Labor Parlamentaria
Diario de sesiones
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Índice
- DOCUMENTO
- PORTADA
- I. ASISTENCIA
- II. APERTURA DE LA SESIÓN
- III.
ORDEN DEL DÍA
-
PRESUPUESTOS DE SECTOR PÚBLICO PARA 2010
- ANTECEDENTE
- INTERVENCIÓN : Juan Pablo Letelier Morel
- INTERVENCIÓN : Juan Pablo Letelier Morel
- INTERVENCIÓN : Sergio Mariano Ruiz Esquide Jara
- INTERVENCIÓN : Alberto Espina Otero
- INTERVENCIÓN : Jaime Orpis Bouchon
- INTERVENCIÓN : Camilo Escalona Medina
- INTERVENCIÓN : Eduardo Frei Ruiz-tagle
- INTERVENCIÓN : Carlos Ominami Pascual
- INTERVENCIÓN : Maria Soledad Alvear Valenzuela
- INTERVENCIÓN : Evelyn Matthei Fornet
- INTERVENCIÓN : Hosain Sabag Castillo
- INTERVENCIÓN : Andres Pio Bernardino Chadwick Pinera
- INTERVENCIÓN : Hernan Larrain Fernandez
- INTERVENCIÓN : Jose Garcia Ruminot
- INTERVENCIÓN : Andres Allamand Zavala
- INTERVENCIÓN : Carlos Cantero Ojeda
-
PRESUPUESTOS DE SECTOR PÚBLICO PARA 2010
- CIERRE DE LA SESIÓN
Notas aclaratorias
- Debido a que muchos de estos documentos han sido adquiridos desde un ejemplar en papel, procesados por digitalización y posterior reconocimiento óptico de caracteres (OCR), es que pueden presentar errores tipográficos menores que no dificultan la correcta comprensión de su contenido.
- Para priorizar la vizualización del contenido relevante, y dada su extensión, se ha omitido la sección "Indice" de los documentos.
REPÚBLICA DE CHILE
DIARIO DE SESIONES DEL SENADO
PUBLICACIÓN OFICIAL
LEGISLATURA 357ª
Sesión 68ª, en martes 17 de noviembre de 2009
Especial
(De 10:49 a 12:59)
PRESIDENCIA DE LOS SEÑORES JOVINO NOVOA VÁSQUEZ, PRESIDENTE,
Y CARLOS BIANCHI CHELECH, VICEPRESIDENTE
SECRETARIO, EL SEÑOR CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR
____________________
Í N D I C E
Versión Taquigráfica
Pág.
I. ASISTENCIA.....................................................................
II. APERTURA DE LA SESIÓN.............................................
III. ORDEN DEL DÍA:
Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, de Presupuestos del Sector Público para el año 2010 (6707-05) (queda pendiente su discusión)¿.............
I. ASISTENCIA
Asistieron los señores:
--Allamand Zavala, Andrés
--Alvear Valenzuela, Soledad
--Arancibia Reyes, Jorge
--Ávila Contreras, Nelson
--Bianchi Chelech, Carlos
--Cantero Ojeda, Carlos
--Chadwick Piñera, Andrés
--Coloma Correa, Juan Antonio
--Escalona Medina, Camilo
--Espina Otero, Alberto
--Flores Labra, Fernando
--Frei Ruiz-Tagle, Eduardo
--García Ruminot, José
--Gazmuri Mujica, Jaime
--Girardi Lavín, Guido
--Gómez Urrutia, José Antonio
--Horvath Kiss, Antonio
--Kuschel Silva, Carlos
--Larraín Fernández, Hernán
--Letelier Morel, Juan Pablo
--Longueira Montes, Pablo
--Matthei Fornet, Evelyn
--Muñoz Aburto, Pedro
--Muñoz Barra, Roberto
--Naranjo Ortiz, Jaime
--Navarro Brain, Alejandro
--Novoa Vásquez, Jovino
--Núñez Muñoz, Ricardo
--Ominami Pascual, Carlos
--Orpis Bouchón, Jaime
--Pérez Varela, Víctor
--Pizarro Soto, Jorge
--Prokurica Prokurica, Baldo
--Romero Pizarro, Sergio
--Ruiz-Esquide Jara, Mariano
--Sabag Castillo, Hosaín
--Vásquez Úbeda, Guillermo
--Zaldívar Larraín, Adolfo
Concurrieron, además, los Ministros del Interior ; señor Edmundo Pérez Yoma; de Hacienda , señor Andrés Velasco Brañes, y Secretario General de la Presidencia , señor José Antonio Viera-Gallo Quesney; las Ministras Secretaria General de Gobierno, señora Carolina Tohá Morales, y de Educación, señora Mónica Jiménez de la Jara; el Ministro de Justicia , señor Carlos Maldonado Curti; el Subsecretario de la Secretaría General de la Presidencia , señor Edgardo Riveros Marín, y el Director de Presupuestos , señor Alberto Arenas de Mesa.
Actuó de Secretario el señor Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el señor José Luis Alliende Leiva.
II. APERTURA DE LA SESIÓN
--Se abrió la sesión a las 10:49, en presencia de 16 señores Senadores.
El señor NOVOA (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesión.
III. ORDEN DEL DÍA
PRESUPUESTOS DE SECTOR PÚBLICO PARA 2010
El señor NOVOA ( Presidente ).-
Corresponde proseguir la discusión, en segundo trámite constitucional, del proyecto de Ley de Presupuestos del sector público para el año 2010, con informe de la Comisión Especial Mixta de Presupuestos.
--Los antecedentes sobre el proyecto (6707-05) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
Se da cuenta del mensaje en sesión 54ª, en 6 de octubre de 2009.
En segundo trámite, sesión 64ª, en 11 de noviembre de 2009.
Informe de Comisión:
Especial Mixta de Presupuestos, sesión 64ª, en 11 de noviembre de 2009.
Discusión:
Sesiones 64ª, 66ª y 67ª, todas en 11 de noviembre de 2009 (queda pendiente su discusión).
El señor NOVOA (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
En la última sesión especial, celebrada el pasado miércoles 11, quedó pendiente la discusión de la Partida Ministerio de Educación.
Se había iniciado el tratamiento de la indicación número 4, presentada por el Ejecutivo, cuyo tenor es el siguiente:
"Repónganse en todos los Capítulos y Programas de esta Partida los gastos variables que hayan sido disminuidos a $1 miles en el oficio de la Cámara de Diputados, adecuándose a las cifras que originalmente estuvieron contempladas en el informe de la Comisión Especial Mixta de Presupuestos.
"Como consecuencia de esta indicación, cabe entender modificados los rubros superiores de agregación.".
En esa oportunidad, quedaron inscritos los Senadores señores Ruiz-Esquide, Espina, Orpis, Gómez y Escalona.
El señor NOVOA (Presidente).-
Recabo la autorización de la Sala para que ingresen los señores Director y Subdirector de Presupuestos.
--Acordado.
El señor NOVOA ( Presidente ).-
En la sesión anterior, los señores Senadores dispusieron de 10 minutos para intervenir. Ahora propongo dar el mismo tiempo a quienes hagan uso de la palabra en su primer discurso, a fin de mantener igualdad en el tiempo. Si alguien quiere hablar en un segundo discurso, sería por 4 minutos.
Tiene la palabra el Honorable señor Larraín.
El señor LARRAÍN.-
Señor Presidente , si se ha extendido el tiempo para el primer discurso, sugiero que se fundamente el voto y que no haya una segunda intervención.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
¿Cuántos minutos se dieron antes para el segundo discurso, señor Presidente?
El señor NOVOA (Presidente).-
Cinco minutos, señor Senador.
Después de su primer discurso, los señores Senadores podrán fundar el voto.
Si le parece a la Sala, así se procederá.
--Así se acuerda.
El señor LETELIER.-
¿Me permite, señor Presidente , un asunto de Reglamento?
El señor NOVOA (Presidente).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor LETELIER.-
Señor Presidente , se han escuchado dos versiones respecto a qué ocurrió en la Cámara de Diputados.
Algunos sostienen que dejar en el presupuesto de cualquier Ministerio mil pesos -en este caso, en el de Educación- no es legal, porque las leyes permanentes implican gastos.
Esa es la opinión que he escuchado, entre otros, al Honorable señor Larraín , en una conversación que tuvimos esta mañana.
Sería muy positivo que el señor Secretario pudiese precisar lo acontecido en la otra rama legislativa, para precisar los alcances de la indicación del Ejecutivo.
El señor LARRAÍN .-
¿Por qué no se lee la proposición, señor Presidente?
El señor NOVOA (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario, para dar lectura a la indicación completa.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
Señor Presidente , más que a la indicación, daré lectura a la parte pertinente del oficio de la Cámara de Diputados. Señala:
"En la presente Partida" -referida, obviamente, al Ministerio de Educación- "han sido rebajados todos los gastos variables" -que es lo que se puede hacer, porque los gastos establecidos por leyes permanentes no es posible modificarlos- "a $ 1 miles, siendo traspasados sus montos respectivos al Subtítulo Saldo Final de Caja de cada una de ellas. No se ha incorporado el detalle presupuestario de los cambios en cada uno de los Capítulos y Programas modificados", pues los rebajaron todos.
El señor LETELIER.-
Pido la palabra.
El señor NOVOA (Presidente).-
Puede hacer uso de ella, Su Señoría.
El señor LETELIER.-
Señor Presidente , precisamente por eso, me gustaría conocer el alcance de esos dichos, porque las Partidas son genéricas. Y hay un porcentaje de ellas -dependiendo de cuál se trate- que se encuentra condicionado por una ley permanente.
En tal sentido, deseo saber qué ocurrió en la primera parte de la indicación de la Cámara de Diputados, y, también, qué significa traspasar los montos al "Saldo Final de Caja", porque no sé si la indicación está bien hecha o no, independiente de la votación posterior.
El señor NOVOA ( Presidente ).-
En verdad, no vislumbro exactamente cuál sería la ventaja de dilucidar el punto antes de la discusión.
El señor LARRAÍN.-
Es una indicación.
El señor NOVOA ( Presidente ).-
Entiendo que la Cámara Baja aprobó la Partida en la forma en que fue presentada, pero rebajó los gastos variables a 1.000 pesos. Y eso es lo que debemos tener en cuenta.
El señor LARRAÍN.-
Por lo tanto, los gastos permanentes siguen.
El señor NOVOA (Presidente).-
Los gastos permanentes -subvenciones, remuneraciones del personal, etcétera- se entienden aprobados.
El señor LARRAÍN.-
Lo dice la indicación.
El señor NOVOA (Presidente).-
Y todo lo no aprobado pasa a Saldo Final de Caja. Es decir, esa plata queda en el Ministerio de Educación. Así lo entiendo yo.
El señor LETELIER.-
Es decir, está aprobado.
Por eso consulté sobre el alcance de lo sucedido en la otra rama del Congreso.
El señor NOVOA (Presidente).-
Está aprobado el total.
Aparentemente, el alcance que se le debe dar es que los gastos variables quedan agregados al Saldo Final de Caja. Pero no hay autorización legal para usarlos.
Ese es el efecto.
Ahora, preferiría que hiciéramos el debate, votáramos y después...
El señor LETELIER.-
Estoy de acuerdo, señor Presidente.
El señor NOVOA ( Presidente ).-
Continúa la discusión de la Partida Ministerio de Educación.
Tiene la palabra el Senador señor Ruiz-Esquide.
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
Señor Presidente , el debate presupuestario sobre Educación, que debemos terminar hoy, ha derivado hacia otros problemas y, a la luz de lo que sucedió en la sesión anterior, se ha perdido el fondo de la discusión del proyecto mismo. Espero que a partir del próximo año volvamos a la vieja idea, nunca concretada, de que su análisis se realice en las Comisiones especializadas. Eso permitiría separarlo de los asuntos coyunturales o políticos que surjan a la hora de tratarlo en la Comisión Especial Mixta o en las respectivas Salas de ambas Cámaras. Esto es lo que ha sucedido en los últimos días, lo cual es propio y comprensible, ya que ellos plasman la visión a largo plazo del crecimiento global y sectorializado del país, pero alejan la verdadera discusión de fondo acerca de lo invertido y de cómo se invierte. Por eso, lamentablemente, no puedo dejar de referirme a los primeros.
El asunto central ha sido lo adeudado al Magisterio -y su eventual reparación-, que asciende, aproximadamente, a 2 mil millones de dólares para 85 mil profesores.
La naturaleza de la deuda, su monto, el valor ético para los afectados y las consecuencias posteriores nos obligan a ser concretos con los hechos, fríos en su análisis e inteligentes para valorar lo principal por sobre lo secundario y asumir cada uno su responsabilidad histórica y actual.
¿Cuándo se produjo la deuda? En 1980, durante el Régimen de la dictadura, cuando algunos de los actuales señores Senadores ocupaban distintos cargos en el Gobierno, si bien no todos.
¿Por qué no se pagó? Porque el Ejecutivo de la época usó un artilugio legal y la Contraloría General de la República -entonces y después- señaló que no debía pagarse, en 31 oportunidades, por distintas razones ya conocidas.
