Labor Parlamentaria
Diario de sesiones
- Alto contraste
Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha
Índice
- DOCUMENTO
- PORTADA
- I. ASISTENCIA
- II. APERTURA DE LA SESIÓN
- III. TRAMITACIÓN DE ACTAS
- IV. CUENTA
- ACUERDOS DE COMITÉS
- V.
ORDEN DEL DÍA
-
CÓMPUTO DE PLAZO DE PRESCRIPCIÓN PARA DELITOS SEXUALES CONTRA MENORES DE EDAD
- ANTECEDENTE
- INTERVENCIÓN : Jose Antonio Gomez Urrutia
- INTERVENCIÓN : Alberto Espina Otero
- INTERVENCIÓN : Soledad Alvear Valenzuela
-
CREACIÓN DE FONDO DE ESTABILIZACIÓN FINANCIERA DE TRANSANTIAGO Y RECURSOS PARA REGIONES
- ANTECEDENTE
- INTERVENCIÓN : Camilo Escalona Medina
- INTERVENCIÓN : Evelyn Matthei Fornet
- INTERVENCIÓN : Carlos Ominami Pascual
- INTERVENCIÓN : Carlos Cantero Ojeda
- INTERVENCIÓN : Nelson Jaime Avila Contreras
- INTERVENCIÓN : Jovino Novoa Vasquez
- INTERVENCIÓN : Soledad Alvear Valenzuela
- INTERVENCIÓN : Jose Antonio Gomez Urrutia
- INTERVENCIÓN : Jose Garcia Ruminot
- INTERVENCIÓN : Roberto Munoz Barra
- INTERVENCIÓN : Jorge Pizarro Soto
- INTERVENCIÓN : Hernan Larrain Fernandez
- INTERVENCIÓN : Sergio Romero Pizarro
- INTERVENCIÓN : Jaime Gazmuri Mujica
- INTERVENCIÓN : Juan Antonio Coloma Correa
- INTERVENCIÓN : Guido Girardi Lavin
- INTERVENCIÓN : Pablo Longueira Montes
- DEBATE
- INTERVENCIÓN : Carlos Fernando Flores Labra
- INTERVENCIÓN : Andres Allamand Zavala
- INTERVENCIÓN : Jorge Patricio Arancibia Reyes
- INTERVENCIÓN : Alejandro Navarro Brain
- INTERVENCIÓN : Alberto Espina Otero
- INTERVENCIÓN : Sergio Mariano Ruiz Esquide Jara
- INTERVENCIÓN : Carlos Bianchi Chelech
- INTERVENCIÓN : Hosain Sabag Castillo
- INTERVENCIÓN : Guillermo Vasquez Ubeda
- INTERVENCIÓN : Miguel Adolfo Zaldivar Larrain
- DEBATE
-
CÓMPUTO DE PLAZO DE PRESCRIPCIÓN PARA DELITOS SEXUALES CONTRA MENORES DE EDAD
- PETICIONES DE OFICIOS
- PETICIÓN DE OFICIO : Alberto Espina Otero
- PETICIÓN DE OFICIO : Antonio Horvath Kiss
- PETICIÓN DE OFICIO : Antonio Horvath Kiss
- CIERRE DE LA SESIÓN
- ANEXO SESIÓN.
- MOCIÓN DE LOS HONORABLES SENADORES VÁSQUEZ, BIANCHI, MUÑOZ ABURTO Y SABAG, MEDIANTE LA CUAL INICIAN UN PROYECTO QUE MODIFICA LA LEY Nº 18.290, DE TRÁNSITO, Y OTROS CUERPOS LEGALES, A FIN DE INCORPORAR COMO INFRACCIÓN GRAVÍSIMA CONDUCIR VEHÍCULOS EN COMPETENCIA CON OTROS Y DE ESTABLECER EL COMISO DE LOS MISMOS. (5144-15)
- AUTOR DE UN DOCUMENTO
- Guillermo Vasquez Ubeda
- Carlos Bianchi Chelech
- Pedro Hector Munoz Aburto
- Hosain Sabag Castillo
- AUTOR DE UN DOCUMENTO
- MOCIÓN DE LOS HONORABLES SENADORES NARANJO Y MUÑOZ ABURTO, POR MEDIO DE LA CUAL INICIAN UN PROYECTO DE LEY QUE ESTABLECE COMO UNA NUEVA CIRCUNSTANCIA AGRAVANTE DE RESPONSABILIDAD PENAL LA INASISTENCIA A LA AUDIENCIA DE PREPARACIÓN DEL JUICIO ORAL (5145-07)
- AUTOR DE UN DOCUMENTO
- Jaime Naranjo Ortiz
- Pedro Hector Munoz Aburto
- AUTOR DE UN DOCUMENTO
- MOCIÓN DE LOS HONORABLES SENADORES HORVATH, GARCÍA, GIRARDI Y PROKURICA, CON LA QUE INICIAN UN PROYECTO DE LEY QUE ESTABLECE LA OBLIGACIÓN DE LOS PRESIDENTES DE AMBAS CÁMARAS DEL CONGRESO NACIONAL DE DAR CUENTA PÚBLICA ANUAL DEL TRABAJO LEGISLATIVO (5146-07)
- AUTOR DE UN DOCUMENTO
- Antonio Horvath Kiss
- Jose Garcia Ruminot
- Guido Girardi Lavin
- Baldo Prokurica Prokurica
- AUTOR DE UN DOCUMENTO
- MOCIÓN DE LOS HONORABLES SENADORES BIANCHI Y VÁSQUEZ, MEDIANTE LA CUAL INICIAN UN PROYECTO DE LEY QUE MODIFICA LA REGULACIÓN EN MATERIA DE SERVICIOS ELÉCTRICOS Y DE GAS, PARA ESTABLECER LA OBLIGACIÓN DE INFORMAR EN LA BOLETA LOS SERVICIOS AJENOS AL CONSUMO. (5147-03)
- AUTOR DE UN DOCUMENTO
- Carlos Bianchi Chelech
- Guillermo Vasquez Ubeda
- AUTOR DE UN DOCUMENTO
- MOCIÓN DE LOS HONORABLES SENADORES VÁSQUEZ, BIANCHI, MUÑOZ ABURTO Y SABAG, MEDIANTE LA CUAL INICIAN UN PROYECTO QUE MODIFICA LA LEY Nº 18.290, DE TRÁNSITO, Y OTROS CUERPOS LEGALES, A FIN DE INCORPORAR COMO INFRACCIÓN GRAVÍSIMA CONDUCIR VEHÍCULOS EN COMPETENCIA CON OTROS Y DE ESTABLECER EL COMISO DE LOS MISMOS. (5144-15)
Notas aclaratorias
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REPÚBLICA DE CHILE
DIARIO DE SESIONES DEL SENADO
PUBLICACIÓN OFICIAL
LEGISLATURA 355ª
Sesión 26ª, en martes 19 de junio de 2007
Ordinaria
(De 16:19 a 21:45)
PRESIDENCIA DE LOS SEÑORES EDUARDO FREI RUIZ-TAGLE, PRESIDENTE,
Y CARLOS OMINAMI PASCUAL, VICEPRESIDENTE
SECRETARIO, EL SEÑOR CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR
____________________
Í N D I C E
Versión Taquigráfica
Pág.
I. ASISTENCIA.........................................................................................................
II. APERTURA DE LA SESIÓN...............................................................................
III. TRAMITACIÓN DE ACTAS..........................................................................¿.
IV. CUENTA...............................................................................................................
Acuerdos de Comités¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿
V. ORDEN DEL DÍA:
Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que dispone que la prescripción en delitos sexuales contra menores se computará desde el día en que estos alcancen la mayoría de edad (3786-07 y 3799-07) (se aprueba en general y particular)¿¿¿.
Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que crea Fondo de Estabilización Financiera del Sistema de Transporte Público de la ciudad de Santiago (5090-15) (se aprueba en general)¿¿¿¿..
Peticiones de oficios (se anuncia su envío)¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿..
I. ASISTENCIA
Asistieron los señores:
--Allamand Zavala, Andrés
--Alvear Valenzuela, Soledad
--Arancibia Reyes, Jorge
--Ávila Contreras, Nelson
--Bianchi Chelech, Carlos
--Cantero Ojeda, Carlos
--Chadwick Piñera, Andrés
--Coloma Correa, Juan Antonio
--Escalona Medina, Camilo
--Espina Otero, Alberto
--Flores Labra, Fernando
--Frei Ruiz-Tagle, Eduardo
--García Ruminot, José
--Gazmuri Mujica, Jaime
--Girardi Lavín, Guido
--Gómez Urrutia, José Antonio
--Horvath Kiss, Antonio
--Kuschel Silva, Carlos
--Larraín Fernández, Hernán
--Letelier Morel, Juan Pablo
--Longueira Montes, Pablo
--Matthei Fornet, Evelyn
--Muñoz Aburto, Pedro
--Muñoz Barra, Roberto
--Naranjo Ortiz, Jaime
--Navarro Brain, Alejandro
--Novoa Vásquez, Jovino
--Núñez Muñoz, Ricardo
--Ominami Pascual, Carlos
--Orpis Bouchón, Jaime
--Pérez Varela, Victor
--Pizarro Soto, Jorge
--Prokurica Prokurica, Baldo
--Romero Pizarro, Sergio
--Ruiz-Esquide Jara, Mariano
--Sabag Castillo, Hosaín
--Vásquez Úbeda, Guillermo
--Zaldívar Larraín, Adolfo
Concurrieron, además, los señores Ministros del Interior , don Belisario Velasco Baraona; Secretario General de la Presidencia , don José Antonio Viera-Gallo Quesney; Secretario General de Gobierno , don Ricardo Lagos Weber; la señora Ministra de Educación , doña Yasna Provoste Campillay, y los señores Ministros de Justicia , don Carlos Maldonado Curtis, y de Transportes y Telecomunicaciones, don René Cortázar Sanz.
Actuó de Secretario el señor Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el señor José Luis Alliende Leiva.
II. APERTURA DE LA SESIÓN
--Se abrió la sesión a las 16:19, en presencia de 13 señores Senadores.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesión.
III. TRAMITACIÓN DE ACTAS
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).- Las actas de las sesiones 23ª, especial, en 12 de junio; 24ª y 25ª, ordinarias, en 12 y 13 de junio, respectivamente, todas del año en curso, se encuentran en Secretaría a disposición de los señores Senadores, hasta la sesión próxima, para su aprobación.
IV. CUENTA
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretaría.
El señor ALLIENDE ( Prosecretario ).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas:
Mensaje
De Su Excelencia la Presidenta de la República , por medio del cual retira y hace presente la urgencia, calificada de "suma", al proyecto de ley sobre acceso a la información pública (boletín N° 3.773-06).
--Queda retirada la urgencia, se tiene presente la nueva calificación y se manda agregar el documento a sus antecedentes.
Oficios
De Su Excelencia la Presidenta de la República , con el que comunica que no hará uso de la facultad que le confiere el inciso primero del artículo 73 de la Constitución Política de la República, en lo atinente al proyecto que modifica la ley N° 19.665, con el fin de posponer la fecha de nombramiento de los jueces de garantía y de tribunal oral en lo penal en la Región Metropolitana (boletín N° 5.099-07).
--Se toma conocimiento y se mandó comunicar al Excelentísimo Tribunal Constitucional.
Dos de la Honorable Cámara de Diputados:
Con el primero hace presente que prestó su aprobación, en los mismos términos en que lo hizo el Senado, al proyecto que modifica la ley N° 19.665, con el fin de posponer la fecha de nombramiento de los jueces de garantía y de tribunal oral en lo penal en la Región Metropolitana (boletín N° 5.099-07).
--Se toma conocimiento, se mandó comunicar a Su Excelencia la Presidenta de la República y se remite el documento al archivo, junto a sus antecedentes.
Con el segundo comunica que aprobó, con las modificaciones que indica, el proyecto de ley sobre acceso a la información pública (boletín N° 3.773-06).
--Pasa a la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización.
Tres de la Excelentísima Corte Suprema, con los cuales emite su parecer acerca de los siguientes proyectos:
1) El que modifica la Ley de Menores, en lo relativo al cuidado personal de los hijos y al régimen de visitas (boletín N° 5.002-07).
2) El que tipifica el delito de tráfico de niños y personas adultas y establece normas para su prevención y más efectiva persecución criminal (boletín N° 3.778-18).
3) El que modifica la ley N° 19.531 y concede beneficios que indica al personal del Poder Judicial , de la Academia Judicial y de la Corporación Administrativa del Poder Judicial (boletín N° 5.112-07).
--Se toma conocimiento y se manda agregar los documentos a sus antecedentes.
Tres del Excelentísimo Tribunal Constitucional:
Con el primero y el segundo remite copia autorizada de las sentencias dictadas respecto de la acción de inaplicabilidad por inconstitucionalidad del número 3) del artículo único del proyecto modificatorio de la ley N° 20.084, que establece un sistema de responsabilidad de los adolescentes por infracciones a la ley penal, y sobre el proyecto que modifica la ley N° 19.665, con el fin de posponer la fecha de nombramiento de los jueces de garantía y de tribunal oral en lo penal en la Región Metropolitana.
--Se toma conocimiento.
Con el tercero comunica que acogió a tramitación la acción de inaplicabilidad por inconstitucionalidad formulada en contra del artículo 450, inciso primero, del Código Penal, decretándose a su respecto remitir copia al Senado, con el objeto de que en el plazo de diez días presente sus observaciones y acompañe los antecedentes que estime pertinentes.
--Se toma conocimiento y se remiten los antecedentes a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.
Del señor Ministro de Defensa Nacional , mediante el cual da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador señor Horvath, acerca de la adquisición de terrenos por parte del señor Douglas Tompkins en la Undécima Región.
Dos del señor Ministro de Hacienda:
Con el primero contesta un oficio enviado en nombre del Senador señor García, referido a la posibilidad de incluir a las personas que han recibido jubilación anticipada en los futuros beneficios para los pensionados.
Con el segundo responde un oficio enviado en nombre del Senador señor Pérez Varela, relativo a las causas tributarias tramitadas ante los jefes de los departamentos del Tribunal Tributario del Servicio de Impuestos Internos que han sido anuladas por los tribunales de justicia y por el Tribunal Constitucional.
Dos de la señora Ministra de Salud:
Con el primero da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador señor Orpis, en cuanto a la regulación de la norma de arsénico para agua de consumo humano.
Con el segundo responde un oficio enviado en nombre de la Senadora señora Matthei, en relación con el funcionamiento del municipal concesionado en el sector de Chanchoquí, comuna de Paihuano, Cuarta Región.
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Cuatro del señor Ministro de Obras Públicas :
Con el primero contesta un oficio enviado en nombre del Senador señor Frei, acerca del retraso de las obras del colector Phillipi, en la ciudad de Valdivia.
Con el segundo y el tercero da respuesta a los oficios enviados en nombre del Senador señor Kuschel, en lo referente a la situación del denominado "Camino a Chile" y en relación con los proyectos de mejoramiento de rampas o muelles para la llegada de lanchas isleñas a Puerto Montt.
Con el cuarto contesta un oficio enviado en nombre del Senador señor Larraín, respecto de la situación que aqueja a la Asociación de Canalistas del Canal Putagán, Séptima Región.
Dos de la señora Ministra de Vivienda y Urbanismo:
Con el primero responde un oficio enviado en nombre del Senador señor Navarro, acerca de la regularización del dominio de los terrenos en que se encuentra la Caleta La Cata, en Lirquén, Octava Región.
Con el segundo da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senado, a través del cual se informa la aprobación de un proyecto de acuerdo en que se solicita la adopción de medidas en relación con los deudores habitacionales.
Tres del señor Ministro de Transportes y Telecomunicaciones:
Con el primero responde un oficio enviado en nombre del Senador señor Chadwick, acerca de la posibilidad de extender el ramal Pichilemu de Ferrocarriles del Estado.
Con el segundo contesta un oficio enviado en nombre del Senador señor Espina, en relación con la eventual competencia desleal que afectaría a los pequeños y medianos empresarios del rubro de transporte de mercaderías a consecuencia de la actividad desarrollada por Ferrocarriles del Estado.
Con el tercero da respuesta a un oficio enviado en nombre de la Senadora señora Alvear, sobre la aplicación de la normativa legal que regula el otorgamiento de nuevas concesiones de radiodifusión sonora o la autorización previa para transferir las existentes.
Del señor Subsecretario de Marina, con el cual contesta un oficio enviado en nombre del Senador señor Frei, relativo a las obras de saneamiento integral del lago Ranco.
Del señor Intendente de la Quinta Región , con el que da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador señor Romero, referente a los caminos públicos en áreas rurales.
Del señor Tesorero General de la República , con el que responde un oficio enviado en nombre del Senador señor Horvath, relativo a la suspensión de los embargos que afectan a los pequeños y medianos empresarios de la Undécima Región.
Dos del señor Director del Instituto de Normalización Previsional , con los cuales da contestación a sendos oficios enviados en nombre del Senador señor Navarro, en cuanto a diversas materias relacionadas con el adulto mayor al supuesto maltrato que existiría en las plazas de pago que tiene dicho Servicio en la Octava Región.
Del señor Alcalde de Collipulli , con el que responde un oficio enviado en nombre del Honorable señor Espina, acerca del apoyo a las iniciativas legales presentadas por él, junto a otros señores Senadores, que consideran beneficios para los habitantes de la Novena Región.
Del señor Secretario Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo de la Décima Región , con el que da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador señor Frei, sobre los problemas de construcción de departamentos en el sector que indica de la ciudad de Valdivia.
Del señor Secretario General de Carabineros de Chile, con el que contesta un oficio enviado en nombre del Senador señor Navarro, relativo a la instalación de barreras para regular el ingreso en el sector de Laraquete, acceso a Arauco.
De la señora Directora Nacional de Obras Portuarias subrogante , con el cual da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador señor Navarro, tocante a la ejecución de obras en las caletas de El Morro, Candelaria, Cantera y Puerto Inglés, en la Octava Región.
Del señor Director del Servicio de Vivienda y Urbanización de la Novena Región , con el que contesta un oficio enviado en nombre del Senador señor Espina, referido a los problemas en las viviendas que afectan a los habitantes del sector Santa Ana, comuna de Lautaro.
