Labor Parlamentaria
Diario de sesiones
- Alto contraste
Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha
Índice
- DOCUMENTO
- PORTADA
- I. ASISTENCIA
- II. APERTURA DE LA SESIÓN
- III. ACTAS
- IV. CUENTA
- V. OBJETO DE LA SESIÓN
- CONSECUENCIAS DE LA CRISIS FINANCIERA INTERNACIONAL EN LOS FONDOS PREVISIONALES ADMINISTRADOS POR LAS AFP. Proyecto de acuerdo.
- ANTECEDENTE
- INTERVENCIÓN : Jaime Mulet Martinez
- INTERVENCIÓN : Julio Dittborn Cordua
- INTERVENCIÓN : Jaime Mulet Martinez
- INTERVENCIÓN : Alejandra Sepulveda Orbenes
- INTERVENCIÓN : Pablo Lorenzini Basso
- INTERVENCIÓN : Rodrigo Alvarez Zenteno
- INTERVENCIÓN : Eugenio Tuma Zedan
- INTERVENCIÓN : Rene Aedo Ormeno
- INTERVENCIÓN : Carlos Abel Jarpa Wevar
- INTERVENCIÓN : Claudio Alvarado Andrade
- INTERVENCIÓN : Tucapel Jimenez Fuentes
- INTERVENCIÓN : Juan Lobos Krause
- ANTECEDENTE
- PRESENTACIÓN PROYECTO DE ACUERDO
- Alejandra Sepulveda Orbenes
- Carlos Abel Jarpa Wevar
- Pablo Lorenzini Basso
- Jaime Mulet Martinez
- Gabriel Ascencio Mansilla
- Jaime Quintana Leal
- Antonio Leal Labrin
- Eduardo Diaz Del Rio
- PRESENTACIÓN PROYECTO DE ACUERDO
- DEBATE
- ANTECEDENTE
- CONSECUENCIAS DE LA CRISIS FINANCIERA INTERNACIONAL EN LOS FONDOS PREVISIONALES ADMINISTRADOS POR LAS AFP. Proyecto de acuerdo.
- CIERRE DE LA SESIÓN
- DOCUMENTOS DE LA CUENTA
- DEBATE
- AUTOR DE UN DOCUMENTO
- Adriana Munoz D'albora
- Carolina Toha Morales
- Sergio Aguilo Melo
- Rene Alinco Bustos
- Guillermo Ceroni Fuentes
- Francisco Chahuan Chahuan
- Jorge Burgos Varela
- Jose Francisco Encina Moriamez
- Carlos Recondo Lavanderos
- Eduardo Saffirio Suarez
- AUTOR DE UN DOCUMENTO
- DEBATE
Notas aclaratorias
- Debido a que muchos de estos documentos han sido adquiridos desde un ejemplar en papel, procesados por digitalización y posterior reconocimiento óptico de caracteres (OCR), es que pueden presentar errores tipográficos menores que no dificultan la correcta comprensión de su contenido.
- Para priorizar la vizualización del contenido relevante, y dada su extensión, se ha omitido la sección "Indice" de los documentos.
REPÚBLICA DE CHILE
CÁMARA DE DIPUTADOS
Sesión 90ª, en miércoles 15 de octubre de 2008
(Especial, de 15.40 a 17.43 horas)
Presidencia del señor Ulloa Aguillón, don Jorge
Presidencia accidental del señor Ortiz Novoa, don José Miguel
el señor Álvarez Álvarez, don AdriánSecretario accidental,
Prosecretario accidental, el señor Vallejos De la Barra, don Federico
ÍNDICE
ÍNDICE GENERAL
Pág.
I.Asistencia4
II.Apertura de la sesión7
III.Actas7
IV.Cuenta7
V.Objeto de la sesión.
Consecuencias de la crisis financiera internacional en los fondos previsionales administrados por las AFP. Proyecto de acuerdo7
VI.Documentos de la Cuenta.
1.Moción de las diputadas señoras Muñoz, doña Adriana, y Tohá, doña
Carolina, y de los diputados señores Aguiló, Alinco, Ceroni, Chahuán,
Burgos, Encina, Recondo y Saffirio, que “Establece Estatuto Especial para trabajadores de los parlamentarios y regula administración de asignaciones”. (boletín N° 616107)
Oficios del Tribunal Constitucional por los cuales remite copia autorizada de la sentencia dictada en los recursos de acción de inaplicabilidad por inconstitucionalidad de las disposiciones legales que a continuación se indican:
2.Artículo 42 del D. L. N° 3.063, sobre rentas municipales. Rol N° 103408INA. (Oficio N° 2374)
3.Artículo 310 del Código de Procedimiento Civil . Rol N° 118808INA. (Oficio N° 2363)
4.Artículos 15 y 16 del D.L N° 2695. ROL N° 122808INA. (Oficio N° 2404)
5.Artículo 45 inicisos1° y 2° de la Ley de Quiebras. Rol N° 123908.INA. (Oficio N° 2408)
IX.Otros documentos de la Cuenta.
1.Oficio:
De la Comisión Salud por el cual solicita el acuerdo de la Corporación para sesionar simultáneamente con la Sala el día jueves 16 de octubre en curso, de 11 a 12,30 horas, para recibir a la Ministra de Salud y al Subsecretario de Redes Asistenciales con el objeto de recibir antecedentes de la situación producida en el Hospital de la ciudad de Iquique.
I.ASISTENCIA
Asistieron los siguientes señores diputados: (96)
NOMBRE
--Accorsi Opazo, Enrique
--Aedo Ormeño, René
--Aguiló Melo, Sergio
--Alinco Bustos, René
--Allende Bussi, Isabel
--Alvarado Andrade, Claudio
--Álvarez Zenteno, Rodrigo
--Araya Guerrero, Pedro
--Arenas Hödar, Gonzalo
--Ascencio Mansilla, Gabriel
--Barros Montero, Ramón
--Bauer Jouanne, Eugenio
--Becker Alvear, Germán
--Bertolino Rendic, Mario
--Bobadilla Muñoz, Sergio
--Burgos Varela, Jorge
--Schilling Rodríguez, Marcelo
--Cardemil Herrera, Alberto
--Ceroni Fuentes, Guillermo
--Cristi Marfil, María Angélica
--Cubillos Sigall, Marcela
--Chahuán Chahuán, Francisco
--De Urresti Longton, Alfonso
--Delmastro Naso, Roberto
--Díaz Del Río, Eduardo
--Díaz Díaz, Marcelo
--Dittborn Cordua, Julio
--Duarte Leiva, Gonzalo
--Egaña Respaldiza, Andrés
--Eluchans Urenda, Edmundo
--Enríquez-Ominami Gumucio, Marco
--Escobar Rufatt, Álvaro
--Espinosa Monardes, Marcos
--Espinoza Sandoval, Fidel
--Farías Ponce, Ramón
--Forni Lobos, Marcelo
--Fuentealba Vildósola, Renán
--García García, René Manuel
--García-Huidobro Sanfuentes, Alejandro
--Girardi Briere, Guido
--González Torres, Rodrigo
--Hales Dib, Patricio
--Insunza Gregorio De Las Heras, Jorge
--Jaramillo Becker, Enrique
--Jarpa Wevar, Carlos Abel
--Jiménez Fuentes, Tucapel
--Kast Rist, José Antonio
--Latorre Carmona, Juan Carlos
--Leal Labrín, Antonio
--Lobos Krause, Juan
--Lorenzini Basso, Pablo
--Masferrer Pellizzari, Juan
--Melero Abaroa, Patricio
--Meza Moncada, Fernando
--Monckeberg Bruner, Cristián
--Monsalve Benavides, Manuel
--Montes Cisternas, Carlos
--Moreira Barros, Iván
--Mulet Martínez, Jaime
--Nogueira Fernández, Claudia
--Norambuena Farías, Iván
--Núñez Lozano, Marco Antonio
--Ojeda Uribe, Sergio
--Olivares Zepeda, Carlos
--Ortiz Novoa, José Miguel
--Pacheco Rivas, Clemira
--Palma Flores, Osvaldo
--Paredes Fierro, Iván
--Pascal Allende, Denise
--Pérez Arriagada, José
--Quintana Leal, Jaime
--Robles Pantoja, Alberto
--Rojas Molina, Manuel
--Rubilar Barahona, Karla
--Sabag Villalobos, Jorge
--Saffirio Suárez, Eduardo
--Sepúlveda Hermosilla, Roberto
--Sepúlveda Orbenes, Alejandra
--Silber Romo, Gabriel
--Sule Fernández, Alejandro
--Súnico Galdames, Raúl
--Tarud Daccarett, Jorge
--Tohá Morales, Carolina
--Tuma Zedan, Eugenio
--Turres Figueroa, Marisol
--Ulloa Aguillón, Jorge
--Uriarte Herrera, Gonzalo
--Urrutia Bonilla, Ignacio
--Valenzuela Van Treek, Esteban
--Vallespín López, Patricio
--Vargas Lyng, Alfonso
--Venegas Rubio, Samuel
--Verdugo Soto, Germán
--Von Mühlenbrock Zamora, Gastón
--Walker Prieto, Patricio
--Ward Edwards, Felipe
Asistió, además, el ministro del Trabajo y Previsión Social, don Osvaldo Andrade.
En misión oficial estuvieron ausentes los diputados señora María Antonieta Saa y señores Sergio Correa, Francisco Encina, Enrique Estay, Roberto León, Rosauro Martínez, Fulvio Rossi y Felipe Salaberry.
II.APERTURA DE LA SESIÓN
Se abrió la sesión a las 15.40 horas.
El señor ULLOA (Vicepresidente).- En el nombre de Dios y de la Patria, se abre la sesión.
III.ACTAS
El señor ULLOA (Vicepresidente).- El acta de la sesión 85ª se declara aprobada.
El acta de la sesión 86ª queda a disposición de las señoras diputadas y de los señores diputados.
IV.CUENTA
El señor ULLOA (Vicepresidente).- El señor Prosecretario va a dar lectura a la Cuenta.
El señor VALLEJOS (Prosecretario accidental) da lectura a la Cuenta.
El señor LOBOS.- Pido la palabra.
El señor ULLOA (Vicepresidente).- Tiene la palabra su señoría.
El señor LOBOS.- Señor Presidente, es de todos conocido que en el hospital de Iquique han sucedido hechos lamentables. Por tal razón, la Comisión de Salud solicita autorización para sesionar mañana, simultáneamente con la Sala, a fin de abocarse a esa materia.
Solicito a quienes no estén de acuerdo que reconsideren su decisión. De no ser así, nos veremos obligados a citar a sesión a las 8 de la mañana, o bien a las 14 horas.
El señor ULLOA (Vicepresidente).- ¿Habría acuerdo para autorizar a la Comisión de Salud a fin de sesionar simultáneamente con la Sala, mañana jueves 16 de octubre, de 11 horas a 12.30 horas, con el objeto de recibir a la ministra de Salud y al subsecretario de Redes Asistenciales, quienes concurrirán para proporcionar antecedentes sobre la situación producida en el hospital de Iquique?
No hay acuerdo.
V. OBJETO DE LA SESIÓN
CONSECUENCIAS DE LA CRISIS FINANCIERA INTERNACIONAL EN LOS FONDOS PREVISIONALES ADMINISTRADOS POR LAS AFP. Proyecto de acuerdo.
El señor ULLOA (Vicepresidente).-
La presente sesión tuvo su origen en una presentación suscrita por 41 honorables diputados y diputadas, con el propósito de analizar de qué manera se han afectado los fondos previsionales de los trabajadores chilenos afiliados al sistema de administradoras de fondos de pensiones, AFP, con motivo de la crisis financiera internacional; determinar si las AFP, en relación a sus inversiones fuera del país, mantienen inversiones en instrumentos financieros afectados por esta crisis y, en caso afirmativo, el monto y el impacto en éstas; evaluar las disposiciones legales que permiten la inversión de fondos de los trabajadores en el exterior y el tipo de instrumentos en los cuales se puede invertir, y, por último, determinar y precisar recomendaciones a los trabajadores chilenos mientras dure la crisis, a fin de guiarlos a cambiarse o no de fondo y si conviene o no retardar su jubilación”.
A la sesión han sido citados los ministros de Hacienda, señor Andrés Velasco , y del Trabajo y Previsión Social, señor Osvaldo Andrade . Cabe señalar que este último también fue citado al Senado, a fin de participar en la discusión de un proyecto de ley, por lo cual deberá atender los requerimientos de ambas corporaciones.
Además, han sido invitados el subsecretario de Previsión Social, señor Mario Ossandón , y la superintendenta de Pensiones, señora Solange Berstein Jáuregui .
¿Habría acuerdo para autorizar el ingreso a la Sala del superintendente de Pensiones subrogante, señor Alejandro Charme , y del jefe de la división financiera de ese organismo, señor Luis Figueroa ?
Acordado.
Informo a los señores diputados y a las señoras diputadas que varias comisiones se encuentran funcionando en forma simultánea con la Sala. Así las cosas, cualquier acuerdo que se adopte será sancionado al término de la sesión.
En el tiempo previo de 15 minutos contemplado en el artículo 74 del Reglamento, que corresponde al Comité PRI Independientes, tiene la palabra el diputado señor Jaime Mulet .
