Labor Parlamentaria
Diario de sesiones
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Índice
- DOCUMENTO
- PORTADA
- I. ASISTENCIA
- II. APERTURA DE LA SESIÓN
- III.
ORDEN DEL DÍA
-
PRESUPUESTOS DE SECTOR PÚBLICO PARA 2010
- ANTECEDENTE
- ACUERDO DE COMITÉS
- DEBATE
- INTERVENCIÓN : Andres Allamand Zavala
- INTERVENCIÓN : Juan Pablo Letelier Morel
- INTERVENCIÓN : Roberto Munoz Barra
- INTERVENCIÓN : Miguel Adolfo Zaldivar Larrain
- INTERVENCIÓN : Jose Antonio Gomez Urrutia
- INTERVENCIÓN : Jorge Pizarro Soto
- INTERVENCIÓN : Juan Antonio Coloma Correa
- DEBATE
- DEBATE
- INDICACIÓN
- Alejandro Navarro Brain
- INDICACIÓN
- DEBATE
- INTERVENCIÓN : Miguel Adolfo Zaldivar Larrain
- INTERVENCIÓN : Baldo Prokurica Prokurica
- INTERVENCIÓN : Juan Pablo Letelier Morel
- INTERVENCIÓN : Hernan Larrain Fernandez
- INTERVENCIÓN : Carlos Antonio Karim Bianchi Chelech
- INTERVENCIÓN : Roberto Munoz Barra
- INTERVENCIÓN : Jose Garcia Ruminot
- INTERVENCIÓN : Hernan Larrain Fernandez
-
PRESUPUESTOS DE SECTOR PÚBLICO PARA 2010
- CIERRE DE LA SESIÓN
Notas aclaratorias
- Debido a que muchos de estos documentos han sido adquiridos desde un ejemplar en papel, procesados por digitalización y posterior reconocimiento óptico de caracteres (OCR), es que pueden presentar errores tipográficos menores que no dificultan la correcta comprensión de su contenido.
- Para priorizar la vizualización del contenido relevante, y dada su extensión, se ha omitido la sección "Indice" de los documentos.
REPÚBLICA DE CHILE
DIARIO DE SESIONES DEL SENADO
PUBLICACIÓN OFICIAL
LEGISLATURA 357ª
Sesión 67ª, en miércoles 11 de noviembre de 2009
Especial
(De 22:8 a 0:5)
PRESIDENCIA DEL SEÑOR JOVINO NOVOA VÁSQUEZ, PRESIDENTE
SECRETARIO, EL SEÑOR CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR
____________________
Í N D I C E
Versión Taquigráfica
Pág.
I. ASISTENCIA.....................................................................
II. APERTURA DE LA SESIÓN.............................................
III. ORDEN DEL DIA:
Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, de Presupuestos del Sector
Público para el año 2010 (6707-05) (queda pendiente su discusión)......
Acuerdos de Comités....................
I. ASISTENCIA
Asistieron los señores:
--Allamand Zavala, Andrés
--Alvear Valenzuela, Soledad
--Arancibia Reyes, Jorge
--Bianchi Chelech, Carlos
--Cantero Ojeda, Carlos
--Chadwick Piñera, Andrés
--Coloma Correa, Juan Antonio
--Escalona Medina, Camilo
--Espina Otero, Alberto
--Flores Labra, Fernando
--Frei Ruiz-Tagle, Eduardo
--García Ruminot, José
--Gazmuri Mujica, Jaime
--Gómez Urrutia, José Antonio
--Kuschel Silva, Carlos
--Larraín Fernández, Hernán
--Letelier Morel, Juan Pablo
--Longueira Montes, Pablo
--Matthei Fornet, Evelyn
--Muñoz Aburto, Pedro
--Muñoz Barra, Roberto
--Novoa Vásquez, Jovino
--Ominami Pascual, Carlos
--Orpis Bouchón, Jaime
--Pérez Varela, Víctor
--Pizarro Soto, Jorge
--Prokurica Prokurica, Baldo
--Ruiz-Esquide Jara, Mariano
--Sabag Castillo, Hosaín
--Zaldívar Larraín, Adolfo
Concurrieron, además, el Ministro de Hacienda , señor Andrés Velasco Brañes, y el Director de Presupuestos , señor Alberto Arenas de Mesa.
Actuó de Secretario el señor Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el señor José Luis Alliende Leiva.
II. APERTURA DE LA SESIÓN
--Se abrió la sesión a las 22:8, en presencia de 29 señores Senadores.
El señor NOVOA (Presidente).- En nombre de Dios, se abre la sesión.
III. ORDEN DEL DÍA
PRESUPUESTOS DE SECTOR PÚBLICO PARA 2010
El señor NOVOA ( Presidente ).-
Corresponde proseguir la discusión del proyecto de Ley de Presupuestos del sector público para el año 2010, con informe de la Comisión Especial Mixta de Presupuestos.
--Los antecedentes sobre el proyecto (6707-05) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
Se da cuenta del mensaje en sesión 54ª, en 6 de octubre de 2009.
En segundo trámite, sesión 64ª, en 11 de noviembre de 2009.
Informe de Comisión:
Especial Mixta de Presupuestos, sesión 64ª, en 11 de noviembre de 2009.
El señor PIZARRO.-
Pido reunión de Comités, señor Presidente .
El señor NOVOA (Presidente).-
Se suspende la sesión para ese efecto.
)-------------------(
--Se suspendió a las 22:08.
--Se reanudó a las 22:21.
)----------(
El señor NOVOA (Presidente).-
Continúa la sesión.
Tiene la palabra el señor Secretario, para informar sobre el acuerdo de Comités.
ACUERDO DE COMITÉS
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
Los Comités, en sesión celebrada hace algunos minutos, unánimemente resolvieron despachar en el curso de la presente sesión, citada hasta las 24, las Partidas 08, Ministerio de Hacienda, y 09, Ministerio de Educación.
El señor NOVOA ( Presidente ).-
Advierto a los asistentes en tribunas que, ante la primera manifestación a favor o en contra de algún Senador o frente a cualquiera interrupción que interfiera el debate, procederé a su desalojo, continuando la sesión sin público. Espero que no sea necesario actuar así.
Por lo tanto, agradeceré seguir el desarrollo de la sesión con el mayor respeto.
Continúa la discusión de la Partida 08, Ministerio de Hacienda.
Tiene la palabra el Senador señor Allamand.
El señor ALLAMAND.-
Señor Presidente, lamento que no se halle en la Sala el señor Ministro de Hacienda, porque es precisamente a quien quiero referirme.
Entonces, no sé si continuar mi intervención o postergarla hasta que él llegue.
El señor NOVOA (Presidente).-
Si Su Señoría prefiere, puedo conceder la palabra a otro Senador.
El señor ALLAMAND.-
No hay inconveniente, pero el señor Ministro tiene la obligación de estar en la Sala. Y creo que, según las normas de caballerosidad, cuando uno va a hacer referencia a la actuación de alguien, debe encontrarse presente.
En consecuencia, lo dejo a su criterio, señor Presidente.
El señor NOVOA ( Presidente ).-
No tengo problema alguno en que esperemos al señor Ministro .
El señor ALLAMAND.-
Podríamos suspender la sesión por otros cinco minutos.
El señor NOVOA (Presidente).-
Esperemos un poco.
El señor ALLAMAND.-
Ahí viene entrando el señor Ministro .
El señor NOVOA (Presidente).-
Puede continuar el Senador señor Allamand.
El señor ALLAMAND.-
Agradeceré a la Mesa descontarme el tiempo correspondiente.
Señor Presidente, voy a exponer tres consideraciones.
La primera dice relación a lo señalado por algunos destacados miembros del Gobierno y ciertos Honorables colegas, en el sentido de que no querían que se produjese una derrota política del Gobierno de la Presidenta Bachelet a propósito de esta discusión.
Realmente, eso resulta incomprensible si se considera, por ejemplo, que el Presidente del Partido Demócrata Cristiano votó en contra de la proposición presupuestaria de la Jefa del Estado en la Cámara de Diputados, donde la Concertación es mayoría.
En consecuencia, todos los cargos que se formulan a la Oposición -como señaló el Senador señor Larraín -, en los hechos deben hacerse a las bancadas de Gobierno.
En consecuencia, nos encontramos frente a un acto de incoherencia verdaderamente supremo.
En segundo lugar, quiero hacer presente que en la mañana de hoy los Comités de la Coalición por el Cambio sostuvieron una reunión con el señor Ministro de Hacienda .
Yo renuncié al derecho -el año pasado, cuando se trató el proyecto de Ley de Presupuestos, lo ejerció el Senador Pizarro- de pedir que no ingresara a la Sala alguno de los asistentes de ese Secretario de Estado , en señal de rechazo y repudio a la actitud asumida la semana anterior.
¿Qué fue lo único que se solicitó al Ministro señor Velasco?
¡Nada humillante ni cosa parecida! Según manifestó de manera muy adecuada el Senador señor Coloma , se le pidió, simplemente, que reafirmara un compromiso que no es más que el cumplimiento de su obligación legal.
Ello, porque, con motivo del episodio de la semana pasada -al señor Velasco no le gusta que se lo recuerden-, él se excusó y dijo: "Cometí una torpeza. Estaba mirando una página web. Fue una desatención. Discúlpenme por ese hecho".
Son, más o menos, las mismas palabras que empleó ahora.
Señor Presidente , no se trató de ninguna desatención. Y, en definitiva, no se disculpó, porque lo que estaba haciendo no era mirar inadvertidamente y por descuido una página web: él se hallaba, en horas de oficina y en el ejercicio de su cargo, interactuando con personas de su Ministerio para formular una proposición programática para la candidatura presidencial del Senador señor Frei .
Eso es ilegal y antirreglamentario. Choca frontalmente con el instructivo de la Contraloría General de la República que rige tanto para sus actuaciones como para las de sus subalternos.
¿Qué fue lo único que le solicitamos hoy? Un compromiso de honor, que él es renuente a contraer. Que exprese al Senado -la vez anterior no dijo la verdad-, algo tan simple como lo siguiente: "En el ejercicio de mi cargo, en el cumplimiento de mis tareas en horas de oficina, no voy a hacer proselitismo político".
¡Algo tan simple como eso! Sin embargo, ese compromiso de honor tan elemental lo escabulle el señor Ministro de Hacienda , lo soslaya y vuelve a dar la misma mala explicación de hace una semana.