Del señor Gerente General del Complejo Portuario de Mejillones , por medio del cual da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador señor Frei, en relación con el desarrollo de un nuevo puerto en la bahía de Mejillones.
--Quedan a disposición de los señores Senadores.
Informe
De las Comisiones de Hacienda y de Transportes y Telecomunicaciones, unidas, recaído en el proyecto de ley que crea un Fondo de Estabilización Financiera del Sistema de Transporte Público de la ciudad de Santiago y dispone otros aportes fiscales que indica, con urgencia calificada de "suma" (boletín N° 5.090-15).
--Queda para tabla.
Mociones
De los Senadores señores Vásquez, Bianchi, Muñoz Aburto y Sabag, mediante la cual inician un proyecto que modifica la ley N° 18.290, de Tránsito, y otros cuerpos legales, para incorporar como infracción gravísima conducir vehículos en competencia con otros y disponer en tal caso el comiso (boletín Nº 5.144-15).
--Pasa a la Comisión de Transportes y Telecomunicaciones.
De los Senadores señores Naranjo y Muñoz Aburto, con la que inician un proyecto de ley que establece como una nueva circunstancia agravante de responsabilidad penal la inasistencia a la audiencia de preparación del juicio oral (boletín N° 5.145-07).
De los Senadores señores Horvath, García, Girardi y Prokurica, con la que inician un proyecto de ley que consagra la obligación de los Presidentes de ambas Cámaras del Congreso Nacional de dar cuenta pública anual del trabajo legislativo (boletín N° 5.146-07).
--Pasan a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.
De los Senadores señores Bianchi y Vásquez, a través de la cual inician un proyecto de ley que modifica la regulación de servicios eléctricos y de gas, estableciendo la obligación de informar en la boleta los servicios ajenos al consumo (boletín 5.147-03).
--Pasa a la Comisión de Economía.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Terminada la Cuenta.
ACUERDOS DE COMITÉS
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).- El señor Secretario dará a conocer lo resuelto por los Comités.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).- Los Comités, en sesión del día de hoy, acordaron unánimemente lo siguiente:
1) Abrir nuevo plazo, hasta el martes 3 de julio a las 12, para presentar indicaciones a los siguientes proyectos de ley:
a) El que crea el examen único nacional de conocimientos de medicina.
b) El que modifica los procedimientos ante los juzgados de policía local.
2) Tratar y despachar en general en esta sesión el proyecto sobre financiamiento del Transantiago. Si fuere aprobado en general, fijar plazo para formular indicaciones hasta las 10 de mañana en las Comisiones unidas e incluirlo en la tabla de la sesión ordinaria de mañana para su despacho en particular.
3) Pasar a la Comisión de Hacienda de inmediato, sin esperar que se dé cuenta de él, y, luego, previo informe, tratar y despachar antes de las 17 de mañana el proyecto sobre salario mínimo, si la Honorable Cámara de Diputados procede a su despacho.
4) Suprimir las horas de Incidentes de las sesiones ordinarias de hoy y de mañana y dedicar los tiempos correspondientes a asuntos del Orden del Día.
5) Suprimir la sesión especial citada para mañana con el objeto de debatir la situación energética.
El señor ORPIS.- Pido la palabra.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor ORPIS.- Señor Presidente , ¿se fijó nueva fecha para tratar el problema energético? Constituye un asunto importante, cuyo debate, a mi juicio, no debe postergarse. ¿No va a existir esa sesión? ¿O solo se postergó?
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).- Se suprimió la de mañana. La Mesa quedó mandatada para citar a una nueva sesión especial.
El señor COLOMA.- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra Su Señoría.
El señor COLOMA.- Señor Presidente , si se suspenden los Incidentes, ¿qué pasa con las Comisiones que debían funcionar en forma paralela a esa hora?
Obviamente, debemos aceptar lo que los Comités acuerdan. Pero quiero dejar en claro que tal manera de legislar produce efectos.
Nosotros logramos conformar las Comisiones de Medio Ambiente y Agricultura, unidas, para analizar el proyecto sobre bosque nativo. En consecuencia, cada vez que se alegue por su no pronto despacho ha de suponerse que es esta forma de legislar -ella no es culpa de la Mesa del Senado- la que liquida o dificulta la promulgación de leyes que son muy importantes para las Regiones.
V. ORDEN DEL DÍA
CÓMPUTO DE PLAZO DE PRESCRIPCIÓN PARA DELITOS SEXUALES CONTRA MENORES DE EDAD
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, conforme al cual la prescripción en delitos sexuales contra menores se computará desde el día en que estos alcancen la mayoría de edad, con nuevo primer informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, en virtud del acuerdo adoptado por la Sala en sesión del 8 de mayo pasado.
--Los antecedentes sobre el proyecto (3786-07 y 3799-07) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 16ª, en 13 de julio de 2005.
Informes de Comisión:
Constitución, sesión 12ª, en 18 de abril de 2007.
Constitución (nuevo), sesión 25ª, en 13 de junio de 2007.
Discusión:
Sesión 15ª, en 8 de mayo de 2007 (vuelve a Comisión de Constitución).
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
El objetivo principal de la iniciativa es establecer una medida de protección en favor de los menores de edad que hayan sido víctimas de abusos de carácter sexual, para lo cual se dispone que el plazo de prescripción de la respectiva acción penal comenzará a correr, en tales casos, a partir de la fecha en que la víctima haya alcanzado su mayoría de edad.
La Comisión discutió la iniciativa en general y en particular a la vez, por ser de artículo único, y aprobó una indicación sustitutiva de los Senadores señora Alvear y señores Espina, Gómez y Larraín, con los votos favorables de los mismos, para incorporar en el Código Penal un artículo 369 quáter, nuevo, que preceptúa, respecto de los delitos de violación, estupro y otros, como la prostitución de menores y el uso de menores en la producción de material pornográfico, que el plazo de prescripción de la acción penal empezará a correr desde el momento en que el menor de edad que haya sido víctima cumpla los 18 años.
Finalmente, la Comisión informante deja constancia de que tuvo a la vista una moción del Senador señor Ávila sobre aumento del plazo de prescripción de los delitos de abuso sexual y violación de menores, correspondiente al boletín Nº 3.991-07, la que no pudo ser refundida con el proyecto en análisis dado su actual trámite legislativo. Puntualiza que, sin embargo, sus ideas fueron subsumidas en la indicación sustitutiva ya mencionada. En consecuencia, de aprobarse la iniciativa en discusión, la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento recomienda el archivo de la moción de Su Señoría.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
En la discusión general y particular, tiene la palabra el Senador señor Gómez.
El señor GÓMEZ.-
Señor Presidente , este es un proyecto presentado por parlamentarios. Quiero hacer especial mención de ello, pues por lo general no se da cuenta de quiénes son los autores. La primera iniciativa fue de los Diputados señores Pedro Pablo Álvarez-Salamanca , Mario Bertolino , Roberto Delmastro , Pablo Galilea, René Manuel García , Nicolás Monckeberg y Alfonso Vargas , y los entonces Diputados Francisco Bayo , Arturo Longton y Carlos Vilches. La segunda fue patrocinada por los Diputados señores Gabriel Ascencio , Jorge Burgos y Patricio Walker y el entonces Diputado señor Francisco Bayo. A ello debe agregarse la moción del Senador señor Ávila , cuyo archivo se recomienda por haber quedado comprendida en el texto en debate.
Lo relevante de este proyecto es que, en caso de existir abusos o violaciones sexuales u otros delitos de ese tipo contra menores de edad, el período de prescripción empieza a contarse desde que los afectados cumplan 18 años. Es decir, se pretende que niños que a los 10 años o menos hayan sido objeto de los ilícitos de que tratan los Párrafos 5 y 6 del Código Penal -entre ellos, violación, estupro y otros delitos sexuales- puedan iniciar las acciones penales que correspondan desde el momento en que cumplan 18 años.
¿Por qué se establece tal criterio? Porque muchas veces, debido a que los delitos sexuales se cometen al interior de la familia, por razones de protección a quienes la integran o por la presión del resto de ella, no se hacen las denuncias a tiempo ni se protege a los menores. Con esta iniciativa se persigue que, cuando los abusados cumplan la mayoría de edad, puedan hacer efectivas las responsabilidades penales. Así, se incorpora un artículo 369 quáter que consigna la posibilidad de que estos inicien la acción penal al cumplir los 18 años.
Señor Presidente , creo que esta es una norma importantísima, porque los abusos sexuales o violaciones que se producen al interior de la familia o se cometen por gente conocida o allegada al núcleo familiar y que no se denuncian constituye hechos gravísimos que quedan en la impunidad debido a que no pueden ser accionados criminalmente por las víctimas, las cuales, a veces, dependen del propio agresor.
Es muy importante la aprobación de la norma, ojalá por unanimidad, a fin de evitar esa impunidad. Muchas veces se denuncia el hecho en los medios de comunicación, pero con ello no se logra cumplir con la ley y aplicar las sanciones penales que corresponden a quienes cometen delitos contra menores, quienes no tienen posibilidad de ser representados en los tribunales de justicia.
Por lo expuesto, considero que el proyecto -presentado por los parlamentarios a los que he hecho mención- resulta muy relevante en el desarrollo de las políticas de defensa a los menores.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Espina.
El señor ESPINA.-
Señor Presidente , esta norma puede cumplir un rol y una función muy importantes en la investigación de delitos sexuales que quedan en la impunidad. Todos los estudios que vimos en la Comisión y los que se han hecho en el Senado demuestran que, lamentablemente, gran parte de los abusadores sexuales están vinculados a la propia familia de la víctima. Por lo tanto, las posibilidades de denunciar dichos delitos se ven obstaculizadas por ese mismo hecho.
El plazo normal para hacer efectiva la acción penal en delitos sexuales contra menores -que se cuenta desde el momento en que el ilícito se materializó- muchas veces se encuentra prescrito al momento en que estos cumplen 18 años y ya tienen capacidad suficiente para actuar por sí mismos. Estamos hablando de violación propia, de violación impropia, de abusos sexuales y de todas las figuras que aparecen -como señala el proyecto- en los párrafos anteriores a que se refiere el artículo 369 quáter, nuevo.
La iniciativa en debate da oportunidad para que los hechos se investiguen mediante una regla objetiva. Esta consiste en que el plazo de prescripción -a diferencia de la norma general, que empieza a regir desde el momento en que se cometió el delito- contiene una norma excepcional, cual es que la acción penal para los efectos de la prescripción, en el caso del menor de edad que ha sido víctima del delito, corre desde el momento en que este cumple 18 años. Con ello se le deja la posibilidad de actuar por sí mismo sin tener que hacerlo a través de una tercera persona, a fin de ejercer de forma adecuada la acción y sancionar a quienes resulten responsables. Por eso la Comisión de Constitución -como dijo su Presidente- aprobó en forma unánime el proyecto. Y nos parece que constituye un aporte a la defensa de menores que muchas veces no tienen posibilidad de actuar ante la justicia cuando han sido víctimas de algún delito sexual.
Por tal razón, lo vamos a votar a favor.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Ofrezco la palabra.
Puede hacer uso de ella la Senadora señora Alvear.
La señora ALVEAR.-
Señor Presidente, deseo anunciar el voto favorable de la bancada de la Democracia Cristiana a esta iniciativa que consideramos de la mayor importancia.
En más del 85 por ciento de los delitos sexuales las víctimas son niños y jóvenes agredidos por familiares, vecinos o amigos, razón por la cual una enorme cantidad de ellos queda impune.
Por ende, a fin de asegurar la indemnidad sexual de los niños y jóvenes, resulta fundamental, a nuestro juicio, que el plazo de prescripción de esos delitos comience a correr a partir de la fecha en que los niños alcancen la mayoría de edad: 18 años.
Como es natural, el proyecto concitó consenso y unanimidad en los miembros de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento. Creemos que se trata de un paso importante para que respecto de este tipo delitos -por los motivos señalados- se cuente con un mecanismo especial en cuanto a la forma de computar el plazo de prescripción, a fin de no dejar a los victimarios en la impunidad.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
Si le parece a la Sala, se aprobará la iniciativa.
--Se aprueba en general y en particular el proyecto, y queda despachado en este trámite.
CREACIÓN DE FONDO DE ESTABILIZACIÓN FINANCIERA DE TRANSANTIAGO Y RECURSOS PARA REGIONES
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que crea un Fondo de Estabilización Financiera del Sistema de Transporte Público de la ciudad de Santiago y dispone otros aportes fiscales que indica, con informe de las Comisiones de Hacienda y de Transportes y Telecomunicaciones, unidas, y urgencia calificada de "suma".
--Los antecedentes sobre el proyecto (5090-15) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 24ª, en 12 de junio de 2007.
Informe de Comisión:
Hacienda y Transportes, unidas, sesión 26ª, en 19 de junio de 2007.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
El proyecto despachado por la Cámara de Diputados considera la creación de un Fondo de Estabilización del Sistema de Transporte Público de la ciudad de Santiago, con el objetivo de dar estabilidad al régimen tarifario del referido sistema y, transitoriamente, otorgar incentivos por cumplimiento de programas de control de evasión.
Asimismo, contempla aportes para todos los gobiernos regionales con el propósito de financiar iniciativas de inversión, incluidos estudios de factibilidad y de diseño, en infraestructura vial, de riego, de servicios básicos de agua potable y saneamiento rural, de transportes y telecomunicaciones, y también de equipamiento comunitario.
Por último, se autoriza al Ministro de Hacienda para que efectúe durante el año en curso, y por una sola vez, un aporte extraordinario al Fondo Común Municipal por un monto de 13 mil millones de pesos.
Las Comisiones de Hacienda y de Transportes y Telecomunicaciones, unidas, fueron autorizadas por la Sala, en sesión de 13 de junio recién pasado, para discutir esta iniciativa en general y en particular a la vez.
Puesta en votación la idea de legislar, se produjeron los siguientes resultados:
Un primer empate, con cinco votos a favor (Senadores señora Alvear y señores Escalona, Gazmuri, Muñoz Barra y Sabag) y cinco en contra (Senadores señora Matthei y señores Allamand, García, Longueira y Novoa).
Repetida la votación, se mantuvo el empate, por lo que de conformidad con lo preceptuado en el artículo 182 del Reglamento, quedó rechazada la idea de legislar.
Los fundamentos de voto de los distintos señores Senadores se consignan en la parte pertinente del informe de las Comisiones unidas.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
En discusión general el proyecto.
Tiene la palabra el Honorable señor Escalona.
El señor ESCALONA.-
Señor Presidente, debo informar que, cumpliendo el mandato entregado por la Sala, las Comisiones unidas de Hacienda y de Transportes sesionaron de manera acuciosa y detallada.
Atendidas la importancia de la materia y la disparidad de opiniones habidas en el debate público con relación a la propuesta del Ejecutivo , cabe consignar que el estudio del proyecto se realizó en un buen clima. La discusión fue a fondo e incisiva; se sesionó en el curso de la semana pasada ¿las Comisiones unidas celebraron una extensísima reunión el miércoles 13- y en el día de ayer, en que hubo reuniones sucesivas en las oficinas de la Presidencia del Senado en Santiago.
El proyecto en cuestión consta de tres ideas fundamentales.
En primer lugar, la creación de un Fondo de Estabilización del Sistema de Transporte Público de la ciudad de Santiago, con el objeto de dar estabilidad al régimen tarifario del referido sistema y, transitoriamente, otorgar incentivos por cumplimiento de programas de control de evasión.
En segundo término, consigna aportes para todos los gobiernos regionales, y respecto del correspondiente a la Región Metropolitana, sólo en las comunas en las que no opera el Sistema de Transporte Público a que se refiere el proyecto en debate, con el objetivo de financiar iniciativas de inversión, incluidos estudios de factibilidad y de diseño, en infraestructura vial, de riego, de servicios básicos de agua potable y saneamiento rural, de transportes y telecomunicaciones, y sus elementos complementarios, y también de equipamiento comunitario.
En tercer lugar, la iniciativa autoriza al Ministro de Hacienda para que, mediante decreto, efectúe durante el año 2007, y por una sola vez, un aporte extraordinario al Fondo Común Municipal por un monto de 13 mil millones de pesos.
Esas son las ideas fundamentales.
La opinión pública ha seguido con interés el debate acerca de la materia que nos ocupa, la cual será informada en detalle por el señor Ministro de Transportes.
Solo quiero terminar mi intervención, señor Presidente , manifestando que, dado el hecho de que el empate sucesivo en las Comisiones unidas determinó -de acuerdo con el Reglamento- que formalmente quedara rechazada la idea de legislar, mi ánimo es convocar o interpelar a los miembros del Senado de la República a que, contrariamente a lo señalado en el informe de las Comisiones unidas, aprueben el proyecto, pues sería un gravísimo error, político e institucional de nuestra parte dejar sin financiamiento al Transantiago al rechazar la creación del Fondo de Estabilización, ya que castigaríamos aún más a los ciudadanos de la Región Metropolitana en lo que respecta a las dificultades que tienen para su transporte diario.
Considero un contrasentido castigar a la gente con el rechazo del proyecto y, por ende, con el desfinanciamiento del sistema, provocando gravísimas consecuencias que en este momento nos es muy difícil prever.
Una de las consecuencias -producto del desfinanciamiento- es que colapse el sistema o alguna de sus líneas; otra, que no existan los recursos para hacer frente a los contratos establecidos y que permiten la continuidad de aquel, generando graves inconvenientes desde el punto de vista del funcionamiento de la ciudad, con elevados costos económicos y, al mismo tiempo, con el aumento de las dificultades para las personas, que no son responsables de las diferencias que podamos exhibir en el sistema político.
Estoy convencido, señor Presidente, de que las fuerzas de Gobierno y de Oposición tenemos una común responsabilidad en el asunto.
Como señalé ayer en las Comisiones unidas, si alguien piensa que es posible en este caso hacer distinguibles, ante las personas que pueden sufrir las consecuencias que implica el rechazo del proyecto, las responsabilidades de Gobierno y de Oposición en uno u otro plano, creo que está profundamente equivocado.