El señor MULET.-
Señor Presidente, sin perjuicio de agradecer la presencia del ministro del Trabajo y del subsecretario de Previsión Social, deseo saber si el ministro de Hacienda se excusó de concurrir a la sesión.
El señor ULLOA (Vicepresidente).-
Señor diputado, la Mesa recibió una nota del señor Juan Luis Monsalve , jefe de gabinete del ministro de Hacienda, mediante la cual excusa la ausencia del señor Velasco a esta sesión por razones de fuerza mayor.
La nota queda a disposición de su señoría a fin de que, si lo estima pertinente, proceda a su examen.
Tiene la palabra el diputado señor Mulet.
El señor MULET.-
Señor Presidente, junto con agradecer nuevamente la presencia del ministro del Trabajo y demás autoridades del sector público, lamento la ausencia del ministro de Hacienda. Lo señalo porque el 30 de julio pasado oficié a dicho secretario de Estado, a fin de que me aclarara una serie de cuestiones relativas a las inversiones chilenas en el extranjero. Sin embargo, hasta la fecha no ha contestado el requerimiento.
Por otra parte, tampoco me invitan a las reuniones sostenidas en La Moneda. Por tal motivo, debo plantear temas como el que nos ocupa en sesiones de la Corporación, a las que se invita a autoridades de Gobierno. No obstante repito, el ministro no concurre a la Cámara ni tampoco contesta los oficios que le remito, lo cual me parece grave.
Agradezco a los colegas que firmaron la solicitud para convocar a esta sesión especial.
Durante 2006 y 2007 hubo una larga e importante discusión sobre nuestro sistema previsional, la que terminó con una reforma. Entre otros elementos, el sistema garantiza una pensión básica solidaria a los chilenos y chilenas mayores de 65 años. En ese aspecto se hace cargo de quienes no quisieron o no pudieron ahorrar para su jubilación; en síntesis, donde las AFP no llegan o no funcionan.
No recuerdo la cifra, pero son cientos de miles de compatriotas no cubiertos por las AFP.
También quedó de manifiesto que el grueso de los cotizantes que sí puede ahorrar con cierta regularidad obtiene pensiones bastante más bajas que las proyectadas por el sistema. Tanto es así que la reforma contempló complementar esas bajas pensiones con recursos del Estado.
Por otra parte, en esa discusión también quedó claro que el sistema de AFP funciona bastante bien para quienes tienen altos ingresos.
A sólo un año de eso, nos ha tocado vivir, presenciar y sufrir en carne propia sin miedo a equivocarnos, a todos los chilenos sin excepción uno de los períodos más turbulentos de que se tenga memoria, quizás sólo comparable con la crisis financiera de 1929, en el que se ha puesto a prueba la forma de conducir la economía del país más poderoso del mundo, caracterizada por una notoria ausencia de la más elemental regulación y diría ausencia de una dosis mínima de sentido común. Por supuesto que ha fallado en esta prueba al arrastrar no sólo a sus ciudadanos, sino también a todos los países, lo que se ve facilitado por la interconexión instantánea llamada “globalización”, el pánico, el desconcierto, a la falta de confianza y a las pérdidas multimillonarias, más propias de un estado de guerra que del curso de la economía, por más que sea comprensible que puede haber épocas mejores que otras.
Esta tragedia nace con el invento de un instrumento financiero denominado bonos securitizados de hipotecas subprime en una de las más prestigiosas universidades norteamericanas, el MIT, que, supuestamente, es capaz de otorgar cero riesgo a quienes invierten en ellos; pero, al mismo tiempo, les permite ganar intereses mucho más altos que los obtenidos por medio de otros instrumentos, incluso más que los que se obtienen con otros títulos de alto riesgo.
En tanto, el Banco Central de Estados Unidos de América, la FED, ofrece la liquidez que quieran a una bajísima tasa de interés, generando el apetito insaciable de quienes tienen acceso al crédito o, simplemente, riqueza para invertir, porque aparentemente carece de cualquier limitación que pueda parar la demanda por ellos.
De otro lado, como el riesgo se puede traspasar a estos “vehículos” y hacerlos desaparecer como por encanto, el problema de la falta de pagos genera una cadena de créditos a grupos multitudinarios de personas que no tienen capacidad de pago, para comprar casas, generándose así un alza en espiral de los precios de las viviendas, totalmente artificial y fuera de toda proporción. Tal proceso finalizó abruptamente cuando las casas que servían de garantía a los préstamos bajaron rápidamente de valor e innumerables deudores hipotecarios dejaron de pagar sus deudas, produciendo, como era lógico, la quiebra o enormes pérdidas de las instituciones financieras e inversionistas que creyeron e invirtieron en esta mentira.
Aquí no sólo estuvieron involucrados el país del norte y sus ciudadanos, sino instituciones e inversionistas de todo el mundo que también se vieron arrastrados por este verdadero fraude que obligó a que en todo el globo se tuvieran que implementar rescates al sistema financiero para que no colapsara el crédito y, por ende, la economía real, produciendo una profunda y vasta recesión.
Y en medio de este mundo está y estuvo Chile que, tras captar enormes recursos debido al alza del precio del cobre, los depositó en el exterior y hoy sufre los mismos vaivenes de quienes acudieron a los mercados internacionales para invertir recursos.
El ministro de Hacienda, quien no está presente en la Sala, ha dicho que estas platas no están colocadas en acciones, los títulos más riesgosos después de los bonos, por lo que no se ha perdido por ese concepto. Le consulté al respecto por oficio y espero que me responda también por oficio.
Sin embargo, las AFP, a las que recientemente el Banco Central chileno amplió el margen de inversión en el exterior, también tienen dinero invertido en el extranjero y sí invierten en acciones. Por lo tanto, urge preguntar y saber en cuánto se han visto afectadas por esta crisis. Ya sabemos que la Bolsa local ha recibido los embates de la crisis internacional y que las pérdidas por haber invertido en acciones chilenas son importantes, y se suman las inversiones externas; pero, al menos si eso puede servir de consuelo, la inversión en acciones locales ayudan al crecimiento y al empleo de nuestros ciudadanos.
Al respecto, en lo inmediato corresponde evaluar en cuáles y en qué porcentaje es aconsejable que las administradoras de fondos de pensiones inviertan en distintos instrumentos, en particular en el exterior. Los argumentos que se han dado apuntan a que las inversiones en el extranjero ayudan a la diversificación del riesgo y a mejorar la rentabilidad de los fondos de pensiones, permitiendo, de paso, que los precios de las acciones chilenas no se sobrevaloren, dado lo pequeño del mercado.
Lo que llama la atención es que con la crisis ya plenamente desatada en el exterior, surja no una revisión a la baja de los referidos límites, sino una ampliación extraordinaria de éstos. La explicación que escuchamos en su oportunidad del ministro de Hacienda es que el Gobierno les dio una opción y que las AFP tenían el derecho y la responsabilidad de invertir donde más les conviniera. O sea, lo que ha primado en todos los niveles y ámbitos es el laisseg faire, es decir, que cada uno haga lo que quiera. No se ha permitido establecer regulaciones que impidan el desarrollo, al máximo nivel, de grandes patrañas, como prestar plata a quienes no pueden pagar, sin que medie alguna garantía específica o subsidio de respaldo; otorgar la categoría de geniales a instrumentos defectuosos, de los que debemos hacer fe ciega, pues de lo contrario nos tildan de estatistas, y que tal situación no sea monitoreada por las autoridades locales para impedir que la plata de todos los chilenos pueda ir a un despeñadero. La responsabilidad corre para las administradoras, pero con un capital en juego que alcanza a una milésima parte del depositado en fondos de pensiones.
Sin duda, la función de los fondos de pensiones es otorgar la máxima rentabilidad, pero con el mínimo riesgo, de manera de financiar las jubilaciones. Tampoco viene al caso abrir canales para invertir con fines distintos, supuestamente sociales, salvo que la rentabilidad que se obtenga con ese propósito supere la que se puede alcanzar por la vía financiera tradicional.
Hemos copiado sólo la mitad, la menos social y menos popular, del modelo de quienes en esta oportunidad han fallado a ellos mismos y al mundo. En Estados Unidos de América y en Europa existen espacios para la pequeña y mediana empresa, que procuran agrandar cada vez más con regulaciones, leyes, normas y recursos para su desarrollo. En Estados Unidos de América, el plan de rescate no pasó la valla legislativa de primera instancia por no atender en forma especial los estímulos y resguardos a la pequeña y mediana empresa.
Aquí se las ha incluido, aunque en forma todavía tibia y poco nítida. En verdad, las medidas anunciadas el lunes por el ministro de Hacienda ayudan a algunas pocas pequeñas y medianas empresas, no al grueso de ellas, que es lo que nosotros buscamos, por lo menos quienes compartimos esta posición.
En esta ocasión estamos fiscalizando; pero el rol que cabe a la autoridad es retomar en forma razonable la independencia de criterio y preguntarse si es lo más conveniente para todos los habitantes del país imitar un modelo que sólo se hace cargo de la parte más rica y de los grandes intereses, sin considerar a las mayorías. Eso, porque, además de injusto, es ineficiente, porque el descuido de las mayorías conduce al estancamiento económico, como ya lo venían demostrando nuestras cifras económicas, incluso antes de que lo peor de la crisis estallara en nuestras narices.
Son muchos los trabajadores y las trabajadoras que, día a día, nos consultan creo que a todos los parlamentarios sobre lo que está pasando con sus fondos de pensiones. Son muchos quienes nos dicen que han perdido sumas importantes de recursos, equivalentes a las requeridas para la adquisición de un bien raíz o de un vehículo, o bien para capitalizar un determinado negocio de pequeño tamaño. Todos los días nos plantean su preocupación y se muestran nerviosos en medio de esta crisis que hoy nuevamente, por lo que he visto hace algunas horas, se complica.
Señor Presidente, ¿hasta dónde se han afectado los fondos de pensiones? Por intermedio de su señoría, deseo preguntar al subsecretario de Previsión Social, presente en la Sala si conviene limitar el porcentaje de inversión en el extranjero. Durante el transcurso de esta sesión, me gustaría tener la respuesta de las autoridades pertinentes.
¿Es razonable que hoy los chilenos y chilenas se cambien desde los fondos más riesgosos a los de menos riesgo?
¿Conviene postergar sus jubilaciones a quienes están próximos a pensionarse? ¿Qué efectos tendrá eso en el empleo y, por ende, en las pensiones de las próximas generaciones?
Creo que discutir esto aquí expresa nuestra genuina preocupación por los trabajadores y trabajadoras chilenos. No es un acto de aprovechamiento político. La crisis ha perjudicado los fondos de pensiones de los trabajadores y trabajadoras, y afecta los bolsillos diría de todos los chilenos.
Por eso, me gustaría que las autoridades de Gobierno que no han dado respuesta a estas interrogaciones planteadas por oficio, respondan a esta legítima preocupación que 41 diputados hemos planteado con ocasión de la citación a esta sesión.
He dicho.
El señor ORTIZ (Presidente accidental).-
Iniciando el debate, tiene la palabra el diputado señor Julio Dittborn .
El señor DITTBORN.-
Señor Presidente, la crisis económica internacional y las violentas caídas de las bolsas han generado una legítima preocupación en todos los chilenos que cotizan en AFP, especialmente en quienes tienen sus dineros depositados en los fondos A y B, que han sido los más rentables desde su creación, y que hoy han sufrido la mayor baja a causa de la caída en las bolsas.
Sin embargo, deseo aclarar que el sistema de administradoras de fondos de pensiones, como tal, no presenta hoy ningún riesgo de insolvencia; al menos, no hay noticias de parte de los reguladores, de los representantes de la Superintendencia de AFP, con quienes nos reunimos en la Comisión de Hacienda hace algunos días. Repito, no hay ninguna señal en ese sentido. El sistema de AFP y la seguridad de los fondos de los chilenos no están en peligro.
Al respecto, cabe recordar que las inversiones que hacemos en las AFP son de largo plazo, para la jubilación, que en promedio se ahorran durante 40 a 45 años, tiempo en el que es muy probable que se produzcan crisis, y profundas. Recordemos que en 1998 se produjo la conocida crisis asiática, de la cual ya casi no nos acordamos. Sin embargo, es bueno hacerlo, porque en ese año las acciones chilenas cayeron 30 por ciento, cifra superior a la experimentada en esta crisis. Por lo tanto, esta no es la primera ni será la última crisis por la que pasarán nuestros ahorros previsionales. Es probable que cada generación que ahorra para su jubilación viva entre dos y cinco crisis de importancia.
El sistema de AFP, amén de ofrecer una alta seguridad ninguna AFP ha quebrado y ningún chileno ha perdido sus fondos de ahorro para la jubilación por pertenecer a alguna administradora ha demostrado tener una rentabilidad importante.
El sistema tiene 27 años de vida. Durante ese tiempo, en promedio, el fondo C, que es el fondo promedio, ha tenido una rentabilidad anual de 9,48 por ciento más UF; es decir, una rentabilidad de casi 10 por ciento real durante 27 años. Sin duda, el resultado es bueno. Por su parte, el sistema de multifondos, que nace durante los gobiernos de la Concertación, desde que comenzó a operar, en 2002, hasta la fecha, ha tenido una rentabilidad promedio de 7,4 por ciento. Recordemos que hacia fines del año pasado fue mucho más alta, de 10,47 por ciento, y en estos ocho meses ha bajado precisamente debido a la crisis que nos afecta.
