Labor Parlamentaria
Diario de sesiones
- Alto contraste
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Índice
- DOCUMENTO
- PORTADA
- I. ASISTENCIA
- II. APERTURA DE LA SESIÓN
- III. TRAMITACIÓN DE ACTAS
- IV.
CUENTA
- DEBATE
- INTEGRACIÓN
- Carlos Bianchi Chelech
- Carlos Cantero Ojeda
- Carlos Fernando Flores Labra
- Miguel Adolfo Zaldivar Larrain
- INTEGRACIÓN
- DEBATE
- ACUERDOS DE COMITÉS
- V.
ORDEN DEL DÍA
-
REGULACIÓN DE GENERACIÓN, MANIPULACIÓN Y USO DE VEGETALES GENÉTICAMENTE MODIFICADOS
- ANTECEDENTE
- INTERVENCIÓN : Juan Antonio Coloma Correa
- INTERVENCIÓN : Antonio Horvath Kiss
- INTERVENCIÓN : Jaime Gazmuri Mujica
- INTERVENCIÓN : Alberto Espina Otero
- INTERVENCIÓN : Hernan Larrain Fernandez
- INTERVENCIÓN : Alejandro Navarro Brain
- INTERVENCIÓN : Nelson Jaime Avila Contreras
- INTERVENCIÓN : Hosain Sabag Castillo
- INTERVENCIÓN : Guido Girardi Lavin
- INTERVENCIÓN : Juan Pablo Letelier Morel
- INTERVENCIÓN : Andres Allamand Zavala
- INTERVENCIÓN : Carlos Fernando Flores Labra
- INTERVENCIÓN : Juan Antonio Coloma Correa
- DEBATE
-
REFORMA CONSTITUCIONAL PARA REGULACIÓN DE ENTRADA EN VIGENCIA DE LEYES PROCESALES QUE INDICA
- ANTECEDENTE
- DEBATE
-
REGULACIÓN DE GENERACIÓN, MANIPULACIÓN Y USO DE VEGETALES GENÉTICAMENTE MODIFICADOS
-
PETICIONES DE OFICIOS
- PETICIÓN DE OFICIO : Eduardo Frei Ruiz-tagle
- PETICIÓN DE OFICIO : Eduardo Frei Ruiz-tagle
- PETICIÓN DE OFICIO : Eduardo Frei Ruiz-tagle
- PETICIÓN DE OFICIO : Jose Garcia Ruminot
- PETICIÓN DE OFICIO
- Andres Allamand Zavala
- Andres Pio Bernardino Chadwick Pinera
- Juan Antonio Coloma Correa
- Alberto Espina Otero
- Hernan Larrain Fernandez
- Sergio Romero Pizarro
- PETICIÓN DE OFICIO
- PETICIÓN DE OFICIO : Antonio Horvath Kiss
- PETICIÓN DE OFICIO : Antonio Horvath Kiss
- PETICIÓN DE OFICIO : Antonio Horvath Kiss
- PETICIÓN DE OFICIO : Sergio Romero Pizarro
- PETICIÓN DE OFICIO : Sergio Romero Pizarro
- PETICIÓN DE OFICIO : Sergio Romero Pizarro
- PETICIÓN DE OFICIO : Sergio Romero Pizarro
- PETICIÓN DE OFICIO : Sergio Romero Pizarro
- PETICIÓN DE OFICIO : Sergio Romero Pizarro
- PETICIÓN DE OFICIO : Sergio Romero Pizarro
- PETICIÓN DE OFICIO : Sergio Romero Pizarro
- CIERRE DE LA SESIÓN
Notas aclaratorias
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REPÚBLICA DE CHILE
DIARIO DE SESIONES DEL SENADO
PUBLICACIÓN OFICIAL
LEGISLATURA 355ª
Sesión 79ª, en martes 8 de enero de 2008
Ordinaria
(De 16:18 a 18:17)
PRESIDENCIA DEL SEÑOR EDUARDO FREI RUIZ-TAGLE, PRESIDENTE
SECRETARIO, EL SEÑOR CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR
____________________
Í N D I C E
Versión Taquigráfica
Pág.
I. ASISTENCIA.........................................................................................................
II. APERTURA DE LA SESIÓN...............................................................................
III. TRAMITACIÓN DE ACTAS..........................................................................¿.
IV. CUENTA...............................................................................................................
Acuerdos de Comités¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿.
V. ORDEN DEL DÍA:
Proyecto de ley, en primer trámite constitucional, que sobre vegetales genéticamente modificados (4690-01) (se aprueba en general)¿¿¿¿¿
Proyecto de reforma constitucional, en tercer trámite, que regula entrada en vigencia de leyes procesales que indica (5560-07) (se aprueba)¿¿¿¿
Peticiones de oficios (se anuncia su envío)¿¿¿¿¿.
I. ASISTENCIA
Asistieron los señores:
--Allamand Zavala, Andrés
--Alvear Valenzuela, Soledad
--Arancibia Reyes, Jorge
--Ávila Contreras, Nelson
--Bianchi Chelech, Carlos
--Cantero Ojeda, Carlos
--Chadwick Piñera, Andrés
--Coloma Correa, Juan Antonio
--Escalona Medina, Camilo
--Espina Otero, Alberto
--Flores Labra, Fernando
--Frei Ruiz-Tagle, Eduardo
--García Ruminot, José
--Gazmuri Mujica, Jaime
--Girardi Lavín, Guido
--Gómez Urrutia, José Antonio
--Horvath Kiss, Antonio
--Kuschel Silva, Carlos
--Larraín Fernández, Hernán
--Letelier Morel, Juan Pablo
--Longueira Montes, Pablo
--Matthei Fornet, Evelyn
--Muñoz Aburto, Pedro
--Muñoz Barra, Roberto
--Navarro Brain, Alejandro
--Novoa Vásquez, Jovino
--Núñez Muñoz, Ricardo
--Ominami Pascual, Carlos
--Orpis Bouchón, Jaime
--Pérez Varela, Victor
--Pizarro Soto, Jorge
--Prokurica Prokurica, Baldo
--Romero Pizarro, Sergio
--Ruiz-Esquide Jara, Mariano
--Sabag Castillo, Hosaín
--Vásquez Úbeda, Guillermo
--Zaldívar Larraín, Adolfo
Concurrieron, además, los señores Ministros Secretario General de la Presidencia , don José Antonio Viera-Gallo Quesney; de Justicia, don Carlos Maldonado Curtis; del Trabajo y Previsión Social, don Osvaldo Andrade Lara, y Presidente de la Comisión Nacional de Energía , don Marcelo Tokman Ramos.
Actuó de Secretario el señor Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el señor José Luis Alliende Leiva.
II. APERTURA DE LA SESIÓN
--Se abrió la sesión a las 16:18, en presencia de 14 señores Senadores.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesión.
III. TRAMITACIÓN DE ACTAS
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).- Se dan por aprobadas las actas de las sesiones 76 ª y 77ª, ordinarias, en 18 y 19 de diciembre del año en curso, respectivamente, que no han sido observadas.
IV. CUENTA
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretaría.
El señor ALLIENDE ( Prosecretario ).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas:
Mensajes
Cinco de Su Excelencia la Presidenta de la República:
Con el primero inicia un proyecto que modifica la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza con el fin de regular la oferta de carreras impartidas por instituciones de educación superior autónomas (boletín N° 5.688-04).
--Pasa a la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología.
Con el segundo retira y hace presente la urgencia, calificada de "discusión inmediata", acerca del proyecto de reforma constitucional que regula la entrada en vigencia de las leyes procesales que indica (boletín N° 5.560-07).
Con los dos siguientes retira y hace presente la urgencia, calificada de "suma", respecto de los siguientes asuntos:
1.- Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que adecua la legislación penal chilena a los tratados internacionales en materia de derechos humanos (boletines números 3.345-07 y 3.959-07, refundidos).
2.- Proyecto que modifica la Ley de Concesiones de Obras Públicas y diversas normas que indica (boletín N° 5.172-09).
Con el último retira y hace presente la urgencia, calificada de "simple", acerca del proyecto, en segundo trámite constitucional, que modifica la ley Nº 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, con el objeto de permitir a los ciudadanos chilenos residentes en el extranjero sufragar en la elección de Presidente de la República (boletín N° 268-07).
--Quedan retiradas las urgencias, se tienen presentes las nuevas calificaciones y se manda agregar los documentos a sus antecedentes.
Oficios
De Su Excelencia la Presidenta de la República , mediante el cual, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 5° de la ley N° 19.891, solicita el acuerdo del Senado para designar miembros del Directorio del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes a la señora Cecilia García-Huidobro Freifrau Zu Knyphausen y al señor Hugo Antonio Pirovich Battiza (con la urgencia prevista en el número 5) del artículo 53 de la Constitución Política de la República) (boletín N° S 1.037-05).
--Pasa a la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología.
Cuatro de la Honorable Cámara de Diputados:
Con el primero informa que aprobó el proyecto de acuerdo aprobatorio del "Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos Destinado a Abolir la Pena de Muerte", adoptado por la Asamblea General de la ONU el 15 de diciembre de 1989 (con urgencia calificada de "simple") (boletín N° 4.732-10).
Con el segundo comunica que ha prestado su aprobación al proyecto de acuerdo que aprueba el "Protocolo de la Convención Americana sobre Derechos Humanos relativo a la Abolición de la Pena de Muerte", adoptado en Asunción el 8 de junio de 1990 en el Vigésimo Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de la OEA y suscrito por Chile el 10 de septiembre de 2001 (con urgencia calificada de "simple") (boletín N° 4.733-10).
Con el tercero informa que aprobó el proyecto de acuerdo relativo a la "Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas Contra las Desapariciones Forzadas" (con urgencia calificada de "suma") (boletín N° 5.500-10).
--Pasan a la Comisión de Relaciones Exteriores.
Con el último informa que aprobó el proyecto de reforma constitucional que regula la entrada en vigencia de las leyes procesales que indica (con urgencia calificada de "discusión inmediata") (boletín N° 5.560-07), con la enmienda que señala.
--Queda para tabla.
Cuatro de la Excelentísima Corte Suprema:
Con el primero comunica su parecer acerca del proyecto de ley, iniciado en moción del Senador señor Orpis, que sanciona el comercio ambulante (boletín N° 5.486-07).
--Se toma conocimiento y se manda agregar el documento a sus antecedentes.
Con los tres siguientes transcribe igual número de acuerdos adoptados por su Tribunal Pleno:
En primer lugar, señala que procedió a elegir Presidente de la Excelentísima Corte Suprema a don Urbano Marín Vallejo por el período comprendido entre el 6 de enero de 2008 y el 5 de enero de 2010.
En segundo lugar, expresa que designó miembros del Tribunal Calificador de Elecciones a la señora Margarita Herreros Martínez y a los señores Orlando Álvarez Hernández, Sergio Muñoz Guajardo y Pedro Pierry Arrau, y al ex Segundo Vicepresidente de la Cámara de Diputados señor Carlos Sívori Alzérreca.
Finalmente, manifiesta que procedió a designar al señor Jorge Ibáñez Vergara, ex Presidente de la Cámara de Diputados, como integrante del Tribunal Calificador de Elecciones en reemplazo del señor Carlos Sívori Alzérreca, quien ha declinado su nombramiento en este organismo.
--Se toma conocimiento.
Cuatro del Excelentísimo Tribunal Constitucional:
Con el primero remite copia autorizada de la sentencia dictada con respecto al proyecto que introduce modificaciones a la ley N° 19.464 y otorga beneficios que indica (boletín N° 5.085-04).
Con los dos siguientes envía copia de las sentencias dictadas en relación con igual número de recursos de inaplicabilidad por inconstitucionalidad formulados en contra de los artículos 113, inciso primero; 129, inciso final, y 171 del Código Sanitario.
--Se toma conocimiento.
Con el último envía una copia del requerimiento de inaplicabilidad por inconstitucionalidad formulado respecto del artículo 96 del Código Tributario.
--Pasa a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.
Del señor Contralor General de la República , mediante el cual contesta un oficio enviado en nombre del Senador señor Espina, referido a investigación sumaria realizada en la Dirección de Vialidad de la Novena Región en relación con los recursos presupuestarios que no fueron invertidos durante el año 2006.
Del señor Ministro de Relaciones Exteriores , por el que responde un oficio enviado en nombre del Senador señor Frei, referido al avance del Acuerdo que suscribirían Chile y Portugal con el fin de evitar la doble tributación entre ambos países.
Del señor Ministro Secretario General de la Presidencia , a través del cual contesta el acuerdo adoptado por la Cámara Alta, a proposición de los Senadores señora Alvear y señores Escalona, Gómez, Núñez, Orpis, Pérez, Sabag y Vásquez, por el que se solicitó a Su Excelencia la Presidenta de la República hacer uso del dos por ciento del monto de los gastos que autoriza la Ley de Presupuestos, con el propósito de reconstruir las zonas afectadas por el reciente terremoto ocurrido en la Región de Antofagasta (boletín N° S 1.028-12).
Del señor Ministro de Economía , Fomento y Reconstrucción, mediante el cual da respuesta a un acuerdo adoptado por la Cámara Alta, a proposición de los Senadores señora Matthei y señores Allamand, Coloma, Escalona, García, Naranjo, Novoa, Pizarro, Romero y Sabag, a través del que se pidió a Su Excelencia la Presidenta de la República que adoptase un conjunto de medidas en favor de los pequeños y medianos agricultores del país afectados por las heladas registradas en el invierno recién pasado (boletín N° S 994-12).
Del señor Ministro del Trabajo y Previsión Social, por el que contesta un oficio cursado en nombre del Senador señor Frei, referido al requerimiento que formuló el señor Presidente de la agrupación denominada "Acción por el Trabajo", de la Región de los Ríos, con respecto a las medidas que favorecerían a las llamadas "mipymes".