A mi juicio, como sistema político, estaríamos cometiendo un serio error, ya que el desfinanciamiento del Transantiago significaría, lamentablemente, acentuar las dificultades de la población y, en consecuencia, castigar a los ciudadanos de la Región Metropolitana que ninguna responsabilidad tienen respecto del tema en discusión.
Asimismo, rechazar la iniciativa implicaría impedir que las Regiones del país recibieran una cantidad significativa de recursos que pueden ayudar al emprendimiento de proyectos importantes. En el caso de la Región que represento -la Décima, exceptuando la nueva Región de Los Ríos-, estamos hablando de una cifra superior a los 20 mil millones de pesos, recursos que no estarán disponibles los años 2007-2008 para nuevos e importantes requerimientos en infraestructura, en telecomunicaciones y en conectividad.
Por otra parte, considero que sería un grave error no aprobar el proyecto, pues la inyección de recursos al Fondo Común Municipal posibilitará a los municipios -la propia Asociación de Municipalidades lo ha solicitado- otorgar mayores condiciones de trabajo, capacitar y preparar de mejor manera a su personal para hacer frente a la cuantiosa cantidad de dineros que el Estado invertirá el próximo año en educación.
En consecuencia, se trata de asegurar efectivamente que dichos recursos puedan redundar en un mejoramiento de la calidad de la educación.
En suma, señor Presidente , más allá de la espectacularidad y de los aspectos anecdóticos que pueda exhibir este debate, creo que los temas de fondo involucrados revisten la más alta trascendencia.
La política hoy se encuentra ante una disyuntiva muy importante, en que deberá actuar con altura de miras, enfrentar sus responsabilidades, que no son otras que otorgar los fondos para dar continuidad, estabilidad y normalidad al transporte público en la Región Metropolitana, lo cual se consigue aprobando el proyecto en análisis.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro de Transportes y Telecomunicaciones.
El señor CORTÁZAR ( Ministro de Transportes y Telecomunicaciones).-
Señor Presidente , venimos al Honorable Senado a pedir apoyo para un proyecto que es esencial para levantar el transporte público de la ciudad de Santiago. Un sistema de transporte público que se encuentra en situación crítica, que afecta gravemente la calidad de vida de cinco millones de chilenos, que requiere de cambios profundos y urgentes.
La iniciativa, al mismo tiempo, contempla recursos para el progreso de las demás Regiones del país.
Concurrimos a esta Honorable Corporación con una estrategia para alcanzar la meta que nos hemos propuesto: la construcción de un sistema de transporte público eficaz y digno para las personas.
La implementación de dicha estrategia descansa en cinco pilares básicos: más buses; mejor tecnología; mejores contratos; mejores recorridos, y los bienes públicos indispensables.
Fue la ausencia de solidez de esos cinco pilares básicos la que ha creado los problemas que hoy enfrentamos. Sin embargo, la presencia de aquellos garantizará una solución eficaz a tales dificultades.
1º. Más buses. En febrero, el sistema se implantó con 5 mil 100 buses; en mayo, incluyendo los buses interurbanos como programa de emergencia, ya eran 5 mil 800; en junio, serán 6 mil; en septiembre, 6 mil 400, y se concluirá el año con esta última cifra como definitiva.
2º. Mejor tecnología. Ha sido un problema fundamental para el buen funcionamiento del sistema: la ausencia de GPS para controlar los planes operacionales ha constituido una gran dificultad; falla del sistema de clearing (para pagar por pasajero transportado); insuficiente número de lugares de carga de la tarjeta (que permite a las personas pagar por el servicio).
Pero hemos avanzado, señor Presidente. El GPS ya está operativo para más del 95 por ciento de la flota; el pago por pasajero transportado ya se implementó hace dos semanas; en el último mes se ha duplicado el número de lugares de carga, y así continuaremos con los otros aspectos que nos faltan.
3º. Mejores contratos. No basta con el pago por pasajero transportado, se requiere, además, asegurar la frecuencia y regularidad en los servicios. Hoy nos encontramos en plena renegociación de los contratos. Como ejemplo concreto de dichas gestiones destacamos los cambios logrados en los planes operacionales asociados a dichos contratos para los horarios de la tarde y de la noche, que se traducirán en beneficios precisos antes de fines del presente mes para cinco millones de chilenos.
Entre las 17:30 y 20:30 va a aumentar 25 por ciento la circulación de buses, y el horario de noche -que hoy se inicia a las 23 horas, y que las personas perciben como una reducción en los servicios-, se desplazará hasta la una de la madrugada, manteniendo todos los servicios diurnos hasta esa hora.
Ello representa uno de los cambios concretos que se están introduciendo como consecuencia de la renegociación de los contratos.
4º. Mejores recorridos. Ya se han aprobado más de 200 recorridos nuevos, y quedan muchos más.
5º. Presencia de bienes públicos. Información; infraestructura; zonas pagas (que hoy día son 27 y, en algunas semanas más, serán 100); la estación de intercambio modal de La Cisterna (que atenderá sobre 80 mil personas); los paraderos (que en mayo se han implementado 2 mil 500 nuevos, o sea, adicionales a los que ya existían, y, antes del 30 de junio, habrá 2 mil 700 adicionales), y mayores facultades del Estado para intervenir y coordinar.
Precisamente por esa última razón, hemos enviado otros proyectos al Congreso cuyo objeto es generar un conjunto de herramientas indispensables para el buen funcionamiento del sistema de transporte público, como el que crea el Administrador Provisional en caso de caducidad de concesiones; el que crea la Autoridad Metropolitana de Transportes (que existe en todas las grandes ciudades), y el que autoriza al Metro para operar buses en las circunstancias allí indicadas.
Señor Presidente, esos son los pilares en que descansa la estrategia del Gobierno, los cuales nos van a permitir construir el sistema de trasporte público eficaz y digno al que las personas tienen derecho.
¿Por qué es necesaria la iniciativa en debate? Porque el sistema tiene un déficit algo superior a 30 millones de dólares al mes, el cual irá disminuyendo paulatinamente hasta concluir en diciembre de este año con 13,5 millones de dólares. En total, 290 millones de dólares desde mayo hasta diciembre. Por eso, son necesarios dichos recursos.
¿De dónde surge tal déficit?
Si miramos el déficit actual, 20 por ciento proviene de mayores costos, precisamente por la implantación de nuevos recorridos, de más frecuencias, y por un incremento en el número de buses. El 80 por ciento restante emana de menores ingresos.
¿De dónde nacen los menores ingresos?
Primero, de una menor demanda, dado lo insatisfactorio del servicio. Naturalmente, se trata de un fenómeno transitorio, porque a medida que el sistema mejore sus servicios las personas lo usarán con más intensidad.
Segundo, de la falta de validadores en los buses, fenómeno también transitorio. El pago por pasajero transportado, de reciente implantación, motiva que se halle en el interés de todos los operadores usar sus vehículos siempre con validadores, cuestión que no era así cuando existía la demanda referencial.
Tercero, de un número insuficiente de lugares de carga, los cuales se han duplicado. Este fenómeno, igualmente transitorio, se irá revirtiendo.
Y cuarto, de la evasión, que también es transitoria.
El pago por pasajeros transportados, las zonas pagas, los programas antievasión van a ir generando una reducción de la evasión a lo largo de este año.
Las causas de la mayor parte del déficit son de carácter transitorio. Eso es lo que determina su disminución en el tiempo.
¿Y adónde van estos recursos? ¿Es dinero para los privados? No, señor Presidente. Se apruebe o se rechace este proyecto, no cambian los ingresos que perciben los distintos operadores por los servicios que prestan, pues se encuentran estipulados en los contratos licitados. Es decir, no varían según cual sea la fuente de las entradas.
Lo que aquí está en cuestión es si los costos del sistema se financiarán vía aumentos de tarifas o vía recursos públicos.
Digámoslo con claridad: los 290 millones de dólares son un subsidio a la tarifa.
El mejor modo de saber adónde van los recursos es plantearse qué ocurriría si el proyecto no se aprobara.
Si se rechazara -y este es un hecho ajeno a la voluntad del Gobierno, porque forma parte del sistema institucional existente-, subiría la tarifa en 20 pesos en julio próximo y en igual cantidad en agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre, para mantenerse en ese nivel durante gran parte del próximo año.
Eso es precisamente, señor Presidente, lo que queremos evitar, porque daña a más de 5 millones de chilenos.
Los recursos en cuestión son indispensables a los efectos de construir un sistema de transporte público eficaz y digno para las personas. Sólo depende de la voluntad del Honorable Senado que ello sea una realidad.
Muchas gracias.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra la Senadora señora Matthei.
La señora MATTHEI.-
Señor Presidente, todos conocemos el sufrimiento enorme a que han estado expuestos los santiaguinos debido a un proyecto mal diseñado, mal implementado, mal operado.
Aquí hubo fallas en quienes estudiaron el sistema, en los que lo concibieron, en las empresas privadas que no han cumplido sus contratos, en aquellos que suscribieron contratos absolutamente leoninos para el Estado, que fueron redactados y firmados por este mismo y que van absolutamente en contra de sus propios intereses.
Todo esto deberá ser examinado por una comisión investigadora de la Cámara de Diputados, la cual deberá establecer cómo se llegó a una situación nunca antes vista, por la enorme cantidad de errores que se han ido sucediendo, uno tras otro, y que tienen a los santiaguinos exasperados.
El problema estriba en que el Transantiago está ahí y no funciona. Pero además de no funcionar, si no hacemos algo, los usuarios quedarán afectos a un aumento de la tarifa.
Primero, deseamos que el Transantiago se arregle. Y para ello, por cierto, se requieren más buses, mayor número de recorridos. Esto lo venimos sosteniendo desde febrero.
Se precisa con urgencia modificar los contratos, de modo que los incentivos sean correctos y termine el escándalo de que los operadores reciban dinero saquen o no los buses a la calle, transporten o no transporten a la gente.
Es necesario invertir en vías segregadas y expeditas, de tal manera que el servicio sea mejor y más rápido. Debe invertirse en paraderos. Es indispensable invertir para tener zonas pagas.
Todo esto, señor Presidente, es evidente. Y lo era incluso antes de que empezara a funcionar el sistema.
¡Nadie sabe por qué empezó a operar el Transantiago!
Señor Presidente , debo señalar que la Alianza no está dispuesta a dar los 290 millones de dólares. Y por eso vamos a votar en contra de este proyecto.
--(Aplausos en tribunas).
Naturalmente, queremos mejoras en el servicio, modificaciones de los contratos.
Si se va a gastar en Regiones, no nos parece apropiado que sea en cualquier cosa: tiene que ser en infraestructura, en desarrollo sustentable, sobre todo considerando que pronto habrá elecciones. No estamos dispuestos a que, al final, se gaste en elementos que pueden servir básicamente para ganarlas.
Queremos que se nos diga cuánto más va a costar la infraestructura. Deseamos saber cuánto va a ser, aproximadamente, el subsidio en 2008. ¿Porque va a terminar la pedida de plata con los 290 millones de dólares? Es obvio que no. Por eso, queremos que se nos diga si el próximo año nos solicitarán 100 millones, 200 millones, 400 millones o 600 millones de dólares para que el sistema pueda seguir funcionando y no haya que subir las tarifas.
No nos parece adecuado que se hable de "190 millones de dólares reembolsables", ni para las Regiones ni para el Transantiago. Todo el mundo sabe que esos 190 millones de dólares jamás se van a reembolsar y que, finalmente, se trata de un subterfugio para aumentar el gasto total del Gobierno por sobre lo que dice la regla del superávit estructural.
Pero más allá de esas materias, por todos conocidas, aquí se han provocado tres efectos por nadie previstos y que pueden ser realmente complicados para el futuro de nuestro país.
Primero: en Santiago se ha creado un sindicato muy poderoso, que sabe que en cualquier momento puede paralizar absolutamente la ciudad. Ya anunció un segundo paro, y seguirá por ese camino hasta que sus trabajadores lleguen a ganar más o menos lo mismo que los de CODELCO.
¡Nadie se dio cuenta de que se estaba creando un sindicato con el poder de paralizar Santiago!
El segundo problema no previsto es que se está generando la cultura del subsidio al sistema de transporte. Y ello es muy complicado.
La ciudad de Santiago lo tiene todo: la gente -que son los consumidores-, los hospitales, los médicos, las escuelas, las universidades. Por lo tanto, todo el mundo quiere instalarse en ella.
El límite al crecimiento de la Capital es que cada vez las personas deben instalarse más lejos y, por lo tanto, tienen que gastar mucho en transporte. Y cuando este gasto es ya demasiado alto, prefieren, finalmente, irse a vivir a Regiones.
Considero que todos los presentes en esta Sala deseamos un desarrollo más parejo de nuestro país. Pero, al crear una política de subsidios al transporte de Santiago, esas señales se pierden. Y Santiago va a terminar por comerse al resto de las Regiones.
Ahora, lo más probable es que, cuando se realicen las elecciones municipales, presidenciales y parlamentarias, todos los candidatos de la Capital compitan por ser quienes ofrezcan mayores subsidios al Transantiago. Porque estos son una forma muy eficaz de aumentar el salario disponible de los santiaguinos: en la medida que más subsidios se dan, menos se gasta en transporte y más aumentan las remuneraciones disponibles.
Esa es una materia muy complicada, preocupante, sobre todo para quienes representamos a Regiones.
Pero hay un tercer elemento inquietante: se ha establecido la cultura del no pago, la cultura de la evasión. Y será muy difícil erradicarla, porque, en el fondo, los santiaguinos no entienden por qué van a pagar por un servicio pésimo y que les ha robado dos a cuatro horas diarias de su vida. Si antes gastaban una hora en movilizarse hacia y desde el trabajo, ahora gastan tres. Entonces, su reacción ha sido: "Perfecto. Me tratan mal, yo no pago". En este momento la evasión llega al 40 por ciento, y no sé quién se atreverá a intentar revertir esta cifra.
Señor Presidente , respecto de este punto, recibí una información que he tratado de validar. Pero como no he podido hacerlo, le voy a formular algunas preguntas al señor Ministro de Transportes.
Todos sabemos que en la actualidad, por alguna razón, no están funcionando los contadores de personas, que son básicos a la hora de procurar disminuir la evasión. Y todo el mundo sabe que tampoco se encuentran operando los sistemas que permiten un óptimo funcionamiento de la flota de buses a partir de los datos que entregan los GPS.
Pues bien, he recibido la información de que habría una empresa, denominada "TIMM" y ligada al empresario mexicano Carlos Slim , que tendría demandada a Sonda por un monto de 390 millones de dólares. La demanda, si esto es cierto -insisto: no he alcanzado a chequearlo, pero los señores Senadores entenderán que lo estoy mencionando porque es preocupante-, sería por violación de propiedad industrial, de propiedad intelectual y de convenios de confidencialidad.
Al parecer, dicha empresa sería dueña de la patente industrial de la tecnología del contador de personas. Y, supuestamente, también tendría una patente en curso respecto del software que permitiría una operación óptima de la flota a partir de la información entregada por los GPS.
Se me ha señalado que, inicialmente, Sonda y la gente que está en el AFT de alguna manera habrían trabajado junto con la empresa TIMM, que iba a proveer toda la tecnología del contador de personas y para operación óptima de la flota de buses, pero finalmente habrían decidido dejarla fuera y, sencillamente, comprar los equipos y desarrollarla ellos mismos.
Por lo tanto, conforme se me expresó, toda la tecnología de los contadores de personas y de operación óptima de flota existiría y habría sido considerada en los momentos previos a la licitación, pero finalmente se habría dejado fuera de esta a la empresa mencionada, a lo cual se deberían los problemas que está enfrentando hoy día el manejo de la flota.
También se me ha dicho que una de las razones por las cuales no estaría funcionando esa tecnología, que al parecer Sonda se encontraría desarrollando en forma directa, son justamente los efectos que tales hechos podrían tener sobre la demanda judicial en comento, que -repito- ascendería a 390 millones de dólares.
Aparentemente, esa demanda está comunicada por Sonda como un hecho esencial hace ya un año y los juicios se hallarían radicados en los tribunales de justicia.
Señor Presidente , por su intermedio, deseo preguntarle al señor Ministro de Transportes si está en conocimiento de alguno de esos hechos, que, según expresé, no he tenido tiempo de validar; si es cierto que existen los juicios, y si tiene noción de los efectos que aquellos podrían tener sobre la pronta disponibilidad de la tecnología pertinente.
Insisto: la tecnología es fundamental para enfrentar esta verdadera cultura de la evasión que se ha instalado en Chile y, también, para procurar una mejor operación de la flota de buses. Porque no solo es necesario saber dónde se encuentran estos, sino también, si están en la calle, graduar la distancia a que van unos de otros; eso parece obvio. Para ello se requiere un software. Y este sería uno de los que estarían en disputa entre la referida empresa chileno-mexicana y Sonda.
Señor Presidente , por su intermedio, quiero pedir un completo informe acerca de esos hechos, de ser ciertos, y que se les dé a conocer al Parlamento y al país cuáles serían los efectos que ese tipo de juicios podría tener sobre el adecuado funcionamiento del Transantiago.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Ominami.
El señor OMINAMI.-
Señor Presidente...
La señora MATTHEI.-
¿Me permite, señor Presidente? Yo hice una pregunta
El señor ÁVILA.-
Le responderán después, señora Senadora.
El señor OMINAMI.-
Señor Presidente, está corriendo mi tiempo.
El señor PIZARRO.-
Hable no más, señor Senador: para eso le dieron la palabra.
El señor OMINAMI.-
Su Señoría no preside.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Ominami.
El señor OMINAMI.-
Señor Presidente, a estas alturas no cabe duda de que la idea bonita de mejorar un sistema deficiente, contaminante, estresante para mucha gente -en especial para los conductores de la locomoción- ha terminado en un tremendo fracaso. No hay, creo yo, dos opiniones al respecto.
Más aún, esto va a quedar como un caso emblemático de fracaso de políticas públicas. Es una mancha negra que no será fácil borrar para todas las personas que se han desenvuelto en el ámbito de las políticas públicas, de la ingeniería de sistemas. Este va a ser, no sólo en Chile sino también en el resto del mundo, un ejemplo de cómo no hacer tan mal las cosas.