En este punto debo detenerme un momento, para que el historial sea completo.
En los últimos tiempos, el órgano contralor, cada vez que ha objetado la acción del Gobierno, ha sido respaldado por la Oposición, que es mayoritaria en el Senado. Pues bien, en esta oportunidad, a pesar de las 31 ocasiones en que se dictaminó su no pago, igual se le ataca por ese no pago con lo cual concordó el Contralor.
El señor ARANCIBIA .-
El Ministro lo está boicoteando.
El señor PROKURICA .-
Deje hablar al colega, señor Ministro .
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
¡No importa!
Interrumpa no más, señor Ministro .
El señor VELASCO ( Ministro de Hacienda ).-
Discúlpeme, señor Senador.
El señor NOVOA ( Presidente ).-
Puede continuar el Honorable señor Ruiz-Esquide .
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
Fue esta inconsecuencia, y otros factores internos de la Derecha, lo que en el último día en que se debatió la materia llevaron a ese conglomerado político a la más brutal de las soberbias -excúsenme que lo diga así, porque llevo muchos años en esta Corporación; conozco a los Senadores de esas bancadas, los aprecio y los considero personas de extraordinaria valía-...
El señor PROKURICA .-
¡No se nota!
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
Sí se nota, porque mi reclamo es por su forma de actuar en la sesión pasada, que fue extraordinariamente dura, violenta y, a mi juicio, inesperada.
Yo había perdido la noción de que este sector social se creyera dueño del país.
¿Hay, sin embargo, otras razones para que esa deuda deba ser reparada, negociada, cancelada o acordada como otros compromisos sociales? Honestamente, creo que sí: porque el Estado es responsable de ellos, más allá de los distintos períodos presidenciales, como lo hemos hecho con otros sectores; porque el reajuste arrebatado existió y no puede evaporarse para unos y no para otros; porque NO se puede agraviar psicológicamente a quienes deberían ser "la niña de los ojos" de la sociedad chilena, y porque hubo un compromiso del Gobierno, que lo enalteció como tal, cuando reconoció la deuda y dijo que sobre ello se trabajaría en la Cámara de Diputados.
Es verdad que los docentes han aumentado su ingreso en virtud de diversas leyes especiales que conocimos durante el debate anterior. Y de eso me siento orgulloso como integrante de la Concertación. Pero son hechos distintos, fruto de su condición de tales, en una política acertada de la Administración para los efectos del crecimiento y desarrollo global de la Educación.
Sin embargo, las deudas no se pagan con el otorgamiento de otras regalías, salvo que así se acuerde. Y esto no ha sucedido.
Por eso sostuve desde el comienzo, y no solo ahora, que jamás debió pasar lo acontecido en 1980, que es la razón primera de la deuda. Y -reitero- no reclamo solo ahora, sino que lo he hecho desde los cientos de manifestaciones en las que se nos reprimió antes de 1990.
Mi reclamo se arrastra desde esa época. Y mi voto en contra el año pasado; mi declaración pública de hace 10 días, y mi posición de hoy -todos siguen siendo los mismos- así lo prueban.
¿Cómo pagar esa deuda, entonces? Con la convicción de que, aun con toda la razón ética de la demanda de los docentes, ella debe conciliar el bien gremial con el bien nacional, con las posibilidades presupuestarias del país y, también, con el sentido de prudencia, para que nadie salga derrotado por un simple acto de fuerza que olvide la razón, la materia y los derechos colectivos de que se trata.
Es eso lo que debe lograrse con serenidad, respeto, y -repito- considerando las consecuencias sobre los involucrados y su entorno educacional. Porque así como entiendo la docencia como una profesión, también la debo entender como una vocación que obliga a quienes la ejercen, al igual que la Medicina o el sacerdocio. Y es eso mismo lo que obliga a la autoridad, a su vez, a cierto y especial trato con los profesores.
Concluyo esta visión con dos apostillas.
La primera se refiere a que, en mi visión del binomio autoridad/sociedad y sus conflictos, es la autoridad la que debe tener la mayor disposición al acuerdo, porque cuenta con mayores posibilidades de actuar.
La segunda dice relación a que en esta controversia serán los niños y la educación pública y la calidad de esta los que se verán afectados, además de su futuro, que también es de responsabilidad no solo del Gobierno, sino también de la dirigencia gremial.
Los dirigentes sindicales -especialmente en Salud y Educación, como lo tuvimos que hacer cuando ocupamos esos cargos- tienen deberes que a otros no les son exigibles, por la naturaleza de los asociados y por la tarea que realizan. La educación pública es el bien superior que debemos resguardar.
Por esto mi llamado al acuerdo. Ambas partes dicen que están disponibles. Y les creo. Pues bien, aunque sea una voz inútil una vez más, no dejaré de pedirlo, por el bien señalado y por el bien de los profesores. Porque no los quiero ver derrotados; no los quiero ver útiles al afán de muchos otros -que no se encuentran en la Sala- que desean privatizar la educación, o sometidos a un trato que los va a minimizar. Porque no quiero verlos equivocarse en el blanco de sus reclamos. Porque tampoco quiero al Gobierno argumentando solo semánticamente.
Sobre todo, no quiero un diálogo de sordos en una mesa de negociaciones donde un lado se sienta negando la deuda y el otro, asumiendo, desde antes de conversar, un paro indefinido.
¡Así no se hacen los acuerdos, señores Senadores!
Esa es mi visión global del conflicto.
El segundo tema se refiere a la aprobación o al rechazo de la Partida de Educación como advertencia política.
El año pasado la rechacé porque estaba convencido de que ayudaba a buscar un acuerdo. Hoy eso ya no sirve como presión. Hoy tal medida equivale a apagar el conflicto con bencina.
Como hombre de Estado, en mi condición de Senador, más allá de mi persona, he de cumplir con mi deber para el funcionamiento de la Administración Pública.
¡Ni el Gobierno debe tomar esto como un simple apoyo político ni los gremios deben ser conducidos con una lógica de guerra entre quien está con ellos y quien no!
Esa es mi posición en un momento grave para la educación y el Estado. Tal vez reciba críticas tanto de un sector como de otro; pero quiero ser claro: ni demagogia ni tozudez.
¡Esa es la única forma de resolver el problema!
En consecuencia, seguiré demandando el gran acuerdo educacional que ha quedado a medias, y votaré favorablemente la Partida de Educación.
Es un voto en conciencia y, por ello, así lo sostengo.
He dicho.
--(Aplausos y manifestaciones en tribunas).
El señor NOVOA (Presidente).-
Pido a quienes nos acompañan en las tribunas que no hagan manifestaciones -ni aplausos ni pifias-, para que podamos desarrollar el debate en las mejores condiciones.
Tiene la palabra el Senador señor Espina.
El señor ESPINA.-
Señor Presidente , en primer lugar, tengo una convicción muy profunda acerca de cuál es el mecanismo que permitirá a nuestro país superar la pobreza y desarrollarse hacia el futuro.
Chile podrá tener miles de millones de pesos, e incluso, descubrir petróleo, pero si no hay una voluntad de Estado por mejorar la calidad de la educación, todos los esfuerzos que se hagan por derrotar la pobreza, por procurar mejores condiciones de vida, particularmente para las familias humildes y las de clase media, van a fracasar; más aún, si no existe un acuerdo educacional que traspase las fronteras de un Gobierno.
Es probable que la Administración que empiece a aplicar una política en tal sentido no se lleve los aplausos, sino el Gobierno que esté en ejercicio dos o tres periodos después, cuando, pasada una generación, se vean los resultados.
Pero este no es un asunto político, sino moral.
El nivel de la educación de los niños en Chile está muy por debajo de lo que debiera.
Espero que en el próximo Gobierno se genere un gran acuerdo, que involucre a todos los sectores políticos, a los profesores, a los estudiantes, a los paradocentes, a los apoderados, tendiente a construir un modelo que, en una década, le cambie el rostro al sistema educacional chileno.
Tal acuerdo deberá contemplar formación de los profesores, estímulos para los buenos equipos docentes, contenidos pedagógicos o curriculares, evaluación de los profesores, montos de subvención. ¡Cómo va a ser natural que un establecimiento educacional que recibe una subvención de 50 mil pesos por alumno compita con uno particular que percibe una de 250 mil pesos!
Y, por supuesto, también debe considerarse lo relativo al Estatuto Docente y la realidad de los profesores. Ese es el acuerdo de largo aliento al que Chile tiene que aspirar.
Respecto de la llamada deuda histórica con los profesores, me di la tarea de estudiarla. Para ello, no puedo invocar mi título de Presidente de la Comisión de Constitución , ya que lo hice por cuenta propia, no por un mandato de dicho órgano.
Señor Presidente , esta deuda existe. Y negarla es ir contra lo que ha ocurrido en las últimas décadas en el país.
Su existencia se explica por tres razones.
En primer lugar, cuando los profesores se traspasaron del sistema público al municipal, se les entregó una compensación económica que se pagó por un año y que posteriormente no se siguió cancelando. Ahí se produjo un detrimento en las remuneraciones de los docentes, que se ha arrastrado por mucho tiempo.
En segundo término, cuando los profesores se cambiaron del INP a las AFP, recibieron un bono de reconocimiento muy bajo -eso no fue culpa de ellos-, razón por la cual el monto de su jubilación ha sido muy reducido. Con tal renta de pensión le resulta absolutamente imposible sobrevivir con dignidad a un docente que tiene una jornada laboral de 44 horas y que llega a los 60 ó 65 años de edad.
Y en tercer lugar, por una cuestión que he batallado siempre aquí, en el Parlamento -y recuerdo que en una oportunidad la Senadora señora Matthei también la planteó-: las asignaciones que se conceden a los profesores muchas veces no son imponibles. Con ello, el sueldo respecto del cual se calcula la jubilación resulta distinto del que perciben.
En consecuencia, la deuda histórica con los profesores existe; es una realidad. Y negarla constituye apartarse de los hechos objetivos.
Asimismo, quiero dar un argumento jurídico.
Si se alega la prescripción de la deuda -o sea, que no puede cobrarse pues venció el plazo para ello-, es evidente que existe, porque, como nos indica el más mínimo sentido común, no cabe declarar la prescripción de algo inexistente.
Por lo tanto, señor Presidente, a mi juicio, el debate ha sido mal enfocado por el Gobierno, considerando que la referida deuda sí existe.
Además, hago presente que el argumento vertido en la discusión de la semana pasada de que la mayoría de los profesores favorecidos con el beneficio estarían jubilados me parece de muy mal gusto.
Yo me pregunto si resulta justo y lógico que un educador que ha destinado su vida entera a formar niños -lo más valioso que todos tenemos: nuestros hijos y, para quienes somos abuelos, nuestros nietos- jubile con 130 ó 140 mil pesos y, a veces, con menos. Si esa es la forma como la sociedad chilena le retribuye el esfuerzo, el empeño, con sus carencias y fortalezas, a una vida entera dedicada a la formación de alumnos, me parece -perdónenme-, desde la perspectiva de la más mínima justicia social, inaceptable. ¡Inaceptable!
Si uno compara los ingresos de los profesores con los de otros profesionales en Chile, también resultan por completo inaceptables.
Entonces, señor Presidente, tengo la convicción personal de que la deuda es real.
Queda claro, además, que es muy alta. Al respecto, he conversado con los profesores de mi Región, quienes me han manifestado: "Entendemos que se trata de un monto elevadísimo, pero estamos en la mejor disposición para llegar a un acuerdo que permita su cancelación gradual, conforme al entendimiento que alcancemos con el Gobierno, en el largo, mediano y corto plazo, que dé un horizonte de dignidad respecto de la pensión a recibir y de las actuales remuneraciones".
Pienso que sería perfectamente posible dar ese paso. Porque en el Parlamento muchas veces se han logrado acuerdos marco sobre materias de similar envergadura que resultaron útiles para el país.
Desde esa lógica, llamo al Gobierno a que simplemente fije las bases de un acuerdo susceptible de ser implementado en forma gradual.
Sin embargo, dar un portazo a cualquier fórmula de conversación en mi opinión, es un tremendo error del Gobierno. Y es injusto. No se puede coquetear con los profesores durante cuatro años para decirles, a la hora undécima, que lo que se les adeuda ya no se les debe. Porque entonces se pierde credibilidad.
Por otra parte, deseo referirme a una especie de chantaje emocional que se ha manifestado aquí cuando se señala que, si se vota en contra de la Partida de Educación, los alumnos se quedarán sin alimentación, etcétera.
Señor Presidente, el instrumento con que cuenta el Senado para generar acuerdos es precisamente el debate del proyecto de Ley de Presupuestos, donde el Gobierno tiene todas las de ganar.
En consecuencia, cuando los parlamentarios rechazamos el presupuesto de Educación no lo hacemos para que los niños se queden sin alimento, sin transporte escolar, sin computadores. ¡No, señor Presidente ! Lo hacemos porque ese es el mecanismo que la democracia nos entrega para ejercer presión y lograr legítimamente un acuerdo. Y así funcionamos respecto de todos los proyectos de ley todos los días.