Dos de la señora Ministra de Salud:
Con el primero da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador señor Horvath, relativo a las peticiones formuladas por los funcionarios del Hospital de Puerto Cisnes.
Con el segundo contesta un oficio remitido en nombre del Senador señor Romero, relativo al funcionamiento de la red de atención de salud del Servicio de Salud Viña-Quillota.
Del señor Ministro de Agricultura, mediante el cual responde un oficio remitido en nombre del Senador señor Horvath, referido a la responsabilidad de INDAP en la entrega de un conjunto de maquinarias a cuatro asociaciones gremiales de Puerto Guadal, comuna de Chile Chico.
Del señor Ministro de Transportes y Telecomunicaciones , a través del cual da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador señor Horvath, relativo a las medidas que es necesario adoptar para proteger los recursos naturales que se ubican en el tramo en que se instalará la red de fibra óptica que va desde Chaitén hacia el eje de Coihaique-Puerto Aisén.
De la señora Ministra de Bienes Nacionales subrogante, mediante el cual contesta un oficio remitido en nombre del Senador señor Horvath, tocante a los motivos por los que se rechazaron las peticiones destinadas a regularizar la posesión y ocupación de inmuebles fiscales que indica.
Del señor Ministro Presidente de la Comisión Nacional de Energía , con el que da respuesta a un oficio cursado en nombre del Honorable señor Horvath, al que adhirió el Senador señor Bianchi, referido al subsidio eléctrico que se debe otorgar a los habitantes de las Regiones de Aisén y de Magallanes y de la Antártica Chilena, y de la provincia de Palena.
Del señor Subsecretario de Telecomunicaciones , mediante el cual contesta un oficio enviado en nombre del Senador señor Frei, relativo a la instalación de una antena de telefonía móvil en la zona que indica de la ciudad de Osorno.
Del señor Presidente del Consejo de Defensa del Estado , con el cual da respuesta a dos oficios enviados en nombre de los Senadores señores Muñoz Barra y Navarro, referidos a la responsabilidad civil del Estado por la muerte de la señora Victoria Adelaida Seguel Soto.
Del señor Superintendente de Electricidad y Combustibles subrogante, mediante el cual contesta un oficio remitido en nombre del Senador señor Frei, concerniente a un reclamo formulado por un particular en cuanto al servicio eléctrico entregado por la empresa CGE Distribución S.A.
Del señor Director Nacional del Servicio Agrícola y Ganadero, por el que responde un oficio remitido en nombre del Senador señor Romero, relativo a los mecanismos de control fito y zoosanitario aplicable a las comunicaciones enviadas mediante los sistemas courier o de transporte rápido y que pueden contener sustancias peligrosas para la agricultura nacional.
--Quedan a disposición de los señores Senadores.
Informes
De la Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura, recaído en el proyecto de ley, iniciado en moción de los Senadores señores Horvath, Prokurica y Ruiz De Giorgio, que define el descarte de especies hidrobiológicas y establece medidas de control y sanciones para quienes incurran en esta práctica en las faenas de pesca (boletín Nº 3.777-03).
De la Comisión de Agricultura, recaído en el proyecto de ley, iniciado en moción de los Senadores señores Espina, Allamand, Coloma, Flores y Frei, sobre vegetales genéticamente modificados (boletín Nº 4.690-01).
--Quedan para tabla.
De la Comisión de Relaciones Exteriores, recaído en un proyecto de acuerdo mediante el cual los Honorables señores Navarro, Ávila, Gazmuri, Naranjo, Ominami y Ruiz Esquide proponen que el Senado manifieste su solidaridad con el pueblo y Gobierno de Argelia frente a los graves atentados terroristas que han sufrido; que condene el accionar del Grupo Salafista por la Predicación y el Combate, y que reitere su convicción en el sentido de que a través del diálogo, la tolerancia, la inclusión y el respeto entre los pueblos se podrá alcanzar la paz en África y el Medio Oriente (boletín N° 1.034-12).
--Queda para el Tiempo de Votaciones de la próxima sesión ordinaria.
Comunicaciones
Del Senador señor Bianchi, mediante la cual informa que ha dejado de pertenecer al Comité Renovación Nacional e Independiente.
Del Senador señor Cantero, con la que comunica que dejó de pertenecer al Comité Renovación Nacional e Independiente.
--Se toma conocimiento.
De los Senadores señores Bianchi, Cantero, Flores y Zaldívar, por medio de la cual hacen presente que constituyeron el Comité Independientes, el que será representado por el Honorable señor Bianchi.
--Se toma conocimiento y, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 11 del Reglamento de la Corporación, queda constituido el referido Comité.
De la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización, mediante la cual solicita que el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que modifica el sistema para prorrogar empleos a contrata en el sector público (boletín Nº 5.281-06) sea enviado a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento con el fin de que informe acerca de su constitucionalidad.
--Se accede a lo solicitado y se remiten los antecedentes a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Terminada la Cuenta.
ACUERDOS DE COMITÉS
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).- Los Comités, en sesión de hoy, acordaron por unanimidad lo siguiente:
1.- Retirar de la tabla de esta sesión el proyecto, ubicado en el primer lugar, que define el descarte de especies hidrobiológicas y establece medidas de control y sanciones para quienes incurran en esta práctica en las faenas de pesca.
2.- Agregar a dicha tabla el proyecto, en tercer trámite constitucional, que modifica la Carta Fundamental para regular la entrada en vigencia de ciertas leyes procesales.
3.- Ampliar los plazos para presentar indicaciones a las siguientes iniciativas:
a) Proyecto que introduce modificaciones a la ley Nº 17.235, sobre Impuesto Territorial; al decreto ley Nº 3.063, de 1979, sobre Rentas Municipales, y a otros cuerpos legales: hasta hoy, martes 8 de enero, a las 17.
b) Proyecto que dispone normas para la plena integración social de personas con discapacidad: hasta el lunes 3 de marzo, a las 12.
c) Proyecto que establece un nuevo procedimiento laboral: hasta el lunes 14 de enero, a las 12, en la Secretaría de la Comisión de Trabajo y Previsión Social.
d) Proyecto que introduce modificaciones a la Ley General de Servicios Eléctricos respecto a la generación de energía eléctrica con fuentes de energía renovables no convencionales: hasta el lunes 14 de enero, a las 12.
V. ORDEN DEL DÍA
REGULACIÓN DE GENERACIÓN, MANIPULACIÓN Y USO DE VEGETALES GENÉTICAMENTE MODIFICADOS
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Proyecto de ley, iniciado en moción de los Honorables señores Espina, Allamand, Coloma, Flores y Frei, en primer trámite constitucional, sobre vegetales genéticamente modificados, con informe de la Comisión de Agricultura.
--Los antecedentes sobre el proyecto (4690-01) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley: (moción de los Senadores señores Espina, Allamand, Coloma, Flores y Frei).
En primer trámite, sesión 71ª, en 28 de noviembre de 2006.
Informe de Comisión:
Agricultura, sesión 79ª, en 8 de enero de 2008.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
Los objetivos fundamentales de la iniciativa son dos:
Primero, establecer normas sobre generación, manipulación y utilización de vegetales genéticamente modificados y de productos derivados en lo relativo a investigación, uso confinado, cultivo, producción, introducción al medio ambiente, comercialización, importación, exportación, almacenamiento y transporte.
Y segundo, incorporar disposiciones de participación ciudadana que permitan un conocimiento general sobre las actividades que se estén desarrollando con vegetales genéticamente modificados.
La Comisión de Agricultura discutió el proyecto solo en general y aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores señores Allamand, Coloma, Espina y Naranjo.
Finalmente, cabe señalar que los artículos Nºs. 39, 49 y 56 tienen carácter orgánico constitucional, por lo que para su aprobación se requieren 21 votos conformes.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
En discusión general.
Ofrezco la palabra.
El señor COLOMA.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor COLOMA.-
Señor Presidente , quiero informar este proyecto, que, tal como dijo el señor Secretario , se halla en discusión general y tiene por objeto legislar sobre los vegetales genéticamente modificados.
Se trata de una iniciativa originada en una moción que presentamos con los Senadores señores Espina , Allamand , Flores y Frei y que, en lo medular, busca enfrentar la situación absurda que existe hoy en materia de cultivos de vegetales genéticamente modificados, pues toda su formalidad se basa en la inexistencia de una ley. En la práctica, se trabaja vía resoluciones administrativas en virtud de las cuales se faculta a la autoridad agrícola para otorgar autorizaciones a quienes soliciten multiplicar semillas de aquella naturaleza para la exportación.
O sea, actualmente no existe una normativa referida a vegetales genéticamente modificados. Es de las pocas materias donde no hay ninguna regulación.
Sin perjuicio de ello, se da una práctica -muchos parlamentarios, en particular los de las zonas agrícolas, la conocemos- consistente básicamente en la autorización para producir semillas.
El último dato que tengo señala que existen alrededor de 20 mil hectáreas de semillas -esencialmente de maíz- de productos genéticamente modificados que se generan en Chile.
Los semilleros son fuente de trabajo para mucha gente. No obstante, lo extraño es que las semillas únicamente pueden ser exportadas; no es factible utilizarlas en nuestro país. ¿Y qué hacen las naciones que las compran? Las plantan, las siembran, y obtienen una rentabilidad mucho mayor que la derivada de los procedimientos tradicionales, pues al disponerse de un gen modificado, por ejemplo, se evita el uso de pesticidas, se consigue mayor resistencia a las sequías, en fin. Entonces, la producción se verifica en condiciones más favorables desde el punto de vista económico y se lleva a cabo una exportación hacia Chile como productos propiamente tales o como insumos para otras finalidades. Un caso típico es el del maíz modificado genéticamente para alimentar cerdos que luego son importados por nosotros.
Señor Presidente, entendemos que nada impide legislar sobre la materia con todos los resguardos, con todos los cuidados que una actividad de tal naturaleza requiere.
Tener un problema y meter la cabeza en el hoyo no parece ser la fórmula adecuada para encarar materias que hoy día son abordadas por las legislaciones de todo el mundo.
En "El Mercurio" de hace tres días se informa que en la Unión Europea -último conglomerado de naciones reluctantes al procedimiento de los vegetales genéticamente modificados- están legislando sobre la materia.
Lo concreto es que hoy en Asia, en Estados Unidos y, de manera particular, en los países del MERCOSUR se hace uso intensivo de ese tipo de productos. Sin embargo, Chile se halla en esta situación especial, rara, porque se puede producir semilla caso a caso pero sin que luego sea factible utilizarla dentro del territorio nacional.
Entonces, por medio de esta proposición de ley queremos normar lo que hasta ahora se encuentra en una zona arbitraria, pues depende simplemente de las resoluciones administrativas.
¿Qué buscamos? Establecer normas para regular la generación, manipulación y utilización de vegetales genéticamente modificados y de productos derivados de ellos en lo concerniente a investigación, uso confinado, cultivo, producción, introducción al medio ambiente, comercialización, importación, almacenamiento y transporte.
Adicionalmente, se determinan procedimientos objetivos con relación al otorgamiento de las autorizaciones para cada actividad.
Además, se contempla la forma de hacer participar a la ciudadanía para que adquiera un conocimiento general sobre la materia.
Asimismo, se busca establecer un vínculo con una norma que ha sido discutida en otras instancias, relacionada con la identificación y etiquetado de este tipo de productos.
Señor Presidente , en la Comisión de Agricultura gastamos bastante tiempo en recibir a todo tipo de especialistas. Porque no se trata de un tema unívoco: si bien existen visiones en su mayoría favorables, asimismo se registran algunas aprensiones. Y asistieron varios premios nacionales, quienes destacaban la trascendencia de legislar sobre el asunto.
Por ejemplo, el señor Pablo Valenzuela -uno de los expertos más importantes en la materia- expuso que en los últimos diez años se han consumido en Estados Unidos más de un trillón de porciones alimenticias derivadas de ingeniería genética y no se ha registrado un solo caso de evento adverso, ningún ecosistema se ha alterado y ninguna persona se ha enfermado como consecuencia de ingerir esos alimentos. Y manifestaba que necesitamos una ley que regule este tipo de actividad en Chile.
El órgano técnico también tuvo conocimiento del informe, encargado en su momento por el Presidente Lagos , de la "Comisión Nacional para el desarrollo de la Biotecnología", en el cual, entre muchas propuestas, destacaba la siguiente:
"Establecer un marco jurídico que fije los requisitos para el cultivo y utilización de OGM que permita la distribución en el país de organismos y sus productos. Se establecerá un procedimiento claro y transparente para los solicitantes, garantizando la participación de todos los actores interesados. La norma incorporará criterios de evaluación de riesgo, caso a caso, basados en principios científicos.
"Los actuales conocimientos científicos en materias de riesgo sanitario y ambiental asociado al cultivo y utilización de organismos transgénicos posibilitan modernizar el marco regulatorio silvoagropecuario y acuícola, admitiendo la expansión de los usos comerciales de los OGM.".
Habiendo transcurrido más de cuatro años desde ese planteamiento, entendemos que todos los que participaron en la Comisión Nacional establecieron con razón la relevancia de tramitar una iniciativa sobre la materia.
De ahí que, en forma bastante transversal -según se desprende de los firmantes de la moción-, hemos querido avanzar, enfrentar el tema y presentar este proyecto, que, obviamente, resulta susceptible de todas las modificaciones del caso, pero que, en lo medular, permite incorporar la tecnología de manera formal al desarrollo nacional y evita proceder por la vía de hacernos los lesos ante determinadas situaciones, sin tomar una decisión.
Por último, es perfectamente posible, a través de la legislación -así quedó establecido en la Comisión, cuya decisión fue unánime-, armonizar el cultivo de productos biogenéticos y el de productos orgánicos, otro nicho en donde puede existir una ventaja comparativa para Chile.