Las responsabilidades políticas -aquí se ha dicho- tendrán que ser identificadas en la comisión investigadora correspondiente. No es exactamente hoy día el momento ni este el canal para determinarlas y ver cómo se hacen efectivas.
En todo caso, creo muy importante que ellas se identifiquen y se persigan, porque un fracaso de este tipo no debe quedar impune; no puede ser simplemente "Fuenteovejuna" la responsable de esta situación.
Lo que uno pudiera adelantar, de todos modos -y es algo obvio-, es que hay ministerios que se comprometieron en este mal diseño, en este mal modelo; bancos -privados y también públicos, para decir las cosas como son- que no han hecho su trabajo; empresas, incluso de gran prestigio, que han cometido graves errores y desaciertos.
Uno sí podría decir -no lo dice nadie, pero por lo menos hagámoslo nosotros- que, si hay una institución que no es responsable, es el Parlamento. Porque el Transantiago no se discutió nunca en él. Y yo estoy convencido de que si se hubiese debatido aquí, si se hubiera hecho una presentación respecto de cómo se iba a desarrollar, tal vez habríamos tenido la posibilidad de intervenir y mejorar en algo el sistema.
En eso quiero reivindicar al Congreso Nacional, que, por desgracia, debe entrar a discutir la materia hoy. Y el debate que tenemos esta tarde no versa, lamentablemente, sobre cuál es el mejor modelo de transporte para la Región Metropolitana o para las grandes ciudades del país. Esa no es la discusión.
A mí -y quiero expresarlo con mucha franqueza- me convenció el Ministro Cortázar de que esta no podía ser la discusión, que es -qué duda cabe- legítima.
Cuál debe ser el modelo permanente de transporte público en las grandes ciudades del país -no solo en Santiago- es también una discusión pertinente.
Y, desde ese punto de vista, adelanto altiro un juicio: la idea de introducir un subsidio público no tiene nada de pecaminoso. Al contrario, simplemente significa asumir la experiencia mundial, pues en ninguna ciudad, por capitalista que sea el país en que se ubique, deja de existir un sistema de transporte administrado por la autoridad pública y financiado con recursos públicos. Ello, por una razón muy sencilla, señor Presidente , ya que se trata -y ese es el principal problema- de un servicio público, y no puede ser definido esencialmente como un negocio.
Y ese es el pecado capital del Transantiago: se definió esencialmente como un negocio, como una estructura que debía cumplir con las condiciones básicas, primero, de no generar un impacto fiscal -es decir, no incorporaba la idea de subsidios-, y, segundo, de ser rentable para los operadores privados. ¿Cómo se diseñó, entonces? Con un mecanismo muy simple, que parece técnicamente bien sofisticado pero que resulta, en verdad, bastante burdo: se contemplaron una demanda referencial y un ingreso mínimo garantizado. Esa es la terminología técnica utilizada.
¿De qué se trata? Es algo que tiene mucho que ver con la forma como funcionaban las empresas en los regímenes socialistas: contaban con una demanda garantizada. Lo hicieran bien, mal o más o menos, igual se les pagaba.
Lo que se hizo aquí fue juntar lo peor del neoliberalismo con lo peor del socialismo. ¿Qué es lo peor del neoliberalismo? Poner por delante la rentabilidad y dejar como variable de ajuste las condiciones de operación del negocio. Si estas son más o menos, peor para la gente, pues lo que se debe asegurar es la primera. Y eso fue lo que se hizo.
Desde el principio, los estudios indicaban algo que el Ministro señor Cortázar hoy ha expresado: se requieren más de seis mil 400 buses para que el sistema funcione. Sin embargo, la rentabilidad de los operadores privados, sobre la base de una tarifa fija y no subsidiada de 380 pesos, no daba para esa cantidad de vehículos. ¿Y qué dijeron los "inteligentes" que finalmente tomaron la decisión? Algo supersimple: "Disminúyase el número de buses. Con eso se mantiene la tarifa en 380 pesos; estamos impecables desde el punto de vista de las cuentas públicas y no existe un gasto fiscal, y el negocio es rentable para los privados".
Cabe recordar que los privados cuentan con la cláusula de la demanda referencial y del ingreso mínimo garantizado. Ello significa, en el límite -y no caricaturizo demasiado-, que, como ha ocurrido, de cierta manera, un empresario perfectamente podría no sacar sus micros a la calle, no gastar en bencina ni en neumáticos e igualmente recibir su paga.
Así está concebido el sistema, entre otras cosas, porque muchos operadores -no sé cuántos- entraron al negocio sin invertir ningún tipo de capital. Y obtuvieron los contratos con demanda referencial, que son, a su vez, la caución para los bancos por haberles prestado dinero con el objeto de comprar los buses.
¡Ese es el círculo vicioso que hoy día está dando vueltas! ¡Esa es la tragedia del Transantiago!
Entonces, subyacen aquí cuestiones relevantes, pero no es del caso ahondar en este momento en esa discusión. Lo que debemos resolver es el planteamiento que presenta el Gobierno para encarar la emergencia. Aquí no nos hallamos, como decía, ante una solución de fondo: se apunta a enfrentar una grave emergencia con un mecanismo también de emergencia, que prevé la entrega de un conjunto de recursos para estabilizar el sistema desde esta fecha hasta diciembre. Ese es el punto.
Y me parece que existen razones bien poderosas para votar a favor de la iniciativa.
Naturalmente, es muy difícil realizar un debate sobre el modelo permanente cuando aquello ante lo cual nos encontramos hoy se halla al borde del colapso. Resulta más complicado -para decirlo de una manera más directa- discutir con la "soga al cuello".
Desde ese punto de vista, hago fe en el Gobierno, en el sentido de que dispone de un programa, basado en los cinco pilares reseñados, para los efectos de enfrentar la emergencia.
Es algo que no nos llevará, de aquí a diciembre, al sueño dorado del Transantiago que inicialmente se concibió. No nos hallaremos en tal etapa a finales de ese mes, sino frente a un sistema -como le escuché decir al Ministro señor Cortázar - que funcionará decentemente, que mejorará.
Pienso que la gente, a estas alturas, necesita la mejoría. Y el programa que se propone puede conducir a eso.
Sin embargo, debo hacer presentes algunas observaciones.
Francamente, no creo que el riesgo que hoy día enfrentamos sea el alza de tarifas, por una razón muy sencilla. Es cierto que, en este mecanismo tan "inteligente", lo que se plantea, cuando media un desbalance entre ingresos y costos, es el gatillamiento automático de dicho aumento. Así está escrito. La cuestión estriba en que la realidad social es bastante distinta. El día en que no seamos capaces de ponernos de acuerdo en el Congreso, en que no se inyecten al sistema los recursos que se requieren y se anuncie un alza de tarifas -cosa que espero que no ocurra-, o estaremos frente a una situación social de muy difíciles e imprevisibles consecuencias o profundizaremos las dificultades del sistema.
¿Cuál es el principal problema del Transantiago? La Senadora señora Matthei lo entiende bien y lo mencionó el Ministro señor Cortázar : 40 por ciento de los usuarios (cuatro de cada diez), por razones voluntarias o involuntarias ¿algunos, porque no pueden, al carecer de acceso al punto de recarga o las zonas de prepago; otros, porque no quieren-, no están cancelando su pasaje. El día en que se accione un incremento de tarifas, el 40 por ciento de evasión se elevará a 50 ó 60 por ciento, momento en el cual simplemente sobrevendrá un colapso.
Lo anterior es lo que podría ocurrir durante las próximas semanas. A mi juicio, es lo que se debe evitar, porque no le haría bien a nadie. Constituye una situación que causaría un daño y en la que todo el mundo perdería, no solamente el Gobierno o la Concertación.
Algunos sostienen que nuestro conglomerado político perderá las próximas elecciones. A estas alturas, pienso que ese debate es lo de menos, honestamente. El punto central es cómo encontramos una salida para enfrentar ahora las dificultades que se han presentado.
Los pilares expuestos por el Ministro señor Cortázar son cinco. Pienso que, como Congreso, debemos ayudar a que puedan construirse.
De todos ellos, me parece que el tercero es particularmente delicado: el de los contratos. Porque cabe preguntarse con qué buenas razones los titulares de esos instrumentos leoninos estarán disponibles para modificarlos.
En consecuencia, tengo confianza en la capacidad de persuasión del Gobierno, en que se desarrolle la conciencia del riesgo de que el esquema colapse. Este último es, en definitiva, el "garrote" para determinar una renegociación.
No obstante, estimo legítima la sensación de desconfianza que a mucha gente embarga respecto del sistema.
Y, desde ese punto de vista, también es legítimo lo que hemos reclamado varios Senadores, al igual que, con mucha energía y fuerza, el señor Presidente de la Corporación: una intervención más enérgica del Estado.
A ello se suma el que los recursos que se pongan a disposición del sistema deben contar con la garantía absoluta de que serán bien utilizados. Porque si esto ya es una tragedia, puede generarse otra aún peor: que se autorice la entrega de fondos y no tenga lugar ningún mejoramiento, y que la gente diga: "El Congreso simplemente abandonó su deber, no hizo su trabajo, no cauteló los dineros públicos". Y, en ese momento, estaremos con un Transantiago en los términos en que se encuentra y con una institución como la nuestra, que no estaba involucrada en el desaguisado, también envuelta en este.
Por eso, el Senador que habla y varios otros hemos estimado de la mayor lógica que se abogue por una intervención muy enérgica del Estado, que los dineros sean rigurosamente controlados por el Ministerio de Transportes y que se cuente con un informe periódico -me parece bien lo que se hizo en la Cámara de Diputados, porque en la iniciativa original se hacía referencia a uno trimestral y ahora se estableció uno mensual-, que, a través del mecanismo que se establezca, permita detener las transferencias cuando no exista la garantía de que se están utilizando correctamente.
Al respecto, se han propuesto varias fórmulas: algunos han planteado la idea de dos cuotas; otros, la de que se opere contra informe. No sé. Se puede ver cuál es el mecanismo más adecuado.
Lo importante es que sea posible hacer un seguimiento pormenorizado de lo que esté ocurriendo y que nuestra institución pueda realizar correctamente su trabajo, que es velar por el buen uso de los recursos públicos. Y si no existe la garantía de que ese objetivo se está cumpliendo, que las transferencias puedan suspenderse y asumir las dramáticas consecuencias que eso implicaría; pero cabe tener presente que no debemos involucrarnos en el traspaso de fondos a un sistema que pudiera suceder que no tuviese solución.
Muchas gracias.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Hago presente a la Sala que hay 17 señores Senadores inscritos. Con el propósito de que todos puedan intervenir, propongo asignar a cada uno 10 minutos, lo que deja tiempo suficiente para votar después.
El señor NÚÑEZ.-
Ello significaría alrededor de tres horas.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
En efecto.
Si no se formulan objeciones, se procederá en esos términos.
Acordado.
Tiene la palabra el Honorable señor Cantero.
El señor CANTERO.-
Señor Presidente , los parlamentarios de la Concertación, y también el señor Ministro , han hablado de la necesidad de levantar el transporte público en la Capital. Han señalado que existe un punto crítico y que se trata de un servicio deficiente, que está afectando gravemente la calidad de vida de los santiaguinos.
En mi opinión, ese es un lenguaje hipócrita, que esconde la realidad. Lo que aquí se observa es un proyecto pésimamente mal implementado por los Gobiernos de la Concertación. ¡Tal hecho no es obra de la Divina Providencia, sino de la coalición gobernante!
Nos decía un señor Senador -y también trató de afirmar lo mismo el señor Ministro - que la política conlleva responsabilidad. Pero, ¡por favor! ¡Permanentemente, cuando se logra éxito, los aplausos y los méritos son del Gobierno, de la Concertación...! ¡Y cada vez que se incurre en errores garrafales, como el que nos ocupa, y cuando la Alianza por Chile debe salir al salvamento, entonces la responsabilidad es compartida por todos los políticos...! ¡Es algo muy paradójico! Me llama la atención ese estilo de hacer política.
En la cuestión en análisis, la Concertación tiene toda la responsabilidad por haber implementado mal -repito- un proyecto que ha afectado gravemente la calidad de vida no sólo de los santiaguinos. Porque digamos las cosas por su nombre: se están gastando recursos siderales, muchos de ellos ocultos a la realidad nacional. Y eso repercute, por cierto, en la población de Regiones.
El segundo punto que deseo remarcar es que se hace referencia a algunas equivocaciones en los pilares básicos del sistema. Es algo que proviene de una mala aplicación por parte de un Gobierno que no ha tenido un norte claro en la materia.
Se dice que de 5 mil 100 buses hemos pasado a 6 mil 400. ¿Pero qué significa eso, en la práctica? Que se evaluó mal la demanda; que esta se subestimó.
¡Pero parece que tenemos mala memoria! Quiero recordar que estas mismas autoridades y consultoras han cometido el mismo error en todos los proyectos. Y el mismo Ministerio ha incurrido en el mismo error en todos los proyectos de transporte ferroviario. ¡Hoy, esta última empresa tiene un déficit de mil 500 millones de dólares, el cual se incrementa en alrededor de 100 millones de dólares anuales!
Entonces, no se trata de una casualidad, sino de una seguidilla de yerros, radicados siempre en el mismo ámbito y con la participación de casi los mismos actores.
Después se afirma que se pretende mejorar la tecnología. No veo cómo va a ocurrir eso. En particular, me hago eco de lo expresado por la Honorable señora Matthei , porque también me ha llegado la información de que se suscitan serios problemas legales por demandas en la línea que ella ha expuesto.
Se dice, casi con inocencia o ingenuidad por parte del señor Ministro , que se van a arreglar los contratos. ¡Pero estos no dependen de lo él piense, por Dios! ¡Si tienen una contraparte! Y, además, se sostiene que son leoninos. O sea, va a ser muy difícil -y, en castellano, muy caro- corregir el disparate cometido por la Concertación. ¡Y ello, en el evento de que se modifiquen, lo que me parece difícil!
Después, se hace presente: "Tenemos algunos problemas, porque se han creado 200 recorridos nuevos.". ¿De qué nos está hablando el señor Ministro ? El proyecto, en lo sustancial, está mal formulado.
En seguida se asevera que surgen dificultades con los lugares de pago. En definitiva, lo que se consigna es que ha mediado una pésima implementación.
La pregunta que me formulo es qué pasó con las decenas -si no centenares- de millones de dólares pagados a las consultoras que realizaron todos estos estudios. "¡Ah, no! Vamos a formar una comisión investigadora.". ¡Pero, por Dios! ¡Hasta cuándo caemos en descrédito ante la opinión pública! ¡Si todo el país conoce lo que pasa con esas comisiones y la conducta mantenida hasta ahora por la Concertación de echar tierra todas las veces que ha sido necesario investigar! Entonces, algo anda mal.
También, se ha precisado -y con toda razón- que esto va a estabilizar el sistema de transporte público hasta diciembre. ¡En efecto, esa es la realidad! ¡Ninguno de los cinco pilares estructurales se arregla con estos recursos! Simplemente, se evita el alza de la tarifa.
Aquí se advierte un problema muy serio, porque el señor Ministro ha explicado que se va a llegar a un déficit de 13,5 millones de dólares, lo que me parece difícil. En mi opinión, va a ser al menos el doble.
Asimismo, creo que no va a poder corregir los incentivos.
En definitiva, todo indica -o no se está anunciando- que en la Ley de Presupuestos o por la vía de una iniciativa similar a la que ahora estudiamos deberemos ir el próximo año nuevamente al salvamento del Transantiago.
Tengo la impresión de que en el proyecto, al igual que en lo sucedido con la Empresa de Ferrocarriles del Estado, le seguimos dando analgésicos al país.
Quiero insistir en la referencia a esta última entidad: hoy presta el servicio más malo y exhibe la línea férrea con la peor mantención, habiéndose comprado máquinas que son chatarra a un precio muy superior al de las nuevas y habiéndose registrado una disminución de pasajeros que ningún cálculo podía prever.
Me temo que así como van las cosas se llegará a una situación bastante similar. Y no estoy inventando nada. ¡Si este es un hecho de la causa! Es cuestión de preguntar a los propios directores de la Empresa de Ferrocarriles del Estado.
Ahora, se nos dice que tendrá que subsidiarse la tarifa.
Y la pregunta que surge es qué pasa con las Regiones.
Se nos señala que hay que ver esto con altura de miras, porque se trata de un asunto cuya responsabilidad es compartida por la clase política.
No, señor Presidente. Eso no es así. Es de responsabilidad exclusiva de la Concertación.
Asimismo, constituye un error reiterado del Gobierno el no respetar al Parlamento. Porque me parece que proyectos de esta envergadura deberían consultarse al Congreso para su mejor resolución.
Con respecto a la "moneda de cambio" que se pretende al destacar: "¡Ah, pero les vamos a dar fondos a las Regiones!", cabe señalar que, claro, hay fondos, pero empezarán a otorgarse en 2008; son reembolsables -es decir, se van a dar, pero después se quitarán- y, además, no habrá la autonomía necesaria para que las Regiones los gasten en lo que les resulte pertinente.
Pero eso no es lo más grave. Y quiero decirlo en castellano, para que la gente del país lo entienda.
Me parece un disparate, un error, que el Gobierno pretenda usar como moneda de cambio la entrega de plata a las Regiones si se otorgan los recursos solicitados, los cuales se destinarán a un proyecto mal formulado y peor ejecutado. Lo considero una falta de respeto hacia ellas.
Señor Presidente , hemos visto imágenes de parlamentarios -lo digo con el mayor respeto, pero, también, con absoluta franqueza- condicionando su voto a cambio de una "obrita" por aquí o un "proyectito" por allá.
¡Eso se llama "prostituir" la política!
--(Aplausos en tribunas).
Creo que eso es inaceptable.
Además, me parece que el proyecto profundizará el centralismo y la concentración económica, demográfica, industrial y en todos los ámbitos, mostrada por el censo tantas veces mencionado por mí en esta Sala.
Pero, desgraciadamente, vamos de mal en peor.
