Labor Parlamentaria
Diario de sesiones
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Índice
- DOCUMENTO
- PORTADA
- I. ASISTENCIA
- II. APERTURA DE LA SESIÓN
- III. ACTAS
- IV. CUENTA
- DEVOLUCIÓN DE PROYECTO AL SENADO.
- V. OBJETO DE LA SESIÓN
- CONDICIONES LABORALES DE LOS TRABAJADORES DEL SISTEMA TRANSANTIAGO. Proyecto de acuerdo.
- ANTECEDENTE
- INTERVENCIÓN : Carlos Olivares Zepeda
- INTERVENCIÓN : Maria Angelica Cristi Marfil
- INTERVENCIÓN : Patricio Alejandro Hales Dib
- INTERVENCIÓN : Gabriel Silber Romo
- INTERVENCIÓN : Maximiano Errazuriz Eguiguren
- INTERVENCIÓN : Alejandra Sepulveda Orbenes
- INTERVENCIÓN : Claudia Nogueira Fernandez
- INTERVENCIÓN : Fidel Edgardo Espinoza Sandoval
- INTERVENCIÓN : Jaime Mulet Martinez
- INTERVENCIÓN : Maria Isabel Allende Bussi
- ANTECEDENTE
- PRESENTACIÓN PROYECTO DE ACUERDO
- Carlos Olivares Zepeda
- Alejandra Sepulveda Orbenes
- Jaime Mulet Martinez
- Jose Ramon Barros Montero
- Patricio Alejandro Hales Dib
- Fidel Edgardo Espinoza Sandoval
- Jaime Quintana Leal
- Maximiano Errazuriz Eguiguren
- Gabriel Ascencio Mansilla
- Claudia Nogueira Fernandez
- Roberto Sepulveda Hermosilla
- PRESENTACIÓN PROYECTO DE ACUERDO
- DEBATE
- ANTECEDENTE
- CONDICIONES LABORALES DE LOS TRABAJADORES DEL SISTEMA TRANSANTIAGO. Proyecto de acuerdo.
- CIERRE DE LA SESIÓN
- VI. DOCUMENTOS DE LA CUENTA
Notas aclaratorias
- Debido a que muchos de estos documentos han sido adquiridos desde un ejemplar en papel, procesados por digitalización y posterior reconocimiento óptico de caracteres (OCR), es que pueden presentar errores tipográficos menores que no dificultan la correcta comprensión de su contenido.
- Para priorizar la vizualización del contenido relevante, y dada su extensión, se ha omitido la sección "Indice" de los documentos.
REPÚBLICA DE CHILE
CÁMARA DE DIPUTADOS
LEGISLATURA 356ª
Sesión 41ª, en martes 17 de junio de 2008
(Especial, de 16.07 a 17.41 horas)
Presidencia de los señores Ceroni Fuentes, don Guillermo, y Ulloa Aguillón, don Jorge.
Secretario, el señor Loyola Opazo, don Carlos.
Prosecretario , el señor Álvarez Álvarez, don Adrián.
ÍNDICE
I.- ASISTENCIA
II.- APERTURA DE LA SESIÓN
III.- ACTAS
IV.- CUENTA
V.- OBJETO DE LA SESIÓN
VI.- DOCUMENTOS DE LA CUENTA
VII.- OTROS DOCUMENTOS DE LA CUENTA
ÍNDICE GENERAL
Pág.
I. Asistencia 4
II. Apertura de la sesión 7
III. Actas 7
IV. Cuenta 7
- Devolución de proyecto al Senado 7
V. Objeto de la sesión.
- Condiciones laborales de trabajadores del sistema Transantiago. Proyecto de acuerdo 7
VI. Documentos de la Cuenta.
1. Oficio del H. Senado por el cual comunica que ha declarado inadmisible el proyecto que “adecua la legislación penal chilena a los tratados internacionales en materia de derechos humanos”. (boletín N° 3345-07 y 3959-07) 27
2. Oficio del Tribunal Constitucional por el cual remite copia autorizada de la sentencia recaída en el proyecto que “modifica la ley N° 20.209 y otros cuerpos legales en materia de bonificaciones y normas de promoción aplicables al personal de salud que se desempeña en los servicios que indica”. (boletín N° 5431-11) 27
I. ASISTENCIA
-Asistieron los siguientes señores diputados: (110)
NOMBRE (Partido* Región Distrito)
Accorsi Opazo, Enrique PPD RM 24
Aedo Ormeño, René RN III 5
Aguiló Melo, Sergio PS VII 37
Alinco Bustos, René PPD XI 59
Allende Bussi, Isabel PS RM 29
Alvarado Andrade, Claudio UDI X 58
Álvarez-Salamanca Büchi, Pedro RN VII 38
Álvarez Zenteno, Rodrigo UDI XII 60
Araya Guerrero, Pedro IND II 4
Arenas Hödar, Gonzalo UDI IX 48
Ascencio Mansilla, Gabriel PDC X 58
Barros Montero, Ramón UDI VI 35
Bauer Jouanne, Eugenio UDI VI 33
Becker Alvear, Germán RN IX 50
Bertolino Rendic, Mario RN IV 7
Bobadilla Muñoz, Sergio UDI VIII 45
Burgos Varela, Jorge PDC RM 21
Cardemil Herrera, Alberto IND RM 22
Ceroni Fuentes, Guillermo PPD VII 40
Correa De la Cerda, Sergio UDI VII 36
Cristi Marfil, María Angélica UDI RM 24
Cubillos Sigall, Marcela UDI RM 21
De Urresti Longton, Alfonso PS X 53
Delmastro Naso, Roberto RN X 53
Díaz Del Río, Eduardo PRI IX 51
Díaz Díaz, Marcelo PS IV 7
Dittborn Cordua, Julio UDI RM 23
Duarte Leiva, Gonzalo PDC RM 26
Egaña Respaldiza, Andrés UDI VIII 44
Eluchans Urenda, Edmundo UDI V 15
Encina Moriamez, Francisco PS IV 8
Enríquez-Ominami Gumucio, Marco PS V 10
Errázuriz Eguiguren, Maximiano RN RM 29
Escobar Rufatt, Álvaro IND RM 20
Espinosa Monardes, Marcos PRSD II 3
Espinoza Sandoval, Fidel PS X 56
Farías Ponce, Ramón PPD RM 30
Forni Lobos, Marcelo UDI V 11
Fuentealba Vildósola, Renán PDC IV 9
Galilea Carrillo, Pablo RN XI 59
García García, René Manuel RN IX 52
García-Huidobro Sanfuentes, Alejandro UDI VI 32
Girardi Briere, Guido PPD RM 18
Godoy Ibáñez, Joaquín RN V 13
Goic Boroevic, Carolina PDC XII 60
González Torres, Rodrigo PPD V 14
Hales Dib, Patricio PPD RM 19
Hernández Hernández, Javier UDI X 55
Insunza Gregorio De Las Heras, Jorge PPD RM 28
Jaramillo Becker, Enrique PPD X 54
Jarpa Wevar, Carlos Abel PRSD VIII 41
Jiménez Fuentes, Tucapel IND RM 27
Kast Rist, José Antonio UDI RM 30
Latorre Carmona, Juan Carlos PDC VI 35
Leal Labrín, Antonio PPD III 5
Lobos Krause, Juan UDI VIII 47
Lorenzini Basso, Pablo PDC VII 38
Martínez Labbé, Rosauro RN VIII 41
Masferrer Pellizzari, Juan UDI VI 34
Meza Moncada, Fernando PRSD IX 52
Monckeberg Bruner, Cristián RN RM 23
Monckeberg Díaz, Nicolás RN VIII 42
Montes Cisternas, Carlos PS RM 26
Moreira Barros, Iván UDI RM 27
Mulet Martínez, Jaime IND III 6
Muñoz D'Albora, Adriana PPD IV 9
Nogueira Fernández, Claudia UDI RM 19
Norambuena Farías, Iván UDI VIII 46
Núñez Lozano, Marco Antonio PPD V 11
Ojeda Uribe, Sergio PDC X 55
Olivares Zepeda, Carlos PRI RM 18
Ortiz Novoa, José Miguel PDC VIII 44
Pacheco Rivas, Clemira PS VIII 45
Palma Flores, Osvaldo RN VII 39
Paredes Fierro, Iván PS I 1
Pascal Allende, Denise PS RM 31
Paya Mira, Darío UDI RM 28
Pérez Arriagada, José PRSD VIII 47
Quintana Leal, Jaime PPD IX 49
Recondo Lavanderos, Carlos UDI X 56
Robles Pantoja, Alberto PRSD III 6
Rojas Molina, Manuel UDI II 4
Rossi Ciocca, Fulvio PS I 2
Saa Díaz, María Antonieta PPD RM 17
Sabag Villalobos, Jorge PDC VIII 42
Saffirio Suárez, Eduardo PDC IX 50
Salaberry Soto, Felipe UDI RM 25
Sepúlveda Hermosilla, Roberto RN RM 20
Sepúlveda Orbenes, Alejandra IND VI 34
Silber Romo, Gabriel PDC RM 16
Sule Fernando, Alejandro PRSD VI 33
Súnico Galdames, Raúl PS VIII 43
Tarud Daccarett, Jorge PPD VII 39
Tohá Morales, Carolina PPD RM 22
Tuma Zedan, Eugenio PPD IX 51
Turres Figueroa, Marisol UDI X 57
Ulloa Aguillón, Jorge UDI VIII 43
Uriarte Herrera, Gonzalo UDI RM 31
Urrutia Bonilla, Ignacio UDI VII 40
Valcarce Becerra, Ximena RN I 1
Valenzuela Van Treek, Esteban IND VI 32
Vallespín López, Patricio PDC X 57
Vargas Lyng, Alfonso RN V 10
Venegas Cárdenas, Mario PDC IX 48
Venegas Rubio, Samuel PRSD V 15
Verdugo Soto, Germán RN VII 37
Vidal Lázaro, Ximena PPD RM 25
Von Mühlenbrock Zamora, Gastón UDI X 54
Walker Prieto, Patricio PDC IV 8
Ward Edwards, Felipe UDI II 3
-Asistieron, además, los ministros del Trabajo y Previsión Social , señor Osvaldo Andrade Lara, y de Transporte y Telecomunicaciones, señor René Cortázar Sanz.