Por eso, señor Presidente , la recomendación unánime -también transversal- de la Comisión es aprobar en general el texto en estudio, luego de lo cual se recogerán en la discusión particular las proposiciones que sin duda van a efectuar los señores Senadores a fin de enriquecerlo.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Horvath.
El señor HORVATH.-
Señor Presidente , quiero consignar, en forma clara, que también existe una transversalidad política en contra del proyecto.
En primer término, estamos haciendo referencia a lo transgénico en el sentido de efectuar una recombinación de los elementos del ADN, lo que no se da en la naturaleza ni siquiera por un proceso selectivo en el ámbito de la agricultura o la acuicultura.
Se trata de una combinación de especies que jamás se podrá materializar de manera natural. El caso más didáctico es el del maíz y los genes del alacrán: cuando un gusano va a atacar el maíz, reconoce el gen y, por lo tanto, no actúa. Por eso la productividad aumenta.
Intento proporcionar una explicación clara.
En segundo lugar, deseo manifestar que no es que haya una normativa absurda. El país cuenta con una regulación respecto de la materia, y se está protegiendo un bien básico, sobre el cual me explayaré en seguida. Existen leyes en este sentido, que también señalaré.
Lo que sí creo importante en el proyecto es lo relativo a la información al ciudadano, a fin de que se pueda decidir si se adquirirá o no un producto que en alguna de sus etapas incorpore transgénicos.
Y también es trascendente -ello no se incluye en el articulado- la posibilidad de que determinadas áreas opten por un nicho que resulta mucho más favorable para Chile: la producción limpia, natural y orgánica, y no se contaminen con transgénicos. En agricultura, nuestro país jamás podrá competir con naciones vecinas, por ejemplo, en lo que respecta a cantidad; pero sí le será factible hacerlo en cuanto a la calidad y el sello de origen. Y estimo que justamente eso se halla en riesgo.
Ahora, al revisar la lista de personas a las que la Comisión de Agricultura escuchó, echo de menos a muchas organizaciones, a numerosos científicos que se encuentran a favor o en contra de esta tecnología o disponen de antecedentes al respecto.
La cuestión de las alergias -para citar un caso- no es menor. Está científicamente comprobado que la gente puede sufrirlas por el consumo de productos transgénicos.
También es posible que bajen las defensas ante determinados tipos de cáncer.
Un caso de antología es el del profesor Árpád Pusztai , en Gran Bretaña. Ese científico, quien efectuaba una investigación en ratones de laboratorio que consumían papas transgénicas, en un momento dado se dio cuenta de que el alimento les estaba produciendo daños irreversibles en el cerebro, en los riñones. Y eran las mismas papas que consumía la comunidad. Como buen científico, y con una mano en el corazón, dio a conocer tales antecedentes en la BBC, de Londres. ¿Qué sucedió? Sufrió una persecución implacable, y hasta tuvo un infarto. Y diez años después se reconoció que su investigación era certera.
Por lo tanto, en esta materia quiero ser muy claro al expresar que la transversalidad no es solo para un lado.
Chile tiene ventajas comparativas, como señalé. Y considero bueno que asimismo se cuente con la opción -en tal sentido, hay iniciativas muy previas a la que nos ocupa- de que zonas, cuencas, etcétera, puedan decidir, en forma libre y acordada, si producen o no transgénicos. Las que se pronuncien afirmativamente, allá ellas, con las consecuencias correspondientes.
Sobre el etiquetado ya hablé.
En cuanto a la acuicultura, que incluso está teniendo más importancia que la agricultura, sí existen normativas. Gracias a una moción que ya es ley, hoy día no es posible cultivar en el país productos hidrobiológicos transgénicos. Porque, de pronto, es muy fácil efectuar una combinación para que un salmón crezca en la mitad del tiempo normal. Pero, en el fondo, estamos creando un "frankenstein" que matará de raíz la posibilidad de competir con productos naturales provenientes de aguas y sistemas no contaminados.
Sobre el particular, echo de menos una opinión un poco más propia del Gobierno. Cuando fue Ministra de Salud , la Primera Mandataria intentó, a través de un decreto firmado incluso por el Presidente de la República de entonces, que se etiquetaran los productos transgénicos o genéticamente modificados. Y por pugnas que reflejaron la realidad de nuestra sociedad -y, por lo tanto, la del Parlamento-, entre las carteras de Economía, de Agricultura y de Salud, finalmente el texto se retiró de la Contraloría, incluso ya firmado.
En consecuencia, existe un compromiso en el ámbito que nos ocupa. Porque, durante su campaña, la Presidenta de la República manifestó que no avanzaría en el tema en análisis y que más bien protegería el patrimonio natural de Chile.
Me da la impresión de que en este caso median algunos elementos que para todo el mundo son conocidos. Leía anoche justamente el cuento "Secretísimo", de Alberto Edwards. Hay ciertas influencias.
A nadie le resulta desconocido el gran peso de la transnacional Monsanto en la materia; cómo la embajada de Estados Unidos se mueve en esta línea; cómo se invita a parlamentarios a actividades en las que se muestra una cara de la medalla. Y, a mi entender, esta tiene dos caras.
Es importante que eso se conozca.
Un profesor como Andrés Tchernitchin o el Colegio Médico no fueron consultados.
Por mi parte, pienso que en este asunto no podemos legislar a ciegas.
Por lo tanto, propongo que el texto sea analizado también, en su completo alcance, por las comisiones de Medio Ambiente y de Salud...
El señor ÁVILA.-
Así es.
El señor HORVATH.-
(tal como estamos viendo que ocurre con otras iniciativas), para legislar en forma completa y seria.
He dicho.
El señor COLOMA.-
¡Aprobémoslo en general primero!
El señor ÁVILA.-
¡No puede ser un proyecto solo de los dueños de fundo!
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Gazmuri.
El señor GAZMURI.-
Señor Presidente , me parece pertinente discutir acerca de la posibilidad de crear productos trangénicos en el país. En tal sentido, resulta evidente que, sin perjuicio de existir una legislación, esta es, a mi juicio, muy primitiva.
Tuvimos ocasión de discutir el asunto en la Comisión Nacional para el desarrollo de la Biotecnología, conformada por el Presidente Lagos , la que elaboró un informe que contenía algunas orientaciones o, por lo menos, el debate que tuvo lugar en su seno sobre los productos genéticamente modificados.
Quiero hacer presente que se trata de una discusión particularmente difícil -y creo que debemos efectuarla en toda su complejidad-, en la que existe una gran cantidad de opiniones y donde la información empírica, en muchos casos, es todavía débil.
Yo diría que esos son los datos básicos de la situación.
Y se plantean posiciones que, más que con la dimensión solo científica, se relacionan con cierta filosofía sobre la naturaleza y la sociedad. De ahí que el Senador señor Horvath haya expresado la idea de que no podríamos llevar a cabo lo que la naturaleza no hace, afirmación que, desde mi óptica por lo menos, es discutible, porque, en 30 mil años de historia, , el hombre ha materializado una cantidad extraordinaria de cosas que la naturaleza no hace. A veces, desde luego, se ha obtenido un muy mal resultado. No afirmo que todo ha sido bien hecho.
También median, en esta sociedad industrial desbocada, amenazas contra la propia sustentabilidad del planeta.
Respecto del asunto en análisis, no tengo una posición filosófica -por así decir- en contra de que el desarrollo científico experimente con el genoma. Porque de eso se trata.
En bioética humana, esta discusión es mucho más compleja. ¿Hay una ética posible de la manipulación del código de la vida? Ese es el tema. Y ello estaba excluido como posibilidad hasta hace muy poco tiempo, veinte o treinta años.
En tal sentido, la ingeniería genética constituye un aspecto específico del desarrollo de la biotecnología. Se registra una cantidad inmensa de biotecnologías que no significan manipulación de genes, vale decir, la introducción de información genética de una especie en otra.
Por tanto, en la cuestión existe una dimensión científica. Creo que Chile, obviamente, tiene que desarrollar capacidades en ingeniería genética. Si no, podemos quedarnos atrás en un aspecto central del desarrollo y de la innovación tecnológica moderna. En consecuencia, resulta indispensable regular ese punto.
Y después se encuentra lo relativo a las aplicaciones prácticas y las dificultades que ellas encierran.
A mi juicio, la discusión se debería centrar en tres aspectos principales, señor Presidente.
El primero se refiere a qué efecto causan en la salud humana los vegetales genéticamente modificados. Creo que tanto en Chile como en el resto del mundo hemos avanzado en desarrollar las garantías de inocuidad. Constituye un elemento muy central saber cuáles son esas consecuencias, lo que se debe verificar. Algunas pueden ser inocuas; otras, no. Por tanto, se necesita un conjunto de reservas, de procedimientos, de normativas para garantizar que un producto genéticamente modificado resulta inocuo para el consumo humano.
Un segundo aspecto se relaciona con un problema bien importante, en cuanto a cómo evitamos que el uso de vegetales modificados genéticamente afecte la biodiversidad. Vale decir, la cuestión radica en cómo los aislamos de los otros de manera de que no se registren cruces que afecten la pureza, no modificada genéticamente, del resto de la biodiversidad. Eso es algo esencial.
No se puede decir que no hay ejemplos sobre el particular.
El señor ÁVILA .-
Hay miles.
El señor GAZMURI.-
Está el caso del maíz en México, donde existe gran biodiversidad de dicho producto y se formulan muchas denuncias en el sentido de que la introducción masiva de maíz transgénico ha afectado la biodiversidad de ese alimento, que es un potencial de riqueza fuerte.
Cabe señalar que hay técnicas al respecto. Las más desarrolladas que conozco se aplican en Cuba, donde están estudiando de modo muy serio estos temas. Algunas de ellas permiten aislar de maneras razonables los cultivos transgénicos; pero son difíciles y costosas, requieren establecer mecanismos de fiscalización, etcétera. Eso lo veo muy débil, en una primera lectura, en el proyecto en análisis.
Por último -y es preciso decirlo, sobre todo para Chile-, se plantea una dimensión estrictamente comercial, que tiene que ver con qué tipo de producción vegetal queremos privilegiar.
Comparto el análisis que se hace en orden a que el país posee las condiciones para ser una gran potencia agroalimentaria, básicamente por razones de clima. Contamos con un clima mediterráneo y todavía tenemos agua, felizmente. En consecuencia, podemos desarrollar una agricultura de alta calidad orientada al consumo humano, y también una acuicultura.
En tal sentido, esta vez concuerdo con lo que dice el Honorable señor Horvath . Nuestro perfil alimentario debería más bien apuntar a producciones limpias, que son las que tienen más demanda en el mundo, y con el agregado de ser más sofisticadas.
Es verdad que en Argentina la introducción de los transgénicos ha sido masiva y con muy pocos recaudos. Pero lo que ocurre es que, así como ayer fue el trigo, el gran desarrollo agrícola trasandino de hoy se debe básicamente a la soja. Y el producto de millones de hectáreas de ese cultivo va a mercados como el chino, que no es muy exigente en materia transgénica. Por tanto, desde el punto de vista económico, la situación podría ser razonable.
Sin embargo, no creo que nuestra industria vitivinícola, por ejemplo, se vea favorecida por la introducción de vides transgénicas. Eso nos alejaría de los mercados más desarrollados del mundo en materia de vinos. Lo mismo ocurre respecto de las hortalizas.
Igual cosa sucede en rubros nuevos. Hemos experimentado un gran desarrollo ganadero, de carnes de exportación, en lo cual existen cuotas fijadas con la Unión Europea. En dicho continente todavía están traumados con lo de las vacas locas. Y, aunque ese problema no tenga que ver con la transgenia, toda intervención en la industria alimentaria es muy resistida.
En consecuencia, también es preciso tomar una opción comercial.
Resulta evidente que se debe etiquetar no solo en función de la ley en proyecto, sino también porque en el país consumimos transgénicos, los que es posible importar. Entonces, la trazabilidad en toda la industria alimentaria se va a hacer más necesaria en la medida en que desarrollemos este debate.
Por mi parte, voy a votar a favor. Pero entiendo que no estoy aprobando la iniciativa específica en examen, sino la oportunidad de realizar una discusión a fondo, que me parece indispensable, en todas las dimensiones mencionadas.
Y espero que finalmente contemos con una legislación que permita que Chile se ponga en la punta científica del desarrollo de la biotecnología, dentro de la cual las técnicas de ingeniería genética son parte integrante; pero que, al mismo tiempo, tengamos un conjunto de resguardos, desde el punto de vista de la salud humana, la biodiversidad y nuestros intereses comerciales de largo plazo como país, no como empresas individuales, de tal manera que logremos un equilibrio razonable en la utilización de estas nuevas tecnologías.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Espina.
El señor ESPINA.-
Señor Presidente , tengo una convicción formada sobre el proyecto en cuanto a que, en primer lugar, puede contribuir decididamente a mejorar la calidad de vida, en particular de los habitantes de la zona sur, y, en segundo término, a que parte de un mito: que en el país no existen transgénicos. Esto último no es verdad.
El señor LETELIER .-
Está lleno.
El señor ESPINA.-
La actual normativa sobre la materia es completamente absurda. En Chile podemos multiplicar semillas transgénicas para exportarlas -en el caso del raps hoy se envían a Canadá-, pero no es factible cultivar transgénicos para comerciarlos internamente. O sea, podemos importar productos transgénicos, que se venden en todas las cadenas de supermercados y locales comerciales, y producir semillas dentro del país para exportarlas, pero no para destinarlas a productos que consumamos.
Entonces, no nos engañemos convenciéndonos de que no tenemos productos transgénicos, porque, en el hecho, en Chile los cultivamos y, además, los consumimos.
