Labor Parlamentaria
Diario de sesiones
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Índice
- DOCUMENTO
- PORTADA
- I. ASISTENCIA
- II. APERTURA DE LA SESIÓN
- III.
ORDEN DEL DÍA
-
DESIGNACIÓN DE SEÑORA GABRIELA PÉREZ PAREDES COMO MINISTRA DE CORTE SUPREMA
- ANTECEDENTE
- INTERVENCIÓN : Jaime Naranjo Ortiz
- INTERVENCIÓN : Alberto Espina Otero
- INTERVENCIÓN : Hernan Larrain Fernandez
- INTERVENCIÓN : Jose Antonio Gomez Urrutia
- INTERVENCIÓN : Guido Girardi Lavin
- INTERVENCIÓN : Soledad Alvear Valenzuela
- INTERVENCIÓN : Roberto Munoz Barra
- INTERVENCIÓN : Guillermo Vasquez Ubeda
- DEBATE
-
DESIGNACIÓN DE SEÑORA GABRIELA PÉREZ PAREDES COMO MINISTRA DE CORTE SUPREMA
- CIERRE DE LA SESIÓN
Notas aclaratorias
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REPÚBLICA DE CHILE
DIARIO DE SESIONES DEL SENADO
PUBLICACIÓN OFICIAL
LEGISLATURA 355ª
Sesión 13ª, en miércoles 2 de mayo de 2007
Especial
(De 16:7 a 16:41)
PRESIDENCIA DEL SEÑOR EDUARDO FREI RUIZ-TAGLE, PRESIDENTE
SECRETARIO, EL SEÑOR JOSÉ LUIS ALLLIENDE LEIVA, SUBROGANTE
Í N D I C E
Versión Taquigráfica
Pág.
I. ASISTENCIA.........................................................................................................
II. APERTURA DE LA SESIÓN...............................................................................
III. ORDEN DEL DÍA:
Designación de señora Gabriela Pérez Paredes como Ministra de la Corte Suprema (S 957-05) (se aprueba)¿¿¿¿¿¿
I. ASISTENCIA
Asistieron los señores:
--Allamand Zavala, Andrés
--Alvear Valenzuela, Soledad
--Arancibia Reyes, Jorge
--Cantero Ojeda, Carlos
--Chadwick Piñera, Andrés
--Coloma Correa, Juan Antonio
--Escalona Medina, Camilo
--Espina Otero, Alberto
--Frei Ruiz-Tagle, Eduardo
--García Ruminot, José
--Girardi Lavín, Guido
--Gómez Urrutia, José Antonio
--Horvath Kiss, Antonio
--Kuschel Silva, Carlos
--Larraín Fernández, Hernán
--Longueira Montes, Pablo
--Matthei Fornet, Evelyn
--Muñoz Barra, Roberto
--Naranjo Ortiz, Jaime
--Navarro Brain, Alejandro
--Novoa Vásquez, Jovino
--Núñez Muñoz, Ricardo
--Ominami Pascual, Carlos
--Orpis Bouchón, Jaime
--Pérez Varela, Victor
--Pizarro Soto, Jorge
--Prokurica Prokurica, Baldo
--Romero Pizarro, Sergio
--Ruiz-Esquide Jara, Mariano
--Sabag Castillo, Hosaín
--Vásquez Úbeda, Guillermo
--Zaldívar Larraín, Adolfo
Concurrieron, además, el señor Ministro del Interior , don Belisario Velasco Barahona, la señora Ministra de Educación , doña Yasna Provoste Campillay, y de Justicia, don Carlos Maldonado Curtis.
Actuó de Secretario el señor José Luis Alliende Leiva, y de Prosecretario, el señor Mario Labbe Araneda.
II. APERTURA DE LA SESIÓN
--Se abrió la sesión a las 16:7, en presencia de 27 señores Senadores.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
En el nombre de Dios, se abre la sesión.
III. ORDEN DEL DÍA
DESIGNACIÓN DE SEÑORA GABRIELA PÉREZ PAREDES COMO MINISTRA DE CORTE SUPREMA
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Los Comités, en sesión de hoy, acordaron citar a esta sesión especial con el objeto de pronunciarse acerca de la solicitud de Su Excelencia la Presidenta de la República para designar como Ministra de la Corte Suprema a la señora Gabriela Pérez Paredes, propuesta que cuenta con informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.
