Labor Parlamentaria
Diario de sesiones
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Índice
- DOCUMENTO
- PORTADA
- I. ASISTENCIA
- II. APERTURA DE LA SESIÓN
- III. ACTAS
- IV. CUENTA
- ORDEN DEL DÍA
- V. OBJETO DE LA SESIÓN
- DECISIÓN DEL GOBIERNO SOBRE TELEVISIÓN DIGITAL.
- ANTECEDENTE
- INTERVENCIÓN : Pablo Lorenzini Basso
- INTERVENCIÓN : Marco Antonio Enriquez-ominami Gumucio
- INTERVENCIÓN : Dario Paya Mira
- INTERVENCIÓN : Antonio Leal Labrin
- INTERVENCIÓN : Marcelo Diaz Diaz
- INTERVENCIÓN : Rosauro Martinez Labbe
- INTERVENCIÓN : Juan Carlos Latorre Carmona
- INTERVENCIÓN : Andres Antonio Egana Respaldiza
- INTERVENCIÓN : Roberto Sepulveda Hermosilla
- INTERVENCIÓN : Esteban Valenzuela Van Treek
- INTERVENCIÓN : Gonzalo Arenas Hodar
- INTERVENCIÓN : Carolina Toha Morales
- INTERVENCIÓN : Pablo Lorenzini Basso
- INTERVENCIÓN : Alejandro Miguel Sule Fernandez
- INTERVENCIÓN : Ramon Farias Ponce
- INTERVENCIÓN : Marcelo Forni Lobos
- INTERVENCIÓN : Francisco Chahuan Chahuan
- DEBATE
- PAREO
- Alejandro Hales Jamarne
- Cristian Monckeberg Bruner
- Juan Masferrer Pellizzari
- Francisco Renan Fuentealba Vildosola
- Roberto Leon Ramirez
- Pedro Pablo Alvarez Salamanca Buchi
- PAREO
- ANTECEDENTE
- PRESENTACIÓN PROYECTO DE ACUERDO
- Marco Antonio Enriquez-ominami Gumucio
- Pablo Lorenzini Basso
- Alvaro Escobar Rufatt
- Roberto Sepulveda Hermosilla
- Francisco Chahuan Chahuan
- Marcos Espinosa Monardes
- Gonzalo Arenas Hodar
- Jaime Quintana Leal
- Marcelo Forni Lobos
- Carlos Montes Cisternas
- Esteban Valenzuela Van Treek
- Marcelo Diaz Diaz
- Rodrigo Gonzalez Torres
- Enrique Jaramillo Becker
- Carlos Abel Jarpa Wevar
- Alejandro Miguel Sule Fernandez
- Maximiano Errazuriz Eguiguren
- Ramon Farias Ponce
- Tucapel Jimenez Fuentes
- PRESENTACIÓN PROYECTO DE ACUERDO
- DEBATE
- ANTECEDENTE
- DECISIÓN DEL GOBIERNO SOBRE TELEVISIÓN DIGITAL.
- V. OBJETO DE LA SESIÓN
- CIERRE DE LA SESIÓN
- VI. DOCUMENTOS DE LA CUENTA
- DEBATE
- AUTOR DE UN DOCUMENTO
- Jorge Alfonso Burgos Varela
- Juan Jose Bustos Ramirez
- Guillermo Ceroni Fuentes
- Edmundo Eluchans Urenda
- Gonzalo Duarte Leiva
- Jorge Eduardo Sabag Villalobos
- Eduardo Saffirio Suarez
- Gabriel Silber Romo
- Patricio Vallespin Lopez
- Patricio Walker Prieto
- AUTOR DE UN DOCUMENTO
- DEBATE
- AUTOR DE UN DOCUMENTO
- Sergio Correa De La Cerda
- Rodrigo Alvarez Zenteno
- Alejandro Garcia Huidobro Sanfuentes
- Enrique Jaramillo Becker
- Jose Antonio Kast Rist
- Pablo Lorenzini Basso
- Osvaldo Palma Flores
- Jorge Eduardo Sabag Villalobos
- Esteban Valenzuela Van Treek
- German Verdugo Soto
- AUTOR DE UN DOCUMENTO
- DEBATE
Notas aclaratorias
- Debido a que muchos de estos documentos han sido adquiridos desde un ejemplar en papel, procesados por digitalización y posterior reconocimiento óptico de caracteres (OCR), es que pueden presentar errores tipográficos menores que no dificultan la correcta comprensión de su contenido.
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REPÚBLICA DE CHILE
CÁMARA DE DIPUTADOS
LEGISLATURA 355ª
Sesión 134ª, en miércoles 16 de enero de 2008
(Especial, de 18.30 a 20.37 horas)
Presidencia de los señores Walker Prieto, don Patricio, y Meza Moncada, don Fernando.
Secretario, el señor Loyola Opazo, don Carlos.
Prosecretario, el señor Álvarez Álvarez, don Adrián.
ÍNDICE
I.- ASISTENCIA
II.- APERTURA DE LA SESIÓN
III.- ACTAS
IV.- CUENTA
V.- OBJETO DE LA SESIÓN
VI.- DOCUMENTOS DE LA CUENTA
ÍNDICE GENERAL
Pág.
I. Asistencia 4
II. Apertura de la sesión 7
III. Actas 7
IV. Cuenta 7
V. Objeto de la sesión.
- Decisión del Gobierno sobre televisión digital 7
VI. Documentos de la Cuenta.
1. Oficio del H. Senado por el cual comunica que ha aprobado las modificaciones introducidas por la Cámara de Diputados al proyecto que “modifica el decreto con fuerza de ley N° 2, de 1998, sobre subvención del Estado a Establecimientos Educacionales”. (boletín N° 5383-04) 42
- Informes de la Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento referidos a la creación de las siguientes comisiones permanentes:
2. “De la micro, pequeña y mediana empresa”. (boletín N° 3600-16) 42
3. “De zonas extremas”. (boletín N° 4084-16) 45
4. “De seguridad ciudadana”. (boletín N° 5520-16) 47
5. Moción relativa al nombramiento del Edecán de la Corporación. (boletín N° 5649-16) 49
6. Proyecto iniciado en moción de los diputados señores Burgos, Bustos, Ceroni, Eluchans, Duarte, Sabag, Saffirio, Silber, Vallespín y Walker, que “modifica la ley N° 18.092, sobre letra de cambio, cheque y pagaré, simplificando trámites de la notificación”. (boletín N° 5715-03) 51
7. Proyecto iniciado en moción de los diputados señores Correa, Álvarez, García-Huidobro, Jaramillo, Kast, Lorenzini, Palma, Sabag, Valenzuela y Verdugo, que “concede, por gracia, la nacionalidad chilena a la madre Irene García de Prado. (boletín N° 5728-17) 53
I. ASISTENCIA
-Asistieron los siguientes señores diputados: (113)
NOMBRE (Partido* Región Distrito)
Accorsi Opazo, Enrique PPD RM 24
Aedo Ormeño, René RN III 5
Aguiló Melo, Sergio PS VII 37
Alinco Bustos, René PPD XI 59
Allende Bussi, Isabel PS RM 29
Alvarado Andrade, Claudio UDI X 58
Álvarez-Salamanca Büchi, Pedro RN VII 38
Álvarez Zenteno, Rodrigo UDI XII 60
Araya Guerrero, Pedro PDC II 4
Arenas Hödar, Gonzalo UDI IX 48
Ascencio Mansilla, Gabriel PDC X 58
Barros Montero, Ramón UDI VI 35
Bauer Jouanne, Eugenio UDI VI 33
Becker Alvear, Germán RN IX 50
Bobadilla Muñoz, Sergio UDI VIII 45
Burgos Varela, Jorge PDC RM 21
Bustos Ramírez, Juan PS V 12
Cardemil Herrera, Alberto IND RM 22
Ceroni Fuentes, Guillermo PPD VII 40
Correa De la Cerda, Sergio UDI VII 36
Cristi Marfil, María Angélica UDI RM 24
Cubillos Sigall, Marcela UDI RM 21
Chahuán Chahuán, Francisco RN V 14
De Urresti Longton, Alfonso PS X 53
Delmastro Naso, Roberto IND X 53
Díaz Del Río, Eduardo PDC IX 51
Díaz Díaz, Marcelo PS IV 7
Dittborn Cordua, Julio UDI RM 23
Duarte Leiva, Gonzalo PDC RM 26
Egaña Respaldiza, Andrés UDI VIII 44
Eluchans Urenda, Edmundo UDI V 15
Encina Moriamez, Francisco PS IV 8
Enríquez-Ominami Gumucio, Marco PS V 10
Errázuriz Eguiguren, Maximiano RN RM 29
Escobar Rufatt, Álvaro PPD RM 20
Espinosa Monardes, Marcos PRSD II 3
Espinoza Sandoval, Fidel PS X 56
Estay Peñaloza, Enrique UDI IX 49
Farías Ponce, Ramón PPD RM 30
Forni Lobos, Marcelo UDI V 11
Fuentealba Vildósola, Renán PDC IV 9
Galilea Carrillo, Pablo RN XI 59
García García, René Manuel RN IX 52
García-Huidobro Sanfuentes, Alejandro UDI VI 32
Girardi Briere, Guido PPD RM 18
Godoy Ibáñez, Joaquín RN V 13
Goic Boroevic, Carolina PDC XII 60
González Torres, Rodrigo PPD V 14
Hernández Hernández, Javier UDI X 55
Herrera Silva, Amelia RN V 12
Insunza Gregorio De Las Heras, Jorge PPD RM 28
Jaramillo Becker, Enrique PPD X 54
Jarpa Wevar, Carlos Abel PRSD VIII 41
Jiménez Fuentes, Tucapel IND RM 27
Kast Rist, José Antonio UDI RM 30
Latorre Carmona, Juan Carlos PDC VI 35
Leal Labrín, Antonio PPD III 5
León Ramírez, Roberto PDC VII 36
Lobos Krause, Juan UDI VIII 47
Lorenzini Basso, Pablo PDC VII 38
Martínez Labbé, Rosauro RN VIII 41
Masferrer Pellizzari, Juan UDI VI 34
Melero Abaroa, Patricio UDI RM 16
Meza Moncada, Fernando PRSD IX 52
Monckeberg Bruner, Cristián RN RM 23
Monsalve Benavides, Manuel PS VIII 46
Montes Cisternas, Carlos PS RM 26
Moreira Barros, Iván UDI RM 27
Mulet Martínez, Jaime PDC III 6
Muñoz D'Albora, Adriana PPD IV 9
Nogueira Fernández, Claudia UDI RM 19
Norambuena Farías, Iván UDI VIII 46
Núñez Lozano, Marco Antonio PPD V 11
Ojeda Uribe, Sergio PDC X 55
Olivares Zepeda, Carlos PDC RM 18
Ortiz Novoa, José Miguel PDC VIII 44
Pacheco Rivas, Clemira PS VIII 45
Palma Flores, Osvaldo RN VII 39
Pascal Allende, Denise PS RM 31
Paya Mira, Darío UDI RM 28
Quintana Leal, Jaime PPD IX 49
Recondo Lavanderos, Carlos UDI X 56
Robles Pantoja, Alberto PRSD III 6
Rojas Molina, Manuel UDI II 4
Rossi Ciocca, Fulvio PS I 2
Rubilar Barahona, Karla RN RM 17
Saa Díaz, María Antonieta PPD RM 17
Sabag Villalobos, Jorge PDC VIII 42
Saffirio Suárez, Eduardo PDC IX 50
Salaberry Soto, Felipe UDI RM 25
Sepúlveda Hermosilla, Roberto RN RM 20
Sepúlveda Orbenes, Alejandra PDC VI 34
Silber Romo, Gabriel PDC RM 16
Sule Fernando, Alejandro PRSD VI 33
Súnico Galdames, Raúl PS VIII 43
Tarud Daccarett, Jorge PPD VII 39
Tohá Morales, Carolina PPD RM 22
Tuma Zedan, Eugenio PPD IX 51
Turres Figueroa, Marisol UDI X 57
Ulloa Aguillón, Jorge UDI VIII 43
Uriarte Herrera, Gonzalo UDI RM 31
Urrutia Bonilla, Ignacio UDI VII 40
Valcarce Becerra, Ximena RN I 1
Valenzuela Van Treek, Esteban PPD VI 32
Vallespín López, Patricio PDC X 57
Vargas Lyng, Alfonso RN V 10
Venegas Cárdenas, Mario PDC IX 48
Venegas Rubio, Samuel PRSD V 15
Verdugo Soto, Germán RN VII 37
Vidal Lázaro, Ximena PPD RM 25
Von Mühlenbrock Zamora, Gastón UDI X 54
Walker Prieto, Patricio PDC IV 8
Ward Edwards, Felipe UDI II 3
-Asistieron, además, los ministros de Transporte y Telecomunicaciones, señor René Cortázar Sanz; de la Secretaría General de la Presidencia , señor Juan Antonio Viera-Gallo, y del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, señora Paulina Urrutia Fernández.
-Concurrió, también, el subsecretario de Telecomunicaciones , señor Pablo Bello Arellano.
-Por encontrarse con permiso constitucional, no asistió el diputado señor Patricio Hales Dib.-
II. APERTURA DE LA SESIÓN
-Se abrió la sesión a las 18.30 horas.
El señor WALKER (Presidente).- En el nombre de Dios y de la Patria, se abre la sesión.
III. ACTAS
El señor WALKER (Presidente).- El acta de la sesión 128ª se declara aprobada.
El acta de la sesión 129ª queda a disposición de las señoras diputadas y de los señores diputados.
IV. CUENTA
El señor WALKER (Presidente).- El señor Prosecretario va a dar lectura a la Cuenta.
-El señor ÁLVAREZ ( Prosecretario ) da lectura a la Cuenta.
V. OBJETO DE LA SESIÓN
DECISIÓN DEL GOBIERNO SOBRE TELEVISIÓN DIGITAL.
El señor MEZA ( Vicepresidente ).-
Esta sesión tiene por objeto analizar los impactos sociales, técnicos y económicos de la decisión administrativa del Gobierno sobre la norma para la televisión digital, así como el escenario jurídico posterior a la elección de la norma, es decir, las modificaciones legislativas y administrativas necesarias en el nuevo escenario digital, como también el impacto en una industria que tiene a millones de televidentes y hogares.
Han sido citados los ministros de Transportes y Telecomunicaciones, señor René Cortázar Sanz; secretario general de Gobierno , señor Francisco Vidal Salinas; secretario general de la Presidencia , señor José Antonio Viera-Gallo Quesney, y la ministra de Cultura , señora Paulina Urrutia Fernández.
En el tiempo previo de 15 minutos, establecido en el artículo 74 del Reglamento, tiene la palabra, por siete minutos y medio, el diputado don Pablo Lorenzini.
El señor LORENZINI .-
Señor Presidente , después de mí intervendrá el diputado Marcos Enríquez-Ominami , quien se referirá a los temas técnicos.
El entonces ministro de Economía , Alejandro Ferreiro , decía que la competitividad de un país requiere de un uso intensivo, inclusivo y avanzado de las tecnologías de la información y comunicación. Estas tecnologías apoyan el tránsito hacia un Estado más transparente, eficiente y conectado a la ciudadanía.
El diputado don Andrés Egaña , también, en una carta a “El Mercurio”, reconocía que la elección de la norma de televisión digital incidirá fuertemente en la industria local en los próximos cincuenta años, por lo que la decisión a adoptar es muy importante. Lo cito a él, porque es un hombre conocedor de la materia.
Hace un tiempo, el diario “El Mercurio” decía que se trataba de un proceso complejo, que debieran delimitarse rigurosamente los análisis, lo que estamos tratando de hacer. Y agregaba que había incertidumbre sobre las consecuencias que tendría cada decisión para el desarrollo futuro de la televisión chilena. El subsecretario de Telecomunicaciones , Pablo Bello , ha dicho que prefiere hacer bien las cosas, ponerse colorado, y postergar la decisión.
Hasta ahí, estamos hablando de una decisión. Pero, claramente, en lo que se refiere a televisión digital en Chile estamos hablando de un tema que afecta a siete millones de chilenos que tienen televisores; estamos hablando de un tema que está orientado hacia la transparencia de un Estado, a lo que significa la comunicación, tanto regional como de los distintos sectores de nuestra sociedad y, sobre todo, de la sociedad civil.
La norma a elegir es el inicio de un proceso. Pero no queremos que se produzca un Transantiago 2; no queremos un “TransChile”, porque esto es para todo el país y no sólo para Santiago. No queremos que, el día de mañana, cuando esto comience a operar, en 2011, la actual Presidenta de la República de la República tenga que decir ante una Comisión Investigadora: “me equivoqué”.
Nosotros queremos que el Congreso Nacional tenga la posibilidad de conocer y discutir lo que está sucediendo. Me parece bien. Lo dijo el ministro Pérez Yoma . Lo vimos ayer cuando aprobamos un proyecto que incrementa el Fondo de Estabilización de los Precios del Petróleo. Claramente, hay temas técnicos, pero la técnica está al servicio de la ciudadanía, y a ésta la representan los parlamentarios y los ministros políticos.
Por eso, nos parece bien que el ministro Vidal -quien hoy no nos pudo acompañar- haya reconocido la equivocación del apresuramiento que se estaba dando para tomar una decisión. Decía textualmente: “No es curioso que frente a un tema que va a regir la televisión por los próximos treinta, cuarenta o cincuenta años, no tienes derecho a equivocarte. No nos podemos equivocar. Además, tenemos antecedentes más o menos cercanos: lo del Transantiago”.
Agregaba que la industria de la televisión, mucho más allá, es una industria de siete, ocho, nueve o diez millones de chilenos, y si es necesario postergar tres veces este tema, lo vamos a hacer. Esta equivocación es absolutamente menor, a cometer una equivocación mayor. No voy a equivocarme en las decisiones.
Es decir, el Gobierno comienza a tomar esto no sólo como un tema técnico. Existe gran confusión por lo que se dijo en la prensa respecto de la compra de los distintos televisores en la última Pascua, ya que, según la norma, algunos van a requerir decodificadores, otros no.
No voy a hablar de lo técnico, sino de lo que me preocupa, que es la falta de información a la ciudadanía y la falta de discusión. Por eso, con el diputado Marcos Enríquez-Ominami , agradecemos a todas las bancadas que nos acompañaron para celebrar esta sesión inicial de conocimiento.
Tengo en mi mano varios textos emanados de universidades, elaborados por expertos. Este tema ha sido tratado ampliamente. Más aún, hace unos días, el subsecretario de Telecomunicaciones hablaba a “La Segunda”, el viernes 21 de diciembre, del lobby de las empresas de la TV digital. Se refería a una oferta de Philips y Nokia para entregar un porcentaje de la venta de televisores y otros aparatos, si Chile adoptaba la norma europea.
Empezamos con las dudas. Tengo en mi mano una carta proveniente de la Embajada de Japón, donde nos dice que su norma tiene ventajas económicas, precios accesibles, televisión móvil gratuita, y que es más avanzada, diversa, que llega a toda la sociedad.
También tengo aquí declaraciones del diputado Súnico, Presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología, quien ha estudiado el tema, criticó el retraso y señaló la conveniencia de tomar una decisión. Decía también que, a su juicio, la norma europea tiene mayor flexibilidad para dar más señales y entregar más diversidad.
Tengo en mi mano cartas a “El Mercurio”, de la Anatel, y del presidente del Colegio de Ingenieros , don Máximo Honorato , quien señala que debe adoptarse la norma de los americanos, ya que, de esa forma, los usuarios podrían ahorrarse hasta 2.100 millones de dólares.
Como pueden ver, tenemos cartas de Japón; opiniones sobre la norma europea y la estadounidense, pero los chilenos poco saben sobre la materia. No sé cuántos parlamentarios la conocerán; por lo menos yo sabía poco, hasta que me puse a estudiar el tema del multicasting, del datacasting y toda esta tecnología tan compleja. El problema es que estamos frente a un asunto que no es sólo técnico: éste es un problema político, porque afecta a toda la sociedad chilena; va más allá de elegir simplemente una norma.