En consecuencia, señor Presidente , quiero reiterar, con la mejor buena fe, la solicitud de que el señor Ministro cumpla aquello a lo que se comprometió en la mañana, y que nos dé su palabra de honor de que en el ejercicio de su cargo, en horas de oficina, y mucho menos en esta Alta Cámara, no va a volver a hacer proselitismo político por la candidatura de algún personero.
¡Algo tan simple como eso!
El señor NOVOA (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Letelier.
El señor LETELIER.-
Señor Presidente , en pedir no hay engaño, ¿verdad? Pero, con todo respeto, hay ciertos límites.
Está bien que nos encontremos en una campaña política; está bien que tengamos diferencias de opinión. Pero corresponde seguir analizando la Partida del Ministerio de Hacienda del proyecto de Ley de Presupuestos.
Ese debe ser el centro de nuestro debate.
Los Ministros de Estado no se hallan regulados por el instructivo de la Contraloría, pues dependen de la confianza de la Presidenta de la República.
Pero no voy a profundizar en el punto.
Sin duda, lo que algunos quieren hacer en este Hemiciclo va mucho más allá del debate de esta iniciativa: escalar un conflicto, a mi juicio indebida e inconducentemente, tratando de insinuar que el Ministro de Hacienda debe pedir disculpas por sustentar una opinión política.
Lo anterior, en circunstancias de que los parlamentarios que van a la reelección utilizan recursos fiscales -no es mi caso, pero si fuera candidato tal vez lo haría-, utilizan sus oficinas y su tiempo para promover sus candidaturas en un sentido u otro.
Los Gobiernos no son neutros. Y uno puede tener diferentes juicios.
Entiendo que a algunos les molesta eso; que algunos discrepen; que algunos no compartan -estoy tratando de usar todas las acepciones posibles para describir la situación-; pero pretender forzar un pronunciamiento del titular de Hacienda cuando se discute la Partida de esa Cartera, como lo ha hecho el señor Senador que me antecedió en el uso de la palabra, implica escalar un conflicto en una dirección poco conducente.
Lo digo con todo respeto, señor Presidente.
La conducta del señor Ministro no ha sido un agravio al Senado. Discúlpenme, pero yo no me siento ofendido por lo que él hizo. Respeto que el Senador que me precedió u otro se haya sentido de esa manera. Pero la forma excesiva como se ha escalado en el tema me parece una exageración.
Por lo tanto, señor Presidente , le pido que nos aboquemos a la Partida correspondiente -no sé si quedan indicaciones pendientes-, para que la someta a discusión y votación.
He dicho.
El señor NOVOA (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Muñoz Barra.
El señor MUÑOZ BARRA.-
Señor Presidente , mis colegas tendrán que aceptar que soy una persona sumamente prudente en las intervenciones que realizo en esta Sala.
Yo siento respeto por todos los señores Senadores presentes, tanto de Oposición como de Gobierno. Pero considero que en esta oportunidad los estimados colegas de la Oposición están cometiendo un error sin precedentes.
Yo quedo verdaderamente perplejo cuando escucho pedir lo que se le pide al señor Velasco , Ministro de Estado que todos sabemos que es un hombre correcto, que ha desempeñado su cargo bajo condiciones absolutamente importantes para el desarrollo del país y que ha sido aplaudido incluso por aquellos sectores que hoy día se equivocan al plantear lo que solicitan.
Hemos escuchado en reiteradas oportunidades que la actuación del Ministro de Hacienda ha ido más allá de las cosas pequeñas o circunstanciales.
Yo acepto y creo que el Ministro ha sido honesto cuando dice que cometió un error. Pienso que fue solo eso: un error, como los que nosotros cometemos aquí, sin mala intención, al manejar los computadores que tenemos sobre nuestros escritorios. Porque es muy probable que, cuando buscamos información, se traspapele alguna página de un diario electrónico y se termine mirando imágenes -es lo que se le imputó a un colega y lo que puso de relieve la prensa- que no son las correctas ni las que deberían mirarse en el Senado. Sin embargo, en el caso aludido se trató de un error de computación.
El Ministro de Hacienda ya admitió su equivocación. Pero si ahora él hiciera lo que le piden los estimados colegas de la Oposición, en el sentido de empeñar su palabra de honor de que será un hombre correcto, de que no utilizará bienes públicos como el computador, el escritorio y el micrófono que tenemos aquí para otros fines que no sean los que corresponden, creo que en ese mismo instante debería renunciar a su cargo. ¡Porque no puede haber una vejación más grande que esa!
Yo llevo bastante tiempo en el Parlamento y nunca había escuchado, ¡nunca!, un planteamiento por medio del cual se le pidiera a un Ministro de Estado dar su palabra de honor de que se comportará como un hombre correcto y honesto.
Yo llamo respetuosamente a mis estimados colegas a que reflexionen sobre el particular, porque ese es un procedimiento que no está a la altura de tan distinguidos parlamentarios, a quienes respeto.
Aquí se está incurriendo en una exageración. Y son actitudes como esta las que provocan que la opinión pública de repente desconfíe de las resoluciones que nosotros tomamos en esta Corporación.
Por eso -reitero-, creo que se está cometiendo un error. Si los señores Senadores que han formulado la solicitud meditan un poco, no insistirán en ella. Pedirle a un Ministro de Estado que dé su palabra de honor de que va a ser un hombre honesto y correcto no tiene precedentes ni en este Parlamento ni en el que conocí con antelación al pronunciamiento o golpe militar -como se lo quiera llamar-.
He dicho.
El señor NOVOA (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Zaldívar.
El señor ZALDÍVAR (don Adolfo).-
Señor Presidente , con franqueza, quiero decir, con toda responsabilidad, que yo prácticamente creo haber venido a esta sesión porque sé que se va a tratar el tema de la deuda histórica con los profesores. ¡Eso es lo que me interesa!
Y, bueno, ¡para qué andamos con rodeos entre nosotros! Aquí tenemos diferencias. Palabras más, palabras menos, de alguna forma nos hemos ido enredando y me parece que lo lamentable sería no zanjar eso.
En esto, señor Presidente , créame -sé lo difícil que es conducir el Senado, y usted hoy día ha dado una muestra de prudencia y caballerosidad muy grande-, debemos hacer un esfuerzo.
En ese sentido, pienso que nunca hay que acorralar a nadie. No estoy con eso. Y menos aún a propósito de una materia tan delicada como el proyecto de ley de Presupuestos.
Cuando entremos a analizar el problema de la deuda histórica con los profesores, con mi intervención yo espero convencer, ojalá, al señor Ministro . Sé que él es un caballero, un hombre correcto. El problema es que está equivocado. Pero eso es otra cosa. Sin embargo, creo que rechazar la Partida del Ministerio a su cargo -como ocurrió- no corresponde.
Lo que tenemos que hacer es centrarnos en el aspecto que concita nuestra diferencia, la cual radica en la interpretación de un asunto bastante complejo. ¡Ahí sí que se ha acorralado a los profesores, por más de treinta años! ¡Ahí sí que yo diría que ha habido falta de calidad!
El señor Ministro merece todo el respeto. Pero también los profesores merecen todo el respeto. Algunos ya están muertos. Ya veremos esto cuando se analice el tema.
Pero ahora, señor Presidente , yo le pediría al Senado, claramente, aprobar la Partida. No es propio venir a exigirle a un Ministro de Estado una declaración en el sentido que se ha planteado. Y si él cometió un error -todos los hemos cometido-, a mí me basta con lo que se ha expresado.
Pero de ahí a tensionar las instituciones o a ponernos en entredicho frente a una situación tan delicada, no me parece adecuado.
Por eso, señor Presidente , yo manifiesto mi decisión de aprobar la indicación que el Ejecutivo ha traído para reponer la Partida -creo que nadie puede negarse a ello-, para entrar, ahora sí, al fondo del problema.
Entendiendo que es legítimo lo que ha ocurrido, a muchos nos ha llevado a una situación extrema.
Cuando una Ministra de Estado , una señora respetable, sostiene que la deuda histórica no existe, o el Ministro de Hacienda -quiero ser bien preciso- al ser consultado contesta: "¿Qué cosa es eso?", uno queda con la impresión de que también ha habido un abuso, reiterado, de parte de esas autoridades.
Pero no creo que el Senado tenga que perder la cordura.
Por lo tanto, tal como ha sugerido el señor Ministro , entremos a discutir el problema con responsabilidad y seriedad. Sin embargo, quiero pedirle a él que cuando se discuta el tema, con seriedad y con responsabilidad, se abra a los argumentos de fondo, que existen, y no se asile en una cerrazón o en alguna cuestión que no tenga lógica.
Pero bueno, ¡para qué adelanto lo que voy a decir en mi segunda intervención!
Por todo lo anterior, señor Presidente, quiero pedirle a la Sala que apruebe la Partida respectiva. Creo que ese era el sentido del planteamiento del Senador señor Larraín. Pero palabras sacan palabras.
En consecuencia, aprobemos la indicación del Ejecutivo y vayamos al fondo del asunto, que es cómo hoy día la sociedad chilena, no el Gobierno, le responde a nuestros profesores.
He dicho.
El señor NOVOA ( Presidente ).-
Efectivamente, señor Senador, en su momento pondré en votación la indicación del Ejecutivo.
Han pedido la palabra el Honorable señor Gómez y el señor Ministro de Hacienda .
Si le parece al señor Ministro , primero se la concederé al señor Senador.
Luego se procederá a votar la indicación.
Tiene la palabra el Honorable señor Gómez.
El señor GÓMEZ.-
Señor Presidente , he escuchado en la Sala a algunos colegas declarar que el rechazo de la deuda histórica o de los presupuestos de Educación y de Hacienda tiende a generar una derrota a la Presidenta Bachelet .
Yo no represento a los casi 80 Diputados de todas las bancadas que rechazaron las Partidas correspondientes a esos Ministerios. Sin embargo, considero que el único objetivo de ese pronunciamiento negativo era conformar una mesa con los profesores para buscar una fórmula de solución al problema que ellos enfrentan y que hoy nosotros estamos viendo en el Parlamento.
En esa perspectiva he tomado mi decisión.
Y pedí la palabra para decir lo siguiente.
Es público y notorio que tengo muchas y varias diferencias con el señor Ministro de Hacienda, que no puedo decir que sea "santo de mi devoción" en las discusiones.
Pero lo que resulta inaceptable es que a un Ministro de Estado se le pida su palabra de que se comportará en cierto sentido. Y es inaceptable porque ninguno de los Senadores aquí presentes puede decir que nunca ha ocupado su computador en otras cosas que no sea trabajar.