--Los antecedentes sobre el oficio (S 957-05) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Se da cuenta en sesión 13ª, en 2 de mayo de 2007.
Informe de Comisión:
Constitución, sesión 13ª, en 2 de mayo de 2007.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor ALLIENDE ( Secretario General subrogante).-
En su oficio el Ejecutivo señala que se encuentra vacante un cargo de Ministro de la Corte Suprema por cese de funciones de doña María Antonia Morales y que, de conformidad con lo preceptuado en el Nº 9) del artículo 53 y en el artículo 78 de la Constitución Política, viene en proponer a la magistrada señora Gabriela Pérez para que sea nombrada como Ministra del Máximo Tribunal .
La Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, en sesión celebrada hoy, conoció los antecedentes referidos a dicha solicitud y, asimismo, escuchó los planteamientos de la señora magistrada acerca de la administración de justicia en nuestro país.
La Comisión, por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores señora Alvear y señores Espina, Gómez y Larraín, informa a la Sala que en la designación de Ministro de la Corte Suprema en trámite se ha dado cumplimiento a los requisitos y formalidades previstos por el ordenamiento jurídico.
Cabe tener presente que el Senado debe dar su aprobación al nombramiento de la señora Gabriela Pérez Paredes como Ministra de la Corte Suprema con el voto conforme de los dos tercios de los señores Senadores en ejercicio, esto es, 25.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
En votación electrónica.
--(Durante la votación).
El señor NARANJO.-
Señor Presidente, una vez más la Sala tiene que pronunciarse acerca de la nominación de la señora Presidenta de la República de un Ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago para integrar la Corte Suprema.
Al respecto, el Senado siempre debe tener también en consideración -aparte los méritos personales-, otros elementos que es importante reiterar, en cuanto a cómo estos jueces, a través de sus múltiples fallos, van estableciendo doctrinas y jurisprudencia. Por lo menos en mi caso particular, estimo de la mayor relevancia saber cuál es la doctrina que sobre diversas materias sustentan quienes van a asumir tan altas responsabilidades.
Con ese propósito, asistí a la Comisión de Constitución para escuchar la exposición de la señora Gabriela Pérez , quien, aparte ser muy respetable, posee un amplio conocimiento en materia jurídica. Le hice diferentes preguntas que apuntaban a conocer su planteamiento sobre cuestiones que me parecen relevantes y que dicen relación al decreto ley de amnistía, a la libertad de expresión, a la concepción de la vida o a otros asuntos, las cuales deben tenerse en cuenta al momento de elegir a estas autoridades.
Con el respeto que me merece la señora magistrada, debo señalar que no quedé satisfecho con sus respuestas acerca de materias que encuentro muy importantes si el día de mañana tiene que resolver situaciones de cierta envergadura y de esa naturaleza.
Con ello no pretendo transformarme en una persona muy especial, particularmente en lo referido a los derechos humanos.
Respeto la calidad humana y ética de los señores Senadores sobre dicha cuestión.
Pero, yo por lo menos, voy a entregar mi voto negativo a esta proposición, pues la señora Presidenta de la República -por muy de Gobierno que se sea- efectúa proposiciones y no imposiciones. Por lo tanto, en ese espíritu y en tal ánimo, uno debe analizarlas en conciencia.
Aun más, señor Presidente , entiendo que -lo he conversado con el señor Ministro de Justicia -, en virtud de un acuerdo político de hace mucho tiempo, en esta ocasión corresponde designar a una persona de la otra sensibilidad.
Y me parece bien, ya que, como ni Oposición ni Gobierno cuentan con mayoría en el Senado, es obvio y natural que se tenga que conversar. No es nada grave. Y no tenemos que asustarnos ni avergonzarnos. Porque, si se tiene que nombrar a estas autoridades y ninguna de las fuerzas políticas dispone de los votos suficientes para ello, hay que dialogar y llegar a acuerdo. Por eso, en algún momento el elegido tendrá una sensibilidad u otra.
Por consiguiente, la composición de la Corte Suprema tendría que recoger esa diversidad de sensibilidades. Ojalá las recogiera todas. Pero no es así.
Por tanto, aun cuando haya un acuerdo, la responsabilidad política también se enfrenta a la responsabilidad ética. Y, en ciertas oportunidades, hay razones más fuertes que otras y uno se inclina por algunas de ellas.