Por lo tanto, el Gobierno debe comprender -este es mi llamado- que es necesario generar las bases de entendimiento para alcanzar un acuerdo marco que permita resolver el problema.
Tengo claro que a los niños no les cabe ninguna responsabilidad en la pérdida de clases, y que resultan gravemente afectados.
Pero también tengo claro que los profesores llevan mucho tiempo dando esta batalla sin que se hayan definido las reglas del juego para propiciar un acuerdo que parta por reconocer lo que se debe; que posibilite cancelar la deuda, y que dé paso a un gran consenso en el tema educacional en todas las áreas en que se requiera.
Ese será el único instrumento que podremos dejarles de herencia a las futuras generaciones.
Señor Presidente , el Parlamento que concrete un gran acuerdo sobre el mejoramiento de la educación, con remuneraciones justas y dignas para los profesores, con asignaciones y subvenciones adecuadas, con tecnología incorporada, con premios para los buenos equipos docentes, será recordado por haber dado un tremendo salto hacia el futuro para Chile. Y el Gobierno podría empezar a implementar eso hoy perfectamente.
Por las razones expuestas, en las condiciones actuales, no aprobaré la Partida de Educación.
--(Aplausos y manifestaciones en tribunas).
El señor NOVOA (Presidente).-
Silencio, por favor.
Tiene la palabra el Senador señor Orpis.
El señor ORPIS.-
Señor Presidente , quiero abordar el asunto desde una dimensión distinta.
Es unánime hoy día que se debe cambiar el eje de la discusión en materia educacional: hay que centrarla en la calidad.
Pero para poder dar ese paso, es necesario tratar los temas gremiales pendientes. Porque cualquier cambio fundamental en este ámbito tiene que ser con los profesores. Y más temprano que tarde, habrá que abordar el problema de forma global.
Desde mi punto de vista, aquí ha faltado visión. Si no es el bono SAE, es la deuda histórica, y así se va intentando resolver en forma aislada cada uno de los requerimientos del sector.
Señor Presidente , creo que llegó el minuto en que todos esos asuntos se coloquen sobre la mesa; se analicen en conjunto con el cuerpo docente, y se diga: "Aquí habrá un antes y un después, una vez superados los problemas gremiales ligados al tema de la calidad".
Pero nos encontramos entrampados, porque no se ha actuado de esa manera. Como decía, si no es el bono SAE, es la deuda histórica, y así sucesivamente.
Reitero: ha llegado el momento de resolver las dificultades pendientes del gremio y poner el eje del debate en función de la calidad. A mi juicio, por falta de visión como país no hemos abordado la materia desde esta dimensión.
Por desgracia, tales demandas han sido discutidas en forma aislada. Los dirigentes, los profesores han tenido que tratarlas parcialmente. Como no se han satisfecho, surge el conflicto.
Entonces, llamo a que de una vez por todas -pienso que así debe hacerse- se coloquen sobre la mesa todos los asuntos gremiales del magisterio a fin de ver cómo se despejan, con los grados de flexibilidad necesarios. Si no se actúa de esa forma, jamás entraremos en el eje que realmente nos importa: el de la calidad de la enseñanza.
En ese sentido, señor Presidente , estimo que es una buena instancia la discusión del proyecto de Ley de Presupuestos. La que nos ocupa no solo debe versar sobre lo relativo a la deuda histórica. Las autoridades deben sentarse a conversar para lograr superar el problema. De lo contrario, no daremos el paso que todo el país espera: que pongamos en el tapete los verdaderos temas de educación.
Para ello, lo peor por parte de las autoridades es desconocer que existen conflictos gremiales pendientes. Hay que resolverlos; hay que sentarse a trabajar y abordarlos con los grados de flexibilidad necesarios.
La deuda histórica es una parte; el problema es mucho mayor. Por lo tanto, si no ligamos la superación de los asuntos gremiales con la calidad de la enseñanza, esta discusión se eternizará y no nos centraremos en lo verdaderamente importante.
Reitero: pienso que llegó la hora de sentarnos definitivamente a la mesa para tratar no solo lo relativo a la deuda histórica, sino el conjunto de los temas pendientes. Y el Gobierno debe tener la clara convicción de que hay que solucionar este punto para enfrentar lo concerniente a la calidad de la educación.
Por lo expuesto, votaré en contra de la Partida de Educación.
En definitiva, se requiere sentarse a conversar y superar los conflictos gremiales (no solo el de la deuda histórica, sino el conjunto de ellos) para que haya un antes y un después, a fin de que con el Gobierno y el estamento educacional, a partir de ahora, coloquemos el eje de la discusión en la calidad de la enseñanza.
He dicho.
El señor NOVOA (Presidente).-
Solicito autorización para que ingrese a la Sala el Subsecretario General de la Presidencia, don Edgardo Riveros.
--Se accede.
El señor NOVOA (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Escalona.
El señor ESCALONA.-
Señor Presidente , han pasado suficientes días desde el debate de la sesión anterior, y creo que ello nos ha dado la posibilidad de reflexionar respecto de lo que efectivamente estamos discutiendo. Y resulta fundamental tener claridad acerca de ello. Aparece casi obvio. Pero a veces las cosas, por sabidas, se callan y, por calladas, se olvidan, como solía repetir insistentemente un gran académico y maestro: Clodomiro Almeyda .
A mi juicio, lamentablemente, eso es lo que suele ocurrir en este debate.
Lo que aquí está en discusión es en realidad la Partida del Ministerio de Educación para 2010; más específicamente, si el Senado repone o no en dicha Partida los recursos que se denominan "gasto variable". Esa es la decisión que nuestra Corporación debe adoptar hoy.
Desde ese punto de vista, lo que nos convoca y lo que se ha planteado -reitero- son dos materias completamente separadas.
No podríamos llegar al absurdo de rechazar, por ejemplo, todo el programa de becas del año 2010. Porque, por su esencia, por su naturaleza, ello es gasto variable. A veces en el Presupuesto se contemplan más recursos; otras, menos. Un programa de becas se fortalece o se disminuye de acuerdo con la rentabilidad social que haya tenido. Pero, en definitiva, no podría caerse aquí en el tremendo contrasentido de adoptar una determinación que terminara con todos los fondos fiscales que permiten sostener los programas de becas.
Ahora, dentro de pocas semanas se inicia la inscripción en las universidades. Cuando no algunos centenares o miles, sino centenares de miles de estudiantes requieran el aval del Estado para la aprobación de su crédito o necesiten crédito universitario o los otros programas de becas y concurran a las reparticiones pertinentes a solicitarlo, simplemente encontrarán la ventanilla cerrada porque el Congreso rechazó el gasto variable que permitía que ellos tuvieran el próximo año su beca para proseguir sus estudios.
En verdad, siento profundamente que propinar un castigo de esa naturaleza a los estudiantes sería incomprensible.
Considero que ello no se relaciona con el asunto que aquí se ha señalado como tema en discusión.
Lo mismo sucede en lo referente a los programas de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas. Hoy en nuestro país, afortunadamente, atendidos los recursos fiscales y la estabilidad económica a la que han contribuido tanto el Gobierno como la Oposición, existen más de 2 millones de estudiantes que reciben o almuerzo o desayuno.
Por su esencia, esos también son gastos variables.
¿Y nosotros vamos a tomar una decisión tan tremendamente arbitraria como clausurar para el próximo año dichos programas? Yo no encuentro comprensible una determinación de esa índole.
Igual cosa ocurre en lo que respecta a la Junta Nacional de Jardines Infantiles, que por su naturaleza tiene la mayor parte de su personal a contrata. Y, por lo tanto, también es gasto variable.
Si adoptáramos una decisión como la que nos sugieren quienes me precedieron en el uso de la palabra, simplemente, se produciría el colapso de todo lo que el país ha venido realizando en materia de salas cuna y jardines infantiles. Es decir, sería un tremendo golpe contra las familias.
Yo deseo llamar a meditar a los que no comparten nuestra opinión y, especialmente, a algunas personas que tienen responsabilidad en la conducción del profesorado.
Una decisión de esa naturaleza tendría una gran repercusión en contra del prestigio del propio profesorado si en marzo del próximo año, cuando se inicien las clases, la mamá de escasos recursos se encontrara con la novedad de que para su hijo no habrá desayuno ni almuerzo en el colegio.
Porque lo que nos propone la Cámara de Diputados es en realidad una decisión, desde mi punto de vista, atroz, señor Presidente . Se pretende mantener el gasto permanente -es decir, lo que permite cubrir el sueldo del profesor-, pero el variable, aquel que garantiza las condiciones de calidad -entre otras, la alimentación de los niños-, queda rechazado.
En otras palabras, creo que nos expondríamos a una situación social de enorme deterioro, a una pérdida completa del prestigio no solo del Congreso Nacional, sino también del profesorado.
Siento, señor Presidente , que nuestra responsabilidad con el país, con el magisterio, con los alumnos, con la juventud, con la educación en su conjunto, nos convocan, nos solicitan, nos interpelan a que seamos capaces de tomar la decisión que el interés común nos aconseja: reponer tales recursos con el propósito de que la educación pública pueda seguir adelante.
Entiendo que muchas veces la decisión de quien contrae la responsabilidad de responder por el interés común de la sociedad no es bien recibida.
Asimismo, entiendo que existen intereses de grupos o intereses corporativos que, por su esencia, no asumen el interés común de la sociedad, precisamente porque son intereses parciales, porque no son capaces de advertir el interés general, porque como se trata de intereses corporativos no son representantes del bien común. ¡Pero cuando uno contrae la responsabilidad de actuar en política, cuando uno jura aquí, en el Senado de la República, lo hace asumiendo el compromiso de velar por el bien común, por el interés del país!
Incluso más: al recordar las ocasiones en que he solicitado el apoyo de los ciudadanos y de las ciudadanas para ser electo parlamentario, debo decir acá, con mucha claridad, que he requerido el voto de ellos para mejorar la educación, no para quitarles a los estudiantes sus becas.
¡No solicité el voto de las ciudadanas y de los ciudadanos para dejar a los niños sin desayuno!
¡No solicité el voto de las personas, cuando golpeé sus puertas, para dejar a los niños sin almuerzo!
¡No solicité el voto de la gente para cerrar los programas de la Junta Nacional de Jardines Infantiles!
¡Solicité el voto de las personas para mejorar efectivamente el conjunto de las condiciones, para legislar en función de los intereses de los desposeídos y representar el bien común, el interés general del país!
Y esta es, a mi juicio, una encrucijada que nos permite diferenciar dónde está el sentido de la política: si el sentido de la política es una acción racional por el interés del país o, simplemente, una acción irracional por intereses menguados, por intereses mezquinos, por intereses subalternos.
He aquí donde, en definitiva, se juega nuestra condición: si actuamos efectivamente en función de una ética social en que se cumplen los compromisos de poder resguardar el interés de las grandes mayorías o si, lisa y llanamente, nos sometemos a una presión equívoca, mezquina, puntual y que por su esencia es, en consecuencia, temporal.
¡Voto por el interés del país!
¡Voto por la Partida del Ministerio de Educación para el año 2010!
--(Manifestaciones en tribunas).
El señor NOVOA ( Presidente ).-
¡Por favor! Solicito a quienes están en las tribunas no hacer manifestaciones. Eso nos permitirá a todos oír el debate y que los Senadores puedan expresarse. En caso contrario, tendré que aplicar el Reglamento y desalojarlas, acción que nadie desea en esta Sala.
Tiene la palabra el Honorable señor Frei.
--(Manifestaciones en tribunas).
¡A la próxima manifestación ruidosa desalojaré las tribunas!
El señor FREI (don Eduardo).-
Señor Presidente , estimados colegas, el Senado tiene hoy la responsabilidad de aprobar los recursos destinados a la educación pública para el año 2010. En esta decisión se encuentra en juego el futuro de Chile, porque si no fortalecemos la educación no habrá un futuro mejor para nuestros hijos.
Sería incompresible para el país el oponerse a dichos recursos.
¿Existe acaso una explicación para no financiar los jardines infantiles, que acogen a miles de niños; los programas de alimentación escolar; el aporte fiscal indirecto; los textos escolares, y tantos otros aspectos?
El gremio de profesores ha levantado una demanda que ha llamado deuda histórica, que se refiere a los perjuicios causados por la dictadura al magisterio con motivo de la municipalización. Pero sucede que muchas otras organizaciones podrían alegar daños parecidos ya que en ese tiempo se provocó un daño social muy profundo a los derechos de amplios sectores de trabajadores. Sin embargo, a mi juicio, ningún sector puede convertirse en acreedor absoluto. Y, por cierto, el Estado no puede ser deudor indefinidamente.
Gracias a la recuperación de la democracia, el país ha podido compensar en algún grado esos perjuicios, en particular los profesores, que han visto más que duplicarse sus remuneraciones en valor real. Más de 20 mil docentes se han beneficiado con los bonos e incentivos de retiro en la última década, lo que les ha permitido recibir mejores jubilaciones.