El subsidio significa aumentar la remuneración a los santiaguinos y es un incentivo para continuar concentrándose en la Capital y aumentar el centralismo en torno a ella. En definitiva, constituye prácticamente una profecía autocumplida: profundizaremos los rendimientos decrecientes, aumentaremos la contaminación e incrementaremos los problemas en Santiago. ¿Por qué? Porque haremos que la urbe siga creciendo en forma inorgánica.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Tiempo, Su Señoría.
El señor CANTERO.-
Señor Presidente , para redondear, me parece que lo propuesto constituye simplemente un analgésico que agravará el problema.
Llegó el momento de hacer cirugía mayor al Transantiago y dar una solución que permita la convergencia de otros actores. Porque, hasta ahora, el rol jugado por el Estado deja mucho que desear y pone en descrédito a la función pública.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Ávila.
El señor ÁVILA.-
Señor Presidente , he tomado conocimiento de un informe técnico ordenado por una empresa operadora.
El estudio lo llevó a cabo una consultora externa, y sus conclusiones se dan a conocer por primera vez en forma pública.
Y estas son las siguientes.
1.- De un total de 113 puntos evaluados, se cumplen 13; esto es, un 11,8 por ciento. Estamos hablando de los requerimientos básicos solicitados en la licitación. La oferta técnica comprometida por el AFT y que forma parte del contrato de adjudicación excede ampliamente el mínimo requerido.
2.- La actual arquitectura y diseño de los softwares seleccionados no cumplen con los requerimientos para conformar un centro de gestión y control de flotas.
3.- La unidad central, el contador de pasajes, el validador, el botón de pánico, los sensores de puertas abiertas, la pantalla de comunicación con el conductor, la pantalla de mensajes a los usuarios, el controlador de ruta y la cámara de video fueron adquiridos a distintos fabricantes. Estos usan protocolos de comunicación diferentes, generando, por supuesto, graves inconvenientes en la interconexión.
4.- No existe transmisión de datos en línea que cuente con un buen ancho de banda ni velocidad y cobertura suficientes para toda la flota de buses.
5.- Se requiere reestructurar completamente la solución informática y el equipamiento de los buses; al mismo tiempo, considerar las necesidades de consumo de energía, para disponer de una batería de respaldo a las originales y, de esa forma, evitar las numerosas panas eléctricas por las mañanas.
La improvisación alcanzó a detalles insólitos. Es así como el consumo eléctrico de la CPU durante la noche agota la batería de los buses, y al intentar hacerlos partir, en las mañanas, es forzoso utilizar cable. Esto desprograma el GPS y los validadores, no siendo posible cumplir con la validación gratis, dentro de 45 minutos, para efectuar los traslados.
Por otra parte, ya es un hecho que SONDA ofreció un soporte tecnológico para ganar la licitación y aplicó otro para implementar el servicio.
En pleno proceso, con posterioridad a la licitación, SONDA desembarcó el TIMM ( Transporte Inteligente Multimodal ).
Lo mencionado por la Senadora señora Matthei en su intervención me ahorra entrar en detalles con respecto a este punto específico. Porque ratifico todo lo dicho, incluido el hecho de que hay un proceso en marcha en los tribunales, cuyo resultado, que se presume favorable a quien ha establecido este procedimiento, traerá consecuencias difíciles de prever.
Para suplir el del TIMM, SONDA contrató a diversos proveedores que adaptaron sus componentes y los integró al sistema know-how con los resultados catastróficos ya conocidos.
El Fisco ha debido incurrir en gastos por la adquisición de 800 unidades y el arriendo de 500 máquinas interprovinciales.
Pero este es sólo el comienzo. Ahora estamos frente a un proyecto que continúa otorgando recursos cuantiosos para financiar un sistema inviable desde su origen. La evasión, en estos momentos, supera el 40 por ciento. Este porcentaje hará que en poco tiempo el aporte de 290 millones de dólares se reduzca a sal y agua.
¿De dónde nos vino esta suerte de "peste bíblica"?
Pues bien, el Transantiago fue gestado en Harvard. Sus padres putativos son el actual Ministro de Hacienda, Andrés Velasco; el ex Subsecretario de Transportes, Guillermo Díaz, y el economista Andrés Gómez Lobo.
--(Aplausos en tribunas).
Estas personas organizaron un seminario de Expansiva, en febrero de 2002, y allí concibieron lo que resultaría el mayor descalabro de una operación tecnocrática a nivel global, sólo comparable al caso de John Coffee , quien construyó un presidio en Irlanda, quedó en bancarrota por la pésima implementación del proyecto y terminó siendo el primer preso en su propia cárcel, por deudas impagas.
--(Aplausos en tribunas).
Nuestro Ministro de Hacienda, en cambio, sólo es rehén de sus caprichos y de los persistentes errores políticos.
--(Aplausos en tribunas).
Siendo él autor de este nuevo Frankenstein, no se conformó con crearlo: lo sacó prematuramente del laboratorio, sin control, operando a ciegas y sin medir el devastador daño de imagen que provocaría al Gobierno y a la Presidenta.
Pero más relevante aún es el cruel vejamen que han sufrido millones de santiaguinos pobres. Su condición social se les ha hecho sentir como una afrenta.
Los responsables de haber implementado el Transantiago sin contar con la estructura básica ni apoyo tecnológico continúan en sus puestos. Por dignidad, debieran renunciar.
--(Aplausos en tribunas).
Pero no lo hacen ni se les piden cuentas.
Ahora se empeñan en garantizar -entre comillas- el autofinanciamiento de las empresas operadoras. ¡Claro que con recursos fiscales...! Es decir, privatizar las ganancias y estatizar las pérdidas.
La simbiosis entre los tecnócratas de Expansiva y algunos cortesanos palaciegos resultó fatal a la hora de implementar una medida que exige participación.
Ellos no congenian nunca con el debate público ni con una relación abierta con la ciudadanía. Son maestros de las estructuras y esclavos de sus propios modelos. Su arte es el ejercicio del poder. Nunca comprometen nada. Han tendido puentes de plata entre lo público y lo privado. Hoy están aquí; mañana, allá.
Un alto personero me recordaba que el sistema de movilización anterior era "una mierda". Probablemente, tiene razón: pero era una "mierda gratis".
--(Aplausos en tribunas).
¡Esta de ahora, pese a lo monumental, la pagamos como si estuviera integrada por huevos de esturión!
Señor Presidente, ¡estoy absolutamente en contra de todo esto!
--(Aplausos en tribunas).
Esta tarde votaré por la Presidenta Michelle Bachelet.
--(Manifestaciones en tribunas).
El señor CHADWICK.-
¿Y los más pobres?
El señor ÁVILA.-
¿Quién se niega a rescatar una flor del lodazal?
Pero concluyo enviándole un mensaje:...
La señora MATTHEI.-
¿A quién?
El señor ESPINA.-
¿A quién?
El señor ÁVILA.-
Presidenta , siga adelante, pero con un solo "Velasco". Y usted sabe a cuál me refiero.
He dicho.
--(Manifestaciones en tribunas).
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Novoa.
El señor NOVOA.-
Señor Presidente, el drama de millones de santiaguinos, el sufrimiento de quienes tienen que levantarse dos horas antes y llegar dos horas después a su casa no debieran prestarse ni para discursos jocosos ni para volteretas en el aire.
--(Aplausos en tribunas).
El Transantiago es un desastre, y el proyecto de ley también. Por lo tanto, quien habla en contra tiene una posición que tomar: votar que no. No podemos agravar la injusticia a los santiaguinos dilapidando 290 millones de dólares más.
Y voy a fundamentar por qué creo que el Transantiago y esta iniciativa son un fracaso y no deben ser apoyados.
En primer lugar, el nuevo Sistema de Transporte Público no se hizo pensando en la gente. Al revés, se hizo en contra de la gente.
Y quiero dar dos ejemplos muy simples.
El diseño original contemplaba 4 mil 600 buses, cifra absolutamente insuficiente, ridículamente insuficiente. Tanto es así que hoy día se reconoce que deben ser 6 mil 400.
El Transantiago se hizo contra la gente. Y en diciembre del año pasado el Metro comenzó a sacar los asientos a los vagones. ¿Por qué? Porque sabían que la gente iba a tener que viajar como animales y no como personas.
¡Ese es el Transantiago!
--(Aplausos en tribunas).
No pasó por el Senado, no por el Parlamento. Pero en la Comisión de Transportes recibimos a los Ministros de Transportes. Y les señalamos -a uno de ellos, hace más de dos años- que no iba a funcionar.
En diciembre de 2006 le pedí, por favor y en forma pública, al Ministro Espejo que no implementara el sistema -están las constancias por escrito- porque no se podría hacerlo funcionar con menos de 6 mil 500 buses.
Nada de eso fue oído. Ninguna crítica fue escuchada. Ni una sugerencia fue aceptada. Se encapricharon en un proyecto contra las personas y tienen sufriendo a millones de santiaguinos.
En el debate en las Comisiones hemos visto también que no solo no se preocuparon de la gente, sino que tampoco se preocuparon de los recursos fiscales. Las bases y los contratos son leoninos a favor de los operadores; aquí todos ganan, nadie ha perdido un peso. Y cuando falta la plata, vamos poniendo la del Fisco.
Eso no es sistema privado. Eso no es economía de libre de mercado. ¡Eso es un fraude a los recursos fiscales!
A quienes sostienen que los sistemas de transportes no se pueden financiar les digo que al 9 de febrero funcionaba en Santiago uno que pagaban los usuarios y que no le costaba un peso al resto de los chilenos.
¿Que contaminaba? Había que atacar la contaminación (el actual contamina igual). ¿Que provocaba congestión? Era cosa de atacar la congestión (el de hoy congestiona igual).
Señores: ¡ninguna de las cosas que se tuvieron en mente al cambiar el sistema ha funcionado!
¡Pero sí lo han funcionado las utilidades garantizadas a los operadores!
Ni la mejoría en beneficio de los usuarios ni los cambios del sistema se hallan contenidos en este proyecto de ley. Lo único que se hace mediante él es pedir 290 millones de dólares para tapar un hoyo y mantener funcionando un sistema que ha causado un sufrimiento enorme a los chilenos.
No hay un peso para buses; no hay un peso para más paraderos; no hay un peso para techar las estaciones de transbordo; no hay un peso para más infraestructura.
Esta iniciativa -reitero- solicita 290 millones de dólares para cubrir el déficit, para tapar el hoyo.
El Ministro señor Cortázar señaló que este proyecto perseguía levantar el sistema de transportes.
¿Levantarlo? ¿Cómo? ¡Si en todo el texto no hay ni una norma que signifique mejorarlo!
Ninguno de los cinco famosos pilares tiene algo que ver con esta iniciativa. Lo único que existe es un tímido ofrecimiento, formulado por el Ministro durante la discusión, de negociar los contratos con los operadores.
Ni siquiera está obligado. Ni siquiera se le van a pasar las platas contra cambios en los contratos.
Se dice: "Entréguenme 290 millones de dólares y yo voy a negociar con los operadores los contratos".
Esa plata, en consecuencia, no está destinada a mejorar el sistema.
Se dice que va para evitar el alza de tarifas.
¡Creo que ningún gobierno en el mundo tendría la desfachatez de alzar las tarifas con un sistema de transporte inhumano!
Aun más, de acuerdo con esta malla de contratos, la tarifa no puede subir más de 20 pesos por mes.
Entonces, si quisiéramos evitar el alza correspondiente a julio, habría que inyectar al sistema alrededor de 3 millones de dólares, suma equivalente a la diferencia por los 20 pesos que dejarían de cobrarse al público.
Si en agosto pretendiéramos evitar un alza similar, podríamos suplementar los ingresos del Sistema diciendo: "Mire, como no hemos podido subir la tarifa, el Fisco pone estos otros 20 pesos". Lo mismo en septiembre y octubre. Como resultado, de aquí a diciembre al erario le costaría más o menos 50 millones de dólares, que sería lo que el Fisco adeudaría al Sistema por no subir la tarifa. Tal es la cantidad en que habría que subsidiar para evitar las alzas.
¿Pero cuánto pide el señor Ministro ? 290 millones de dólares. ¿Y para qué? Para que los operadores puedan cobrar todo; no sólo lo que dejarían de percibir por no aumentar las tarifas.
O sea, a esos señores que firman los contratos y echan a andar un sistema al final el Fisco les diría: "Como ustedes perdieron plata, no sólo les voy a subsidiar el no aumento de tarifas, sino que además les voy a devolver toda la evasión y a reponer su ineficiencia". ¡Y vamos girando cheques!
Por ello, creo absolutamente ilegítimo el planteamiento del Gobierno.
Si nosotros aprobamos el proyecto en debate, daremos una bofetada a los habitantes de la Región Metropolitana y a todo el país. Porque validaremos un procedimiento inhumano; estaremos votando plata sin que se corrijan los defectos, y dilapidando recursos y alargando la vida de un plan que sólo ha causado problemas a los santiaguinos.
Si pensamos eso -no he oído hablar a nadie en favor del Sistema-, lo que procede en el Senado es votar en contra, de manera que el proyecto sea reformulado completamente en la Comisión Mixta que se forme, exigiendo al Gobierno un cambio.
Porque con la aprobación de la iniciativa en debate estaríamos entregando 290 millones de dólares para tapar un hoyo sin que el servicio público de transporte de Santiago mejore en nada. Y eso es inaceptable.
--(Aplausos en tribunas).
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro.
El señor CORTÁZAR ( Ministro de Transportes y Telecomunicaciones).-
Señor Presidente , quiero referirme a algunos puntos abordados en las intervenciones de varios señores Senadores.
Se pregunta si los recursos solicitados tienen que ver con los cinco pilares de la estrategia del Gobierno para levantar el Transantiago.
Por supuesto que es así: los costos proyectados del Sistema - como lo indiqué, por lo demás, en las Comisiones de Hacienda y de Transportes y Telecomunicaciones, unidas- son precisamente los consignados para financiar el mayor número de buses, la ampliación de recorridos, el aumento de la frecuencia, en beneficio de las personas y de un mejor funcionamiento del Sistema en general.
Y esas mejoras, que traen asociado un volumen mayor de costos, se van a cubrir con estos recursos, para evitar, al mismo tiempo, un aumento de tarifa, manteniendo la actual de 380 pesos.
Se hacen algunos cálculos sobre el destino de los recursos.
En esto hay que ser claros. Si se suma el financiamiento de los 20 pesos de aumento en julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre, el resultado, evidentemente, no corresponde a los mayores costos no financiados durante ese período.
Porque, como el aumento de 20 pesos en el mes de julio no alcanzaría a cubrir todos los costos que hoy están en los contratos -y estamos en un Estado de Derechol, por lo que ellos tendrán que ser pagados-, el Sistema contempla, pues está estipulado que esos recursos se adeudan, al igual que los montos no cancelados durante agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre.
Si llegáramos a diciembre con una tarifa, no ya de 380 pesos, sino de 500, todavía existiría un endeudamiento, el cual debiera ser cancelado con la cifra más alta del pasaje durante los meses siguientes. Por eso, llegados los primeros meses de 2008, el pasaje todavía seguiría a la altura de los 500 pesos vigente en diciembre.
¿Adónde van entonces los 290 millones de dólares? En su integridad ¿insisto: en su integridad-, a financiar lo que, de no inyectarse los recursos, se costearía con un aumento de la tarifa, no hasta el 31 de diciembre del 2007, sino hasta buena parte del 2008.
Por lo tanto, cada peso incluido en los recursos que se solicitan es para financiar el Sistema -con las mejoras consignadas en la estrategia seguida por el Gobierno-, asegurando que no van a elevar la tarifa y pagando a los operadores lo que está en los contratos licitados. Ni un peso de estos 290 millones de dólares aumentará los ingresos que les correspondería percibir por sus servicios de acuerdo con los contratos.
Todos los recursos significarán una menor tarifa. Y el modo más eficaz para saberlo es hacer el ejercicio que señalábamos en la exposición inicial: de no aprobarse el proyecto en debate, la tarifa subiría a la altura de diciembre hasta 500 pesos, manteniéndose en ese rango hasta el momento de repagar todo lo adeudado.
Eso debe evitarse, porque nos parece que cinco millones de chilenos no se merecen un aumento en las tarifas después de un proceso que ha producido los efectos por todos conocidos.
Quiero abordar un segundo punto, señor Presidente , sólo para responder también la consulta de la Senadora señora Matthei al inicio de la sesión.
En primer lugar, me comprometo a enviar un informe completo con los antecedentes Su Señoría solicita.
Pero deseo aclarar cuál es la relación que tenemos con el Administrador Financiero y con la empresa proveedora de tecnología.
El contrato del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones con el Administrador Financiero del Transantiago, que obliga a esta institución a proveer la tecnología, es un documento exigible. Y esa empresa, por sí misma, contrata a los proveedores de tecnología.
De hecho, en las conversaciones sostenidas en los últimos meses para rectificar lo que ha sido un incumplimiento grave de contrato -porque debió haberse cumplido el año 2006-, señalamos que la selección del proveedor tecnológico es responsabilidad de ellos. Así, en el cumplimiento del sistema de GPS, no ha sido la misma empresa proveedora anterior la que ha permitido hacerlo.
Nosotros exigimos a la empresa que tiene el contrato con el Estado que busque a los proveedores necesarios para cumplir esa obligación. Porque es responsabilidad de ella la solvencia de los proveedores, cuyo cumplimiento le va a permitir honrar el contrato que tiene firmado.
Por tanto, en cuanto a la gestión de flota, nosotros -estamos en conversaciones en estos momentos- exigimos la garantía de que haya una empresa que asegure que en los próximos meses tengamos el sistema plenamente implementado.
Y la decisión definitiva de qué hacer con los contratos de la AFT con sus proveedores es su responsabilidad, no nuestra. Lo que nosotros exigimos es el cumplimiento del contrato con el Estado, el cual consiste en proveer una tecnología que debió haber estado disponible, por lo demás, hacia fines del 2006. En algunos aspectos fue cumplida, pero en varios otros -como señalé en mi exposición- hay todavía pendientes puntos que son de gran importancia. Y ellos tienen que ser cumplidos para asegurar el buen funcionamiento del transporte público.