Un Ministro no tiene por qué carecer de la alternativa de sustentar una posición política y de manifestar lo que a él le parezca en el momento que estime conveniente. Lo que hizo aquí el titular de Hacienda no constituye error alguno, porque tiene todo el derecho a opinar y a realizar las actividades que él considere adecuadas en esta Sala. Estaba discutiendo el Presupuesto y lo demás, como dijo una señora Senadora , es majadería.
Por lo tanto, lo que nosotros tenemos que hacer ahora es tratar de llegar a un arreglo para terminar con la huelga del estamento docente, que está afectando a muchos niños y a muchas familias, y también con la deuda histórica, que está afectando a los profesores. Eso es lo que debiéramos tratar de hacer. Si no, esto se encajonará en otro campo. Y en este otro campo los perjudicados ya van a ser finalmente los profesores y el objetivo final que teníamos. Porque eso nos lleva a una disputa de otra naturaleza.
Mi opción, señor Presidente , es que ojalá durante el debate se pueda llegar a algún acuerdo y, en definitiva, resolver el punto central que a todos nos preocupa: la denominada "deuda histórica". Espero que eso ocurra, para evitar una conflictividad como la que hoy estamos viviendo en el Senado.
He dicho.
El señor NOVOA (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro.
El señor VELASCO ( Ministro de Hacienda ).-
Señor Presidente , nos encontramos ante un Presupuesto de casi 40 mil millones de dólares. Por consiguiente, pienso que el tiempo lo podríamos invertir valiosamente en centrarnos en su discusión.
Sin embargo, me voy a tomar un minuto, pues no puedo dejar pasar la afirmación del Senador señor Allamand en cuanto a que yo habría faltado a la verdad.
Me ha sacado en cara haber repetido la misma explicación de la semana anterior.
Quiero manifestar, muy serenamente, que creo que la consistencia es una virtud. Y yo aquí he sido consistente.
La semana pasada efectué un planteamiento ante la Comisión Especial Mixta de Presupuestos que fue aceptado por los Senadores. Y hoy lo he repetido, señor Presidente, como corresponde.
Por eso yo no dejo pasar la afirmación en orden a que, de un modo u otro, he faltado a la verdad.
Deseo añadir que, tras cuatro años ejerciendo mi cargo y viniendo dos veces por semana a esta Sala, las Senadoras y los Senadores presentes y el país me conocen. Y saben que, más allá de acuerdos o desacuerdos, no cabe ninguna duda -yo, ciertamente, tengo la convicción total- de que he ejercido mi cargo con responsabilidad y con el sentido de las obligaciones que él me impone. Jamás se me cruzaría por la mente utilizarlo para otro tipo de actividades.
Y por eso, señor Presidente, he dicho lo que he dicho en esta Sala, y lo reitero ahora con mucha fuerza.
Finalmente, quiero manifestar que me parecería increíble imaginar que, para mandar una señal política de cualquier naturaleza, se hubiese impedido o se pretendiera impedir que asistiera a esta sesión el equipo de la Dirección de Presupuestos, en circunstancias de que hay proyectos y programas por -como lo dije al comienzo- decenas de miles de millones de dólares que merecen una discusión detallada con toda la gente que ha armado el Presupuesto. Pensar que el país se podría beneficiar dejando afuera a ese equipo, solo en aras de enviar algún tipo de señal política, representa, francamente, un criterio que a mí me cuesta mucho compartir. Y me es difícil imaginar que algún ciudadano de la República lo pudiese compartir.
El señor ALLAMAND .-
¡Pasó el año pasado!
El señor NOVOA ( Presidente ).-
Ruego no interrumpir.
El señor VELASCO ( Ministro de Hacienda ).-
¡Que haya ocurrido no significa que sea deseable, señor Senador , por su intermedio, señor Presidente!
El señor NOVOA (Presidente).-
Evitemos los diálogos.
El señor VELASCO ( Ministro de Hacienda ).-
Por eso, termino reiterando lo que señalé al comienzo.
Creo que la labor y la responsabilidad de discutir y aprobar este Presupuesto son muy importantes. Y ojalá que nos podamos abocar a ello.
Gracias, señor Presidente.
El señor NOVOA (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Pizarro.
El señor PIZARRO.-
Señor Presidente , creo que nos hizo bien la suspensión, pues ha permitido despejar algunos temas.
Me parece que este debate ayudará a que posteriormente podamos discutir con un poquito más de racionalidad y sin aprovechamiento de coyuntura política el Presupuesto, que es lo que nos convoca y lo importante para todos los chilenos.
Sin embargo, pienso que no se puede dejar pasar, en un debate que, como el Senador Coloma señaló al inicio, es político, el que uno claramente tenga una discrepancia en el fondo y en la forma respecto de lo planteado por parte de dos distinguidos Senadores de la Oposición en contra del señor Ministro de Hacienda .
En el fondo, porque lo que en definitiva buscan con su actitud y las exigencias de compromisos de honor al Ministro de Hacienda en orden a cumplir con determinadas normas es, sin duda, un objetivo político muy claro: menoscabar la figura del Ministro . Y eso obedece, no a la inquietud sana, personal o particular de los Senadores, sino a un planteamiento político y a un objetivo político-electoral.
Incuestionablemente, refleja soberbia, intolerancia. Pretender que Ministros que son políticos -de un Gobierno elegido por una mayoría de chilenos para ejercer y llevar adelante un programa de gobierno que ha sido ratificado por la ciudadanía democráticamente- no tengan opinión política, no cumplan una función política, no puedan debatir política ni hacer aportes políticos, me parece que constituye un acto de intolerancia o significa no entender cómo funciona una democracia en serio y de verdad.
No hay ningún pecado en eso; no hay ningún acto de ilegalidad. Los Secretarios de Estado, de cualquier Gobierno, del signo que sean, son políticos y tienen la obligación de hacer política. Y no se les puede venir a cuestionar o a tratar de menoscabar en su función porque han cometido el "pecado" de decir que tienen una preferencia política o respaldan o no a determinado candidato.
Ahí es donde está el tema. Y ahí es donde creo que está presente la teoría del desalojo, que se ha llevado a la práctica amedrentando no solo a un Ministro de Hacienda , sino a miles de ciudadanos a los que se pretende impedir que ejerzan su derecho democrático a tener opinión política y a escoger su opción en materia presidencial.
¡Si no tenían por qué venir a exigir nada!
Si algunos creen que el señor Ministro de Hacienda incurrió en algún acto ilegal, basta que hagan lo que ya han hecho con varios otros: mandar oficios a la Contraloría y exigirle al Contralor que aplique las normas de sus propios instructivos.
¡Han llegado hasta la ridiculez de acusar a algunos Ministros ante la Contraloría porque han dicho que votarán por determinado candidato!
Eso es lo que deberían haber hecho, y no venir a aprovechar una coyuntura, en el contexto de las legítimas demandas de sectores sociales, para generar aquí una humillación o un menoscabo a la dignidad de un servidor público que ha ejercido su cargo de manera brillante.
Ese es el problema.
Si el Ministro de Hacienda contara con 20 por ciento de aprobación, los de la Oposición no estarían preocupados. Lo que pasa es que la percepción ciudadana es completamente distinta. Y cuando un Ministro como el de Hacienda actual emite una opinión política -tiene todo el derecho a hacerlo- el susto que le viene a la Oposición es de orden electoral. Porque ese Secretario de Estado , efectivamente, genera en la opinión pública una influencia en determinado sentido.
Y ese es el fondo del asunto.
Yo lamento profundamente que el Presidente de un partido y un Senador talentoso hayan venido acá a aprovecharse de una coyuntura particular y especial de la discusión del Presupuesto para tratar de menoscabar el prestigio y el sentido de la ética de una persona que ha demostrado ser intachable en el ejercicio de su función.
He dicho.
El señor NOVOA ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Senador señor Chadwick, y después se pondrá en discusión la indicación presentada por el Ejecutivo para reponer la Partida 08 Ministerio de Hacienda, que fue rechazada por la Cámara de Diputados.
El señor CHADWICK.-
Señor Presidente , quisiera darle una interrupción al Honorable señor Coloma porque creo que lo que plantearé es exactamente coincidente con lo que Su Señoría puede señalar. Y él originó con su pregunta la inquietud que yo quería hacer presente.
El señor NOVOA ( Presidente ).-
Señores Senadores, no voy a permitir que se siga discutiendo un tema que no tiene relación con el objetivo de la citación.
Hubo una reunión hoy día en la mañana y por eso permití esta discusión.
Le otorgaré brevemente la palabra al Honorable señor Coloma y después se someterá a discusión y votación la indicación del Ejecutivo.
Puede intervenir Su Señoría.
El señor COLOMA.-
Señor Presidente , a veces los cuidados del sacristán afectan al señor cura.
Yo lo único que quería era oír exactamente lo que el Ministro de Hacienda dijo en su última intervención. Y me siento del todo satisfecho justamente por eso.
No costaba tanto hacerlo después de una hora. Era simplemente decir que uno debe ejercer el cargo con responsabilidad; que su disposición era concentrarse en la misión ministerial, y que no usará los bienes para otro sentido.
¡Era tan simple y, a la vez, tan importante como eso, señor Presidente!
Así, uno puede dar garantía de revertir una votación que viene de la Cámara de Diputados y que -recordemos- contó con los votos de la Concertación.
Eso fue lo que conversamos en la mañana. Eso fue lo que planteé.
Me doy plenamente satisfecho porque aquello era lo que deseábamos escuchar.
He dicho.
El señor NOVOA (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario para leer la indicación presentada por el Ejecutivo.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
Se trata de la indicación número 3, recaída en la Partida 08 Ministerio de Hacienda.
Dice: "Repónganse, en todos los capítulos y programas de estas Partidas, los gastos variables que hayan sido disminuidos a $ 1 miles en el oficio de la Cámara de Diputados, adecuándose a las cifras que originalmente estuvieron contempladas en el Informe de la Comisión Especial Mixta de Presupuestos.
"Como consecuencia de esta indicación, cabe entender modificados los rubros superiores de agregación.".
El señor NOVOA (Presidente).-
En discusión.
Tiene la palabra el Honorable señor Zaldívar.
El señor ZALDÍVAR (don Adolfo).-
Señor Presidente , creo que ya está claro. Así que propongo a la Sala aprobar la indicación.