II. APERTURA DE LA SESIÓN
-Se abrió la sesión a las 16.09 horas.
El señor CERONI (Vicepresidente).- En el nombre de Dios y de la Patria, se abre la sesión.
III. ACTAS
El señor CERONI (Vicepresidente).-
El acta de la sesión 36ª se declara aprobada.
El acta de la sesión 37ª queda a disposición de las señoras diputadas y de los señores diputados.
IV. CUENTA
El señor CERONI (Vicepresidente).- El señor Prosecretario va a dar lectura a la Cuenta.
-El señor ÁLVAREZ ( Prosecretario ) da lectura a la Cuenta.
DEVOLUCIÓN DE PROYECTO AL SENADO.
El señor CERONI ( Vicepresidente ).- Por acuerdo de los Comités, esta Corporación devolverá al Senado los antecedentes relacionados con el proyecto que “adecua la legislación penal chilena a los tratados internacionales en materia de derechos humanos”.
V. OBJETO DE LA SESIÓN
CONDICIONES LABORALES DE LOS TRABAJADORES DEL SISTEMA TRANSANTIAGO. Proyecto de acuerdo.
El señor CERONI ( Vicepresidente ).-
La presente sesión se motivó en una presentación suscrita por 44 honorables diputados y diputadas, con el objeto de “analizar las condiciones laborales de los trabajadores del sistema Transantiago”.
A la sesión han sido citados los ministros del Trabajo y Previsión Social, señor Osvaldo Andrade Lara, y de Transportes y Telecomunicaciones, señor René Cortázar Sanz.
El tiempo previo de 15 minutos, contemplado en el artículo 74 del Reglamento, corresponde al Comité del Partido Renovación Nacional, el que lo ha cedido al Comité Independiente.
Por lo tanto, tiene la palabra el diputado señor Carlos Olivares.
El señor OLIVARES .-
Señor Presidente, sin duda, de todos los problemas que se han producido con la puesta en marcha del Transantiago, la situación que se ha generado desde el punto de vista laboral es una de las más dramáticas y, al mismo tiempo, una de las áreas en la que la realidad ha chocado con más dureza con las promesas hechas cuando se puso en marcha este ambicioso plan para el transporte público en la Región Metropolitana.
No olvidemos que el Transantiago se presentó como la solución a todos los problemas del transporte público, cuyo estándar en la calidad del servicio sería comparable con el de las capitales de los países desarrollados. Los grandes ganadores serían los usuarios que tendrían viajes más cómodos, más seguros y más rápidos. También los trabajadores serían ampliamente beneficiados. Nada de esto ha ocurrido.
Se prometió que los conductores tendrían jornadas de trabajo humanas y acordes con la legislación laboral, que tendrían un sueldo fijo y decente y que sus condiciones de trabajo serían las adecuadas para quienes se encuentran buena parte del día sometidos al estrés de conducir en una gran ciudad, transportando a muchas personas.
Sin embargo, la realidad muestra que las promesas no se han cumplido, ya que las condiciones de trabajo siguen siendo infrahumanas en muchas empresas y se conocen numerosas denuncias de incumplimiento de las remuneraciones acordadas, abusos en el ámbito laboral, riesgos para su seguridad y la del público e, incluso, ya en un plano íntimamente humano, la inexistencia de lugares de descanso y servicios higiénicos.
La seguridad de los choferes ha sido descuidada, muchos de los buses transitan con sus frenos en mal estado, con las revisiones técnicas vencidas, motores y carrocerías sometidos a reparaciones superficiales y en un evidente estado de descuido. Hemos sido testigos de buses que se incendian y de otros que literalmente se parten en dos en pleno recorrido. Pero lo peor es que, con tal de que el sistema no colapse, la autoridad parece hacer la vista gorda frente a los abusos, lo que resulta completamente inaceptable desde el punto de vista legal y ético.
También existen antecedentes de incumplimiento por parte de las empresas operadoras del Transantiago en el pago de las imposiciones de los trabajadores. Ya no se trata sólo de que no se paguen los sueldos prometidos, sino que, además, se hacen los descuentos por las imposiciones, se declaran y no se enteran. El decreto ley Nº 3.500 permite a los empleadores realizar el descuento legal y declararlo sólo por un período máximo de seis meses, pero en el caso del Transantiago, hay empresas que exceden con largueza ese plazo, por lo que urge modificar esa autorización a la luz de los abusos que se están cometiendo en su nombre. Sólo una de las empresas operadoras, Gran Santiago, adeuda alrededor de 1.200 millones de pesos en cotizaciones a sus trabajadores.
Sin embargo, la autoridad no dice nada. ¿Son intocables los operadores? ¿Los derechos de los trabajadores del Transantiago son menos dignos y respetables que los de otros sectores? Parece haber una suerte de libertinaje para el Transantiago, en el que los beneficiados son siempre los grandes empresarios de este sector, a quienes se da la posibilidad de no cumplir las leyes laborales ni los contratos que ellos mismos han suscrito.
Es lógica esa conducta, porque el Gobierno sabe que reconocer el fracaso del Transantiago tendría serias consecuencias políticas. Pero, ¿hasta cuándo se podrá tapar el sol con un dedo?
Adicionalmente, se ha creado un nuevo grupo de afectados de los que ni siquiera se habló al poner en marcha el sistema. Se suponía que habría máquinas nuevas, pero como no se hicieron las inversiones necesarias, en los hechos se recurrió al arriendo de los buses que fueron retirados, se les dio una capa de pintura y se pusieron a circular los mismos vehículos que, se suponía, no servían.
Los anteriores empresarios del transporte que acondicionaron sus buses según los interminables caprichos de la autoridad -ejemplo de ellos son los cobradores automáticos, a un costo de 7 millones de pesos por bus, que no tuvo mayor aplicación y que significó un gasto inútil para este sector-, hoy los arriendan a los operadores por 520 mil pesos mensuales, en circunstancias de que la letra mensual que deben pagar por cada bus asciende a 1.200.000 pesos.
En este caso, la injusticia que se ha cometido resulta particularmente dolorosa, porque los afectados han sido quienes históricamente han prestado el servicio de transporte en la capital: medianos, pequeños y microempresarios que han cumplido todas las condiciones que sucesivamente se les fueron poniendo hasta sacarlos del sistema.
Este grupo tiene quejas perfectamente justas y atendibles, pero no se les ha dado ninguna respuesta. Ellos, que eran los que más sabían del transporte público y de la realidad de la locomoción, fueron marginados por tecnócratas que, a la luz de los resultados, no fueron capaces de sustituir con sus títulos académicos la experiencia de los trabajadores.
Los pequeños empresarios fueron las primeras víctimas de la obsesión por la modernización, los ciudadanos fueron los siguientes y el resultado concreto es que el Transantiago ha dejado numerosos heridos sin aportar las soluciones prometidas ni constituirse, hasta ahora, en una alternativa mejor que el modelo conocido popularmente como el de las “micros amarillas”.
Nadie se ha responsabilizado por la gran cantidad de trabajadores del anterior sistema de transportes que quedaron sin trabajo, tampoco nadie ha atendido sus justas demandas ni las de los empresarios que quebraron en el camino.
Paralelamente, el desplazamiento de este grupo de empresarios significó la irrupción de un grupo de inversionistas que ha tenido una gestión dudosa. Aunque no es ésta la ocasión, este proceso requiere la atención del Congreso por sus implicancias en la transparencia que debe imperar en un sector que mueve tan cuantiosos recursos.
El sistema anterior de transporte público y sus recorridos funcionaba -bien o mal-, pero lo más importante es que no le costaba ni un peso al país. En la actualidad, se exige a los ciudadanos que financien con sus impuestos un sistema de mala calidad, que no ha cumplido nada de lo que prometió ser, que abusa de los trabajadores y de los usuarios. A éstos se les amenaza además, ante la posibilidad de que no se aprueben los dineros, con un aumento en la tarifa del pasaje. Podemos ver entonces que, de una u otra forma, el financiamiento del nuevo sistema de transporte termina siendo de costo de los ciudadanos.
Baste por ahora señalar que existen legítimas dudas respecto del destino de los recursos autorizados por el Congreso para que el fisco subsidie el Transantiago, sin asegurar al mismo tiempo que el sistema se financie ni que tampoco exista un control adecuado sobre los manejos que puedan estar haciendo las sociedades constituidas para asumir como operadores. Sin embargo, el hecho es que los contratos de arriendo no se están cumpliendo, ni en los montos acordados ni en las condiciones pactadas.
Para los pequeños empresarios, el resultado concreto es que han perdido las fuentes de empleo y las oportunidades de desarrollo económico que mantuvieron por décadas, sin más justificación que un progreso que, hasta ahora, no se ha hecho realidad.
