desde un punto de vista político, todos nos pongamos a empujar el carro hacia el mismo lado y que comprendamos y aportemos sin emitir una opinión según sea el lado de la mesa en que estamos. Porque la mala noticia es que el terremoto afectó a todos: a los socialistas, a los de la UDI, a los independientes, a los que votan y a los que no votan. Y eso requiere una actitud distinta y constructiva.
Las dos reflexiones adicionales son las siguientes: la primera, que es una buena y potente señal lo hecho por la autoridad a 12 días de asumir, particularmente en el ámbito de la preocupación.
La semana pasada estuvieron en mi Región los Ministros de Salud, de Vivienda, de Trabajo, de Educación y de Obras Públicas y los Subsecretarios de Pesca, de Justicia y el de Desarrollo Regional.
Me parece un elemento positivo que un Gobierno en terreno mire y resuelva los problemas que están en su ámbito o se comprometa a hacerlo en subsidio. Es una señal potente para los chilenos. Necesitamos autoridades que se impongan de las dificultades y que tengan la capacidad de solucionarlas.
Punto cumplido.
Creo que también es valioso reconocer el aporte de los privados. Se anunció hace pocas horas que una empresa, entiendo que Anglo American , va a reconstruir todo el potencial de las caletas pescadoras de la Séptima Región.
A mi juicio, eso apunta en un sentido correcto, que nos da ánimo y esperanza de que así se entienden los nuevos tiempos, en que todos deben empujar el carro.
Me parece muy potente lo hecho por el Ministro de Educación el día de ayer en Iloca. Me correspondió estar en ese lugar 24 horas después del terremoto. Uno pensaba que era imposible que a esta altura de ocurrido el sismo pudiera haber ya una escuela funcionando y que 150 niños hubieran recuperado la alegría. Yo estuve ahí. Pensé que las lágrimas se habían secado. Empecé de nuevo a ver sonrisas. Y eso revela una forma de hacer las cosas con una velocidad inmensa y relevante.
Por último, estimo adecuado el plan formulado por las distintas autoridades respecto de cómo enfrenar la reconstrucción.
O sea quiero ver que el vaso está lleno.
Ante un fenómeno que ha remecido física y moralmente al país, es importante que el Gobierno esté en terreno; que convoque a otros a actuar en el mismo sentido, y que se vaya colocando metas. Y lo que se ha planteado en Educación -entiendo que también en Vivienda y en Obras Públicas- apunta a ver la luz al final del túnel.
¡Y por Dios que es necesario en Chile empezar a ver la luz al final del túnel!
Con la misma convicción, señor Presidente , quiero hacer tres sugerencias, que nacen de haber estado tantas veces en estos últimos días con las personas que más mal lo han pasado.
Primero -ojalá algún Ministro se refiera a ello en su momento-, creo que se precisa con urgencia una acción de despeje de los lugares que fueron afectados por el terremoto. He visto, con preocupación, cómo en algunas calles se ha cortado el tráfico porque se debe demoler una iglesia -estoy pensando en lo ocurrido en la 2 Sur, en Talca, pero lo mismo sucede en muchas partes-, y nadie sabe bien a quién le corresponde retirar los escombros.
Alguien ha de hacerlo, y creo que debe ser el Estado.
Comparto lo planteado por el Senador Escalona: el Estado sí tiene roles que cumplir. Y es necesario que se concentre en ellos y no en otros distintos.
Aquí sí le compete al Estado un rol fundamental: despejar tales sitios con recursos propios para que se empiece a reconstruir, lo cual implica no solamente resolver un problema físico, sino también de ánimo.
Segunda consideración: resulta esencial abordar la defensa del patrimonio cultural. Hemos conversado sobre el particular en otra ocasión con la Ministra de Vivienda . A mi juicio, es bueno tener idea de cómo eso se va a implementar.
¡Duele el alma ver zonas, como las que represento, cuyos centros cívicos se hallan desarmados, desperdigados o desaparecidos!
En esa lógica, es forzoso contar con una vía de solución, un camino arquitectónico que permita pensar que la reconstrucción no implica cambiar una era, sino mejorarla. Aquí no hay un antes y un después tan definitivo. Ambas realidades pueden funcionar de manera mucho más armónica.
Finalmente, señor Presidente , también es relevante contar con información relativa a las pymes. Este no es el primer terremoto que enfrentan; es como el tercero. Sería bueno saber de los créditos blandos a los que podrían acceder, a fin de tender una mano a las pymes que ya habían perdido mucho pero que ahora lo han perdido todo, particularmente en las zonas afectadas.
Por eso, señor Presidente , espero que tanto mi reflexión política como las dos consideraciones planteadas apunten en la dirección correcta, y que -como dije- las lágrimas empiecen a secarse y las sonrisas, a aflorar.
He dicho.
El señor PIZARRO (Presidente).- Restan 14 minutos al Comité UDI.