Lo que estamos haciendo aquí es marcar el rumbo de una televisión chilena, que queremos que sea distinta, más amplia y diversificada; queremos que exista televisión en las regiones. Tendremos la posibilidad de llegar a 35 ó 40 canales y alguien tendrá que financiarlos; no sé si las propias empresas oferentes o los países que están haciendo lobby. Tendremos que ver quién va a financiar, en tres o cuatro años más, por un período que será de transición, la conversión de los televisores existentes hoy día o la compra de los decodificadores.
Estamos ante un problema que escapa a la norma técnica y me parece que, más allá de las decisiones que pueda adoptar una subsecretaría, corresponde a una decisión de la Presidenta de la República , con la intervención, por cierto, del Congreso Nacional.
Nosotros queremos -así se nos ha prometido- que existan leyes a futuro; queremos conversar desde el inicio sobre esta materia, escuchar a los ministros, hacer claridad sobre lo que hay, saber cuál es el cronograma de este proceso que afectará a todos los chilenos.
Por eso pedimos esta sesión y agradecemos la presencia de los ministros. Sabemos que el ministro Francisco Vidal tenía mucho interés en asistir -ya conversaremos con él-, y espero que podamos iniciar un diálogo que nos permita avanzar adecuadamente hacia esta nueva televisión, en conjunto con quienes estamos en el Parlamento y que somos los representantes de la ciudadanía.
He dicho.
El señor MEZA (Vicepresidente).-
Solicito el asentimiento unánime de los señores diputados para que ingrese a la Sala el subsecretario de Telecomunicaciones.
Acordado.
Tiene la palabra el diputado Marco Enríquez-Ominami.
El señor ENRÍQUEZ-OMINAMI.-
Señor Presidente , en primer lugar, debo recordar que este debate estaba pendiente desde hace 40 años -la televisión empezó a funcionar en 1960, impulsada por las universidades-, debido a la desconfianza de una clase política que veía a la televisión como una industria casi peligrosa. Se trata de un debate que va a impactar el modelo televisivo en los próximos 40 años.
Pero, mucho más que en la norma, quiero poner énfasis en las leyes y en el marco regulador que acompañará la norma, que es un desafío, como ya lo dije, que va a impactar por décadas el modelo de información que tenemos en Chile.
Digo esto, porque afecta dos derechos, dos bienes jurídicos que debemos cautelar en el Congreso: por una parte, el derecho a la libertad de expresión y, por otra, el acceso a la información. Además, la televisión tiene gran capacidad de cohesión social. Según los datos del último censo, en el 87 por ciento de los hogares hay un televisor, versus el 20 por ciento que tienen computadores; 10 por ciento, internet, 51 por ciento celulares. Hay más de siete millones de aparatos de televisión y un consumo promedio de cuatro horas al día de las mujeres y 3 horas y media de los hombres. Es decir, es una industria que convoca diariamente al grueso de los chilenos. En invierno, el nivel de televisores encendidos llega a 90 por ciento.
Pero, a mi juicio, se trata de una industria que tiene poca oferta. Si consideramos el
impacto de la televisión en la población, existe un número muy acotado de canales. Según todos los estudios realizados, su audiencia tiene expresiones que podríamos tildar de esquizofrénicas porque, por una parte, declara ver mucha televisión y con mucho agrado, pero cuando a las personas se les pregunta si les gusta lo que ven, responden que no adhieren a los contenidos y que quisieran otros. Ese divorcio entre lo que se ve y como se evalúa lo que se ve, en mi opinión, es un tremendo desafío que la televisión digital podría abordar con mucha más eficiencia que el actual cuadro normativo.
Por otra parte, la televisión es una industria que tiene pocos contenidos de apoyo al desarrollo personal, en circunstancias de que se podría hacer mucho más. En este sentido, quiero desmitificar un juicio sobre la televisión. La televisión chilena no es la peor del mundo, es, lejos, mucho mejor que la mexicana y que la de muchos otros países. Quiero referirme a algunas premisas, antes de proponer elementos que están contenidos en el proyecto de acuerdo, firmado por parlamentarios de todas las bancadas. Aprovecho de invitar a los colegas a aprobarlo cuando se someta a votación.
Primera premisa. La televisión es una industria que va de la oferta a la demanda; es decir, la gente ve lo que puede ver y no lo que quiere ver. Uno de los mitos que se ha instalado es que la gente ve lo que quiere ver. A mi juicio, no es así; se hace una oferta que es limitada, y ésta se chequea a través del televidente. Es una industria que, por lo demás, no considera a los auspiciadores a la hora de construir programación; la chequea con los auspiciadores.
Por lo tanto, es una industria en que, simplemente, nos pronunciamos respecto de una oferta limitada. Es un negocio regulado, porque las concesiones se realizan sobre un bien de uso público, de manera que los canales actuales no tienen derecho de propiedad sobre él, sino que sólo a su uso. Esto es muy importante como premisa para lo que viene. Son concesiones revocables en este cuadro analógico pre televisión digital.
Segunda premisa. En mi opinión, como ya lo dije, no se debe caricaturizar nuestro modelo televisivo como el peor de todos. Me parece que es un modelo suficientemente atractivo, considerando nuestra historia, el tamaño del mercado y la industria que tenemos. Pero sí se puede decir que es una televisión poco innovadora en su formato; que tiene una vocación metropolitana o centralista; que en sus contenidos existe pobreza de lenguaje que, a ratos, es extremadamente vulgar. Si tenemos en consideración el impacto que hemos comprobado que tiene, a través de datos concretos, me parece que es algo de la mayor gravedad.
Tercera premisa. El tema de la televisión digital es mucho más que un asunto administrativo o tecnológico: es una cuestión de poder sobre el pensamiento que impacta en forma mucho más poderosa de lo que quisiéramos.
Terminadas las premisas, quiero esbozar, brevemente y con mucha humildad, de qué se trata la televisión digital. El diputado Lorenzini me calificó de técnico, pero no aspiro a ser tal.
La televisión digital es pasar de la escasez a la abundancia, de la escasez del espectro a la abundancia del mismo, pero con cierta eficiencia. También es pasar a una mayor oferta de contenidos respecto de la que existe actualmente y a una mejor calidad de imagen. Sea estándar o de alta definición, vamos a tener una mejor calidad de imagen a todo evento.
También quiero desmitificar el hecho de que aquí está en juego una calidad de imagen peor en un caso que en otro. La televisión digital tiene, de por sí, mejor calidad de imagen, sea que elijamos la opción estándar o la de alta definición. Significa también la posibilidad de abordar lo que se denomina portabilidad de la señal, es decir, que podamos ver televisión, por ejemplo, en los más de doce millones de celulares o, incluso, en movimiento.
Se trata, entonces, de repensar los contenidos, considerando el nuevo tributo a la televisión que ofrece la portabilidad. Es pasar de un televidente pasivo a uno activo, porque si bien no hay interactividad, sí hay una opción totalmente distinta, a través del datacasting, que es otra de las aplicaciones que ofrece la televisión digital. Es, por tanto, al final del día, la posibilidad de incluir a los más pobres a la famosa sociedad de la información.
En resumen, la televisión digital significa transformar al televidente más en un terminal de información multimedial interactivo que en un sujeto de entretención. Eso es la televisión digital. A mi juicio, es una oportunidad no sólo en los aspectos que he descrito, sino que también para los efectos de hacer nuevos negocios.
Quiero decir algo relacionado con los gobiernos y sus políticas públicas. La televisión es educativa cuando el que la ve la hace educativa, y esto, en mi opinión, es una tremenda oportunidad, si consideramos que más del 60 por ciento de lo que aprende un alumno lo hace a través de lo que se denomina educación informal, es decir, fuera del aula. Por lo tanto, la televisión digital es también una oportunidad para mi Gobierno, en relación con nuestras ambiciosas reformas educativas.
¿Cuáles son las propuestas pos norma que quiero formular? Primero, considerar que cualquier nuevo cuadro televisivo tiene que hacerse con los actuales operadores. No es pensable una nueva industria sin los canales actuales. Una de las caricaturas que se ha hecho de quienes estamos apurando la decisión respecto de la televisión digital es que pretendemos exiliar a los actuales operadores, pero eso no es cierto. Sin su experiencia técnica y de contenidos, sin el aprendizaje de los actuales canales no se puede concebir un nuevo modelo de televisión. Sin embargo, hay que asumir que éste seguirá siendo un negocio regulado, con atribuciones respecto de las concesiones que tendremos que revisar, plazos que sean revocables, condiciones relacionadas con los contenidos, si necesitamos más o menos producciones con contenidos locales; tal vez, una naturaleza del ente regulador que deberemos revisar. El Consejo Nacional de Televisión tiene sentido en un cuadro distinto. Con las nuevas aplicaciones tecnológicas, con la abundancia de oferta de contenidos, con más señales, debemos preguntarnos cuál será la naturaleza de ese ente regulador.
Otra propuesta que quiero hacer es que deberían haber más operadores de distinto origen corporativo. ¿Por qué no pensar, de ahora en adelante, en canales con fines de lucro, como los que existen hoy día sin fines de lucro, públicos, privados, nacionales, extranjeros, regionales y locales? Ahora esto no es viable por la escasez espectral de que disponemos.
Una tercera propuesta. ¿Por qué no preguntarse si podemos separar dos funciones que hoy cumplen los canales? Esto, porque exhiben contenidos y, además, son dueños de la red en la que exhiben esos contenidos. ¿Por qué no separar el operador de red respecto del deber de producir contenidos? Es una oportunidad para regularizar concesiones que, a mi juicio, son del todo asimétricas. Hay concesiones televisivas de rango legal, jurídico y constitucional, lo que es un absurdo.
Pocos países tienen ese régimen de concesiones, que es inédito, que son indefinidas y revocables, pero de manera bastante precaria. En Estados Unidos, las concesiones se renuevan, supuestamente por ley, cada ocho años. En otros países, cada 25 años. Pues bien, una parte importante de nuestras concesiones televisivas son indefinidas, lo que amerita ser revisado.
Otra propuesta es que mantengamos el criterio de un propietario por una frecuencia y/o un arriendo. Como habrá abundancia de señales, mantengamos la decisión que se tomó hace muchos años y que a mí me parece correcta, de evitar la concentración de la propiedad de los medios de comunicación y mantener un propietario por señal.
Quinta propuesta: el caso de Televisión Nacional. A mi juicio, debiéramos preguntarnos por qué la concesión de Televisión Nacional no puede ser revocable. ¿Por qué no pedirle a TVN que rinda cuentas, pero, además, que podamos preguntarle y pedirle cuentas para que también estuviese en riesgo su continuidad? Me parece fundamental que TVN se someta a un régimen más estricto.
Asimismo, ¿por qué no preguntarse si TVN debiera tener dos señales? Tengo juicios complejos sobre eso, pero me hago la pregunta para que, por una parte, pueda cumplir su misión, que es muy ambiciosa y, por la otra, para que pueda competir con las demás operadoras.
Quiero una televisión pública, autónoma, como está por ley, tanto del Estado, pero también de los auspiciadores. Quiero invitarlos a una reflexión más audaz respecto de los incentivos para los contenidos: mantener, por supuesto, la libertad de programación; explorar incentivos para formatos de contenido innovadores, regionales, culturales y cohesionadores; buscar fondos concursables, retornables y no retornables. Que innovemos los subsidios y que no sea un subsidio o un gaseoducto de recursos que engorde a TVN y que signifique hundir al canal público que ha tenido éxitos y fracasos.
Respecto de simulcast, vale decir, el momento en que van a convivir y cohabitar la televisión analógica con la digital, estudiar la posibilidad de tener plazos justos, para que los nuevos operadores, que compitan con los antiguos canales, tengan la oportunidad de desplegarse, es decir, que tengamos simulcast de tiempos justos, con medidas que quiero proponer y que pongo a consideración del Gobierno. Por ejemplo, lo que han hecho otros países, como España, donde se acorta incluso el derecho a venta de televisores analógicos y le pongamos deadline para el switch off, para el final, mediante, por ejemplo, el término de la venta de televisores analógicos en 2012, año del todo aceptable.
Por último, aumentar el aporte del Estado en la torta publicitaria, del 2 por ciento actual al 15 por ciento. El promedio mundial es sobre el 10 por ciento.
El Estado de Chile aporta muy pocos recursos. Existe el compromiso tanto de Sebastián Piñera como de la actual Presidenta Bachelet, de aumentar esos recursos en un ciento por ciento. Hoy es de 2 por ciento, lo que resulta extremadamente bajo. Me refiero a los fondos concursables para contenidos.
Vuelvo a hacer hincapié en esta aproximación a la televisión digital como una oportunidad para los desafíos educacionales que tenemos en Chile.
Respecto de la norma, también se esboza en el proyecto de acuerdo una reflexión sobre ella, por lo que nuevamente invito a los colegas a votarlo a favor.
Hoy tenemos más o menos cuatro normas en juego en nuestro país, que tanto la Subtel y el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones están evaluando. Todas, a mi juicio, tienen fortalezas, pero también muchas debilidades, como consecuencia del tamaño de nuestro mercado, de nuestra geografía, de nuestra historia y de nuestro marco regulatorio.
Muchos países, chicos y grandes, ya optaron por una norma. No hay pretexto alguno para seguir demorando la decisión. Uruguay, un país pequeño, ya tomó la decisión. Brasil, un país gigante, también adoptó su decisión. No hay razón alguna para que Chile siga postergando esto.
Los criterios para definir la norma de-bieran ser: mantener el bajo costo de acceso a la televisión -no hay que olvidar que tenemos un parque de siete millones de televisores, que el 50 por ciento fue comprado en los últimos dos o tres años; o sea, el parque de televisores en Chile es bastante joven-, que el precio del set top box, que reconozco y hemos hablado ene veces con los diputados Arenas y Paya , no es la variable principal, pero debemos tenerla como una variable a estudiar, para que se fabriquen los set top box y gocemos de economía de escala en el futuro. Finalmente, que la norma que elijamos nos acompañe en el proceso de transición digital, tanto mediante emisiones duras como blandas, es decir, emisiones tecnológicas, pero también con recursos frescos, para los efectos de una transición que, a mi juicio, puede ser muy traumática si no lo hacemos.
Por último, una reflexión sobre la importancia de la norma en el plano regulatorio. Yo sostengo que no es inocua la decisión. Una norma respecto de otra norma, al día de hoy, con los datos que tenemos, va a tendenciar el debate legislativo.
Si yo considero que el compresor Mpeg4, que tienen alguna de las normas, es fundamental y las otras no lo tienen, la decisión debiera tomarla por el más eficiente en términos de espectro.
¿Qué es el Mpeg4? Es la capacidad de usar mejor los seis megahertz, entre otras cosas.
Lo que quiero transmitir es que estas demoras, estos plazos que hemos postergado tantas veces, son reveladores de intereses y de contradicciones respecto de objetivos que, a mi juicio, son bastante simples: más democracia y más cohesión social.
Finalmente, quiero hacer una pequeña crítica fraternal a mi Gobierno. Me parece mal la postergación, no sólo porque retrasa el acceso a millones de chilenos a una televisión digital con más oferta de contenidos y más aplicaciones tecnológicas, sino porque mantiene la brecha en el acceso a la información para los chilenos; pero, además, porque el método con que se postergó la norma no es del todo perfecto. Bien podríamos saber en el Congreso Nacional, al menos, por qué se postergó, cuáles fueron las dudas, cuál es el cronograma, el itinerario que sigue de ahora en adelante.
Espero que el Gobierno tome la decisión sobre la norma, acompañado de un conjunto de leyes. En el proyecto de acuerdo hemos señalado las o la ley general de Telecomunicaciones, atendido que es inevitable la convergencia entre la telefonía, la televisión, la radio y la internet.
¿Por qué no pensar una gran ley de telecomunicaciones o de comunicaciones, que vigile y fomente la competencia ante probables fusiones que sean malignas?
He dicho.
El señor MEZA ( Vicepresidente ).-
He recibido una comunicación de la ministra de la Cultura y de las Artes, que se encuentra en el Senado en espera de la votación de un proyecto de su cartera, en la que señala que en cuanto concluya la votación se integrará a esta sesión.
Tiene la palabra el diputado Darío Paya.
El señor PAYA.-
Señor Presidente , el tema que nos convoca es técnico y tiene infinidad de variables técnicas. Dada su relevancia, a ratos es como un mar sin orillas.
El marco regulatorio de la televisión hacia el futuro y la regulación de las concesiones son temas que en algún momento deberán ser objeto de un debate legislativo.
Por lo tanto, quiero usar el tiempo de que dispongo para opinar de aquello que no depende de nosotros y que deberá resolver la autoridad.
Daré mi visión del tema. Creo que lo dijo el diputado Lorenzini y me imagino que está presente en la preocupación del ministro : no cometer el mismo error que se cometió con el Transantiago. La pregunta es si ésa es una comparación gratuita o si tiene alguna justificación. Creo que es muy importante, ya que se usa la referencia al Transantiago, definir bien en qué consistió el error del Transantiago. Hoy se manifiesta en gente esperando micro tarde, en escasez de recorridos, tardanzas, trayectos largos, etcétera. Pero, ¿en qué consistió el error al momento de tomar la decisión acerca del Transantiago? En ignorar la realidad.
El desastre en que quedó convertido el Transantiago deriva del hecho de que se impuso un modelo que funcionaba en un computador, en un laboratorio, pero se ignoró la realidad, lo que la gente decía, lo que decían los actores del mercado del transporte: los operadores, los pasajeros, los recorridos existentes, que son la expresión de una realidad, de una necesidad. Pues bien, se ignoró lo que dijo el mercado.
Siempre es sano preguntarse -creo yo-, antes de ejercer cualquier facultad como la que le corresponderá a la Subsecretaría de Telecomunicaciones, ¿qué pasaría si no tuviera esa facultad? Si la decisión dependiera del mercado, ¿qué resolvería y por qué?
La pregunta es súper razonable, como también es razonable que reflexionemos sobre qué dice la realidad -que se ignoró para el Transantiago- respecto de la opción de la norma que se va a usar para transmisiones de televisión digital: si la europea, la norteamericana o la japonesa.
¿Cómo se expresa la realidad? Hay elementos de juicio que podemos atender, todos ponderados de manera súper relativa, pero, a mi juicio, aún así, algo dicen.
Aquí hay una historia que asocia a la televisión chilena a un ámbito que se expresa en una de estas normas. Pero estamos cambiando el sistema de transmisión de análogo a digital. Bien puede ser la oportunidad para innovar en la materia, salvo que los costos involucrados no sean necesariamente equivalentes para hacerlo en un sentido u otro. Pero, en fin. La historia algo dice, algo sugiere.
La realidad, la que se ignoró en el Plan Transantiago, se expresa también en la opinión de la industria, en los que hoy están dedicados a eso. Claro, tienen sus negocios e intereses. Habría que ser niño para no tener presente eso. Entonces, hay que filtrar las opiniones que emiten sobre el tema. Pero, de igual modo, la industria algo tiene que decir al respecto, pues sabe algo. Y la hemos escuchado sugerir algo que calza con la historia.
¿De qué otra manera se expresa la realidad? ¿Cómo habla el mercado? Hemos visto a la autoridad, como el Sernac, y a mucha otra gente, preocupadas por la compra de televisores que tal vez después no sirvan. Al respecto, cabe preguntarse qué televisores se han vendido. No sé cuántos, pero se sabe que se han vendido miles de aparatos de televisión habilitados para recibir transmisión digital de una determinada norma. Curiosamente, coincide con lo que está diciendo la industria y tiene algo que ver con la historia.
Entendemos y agradecemos la preocupación de la autoridad por advertir a la gente que no se acelere comprando televisores que después no le van a servir.
Me atrevería a decir a la autoridad que nadie invierte en uno de esos aparatos, tomando en consideración su costo, sin tener presente el riesgo. Y los han comprado por decenas de miles.