Para las zonas agrícolas donde los cultivos de cereales y oleaginosas -en general, los cultivos anuales- son relevantes, el privarnos de esta tecnología es otorgar una enorme ventaja a nuestros competidores, en especial a Argentina. La biotecnología permite producir más y con mejor calidad. La actual situación de Chile genera, sin lugar a dudas, un elemento de competencia desleal que se agrega a los subsidios de los países desarrollados. Argentina produce y exporta a Chile productos transgénicos, que tienen más eficiencia en su producción y son más nutritivos. Nosotros podemos exportar semillas e importar esos productos, pero estamos en el peor de los mundos: lo que producimos no lo podemos comercializar dentro de nuestro país, ni aun con los debidos resguardos de que hizo expresa mención el Senador señor Gazmuri , quien integró la comisión que en su momento dirigió el Gobierno del Presidente Ricardo Lagos.
Si vamos a avanzar también en el desarrollo de los biocombustibles, donde las Regiones del sur tienen una enorme oportunidad, los productos genéticamente modificados cobran mayor relevancia. Más aún, diría yo que sin ellos esta alternativa energética se hace mucho más dificultosa.
¿Cuáles son las ventajas, señor Presidente?
Se sabe que el cultivo de ciertos transgénicos disminuye de manera importante el uso de pesticidas y otros elementos contaminantes de normal utilización en la agricultura. De modo que pueden llegar a ser un aporte, incluso, desde la perspectiva del medioambiente.
¿En qué consisten los beneficios para el agricultor? Se trata de productos resistentes a plagas y enfermedades; de cultivos que se adaptan mejor a los suelos salinos, a los terrenos ácidos que existen en importantes zonas, a lo menos de mi Región, como asimismo a los secos.
En cuanto a los beneficios para los consumidores, nadie discute que los organismos genéticamente modificados poseen mayor contenido nutricional. Además, eliminan las sustancias alergénicas en los alimentos, como lo dijo expresamente un Premio Nacional en la Comisión. Mejoran también la calidad de los alimentos y reducen sus sustancias tóxicas.
Para el medioambiente, significan menor presión sobre los ecosistemas -estoy recordando lo que manifestaron los expertos- y, finalmente, permiten ampliar los terrenos cultivables.
No en vano Estados Unidos, Argentina, Brasil, Canadá , Sudáfrica , Australia, España , México , Alemania y otros 22 países cultivaron más de 100 millones de hectáreas con productos transgénicos durante el año 2007.
En el Gobierno del Presidente Lagos se creó la Comisión Nacional para el Desarrollo de la Biotecnología, que estuvo integrada, entre otros, por don Pablo Valenzuela , Premio Nacional de Ciencias; el actual Ministro de Agricultura , don Álvaro Rojas ; don Eric Goles ; don Eduardo Bitrán , y diversos parlamentarios, entre ellos el Senador señor Jaime Gazmuri .
¿Qué concluyó dicho órgano en la propuesta número 21 de su informe del año 2003? Que Chile debe "Establecer un marco jurídico que fije los requisitos para el cultivo y utilización de organismos genéticamente modificados que permita la distribución en el país de organismos y sus productos. Se establecerá un procedimiento claro y transparente para los solicitantes, garantizando la participación de todos los sectores interesados. La norma incorporará criterios de evaluación de riesgo, caso a caso, basados en principios científicos.".
Y luego se agrega: "El establecimiento de una norma clara en esta materia permitirá al sector productivo utilizar la creciente oferta de organismos transgénicos de uso silvoagropecuario, y acuícola previniendo los riesgos para el medio ambiente y la salud de las personas.".
Por lo tanto, señor Presidente , el proyecto en estudio viene a cubrir esa necesidad, regulando de manera integral la manipulación de transgénicos, su utilización, su investigación, su uso confinado -es decir, circunscrito a determinados lugares-, su cultivo, su producción, su introducción al medioambiente, su comercialización, su importación y exportación, su almacenamiento, su transporte y, por último, la disposición final de los residuos que pueden generarse, de modo de asegurar adecuadamente la protección de la salud humana, la sanidad animal -muy importante- y vegetal, la biodiversidad y el medioambiente.
La iniciativa -por cierto, puede ser perfeccionada- contempla un procedimiento de evaluación mediante el cual se entrega a la autoridad los antecedentes necesarios para identificar en forma apropiada el organismo genéticamente modificado de que se trata, sus características, el uso derivado de su modificación genética y sus eventuales efectos para la salud humana y el medioambiente.
Además -¡atención!-, el proyecto contiene normas sobre participación ciudadana que hoy no existen, las cuales permiten un conocimiento general sobre las actividades que se pueden desarrollar con organismos genéticamente modificados y en las que se requiere autorización. Establecen la participación activa de los interesados en los procesos de autorización; de qué manera ellos pueden formular observaciones y cómo estas deben ser ponderadas por las autoridades competentes, cuándo se pueden impugnar, etcétera.
La iniciativa no persigue que en Chile comience la práctica del cultivo de vegetales genéticamente modificados, porque, en verdad, en nuestro país existe, desde hace más de siete años -¡escuchen bien, señores Senadores!-, una cantidad superior a las 20 mil hectáreas de cultivos de vegetales genéticamente modificados bajo control de la autoridad.
No obstante, se da la paradoja de que, si bien aquí podemos producir semillas e importar productos genéticamente modificados que se venden en nuestro país, estamos impedidos de vender en Chile lo que nosotros producimos.
Por otra parte, se dice que Europa ha optado por no tener productos genéticamente modificados. Sin embargo, esto no es verdad: el Viejo Continente solo optó por hacerlo de manera lenta pero progresiva. En España actualmente hay 80 mil hectáreas cultivadas con esos productos, según se dio cuenta en la Comisión. Y existen otras tantas miles en Francia, Inglaterra y Alemania, entre otros.
El Premio Nacional de Ciencias don Pablo Valenzuela dijo textualmente en el referido órgano de trabajo: "En Estados Unidos, en 10 años se han consumido más de un trillón de porciones alimenticias derivadas de la ingeniería genética y no se ha registrado" -¡atención!- "un solo caso de evento adverso. Ningún ecosistema se ha alterado y ninguna persona ha enfermado como consecuencia de ingerir estos alimentos.".
Señor Presidente , el proyecto pretende regular una materia que en Chile está pésimamente mal tratada. Y procura hacerlo de la mejor manera, con el objeto de que tengamos zonas con producción de vegetales genéticamente modificados y áreas donde no existan estos cultivos. Pero ellas deben quedar claramente delineadas, para que la comunidad sepa en qué lugar está cada cual.
Por último, deseo señalar que una iniciativa de esta naturaleza abre posibilidades de progreso a cientos de miles de pequeños agricultores que hoy deben competir con productos transgénicos extranjeros, que son más baratos, permiten un mayor rendimiento por hectárea, son más resistentes a plagas y poseen la capacidad de modificarse y, de esa manera, abaratar costos.
¡Con toda esa competencia desleal debe luchar el agricultor del sur de nuestro país!
Desde el punto de vista de los intereses de cientos de miles de pequeños agricultores; de los intereses de la agricultura del país; del interés por contar con una producción exportable y por, incluso, mejorar el control y el cuidado del medioambiente, me parece que un proyecto de esta índole debe ser aprobado en general, sin perjuicio del debate que se tiene que generar respecto de cada una de sus normas, con el fin de garantizar que en Chile convivan dos nichos: el de aquellas zonas donde se desea que haya vegetales genéticamente modificados y el de los lugares en que no se quiere su existencia.
Por eso, considero fundamental aprobar la idea de legislar. En razón de ello, anuncio mi voto favorable.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Larraín.
El señor LARRAÍN.-
Señor Presidente , las intervenciones de los Senadores señores Espina y Coloma -este último informó la iniciativa en nombre de la Comisión de Agricultura- me ahorran muchos de los comentarios que quería señalar sobre este proyecto.
Debo expresar que esta es una discusión antigua en el país. Y muchos de nosotros, sobre todo quienes representamos a Regiones agrícolas, desde hace bastante tiempo estamos esperando una normativa que resuelva la situación.
Por eso, en primer lugar, quiero agradecer a los señores Senadores autores de esta moción, y felicitarlos, porque el trabajo que han realizado -extraordinariamente positivo y serio- nos permite asumir de manera responsable el tema de los productos vegetales genéticamente modificados.
Hoy, señor Presidente , Chile se encuentra en el peor de los mundos. Nosotros consumimos productos transgénicos en forma masiva y, no obstante, los productores agrícolas nacionales no se hallan en condiciones de cultivarlos en nuestra tierra. Está autorizado el cultivo de semillas transgénicas -hay 20 mil hectáreas destinadas a ese fin-, pero ellas se exportan para que sean trabajadas afuera. Curiosamente, sin embargo, los productos elaborados a partir de nuestras semillas sí se comercializan y se consumen en el país.
No estamos desarrollando la capacidad técnica que los productos genéticamente modificados permiten y, por lo tanto, a nuestros productores agrícolas les estamos diciendo que tienen que competir con las manos amarradas. Porque no lo están haciendo en igualdad de condiciones con otros, como los productores de maíz, de remolacha, de trigo y de distintos productos, quienes hoy sí están incorporando elementos genéticamente modificados, biotecnología, a su producción. Nuestros productores agrícolas, en cambio, a lo más pueden producir semillas, pues no se les permite incorporar a sus actividades el progreso que significa la biotecnología.
Por eso, el proyecto, que sigue la tendencia internacional de regular la producción en este ámbito, constituye un paso positivo que hará posible superar la mala situación que hoy nos afecta.
Algunos Senadores con mucha competencia en la materia han manifestado su preocupación por las consecuencias que podrían acarrear para el medioambiente malas decisiones adoptadas en este ámbito. Pero la verdad es que la experiencia tanto internacional como chilena indica que los daños susceptibles de ocasionarse a partir de la producción de productos transgénicos no se han verificado. Desde luego, no se conoce perjuicio alguno a la salud humana por el consumo de tales productos. Han transcurrido muchos años y son millones los que se encuentran en diferentes actividades diarias, sin que nada haya ocurrido. Y la experiencia chilena, como digo, no es distinta de la internacional.
Lo mismo se puede decir del medioambiente. En aquellos lugares donde se ha trabajado con resguardo, con cuidado, donde se han aprobado normas como las que el proyecto incorpora para cautelar debidamente el proceso, tampoco se han registrado efectos negativos sobre el medioambiente. Y los reparos que existían hasta hace pocos años en Europa, por ejemplo, han ido desapareciendo frente a la realidad. Los europeos, al permitir la incorporación de normas como las que se plantean ahora, de a poco han ido pasando, de consumidores, como lo somos todavía nosotros, a productores de vegetales genéticamente modificados.
Además, tales reparos, que harían pensar en la inconveniencia de dar este paso, no son mayores que las dificultades generadas por cualquiera de los alimentos que podríamos llamar "naturales". Las epidemias y las plagas son una realidad desde antaño, existen hasta hoy y seguirán ocurriendo, porque a los virus y a las bacterias no los vamos a detener de un día para otro.
Al contrario, la capacidad que poseen los productos vegetales que incorporan biotecnología a través de procedimientos que transforman su ADN les ha permitido, en muchos casos, resistir el impacto de virus o de bacterias y soportar el estrés hídrico y otras limitaciones. Eso los ha hecho ser productos más eficientes: pueden ser cultivados en zonas de secano, requieren menos agua en aquellos lugares donde ella es escasa y toleran su exceso en sectores de gran pluviosidad. Es decir, posibilitan un desarrollo productivo capaz de aprovechar las condiciones climáticas y de suelo y resisten en forma más efectiva las enfermedades que afectan a las plantaciones.
Por lo tanto, no creo que se justifique impedir este avance. No dar espacio a los productos genéticamente modificados en el ámbito agrícola o en otros, como el forestal, el pecuario, más adelante tal vez el pesquero, significa cerrar la puerta al aporte que la biotecnología puede realizar al desarrollo nacional. Y eso sí que sería gravísimo para el progreso del país.
Considero que en el último tiempo Chile ha limitado parte de su desarrollo precisamente porque ha trabajado solo una fase de él: la explotación de productos primarios. No hemos avanzado en agregarles valor. Ello ha sido una larga aspiración, pero lo cierto es que no se ha concretado. La incorporación de elementos como la biotecnología a la producción nacional, que permitiría a esta dar saltos cualitativos, no se ha llevado adelante.
Hemos logrado un crecimiento muy importante como país, pero no hemos alcanzado el verdadero desarrollo. Y no lo vamos a conseguir mientras no mejoremos nuestra educación y nuestra capacidad de avance científico-tecnológico y no incorporemos la innovación a los distintos sectores productivos.
Eso es lo que el proyecto posibilita en un ámbito específico. De ahí que hay que darle el respaldo necesario. No hacerlo, además, sería, no solo un poco retrógrado desde esa perspectiva -significaría negar posibilidades de desarrollo, negar el aporte que la ciencia y la tecnología pueden hacer a la productividad-, sino también un castigo a nuestros productores. Lo digo responsablemente. Desde el punto de vista de los productores agrícolas que yo represento -pequeños, medianos- y de todos los sectores productivos del ámbito agropecuario, negarles este paso sería castigarlos a competir con las manos amarradas, como he dicho, con sus pares a nivel internacional.
Firmamos acuerdos de libre comercio con todo el mundo: a través del MERCOSUR, a través del convenio con la Unión Europea, con Estados Unidos, en fin. El 90 por ciento del PIB mundial tiene acuerdos con Chile. Y en una parte muy considerable de todos esos países los productos genéticamente modificados están operando y llegan a Chile, gracias a dichos acuerdos, con facilidades. ¿Y nosotros? ¡Les mandamos semillas para que nos sigan inundando con los mismos productos! Nuestro país no es capaz de generarlos. Si lo fuera, ello ayudaría a nuestros productores a lograr mejores rendimientos y evitaría la competencia desleal, que supone que unos puedan aplicar adelantos científicos y otros no.