El señor NOVOA (Presidente).-
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
En votación.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor NOVOA (Presidente).-
Terminada la votación.
--Se aprueba la indicación número 3 del Ejecutivo , que repone la Partida 08 Ministerio de Hacienda (26 votos favorables).
Votaron las señoras Alvear y Matthei y los señores Allamand, Arancibia, Bianchi, Cantero, Chadwick, Coloma, Escalona, Espina, García, Gazmuri, Kuschel, Larraín, Letelier, Longueira, Muñoz Aburto, Muñoz Barra, Ominami, Orpis, Pérez Varela, Pizarro, Prokurica, Ruiz-Esquide, Sabag y Zaldívar.
El señor NOVOA (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
Ha llegado a la Mesa la indicación número 25, del Honorable señor Navarro . Su objetivo es agregar una nueva glosa en el Capítulo 02, Programa 01, Dirección de Presupuestos, que dice lo siguiente:
"Anualmente, el Ministerio de Hacienda, a través de la Dirección de Presupuestos, dará cabal cumplimiento a lo establecido en el Instructivo Presidencial sobre Gobierno Electrónico, en relación a generar los antecedentes que permitan conocer el presupuesto de gasto e inversión en nuevas tecnologías de información y comunicaciones que efectúe anualmente el Gobierno, publicando al respecto un informe detallado en el sitio web www.dipres.cl y enviando copia digital del mismo a las comisiones de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados y de Economía en el Senado.".
El señor NOVOA (Presidente).-
En discusión.
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
En votación.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor NOVOA (Presidente).-
Terminada la votación.
--Se rechaza la indicación número 25 (22 votos contra 1 y una abstención).
Votaron por la negativa las señoras Alvear y Matthei y los señores Arancibia, Chadwick, Coloma, Escalona, Espina, Flores, García, Kuschel, Larraín, Letelier, Longueira, Muñoz Aburto, Muñoz Barra, Novoa, Pérez Varela, Pizarro, Prokurica, Ruiz-Esquide, Sabag y Zaldívar.
Votó por la afirmativa el señor Ominami.
Se abstuvo el señor Cantero.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
Cabe señalar que, al aprobarse la indicación del Ejecutivo, la Partida 08 se entiende votada.
El señor NOVOA (Presidente).-
Ella ha sido repuesta enteramente.
Por lo tanto, ha quedado aprobada.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
En seguida, corresponde ocuparse de la Partida 09 Ministerio de Educación.
Respecto de ella, la Cámara de Diputados ha comunicado lo siguiente: "En la presente Partida han sido rebajados todos los gastos variables a $ 1 miles, siendo traspasados sus montos respectivos al subtítulo Saldo Final de Caja de cada una de ellas.". Agrega que "No se ha incorporado el detalle presupuestario de los cambios en cada uno de los Capítulos y Programas modificados.".
En cuanto a esta Partida, se ha recibido una indicación del Ejecutivo -la número 4-, que es del siguiente tenor:
"09 MINISTERIO DE EDUCACIÓN
"Repónganse, en todos los capítulos y programas de estas Partidas, los gastos variables que hayan sido disminuidos a $ 1 miles en el oficio de la Cámara de Diputados, adecuándose a las cifras que originalmente estuvieron contempladas en el Informe de la Comisión Especial Mixta de Presupuestos.
"Como consecuencia de esta indicación, cabe entender modificados los rubros superiores de agregación.".
El señor NOVOA (Presidente).-
En discusión la indicación.
Tiene la palabra el Honorable señor Zaldívar.
El señor ZALDÍVAR (don Adolfo).-
Señor Presidente , de partida, quiero pedirle más tiempo, porque seguramente voy a necesitar un par de minutos adicionales a los cinco que me corresponden, ya que deseo centrar bien mi alegato en esta materia.
En lo que respecta al problema que se denomina "deuda histórica" o como desee llamarse, se ha querido desconocer por los Gobiernos -no de ahora, sino de hace bastantes años- una obligación que nació producto de una ley.
Cuando los profesores eran parte del Ministerio de Educación, en el Régimen militar se cambió sustancialmente su situación y fueron trasladados a los municipios. A raíz de ello, el Gobierno de la época -¡el Gobierno de Chile!, más allá de cualesquiera disquisición que se quiera hacer-, mediante una ley, estableció que se les compensaría a través de una asignación que se pagaría en cuatro cuotas iguales, anuales y sucesivas.
El primer año cumplió con la normativa, cumplió con esa obligación y pagó.
El segundo año, por razones que curiosamente se repiten de tiempo en tiempo, dijo que no tenía fondos y alegó que estábamos en crisis -¡siempre nuestro país vive en crisis...!-, y se pospuso la obligación por un año, por dos años, por tres años. Y así, llegamos a los Gobiernos de la Concertación.
Recuerdo bien que una de nuestras principales preocupaciones era hacer justicia, entre otros, a los profesores y a quienes de alguna manera habían sido dañados. Incluso, cuestionábamos la municipalización de la educación.
Lamentablemente, esta tarea se fue dejando en el tintero, y los Gobiernos de la Concertación -al igual que el Gobierno militar- no pagaron, no cumplieron.
Algunos profesores tuvieron suerte porque en ciertos municipios la deuda se pagó; otros, recurrieron a los tribunales. Todo ello sucedió después del 5 de octubre de 1988, porque antes era imposible que los docentes hubiesen defendido sus derechos en los tribunales, pues todos sabemos lo que pasaba en esos años.
En determinados casos, la justicia les dio la razón; en otros, no. Y cuando se la dieron, se encontraron también con argumentos muy similares a los que desde hace tiempo esgrime el actual Ministro de Hacienda : no había fondos; los municipios no los tenían.
¡Cómo se iba a cumplir la obligación!
Por eso, cuando me correspondió estar en la Testera el año pasado, me molesté cuando el señor Ministro dijo: "Es un problema judicial". No es un problema judicial; es un problema -seamos claros- de Gobierno, es un problema político; incluso más: es un problema de la sociedad chilena. No escabullamos el bulto.
Lo concreto es que la obligación existe y se encuentra pendiente.
¿Y qué dicen los profesores? No piden el pago completo, íntegro. Ellos se hallan -yo diría- acorralados, angustiados; muchos ya no están: más de 6 ó 7 mil murieron. Lo que quieren es, al menos, una compensación; hablan de reparación.
En esta Corporación, y con razón, hemos tenido buena voluntad para solucionar la situación de los exonerados políticos, cuyo problema ocurrió antes; este es posterior. Pero en este caso uno ve que los gobiernos, en general, lo posponen.
¡Y después decimos que la educación en Chile es mala! ¡Cómo no va a serlo, si no respetamos a nuestros profesores! ¡Ahí está el problema!
¿Qué piden, qué buscan los profesores? Lo que decíamos el año pasado en esta Sala: una reparación. Para quienes ya se retiraron y perciben jubilaciones de hambre -120, 150 ó 160 mil pesos-, piden una pensión razonable, porque además sufrieron daño previsional, ya que todos sabemos lo que ocurrió los primeros años cuando se pasaron del INP a las AFP. Además, ganaban muy poco.
Hoy día uno habla con los docentes, y los que más tienen cuentan con 30 ó 40 millones de pesos, razón por la cual van a obtener jubilaciones de 150 ó 200 mil pesos.
¿Qué se debe hacer? ¿Qué piden? Para los ya jubilados, solicitan una compensación.
Además, señor Ministro , esta suma no se va a pagar de golpe, sino quizás en 4 o 5 años.
Esta gente ya está vieja; espera vivir sus últimos días con algún decoro. Se trata de nuestros profesores, de quienes educaron a nuestros hijos.
Pasemos a la otra petición: que a los que van a jubilar se les enteren algunos fondos más; no es mucho pedir tampoco porque, además, el pago se podría diferir en el tiempo.
Otra cosa que solicitan es un bono compensatorio, a negociar.
¡Es lo que piden!
Ante eso, señor Presidente, observamos que no hay razones, que no se produce una respuesta.
En el Senado hemos visto lo sucedido con otras materias. No es que quiera volver al tema, pero ¿cuánto le ha costado el Transantiago al país? ¡5 mil millones de dólares! ¡Ahí sí que se hizo vista gorda, así como también en otros asuntos donde se han dilapidado los fondos del Fisco, los dineros provenientes de los impuestos de todos los chilenos!
El señor Ministro habla hoy de un presupuesto de 40 mil millones de dólares.
El 5 de octubre de 1988, cuando recuperamos la democracia, el presupuesto no llegaba más allá de 8 mil millones de dólares. ¿Y me dicen que en Chile no hay plata? ¡El problema es que hay mucha, pero se reparte mal!
Llegó el momento de hablar las cosas claras: creo que lo que piden los profesores es de toda justicia y no podemos andar a medias.
¿Por qué lo digo, señor Presidente?
El señor NOVOA ( Presidente ).-
Acabó su tiempo, Su Señoría.
El señor ZALDÍVAR (don Adolfo).-
Le pide que me excuse y le solicito un minuto más.
El señor NOVOA (Presidente).-
Ya le había dado 2.
A todos los señores Senadores que pidan tiempo extra se lo vamos a dar.
El señor ZALDÍVAR (don Adolfo).-
Muy bien. Que se conceda el tiempo que se estime necesario, porque los profesores han esperado 30 años.
¿Sabe lo que está pasando, señor Presidente ? Se buscan argumentos legales, o incluso -yo diría- algunos bastante violentos, contra los docentes.
Quiero recordar que hubo un gran profesor de Derecho, un hombre notable, en la Universidad de Chile. Fue profesor de Derecho Civil; embajador; Ministro integrante de la Corte Suprema . Él nos enseñaba los medios o la forma de extinguir las obligaciones. ¿Cuáles eran? Están, por lo demás, en el artículo 1567 del Código Civil: una -la clásica-, que las partes pueden convenir que la obligación es nula cuando tengan capacidad; las otras van desde el pago, la prestación efectiva de lo que se debe, hasta llegar a la más complicada: la prescripción; no todos los plazos son iguales.
Acá algunos dicen: "Esta deuda no existe; está prescrita". Pero yo les quiero preguntar: ¿durante el Régimen militar, cabía exigir las obligaciones? ¿Podían hacerlo los docentes? Muchos de los que aquí hablan fuerte ¿hablaron fuerte en ese tiempo? ¡No! ¡Por qué les pedimos eso a los profesores: gente débil, con problemas! Y ahora damos el argumento de la prescripción.