En el tiempo del Comité Socialista, tiene la palabra, hasta por cuatro minutos, el Senador señor Letelier.
El señor LETELIER.- Señor Presidente , inicio mi intervención señalando que el contexto en que se da el debate es fundamental para llegar a la unidad en torno a un plan de reconstrucción.
La frase molesta y políticamente intencionada en orden a que habría existido una sobreejecución presupuestaria no contribuye a un clima adecuado. Porque tal aseveración es falsa. ¡Absolutamente falsa!
Quienes tratan de justificar tardanzas o dificultades con el término del Gobierno de la Presidenta Bachelet -¡créanme!- aquí no van a encontrar eco.
La Administración anterior estaba finalizando en la fecha de la catástrofe. Era imposible que formulara un programa o un plan. Por eso, le pido al Presidente de uno de los partidos de Gobierno que sea responsable en sus afirmaciones. Lo digo, porque se necesita un clima de franqueza y respeto para abordar este debate. Y, en eso, siento que las fuerzas oficialistas tienen más responsabilidad que cualquiera.
Segundo punto: es indispensable terminar con ciertos prejuicios.
El aporte hecho por el Ministro de Hacienda hoy día respecto de las cifras es muy importante, pues ayuda a dimensionar la magnitud de lo que se debe hacer.
¿Chile puede ocupar los 10 mil millones de dólares para un plan de reconstrucción? Sí. Existe amplia voluntad para cooperar en ese sentido.
Y podemos despejar prejuicios.
Muchos de nosotros estamos abiertos a concesionar lo que sea necesario para la reconstrucción, no así para la administración, en particular en el ámbito de la salud.
Lo primero, entre otros motivos, evita un impacto sobre el tipo de cambio y permite acelerar los procesos. Ambas cosas son muy relevantes.
Nos preocupa, sí, qué se va a hacer, cómo y quién lo ejecutará. Porque -repito- existen prejuicios sobre la forma.
Pienso que el Gobierno tiene la responsabilidad de abrir un espacio pluralista e invitar a los sectores público y privado a participar en las obras de reconstrucción.
En atención al escaso tiempo de que dispongo, plantearé solamente cinco puntos.
Nosotros no deseamos caer en la discusión pequeña. No hemos polemizado acerca de la lista de los muertos -lo hicieron otros en su momento- ni de los errores que se han cometido, porque entendemos que en ello no ha existido mala intención.
Nos abocaremos a formular sugerencias.
En el ámbito de la pesca artesanal, si bien la propuesta del señor Ministro de Economía es bienintencionada, no es posible pedirles a los pescadores un aporte del 25 por ciento, porque no tienen de dónde obtener los recursos.
El problema estriba, entonces, en cómo hacer las cosas.
La Presidenta de la Confederación de Pescadores Artesanales nos acompaña desde las tribunas. Estoy seguro de que ellos desean levantar esa actividad económica, pero no se les puede solicitar que aporten un 20 ó 25 por ciento para comprar embarcaciones o motores. Dejo planteada la inquietud.
A continuación, me referiré al problema de vivienda.
Se precisa definir un plan habitacional de emergencia ahora y partir con una prioridad -no quedarse solo con las cifras-: terminar con la situación de calle en que se encuentra mucha gente, sobre todo, quienes habitaban una vivienda social. En la actualidad hay cientos de personas viviendo en carpas en la calle, porque se destruyeron sus casas: en Rancagua se cayeron tres poblaciones; en Rengo pasó lo mismo; en Talca también, y en San Antonio, como lo vimos en la televisión.
Necesitamos un plan de urgencia para emplazar campamentos de emergencia. Y para eso el Ministerio del Interior debe adoptar dos medidas, una impopular y otra de celeridad: plata para urbanizar terrenos y usar la Ley sobre Catástrofes para instalar en ellos los campamentos.
Hoy existe especulación en torno al precio de la tierra para ese fin. Y esto debe ser abordado con autoridad. Nadie pretende que se expropie de mala forma, pero hay que armar los campamentos ahora. Los municipios no tienen la fuerza para hacerlo sin apoyo del Gobierno central.
En Rancagua viven en la calle más de 300 personas, y en Graneros, sobre 150 familias.
Se requiere resolver tal situación porque, entre otras cosas, genera fenómenos sociales potencialmente muy complejos.
Con relación a la prioridad de la vivienda social, si bien entiendo la necesidad de reasignar recursos, cabe hacer notar que en el último tiempo se construyeron más 100 mil unidades anuales, equivalentes a igual cantidad de subsidios.
Considerando las cifras entregadas, es menester asegurar, primero, que no se reducirá el presupuesto del Ministerio de Vivienda, con el propósito de que siga el ritmo de construcción para las personas que no tienen casa, y segundo, que se agregarán recursos para levantar las que sean necesarias a fin de suplir el déficit habitacional.