Comprendemos la situación de quienes han llevado adelante acciones judiciales en contra del Estado por el daño económico y moral que han sufrido.
El informe evacuado por la Comisión Investigadora del Transantiago y aprobado por la Sala, plantea en una de sus sugerencias la necesidad de que el Estado indemnice a todos los pequeños y medianos empresarios que el fallido plan llevó a la ruina.
Las condiciones laborales son apenas una de las aristas de las insuficiencias del Transantiago, quizá una de las menos notorias, pero es evidente que el malestar que se está incubando va a terminar por estallar, y cuando llegue ese momento, la autoridad no podrá alegar ignorancia, porque se le han hecho llegar los antecedentes correspondientes y advertido de la gravedad de la situación. Pero como se trata de ir arreglando la carga en el camino, y como ocurre en tantos otros ámbitos de nuestra economía, los derechos laborales se están dejando para más adelante, para un momento en que las urgencias de echar a andar el sistema, permitan atender los demás problemas, pero ese momento puede ser demasiado tarde.
El Estado de Chile no puede subsidiar un sistema de transporte público en la forma en que lo está haciendo, entregando ingentes recursos a empresas que no cumplen ni siquiera con los trabajadores.
En consecuencia, solicitamos a los ministerios de Transportes y del Trabajo que hagan cumplir la ley, algo obvio, por lo demás, para que estos trabajadores tengan justicia y la recompensa que su esfuerzo merece.
He dicho.
-Aplausos.
El señor ULLOA ( Vicepresidente ).-
Debo informar que el ministro del Trabajo se encuentra en una Comisión de esta Corporación discutiendo un proyecto de ley, lo que pidió que se informara a quienes solicitaron esta sesión especial.
Tiene la palabra la diputada señora María Angélica Cristi .
La señora CRISTI (doña María Angélica) .-
Señor Presidente , lamento que el ministro del Trabajo no esté presente. Parece que siempre tiene prioridades distintas a las más urgentes. En este caso, la realidad de los trabajadores del sistema Transantiago requiere en forma urgente una intervención importante de ese ministerio y del de Transportes, cuyo titular se encuentra presente.
Quiero hacer un reconocimiento al diputado señor Carlos Olivares , quien pidió la realización de esta sesión, porque desde antes de que se iniciara el proceso de la remodelación del sistema de micros y se convirtiera en el sistema Transantiago, llenó esta Sala con trabajadores de las micros amarillas. Además, trajo a los empresarios.
Advirtió, en esta Sala y en la Comisión de Transportes, lo que significaría la renovación de la flota, la desaparición de los tres mil microempresarios y lo que sería la situación de los trabajadores. En ese sentido, el diputado Olivares ha sido pionero, al igual que en las materias que hoy motivan esta sesión, que se relacionan con sus proyecciones de hace tres años. Sus advertencias hoy son una realidad que nadie puede negar.
Los trabajadores vinieron a la Comisión del Transantiago y nos plantearon lo que les ha significado ser la cara visible del drama de este sistema, porque los reclamos de los usuarios no llegan directamente al ministro ni a nosotros, sino a los choferes de micros. Es a éstos a quienes insultan y representan el problema que ha significado, a la ciudad y a los miles de usuarios, un sistema tan dramático e ineficiente. Pero no sólo tienen que enfrentar al público, sino, muchas veces, también la violencia. Además, ellos han tenido que preocuparse de que funcione el sistema del bus, de que la gente pague, que use la tarjeta, que no se suban por la puerta trasera, en fin, de mil cosas.
Entre las garantías que se les ofreció, escritas en la propuesta del Transantiago, se establecía que iban a mejorar sus salarios, comodidad en los horarios, contratos de trabajo estables; se les prometió que siempre iban a poder optar por un operador adicional, el cual los iba a ayudar en este sistema del bus articulado. Es dramática la situación del chofer, sobre todo si se piensa en que debe manejar un bus que lleva mucha gente, que, además, lo insulta, porque el sistema no satisface sus necesidades.
Respecto de la evasión, problema gravísimo que afecta la recaudación de recursos, que algunos han señalado que es la causa del desfinanciamiento de algunas de las empresas, ¿cómo los conductores pueden evitar que se les suba la gente por las puertas traseras, si en los paraderos hay cien personas desesperadas que se atropellan por subir? Tendría que ser una persona de muy mala clase para cerrar las puertas e impedirles la subida. No pueden manejar un tumulto de mucha gente que quiere subir y, a la vez, asegurarse de que todos paguen. En consecuencia, la evasión también se relaciona con un compromiso incumplido: tener una persona para que los ayudara.
En el 2005, año en el que comenzaron los primeros recorridos del Transantiago, cuando los buses estaban detenidos, me tocó ver, a los choferes en terreno, durante su descanso, parados en una esquina, o sentados en el tronco de un árbol, y arrendar un baño en una ferretería o en una panadería. Eso lo advertimos y lo denunciamos, pero hoy aún hay terminales que no cuentan siquiera con las mínimas comodidades para los choferes. Antes tenían baño, comedor, cocina aparte, sala de descanso, un club, un lugar donde relajarse y convivir. Pero hoy hay muchos terminales que no lo tienen. Por eso, se hace urgente que el ministerio tenga claro qué empresas han cumplido con el compromiso de tener terminales para los choferes y cuáles no, de manera de obligar y multar a aquellas que no lo han hecho. Probablemente, algunos ya lo han construido, pero en mi distrito hay choferes que no tienen dónde estar, ni siquiera para descansar.
¡Qué decir de las condiciones laborales! De todo lo que se les prometió, poco se ha cumplido. Habría sido bueno que estuviera el ministro , para que informara sobre estas situaciones. De repente, hay tanto celo y preocupación por el cumplimiento de las leyes laborales, pero estas personas, que trasladan a tres millones de chilenos, en condiciones realmente dramáticas, no tienen sus contratos como debiera ser.
Tampoco entiendo que se haya creado un sistema en el que se han invertido más de mil millones de dólares, pero que no se ha preocupado por aquellas personas que quedaron sin trabajo; me refiero a los microempresarios. Esto fue peor que una expropiación, por cuanto les quitaron su fuente laboral y no les compraron sus micros. Hasta el día de hoy hay dueños de microbuses, pequeños empresarios, que llaman con angustia y señalan que ya se les pasó el plazo de los vencimientos, que aún están pagando sus micros, en fin. Además, les siguen cobrando interés sobre interés y si bien han rematado cientos de micros, los ejecutados siguen con las deudas. Hay gente que está en la ruina absoluta, porque los despojaron de su trabajo, de la posibilidad de ejercer su profesión con esta inversión que eran los buses. Por eso, concuerdo plenamente con el diputado señor Carlos Olivares .
Aprovecho la oportunidad para decirle al ministro que creo que todavía es tiempo de compensarlos. Es mucha la gente a la cual se le cobra interés sobre interés y que no tiene con qué pagar, simplemente, no pueden hacer más. Algunos han “enchulado” sus micros, como se dice; otros han entrado a recorridos en que tampoco les pagan, o las vendieron a colegios a precios inconvenientes, o las han distribuido por el país, pero igual hay cientos de personas que están en la absoluta ruina y no tienen cómo salir del círculo vicioso de tener que pagar interés sobre interés.
Creo que debemos preocuparnos de esos dos grupos humanos: por un lado, de los trabajadores para que se dé cumplimiento a las leyes laborales y se les asegure un pasar mínimo necesario a fin de trabajar en buenas condiciones y asumiendo la doble carga que tienen de ser la cara visible del sistema Transantiago, y por otro, del grupo de empresarios que hoy vive una situación dramática, ya que no tienen recursos para cumplir con los préstamos adeudados a los bancos, que incluyen la obligación de pagar interés sobre interés. De alguna manera, habría que indemnizarlos.
Muchas veces se habló con el entonces ministro Espejo para que esta gente recibiera algún apoyo y lo único que les ofrecieron como reconversión fueron clases de peluquería. ¿Qué puede hacer un chofer de locomoción colectiva con clases de peluquería, sobre todo, cuando siempre se ha ganado la vida manejando micros? Es una verdadera ofensa. Aunque siempre habrá personas que van a querer aprovecharse, habría que abrir una unidad al interior del Ministerio respectivo para dar atención a toda esta gente que hoy sufre una situación tan dramática, analizar cuáles son las necesidades reales de quienes están arriesgando incluso ir a la cárcel porque no tienen cómo responder a sus compromisos porque se encuentran en la ruina. Para ello, habría que incluir a este grupo de personas en los beneficios que va a entregar el Ministerio a través de una indemnización a fin de que puedan continuar desarrollándose en forma más normal, luego de todo el daño que se les ha ocasionado al quitarles su trabajo.
He dicho.
El señor ULLOA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Patricio Hales.
El señor HALES .-
Señor Presidente, ha hecho bien el diputado Olivares al plantear la realización de este debate, que valoro especialmente, con la presencia de los ministros de Transportes y Telecomunicaciones, René Cortázar , y del Trabajo, Osvaldo Andrade .
De las ofertas que tenía el Sistema Transantiago, de las ilusiones que tuvimos respecto de él y de las materias que valoramos cuando se inició la discusión sobre la materia, en 2003, una de las primeras cuestiones fáciles de entender -porque no todo se podía advertir con claridad- era que las condiciones de los trabajadores iban a ser excepcionalmente buenas y que se iba a poner fin a las dificultades que tenían en el sistema de las micros amarillas. Esa promesa nos entusiasmó a muchos. No obstante, he comprobado que el señor ministro sabe -y se conduele junto con nosotros- lo que significan los incumplimientos empresariales en muchos de esos aspectos. Cabe recordar que los empresarios tienen garantizadas las utilidades, por lo que tendrían mayor obligación que nadie de cumplir esa promesa.