Por eso, señor Presidente , creo que lo correcto es respaldar esta iniciativa, más todavía si se recuerda, como ya lo hicieron quienes me antecedieron en el uso de la palabra, que las propuestas del informe preparado por la comisión que durante muchos años estudió el tema por encargo del Presidente Lagos van en la misma dirección que aquella: avanzar en la obtención de productos genéticamente modificados en forma cuidadosa, con todos los resguardos necesarios para asegurar que el cultivo de un producto en algún terreno determinado sea debidamente autorizado y supervisado, con separación de zonas, en fin, con aplicación de cada una de las reglas que han permitido su desarrollo a nivel internacional.
Por consiguiente, existe una iniciativa del Gobierno anterior que avala en todo sentido al proyecto en debate.
Contribuiré con entusiasmo a su aprobación en general, paso que permitirá que las inquietudes manifestadas por muchos, que me parecen responsables y serias, ayuden a perfeccionar las disposiciones del texto. El voto negativo, en mi concepto, significa simplemente un castigo a nuestros productores y un rechazo al aporte que la ciencia y la tecnología pueden hacer al desarrollo nacional.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Navarro.
El señor NAVARRO.-
Señor Presidente , por cierto toda iniciativa que tienda a mejorar la capacidad de producción del país, particularmente si conduce a hacer realidad el sueño de una zona alimentaria, debiera ser asumida por nosotros en términos positivos.
Sin embargo, Nueva Zelanda -uno de los países a los cuales buscamos siempre parecernos y donde tuvimos ocasión de estar con la Presidenta Bachelet y observar con no poca envidia su proceso de desarrollo- es un gran exportador de productos alimenticios y competidor de Chile en materia láctea, por ejemplo, que ha resuelto no utilizar transgénicos e incorporar el elemento cualitativo-distintivo, razón por la cual la restricción al desarrollo de ese tipo de cultivos lo hace aparecer como una gran isla que da plenas garantías de la no realización de tal transformación genética.
En Chile existe una connotación negativa respecto de los productos alterados genéticamente y la carencia de una política de etiquetado. Decenas de productos en los supermercados son vendidos y consumidos por millones de chilenos sin saber que están comiendo sojas, maíz, trigo, arroz, y que tales alimentos tienen elementos pertenecientes o al ser humano, o al cerdo o a diversos tipos de animales.
En ese sentido, la pregunta que cabe hacerse es la misma realizada cuando apareció la biotecnología: ¿Surge para combatir el hambre en el mundo, como la que padece Africa, el continente perdido?
El 80 por ciento de los productos tratados mediante la alteración transgénica son vendidos en países desarrollados, no entre los pobres, sino entre los que pueden pagar.
Por tanto, creo necesario efectuar algunas reflexiones sobre la expansión de cultivos transgénicos para consumo nacional.
Es cierto que tal idea es patrocinada por Senadores de la Concertación y de la Alianza. Pero hay un compromiso de la Presidenta Bachelet -asumido cuando era candi en el sentido de no ampliar dichos cultivos y de exigir un estudio de impacto ambiental para la actual producción de semillas, lo cual -como aquí se señaló- resulta paradójico en cuanto a que seamos capaces para tal función. Lo dijimos en su oportunidad: partimos produciendo semillas y, luego, vamos a la generación de alimentos, en el primer paso.
La iniciativa que nos ocupa es posible asociarla con las declaraciones del Gerente General de ANASAC, Eugenio de Marchena, aparecidas en la Revista del Campo, del diario "El Mercurio", de 22 de octubre de 2006, donde señala la urgencia de contar con una ley para comenzar los cultivos transgénicos y, también, para desarrollar los biocombustibles.
A mi juicio, el proyecto apunta a esos dos ámbitos: el alimentario y el de biocombustibles. Entonces, se trata de una normativa hecha a la medida de un área de desarrollo -importante- de un sector empresarial, que no ha sido sometida a consulta pública.
Y el debate que hoy día realizamos en el Senado es prácticamente ignorado por los consumidores. La materia no ha tenido un tratamiento eficaz y amplio en la ciudadanía.
Algunos agricultores han manifestado estar de acuerdo con ella. Pero sería muy importante conversar con Fedefruta, con los productores de salmón y truchas, con Fedeleche, con los apicultores y con los pequeños productores.
Es real el interés de las personas que podrían hacer uso de tal tecnología, las cuales se encuentran en el ámbito de los grandes productores Pero yo quisiera escuchar la opinión de los pequeños empresarios. Leí el informe respectivo y no figura el parecer de estos, sino solo el de los grandes. Me interesa mucho recabar -haré el esfuerzo necesario- la información sobre el particular.
El proyecto está basado en bases científicas. Pero hay falacias ampliamente demostradas a nivel internacional y mundial. Por ejemplo, que la ingeniería genética es lo mismo que el mejoramiento convencional; que cuando se avanza en el proceso natural de selección hay una asimilación. Hoy día es más moderno: manejamos los genes, pero hay una cierta relación.
María Isabel Manzur , de la Fundación Sociedad Sustentable, ha reiterado muchas veces y ha llamado la atención respecto de lo que ella denomina "la profunda desinformación de los gestores de este proyecto al desconocer la evidencia existente sobre los riesgos de los transgénicos a la biodiversidad y el medio ambiente y los desastres internacionales de bioseguridad que han causado la pérdida de mercados por contaminación con transgénicos.".
Europa no está en eso. El Senador señor Espina manifestó que sí. Pero toda la documentación que he leído señala con claridad que hace rato aquella desechó tal idea, y que la búsqueda de sus consumidores apunta a productos que, efectivamente, se acerquen lo más posible a lo natural. Se trata de consumo selectivo, no masivo.
Además, la iniciativa desconoce la fuerte evidencia relativa al gran aumento del uso de herbicidas asociado a los cultivos transgénicos; a las intoxicaciones masivas en poblaciones rurales cercanas; a las pérdidas de cosechas en India, Estados Unidos y otros países, y al hecho de que esos cultivos no tienen mayor rendimiento, sino que son modificados para mejorar su resistencia a herbicidas y plagas; es decir, no se alteran para aumentar su rendimiento, sino para hacerlos más resistentes a las enfermedades.
La falta de beneficio económico de los cultivos transgénicos ha sido reportada por múltiples informes, entre ellos algunos de la CEPAL. No favorecen a los agricultores, excepto en el control de malezas con herbicidas contaminantes. Ellos son obligados, además, a pagar por las semillas, las cuales deben comprar todos los años.
Hemos presentado un proyecto para eliminar la semilla terminator, que hoy día se vende a los agricultores, pero que no pueden reproducir ya que tienen que comprarla cada año. Es como el caso del software y de las licencias informáticas, que deben pagarse en cada oportunidad. No es posible copiarlas.
La transnacional Monsanto ha sido obligada a pagar fuertes multas por casos de contaminación llamada "accidental", como ocurrió en Canadá.
El proyecto de ley en debate, señor Presidente , no hace mención alguna al Protocolo de Bioseguridad, tratado en la ONU, conforme a cuyo reconocimiento los organismos transgénicos son distintos a los convencionales y que tienen el potencial de causar daño a la biodiversidad, al medio ambiente y a la salud humana.
Dicho instrumento internacional fue firmado por Chile el 2002, y está en espera de su ratificación por el Congreso.
Por eso, no daré mi voto a favor de una iniciativa que pretende iniciar un proceso de incorporación de organismos transgénicos sin que el Parlamento haya ratificado tal Protocolo. Primero debemos tener seguridad, porque los riesgos existen.
El proyecto en estudio, además, desconoce el Tratado y sus recomendaciones, pues promueve, de manera amplia y con escasos resguardos de bioseguridad, la importación y uso de esos cultivos en el país.
El mencionado Protocolo no ha sido firmado por Estados Unidos, ya que este considera la bioseguridad contraria a los intereses comerciales de sus compañías biotecnológicas. Sin embargo, esta iniciativa sigue la misma línea. O sea, nos parecemos mucho.
En definitiva, no hemos ratificado el Protocolo de Bioseguridad -al igual que Estados Unidos- y tampoco incorporamos en el proyecto normas que pudieran dar certeza a los riesgos ciertos existentes.
La iniciativa propugna la expansión de los transgénicos, pero no menciona palabra alguna respecto de aumentar la capacidad de los servicios a cargo de esta normativa, que se encuentran sobrepasados.
En nuestro país, resulta claro que las Superintendencias respectivas, el SAG y los entes encargados particularmente de la vigilancia del sector agrícola tienen severas limitaciones. Eso ha sido reconocido por la misma Comisión Nacional para el Desarrollo de la Biotecnología. Hay carencias en la fiscalización y en los resguardos.
El proyecto agrava la situación presente, pues se están liberando en el país sin ningún resguardo o información cultivos peligrosos rechazados en Estados Unidos.
La verdad es que desconozco por qué el señor Ministro de Agricultura no fue invitado a esta sesión. Pero resulta claro que, por el ámbito en que nos encontramos, deberían haber estado presentes en el debate los Secretarios de Estado de las áreas relativas a medio ambiente, agricultura y salud humana. Tres carteras vitales.
El señor COLOMA.-
Fueron invitados, señor Senador.
El señor NAVARRO.-
Pero no están presentes en la Sala.
El señor COLOMA.-
El Ministro subrogante y la Subsecretaria de Agricultura estuvieron en la Comisión.
El señor NAVARRO.-
Además, el proyecto es confuso y débil en cuanto a bioseguridad, ya que no garantiza una protección a nivel nacional en las áreas protegidas o en los centros de origen. Estipula que para declarar una zona centro de origen se requiere un decreto supremo autorizado por el Presidente de la República , que, sin embargo, es reclamable y -más sorprendente aún- permite liberaciones en dicha zona.
Dejar esa facultad al Jefe de Estado , a través de un decreto supremo, no me parece correcto. O tenemos organismos de fiscalización o implantamos una monarquía presidencial, con un rey. O hay un instituto técnico que sea capaz de dirimir o sucederá lo que hoy día pasa en la CONAMA, que emite informes técnicos negativos, que se aprueban igual por razones políticas.
Yo no estoy dispuesto a repetir los errores que deseábamos corregir. Por eso, estamos creando el Ministerio del Medio Ambiente para dar prioridad a las materias técnicas.
No hay que olvidar que Chile es un país de alta riqueza genética. El 85,5 por ciento de la flora se originó en Chile, siendo el 44,6 por ciento de ella endémica y el 40,9 por ciento nativa. Ello apunta a la gran necesidad de preservar el patrimonio genético de la contaminación.
Reconociendo esta riqueza, se presentaron en el Congreso dos proyectos de ley que permiten la declaración de Zonas Libres de Transgénicos: el primero, de mayo de 2001, de los Senadores señores Horvath , Larraín , Martínez , Ríos y Stange , y el otro, de julio de 2002, de los Diputados señores Álvarez-Salamanca , Rosauro Galilea , Nicolás Monckeberg y Palma .
La verdad es que esas mociones...
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Ha concluido su tiempo, señor Senador.
El señor NAVARRO.-
...se contraponen, por cierto, a la iniciativa que hoy día estamos tratando.
Por otra parte, el proyecto en discusión es permisivo con las empresas, pues les otorga hasta tres instancias de reclamación por los rechazos a sus solicitudes o por medidas de bioseguridad que no sean de su agrado, cuando, en general, los ciudadanos comunes solo tienen una oportunidad.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Terminó su tiempo, señor Senador.
El señor NAVARRO.-
Por eso, señor Presidente, el proyecto requiere mayor debate.
Por cierto, existe la necesidad de aportar al crecimiento de la economía para tener un país alimentario con desarrollo. Pero el conjunto de reservas que he planteado, más otras que por falta de tiempo no alcanzo a señalar, me llevan a tener mucho cuidado. Y si tuviera que votar ahora lo haría negativamente.
Me hubiera gustado que contáramos con la presencia de los señores Ministros que he señalado, porque tengo varias preguntas que deseo que me respondan antes de dar un paso tan decisivo para la economía del país.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Ávila.
El señor ÁVILA.-
Señor Presidente , un proyecto de esta naturaleza, por las repercusiones que sin duda va a tener su aplicación, no puede ser entregado a la inspiración de agricultores ingenuos y de otros no tanto.
Quizás se ignora que aquí se está pavimentando el camino a una dependencia absoluta de un monopolio norteamericano, como Monsanto. Los porcentajes son muy aclaratorios a este respecto: 91 por ciento de la venta de semillas biotecnológicas mundiales es controlada por dicho monopolio.
Desconozco las razones por las que una iniciativa de esta naturaleza no se enviara a las Comisiones de Medio Ambiente y de Salud, y fuere tratada exclusivamente por la de Agricultura. Si uno revisa el informe y las personas que allí emitieron su opinión, ve que se excluyó el criterio de quienes tienen mucho que aportar en el plano científico. De modo que ellos no tuvieron ocasión de hacer valer sus puntos de vista.
Numerosas prevenciones han ido adquiriendo fuerza en el mundo, porque la experiencia acerca de los productos transgénicos no tiene el color de rosa con que pretenden ilustrarnos algunos Senadores. Desde luego, la contaminación por polen tiene efectos irreversibles.
Muchos han lamentado que Chile solo produzca semillas y que haya impedimentos legales para su cultivo. Por lo menos tenemos esa limitación, que nos protege de ser víctimas de una contaminación que está causando estragos en muchos países.
Ahí está el caso de agricultores de Canadá que, incluso, han sufrido la persecución de Monsanto, porque detectaron contaminación en sus productos tradicionales. Ellos han sido llevados a la justicia, siendo víctimas de una situación que no han deseado.
Para qué hablar de México. Los transgénicos han ido destrozando toda una cultura que por siglos se construyó alrededor del maíz. Y hoy los agricultores se encuentran con semillas -a las que hizo alusión el Senador señor Navarro - que pueden emplear solo una vez. Y eso no lo pueden entender los campesinos mexicanos, acostumbrados a ir mejorando los cultivos sobre la base de sus conocimientos ancestrales.