No deja de llamar la atención que en Chile uno puede encontrar aparatos de origen europeo, como Philips, portaestandarte de una norma, adaptados para recibir transmisiones de televisión digital con norma americana.
No deja de sorprender que en Chile uno puede encontrar aparatos Sony, portaestandarte de la norma japonesa, adaptados para recibir transmisión de televisión digital con norma americana. Incluso, los que compiten en esta discusión, en este caso la industria proveedora de aparatos, también algo percibe en Chile, lo que calza con lo que perciben algunos consumidores, con lo que dicen a ratos en la industria y con la historia.
También vale la pena mirar hacia el exterior para saber qué ha pasado en otros países. Estamos hablando de transmisiones que se harán en 6 megahertz.
Por ello, cabe preguntarse si existe en el mundo transmisiones con la norma europea, por ejemplo, en 6 megahertz. Taiwán responde que sí. En Filipinas todavía no se resuelve el tema. Todo indica que lo resolverá hacia la norma europea, porque es lo que viene en la industria. Pero en Taiwán los decodificadores, más los adaptadores, los set-top-box disponibles todavía no están habilitados para transmitir en alta definición.
Cuando llegamos al tema de la alta definición, debemos analizar si es tan trivial o tan importante. Veamos que nos dice el mercado.
Hoy, en el mercado de Chile se venden cámaras hogareñas en alta definición. Alguien las está comprando. En Navidad, la gente con más recursos, los ricos, compraron a sus hijos consolas PlayStation y consolas WI con alta definición. Se están vendiendo aparatos Blu-ray y HD para reproducir CD en la casa. Son DVD hogareños con alta definición.
Sin duda, es cosa de semanas y meses para que los clubes de videos ubicados en los barrios tengan una gran oferta de películas en alta definición. VTR y DirecTV están anunciando ofertas en alta definición. Al parecer, hay demanda sobre esto.
Nuestra opinión es que jamás debemos forzar a una opción que privilegia la alta definición si eso conlleva imponer un costo a la gente más humilde, la que estará obligada a esta transición; a la gente que no tiene opción, porque no tiene cable ni televisión satelital. Creo que alrededor del 70 por ciento de los chilenos ve televisión abierta gratuita. Sería una insensatez imponerles una decisión que privilegia la alta definición si les significa un costo injustificado.
No quiero entrar en detalles, pero todo indica que en materia de precios eso ya no es problema. El surgimiento reciente de un subsidio en Estados Unidos para proveer de las consolas respectivas, alivia la situación. Pero he sostenido durante bastante rato que cuando estamos hablando de una definición que es para décadas, perfectamente podemos demorarnos algunos meses, al punto que el precio no sea un tema relevante.
Sin embargo, la discusión respecto de los precios es pertinente, porque hoy se habla de ciertos factores para tomar la decisión que, a mi juicio, constituyen gustos muy caros.
Es evidente que la portabilidad es una gracia. En el entendido de que se adoptan las normas respectivas, la portabilidad supone comprar aparatos que valen mil dólares. Es cierto que cada día el dólar vale menos, pero estamos hablando de un producto de elite, que está completamente al margen del alcance del 70 por ciento de los chilenos que sólo ve televisión abierta, en función de los cuales debemos tomar esta decisión. Ignorar ese hecho, sería muy grave. Es obvio que es una gracia, que tiene ventajas, pero tal vez sea un capricho tecnológico sumamente caro que, por lo pronto, implica reemplazar el parque entero de teléfonos celulares disponibles en Chile. Mpeg4, efectivamente hace más útil el uso del espectro. Pero en circunstancias de que no hay problemas de escasez de espectro y que con la decisión de transmisión digital habrán disponibles 26 espacios separados de 6 megahertz cada uno, en cada uno de los cuales pueden convivir cuatro, tal vez cinco, señales digitales. Es decir, escasez de espectro no hay. Mpeg4 significa ser más eficiente en usar algo que no es escaso. Pero ¿qué les pasó a los brasileños? Que las cajitas, los convertidores que tendrán que comprar el 70 por ciento de los chilenos que no tienen opción, cuesta 600 dólares. Es una gracia tecnológica, pero un capricho caro.
Así como sería una insensatez optar por un sistema privilegiando sólo la alta definición, si eso significa un costo injustificado a los más pobres, creo que la discusión respecto de la portabilidad y el uso del Mpeg4 es una exageración.
Por último, quiero insistir en algo que recién enuncié, porque en demasiadas intervenciones de todos los sectores se insinúa que optar por una norma u otra significaría ventajas respecto de la posibilidad de tener una televisión más plural, con más opciones, con más ofertas programáticas. Al respecto, debo decir que eso no es así.
En la decisión de concretar este cambio, cualquiera sea la norma que se elija, se utilizará el espectro VHF, que permitirá que haya una amplia disponibilidad de espacio, que no hay cómo suponer que sea escaso ni en el mediano ni en el largo plazo. Más bien, todo lo contrario.
Cualquiera sea la norma que se utilice, hay garantía de la existencia de un espectro disponible para que haya pluralidad de opciones, de ofertas programáticas a través de la televisión abierta gratuita, más cable, más satélite.
Por tanto, ya que en su introducción el diputado Lorenzini aludió a la necesidad de no cometer los errores que se hicieron en el Transantiago, instamos a la autoridad a no repetir el error de ignorar la realidad, la que se expresa a través de los autores de la industria, de los consumidores, de lo que está pasando en el mercado de la televisión en Chile.
He dicho.
El señor MEZA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Antonio Leal.
El señor LEAL .-
Señor Presidente , coincido con el diputado señor Darío Paya en el sentido de que no es la norma la que determinará tener una televisión más pluralista, más abierta y más democrática, donde puedan entrar nuevos actores. La ley y su regulación permitirá si se concentran las señales o si pueden difundirse y entrar nuevos actores. Por tanto, el tema de la norma no es lo central, sino el debate.
Pese a ello, el Ministerio del Transporte, la subsecretaría y el subsecretario Pablo Bello , en particular, han realizado todos los estudios correspondientes. Entiendo que ya publicaron estudios técnicos en la página web de la Subsecretaría de Telecomunicaciones -sería muy importante darlos a conocer- respecto de las definiciones técnicas. Se trata de estudios prácticos sobre cómo concretar las normas en el país.
No hay duda de que estamos frente a una gran oportunidad, pues la televisión digital puede ampliar el espectro televisivo y permitir el ingreso de nuevos actores, que espero que sean universidades o centros de estudio. No tengo una visión ilusoria de esto. En las actuales condiciones, es posible entrar a la televisión abierta; sin embargo, cuesta mucho mantener un canal. Somos un país pequeño y tenemos un avisaje limitado. No es infinito el espectro. Hablar de que puede haber cuarenta canales más me parece completamente ilusorio. Pero sí se puede generar un cuadro que permita el ingreso de nuevos actores y en el que efectivamente se pueda determinar que las parrillas programáticas sean diversas. Nadie está contra los actuales programas de diversión de la televisión, pero tiene que haber un tipo de oferta televisiva que no esté determinada de manera tan significativa por el avisaje o el marketing, sino que pueda abrir oportunidades distintas a todos los televidentes. En ese sentido, la adopción del estándar de la televisión no resuelve por sí sola los aspectos fundamentales para la implementación de la televisión digital en el país, ni garantiza que este cambio tecnológico se transforme realmente en una oportunidad de mayor pluralismo y de mayor diversidad en los contenidos.
Si ponemos atención al mercado, comprobaremos que los televisores de plasma o de LCD que más se han vendido son japoneses, no norteamericanos, como el diputado Paya insinuaba en su intervención. También me preocupé de averiguar si los televisores de plasma o de LCD tenían posibilidades de adecuarse a las diversas normas. Casi todos los últimos que han salido al mercado ya la tienen. Los televisores Panasonic acaban de ingresar y tienen la posibilidad de conectarse con los tres estándares. Ésos son datos importantes a considerar desde el punto de vista del mercado.
Asimismo, cabe tener presente que la norma europea se utiliza en 150 países; la japonesa en 2 países y la norteamericana en 5 países. Es un dato que también debemos considerar en relación con el mercado mundial.
Ahora, de acuerdo con los estudios realizados, todos los estándares se consideran técnicamente adecuados para operar en el país. Es un dato muy relevante. No hay un estándar que no pueda operar en Chile. Algunos pueden operar en mejores condiciones, como la televisión europea o la japonesa, y otros, con mayores dificultades, por las características geográficas del país.
Otro tema es el precio de los equipos y qué hacemos para que este sistema sea accesible. No es un dato banal, porque el 59,8 por ciento de los chilenos tiene televisores de más de seis años, de los cuales un porcentaje muy alto son muy antiguos. Por tanto, no es banal considerar cuánto cuesta el codificador. No es lo mismo si vale 35 ó 40 dólares, como cuesta el europeo, que vale 400 dólares, como el japonés. Es un dato relevante desde el punto de vista de la masividad del acceso a la nueva tecnología.
Por eso, coloco el acento en la regulación. Lo más importante es que modifiquemos la ley del Consejo Nacional de Televisión, que define el marco regulatorio del sector, y la ley de Televisión Nacional de Chile, a fin de que las señales no se concentren y la televisión digital abra nuevas expectativas de pluralismo, de mayor democracia, de alta definición y, sobre todo, de masividad y de programas alternativos desde el punto de vista de sus contenidos.
He dicho.
El señor MEZA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Marcelo Díaz.
El señor DÍAZ (don Marcelo).-
Señor Presidente , quiero sumarme a algunas de las reflexiones que se han hecho. Creo que el debate sobre la norma es de enorme trascendencia, no sólo para el mercado de las telecomunicaciones, sino para el país en general, por el impacto creciente, significativo y de envergadura que tiene la televisión como medio de comunicación en la formación de opinión pública, en la formación de los ciudadanos, en la posibilidad de democratizar el acceso a la información y, particularmente, en la construcción de lo que se denomina “la sociedad del conocimiento”, de lo cual creo que Chile está a mucha distancia.
En su intervención, el diputado Marco Enríquez-Ominami señaló el cambio de paradigma que iba a representar el tránsito desde la televisión que conocemos hoy a la televisión digital, que implica pasar de la escasez a la abundancia. A veces, uno tiene capacidad para administrar la escasez, pero eso no necesariamente garantiza que se tengan aptitudes para administrar la abundancia. Creo que debemos estar preparados para el cambio que esto significa, porque de la administración que hagamos de esa abundancia, esto es, de las posibilidades de disponer de una mayor oferta televisiva, va a depender la calidad del resultado.
Desde nuestra perspectiva de autoridades públicas, ni el Ejecutivo ni el Legislativo pueden estar contentos con la televisión que tenemos. Claramente, no es lo que nos gustaría tener. No he escuchado a ninguna autoridad pública decir que el tipo de televisión y la oferta televisiva que tenemos sean satisfactorios. Ése es un punto importante del diagnóstico que debe hacerse, y tiene que ser el enfoque básico presente al momento de adoptar la decisión sobre la norma. El enfoque debe considerar la expansión de los derechos ciudadanos también a los temas relativos a la televisión. El Estado debe asumir ciertas responsabilidades. En ese sentido, debe asumir su deber-poder, como dueño del espectro radioeléctrico y televisivo, de imponer ciertas cargas, obligaciones y responsabilidades a los agentes televisivos. El Estado es el dueño de dicho espectro en nombre de todos los chilenos y chilenas. No puede ser que la única carga pública que tenga la televisión sea no incumplir ciertas normas o sujetarse a ciertas sanciones si las incumple, y transmitir a los ciudadanos la oferta pública para que resuelvan sobre la decisión cívica quizás más importante: quienes dirigirán el país.
Daré un ejemplo que siempre menciono: Es inadmisible que un canal de televisión se niegue a poner en pantalla una campaña de utilidad pública como la de prevención del sida, particularmente cuando promueve la utilización del condón como medio de prevención. Me parece inadmisible que en Chile un canal de televisión, concesionario de una propiedad de los chilenos, de la que el Estado es titular, pero de la que no se desprende cuando entrega la concesión, esté en condiciones de liberarse de una carga pública, de una política de alto impacto. Ése es el tipo de reflexiones que debemos hacer.
Hay que revisar el estatuto de la televisión en Chile en general, el estatuto de Televisión Nacional, hacer reformas sustantivas al rol, a la finalidad y a la naturaleza del Consejo Nacional de Televisión y pensar en un tipo de televisión pública que también nos permita satisfacer objetivos de política pública. La televisión no es sólo un mercado, una industria o un negocio, sino, probablemente, el medio que más impacto tiene en la formación de conciencia y de opinión pública y en la adopción de decisiones en el país.
Existen responsabilidades públicas que deben ser impuestas desde el Estado a quienes se hagan cargo de la titularidad de una concesión. Creo que ésa es parte de la reflexión que debemos hacer, y siento que el Estado tiene que apoderarse y empoderarse de ese papel, porque son los ciudadanos los que le han entregado la responsabilidad de administrar este bien escaso, en nombre del interés general. Hoy, en la industria televisiva no está primando el interés general, sino el particular de quienes legítimamente tienen una concesión. Pero ése es el negocio de la televisión, de los canales, de los concesionarios. El negocio del Gobierno y del Congreso Nacional es el interés público, y ese interés público debe prevalecer en el nuevo estatuto que se adopte como consecuencia de esa decisión de gran trascendencia.
He dicho.
El señor MEZA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el diputado señor Rosauro Martínez.
El señor MARTÍNEZ .-
Señor Presidente , lo que estamos analizando es muy relevante para el país y no es, como pudiera creerse, un tema exclusivamente técnico, aun cuando ese componente es sustantivo.
Digo esto, porque la incorporación de la televisión digital será una verdadera revolución. Permitirá un incremento del número de canales, mejorará la calidad de la imagen y el sonido y posibilitará el acceso a diferentes servicios y aplicaciones interactivas a través de un canal de retorno telefónico, y además, fundamentalmente, conlleva efectos sociales y políticos.
La televisión digital implica, en la práctica, una verdadera democratización de los medios, pues abre la posibilidad a muchos actores. Es un fenómeno similar a You Tube, en el cual el mismo servidor libre puede recibir miles de videos, todos compatibles con la emisión, que en este caso es la televisiva. Es decir, las dimensiones del cambio son insospechadas.
Por eso, la decisión que tome el Ejecutivo será muy importante y deberá ser ampliamente informada al país.
Se habla de tres normas o modelos: el estadounidense, el europeo y el japonés. Cada uno posee diferentes fortalezas y debilidades, y el país debiera conocerlas en profundidad, porque existen cuestiones relevantes por considerar derivadas de la experiencia internacional. En ese sentido, cabe formular las siguientes preguntas:
Primero, ¿de qué manera esos modelos y sus efectos responden a las características culturales del país?
Segundo, ¿cuál es su comportamiento en las zonas rurales? Existen opiniones que señalan que la norma estadounidense tiene mayor alcance en esos lugares.
Tercero, ¿cómo se compatibiliza con la televisión por cable o será necesario introducir modificaciones para operar en Chile?
Cuarto, en relación con los costos de su implementación, ¿serán independientes del modelo que se adopte o existirán otros diferentes?
Quinto, ¿cuál se compatibiliza mejor con la evolución futura de la tecnología nacional? La literatura señala que, a este respecto, la norma más adecuada es la japonesa. El problema es que sería muy cara. ¿Es realmente así? Y si es así, ¿quién pagaría ese mayor costo? En Inglaterra, por ejemplo, en 2002 una empresa privada, en concordancia con el Estado, subsidió la adquisición de las cajas convertidoras. En Estados Unidos, el Congreso planea apoyar con 1,5 millones de dólares a los consumidores para comprar los set top box y cada hogar podrá solicitar hasta dos vales por 40 dólares para compensar el costo de tales convertidores, ya que se espera que los equipos no tengan un costo superior a 50 dólares. En Chile, ¿cuál será la política al respecto?
Es muy necesario plantear dichas interrogantes, que no son las únicas, pues existen materias relevantes que se deben clarificar con antelación, como la definición de las condiciones del apagón analógico y en cuántos años se terminará la televisión analógica. ¿Habrá alguna condición para fijar la fecha?
En el ámbito de las concesiones, que entiendo se deberán redefinir, dado que en el país los concesionarios de las frecuencias son los que crean el contenido, la pregunta obvia es si se permitirá que los actuales canales de televisión sean multiplex o se permitirá sólo para el arriendo de programas, situación en la cual el concesionario de la frecuencia no necesariamente es el generador de contenidos. En el mismo ámbito, ¿se permitirá que los actuales canales de televisión tengan más de una concesión?
En relación con los contenidos y, más propiamente tal, con su calidad, ¿cuál es la visión del Ejecutivo ? Si consideramos que los recursos publicitarios, del orden de los 350 millones de dólares, se repartirán entre más actores, la pregunta lógica es, ¿cómo se evitará que la mayor competencia derive en programas que apunten más al sensacionalismo y la farándula?
En ese contexto de mayor mercado, ¿se justifica la existencia del Consejo Nacional de Televisión? A lo menos, habría que analizar su funcionamiento. Además, ¿qué pasará con el financiamiento de la televisión pública, en sus expresiones nacional, regional y local? ¿Se corregirá? Y si es así, ¿qué sistema se adoptará?
No hay duda de que la decisión es compleja. Por lo tanto, el tiempo que se dé el país en esta materia es muy necesario.
Invito a mirar la experiencia comparada tanto en su comportamiento técnico (tenemos el caso de Brasil) como en la legislación que se ha creado. Al observarla, advertimos, primero, que desde hace mucho tiempo otros países han normado su proceso de transición a la tecnología digital.
Segundo, disponen de un órgano encargado de la implementación y regulación de la nueva tecnología en el país.
Tercero, Estados Unidos de América y Canadá aportan dos experiencias dignas de estudiarse: regulación minuciosa de la evolución de la tecnología o total libertad para que el mercado defina.
Cuarto, las legislaciones extranjeras resuelven la forma como los emisores devolverán al Estado las concesiones VHF desocupadas al minuto del switch off. Parece ser que en Chile eso será un gran problema, pues de acuerdo con la ley N° 18.898, esas concesiones se tienen a perpetuidad.
No existe duda de que la digitalización abre perspectivas desconocidas. Eso es una realidad. Por lo tanto, a mi modo de ver, debemos concebirla como una oportunidad para mejorar integralmente el marco regulatorio de la televisión.
Como dije, la preocupación dice relación no sólo con la norma que se elija, sino que es sustantivamente mayor. Por lo tanto, me atrevo a sugerir, porque de eso se trata, la formación de una comisión técnica del más alto nivel que se aboque a analizar cada una de las aristas involucradas, y que sus conclusiones se conozcan en forma amplia en el país, dado el interés público que conlleva la materia. Además, sugiero, por cierto, que la Cámara participe en forma activa en dicho análisis.
Aunque el tiempo es una variable importante, en este caso se debe supeditar a la elección de la norma más adecuada a nuestras características, a la resolución de las dificultades y, en definitiva, a la creación de las condiciones que garanticen calidad técnica y acceso de toda la población al decodificador para que esa nueva forma de televisión llegue de la mejor forma a todos los hogares del país.
He dicho.
El señor MEZA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Juan Carlos Latorre.
El señor LATORRE.-
Señor Presidente , en primer lugar, destaco la celebración de esta sesión y felicito al grupo de parlamentarios que, encabezado por los diputados Marco Enríquez Ominami , Ramón Farías y otros de la Comisión de Ciencias y Tecnología de la Cámara, insistieron en su necesidad y conveniencia.
Cabe señalar que durante todo el año pasado se abordó la materia, por ejemplo, las opciones en relación con los estándares técnicos. Incluso, se llevó a efecto un evento especial, que me correspondió organizar en mi calidad de Presidente de la Comisión de Obras Públicas, Transportes y Telecomunicaciones, con asistencia de parlamentarios y especialistas de los sectores público y privado que expusieron sus opiniones técnicas en exposiciones que están a disposición de todos los señores diputados.