Por eso, hay que rescatar que el sistema de AFP no tiene riesgo de insolvencia, que ningún chileno ha perdido sus dineros por estar en alguna administradora y que la rentabilidad histórica del sistema ha sido en general, buena.
Pero, ¿qué ocurre? Tenemos una crisis y, en consecuencia, un menor valor transitorio de los fondos. Todos los fondos han bajado, sobre todo los más riesgosos. Sin embargo, hay que tener presente que un menor valor transitorio de un ahorro es distinto a una pérdida. Cuando un ahorro baja de valor, no significa que se ha perdido, salvo que lo venda o que el afiliado se cambie de los fondos A o B, que son los más riesgosos, al fondo E. Si alguien decidiera tomar hoy esa decisión a mi juicio, sería mala, concretaría la pérdida. Si no hace ese movimiento y se mantiene en los fondos A o B es lo que recomiendo a la gente, especialmente a los jóvenes bajo 30 ó 35 años, no concreta una pérdida, sino que solamente tiene un menor valor transitorio de su ahorro. O sea, la pérdida sólo se concreta cuando la persona se cambia de fondo y no cuando se mantiene en el que está.
Los chilenos se preguntan qué hacer ante esta crisis. Las personas jóvenes, que han elegido correctamente los fondos más riesgosos, es decir, A y B, deben mantenerse en ellos, porque lo más probable es que en los 40 ó 45 años en que ellos ahorren, esas pérdidas se recuperarán. Es decir, si se mantienen en los fondos A y B, lograrán una mejor jubilación. La razón es muy simple: no me atrevo a decir que en todos los períodos de 40 o 45 años, pero casi siempre lo más rentable ha sido estar en los fondos con más acciones; en general, las acciones de largo plazo siempre han sido la alternativa más rentable.
Ahora, la persona que está a punto de jubilar y se ha mantenido en los fondos A o B, ha cometido una imprudencia. Tal es así, que la ley impide a esas personas, al cumplir una determinada edad, mantenerse en los fondos más riesgosos. Las personas que están a punto de jubilar y las que están a cinco o diez años de su jubilación, deben estar en los fondos D y E, que son mucho menos riesgosos, precisamente para que no les ocurra lo que hoy les está pasando a muchos que, por encontrarse justo en medio de la tormenta, su jubilación se verá afectada por la baja de sus ahorros previsionales derivada de la caída en el precio de las acciones.
Repito, las personas jóvenes deben mantenerse en los fondos riesgosos, ya que cuando se supere la crisis, habrán sido probablemente los más rentables.
A las personas que cometieron la imprudencia de permanecer en los fondos riesgosos pese a encontrarse cercana su jubilación personas que están a uno o dos años de jubilar; o, incluso, a meses, les recomiendo dos medidas. Primero, retardar lo más posible su jubilación. Si puede retardarla unos tres años, tanto mejor, porque eso les permitirá recuperar parte del valor perdido de sus fondos. Si no pueden retardar su jubilación, les recomiendo hacer un retiro programado, temporalmente, antes de optar por una renta vitalicia. No olvidemos que la renta vitalicia es de por vida. Me explico: si una persona que tiene 65 años y permaneció en un fondo riesgoso, hoy decide optar por una renta vitalicia, lo está haciendo en el peor momento. Probablemente estará comprando un flujo de ingresos muy bajo, porque obviamente lo pilló la crisis y el valor de las acciones es muy abajo.
Esas personas debieran optar por un retiro programado, por ejemplo, anual. Una vez que las bolsas chilenas y mundiales se hayan recuperado, pasados tres o cuatro años, podrán contratar una renta vitalicia. Es un buen consejo para las personas que tienen sus dineros en un fondo riesgoso y deben jubilar ahora.
Las preguntas que hizo el diputado señor Mulet al final de su intervención son muy relevantes y, en parte, traté de responderlas. No sé qué efecto tendrá la crisis sobre el empleo; es cierto que mucha gente podría postergar su decisión de jubilar, lo que retardaría el ingreso de nuevas generaciones a la fuerza laboral.
En resumen, las personas jóvenes deben mantenerse en los fondos más riesgosos, y las personas que cometieron la imprudencia de permanecer en fondos riesgosos pese a estar tan cerca de la jubilación, deben tratar de postergar esa decisión o comprar un retiro programado previo a una renta vitalicia.
He dicho.
El señor ORTIZ (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el superintendente de Pensiones subrogante, señor Alejandro Charme .
El señor CHARME (superintendente de Pensiones subrogante).-
Señor Presidente, el ministro del Trabajo, el subsecretario de Previsión Social y la superintendente de Pensiones recibieron un oficio en el que figuraba una serie de preguntas, que hemos tratado de responder en la minuta que voy a leer.
Es por todos conocido el fenómeno de inestabilidad y volatilidad que, durante los últimos meses, está afectando los mercados financieros a nivel global, circunstancia que constituye una situación delicada y que es materia de preocupación de todos los países. Esta coyuntura ha sido calificada por expertos como extraordinaria en relación con lo que regularmente se califica como condiciones económicas adversas que, a veces, van asociadas a los ciclos económicos naturales a los que se ven expuestos los mercados financieros.
En este escenario, los fondos de pensiones también se han visto impactados por esos acontecimientos, lo que queda de manifiesto al revisar la rentabilidad que han experimentado los distintos tipos de fondos, en particular la que corresponde a este año. Una rentabilidad real de 11,8 por ciento para el A, de 8,8 por ciento para el B, de
5,6 por ciento para el C, de 3,5 por ciento para el D y de 1,1 por ciento para el E en septiembre de 2008, reflejan la mayor rentabilidad negativa a la que se han visto expuestos los distintos tipos de fondos desde 2002, año en el cual se creó el sistema de multifondos.
En efecto, durante lo que va corrido del presente año, los resultados son negativos respecto de los distintos tipos de fondos de pensiones, hecho que contrasta con lo ocurrido durante los cinco años anteriores.
No obstante lo expresado, resulta necesario hacer presente que el sistema de capitalización individual constituye un mecanismo que logra su objetivo a largo plazo, por lo que, a su vez, el resultado de las inversiones de los fondos de pensiones debe ser evaluado tomando como referencia períodos extensos, que, de alguna manera, corresponden a los años que un trabajador debe cotizar para financiar su respectiva pensión al término de su vida laboral.
Por lo tanto, la perspectiva desde la que debe observarse el rendimiento de cada uno de los fondos no puede ser la que captura sólo períodos críticos, muy acotados en el tiempo y, muchas veces, circunstanciales.
Desde ese enfoque, podemos sostener que el desempeño de los multifondos, desde su creación, en septiembre de 2002, corresponde a un panorama más positivo, cuyos resultados permiten augurar que el desempeño de largo plazo de estas inversiones puede contribuir en forma importante a materializar los objetivos trazados para el sistema previsional. Es así como la rentabilidad anualizada del sistema alcanza a 9,2 por ciento desde su creación y, durante el período de existencia de los multifondos, asciende a 8,4 por ciento para el fondo A, 6,1 por ciento para el fondo B, 5,1 por ciento para el fondo C, 4,3 por ciento para el fondo D y 3 por ciento para el fondo E.
Es conveniente señalar que el sistema de multifondos contempla mecanismos que salvaguardan una sobreexposición al riesgo de los afiliados cuyas edades están próximas a las que la ley establece para pensionarse. En efecto, este sistema tiende a evitar que cotizantes en edad cercana a su jubilación puedan exponerse a grados elevados de riesgo. Así, los hombres mayores de 55 años y las mujeres mayores 50 años no pueden elegir el fondo A, que es el de mayor riesgo. Asimismo, las personas que se encuentran pensionadas bajo la modalidad de retiros programados, no pueden tener sus recursos previsionales en los fondos A y B. Otro resguardo que el sistema contempla para dosificar la exposición al riesgo lo constituye la asignación por defecto a los distintos fondos, conforme al grupo etario de los afiliados, según lo señala la ley.
Ahora bien, es un hecho real que muchas personas se han expuesto a niveles de riesgo no convenientes para su edad. Al respecto, es necesario advertir que soportar la pérdida y trasladarse de fondo o sostener la opción y continuar adscrito a un tipo de fondo de mayor riesgo es una decisión de carácter personal que, sin lugar a dudas, debe adoptarse en forma consciente y sin la premura o presión de informaciones que muestran un panorama incierto.
Corresponde acotar que los fondos de pensiones están expuestos a fluctuaciones del precio de los activos financieros nacionales y extranjeros. La cartera de dichos fondos está conformada en 70 por ciento por instrumentos asociados a emisores nacionales y el 30 por ciento restante corresponde a inversión en el exterior, considerando cifras al cierre de septiembre de 2008. Asimismo, una de las variables fundamentales en la composición del portafolio es la combinación de renta fija y renta variable que presentan las inversiones. En la actualidad, es de 56 por ciento en renta fija y de 44 por ciento en renta variable.
La composición varía en forma importante dependiendo del tipo de fondo. Así, por ejemplo, a fines de septiembre de 2008 el fondo A registraba aproximadamente el 80 por ciento en renta variable, el fondo B, 58 por ciento; el fondo C, 38 por ciento; el fondo D, 18 por ciento, y el fondo E no registraba inversiones de este tipo.
Similar situación se observa respecto de la participación de la inversión en el extranjero de cada portafolio que, a la misma fecha, ascendía a 59 por ciento en el fondo A, 38 por ciento en el fondo B, 21 por ciento en el fondo C, 10 por ciento en el fondo D y 0,8 por ciento en el fondo E.
La exposición a la volatilidad de los precios de los activos es una condición inherente a los portafolios de inversión que tienen distintos riesgos de mercado, lo que depende ciertamente de la exposición a cada una de estas clases de activos. La condición descrita no debe confundirse con el riesgo de crédito del emisor o con el riesgo de no pago de las obligaciones a los tenedores de activos que correspondan a renta fija, lo que sólo ocurre cuando el emisor tiene problemas de solvencia financiera.
En este ámbito, vale la pena destacar que del 30 por ciento del portafolio invertido en el extranjero por los fondos de pensiones, sólo 128 millones de dólares, o sea, el 0,6 por ciento, estaba invertido en bonos de empresas extranjeras.
La mayor parte de la inversión extranjera corresponde a fondos mutuos y fondos índices, los que representan el 95 por ciento de esta inversión. Con porcentajes bastante menores se encuentran fondos nacionales con inversión externa y acciones de empresas extranjeras.
Por lo tanto, la mayor fuente de la fluctuación proviene de las inversiones en fondos mutuos, por sus inversiones en mercados accionarios mundiales que se han visto enfrentados a una elevada volatilidad, lo que constituye riesgo de mercado.
Respecto de instituciones financieras con dificultades en su solvencia, se puede señalar que si bien existe dicha inversión, ella corresponde a montos marginales dentro del portafolio de los fondos de pensiones. Es así que, del total de bonos extranjeros, que contabilizaban 128 millones de dólares, sólo el 0,04 por ciento de la cartera externa, correspondiente a 11,3 millones de dólares, pertenecerían a bonos de instituciones en situación de insolvencia, pero la situación de muchas de ellas se está resolviendo de manera satisfactoria. A finales de septiembre, sólo un emisor de acciones registraba una inversión directa por 100 mil dólares en la cartera.
Otra fuente de inversión en esas instituciones se puede producir indirectamente, a través de fondos mutuos, los que, a su vez, podrían tener activos pertenecientes a esas instituciones. Sin embargo, la inversión por esta vía se estima en 43 millones de dólares, lo que corresponde a 0,05 por ciento del valor total de los fondos de pensiones. En consecuencia, si se suman la inversión
directa y la indirecta, la estimación de la inversión total bordea los 55 millones de dólares, lo que equivale a 0,06 por ciento de la cartera.
En cuanto a las disposiciones legales que permiten la inversión de los fondos de pensiones en el extranjero, las principales se encuentran en el decreto ley Nº 3.500, que, entre otras materias, determina los instrumentos elegibles de inversión para los fondos de pensiones. En especial, la letra j) de su artículo Nº 45 específica los instrumentos y transacciones autorizados en el extranjero. Asimismo, la ley exige condiciones de transacciones habituales respecto de dichos instrumentos para su adquisición y enajenación en los mercados financieros externos.
Otra exigencia que la ley dispone para acceder a un régimen general de límites es la aprobación que debe efectuar la Comisión Clasificadora de Riesgo de emisores de instrumentos representativos de capital. Se trata de clasificaciones de riesgo que, a lo menos, correspondan al grado mínimo de inversión, tratándose de instrumentos de deuda, ya que, de lo contrario, se les aplica un régimen restringido de límites.
Otra disposición relevante en materia de regulación de las inversiones en el extranjero es la que dispone que los instrumentos deben mantenerse en custodia en instituciones que autorice el Banco Central de Chile.
Sobre el particular, es necesario precisar que el ciento por ciento de la inversión en el exterior se encuentra custodiada en bancos custodios que prestan este servicio.