También han surgido las denominadas "supermalezas". Es decir, especies que no se conocían y que son resistentes al tratamiento tradicional utilizado en contra de elementos que atentan contra la productividad agrícola.
En Argentina, la soja genéticamente modificada usa más del doble de herbicidas que el producto convencional. Desde luego, están en un grave problema, precisamente, por esa circunstancia.
Los campesinos -ese mundo que está enteramente ausente de un debate de esta naturaleza-, por cierto, ignoran de dónde provienen las inspiraciones para impulsar en todos los países del planeta un negocio que ha adquirido dimensiones colosales, que nace por razones solo económicas y que en nada beneficia a los consumidores.
Sin embargo, los consumidores europeos y japoneses se han mostrado absolutamente reticentes a la introducción de productos transgénicos y, por lo tanto, exigen el etiquetado correspondiente.
El Senador señor Espina sostuvo en su intervención que en Chile el tema en debate está "pésimamente mal tratado". Es decir, está "casi bien", según sus propias palabras, y no veo, entonces, de qué se queja.
Es cierto que hay vacíos en nuestra legislación. Pero la manera de cubrirlos no es a través de un proyecto como este, que empeora las cosas y genera, de cara al futuro, una incertidumbre muy grave, la cual afectará a mucha gente.
Cuando se trata de introducir algo así como "un paquete chileno" -como suelen denominar en el exterior a una creatividad de nuestra delincuencia-, siempre se pone como referente y justificación a sectores menores, como las pymes. Y, en este caso, se utiliza a los supuestamente pequeños agricultores. Pues bien, ellos en nada serían beneficiados. Por el contrario, van a sufrir las consecuencias inevitables de quedar dependiendo de una transnacional que ha constituido un imperio y, al mismo tiempo, una verdadera dictadura genética a lo largo del mundo.
Por lo tanto, señor Presidente , lo mínimo que se puede pedir en relación con esta materia es que el proyecto sea tratado por las Comisiones de Medio Ambiente y de Salud antes de ser debatido nuevamente por esta Sala. Así, todos tendremos la oportunidad de reunir mayores elementos de juicio.
Y si vamos a legislar, que sea para proteger un patrimonio respecto del cual el país puede sentirse orgulloso y, además, para velar por el mantenimiento de mercados importantes para Chile que se muestran muy reacios a ser invadidos por productos de carácter transgénico.
Es mucho mejor negocio -y lo será aún más en el futuro- preservar el cultivo tradicional de productos no manipulados genéticamente, que iniciar el camino de esta experiencia que, por cierto, no augura nada positivo para el país.
Por eso, voy a votar en contra del proyecto.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Sabag.
El señor SABAG.-
Señor Presidente , nuestros agricultores siempre han sido sometidos a competencias muy desleales.
Hace algunos años, recordamos los miles de miles de millones de dólares que los países europeos y Estados Unidos otorgaban a sus agricultores. Por supuesto, con esos enormes subsidios ellos podían exportar productos a Chile, donde no existía ningún tipo de ayuda estatal y se obligaba a los agricultores a competir en tales condiciones.
En nuestro país hemos luchado por establecer centros de biotecnología. Estamos aprobando incentivos para la innovación y tecnología, a fin de permitir la participación de privados en esta materia. Pero cuando vemos que hay productos en los que se ha usado precisamente biotecnología, nos oponemos a su desarrollo en Chile.
Hoy día, sigue habiendo competencia desleal para nuestros agricultores. En todas partes se elaboran productos transgénicos. En los Estados Unidos -no vamos a decir que esta nación no se preocupa de proteger la salud de su pueblo, cuando es la más estricta del mundo al respecto- existen 50 millones de hectáreas cultivadas con maíz transgénico; en Argentina, 17,1; y en Brasil, 9,4.
¿Saben Sus Señorías cuántas hectáreas de maíz existen en Chile? ¡De 290 a 300 mil, y podemos llegar a 350 mil, en comparación con los más de 100 millones que hay en el mundo destinadas a dicho cultivo!
Antes, los países de la Unión Europea no participaban en este tipo de productos, pero ahora hemos sido informados de que también lo están haciendo. ¿Están más atrasados que nosotros? ¿Acaso no nos llevan la delantera? ¿Acaso no resulta incomprensible que aquí se cultiven semillas transgénicas para enviarlas al extranjero y que, posteriormente, se importen alimentos provenientes de vegetales genéticamente modificados para la crianza de pollos y de cerdos?
Hace muchos años que estamos consumiendo productos transgénicos, pero no dejamos que nuestros agricultores los elaboren.
Ello significa una nueva competencia desleal para ellos. ¡No cuentan con ningún tipo de apoyo ni de subsidio! No obstante, si usaran la biotecnología podrían producir mucho más y reducir los costos de producción por tratarse de cultivos resistentes a insectos y enfermedades. Sin embargo, les impedimos que lo hagan.
El Senador señor Ávila manifestó que resulta mucho mas rentable elaborar productos orgánicos. ¿Para quién es más rentable? ¿Para los agricultores? ¿Acaso los productos orgánicos cuestan el doble que los transgénicos? No. Tienen el mismo precio. No presentan ni una sola ventaja ni incentivo. ¿Por qué, entonces, les impedimos a nuestros agricultores competir en las mismas condiciones que imperan sobre el particular en otros países?
Hoy día, por fortuna, la rentabilidad agrícola ha cambiado totalmente. Ayer, veíamos que quienes explotaban la tierra estaban cada vez más desprotegidos y empobrecidos. En la actualidad, debido a los biocombustibles, al etanol, los productos del agro han subido de precio y se han vuelto rentables, máxime en nuestro país, donde muchos de estos se utilizan también en el cultivo de salmones.
Es decir, por primera vez en Chile la agricultura puede ser floreciente. Observamos cómo se exportan miles de miles de millones de dólares en productos provenientes no solo de la minería del cobre, sino de diversos ámbitos. Eso es lo que necesitamos: ¡diversificar nuestras exportaciones!
Cuando hace unos días yo comenté que Standard & Poor´s nos había calificado con "A+", y que ella equivalía a la de Italia, me refería a la confiabilidad en el país. ¿Y por qué ahora nos otorgan una calificación más alta? Porque, si bien antes éramos muy dependientes del cobre, el diversificar nuestras exportaciones nos ha permitido mejorar las condiciones económicas del país.
¿Tenemos problemas? ¡Es evidente! Sin embargo, la macroeconomía y la forma como nos ven desde el extranjero es lo que vale e incide en numerosas materias, por ejemplo, en que el riesgo sea mínimo para los efectos de los créditos que solicitan los privados y el país.
Por eso, estimo que este proyecto es adecuado. Sin duda, habrá que seguirlo analizando. ¡Hagámoslo! Pero no le quitemos la oportunidad a Chile de usar también el progreso de la ciencia y de la biotecnología.
Por supuesto, voy a votar a favor de la iniciativa. Espero que su tramitación siga avanzando y pronto sea ley de la República.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Girardi.
El señor GIRARDI.-
Señor Presidente , este debate recién se inicia en el país y creo que se va a hacer cada vez más frecuente.
Para analizar la situación de los transgénicos es mejor colocarlos en su contexto, porque si solo los consideramos desde la perspectiva económica o agrícola, se apreciará únicamente una parte de ellos y sería interesante contemplar el resto.
¿Qué significa "transgenia"? Significa tomar genes de una especie e incorporarlos en otra. En las plantas no tiene mucha relevancia, pero equivaldría, por ejemplo, a sacar genes de un perro, colocarlos en un ratón y obtener un ratón-perro; o poner los de un chimpancé en un humano, y lograr un "chimpohumano". Es decir, lo que hace la transgenia es intervenir la evolución de la humanidad.
Las bacterias se transmiten en forma horizontal y pueden comunicar sus genes de una bacteria a otra. Por eso los fenómenos de resistencia y otros se establecen con tanta facilidad. En cambio, la transmisión sexual o de otro tipo que presentan los seres superiores impide la transmisión horizontal, lo que estaría siendo alterado por la transgenia. En efecto, esta altera 4 mil millones de años de historia de la vida de una vez, con consecuencias bastante indeterminadas.
¿Por qué menciono lo anterior?
Porque debe haber una reflexión respecto de los costos que implica para la sociedad en que vivimos el insistir en una visión tecnocrática, tecnológica, como opción de desarrollo.
Los seres humanos estamos alcanzando un momento en la evolución de la vida donde -como lo han establecido los científicos, los premios Nobel-, aparentemente, por primera vez toda la biodiversidad del planeta se encuentra amenazada. Hasta las bacterias.
Ello tiene que ver con la cultura antropocéntrica de los seres humanos, quienes nos consideramos a nosotros mismos como la especie superior, y por ende, la que puede depredar y destruir a todas las otras especies, sin darnos cuenta de que lo único que plantea ese concepto es la destrucción de la vida.
Los seres humanos habitamos desde hace dos millones de años la tierra como homo sapiens. Antes fuimos homo erectus y homo habilis, y cinco millones de años atrás, australopithecus. La vida empezó hace poco más de 4 mil millones de años con las bacterias, hace 500 millones de años aparecieron las eucariotas -que tenían núcleo- y de ahí recién surgieron los seres superiores.
En síntesis, la transgenia pone en cuestión la evolución de la vida, porque nosotros, quienes conformamos la especie humana y pensamos que dominamos a las otras especies, no solo estamos destruyendo los bosques, el medioambiente, los organismos que producen el oxígeno y que retuvieron el hidrógeno para que la tierra no se transformara en un planeta como Marte, sino que, además, vamos a agregar otro tipo de riesgo: la transgenia.
Ella trae como consecuencia, desde el punto de vista ecológico, la alteración de la diversidad. La existencia de los seres vivos se sustenta sobre la diversidad, cuando esta se destruye por la selección de un solo grupo de especies, todo el sistema viviente se hace frágil. De hecho, una ley de la Biología sostiene que "A mayor diversidad, mayor estabilidad".
Por lo tanto, estamos exponiendo a la humanidad a un gran conflicto que, en muchas partes, ha sido cuestionado.
Como Sus Señorías saben, una agrupación de científicos a nivel mundial hace años planteó una moratoria al uso de transgénicos. Desde el punto de vista de las visiones más productivas y políticas, es evidente que el hecho de que los científicos del planeta hayan propuesto una medida de esa naturaleza seguramente no constituye ninguna situación conflictiva o indeseable, porque existe una compartimentarización absoluta entre la reflexión científica y la política.
Tal vez sería interesante que la política mirara a la ciencia para escrutar el futuro y no tomara decisiones en forma tan liviana, desatendiendo completamente lo que pasa en espacios que van unos pocos metros más adelante que nosotros.
Por lo tanto, me parece que este tema amerita una discusión.
Por lo demás, los estudios científicos demuestran que las transgenias tienen efectos sobre la vida. Se ha comprobado la existencia de daños celulares por el consumo de ciertos componentes transgénicos. Ese es un tema en desarrollo.
Por eso, todos los países europeos han establecido la obligación de rotular dichos productos, para que sus ciudadanos puedan adoptar las mejores decisiones, a sabiendas de que existen riesgos. Es decir, sobre la base de criterios precautorios, se deja a la sociedad optar por los transgénicos o no.
En consecuencia, este no es un asunto menor. Y si nosotros queremos banalizarlo, podemos hacerlo.
Ahora bien, desde el punto de vista económico, no tiene ninguna ventaja usar transgénicos en Chile, porque vivimos el peor de los mundos: acá ellos no se rotulan.
Otros países utilizan distintos mecanismos de regulación. Por ejemplo, en los Estados Unidos, si bien no se rotulan, existen barreras de entrada que impiden el ingreso de ciertos transgénicos proscritos. De hecho, una cadena de comida rápida estadounidense empezó a usar el maíz Starlink, destinado a la alimentación de animales. Ello provocó que las autoridades de dicho país prohibieran su comercialización y retiraran todos sus productos, pues podrían contener transgénicos dañinos para la salud.
Como Chile no tiene barreras de entrada ni tampoco exigencias de rotulación, carece de mecanismos de control.
Entonces, ¿qué ocurre en nuestro país? Que los supuestos beneficios de la transgenia -esto es, producir alimentos a más bajo costo- no se traspasan a la población, porque nuestra sociedad no sabe diferenciar con precisión qué productos son transgénicos y cuáles no. Por ende, el gran negocio de producir alimentos transgénicos a menor precio en Chile, se diluye, pues los consumidores deben pagar el mismo precio entre productos transgénicos y no transgénicos, dado que, de manera vergonzosa, nuestra sociedad no ha sido capaz de establecer el derecho a saber qué alimentos los contienen y cuáles no, y, por tanto, los ciudadanos no se hallan en condiciones de decidir entre unos y otros .
No estamos imponiendo una prohibición. Proponemos que cada ciudadano pueda optar respecto a los potenciales riesgos de los transgénicos. Los científicos, los nobeles del planeta, aunque seguramente a nuestro Congreso Nacional ello no le importe, han determinado la eventual peligrosidad de algunos productos transgénicos, han planteado moratorias y, en muchas naciones del mundo, han logrado que se fijen regulaciones como imponer barreras de entrada para algunos transgénicos peligrosos (por ejemplo, en Estados Unidos), o que se exijan rotulaciones conducentes a que los ciudadanos puedan manejar criterios de bioseguridad.
Por lo tanto, me parece que aquí hay una falacia. No es admisible aprobar un proyecto de esta magnitud sin contar, al mismo tiempo, con el instrumento que beneficiará a la gente y que le dará la posibilidad de elegir entre productos transgénicos y los que no lo son. Por último, en esa lógica de mercado se desprende que los productos transgénicos serían más baratos que los otros.
En consecuencia, admitimos ese beneficio versus los riesgos que potencialmente estos podrían acarrear.