Comprendo que la Derecha suela tener entusiasmo cada vez que se habla de estos temas y ofende a los ministros y al Gobierno, pero cuando se trata de los trabajadores, evita referirse al incumplimiento del empresariado.
La Cámara no tiene facultad para fiscalizar a los empresarios; pero, enhorabuena, se ha puesto el tema en debate. Los empresarios tienen que cumplir porque a ellos se les está garantizando el ingreso; incluso, va a haber un subsidio para financiar de manera permanente el sistema. Los trabajadores deberían tener las mismas facilidades, garantías y certeza de cumplimiento que los empresarios, quienes no sólo tienen utilidades operacionales, sino también utilidades patrimoniales gigantescas que han sido dadas a conocer por diarios que no se caracterizan por ser de Gobierno ni de Izquierda. A través de ellos se informa que la utilidad promedio patrimonial de estas empresas es de un 47 por ciento. ¿Qué servicio de utilidad pública, qué empresa del mercado vende mal, no cumple, entrega un producto inadecuado y sus utilidades llegan al 47 por ciento? Debo reconocer que no es desde un punto de vista operacional, sino del patrimonio. Pero, por las razones que fuesen, esas empresas tienen el deber de cumplir con las obligaciones laborales. He sabido que hay algunos choferes bien pagados, pero también hay muchos muy mal pagados.
Se prometió que habrían choferes bien pagados y con sus cotizaciones de seguridad social al día. Hoy existen empresas que no las han enterado. Eso era parte de la obligación y de la promesa del sistema Transan-tiago y no sólo transportar, hacer ciudad y hacerlo bien.
Cuando se discutió el tema en la Comisión, entre las exigencias que le hicimos al Gobierno para votar a favor el subsidio, estaba el buen servicio. Por eso, en el documento que presentamos en la Comisión de Transportes, dentro de las obligaciones de buen servicio está el cumplimiento con las obligaciones de los trabajadores por parte del empresariado. No basta con mejorar recorridos, con atender al usuario, con que no haya evasión, con que haya cobertura, con que haya buena frecuencia. A nuestro juicio -quedó en el documento-, buen servicio significa dar buenas condiciones laborales a los trabajadores, que se paguen los montos correspondientes a leyes sociales, equipamiento digno, baños en buenas condiciones, lugares de descanso; espacio para comer, etcétera.
Los empresarios han fallado. Es el colmo, sobre todo si se considera que se trata de uno de los contratos más garantistas que tiene el Estado de Chile con el empresariado. Pero -se dice en el informe de la Comisión Investigadora- estos contratos estuvieron mal hechos, porque fueron excesivamente garantistas y permisivos para los empresarios, cuando, quizás, deberían haber sido más duros en caso de incumplimiento de las obligaciones con sus trabajadores.
Para mí no es suficiente la eficiencia del ministro Cortázar , quien está siendo cuidadoso, prolijo, trabajador y dedicado para que mejoren los recorridos, haya mejor frecuencia, cumpla el administrador Financiero del Transporte, sino que también, se requiere el cumplimiento de la empresa privada. El sistema Transantiago no consiste sólo en lo que tiene que hacer el ministro de Transportes , sino que también significa el buen funcionamiento y adecuado cumplimiento del privado.
Desde hace varios años, estamos en este Chile nuevo, donde se nos ha querido convencer de que todo lo ordena el mercado. Si una empresa no cumple, los trabajadores se cambiarán, como si fuera tan sencillo encontrar trabajo y pasar todos los cedazos para lograrlo. Si el mercado lo mueven las empresas privadas con las condiciones generales y reglas del juego que les establece el Estado, la sociedad y la ley, pues bien, que los empresarios cumplan.
Me gustaría transmitir al ministro del Trabajo que frente a la situación expuesta, él debe aplicar la máxima dureza. Además, creo que se podría -dado que se encuentra presente el ministro y se discute el proyecto del subsidio- establecer que cuando la inspección del trabajo detecte un incumplimiento de los empresarios, se les retengan los dineros que están garantizadas de acuerdo con el sistema de distribución de los recursos a partir del administrador Financiero del Transporte y no reciban toda su plata.
Entiendo que cuando los diputados de la Derecha hablan 10 minutos, dediquen nueve al Gobierno, aunque el que contrata no es él, sino los empresarios. Lo entiendo, pero no lo puedo aprobar, no sólo porque no lo considero políticamente correcto, sino porque no es algo verdadero. Además, no es por ignorancia, porque todo el mundo sabe que los trabajadores fueron contratados por empresas privadas; son ellas las que deben responder. Sin embargo, aquí escuchamos discursos contra el Gobierno. Eso es desviar las energías por razones ideológicas. Se dice que la Derecha representa a los empresarios y, por lo tanto, debe defenderlos a como dé lugar. Pero como no pueden defender lo indefendible, incluso, dicen que si los culpables son los empresarios, hay que buscar un fleco, una derivación, de modo que, al final, el responsable de lo que hacen los empresarios sea el Gobierno. Es decir, éste sería el maldito que permite que existan estos empresarios.
Entiendo que sienten un amor irrestricto por una sociedad de este tipo; pero así, con estas falacias, no podemos avanzar. Aquí hay trabajadores que necesitan soluciones, no cuenteo de la política ni ideologismos, tampoco que les digan que ésta es una nueva oportunidad para golpear al Gobierno. Desde las mismas bancadas de la Concertación, hemos sido durísimos con el Gobierno en lo que se refiere al Transantiago. Ahí están los documentos -que indican los sancionados- y los resultados de la Comisión Investigadora, y lo que, incluso, por estos días, le hemos dicho al Gobierno respecto del Transantiago. Pero, en cuanto a los contratos suscritos entre los trabajadores y los empresarios, que respondan éstos y que el Gobierno, a través del Ministerio del Trabajo, sea muy duro con quienes no cumplan y ojalá les retengan los dineros que se van a distribuir.
Además, hay un área en la cual los empresarios han sido tremendamente irresponsables. Me refiero a esos casi 3 mil pequeños empresarios, a quienes no les están respondiendo. Les arrendaron sus máquinas. ¿Por qué? Porque el nuevo sistema sacó microbuses y las que tenían no eran suficientes. Y se los arrendaron a antiguos propietarios de microbuses amarillos -que tienen sus propios compromisos- en 500, 600 y 700 mil pesos mensuales, pero sus dueños deben pagar deudas por alrededor de un millón y un millón y tanto mensual. Por eso, todos los meses se sobreendeudan porque deben pagar más de lo que reciben. Muchas veces, no lo hacen en la fecha de vencimiento y, otras, se atrasan en uno o dos meses. Me han hecho saber sus denuncias, que hemos publicado en una página web especial sobre el Transantiago. Nos informan que no están cumpliendo con los contratos garantizados de esos 3 mil o 3.500 pequeños empresarios, y que ahora están en las manos de tres, cuatro o diez empresarios que son los propietarios de las diferentes líneas. A esos arrendadores les tienen que pagar, y deben hacerlo en forma oportuna.
Me parece que el Gobierno sí debe intervenir con mucha dureza en algo que es de su responsabilidad: crear condiciones adecuadas para el buen funcionamiento del Transantiago. Es responsable si no les exige a los empresarios o si no cumple con lo suyo, porque no es facultad de los empresarios fijar los recorridos, definir el movimiento de la malla, creer que las zonas troncales son sagradas y que no pueden ser tocadas por los alimentadores, no dar alguna solución a cierta forma de competencia en las áreas de las líneas alimentadoras. Es decir, ¡cuidado!, no crear condiciones adecuadas para un buen servicio sí es responsabilidad del Gobierno. Un mal servicio rebota en los trabajadores porque, al final, la indignación ciudadana, es decir, de quienes ocupan el Transantiago, la recibe el conductor del bus, a quien se va a culpar de todas las deficiencias, porque el empresario no es el que escucha el tintín de la registradora, no está en el bus ni en el paradero. Por lo tanto, creo que en esta proporción relacionada con la gran responsabilidad empresarial, también hay parte de responsabilidad del Gobierno, concretamente en la creación de las buenas condiciones en que debe funcionar el Transantiago.
En medio de la discusión del proyecto de ley de subsidio al Transantiago, con diputados de la Concertación y también de la Alianza formulamos algunas propuestas. Cabe decir que la Derecha ha hecho algunas proposiciones que compartimos; algunas nos parecen discutibles, pero, en general, vemos en ellas una actitud constructiva para mejorar el servicio. No vemos en esto una focalización de las responsabilidades de los empresarios ni de los trabajadores; pero, en lo que se refiere a mejorar el servicio, han tenido una actitud constructiva. Desde la Concertación también se han formulado otras proposiciones, algunas de las cuales coinciden con las de la Oposición.
Digo que esto es clave para que los trabajadores tengan buenas condiciones, porque si, al final, el Transantiago funciona bien y el Gobierno resuelve los problemas que lo afectan, los empresarios no tendrán justificación alguna -como lo hacen hoy- para no pagarles a los trabajadores y a los pequeños empresarios por el arriendo de los microbuses.