La señora MATTHEI.-
¿Me permite una interrupción, señor Ministro?
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Con la venia de la Mesa, puede usar de la palabra Su Señoría.
La señora MATTHEI.-
Quiero preguntar al señor Ministro si tiene conocimiento de un eventual juicio en contra de esta empresa por esos motivos tecnológicos.
El señor CORTÁZAR ( Ministro de Transportes y Telecomunicaciones).-
Tengo cierta información, que ha sido pública. Y voy recabar antecedentes adicionales.
Ciertamente, no es un juicio relacionado con el Gobierno, sino entre un proveedor de una empresa que a su vez lo es del Gobierno, por una discusión surgida en materia de patentes.
Voy a reunir toda la información que solicita la señora Senadora y la haré llegar a esta Corporación.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra la Honorable señora Alvear.
La señora ALVEAR.-
Señor Presidente , soy Senadora y resido en la Región Metropolitana, razón por la cual he usado el Transantiago. Y pude observar. de primera mano,
--(Manifestaciones en tribunas).
¡Sí, uso el Transantiago!
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
¡Por favor, solicito guardar silencio!
La señora ALVEAR.-
Señor Presidente, pude observar, de primera mano, cómo tal sistema de transporte ha generado efectos extraordinariamente negativos para los habitantes de la Capital.
En efecto, dicho sistema se concibe para dar un transporte digno a quienes hacen uso de la locomoción colectiva. Pero, en verdad, los sectores más modestos y medios de la población, en lugar de alcanzar una mejoría en ese sentido, lamentablemente han vivido muchas horas de espera, de incertidumbre, de viaje, de aglomeraciones y de mucha rabia y frustración.
Ese diagnóstico lo compartimos. Así lo señalamos el día de ayer en las Comisiones de Hacienda y de Transportes. Y frente a él tenemos que preguntarnos qué debemos hacer a objeto de solucionar la dificultad de quienes viven en Santiago.
Para esos efectos se han enviado cuatro iniciativas legales al Congreso Nacional. La que estamos discutiendo hoy es una de ellas.
La segunda crea el Administrador Provisional, que es fundamental, por cuanto los actuales contratos establecen que, en caso de caducar uno de estos, será el mismo operador el que deberá seguir con el transporte en el sector de que se trate, lo cual, a todas luces, es absolutamente indispensable modificar.
Otra genera la Autoridad Metropolitana de Transportes. Esta es necesaria porque no podemos tener al Ministro del ramo ocupando el 99 por ciento de su tiempo en el Transantiago. Él debe atender una cantidad enorme de asuntos que interesan a todo el país, por lo que es básica esa autoridad, no sólo en la Capital, sino también en todas las Regiones.
Y el último proyecto tiene por finalidad permitir al Metro, empresa pública, operar con buses de superficie. Es fundamental que el día de mañana, en el supuesto de que termine uno de los contratos de los operadores, se llame a licitación y que si por alguna razón no hay interesados, exista una empresa estatal capaz de cubrir el sector respecto del cual no se presenten postulantes. Ello, para los efectos de realizar el correspondiente transporte público.
Señor Presidente, en mi concepto, tales iniciativas son un aporte importante para el Estado en materia de facultades, a fin de paliar aquello que ha dificultado el trabajo del Transantiago y que constituye una de las necesidades claves del Ministro de Transportes y que ha sido mencionada por él en esta sesión, esto es, la urgencia de modificar los contratos, por cuanto ellos, efectivamente, son leoninos para el Estado de Chile.
Por lo tanto, tratándose de circunstancias extraordinarias, el no aprobar la iniciativa legal en debate implica un alza de tarifas. Y me parece que a los capitalinos -que lo han pasado muy mal- no podemos agregarles el incremento del valor del pasaje de la locomoción colectiva, lo que tendría consecuencias insospechadas, al no contarse con los recursos necesarios para evitar un aumento de tal servicio.
¡De eso trata este proyecto, señor Presidente!
Y como Santiago no es Chile, la Presidenta de la República estimó pertinente incluir en esta misma iniciativa recursos para que las Regiones puedan realizar proyectos de inversión por sumas equivalentes al monto que se pretende utilizar en el Transantiago.
Me parece de extraordinaria importancia que los gobiernos regionales puedan contar con facultades para comprometer gastos vinculados a iniciativas de inversión, diseño, infraestructura vial, riego, servicios básicos de agua potable, saneamiento rural, transportes y telecomunicaciones y sus elementos complementarios.
Si los recursos son utilizados como una herramienta que posibilite avanzar en una estrategia de desarrollo en cada una de las Regiones -para lo cual se requieren los proyectos de infraestructura necesarios-, se transformarán, gracias a esta iniciativa legal, en un aporte muy importante para cada una de ellas.
Cabe agregar que el proyecto en análisis consigna, además, un aporte para las comunas de la Región Metropolitana que tienen carácter rural y a las cuales el Transantiago no les dice nada.
Por consiguiente, expreso esta tarde, con mucha claridad, que quiero comprometer el apoyo -así lo acordó la Democracia Cristiana- a la iniciativa legal enviada por la Presidenta de la República. Porque precisamente, frente a momentos difíciles, mayor razón tenemos quienes somos de la Concertación, respaldamos a este Gobierno y pertenecemos a la Democracia Cristiana, para entregar nuestro apoyo a la Primera Mandataria.
En consecuencia, se requieren recursos extraordinarios para evitar el alza de tarifas en el Transantiago, lo que afectaría a los santiaguinos.
--(Manifestaciones en tribunas).
Señor Presidente , yo estimo que es absolutamente necesario que seamos capaces de saber -y esto será un trabajo que deberemos realizar- cómo vamos a enfrentar los desafíos de futuro en lo que dice relación al transporte público en la Región Metropolitana y en todo el país. Sin embargo, a raíz de todas las situaciones de diseño y de implementación mal hechas -¡sí, mal hechas!-, es necesario aprobar la iniciativa en debate, con el propósito de evitar más problemas a los capitalinos, que lo han pasado demasiado mal.
Conforme a lo anterior, y siguiendo a Ernest Renan, quien nos dice que "los golpes de la adversidad son muy amargos, pero nunca son estériles", tenemos hoy día la oportunidad de demostrar al país que la Concertación está unida, que asume las dificultades, que enfrenta la adversidad con valentía, y también de señalar que los dirigentes políticos actuamos a la altura de las circunstancias, sin miopía ni egoísmos, y de que estamos dispuestos a contribuir para sacar adelante el Gobierno de la Presidenta Bachelet.
Por las razones expuestas, desde ya, anticipo el rechazo al informe de las Comisiones de Hacienda y de Transportes y Telecomunicaciones, unidas, y el apoyo a la idea de legislar de la iniciativa enviada por el Gobierno.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Gómez.
El señor GÓMEZ.-
Señor Presidente , creo que nadie en esta Sala ni fuera de ella puede estar conforme con el Transantiago. Es una situación que nos ha afectado a todos. No se trata de que uno sea de la Concertación y otro de la Alianza o independiente. Da lo mismo.
--(Manifestaciones en tribunas).
El problema es grave.
He escuchado encendidos discursos buscando a los responsables y a quién realizó este contrato, lo que se dilucidará probablemente en la Comisión investigadora de la Cámara de Diputados.
Pero nadie ha reconocido que la primera persona que pidió disculpas al país fue la Presidenta de la República , quien asumió los problemas graves que se produjeron con el Transantiago y tuvo la valentía de enfrentar a los chilenos diciéndoles que este tema lo iba a resolver y que buscaría los mecanismos que fueran necesarios para hacerlo.
Nosotros, los radicales, propusimos al Gobierno que utilizara un mecanismo constitucional, porque sabíamos que al final esta discusión se transformaría en el festín de los políticos. Nos íbamos a convertir todos en expertos en el Transantiago y en el transporte, cuando en realidad ninguno de los aquí presentes puede denominarse experto en transporte.
Al final, los responsables de esta situación tienen que buscar soluciones. Y la Presidenta , en definitiva, está asumiendo esa responsabilidad y le está planteando al Parlamento que su Ministro de Transportes ha informado -lo hemos escuchado ayer y durante los dos meses que lleva en su cargo- que existen cinco pilares para mejorar el Transantiago: más buses, mejor tecnología, mejores contratos, mejores recorridos y más bienes públicos.
Y para hacer eso se requiere un tiempo, durante el cual, y a fin de evitar mayores costos a los afectados por el Transantiago, resulta necesario impedir que suban sus tarifas. Y eso es lo que se solicita a través de este proyecto, nada más.
Y el Gobierno está comprometiéndose -lo ha hecho en las Comisiones- a que todo este proceso se cumplirá en el plazo que ha señalado, es decir, que los 6 mil 400 buses estarán en noviembre instalados en todo Santiago; que las renegociaciones de los contratos se realizarán en los períodos fijados en la discusión de las Comisiones; que se requieren mejores bienes públicos para establecer todos los recorridos, y habrá que invertir los recursos necesarios para cumplir con estos objetivos.
Y en estos discursos encendidos, de búsqueda de responsabilidades, ¿hemos escuchado alguna solución? ¿Hemos escuchado decir "mire, vamos a resolver el problema de esta otra forma"? ¿Es posible volver a los buses amarillos o dejar sin efecto el Transantiago? Porque una cosa es que uno lo diga -y que sea aplaudido por ello- y otra que sea factible hacerlo. Hoy existe un sistema de transporte. Este se encuentra instalado, se han invertido recursos y establecido contratos que deben ser cumplidos. Por lo tanto, no hay modo de dejarlo sin efecto. Y la obligación del Gobierno y de todos los Parlamentarios es que esto se resuelva, y bien.
En consecuencia, pronunciar discursos encendidos no soluciona el problema.
Por eso, a pesar de tratarse de una cantidad gigantesca de recursos, nosotros estamos dispuestos a votar a favor. Porque resulta indispensable que se busque la solución final del problema, y no que se use políticamente una situación que es muy grave. Nadie ha dicho que no lo es. Y el Gobierno tiene necesariamente la obligación de resolverla. De allí que sea importante otorgar los recursos, a fin de dar el tiempo suficiente para alcanzar la solución. Si esto no se cumple, tendrán que asumirse las responsabilidades políticas que correspondan en el momento oportuno.
Pero no se puede pensar que esto se resuelve con discursos encendidos o con búsqueda de aplausos. Eso no soluciona el problema que la gente está viviendo hoy.
Por ello resulta indispensable ser responsable en la discusión y en la votación en general. Porque no estamos hablando de la aprobación en particular del proyecto, sino de la idea de legislar. Posteriormente podemos votar a favor o en contra de los distintos artículos de la iniciativa.
Hemos hablado acerca de Santiago, con lo importante que es la Región Metropolitana para Chile. Pero para nosotros también resulta indispensable que el proyecto de ley establezca criterios de control, a fin de que los recursos -que hoy se pueden aprobar o no- sean invertidos en lo que realmente es necesario para el mejoramiento del Transantiago.
Hago la salvedad de que he dicho con claridad que estos recursos son para que no suban las tarifas. Pero además hay otros contratos que deben ser conocidos por todos los Parlamentarios y por Chile, para ver cómo se está invirtiendo en el desarrollo del Transantiago.
En esa misma perspectiva, la iniciativa considera recursos para las demás Regiones. Y he escuchado decir: "Esto es inaceptable, porque nos pretenden dar una migaja como consecuencia de los errores cometidos". Pero si uno observa lo que significan para las Regiones los recursos aquí establecidos, se da cuenta de que se trata de grandes sumas, que ellas necesitan. Mala suerte o buena suerte que estos recursos vengan unidos a un gran error. Pero para las Regiones son indispensables e importantes. Diez mil millones de pesos para la Segunda Región no son cualquier cosa. Su presupuesto anual es de 24 mil millones de pesos. Por lo tanto, el contar con esas cantidades permite a las Regiones resolver problemas permanentes y que por mucho tiempo no han tenido solución.
Por lo señalado, es indispensable mirar esto no sólo en el contexto miope de una simple definición de si vamos a entregar o no recursos, sino en el contexto global de lo que significa otorgarlos, con los controles necesarios que el propio Senado ha querido establecer, respecto de los cuales probablemente estemos todos de acuerdo, pues no se trata de entregar un cheque en blanco, sino de que el uso de los recursos sea fiscalizado. ¿Pero para qué se otorgan en definitiva? Para cumplir un objetivo esencial para todos nosotros: terminar con la inmensa cantidad de problemas que ha ocasionado el Transantiago a los habitantes de la Región Metropolitana. Y también, por supuesto, se debe considerar que los recursos que se entregarán a la Regiones son importantísimos para su desarrollo.
Me resulta curioso escuchar hoy a algunos decir que no se quieren gastar recursos sin ningún control en Regiones o a través del mecanismo del Transantiago.
Pues bien, yo he presentado un proyecto de reforma constitucional para establecer el criterio de que los dineros provenientes del royalty se distribuyan como corresponde a Regiones. Y, por defender el sistema institucional consagrado en 1980 en la Constitución Política, algunos Parlamentarios van a votar en contra, en circunstancias de que resulta indispensable que las Regiones cuenten con más recursos. Y, por defender un sistema institucional que de ninguna manera se destruye, pues simplemente se establece un mecanismo, algunos que votarán en contra del Transantiago están a favor o en contra. Eso significa, en definitiva, que no hay coherencia en la defensa de las Regiones por parte de quienes las representamos. En dicho aspecto uno debe tener una sola línea. Y esa es la que hemos querido refrendar en esta oportunidad.
Estos recursos sirven para que a la gente de Santiago no se le aumente el valor del pasaje. Y estamos dispuestos a votar a favor porque nos parecería increíble e inaceptable que, además de tener un mal sistema de transporte, les subieran el costo de los pasajes. Por eso, y no por otra razón, vamos a aprobar la iniciativa.
También vamos a votar a favor porque creemos en la Presidenta de la República y en el Ministro de Transportes. Pensamos que será capaz de cumplir los cinco pilares básicos. Y es indispensable que tenga los recursos y la necesaria capacidad para poder resolver los problemas.
Por ello -insisto- éramos partidarios de que se utilizara el artículo 32, Nº 20º, de la Constitución, que permite ocupar los recursos que sean necesarios. Porque esto no es un problema de discusión política en el que ganen unos u otros. Lo que aquí se requiere es que se resuelva el problema del Transantiago y las dificultades que la gente de la capital está viviendo a consecuencia de la mala inversión que se hizo en algún momento. Y esto permite a la Presidenta emplear los dineros que sean indispensables para ello. Y también, por supuesto, entregar los recursos a Regiones, que es lo que nos interesa como sus representantes en el Parlamento.
Por eso, siendo muy claro, vamos a votar a favor del proyecto presentado por la Presidenta de la República, pues no hay otro camino para resolver el problema del transporte público de los santiaguinos.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor García.
El señor GARCÍA.-
Señor Presidente , esta iniciativa tiene claramente tres ideas matrices: una, entregar recursos para el financiamiento del llamado proyecto Transantiago; dos, consignar aportes a las Regiones, y tres, destinar aportes adicionales a las municipalidades del país.
Curiosa mezcla la de este proyecto. Porque, lo que se busca es que, en función de los recursos que se entregan a las Regiones -con lo cual, por supuesto, estamos de acuerdo- y a las municipalidades -materia con la que también nos hallamos conformes, y que corresponde a un anuncio formulado solemnemente por la Presidenta de la República el 21 de mayo recién pasado-, aprobemos un aporte de 290 millones de dólares para contribuir a que no suban las tarifas del Transantiago, que es, en definitiva, un mal proyecto de transporte para los santiaguinos, quienes lo comprueban día a día.
En cuanto al financiamiento, el señor Ministro del ramo señaló durante el debate en las Comisiones unidas de Hacienda y de Transportes y Telecomunicaciones que los ingresos del Transantiago en mayo habían sido de 30 mil 541 millones de pesos -repito: en mayo del presente año-, y que pretendía que esas entradas aumentaran a 45 mil 815 millones de pesos en diciembre.
Honorables colegas, ¿cree alguno de ustedes que la recaudación del Transantiago va a aumentar en 50 por ciento respecto de mayo, cuando todos hemos reconocido -¡todos!, incluso los Senadores de la Concertación que anunciaron su voto favorable- las múltiples deficiencias que este exhibe, tanto en su implementación como en su operación, y el mismo Ministro nos dijo que estos dineros son para subsidiar tarifas y no para mejorar el sistema? ¿Cómo conseguirá incrementar en 50 por ciento la recaudación?, ¿cómo logrará cambiar los contratos?, ¿con qué recursos construirá los más de 200 kilómetros de vías exclusivas que -según su propio informe- todavía falta por construir en la Región Metropolitana?
Por eso, señor Presidente , estimados colegas, lo que proponemos no es una negativa completa, sino rechazar el proyecto, ir a Comisión mixta, ponernos de acuerdo, entregar aportes por unos tres meses. De forma tal que el Ministro de Transportes venga en los próximos meses a decirnos que sí, que consiguió modificar los contratos, que cuenta con financiamiento para construir 200 kilómetros de vías exclusivas, que logró disminuir de modo significativo el número de usuarios que no paga y aumentar los ingresos, tal como ha prometido en el informe que nos ha entregado.
Sin embargo, no se quiere optar por esa alternativa. Se trata del todo o nada: o entregamos ahora 290 millones, o simplemente no existe posibilidad de seguir conversando y debatiendo el asunto en Comisión mixta, que es lo que nos parece apropiado.
Por tal motivo, nos obligan a votar en contra.
En cuanto a los aportes a Regiones, comparto lo señalado por el Senador señor Cantero. No es justo para estas que el haber metido las patas en un proyecto grande en Santiago se quiera tapar con la entrega de recursos a las Regiones. Es una falta de respeto.
Merecemos recursos porque tenemos problemas, porque tenemos necesidades, porque tenemos proyectos, porque tenemos sueños, porque tenemos ilusiones, porque Santiago no es Chile, y porque no se puede comparar un proyecto fracasado en la Región Metropolitana, como el Transantiago, con lo que deben ser las políticas públicas, con lo que debe ser una política de desarrollo nacional para las Regiones. El compromiso con estas debe ser permanente. Y no porque se cometan errores en Santiago vamos a buscar los votos de los representantes de Regiones entregando recursos también a ellas. Esa no es la forma correcta de hacer las cosas.