Y en la concesión de esos nuevos subsidios habrá que priorizar. ¿Quiénes serán los primeros beneficiados? Los que habitaban viviendas sociales que resultaron destruidas. Se deberá informar públicamente que ellos tienen garantizado el subsidio este año. Las cifras dan para eso.
Los arrendatarios que residían desde hace más de seis meses o un año en las casas que se desplomaron también tienen que ser prioridad al momento de entregar el suplemento de viviendas sociales.
Lo que no es admisible es dejar las cosas en la ambigüedad. La falta de decisión y de claridad en este aspecto les está creando problemas políticos a los alcaldes y al colectivo involucrado.
Se necesita la implementación de una política de reconstrucción de la vivienda rural.
Pero -insisto- más urgente aún es resolver lo relativo a la vivienda social totalmente dañada. Se debe partir por ahí.
Hasta la fecha no se ha hecho ningún llamado en cuanto a los subsidios de reparación de viviendas. ¡Están paralizados!
Muchas viviendas sociales afectadas ya se hallaban en plan de reparación. Tales subsidios hay que ejecutarlos ahora, porque existe una emergencia real.
Antes de que se me acabe el tiempo, quiero solicitar al Ejecutivo que no dude en usar sus facultades para evitar la especulación en el valor de las tierras; que aplique la Ley sobre Catástrofes, y que lo haga en serio. Porque, al preguntar qué se hará y cómo, buscamos impedir que los especuladores abusen y se hagan ricos con esta tragedia.
No queremos el abuso de los proveedores. Presenciamos por televisión el saqueo de la gente después del terremoto; pero el saqueo que no se ha visto es el aumento de los fletes y de los costos de construcción de manera desproporcionada. El valor de los terrenos también se va a incrementar en forma desmedida. Y no podemos botar los recursos públicos destinados a enfrentar una catástrofe permitiendo que unos pocos -proveedores o tenedores de ciertos bienes- abusen de nosotros.
Señor Presidente , tenemos toda la voluntad de cooperar.
Queremos poner el énfasis en el plan de emergencia y que nos digan qué pasos podemos dar para sacar a la gente de la calle.
Hay tiempo para la reconstrucción del patrimonio cultural y para levantar ciertas obras públicas importantes. Sin embargo, los problemas de vivienda señalados no pueden esperar.
En materia de salud, tengo una interrogante.
Estuve con el Ministro del ramo en una visita por la Sexta Región. Observamos que el hospital de Rancagua, si bien se encuentra en estado relativamente aceptable, registra un 40 por ciento de pérdida en camas. Por ello, uno no entiende cuando lee en las noticias que un país que nos cooperó con un hospital de campaña decidió llevárselo de vuelta porque no se usaba.
Quedan ciertas dudas que uno no comprende: la cooperación internacional, que parecía tan urgente, en ese caso se acabó.
Ojalá el señor Ministro de Salud pueda referirse a ello.
He dicho.
El señor GÓMEZ (Vicepresidente).- Tiene la palabra la señora Ministra de Vivienda.
La señora MATTE ( Ministra de Vivienda y Urbanismo).- Señor Presidente , sé que dispongo de poco tiempo; por tanto, me referiré a los temas más relevantes.
Hemos trabajado intensamente con el Ministerio de Hacienda para hacer una propuesta en los próximos días referida al mercado objetivo de las políticas habitacionales y de la reconstrucción nacional.
Tenemos claro que existen cuatro o cinco tipos de problemas, por lo cual debemos buscar idéntico número de soluciones.
Además, cada uno de ellos contiene una variedad de otras dificultades, como las que mencionó el Senador señor Letelier . Por ejemplo, la situación de personas que están arrendando, otras que carecen del título de propiedad, etcétera. O sea, hay una enorme cantidad de problemas legales que, por supuesto, debemos resolver con urgencia.
Como se observa en el cuadro, 150 mil viviendas requieren reconstrucción: algunas ya cayeron por ser de adobe; otras están por derrumbarse, y las demás son bloques de departamentos que, aunque están en pie, son inhabitables por encontrarse estructuralmente dañados.
En esa línea vamos a focalizar la solución de los problemas.
Por otro lado, es menester reparar 60 mil viviendas, que están inhabitables, pese a no sufrir daño estructural.
Por último, se registra un porcentaje de casas con daños menores.
Estamos buscando con el Ministerio de Hacienda, de forma urgente, la mejor fórmula a fin de generar un paquete de soluciones habitacionales que permita hacer un llamado para los nuevos subsidios de edificación y de reparación.
Otro inconveniente es el presupuesto asignado al Ministerio de Vivienda. En 2009 se otorgaron 218 mil subsidios habitacionales. Los fondos aprobados para 2010 en este ítem llegan solo a los 100 mil subsidios; o sea, menos de la mitad de los que se concedieron el año pasado.
Entonces, además de darles continuidad a las políticas habitacionales, independiente del terremoto, tenemos la dificultad de que el presupuesto disponible para este año es menos de la mitad del que hubo el año anterior. Con el terremoto los señores Senadores podrán imaginarse la situación en que se encuentra la Cartera.