Asimismo, el decreto ley Nº 3.500 define un rango para la determinación del límite máximo de inversión extranjera agregada y para los distintos fondos, así como también un rango para el máximo de las inversiones en moneda extranjera sin cobertura cambiaria. Ambos límites son fijados por el Banco Central de Chile.
Por último, cabe destacar, en el ámbito de la regulación, que la reforma previsional que entró en vigencia el 1º de octubre para las materias relacionadas con las inversiones de los fondos de pensiones contempló la elaboración de un régimen de inversión que se encarga de regular las condiciones de inversión y límites de diversificación de los fondos, entre otras materias, las cuales también velan por un proceso riguroso de inversión en el exterior.
Este nuevo esquema institucional de regulación creó también el Consejo Técnico de Inversiones, constituido por expertos en materia económica y financiera, cuya función, entre otras, es recomendar y revisar los aspectos relacionados con las inversiones que realicen los fondos de pensiones.
Sin duda, la regulación y fiscalización oportunas que la Superintendencia de Pensiones efectúa respecto de las inversiones que se realizan con los fondos de pensiones han permitido que tales recursos estén debidamente resguardados. Asimismo, medidas que en su oportunidad ha adoptado este Organismo han ayudado a aminorar los efectos que la inestabilidad de los mercados financieros ha causado a los fondos de pensiones. En efecto, si se analiza la situación de excesos de inversión en que se encontraban las AFP en octubre de 2007, se puede concluir que la instrucción perentoria impartida en esa oportunidad por la Superintendencia en orden a eliminar todo exceso de inversión en renta variable, se ha traducido en un eficaz control preventivo, toda vez que, de no haber sido así, la pérdida que a la fecha habrían experimentado los fondos de pensiones sería de mayor envergadura.
Muchas gracias.
El señor ORTIZ (Presiente accidental).-
Tiene la palabra el diputado señor Jaime Mulet .
El señor MULET.-
Señor Presidente, no se ha logrado provocar la discusión objeto de esta sesión. Lo lamento, porque es un tema muy relevante para las trabajadoras y los trabajadores chilenos. Debe ser así por el hecho de que están sesionando las comisiones. Sin embargo, creo que un problema de esta gravedad debería abordarse con más seriedad.
No sé lo que le pasa al resto, pero en el día a día existe una fuerte preocupación de parte de los trabajadores, especialmente los que están próximos a jubilar.
Muchas veces plantean, incluso frente a situaciones de catástrofe, la posibilidad de sacar fondos. Mucha gente tiene por patrimonio sólo sus fondos de pensiones, los cuales derivan de su obligación de imponer mensualmente. Muchos no tienen vivienda o la deben y poseen un patrimonio muy pequeño.
Veo con dolor que ese patrimonio se achica bastante día a día, como ha ocurrido y se reconoce a raíz de la crisis económica. Dios quiera que todo vuelva a la normalidad y que el mal momento dure poco tiempo. En todo caso, esos trabajadores van a sufrir una pérdida patrimonial importante.
Hace dos, tres, cuatro meses, o un año
para ser más justos, prácticamente todos los principales economistas del país y del extranjero sostenían que el sistema financiero era infalible.
En Chile, ¿quién asume la responsabilidad respecto de las decisiones que hicieron tomar quienes jugaron con los fondos de los trabajadores? Ése es el problema.
Cuando los bancos tienen problemas de liquidez, se les ayuda, se les rescata. ¿Pero qué pasa con los trabajadores cuyos fondos disminuyen? ¿Qué vamos a hacer más adelante? ¿Puede esta crisis derivar en otra más profunda, desde el punto de vista financiero, o de la distinción que en la actualidad, con mucho desparpajo, se hace entre economía financiera y economía real? Dos cosas distintas; o sea, la economía donde hay bienes y servicios, y la financiera, que es la que provocan Main Street y Wall Street.
¿Hemos estado jugando con los fondos de los trabajadores en Wall Street? ¿Debemos o no orientar los fondos de los trabajadores a Main Street, a la economía real? ¿Podemos pensar y estudiar seriamente, sin ideologías de por medio, qué parte de los fondos de los trabajadores se deben invertir por ejemplo, en la principal industria estatal, chilena, Codelco , o en otras alternativas frente a la crisis?
Es cierto que estamos en medio de la tormenta y quizás no es el mejor momento para estudiarlo. Pero nunca existe el momento para tratar los problemas que afectan a los trabajadores o a los pequeños y medianos empresarios. Pero siempre es urgente cuando afectan a la banca o a las grandes empresas. Así ha sido y espero que deje de serlo.
Por eso digo que el debate no se asume con la debida altura y tiempo. Estamos hablando de futuras jubilaciones y de millones de chilenos que están pensando qué hacer con lo único que tienen.
Me da pena y rabia que no estén presentes todas las autoridades que convocó la Cámara de Diputados, sin perjuicio de agradecer la presencia de quienes se encuentran en la Sala. Creo que se le falta el respeto a los trabajadores.
Si la crisis estuviera afectando directamente a otro tipo de instituciones, o al poder económico del país, se estarían buscando soluciones, pero cuando se trata de los trabajadores, siempre hay dilaciones y justificaciones.
He dicho.
El señor ORTIZ (Presidente accidental).-
Se ha cumplido el tiempo que le corresponde al comité del PRI.
A continuación, corresponde el tiempo al Comité de Renovación Nacional, el cual le ha cedido el tiempo necesario a la diputada Alejandra Sepúlveda .
Tiene la palabra su señoría.
La señora SEPÚLVEDA (doña Alejandra).-
Señor Presidente, agradezco la gentileza al Comité de Renovación Nacional, dado que el nuestro dispone de muy poco tiempo.
Firmamos la convocatoria a esta sesión especial, en conjunto con la petición del diputado señor Mulet , como presidente del PRI.
En la Cámara, a muchos nos han llegado correos electrónicos relacionados con las dificultades de las personas que van a jubilar. Cuando uno habla de esto y de los fondos de pensiones, lo hace como si estuviera bien.
La complicación más grande radica en que esta crisis nos permite revisar lo que está pasando con el sistema de fondos de pensiones y, al mismo tiempo, decir que para los trabajadores que van a jubilar no sirve.
Nosotros hemos estado siempre en contra de la modalidad de ahorro previsional a través del sistema de capitalización individual. No nos gusta. Y no nos gusta, porque vemos la realidad de la gente en nuestros distritos. A lo mejor, ello no sucede en Las Condes ni en Lo Barnechea ni donde la gente tiene un nivel de capitalización que, sin duda, les permite como decía el diputado Dittborn ajustarse, jubilarse mediante el sistema de retiro programado y, posteriormente, contratar una renta vitalicia con una compañía de seguros.
Pero eso es para quienes les alcanza su ahorro previsional. A los que no les alcanza, deben postular a una pensión estatal, porque sus fondos no fueron suficientes; no tienen opción. Al final, este sistema individualista, y no el comunitario que teníamos antes, lo único que hace es generar diferencias más abismantes en la jubilación y la seguridad de las personas cuando son más vulnerables aún: en la vejez.
Creo que esto, a lo menos, nos debería servir para buscar fórmulas que nos permitan revisar lo que está ocurriendo.
Cuando uno se pregunta por qué se produjo la crisis como bien decía el diputado Mulet se relaciona con el sistema de créditos hipotecarios que se implementó en Estados Unidos también cabe preguntarse qué está sucediendo hoy en Chile.
Ayer hice uso de la palabra en Incidentes para manifestar que en el país los créditos hipotecarios se están otorgando con una falsedad de los documentos, a fin de ampliar el margen de endeudamiento de los clientes. Y eso significa que mucha gente hoy no puede pagar sus créditos hipotecarios.
Asimismo, mediante oficio, pedí información al Banco del Estado respecto de la morosidad de sus clientes para poder compatibilizarla y cruzarla con la ficha de protección social, porque, lamentablemente, nos vamos a encontrar con una sorpresa de que se está entregando crédito a gente que no tiene capacidad de pago, ya que sus dividendos superan por lejos el 25 por ciento de sus ingresos.
Considero que la situación de los fondos de pensiones, la incertidumbre que hoy están viviendo las personas que van a jubilar y las que se encuentran cerca de hacerlo, es inconmensurable.
En la actualidad, tenemos una crisis de confianza en las instituciones, de lo que se está haciendo en Chile, independiente de que al ministro de Hacienda no le tirite un pelo o que diga que no está nervioso, pero uno lo ve cada día más flaco… ¡Creo que este hombre tiene nervios de acero! Pero quienes recorremos los distritos, el país, sentimos un peso. A mí me dicen: “Mire, diputada, lo que está pasando aquí. Yo voy a ver mis fondos de pensiones y estos bajan y bajan. Quiero jubilar, pero no puedo, y tengo que esperar dos o tres años más con mi problema de salud y mis complicaciones familiares. Pero debo seguir imponiendo a sabiendas de que aun cuando incorpore recursos, porque tengo la obligación de hacerlo, mi fondo seguirá bajando. Y si no lo hago el diputado Lorenzini puede ratificarlo porque estuvo presente en la discusión cuando jubile recibiré un tercio de lo que había recibido al comienzo.”.
Y si eso era antes de la crisis, imagino lo que va a ocurrir ahora. Al respecto, me gustaría saber si el Ejecutivo tiene algunos modelos de usuario que nos permitan saber qué va a pasar.
Por ejemplo, el caso de un hombre de 65 años que va a jubilar, temporero agrícola de la zona central, quien tiene un promedio de ahorro de entre 12 y 17 millones de pesos. El diputado Barros sabe bien que esos son más o menos los promedios de ahorro; no sé si ustedes lo comparten, pero es la realidad que uno ve allá. Este señor impuso por el sueldo mínimo de temporero durante treinta o cuarenta años. Eso significa que tuvo alrededor de cinco o seis meses de sueldo por año; el resto del tiempo no tuvo trabajo. Si él quisiera jubilar hoy, ¿cuál sería la pérdida que sufriría? ¿Qué nivel de renta tendría? ¿Hasta cuándo le alcanzaría? Porque él no puede optar a una renta vitalicia y sus fondos se terminarán, y qué requisitos deberá cumplir para obtener la garantía estatal, porque cuesta bastante poder conseguirla.
Me interesa que seamos muy concretos en esto, señor Presidente. ¿Por qué no ponemos las cifras en la mesa? Más allá de que se trate del fondo A, B, C, o de 1, 4, 5, 6 puntos de pérdida, quiero saber cuánto va a ganar y cuánto va a perder ese obrero agrícola producto de esta crisis.
Por último, quiero saber si el Estado está dispuesto a buscar algún arreglo para ese hombre que, sin duda, será un problema social en el país.
He dicho.
El señor ORTIZ (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado señor Pablo Lorenzini .
El señor LORENZINI.-
Señor Presidente, ¿revisó su cuenta de AFP? ¿Se dio cuenta de que ha perdido lo que decía la diputada Sepúlveda ?
Hace como ocho meses estuvieron en la Comisión de Hacienda, muy felices, los muchachos que manejan este negocio y hablaron de 130 mil millones de dólares acumulados en los fondos de pensiones. Puedo equivocarme en un millón más o en uno menos. Si uno multiplica esa cifra por los 500 pesos del precio del dólar de aquel entonces y los 610 de hoy, la verdad es que ni un doctor en economía logrará determinar cuántos ceros tiene esa cifra.
Hace unos días eran 100 mil millones de dólares, o sea, se habían perdido 30 mil millones de dólares.
Cito el caso de un funcionario de la Cámara, respecto de quien no daré el nombre. Hace una semana un compañero suyo me dijo: “Usted que sabe, diputado, dígale a este señor, quien ya tiene veinte años aquí y que se acaba de cambiar del fondo A al fondo B…” Yo le dije: “Vaya corriendo a su AFP y cámbiese de nuevo.”. Ahí aprendí que uno se puede cambiar de fondo. Es un simple trámite. No sabía que se podía hacer tan rápido. El funcionario se cambió de fondo y en los últimos dos días, de los diez millones de pesos que había perdido recuperó siete, o seis. No sé qué pasa hoy con la bolsa.
Esto es la teoría del Big Bang. Es como los candidatos presidenciales: un día son y al otro día no son. Un día nos visitan y al otro día no nos visitan. Un día se proclaman unos y al otro día se proclaman otros. ¿Son cuatro, son seis? En la Oposición hay dos, por acá hay como cuatro. ¿Quién lo sabe? ¿Dónde está el experto que no existe que les va a decir al final a los votantes cuáles son los candidatos? ¿Quién es el experto que le dice a la gente: “Oiga, sabe qué más…?” Y yo se lo voy a decir y corro el riesgo de que me tiren huevos: que nadie se jubile y que nadie se cambie en este minuto.
¿Quién le ha dicho a la gente que este país está controlado desde el punto de vista monetario, financiero y económico? No hablemos de blindaje, porque en nuestro país la crisis es pequeña, coyuntural, en que la inflación volverá a niveles normales y el Banco Central en algún minuto va a disminuir las tasas de interés. Sólo tendremos unos cuatro o cinco meses de disminución de la actividad. Espero que con el presupuesto de la nación para 2009, que estamos analizando en estos momentos, podamos potenciar a la pequeña empresa y combatir el desempleo.