Por esas consideraciones, señor Presidente, mi voto es negativo.
El señor ESPINA.-
Señor Presidente , la participación de doña Gabriela Pérez en la sesión de hoy de la Comisión de Constitución refleja que se trata de una brillante Ministra de Corte , que tiene absoluta independencia de juicio para resolver los asuntos que llegan a su conocimiento.
Por eso, me parece absolutamente injusto calificarla como pro Gobierno o pro Oposición.
Quien haya seguido sus resoluciones judiciales podrá constatar que, en muchas ocasiones, ella ha resuelto materias en las que tal vez existan coincidencias con el Ejecutivo o con la Oposición. Y lo ha hecho totalmente al margen de factores políticos, como debe actuar un buen juez, sobre la base de lo que estima correcto según la ley vigente en nuestro país.
En segundo término, a lo menos durante los últimos tres años, doña Gabriela Pérez ha encabezado las proposiciones hechas por la Corte Suprema a la Presidenta Bachelet y, en su momento, al Presidente Ricardo Lagos .
Se trata de una Ministra de Corte con 40 años de experiencia en el Poder Judicial y una carrera intachable, cuyas calificaciones, de acuerdo al antiguo sistema o al actual, han sido sobresalientes, por lo que el Pleno de la Corte Suprema la ha nominado en varias oportunidades en el primer lugar para acceder al Máximo Tribunal.
En la Comisión de Constitución, ella se refirió con total independencia y conocimiento a asuntos tan importantes como el funcionamiento de las Cortes de Apelaciones, a un proyecto de ley sobre la materia, en actual tramitación, donde coincidió con el diagnóstico de sus cinco miembros, lo que llevó al Gobierno a reformularlo.
También expresó su parecer acerca del sistema de calificaciones. Ha sido una de las pocas juezas que he visto enfrentar directamente y sin lecturas equivocadas los errores existentes en él, que dicen relación a lo impersonal que resultan, señalando que una de las tareas a las que debe abocarse la Corte Suprema -obviamente, con la participación del Poder Legislativo en cuanto a los cambios requeridos- es, precisamente, su modificación, ya que muchos de los calificados a veces ni siquiera son conocidos personalmente por los Ministros encargados de tal función.
Por otro lado, sostuvo que iba a aplicar la ley vigente, cualquiera que ella sea, e hizo precisiones acerca de cómo perfeccionar la reforma procesal penal, de la cual se declaró partidaria.
A mi juicio, señor Presidente , pocas veces un Ministro de Corte de Apelaciones ha abordado gran cantidad de temas con tanta franqueza, claridad y sin posiciones ambiguas. Por eso, creo que doña Gabriela Pérez reúne de sobra las condiciones para llegar a la Excelentísima Corte Suprema.
La Ministra Pérez expresó que iba a aplicar la legislación vigente.
Al respecto, me preocupa mucho -lo digo con el debido respeto a la opinión del Senador que me antecedió en el uso de la palabra- el que empecemos a elegir a los jueces de acuerdo con sus fallos. Si así procediéramos, la independencia del Poder Judicial , de la que tanta gala se hace, no existiría.
Si vamos a nombrar Ministros de la Corte Suprema a quienes fallan según nuestra forma de pensar respecto de un juicio específico, se acabará la independencia del Poder Judicial , ya que mañana una mayoría política determinada, si se disminuyese el quórum constitucional para los nombramientos, podría tratar de hacer coincidir las sentencias con los planteamientos ideológicos de la coalición gobernante, cualquiera que sea.
En consecuencia, desde el punto de vista del buen funcionamiento del Poder Judicial , encuentro inaceptable -acato las distintas opiniones sobre el particular, pero debo expresarlo con mucha franqueza- que los fundamentos para votar a favor o en contra de un juez no sean sus méritos personales, su trayectoria, su independencia, su forma de resolver los asuntos, sus calificaciones, su visión acerca del Poder Judicial , su opinión sobre la reforma de los juzgados de familia y de los tribunales laborales, sino lo buenas o malas que para uno resultan sus sentencias.
Eso constituiría la invasión más grotesca en las atribuciones de un Poder del Estado. Sería como si los Ministros de una Sala, cuando se les pidiera desaforar a un Parlamentario, dijesen: "Vamos a ver si estamos de acuerdo con su opinión política para desaforarlo o no y si ella representa a la mayoría o minoría en el Parlamento".