Señor Ministro , ese brillante profesor, ese maestro del Derecho, ese hombre ejemplar, fue alguien que no claudicó en el combate a la violación de los derechos humanos. ¡Yo apelo hoy a él! ¡Apelo a lo que nos enseñó!
¿Qué cabe decir respecto de la prescripción? Que también se suspende. ¿O no es así? Deseo recordar que el año pasado en esta Sala el Ministro Viera-Gallo accedió a la petición de formar una comisión para estudiar este problema. ¿Acaso eso no es reconocer la existencia de la obligación? ¡Claro que sí!
Señor Presidente , si hubiese que realizar este alegato en la Corte Suprema, me encantaría hacerlo. Y partiría hablando de su padre, señor Ministro , porque ese profesor fue Eugenio Velasco Letelier , uno de los hombres más brillantes, más íntegros, que he conocido.
Y le pido ahora que, más allá de razones económicas o de cualquier otra cosa, se abra a una razón jurídica de fondo, a una razón de Estado, a fin de contar con una buena educación en Chile.
Por eso, en este momento le demando al Gobierno que cumpla sus obligaciones como corresponde. De lo contrario, ningún chileno en ninguna parte lo va a hacer, ¡basta con que a los profesores hoy les demos vuelta la espalda para que mañana los niños en los colegios piensen y sientan que no vale nada lo que aquellos les dicen!
Aquí hay un problema de fondo.
Por lo tanto, apelo al sentido de justicia y, sobre todo, a la buena disposición del señor Ministro .
¡Ábrase, ábrase de verdad a encontrar una solución al problema!
El señor NOVOA ( Presidente ).-
Como el Honorable señor Zaldívar usó 10 minutos, le voy a otorgar el mismo tiempo a cada Senador que así lo requiera.
Me parece que debemos darnos el tiempo suficiente para efectuar este debate.
Tiene la palabra el Honorable señor Prokurica.
El señor PROKURICA.-
Señor Presidente , voy a ser muy breve.
Son muy escasos los discursos en el Senado, y en el país, en donde no se hable de la calidad de la educación y sus efectos. Sin embargo, nada se dice de lo que sucede con el profesorado, al que se le sigue negando el cumplimento de una deuda que los tribunales de justicia, en varias ocasiones, se la han reconocido y lo han favorecido. En otras no. Pero, por ejemplo, en Vallenar, Chañaral y en otros casos, la justicia ha reconocido la existencia de la deuda.
En esta Corporación se han aprobado al menos 4 proyectos de acuerdo, que hemos suscrito con los Senadores señores Larraín y Zaldívar -lo mismo ha ocurrido en la Cámara Baja-, que solicitan a la Presidenta de la República el estudio de una solución.
No es un acto de demagogia venir a plantear esta situación, señores Senadores. No estamos desde hoy en esto.
¡Cómo se puede negar la existencia de la deuda histórica si en muchos municipios se comenzó a pagar!
Incluso, tengo en mi mano una liquidación que me entregó el presidente del Colegio de Profesores de Vallenar. En ella consta que a un maestro de la comuna de Antofagasta se le empezó a pagar el mes pasado.
¡Aquí está! ¡No es un invento nuestro!
Señor Presidente, lamento que de nuevo el Gobierno no cumpla sus compromisos con un sector tan sensible como el de los docentes.
Si no existe un acuerdo, voy a votar en contra de la Partida del Ministerio de Educación, para dar una señal, una vez más, de que estamos ante una deuda que no se ha cumplido.
Lamento que el Ejecutivo se niegue a pagar un compromiso que tantas veces ha adquirido.
Y quiero recordar -porque en ese minuto yo presidía- lo que dijo el Ministro Viera-Gallo en la sesión del Senado del 25 de noviembre de 2008.
Leo:
"Señor Presidente , además de agradecer a todos los señores Senadores por su contribución a aprobar el Presupuesto," -estábamos tramitando el proyecto de Ley de Presupuestos de ese año- "deseo aclarar que, respecto de la deuda histórica de los profesores -como se ha señalado-, cuando el Gobierno concurrió a dar el aval para que se conformara una Comisión en la Cámara de Diputados, lo hizo porque se reconoce la existencia de dicha deuda y porque se buscará alguna fórmula, dentro de lo que sea económicamente razonable, a fin de resolver ese gravísimo problema.".
¡Qué es eso sino el compromiso del representante del Gobierno ante el Senado sobre la existencia de la deuda en cuestión!
Se asumen compromisos frente a los órganos del Estado, señor Presidente, y después pareciera que no se ha dicho nada.
¡Cómo se van a inscribir nuestros hijos, los jóvenes, en los registros electorales si los Ministros de Estado que empeñan su palabra aquí, ante el Senado, no la cumplen!
El Gobierno se ha hecho a un lado frente a este compromiso.
Y nadie está pidiendo, como se ha expresado en esta Sala, que se pague ahora y el total.
Los profesores han estado abiertos -con el Senador Larraín nos hemos reunido una y mil veces con ellos- a buscar acuerdos, a que se pague parte de la deuda.
Por ejemplo, se elaboró la fórmula -la expuso el Senador Larraín- denominada "tres tercios".
Otra consiste en el pago de bonos -como señaló el colega Zaldívar- para mejorar las pensiones de los profesores, especialmente las de aquellos de avanzada edad que no quieren jubilar.
No voy a repetir los argumentos, pero hay maestros que tienen más de 70 años y siguen haciendo clases. ¿Por qué? Porque saben que si jubilan, señor Ministro , van a pasar hambre.
¿Es mucho pedir que a esos profesores se les otorgue un bono de 100 mil, de 150 mil pesos el día que se pensionen?
Yo les digo derechamente: pareciera que esas cosas no se ven ni se cumplen en estos días.
Junto con otros Senadores hemos escuchado a los dirigentes del magisterio. Y queremos pedirle, señor Ministro, que se abra a discutir este asunto, que genere espacios, porque no los ha habido hasta ahora.
Finalmente, una reflexión.
¿Se les puede pedir a los profesores que mejoren la calidad de la educación si no se cumplen los compromisos contraídos con ellos?
Yo no me voy a equivocar, señor Presidente : en este caso estaré con los profesores, porque creo que no va a mejorar la calidad de la educación sin los docentes, ni mucho menos si, como se ha hecho en el último tiempo, se actúa contra ellos.
He dicho.
El señor NOVOA (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Letelier.
El señor LETELIER.-
Señor Presidente, estimados colegas, quiero hacer una diferencia entre los aspectos formales y los de fondo.
Soy de aquellos que creen que -independiente de cómo se llame- no se cumplió por parte del Estado una obligación que había con los profesores.
Cuando durante la dictadura se hizo el traspaso desde el Ministerio de Educación a los municipios, cuando se encasilló a los docentes, cuando no se les pagó la compensación comprometida, se generó con ese grupo de trabajadores lo que algunos han denominado "deuda histórica".
No fueron ellos los únicos servidores que padecieron una situación de tal índole. Pero eso tampoco es argumento para no reconocer que existe un problema objetivo y que a él se sumaron otros fenómenos: bajos sueldos, daño previsional y, más encima, mucha presión para cambiarse del sistema previsional antiguo al de las AFP, con lo que llegamos a la realidad actual, donde existen pensiones en algunos casos miserables, considerando el rol de los profesores en nuestra sociedad.
Ese es un dato político.
Jurídicamente, hay juicios que han demostrado que la deuda en comento se debe pagar.
Comparto el argumento de que muchos profesores, el Colegio de la Orden o grupos de educadores no iniciaron acciones judiciales porque Chile se encontraba bajo una dictadura y no se sentían en condiciones de llevarlas a cabo.
Esos son los datos políticos.
Señor Presidente, soy partidario de que se busquen los espacios para encontrar mecanismos que permitan solucionar el referido conflicto.
Sin embargo, no creo -y aquí tengo una discrepancia de forma- que votando contra la Partida del Ministerio de Educación se avance en la materia. Algunos pensarán que sí. Personalmente, estimo que no.
Me parece que esa es la cuestión de fondo.
Yo no tengo un problema sustantivo respecto de lo que ha sido a veces el planteamiento del Colegio de Profesores en cuanto a buscar una reparación mediante bonos compensatorios o mecanismos conducentes a mejorar la jubilación de los maestros, inclusive procurando excepciones a la reforma previsional.
Quiero exponerlo, señor Presidente, porque he sido de aquellos que han apoyado a abogados que llevan causas en la materia, quienes incluso han elevado sus planteamientos a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, para que se reconozca la existencia de una deuda que al menos siete municipios no han pagado.
Pero yo quiero separar ese debate de lo ocurrido en las últimas semanas y puntualizar que, en mi concepto, votar contra la indicación pertinente no contribuye a mejorar la calidad de la educación ni ayuda a nuestro país ni a la causa de los profesores.
Pienso que dejar a los alumnos sin clases o tener que participar en un paro, probablemente, tampoco era deseado por la gran mayoría de los maestros.
Tampoco me parece bueno que, en este proceso, el movimiento de los profesores termine derrotado, quebrado o dañado.
Por eso, considero que hay que generar los espacios para buscar el diálogo. Pero -reitero- no creo (esta no es una diferencia de fondo sino formal) que sea la discusión del proyecto de Ley de Presupuestos la instancia apropiada para avanzar en la materia.
No estimo adecuado plantear que los niños no tengan raciones de alimentos el próximo año; que no exista subvención para los procesos educativos; que no se pueda progresar en el mejoramiento de la calidad de la educación en sus diversos ámbitos (necesitamos un avance en este sentido).
Respecto a los profesores existen muchísimos puntos pendientes. Lo hemos conversado en la Comisión de Educación del Senado.
Algunos creen que la propuesta es Educación 20/20. Pero yo pienso que el problema es más profundo que eso.
Sin duda, precisamos generar para los actuales profesores otro tipo de incentivos, relacionados con sus condiciones de trabajo, la cantidad de horas que permanecen en las salas de clases y el tamaño de estas, etcétera. O sea, es menester crear mecanismos distintos. Porque, actualmente, la desvaloración que existe en nuestra sociedad respecto a los profesores es muy amplia. Y eso es malo para el país.
Empero -insisto-, no me parece que votando contra la Partida del Ministerio de Educación se avance.
En este tiempo, sí, se ha logrado generar un consenso creciente en torno a la llamada "deuda histórica", cuestión que muchos han querido partidizar.