Hace unos días discutimos un proyecto de ley y señalamos que no se cobraría comisiones por los ahorros voluntarios algo nuevo que se acababa de crear, pero resulta que ahora, a mi juicio por un error, se va a cobrar comisión. Si alguien va a administrar sus fondos, le cobra una comisión por ese trabajo, de lo que ahorra desde ahora hacia delante. ¡Pero no con efecto retroactivo! Si usted había acumulado 4, 5 u 8 millones de pesos voluntariamente y nunca le habían cobrado, ahora le van a cobrar, no sólo por lo que ahorre desde ahora hacia el futuro, sino también todo lo que juntó hacia atrás.
El poder de convencimiento de los dirigentes de las administradoras de fondos de pensiones, como el señor Guillermo Arthur , es extraordinario. En diez minutos, los colegas que habían firmado una indicación la retiraron y, al final, no hay cómo eliminar esas comisiones.
Efectivamente, las AFP cobran comisiones. ¿Y si pierden en sus inversiones, las cobran? Al parecer, también las cobran. Así como al Gobierno le dan palos porque boga y palos porque no boga, con las AFP ocurre algo similar, pero en diferente sentido: cobran si ganan y cobran si pierden. ¿Quién le pone el cascabel al gato? ¿Alguien se atreve a ir contra las administradoras de fondos de pensiones? ¡Nadie! Se habla mucho, pero en este ámbito funciona el lobby de verdad, porque aquí pesan los más de 100 mil millones de dólares. Ahora quiero ver a los parlamentarios de la Concertación.
Ojalá que el ministro del Trabajo que estuvo en la Cámara de Diputados en la mañana durante la discusión del proyecto que modifica la cuota mortuoria cumpla su compromiso y, después de que se realicen las elecciones municipales, envíe un proyecto de ley que cree una AFP estatal, competitiva no digo que sea del Banco del Estado, del INP o de otro organismo gubernamental, que logre utilidades normales y no se nutra de los ahorros previsionales de los cotizantes.
¿Saben dónde están invertidos los fondos internacionales? A veces nos entregan algunos datos. ¿Son bancos coligados, son instituciones relacionadas?
Hoy, el Gobierno le está inyectando fondos a la banca, pero ayer el ministro de Economía nos aclaraba que la banca no está obligada a traspasar esos recursos a las pequeñas empresas; es decir, pasa salvar al país y exista liquidez, le inyectamos fondos a cierta banca, a la que conocemos, a la que financia las campañas políticas, y no a los bancos normales, pero ¿traspasan ellos esos dineros a la ciudadanía? Pregúntenle a la gente o a las pymes si los créditos llegan a ellos. Se dice que no les van a pedir ningún papel y que la Corfo pondrá la garantía, pero sólo son explicaciones. Se habla del Fogape y de una serie de instituciones que nadie entienda. Al igual que las AFP.
Cada cuatrimestre envían cartas en que informan sobre el monto aproximado a que ascenderá su pensión al momento de jubilar, porque pocos lo saben. Al final, esto es tan serio que casi no cabe más que tomarlo con humor.
Realmente, no entiendo cómo no se han acotado las justas ganancias lo cual me parece correcto que deben tener las administradoras de fondos de pensiones. ¡Pero que expliquen las pérdidas! ¡Expliquen su gestión, porque se trata de nuestros ahorros previsionales! ¿Cuándo los cotizantes podrán elegir directores que los representen en los comités que deciden las inversiones? Al final, son los técnicos contratados por esas empresas los que deciden en qué país, en qué institución y en qué moneda se hacen las inversiones. Con el actual sistema, cada mes, los chilenos sólo entregan y entregan sus cotizaciones.
Quizás el sistema antiguo no era tan bueno, pero es necesario hacer un análisis del sistema actual, pero no existe voluntad política para hacerlo, porque son muchos los intereses creados. Al final, los chilenos ganan y pierden.
La Presidenta de la República tomó una decisión, que fue apoyada transversal y unánimemente, en que no hubo política partidista, para mejorar el sistema de pensiones. Pero el decreto ley Nº 3.500, de 1980, que inventó José Piñera , a mi juicio, con buenas intenciones los resultados normales así lo demuestran, estableció un nuevo sistema que no está preparado para las crisis y las turbulencias. Para estos casos, no sirve el mismo piloto, por lo que se hace necesario cambiarlo. No todos pueden ser presidentes en diferentes condiciones. Unos son aptos para unas y otros para otras.
¿Dónde terminan después los superintendentes de las distintas superintendencias? Al final, no se sabe quién es quién y dónde está. Pero el chileno, mes a mes, “póngale que póngale”. Y las AFP, durante los últimos doce meses, “quítale que quítale”.
Falta transparencia. Nos llenamos la boca con la transparencia. ¿Pero cuándo transparentaremos los verdaderos costos de las AFP y cuándo sabremos dónde invierten y con qué resultados? ¿Cuándo un gerente o un comité de inversiones que invierte donde no corresponde se va para la casa? Si un diputado no cumple sus compromisos, para la próxima elección sus electores lo enviarán para la casa. Si cumple y da la cara, lo van a reelegir. ¡Pero las AFP son intocables! Vienen a la Cámara de Diputados y hacen lobby y se acabó el cuento hasta para los propios parlamentarios de la Concertación. Eso es lo que la ciudadanía no entiende.
No espero explicaciones del Ejecutivo. Obviamente, los superintendentes se van a defender y van a decir que fiscalizan y que controlan. Pero en Chile se necesita una nueva institucionalidad; 130 mil millones de dólares es una cifra demasiado grande, que abarca más que el presupuesto de todos los ministerios. No me refiero al Congreso Nacional, porque al parecer pesa poco.
En las AFP está el poder; no en la banca. Nadie las toca en el país. Pero los chilenos siguen “póngale que póngale” y las AFP, durante los últimos meses, “quítale que quítale”. Revisen los resultados de las acciones de las AFP, como las de Provida, que ayer subieron casi 15 por ciento. Las acciones involucran a los dueños, pero la plata que se administra es de la gente.
Se perdieron 30 mil millones de dólares. ¿Se imaginan lo que pasaría si se perdieran 30 mil millones de dólares depositados por el ministro de Hacienda? Él nos decía que ha perdido mil millones de dólares, sobre un total de 30 mil millones, y lo criticamos. Pero las AFP pierden 30 mil millones de todos los chilenos de un total de 130 mil millones, pero nadie dice nada. Por una situación similar cualquier otro país democrático se paralizaría completamente, se intervendrían las administradoras y se entregarían las explicaciones correspondientes. Pero Chile sigue caminando al buen ritmo del “póngale que póngale” y del “quítale que quítale”. Sólo nos queda el derecho a pataleo, que estamos manifestando ahora, un poco en broma y un poco en serio, aunque muchos se reirán y dirán que estamos haciendo populismo viva Navarro ; viva Chávez , porque para ellos defender a los chilenos es populismo. Todos saben que las AFP son intocables.
En este tiempo en que he intervenido se cerró la bolsa y de los 30 mil millones de dólares perdidos se acaban de recuperar, al menos, cien millones de dólares. Pero aún falta por recuperar 29.900 millones de dólares.
He dicho.
El señor ORTIZ (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado señor Rodrigo Álvarez .
El señor ÁLVAREZ.-
Señor Presidente, después de escuchar a los diputado Mulet y Lorenzini y a la diputada Alejandra Sepúlveda, no me parece que sea populismo ni a lo Chávez ni a lo Navarro. Es simplemente la justa y adecuada preocupación por los fondos previsionales de todos los chilenos. De eso no tengo duda alguna.
Podemos tener discrepancias y una forma distinta de enfocar el manejo de esta crisis o de la situación de las AFP, pero no dudo de que el sentimiento de los diputados mencionados es de una profunda preocupación por una situación sobre la que las personas nos preguntan en todos los distritos. Todo el mundo pregunta qué pasa con los fondos previsionales. Las personas que pensaban jubilarse durante las últimas semanas o meses simplemente no lo pueden hacer, debido a una enorme crisis, probablemente la que pasará a la historia como la primera gran crisis del siglo XXI y quedará consignada en los libros de historia como una similar a la del año 29 del siglo pasado.
Ahora, sin duda, también se han cometido errores en la implementación de nuestra economía. El punto está en cómo uno reacciona. Ahí es donde, probablemente, podemos tener diferencias.
En caso alguno, puedo considerar que esta crisis pone a prueba el sistema actual en relación con el antiguo sistema de cajas de previsión que existía en el país. Ante crisis como ésta, reaccionaba de la peor forma, porque en sus bases contribuía a un proceso inflacionario y absolutamente poco igualitario. Aquí se ha dicho que era solidario, que todos contribuían, pero las posibilidades de recibir una pensión justa eran totalmente distintas y el efecto económico que se producía debido a los distintos niveles de pensión hacían que el sistema en sí fuera injusto y condujera a serios problemas económicos, a un desfinanciamiento completo y, finalmente, a déficit y quiebras. Por algo hoy esos sistemas en el mundo han sufrido una crisis bastante similar, no sólo por la actual situación económica, sino que por sus crónicos y permanentes problemas de déficit.
Entonces, es importante ver cómo reaccionar frente a esta crisis. Primero, no debemos comparar el actual sistema con uno que hoy estaría aun peor en sus resultados macroeconómicos y en cuanto a justicia por cada uno de los pensionados de la época. Además, debemos ver qué tipo de análisis debemos hacer de nuestro sistema previsional. Hay que ver cómo se debe responder ante esta crisis, que provoca la absolutamente justa y correcta preocupación de todos nosotros, en particular de los diputados a quienes felicito que convocaron a esta sesión.
Lo primero es ver cómo está reaccionando nuestro sistema previsional. Creo que, por sus propias características, responde con seguridad ante esta crisis, ante esta debacle financiera. Insisto en que es una debacle financiera por variadas causas y, en el caso chileno, además, complementada por algunos errores internos.
Nuestro sistema, debido a límites legales establecidos por el Congreso Nacional, o anteriormente, por una regulación de la Superintendencia de una diversificación del portafolio de inversiones, creo que da garantías de tranquilidad y de seguridad. ¿Cuáles? Las garantías de seguridad que se pueden dar en un mundo en que en los últimos dos días las bolsas volvieron a subir en 14 por ciento y hoy ya cayeron nuevamente en 4 por ciento. Es decir, la tranquilidad que se puede dar en un mundo en crisis.
En líneas generales, creo que nuestro sistema mantiene su solidez, porque en su momento se tomaron las medidas del caso por muchos de los que están aquí presentes, como diversificación de inversión, límite de inversión, atribuciones a la Superintendencia, manejo de fondos, etcétera.
Lo correcto también es mirar esto con una perspectiva más alta. Es cierto que en las últimas semanas cayeron todos los fondos de inversión. El diputado Lorenzini con mucho humor y también con mucha razón se preguntaba qué pasa hoy si uno ve sus fondos. Evidentemente, si uno ve hoy sus fondos y lo compara con lo que tenía hace un mes y medio, es para que a algunos se les ponga el pelo más blanco y a otros se nos caiga más. Son las alternativas posibles. Pero insisto debemos hacer un análisis con un poco más de perspectiva.
Por ejemplo, entre septiembre de 2002 y agosto de 2008 no tenemos incorporada la pérdida del mes de septiembre, la rentabilidad acumulada del Fondo A, el más riesgoso, era de 84 por ciento. Debemos suponer que el fuerte impacto de las últimas semanas lo puede haber hecho caer a 72 ó 73 por ciento, pero es la rentabilidad acumulada, que es la forma de medir esto en el largo plazo. En el Fondo E, la rentabilidad acumulada en ese mismo período es de 20 por ciento. No son rentabilidades negativas y en ningún caso constituyen crisis. Es evidente lo decía la diputada Sepúlveda que las personas que quieren jubilar hoy y los obreros temporeros han perdido una gran cantidad de dinero. Tendremos que estudiar una forma para ayudarlos ante esta situación. Y aquí la pregunta de la diputada Sepúlveda es correcta, porque el Estado, tal como reaccionó en su momento frente a aquellos que no tenían previsión, también debe buscar una fórmula para ayudar a las personas que se encuentran ante esta lamentable situación, ya que es gente que con mucho esfuerzo quería jubilar en el último año y no lo va a poder hacer, o lo va a hacer en condiciones paupérrimas.
Nuestro sistema también tiene algunos instrumentos que permiten aliviar transitoriamente estas situaciones. Creo que lo primero que uno debe decir de nuestro sistema previsional es que está respondiendo en forma razonable ante una crisis de proporciones. Debemos pensar en las variables económicas que hemos enfrentado últimamente: el dólar ha pasado de 510 a 630 pesos, el cobre se ha desplomado en una forma muy fuerte, el petróleo vale la mitad de lo que costaba hace tres meses, se han desplomado prácticamente todas las acciones del mundo; hace algunos meses, había personas que hablaban de la posible debacle de los bancos comerciales y de inversiones americanos y nadie lo creía; nadie podía imaginarse que instituciones centenarias que resistieron las dos guerras mundiales, la guerra civil estadounidense, etcétera, terminaran quebradas y en la calle.