Soy partidario de atender de manera especial la situación de los profesores con mayor rezago previsional y que han estado recibiendo jubilaciones muy bajas. Y así lo hemos planteado en nuestra propuesta.
Valoro que, como consecuencia de la aplicación de la reforma previsional, se abra la posibilidad de que esas pensiones se incrementen. Como ya anuncié hace algunos días, una de las primeras medidas que debemos tomar el próximo año cuando asuma el Gobierno será el adelantamiento del cronograma de la reforma previsional, lo que significará avanzar en la solución de muchos problemas previsionales.
--(Manifestaciones en tribunas).
El país tiene que cerrar este largo período de conflictos que, en los hechos, ha lesionado las posibilidades de mejoramiento de la educación pública. Hemos visto demasiados paros en los últimos años y los perjudicados han sido cientos de miles de estudiantes y sus familias.
El derecho a huelga, consagrado en nuestro orden legal, no puede ser usado a cada rato sin considerar el costo social que provoca.
Soy partidario del diálogo; pero también soy partidario de que las escuelas funcionen, de que los alumnos no pierdan clases, de que las familias no vivan en la incertidumbre y de que no se siga deteriorando la educación pública.
Es urgente abordar los asuntos sustantivos del mejoramiento de la educación. Ello se relaciona también con elevar la calidad del desempeño docente.
Esta es una cuestión crucial. Es en la sala de clases donde debe producirse un cambio del proceso educativo para que las escuelas públicas acrecienten su rendimiento.
Junto con eso, se requiere ampliar las becas para estudiar pedagogía; establecer una acreditación rigurosa de las carreras del ramo, y formar directivos que ejerzan un verdadero liderazgo pedagógico en sus establecimientos.
Necesitamos crear un clima de trabajo productivo para que los cambios educativos puedan fructificar.
Tendré la mejor disposición para dialogar con los profesores sobre sus condiciones de trabajo y el establecimiento de una carrera docente que favorezca el esfuerzo y la superación.
Para que la educación cambie, necesitamos que los educadores sean respetados por toda la comunidad nacional y que eso se refleje especialmente en sus remuneraciones. Y quiero contribuir a ello. Sin embargo, el punto de partida es la disposición de todos para entrar en una nueva dinámica, con los padres, con los apoderados, con los alumnos y con todo el personal paradocente y auxiliares de la educación.
El futuro del país depende de la educación. En los tiempos que vienen esta necesidad demandará grandes acuerdos nacionales para que los cambios comiencen a materializarse. Queremos que los profesores jueguen un papel activo en esa gran tarea.
Lo que está en juego es importante.
Aquello que resolvamos hoy no solo tendrá impacto en la calidad de la educación en 2010, 2015 ó 2020, también incidirá en las posibilidades de que Chile cuente con hombres y mujeres que nos permitan dar el salto al desarrollo, ser una sociedad más justa e ir acortando las brechas de inequidad social que nos separan.
Tenemos ahora en nuestras manos esa posibilidad; ha formado parte del debate de la campaña.
Hoy vamos a votar para que las niñas y niños del presente sean mañana hombres y mujeres con capacidades que les permitan escoger sus propios proyectos de vida.
Y no vamos a rehuir esa responsabilidad.
Por eso votaré por la educación. Y llamo a mis colegas de la Concertación y de todas las bancadas a hacer lo mismo.
Considero que debemos despachar esta Partida presupuestaria y entregarles a nuestros niños los recursos que se merecen para su educación.
Por último, hace pocos días, cuando fuimos invitados por el Colegio de Profesores junto con el equipo programático de mi candidatura, presentamos nuestra propuesta de Gobierno. Se trata de 17 puntos que estamos discutiendo, y lo vamos a seguir haciendo, con la comunidad y todas las personas interesadas, a fin de transformar esa propuesta en un programa a cumplir en el próximo tiempo.
Lo anterior implica también una decisión presupuestaria importante y voluminosa. Significa que en los años venideros vamos a aumentar el presupuesto de educación en 1.500 millones de dólares a fin de llegar a un incremento de 2 por ciento de la inversión del PIB en educación pública, que es a la cual necesitamos darle calidad, tal como se ha señalado de modo recurrente en el debate de hoy.
Por eso mi compromiso será con la primera prioridad de nuestro gobierno: la educación y la cultura, que constituirán la base del desarrollo futuro de Chile.
He dicho.
--(Manifestaciones en tribunas).
El señor NOVOA (Presidente).-
Las personas que hagan manifestaciones van a ser desalojadas.
El Senado desea discutir el proyecto en calma.
Tiene la palabra el Honorable señor Ominami.
El señor OMINAMI.-
Señor Presidente , concurro apesadumbrado a esta sesión.
Me duele en el alma la situación de la educación chilena -en particular, la de la educación pública-, así como también la que enfrentan los profesores, sin los cuales, no habrá reformas; no habrá mejoramiento de la calidad de la educación; no habrá nada de lo que aquí se dice.
Además, me duele el maltrato al que han sido sometidos los profesores; me duele la incomprensión del Gobierno; me duele el doble discurso donde, por un lado, se les dice a los maestros que son lo más importante, los depositarios de lo mejor de Chile: nuestros hijos, y por otro, no reciben el tratamiento correspondiente.
Recordaba en estos días que me inicié en la actividad política hace más de 40 años, en 1968 -los que sean más viejos se acordarán-, justamente solidarizando con el magisterio.
Gobernaba en ese entonces el Presidente Frei Montalva. En esa ocasión los estudiantes solidarizamos con los maestros, quienes protagonizaban una larguísima huelga, más extensa que la actual.
Fue la primera vez que un gran establecimiento público como el Instituto Nacional fue tomado, pero no porque los estudiantes estuviéramos levantando reivindicaciones propias, sino porque estábamos solidarizando con los profesores.
Terminamos todos presos, pero a mucha honra.
Quiero decir enfáticamente que, a mi parecer, la deuda histórica existe y que está bien documentada.
El 1º de enero de 1974 a la Administración Pública se le reajustaron los sueldos en 400 por ciento, en circunstancias de que la inflación había llegado a 1.000 por ciento. Además, a los profesores se los trasladó desde su escala de remuneraciones a la Escala Única de Sueldos del sector público, con un deterioro adicional de su poder adquisitivo, y se les rebajó su régimen trienal.
En 1980, habiendo mejorado la situación general del país, se dicta el decreto ley Nº 3.551, mediante el cual se anuncia la reparación de los sueldos para los profesores: 90 por ciento para los titulados y 50 por ciento para los no titulados.
Ese decreto ley dispuso un régimen de remuneraciones para el sector público, y establecía en su artículo 40 una "asignación especial" no imponible para el personal docente dependiente del MINEDUC.
Además, esa normativa ordenaba que ese elevado porcentaje de aumento se pagaría en cuatro cuotas anuales: la primera, en 1981, era de 9 por ciento efectivo sobre los valores anotados; la segunda, en 1982, de 22,5 por ciento; la tercera, en 1983, de 45 por ciento, para culminar, con la última en 1984, en 90 por ciento.
La Ministra de Educación puede decir lo que estime conveniente, pero eso no va a cambiar la realidad de los hechos. A estas alturas, creo que, por desgracia, el Gobierno ya adoptó una posición. Y lo lamento, porque considero que es injusta y pone al Congreso Nacional en una situación enormemente incómoda. Nuestra capacidad de iniciativa es en extremo limitada. Y me parece que hoy en día la única opción que se nos deja a quienes queremos reafirmar nuestra convicción de que la deuda histórica existe, es el rechazo a esta Partida a fin de abrir paso a un acuerdo.
Señor Presidente , ¡por favor!, aquí no se trata de dejar a los jóvenes sin becas; no se trata de que los niños pobres queden sin alimentación; no se trata de cerrar los jardines infantiles que en este mismo Hemiciclo todos hemos acordado abrir.
Yo protesto contra esa forma de argumentar, porque considero que simplemente busca contraponer el terror y ofender la inteligencia.
Para restablecer todos los gastos variables rechazados por la Cámara de Diputados basta solo un veto presidencial. El asunto radica en abrir paso a un acuerdo que permita crear un camino de solución a los problemas aquí planteados.
En esta materia no contamos con otro recurso para llevar al Gobierno a una posición distinta de la que intenta imponer, cual es derrotar a los profesores aislándolos socialmente y responsabilizándolos de todos los males de la educación chilena.
De lo que se trata aquí es de crear condiciones para un gran acuerdo educacional -venimos hablando de él desde hace mucho tiempo, pero no logramos producirlo- que involucre centralmente la calidad de la enseñanza; el análisis y la evaluación del desempeño; las remuneraciones; las pensiones mínimas para los profesores; la situación de los auxiliares de la educación.
Esas son las grandes cuestiones que se hallan planteadas.
Será imposible enfrentar las desigualdades que atraviesan a este país, que laceran a nuestra nación, sin una reforma educacional profunda. Empero, esta no se va a hacer en contra de los maestros: debe hacerse junto con ellos.
No sé qué va a ocurrir aquí, señor Presidente : si se le propinará una nueva derrota a los docentes o no. Pero me asiste el convencimiento de que la única vía fructífera es la de producir un acuerdo. Y no estoy por someterme al chantaje de una campaña del terror que amenaza con cerrar jardines infantiles, terminar con la alimentación de los niños pobres, porque (reitero) todo eso perfectamente puede ser resuelto hoy día mismo a través de un veto presidencial que restablezca los gastos variables que se redujeron en la Cámara de Diputados y que espero también se reduzcan aquí, como manera de abrir paso a un cuadro político distinto, donde las declaraciones que hizo ayer la Ministra de Educación queden simplemente como un mal recuerdo de una incomprensión que me parece fundamental superar.
Por tales razones, votaré en contra de la Partida pertinente.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra la Senadora señora Alvear.
La señora ALVEAR.-
Señor Presidente , he escuchado con mucha atención los argumentos entregados aquí por diversos colegas a favor o en contra del Presupuesto de Educación.
Yo quisiera que me permitieran, por algunos minutos, hacer una reflexión de carácter personal.
Soy hija de la educación pública: estudié en el Liceo 1 y en la Universidad de Chile.
Más aún: fui la primera, dentro de mi familia, que tuvo la oportunidad de ingresar a la enseñanza superior.
Hoy, gracias a Dios y a la tarea realizada por los Gobiernos de la Concertación, 7 de cada 10 jóvenes pueden entrar a la universidad.
Si accedí a la educación superior, fue porque me lo permitió la educación pública que recibí.
Por ello, doy mi aval y me comprometo entusiastamente a un trabajo destinado a lograr que la enseñanza pública sea de calidad, para que todos los niños y niñas de nuestro país puedan cumplir el sueño de acceder a la educación técnica o a la profesional según sus méritos y no de acuerdo a los recursos de sus padres.
Pienso que, en consecuencia, todos nuestros esfuerzos deben focalizarse en fortalecer la educación pública y -lo hemos discutido numerosas veces en el Parlamento- poner la enseñanza en el centro de las preocupaciones de nuestro país.
Si no asumimos la solución del problema de la calidad de la educación, no vamos a ser capaces de dar el salto al desarrollo.
Entonces, la enseñanza debe ser una tarea de Estado que hemos de asumir considerando el bien común.
Pienso que todos, Senadoras y Senadores, participamos de aquello.
Por eso, señor Presidente, estoy convencida de que en el gran debate que se ha iniciado y que a mi juicio debe perseverar tienen que participar los profesores, desde luego; los padres y apoderados; los estudiantes; los auxiliares de la educación; los parlamentarios; el Gobierno.
Aquí se requiere, como en otras tareas que se han acometido en Chile, una visión de Estado.
Llamo, entonces -y lo hago con toda humildad-, a nuestros profesores, a los que tanto valoro y a quienes tanto debo, a hacer de este el gran tema que nos motive en el Congreso Nacional y en las distintas otras instancias de discusión.
Yo desearía ver a nuestros maestros encabezando lo concerniente a la calidad de la educación, porque estoy segura de que, por su formación, por su vocación, por su razón de vida, esta es su preocupación esencial.
Hago un llamado a los profesores -también con absoluta humildad- para que, por favor, no perjudiquemos a nuestros niños y jóvenes más vulnerables.
El domingo último estuve en La Pintana. Se me acercó una mujer modesta, jefa de hogar, quien ha educado a tres de sus hijos; el mayor cursa Cuarto Medio. Me hablaba, con dolor, de su esfuerzo de muchos años para educar a ese joven, quien había sido un buen alumno, pero también de su angustia al ver que sus posibilidades de acceder a la educación superior hoy se hallan mermadas, situación que tiene a su hijo con depresión.
Señor Presidente , creo firmemente en la necesidad de mejorar la situación económica de nuestros profesores, buscar alguna reparación, arreglar la situación de los jubilados (porque también escucho a maestros ya pensionados que me hablan del monto de sus jubilaciones).
Soy firme partidaria de que, dentro del debate sobre la educación en general, se consideren tales situaciones.