Por otra parte, tendríamos una ciudadanía más satisfecha, más contenta, porque se habría concretado esa promesa que se hizo alguna vez, en cuanto a que los conductores no sólo iban a tener mayores ventajas, sino que alegría laboral. Yo les pido que vayan a preguntarle a cualquier chofer si siente alegría laboral cuando sale con su bus a cubrir las áreas en esa gran tarea que es el Transantiago. Francamente, creo que no siente alegría laboral, no se siente un ciudadano feliz que contribuye al progreso y a algo positivo. Por lo tanto, hay aquí una tarea muy importante del Gobierno, que también asumo: la firmeza y dureza con que debe actuar el ministro del Trabajo contra el empresariado que no cumple.
Por último, si el ministro reglamentariamente puede presentar alguna indicación durante la discusión del proyecto que otorga un subsidio al Transantiago, ojalá incluya una disposición -se lo pido desde aquí-para que cuando se repartan los recursos que van, primero, al Metro, después, al administrador Financiero y, por último, a los operadores, a éstos se les retenga el dinero y no se les pague, cada vez que se detecten incumplimientos a los pequeños empresarios o a los trabajadores.
He dicho.
-Aplausos en las tribunas.
El señor ULLOA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Gabriel Silber.
El señor SILBER .-
Señor Presidente, por su intermedio, envío un saludo a los trabajadores presentes en las tribunas, en particular, a nuestros amigos de la Unidad Manuel Bustos Huerta, con quienes hemos trabajado desde hace bastante tiempo y celebrado diversas reuniones ilustrativas relacionadas con la materia a discutir en esta sesión especial.
Por su intermedio, quiero decirle al ministro de Transportes y Telecomunicaciones que, a mi juicio, estamos antelando y marcando posiciones -en lo personal, como diputado de la Democracia Cristiana - que se plantearán en un debate que tendremos muy pronto sobre el subsidio al plan de transporte de la Región Metropolitana. En las próximas semanas, vamos a discutir importantes fuentes de financiamiento, con el objeto de paliar la difícil y compleja situación que está viviendo el proyecto Transantiago.
No es del caso analizar en esta sesión lo complejo e, incluso, lo traumático que ha sido para los santiaguinos la puesta en marcha de este plan de transporte de pasajeros; el costo social y el atropello a la dignidad de las personas que ha significado sacar adelante un proyecto de esta envergadura.
Estamos ciertos de que se han estado tomando y de que se van a adoptar todas medidas del caso, con el objeto de que este proyecto mejore en los sectores más afectados que son, precisamente, los que ocupan el transporte público.
Pero el objeto de esta sesión es discutir las condiciones en que se desempeñan los trabajadores y también, por qué no decirlo, la situación que afecta a los pequeños y microempresarios que trabajaban en el transporte colectivo, que tenían pocos buses y que fueron, de alguna manera, pasados a llevar, de la noche a la mañana, y absorbidos por el Transantiago.
Sobre este punto, quiero reiterar una, dos y tres veces que estamos trabajando, junto con otros parlamentarios, en algo que, a nuestro juicio, es prioritario y que adelantamos desde ya. A la hora de discutir los nuevos recursos que se entregarán a este plan de transporte público, el subsidio al AFT y a los operadores, vamos a solicitar que se incorpore una glosa que establezca como requisito sine qua non que para el traspaso de estos recursos se debe cumplir con el pago de las imposiciones y respetar los derechos que, en este caso, en justicia corresponden a los trabajadores. No basta con declarar las imposiciones, sino efectivamente enterarlas, previo al pago del subsidio que el fisco entregará al transporte público.
Hemos constatado lo ocurrido con un operador de la zona poniente, el señor Navarrete , quien, de la noche a la mañana, abandonó su concesión, hizo traspaso a un nuevo operador, pero dejó una gran deuda de arrastre en desmedro de los trabajadores, de los choferes del Transantiago, algo inaudito y que llama al escándalo público.
Estamos convencidos de que si cae plata pública al sistema, la única manera de poner coto al abuso de los operadores o de los empresarios de la locomoción es exigirles que den cumplimiento a sus obligaciones con los trabajadores.
Otra tema pendiente que ha sido bastante reiterado en la discusión, se refiere al cumplimiento de las resoluciones 115 y 116, que motivaron un plan de compensación o de salida alternativa a quienes estaban en el anterior sistema.
Hace un par de semanas nos reunimos con el ministro de Transportes , para analizar la situación del Sence y del Sercotec, ya que los beneficios o derechos que en su oportunidad se determinó otorgar a los choferes, al personal administrativo y también a algunos microempresarios, no obstante haber tomado razón la Contraloría General de la República, por temas administrativos y burocráticos, a la fecha aún no se han entregado.
Ésa es una deuda absolutamente pendiente con los trabajadores, con los choferes y con el personal administrativo, porque existiendo los recursos y habiéndose aprobado en la partida correspondiente, aún no han sido aplicados y distribuidos a quienes le corresponden, que son, precisamente, los trabajadores del anterior sistema de transportes.
Otro tema importante que nos parece de justicia reiterar, dice relación con la fiscalización de las actuales condiciones en que se desempeñan los conductores.
Como diputado de la zona poniente y a propósito de las movilizaciones que hubo durante junio, tuve la oportunidad de visitar algunos lugares donde trabajan los choferes. Comprobé que carecen de casi todas las condiciones que les permitan trabajar con dignidad.
Aunque entendemos lo rápido de la puesta en marcha del sistema, ha pasado un tiempo más que prudente -casi dos años- desde el inicio de este plan de transporte, sin que aún existan condiciones mínimas de salubridad, de seguridad y de higiene que den al menos un mínimo estándar de dignidad a los trabajadores. En esas circunstancias, mal podemos exigirles un buen servicio.
Por ello, la autoridad de transporte debe poner especial cuidado; de lo contrario, podremos enfrentar la otra cara de la moneda, que es la clausura de los paraderos por incumplimiento de resoluciones sanitarias, lo cual, además de provocar un perjuicio a las empresas involucradas, acarrea daño al buen funcionamiento del sistema de transporte.
En fin, hemos señalado algunas condiciones que, como bancada, entendemos que son prioritarias.
Asimismo, hemos detectado que muchos empresarios han establecido el sistema de turnos cortados; es decir, luego de que un trabajador cumple su recorrido, al final del día se le exige otro turno adicional, de esa manera, el empresario se ahorra la contratación de más trabajadores, lo que, como es obvio, repercute en la calidad de vida de los choferes.
Hemos hecho un pauteo de los temas de discusión, que si bien destacamos en esta sesión, hubiésemos deseado un mayor quórum de convocatoria en señal de respeto a quienes nos acompañan. Recién estamos dando una luz de alerta de lo que pensamos muchos diputados y que tendremos absolutamente presente como requisito y condición a la hora de debatir la aprobación de nuevos recursos para el plan de transporte de Santiago.
He dicho.
-Aplausos.
El señor ULLOA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el diputado Maximiano Errázuriz.
El señor ERRÁZURIZ.-
Señor Presidente , estoy sorprendido y confundido, porque no imaginé que un tema como el que nos convoca se iba a politizar. Siempre he tenido a mi amigo y colega Patricio Hales por un hombre comedido, equilibrado, desapasionado y justo. Por eso, me llama la atención su intervención. Este no es un tema en el que uno pueda decir que el responsable de las malas condiciones de los trabajadores del Transantiago sea la Derecha o la Izquierda.
Hay buenos y malos trabajadores. Hay buenos y malos patrones. Hay patrones de Derecha y patrones de Izquierda. Patrones de Derecha que son muy buenos y otros que son muy malos. Tambien hay patrones de Izquierda que son excelentes empleadores y otros que son muy malos.
El tema que nos convoca sobrepasa los ribetes políticos. Los trabajadores del Transantiago tienen problemas graves.
Acabo de ver el proyecto de acuerdo que se va a presentar y que he suscrito.
Hay problemas serios que afectan a los trabajadores del Transantiago, como efectuar el descuento de las cotizaciones a los trabajadores, declararlas y no pagarlas.
Muchas veces en Puente Alto me he reunido con los choferes para buscar solución a sus problemas. Antes de la creación del Transantiago, me visitaron trabajadores de unos buses azules de acercamiento al Metro. En dicha oportunidad, me mostraron el contrato que habían firmado, el que no se estaba cumpliendo.
Con ellos, me trasladé a las oficinas de la empresa, ubicadas al comienzo de la carretera Panamericana Norte ; me reuní con los ejecutivos, y sólo entonces se manifestó el propósito de cumplir las obligaciones asumidas en los contratos.
No estamos hablando de contratos en que se omitan determinadas prestaciones que deben estar incluidas. Nos referimos a que a veces simplemente no se cumplen las prestaciones que se indican en los contratos celebrados entre los trabajadores y los empleadores. Lo grave del asunto es que cuando se trata de los choferes del Transantiago, cuando un bus lleva treinta, cuarenta, cincuenta, ochenta o cien personas, el conductor debe manejar tranquilo, relajado, concentrándose exclusivamente en conducir. Si ese conductor tiene problemas porque no le han cumplido, porque tiene dificultades, es evidente que está poniendo en riesgo la vida de las personas que lleva en el bus.
Veo a diario en Puente Alto y La Pintana, comunas que más ocupan el Transantiago, los problemas de los conductores, que no son recientes, sino que se arrastran prácticamente desde que se implementó el sistema, pero que nada tiene que ver con el Gobierno ni con la Oposición, con la Derecha ni con la Izquierda, sino, sencillamente, con la falta de responsabilidad de algunas personas.