Lo mismo ocurre con el aporte que se entrega a las municipalidades.
Por qué someter los 13 mil millones de pesos anunciados por la Presidenta Bachelet el 21 de mayo a una condición previa: aprobar recursos para el Transantiago.
Los municipios del país tampoco se merecen ese trato; tampoco merecen que se les pongan condiciones para cumplir con una promesa hecha en forma expresa por la Primera Mandataria.
Se dice que en el proyecto en comento no existe ningún artículo que se refiera al mejoramiento de los cinco pilares básicos del Transantiago.
Sobre el particular, debo señalar que sí hay uno. El artículo 4º expresa: "Sin perjuicio de lo establecido en el artículo anterior, en los referidos convenios se establecerá la entrega de recursos, con cargo al Fondo, destinados a programas transitorios de control de evasión del pago de la tarifa en el Sistema, que tendrán por objeto, entre otros, generar incentivos para disminuir la evasión, en particular destinados a los conductores.".
Lo anterior significa volver al sistema de dar a los conductores un premio en función de los pasajeros que trasladan. Yo me pregunto ¿en qué quedó la promesa del ex Presidente Ricardo Lagos ? Él les dijo a los choferes -y, por televisión, a todo el país- que nunca más tendrían que preocuparse de si el pasajero pagaba o no; que con el Transantiago sólo deberían preocuparse de conducir bien y de la seguridad de los pasajeros. Sin embargo, estamos volviendo atrás, y se hace tabla rasa de lo que anunció al país el ex Jefe de Estado.
Yo digo que, a lo menos, un proyecto de tal naturaleza debería honrar la palabra del ex Presidente de la República y no volver a esos sistemas respecto de los cuales todos reconocemos que muchas veces eran causas de accidentes. No podemos regresar al tiempo en que los conductores se ponían a pelear por los pasajeros, menos aún con el sistema de buses con que hoy se cuenta.
Señor Presidente , hay una falta absoluta de consecuencia. El ex Presidente Lagos anunció a todos los habitantes de la Región Metropolitana, en vísperas de la elección presidencial pasada, que habría un sistema de transporte público moderno, eficiente, con una cantidad enorme de bondades. Pero nada de eso se cumplió.
Y en lugar de reconocer errores, aquí simplemente se dice que saquemos plata del Fisco -290 millones de dólares-, que subsidiemos la tarifa y que hagamos como si nada hubiera pasado.
Lo que ocurrirá es que los 290 millones de dólares se van a terminar, y muy pronto. Y tendremos al Gobierno en el próximo proyecto de Ley de Presupuestos pidiéndonos más plata para continuar subsidiando la tarifa, para continuar subsidiando el Transantiago.
Y no estamos dispuestos a ello.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Muñoz Barra.
El señor MUÑOZ BARRA.-
Señor Presidente , quiero decir muy francamente que este es uno de los proyectos que, en lo personal, me cuesta mucho defender y justificar en su plenitud. Porque no sacamos nada con hacer aquí planteamientos que la opinión pública, una vez que lleguen a ella, va a colocar en la balanza para determinar si durante el debate fuimos sinceros o no.
Tengo la sensación de que estoy peleando desde las cuerdas. Me siento un poco arrinconado en este cuadrilátero que es la situación que hoy están viviendo cinco millones de chilenos.
Creo que nadie se va a molestar por el hecho de que, mediante un planteamiento muy sencillo, yo reconozca desde estas bancadas que, a no dudarlo, el Transantiago está lleno de problemas que no me explico por qué los técnicos respectivos no vieron en el momento oportuno.
No entiendo que ahora se diga que una de las soluciones centrales para mejorar el sistema de transporte creado consiste en renegociar y corregir los contratos firmados.
¡Pero en qué onda se estaba al suscribir los contratos originales!
¿Resulta posible -es la pregunta que uno debe formularse- corregir esos contratos, que, según se sostiene ahora, son la piedra en el zapato?
Durante todo el desarrollo del proceso, no he sido tremendista. No me gusta serlo. No he recurrido a los medios de comunicación para anunciar el parto de los montes en el análisis de esta materia.
Y hemos visto cómo ha habido cambios de caballo y el galope ha sido diferente.
Porque, al final, yo escuchaba a un estimado Senador de mi sector que señalaba que lo había convencido el Ministro señor Cortázar. Pero lo convenció en las últimas horas.
Yo pregunto: ¿no estaban las herramientas para convencerlo antes y habernos evitado el bochorno, en que nosotros mismos nos confundíamos frente a análisis gruesos, contundentes y expuestos técnicamente?
Eso -yo diría- es un poco un juego insincero, que motiva que muchas veces la opinión pública tenga una visión en el sentido de que los políticos no somos serios, no somos responsables.
Ahora bien, como alguien recordó, la Presidenta de la República , Michelle Bachelet , en un acto de mucha "hombría", dijo que le habían entregado información falsa -lo expresó textualmente-, que la habían engañado. Y creo que todavía resuena en los oídos de los chilenos la frase con que ella planteó que su intuición -¿estoy mintiendo o estoy siendo desleal con mi Gobierno?- le señalaba que el Transantiago debía ser implementado en tres años más.
Ahí está escrito. Lo saben todos los chilenos.
¡Y por supuesto que los parlamentarios de Gobierno y de Oposición tienen derecho a preguntar quién entregó la mala información, quiénes manifestaron que la carga se arreglaba en el camino!
Entonces, la Jefa del Estado ha debido asumir una responsabilidad que no le corresponde. Porque, por muy Presidenta que sea, no puede dominar, señoras y señores, todas las materias. Para eso tiene técnicos y personeros responsables.
¡Yo reivindico la actitud patriótica, honesta y sincera que ha tenido nuestra Presidenta de la República!
¿Cómo vamos a negar -no podemos a este respecto acudir a planteamientos doctrinarios- los problemas reales que enfrentan cinco millones de chilenos en Santiago: mala calidad del sistema; paraderos -lo hemos visto con vergüenza por la televisión- que se hacen por donde no pasan los buses; recorridos mal calculados; inexistencia de validadores?
Pero es cierto asimismo -aunque ello pueda producir decepción a quienes quisieran que uno fustigase más la situación existente- que aquí hay un problema social que debemos enfrentar Gobierno y Oposición: la Oposición, mirándolo desde el punto de vista patriótico, y nosotros, aceptando humildemente la responsabilidad que también nos cabe en él.
Si concurren esos dos elementos -el reconocimiento de que el Transantiago no es lo que se quería y la disposición de los partidos de Oposición a entregar ideas y solucionar el problema-, no cabe ninguna duda de que la sociedad chilena va a creer que sobre la materia estamos hablando, analizando y proyectando en serio. En caso contrario, será un simple juego de piernas, donde unos podrán exponer mejor que otros, pero en que la cuestión esencial irá quedando de lado o dejándose debajo de la alfombra.
Yo quiero puntualizar, señor Presidente , que aquí hay dos salidas. Y lo digo al país, que seguramente verá en los medios de comunicación o de cualquier otra manera lo ocurrido en el Parlamento.
Uno -como alguien planteó-, subir las tarifas.
¡Pero con qué cara vamos a subir las tarifas de un sistema pésimo, más que deficiente, donde la gente se levanta por la mañana enrabiada, hasta con sentimientos de odio, porque sufre en carne propia esa pesada cruz, que arrastra hasta el trabajo, tras lo cual, por la tarde, enfrenta la aventura de cómo llegar a su casa!
¿Se va a pagar más por un sistema que quita horas de descanso y de sueño a esos cinco millones de chilenos?
Señor Presidente, estimados colegas, ¡ello es imposible!
Por eso, hay que aceptar lo que está diciendo el Ministro señor Cortázar , quien no tiene ni una culpa. Yo celebro su valor, su patriotismo para aceptar esta responsabilidad. Porque él no es el gestor ni el que puso en ejecución el sistema.
Se trata de que hablemos con sinceridad, señor Presidente, y no impulsados por otro tipo de consideraciones.
Yo reconozco eso en el Ministro señor Cortázar.
Ahora, quiero plantear que es menester entregar los 290 millones de dólares, nos guste o no. Porque -repito- no resulta factible subir las tarifas; no hay lógica para proceder a ello en un sistema malo, que no está funcionando.
Pero surgen, evidentemente, algunas preguntas.
¿Y qué pasa después de esos 290 millones de dólares, señores Ministros? ¿Habrá que seguir subsidiando? ¿Por qué no lo reconocemos? ¿Por qué, en vez de andar rosados todo el año, no nos ponemos colorados una vez y decimos que, así como en otras partes del mundo se subsidia el transporte público, aquí, en Chile, también hay que hacerlo? Creo que de esa manera la gente nos va a entender mejor.
De otro lado, existe un pensamiento que, por supuesto, los hombres de Regiones tenemos derecho a plantear.
Es cierto que se otorga una gran cantidad de millones de dólares a las Regiones. Pero, de no mediar la chambonada del Transantiago, ¿nos habrían dado esa plata?
Esa es una pregunta que nos emerge, señores Ministros y estimados colegas, a quienes sabemos en carne propia cuánto cuesta "hacer región".
¡Es que a veces no se entiende en las diez manzanas del poder de Santiago que en Chile es factible proyectar, construir y desarrollar desde las Regiones!
¡No puede ser que, de cada 100 industrias, 75 se radiquen en la Capital! ¡No puede ser que el 80 por ciento de los depósitos bancarios se queden en Santiago! ¡Y no puede ser que, por un mismo trabajo y por igual tiempo, en la Capital se pague el doble que en las Regiones!
Aquí hay que modificar también la política de crecimiento de todo el país.
¿Qué ha dicho un grupo de personas de Regiones? Que las políticas centralizadoras y sus efectos en Santiago en expansión urbana, poblacional, producción industrial son la causa de la congestión del transporte, las responsables de que la Capital haya sobrepasado su punto de saturación y los límites de su crecimiento eficiente.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Terminó su tiempo, señor Senador.
El señor MUÑOZ BARRA.-
Concluyo de inmediato, señor Presidente.
En 2002 se amplió el radio urbano de Santiago en casi 150 por ciento. El 70 por ciento de los megaproyectos del Bicentenario, que financiamos todos los chilenos, se concentra en la Capital. El aeropuerto Los Cerrillos se transformó en un gran negocio inmobiliario. Y el área urbana de Colina se aumentó en 825 hectáreas.
--(Manifestaciones en tribunas).
Señor Presidente, no son los silbidos provenientes de las tribunas los que van a alterar la convicción que tengo en esta materia.
Voy a votar, por supuesto, favorablemente esta iniciativa,...
--(Manifestaciones en tribunas).
...porque debo aceptar mi responsabilidad como Senador del Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Pizarro.
El señor PIZARRO.-
Señor Presidente , el proyecto en discusión establece un Fondo de Estabilización Financiera para el Transantiago, ascendente a 290 millones de dólares, cuyo objetivo es otorgar un subsidio directo para no subir las tarifas a los usuarios y, además, ayudar a financiar el costo de la puesta en marcha del sistema.
Sin duda, se trata de una materia técnica, que ha sido analizada latamente tanto por el señor Ministro de Transporte como por varios colegas Senadores.
Empero, uno debe preguntarse si el problema sigue siendo técnico o ya definitivamente se transformó en una cuestión política y social de nuestro país.
Cualquier lector avezado o cualquier analista se da cuenta de que hace rato el problema es más político y social que técnico.
Es político y social porque afecta enormemente a una cantidad importante de chilenos y, además, porque ha generado una crisis de magnitud en el Gobierno de la Presidenta Bachelet y en la coalición que supuestamente la respalda.
Yo quiero sincerar un poco lo que ha estado en el trasfondo de la discusión habida en esta Sala. Y considero necesario hacerlo.
Tras analizar desde el punto de vista técnico las propuestas que hace el Ministro Cortázar -y lo ha dicho con sinceridad- para avanzar en la solución de los graves problemas que presenta el Transantiago, uno, sensata o razonadamente, tiene que apoyar una iniciativa de este tipo.
Me parece que eso es lo correcto, lo que corresponde: hacer fe de que, a partir del reconocimiento de los errores y de la aceptación de que estamos frente a un sistema con graves dificultades en su implementación, se efectuarán las rectificaciones de fondo necesarias -como las aquí planteadas- en cuanto a cantidad de buses, recorridos, tecnología, renegociación de contratos, infraestructura, etcétera.
Pero hoy día el problema ha derivado hacia una discusión distinta, orientada a ser capaces de enfrentar el desafío como Gobierno y como coalición para corregir un error grave.
La Presidenta de la República y todos nosotros hemos reconocido nuestras responsabilidades. Y yo asumo la mía.
No me gusta cuando en el Senado se hacen afirmaciones tan categóricas como la de que el proyecto pertinente poco menos que salió de la nada, nadie lo conocía, nunca lo intuimos, jamás se planteó, conversó o analizó, porque eso es falso. Y el Honorable señor Novoa lo reconoció, en parte.
Lo discutimos, lo analizamos, lo conocimos y lo vimos en la Comisión de Transportes, no una, sino varias veces. Otra cosa es que algunos hayan sido más iluminados o lúcidos que otros para señalar que sus dudas iban por tal o cual lado.
Desde el punto de vista del acceso a la información acerca de lo que significaba ese proyecto, me parece que no se puede afirmar aquí con tanta liviandad y frivolidad que no se conocía.
Si alguien no lo conoció, es mejor que reconozca que tal vez no estuvo atento a algo que tal vez se iba a transformar en un problema como el que existe hoy.
Me parece, además, que ahora el trasfondo es más político. Primero -deseo ser bien sincero-, porque la capacidad de gobierno ha estado cuestionada, la conducción política del Ejecutivo en esta materia no ha sido la adecuada.
Y eso también debemos reconocerlo como un hecho cierto. De lo contrario, no estaríamos con el problema de que la Concertación, que tiene 20 Senadores, hoy día no cuenta con los votos necesarios para aprobar la iniciativa en debate.
Creo que tampoco corresponde repetir el lamentable espectáculo que se dio en la Cámara de Diputados para conseguir votos y ordenar a la coalición oficialista.
Son múltiples las razones por las que algunos pueden estimar que sus ideas o sugerencias son más luminosas o inteligentes que las de otros. Por lo demás, todas son legítimas. Están mezclados proyectos personales, conflictos internos de los partidos, candidaturas presidenciales y muchas razones, de todo tipo, legítimas. Pero, en la práctica, el problema político que se nos presenta es que hemos perdido la capacidad de darle gobernabilidad al país, y también, la de responder a la gente que votó por nosotros para hacer gobierno con la Presidenta Bachelet. Y eso es lo que está en juego hoy día aquí, en el Senado.
Señor Presidente , con sinceridad -me incluyo responsablemente en este problema-, debo señalar que, si no somos capaces de garantizar una mayoría para aprobar esta tarde la idea de legislar, mal podremos presentar las indicaciones necesarias para lograr un acuerdo mayor en la Cámara Alta.
A mí me habría gustado realizar una sumatoria frente a un problema tan sensible como este.
Mientras más gárgaras se hagan con el sufrimiento de la gente, mayores responsabilidades nos van a exigir en la búsqueda de soluciones.
No podemos andar planteando alternativas no viables desde el punto de vista técnico o que no permiten atender los requerimientos de la gente.
Es imposible volver a los buses amarillos, nos guste o no. No es admisible pensar en estatizar el Plan Transantiago, porque esto requiere mucho tiempo. En definitiva, no se puede dejar de respaldar un proyecto como el que ocupa esta tarde a la Sala, pues avanza en la dirección correcta.
¿Qué corresponde acá, sensatamente?
El Senador señor Novoa manifestó en su intervención: "Cuando uno está en contra de un proyecto de este tipo porque no cree en él, vota que no". Yo prefiero el pronunciamiento en contra, porque es más sano que decir: "Me obligan a votar que no porque quiero llegar a una Comisión Mixta para arreglar el problema".
¡Para arreglar el problema, estimados colegas, hay que aprobar ahora la idea de legislar, y mañana, en las Comisiones unidas, tratar las indicaciones aquí planteadas y las demás que se presenten!
Yo fui el primero en sostener que era sensata la idea expuesta por el Senador señor Longueira -después fue acogida por varios otros colegas; entre ellos, los Honorables señores Ominami , Frei y Flores- en el sentido de entregar los aportes por parte y evaluar el avance del sistema. Y lo hice porque considero necesario respaldar a un Ministro al que hay que rendirle honores por haber sido capaz de asumir una responsabilidad como esta a sabiendas de que no contaba con el apoyo de su coalición y de que nosotros mismos lo único que hacemos todos los días es torpedear su capacidad de contribuir a solucionar los problemas.
Yo le rindo homenaje al Ministro Cortázar , quien está planteando con seriedad, compromiso, fe y convicción las posibilidades que tenemos de avanzar.
A algunos no les va a gustar lo que voy a decir. Por supuesto. Es legítimo.
Aquí se ha preguntado por qué el Gobierno no recurre al 2 por ciento del Presupuesto establecido en la Constitución para catástrofes nacionales.
¡Por favor! Acudir a ese 2 por ciento significaría que tenemos una catástrofe natural...
El señor CHADWICK.-
¡No!
El señor PIZARRO.-
...o un problema de interrupción de un servicio estratégico que va a afectar la vida diaria de las personas en todo el país y su seguridad.
Señor Presidente , lo que tenemos es un servicio de transportes que está funcionando, pero mal; lo que tenemos son errores en su implementación. Eso no es una catástrofe ni una calamidad pública.
Pero quiero decir, también, con responsabilidad: con ese mismo criterio -porque es preciso subsidiar la tarifa, ya que en eso consiste el proyecto-, ¿cuando suba el pan vamos a aplicar igual sistema? En los problemas de abastecimiento de gas ¿vamos a actuar igual? Con las importaciones de petróleo a mayores precios ¿vamos a subsidiar, subsidiar y subsidiar?
Y ni siquiera estoy entrando al tema de fondo, que tendremos que discutir, el cual dice relación a cuántos subsidios estamos dispuestos a darle al transporte público en Santiago y en las Regiones.