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Ha finalizado su tiempo, señor Senador.
El señor ESPINA.-
Por lo tanto -y concluyo con esto, señor Presidente-, ese argumento me parece extraordinariamente grave. Nosotros debemos resolver por los méritos del Ministro propuesto.
En el caso que nos ocupa, la señora Gabriela Pérez realizó una exposición completa, notable. Y la Corte Suprema, si el Senado ratifica su designación, tendrá un miembro que dará garantías de aplicación de la ley más allá de cualquier presión política que se desee ejercer.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Larraín.
El señor LARRAÍN.-
Señor Presidente , quiero manifestar nuestra conformidad con la proposición de la Presidenta de la República para designar a la magistrada Gabriela Pérez Ministra de la Corte Suprema . En primer lugar, por sus antecedentes y por su trayectoria como jueza.
Ingresó al Poder Judicial en 1966, y desde entonces se le reconoce un trabajo judicial de primera categoría. Así lo han entendido todos sus pares. Por esa razón -como se recordaba recién-, desde hace mucho tiempo ha figurado a la cabeza de las quinas formadas por la Corte Suprema.
Eso, obviamente, refleja que al interior de los tribunales hay una alta imagen, un elevado prestigio y un gran reconocimiento en torno a la figura de doña Gabriela Pérez . Por lo tanto, por su historia, no hay sino razones favorables para aprobar su nombramiento.
En la discusión de esta mañana en la Comisión de Constitución, se formularon consultas a esa magistrada con el objeto de conocer su criterio y sus reacciones en distintas materias. Y me atrevo a subrayar un elemento que me parece esencial -incluso más allá de su visión sobre temas específicos respecto de los cuales los jueces deben pronunciarse-: su independencia.
Le pregunté cómo veía lo relativo a la independencia del Poder Judicial ; si la tenía o no, y de qué manera actúa frente a las presiones de origen diverso que cada cierto tiempo sufren los tribunales. Quizás resumiría todo lo que dijo si sostengo que se autodefinió como "gabrielista", en el sentido de que no sigue paradigmas de ningún tipo, sino que aplica su criterio hasta el final, para bien o para mal.
Lo anterior me hizo mucho sentido, pues algunos de sus juicios fueron bastante contrarios al sentir mayoritario de la Corte Suprema, por ejemplo, o a algunos aspectos que siempre ha hecho presentes el Poder Judicial .
Porque ella tiene opinión propia, y así la fundamenta. Y, posiblemente, algunos no querían nombrarla, entre otras razones, porque escapa a todo cálculo y a cualquier tipo de influencia que se pueda ejercer sobre una persona.
A mí, eso me da mayor garantía de que la Ministra Pérez actuará conforme a su criterio jurídico, con prescindencia de toda presión o influencia externa que se pueda hacer sobre su persona ante determinada decisión.
Por último, también quiero hacerme cargo del argumento discriminatorio que se aduce por sus fallos.
Yo he votado favorablemente la nominación de Ministros de Corte -al final han sido elegidos- pese a haber estado en desacuerdo con sus trayectorias como jueces. Y ello, porque estimo que la Corte Suprema debe recoger la diversidad de opiniones existentes en el país: visiones filosóficas, jurisdiccionales, de Derecho, acerca de las cuales nadie tiene la última palabra ni es dueño de la verdad.
Pero la exclusión que hacen algunos respecto de quienes tienen determinada posición envuelve un criterio discriminatorio, que repugna a la conciencia en cuanto a lo que, por lo menos en mi concepto, debe hacer el Senado.
Pienso que hemos de proceder con cierta altura y buscando esa diversidad. Si alguien reúne los requisitos profesionales, morales, de trayectoria y de independencia y se ha producido acuerdo en torno a su nombre, no existe para rechazarlo razón alguna que no sea un criterio francamente discriminatorio, que a mi juicio no podemos aceptar, porque convertiría a la Corte Suprema, no en un tribunal de justicia, sino en un tribunal ideológico o con profundo sesgo sectario.
Por eso, no comparto los argumentos reseñados. Considero que no vienen al caso y que no deberían servir de fundamento en la votación de materias tan delicadas como la nominación de un magistrado.