En lo personal, considero que este no es un problema de unos versus otros. Aquí se requiere un compromiso de la sociedad para enfrentar la situación. Pero no creo -reitero- que afrontarla en la coyuntura del proyecto de Ley de Presupuestos, dañando algo que todos debemos asegurar, cual es lo que pasa en las aulas, lo que ocurre detrás del Ministerio del ramo, vaya a mejorar la calidad de la educación (por cierto, para mejorarla también es necesario hacerse cargo de esta cuestión).
Otros aspectos han estado también en el planteamiento de los profesores; tienen que ver, por ejemplo, con qué pasa con el bono SAE, mal pagado en algunos casos, según la Contraloría. Y ellos deben ser discutidos, también de frente, en el marco de este debate.
Señor Presidente , voy a votar a favor de la indicación del Ejecutivo, pues estimo que no se avanza en llegar a un acuerdo polarizando más la situación. Por el contrario, pienso que por esa vía se daña la causa de los profesores; se debilita una demanda que, en opinión de algunos de nosotros, es legítima.
Otra cosa es si la deuda que calculó la Comisión Especial de la Cámara de Diputados es pagable.
Se ha hablado de diferentes números: 9 mil millones de dólares, 11 mil millones de dólares, mil millones de dólares.
Todos nos damos cuenta de que la cifra correspondiente al daño real que han sufrido los profesores y otros ciudadanos a partir de incumplimientos durante el Gobierno militar es impagable.
Y por eso saludé cuando el Colegio de Profesores se abrió a la discusión de un bono compensatorio.
Reitero: no es polarizando la situación -como ha ocurrido esta semana- que avanzaremos en esta materia.
Yo votaré a favor, sin que esto cambie en lo más mínimo mi convicción de que hay una deuda pendiente, de la cual nuestra sociedad debe hacerse cargo. Y mientras no nos hagamos cargo de ella, nos va a acompañar. Y en tanto nos acompañe, no será posible enfrentar el problema de la calidad de la educación, que debe resolverse. Ello, porque se estará cuestionando a un agente básico para los procesos educativos: los profesores de nuestro país.
He dicho.
El señor NOVOA (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Larraín.
El señor LARRAÍN .-
Señor Presidente , me parece que la decisión adoptada por la Cámara de Diputados ha sido justa y adecuada a la realidad que les tocó vivir a ella en particular y al Congreso en general con relación a la denominada "deuda histórica". Porque, luego de que el Senado rechazó el año pasado la Partida del Ministerio de Educación, en la Cámara Baja se llegó a un acuerdo entre el Gobierno, los profesores y los Diputados para crear una Comisión encargada de estudiar esa deuda, dimensionarla y ver cómo podía pagarse. Eso abrió esperanza, abrió la ilusión de que finalmente se estaba dando un paso positivo en la dirección de resolver el problema.
Lamentablemente, transcurridos muchos meses, la respuesta última del Gobierno de la Presidenta Bachelet fue exactamente la misma que dieron en su momento las Administraciones de los Presidentes Frei y Lagos: un rotundo "No", un rotundo portazo. Y peor todavía: el argumento final que se ha aducido es que no existe tal deuda histórica.
Entonces, en mi concepto, lo primero que tenemos que hacer es esclarecer los hechos. Claro. Porque si no existe esa deuda, analizarla constituiría probablemente un acto de demagogia o un acto por completo inútil.
Pero la deuda existe.
Brevemente -por razones de tiempo-, debo recordar que en el decreto ley Nº 3.551 se establecieron una asignación reparatoria para los profesores (artículo 40) y otra para los asistentes de la educación (artículo 36), que se empezaron a pagar.
Cuando fueron traspasados a los municipios, se dictó para ellos la ley Nº 18.196, que reconoció el derecho de los trabajadores de la educación (profesores y asistentes), que pasaban a regirse por el Código Laboral, a seguir gozando de la remuneración que tenían al momento del traspaso. Implícitamente, estábamos diciendo que se iban a mantener los derechos, las remuneraciones y los reajustes.
Es del caso puntualizar, señor Presidente , que al decir "remuneración" no se está hablando del sueldo base, sino de los ingresos que perciben los profesores. Y dentro de ellos estaban precisamente las asignaciones del decreto ley Nº 3.551.
Hay, por tanto, una base legal original.
Adicionalmente, existen fallos de los tribunales.
Es cierto que no todos han sido favorables. Porque no siempre la jurisprudencia es la misma. Pero hubo sentencias que les dieron la razón a los profesores.
Por eso me involucré en la materia, pues varias comunas de mi circunscripción -entre otras, Parral y Cauquenes - obtuvieron fallos favorables.
Y por ese mismo motivo hoy día se ventila un juicio ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, ya que Chile no ha cumplido los fallos favorables a los profesores. ¡Porque ni a estos se les ha pagado!
Por tanto, hay un fundamento jurídico en el ámbito judicial.
En seguida, una Ministra dijo: "Es que prescribió".
Bueno. Podrá ser discutible si la deuda prescribió o no. Pero cuando prescribe algo es porque existe. Los actos jurídicos inexistentes no prescriben: solo prescribe algo cuando hay un derecho.
Por consiguiente, cuando la misma Ministra señala "La Contraloría dijo que prescribió" está reconociendo que la deuda existió.
En ese caso podrá no haber un fundamento legal. Pero sí existen fundamentos morales.
Muchas veces en el Congreso hemos aprobado con fundamentos morales normas reparatorias para bastante gente. Lo recordó el Senador señor Zaldívar.
En efecto, el establecimiento de medidas reparatorias para personas que sufrieron violaciones a sus derechos humanos tuvo un fundamento moral, no legal. Y me parecieron bien, justas y probablemente insuficientes con relación al daño causado.
Pero ese es el espíritu. Se trata de una compensación que de alguna manera la sociedad les hace a personas que fueron afectadas por hechos muy graves.
Recordaba el Honorable señor Prokurica que algunos municipios hasta el día de hoy están pagando por concepto de la deuda en cuestión.
Al respecto, yo quisiera que, para mayor constancia de la realidad expuesta, se dejara testimonio en acta de la liquidación de sueldo de un profesor citada por Su Señoría, correspondiente a septiembre de 2009, donde se registra el pago de cierta cantidad por concepto de asignación del decreto ley Nº 3.551.
Están también los proyectos de acuerdo del Senado, señor Presidente.
Deseo recordar que hemos aprobado cuatro -los tengo en mi mano-: en 2000, 2004, 2006 y 2008. Todos fueron firmados, de alguna manera, por integrantes de las diversas bancadas existentes en esta Corporación. Ningún Senador dejó de suscribirlos. ¡Todos fueron aprobados por unanimidad!
Bueno, no quiero entrar en situaciones pintorescas, para no desviar la atención -en aras del tiempo- y para no aparecer con cuestionamientos políticos de otro orden. Pero lo cierto es que allí se expresa un claro consenso del Senado -lo propio hizo la Cámara de Diputados, también por unanimidad- en orden a reconocer la deuda histórica.
Por lo tanto, no entremos en esa discusión, al menos aquí. Porque si alguien dice hoy que no existe la deuda histórica, entonces explíquenme por qué firmaron los proyectos de acuerdo, por qué los aprobaron.
Nadie en esta Corporación tiene derecho a desconocer algo que suscribió o aprobó, según el caso, pues todo ha sido transversal y unánime.
En lo personal, he propuesto varios de esos proyectos de acuerdo, al igual que el Honorable señor Prokurica , desde que se integró al Senado. Y siempre hemos pedido el apoyo de todas las bancas, para que esto nunca se entienda como una cuestión de carácter político.
Finalmente están las expresiones que el propio Ministro Viera-Gallo vertió en esta Sala el 25 de noviembre de 2008, las cuales fueron leídas recién por el Senador Prokurica.
Es decir, hay un reconocimiento de la deuda.
¡Si lo único nuevo fue que el Gobierno siempre dijo que no, salvo el año pasado! Y eso motivó la apertura de la puerta, la apertura de la esperanza.
Empero, al final de esa apertura, señor Presidente, de nuevo nos hemos encontrado con un portazo.
¡Para qué dijeron que sí, para qué abrieron ese proceso, cuando al final iban a llegar a la misma conclusión a que habían arribado antes!
¡Eso es una burla, no solo para los profesores -por cierto que lo es-, sino también para el Congreso! Porque al Parlamento se le señaló que se iba a estudiar la deuda y que se iba a buscar una solución. ¿Y qué pasó a la hora de los quiubos! ¡Nada! ¡Otra vez el portazo!
Eso no es justo. Y tampoco se aviene con la dignidad de esta Corporación.
La pregunta, entonces, es qué hacemos, qué se puede hacer para reparar una injusticia.
Está claro que desde hace mucho rato los profesores no piden el pago total de la deuda. Está claro que a lo mejor, legalmente, a muchos no se les podría pagar porque no demandaron, por las razones que aquí se dieron o por lo que sea. Pero lo cierto es que la deuda existe.
Y respecto de situaciones que tienen que ver con la dignidad de los profesores, a mí me gustaría que más que discursos, más que galvanos, más que distinciones honoríficas, hiciéramos justicia en forma material y concreta.
Los maestros saben a fin de mes cuánto los quieren los chilenos, expresado en sus sueldos.
Creo que, si comparamos sus remuneraciones con las de profesores en países que están muy bien desarrollados en materias educacionales, encontraremos distancias siderales que explican a veces por qué no contamos con un magisterio incentivado y dedicado con más fuerza todavía: porque falta un reconocimiento material a su labor.
¡Eso necesitamos hacer!
Aquí se trata de cambiar una actitud a mi juicio inaceptable que han tenido, lamentablemente, los sucesivos Gobiernos.
Ante el drama y la crisis de la calidad de la educación en Chile, yo me pregunto: ¿alguien puede pensar que vamos a mejorar aquella con acciones contra los profesores, como lo es el rechazo al reconocimiento de la deuda histórica?
Se han intentado todos los caminos: el diálogo, los paros, las movilizaciones, los acuerdos del Congreso, e incluso los fallos judiciales. Sin embargo, todos se han estrellado contra lo mismo, porque no ha habido voluntad política ni en este Gobierno ni en los anteriores.
En consecuencia, ¿qué podemos hacer para cambiar la situación, señor Presidente?
Lo hemos conversado. Y muchos llegamos a la conclusión de que, si tenemos un verdadero compromiso con los profesores, podemos ejercer una presión institucional, como Senado, tal cual lo hizo la Cámara de Diputados, para que el Ejecutivo entienda que nos asiste la voluntad irreductible de hacer justicia con los docentes, de darles una reparación en la medida de lo que se pueda y en el tiempo que sea posible. Pero ese reconocimiento falta; no se ha hecho.