Quiero destacar la tarea cumplida por la Subsecretaría de Telecomunicaciones en ese sentido y, en particular, felicitar al subsecretario, señor Pablo Bello , por la forma en que ha cumplido una tarea tremendamente compleja, destinada a reconocer los aspectos técnicos, la flexibilidad de operación y servicios, los precios de los equipos, la evolución futura de estándar, los términos en que se desarrolle en el futuro la cooperación y transferencia tecnológica referida a cada uno de los estándares que están hoy como alternativas técnicas que, como han dicho algunos señores diputados, todas son adecuadas, sin perjuicio de que hay puntos respecto de los cuales el Ejecutivo deberá determinar su opción para incorporar esta tecnología.
Sin embargo, quiero referirme directamente al tema de fondo que está planteado. Si bien la mayor parte de los estudios necesarios para adoptar un estándar de televisión digital se encuentran prácticamente concluidos, me parece razonable que el Ejecutivo se haya tomado un tiempo adicional -incluso, por acuerdo formal adoptado por la Comisión de Obras Públicas, Transportes y Telecomunicaciones- que va a permitir que realicemos algunas sesiones adicionales en nuestra Comisión con el objeto de escuchar a expertos del Colegio de Ingenieros, de algunas universidades, a especialistas destacados que, muchas veces, a través de nuestros e-mails, nos han hecho llegar sus opiniones al respecto.
El tema central que debemos abordar, como parlamentarios, no dice relación con esta discusión sobre estándares técnicos, porque ésa es una decisión privativa del Ejecutivo y creo que nosotros hemos colaborado en forma relativamente activa, por lo menos en dos Comisiones de la Cámara, para que la discusión acerca de dichos estándares sea transparente y, ojalá, que la opción definitiva sea la adecuada técnicamente y, al mismo tiempo, genere las mayores economías para todos los sectores del país.
No obstante, la digitalización de la televisión es una oportunidad para tener una televisión más diversa y pluralista. El debate relevante va a estar centrado en las modificaciones legislativas que se requieren en la ley del Consejo Nacional de Televisión, que define el marco regulatorio del sector, y en la ley de Televisión Nacional de Chile. Ambas materias son responsabilidades que nosotros tendremos que sumir, probablemente durante el transcurso de este año, con propuestas que esperamos que el Ejecutivo , una vez determinado el estándar, haga llegar para nuestra discusión.
Los aspectos que requieren perfeccionamientos en la actual legislación se refieren a lo siguiente:
Primero, régimen concesional. El sistema de concesiones actual no sirve para la televisión digital. Se precisa flexibilidad para aprovechar las posibilidades que la tecnología permite: ofrecer más de una señal, alta definición u otros servicios. Evidentemente, la televisión digital debe considerar a los actuales concesionarios, garantizar la entrada de nuevos actores y mantener restricciones a la concentración en esta materia.
En cuanto a canales regionales y locales, la única forma de lograr un desarrollo sustentable de ellos es preservando el espectro radioeléctrico, especialmente para estos medios y otorgarles apoyo prioritario a través de fondos concursables y de fomento productivo.
También tendremos que modificar la legislación en materia de cobertura y digitalización. Se debe definir un plazo acotado para la transición que permita, por un lado, el despliegue de inversiones, la adopción de los equipos por parte de las familias para recibir las señales digitales y, por otro, evitar que los nuevos, aquellos que entren, enfrenten una competencia desleal de los que ya están establecidos.
Asimismo, tendremos que abordar el financiamiento público a que se ha hecho alusión aquí por varios señores parlamentarios. Es indispensable considerar mayores fondos públicos para la televisión, especialmente recursos concursables para programación de interés público, tomando en cuenta la discriminación positiva que debe existir hacia las regiones; el despliegue de cobertura en sectores rurales -también se ha hecho alusión a esto por parte de algunos colegas-, el apoyo financiero para las pequeñas y medianas empresas de televisión, etcétera.
Estos son los temas centrales que debemos tratar y que el tiempo que se ha tomado el Gobierno para resolver esto en definitiva, probablemente a partir de marzo o de abril, es prudente y nos permite también a nosotros recoger más antecedentes técnicos y preparar la discusión futura.
He dicho.
El señor MEZA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el honorable diputado Andrés Egaña.
El señor EGAÑA.-
Señor Presidente , como bien decía el diputado Paya , la Concertación está con el síndrome del Transantiago, patología que le está afectando seriamente su capacidad para tomar decisiones adecuadas y muy importantes respecto de los plazos que ella misma se ha comprometido de cara al país.
El último ejemplo lo constituye la nueva postergación de la definición de la norma de televisión digital, decisión que, de acuerdo con el compromiso del gobierno de la Presidenta Bachelet , debió haberse conocido, a más tardar, el 15 de diciembre pasado. Pues bien, misteriosamente, Francisco Vidal , un ministro del área política y no técnica, resolvió sepultar -no sé por cuánto tiempo- esta promesa, sumando, como decía, la tercera postergación sobre la norma de televisión digital en lo que va corrido de este gobierno. La pregunta lógica que todos nos hacemos es por qué se tuvo que posponer nuevamente la medida, pese a que desde la Subsecretaría de Telecomunicaciones se nos afirmaba que todos los estudios estaban listos, que todos los actores involucrados habían expresado su opinión y que todas las mediciones técnicas se habían realizado con los estándares exigidos a nivel internacional.
Tengo en mi poder el oficio circular N° 53, de 21 de noviembre de 2007, del Ministerio de Transportes, firmado por el subsecretario, que, en su parte principal dice:
“2. Transcurridas ya cuatro semanas desde el inicio de las pruebas de recepción, se ha logrado realizar observaciones en más de 90 puntos, tanto en puntos interiores como exteriores. Si bien el protocolo establecido especifica la realización de 160 muestras, esta Subsecretaría estima que la cantidad de información reunida a la fecha es suficiente, por lo que se ha decidido terminar las pruebas el 24 de noviembre”.
Y termina en el punto 3 con lo siguiente: “El gobierno mantiene su compromiso de dar a conocer la decisión respecto de la norma de televisión digital antes de fin de año, para lo que seguirá trabajando con la mayor transparencia posible. Es por esto que los datos se han dado a conocer.
Lamentablemente, no hemos escuchado de parte del Gobierno respuesta satisfactoria sobre el porqué de esta postergación. A mi juicio, argumentos tales como “necesitamos más tiempo para definir la norma” o “requerimos mayores estudios técnicos para elegir bien”, no me parecen sólidos ni creíbles; por el contrario, llevan algo oculto que desconozco.
Si nos guiamos por informaciones publicadas en la prensa, que han sido abundantes en los últimos días, podemos comprobar -decía un artículo- que existe una fuerte discrepancia al interior del Gobierno. Por un lado, se señala que el ministro Cortázar era partidario de la norma japonesa y, por otro -a pesar de que a través de una carta el subsecretario expresó que no era cierto-, que existía una comisión asesora técnica de la Subsecretaría que se inclinaba por la norma europea. Dicho sea de paso, esa comisión refleja un claro cuoteo político de la Concertación, ya que está compuesta por dos PPD, un PS, un radical y un DC. Incluso, la asamblea del Consejo de la Democracia Cristiana, entre sus acuerdos, dijo que prefería la norma europea.
Asimismo, a través de la prensa hemos sido testigos de las diversas contradicciones en los resultados de los estudios técnicos llevados a cabo por expertos y, más grave aún, del intenso lobby desplegado por algunas empresas internacionales ante el gobierno, prometiendo acuerdos confidenciales que no se han transparentados a la opinión pública.
¿Y cuáles son esos acuerdos confidenciales que se están ofreciendo? Tengo en mi poder un mail que le mandaron al subsecretario Bello , firmado por don Arthur Weynes , vicepresidente de Electrónica de Consumo de Philips , donde ofrece concretamente participación con porcentaje. Leo un párrafo de este correo: “Como lo puede ver en nuestra oferta, Philips, una empresa reconocida como socialmente responsable, prefiere dar a la Industria Chilena local (Servicios de Hardware y Software)…” En seguida: “Estamos convencidos que “ayudar a sus expertos a pescar” es mucho más valioso para su país que “ofrecer a sus expertos unos pocos peces”.”. “Siéntase libre de contactarnos si a usted le interesan más detalles.”
A su vez, el subsecretario Bello le contesta: “Hemos recibido la información de Philips y su oferta con gran interés: La estudiaremos cuidadosamente durante el proceso de la decisión…”
Señor Presidente, estimados colegas, saquen ustedes sus propias conclusiones.
Hemos insistido con fuerza en que la elección de la norma de televisión digital debe ser eminentemente técnica, orientada a favorecer a los millones de televidentes que demandan una televisión más descentralizada, con mejores contenidos y de gran calidad. Es necesario que la elección de la norma apunte a estos objetivos: no sólo más televisión, sino de mejor calidad y que refleje con mayor fuerza las identidades culturales de nuestras comunidades, de manera de construir un Chile más integrado y justo. Cualquier elemento o aspecto que no tenga relación con estos objetivos, debe ser alejado del debate.
El síndrome del Transantiago está paralizando al Gobierno. No queremos un “Transchile televisivo”, pero tampoco queremos un gobierno que no tome decisiones y, lo que sería más grave, que no cumpla sus promesas y metas que se ha fijado. Solicitamos que se transparenten las razones de fondo de la postergación indefinida de la norma de televisión digital; solicitamos que se transparente el lobby desplegado por las empresas internacionales. En suma, solicitamos mayor transparencia en un proceso que condicionará la industria televisiva local por los próximos 50 años.
He dicho.
El señor MEZA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el ministro Secretario General de la Presidencia , señor José Antonio Viera-Gallo.
El señor VIERA-GALLO ( ministro Secretario General de la Presidencia ).-
Señor Presidente , el diputado Darío Paya decía que nos atuviéramos a la realidad, sobre todo al mercado y al interés de la gente. Este pareciera no ser un tema trascendente, porque veo nueve diputados en la Sala; es decir, no veo ningún interés ni ninguna pasión efectiva ante un tema que sí es trascendente, lo que demuestra que no es el mercado ni la presencia masiva lo que determina la escala de valores de los problemas.
Lo que hoy está haciendo esta Cámara se debió haber hecho hace bastante tiempo. Recuerdo haber sido parlamentario y haber luchado por crear una Comisión que estudiara el tema. Por eso, felicito a los diputados Marco Enríquez-Ominami y Pablo Lorenzini por llevar adelante esta discusión, pese a que en la agenda pública de los parlamentarios y de los partidos políticos el tema no tiene prioridad fundamental, en circunstancias que debiera tenerla.
Dicho eso, quisiera hacer algunas apreciaciones muy generales, porque a los temas puntuales se referirá el ministro Cortázar.
Estoy bastante convencido, tal vez por ignorancia, de que nosotros abandonamos el mundo de la televisión que conocimos. Algunos de ustedes hablaban de la sociedad del conocimiento, de la sociedad de las comunicaciones, pero no hay duda de que avanzamos hacia un mundo en que las decisiones básicas se diluyen: no las toman ni el Estado ni el mercado. Por ejemplo, durante el mundial de fútbol del 62, época en que
éramos jóvenes y se introduce la televisión en Chile, corríamos a la única casa del barrio que tenía televisor y todos estábamos pendientes de lo que se transmitía, de un lugar central hacia la ciudadanía.
Los partidos de fútbol del último mundial los ví por internet, a través de un canal chino, porque ningún canal chileno lo quiso transmitir, sea porque no pudo y porque no llegó a un contrato; pero eso ni impidió que uno lo viera en su computador a través de un canal chino. El único problema fue que no se entendía lo que hablaba el comentarista.
Eso demuestra que las posibilidades reales de la comunicación son enormes y serán de tal magnitud que muchos de los enfoques que tenemos para pensar la televisión del futuro son todavía, desgraciadamente, herederos de la televisión del pasado. El mundo de la multimedia es una mezcla de sociedad civil, de red, de mercado y de Estado, y de ese conjunto de cosas surgirá la nueva televisión.
Un segundo aspecto, y en esto apoyo al diputado Marco Enríquez-Ominami, es que también tengo una visión muy negativa del contenido y de la calidad de la televisión chilena. Dirán que es una visión elitista, una visión alejada de los gustos de las masas, que a la gente le gustan los programas que se transmiten. Sin embargo, de los análisis del Consejo Nacional de Televisión se desprende que el público también es bastante crítico de lo que la pantalla chica le ofrece. Ojalá que el nuevo esquema de la televisión permita ampliar la oferta televisiva y tener segmentos de mayor calidad. Nadie espera que masivamente todo tenga una gran calidad, pero sí la mejor calidad posible.
Por último, es una gran oportunidad para el Congreso, como decía el diputado Lorenzini, discutir los temas que derivarán fatalmente del cambio de la televisión actual a la digital y muy en particular su marco regulatorio legal.
Solo cabe esperar que el tema no se enfoque con visiones ideológicas muy cerrados, propios de etapas superadas, y que se haga con amplitud, de manera de llegar a un círculo virtuoso entre sociedad, industria de la televisión y Estado. Tal vez, la complejidad de estos temas determina que las decisiones se posterguen hasta el momento oportuno. De esto se habla desde hace varios gobiernos; por tanto, llegó el momento de tomar la decisión. No se trata, como dice el diputado Egaña, de falta de capacidad del Gobierno para tomar decisiones o de que el Gobierno dé explicaciones porque estaría sometido a fuertes presiones, sino simplemente porque, en un complejo de factores, llegará el momento en que el Gobierno, el Congreso y la ciudadanía bien informada tomen decisiones muy trascendentes que marcarán el futuro del país.
He dicho.
El señor MEZA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Roberto Sepúlveda.
El señor SEPÚLVEDA (don Roberto).-
Señor Presidente , en primer lugar deseo felicitar a los diputados que solicitaron esta sesión, en especial a los señores Marco Enríquez-Ominami , Pablo Lorenzini , Gonzalo Arenas , Andrés Egaña y a tantos otros que nos han acompañado en esta preocupación por analizar los impactos sociales, técnicos y económicos de la decisión administrativa del Gobierno sobre la norma para la televisión digital.
Durante el presente año, el Gobierno debe elegir la norma que regirá el sistema de televisión digital, lo cual implicará una mayor diversidad en la programación de los canales de televisión. Asimismo, la puesta en marcha de este nuevo sistema de difusión televisiva conllevará a una mayor cobertura nacional, con un menor costo de acceso para los usuarios.
Para llevar a cabo en óptima forma la puesta en vigencia de la televisión digital, se requiere un adecuado marco regulatorio que abarque las nuevas concesiones, su sistema de operación y una campaña de información y educación para los diversos usuarios.
Este marco regulatorio debe quedar resuelto durante el presente año, y a pesar de que ha sufrido tres postergaciones, más que criticar esas indefiniciones o estas respuestas que entendemos obedecen a la importancia que tiene la definición, es necesario convocar a universidades, a técnicos, a la ciudadanía y al Congreso para definir, en conjunto con el Gobierno, la norma que nos convoque.
Como dije, el marco regulatorio debe quedar resuelto en 2008, considerando las múltiples señales de televisión que traerá consigo el nuevo sistema, que debe privilegiar la diversidad programática y la mejor calidad de imagen, dándose preferencia a los medios locales y regionales.
La política que debe guiar al Gobierno y a la que debemos entregar nuestro desinteresado aporte los miembros de este Parlamento es a la de una televisión abierta para todos los chilenos, evitando la concentración de la propiedad de los canales, para obtener una mejor calidad de imagen y sonido, lo cual conlleva, por cierto, un mayor desarrollo tecnológico.
No podemos imponer restricciones a las nuevas concesiones de televisión digital, pero debemos garantizar una protección del espectro para los canales regionales y locales.
Existe una fuerte presión sobre las autoridades gubernamentales para definir entre las ofertas que hacen los representantes de las normas, sea americana, japonesa o europea.
Sin embargo, estos ofrecimientos y sus detalles tecnológicos se mantienen, a mi juicio, en un ámbito de secretismo, lo que no resulta aceptable, ya que consideramos que se debe abrir un debate público al respecto con gran participación ciudadana y que no se produzca nuevamente el fenómeno ocurrido durante el reciente año 2007, en que se suscribió a espaldas de la opinión pública un convenio entre las plataformas informáticas de los diversos servicios públicos y la empresa internacional Microsoft, lo cual debimos aceptar como un hecho consumando, una vez que ya se había producido.
Si bien las ofertas que hace la norma europea de televisión, por lo que hasta ahora se ha sabido, parecen bastante convenientes, también deben evaluarse en forma desapasionada y objetiva las bondades y defectos que puede presentar la norma japonesa e, incluso, la brasileña, que es una variante de ésta última.
Es preferible un debate nacional reflexivo y meditado, con real participación ciudadana, a que tengamos que lamentar una decisión apresurada sobre la materia, de la cual nos arrepentiremos y que no será posible revertir posteriormente, dadas las cláusulas y condiciones que se incorporan a este tipo de convenciones.
Asimismo, encuentro sumamente relevante que los parlamentarios y la ciudadanía en general nos comencemos a preocupar de definir qué tipo de televisión pública queremos tener en el país y, además, qué valores debemos resguardar en televisión para tener un adecuado medio de información, entretención y cultura, con el objeto de no estimular antivalores como la permisividad, la tolerancia o la indiferencia frente a los delitos, al uso de sustancias nocivas o a los ejemplos negativos para la constitución y resguardo de la familia, y para la defensa irrestricta de la vida humana.
A todo lo anterior, debe agregarse que existen múltiples presiones de los distintos canales de televisión existentes para que el gobierno se incline finalmente por la propuesta americana y no por la europea o por la japonesa, que facilitan la interactividad con señales a celulares y, además, permiten más canales, mejorías que implican un cambio en el número de señales y la forma de hacer televisión.
Por esta razón, los propietarios o representantes de estos medios se inclinan abiertamente por la norma americana, argumentando que no son necesarios más canales para repartirse la torta publicitaria y que el nuevo estándar sólo debe mejorar la imagen, que es la principal característica de la norma americana.
Por lo mismo, creo necesario incluir en el debate parlamentario el tema de la programación de televisión, para así no caer en la banalización ni en la pobreza de contenidos a consumir por el público en general.
Por todo lo expuesto, señor Presidente , por su intermedio, pido a las autoridades del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, aquí presentes, que transparenten las ofertas que se han hecho sobre cada una de las normas de televisión digital, con el objeto de que sostengamos un debate serio, objetivo y de cara al país, para que todos los actores, dentro de un espíritu de real participación, podamos evaluar las debilidades y fortalezas de cada uno de los sistemas ofrecidos, lo que nos permitirá, en definitiva, fijar el mejor marco regulatorio para la importante transformación de este medio de comunicación, que realmente marcará un hito en nuestro país y que quedará como legado para las futuras generaciones.
He dicho.
El señor MEZA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Esteban Valenzuela.
El señor VALENZUELA .-
Señor Presidente , se fue el ministro Viera-Gallo , quien se quejó de que había pocos diputados y poco debate sobre esto.
Debo recordarle que el diputado Marco Enríquez-Ominami y algunas instituciones, como la Universidad de Chile, han realizado debates públicos sobre la materia.
También lo invito a ver algunos espacios emergentes por internet, como uno que se llama Chile Primero, en el que hay un amplio debate sobre la televisión digital y la importancia de estas discusiones.
Señor Presidente , tengo una diferencia con el diputado Latorre , porque ésta no es sólo una decisión técnica, sino también política.
Solicitamos al ministro Cortázar con mucho respeto que no agotemos al país de más; aquí hay una especie de death line, una ansiedad del país respecto de la fecha exacta en que va a salir humo blanco de algún palacio y se va a saber la norma digital que escogimos. Considero que es una manera muy decimonónica de entender una toma de decisión tan relevante como ésta.