Aquí hay distintos problemas de vivienda.
Uno de ellos es el de la costa, donde las casas fueron arrasadas. Por tanto, deberemos rehacerlas mediante planos y la regularización urbanística correspondiente, dado que gran parte de esa zona desapareció.
También se registran grandes problemas en adobe urbano, en adobe rural y en conjuntos habitacionales SERVIU.
Por último, están las dificultades de los conjuntos habitacionales privados de personas de escasos recursos o de adultos mayores que viven de una jubilación menor, quienes no tienen ninguna posibilidad de reparar sus viviendas.
Por lo tanto, también debemos buscarles una solución.
Yo espero entregar a Sus Señorías un plan de emergencia en los próximos días, luego de que cerremos con el Ministro de Hacienda el asunto en el que ya estamos trabajando fuertemente.
De otro lado, a pesar de que llevamos apenas diez días de Gobierno y que nuestra labor ha sido muy intensa, hago presente que tendré las puertas abiertas del Ministerio a mi cargo a todos los parlamentarios que deseen sugerir propuestas, proponer soluciones o contar los problemas de su zona. De hecho, ya lo hice ayer.
Lamento, Senador Tuma , que usted no me haya dicho ayer en la reunión que sostuvimos lo mismo que señaló en la Sala.
Las puertas de mi Cartera se encuentran abiertas también para los alcaldes, los intendentes y todos quienes deseen plantear ideas. Todos serán recibidos, porque esta es una labor de Estado, un trabajo que debemos acometer todos juntos.
Por supuesto, al igual que los alcaldes, Sus Señorías conocen más detalles de sus Regiones que los que podremos conocer nosotros desde el punto de vista técnico.
Hablé también con la Honorable señora Alvear y con otros Senadores, con el objeto de reunirnos para que me entreguen antecedentes a fin de enfrentar todos juntos esta gran obra de reconstrucción nacional.
Muchas gracias.
El señor PIZARRO ( Presidente ).- El señor Ministro de Salud también quiere hacer algunos aportes.
Puede hacer uso de la palabra.
El señor MAÑALICH ( Ministro de Salud ).- Señores Senadores...
El señor TUMA.- Pido la palabra, señor Presidente.
El señor PIZARRO ( Presidente ).- Perdón, señor Ministro .
Senador señor Tuma , ¿desea replicar invocando el Reglamento?
El señor TUMA.- Así es, señor Presidente.
Quiero responderle brevemente a la señora Ministra , porque he sido aludido de manera directa...
La señora MATTHEI .- ¡No corresponde, señor Presidente!
El señor PROKURICA .- ¡No procede!
El señor LARRAÍN .- ¡Solo si hay ofensa, señor Presidente!
El señor PIZARRO (Presidente).- Señor Senador, puedo darle la palabra cuando le toque el turno al Comité PPD.
El señor TUMA .- Efectivamente ayer nos recibió la Ministra ...
El señor CHADWICK .- ¡Hable mañana de nuevo con ella, Senador!
La señora MATTHEI.- ¡Esto no corresponde, señor Presidente!
El señor TUMA.- ...y lo que yo afirmé en esta Sala fue lo mismo que le dije el día de ayer.
El señor CHADWICK .- ¡Pida otra audiencia...!
El señor PROKURICA.- ¡No estamos en la Cámara de Diputados, Presidente!
El señor PIZARRO (Presidente).- Senador Tuma...
El señor TUMA .- Precisamente fue que no tendría la información y que no había tiempo...
El señor PIZARRO ( Presidente ).- Señor Senador, le ofreceré la palabra a continuación. No se preocupe.
El señor TUMA.- Gracias, señor Presidente.
El señor PROKURICA.- ¿Y no hay hora de Incidentes, señor Presidente...?
El señor CHADWICK .- ¡Pídale otra audiencia a la Ministra , Senador...!
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el señor Ministro de Salud.
El señor MAÑALICH (Ministro de Salud).- Señores Senadores, quiero darles las gracias por recibirnos en este Hemiciclo.
Yo soy una persona de naturaleza más bien tímida, así que en el clima que se ha producido recién en la Sala me cuesta hacer uso de la palabra. Pero, en fin, haré un esfuerzo.
La verdad sea dicha: desde el punto de vista sanitario la catástrofe que afectó a nuestro país es monumental.
Si usamos un lenguaje médico, cabría afirmar que la columna vertebral del sistema hospitalario, que se extiende desde la Quinta Región hasta la Novena, tiene muchas vértebras fracturadas, por lo que se encuentra en condición bastante precaria, muy inestable y muy adolorida.
Quiero partir mi intervención agradeciendo.
En primer lugar, doy gracias a los funcionarios de la salud.