Y estoy seguro de que, si rechazamos el presupuesto de Educación, antes de que cante un gallo el Gobierno se va a sentar a negociar con los profesores, con los municipios, con todas las partes involucradas. Y si es necesario que participe el Congreso, ahí estaremos. Porque lo que no podemos hacer es dar vuelta la espalda o mirar para el techo, como si no tuviéramos responsabilidades en la situación.
Señor Presidente , creo que aquí, o el Gobierno propone una fórmula justa y aceptable para los profesores, de manera que les sea reconocida y reparada la deuda histórica, o no nos quedará más camino que rechazar el presupuesto de Educación hasta que se haga justicia con nuestros queridos maestros.
He dicho.
El señor NOVOA (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Bianchi.
El señor BIANCHI.-
Señor Presidente , deseo partir lamentando profundamente que en el debate no se encuentre presente la señora Ministra . Porque si queremos tratar la educación en el país, esta hubiese sido una buena oportunidad, obviamente, para haberle planteado aquí, en el Senado, cuando se discute el presupuesto del sector para el próximo año, cuál es la calidad de aquella que el Estado de Chile les va a entregar a los más vulnerables.
Por tanto, reitero que deploro mucho la no presencia de la señora Ministra cuando estamos debatiendo un tema tan relevante como el que nos ocupa.
En segundo lugar, señor Presidente , hoy recibí a un grupo de maestras y maestros de la Región de Magallanes. He compartido casi todo el día con ellos, y debo consignar que, a diferencia de lo que pensaba, les he visto un grado de decepción que no había apreciado anteriormente en todas las legítimas situaciones en las que les ha correspondido dar una gran lucha en beneficio de sus pares.
Me expresaban que, ya a estas alturas, están dispuestos a abrirse a un diálogo diferente, de una manera distinta a la que pensaban, y a llegar a una negociación final con el Gobierno. Pero se han encontrado, una y otra vez, con una insistente negativa del Ejecutivo , sin haber podido lograr una respuesta definitiva de este, aun cuando están dispuestos a intentar consensuar lo que más se pueda a fin de terminar con los días de paro.
Producto de ello, señor Presidente , quiero pedirle al señor Ministro de Hacienda , tal cual lo he hecho anteriormente y hasta hace poco rato, que nos dé a conocer un pronunciamiento de hasta dónde él -o el Gobierno- pretende llegar con la situación. A mí me encantaría que nos proporcionara una señal de si se halla o no disponible para llegar a un diálogo final con las maestras y maestros. Porque solo de eso dependerá mi voto. De otra manera, quiero anticipar que ya no mantengo la actitud que tenía hasta hace poco tiempo, porque he visto que no media un ánimo concreto de llegar a una solución.
Pero el problema de la educación también es otro, sin lugar a dudas. Hoy día son muy pocas las corporaciones que no presentan una deuda de arrastre. En una proporción muy importante, se encuentran absolutamente quebradas, colapsadas. Y también sería bueno pedirle al señor Ministro que antes de dejar su cargo se pudiera ver la manera de garantizar el futuro de la educación en nuestro país y del trabajo que debieran desarrollar los profesores, con corporaciones sanas, financiadas, sin deudas previsionales y que no deban arrostrar el inconveniente de tener que solicitar, mes a mes, créditos o una línea de sobregiro para poder dar cumplimiento a los sueldos y pagos previsionales, como ocurre en la mayoría de ellas.
Entonces, debemos abordar de manera urgente el gran endeudamiento que enfrentan hoy las distintas corporaciones, lo que determina que el sistema de educación pública sea cada día más inviable, con menos matrícula, en fin, con toda la problemática ya señalada en el debate.
Debo expresar que me interpretó absolutamente la intervención del Senador señor Zaldívar con respecto a la deuda histórica.
A lo mejor es efectivo: ya no registramos una deuda "histórica", sino "prehistórica", como muchos de los maestros me expusieron en algún momento por los tantos años que lleva, estimándose que en algún momento alguien tendrá que ponerle el cascabel a este gato y dar una solución.
¿Pero sabe qué, señor Presidente ? Los docentes no piden que ella les sea cancelada de una sola vez. Están dispuestos a ceder y a que pueda ser saldada en un plazo de años.
Y quiero hablar con propiedad al respecto. Hace algún tiempo me tocó liderar una demanda de los jubilados de la Región de Magallanes, a raíz de una "bendita" deuda de 4 por ciento, también histórica, que afectaba a miles de ellos. Todas las veces que me correspondió participar en las conversaciones pude apreciar que los representantes del Gobierno sabían que la deuda existía, aun cuando se encontrara prescrita, y que era de justicia cancelarla, mas nunca cedieron, hasta que, en algún momento de la vida, se dio la circunstancia propicia y el Gobierno estuvo llano a abordar esa demanda histórica. ¡Y se canceló! Y logramos que miles de magallánicos pudieran recuperar una parte importante de esos dineros.
Los maestros de Chile no están pidiendo el pago de toda la deuda, porque saben que eso es inviable; que no existe presupuesto, ni nacional, ni internacional, ni galáctico, que pueda abordar semejantes cifras. Pero se allanan a un bono compensatorio.
Apreciado señor Ministro , le pedimos encarecidamente aquí, en el Senado, que manifieste una disposición distinta a la que ha mantenido hasta el momento, que acceda a la búsqueda de una solución concreta para el problema, el cual, en parte, es también el que ha afectado a la educación de nuestro país.
Como ya han reiterado señores Senadores que me antecedieron en el uso de la palabra, no puede hacerse educación contra los profesores. ¡Es con las maestras y maestros que debemos hacer la futura educación de Chile!
¡Pero también con la señora Ministra ! ¡Si estamos hablando de educación hoy día en el Senado y ella no está! Eso me parece que es faltarle el respeto a la Cartera que ella representa, a esta Corporación y a las maestras y maestros que hoy día han acudido, preocupados no solo de su legítima demanda, sino también de cuál es la calidad de educación que queremos darles a las personas más vulnerables.
Termino, señor Presidente , pidiéndole encarecidamente al señor Ministro que tenga a bien revisar la manera en que se aborda esta demanda. De ello dependerá la disposición para votar, en un sentido o en otro, en un rato más.
He dicho.
El señor NOVOA (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Muñoz Barra.
El señor MUÑOZ BARRA.-
Señor Presidente , creo que todos los Senadores, al visitar las Regiones que representamos, nos encontramos con cansados maestros jubilados, envejecidos -y lo digo de verdad- a raíz de las penurias generadas por la forma en que la sociedad les reconoce su aporte al desarrollo del país. Fueron obligados a traspasarse a las administradoras de fondos de pensiones, y, ganando en actividad 500 mil pesos, se van con pensiones de 180 mil a 200 mil al acogerse a un merecido descanso.
Si alguien cree que una persona de ese nivel sociocultural puede enfrentar sus gastos...
El señor NOVOA (Presidente).-
Ruego guardar silencio en la Sala.
Puede continuar, Su Señoría.
El señor MUÑOZ BARRA.-
Hacía referencia, señor Presidente , al paisaje humano de envejecidos profesores acogidos a retiro, por las pensiones miserables que reciben de un sistema al que fueron obligados a traspasarse.
Por ello, cuando escucho la expresión "deuda histórica", que creo que suena mucho a ironía, pienso en las historias de la desvergüenza. Esta es "la deuda histórica de la desvergüenza", porque los docentes, desde 1981 -durante 27 años-, han perdido 257 mil pesos mensuales en sus remuneraciones. ¿Por qué razón? Porque en la época del Gobierno militar se les determinó un reajuste, por tres años, de 90 por ciento de sus ingresos, pero detrasito salió la disposición mediante la cual se cambiaba el sistema de la educación del Estado a la subvencionada municipalizada.
Y me estoy refiriendo a los mal llamados "profesores públicos", o bien, "privados", porque ya no se sabe cómo denominarlos, al ser entes bastante híbridos.
También cabe recordar que, cuando se tomó la medida, asimismo se dispuso que los alcaldes designados de la época debían pagar el reajuste. Pero no lo cumplieron, a pesar de que prácticamente la totalidad de ellos recibieron los recursos incorporados a la unidad de subvención educacional. Se gastaron las platas en otras cosas.
Como es evidente, durante 17 años no hubo gremios ni posibilidad alguna de plantear una reclamación como la que se está exponiendo desde 1990 a la fecha. Porque es preciso consignar las cosas como son.
La deuda importa miles de millones de dólares. Algunos hablan de 10 mil millones, otros de 12 mil millones y algunos de 14 mil millones. Es una cantidad evidentemente impagable. Y los docentes están conscientes de lo anterior, pero se hallan dispuestos a transar, pues miles de ellos ansían recibir 7, 8 ó 10 millones de pesos de indemnización, con lo cual el monto queda reducido a algo absolutamente asumible por el Estado.
¡Porque esta no es solo una deuda desde el punto de vista jurídico! ¡Si tiene razón el Gobierno cuando dice que deben pagarla los municipios, porque la educación les fue traspasada! Pero ¿de dónde pecatas mea? ¿Con qué van a pagar si sabemos que permanentemente presentan desfinanciamiento en educación, en salud, y sus recursos son en extremo limitados?
En caso de mantenerse la teoría jurídica en la materia, me parece que la "deuda histórica de la desvergüenza" seguirá exhibiendo toda su estructura de desprecio hacia el sector de los maestros que perciben rentas tan bajas.
Aun cuando me encuentre en condición de independiente, soy hombre de Gobierno en el sentido de que creo que las lealtades se manifiestan cuando se tiene la capacidad de decir, más allá de lo personal, lo que se piensa. Porque esa también es una forma de ayudar a la corrección de lo que a veces, dentro de las gruesas paredes de La Moneda, no se siente en la piel.
¿Para qué se crearon comisiones autorizadas por el Gobierno, integradas por representantes del Colegio de Profesores, de las municipalidades, de Hacienda y de Educación, si se iba a salir con este "domingo 7"?
¡De esa Ministra de Educación que no está aquí! ¡Pero por favor! ¡Si se está discutiendo el presupuesto de su Cartera y ella no se encuentra presente! ¿Qué explicación puede darnos?