Es cierto lo que dice el Mío Cid: “¡Dios, qué buen vasallo si hubiese buen señor”. Hay buenos trabajadores cuando hay buenos empleadores. Pero es fundamental que haya un sentido de responsabilidad.
En Santiago viven alrededor de 5 millones y medio de personas. En el distrito que represento, en Puente Alto, La Pintana, Pirque y San José de Maipo , la inmensa mayoría de la gente que vive ahí necesita varias horas y recorrer muchos kilómetros para llegar a sus lugares de trabajo. Por lo tanto, todos los días ponen en riesgo sus vidas con el Transantiago si los conductores no conducen tranquilos ni con su mente concentrada en su labor.
Esta sesión tiene el mérito de haber concentrado la atención de la opinión pública en un tema que pasaba un poco inadvertido, pero que también debe llamar la atención del país.
Esto me recuerda lo que hace un tiempo se planteó respecto de los proveedores de los supermercados, a los cuales a pesar de entregar la mercadería de inmediato, se les pagaba a sesenta, noventa o ciento veinte días. No habíamos tomado conciencia de este problema que se ve casi a diario.
Por eso, me alegro mucho por la celebración de esta sesión, a la cual le quito absolutamente toda connotación político-partidista. Lamento que algunos colegas la hayan calificado de esa manera.
Espero que más temprano que tarde contemos con empleadores responsables, porque no es posible que a un trabajador le descuenten sus cotizaciones previsionales, las declaren y no las enteren, porque después el empresario no tiene cómo pagar.
¿Cuántas veces hemos visto juicios laborales en los que el trabajador obtiene una indemnización importante, pero la empresa demandada ha transferido sus bienes, y salvo que puedan deducir una acción pauliana o revocatoria para dejar sin efecto los actos jurídicos realizados por el empleador en fraude de sus acreedores, en este caso de los trabajadores, la sentencia se transforma en letra muerta?
Por eso, me asisten la esperanza y la fe de que los problemas denunciados se resuelvan a la brevedad posible, no sólo por el bien de los conductores del Transantiago, sino también, lo que es mucho más importante, por el de los pasajeros que día a día exponen sus vidas si no son conducidos por personas que trabajan contentas, con sus cotizaciones al día y leyes laborales cumplidas.
He dicho.
El señor ULLOA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra la diputada señora Alejandra Sepúlveda.
La señora SEPÚLVEDA (doña Alejandra) .-
Señor Presidente, no soy diputada por Santiago ni pretendo serlo. Estoy feliz en el distrito que represento. Sin embargo, no podía dejar de intervenir, primero, porque quiero sumarme al planteamiento de la diputada María Angélica Cristi sobre lo que ha significado la participación del diputado Carlos Olivares en el tratamiento del tema relacionado con el Transantiago.
Hace un tiempo, el diputado Olivares , desde la primera fila del hemiciclo, dijo exactamente lo que ocurriría con el Transantiago, las dificultades que se suscitarían con los microempresarios, incluso dio algunas soluciones; se presentó un proyecto de acuerdo y se formó una comisión investigadora al respecto. Es el relato de lo ocurrido.
Sin embargo, esa preocupación tenía que ver más bien con la utilización del Transantiago y no con los problemas de los trabajadores; con lo que le pasaba al santiaguino todos los días y no con el incumplimiento de la ley.
No se trata de discusiones de la Derecha o de la Izquierda, ni de que si este partido político o el otro tuvieron la razón frente a una cosa determinada, sino de que no se está cumpliendo la ley. Y lo que procede es tan simple como exigir su cumplimiento.
Si el ministro quiere los votos para el próximo subsidio del Transantiago, no los tendrá si no se da cumplimiento a la ley, porque lo mínimo que podemos pedir es la aplicación de las leyes que dictamos; que se cumpla con las cotizaciones previsionales de los trabajadores dentro de esta embarrada que es el Transantiago, o chambonada, como dijo alguien.
También se debe velar por sus condiciones laborales. ¿Acaso vamos a seguir subsidiando a las empresas sin que cumplan la ley? ¿El ministro nos pedirá de nuevo el voto para subsidiar a los mismos de siempre sin que se cumpla con los trabajadores? ¿Eso es lo que se quiere?
Vamos a actuar al igual como lo hicimos una vez, porque nosotros votamos en contra del subsidio del Transantiago. Por eso, se recurrió a otras vías. Si no se cumple con los trabajadores, con las cotizaciones y las condiciones laborales que pedimos, el proyecto no contará con nuestros votos.
He dicho.
-Aplausos.
El señor ULLOA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra la diputada señora Claudia Nogueira.
La señora NOGUEIRA (doña Claudia).-
Señor Presidente , agradezco la presencia del ministro de Transportes y Telecomunicaciones, don René Cortázar , quien siempre ha sido proactivo y preocupado de solucionar los problemas del Transantiago.
También me gustaría que estuviera presente el ministro del Trabajo y Previsión Social, don Osvaldo Andrade , porque lo afectado en forma brutal son las condiciones laborales a que están sujetos los trabajadores del Transantiago.
Quiero hacer un recuento. Cuando hablamos de este nuevo sistema de locomoción colectiva se nos ofreció un transporte más seguro, menos contaminante y económicamente sustentable. En cuanto a seguridad, a los choferes se les quitó la presión de conducir y cobrar a la vez. De esa manera, se han evitado los asaltos.
Pero existe una tremenda deuda con ellos. Puede que sea compartida; no lo negamos. En eso no concuerdo con lo que expresó el diputado Hales . Aquí ya es culpa de los empresarios. Pero también hay que hacer presente que en los contratos se fijaron las condiciones laborales de cómo operaría el Transantiago y las mejorías sustanciales que tendrían los trabajadores.
No se ha cumplido con lo que se ofreció. No hay servicios higénicos ni casinos, los terminales no reúnen las condiciones mínimas para que puedan operar los choferes del Transantiago. Todo eso es muy importante, por eso hablo de una deuda importante.
Represento a la zona B, de Recoleta e Independencia, del ex operador Navarrete. Muchas veces allí los choferes, a cargo de las micros -que en ocasiones quedan en panne- reciben los improperios y acusaciones de los usuarios. Se trata de una situación muy injusta.
Como no hay un sistema de flota, de información real y los recorridos no están prefijados, quienes más sufren y se estresan son precisamente a los que más debemos proteger. Eso es lo que no está pasando con el Transantiago. Muy por el contrario. Es inconcebible que las cotizaciones laborales estén impagas. Ésa es una responsabilidad de los empresarios, pero el organismo que debe fiscalizar y preocuparse de que la ley se cumpla es el Ministerio del Trabajo. Insisto, los choferes trabajan en condiciones deplorables y sufren no sólo el maltrato injustificado de los usuarios, sino que también el de los empresarios, pues no se preocupan de mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, lo que redunda en la calidad del servicio.
En estos días se discute un posible subsidio al Transantiago. En tal sentido, es importante incluir a los trabajadores que laboran en él, pues si ellos no cuentan con las condiciones mínimas para llevar a cabo su trabajo, el Transantiago no funcionará en la forma debida. Podemos discutir sobre la evasión, la escasez de paraderos, las vías segregadas, pero el capital humano es lejos lo más importante. Si no cuidamos a nuestros trabajadores no podemos pedir un buen servicio.
Reitero, estamos ad portas de discutir el proyecto que subsidia el Transantiago. Debemos ser duros en exigir fiscalizaciones adecuadas y que los trabajadores laboren en condiciones dignas. No olvidemos que transportan a 5 millones de pasajeros diarios, razón por la cual debemos atender con mucho cuidado sus preocupaciones.
La Alianza ha propuesto establecer un estímulo para los trabajadores a fin de evitar la evasión. Asimismo, con el propósito de mejorar el servicio, ha sugerido la entrega de un bono a fin de estimular a los trabajadores para que presten un mejor servicio. Sin embargo, nada de esto surtirá efecto si no les aseguramos las condiciones mínimas para su desempeño. Hoy no existen, y en ello le cabe responsabilidad al Gobierno y a los empresarios. No queremos prejuzgar ni señalar quiénes tienen más o menos culpa, pero sí debemos hacer cumplir la ley y efectuar los controles y fiscalizaciones correspondientes, de modo de entregar a los trabajadores la dignidad que merecen.
Trabajadores felices, usuarios mejor transportados.
He dicho.
El señor ULLOA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Espinoza.
El señor ESPINOZA (don Fidel).-
Señor Presidente, la bancada del Partido Socialista considera de gran relevancia discutir las condiciones laborales de los trabajadores del Transantiago. Lamentablemente, muchos parlamentarios de mi bancada no han podido acercarse a la Sala a expresar sus puntos de vista, pues se encuentran en distintas comisiones discutiendo importantes proyectos de ley.
Trabajadores del Transantiago nos han comunicado diversas situaciones que deben enfrentar a diario, entre ellas, agresiones de los usuarios del sistema. Por lo tanto, el tema de la seguridad adquiere mucha relevancia. Por cierto, si un trabajador presta servicios durante muchas horas al día y se encuentra sometido a este tipo de presiones, no rendirá de buena forma. Estas prácticas nos recuerdan el antiguo sistema de transporte, en el que los choferes debían enfrentar asaltos y agresiones. En la actualidad, si un usuario se siente descontento debido a las largas esperas u otras situaciones, obviamente, quien paga los platos rotos es el conductor. La semana pasada, como jefe de esta bancada, me correspondió recibir a un grupo de choferes que nos manifestó su preocupación por esta situación.