Vimos muestras de heroísmo indescriptible, y aprendimos de ellas. Cuando ocurrió el sismo dicho personal rescató pacientes en la oscuridad. Ayudados con la luz de un celular, salvaron vidas. La catástrofe en los hospitales habría sido terrible de no ser por el heroísmo de los trabajadores de la salud pública de Chile.
En segundo término, agradezco a los Senadores, a los Diputados, a las organizaciones sociales, a los alcaldes, porque en las visitas a terreno ha existido un espíritu de unidad para reconstruir, cooperar y acoger a quienes lo están pasando tan mal.
Asimismo, quiero agradecer la ayuda internacional, que se ha desplegado a una velocidad extraordinaria. Nosotros aún no tenemos una valoración del costo que ello ha significado, pero probablemente acumula más de treinta millones de dólares entre bienes, donaciones, intangibles, trabajo humano, etcétera.
En cuanto a la red hospitalaria pública, cabe consignar que es lo que se encuentra más gravemente dañado. Sin considerar de momento la red municipalizada de atención primaria, en el país hay 183 establecimientos hospitalarios.
El presupuesto asignado al sector salud para el presente año representa un 8,7 por ciento de incremento sobre el histórico. Es una cifra de 531 millones de dólares adicionales.
Antes del terremoto había en cartera para proceso de licitación de hospitales la suma de mil cien millones de dólares. Y esto no incluye a las dos obras concesionadas, esto es, los hospitales de Maipú y La Florida, por aproximadamente 120 millones de dólares cada uno. Además, el Ministerio enfrenta un desafío de proyectos para la presente década de mil 168 millones de dólares en hospitales que ya han cumplido su vida útil y que es preciso demoler, reconstruir. Algunos de ellos, de hecho, se encuentran entre los dañados por el sismo.
La red hospitalaria en la zona afectada corresponde a 130 de los 180 establecimientos de la red pública del país. Al respecto, tenemos la siguiente situación: operando sin problemas, 51 hospitales; requieren reparaciones menores -entre comillas-, de dos a tres meses, 54 establecimientos; necesitan reparaciones estructurales mayores, que hacen que una parte significativa de ellos no pueda funcionar, 8 hospitales, y fuera de servicio, 17 instituciones a lo largo del país.
De un total de alrededor de 26 mil camas en el sector público hospitalario del país, 9 mil 300 se encuentran en establecimientos que precisan reparaciones; 2 mil 400, en hospitales que demandan reparaciones estructurales, y 4 mil 700, en establecimientos fuera de servicio.
La estimación preliminar de los costos en infraestructura dañada, como han mencionado diversos Ministros antes que yo, es del orden de 2 mil 700 millones de dólares. Esto no se encuentra corregido por un factor de aumento de la eficiencia o por una mejor articulación de la red, lo que puede ocurrir efectivamente en algunas situaciones.
Las soluciones propuestas son de cuatro tipos.
1.- Hospitales de campaña. Desde ahora y con una duración aproximada de entre seis meses y un año, que es lo máximo que creemos puede extenderse esta medida.
2.- Hospitales modulares, básicamente containers, que ya se están desplegando en el país, y que deberían prestar servicio hasta por un máximo de dos años.
3.- Hospitales modernos prefabricados en el extranjero, porque carecemos de una mayor velocidad para responder a la demanda. Dentro de tres meses a cuatro meses más estimamos la llegada del primero. Tendrían que operar alrededor de diez años. Esto es un sueño, pues el de Valdivia, que fue construido así, duró cuarenta años en realidad, después del maremoto que afectó a esa ciudad.
4.- Hospitales tradicionales, en obra gruesa, como el que tenemos que reconstruir en Talca. Se debería empezar su construcción en los próximos seis meses, la que se extendería por tres años.
En cuanto a los hospitales de campaña, existe un horizonte de contar con 616 camas en ellos en los próximos dos meses. Algunos ya llegaron. El único que ha partido fue el ruso. Tengo en mi poder la carta del embajador Filatov , quien comprometió en una nota que me mandó el uso del hospital solo por quince días. Y cuando le pedí por oficio, el 18 de marzo recién pasado, que se extendiera la presencia del hospital ruso en Chile para desplegarlo en una zona más afectada que al costado del Hospital Sótero del Río, por desgracia ellos no pudieron mantener esta ayuda.
Tengo el detalle de todo lo que he señalado.
Para terminar, hago presente que desde el punto de vista de la reposición de la red dañada estimamos que la inversión este año será del orden de 510 millones de dólares adicionales, que se distribuyen entre reparación, demoliciones, hospitales de campaña, etcétera. Y en los próximos años, hasta 2015, se destinarán fondos hasta totalizar la cifra que mencionó el Ministro de Hacienda : dos mil 700 millones de dólares.
Muchas gracias.
El señor PIZARRO ( Presidente ).- En el tiempo del Comité PPD, tiene la palabra el Senador señor Lagos. No sé si le cederá un par de minutos al Honorable señor Tuma.