¿Qué significa eso? ¿Que el Senado no tiene ninguna importancia en el debate de un presupuesto que puede implicar otro trauma para un sistema educacional subvencionado que ha fracasado desde su creación a la fecha, con relación al cual le ponen candado a la posibilidad de que realmente se efectúe una corrección que busque que los profesores dependan del Ministerio respectivo y no de algunos alcaldes que consiguieron con dificultad sacar el cuarto año medio, o bien, que obtuvieron en un día sus licencias primaria y secundaria? ¡Y estas autoridades son líderes del sistema educacional!
En consecuencia, ¿tienen o no razón los maestros para estar resentidos, para encontrarse molestos, para rebelarse frente a lo que les acontece?
Señor Presidente, aquí tenemos una posibilidad de colaborar para que termine "la deuda de la desvergüenza".
Porque escuché a un Honorable colega decir: "Si no aprobamos el presupuesto ahora, miren lo que ocurrirá en educación". ¡No, señores parlamentarios! ¡El Senado podría dar, masivamente, una señal de respaldo a los profesores, porque nuestra Ley Orgánica Constitucional lo permite! En efecto, el inciso segundo de su artículo 36 dispone que "El proyecto de Ley de Presupuestos aprobado por el Congreso Nacional podrá ser observado por el Presidente de la República si desaprueba una o más de sus disposiciones o cantidades".
Entonces, no es cierto que nos hallemos obligados a votar entre la espada y la pared. Si los 38 Senadores rechazamos la falta de diálogo, de búsqueda de una solución intermedia o en el porcentaje que fuere, podremos hacer recapacitar al Ejecutivo, al que le asiste la iniciativa en la materia.
Legalmente, nos encontramos dentro del plazo para despachar el Presupuesto, de manera que se equivocan mis Honorables colegas que creen que tenemos la obligación de decir "sí" o "no" en esta oportunidad.
Soy profesor, señor Presidente , y también supe lo que era vivir de un sueldo de maestro. Y no olvido mis orígenes profesionales. Por eso, me llegan muy a la piel los problemas expuestos por los docentes, que jamás han conseguido algo sino a través de sus movilizaciones, de su entereza gremial. ¡Nunca se les ha dado algo que no hayan sido capaces de conseguir ellos mismos!
Por tal razón, me habría gustado -lo digo con amargura y pena- que el Gobierno, al cual le quedan pocos meses, les hubiera dado una respuesta concreta y positiva y pagado, en el porcentaje que fuera posible, esta "deuda de la desvergüenza" para los maestros chilenos.
Gracias.
El señor NOVOA (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor García.
El señor GARCÍA .-
Señor Presidente , en primer lugar, quiero expresar, tal como lo han manifestado otros señores Senadores, que la deuda que nos ocupa existe.
En 1980 se dictó el decreto ley Nº 3.551, que dispuso un mejoramiento de remuneraciones sustantivo en la época para todos los funcionarios públicos, entre ellos los profesores y los funcionarios del sector, porque pertenecían al Ministerio de Educación.
En 1981, cuando se inició el proceso de traspaso a las municipalidades, se les aseguró a unos y otros que iban a obtener los beneficios determinados por dicho cuerpo legal, pero se les dijo que el incremento remuneracional que significaba el decreto ley N° 3.551 lo tendrían ahora a través de los municipios.
En algunas municipalidades eso se cumplió por una o dos veces. Y después, simplemente, dejó de ocurrir.
Por ello, en mi opinión, sostener que la deuda no existe es faltar a la verdad.
Puede ser -como aquí se dijo- que jurídicamente haya prescripción. Pero, desde el punto de vista moral, la deuda con los profesores y los funcionarios de la educación existe.
Quiero referirme también, señor Presidente , al bono SAE. Y deseo hacerlo porque, sin duda, a este respecto nosotros, como Congreso; el Poder Ejecutivo , en cuanto colegislador, y, de manera muy importante, la Contraloría General de la República hemos entregado señales tremendamente equívocas.
Primero dijimos que no existía tal bono.
Después, por una resolución de la Secretaría Ministerial de la Quinta Región , el propio Ministerio de Educación expresó que el bono SAE existía y debía pagarse.
La Contraloría, en tres o cuatro dictámenes, varios de ellos bastante contradictorios, terminó manifestando que existía, que había que pagarlo. Señaló primero que la forma de cálculo era A; luego, que era B, y en seguida, que era C. Y, en el último tiempo, incluso se ha llegado a sostener que en el pago de 500 mil pesos durante este año hubo un exceso y que los profesores estarían debiendo recursos a los municipios.
Entonces, es comprensible la inquietud; es comprensible la molestia; es comprensible la desazón existente en miles y miles de profesores de nuestro país.
Creo que en cuanto al bono SAE -a lo que se ha pagado y a lo que corresponde pagar a comienzos del 2010 por el año 2009 y el 2011 por el año calendario 2010- también se requiere una respuesta, una solución definitiva.
¡No más soluciones parche, porque eso es lo que provoca tanto descontento!
Se ha dicho aquí, además, que los municipios se hallan tremendamente desfinanciados. Y es cierto.
Hay municipalidades que les adeudan a los docentes el bono de perfeccionamiento desde hace 5, 6, 10 años. Otras no les pagan a los profesores y a los funcionarios de la educación sus cotizaciones previsionales. Algunos profesores y funcionarios de la educación, a pesar de que los municipios les descuentan los valores correspondientes a compromisos comerciales, como los dineros no son enterados en los establecimientos pertinentes, de inmediato caen al DICOM, lo que les genera en su vida grandes problemas y molestias.
Entonces, señor Presidente, pienso que ahora no estamos en condiciones de votar el Presupuesto de Educación.
Ninguno de nosotros quiere dejar a los niños de nuestro país sin recursos. Ninguno de nosotros desea dejar en la incertidumbre el pago de las remuneraciones de nuestros profesores para el próximo año. Ninguno de nosotros quiere que se terminen los programas de alimentación de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas, que son inmensamente importantes para nuestros niños, para nuestros jóvenes.
Pero no nos pueden obligar a votar hoy día, señor Presidente .
Creo que debemos darle un tiempo al Ministro de Hacienda para que analice nuestras exposiciones.
Estamos hablando con la verdad, y también con el corazón: con la verdad, porque nada de lo que hemos dicho es mentira; y con el corazón, porque realmente nos duele la situación por la que atraviesan los profesores.
De otro lado, digamos también lo impopulares que resultan para la ciudadanía los paros de los profesores, y particularmente el último.
A mí tampoco me parece razonable enfrentar a la comunidad escolar con los maestros. Porque lo que necesitamos es una comunidad escolar comprometida con el mejoramiento de la calidad de la educación, y también, profesores enteramente comprometidos con tal mejoramiento.
Este debe ser un esfuerzo de todo el país, de la nación completa.
Por eso, señor Presidente , aun cuando el acuerdo de los Comités es analizar y discutir el Presupuesto del Ministerio de Educación hasta su total despacho, considero sinceramente que no están dadas las condiciones para votarlo hoy día. Pienso -reitero- que debemos darle tiempo al Ministro de Hacienda .
Por último, una consideración de orden político.
Me parece que la ausencia en esta Sala del Honorable señor Frei hace imposible que votemos.
Él es un Senador que aspira a ser de nuevo Presidente de la República. Estimo, por tanto, que no puede estar al margen de una votación tan significativa como esta.
Por eso, pido que, llegada la hora de término de esta sesión, se convoque a reunión de Comités y se resuelva qué se va a hacer.
A mi juicio, esta noche no estamos en condiciones de votar.
He dicho.
El señor NOVOA ( Presidente ).-
No habrá tiempo para permitir la intervención del Senador señor Ruiz-Esquide .
El Honorable señor García solicitó reunión de Comités. De modo que suspenderé la sesión para ese efecto.
El señor LARRAÍN .-
¡No, señor Presidente!
El señor NOVOA (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Larraín.
El señor LARRAÍN .-
Señor Presidente , entiendo que hay un acuerdo unánime de Comités en el sentido de que el Presupuesto del Ministerio de Educación se despache hasta el final.
Yo por lo menos adelanto que, si hay cambio a ese respecto, como se requiere unanimidad, me voy a oponer.
Al contrario, quiero que se vote la Partida pertinente y se despache hoy.
El señor NOVOA ( Presidente ).-
Se solicitó una reunión de Comités. Estos podrían rever su decisión...
El señor LARRAÍN .-
¡No, señor Presidente ! ¡La Sala es la que puede hacerlo!
El señor NOVOA ( Presidente ).-
Sí pueden, Su Señoría.
Lo anterior fue un acuerdo de Comités.
Cito a reunión de Comités inmediatamente.
Se suspende la sesión.
--Se suspendió a las 23:58.
--Se reanudó a las 0:3.
El señor NOVOA (Presidente).-
Continúa la sesión.
Señores Senadores, la unanimidad de los Comités resolvió no prorrogar la hora. De modo que levantaré la sesión.
Citaré para el próximo martes, en la mañana y en la tarde, hasta el total despacho del proyecto de Ley de Presupuestos.
Tiene la palabra el Honorable señor Larraín.
El señor LARRAÍN .-
Señor Presidente , la información que se dio al inicio de la sesión, luego de que los Comités se reunieron, fue que se había acordado tramitar hasta su total despacho las Partidas 08 y 09, de Hacienda y de Educación, respectivamente.
Eso no tiene que ver con la prórroga de la sesión.
El acuerdo era "hasta su total despacho".
Para poder modificar dicho acuerdo, en mi entendimiento reglamentario, se requiere la unanimidad de la Sala.
Por consiguiente, no contándose con ella, insisto en que se debe seguir la discusión no obstante el acuerdo de los Comités.
Yo le pediría al señor Secretario que explicara cómo se puede modificar un acuerdo unánime de Comités si no es por la unanimidad de la Sala.
El señor NOVOA ( Presidente ).-
dReglamentariamente, ningún Senador se puede oponer a los acuerdos unánimes de los Comités.
Para información de Su Señoría, debo señalar que, efectivamente, planteamos para la sesión convocada de 22 a 24 el despacho de las Partidas 08 y 09. Nunca en la reunión de Comités se habló de "total despacho", en el entendimiento de que era posible dentro de la sesión despachar las dos Partidas y no seguir adelante.
En tal sentido -doy la explicación al respecto-, no se informó de "total despacho".
Hemos consultado a todos los Comités, y están de acuerdo en proceder de la manera que indiqué.
Se levanta la sesión.
--Se levantó a las 0:5.
Manuel Ocaña Vergara
Jefe de la Redacción