Ahora, ciertamente, lo ocurrido con los maestros en la década de los ochenta fue -llamémoslo por su nombre- una aberración. Sin embargo, nuestros niños y jóvenes más pobres y vulnerables no tienen por qué pagar por ella. Y por eso creo que esa traumática experiencia no puede implicar un perjuicio para este segmento de la sociedad.
Quiero por ende, con toda humildad, pedirles a los profesores que depongan su paro, que ha provocado un perjuicio que conocen muy bien y que -estoy segura- les duele.
Les solicito a todos los actores del sistema que nos sentemos para poner la educación en el centro del debate, incluyendo por cierto la situación de los docentes y sus demandas económicas, pero también -lo digo con gran fuerza- el mecanismo de evaluación, a fin de elevar la calidad de la enseñanza.
Llamo a mis colegas Senadores a ser responsables. De corazón, pido responsabilidad. El país -y lo he conversado también con gente que me para en la calle- nos mira con atención. Nosotros nos hemos comprometido, como servidores públicos, a poner siempre el bien común por sobre cualquier otro interés. Por eso juramos ante Dios respetar la Constitución y las leyes, y velar, como representantes de la ciudadanía, por el bien de toda la comunidad.
Los llamo -insisto- a actuar con responsabilidad. Los llamo a mirar el futuro desde el eje principal que es la calidad de la educación. Los llamo a poner este tema en el centro del debate a partir de hoy y probablemente por varios años, dada la envergadura de la materia que discutiremos.
Llamo a mis colegas Senadores a que tengamos un rol activo en el debate sobre la calidad de la enseñanza. Los llamo a votar por que el Presupuesto de Educación sea aprobado. Porque, en mi concepto, no es el rechazo de este el mecanismo que permitirá mejorar la calidad de la educación o la situación económica de los profesores, sean activos o jubilados.
En esta materia, señor Presidente , no es responsable -y lo digo con mucha fuerza- señalar que queremos poner la educación en el centro del debate sin tomar conciencia al mismo tiempo de que, si no abordamos el problema de la calidad -el de la cobertura, felizmente, ya está resuelto-, no vamos a ser capaces de dar un salto al desarrollo.
El discurso que he escuchado aquí a casi todos los Senadores no se condice, señor Presidente , con votar en contra del Presupuesto de Educación para el año 2010. A mi juicio, esta no es una actitud responsable ni consecuente con la idea de mejorar la calidad de la enseñanza, para mejorar la carrera docente, para mejorar la situación de nuestros profesores, para fortalecer realmente la educación pública y ponerla a una altura que permita dar igualdad de oportunidades a nuestros niños y jóvenes.
Por eso, señor Presidente, con mucha fuerza, responsablemente y meditando sobre todos los elementos que se encuentran en juego, voy a votar a favor del Presupuesto de Educación.
He dicho.
El señor BIANCHI ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra la Honorable señora Matthei.
La señora MATTHEI.-
Señor Presidente , Chile es un país muy pequeño. Por tanto, no le queda otra posibilidad que tener una economía abierta, integrada al mundo, con la que debe competir frente a otras naciones en la producción de bienes y servicios. Si no logra ser competitivo internacionalmente, las consecuencias son gravísimas, pues ello significa altas tasas de desempleo en el futuro.
Está claro que nuestro país no puede competir por salarios bajos -¡gracias a Dios!-, pues el mínimo que se paga aquí es, aunque todavía bajo, muchísimo mayor que el que reciben los trabajadores no calificados en China, India , etcétera, y ante el cual, sencillamente, nada podemos hacer.
Por consiguiente, si queremos tener bajas tasas de desocupación, debemos competir por calidad. Eso, por lo demás, es lo único que nos permitiría pagar salarios dignos a nuestros trabajadores. Pero para competir por calidad resulta imprescindible otorgar una enseñanza de excelente nivel a nuestros niños y jóvenes.
Por desgracia, la calidad de la educación en nuestro país es vergonzosamente mala. En este momento el 40 por ciento de los estudiantes que egresan de cuarto medio no entienden bien lo que leen: ¡después de 12 años de estudios, el 40 por ciento no entiende bien lo que lee!
La prueba TIMMS -test internacional de ciencias y matemáticas en el que a Chile también le fue vergonzosamente mal- nos demuestra que en matemáticas los alumnos de octavo básico tienen conocimientos que corresponden a cuarto básico. O sea, ¡exhiben un retraso pedagógico de 4 años!
Lo anterior es de infinita gravedad, por cuanto implica estar conformando una situación en la que nuestro país no solo no podrá competir por salarios bajos, sino tampoco por calidad, con remuneraciones dignas, debido a esta verdadera tragedia que significa la educación de mala calidad.
¿Quiénes son los culpables?
¡Todos lo somos!
Hemos tolerado que en universidades de dudosa calidad ingresen a Pedagogía Básica alumnos que han sacado 320 puntos en la Prueba de Selección Universitaria.
¡Eso lo hemos tolerado todos!
Pues bien, dicho puntaje equivale a haber respondido en forma correcta ¡cuatro de ochenta preguntas! ¡Y la persona que lo obtiene entra a estudiar Pedagogía Básica...!
¡Y todos toleramos eso!
Probablemente, quien obtuvo 320 puntos forma parte del 40 por ciento que no entiende bien lo que lee. Sin embargo, después obtendrá su cartón; lo contratarán en algún establecimiento; el Colegio de Profesores se opondrá a que sea evaluado; irá aumentando su remuneración en forma automática cada 2 años, y, si algún municipio responsable lo quiere echar por mal desempeño docente, los tribunales lo reintegrarán al cargo con una indemnización de 15 a 25 millones de pesos.
Esa es la situación hoy día.
--(Manifestaciones en tribunas).
El señor BIANCHI ( Vicepresidente ).-
¡A ver!
La señora MATTHEI.-
¡No importa, señor Presidente ! ¡Da lo mismo!
¡No les gusta escuchar la verdad, que es esa!
La situación actual es tan grave que se ha debido formar un movimiento ciudadano, liderado por don Mario Waissbluth, al que se han adherido a lo largo de Chile decenas de miles de personas que claman por una mejor calidad de la educación.
He escuchado también a la presidenta del movimiento de campamentos "También somos chilenos", doña Cecilia Castro , que igualmente exige una mejor calidad de la enseñanza para sus hijos, porque sabe que esa es su única forma de salir adelante.
Las mujeres de los campamentos representadas por la señora Castro no pueden pagar los costos de una escuela particular subvencionada. Pero la educación pública se la lleva de paro en paro.
¡Y después hablamos de equidad!
Por otra parte, escuchaba al Senador Espina decir que está convencido de que la deuda histórica existe. Y señalaba que ella se debe a que durante muchos años las asignaciones no fueron imponibles y el bono previsional resultó, por ese motivo, demasiado bajo.
Perdón, señor Presidente : se está confundiendo la deuda histórica de los profesores con el daño previsional.
La situación descrita por el colega Espina no tiene nada que ver con la deuda histórica: corresponde a un problema de daño previsional que sufrieron no solo los docentes, sino también los funcionarios de universidades estatales y todos los servidores de ministerios y otras instituciones públicas.
En consecuencia, no entiendo por qué se vota en contra de la Partida de Educación, cuando el problema no es la deuda histórica sino el daño previsional, que afectó a muchísimos gremios y no solo al de los profesores.
En entrevista a "La Tercera" del último domingo, el señor Mario Waissbluth propone negociar una ley integral de carrera docente. Y expresa que esa ley debe abordar el ingreso a la carrera docente, el ascenso, las remuneraciones, los mecanismos de evaluación, los incentivos, los criterios de salida, el rol de los directivos, jubilaciones dignas, "y un transitorio que resuelva prudentemente aquellos rezagos previsionales para los profesores dañados en los años 80", si persisten.
Concuerdo con cada una de las palabras del señor Waissbluth. Y solo agregaría una cosa: ¡un aumento sustancial de remuneraciones para los profesores maravillosos que hacen un esfuerzo enorme y sacan adelante a sus alumnos!
Tal ocurre en la escuela pública Lucila Godoy, de Coquimbo, establecimiento pobre, con niños de muy escasos recursos, pero que obtiene puntajes SIMCE comparables con los de los mejores y más caros colegios de Santiago.
¡Los profesores de esa escuela merecen un aumento sustancial de remuneraciones!
¿Pero el que sacó 320 puntos en la PSU tras contestar bien cuatro de ochenta preguntas y probablemente no tiene idea de cómo enseñar porque además estudió en una universidad de dudosísima calidad donde quizás no aprendió nada más de lo que ya sabía...?
¡Perdónenme!
En el fondo, tenemos que aumentar las remuneraciones de los profesores, pero contra resultados.
¡Pero cómo vamos a mejorar contra resultados si el Colegio de Profesores rechaza tajantemente la evaluación docente! ¡Cómo podremos pagarles mejor a los buenos maestros, a los que sacan adelante a sus alumnos, si el Colegio de la Orden incluso se ha ido a paro con tal de que no haya una buena y sana evaluación docente! Porque tengamos claro que la evaluación existente hoy no es tal: ¡es un chiste!
Yo creo profundamente en la educación pública, señor Presidente , porque es la que más contribuye a la integración social en Chile. Pero no creo -lo he señalado abiertamente y desde hace mucho tiempo- en la municipalización. Esta no ha dado resultado. Generalmente, los alcaldes están más preocupados de su reelección que de mejorar la calidad de la enseñanza. Y vemos, por ejemplo, cómo ciertas municipalidades cuentan con cuatro asistentes de la educación por cada profesor. ¡Cómo vamos a lograr que ella progrese...!
¡Después dicen que la plata no les alcanza! ¡Claro! ¡Pero resulta que a todas las personas que los ayudaron en la campaña las meten como asistentes de la educación...!
Señor Presidente , la cuestión requiere una reingeniería profunda.
¡Pero nosotros mismos, los integrantes de la Alianza, nos opusimos durante muchos años a que se cambiaran, por ejemplo, los directores de establecimiento verdaderamente vitalicios que existían! ¡Y resulta que ahora que es posible hacerlo ello no se puede concretar, en general, porque si el "vitalicio" pierde el concurso es preciso seguir pagándole igual!
Además, todos sabemos que este último proceso se encuentra previamente arreglado para que lo gane algún amigo, camarada o compañero del alcalde de turno. ¡Si esa es la verdad! ¡Por eso tenemos una educación de tan mala calidad!
Señor Presidente , adhiero al llamado de la Senadora señora Alvear en cuanto a que tenemos que actuar en forma responsable. Se deben escuchar muchas de las quejas del Colegio de Profesores, pero asimismo se registran otras que son inaceptables. La evaluación docente es absolutamente necesaria. Terminar con la municipalización, también. Pero la verdad es que el paro en curso, como muchos de los anteriores realizados en el sector, está provocando un daño enorme a las mamás jefas de hogar, a las mujeres de campamentos, que no tienen dónde dejar a sus hijos cuando no hay clases. Además, los alumnos pierden el beneficio de la alimentación y hoy día han sido abandonados frente a la prueba de selección universitaria. La cantidad de tiempo de enseñanza perdido no es admisible.
Por eso, voto que sí.
El señor NOVOA (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Sabag.
El señor SABAG.-
Señor Presidente,...
El señor NÚÑEZ .-
¿Me concede una interrupción, Honorable colega?
El señor SABAG.-
Cómo no.
El señor NOVOA ( Presidente ).-
Puede intervenir Su Señoría.
El señor NÚÑEZ .-
Señor Presidente , le solicito recabar la autorización de la Sala a fin de que la Comisión de Gobierno se pueda reunir brevemente para los efectos de considerar una extensa tabla. Entiendo que podrá hacerlo sin perjudicar, por cierto, la presente sesión.
El señor LARRAÍN .-
¡Si es extensa la tabla, cómo va a ser breve la reunión...!
El señor NOVOA ( Presidente ).-
Como se hallan inscritos varios señores Senadores, la sesión va a terminar sin que se vote la Partida. Por lo tanto, desde ese punto de vista, no habría inconveniente.
Si le parece a la Sala, se accederá a lo solicitado.
--Así se acuerda.
El señor NOVOA (Presidente).-
Recupera el uso de la palabra el Honorable señor Sabag, a quien se le restituye su tiempo.
El señor SABAG.-
Soy uno de los perjudicados por la decisión que se acaba de tomar, señor Presidente , porque formo parte de dicha Comisión y no voy a poder asistir a ella por el momento.
Una de las preocupaciones fundamentales de los gobiernos de la Concertación, desde que asumieron la responsabilidad de dirigir los destinos de nuestra patria, ha sido la educación.
Recordemos que los maestros venían siendo objeto de un tratamiento indigno, con un contrato al año y una remuneración inferior a la de una nana. Hoy día cuentan con un Estatuto Docente, con un contrato que les da seguridad y tranquilidad y con una remuneración que puede o no ser digna pero que resulta mucho mejor que la de entonces y que se halla, a mi juicio, por sobre el promedio de lo que reciben los empleados públicos.