Sin duda, éste no es el único tema que los aqueja. Me agradó escuchar los planteamientos de la diputada que me antecedió en el uso de la palabra, pues hoy la UDI está preocupada de los temas de los trabajadores. Sin embargo, en muchas otras materias, esa colectividad ha guardado un silencio bastante sospechoso, por ejemplo, respecto de los abusos laborales que se cometen en diferentes áreas del quehacer económico o de la grave situación que afecta a miles de trabajadores que se desempeñan en las salmoneras. Posiciones como la demostrada por la diputada , que representa a un distrito de Santiago, obedece a afanes electoralistas. Cuando hay que defender a los trabajadores hay que hacerlo siempre, no sólo cuando convenga electoralmente. Ésa ha sido la conducta permanente del Partido Socialista: salvaguardar los derechos de quienes están desprotegidos.
Desde ese punto de vista, llamo al ministro del Trabajo, quien siempre ha tenido muy buena voluntad con nuestra bancada, a fin de que solucione los errores cometidos en el pasado e incorpore medidas de seguridad para los conductores del Transantiago, quienes desarrollan una labor muy importante para la sociedad chilena. Es necesario valorar el rol que cumplen en su justa dimensión. Desgraciadamente, debido a una serie de debates que se encuentran pendientes, no hemos podido abordar ese tema. Con todo, se trata de un tema prioritario que será incorporado en la agenda de discusión a la brevedad.
No sólo se trata de mejorar los recorridos, los tramos y las rutas -ello es muy importante, pues hablamos de millones de usuarios que utilizan el servicio-, sino también las condiciones de los trabajadores. En lo sucesivo, cuando se aborde la incorporación de más recursos al Transantiago, necesariamente deberemos preocuparnos de entregar incentivos. Ello permitirá que el trabajador no sólo reciba su remuneración diaria o mensual, sino que también un premio cuando preste buenos servicios y dé satisfacción a los usuarios.
Espero que las inquietudes que hemos recibido como bancada sean acogidas. Nos interesa inyectar más recursos al Transantiago para mejorar los servicios. Este es un sistema y en él juegan un rol gravitante los empresarios, el Gobierno -este último en su rol fiscalizador-, pero, por sobre todo, quienes laboran día a día y ponen en riesgo su integridad física al servicio de la comunidad.
Desde ese punto de vista, queremos dar plenas garantías de que nuestros esfuerzos se encaminarán a mejorar la situación de los trabajadores. No lo hacemos guiados por afanes electoralistas, pues la gran mayoría de quienes integran nuestra bancada representa a regiones distintas de la Metropolitana. Sin embargo, de todos modos nos preocupa mejorar las condiciones laborales de esos trabajadores, de modo que estén más protegidos y tengan incentivos suficientes para prestar un servicio de mejor calidad a los usuarios.
Anuncio que votaré favorablemente el proyecto de acuerdo presentado, pues apunta a que se mejoren las condiciones de miles de trabajadores del Transantiago, quienes juegan un rol fundamental en la eficiente operatividad de ese servicio.
He dicho.
El señor ULLOA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Mulet.
El señor MULET.-
Señor Presidente, estamos ante un nuevo problema de este engendro llamado Transantiago, concentrador, expropiatorio, inconsulto, desfinanciado y fracasado. No me sorprende.
Escuché con mucho interés las intervenciones de los colegas que me antecedieron en el uso de la palabra, en especial la del diputado Carlos Olivares, quien expresó con claridad el problema que enfrentan los trabajadores del Transantiago.
Entre otras falacias que se expresaron cuando un grupo de tecnócratas diseñaron ese sistema de transportes, durante el gobierno del Presidente Lagos, se dijo que mejorarían las condiciones laborales de los chóferes de la locomoción colectiva, quienes, según se anunció, contarían con contrato de trabajo, previsión y salud.
Al crearse ese sistema se actuó en contra de pequeños y medianos empresarios dueños de 4 mil, 5 mil o 6 mil autobuses, pero también contra los trabajadores, que, de ganar en el sistema antiguo sueldos variables pero más elevados, pasaron a un sistema de remuneraciones que, se suponía, sería más estable. Sin embargo, a la larga, terminaron siendo el jamón del sándwich. A mi juicio, su situación es grave por dos razones: primero, porque vieron disminuir sus ingresos y, segundo, porque ahora no se les enteran sus cotizaciones previsionales.
En buenas cuentas, además del Metro, el Banco del Estado, el fisco y el BID, los trabajadores, cuyos representantes se encuentran en las tribunas, están financiando el Transantiago con parte de su sueldo.
Todos sabemos que el descuento previsional se hace de las remuneraciones de los trabajadores. Por lo tanto, existe una especie de apropiación indebida de los empleadores que no lo enteran en la institución respectiva.
A mi juicio, la situación es muy grave, porque tras la implementación, en forma errada -hecho que nadie discute-, de políticas públicas que aniquilaron a miles de pequeños empresarios, hoy se burlan los derechos de miles de trabajadores del Transantiago.
Se encuentran presentes los ministros del Trabajo y de Transportes . Al respecto, deseo expresar que, en mi opinión, las autoridades no dan la relevancia necesaria al problema.
Entiendo que la obligación principal y única es de los empleadores. Pero no entiendo por qué no es posible hacer un esfuerzo para que se paguen en forma íntegra las remuneraciones de esos trabajadores. En ese sentido, recuerdo que el no pago de las cotizaciones previsionales es un hecho muy grave, como todos sabemos.
Al respecto, da la impresión de que no se ha llevado a cabo el esfuerzo necesario para solucionar el problema de esos trabajadores que, reitero, están cofinanciando el Transantiago.
¡Qué mayor fracaso! ¡Basta ya! En forma urgente debe existir alguna preocupación para solucionar el problema de esos trabajadores, a quienes se les descuentan las cotizaciones previsionales y no se pagan al organismo correspondiente.
He dicho.
-Aplausos.
El señor ULLOA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra la diputada señora Isabel Allende.
La señora ALLENDE (doña Isabel).-
Señor Presidente , deseo iniciar mis palabras recordando que, hace algún tiempo, la Cámara constituyó una Comisión Investigadora del Transantiago, instancia que realizó un trabajo muy acucioso.
En esa oportunidad, se estudiaron a fondo las razones por las cuales se implantó el sistema, los errores en su diseño y las omisiones y errores en su implementación.
En relación con el trabajo de dicha comisión, cabe hacer presente que ninguno de sus miembros tuvo duda alguna acerca de la necesidad de reemplazar el antiguo sistema de locomoción colectiva, que significaba una enorme cantidad de buses amarillos que circulaban en forma irracional, casi vacíos, ocupando la Alameda y otras arterias, con choferes que carecían de contrato de trabajo y corrían como desesperados, arriesgando su vida y la de sus pasajeros, para cortar más boletos.
Esa situación resultaba insostenible en una sociedad que pretende modernizarse.
Entre otras cosas, al diseñar el Transantiago se tuvo en cuenta la necesidad de que sus choferes tuvieran contrato de trabajo, remuneraciones adecuadas y condiciones laborales decentes y dignas, como expresa la OIT, y no la precariedad existente en el antiguo sistema.
Deseo aclarar que quienes cometen abusos tienen nombre y apellido: son los empleadores, porque el sistema se encuentra en manos de empresas privadas, y ellos deberían cumplir los contratos, esa es su primera y elemental obligación. El rol del Estado consiste en fiscalizar. Por eso es bueno que se encuentren presentes los ministros de Transportes y del Trabajo.
Señor Presidente , por su intermedio deseo hacer un comentario al ministro de Transportes .
El sistema debe garantizar un cierto ingreso. Al respecto, uno de los aspectos que más ha preocupado al ministro dice relación con que no se puede garantizar un ingreso a ciegas, sino que debe estar relacionado al cumplimiento de metas, como recorridos, número de buses, etcétera.
Como se recordará, al comienzo el sistema fracasó debido a que el software empleado no fue capaz de entregar la información necesaria en materia de gestión de flota. Por lo tanto, era imposible determinar a ciegas cuántos buses se encontraban en funcionamiento, con qué frecuencia pasaban y qué cantidad de pasajeros llevaban.
Por lo tanto, uno de los desafíos que debió afrontar el ministro de Transportes se relacionó con que esas empresas deben cumplir metas para obtener sus respectivos ingresos. Sin embargo, estimo que el compromiso no debe limitarse sólo a sacar buses a la calle en el número comprometido y con la frecuencia y recorridos establecidos -máxime ahora, que son controlados mediante GPS-, sino que debe extenderse a la forma cómo esos empleadores tratan a sus trabajadores.
No es concebible que, después de los dolores de cabeza que ha significado el sistema, para cuya implementación se ha destinado una tremenda inversión a fin de aumentar el número de buses y contar con la tecnología adecuada, algunas de las empresas no sean capaces de entregar a sus trabajadores condiciones laborales básicas en materia de higiene y seguridad. Al respecto, quiero reiterar que es elemental que todos los trabajadores del país cuenten con un trabajo decente, acorde al estándar establecido por la OIT.
Por lo tanto, señor Presidente , por su intermedio deseo expresar al señor ministro que es fundamental que, además de las exigencias que se hacen al empleador en materia de cumplimiento de metas, es necesario enfatizar el buen comportamiento hacia sus trabajadores en aspectos como contrato de trabajo y condiciones laborales y de seguridad. De otra manera, resulta incomprensible que se estén gastando millones de millones de pesos para enderezar un sistema, lo que ha sido muy difícil, y que no se empiece por la base que son, precisamente, sus trabajadores.