Por tales razones, apoyaremos la propuesta de la Presidenta de la República para nombrar Ministra de la Corte Suprema a la señora Gabriela Pérez.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Gómez.
El señor GÓMEZ.-
Señor Presidente , hoy día en la Comisión recibimos a la Ministra de la Corte de Apelaciones de Santiago doña Gabriela Pérez . Y pudimos observar a una persona sin careta en sus expresiones en la Comisión. No quiso agradar a nadie ni disertar pensando en que podían votar a favor o en contra de ella, simplemente expuso su pensamiento sobre los temas más difíciles de abordar. Creo que eso es bueno, pues permite conocer a la persona y votar su nominación en la Comisión con la más absoluta independencia, sin perjuicio de que algunos de sus planteamientos pudieran agradar o no a quienes estábamos escuchándola.
La Ministra Gabriela Pérez hizo una exposición importante desde el punto de vista del desarrollo del Poder Judicial . Al preguntársele respecto de la independencia de él, manifestó que la alcanzará cuando logre autonomía total, incluso con autogeneración. Uno podrá concordar o no acerca de esto último -discrepo absolutamente de ella-, pero lo hizo presente.
Señaló, además, que mientras exista el actual sistema de calificaciones no habrá independencia absoluta. Ello -dijo- podría molestar incluso a sus jefes -utilizó otra palabra, que no voy a repetir acá-, a sus superiores, en definitiva. Sin embargo, la señora Ministra estima necesario hacer cambios profundos en esta materia, que permitan a los jueces tener independencia en el desempeño de sus funciones.
En ese sentido, conforme al debate realizado, no sólo en este caso, sino también en otros, a la Corte Suprema llegan distintas sensibilidades existentes en el país, lo cual me parece absolutamente razonable. Y es así como debe estar constituido el Alto Tribunal. A uno le puede gustar un fallo u otro. En el caso de la Ministra señora Pérez , los hay a favor y en contra en los asuntos que revisten mayor relevancia para algunos. Eso significa que tiene independencia al momento de fallar. Y eso es lo que debemos destacar de su presentación.
Como expresé, podemos estar o no de acuerdo con sus planteamientos y fallos. Pero es preciso tener presente que se trata de una persona inserta en la sociedad y que, por ende, tiene sensibilidades.
A ese respecto, siendo ésta una Cámara política, debe adoptar un acuerdo también político para designar a los integrantes del Máximo Tribunal. Eso no es malo y así ha sido hasta ahora. Los Ministros nombrados hasta la fecha, incluso por quienes llevan más tiempo que yo en el Senado, han demostrado un trabajo responsable, criterioso y que, en definitiva, prestigian al Poder Judicial . Eso es lo que se pretende con este tipo de debates.
Por lo señalado, señor Presidente , la consideramos una buena decisión de la Presidenta de la República y apoyaremos sin ninguna duda el nombramiento propuesto.
El señor GIRARDI.-
Señor Presidente, deseo reafirmar, en nombre del PPD, que esta proposición presidencial tiene un trasfondo. La Ministra señora Pérez ha exhibido una conducta intachable. Si uno revisa sus fallos, descarto que se la pueda posicionar como de Gobierno o de Oposición, conservadora o progresista. Algunos de ellos reflejan la visión valórica que uno pueda tener, y otros con los cuales se está en desacuerdo. Mas, no hay un enfoque sistemático. Ha dictado fallos que uno tiende a respaldar y otros que no comparte. Creo que sus resoluciones dan prueba de autonomía.
No es dable que uno formule un cuestionamiento ético a las personas porque discrepe de ellas. Y, de haber un cuestionamiento ético, muchos de nosotros no votaríamos a favor de su nombramiento. Y no lo hay respecto de su actuar, sino que sólo puede existir una legítima diferencia. Porque éste no es un mundo de iguales.
Aquí no se puede establecer un molde único para ver la sociedad. Un juez tendrá distintas visiones y criterios para resolver, y no siempre uno estará de acuerdo con sus decisiones. Pero no porque la Ministra en referencia haya tenido determinadas conductas es dable formular un cuestionamiento ético hacia su persona.
Voy a votar a favor. Y lo hago precisamente porque su nombramiento no me merece ningún reparo ético, pues, si lo hubiera, muchos de nosotros no podríamos respaldarlo.