Prueba de ello es que año a año el Presupuesto de la Nación ha ido aumentando ostensiblemente en Educación, al punto que el Ministerio del ramo ha sido, por largo tiempo, el que exhibe una mayor participación dentro del total de recursos. Para el próximo año llega a 21,27 por ciento, ascendiendo a 8 mil 967 millones de dólares en moneda de hoy.
¡Este es el esfuerzo representativo de la preocupación por el sector!
Sin embargo, no hemos sido comprendidos y nos encontramos hoy con un paro docente que afecta principalmente a los niños y niñas más pobres y vulnerables, quienes asisten a los colegios municipales.
Ese movimiento se está transformando en un nuevo golpe a la educación pública. Puede acelerar el que muchas familias trasladen a sus hijos a colegios particulares subvencionados que aseguren la continuidad de las clases y el cumplimiento del calendario escolar. Hoy, los alumnos que permanecen en ella no superan 40 ó 45 por ciento. Y no me cabe duda de que la cuestión que nos ocupa determinará que la cifra siga cayendo.
Todos consideramos a la educación pública como absolutamente indispensable, pero no somos nosotros los que la estamos perjudicando. La incertidumbre ocasionada por movimientos y conflictos permanentes determina que los padres traten de trasladar sus niños a colegios donde tengan la seguridad de que van a estudiar durante todo el año.
Una de las cosas fundamentales señaladas aquí es la calidad de la educación. Es evidente que constituye una tarea pendiente y que todos debemos luchar por mejorarla, lo que debe ir ligado plenamente a una mayor remuneración.
Ahora bien, nos preocupa el presupuesto del Ministerio de Educación. La Cámara de Diputados rechazó los gastos variables. Se hallan aprobados todos los fijos y lo que es legal. En consecuencia, de ser confirmado tal pronunciamiento negativo por el Senado, quiero que mis Honorables colegas sepan lo que ocurrirá.
Y esta no es una campaña del terror: bastará que votemos en contra para que quede ratificado lo que acordó esa Corporación. Podría venir un veto, pero ¿cuándo? ¿En diciembre? El Presupuesto debe estar despachado el 30 de noviembre.
Los efectos, en materia de educación superior, ciencia y tecnología, serían los siguientes:
-El aporte fiscal directo y el indirecto quedarían reducidos a mil pesos, para cumplir con la ley.
-Becas de arancel: 143 mil alumnos no podrían pagar sus estudios.
-Becas de mantención y alimentación (BAES): más de 200 mil estudiantes perderían el beneficio.
-Los fondos solidarios de crédito universitario se quedarían sin aporte del Fisco.
-Crédito con aval del Estado para la educación superior: 70 mil alumnos nuevos no lo obtendrían.
-El Fondo de Desarrollo Institucional no contaría con recursos para los proyectos de las universidades.
-El FONDECYT no podría financiar los proyectos de los investigadores, los FONDAP y la iniciación.
En cuanto a la Junta Nacional de Jardines Infantiles, Integra y jardines infantiles municipales:
-No funcionarían los jardines infantiles, que atienden del orden de 200 mil niños entre 0 y 4 años, ya que no se podrían contratar, a contar del 1º de enero de 2010, alrededor de 30 mil funcionarias, ni se contaría con recursos para los gastos de operación.
-No sería posible continuar con la construcción de nuevas salas cuna y niveles medios para atender a los pequeños que lo requieren.
-Todos estos niños se quedarían sin la alimentación que les proporciona la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (JUNAEB).
Las siguientes actividades y programas que benefician a los alumnos de prekínder, kínder, educación básica y educación media resultarían afectadas:
-Alimentación escolar: del orden de 2 millones 200 mil raciones alimentarias diarias no podrían entregarse.
-Subsidio a la prueba de selección universitaria: aproximadamente 230 mil alumnos tendrían que pagar para rendirla.
-Becas indígenas: 44 mil 644 alumnos se quedarían sin ellas.
-Residencias familiares de estudiantes: cerca de 9 mil niños no podrían llegar a sus colegios.
-Becas Presidente de la República: se quedarían sin financiamiento para 43 mil alumnos de educación media y superior.
-Salud Escolar: no podrían ejecutarse del orden de un millón 260 mil atenciones a los estudiantes.
¡Y para qué hablar de los gastos variables en infraestructura, de la construcción de numerosas escuelas para cumplir con la jornada escolar completa!
Eso es lo que ocurrirá si rechazamos los gastos variables.
Sin embargo, señor Presidente , quiero consignar que efectivamente se ha registrado un daño para los profesores, sobre todo para los jubilados. Me tocó conocer el caso de dos hermanos gemelos que, en su oportunidad, fueron presionados para cambiarse al sistema de las administradoras de fondos de pensiones. Uno lo hizo y el otro se mantuvo férreo en el Instituto de Normalización Previsional. Cumplida la edad legal, ambos jubilaron: el que se quedó en el INP recibe hoy día una pensión de más de 900 mil pesos, y el que se fue a una AFP, una de 150 mil, 180 mil pesos. ¡Constituye una gran diferencia! Es un daño que reconozco y cuya reparación estamos llanos a apoyar.
Los profesores que jubilaron antes se fueron con una pensión pésima y sin ninguna indemnización. Hoy día, por lo menos, ya hemos aprobado que esta última ascienda a 14 millones de pesos.
Me parece, por lo tanto, que un rechazo en esta oportunidad causaría un daño muy grande. Hay otras maneras de poder llegar a un acuerdo.
También quiero consignar que Chile es un Estado con todas sus instituciones funcionando: el Poder Judicial , el Poder Ejecutivo , el Poder Legislativo , la Contraloría General de la República y todas las demás.
Nosotros estamos aquí para pronunciarnos por el interés del país. ¿Y de qué ha sido posible darse cuenta últimamente? Que llega un grupo de 50 ó 100 personas a las tribunas para presionar y gritar, y los parlamentarios empiezan a votar en consonancia.
Más que dolerme esa situación, me pregunto qué pensarán esas personas de nosotros. Seguramente, que somos unos débiles; que basta con que nos griten para que cambiemos nuestro pronunciamiento, para que no cumplamos con la Constitución que juramos respetar y con la voluntad de la ciudadanía que nos favoreció con sus votos a fin de que actuáramos siempre pensando en los intereses superiores del país y no por presiones indebidas.
¡Estamos aquí ejerciendo una función constitucional!
Y antes de terminar, señor Presidente , deseo manifestar que al señor Ministro de Hacienda se le ha vilipendiado, se le ha atacado en forma vil. Me dio la impresión de que en la Cámara de Diputados estaban crucificándolo.
A quien desempeña ese cargo todos van a pedirle -¡creo que nunca han ido a preguntarle por su salud!-, partiendo por sus pares: el Ministro de Obras Públicas , más plata; el de Vivienda, igual; el de Salud, lo mismo. ¡Todos le demandan más recursos!
Cuando viene la época del reajuste, un porcentaje superior.
Y si se trata de los empresarios, menos impuestos.
Es decir, puras "pedidas".
Hoy día, todos lo señalan como el malo de la película. Pero ¿qué pasaría si fuera el bueno y le dijera a todo el mundo: "Sí, aquí hay más plata para esto, más para lo otro, más reajuste, menos impuestos"?
Por mi parte, pregunto: ¿quién defiende los intereses del país?
¡El señor Ministro de Hacienda ha tenido la fortaleza y valentía de representar a todos sus compatriotas! Algunos lo atacan, pero la inmensa mayoría le reconoce su gran labor. Por eso, es el más querido del Gabinete, el mejor evaluado.
¡Hay un chileno patriota, que da la cara y defiende los intereses del país: el Ministro de Hacienda!
Estoy con su persona y por aprobar el Presupuesto, porque no puedo perjudicar a nuestros niños.
Gracias.
El señor NOVOA ( Presidente ).-
El señor Presidente de la Comisión de Constitución ha pedido autorización para que ese órgano técnico sesione también paralelamente con la Sala, porque debe ocuparse en la proposición para el nombramiento de un ministro de la Corte Suprema .
Si no hay objeciones, se accederá.
--Así se acuerda.
El señor NOVOA ( Presidente ).-
Como se registran más de siete señores Senadores inscritos, el debate va a continuar en la sesión de la tarde.
El señor LARRAÍN.-
Pido la palabra para formular un planteamiento.
El señor NOVOA (Presidente).-
Puede hacer uso de ella, Su Señoría.
El señor LARRAÍN.-
Señor Presidente , dado que el tratamiento en Sala del proyecto de Ley de Presupuestos se inició la semana pasada y se prolongará durante toda la mañana de hoy, ¿por qué no se prorroga la sesión hasta el total despacho de la Partida que nos ocupa?
El señor PIZARRO.-
No hay acuerdo.
El señor NOVOA (Presidente).-
No es posible, entonces.
Tiene la palabra el Honorable señor Chadwick.
El señor CHADWICK.-
Señor Presidente , como una manera de contribuir a que la discusión sea lo más corta posible, me referiré a uno o dos puntos, y luego le concederé, con la venia de la Mesa, una interrupción al Senador señor Larraín .
Comparto prácticamente en su totalidad el planteamiento de mi Honorable colega Matthei sobre lo que tenemos que realizar con urgencia hoy y hacia el porvenir en lo referente a una profunda reforma educacional para mejorar la calidad de la enseñanza. Pero ahora no solo estamos considerando las exigencias del futuro, sino también un tema del pasado. Y señalaré dos o tres aspectos muy breves respecto de este último.
En primer lugar, he visto que se discute acerca del origen de la deuda histórica -entre comillas-, su naturaleza jurídica, su prescripción o no. Y creo que es percibida, jurídicamente, como si fuera una obligación contraída entre particulares, lo que me parece un profundo error.
La cuestión surge de una norma que otorgó o consolidó un beneficio de carácter remuneracional, patrimonial, a un sector de los funcionarios públicos configurado en ese momento por los profesores del Estado. ¿Y cómo se llama eso? Los Senadores debiéramos tenerlo siempre absolutamente presente: un derecho.
Por lo tanto, aquí no cabe hablar de deuda ni de obligación, ni efectuar un análisis desde la perspectiva del Código Civil o del de Comercio, como si se tratara de un contrato de arriendo. No. Estamos haciendo referencia a un derecho generado a través de un cuerpo legal.
Y los derechos, Honorables colegas, no prescriben. Pueden ceñirse a plazos, condiciones o modalidades, pero siempre y cuando se establezcan por una ley. Y algunos ni siquiera pueden ser modificados por esta última: los de carácter patrimonial, llamados "adquiridos".
Lo anterior es algo que hemos consolidado permanentemente en el ejercicio de nuestra función legislativa.
En consecuencia, no me parece propio utilizar un criterio como si estuviéramos aludiendo a una deuda entre particulares, porque no se trata de eso, sino de un derecho que surge de la ley y que no prescribe.
Un segundo elemento para la reflexión sobre el tema, señor Presidente , es que todo derecho de carácter patrimonial depende, necesariamente, de la capacidad económica del Estado. Y parte de ello lo vemos todos los días y hasta se discute en los tribunales.
El derecho a que el Estado garantice la salud de todos los chilenos, obviamente, no se puede cumplir en forma integral, porque se subordinará al factor mencionado.
Incluso, ahora se ha generado una gran polémica por un fallo judicial que lo obliga a brindar atención médica a una persona. Y uno se pregunta sobre quién recae la función de administrar el Estado: si en las personas elegidas para ese efecto, mediante sus atribuciones constitucionales, o en los tribunales de justicia.
Sin perjuicio de que un derecho patrimonial dependa de dicha capacidad económica, cabe tener presente que, cuando se genere, el Estado debe intentar siempre el mayor esfuerzo posible para satisfacerlo de la manera más integral.
No he escuchado a ningún profesor de aquellos con los cuales converso plantear que no se opere a tal persona o no se ejecute tal política pública para que los recursos se destinen a compensar un derecho del cual se es titular.
¿Pero qué he escuchado sí exponer en el caso de que se trata? Que se respete, conforme a la dignidad que asiste, el derecho que la ley y el Estado otorgaron; que se haga un esfuerzo por ver de qué manera se puede llevar a cabo su cumplimiento, dentro de la realidad económica del Estado, dentro de las circunstancias de la sociedad chilena de hoy, y por buscar un camino a fin de poder reparar o compensar su ejercicio. No he observado nunca una actitud o una disposición distinta de parte del profesorado.
Lamentablemente, ello no ha sucedido hasta el momento, a mi juicio. Tanto el año pasado como el actual quisimos, a través de la Ley de Presupuestos, generar una instancia que permitiera al Gobierno demostrar un esfuerzo real por dar una solución, respetándose la dignidad involucrada y con pleno realismo por parte del magisterio acerca de lo que es o no posible. Pero ¿qué ha ocurrido? Y me gusta decir las cosas con la mayor claridad que puedo: ello no se logró. Hoy llegamos a la hora cero.