Tengo confianza en el Gobierno sobre la materia. Ha sido bueno hacer las pruebas en terreno y ver cuál es la mejor norma para el país, pero debemos dar a conocer esos resultados, quiénes hacen los estudios, explicar con mayor claridad la minuta exacta que se utilizará para medir los factores que encierran la decisión técnica, el costo de los aparatos y de la conversión, los tiempos de transición, si va a existir esta ecuación correcta entre fidelidad, diversidad y multiportabilidad, etcétera, etcétera.
Es muy importante salir del discurso críptico e ir a un discurso explícito de compromisos. En muchas políticas públicas eficientes se logran consensos nacionales. Esto requiere consenso nacional, no es una decisión técnica aséptica y que después viene el debate político respecto al uso del espectro o al tipo de televisión pública. Creo que el gobierno debiera despejar las grandes dudas que existen respecto de esta decisión.
Señor ministro , por su intermedio, señor Presidente , usted sabe cuales son esas grandes dudas: si se va a privilegiar a los actuales canales, a cuáles se dará eventualmente nuevas señales, si va a haber mayor pluralidad e incentivos para otros canales de televisión, si vamos a hacer realidad el discurso público de que Chile habla inglés, si vamos a aprovechar la posibilidad de tener un canal de enseñanza de ese idioma en Chile para globalizar al país, a su clase media y a los sectores que no acceden a educación de calidad para que puedan contar con este otro instrumento; si habrá canales culturales regionales. Son preguntas políticas respecto de la intención que tiene el gobierno detrás de la norma que opte, lo que debe ser explicitado.
Comparto lo dicho por diputados de la Concertación y de la Alianza, y lo hemos discutido en el Comité Independiente. Aquí es vital que no haya temor de que exista una colegiatura en la decisión, que pueda haber una comisión del más alto nivel. Pienso en los gabinetes de los países desarrollados, en que el comité de ministros toma decisiones en cuestiones estratégicas para el país.
Diputados de nuestra bancada independiente nos dijeron que debe escucharse al Congreso, a sus comisiones de Transporte, de Cultura o de Libertad de Expresión y Medios de Comunicación. Esta visión para determinar una norma tiene impacto estratégico en otras cuestiones de interés de los parlamentarios, ya que ha habido deliberación, aportes y sugerencias de políticas públicas muy estrictas; no es una decisión técnica de alguien que dijo que, por la geografía de Chile, parece que cierta norma tiene mayor estabilidad. Aquí tiene implicancia política la determinación de a), b) o c), pues creará costos eventuales para los ciudadanos y abrirá o cerrará mundos y oportunidades para una mayor diversidad televisiva y para la posibilidad de hacer una televisión de mejor calidad.
No me cierro a ninguna solución. A lo mejor, las soluciones son intermedias; quizás hay que buscar una mezcla de muchos canales, algo de subvención, porque la plata no es infinita; pedir a las actuales estaciones de televisión compromisos para la existencia futura de canales culturales, informativos y educativos. No tengo las respuestas, pero sé que el debate es importante, ya que no sólo puede conocerse el día en que se anunció la norma, sino que debe haber voluntad del gobierno de que exista una colegiatura y un compromiso político previo al anuncio, lo que debiera ocurrir en los próximos sesenta días.
Éste es el llamado que hacemos como Comité Independiente.
He dicho.
El señor MEZA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el honorable diputado Gonzalo Arenas.
El señor ARENAS.-
Señor Presidente , aunque dispongo de poco tiempo para mi intervención, no puedo dejar de mencionar, por un tema de justicia -porque lo conozco-, que el subsecretario de Telecomunicaciones , señor Pablo Bello , ha llevado adelante este proceso con gran transparencia, independencia y profesionalismo, de manera que tengo plena confianza en su gestión.
En cuanto a los argumentos que aquí se han dado sobre la materia que nos ocupa, me parece especialmente preocupante tratar de abordar la discusión de la televisión digital como un tema político-partidista, porque no tiene nada de ideológico.
Del mismo modo, no considero que los criterios centrales para abordarla sean económicos ni de poder, puesto que no hay estructuras con esas características en juego. Lo que quiero destacar es que lo central debe estar basado en el aspecto tecnológico, lo que siempre conduce a mayores grados y espacios de libertad, la que necesariamente genera bienestar en los consumidores. Ése es el objetivo central que debe guiarnos en la discusión. Es decir, no tanto la adopción de la norma de televisión digital que se deberá implementar, sino la legislación que habrá que establecer con posterioridad, con el objeto de determinar cómo resguardar a través de la institucionalidad el mayor bienestar posible para los consumidores.
Si solamente nos guiaran criterios políticos, como creer que lo central es conseguir mayor diversidad, concepto que para nuestro sector político es sinónimo de libertad, de manera que es un objetivo que se debe buscar, estaríamos dando una oferta que no sería respaldada por la ciudadanía a través de una demanda fuerte, que brinde un impulso para el desarrollo tecnológico. A su vez, si lo único que se consideran son los criterios económicos, en términos de querer hacer negocio con esa tecnología, tampoco se impulsa una demanda verdadera.
Por eso, en algunos países la implementación de la televisión digital no ha sido tan exitosa como se ha esperado, porque la gente solamente está dispuesta a invertir, a pagar un mayor precio y a dar el salto tecnológico que requiere ese tipo de televisión, cuando ve un producto de calidad distinto, no más de lo mismo.
A fin de no caer en ciertas prácticas que considero nocivas, como el llamado apagón analógico, no se deben colocar plazos para su puesta en marcha, porque la demanda no impulsa una rápida transformación en la televisión digital o el ingreso de subsidios fiscales. Por eso, no se debe tratar de motivar a la gente a producir una demanda que no es atractiva por sí sola. Se implementan ese tipo de prácticas porque la televisión digital no cumple con el principio fundamental de generar bienestar para los consumidores.
¿Cuál es la realidad que se observa en esta materia en Inglaterra, en Estados Unidos de América y en otros países que han demostrado que generan demanda verdadera y, por lo tanto, bienestar? Primero, que la institucionalidad que se implementa debe fomentar la generación de nuevos canales, con mejores contenidos y con una programación más segmentada y de calidad, facilitar la conexión portátil, una buena oferta de servicios relacionados, a partir de la mayor interactividad que permite la televisión digital; derechos claros para proteger a los usuarios de la publicidad, que es más agresiva en la tecnología digital y la prohibición del abuso de los derechos de autor, con el objeto de imponer condiciones abusivas de copia o de transmisión a través de los medios de televisión digitales.
Considero que esos son los siete principios básicos que debería respetar la institucionalidad de la televisión digital que queremos instaurar, porque de ese modo su implementación, más que una imposición de la autoridad por motivos políticos, económicos u otros, surgirá del convencimiento y de la necesidad de la demanda; por lo tanto, de los consumidores.
Por esas razones, resulta fundamental dejar de lado las discusiones ideológicas y económicas y centrarnos en lo que realmente es prioritario para que su implementación sea exitosa en Chile, es decir, que los consumidores la vean como un producto de calidad distinto, novedoso, de modo que estén dispuestos a llevar a cabo el esfuerzo que implica su implementación sin necesidad de subsidios fiscales, de imposiciones de la autoridad ni del poder coercitivo que se ha ejercido en otros países.
Por último, no puedo dejar de mencionar algo que dijo el diputado señor Marcelo Díaz , quien criticó la actitud del Canal 13 de no pasar los spots de las campañas del sida. Eso es precisamente lo que queremos evitar en la futura institucionalidad de la televisión digital. No queremos un sistema que logre imponer criterios, por muy válidos que sean. Queremos una televisión digital que permita el surgimiento de más canales, para que haya mayor libertad, de manera que el Canal 13 tenga toda la libertad, así como los futuros canales que se creen, de transmitir lo que estimen conveniente. Se podrá criticar la esquizofrenia de Canal 13 de dar programaciones que son mucho peores que los comerciales de las campañas del sida, pero es otro asunto. El tema de fondo de la televisión digital es que debe tener libertad, puesto que eso se traducirá en mayor bienestar para los consumidores y para los usuarios.
He dicho.
El señor MEZA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra la honorable diputada Carolina Tohá.
La señora TOHÁ (doña Carolina).-
Señor Presidente , el problema que tenemos en Chile por la postergación de la decisión sobre la norma que se aplicará a la televisión tecnológica no es tanto el dilema respecto de si vamos a adoptar una norma u otra, sino la postergación del debate de fondo que ese cambio abrirá en el país.
Siempre he pensado que existen posibilidades, ante un tema complejo como éste, de seguir evaluando, haciendo pruebas y análisis, pero, sinceramente, con los antecedentes que se nos han dado a conocer, con los estudios que se han elaborado y con el trabajo desarrollado por la Subsecretaría de Telecomunicaciones en el último tiempo, hay elementos suficientes para que pasemos a una nueva etapa del debate y comencemos a discutir las consecuencias regulatorias que tendrá el nuevo marco tecnológico. Lo lamentable de la postergación de esa decisión es que se le ha dado un dramatismo político tan grande que cada vez se hace más difícil de adoptar, cada vez hay más posiciones tomadas en uno u otro sentido y cada vez hay más presiones acumuladas, lo cual no nos sirve.
Se debe llevar a cabo una evaluación pragmática, con los elementos que hay, porque las diferencias no son tan dramáticas entre las distintas normas, y empezar a discutir lo que importa: el tipo de marco regulatorio que nos vamos a dar para la nueva televisión.
Hay muchos factores a considerar, pero debemos definir prioridades.
Dadas las características de nuestro país, nuestros medios de comunicación y la sociedad debieran tener muy claro que la oportunidad de la televisión digital para Chile implica mayor diversidad y equidad. En cuanto a la diversidad, se debe permitir que la complejidad chilena se refleje en el tipo de oferta televisiva que tengamos, lo que, lamentablemente, hoy no ocurre, puesto que nuestra televisión no refleja la complejidad de la sociedad, sus características ni su pluralidad.
Paradójicamente, canales que antes eran de televisión abierta en regiones hoy siguen funcionando, pero como canales satelitales pagados. Entonces, el argumento de que en Chile no hay torta publicitaria para financiar mayor diversidad es falso. Si hoy los canales pagados pueden financiarse con la torta publicitaria existente, con mayor razón podrían hacerlo como canales abiertos. Por lo tanto, lo que necesitamos es un marco regulatorio. La norma debe ayudar a diversificar nuestra oferta televisiva, porque eso permitirá contar con canales para distintos públicos, una mezcla de canales que sean masivos, para todas las audiencias y que provoquen el sentido cultural colectivo de pertenecer a algo.
Los canales que existen tenemos en la actualidad tienen programas muy valiosos, pero también deberían representar la realidad, porque la televisión es la gran vitrina de la sociedad, en la que se puede observar la diversidad que tenemos, a saber, que en Chile hay regiones, hay pueblos indígenas, hay personas que les gusta el cine arte y que quieren tener más información y más profunda que la que dan los noticieros en ciertos horarios.
Desde ese punto de vista, estoy de acuerdo si se requieren otorgar subsidios públicos para garantizar esos grupos que no forman parte de la mayoría que hace el gran negocio, pero que son significativos, puesto que tienen una identidad, de modo que para el país representa un valor positivo mantenerlos. La identidad de Chile no está dada sólo por el mínimo común denominador de las mayorías, sino también por esas diversidades, las que sumadas forman el verdadero mínimo común denominador. Perderlas implica dejar de contar con la pluralidad que nos permite ser el país que somos.
Entonces, el marco regulatorio tiene que permitir al mismo tiempo diversidad y equidad, y en esa diversidad canales masivos y canales destinados a audiencias más parciales.
Un país como Chile, que desde este punto de vista tiene tantos problemas, debe buscar que el cambio tecnológico sea tal que los grupos de menos ingresos no quedan fuera.
Debe haber una transición suave y la posibilidad de acceder a los equipos tecnológicos con los costos más bajos posibles. Y si hay grupos que tienen menos poder económico para armar un canal, para hacer ver sus contenidos, si se requieren subsidios públicos para ese efecto, en hora buena, pero no subsidios para obligar a la gente a ver, sino para permitir a todos mostrarse, y que la gente elija lo que ve y lo que no ve, y aquellos que sean más vistos tendrán más publicidad y más avisaje.
He dicho.
El señor MEZA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Pablo Lorenzini.
El señor LORENZINI .-
Señor Presidente , creo que estamos cumpliendo el objetivo que junto al diputado Marco Enríquez-Ominami nos planteamos, con el respaldo de todas las bancadas, que es generar debate. Éste es un tema que se había visto en la Comisión de Ciencia y Tecnología.
Conversaba hace un rato con el diputado Juan Carlos Latorre , quien también informó a la Sala que la Comisión de Transportes y Telecomunicaciones realizó un seminario en el cual algunas de nuestras autoridades participaron. Sé que de ahí salió un informe, que sería bueno hacerlo llegar formalmente al Gobierno como un aporte de esta Cámara.
El ministro Viera-Gallo hablaba de lo técnico. Vuelvo a insistir. Hoy en el mundo la técnica, y esto tienen que aprenderlo algunos subsecretarios y ministros -el ministro de Hacienda ha avanzado bastante, ayer lo veíamos- es una herramienta al servicio del bien común, que favorece a la ciudadanía. La técnica no puede estar por encima de las decisiones políticas.
Elegimos a una Presidenta, ella elije ministros, que son políticos. Los subsecretarios, sus asesores, son técnicos. Por lo tanto, claramente estamos en presencia de un tema que afecta a todos los chilenos, y la ciudadanía no sabe del tema.
Hoy me he enterado de varias cosas leyendo algunos informes. Es un tema que viene tratándose desde hace mucho tiempo, pero no es de conocimiento público, y no me vengan a decir lo contrario, porque lo anticipo, así pasó con el Transantiago, y no nos hicieron caso, no quiero tener en 2011 a la Presidenta Bechelet en una comisión investigadora explicándonos por qué se adoptó la norma americana, por ejemplo.
¿Qué ha dicho Anatel? Que lo americano es lo mejor. Ustedes dicen que los japoneses no. Aquí tengo cartas de la embajada, es legítimo, empiezan a hacer su lobby, porque en los celulares son lo mejor. Y algunos diputados y otros expertos dicen que la europea es la que camina mejor.
Estamos hablando de cientos de millones de dólares. Es una decisión técnica, pero afecta la plata y posteriormente afecta a la gente, y eso tiene que hacerse con transparencia.
¿Quiénes deben tomar la decisión? Los niveles políticos adecuados. El subsecretario ha hecho un gran trabajo. Supe que estuvo en Londres, la consultora inglesa Spectrum Strategy le dio algunos informes, al igual que el Colegio de Ingenieros y Anatel. Aparentemente, las tres normas están bien. Incluso, parece que por ahí hay una cuarta, diputado señor Egaña , entrando por los palos.
Bueno, todas cumplen, pero depende si usted quiere mayor o menor inversión, si quiere que el costo sea menor, si quiere que llegue o no a regiones, en fin. Hay una serie de elementos que no me hacen pensar mal, pero pongámosle transparencia a esto, con una discusión abierta.
Aquí nadie está criticando al Gobierno. Lo que estamos diciéndole es que nos haga socios, que el Congreso es representativo de la ciudadanía y quiere participar, y a través nuestro o de una mayor comunicación con la ciudadanía, informarles con un lenguaje menos técnico.
El diputado Enríquez-Ominami entiende bastante los lenguajes técnicos, pero muchos no lo entendemos. Decimos que esta es la cajita, la televisión, como la radio que antes era AM y ahora es FM, se amplían las posibilidades y la gente se ilusiona.
Señor Presidente , por su intermedio, le quiero preguntar al ministro qué pasa con los canales de la Cámara y del Senado. Hoy los operadores si quieren ponen la señal, cuesta muchísimo que nuestra señal sea aceptada por los operadores. Mañana vamos a presentar una moción para pedir que sea obligatorio. ¿Por qué estos canales públicos no pueden mostrarse? O sea, ellos deciden.
Hay tanto tema en esto de la televisión, y ni siquiera me refiero a temas políticos. Imagínense lo que significa para las regiones. También hay temas de financiamiento.
Nos dicen que vayamos a la norma, pero la norma nos provoca pensar en la televisión del mañana, esto del 2010, que después habrá tres o cuatro años de transición. Hay siete millones de televisores, unos nos dicen que valen 300 dólares, que los japoneses cuestan 25 dólares, o sea, confusión completa.
Lo que estamos pidiendo al Gobierno es que lo hagamos juntos, con los elementos técnicos, pero la decisión no puede ser técnica; uno ve los estudios que han llegado y no hay claridad al respecto. O sea, depende de lo que uno quiera es la norma que se va a elegir, y depende de lo que uno quiera es una decisión política.
Queremos saber qué tipo de televisión. Lo decía el diputado Enríquez-Ominami y lo tenemos en nuestro proyecto de acuerdo, dependiendo del tipo de televisión que queremos, obviamente tiene un indicativo, porque la norma algo indica.
Por lo tanto, tal como decía el diputado Juan Carlos Latorre , lo técnico vale, obviamente son opciones técnicas, pero al final ésta es una decisión que tenemos que tomar en los canales adecuados.
La ley lo establece, pero me parece que más allá de eso tenemos que hacer que la gente participe, que entienda, que conozca. Hay que hacer debate en regiones, hay que incorporar a los académicos y al mundo civil; hay técnicos que a lo mejor no están en el Gobierno, pero en regiones pueden conocer la problemática de la zona. Pregúntenle al diputado Leal , que va mucho para Arica. A lo mejor, la situación es distinta en regiones extremas. Eso es lo que queremos conocer.
La idea de esta sesión no era criticar, sino iniciar un debate, hacer presente las dudas. Tal vez hablamos tonteras, no entendemos el tema, pero queremos que nos aporten y que éste sea un tema donde todos los chilenos estén incorporados. Ése es el sentido de esta sesión y por eso creo que el objetivo se está cumpliendo en términos de abrir un debate un poco más popular sobre algo tan técnico, porque a la larga va a influenciar en todos los chilenos.
He dicho.
El señor MEZA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el diputado señor Alejandro Sule .
El señor SULE .-
Señor Presidente , el medio es el mensaje. Es la frase que inmortalizó a Marshall McLuhan y cuya clarividencia alcanzó tal magnitud que ha terminado transformándola en el hilo conductor de toda la discusión que hemos desarrollado sobre la televisión digital.
Por eso, no es menor la decisión que el Gobierno tendrá que tomar sobre la norma que implementará nuestro país, que no puede seguir aplazándose. La implementación de una u otra norma significará un cambio radical en los hábitos de consumo televisivo y no sólo en términos cuantitativos, como el tiempo dedicado a la televisión, sino sobre todo cualitativos, que se relaciona con la propia interacción entre la televisión y el público y con las repercusiones socioculturales que se pueden derivar de la nueva situación.
Por ello, la decisión tiene que ser política y no técnica. No podemos permitir que sea el mercado el que determine la norma de televisión digital que elegirá el país, como sucedió cuando se eligió entre las actuales normas de televisión abierta, donde el mercado, a través de las importaciones, hizo que eligiéramos la norma americana.
En ese sentido, más que la alta definición que prometen algunas normas de televisión digital, como la norteamericana, me inclino por apoyar la norma que democratice el monopolio televisivo que actualmente existe en nuestro país y que otorgue mayores beneficios para los ciudadanos, como es la europea.
Es una necesidad política y social que se apruebe una norma que posibilite la democratización de la televisión, sobre todo si consideramos que nuestro país tiene graves desigualdades sociales, culturales, territoriales y educacionales, donde sólo la clase media alta accede a una mayor oferta televisiva por medio de la televisión por cable o internet.
Si se adopta un sistema de televisión digital que ofrezca los mismos contenidos ya disponibles por modalidad terrestre analógica, aunque sea con mayor calidad técnica de imagen, la revolución que promete la digitalización de la televisión quedará frustrada.
Para producir la revolución que se promete, la nueva televisión debe garantizar una mayor oferta televisiva, tanto en cantidad como en calidad, un mejor estándar técnico y una oportunidad para que los actores excluidos de este sistema monopólico, los ciudadanos y las regiones del país, puedan expresarse a través de la televisión.