Voto que sí.
La señora ALVEAR.-
Señor Presidente , en la Comisión escuchamos atentamente las diferentes respuestas que la Ministra Gabriela Pérez dio a cada una de las preguntas que le formulamos. Y deseo llamar la atención respecto de algunas de ellas, que apuntan en una dirección completamente distinta de la que hemos oído a muchos jueces o ministros cuando la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia los ha invitado.
En efecto, es difícil encontrar -y probablemente nos pase a todos- mucha autocrítica de parte de ellos en cuanto al funcionamiento del Poder Judicial. Y éste, al igual que todos en la vida, tiende a fijarse en las culpas de otros y no ve las propias.
Quiero destacar que la Ministra Gabriela Pérez esta mañana apuntó a aspectos de funcionamiento de dicho Poder del Estado que a pocos jueces se los he escuchado, y menos aún en público. Y llamo la atención de mis Honorables colegas acerca de lo que recoge el propio informe que tienen en sus manos.
Al preguntársele si apoyaba la supresión, a partir de junio próximo, de los actuales jueces del crimen que aún se desenvuelven en el antiguo sistema procesal penal, ella manifestó que le parecía una locura que algunos magistrados pidieran mantener el número en 18, porque no se justifica. Dijo que es mucho mejor que esos jueces pasen a reforzar el nuevo sistema, que verá incrementada su carga de trabajo por la entrada en vigencia de la ley de responsabilidad penal adolescente. Probablemente escucharíamos de muchos otros jueces pedir que se aumente la dotación, pero no que disminuya la del antiguo sistema para incrementar el nuevo, que sí los va a requerir.
Por otra parte, la señora Ministra fue muy explícita al criticar el proyecto en trámite en el Senado sobre división de las Cortes de Apelaciones. Y apuntó argumentos muy legítimos, como que las causas del crimen son cada vez menos, por razones obvias, por el nuevo proceso penal, y se incrementan las civiles, las de familia y las laborales.
En relación con la independencia de los jueces, me pareció muy notable lo que ella expresó. Hizo una autocrítica. Dijo: "Cómo yo voy a estar calificando, muchas veces por una foto, a un juez o a algún miembro del Poder Judicial que no conozco". Y, más aún, que no habrá absoluta independencia en él en tanto exista la calificación por parte de los superiores jerárquicos.
Al consultársele respecto de los problemas que se han generado con ocasión de la puesta en marcha de los tribunales de familia, la Ministra Gabriela Pérez señaló que ello se debe no sólo a problemas de diseño, sino también a -y voy a leer textualmente- "la mentalidad de los jueces y funcionarios provenientes del antiguo sistema".
Hizo una crítica a sus pares, a los jueces que vienen del antiguo sistema.
Y, en cuanto a la distribución de recursos, dijo algo que muchas veces he escuchado, especialmente de los colegas de regiones: la importancia de que exista mayor equidad en la distribución del Presupuesto en ellas y un mayor grado de autonomía de las corporaciones regionales, pues cada región conoce mejor su situación.
También deseo destacar lo que señaló la señora Ministra respecto del propio Poder Judicial -como se consigna en la parte pertinente del informe-: "la cultura organizacional de quienes se desempeñaron en los antiguos tribunales de familia determina que no existan filtros adecuados para acotar la demanda de servicios de justicia a aquellos problemas que claramente requieren una solución judicial y no de otro tipo.".
Llamo la atención de Sus Señorías acerca de ello, porque cuesta encontrar personas que hagan primero una autocrítica interna de las organizaciones a las que pertenecen, en lugar de pedir más recursos o mayores dotaciones. Y me parece extraordinariamente importante que a la Corte Suprema llegue alguien con tal nivel de autonomía, desde el punto de vista de lo que piensa del Poder Judicial .
Considero relevante destacarlo, y por eso votaré favorablemente la propuesta de la Presidenta de la República para nombrar como Ministra de la Corte Suprema a la señora Gabriela Pérez .
Voto que sí.
El señor MUÑOZ BARRA.-
Señor Presidente, ya el Senador señor Girardi señaló que el Partido Por la Democracia votará favorablemente la designación propuesta.