Hicimos todos los esfuerzos para que se pudiera alcanzar una solución antes: se habló con el Gobierno, con los Ministros; se realizaron distintas reuniones; se rechazó parte del presupuesto de Educación en la Cámara de Diputados para dar una señal lo más clara y potente posible; se postergó la votación el miércoles pasado a fin de dar tiempo. Pero hemos llegado hoy -repito- a la hora cero. Y, en ese caso, es preciso asumir con responsabilidad el cargo que se ejerce y tener presente el bien común.
No me parece responsable, según mi criterio, que en la hora cero y habiendo sido partícipe de todos los esfuerzos por buscar un camino de solución, rechacemos la Partida del Ministerio de Educación. Lo digo con toda claridad y con dolor. Y no me parece responsable hacerlo por algo muy simple: una nación no puede funcionar sin la Partida completa de un Ministerio, y menos tratándose del de Educación. ¡No puede funcionar!
Yo les pregunto a los señores Senadores que han argumentado en tal sentido: de continuar las cosas en la línea que han señalado, ¿quién se hará cargo del país sin disponer de presupuesto para el Ministerio de Educación? ¿Quién asumirá esa responsabilidad? ¿Quién tomará el liderazgo en esa posición?
Es muy fácil lavarse las manos y decir: "¡Arréglenselas ustedes!"
Yo no voy a estar en eso, no voy a participar en actos de demagogia ni a impulsar acciones de las cuales no me pueda responsabilizar.
Por eso, con la convicción de haber emprendido todos los esfuerzos para encontrar un camino que permita que este derecho pendiente en su cumplimiento sea reparado con dignidad y responsabilidad en la mayor medida posible, debo señalar que, llegada la hora cero, no me es factible votar en contra de la Partida Ministerio de Educación, porque no tengo cómo responsabilizarme por los efectos de tal decisión. Y creo que ninguna Administración futura podría hacerlo.
Hemos planteado -estamos próximos a las elecciones- que ojalá el Gobierno electo, cualquiera que este sea, dé preferencia a este punto. Nosotros tenemos como prioridad -en lo que yo represento y tal como Sebastián Piñera ha manifestado- la formación de una mesa, de una instancia de conversación con los profesores, para resolver los asuntos del pasado en la mayor medida posible y en lo que el Estado se pueda comprometer, y, junto con ello, solucionar las cuestiones de futuro, como muy bien señaló la Senadora señora Matthei , lo cual me evita referirme a aquellas en particular, aunque sí debo decir que se relacionan con la calidad de la educación, que es urgente resolver.
Señor Presidente, he expuesto en la forma más clara que he podido mi convicción respecto de este voto.
Finalmente, con la venia de la Mesa, le concedo una interrupción al Honorable señor Larraín en el tiempo que me resta.
El señor NOVOA (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Larraín, por un minuto.
El señor LARRAÍN .-
Señor Presidente , solo deseo resaltar que el debate de esta mañana ha seguido dos caminos que no guardan relación con lo que se discute.
En primer lugar, no se trata -como algunos han dicho- de dejar a los niños sin becas de alimentación.
Ese argumento me parece entre pueril y patético. Por lo tanto, no merece mayor análisis.
Y, en segundo término, tampoco se debate aquí acerca de la calidad de la educación.
Comparto plenamente lo expresado en la Sala y lo planteado por Mario Waissbluth . Desde hace muchos años he venido trabajando en esa línea.
No es eso lo que se halla en discusión, sino algo muy simple: ¿vamos a darles a los profesores un instrumento para que puedan exigir la reparación de la deuda que se tiene con ellos, o simplemente les vamos a dar la espalda?
¡Eso es lo que está en juego!
El señor NOVOA (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor García.
El señor GARCÍA .-
Señor Presidente , antes de resolver la forma en que voy a votar, deseo formularle algunas preguntas al señor Director de Presupuestos , sin perjuicio de que -según imagino- después tendremos los cinco minutos que nos corresponden por Reglamento para fundar nuestro voto. Quiero consultarle lo siguiente.
De acuerdo con el texto del proyecto de Ley de Presupuestos aprobado por la Cámara de Diputados, el artículo 2° dice: "Apruébanse el Cálculo de Ingresos Generales de la Nación y la Estimación de los Aportes Fiscales en moneda nacional y en moneda extranjera convertida a dólares, para el año 2010, a las Partidas que se indican:".
Luego se expresa que en la Partida Ministerio de Educación se han aprobado 4 billones 616 mil 289 millones de pesos, cifra muy parecida (cien millones de pesos menos) a la que viene en el presupuesto original de esta Partida.
Entonces, deseo que el Director de Presupuestos nos explique qué significa que mediante el artículo 2° le estemos entregando al Ministerio de Educación los recursos que se hallaban contemplados en el proyecto de Ley de Presupuestos inicial.
En segundo lugar, el artículo 4° señala: "En conformidad con lo dispuesto en el inciso tercero del artículo 26 del decreto ley N° 1.263, de 1975, sólo en virtud de autorización otorgada por ley podrá incrementarse la suma del valor neto de los montos para los gastos en personal, bienes y servicios de consumo, prestaciones de seguridad social, transferencias corrientes," -recalco que el Ministerio de Educación tiene un alto monto por concepto de transferencias corrientes, porque parte importante de sus egresos lo constituyen las subvenciones educacionales- "integros al Fisco y otros gastos corrientes".
Pero su inciso segundo agrega: "No regirá lo dispuesto en el inciso precedente respecto de los mayores egresos que se produzcan en los ítem de los referidos subtítulos que sean legalmente excedibles de acuerdo al artículo 28 del decreto ley N° 1.263, de 1975, y a la glosa 01, Programa Operaciones Complementarias de esta ley ni a los incrementos originados en la asignación de mayores saldos iniciales de caja.".
Mi pregunta es bien concreta.
Considerando que en el artículo 2° se aprueban 4 billones 616 mil y tantos millones de pesos y que el inciso segundo del artículo 4° permite suplementar el Presupuesto con los saldos finales de caja -recuerdo que los ítems pertinentes quedarían reducidos a mil pesos, no a cero, ya que no disponemos de facultades para esto último-, ¿puede el Ejecutivo , mediante las normas de flexibilidad presupuestaria, reponer íntegramente el presupuesto original del Ministerio de Educación?
Y mi inquietud es importante, porque, de ser así, toda esta discusión habrá estado de más, más allá de que se quiera enviar una señal política.
Yo deseo saber cuáles serán los efectos técnicos, los efectos prácticos de la aplicación presupuestaria si la Partida del Ministerio de Educación es rechazada en lo concerniente al gasto variable.
He dicho.
El señor NOVOA (Presidente).-
El Director de Presupuestos expresa que contestará más adelante.
Tiene la palabra el Senador señor Arancibia.
El señor ALLAMAND.-
¡Señor Presidente , por qué no responde ahora! Lo que diga puede ser importante para las intervenciones siguientes.
El señor NOVOA (Presidente).-
No lo puedo obligar a contestar, Su Señoría.
El señor LARRAÍN.-
Es su derecho.
El señor ARENAS (Director de Presupuestos).-
No tengo inconveniente en hacerlo en este momento.
El señor NOVOA (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Director de Presupuestos.
El señor ARENAS ( Director de Presupuestos ).-
Señor Presidente , pedí un poco más de tiempo para entender exactamente la pregunta del Senador García en lo referente al artículo 2°.
Si existiera alguna materia en la cual no lo siguiera completamente, si lo tiene a bien el señor Presidente , me podría interrumpir.
Aquí se trata de cosas distintas.
La primera consulta se relaciona con los artículos 1° y 2° del proyecto de Ley de Presupuestos, donde se aprueban los ingresos y, además, en la Partida Tesoro Público, los aportes fiscales. Por lo tanto, estos ingresos quedan en la Partida.
En consecuencia, con respecto a la consulta en el sentido de si los montos deben ser similares a los asignados en el proyecto original, debo señalar que ese no es el problema, por cuanto los ingresos no están en votación.
Entonces, la pregunta radica en qué pasa con los gastos.
El Ejecutivo ha sido informado -y así dio cuenta el señor Secretario al inicio de la sesión- de que la Cámara despachó la Partida 09 de la siguiente manera: primero, se aprobaron todos los gastos relacionados con leyes permanentes, en términos agregados, sin identificarlos; y segundo, se disminuyeron a mil pesos los denominados "gastos variables" o no permanentes, y el diferencial (como se hace en general cuando a una partida se le rebaja la cantidad propuesta) se agregó -así lo entendemos nosotros- a la parte relativa al Saldo Final de Caja del presupuesto del Ministerio de Educación.
Eso fue lo sucedido en la Partida 09.
Con ello -según entiendo-, contesto la primera pregunta del Senador señor García respecto de por qué estarían considerados de igual manera los ingresos: estos no estaban en cuestión, sino el destino de los gastos.
La segunda consulta se refiere a la flexibilidad presupuestaria, la cual se halla dentro del marco del Decreto Ley Orgánico de Administración Financiera del Estado y de lo que otorga en forma anual la Ley de Presupuestos. Su Señoría hizo mención al inciso segundo del artículo 4° del proyecto en debate, en cuanto a qué facultades se entregarían sobre los saldos finales de caja durante el año, o mayores ingresos, etcétera.
Tal facultad es exactamente la misma que se ha incorporado en los últimos años en la Ley de Presupuestos.
Recuerdo que esta discusión es igual a la sostenida en años anteriores cuando se propuso dejar en un peso la Partida del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones y colocar los recursos rechazados en su Saldo Final.
Y la respuesta que damos ahora es similar a la que entregamos en ese momento, es decir, dentro del marco de opciones de que dispone el Ejecutivo -si se trata de la misma fotografía de la Cámara de Diputados-, este podría utilizar los recursos de la Partida Tesoro Público, si así lo tiene a bien, o las facultades que se le otorgan en el referido artículo 4°, con un distingo respecto de los que se colocan en el Saldo Final y no en la Partida respectiva, porque esto habría sido decisión del Congreso.
Ese fue el debate que llevamos a cabo el año pasado. Y ahora damos la misma respuesta. El marco de la flexibilidad presupuestaria es igual al de ese entonces, y entendemos que, si el Senado tiene a bien despachar esta Partida de la misma manera en que lo hizo la Cámara de Diputados, estaría diciendo que los referidos recursos se traspasarán al Saldo Final, sin poder utilizarse en las partidas rechazadas. Y se trata de idéntica contestación a la que dio el Ejecutivo acá cuando se hablaba de votar en contra del presupuesto del Transantiago y dejarlo en mil pesos.
Gracias.
El señor NOVOA (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Allamand.
El señor ALLAMAND.-
Señor Presidente , en primer término, quiero hacer mención a aspectos surgidos de las encendidas intervenciones de algunos señores Senadores.
Aquí se ha invocado con mucha ligereza el bien común, como si saber cuándo este se encuentra o no en juego fuera monopolio de alguien en definitiva.
Pero, sobre todo, quiero referirme al encendido llamado a la responsabilidad del Senado realizado por diversos parlamentarios de la Concertación.
En verdad, eso me resulta particularmente curioso, por decir lo menos, porque tengo aquí el resultado de la votación de esta misma Partida en la Cámara de Diputados.
Y debo señalar, por ejemplo, que el Secretario General del Partido Socialista, señor Schilling , votó en contra; al igual que la señora Isabel Allende y, en concreto -si no me equivoco-, todos los parlamentarios de esa colectividad política.
Entonces, el encendido alegato del Senador Escalona dirigido a la Sala aparece como un llamado "hueco", toda vez que no ha tenido respaldo alguno en su propio Partido.
La Senadora señora Alvear , por quien tengo, por supuesto, el mayor respeto y consideración, también hizo lo mismo, pero omitió señalar que el Presidente del Partido Demócrata Cristiano, señor Latorre , también votó en contra de esta Partida.
Hasta ahora nadie del PPD se ha referido al asunto, pero entiendo que el señor Insunza, su Vicepresidente, igualmente se pronunció en contra.
Y lo voy a poner más fácil, señor Presidente .
En la Cámara Baja votaron a favor de la Partida 09 cuatro Diputados de la Concertación: los señores Duarte , Ortiz , Súnico y la señora Vidal . Y, de hecho, don Carlos Montes , una de las figuras concertacionistas más emblemáticas en materia de Educación, se abstuvo.
Entonces, debe comprenderse que venir aquí a rasgar vestiduras con cargo a la responsabilidad, en circunstancias de que en la otra rama legislativa ningún integrante de los Partidos de la Concertación recogió tal punto de vista constituye a lo menos algo para dejar constancia.
En segundo lugar, creo que la solución a la que se está llegando es, políticamente hablando, la peor de todas. Y trataré de explicarlo.
Entre paréntesis, me pareció que de las palabras del señor Director de Presupuestos se desprendía -no sé si entendí bien- que la situación apocalíptica del colapso financiero de la Educación no sería tal, pues existirían posibilidades de evitar, mediante transferencias, que ello ocurra.
Yo no soy un experto en el asunto. Por lo tanto, no me referiré a él. Pero eso fue lo que comprendí.
Sin embargo, debo señalar lo siguiente.