Ante esta dimensión de crisis, creo que nuestro sistema todavía responde en forma segura y serena gracias a la adecuada fiscalización que están llevando a cabo las autoridades; gracias a los límites que hemos colocado y a un portafolio de inversiones diversificadas. Además, como debe medirse a largo plazo, con rentabilidades importantes.
Por eso, asumiendo incluso toda la pérdida de este año, suponiendo que ninguno de los planes financieros o los planes acordados precipitan en una inversión, desde el punto de vista financiero, esa pérdida ya es completa. Pero, incluso así, en un período acumulado, como debe medirse finalmente un sistema previsional, demuestra que el Fondo A repito, en seis años, ha tenido una rentabilidad acumulada de 84 por ciento; el Fondo B, de 57 por ciento; el Fondo C, de 42 por ciento; el Fondo D, de 33 por ciento; el Fondo E, de 20 por ciento, lo que demuestra que son rentabilidades realmente buenas para un período de seis años.
Reconozco que debemos estar preocupados y lamento la poca atención a este debate de parte de muchos colegas, aun cuando entiendo que están funcionando todas las Comisiones y por eso lo considero justificable. Pero esta preocupación debe mantener a la Cámara al menos atenta a este sistema. Lo que sí considero un error, es pretender comparar esto con anteriores sistemas que creo que estarían aún más quebrados y con mayor déficit, mayores problemas y más injusticias. Todos se acuerdan de las pensiones con perseguidora, pero se olvidan que las recibía sólo un grupo muy reducido de personas que son los que habitualmente lo recuerdan y de la inmensa cantidad de chilenos que, prácticamente, tenía cero estructura previsional. Frente a esta situación de crisis, la preocupación de la Cámara debe ser constante; la exigencia al Ministerio del Trabajo debe ser constante; la preocupación de exigencia a la Superintendencia debe ser constante, pero debemos valorar un sistema a largo plazo, como corresponde, y la diputada Sepúlveda tiene razón en lo que ha señalado analizar qué podemos hacer o qué cosa el Gobierno nos puede proponer.
A partir de las preguntas que el diputado Mulet le hacía a las autoridades del Ministerio de Hacienda, debemos ver qué podemos hacer hoy para tratar de que aquel grupo de personas que no sólo querían, sino que deben jubilar después de largos años de trabajo puedan hacerlo, pese a esta fuerte turbulencia financiera.
Voy a seguir defendiendo el actual sistema previsional, porque me parece que no sólo contiene una serie de elementos colaterales muy positivos, como profundidad y liquidez de nuestro mercado de valores, crecimiento, apalancamiento de inversiones, financiamiento, etcétera, sino que, al mismo tiempo, ha permitido rentabilidades muy importantes. Ahora debemos buscar la mejor fórmula para pasar una de las peores tormentas que se ha visto en el mundo financiero, no en los últimos diez años, sino que en los últimos cien años.
He dicho.
El señor ORTIZ (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado don Eugenio Tuma .
El señor TUMA.-
Señor Presidente, quizás, la previsión es uno de los temas más sensibles e importantes en la vida de los trabajadores. Cuando se le pregunta a una familia qué es lo más importante para ella, siempre va a responder que es la adquisición de una vivienda; pero lo más importante en el norte de vida de un ser humano, de un trabajador, tiene que ver con lo que ocurrirá cuando termine su vida laboral y en cómo se va a sustentar aquello.
En Chile existía un sistema estatal en el que hacía una cotización el empleador, el Estado y, en una pequeña parte, el trabajador. Se constituyeron varias cajas de previsión que tampoco daban posibilidades de asegurar y garantizar pensiones dignas para todos los trabajadores. No podemos olvidar lo que sucedía con los pensionados del Servicio de Seguro Social, que tenían pensiones de hambre.
En algún momento, se nos puso la camisa de fuerza a todos los trabajadores del país, estableciendo un sistema previsional que debía tener una cuenta individual, constituida principalmente por el aporte del trabajador. Se terminó con el aporte de los empleadores y del Estado y se le dio al sistema previsional una connotación netamente individualista y capitalista, que dio origen a una cuenta de ahorro privada e individual, en la cual no tiene injerencia alguna el Estado. Ése es el tema de fondo que debemos discutir.
Aquí no hemos tomado una decisión política para construir un sistema de previsión solidario, salvo para quienes están en una condición más vulnerable, en particular, para aquellos que durante su vida laboral no han tenido posibilidades de cotizar, como es el caso de las dueñas de casa o de los trabajadores ocasionales.
Me alegra saber lo que hemos avanzado en esta materia producto de la última reforma previsional. Mejoramos las pensiones asistenciales que correspondían a un mundo que nada tiene que ver con las pensiones obtenidas después de imponer durante toda una vida en determinado sistema previsional.
Entonces, debo decir que se trata de un sistema en el cual están absolutamente ausentes el Estado y la sociedad; en cambio, el mercado sí está muy presente en los fondos previsionales, en lo que va a ocurrir con las pensiones de los trabajadores; ese mercado que, precisamente, fracasó hace veinte días. Tal como fracaso la economía socialista, de planificación central eso significó la caída del Muro de Berlín, también terminó por fracasar el que se suponía era el adalid de todos los sistemas: el capitalista. Sencillamente, fracasó. Ahora, es el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica el que tiene que aportar plata a los bancos privados, en calidad de socioEstado, para mantener un sistema que se suponía que era el ideal y que se basaba en el mercado.
A mi juicio, mientras no tengamos la voluntad de apuntar al fondo del problema y de llevar a cabo un debate serio, en el cual todos los actores estemos disponibles para modificar este sistema previsional, no tendremos posibilidad alguna de garantizar a los trabajadores y a sus familias pensiones acordes con su trabajo de veinte o treinta años. Con un sistema como el que tenemos, no queda otra alternativa que ver de qué forma podemos defender a los cotizantes, aunque sea un poquito, de los vaivenes del mercado.
Lo hicimos bien cuando decidimos limitar los riesgos, advirtiendo a quienes estaban por jubilar que no se arriesgaran colocando sus platas en fondos más riesgosos. Está claro que pueden tener alta rentabilidad, pero también grandes pérdidas. Es lo que ha ocurrido en las bolsas, debido a los vaivenes del mercado.
Cuando pedimos esta sesión especial, estábamos en el nivel de pérdida más alto de los fondos previsionales; pero si consideramos los últimos resultados del lunes pasado, esta sesión perdió un tanto su razón de ser. Sin embargo, más allá de analizar los resultados de las bolsas, que suben y bajan, y de cómo funciona un sistema previsional al cual son ajenos el Estado y la solidaridad, tenemos un sistema en que todo queda entregado al mercado.
Por eso, deberíamos citar a una sesión especial para analizar la forma de modificar este sistema, a fin de que los empleadores vuelvan a hacer lo que hacían antiguamente, porque hacen muy pocos esfuerzos para mejorar la previsión de las personas que, con sus servicios, han contribuido a generar la riqueza de su empresa.
El sistema vigente es muy egoísta e individualista y sólo se sustenta en el mercado. ¿Cómo podemos mejorarlo? Estudiando la forma de evitar los riesgos y también la manera de garantizar que los fondos de los trabajadores sigan creciendo, al menos, igual que la inflación, para que no pierdan poder adquisitivo.
En la Comisión de Hacienda se presentó un proyecto con el cual estuve de acuerdo, incluso, lo suscribí, que tenía por objetivo impedir el cobro de comisiones a los cotizantes que tienen un segundo fondo: el ahorro previsional voluntario. Y así quedó establecido en la ley que creó el fondo de ahorro previsional voluntario, es decir, que no se iba a cobrar comisión hasta el 1º de octubre del año en curso.
¿Qué decía ese proyecto de ley? Que las cosas se mantenían tal como estaban y que no se facultaba a las administradoras de fondos de pensiones para cobrar comisión. Pero el presidente de la Asociación de Administradoras de Fondos de Pensiones nos dio a conocer casos de personas que tienen 3 mil millones de pesos en cuentas de ahorro voluntario que no quieren que se les cobre comisión. Sin embargo, los trabajadores que ganan el sueldo mínimo deben pagarla y cuando las administradoras de fondos de pensiones tienen que hacer su estudio de costos, distribuyen todo su peso en los trabajadores que están obligados a cotizar y, por lo tanto, a pagar comisión. Pero, de prosperar dicho proyecto, las rentas más altas, que no pagan comisión, también tendrán que contribuir a financiar los costos de las AFP y, probablemente, aumentarán los costos de administración de los fondos de los trabajadores.
Por eso, retiré mi firma, porque consideré razonable que un cotizante de altos ingresos, que tiene 3 mil millones de pesos, pague por la administración de sus fondos. No es posible que quien cotiza obligatoriamente tenga que pagar por la administración de sus fondos y no el ahorrante voluntario. Por esta razón, la administradora debe hacerlo en forma gratuita, con el peligro de que cuando el ahorrante de altos ingresos deba pagar, suba la comisión que se les cobra a los de más bajos ingresos.
La comisión que pagan los trabajadores debe estar vinculada a los resultados. No es posible que una administradora siga percibiendo los mismos ingresos, cuando pierde o cuando gana. Si gana, se justifica que el trabajador pague el costo de la administración de sus fondos; pero, si pierde, no debería pagar por su administración.
El cobro debe estar vinculado a un convenio de desempeño, de acuerdo con los resultados de su gestión, como se está haciendo en la administración pública. ¿Por qué no hacemos lo mismo con las administradoras de fondos de pensiones?
Para terminar, quiero señalar, en primer lugar, que esta sesión especial que tenía por objeto analizar la situación de inestabilidad que está afectando a los fondos previsionales, en mi opinión, no tiene mucho sentido, si no acordamos hacer una modificación que incorpore al Estado y a los empleadores al financiamiento de este sistema previsional individual, egoísta y mercantilista que tenemos en la actualidad.
En segundo lugar, me parece apropiado mantener la escala de menos riesgo para quienes están prontos a jubilar.
He dicho.
El señor ORTIZ (Presidente accidental).-
En el tiempo de Renovación Nacional, tiene la palabra el diputado señor René Aedo .
El señor AEDO.-
Señor Presidente, esta sesión es importante, porque es necesario que el país sepa lo que está ocurriendo con lo más relevante que, muchas veces, tienen las personas: sus ahorros previsionales.
Aquí se ha debatido mucho quién debe manejar estos recursos. En realidad, esa fue una discusión del pasado. ¿Los debe administrar el Estado o un sistema de capitalización individual? Obviamente, la experiencia del pasado demuestra que el Estado ha sido un mal administrador de los recursos de las personas y que la capitalización individual y la inversión de esos recursos en el mercado, hasta hace poco era la mejor solución y la más rentable.
Pero, luego ocurrió la crisis financiera internacional que todos conocemos, por diversos factores que afectaron al sistema, principalmente por irresponsabilidad de los ejecutivos, que otorgaron créditos sin garantía, hecho que provocó la inestabilidad crisis subprime y la caída del mercado accionario, no sólo en Estados Unidos y Europa, sino que en todo el mundo. Al principio se dijo que Chile podría salir inmune de esa crisis; pero no fue así, porque cayeron los mercados globalmente. Esto afectó al patrimonio de los chilenos: los fondos que tienen en las AFP. A fines de septiembre, los fondos de las administradoras de fondos de pensiones habían bajado un 14,9 por ciento, a 92 mil millones de dólares, es decir, se perdieron 16 mil millones de dólares al 30 de septiembre de este año.
Los más afectados fueron los fondos A y B. Hoy, las cifras cambian minuto a minuto, segundo a segundo. Se ha dicho, incluso, que han llegado a más de 30 mil millones de dólares.
Obviamente, eso significa una gran pérdida para el patrimonio de todos los ahorrantes de los fondos de pensiones. El 30 por ciento de nuestros ahorros previsionales está invertido en el extranjero, lo que implica un aumento del riesgo por las condiciones mundiales del mercado. Significa que 27 mil millones de dólares han estado como activos en el extranjero y han tenido pérdidas muy importantes.
Quiero decir también que el 96 por ciento de los fondos está en renta variable y sólo un 3,2 por ciento en renta fija, según informe de la Superintendencia, es decir, la forma en que están invertidos los fondos en el extranjero, a raíz de los sucesos ocurridos, no es lo más recomendable. Obviamente, si hubiéramos tenido nuestros fondos en renta fija, la estabilidad del sistema habría sido mucho mayor.
La diversificación es positiva: el 22 por ciento de los fondos está en Norteamérica, el 14 por ciento en Asia Pacífico, el 10 por ciento en Europa, y en los países emergentes, un 51 por ciento, pero el estar en renta variable los hace muy volátiles, muy inestables; por eso ahora estamos pagando las consecuencias.
No podemos saber qué va a suceder hasta que la crisis termine y se llegue a una estabilidad financiera en todos los mercados mundiales.
Creemos necesario que se tomen medidas para darle mayor estabilidad a nuestros fondos. De continuar la crisis, habría que rescatarlos, en la medida de lo posible, de las turbulencias que están ocurriendo en el mundo.