El señor LAGOS.- Encantado.
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor TUMA.- Señor Presidente , lamento que la Ministra no haya comprendido lo que manifesté ayer cuando precisamente le señalé que no era posible en un período de emergencia llevar adelante todos los procesos para la licitación. Se lo dije ayer y se lo dije hoy.
El señor PIZARRO (Presidente).- Retoma el uso de la palabra el Senador señor Lagos.
La señora MATTHEI.- No era eso a lo que ella se refirió en todo caso. Revise su exposición.
El señor LAGOS.- Señor Presidente , seré breve, pues en lo que respecta a nuestro Comité hablaremos todos los Senadores, y contamos con escasos minutos.
Agradezco la presencia de los Secretarios de Estado y la presentación que realizaron, comenzando por el Ministro del Interior.
Dadas las exposiciones que escuchamos, creo que se despejó una gran duda en cuanto al estado de las finanzas públicas que dejó el Gobierno anterior.
Viendo las formas de financiamiento mencionadas en detalle por el Ministro de Hacienda , entre las que se consignan seguros, extensión de las concesiones, reasignaciones, endeudamiento externo e interno, uso del Fondo de Estabilización Económica y Social, etcétera, queda claro que lo que hubo de parte del Gobierno anterior fue un manejo responsable. Tal es así, que hoy el titular de Hacienda nos señala, a mi juicio correctamente, que se ha de tomar una decisión muy balanceada acerca de cuál de todos los instrumentos a disposición utilizaremos de la mejor manera posible.
La idea es implementar un mix que nos permita abordar la situación sin generar las externalidades que todos sabemos pueden darse cuando existe un exceso de endeudamiento en pesos, o en dólares, cuando liquidamos recursos que mantenemos en el extranjero. Ergo, veo que acá existen finanzas sanas y sólidas.
Dicho lo anterior, lo segundo que quiero plantear es que ante esta reconstrucción, como ha quedado de manifiesto al escuchar al Ministro del Interior, a los Ministros sectoriales y a los diversos Senadores, tenemos distintas visiones en materias que serán bien cruciales.
No es una frase para el bronce decir que la reconstrucción no es neutra, en términos de qué vamos a reconstruir y cómo lo haremos. El qué se va a reconstruir posee distintas miradas.
Escuchamos a la Ministra de Vivienda , quien habla de cuatro o cinco tipos de problemas que requieren cuatro o cinco soluciones distintas. Y ocurre que dentro de ellas uno no tiene claro qué vamos a hacer con respecto a la clase media, a aquellos chilenos y chilenas de tercera edad que viven en casas modestas -algunas heredadas- que se encuentran en mal estado, que no califican para la Ficha de Protección Social, y que cuando vayan a un banco de la plaza no le otorgarán el crédito pertinente para mejorar su vivienda.
La pregunta es: ¿Quién va a financiar eso? ¿Lo hará el Estado? ¿O será como mencionó el Ministro de Hacienda : "Le hemos pedido a los bancos que estudien una propuesta tal vez de mantenimiento de tasas, de disminución de comisiones"? ¿Vamos a apelar al buen criterio, al buen corazón de reconstrucción nacional de la banca privada? Esto tiene implicancias distintas.
Y cuando hablamos de que queremos un plan de reconstrucción, yo no soy una persona obtusa ni espero soluciones claras a los doce días. Sí deseo un diagnóstico. Hemos avanzado. Pero cuando nos referimos a un plan de reconstrucción para lo que viene, dada la magnitud, se requiere tener muy claro cuáles serán las prioridades.
En materia de reasignación -entre paréntesis, reasignar 700 millones de dólares no es poca cosa con un Presupuesto que creo era bastante generoso, de 40 mil millones de dólares-, las preguntas son: ¿Cómo lo vamos a hacer? ¿Desde qué sectores se extraerán los recursos? ¿Cuáles vamos a priorizar? El hospital Claudio Vicuña , de San Antonio, que para mí es una preocupación -al igual que para el Senador Chahuán-, que se encontraba en vísperas de tener que construirse de nuevo, ¿quedará dentro o no de las prioridades o será postergado? ¿Qué haremos con los habitantes de Viña del Mar, más de 350 familias, que se encontraban en viviendas sociales? ¿Habrá un subsidio permanente mientras ellos están fuera de sus casas? ¿Quién lo va a financiar?
En cuanto al financiamiento, sé que se tratará de una discusión dura y compleja. Hay que anticiparlo. Porque para mí no es indiferente cuando se dice si lo va a financiar el Estado o no.
Deberemos examinar con mucha dedicación lo relativo a la Ley de Donaciones. No quiero que cuando se hable de ella en el fondo los que terminen asumiendo el costo de la reconstrucción sean aquellos chilenos que pagan menos impuestos en lugar de los que pagan más. Eso es lo que intuyo que está detrás de este planteamiento.