¿Por qué pienso que lo que se pretende hacer significaría un grave error y que, en definitiva, estaríamos desaprovechando una tremenda oportunidad?
Aquí todos hablan de la necesidad de colocar la educación en el primer lugar, de hacer los cambios que se requieren para ello, etcétera. Pero, con toda franqueza, señor Presidente , tal planteamiento lo formulan dirigentes de la Concertación, quienes llevan 20 años manejando la Educación chilena.
El Informe Brunner (muchas de las propuestas del grupo que dirige Mario Waissbluth apuntan en la dirección sugerida por tal documento) ya decía -se lo señalo al Honorable señor Frei - que la clave para avanzar en un sistema educacional correcto, modernamente bien enfocado, era hacerlo en forma simultánea en dos aspectos: aumentar los recursos e incrementar en forma sustantiva la subvención, y mejorar la gestión de los establecimientos educacionales.
Y no solo eso. Dicho Informe, emanado de una comisión multidisciplinaria convocada por el entonces Presidente y actual Senador señor Frei , también expresaba que el marco laboral en que funcionaba la profesión docente era completamente inadecuado. Además, agregaba: "Nada sacaremos con avanzar aumentando los recursos si simultáneamente no mejoramos la gestión y cambiamos el marco de incentivos en que funciona el profesorado".
Señor Presidente , eso fue en 1994, y hasta ahora no existe modificación alguna en las rigideces del estatuto respectivo; más aún, él ha ido empeorando y no mejorando.
El Senador señor Frei -hay que recordar que durante su Gobierno decayeron los indicadores educacionales como la prueba SIMCE- manifestó en su Mensaje presidencial de 1997 que "Los resultados de la reforma que hemos impulsado se verán después del año 2000".
Se equivocó a lo menos en nueve años. Porque, de acuerdo con los últimos resultados de esa prueba, tres de cada cuatro niños de 4° básico no entienden aspectos elementales de lenguaje.
Y si uno revisa ahora el programa presidencial del Senador señor Frei, verá que la fecha ya no es el año 2000. Las propuestas que formula -las mismas que fracasaron- van a entrar en vigencia en 2018.
Entonces, ¿hasta cuándo seguimos hablando una y otra vez de lo que se debe realizar en Educación, si quienes tienen la obligación simplemente no lo hacen?
¿Por qué señalo que se está cometiendo un gravísimo error?
Discrepo de lo planteado por el Senador señor Chadwick -habitualmente estoy de acuerdo con él; por eso no me extraña su sorpresa-, en cuanto a que esta sea la hora cero. No, señor Presidente . No lo es: lo será en 14 días más.
Aquí hay dos maneras de entender la política: o se aprovechan las oportunidades para generar saltos cualitativos; o, como sucede muchas veces, ellas se desvanecen.
La más importante modernización del aparato público chileno -la creación de la Alta Dirección Pública, y lo relativo a la transparencia de la gestión pública y al financiamiento de las campañas electorales-, ¿cuándo se produjo? Durante el Gobierno del Presidente Lagos, cuando surgió la coyuntura que permitió avanzar en lo que no se habría podido hacer durante décadas.
En mi opinión, señor Presidente , el Gobierno de la Concertación está perdiendo esa oportunidad por tozudez e impericia. Este es el momento para englobar en una negociación conjunta algunos reclamos justos de los profesores y otras materias donde los docentes están en deuda, como en todo lo relacionado con evaluación.
Entonces, hay dos maneras de mirar este asunto.
Cabe señalar que el Gobierno ha sido muy poco serio en esta materia. El año pasado el Ministro señor Viera-Gallo sostuvo en el Senado que la deuda de los profesores existe, y propuso formar una comisión. Sin embargo, en una vuelta de carnero casi de gimnasta olímpico, el Ejecutivo dice ahora que no. Pero la citada comisión funcionó durante un año.
Entonces, señor Presidente , se trata de algo supersimple: todos debemos hacer un aporte para generar un salto en la modernización de la educación. Los profesores tienen demandas, pero la sociedad también las tiene con respecto a ellos. Esta es la oportunidad para atenderlas. Disponemos de 14 días para producir avances significativos que, de lo contrario, no se van a concretar.
Si simplemente se aprueba la Partida Ministerio de Educación, ¿qué va a ocurrir en marzo? Nada. Todo será idéntico. Los profesores van a seguir reclamando por la deuda histórica y el Estado continuará sin haber generado un avance importante.
Como sostuvo el Senador señor Espina, ¿por qué no aprovechamos el talento, la capacidad y la oportunidad existentes en el Senado para efectuar un desarrollo significativo en estas materias?
Reitero: aquí estamos perdiendo esa oportunidad.
Me impresiona la falta de visión de algunos integrantes del Gobierno, quienes miran esto como un asunto simplemente técnico. ¡Por favor! Si el tema es distinto. Muchas veces las políticas públicas cuajan, calzan, avanzan, pero no en un pizarrón de laboratorio. De modo que es posible progresar y generar saltos enormes cuando las coyunturas políticas lo permiten. Y este es el momento de hacerlo.
Me gustaría que alguien me explicara qué lograremos si se aprueba esta Partida. Avance en modernización de la educación: cero; mejoría en la gestión: cero; mejoría en el Estatuto Docente: cero; mejoría en la evaluación de los profesores: cero; reparación a los profesores: cero.
Entonces, señor Presidente , ¿por qué nos negamos al más elemental sentido común? Aprovechemos esta oportunidad para dar un salto cualitativo en la educación.
El señor NOVOA (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Cantero.
El señor CANTERO.-
Señor Presidente , parece bastante criticable y reprochable que ciertos parlamentarios sostengan que aquí hay una cuestión de responsabilidad, Es decir, que unos son responsables y otros no; que unos cuidan el bien común y -a buen entendedor- otros no lo hacen adecuadamente.
Además, otros hablan de obligaciones constitucionales y legales.
Precisamente, por todo eso, quiero entregar mi punto de vista en sentido contrario.
En mi opinión, sentirse dueños de la verdad -aunque no lo sean- y que todos los demás estén equivocados -los profesores de Chile, entre otros que están movilizados-, y que se acuse de equívocos y de actitudes perversas, me parece precisamente equívoco y perverso.
A mi juicio, todo esto se ha desencadenado porque ha habido una tremenda falta de criterio de parte del Gobierno al desconocer que efectivamente existen la aflictiva situación del profesorado y la deuda histórica. En lo referente al bono SAE y al daño previsional, se ha desentendido de ambos problemas.
De tal manera que no estamos hablando de una cuestión técnica de presupuesto, sino de un asunto político. En mi opinión, lo que aquí se requiere es una señal política.
Por eso, cuando se habla de que se actúa con mezquindad, con miopía, con una visión demasiado temporal y con verdaderas actitudes de chantaje intelectual -burdas, en todo caso-; cuando se declara que se está afectando a los niños de Chile, que no tendremos becas ni programas de alimentación y que se van a cerrar los jardines infantiles, ¡pamplinas!
Precisamente por estar preocupados del bien común y querer actuar con responsabilidad, pero sobre todo con coherencia ética, manifestamos que existen la deuda histórica y el daño previsional, y que se debe dar respuesta a tales materias. Y ese es todo el punto.
Sin embargo, el Gobierno se ha cerrado.
Ahora bien, han aparecido otros comentarios que pintan al profesorado, al magisterio chileno, como el gran responsable de la desastrosa calidad de la educación. No concuerdo con ese criterio.
¿Tienen responsabilidad los profesores? Sí, en parte. Sin embargo, quizás el mayor responsable de la mala educación en Chile sea el Parlamento y las autoridades que han conducido la política educacional, porque hemos estado frente a una dicotomía entre el rol del Estado y el del mercado. Y dejamos que actúe impunemente el mercado libre, permitiendo que engañe a millones de jóvenes con una educación cuya calidad es bastarda, que simplemente busca el lucro.
Pero, ¿cómo hemos reaccionado frente a ello? Aprobamos la Ley General de Educación, respecto de la cual se piensa que será la panacea y que la Superintendencia de Educación va a regular el mercado -todo se mira con una lógica de mercado- y la Agencia Acreditadora teóricamente vigilará la calidad de la educación.
Sin embargo, los problemas estructurales de fondo -la mala remuneración de los docentes; la escasa formación de los profesores y las deficientes condiciones para que se preparen mejor-, no los hemos abordado; lo de la municipalización de la educación -insostenible a estas alturas- requiere de una vez por todas ser atendido.
¡No! ¡Esos temas no se ven, porque los profesores pueden esperar!
Nos justificamos diciendo que hay problemas económicos. Pero hemos dilapidado millones de dólares en una línea de ferrocarril al sur, con inauguraciones fastuosas y cocteles para celebrar un tren que no existe, que no circula, que solo tiene estaciones.
También hemos despilfarrado miles de millones de dólares en ese esperpento, esa aberración que es el Transantiago. Con una fracción de esos recursos dejaríamos felices a los profesores de Chile.
Hablamos de cobertura universitaria, y hacemos gárgaras con ella y con la primera generación de jóvenes que ingresa a la educación superior. Sin embargo, no damos el dato complementario de cuántos de ellos obtienen un título profesional.
A mi juicio, las cosas están mal enfocadas. No es responsabilidad del Magisterio la mala calidad de la educación en Chile.
Los problemas estructurales no han sido atendidos.
Pero, pregunto -y lo hago con total sinceridad-, ¿tales errores constituyen omisiones o son interesados?
¿Por qué lo digo? Porque al mirar el acuerdo sobre reforma de la educación -que en La Moneda ciertos sectores celebraron levantando las manos ¡felices!- y lo que ha pasado, concretamente, en estos 20 años de Gobiernos de Concertación, pareciera que toda la historia de Chile empezara con ellos; que nadie hubiese hecho nada antes; que todo partiera cuando llega al poder ese conglomerado. Y desconocen que el modelo económico lo heredaron. ¡Y no le han cambiado un ápice! ¡Siguen administrando el modelo que dejó el General!
¿Y qué es lo efectivo? Cuando recibieron el Gobierno, el 70 por ciento de la matrícula en educación pública tenía características de subvencionada, y solo 30 por ciento era particular o particular subvencionada.
¿Cuál es la realidad de hoy? Que, por la vía de seguir destruyendo la educación pública, se presenta una situación muy paradójica: más de la mitad de la matrícula estudiantil chilena se encuentra en manos de la educación particular o en las de la particular subvencionada, en la cual muchos tienen negocios.
¡Esa es la verdad! ¡Un hecho de la causa!
Hablamos de la mala calidad en los resultados de las pruebas nacionales. ¡Por supuesto! Tenemos un Ministerio de Educación que, en mi opinión, ha sido verdaderamente mediocre. ¡No puedo olvidar a ese Secretario de Estado que sale corriendo de su Cartera, dejándola botada, para ir a atender la campaña presidencial -no estoy hablando de este Gobierno, sino de uno anterior- y que después, como premio, volvió a dirigir otro Ministerio!
En definitiva, el Ministerio de Educación ha sido manejado más bien con los pies que con la cabeza. ¡Se hacen mal las cosas! ¡No hemos llevado a nuestra gente joven a la revolución en las tecnologías de información; no hemos hecho un esfuerzo significativo para establecer una buena carrera docente; no hemos solucionado de una vez por todas el problema de la municipalización de la educación, eliminándola!
¡Cómo es posible continuar con eso!
Recuerdo el caso de algunos alcaldes que ni siquiera habían cursado octavo básico y dirigían municipalidades con miles de profesores que estudiaron cinco años.
No puedo olvidar a esos profesores que a veces debieron firmar certificados a alcaldes para falsificar su formación básica y media.
En cuanto a las remuneraciones, ¡me parece francamente preocupante el monto de la subvención!
¡Se hacen gárgaras con la educación! No obstante, la subvención alcanza a 33 mil pesos por alumno. Y ese hecho ¡por Dios que es funcional a que se siga privatizando la enseñanza!
Todos los estudios demuestran que, para alcanzar el estándar de calidad de la enseñanza que queremos, se requiere una subvención de 66 mil pesos. Sin embargo, nosotros entregamos la mitad.
¡Esa es la razón por la cual se están yendo tantos alumnos a la educación particular subvencionada!
Estimo que la institucionalidad pública ha sido funcional al proceso de emigración desde el ámbito público hacia el privado.
Y a ello agreguemos toda esta secuela de movilizaciones que, por cierto, va a seguir dañando a los estudiantes. Con seguridad, 2, 3 ó 4 por ciento de la matrícula del próximo año se va a volcar también a la educación particular subvencionada.
Por las razones expuestas, señor Presidente, pienso que debemos entregar gestos de responsabilidad: cuidar el bien común, cautelar que se cumplan los derechos constitucionales, pero, sobre todo, la responsabilidad ética.
Voto que no.
--(Aplausos en tribunas).
El señor NOVOA (Presidente).-
Por haber llegado la hora, se levanta la sesión.
--Se levantó a las 12:59.
Manuel Ocaña Vergara
Jefe de la Redacción