Además, la discusión sobre la norma técnica también debe incluir el marco regulatorio que posibilite una televisión mixta con una programación variada.
En este tenor, un tema de fondo es la decisión que se tendrá que tomar, cómo el Estado va a concesionar cada uno de estos canales que se deberían crear al ampliar el ancho de banda.
El Estado debe mantener la propiedad del espacio radioeléctrico. Como se sabe, un problema que presenta la ley Nº 18.168 es que en Chile las concesiones son a perpetuidad, figura que no tiene paralelo en el mundo.
Por eso, debe resolverse la forma en que los canales van a devolver al Estado las concesiones desocupadas, cuando se pase definitivamente de un sistema analógico a uno digital. Además, se deberá discutir sobre cuáles van a ser los criterios para licitar las nuevas concesiones y qué tipo de televisión queremos que se implemente en nuestro país.
Estas dudas tienen que ver con el cómo hacemos que la televisión cumpla un rol central en el desarrollo de los habitantes, porque constituye un vehículo de entretención, de información y generador de identidad nacional, regional, local y cultural, y que su emisión permita la viabilidad económica y financiera de las emisoras. Asimismo, se debe revisar la incorporación de canales regionales en este contexto.
Por último, quiero remarcar que la definición que tome el Ejecutivo sobre el funcionamiento del medio televisivo va a redundar en si queremos seguir con el sistema banal, chabacano y monopolizado de la actual televisión, o dar un giro de ciento ochenta grados.
He dicho.
El señor MEZA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado don Ramón Farías.
El señor FARÍAS .-
Señor Presidente , quiero agradecer al diputado Marco Enríquez-Ominami , porque, en su momento, puso en el debate este tema en la Comisión de Ciencia y Tecnología, que poco se discutía en Chile y más bien pasaba un poco de largo. Gracias al inicio de la discusión en 2006, se logró la realización de esta sesión para analizar esta materia.
Quiero pedir a mis colegas, en general, que tratemos de mirar el lado lleno del vaso. Comparar esto con el Transantiago, es como decir: lo que quiero, es que se implemente la televisión digital para que fracase, porque todos sabemos que el Transantiago ha sido un problema.
Desde ese punto de vista, los colegas que se han referido al Transantiago y tratan de asociarlo a un eventual fracaso del sistema de televisión digital, están pensando en que debemos tirar para abajo esto, antes de que empiece; en que debemos dar a conocer nuestro punto de vista negativo, antes de tomar alguna decisión al respecto.
Se trata de un modelo de televisión que se está probando en varios países, que tiene normas distintas, que dependen de la geografía del país y de lo que requiere y necesita para su televisión. Si quiere una televisión democrática, real, regional, o una televisión inscrita solamente dentro de los parámetros comerciales. ¿Qué es lo que queremos? Queremos una mezcla, un equilibrio.
Así, tenemos que pensar en la necesidad de contar con un modelo de televisión cuya norma permita que un canal pueda transmitir a través de varias señales. De esa manera, podremos ir abriendo y democratizando un poco más el sistema.
Existe también la necesidad de enfocar la televisión hacia la interactividad, porque eso es lo que se va a establecer, además de la televisión digital: la interactividad.
Entonces, ¿de qué manera el Canal Nacional va a trabajar la interactividad? Por ejemplo, acercando los servicios hacia los discapacitados, los adultos mayores, para que puedan resolver sus problemas, lo que hoy no pueden hacer a través de internet, porque no tienen acceso, pero sí tienen acceso a la televisión.
Por lo tanto, la definición de la norma respecto de si esto va a ser netamente comercial o si va a estar enfocado hacia lo social, es muy importante.
Por eso, pido al señor ministro , y al subsecretario, por su intermedio, señor Presidente , que por favor tomen la decisión ya. Mientras más tiempo pase, habrá más opiniones que enredarán esto. Desde febrero del año pasado que estamos tratando de definir la norma. Esto se parece al artículo 121, que modifica el reglamento de los municipales, que viene, viene, viene, el cuento del lobo, y al final nunca llega. Hasta ahora, no se ha podido cambiar dicho estatuto. Esto se asemeja mucho a eso. Estamos dilatando una decisión que, a mi juicio, ya debería haberse tomado, y creo que se ha tomado. No necesitamos seguir en más Comisiones ni estudiar más profundamente la materia. La decisión está y sólo hay que aplicarla. Ahí nos tenemos que lanzar, porque sabemos que las tres normas funcionan: la norma europea, la están utilizando más de ciento treinta países; la norma japonesa, es muy completa. Aparentemente, la más débil sería la norteamericana; pero hay que tomar una decisión ahora, porque el país necesita una definición respecto del sistema de televisión que se va a utilizar, que nos permita democratizar más los medios de comunicación, especialmente la televisión, y no como lo que estamos viviendo actualmente.
He dicho.
El señor MEZA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el ministro de Transportes y Telecomunicaciones, don René Cortázar.
El señor CORTÁZAR ( ministro de Transportes y Telecomunicaciones).-
Señor Presidente , en primer lugar, quiero valorar la realización de esta sesión, en que analizamos una materia que beneficia directamente a todo el país. Se trata de un cambio que va a influir en la calidad de vida de las personas y a ofrecer nuevas oportunidades.
En este debate, se han planteado estas nuevas oportunidades que traen la buena noticia de una televisión digital terrestre.
En primer lugar, se ha mencionado por varios parlamentarios, el tema de la diversidad de contenidos. El hecho de que en el mismo espacio de 6 megahertz, donde en la señal analógica cabe una señal, quepan cuatro, cinco o seis señales abre la posibilidad técnica de una mayor diversidad en las señales de televisión abierta.
Sabemos que no basta con la posibilidad técnica. Además, necesitamos una oportunidad de financiamiento y de sostenimiento de esas señales para que sean viables. Pero, también ofrece mayores oportunidades de diversidad al permitir emitir a un menor costo que en el modelo analógico. Eso también abrirá una oportunidad de diversidad.
La mayor diversidad en la información, en la entretención, en la cultura, influye en la vida de las personas, en sus percepciones, en la cultura, en un sentido amplio del concepto, que refleja las costumbres y hábitos de un pueblo.
En segundo lugar, la televisión digital abre mayor oportunidad de calidad de recepción; mayor calidad de recepción en la señal estándar, y también, hay que decirlo, mayor calidad de recepción en la televisión de alta definición.
Un tercer aspecto en los objetivos que buscamos tiene que ver con la interactividad, con la posibilidad de que las personas no sean sólo objetos pasivos de la señal, sino actores que interactúan con los medios de comunicación.
En cuarto lugar, la oportunidad de recepciones en móviles.
Estas oportunidades no van a ser para un pequeño grupo, sino masivas, tal como los cambios anteriores que ha habido, por ejemplo, en el paso de la televisión en blanco y negro a la televisión a color, los que rápidamente se masifican.
Estas son oportunidades abiertas que, en una parte importante, cumplen las diversas normas técnicas. La diversidad de contenido, la posibilidad de tener varias señales en un solo espacio, donde hoy cabe una señal analógica, se puede cubrir a través de cualquiera de las normas técnicas que he mencionado.
También está la posibilidad de alta definición. A veces, en el debate, pareciera que algunas normas sirven para alta definición; otras, para tener varias señales, en fin. Eso no es efectivo. Estas son oportunidades que se abren con la implementación de las distintas normas técnicas de las cuales estamos hablando.
Existe también la oportunidad de interactividad y de recepción en móviles. Para usar estas oportunidades, debemos tomar dos tipos de decisiones diferentes: una, la norma técnica; y otra, fundamental, las reglas del juego, los arreglos institucionales, las normas regulatorias que van a hacer posible la televisión digital en Chile, como la asignación de espectro, los sistemas de concesiones, los procesos de transición.
Lo que se ha postergado, desde el mes de diciembre, es la selección de la norma técnica. El efecto que esto ha tenido en las personas -podríamos decirlo con absoluta certeza- ha sido nulo. Si se hubiera aprobado la norma técnica en diciembre, no se adelantaría ni siquiera en un día la instalación de la televisión digital terrestre en Chile.
Mientras no se apruebe el marco normativo institucional y regulador, no habrá televisión digital, y este marco se aprobará mediante un proyecto de ley que se enviará al Congreso Nacional. De manera que será en esta Sala donde se debatirá el futuro de la televisión digital terrestre, de acuerdo a sus normas reguladoras y a su institucionalidad.
¿Por qué se optó por no tomar la decisión sobre la norma técnica en diciembre? Porque nos pareció que una decisión que tendrá trascendencia durante varias décadas para la televisión digital terrestre en Chile debe ser adoptada con todos los elementos de juicio posibles. Se ha hecho una gran cantidad de estudios, y aquí varios diputados han utilizado la palabra “transparencia”. Pues bien, todos esos estudios están en la página web de la Subsecretaría de Telecomunicaciones; son públicos. Sin embargo, a pesar del enorme esfuerzo que se ha hecho y de los seminarios efectuados en la Cámara de Diputados, entre otras instituciones, en los cuales se han discutido estos temas, todavía hay aspectos que deben ser analizados con más profundidad.
Por ejemplo, falta efectuar un debate técnico sobre las características de cada norma para la recepción en teléfonos móviles. Esto es importante en un país donde hay 12 millones de personas que tienen este tipo de teléfonos.
Se ha discutido -todavía hay un debate abierto- sobre el costo de los decodificadores y de los televisores y la profundidad de mercado que tendría cada norma para 6 megahertz y NTSC, que es lo más relevante para nosotros, o los efectos comerciales del MP 4. Cabe recordar que no estamos tomando una decisión para hoy, sino para el futuro, pensando en la probable evolución que tendrá cada uno de estos elementos, aspecto clave para la decisión que debemos adoptar. Lo mismo ocurre con la evolución de la norma en el tiempo.
No es raro que cuando un país debe tomar una decisión sobre norma digital haga algunas postergaciones hasta reunir todos los elementos del caso. Si ustedes ven lo que ocurrió en Estados Unidos, Inglaterra, España y en todos los países que han ido tomando decisiones sobre esta materia, comprobarán que ocurrió exactamente lo mismo.
Ha sido un debate que nos ha permitido reunir los elementos técnicos y se determinó posponer la decisión, no una vez, sino varias veces, hasta tener todos los elementos de juicio y después de haber realizado un debate suficientemente abierto y amplio para que todos tengamos claridad sobre las razones, los argumentos y los fundamentos de la decisión a tomar. Como lo señalamos, tal decisión debe ser complementada con algo que es esencial: la institucionalidad, las reglas del juego, el proyecto que se enviará al Congreso Nacional y que será la ruta crítica para la instauración de la televisión digital terrestre en Chile. Mientras esta institucionalidad no esté aprobada, no habrá televisión digital terrestre.
Lo que estamos haciendo es utilizar este tiempo para clarificar aspectos técnicos esenciales que consideramos que deben ser estudiados con mayor profundidad. De hecho, en días recientes, le solicitamos a siete de nuestras principales universidades que, a través de sus especialistas, respondieran un cuestionario muy preciso con preguntas técnicas, que consideramos que todavía están siendo debatidas. Es muy importante tener claridad sobre ellas y, ojalá, se logre un amplio consenso entre los especialistas del país sobre las respuestas a esas interrogantes, y así poder tomar una decisión en relación con la norma técnica.
Por lo tanto, en primer lugar, lo que estamos haciendo es acelerar y mantener el ritmo de lo que se ha hecho hasta ahora, que ha sido un trabajo intenso durante todo el año 2007, a fin de recopilar todos los aspectos fundamentales para elegir la norma técnica.
En segundo lugar -es un punto esencial-, el Gobierno está en el proceso de elaboración del proyecto de ley relacionado con asignación de espectro, sistema de concesiones, proceso de transición, y de otro proyecto sobre televisión nacional. Son iniciativas claves porque van a ser el camino que nos conducirá a una decisión definitiva sobre la televisión digital terrestre que queremos para el país.
En este sentido, considero que el debate que hemos presenciado hoy recoge todos estos elementos. Ello nos permite aspirar a tener en 2010 televisión digital terrestre, y a fines de 2009 o inicios de 2010, haber implementado el sistema, tan pronto como se haya aprobado la institucionalidad y definido la norma técnica. Entonces, podremos decirles a las personas que con esto se abre una oportunidad nueva de diversidad, de calidad, de interactividad, de movilidad, que afectará positivamente la calidad de vida de los chilenos.
Gracias, señor Presidente.
-En conformidad con el artículo 85 del Reglamento, se incluyen las siguientes intervenciones no pronunciadas en la Sala y que cumplen con lo dispuesto en el artículo 10 del mismo cuerpo reglamentario:
El señor FORNI.-
Señor Presidente , los chilenos esperan con ansias la llegada de la televisión digital. Los motivos son los más variados y diversos. Probablemente, gran parte de ellos estén entusiasmados con la posibilidad de contar con un sistema que les brinde una mejor imagen y sonido; otros están esperando contar con mayor oferta programática, existirán también quienes piensan que de esto y sólo de esto depende el mejoramiento de la calidad de nuestra televisión. Lo cierto es que poco se entiende de lo que se trata y existe un deseo muy difundido de que la TV cambie, abriendo espacio a una parrilla programática que no tenga solamente consideraciones de carácter comercial, central y general.
Esta desinformación ocurre, entre otras cosas, porque hasta la fecha el debate se ha centrado, equivocadamente en mi opinión, en el estándar que adoptará nuestro país para dar este salto tecnológico. Y aquí sólo puede opinar un escaso grupo de personas que conocen en detalle esta tecnología y sus específicas normas técnicas.
Pero poco se habla y por ello se pierde de vista el fin o propósito de este perfeccionamiento tecnológico en un medio de comunicación tan importante como es la TV.
Claramente se trata de tener una mejor televisión y cuando hablamos de mejor televisión, estamos pensando en una televisión de mejor calidad y donde puedan expresarse de mejor forma las distintas visiones de nuestra sociedad.
La televisión digital es un medio más, de otros tantos, que pueden contribuir a este objetivo. Es una gran oportunidad, porque nos brinda una ventaja tecnológica, que bien utilizada puede influir en la oferta programática y en oportunidades para muchos canales de televisión local.
La pregunta es ¿porque adquiere importancia la discusión cuando se anuncian cambios que pueden afectar un medio de comunicación? En una democracia los ciudadanos deben contar con información relevante y verdadera que les permita tomar sus decisiones libremente. Los medios hoy no se limitan a sistematizar información para entregarla al público. Hoy tienen un rol adicional, al que han contribuido precisamente las tecnologías de la información: acceder a información no disponible fácilmente para los ciudadanos mediante la investigación y la fiscalización. Esto robustece la institucionalidad, facilita la discusión pública y limita la discrecionalidad en las decisiones de la autoridad. Lo que está en juego son dos derechos fundamentales: la libertad de expresión y el derecho a la información.
La diversidad, profundidad, tipo de información que se entrega no sólo depende de la cantidad de medios de comunicación o de la tecnología que se introduzca o emplee. Y de ahí la primera inquietud que surge respecto de este debate. Tengo la impresión de que hasta la fecha la discusión se ha centrado fundamentalmente en el instrumento, en la herramienta, en el medio (el estándar de la televisión digital) dejando de lado el fin o aspecto más importante de esta revolución tecnológica: aquel relativo a la política pública que debe ir aparejada a estos cambios. La sola adopción de un determinado estandar de televisión digital, por sí solo no resuelve los problemas que hoy exhibe nuestra televisión, como medio de comunicación.
Es verdad, cualquier cambio en televisión es relevante, porque todos los estudios internacionales determinan que son los medios de comunicación masivos, particularmente la TV los que fijan la agenda setting o agenda pública, determinan de lo que habla la gente.
Pero, más gravitante aún, las caracterizaciones, los sesgos y los énfasis pueden llegar a influir en como piensan los ciudadanos. Las personas buscan en la TV y en los medios en general una suerte de mapa en el cual guiarse en la búsqueda de información.
Entonces: que se nos viene con la televisión digital. Por cierto y además de lo obvio: mejor imagen y sonido.
Reitero: ¿es esto lo único o lo más importante? No, pero hasta la fecha da la sensación de que sí. De ser capaces de diseñar con éxito una adecuada política pública para acompañar este salto tecnológico, podremos además aumentar el horizonte comunicacional, contar con nuevos actores, nuevos servicios y prestaciones, interactividad, segmentación temática, en fin una serie de oportunidades.
En el mundo y particularmente en países más avanzados la introducción de nuevas tecnologías no ha sido siempre un proceso fácil. Y en Chile todo está demostrando que eso tampoco será así. Sólo a modo de ejemplo, en los primeros 7 años la TV a color (1978-1985) sólo fue capaz de penetrar en nuestro país el 30% del mercado. La TV por cable tiene hoy un 26% del mercado, a diferencia de EEUU donde ya ocupa el 85%.
Entonces, ¿es conveniente que el Gobierno dilate tanto una decisión que es importante, pero no la más relevante en relación a este tema?
Creo que no. Reconozco que la Subsecretaría de Telecomunicaciones ha jugado un rol importante en este proceso.
Desde hace un par de años se vienen haciendo esfuerzos por generar estudios, seminarios, visitas técnicas, en fin, un conjunto de actividades destinadas a adoptar la mejor decisión en lo relativo a la norma. Se han definido los parámetros de evaluación; técnicos, de flexibilidad de operación y servicios, el precio de los equipos, la evolución futura del estándar y la cooperación y transferencia tecnológica. Estos criterios debieran permitir a la autoridad, exclusivamente en base a este tipo de consideraciones elegir entre la norma norteamericana, europea, japonesa y una variante brasilera de esta última.
Espero que la decisión que en esta materia se tome, se realice de la manera más transparente posible. No queremos en la televisión digital los problemas tecnológicos que hemos apreciado, por ejemplo, en el Transantiago.
Lo que no tiene explicación, es porque no hemos abordado el tema de fondo. Y aquí entra a jugar un papel relevante el Ministerio Secretaría General de Gobierno. Porque junto con avanzar en los estudios que permitan la mejor adopción de la norma, es posible conocer las propuestas del Gobierno respecto de aquellos aspectos regulatorios sobre los cuales deberá pronunciarse este parlamento y que son los que permitirán efectivamente aprovechar las oportunidades de este avance tecnológico.
¿Cuáles son los desafíos desde el punto de vista de las políticas públicas?
Algo evidente. Si hay mejor imagen y sonido y otros beneficios en cuanto a programación, debemos promover que el costo de acceso no sea un impedimento para llegar a una gran mayoría de chilenos. Si tenemos mejor imagen y sonido pero no somos capaces de superar con la tv digital, el porcentaje de chilenos que hoy tiene tv por cable, mejor no hacer el esfuerzo.
Habrá que perfeccionar el régimen concesional. Una administración eficiente del espacio radioeléctrico, que asegure nuevos participantes, mayor competencia, diversidad de contenidos y calidad. La tecnología digital, versus la analógica, permite el mejor aprovechamiento del espacio radioeléctrico, lo que abre múltiples posibilidades de transmisión.
Aprovechar de ampliar la diversidad programática. Entre otras cosas, esto se puede lograr con las facilidades que pueden tener los más de 120 canales regionales y locales que hoy se ven sólo por cable. Fomentar el desarrollo de la televisión local, regional debe ser un objetivo prioritario.
Aprovechar de entrar al tema de fondo de la discusión de la televisión pública en Chile y fomentar la calidad de la televisión chilena. No basta que un artículo de la ley Nº 18.838 nos diga que la televisión “debe contribuir al desarrollo del acervo cultural del país” para darse por satisfecho. Tampoco con establecer la obligación de una hora a la semana para programas culturales que difundan las artes y las ciencias. Se requiere algo más. Un tema a discutir es la vinculación de la programación con la publicidad y su financiamiento. Hay quienes sostienen que la publicidad en medios masivos requiere de ciudadanos que tengan los mismos gustos, que no piensen y que se dejen llevar por esta generalización de gustos de la TV actual. También es cierto que la interactividad permitirá que existan más fuentes de financiamiento para los canales.