Sólo quiero decir, después de escuchar las intervenciones de distinguidos Honorables colegas alabando y reconociendo los innegables méritos de la señora Gabriela Pérez Paredes , que en diferentes circunstancias hemos tenido debates similares, en que los mismos argumentos dados por los señores Senadores de la Oposición los hemos planteado para determinados postulantes que también nosotros defendimos con mucho énfasis.
De tal manera que debemos reconocer -yo lo reconozco- que ninguna persona propuesta para cargos de esta envergadura no deja de reunir todos los requisitos profesionales y éticos para desempeñar tan altas responsabilidades.
No concuerdo con un señor Senador de la Concertación que votó en contra del nombramiento, haciendo uso de su derecho; pero tampoco comparto argumentos en que pareciere que la señora Gabriela Pérez sería una animita milagrosa del Poder Judicial . Yo, simplemente, sostengo que es una muy buena profesional, que tiene el currículum y los antecedentes para ocupar tan importante cargo.
Este tipo de debate se va a dar siempre en un sistema democrático como el nuestro, en que un Senado político debe determinar, en un momento dado, conforme a acuerdos políticos, la designación o el rechazo de determinada candidatura.
Con los mismos respetables argumentos formulados por mis Honorables colegas hemos defendido otras postulaciones para cargos similares. Sin embargo, han quedado en el camino, y no porque ética o profesionalmente las personas no hayan reunido las condiciones, sino, simplemente, debido a que sensibilidades políticas así lo decidieron.
Reitero: los dos Senadores del Partido Por la Democracia votaremos a favor de esta profesional que, insisto, cumple con los requisitos para desempeñar tan alta responsabilidad.
Voto que sí.
El señor VÁSQUEZ.-
Señor Presidente , he querido intervenir después de escuchar a quienes me antecedieron en el uso de la palabra, porque conozco a la magistrada señora Pérez desde que ejercí activamente la profesión en el foro.
Efectivamente, en sus distintos cargos, la señora Ministra ha demostrado lo que se ha dicho acá: criterios de independencia; de pleno respeto por sí misma, en el sentido de entender que es ella la que está decidiendo en un momento determinado. A mi juicio, por lo menos hasta donde la conozco, no es factible operar sobre su persona influencias fáciles; por el contrario, es bastante difícil siquiera tener algún acercamiento en el plano de las influencias.
En consecuencia, según mi parecer y experiencias personales, estoy cierto de que va a actuar en conformidad a lo que ella estima que concuerda con la ley y su conciencia.
Por lo tanto, ratifico las expresiones de quienes no conociéndola en el plano práctico, en el día a día, se han manifestado en esta oportunidad en función de lo que ella sostuvo en la Comisión y de informes provenientes de la Corte Suprema.
En consecuencia, manifiesto mi apoyo favorable a su nominación.
El señor ALLIENDE ( Secretario General subrogante ).-
¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Terminada la votación.
--Se aprueba la proposición de la Presidenta de la República para designar a la señora Gabriela Pérez Paredes como Ministra de la Corte Suprema (31 votos a favor y 1 en contra).
Votaron por la afirmativa los señores Allamand, Alvear, Arancibia, Cantero, Chadwick, Coloma, Escalona, Espina, Frei, García, Girardi, Gómez, Horvath, Kuschel, Larraín, Longueira, Matthei, Muñoz Barra, Navarro, Novoa, Núñez, Ominami, Orpis, Pérez Varela, Pizarro, Prokurica, Romero, Ruiz-Esquide, Sabag, Vásquez y Zaldívar.
Votó por la negativa el señor Naranjo.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro.
El señor MALDONADO ( Ministro de Justicia ).-
Señor Presidente, en nombre de la Presidenta de la República , agradezco muy sinceramente el amplio apoyo que ha brindado el Senado a la designación de la magistrada señora Gabriela Pérez como Ministra de la Corte Suprema de Justicia .
La decisión que hoy ha tomado la Cámara Alta por amplia mayoría viene a reconocer y a ratificar, en su persona, más de 40 años de impecable trayectoria judicial. Con esto, además, llenamos la vacante dejada por la Ministra señora María Antonia Morales , con lo cual -también importante- mantenemos la presencia de ministras mujeres en el Máximo Tribunal de Justicia de nuestro país.
Muchas gracias a las señoras y señores Senadores que dieron su aprobación.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Se levanta la sesión.
--Se levantó a las 16:41.
Manuel Ocaña Vergara,
Jefe de la Redacción