No sabemos si será suficiente la inyección de recursos de los gobiernos a los bancos y otras medidas que se están adoptando a nivel mundial. Hoy, persiste la incertidumbre; un día los mercados suben y al siguiente caen, pero sumando y restando, hay una pérdida importante en el mercado financiero, lo que afecta sobre todo a los fondos de pensiones.
He dicho.
El señor ULLOA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Carlos Abel Jarpa .
El señor JARPA.-
Señor Presidente, la crisis financiera en el mundo nos hace revisar qué significa el neocapitalismo y el rol del Estado. Hemos visto que cuando falta la regulación de los sistemas, terminamos en lo que hoy está viviendo el mundo y, por supuesto, también nuestro país, lo que es especialmente grave para los fondos de pensiones.
Lo más importante es señalar que al Estado le corresponde la regulación. En ese sentido, quiero expresar que ha sido una preocupación constante del Partido Radical buscar mecanismos para que en el sistema de administradoras de fondos de pensiones exista una AFP estatal. Cuando ello suceda, otro será el mecanismo y habrá mayor estabilidad en el sistema de AFP.
Ése es el primer punto que quiero enfatizar: si trabajamos para que exista una AFP estatal, los trabajadores chilenos tendremos la posibilidad de optar entre AFP privada y estatal. Si hacemos una símil con la medicina, debo señalar que no tengo ningún problema con la de los sectores público y privado, pero en un sistema, más que competitivo, complementario. Ése es el rol que debe jugar una AFP estatal.
Un segundo punto, en el que coincido con el diputado Eugenio Tuma , se refiere a que cuando los fondos de los cotizantes dan fruto, es bueno que se cobre por la respectiva administración, pero cuando los fondos sólo generan números rojos, hay que buscar un mecanismo que, al menos cuando se produzcan las pérdidas, no se les cobre a los cotizantes gastos de administración.
El tercer punto que quiero mencionar se refiere a la necesidad de buscar mecanismos para que haya representantes de quienes tienen sus fondos en las AFP. No digo que tengan que ver con la administración de los fondos, pero por lo menos que accedan a toda la información respecto de cómo se están administrando.
Ésos son los tres puntos más relevantes para perfeccionar el sistema de administradoras de fondos de pensiones.
Lo que está sucediendo con el modelo del neocapitalismo nos está demostrando cómo buscar una mayor regulación, rol que le corresponde al Estado.
He dicho.
El señor ULLOA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Claudio Alvarado .
El señor ALVARADO.-
Señor Presidente, quiero señalar que el sistema de administradoras de fondos de pensiones cuenta con una serie de regulaciones que han sido aprobadas por el Congreso Nacional. En consecuencia, las inversiones de todos y cada uno de los fondos están debidamente acotadas a ciertos parámetros de rangos y de inversiones en instrumentos en el extranjero y en el país.
Aquí se señala que este sistema está en crisis y se culpa al modelo; a mi juicio, el modelo no tiene nada que ver. Simplemente, hay un problema de precios de los instrumentos en los cuales se invierten esos fondos de pensiones. Tales precios pueden subir o bajar, de acuerdo con las circunstancias del mercado. Hoy, la tendencia es a la baja. Esperamos que en un futuro cercano vuelvan a tomar su tendencia normal de crecimiento.
Si analizamos el sistema de las AFP desde sus inicios a la fecha, veremos que los beneficios de los afiliados son muy superiores a los costos de la crisis. Sin duda, impacta y genera preocupación la caída tan brusca de algunos instrumentos en los mercados.
Pero, tratar de responsabilizar al modelo de todo lo sucedido, me parece inapropiado, inadecuado e inconducente. Más aún cuando este sistema se implementó, precisamente, porque el anterior, basado en el reparto, en el cual los trabajadores activos mantenían con sus cotizaciones a los que habían cumplido su vida laboral, fue un total y rotundo fracaso. Ni siquiera al momento de jubilar obtuvieron la rentabilidad asociada a la inflación de esos recursos.
Cuando ocurren estos hechos que mueven a la baja los instrumentos en los cuales se invierten los fondos de pensiones, hay que tener la claridad suficiente y esperar que los mercados retornen a la calma. Mover los fondos de los tramos más riesgosos a los menos riesgosos, es ir directamente a la pérdida, lo que a nadie conviene.
Espero que estas reflexiones induzcan a análisis en este hemiciclo. Todo lo que dice relación con la regulación del sistema de fondo de pensiones está claramente definido, evaluado por la Hacienda Pública y refrendado por el Congreso Nacional.
Sostener que falta regulación, es cuestionar la misma legislación que hemos aprobado. Cada vez que se ha hecho, ha sido con el cuidado y la precaución suficiente para defender los fondos de los trabajadores.
Si no existiera regulación, cada administradora podría invertir dónde quisiera y cuánto le diera la gana. Pero no es así. Están acotados los porcentajes, la estructura de financiamiento, los tipos de instrumentos y las inversiones a nivel nacional y en el extranjero.
Me llama la atención los comentarios de algunos señores diputados respecto de que las comisiones deberían cobrarse cuando los fondos crecen y no cuando caen, en circunstancias de que éstas se pagan por administrar dichos fondos. Además, la administración es realizada por entidades especializadas, con profesionales idóneos que tienen un costo.
Si las comisiones se pagaran según la rentabilidad, sin duda los afiliados a los fondos de pensiones a la fecha habríamos desembolsado bastante más de lo que se ha pagado realmente.
Que suban o bajen los instrumentos en los cuales se invierten los fondos, es independiente de la administración. Por eso se llaman administradoras de fondos de pensiones. La administradora es independiente del fondo, y éste se invierte en los instrumentos que la ley permite, lo que realiza por mandato o encargo de los afiliados.
Ojalá que nuestras intervenciones no generen más confusión, incertidumbre o pánico. Esperemos que las medidas que tomen los técnicos, los equipos especializados y los países para salvar eventuales crisis de liquidez o malas decisiones de crédito del sistema financiero, empiecen a dar resultado y los precios de los instrumentos de mercado comiencen a recuperarse y los fondos de pensiones sigan esa tendencia y vuelvan a los niveles de hasta hace dos meses atrás.
He dicho.
El señor ULLOA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Tucapel Jiménez .
El señor JIMÉNEZ.-
Señor Presidente, esta sesión es para estudiar de qué manera han sido afectados los fondos previsionales de los trabajadores chilenos afiliados al sistema de administradoras de fondos de pensiones, como consecuencia de la crisis financiera internacional.
Mucho se habla de retirar o no los fondos. Sin embargo, el grupo más afectado es el que está por cumplir los 55 años y que, por ley, debe cambiarse a los fondos más seguros. Por ello, perderá rentabilidad, porque los fondos han bajado entre un 10 y un 25 por ciento. No así los que se van a pensionar, porque, por ley, están en fondos más seguros. Uno tiende a pensar que a la larga, como señalaron otros colegas, la balanza estará en un porcentaje a favor.
La pregunta de fondo es si estamos haciendo bien en entregar a las bolsas de valores las pensiones de los trabajadores chilenos.
Un diputado afirmó que antiguamente el Estado administraba mal. Sin embargo, esta crisis ha demostrado todo lo contrario: que cuando el Estado administró las pensiones de los chilenos a lo mejor no dio tanta rentabilidad, pero sí mucho mayor seguridad y estabilidad que el actual sistema, en el que las platas están expuestas a las crisis o a los vaivenes de las bolsas extranjeras.
Por eso, es muy responsable que estemos analizando la situación como país. Sin duda, además, hoy, más que nunca, es necesario que el Ejecutivo envíe lo antes posible al Congreso Nacional un proyecto para crear la AFP estatal. De esa manera, los chilenos tendrán la posibilidad de elegir si sus fondos de pensiones los administra el Estado o los privados, y que éstos se den el lujo de jugar con sus platas y arriesgarlas, porque así como suben, también bajan. Nuestros compatriotas han perdido cantidades importantes del ahorro de toda una vida.
Esta crisis nos deja una enseñanza muy importante: no debemos jugar con el dinero de los demás. De partida, eso debe quedar claramente consignado. Más que nunca debemos velar por sacar adelante una AFP estatal. Insisto, no se trata de obligar a los trabajadores a cambiarse a ella, sino de que tengan la posibilidad de elegir libremente.
Basta con preguntar a los colegas que expresaron que antiguamente el Estado administraba peor; basta con preguntar a los pensionados del sistema antiguo. Todo el mundo dice que gracias a Dios nunca se cambió al sistema nuevo y se quedaron en el antiguo. En caso contrario, sus pensiones habrían bajado un 40 ó 50 por ciento.
Eso demuestra claramente que el sistema antiguo era mucho mejor, pues daba mayor estabilidad a los fondos de los trabajadores.
A pesar de todo, esta crisis no debería causar mayor desconcierto en los trabajadores. No es el momento de cambiarse ni de aconsejar, porque ni siquiera los economistas están capacitados para ello, ya que hemos sido testigos de cómo se han equivocado.
Insisto, esta crisis pone en el tapete la necesidad de que el Ejecutivo envíe lo antes posible un proyecto de ley para crear una AFP estatal.
He dicho.
El señor ULLOA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Juan Lobos.
El señor LOBOS.-
Señor Presidente, ¡gran tema el de hoy, loable preocupación, pero catarsis más que nada, porque no nos hemos podido poner de acuerdo en lo que íbamos a decir en este debate!
Los fondos de pensiones son igual que las acciones. Uno gana o pierde, pero en el largo plazo. Por lo tanto, lo único válido es decir a la gente desesperada por la crisis financiera internacional que deje su plata ahí, que en algún minuto, cuando haya pasado, las acciones y los fondos subirán y todos volveremos a ganar plata.
En cuanto al rol del Estado, llamo a no escuchar a los agoreros del desastre. Todos los días el Estado demuestra cuál es la manera más fácil de perder la plata de los chilenos, con una administración ineficiente de Codelco, que el día que baje un poco más el cobre se va a tener que declarar en quiebra.
Evidentemente, crear una AFP estatal no es la solución. Por ejemplo, doy fe de un tema que conozco. ¿Por qué no se jubilaba ningún médico en el sistema antiguo? Porque no se podía jubilar; precisamente, después de hacer sus turnos, se iba derecho a la tumba.
Hoy, el verdadero tema pasa por transmitir calma a la población para que no cunda el pánico y no corramos como conejos asustados. Tenemos que actuar responsablemente. Cuando la crisis pase y vuelva la ansiada calma, veremos que nuestros fondos comienzan a funcionar de nuevo. Pero, técnicamente, ¿qué puede hacer hoy el Estado? Esperar y, al final del día, pagar los platos rotos.
He dicho.
El señor ULLOA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Mario Ossandón .
El señor OSSANDÓN (subsecretario de Previsión Social).-
Señor Presidente, hemos hecho un planteamiento por escrito sobre los distintos aspectos planteados en la convocatoria a esta reunión. No obstante eso, me hago cargo de alguna de las preocupaciones planteadas por las señoras diputadas y los señores diputados respecto del régimen de pensiones.
En primer lugar, ¿cuál es la dimensión exacta de la cantidad de gente por jubilar? Si se toma la variable de las mujeres de sesenta años que están en edad para jubilar, hablamos de más o menos veinte mil personas; si se toma la de los hombres de sesenta y cinco años, hablamos de trece mil personas. Frente a estas cifras, si se agudizara la crisis, ¿el Gobierno tiene capacidad para reaccionar? Sí, porque son cifras absolutamente administrables en el caso de que los fondos cayeran a cero o sucediera algún problema de la mayor magnitud conocida.
En segundo lugar, son relativamente menores los fondos de este segmento que hoy están en juego. En la mayoría de los casos, tanto en mujeres como en hombres, a los actuales promedios de ahorro necesariamente hay que activar un conjunto de elementos de la protección social. O sea, muchos de los ciudadanos van a jubilar con algún apoyo del Estado, independiente de la crisis, como la pensión mínima garantizada o los factores fijados por la nueva ley de la reforma previsional de aporte previsional adicional para complementar los mínimos. Entonces, tampoco hay una cantidad importante de pérdida, independiente de la crisis que se produzca en el sistema financiero de estos ahorros para quienes van a jubilar.
También tenemos medidas importantes respecto de cómo se está abordando otro conjunto de materias. Por ejemplo, el diputado Lorenzini planteaba medidas relacionadas con el desconocimiento de los usuarios respecto de sus propios fondos. Le recuerdo que la propia ley creó varias instancias que obligan a las AFP a mejorar su sistema de información y de análisis hacia los usuarios. Entre ellas, quiero destacar que el próximo mes comienza a funcionar el Comité de Usuarios y las AFP tienen la obligación de responder por cada una de las consultas, no sólo de la administración del Fondo, sino también de los costos y procesos de su gestión.
Asimismo, en los próximos días estará en pleno funcionamiento el Comité de Expertos, el cual permitirá tener análisis distintos de la industria de las AFP, donde están los fondos, y saber qué medidas de resguardo se están tomando. Además, en ese mismo sentido puede sugerir modificaciones de resguardo respecto de las inversiones.
También está el Comité Técnico de Inversiones, conformado por distintos expertos que trabajan en estas materias, lo que va a permitir tener un análisis mucho más profundo. Parte de estas correcciones del mercado se hicieron precisamente en la última reforma que ustedes mismos aprobaron.