Por último, señor Presidente , sí considero que se debe abordar el tema -me hago cargo de lo que decía el Honorable señor Coloma - con la mejor intención, con la mejor disposición. Pero para eso hay que cuidar las palabras. Coincido con el Senador señor Letelier en cuanto a que hablar permanente y majaderamente de sobreejecución presupuestaria sin fundamentarlo no me parece. No ayuda al clima. El hecho de decir que no nos cambiemos de discurso, a partir de que estamos en mesas distintas en la Sala, tampoco lo comparto, señor Presidente .
Además, no me gustó lo que escuché en su oportunidad, cuando se señaló que uno iba a ser " Presidente de la reconstrucción", y la Mandataria saliente, "Presidenta del terremoto".
Eso tampoco contribuye al clima. A mí no me ayuda.
El señor CHADWICK .- Claro que no.
El señor LAGOS.- Pero fue lo que se dijo.
Y me voy a autocorregir. Se expresó: "Yo voy a ser el Presidente de la reconstrucción; no seré el del terremoto". Sí, no mencionó a mi Presidenta ; pero está claro que se refería a la Presidenta Bachelet . ¿Okey?
En consecuencia, solo deseo señalar que el clima debe ser cuidado por todos. Por eso no vamos a sacar una pequeña ventaja a errores que se cometieron y de los que se dieron explicaciones. Porque eso es algo que suele ocurrir. Pero, entonces, me parece que debemos cuidar el clima, porque lo que viene es lo más grande.
La reunión que hemos tenido acá con el titular del Interior junto a los Ministros sectoriales será la primera de varias en las cuales tendremos que hablar tal vez con un poco más de fuerza y de fineza respecto de cómo abordaremos el tema en debate.
He dicho.
El señor PIZARRO ( Presidente ).- Le quedan 3 minutos al Comité PPD.
Está inscrito a continuación el Senador señor Espina por cinco minutos, de acuerdo con lo informado por su Comité.
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor ESPINA.- Señor Presidente , ante todo, quiero felicitar a los Ministros de Estado . Me parece que han hecho una gestión brillante en estos once días; no solo porque han trabajado 16 ó 17 horas diarias, sábados y domingos, sino por una razón superior: porque han sido capaces de poner en marcha durante ese tiempo un conjunto de medidas que apunta a la emergencia inmediata, a enfrentar el invierno y a programas de largo plazo.
Quizás el que más me representa en términos de la gravedad que reviste la catástrofe es el Ministro de Salud , por cuanto la define con la crudeza que amerita: esta es la catástrofe natural más grande que ha existido en la historia de nuestro país.
No solo involucra 30 mil millones de dólares, sino que, además de las personas fallecidas y de los problemas de vivienda, hay áreas como la salud, la educación, la infraestructura, el aparato productivo que han sido extraordinariamente dañadas. Y eso significa que el Gobierno demorará cuatro años en poner de pie al país. Una cifra inferior no es realista.
Por otro lado, deseo señalar que, dentro de lo manifestado por el Honorable señor Lagos, hay una frase que me parece muy irresponsable y que proviene del Senador señor Escalona, cuando afirma que no hay un plan de reconstrucción. Porque eso es generar incertidumbre y alarma innecesaria y falsa en el país.
En once días, desde que asumió el Gobierno, se han podido regularizar los servicios básicos; traer tranquilidad a las villas y poblaciones frente a los desmanes y saqueos; se ha suministrado alimentos a gran parte de la población, y se ha puesto en marcha -como dijeron los Ministros- programas de reparación de viviendas en el corto, mediano y largo plazos.
Por su parte, el Ministro de Salud ha procedido de la misma manera, apuntando en forma directa al área de los hospitales de emergencia, los modulares y los permanentes. Y se está desarrollando íntegramente una batería de medidas que permitan enfrentar con éxito los próximos meses.
Yo, en esta materia, simplemente quiero pedir que se blanquee si lo que expresa el Senador señor Escalona corresponde a la posición oficial de la Concertación. Porque he observado que hay dos almas en esa coalición: una, que noto constructiva, propositiva, con interés en lograr sacar el país adelante -pienso que es el alma que los chilenos desean ver en nosotros-, y otra, en la que se hace una afirmación tan irresponsable como decir que en Chile no existe un plan de reconstrucción, en circunstancias de que el Gobierno lleva once días de mandato y recién está pudiendo realizar el diagnóstico de la magnitud de la catástrofe ocurrida. Y los Ministros han tenido la franqueza de señalar que dicho diagnóstico va cambiando en la medida en que se empieza a profundizar con los planes de reparación, con la nueva información que va surgiendo.
Señor Presidente, comparto lo que se ha manifestado en el sentido de que esta es la primera de muchas reuniones que celebraremos.
El Gobierno cuenta con nuestro total e irrestricto apoyo respecto del programa que está desarrollando. Sabemos que es preciso profundizarlo más y que lo hará bien.
Solo quiero formular dos observaciones.