Asimismo, comparto un tema que se ha planteado. Chile es uno de los pocos países del mundo que cuenta con una ventaja de la cual gozan muy pocos ecosistemas en el planeta: exhibe poca contaminación por transgénicos, aunque lamentablemente existen.
Concuerdo con lo expresado por el Senador señor Espina en cuanto a que estos se hallan absolutamente desregulados. Contamos con más de cien mil hectáreas para generar semillas. Pero, ¡cuidado! Se han plantado biorreactores. ¿Qué significa eso? Han puesto genes humanos a semillas vegetales, lo cual es tremendamente riesgoso. Además, todos los criterios de bioseguridad que se han desarrollado para biorreactores son sumamente complejos, no garantizan la seguridad y se utilizan en nuestro país, a pesar de ser factores de contaminación evidentemente peligrosos.
Por su lado, existe otro problema asociado al anterior. El patrimonio genético de Chile ha sido robado completamente, porque los mismos que promueven la transgenia se han dedicado a patentar dichos genes. Hace un tiempo se generó una discusión para determinar si los genes constituían un invento o si pertenecían al patrimonio de la humanidad. La posición mayoritaria se inclinó por la segunda teoría y, por tanto, concluyó que ellos deben estar al beneficio del ser humano.
Sin embargo, Estados Unidos logró que no se aceptara ese criterio y se empezaron a patentar genes que nadie inventó y que son resultado de cuatro mil millones de años de una evolución maravillosa. Así, nuestros genes son robados del país, son mejorados y luego patentados en otros lugares del planeta.
Entonces, creo que estamos frente a un tema macizo, potente que da inicio a un debate interesante. Y me gustaría que ese análisis pudiera desarrollarse no solamente con algunos científicos muy respetables, como el profesor Pablo Valenzuela que tiene una mirada más bien productiva del asunto, sino con otros expertos que representan perspectivas similares a las de los nobeles y a los grandes estudiosos que han tratado de establecer consensos a nivel planetario para hacer una discusión con mayor contexto y profundidad.
Por eso, en la medida que no se establezca la obligación de rotular los transgénicos en Chile, no deberíamos avanzar en esta materia, porque no se va a traspasar a la gente ninguno de los beneficios esperados. Y, además, se dañará una de nuestras fortalezas: ser un país medianamente libre de transgénicos. Ningún científico sabe verdaderamente los efectos futuros de los transgénicos, porque los genes representan una contaminación viva, cuyos efectos sobre la salud son totalmente desconocidos.
Muchos papers y cientos de estudios científicos señalan los riesgos de ese manejo, pero tampoco precisan las consecuencias que tendría sobre la biodiversidad el intercambio de genes bajo las livianas medidas de regulación que rigen en nuestro país.
Por lo tanto, mientras no se establezcan esos elementos complementarios, soy partidario de no aprobar el proyecto. De todas maneras, solicito a la Sala que, por la transparencia necesaria, por la profundidad del debate que esta materia requiere (ninguno de nosotros es ciego; sé que hay intereses económicos para algunos importantes, desde el punto de vista país, pero a mi juicio menos importantes que el proyecto en discusión), y por la relevancia que este asunto reviste, la iniciativa sea enviada a las Comisiones de Salud y de Medio Ambiente del Senado.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
A continuación, procederé a abrir la votación.
El señor HORVATH.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor HORVATH.-
Señor Presidente, como Comité y además como Comisión, solicito que el proyecto, para estudiarlo en su completa dimensión, sea enviado a la Comisión de Medio Ambiente y a la de Salud, como ha ocurrido con otras iniciativas vinculadas a este tema.
Me parece curioso que se le dé prioridad a un proyecto que nace en la hora nona, mientras los anteriores se hallan trancados en la Comisión de Agricultura.
El señor COLOMA.-
Pido la palabra.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Puede hacer uso de ella, Su Señoría.
El señor COLOMA.-
Señor Presidente , propongo que el proyecto sea votado en general para que después vaya a las Comisiones que sean necesarias. Pero no me parece conveniente representar a la Comisión de Agricultura porque despacha las iniciativas que le corresponden. La que nos ocupa data del 2006. Nunca me había pasado esto. Generalmente, ocurre al revés.
¡Y ahora nuestra responsabilidad es haber trabajado!
Señor Presidente , pido que coloque en votación el proyecto para que, en la discusión particular, sea tratado por las Comisiones que les parezca a los señores Senadores.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Abriré la votación y...
El señor HORVATH.-
Señor Presidente, usted debiera abstenerse porque también es autor del proyecto. Para que sea informado como corresponde...
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Cerrado el debate.
En votación el proyecto.
--(Durante la votación).
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Letelier.
El señor LETELIER .-
Señor Presidente , deseo partir por lo último y por la reflexión del Senador señor Coloma .
Es evidente que este tema es polémico, muy discutible. Por eso necesitamos un debate abierto. Y -debo reconocerlo- llama la atención que en la Comisión de Agricultura del actual período, a la que pertenecen algunos de los autores de este proyecto, no haya existido la voluntad de discutir otras iniciativas que tienen un avance legislativo mayor, que han pasado por la Cámara de Diputados y por Comisiones del Senado, no obstante lo cual hoy se encuentran estancadas, sin que se halle claro el motivo.
Por momentos, quisiera sumarme a las inquietudes del Senador señor Horvath , quien pide que esta normativa sea vista por otras Comisiones. Pero por ahora me gustaría plantear a los integrantes de la Comisión de Agricultura o a la Sala la posibilidad de convenir un procedimiento que permita tratar en conjunto todos los proyectos que dicen relación a esta materia.
Por ejemplo, en lo referente a la rotulación de productos transgénicos, al menos uno de los que se encuentran en discusión es de mi autoría; pasó por la Cámara Baja; hace tiempo que está parado, y no se ha querido avanzar en su tramitación, a pesar de que su único propósito, asumiendo que se trata de un debate donde convergen muchas opiniones, es que en los alimentos para el consumo humano se marque si incluyen transgénicos o no.
En definitiva, esa discusión, que genera inquietud en ciertos actores económicos, por algún motivo que uno no entiende, no se está llevando a cabo en el Parlamento. Y ello motivó que el debate del proyecto que vemos hoy se diera en un contexto distinto.
Espero, entonces, que las otras iniciativas sean abordadas de consuno, para disponer de una visión más global sobre un asunto altamente complejo. Porque, hasta ahora, eso no ha ocurrido.
Ahora bien, yendo a los temas de fondo, señor Presidente , creo que nuestro país tiene que tomar una decisión. Hasta el momento el Congreso Nacional nunca se ha pronunciado sobre este tópico. Por ello, me parece muy útil que los Senadores que propusieron este proyecto nos traigan a la Sala el debate más global.
Fue el SAG el que en algún momento decidió que íbamos a producir transgénicos, semillas, las que no se podrían comercializar en el país.
Ello, por lo menos en la Sexta Región, que represento en el Senado, ha dado lugar a la siguiente paradoja. Es la principal productora de maíz: 68 a 70 por ciento del total del país. Es también la que importa la mayor parte del maíz que requiere Chile: cerca de 60 por ciento es internado por una empresa instalada en la zona: Agrosuper. Pero es factible importar maíz transgénico, que se utiliza para la alimentación de chanchos, de aves, en fin. Se podrá discutir si ese producto, en su proceso de descomposición, tiene o no efectos sobre la vida humana. Pero lo cierto es que al respecto existe una paradoja, porque muchos de los semilleros que producen transgénicos se encuentran asimismo en la Sexta Región.
Por consiguiente, me parece básico que de una vez por todas tengamos una regulación sobre esta materia.
Hay, señor Presidente, un debate que no se ha planteado: si a nuestro país le conviene o no estar libre de transgénicos.
Existe al respecto una discusión, pero es absolutamente teórica. Constituía una opción válida a finales de los 80. Sin embargo, fue superada por los hechos, por nuestra apertura económica o por ciertos vacíos de la legislación.
No sé si hay actualmente alguna Región donde no se produzcan transgénicos. Yo, al menos, lo ignoro. Pero lo importante, más allá de la conveniencia o inconveniencia de aumentar su producción, de que exista una mayor superficie plantada, sería decidir si queremos reservar ciertas partes del territorio libres de ellos y contar con instrumentos de ordenamiento territorial que nos permitan actuar en esa línea. Ello, precisamente para poder saber en el futuro si la producción de transgénicos en algunas Regiones tiene efecto sobre la biodiversidad, comparándolas con aquellas que estén libres de tales cultivos.
Ese elemento no se halla bien establecido en el texto que nos ocupa, y creo indispensable considerarlo.
Señor Presidente, estamos en la discusión general. Empero, opino que, antes de aprobar en definitiva el proyecto, necesitamos contar con más antecedentes sobre el impacto que puede tener en la salud humana el consumo de aquel tipo de productos.
El debate se encuentra aún muy abierto. Uno puede quedarse con las versiones -lamento que no esté presente el Senador señor Girardi - que recogen ciertos casos extremos y pensar que aquí se nos va a caer el mundo, o bien, con las que sostienen que todo es inocuo, que esto no afecta a nadie.
La verdad es que en el caso de los transgénicos estamos más o menos como en el de los teléfonos celulares, cuyo impacto sobre la salud humana todavía no se conoce realmente.
Por tanto, deberíamos revisar la legislación -siento que, en rigor, no la tenemos- para establecer procedimientos y responsabilidades más estrictos en las empresas. La situación actual es la peor.
Por eso, me inclino por crear un marco regulatorio en esta materia. Y, al respecto, me gustaría que fuéramos capaces de establecer en la ley en proyecto -no en otra- un sistema de rotulación de alimentos y que asumiéramos el compromiso político de proceder en este sentido, de forma tal que podamos lograr, mediante un texto más equilibrado, un avance más global y que les dé garantías tanto a los que están en una posición como a quienes se hallan en otra. Y estimo que los derechos de los consumidores son muy importantes para este efecto.
No me opongo a votar en general esta materia, señor Presidente . Me parece un absurdo -lo planteo derechamente- que en la Región que represento, no obstante ser una de las mayores productoras de granos transgénicos del país, la empresa más importante, la que proporciona más empleo, sea uno de los principales importadores de granos transgénicos, porque, como estos no se pueden comercializar en Chile, tenemos que traerlos desde Argentina, lo cual nos priva de la posibilidad de desarrollar el conocimiento científico que necesitamos. Porque la verdad es que quienes están produciendo transgénicos aquí son las grandes transnacionales, que usan a los productores locales. Y no creo que eso sea bueno, pensando en el país y en su futuro.
Antes de concluir, señor Presidente , me gustaría invitar a los autores de la moción a pensar en estas dos propuestas: uno, rotulación, y dos, ver cómo conservar parte del territorio nacional libre de transgénicos, a fin de que tengamos la posibilidad de hacer comparaciones en los próximos 20 a 30 años, plazo que considero razonable para observar los efectos que aquellos pueden provocar en un sentido u otro.
Voto que sí.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Allamand.
El señor ALLAMAND.-
Señor Presidente, deseo hacer breves comentarios hacia el final de este interesante debate.
Lo primero que sorprende de los argumentos formulados en esta Sala es el planteamiento efectuado por algunos señores Senadores en el sentido de rechazar la idea de legislar, en circunstancias de que parece haber una coincidencia bastante amplia en cuanto a que esta es una materia que debe ser objeto de regulación.
Ese ánimo de postergar indefinidamente las definiciones no parece lo más razonable. Es el minuto de avanzar en este debate y zanjarlo. Ya habrá, en las instancias posteriores del proceso legislativo, oportunidad para referirse en detalle a todos los aspectos que aquí se han puesto de relieve.
Sobre el particular, quiero hacer presente, por ejemplo, que no se ha señalado aquí que el proyecto, entre otras cosas, aborda -por cierto, ello podrá perfeccionarse- lo concerniente a etiquetado y regulación en una forma que parece bastante correcta.
Ahora -muy rápidamente-, creo importante destacar que en los transgénicos hay un conjunto de beneficios evidentes. El primero y más patente de todos: la posibilidad de producir alimentos básicos más nutritivos.
Se ha hecho mención esta tarde de algunos problemas que podrían existir. Aquí está todo el debate sobre el tema de las alergias. Pero lo que no se dice es que también a partir de los transgénicos es posible producir plantas que dan origen a vacunas, proteínas y diversos productos farmacéuticos. Y, en consecuencia, el riesgo eventual no solo se morigera sino que perfectamente se puede neutralizar.
Los beneficios ambientales son evidentes. Sin lugar a dudas, los productos transgénicos contribuyen en general a aumentar la productividad agrícola, lo que permite -y en esto no hay dos opiniones- disminuir la presión sobre los ecosistemas.
Del mismo modo, es evidente que hoy resulta factible cultivar especies resistentes a las plagas y, con ello, bajar la utilización de un conjunto de fertilizantes químicos.
Desde el punto de vista ambiental, ¡cómo no destacar también la posibilidad de rehabilitar tierras degradadas o menos fértiles!
Y existe un elemento de enorme significación hacia el futuro: el incremento de la productividad energética de vegetales con miras a la producción de biocombustibles, que asoma como algo absolutamente promisorio.
Ahora, los argumentos en el plano económico-social también son bastante evidentes. Por ejemplo, es factible provocar una relevante mejoría de carácter económico en el mundo agrícola. Y no se debe perder de vista que en muchos casos la pobreza en nuestro país todavía sigue afincada en zonas precisamente agrícolas.
Quiero hacer dos reflexiones finales, señor Presidente .
Tal como lo señaló el Honorable señor Letelier , a veces da la impresión de que se está discutiendo si en Chile va a haber o no productos transgénicos. Pero la verdad es que estos ya se encuentran aquí y -como se ha explicado hasta el cansancio a lo largo de este debate- en forma absolutamente paradójica y absurda.