Motivar el desplazamiento de las audiencias desde canales generalistas a canales temáticos, cuyos costos además son más baratos.
La diversidad programática nos sirve para estimular el desarrollo de la industria audiovisual. No se trata de financiar programas que después se guardan y no se exhiben.
Financiamiento del Estado, Ley del Cntv (hoy prohíbe una segunda concesión, o la posibilidad de emitir varias señales).
En resumen, señor Presidente , todo indica que se han realizado abundantes estudios para avanzar en la decisión de la adopción de un estándar de televisión digital y que el Gobierno debiera tener avanzada la decisión al respecto. Es claramente inconveniente seguir dilatando reiteradamente estas definiciones.
Pero además preocupa que esta postergación de la decisión impida avanzar en la discusión de los otros temas planteados y que son de verdad los de fondo, aquellos que pueden incidir en la calidad de nuestra tv. Son muchas las discusiones que este Parlamento deberá hacer para modificar las actuales regulaciones. Entre ellas, la de la Ley de Cntv y la ley de TVN, donde el Ministerio Secretaria General de Gobierno tiene mucho que decir.
Francamente la postergación de la decisión sobre el estandar habrá valido la pena, si somos capaces, junto con despejar las dudas tecnológicas que aún puedan existir, avanzar en la discusión de aquellos aspectos que efectivamente son los importantes para mejorar la calidad de nuestra televisión y que lamentablemente hasta la fecha han estado fuera de la discusión. Le solicitamos al Gobierno se envíen pronto a tramitación aquellos proyectos que justifican verdaderamente la incorporación de la TV Digital en Chile.
He dicho.
El señor CHAHUÁN .-
Señor Presidente , nuestro país ha cumplido recientemente 50 años de transmisiones televisivas, y con gran orgullo puedo decir que la primera que se realizó fue en un canal de nuestra región, cuya planta se encuentra en la ciudad de Viña del Mar. Me refiero al Canal de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, conocido durante mucho tiempo, como Canal 4.
En esa época, la difusión de programas televisivos, de limitada duración, fue considerada toda una revolución para nuestra sociedad, hasta que posteriormente, y en forma paulatina fueron ingresando otros canales a la red, principalmente universitarios, después el canal estatal, conocido como Televisión Nacional, hasta que se permitió la operación de canales privados, y la programación de todas las estaciones fue formando parte progresiva de nuestras actividades cotidianas.
Después de medio siglo de difusión televisiva, nuestra sociedad ha evolucionado en forma impresionante. Tenemos el fenómeno de la globalización, que ha permitido conectar a todos los países, a través de las comunicaciones, y la verdadera revolución que en nuestras vidas ha significado la computación, en especial, por el uso de la red internet, que ya forma parte de nuestro diario vivir, como lo fue en su tiempo, el teléfono, hoy en día masificado en forma increíble por la comunicación inalámbrica como también el vehículo automotor para nuestros desplazamientos o las aeronaves para nuestros viajes nacionales e internacionales.
La pronta puesta en marcha de la televisión digital, nos plantea sin embargo múltiples desafíos como país organizado y que disfruta de una sociedad estructurada democráticamente, con todas sus fortalezas y debilidades.
Sin entrar al análisis detallado de las bondades de los distintos sistemas que podrían ser implementados para dar vida a la televisión digital, creemos que este importante medio de comunicación debe estar al servicio de la comunidad, entregando información objetiva y veraz, porque vivimos en lo que acertadamente se ha denominado Sociedad de la Información y el Conocimiento, pero también necesitamos que se difunda cultura, actividades deportivas, recreación y entretenimiento.
Pero en lo que respecta a la recreación y entretenimiento, creemos que ella debe ser adecuada, sin caer en la vulgaridad y chabacanería, ni en la farandulización, que hoy en dia parece ser el centro de toda la programación televisiva, que en nuestra opinión se ha llevado a extremos perniciosos.
No es que estemos a favor de la censura o de restricciones inaceptables, pero creemos que esta situación debe mejorarse, ya que los programas de televisión tienen una gran influencia en la formación de nuestros niños y jóvenes.
Lo mismo ocurre con la difusión de programas en que se pregona la violencia sin límites, como solución de conflictos, lo que también debe ser desterrado de nuestra cultura.
En cuanto a la objetividad política de la televisión, creemos que ella debe ser ecuánime, libre de presiones o influencias malsanas, y por ningún motivo, ser instrumentalizada como elemento de poder, o puesta al servicio de una determinada ideología. Nunca debe suceder en nuestro país, lo que ocurrió durante el año recién pasado en Venezuela, con la estación Rctv, que fue silenciada, por no compartir las ideas del Gobierno imperante, lo que originó las comprensibles protestas de muchos países, entre ellos el nuestro.
Como bien recordarán los colegas, en esta Cámara fui autor del primer proyecto de acuerdo en que se solicitó a nuestro Gobierno que expresara su más enérgica protesta al Gobierno venezolano por este atropello a la libertad de expresión.
Creemos que la televisión digital que pronto se implementará en Chile, debe responder a estos parámetros, lo que permitirá contar con una sociedad informada objetivamente, que reciba asimismo cultura, actividades deportivas y recreativas como entretención adecuadas, y que tengan una gravitación relevante en la formación infantil y juvenil, sector sobre el cual la televisión ejerce tanta influencia.
He dicho.
El señor DÍAZ, don Marcelo ( Vicepresidente ).-
Cerrado el debate.
Antes de someter a la consideración de la Sala el proyecto de acuerdo que se ha presentado, el señor Secretario va a dar lectura a los pareos.
El señor LOYOLA ( Secretario ).-
Se han registrado en Secretaría los pareos de los diputados señores Hales con Monckeberg, don Cristián; Masferrer con Fuentealba y León con Álvarez-Salamanca.
El señor DÍAZ, don Marcelo ( Vicepresidente ).-
El señor Secretario va a dar lectura al proyecto de acuerdo.
El señor LOYOLA ( Secretario ).-
Proyecto de acuerdo N° 530, de los diputados señores Enríquez-Ominami, Lorenzini, Escobar, Sepúlveda, don Roberto; Chahuán, Espinosa, don Marcos; Arenas, Quintana, Forni, Montes, Valenzuela, Díaz, don Marcelo; González, Jaramillo, Jarpa, Sule, Errázuriz, Farías y Jiménez, que en su parte resolutiva dice:
“La Cámara de Diputados acuerda:
Expresar a S.E. la Presidenta de la República la preocupación de esta Cámara de Diputados por las sucesivas postergaciones en las decisiones administrativas referidas a la televisión digital terrestre y solicitar que envíe al Congreso Nacional, haciendo presente el trámite de urgencia, calificada de suma, uno de los proyectos de ley necesarios para la implantación y el adecuado desarrollo de la televisión digital, con apego a los principios del pluralismo informativo y la diversidad de contenidos audiovisuales. Asimismo, en el mismo plazo, adopte finalmente el estándar correspondiente en forma consistente con los objetivos antes señalados, privilegiando especialmente las variables socioeconómicas asociadas a los precios de los equipos”.
El señor DÍAZ, don Marcelo ( Vicepresidente ).-
Si le parece a la Sala, se aprobará por unanimidad.
Varios señores DIPUTADOS.-
Que se vote, señor Presidente.
El señor DÍAZ, don Marcelo ( Vicepresidente ).-
En votación el proyecto de acuerdo Nº 530.
El señor DÍAZ, don Marcelo ( Vicepresidente ).-
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
El señor DÍAZ, don Marcelo ( Vicepresidente ).-
Por haber cumplido con su objeto, se levanta la sesión.
-Se levantó la sesión a las 20.38 horas.
JORGE VERDUGO NARANJO,
Jefe de la Redacción de Sesiones.
VI. DOCUMENTOS DE LA CUENTA
1. Oficio del Senado.
“Valparaíso, 15 de enero de 2008.
Tengo a honra comunicar a vuestra Excelencia que el Senado ha aprobado las modificaciones introducidas por esa Honorable Cámara al proyecto de ley que modifica el decreto con fuerza de ley N° 2, de 1998, sobre Subvención del Estado a Establecimientos Educacionales, correspondiente al Boletín N° 5.383-04.
Lo que comunico a vuestra Excelencia en respuesta a su oficio Nº 7.237, de 15 de enero de 2008.
Devuelvo los antecedentes respectivos.
Dios guarde a vuestra Excelencia.
(Fdo.): EDUARDO FREI RUIZ-TAGLE , Presidente del Senado ; CARLOS HOFFMANN CONTRERAS , Secretario General del Senado ?.
2. Informe de la Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento, recaído en la moción que modifica el Reglamento de la Cámara de Diputados con el objeto de crear una comisión permanente de la micro, pequeña y mediana empresa. (boletín N° 3600-16)
“Honorable Cámara:
La Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento pasa a informar sobre el proyecto de acuerdo, iniciado en una moción de los Diputados señores Rodrigo González Torres , Ignacio Urrutia Bonilla , Samuel Venegas Rubio , Carlos Montes Cisternas , Juan Masferrer Pellizzari , José Miguel Ortiz Novoa , y el entonces Diputado señor Ramón Pérez Opazo , cuyo propósito es incorporar en el Reglamento interno de la Corporación una Comisión Permanente de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa.
I. ANTECEDENTES GENERALES.
La ley N° 18.918, Orgánica Constitucional del Congreso Nacional, en su artículo 17 dispone que el Senado y la Cámara de Diputados establecerán en sus respectivos reglamentos las comisiones permanentes que consideren necesarias para informar los proyectos sometidos a su consideración.
En lo tocante a la Cámara de Diputados este mandato legal se encuentra cumplido en el artículo 213 de su Reglamento Interno, el que señala las diecinueve comisiones permanentes destinadas a dicho fin.
Hasta 1973, la Cámara de Diputados contaba con quince comisiones permanentes. En 1990, con la reinstalación del Congreso Nacional y las adecuaciones efectuadas al reglamento de esta Corporación, se creó la Comisión de Derechos Humanos en tal carácter.
En la profunda revisión que se efectuó al reglamento Interno en 1994 se agregaron dos nuevas comisiones permanentes, la de Familia y la de Ciencia y Tecnología.
La última Comisión permanente incorporada al Estatuto Interno fue la de Pesca y Acuicultura, que fue escindida de la Comisión de Agricultura en mayo de 2001.
En general, la Cámara de Diputados ha sido renuente a crear nuevas comisiones permanentes y, por el contrario, ha optado por establecer órganos especiales cuya duración depende de la materia considerada y del impacto que ella tiene en la legislación general, evitando con ello la permanencia de entidades de trabajo que luego de un tiempo no justifican su continuación y que se transforman en una carga administrativa que poco aporta al trabajo legislativo.
Expresan los autores que en nuestro país existen más de 646 mil empresas, de las cuales cerca del 82% corresponden a la microempresa, un 15% a la pequeña y un 2% a la mediana empresa. Estas absorben cerca del 83% del empleo, con un impacto mayoritario de la micro y la pequeña empresa.
Afirman que hay una necesidad de establecer políticas públicas que vayan en ayuda de estos sectores, con instrumentos jurídicos y económicos que reconozcan su especial importancia y singularidades.
En tal sentido, es un hecho cierto que el Gobierno va a presentar, en los próximos días un conjunto de iniciativas legislativas en lo que se ha denominado el Estatuto de la Pequeña y Mediana Empresa, que vendrá a regular el funcionamiento y régimen aplicable a estas entidades productivas.
Recuerdan los autores de la iniciativa que el 16 de junio de 2000 esta Corporación aprobó, mediante el Proyecto de Acuerdo N° 413, la creación de una Comisión Especial cuyo propósito era abocarse al estudio de una legislación específica en esta materia y recopilar la mayor cantidad de antecedentes sobre el desarrollo de este sector de nuestra economía.
La denominada Comisión Pymes ha funcionado casi ininterrumpidamente desde esa fecha hasta nuestros días, elaborando propuestas, realizando encuentros con representantes del sector y estudiando diversas iniciativas legales que han ido en beneficio del mismo.
II. IDEA MATRIZ DE LA INICIATIVA.
La idea matriz o fundamental de la moción consiste en crear una nueva comisión permanente encargada de estudiar las iniciativas legales que se formulen en relación con la micro, la pequeña y la mediana empresa.
Se trata de dar carácter y reconocimiento a una entidad de trabajo parlamentario que en los hechos ha funcionado como permanente por casi siete años, a la que se agregan dentro de su competencia los temas relacionados con la micro empresa.
Finalmente, se pretende constituir un órgano de trabajo legislativo cuyas atribuciones no se encuentran radicadas de manera específica en otras comisiones permanentes, sino que dispersas en varias de ellas, por lo que esta enmienda da sentido y recoge el tratamiento específico que la situación de la micro, de la pequeña y de la mediana empresa tienen en muchos países del orbe.
III. DISPOSICIONES QUE EL PROYECTO MODIFICA O DEROGA.
El proyecto de acuerdo en informe consta de un artículo único, que incorpora un nuevo número 19 en el artículo 213 del Reglamento de la Cámara de Diputados.
Dicha disposición, como se indicó, señala el número y la denominación de las diecinueve comisiones permanentes que tiene la Cámara de Diputados, a lo que se agregaría una más, "De la Micro, pequeña y Mediana Empresa", pasando la actual 19, que es la Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento, a ser la número 20.
IV. DISCUSIÓN EN GENERAL Y EN PARTICULAR DE LA INICIATIVA.
Durante el debate habido en la Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento, se concordó como necesario elevar al carácter de permanente a la actual Comisión Pymes, ampliada en su competencia a la micro empresa.
Se recordó que recientemente, por acuerdo unánime, se renovó su mandato por un nuevo período de seis meses, pero que, en todo caso, atendido el tiempo que esta entidad ha existido y la especialidad de las materias que trata se justifica plenamente cambiar su actual naturaleza.
Algunos diputados señalaron que el estudio de la normativa que regulará a las micro, pequeñas y medianas empresas, por la multiplicidad de cuestiones en las que inciden, como empleo, tributo, crédito, constitución simplificada, etcétera, requiere de un órgano de estudio parlamentario que vea todo esas materias con coherencia y con sentido de permanencia, pues se trata de un sector de la economía muy dinámico y de particularidades sobresalientes.
En tal sentido, la iniciativa fue aprobada en general y en particular por unanimidad.
-o-
En consecuencia, en mérito de las razones expuestas y de los demás antecedentes que dará a conocer el señor Diputado informante , vuestra Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento recomienda aprobar el siguiente:
Proyecto de acuerdo
"Artículo único.- Agrégase en el artículo 213 del Reglamento de la Cámara de Diputados el siguiente número 19, pasando el actual a ser 20:
"N° 19 De la Micro, Pequeña y Mediana Empresa.".".
Se designó diputado informante al señor Alvarado, don Claudio .
Sala de la Comisión, a 9 de enero de 2008.
Acordado en sesión celebrada el día 9 de enero de 2008, con la asistencia del señor Walker, don Patricio ( Presidente ) y de los señores Marcelo Díaz Díaz ; Gonzalo Duarte Leiva ; Enrique Accorsi Opazo ; Claudio Alvarado Andrade ; Jorge Ulloa Aguillón ; Roberto León Ramírez ; Mario Venegas Cárdenas y Rodrigo González Torres .
(Fdo.): CARLOS LOYOLA OPAZO, Secretario General de la Cámara de Diputados”.
3. Informe de la Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento, recaído en la moción que modifica el Reglamento de la Cámara de Diputados con el objeto de crear una comisión permanente de zonas extremas. (boletín N° 4084-16)
“Honorable Cámara:
La Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento pasa a informar sobre el proyecto de acuerdo, iniciado en una moción de los Diputados señores Claudio Alvarado Andrade y Pablo Galilea Carrillo , cuyo propósito es incorporar en el Reglamento interno de la Corporación una Comisión Permanente de Zonas Extremas.
I. ANTECEDENTES GENERALES.
La ley N° 18.918, Orgánica Constitucional del Congreso Nacional, en su artículo 17 dispone que el Senado y la Cámara de Diputados establecerán en sus respectivos reglamentos las comisiones permanentes que consideren necesarias para informar los proyectos sometidos a su consideración.
En lo tocante a la Cámara de Diputados este mandato legal se encuentra cumplido en el artículo 213 de su Reglamento Interno, el que señala las diecinueve comisiones permanentes destinadas a dicho fin.
Sólo cuatro Comisiones permanentes han sido incorporadas al Reglamento de la Cámara de Diputados desde la reinstalación de esta Corporación en 1990. Todas han respondido a necesidades específicas de tener órganos de trabajo legislativos especializados para acometer el estudio de las diversas materias entregadas a dichas comisiones, como es el caso de la de Derechos Humanos, de Familia, de Ciencia y Tecnología o de las actividades relacionadas con la pesca y la acuicultura.
Sostienen los autores de esta moción que desde el año 2001 la Cámara de Diputados ha tenido en funciones una Comisión Especial sobre Zonas Extremas encargada de estudiar diversas cuestiones relacionadas tanto con la legislación aplicable a dichas zonas como de otros asuntos no legislativos, pero que tienen gran relevancia en el desarrollo y en el normal funcionamiento de los servicios que funcionan en las localidades más apartadas del país.
Recuerdan los diputados suscriptores de la iniciativa que las zonas extremas representan puntos especiales de nuestro territorio, tanto por su condición fronteriza cuanto por las perspectivas y proyecciones que sus recursos naturales tienen para el desenvolvimiento económico de todo el país, lo que ha implicado una permanente visita de sus integrantes a esos territorios en diversas oportunidades y con variados fines, contribuyendo, además, a conocer las inquietudes y problemas que afectan a sus habitantes.
Finalmente, estiman conveniente otorgar el carácter de permanente a esta Comisión de modo tal que pueda continuar con su fructífera labor legislativa y de evaluación del resultado que tales iniciativas tienen en esos importantes y apartados territorios de la República.
II. IDEA MATRIZ DE LA INICIATIVA.
La idea matriz o fundamental de esta iniciativa consiste en establecer una nueva comisión permanente encargada de estudiar las iniciativas legales que se formulen en relación con las zonas extremas del país, atendida la naturaleza especial que tiene la legislación aplicable a dichas regiones.
Al concederle el carácter de permanente se está, además, valorando la importancia que se asigna a tales localidades y se reconoce la necesidad de contar con un órgano de trabajo especializado que atienda las particularidades que tiene la normativa aplicable sólo a esas zonas.
III. DISPOSICIONES QUE EL PROYECTO MODIFICA O DEROGA.
El proyecto de acuerdo en informe consta de un artículo único, que introduce un nuevo número 19 en el artículo 213 del Reglamento de la Cámara de Diputados.
Tal artículo precisa el número y la denominación de las comisiones permanentes que tiene la Cámara de Diputados para el desarrollo de sus cometidos, y donde se agregaría la nueva comisión "De Zonas Extremas".
IV. DISCUSIÓN EN GENERAL Y EN PARTICULAR DE LA INICIATIVA.
En el debate surgido en el seno de la Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento, se consideró oportuno recoger la inquietud de otorgar el carácter de permanente a instancias de trabajo que han desempeñado su cometido por largo tiempo, como sucede con la Comisión de Zonas Extremas.
Se estima que la experiencia acumulada en un trabajo continuo que se ha prolongado por una importante cantidad de años permite reconocer jurídicamente a esta comisión un estatus de permanencia que tiene en los hechos.
Se afirmó que no obstante los esfuerzos por desincentivar la creación de ciertas comisiones especiales, fijando requisitos reglamentarios muy restrictivos, la práctica ha demostrado que ciertas entidades que con los años han adquirido una entidad propia, subsisten y se mantienen en funcionamiento, como ocurre en la especie con la Comisión Especial de Zonas Extremas, lo que hace aconsejable reconocerle derechamente la calidad de permanente.
En mérito lo tales consideraciones, la Comisión, en forma unánime, aprobó tanto en general como en particular este proyecto de acuerdo.