Por lo tanto, señor Presidente, termino señalando la imperiosa necesidad de que el Ministerio del Trabajo fiscalice en ese sentido, de manera que los trabajadores tengan garantizado el cumplimiento de las condiciones de laborales básicas y dignas, como corresponde.
He dicho.
El señor ULLOA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el ministro señor Cortázar.
El señor CORTÁZAR ( ministro de Transportes y Telecomunicaciones).-
Señor Presidente , aquí se ha hablado sobre dos temas relacionados entre sí: de condiciones y de derechos laborales, y de la calidad del servicio a las personas. En el transporte, como en cualquier otra actividad, el aporte de los trabajadores y las condiciones laborales son esenciales para asegurar la calidad de un servicio.
Por eso, ante el tema de los derechos laborales y previsionales, hay una sola posición posible: hacer cumplir la ley en cuanto a jornadas de trabajo -como se ha mencionado-, a registros de asistencia, a higiene y seguridad y a cotizaciones previsionales, porque con eso no sólo se resguarda el derecho de los trabajadores de cualquier sector, sino también se crean las condiciones para tener un servicio de calidad para las personas.
Señor Presidente , sólo quería decir eso, para que el señor ministro del Trabajo pueda entregar la información más relevante respecto del papel del Estado en asegurar el cumplimiento de los derechos laborales y previsionales.
-Manifestaciones en las tribunas.
El señor ULLOA (Vicepresidente).-
Se les recuerda a los invitados que no pueden hacer manifestaciones.
Tiene la palabra el señor ministro del Trabajo.
El señor ANDRADE ( ministro del Trabajo y Previsión Social).-
Señor Presidente , he traído algunos datos que, naturalmente, compartiré con la honorable Cámara de Diputados respecto a las fiscalizaciones que se han realizado en estas materias.
Desde la puesta en marcha del Sistema de Transporte Público Transantiago, la Dirección del Trabajo, que es el servicio al que le corresponde velar por el cumplimiento de las normas laborales, está en condiciones de informar lo siguiente:
Las empresas concesionarias son diez y cuentan con un número aproximado de 15 mil trabajadores, sin contar con los que prestan servicios a empresas contratistas y subcontratistas.
Los servicios externos del Estado son, en general, guardias de seguridad, empresas de aseo y empresas que dan servicios de mecánica.
La Dirección del Trabajo, en el período de funcionamiento del Transantiago, ha realizado 1.064 fiscalizaciones, cursando un total de 1.014 multas por un monto total de 1.581.274.314 pesos, de las cuales sólo han sido pagadas el 0.88 por ciento. En la actualidad, se encuentran pendientes de ser tratadas 24 denuncias.
El bajo porcentaje de multas pagadas dice relación con su antigüedad, 2007 y 2008; con los tiempos propios de los procesos de tramitación de las sanciones y con el hecho de que alrededor del 40 por ciento son objeto de algún tipo de reclamación, administrativa o judicial, lo que evidentemente dilata el tiempo que debe transcurrir para que queden en estado de ser ejecutoriadas y traspasadas a la Tesorería General de la República para su cobro.
No obstante lo anterior, un porcentaje de 20,34 por ciento de las sanciones ya han sido traspasadas a la Tesorería General de la República, a las que hay que agregar un 21,17 por ciento de multas ejecutoriadas que están próximas a traspasarse a dicha Tesorería.
Las materias denunciadas y sancionadas son, en general, las siguientes:
1º. Jornada de trabajo.
Exceso de la jornada y no otorgar los descansos. Se producen horas extraordinarias que no es posible detectar debido a que los registros de asistencia no son llevados correctamente.
2º. Registro de asistencia.
Durante la vigencia de este sistema, las empresas no contaban con registros de asistencia que permitieran a los fiscalizadores de la Dirección del Trabajo determinar con exactitud las jornadas de trabajo, las horas extraordinarias y los descansos de los trabajadores. Por ello, esa Dirección, luego de un proceso de análisis y discusión con organizaciones sindicales y la totalidad de las empresas del sector, ha establecido un nuevo sistema especial de control de asistencia para el sector que contempla la posibilidad de opción entre una modalidad manual y sistemas modernos de tipo electrónico que permitirán un mejor control de la jornada de trabajo y descanso tanto para los trabajadores como para las empresas, lo que, sin duda, facilitará también la fiscalización de estas materias.
3º. Higiene y seguridad.
En las fiscalizaciones se ha detectado una escasa preocupación, por parte de las empresas, de solucionar problemas de saneamiento básico, tales como la habilitación de baños, de comedores, de lugares de espera, así como tampoco existe preocupación por la mantención de lo existente.
4º. La diez empresas concesionarias cuentan con 158 organizaciones sindicales vigentes, de las cuales 39 son sindicatos de empresas; 119 son sindicatos interempresas y un número indeterminado son delegados sindicales.
En el Transantiago se han firmado 22 contratos colectivos y 11 convenios colectivos, los cuales involucran a 12.421 trabajadores.
En el último tiempo, se han constituido mesas de trabajo compuestas por organizaciones sindicales, empresarios y la Dirección del Trabajo -esta facultad está establecida en la ley-, con el propósito de solucionar conflictos entre las partes.
De estas mesas se puede informar que, en la actualidad, existen tres que se encuentran en pleno funcionamiento: dos de ellas con sindicatos y empresas Buses Transantiago S.A., y una con una organización sindical y empresas Subus S.A.
Las mesas han permitido poner en discusión temas que no han sido resueltos, pese a la gran cantidad de multas cursadas, entre otros, pagos de remuneraciones atrasadas, puestas en muchos registros de asistencia que permitan un buen control de la jornada de trabajo, horas extraordinarias y descanso y condiciones de saneamiento básico en los terminales de buses.
En todo el proceso del Transantiago podemos vislumbrar situaciones un tanto contradictorias como, por ejemplo, la gran cantidad de organizaciones sindicales constituidas, lo que no permite realizar un trabajo adecuado, desde nuestra perspectiva, como autoridad laboral.
Por otra parte, como elemento positivo, podemos señalar que existe un gran número de instrumentos colectivos, lo que significa que, aproximadamente, doce mil trabajadores ya han negociado colectivamente.
Es todo cuanto puedo informar.
Gracias, señor Presidente.
El señor ULLOA ( Vicepresidente ).-
Gracias, señor ministro .
El señor Secretario va a dar lectura al proyecto de acuerdo presentado.
El señor LOYOLA ( Secretario ).-
Proyecto de acuerdo Nº 598, del señor Olivares; de la señora Sepúlveda, doña Alejandra; de los señores Mulet, Barros, Hales, Espinoza, don Fidel; Quintana, Errázuriz, Ascencio; de la señora Nogueira, doña Claudia, y del señor Sepúlveda, don Roberto, que en su parte resolutiva dice:
“La Cámara de Diputados acuerda:
Solicitar a los ministros del Trabajo y Previsión Social, y al de Transportes y Telecomunicaciones, el control de las empresas operadoras del Transantiago, al objeto de fiscalizar y resguardar efectivamente las condiciones laborales, de higiene y seguridad, y el efectivo cumplimiento de los contratos de los trabajadores del nuevo sistema de transportes”.
El señor ULLOA (Vicepresidente).-
En votación el proyecto de acuerdo.
El señor ULLOA ( Vicepresidente ).-
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
-Se abstuvo el diputado señor
-El texto íntegro del proyecto de acuerdo figura en la página de internet de la Cámara de Diputados, cuya dirección es: www.camara.cl/pacuerdo/
El señor ULLOA Vicepresidente).-
Por haber cumplido con su objeto, se levanta la sesión.
-Se levantó la sesión a las 17.41 horas.
TOMÁS PALOMINOS BESOAÍN,
Subjefe de la Redacción de Sesiones.
VI. DOCUMENTOS DE LA CUENTA
1. Oficio del Senado.
“Valparaíso, 11 de junio de 2008.
Tengo a honra comunicar a vuestra Excelencia que el Senado ha declarado inadmisible el proyecto de ley, de esa Honorable Cámara, que adecua la legislación penal chilena a los tratados internacionales en materia de derechos humanos, correspondiente a los Boletines N°s. 3.345-07 y 3.959-07 refundidos.
Lo que comunico a vuestra Excelencia en respuesta a su oficio Nº 6.531, de 14 de diciembre de 2006.
Acompaño la totalidad de los antecedentes.
Dios guarde a vuestra Excelencia.
(Fdo.): ADOLFO ZALDÍVAR LARRAÍN , Presidente del Senado ; CARLOS HOFFMANN CONTRERAS , Secretario General del Senado ”.
2. Oficio del Tribunal Constitucional.
? Santiago , 2 de junio de 2008.
Oficio Nº 1993
Excelentísimo señor
Presidente Cámara de Diputados:
Tengo el honor de remitir a V.E. copia autorizada de la sentencia dictada por el Tribunal Constitucional, con fecha 29 de mayo del año en curso, recaída en el Rol Nº 1.059-08-CPR, sobre el proyecto de ley que modifica la ley Nº 20.209 y otros cuerpos legales en maeria de bonificaciones y normas de promoción aplicables al personal de salud que se desempeña en los servicios que indica (boletín Nº 5431-11).
Dios guarde a V.E.
(Fdo.): JUAN COLOMBO CAMPBELL , Presidente ; RAFAEL LARRAÍN CRUZ , Secretario .
AL EXCELENTÍSIMO SEÑOR PRESIDENTE
DON JUAN BUSTOS RAMÍREZ
HONORABLE CÁMARA DE DIPUTADOS
PRESENTE”.