Respecto de lo planteado por el diputado Dittborn y otros, efectivamente tenemos algunos riesgos. Me parece obvio y todos compartimos ese punto. Pero quiero destacar que el Fondo donde está la mayoría de las personas que hoy podrían jubilar por edad, se encuentra bastante resguardado de las pérdidas. El Fondo E solamente ha perdido, a fines de septiembre un 1 por ciento, último porcentaje informado por la Superintendencia; el Fondo D ha perdido un 3,5 por ciento. Entonces, no estamos hablando de grandes pérdidas ni de una crisis profunda del sistema y de la rentabilidad de estos sectores, que es donde están concentrados los fondos. Al respecto, el superintendente explicaba que había ciertas limitaciones de edad para trasladarse de un fondo a otro.
Además, quiero recordar alguien ya lo indicó que las personas pueden cambiar sus fondos en cualquier momento, incluso por Internet si tienen su clave. En consecuencia, tampoco hay una limitación muy importante.
Por lo tanto, las medidas que se están tomando, la atención que se tiene sobre los fondos, la magnitud del problema que tenemos que enfrentar en los próximos días, como Gobierno, nos hace pensar que no hay ningún elemento que pueda poner realmente en riesgo el sistema ni que estemos frente a una crisis de envergadura que se nos pueda escapar de las manos. Realmente, estamos muy conscientes de las cifras y de todos los temas.
Por último, en relación con lo planteado por la diputada Sepúlveda , quiero decir que en los próximos días, inmediatamente después de las elecciones municipales, viene un conjunto de instrumentos pedagógicos que van a ser puestos a disposición de la ciudadanía. Entre ellos, uno muy importante para resolver lo que preguntaba la señora diputada. ¿Cómo se hacen las simulaciones? Son muchas las variables, no es llegar y responder con cuánto jubila un campesino que tiene diez millones de pesos de ahorro, porque depende de muchos otros factores. Vamos a poner a disposición de todos los usuarios y, por cierto, de ustedes, que tienen contacto con la ciudadanía, un sistema muy sencillo que permite calcular diferentes variables y hacer simulaciones con distintos supuestos. Eso es parte del cambio y de la cultura previsional para que los usuarios tengan la oportunidad de contar con más información a fin de tomar decisiones acerca de las alternativas de inversión, de ahorro o de aumento de los procesos de trabajo respecto de otros instrumentos.
Finalmente, en relación con lo expresado por el diputado Tuma , quiero señalar que el Gobierno, en la última reforma previsional, vuelve al sistema de ahorro y a colaborar con el ahorro personal. No se trata sólo de ahorro individual. De hecho, se ha implementado desde el 1 de octubre la contribución a los empresarios en materia de empleo juvenil, equivalente a la mitad del costo de las imposiciones del salario mínimo. En consecuencia, no estamos ausentes del aporte a los cotizantes, porque éste finalmente es para el joven, aunque se haga al trabajador, se hace el descuento de la imposición del joven.
Además, quiero recordar los estímulos creados a partir del 1 de octubre respecto del ahorro colectivo y los adicionales aportados por el Gobierno para estimularlo.
Asimismo, una parte importante del seguro de sobrevivencia lo pagan los empleadores de empresas con más de cien trabajadores y no sólo los trabajadores. Entonces, hay una contribución tanto del mundo empresarial como del Gobierno a la capitalización de los trabajadores. No hay abandono total del Estado en la previsión individual o de capitalización individual de los trabajadores. Esto fue lo que corrigió la última reforma.
En cuanto a la preocupación del diputado señor Mulet , relacionada con el dinero que puede llegar a perder una persona en condiciones de mayor pobreza desde el punto de vista de sus fondos previsionales, quiero recordarle que existe una garantía estatal que no se ha tocado. Ella asegura, bajo ciertas condiciones, un mínimo de pensión, independientemente de la rentabilidad de los fondos. No ha habido ninguna modificación en la garantía de los montos mínimos asegurados por ley, que son una mayoría importante. Es relevante recordar que sólo en retiro programado, equivale al 20 por ciento del total de pensiones anuales, que paga el seguro de garantía estatal. En cuanto a los retiros variables o voluntarios, el 10 por ciento de las pensiones las paga el Estado.
En resumen, no existe riesgo de que los más pobres pierdan lo que históricamente ha pagado el sistema.
He dicho.
El señor ULLOA (Vicepresidente).-
Cerrado el debate.
El señor Secretario dará lectura al proyecto de acuerdo Nº 663.
El señor ÁLVAREZ (Secretario accidental).-
Proyecto de acuerdo Nº 663, de la señora Sepúlveda , doña Alejandra , y de los señores Jarpa , Lorenzini , Mulet , Ascencio , Quintana , Leal y Díaz, don Eduardo , que en su parte resolutiva dice:
“La Cámara de Diputados acuerda:
Solicitar a su excelencia la Presidenta de la República que:
1. Instruya al ministro del Trabajo y Previsión Social, a fin de que se tomen las medidas conducentes a que los trabajadores y trabajadoras sean completamente informados por las AFP, a fin de tomar decisiones en materia previsional;
2. Estudie las consecuencias que puede tener en el empleo de personas jóvenes la eventual postergación de jubilaciones de personas adultas, y tome las medidas para que no se perjudique su legítimo derecho al trabajo;
3. Ordene al ministro del Trabajo y Previsión Social que informe regularmente, por oficio a la Cámara de Diputados, sobre el volumen y comportamiento de las inversiones de los fondos de pensiones en el exterior, y
4. Ordene estudiar una fórmula compensatoria de las pérdidas sufridas por los trabajadores de menos ingresos próximos a jubilar”.
El señor ULLOA (Vicepresidente).-
En votación el proyecto de acuerdo.
El señor ULLOA (Vicepresidente).-
Aprobado.
Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi
Se abstuvo el diputado señor
El texto íntegro del proyecto de acuerdo figura en la página de internet de la Cámara de Diputados, cuya dirección es: www.camara.cl/pacuerdo/
El señor ULLOA (Vicepresidente).-
Por haber cumplido con su objeto, se levanta la sesión.
Se levantó la sesión a las 17.43 horas.
TOMÁS PALOMINOS BESOAÍN ,
Jefe de la Redacción de Sesiones Subrogante.
DOCUMENTOS DE LA CUENTA
Moción de las diputadas señoras Muñoz, doña Adriana, y Tohá, doña Carolina, y de los diputados señores Aguiló, Alinco, Ceroni, Chahuán, Burgos, Encina, Recondo y Saffirio.
Establece Estatuto Especial para trabajadores de los parlamentarios y regula administración de asignaciones. (boletín N° 6161-07)
“Honorable Cámara: Desde la reinstalación del Congreso Nacional en 1990, ha existido una permanente discusión, tanto al interior del Poder Legislativo como en la opinión pública, acerca de la forma y monto de las asignaciones de los parlamentarios. Como es de público conocimiento, la Constitución Política expresa parlamentarios corresponderá equivalente a la en términos generales que a los como única renta una dieta remuneración de un Ministro de Estado incluidas todas las asignaciones que a éstos correspondan. Tradicionalmente se ha interpretado el artículo 62 de la Carta Fundamental en el sentido de que corresponde que sea a los diputados a los que se les pague o transfiera los recursos necesarios para equiparar sus ingresos al de los Ministros de Estado. En tal sentido, se ha entendido que los diputados y senadores tienen el derecho a acceder a una asignación para la contratación de asesores, secretarias, choferes y otros trabajadores que requieran para el cumplimiento de su mandato constitucional. En lo que toca a la Cámara de Diputados, esta asignación se concreta en un monto de dinero respecto del cual, con absoluta libertad, los diputados proceden a contratar, por su cuenta y responsabilidad, las personas que estimen pertinentes para el cumplimiento de sus cometidos, con la única limitación que tratándose de personas que realicen funciones regulares y permanentes, bajo supervisión o dependencia directa del parlamentario, debe ser contratado conforme a las normas del Código del Trabajo. Algo similar ocurre en el Senado. No obstante, es una realidad que muchos otros servidores que desempeñan funciones para los diputados y senadores lo hacen sin sujeción a tales reglas mínimas y, por el contrario, tienen una relación laboral precaria al cumplir funciones en calidad de personal a honorario sin que se trate necesariamente del concurso profesional de algún experto que se dé en carácter de transitoria, sino que se trata de puestos permanentes que desempeñan periodistas, egresados de derecho e incluso personal administrativo o personas sin calificación que son empleados en esta modalidad para cumplir labores básicamente en los distritos o circunscripciones. Lo anterior, ha significado un gran desorden y descontento laboral por las grandes desigualdades que se notan en la forma en que contratan los diputados, pues al tratarse de una relación individual entre éstos y sus trabajadores, no existen normas mínimas que señalen el perfil que estos trabajadores deben cumplir, las rentas que deben percibir o incluso el horario laboral al que están afectos. Por otra parte, se genera una recarga administrativa importante en los propios parlamentarios que terminan siendo verdaderos jefes administrativos de sus trabajadores a quienes de- 34 CÁMARA DE DIPUTADOS ben pagar sus remuneraciones y demás beneficios, en vez de que todo estos sea realizado de manera descentralizada por cada Corporación. Los autores de esta moción, estimamos que es el momento de realizar un cambio importante en la forma en que se regula estas materias, creando por ley un estatuto especial que asegure la forma en que se contratará a todos estos trabajadores, que fije sus derechos y obligaciones, las remuneraciones y otros beneficios que les corresponderá y que toda esta relación sea efectuada directamente por los servicios administrativos de cada Cámara con tales personas, de manera que a los diputados y senadores sólo competa indicar la identidad de las personas que desempañaran estos cargos, los que, por cierto, deberán cumplir los requisitos que se exijan para desempeñar las distintas funciones que se definan. Por otra parte, y como se ha expresado, en virtud de las normas constitucionales a los parlamentarios corresponde una serie de gastos, que podría denominarse como operacionales y que corresponde a los Ministros de Estado, tales como traslados, viáticos, alojamiento, secretaría, insumos de oficina, telefonía, correo, etcétera, los cuales son cubiertos con recursos del presupuesto de cada Ministerio Las Cámara internamente y con cargo a sus presupuestos, han acordado una serie de asignaciones que tienen por finalidad cubrir gastos de naturaleza similar a los expresados, y cuya génesis, modificaciones y adecuaciones cada día se ve más cuestionada por ser el mismo órgano que los percibe el que fija su monto y destino, a diferencia de lo que ocurre con los Ministros que tienen esos gastos autorizados por ley. Los diversos tratadistas que se han abocado al estudio de estas materias, estiman en relación al otorgamiento de las asignaciones parlamentarias que el Congreso no está facultado para fijar por sus órganos interno motu proprio las remuneraciones o asignaciones a las que tienen derecho sus integrantes, pues todas ellas deben estar precisadas a lo menos en sus reglamentos. Atendido lo anterior y la demanda que en esto manifiesta la ciudadanía, parece recomendable que tanto la creación de las asignaciones parlamentarias, como su monto y reajustabilidad quede determinado por los reglamentos de cada Cámara y su administración se haga en forma centralizada por los órganos internos encargado por las respectivas Cámara. En mérito a lo anterior, proponemos el siguiente: Proyecto de ley: “Artículo único. Modifícase la ley N° 18.918, orgánica constitucional del Congreso Nacional, en los términos siguientes: a) Agrégase el siguiente inciso cuarto en el artículo 3°: “Las Cámaras deberán establecer un estatuto especial que regule los derechos y obligaciones que emanen de las relaciones laborales entre los parlamentarios y las personas que éstos contraten o designen, según sea el caso, para el ejercicio de su mandato. Dicho estatuto deberá aprobarse, a proposición de la Comisión de Régimen Interior del Senado y de Régimen Interno de la Cámara de Diputados, respectivamente, con las formalidades que rigen, dentro de cada Corporación, para la tramitación de un proyecto de ley. En todo caso, el referido estatuto establecerá los requisitos mínimos que se deberán cumplir para el desempeño de ciertas funciones y, además, que la remuneración y otros estipendios que correspondan a estos trabajadores se les pagué siempre directamente por la respectiva Cámara. En todo caso, estos funcionarios serán siempre de confianza del respectivo parlamentario que los contrate o designen y su empleo terminará conjuntamente con el mandato de aquél. En forma supletoria SESIÓN 90ª, EN MIÉRCOLES 15 DE OCTUBRE DE 2008 3 5 a dichos trabajadores se les aplicará el Código del Trabajo en todo aquello que no sea regulado por el citado estatuto.”. b) Incorpórase el siguiente inciso final en el artículo 54: “Con cargo a los presupuestos de cada Cámara los diputados y senadores tendrán derecho para el cumplimiento de sus funciones a las asignaciones que fijen sus respectivos reglamentos. Sin perjuicio de lo anterior, cada Cámara deberá proporcionar los elementos muebles y los inmuebles que sean necesarios para tal fin, los que deberán ser contratados y administrados directamente por éstas o entregados en comodato, según sea el caso. Los reglamentos regularán la forma en que se entregarán dichos bienes o los suministros que se contraten y la forma en que se rendirán los gastos que se efectúan. De todo ello se deberá dejar expresa constancia en los informes que emita las respectivas comisiones revisoras de cuentas.”.”.