-o-
En consecuencia, en atención a las razones expuestas y a los demás antecedentes que dará a conocer el señor Diputado informante , vuestra Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento recomienda aprobar el siguiente:
Proyecto de acuerdo
"Artículo único.- Incorpórase en el artículo 213 del Reglamento de la Cámara de Diputados el siguiente número 19, pasando el actual a ser 20:
"N° 19 De Zonas Extremas."."
Se designó diputado informante al señor Alvarado, don Claudio .
Sala de la Comisión, a 9 de enero de 2008.
Acordado en sesión celebrada el día 9 de enero de 2008, con la asistencia del señor Walker, don Patricio ( Presidente ) y de los señores Marcelo Díaz Díaz ; Gonzalo Duarte Leiva ; Enrique Accorsi Opazo ; Claudio Alvarado Andrade ; Jorge Ulloa Aguillón ; Roberto León Ramírez ; Mario Venegas Cárdenas y Rodrigo González Torres”.
4. Informe de la Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento, recaído en la moción que modifica el Reglamento de la Cámara de Diputados con el objeto de crear una comisión permanente de seguridad ciudadana. (boletín N° 5.520-16)
?Honorable Camara:
La Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento pasa a informar sobre el proyecto de acuerdo, iniciado en una moción de las Diputadas señoras Isabel Allende Bussi , Karla Rubilar Barahona y María Antonieta Saa Díaz y de los Diputados señores Jorge Burgos Varela , Francisco Encina Moriamez , Patricio Hales Dib , Cristián Monckeberg Bruner y Carlos Montes Cisternas , cuyo propósito es incorporar en el Reglamento interno de la Corporación una Comisión Permanente de Seguridad Ciudadana y Drogas.
I. ANTECEDENTES GENERALES.
El artículo 17 de la Ley Orgánica Constitucional del Congreso Nacional prescribe que ambas ramas del Parlamento establecerán en sus correspondientes estatutos internos las comisiones permanentes que estimen indispensables para estudiar los proyectos elevados a su conocimiento.
En cuanto concierne a la Cámara de Diputados este mandato legal se encuentra consagrado en el artículo 213 de su Reglamento Interno, el que precisa las diecinueve comisiones permanentes destinadas a dicho fin.
Desde 1990 hasta la fecha sólo cuatro nuevas comisiones permanentes se han incorporado a las que históricamente existían hasta 1973, la Comisión de Derechos Humanos, la de Familia, la de Ciencias y Tecnología y la de Pesca y Acuicultura. Otras, manteniendo sus competencias tradicionales, han cambiado su denominación con el propósito de recoger las nuevas realidades sectoriales propias del ámbito de sus atribuciones.
Ambas ramas del Congreso Nacional disponen de un número muy similar de comisiones permanentes que, en lo posible, tratan de cubrir el amplio espectro de las diferentes materias que pueden ser objeto de una regulación legislativa.
No es menos cierto que, de un tiempo a esta parte, particularmente en esta Corporación, existe un creciente número de Comisiones Especiales que son creadas con características de temporalidad limitada, pero que en la práctica se mantienen en funciones por largo tiempo, reconstituyéndose cada Legislatura.
En la situación planteada precedentemente se encuentra la Comisión de Seguridad Ciudadana, como se denominaba originalmente, y que desde comienzos de la actual legislatura se fusionó con la otrora Comisión Especial de Drogas. Cabe recordar que ambas son de larga data, habiéndose constituido la primera de ellas en mayo de 1998 y funcionado hasta nuestros días.
Plantean los autores que, desde su creación, la Comisión especial de Seguridad Ciudadana ha desarrollado una extensa labor legislativa, estudiando y despachando un sin número de proyectos de ley que han buscado hacer más eficiente la función de las policías, y la coherencia y la pertinencia de las diferentes legislaciones relacionadas con la seguridad de las personas.
Destacan, también, la prolifera actividad que ha tenido en el último tiempo, que se demuestra con una importante cantidad de sesiones celebradas, más de 44 ordinarias, y la nutrida concurrencia de los integrantes a sus reuniones, lo que se refleja en una asistencia promedio superior a 9 diputados por sesión. Asimismo, enfatizan la gran colaboración prestada por autoridades, centros de estudios y representantes de la comunidad que han participado en sus reuniones de trabajo y en las sesiones temáticas que sobre la materia han efectuado en diversas oportunidades.
Plantean que tanto los estudios de entidades no gubernamentales como los del propio Gobierno, demuestran que una de las principales preocupaciones de los ciudadanos dice relación con su seguridad y la de sus bienes, lo que hace que esta materia requiera de un constante perfeccionamiento de la legislación vigente y, por lo mismo, que sea un tema relevante de la agenda pública.
A lo anterior se suma la preocupación por el creciente consumo y tráfico de estupefaciente que se está dando en el país y las posibles implicancias que dichos ilícitos tienen en otras actividades de la vida nacional, materia cuya competencia ha debido ser asumida en el trabajo desarrollado por la Comisión por la íntima relación que esta cuestión tiene con la seguridad ciudadana.
Finalmente, hacen presente que la Comisión Especial de Seguridad Ciudadana y Drogas, tiene un ámbito de competencia que le es propia y perfectamente diferenciable de las demás comisiones permanentes, lo que contribuye, junto a los otros antecedentes aportados, a darle un reconocimiento jurídico como órgano de trabajo legislativo permanente.
II. IDEA MATRIZ DE LA INICIATIVA,
La idea matriz o fundamental de la moción consiste en crear una nueva comisión permanente encargada de estudiar las iniciativas legales que se formulen en relación con la seguridad ciudadana y las materias relativas a los ilícitos derivados del tráfico y posesión de sustancias sicotrópicas prohibidas.
Se busca elevar a la categoría de permanente a una entidad que en la práctica ha funcionado en tal calidad desde 1998 y cuyas atribuciones no se encuentran radicadas de manera específica en otras comisiones de la Cámara de Diputados.
III. DISPOSICIONES QUE EL PROYECTO MODIFICA O DEROGA.
El proyecto de acuerdo en informe consta de un artículo único, que incorpora un nuevo número 19 en el artículo 213 del Reglamento de la Cámara de Diputados.
Dicha disposición señala el número y la denominación de las comisiones permanentes que tiene la Cámara de Diputados, al que se incorporaría una más "De seguridad Ciudadana y Drogas", pasando la actual 19, que es la Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento, a ser la número 20.
IV. DISCUSIÓN EN GENERAL Y EN PARTICULAR DE LA INICIATIVA.
Durante el debate habido en la Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento, se estimó oportuno efectuar una revisión de ésta y otras propuestas destinadas a incorporar nuevas Comisiones permanentes, reconociendo con ello la importante y continua labor que han realizado algunos organismos de trabajo interno por casi una década.
Se valoró como positivo el aporte que en los hechos ha efectuado esta Comisión especial, pero muy particularmente la nutrida agenda legislativa que ha tenido y tiene la actual Comisión Especial de Seguridad Ciudadana y Drogas, la cantidad de horas sesionadas y el interés que los diputados demuestran por participar en esta instancia, todo lo cual hace aconsejable otorgarle el carácter de permanente.
En razón de lo precedentemente expuesto, la iniciativa fue aprobada, en general y en particular por unanimidad.
-o-
En consecuencia, en mérito de las razones señaladas y de los demás antecedentes que dará a conocer el señor Diputado informante , vuestra Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento recomienda aprobar el siguiente:
Proyecto de acuerdo
"Artículo único.- Agrégase en el artículo 213 del Reglamento de la Cámara de Diputados el siguiente número 19, pasando el actual a ser 20:
"N° 19 De Seguridad Ciudadana y Drogas.".".
Se designó diputado informante al señor Alvarado, don Claudio .
Sala de la Comisión, a 9 de enero de 2008.
Acordado en sesión celebrada el día 9 de enero de 2008, con la asistencia del señor Walker, don Patricio ( Presidente ) y de los señores Marcelo Díaz Díaz ; Gonzalo Duarte Leiva ; Enrique Accorsi Opazo ; Claudio Alvarado Andrade ; Jorge Ulloa Aguillón ; Roberto León Ramírez ; Mario Venegas Cárdenas y Rodrigo González Torres .
(Fdo.): CARLOS LOYOLA OPAZO, Secretario General de la Cámara de Diputados”.
5. Informe de la Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento, recaído en la moción que modifica el artículo 7° del Estatuto del Personal de la Cámara de Diputados en lo relativo al nombramiento del edecán de la Corporación. (boletín N° 5649-16)
“Honorable Cámara:
La Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento pasa a informar el proyecto de acuerdo, iniciado en una moción de los Diputados señores Mario Bertolino Rendic , Gonzalo Duarte Leiva , Roberto León Ramírez , Carlos Montes Cisternas , Germán Verdugo Soto , Jorge Ulloa Aguillón , Felipe Ward Edwards y Patricio Walker Prieto , cuyo propósito es modificar la norma sobre impedimento temporal que consagra el Estatuto del Personal de la Cámara de Diputados en lo relativo al nombramiento de Edecán.
I. ANTECEDENTES GENERALES.
El cargo de Edecán de la Cámara de Diputados corresponde a un empleo de planta que debe ser servido por un oficial superior de las Fuerzas Armadas en retiro. Se trata de un funcionario que es nombrado y removido por la Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento, conforme al procedimiento que establece el artículo 7° del Estatuto del Personal de la Cámara de Diputados.
La actual normativa para el nombramiento de dicho funcionario data de la modificación efectuada al Estatuto del Personal en septiembre de 2004. En esa oportunidad se estableció que el servicio de tal empleo tendría una duración de dos años, pudiendo renovarse, por una sola vez, por igual período.
II. IDEA MATRIZ DE LA INICIATIVA.
La idea matriz o fundamental de la moción consiste en igualar la situación del Edecán de la Cámara de Diputados con el resto de sus funcionarios cuyos cargos son de la confianza exclusiva de algún órgano de dirección superior, de modo que sea la pérdida de confianza y no una razón temporal la que determine la permanecía o el alejamiento del cargo de dicho funcionario.
Se trata de mantener ese puesto en calidad de "exclusiva confianza", pero sin estar sujeto a un determinado número de períodos, pudiendo, el órgano pertinente, renovar o no su nombramiento, una vez cumplidos dos años desde su última designación o proceder a su remoción antes del término de dicho período.
III. DISPOSICIONES QUE EL PROYECTO MODIFICA O DEROGA.
El proyecto de acuerdo en informe consta de un artículo único que suprime en el inciso quinto del artículo 7° del Estatuto del Personal de la Cámara de Diputados las expresiones ", por una sola vez,".
Como se ha expresado, la norma referida dispone que la Comisión de Régimen, con el quórum de los dos tercios de sus integrantes, podrá, por una sola vez, extender el nombramiento del Edecán por otros dos años en mérito al desempeño que demuestre el citado funcionario.
IV. DISCUSIÓN EN GENERAL Y EN PARTICULAR DE LA INICIATIVA.
Durante el debate habido en la Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento, se estimó del todo conveniente esta moción, reconociéndose que la limitación existente para el desempeño del cargo de Edecán no se condice con las facultades que sobre nombramiento y remoción de dicho funcionario debe tener la Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento.
Se busca que el cargo se regule por una normativa similar a la de los demás empleos que tienen su misma naturaleza jurídica, sin perjuicio de las particularidades específicas que esta función tiene.
Del mismo modo, se consideró conveniente que el nombramiento fuera renovable cada dos años, pero dejando a la Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento, la facultad de renovarlo o no por otro período sin sujeción a una limitación en el número de dichas renovaciones.
Sobre el particular, debe tenerse presente que la práctica ha demostrado que el desempeño de esta función conlleva una serie de particularidades que sólo la experiencia de su servicio al interior de la Corporación permiten al oficial nombrado cumplir a cabalidad los diferentes roles que implica el cargo de Edecán. Dicho período de aprendizaje toma un tiempo no despreciable que se desperdiciaría si la rotativa en este empleo fuere significativa.
Sometida a votación, en general y en particular, la iniciativa fue aprobada por unanimidad.
En consecuencia, en mérito de las razones expuestas y de los demás antecedentes que dará a conocer el señor Diputado informante , vuestra Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento recomienda aprobar el siguiente:
Proyecto de Acuerdo
"Artículo único.- Suprímense en el inciso quinto del artículo 7° del Estatuto del Personal de la Cámara de Diputados, las expresiones ", por una sola vez,".".
Se designó diputado informante al señor Ulloa, don Jorge .
Sala de la Comisión, a 9 de enero de 2008.
Acordado en sesión celebrada el día 9 de enero de 2008, con la asistencia del señor Walker, don Patricio ( Presidente ) y los señores Marcelo Díaz Díaz ; Fernando Meza Moncada ; Enrique Accorsi Opazo ; Claudio Alvarado Andrade ; Gonzalo Duarte Leiva ; Roberto León Ramírez ; Jaime Quintana Leal ; Fulvio Rossi Ciocca ; Jorge Ulloa Aguillón ; Alfonso Vargas Lyng y Germán Verdugo Soto .
(Fdo.): CARLOS LOYOLA OPAZO, Secretario General de la Cámara de Diputados”.
Proyecto iniciado en moción de los diputados señores Burgos , Bustos , Ceroni , Eluchans , Duarte , Sabag , Saffirio , Silber , Vallespín y Walker.
Modifica la ley N° 18.092, sobre letra de cambio, cheque y pagaré, simpli-ficando trámites de la notificación. (boletín N° 5715-03)
“1° De acuerdo al artículo 434 N° 4 del Código de Procedimiento Civil, constituyen títulos ejecutivos la letra de cambio o pagaré, respecto de las cuales el aceptante o subscriptor no hayan puesto tacha de falsedad a su firma al tiempo de protestarse el documento por falta de pago, siempre que el protesto haya sido personal, ni respecto de cualquiera de los obligados al pago de una letra de cambio, pagaré o cheque, cuando, puesto el protesto en su conocimiento por notificación judicial, no alegue tampoco en ese mismo acto o dentro de tercero día tacha de falsedad.
2° La ley N° 18.092, que establece normas sobre Letra de Cambio y Pagaré, establece el procedimiento del protesto en caso de no pago, estableciendo la parte final de este artículo que el protesto efectuado en conformidad a este procedimiento no tendrá el carácter de personal para los efectos de lo dispuesto en el N° 4 del artículo 434 del Código de Procedimiento Civil. Es decir, para que la letra de cambio o pagaré tenga mérito ejecutivo es necesario que se notifique personalmente de acuerdo a las normas generales establecidas en el Código de Procedimiento Civil.
La misma ley, regula en su Párrafo 10°, artículo 98 a 101, normas respecto de la prescripción en relación a letras de cambio y pagarés, señalando que el plazo de prescripción de las acciones cambiarlas del portador contra los obligados al pago es de un año, contado desde el día del vencimiento del documento. De acuerdo al artículo 100, la prescripción se interrumpe sólo respecto del obligado a quien se notifique la demanda judicial de cobro de la letra, o la gestión judicial necesaria o conducente para deducir dicha demanda o preparar la ejecución.
A diferencia de lo que ocurre con las letras de cambio y pagarés, donde se aplican las normas generales en materia de notificación, la Ley sobre Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques, D.F.L. 707, del Ministerio de Justicia del año 1982, regula, en su artículo 22, los casos de que el librador de un cheque lo gire sin fondos suficientes en su cuenta corriente, retire los fondos disponibles después de expedido el cheque, gire sobre cuenta cerrada o no existente, o revoque el cheque por causales que no correspondan a las establecidas en el artículo 26 -falsificación de firma del librador, alteración del cheque con respecto a la suma o a la persona del beneficiario, con posterioridad a la emisión y /o pérdida hurto o robo-.
En estos casos la ley prescribe que si el librador no consigna fondos suficientes para atender al pago del cheque, de los intereses corrientes y de las costas judiciales, dentro del plazo de tres días, contados desde la fecha en que se le notifique el protesto, será sancionado con las penas de presidio indicadas en el artículo 467 del Código Penal.
Para todos los efectos legales, las circunstancias constitutivas de delito se entienden cometidos en el domicilio que el librador del cheque tenga registrado en el Banco. Por lo tanto, en el domicilio registrado en el Banco se efectúa válidamente la notificación del protesto.
En virtud de lo expresado, y como una manera de dar mayor celeridad a los juicios ejecutivos de cobro de letras de cambio y pagaré, se propone modificar el artículo 100 de la ley Nº 18.092, estableciendo una norma especial que reconozca como notificación válida la realizada en el domicilio que el obligado al pago haya consignado en la letra de cambio.
PROYECTO DE LEY
ARTÍCULO ÚNICO
Modificase la ley Nº 18.092 que establece normas sobre Letra de Cambio y Pagaré en le siguiente sentido:
En el artículo 100, agregase como nuevo inciso final el siguiente:
"Para todos estos efectos se entenderá validamente notificada la demanda en el domicilio que el obligado al pago haya consignado como propio en la letra de cambio. "
Proyecto iniciado en moción de los diputados señores Correa , Álvarez , García-Huidobro , Jaramillo , Kast , Lorenzini , Palma , Sabag , Valenzuela y Verdugo.
Concede, por gracia, la nacionalidad chilena a la madre Irene García de Prado. (boletín N° 5728-17)
De conformidad a lo dispuesto en el artículo 10, N° 5, de nuestra Constitución Política del Estado , hemos creído de justicia solicitar se otorgue, por gracia, la nacionalidad chilena a la Madre Domnina Irene García de Prado, fundadora de la congregación “Hermanas del Buen Samaritano”, cuya casa central se ubica en la ciudad de Molina, Provincia de Curicó , en razón a la inmensa obra social que allí se realiza.
La Madre Irene, conocida como la Madre Teresa de Calcuta chilena, nace en León, España el 5 de Noviembre de 1927, hija de Cecilio García y de Irene de Prado Tejerina. Fue la duodécima de catorce hermanos. Abrazó la vida religiosa el 2 de Febrero de 1944 en las Siervas de Jesús de la Caridad en Bilbao, España. Emitió sus votos perpetuos el 11 de Agosto de 1951 en la ciudad de León.
Dejó la Congregación de las Siervas de Jesús de la Caridad en Abril de 1978, atendiendo un segundo llamado del Señor, que la llamó a vivir la parábola del Buen Samaritano, con total donación de si misma a los enfermos más desprotegidos y necesitados de nuestra sociedad.
Llegó a Molina, por disposición del Obispo de entonces, Monseñor don Carlos González Cruchaga , quién bautizó esta obra con el nombre de “Hermanas del Buen Samaritano”, siendo presentada a la comunidad en Diciembre de 1978. En la actualidad son 47 religiosas distribuidas en cinco diócesis, cantidad que aumenta permanentemente por las nuevas vocaciones que llegan provenientes tantos de Chile, de Latinoamérica y España.
En la Casa Hogar de Molina atienden en la actualidad a más de 200 enfermos terminales. La mayoría de ellos provienen de los sectores más pobres de la región, pero también hay enfermos del resto del país, porque.. ..”la pobreza no tiene territorialidad”, comenta ella. Permanentemente están recogiendo enfermos abandonados, sacándolos de vertederos y recogiéndolos en la calle.
El Hogar es de primer nivel y se puede comparar con las mejores clínicas privadas, cuyos pabellones se han ido levantando con la ayuda de particulares, entre los que se cuenta la Fundación San José de la Dehesa de los Padres Trapenses.
La Madre Irene ha tomado el lema de acción con la frase “No hay alegría más grande que la de servir a los pobres con amor”. Para ello cuenta con la fuerza que Dios le da para continuar luchando contra la pobreza y el sufrimiento humano.
Chile le debe un reconocimiento a su gran obra, a su gran entrega y a su gran vocación. Sin duda, el mejor regalo es darle la nacionalidad del país al cual pertenece desde 1970. Por todo lo anterior es que venimos en presentar el siguiente
Proyecto de Ley:
Artículo Único: Otorgase la nacionalidad chilena, por gracia, a la religiosa española Madre Domnina Irene García de Prado”.