La primera, ¡cuidado con la burocracia! Y en esto me hago cargo de lo expresado por algunos Senadores de la Concertación.
Hoy día en la Novena Región, para que logre salir ayuda, es necesario esperar que la ONEMI entregue los informes de los daños producidos, lo que a veces podría tardar semanas y meses y traducirse en un enorme perjuicio para las políticas que el propio Gobierno pretende impulsar.
Y, en segundo lugar, ¡cuidado también con considerar que las personas damnificadas solo se hallan en las Regiones más dañadas! Porque eso, para muchos chilenos que viven en la Novena o la Quinta Regiones o en Santiago -como lo dijo la propia Senadora señora Alvear , o yo en representación de mi Región, o los parlamentarios de la Quinta Región-, podría significar dejar atrás en los procesos de incorporación a la reconstrucción a personas que necesiten ayuda al igual que las demás.
Por último, señor Presidente , espero que estas sesiones puedan llevarse a cabo de manera más seguida. Pero hay que hacerlas en el ánimo de reconstruir todos juntos Chile, no diciendo frases temerarias que no ayudan a que este sea un proyecto de unidad nacional.
¡Yo confío en que sí será un proyecto de unidad nacional!
He dicho.
El señor PIZARRO (Presidente).- Ha llegado la hora de término del Orden del Día.
Se continuará tratando el tema a las 4 de la tarde, conforme al acuerdo ya adoptado de cambiar la agenda para seguir con este debate.
El Gobierno ha informado a la Mesa que en esa discusión estarán presentes el titular de Hacienda y los Ministros sectoriales pertinentes.
Por último, debo señalar que se hallan inscritos varios señores Senadores.
El señor CHADWICK.- ¿Podría leer la lista, señor Presidente?
El señor PIZARRO (Presidente).- Son varios los oradores registrados por los Comités.
El señor PIZARRO ( Presidente ).- Antes de levantar la sesión, solicito el acuerdo de la Sala para constituir la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento a fin de que empiece a conocer el proyecto de ley que modifica plazos en materia de actuaciones judiciales y declaración de muerte presunta en las zonas afectadas por el terremoto, con urgencia calificada de "suma" (boletín N° 6.856- 07).
El mencionado órgano legislativo quedaría compuesto para ese solo efecto por los Senadores señor Espina, señora Alvear y señores Muñoz Aburto, Chadwick y Gómez, que eran los integrantes de la anterior Comisión.
El señor ORPIS.- Conforme, señor Presidente
El señor NAVARRO.- Pero eso sería en forma transitoria.
El señor PIZARRO ( Presidente ).- Absolutamente, Su Señoría. Solo para analizar la mencionada iniciativa.
Si le parece a la Sala, se procederá en tal sentido.
--Así se acuerda.
El señor PIZARRO ( Presidente ).- Por otro lado, informo a la Sala que estamos a la espera de que el Ejecutivo firme las indicaciones que ha anunciado respecto del proyecto que modifica la Ley General de Pesca y Acuicultura en materias de áreas de manejo y registro pesquero artesanal (boletín N° 6.391-21), para lo cual solicito el asentimiento de los señores Senadores a objeto de abrir un nuevo plazo para poder recibirlas, porque el actual venció ayer lunes.
Propongo extenderlo hasta las 18 de hoy, porque existe el compromiso de que tales indicaciones serán suscritas.
En virtud de lo anterior, pido también autorización para que la Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura pueda sesionar una vez firmadas aquellas.
Dicho órgano técnico quedaría integrado por el Honorable señor Horvath, quien la estaba presidiendo, y los Senadores señores Bianchi y Escalona. Se incorporarían los Honorables señores Sabag y Girardi.
Si no hay inconveniente, se procederá de ese modo.
-Así se acuerda.
El señor GARCÍA.- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra Su Señoría.
El señor GARCÍA.- La información que yo dispongo es que el Ejecutivo estaba pidiendo una semana de plazo para presentar indicaciones.
El señor PIZARRO (Presidente).- Ellas están, señor Senador. Lo que no tenemos son las firmas.
Por eso, se otorgó plazo hasta ayer lunes y se ha ampliado hasta las 18 de hoy, ya que se nos dijo que ellas serían suscritas esta tarde. Si es así, la iniciativa se trataría de manera inmediata, porque lo que se busca es condonar las patentes relacionadas con las áreas de manejo de los pescadores que se encuentran en dramática situación.
El señor GARCÍA.- Gracias, señor Presidente.
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Orpis.
El señor ORPIS.- Señor Presidente , ¿el hecho de continuar esta sesión especial significa dejar sin efecto la sesión ordinaria de la tarde?
El señor PIZARRO ( Presidente ).- No, Su Señoría. El Orden del Día es lo único que ha cambiado.
Se levanta la sesión.
--Se levantó a las 14:29.
Manuel Ocaña Vergara
Jefe de la Redacción