También deseo puntualizar que a veces se plantea como opción del país tener transgénicos o no tenerlos. Pero esa es una falsa disyuntiva. En primer lugar, porque -como se ha señalado- los productos genéticamente modificados ya están, y en segundo término, porque parte de la lógica del proyecto es justamente hacer cohabitar -por así decirlo- dos tipos de agricultura: una con elementos transgénicos y otra sin ellos.
Deseo hacer una última consideración global, sobre la competitividad.
Si uno mira las perspectivas de Chile como potencia agroalimentaria, debe observar también cuáles son algunos de nuestros competidores en ese espacio. Y el más evidente es Argentina.
Esa nación tiene hoy un muy bien ganado prestigio como potencia agroalimentaria. Lo que está haciendo en materia de frutas y de vinos, por ejemplo, va mucho más lejos de lo que era más tradicional en ese país, cuya actividad productora estaba constituida básicamente por el ganado y los granos.
Argentina, que es un gran competidor nuestro desde el punto de vista del acceso a los futuros mercados, en esta materia tiene resuelto el problema de manera absolutamente clara desde hace mucho tiempo.
En consecuencia, estancarnos, no avanzar en dicho ámbito, no dar un paso al frente para terminar con el verdadero absurdo normativo que tenemos constituiría un grave error.
Nos encontramos en la votación general del proyecto, y creo que los argumentos dados por los distintos señores Senadores son concluyentes en términos de la necesidad de avanzar en la legislación sobre la materia.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Flores.
El señor FLORES.-
Señor Presidente , he seguido con atención este interesantísimo debate.
En mi opinión, el Senado no puede estar ausente de la definición de los marcos del futuro. La biotecnología, el manejo de los genes y de otros elementos, como las células madres, van a determinar las posibilidades del progreso y de las competencias.
Considero razonables las objeciones hechas por algunos colegas. Esta es una materia muy controversial.
Conozco a ETC, grupo canadiense que se dedica a la lucha contra los transgénicos y exhibe argumentos respetables; o sea, no es cuestión de tomarlos al lote.
Sin embargo, pienso que el Senador señor Letelier está en la razón: la discusión al respecto es tardía. Y lo peor que puede hacer el Senado es actuar igual que el avestruz: como nosotros no lo discutimos, el tema no existe.
Y creo que el colega Ávila está equivocado respecto al 91 por ciento de Monsanto, porque son también DuPont y dos o tres compañías suizas.
Es interesante saber que cuando hablamos de productos transgénicos nos estamos refiriendo a compañías farmacéuticas que se dedican a ello. No se trata de cualquier empresa.
La investigación es cara. La biotecnológica es la más barata de todas, pero de todas maneras resulta costosa.
Entonces, mi pregunta es si tendremos o no una industria biotecnológica en serio y por dónde vamos a partir. Porque no podremos empezar por el lado de la medicina humana, que es mucho más cara.
Aquella es, entonces, un área relevante.
Ahora, cuando pretendemos modificar los virus, ¿estamos efectuando transgenia o no? Porque los virus son organismos semivivos que afectan a la vida.
Si Chile negara eso, sería fatal.
Citaré solo un caso: el del arroz, alimento vital en el mundo, especialmente para las naciones asiáticas. Pues bien, el único país que tiene analizado el genoma del arroz es China. Es decir, los chinos no se niegan a realizar investigación genética en esta materia. ¿Y por qué lo hacen? Para mejorar las cosas.
Ahora, yo les encuentro razón a quienes señalan que Nueva Zelanda tomó otra opción. No obstante, coincido con el Senador señor Letelier : es tarde para hacer eso. Pero a lo mejor es factible. Entonces, discutámoslo. Pero no pongamos etiquetas.
En definitiva, pienso que este proyecto es bueno, por lo cual debemos apoyarlo. Tengamos todos los debates y tomémonos todo el tiempo necesario para ello.
Y concuerdo en que, una vez aprobada en general, esta iniciativa debe ir a las Comisiones de Salud y de Medio Ambiente. Pero no nos neguemos a la discusión; no hagamos de la política del avestruz la política del Senado.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Coloma.
El señor COLOMA.-
Señor Presidente, al momento de fundar mi voto favorable, quiero simplemente hacerme cargo de dos cosas que considero importante dejar esclarecidas, por lo menos en la Versión Oficial.
En primer lugar, la Comisión de Agricultura solo ha cumplido su deber. A veces eso cuesta. Pero lo hicimos.
Mientras estudiábamos el proyecto sobre el bosque nativo abrimos un espacio para enfrentar el tema que hoy nos ocupa. Y lo hicimos en ese orden. Porque, efectivamente -y tiene razón el Senador que lo planteó-, había una iniciativa previa sobre etiquetado de productos alimenticios genéticamente modificados. Pero este proyecto, entre diez elementos, contenía ese aspecto. Entonces, había dos formas de enfrentar la materia: parcial o globalmente. La Comisión de Agricultura optó por analizarla globalmente, en la lógica de resolver el problema en su conjunto y no ir solucionándolo de a poco.
En segundo término, si Sus Señorías leen con cuidado los antecedentes, podrán apreciar que el Ministerio de Agricultura fue invitado dos veces. Y concurrieron la Subsecretaria y el Ministro a plantear sus puntos de vista. O sea, cumplimos plenamente a ese respecto.
En cuanto a los organismos fiscalizadores, es obvio que faltan. Sin embargo, si la Sala observa, es lo que le estamos solicitando al Gobierno. Porque quienes presentamos el proyecto tenemos iniciativa hasta cierto punto. Pero, tratándose de crear organismos, es el Ejecutivo el que debe otorgar su patrocinio.
Por último, la tendencia mundial -y sobre el particular existe una discrepancia más de fondo- es completamente distinta de lo que señaló un colega hace bastante rato: como bien expresó el Senador señor Flores, ella es a enfrentar el problema y no a hacerse el leso. Esto no existe en ninguna parte que no sea Chile.
Pensamos, entonces, que este es un paso necesario para abrir un debate. No pretendemos haber resuelto el problema, pero sí aspiramos a que el Senado tenga capacidad y altura de miras para discutir a fondo el tipo de país que deseamos construir en esta materia, de la que surgen efectos agrícolas, acuícolas, forestales, farmacéuticos, regionalizadores.
Este es un asunto grande, significativo, con mayúscula. Queremos generar ese debate, ese esfuerzo. Y pienso que sería sano que durante el año 2008 gastáramos parte relevante del tiempo en resolver esta materia y no seguir con puros puntos suspensivos.
Voto a favor.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Terminada la votación.
--Se aprueba en general el proyecto (25 votos contra 4 y 4 abstenciones); se fija como plazo para presentar indicaciones el lunes 10 de marzo, a las 12, y se resuelve enviar la iniciativa a las Comisiones de Agricultura, de Salud y de Medio Ambiente.
Votaron por la afirmativa las señoras Alvear y Matthei y los señores Allamand, Arancibia, Cantero, Chadwick, Coloma, Escalona, Espina, Flores, Frei, García, Gazmuri, Kuschel, Larraín, Letelier, Longueira, Muñoz Barra, Novoa, Núñez, Orpis, Pérez Varela, Pizarro, Romero y Sabag.
Votaron por la negativa los señores Ávila, Girardi, Horvath y Navarro.
Se abstuvieron los señores Gómez, Ominami, Prokurica y Vásquez.
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El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
Acaba de llegar a la Mesa una comunicación mediante la cual el Senador señor Bianchi, como representante del Comité Independientes, da cuenta de que también se ha designado Comité al Honorable señor Cantero.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Se toma conocimiento.
REFORMA CONSTITUCIONAL PARA REGULACIÓN DE ENTRADA EN VIGENCIA DE LEYES PROCESALES QUE INDICA
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Conforme a lo acordado por los Comités, corresponde ocuparse del proyecto de reforma constitucional, en tercer trámite y con urgencia calificada de "discusión inmediata", que regula la entrada en vigencia de las leyes procesales que indica.
--Los antecedentes sobre el proyecto (5560-07) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de reforma constitucional:
En primer trámite, sesión 75ª, en 12 de diciembre de 2007.
En tercer trámite, sesión 79ª, en 8 de enero de 2008.
Informe de Comisión:
Constitución, sesión 76ª, en 18 de diciembre de 2007.
Discusión:
Sesión 76ª, en 18 de diciembre de 2007 (se aprueba en general y particular).
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
La Honorable Cámara de Diputados, en el segundo trámite constitucional, reemplazó el artículo único de la iniciativa, enmienda que consiste en agregar al artículo 77 de nuestra Carta Fundamental un inciso final del siguiente tenor:
"La ley orgánica constitucional relativa a la organización y atribuciones de los tribunales, así como las leyes procesales que regulen un sistema de enjuiciamiento, podrán fijar fechas diferentes para su entrada en vigencia en las diversas regiones del territorio nacional. Sin perjuicio de lo anterior, el plazo para la entrada en vigor de dichas leyes en todo el país no podrá ser superior a cuatro años.".
Lo anterior, para ser aprobado, requiere el pronunciamiento conforme de las tres quintas partes de los Senadores en ejercicio, esto es, 22 votos.
Sus Señorías tienen a la vista un boletín comparado donde aparecen el texto que despachó el Senado y el cambio efectuado por la otra rama del Congreso.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
En discusión la enmienda.
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
En votación electrónica.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Terminada la votación.
--Por unanimidad, se aprueba la modificación introducida por la Cámara de Diputados, dejándose constancia, para los efectos del quórum constitucional exigido, de que 25 señores Senadores se pronunciaron a favor.
Votaron las señoras Alvear y Matthei y los señores Allamand, Arancibia, Ávila, Cantero, Chadwick, Coloma, Escalona, Espina, Flores, Frei, García, Gómez, Horvath, Kuschel, Larraín, Longueira, Navarro, Novoa, Ominami, Orpis, Pérez Varela, Prokurica y Ruiz-Esquide.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Terminado el Orden del Día.
PETICIONES DE OFICIOS
El señor HOFFMANN (Secretario General).- Han llegado a la Mesa diversas peticiones de oficios.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Se les dará curso en la forma reglamentaria.
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--Los oficios cuyo envío se anuncia son los siguientes:
Del señor FREI:
Al señor Ministro de Obras Públicas, solicitándole informar respecto a ESTADO DE PROYECTO DE PAVIMENTACIÓN EN TRAMO DE RUTA INTERNACIONAL CH-203 (REGIÓN DE LOS LAGOS).
Al señor Ministro Presidente de la Comisión Nacional de Energía, pidiéndole opinión en cuanto a CUESTIONAMIENTOS DE ASOCIACIÓN DE EXPORTADORES DE CHILE A.G. A DECRETO SUPREMO SOBRE FIJACIÓN DE PRECIOS DE NUDO.
A la señora Directora del Servicio Nacional del Adulto Mayor, requiriéndole evaluar PLANTEAMIENTO DE ALCALDE DE OSORNO SOBRE CREACIÓN DE RESIDENCIAS PARA ANCIANOS CON CAPACIDADES ECONÓMICAS DISÍMILES.
De los señores GARCÍA, ALLAMAND, CHADWICK, COLOMA, ESPINA, LARRAÍN y ROMERO:
Al señor Contralor General de la República, con relación a CRITERIO DE CONSEJO REGIONAL DE LA ARAUCANÍA EN DISTRIBUCIÓN DE FONDO COMPENSATORIO DE TRANSANTIAGO.
Del señor HORVATH:
A Su Excelencia la Presidenta de la República, con el objeto de evaluar SITUACIÓN DE EMAZA Y ENVÍO DE PROYECTO DE LEY QUE GARANTICE SU ROL ESPECÍFICO EN TERRITORIOS AISLADOS.
Al señor Ministro del Interior, solicitándole información respecto de INSTALACIÓN DE RED PERMANENTE DE MONITOREO EN SECTORES VULNERABLES DE AISÉN.
Al señor Ministro del Interior (S), haciéndole presente la necesidad de EVALUACIÓN DE CAMPAMENTOS DE EMERGENCIA EN TOCOPILLA Y OTROS LUGARES AFECTADOS POR RECIENTES SISMOS.
Del señor ROMERO:
Al señor Ministro del Interior, demandando su atención sobre DECLARACIÓN DE ZONA DE EMERGENCIA POR SEQUÍA EN COMUNAS QUE INDICA.
A la señora Ministra de Educación, solicitándole recabar INFORMACIÓN DE RECTORÍA DE UTEM SOBRE CARRERA DE CRIMINALÍSTICA.
Al señor Ministro de Justicia, acerca de SITUACIÓN DE MENORES EN COD-CERECO LIMACHE.
Al señor Ministro de Obras Públicas, en cuanto a OPTIMIZACIÓN DE USO DE EMBALSE LOS AROMOS y a PETICIÓN DE INFORME SOBRE CONCESIÓN DE RUTA PARA LITORAL NORTE DE REGIÓN DE VALPARAÍSO.
A la señora Ministra de Bienes Nacionales, para solicitar LISTADO DE INMUEBLES FISCALES PRESCINDIBLES EN REGIÓN DE VALPARAÍSO.
A la señora Subsecretaria de Marina, con el objeto de pedir antecedentes sobre DELIMITACIÓN DE CALETA LIGUA, COMUNA DE PAPUDO.
A la señora Directora Nacional del Servicio Civil, a fin de que informe sobre CONCURSO PARA CARGO DE DIRECTOR DE HOSPITAL DE QUILPUÉ.
Al señor Secretario Ministerial de Salud y a la señora Directora (S) de CONAMA de la Región de Valparaíso, solicitándoles precisiones acerca de INSTALACIÓN DE PLANTA PROCESADORA DE RESIDUOS EN BELLOTO NORTE.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Se levanta la sesión.
--Se levantó a las 18:17.
Manuel Ocaña Vergara.
Jefe de la Redacción
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