En lo personal, declaro desde ahora que soy partidario de seguir entregando tales beneficios, porque creo que de esa manera se favorece a los sectores más modestos. Hoy día, de hecho, con la implementación del Transantiago, se está subsidiando a los más pobres, porque pagan menos por el servicio, aunque sea malo.
Desde otro punto de vista, muchos, lamentablemente, no pagan.
Entonces, es necesario decir las cosas por su nombre. Algunas de las intervenciones escuchadas aquí dan la impresión de que media demagogia o de que se busca una excusa para no votar.
Creo que lo que debemos hacer, como coalición, con visión de país, es aprobar la idea de legislar hoy y trabajar mañana en las indicaciones, en las Comisiones unidas, en conjunto, todos los que puedan respaldar el estudio de soluciones para un problema que, como se ha dicho acá, afecta a millones de chilenos.
Eso es responsabilidad política, señor Presidente ; eso es lo que nos va a exigir la gente; eso es lo que comprometimos cuando le pedimos a la ciudadanía que votara, no sólo por nosotros, como candidatos a parlamentarios, sino también por la candidatura de Michelle Bachelet. Para eso la eligieron Presidenta a ella; para eso nos eligieron parlamentarios a nosotros: para darle gobernabilidad a Chile y resolver un problema que es responsabilidad nuestra.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro Secretario General de la Presidencia.
El señor VIERA-GALLO ( Ministro Secretario General de la Presidencia ).-
Señor Presidente , el Gobierno ha venido al Parlamento, con total responsabilidad, a tratar un tema que, sin duda, es de gran trascendencia para la vida de los santiaguinos y del país. Y lo ha hecho con espíritu abierto, apelando a la argumentación, queriendo convencer y, al mismo tiempo, muy dispuesto a escuchar cualquier sugerencia bien inspirada y constructiva que pueda contribuir a superar esta dificultad.
Por eso, siempre hemos dicho que aspiramos a construir las mayorías que sean posibles. Y, obviamente, apelamos en primer lugar a los señores Senadores que forman parte de la coalición que sustenta al Gobierno de la Presidenta Bachelet. Pero no recurrimos sólo a ellos, sino también a todos los miembros de esta rama del Congreso que, ante la conciencia y el país, deben medir con total claridad el voto que van a emitir.
Para que eso sea así, me parece importante aclarar esta tarde que el Gobierno, por la vía de escuchar a muchos de Sus Señorías que han presentado indicaciones o han hecho valer sus puntos de vista, está dispuesto, en los próximos trámites del proyecto, primero, a hacer tal vez más explícito de lo que ha sido hasta ahora el plan que lleva a la recuperación del sistema, a fin de que pueda funcionar con la debida satisfacción de los usuarios; en segundo lugar, a estudiar alguna fórmula que implique una entrega escalonada de los recursos que estamos solicitando; y en tercer término, a poner más énfasis en la renegociación de los contratos, como una pieza clave de la solución del problema.
Naturalmente, si se están pidiendo los fondos para estabilizar la tarifa, ello tiene como horizonte, como objetivo fundamental, la mejoría del sistema y que los usuarios obtengan la satisfacción que merecen.
Al mismo tiempo, podemos precisar mejor los plazos, tanto de reembolso como de gracia, respecto de la parte que se debe devolver, y, de la misma manera, analizar la mejor forma de que este aspecto quede más claro en el texto.
También quisiera decir que no tenemos inconveniente -al contrario, lo hacemos con gran voluntad- en buscar alguna fórmula mejor que el actual seguro obligatorio de accidentes de las personas, a fin de que se pueda asegurar la vida y la salud de los usuarios del Transantiago y, en general, de todo el sistema público.
En síntesis, señor Presidente , queremos ser muy claros con todos los señores Senadores , sin ninguna distinción política: el Gobierno viene aquí con una solución posible y en la que creemos. Estamos convencidos de que, si se nos da la oportunidad, el sistema puede mejorar. Y no comprenderíamos que, disponiendo el país de los recursos para hacerlo, se negaran estos y, en consecuencia, se condenase a los ciudadanos de Santiago a una situación que hoy día vemos como de una extremada incertidumbre.
Por tanto, con espíritu constructivo, decimos esta tarde que el Gobierno estudiará con toda seriedad estos puntos y otros que los señores Senadores quieran plantear en las instancias que correspondan, en la medida de que contribuyan a mejorar la iniciativa que hemos presentado.
Gracias.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Larraín.
El señor LARRAÍN.-
Señor Presidente , hace cinco años, en el Ministerio del ramo, se inició el estudio del sistema de transporte público para la capital que hemos conocido como "Transantiago" y, desde entonces hasta la fecha, el Congreso jamás ha tenido la oportunidad de discutir su contenido. Las informaciones a algunas Comisiones no empecen a esta Sala ni a la de la Cámara de Diputados, que no han podido pronunciarse sobre la materia.
Se ha gastado infinidad de dinero, se han comprometido recursos humanos y se ha impactado la vida cotidiana de los santiaguinos, y, sin embargo, el Congreso Nacional no ha tenido voz en esta situación.
Deseo consignar que ello, ciertamente, no corresponde a una política pública seria que un país serio puede implementar, y que se ha dado el hecho de que, en forma unilateral y discrecional, el Gobierno ha llevado adelante una medida de esta naturaleza, inconsulta. No sólo eso: también oscura. Porque hasta el día de hoy no sabemos cuántos recursos se han gastado en el Transantiago. Hemos pedido el dato con insistencia, y lo esperamos pacientemente. Hemos solicitado una auditoría, porque necesitamos que se sepa cuánto ha costado el Plan, de dónde han salido los recursos. ¡No me hablen de "Gobierno transparente" mientras Chile entero no sepa la verdad sobre el financiamiento del Transantiago hasta la fecha!
Pero tampoco me hablen de "Gobierno ciudadano", cuando no sólo el Congreso Nacional no ha tenido la posibilidad de participar: ni un municipio y, ciertamente, ni un ciudadano han podido decir nada al respecto.
Se ha impuesto un sistema, creado por un grupo de burócratas, que lo único que ha terminado por hacer es dañar la vida diaria de todos los santiaguinos.
Y, por favor, señores Senadores de Gobierno: deben hacerse cargo de esa humillación lo antes posible, porque da pena que defiendan un proyecto por razones políticas, en lugar de avanzar en su solución.
La iniciativa en debate, al final, sólo pretende buscar recursos para tapar el déficit derivado de la mala concepción del Plan y los numerosos errores que ha traído consigo su aplicación.
Pero quiero decir, en primer lugar, que ello es innecesario. Así como se ha gastado mucha plata, en este caso, en particular -y en contra de lo que algunos señores Senadores , probablemente desinformados, han aseverado-, la Constitución le permite a la Primera Mandataria , precisamente a través de los decretos de emergencia económica, destinar recursos para la finalidad que se plantea.
Un señor Senador decía: "Eso es para los terremotos". La verdad es que el que nos ocupa ha sido el peor que ha registrado Chile en su historia. ¡Ningún otro le ha causado tanto daño a tanta gente como el Transantiago en la Capital!
Ya por ese solo hecho, entonces, se justificaría la medida. Si alguien tiene la amabilidad de leer la Constitución -y perdonen que ofenda la sapiencia de muchos de Sus Señorías-, advertirá que el artículo 32, número 20º, dice: "El Presidente de la República , con la firma de todos los Ministros de Estado , podrá decretar pagos no autorizados por ley, para atender necesidades impostergables derivadas de calamidades públicas, de agresión exterior, de conmoción interna, de grave daño o peligro para la seguridad nacional o del agotamiento de los recursos destinados a mantener servicios que no puedan paralizarse sin serio perjuicio para el país.".
¡Y díganme mis Honorables colegas si acaso el transporte público no es un servicio que no puede paralizarse sin serio perjuicio para el país!
Si no media tal circunstancia, !para qué se concibe el decreto? ¡No es otro el objetivo!
Por lo tanto, se les podrá acelerar el pulso a los señores Ministros al firmar, pero ahí está la posibilidad de destinar recursos sin recurrir al Congreso.
Adicionalmente, nos están pidiendo que concurramos a la decisión de financiar 290 millones de dólares. ¡Cuántas viviendas, cuántos empleos, cuántas obras se podrían financiar con esos fondos!
--(Aplausos en las tribunas).
Y, sin embargo, en forma absolutamente irresponsable nos dicen: "Gasten plata, porque para eso está".
¡No, señores! ¡Aquí se debe actuar con responsabilidad! Cada uno de nosotros, al ser preguntado cómo va a votar, debe aplicar la conciencia, la moral y la ética para decidir si esta es la forma correcta de gastar los recursos de todos los chilenos.
Y perdónenme, Sus Señorías, pero esto último no se ha demostrado. Porque si el proyecto finalmente se aprueba, es bastante factible -como muy bien lo anticipaba un señor Senador que se sienta en la Mesa- que no pase absolutamente nada con el Transantiago.
Y temo, después de conocer el proyecto, de ver los problemas de diseño, de estructura, de infraestructura que se han generado -y que no se resolverán, porque el texto no los toca-, que esos dineros se podrían gastar y la situación seguiría exactamente igual.
¿Y cuál es nuestra responsabilidad, entonces? ¿La de ser un buzón que timbra la iniciativa sólo porque se nos enfrenta a una extorsión: "¡Oh! Si no la aprueban, vamos a subir las tarifas"?
Me parece inmoral, además de falso, que se nos amenace y presione por esa vía, a sabiendas de que los fondos pueden obtenerlos por otra.
Además, con ellos no se resolverá el problema. La cuestión depende, entre otras cosas, de lo que hagan los operadores, porque se han firmado contratos que parecieran haber sido preparados, no por ellos, sino por los bancos que les prestaron plata resguardadamente.
¿Quién cauteló los recursos públicos? ¿Dónde estaban los Ministros de Estado de la época para asegurar que el patrimonio fiscal se hallaba debidamente protegido?
¡Hoy día debe pedirse por favor que se modifiquen los contratos! Y mientras ello no ocurra, no van a cambiar la malla de recorrido, la cantidad de buses y su frecuencia, los transbordos. Es decir, no se alterarán los "nudos" que han hecho imposible el transporte público en la Capital. ¡Esa es la realidad!
¡Ni siquiera se hacen cargo de la evasión, que ha generado un problema moral! El caso de CHILEDEPORTES y el de los planes de empleo de emergencia han debilitado la moral pública, pero el Transantiago está socavando la moral privada, porque hace que la gente sienta que tiene derecho a no pagar una obligación. Eso es muy grave para un país. Y la responsabilidad de ello deriva de un proyecto de transporte público que no ha incentivado a que los usuarios cumplan su deber, sino a que se concluya -y con razón- que un pésimo servicio, el cual implica una humillación, no se puede, además, pagar.
Por lo tanto, no nos amenacen con el alza de tarifas, porque, además, representaría una burla que la ciudadanía no resistiría, por responsabilidad estricta del Gobierno.
Asimismo, se señala que el Gobierno tiene la mejor disposición para escuchar. Pero esa no ha sido la verdad. Y lo saben los señores Ministros presentes. Porque cuando se conoció el proyecto en la Cámara de Diputados y se presentó la oportunidad de discutirlo, nos expresaron: "No, mejor veámoslo en el Senado" ¿Y por qué lo hicieron? Porque allá reunían los votos suficientes. Y no quiero decir cómo los consiguieron, porque el Honorable señor Pizarro ya lo manifestó. Por lo tanto, no nos necesitaban. ¿Qué democracia es esta, en la que se usa y se busca a la Oposición cuando no se cuenta con los votos? Ese doble discurso, estimados señores Ministros, no es serio.
Pienso que debemos enfrentar las cosas como son. Y la verdad es que sólo se abrieron al debate y al diálogo cuando empezaron a temer que perderían la votación en el Senado. ¡Pero cuánto les costó, ¿no es cierto?! Porque cuando el Presidente y el Vicepresidente de nuestra Corporación se atrevieron a señalar que presentarían algunas indicaciones fueron execrados por los diputados, por sus partidos, por los dirigentes de estos, por la Concertación. ¡Cómo se atrevían a abrir el debate! Y solamente cuando vieron que algunos Honorables colegas sentían vergüenza por lo que estaba ocurriendo y que estaban disponibles para una revisión empezaron a sentir temor y se abrieron al diálogo.
Sin embargo, creo que ya es tarde. Porque, en verdad, las soluciones planteadas no le resuelven a la gente lo único que importa: su situación en Santiago, para que pueda acceder a un transporte público decente, digno, donde sea tratada de acuerdo con su condición humana y no como animal con destino a la feria. Porque esta última es la sensación de los usuarios. La peor humillación que en muchos años han sentido los más pobres -como dijo Benito Baranda - ha sido ocasionada por el Transantiago.
Aprobar el proyecto tal como viene no resuelve en un centímetro la situación. ¿Podemos responsablemente hacerlo?
¿Cuál es el llamado patriótico al que algunos señores Ministros han apelado en sus exposiciones en la Sala? ¿Dice relación a cerrar filas con el Gobierno, por razones políticas, o a estar al lado de la gente?
Por mi parte, formulo un llamado a la conciencia. Algunos Honorables colegas de la Concertación han anunciado que votarán favorablemente para rendirle un homenaje a la Presidenta de la República y al Gobierno y para mantener la unidad de ese conglomerado. ¡Su deber, en mi opinión, es votar por la gente, es resolver los problemas de la gente, y no actuar por razones políticas...
--(Aplausos en las tribunas).
...porque está bueno ya de desacreditar al mundo político al procederse pensando solamente en los intereses de los partidos o de las coaliciones a las que pertenecemos!
Es preciso respetar la dignidad de las personas, como también a los señores Senadores que quisieron formular correcciones al texto, porque esa es la esencia de un parlamentario: opinar e intervenir respondiendo primero a la ciudadanía, antes que a cualquier orden de partido o mandato político.
Aquí está de por medio el destino de la gente, y no veo, para nada, que el articulado vaya a mejorarlo.
Por eso mismo, no es posible votar favorablemente la iniciativa: es necesario rechazarla, porque es la única señal que podemos darle al país. Lo haremos porque no resuelve el problema de fondo, porque no estamos disponibles para seguir despilfarrando la plata de los chilenos y porque, además, el Gobierno tiene en sus manos la posibilidad de solucionar el asunto, desde el punto de vista económico, a través de los decretos de emergencia. Y mientras no avancemos en la dirección de resolver la situación de la gente el Parlamento no debería asumir responsabilidades en esa materia. Por todas esas razones votaremos que no.
Y ojalá tengamos, en otras instancias legislativas, la posibilidad de reformular entera la iniciativa, para superar los graves problemas que ha causado el Transantiago y, al mismo tiempo, enviar una señal positiva a las Regiones en el sentido de que Chile no es la Capital.
He dicho.
--(Aplausos en las tribunas).
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Romero.
El señor ROMERO.-
Señor Presidente , se pretende justificar el respaldo a un proyecto que todos, en la Sala, han estimado fracasado, sobre la base de poder otorgar recursos a las Regiones, lo que, en la práctica, implica reconocer explícitamente que el Transantiago no se sostiene por sí mismo.
Los fondos ofrecidos a las Regiones han sido y son una burla constante, que es urgente terminar. Se trata sólo de declaraciones y promesas que no son más que situaciones que, en este caso, únicamente se cumplirían en forma condicional. Y todos sabemos cómo serán distribuidos meses antes de una elección.
¡Acordémonos de las platas para la agricultura sureña, cuando se aprobó el MERCOSUR, o de los nortinos que se beneficiarían con el royalty a la minería...!
A mayor abundamiento, en el informe de las Comisiones unidas se señala que los 190 millones de dólares -es decir, dos tercios de los recursos que irían a Regiones- "se transferirán una vez definidos los términos del reembolso".
Las Regiones se preguntarán quién fijará los términos de la devolución de los fondos y advertirán, además, que están frente a un simple préstamo, el cual deberán devolver a los futuros gobiernos, no al actual.
No parece razonable que Chile deba entender que, para financiar un proyecto fracasado, que carece de visos de ser reformable ni recuperable, simplemente se opte por la alternativa de comprar las voluntades a través de recursos con fines regionales.
Las Regiones no se venden ante este tipo de situaciones por una razón muy simple: primero, porque están cansadas de las promesas incumplidas, y segundo, porque no es una forma de dignificar la política el buscar métodos -como sucedió en el primer trámite constitucional y, al parecer, ocurrirá en el actual- en que los parlamentarios que se pronuncian a favor aparecen mencionando cuáles han sido sus ganancias.
Creemos que la actividad política y pública debe ser enaltecida y prestigiada. Y ese objetivo no se puede alcanzar si aparecen votos que simplemente son negociables como si fueran bonos al portador.
Sentimos que en el Transantiago se están jugando demasiados principios. Uno de ellos es que cuando algo no es financiable ni recuperable se acude al expediente de esconder lo sucio debajo de la alfombra y no dar a conocer con transparencia lo que ocurre.
Tenemos que entender que los capitalinos no se van a tragar los ofertones. Y estoy cierto de que se hallan dispuestos a pagar por un buen servicio, como lo hicieron los deudores habitacionales.
--(Aplausos en tribunas).
Pero no se debe sentar el precedente nefasto de que lo mejor es que nadie pague nada. Porque, desde esa perspectiva, el día de mañana serán muchos los que acudirán al mismo principio: a atentar contra la dignidad de las personas y contra las políticas públicas sanas.
Por otra parte, consideramos que las explicaciones dadas al respecto son insuficientes. Basta con escuchar a los operadores para percatarse de que aquí hay grandes beneficiados y, también, detractores.
Luego del debate conocido por la opinión pública, votar a favor de la petición de otorgar 290 millones de dólares significa respaldar la falta de transparencia y tener una actitud irresponsable ante el gasto social.
Acabo de recibir un e-mail de un seremi de Vivienda y Urbanismo de Valparaíso hasta hace dos años, quien me dice: "Le agradecería que rechace la solicitud de más fondos para el Transantiago. El costo social que ha significado esto es demasiado grande. Que no lo pidan en dólares, sino en pesos para que la gente pueda observar el monto realmente involucrado, y que ese monto lo dividan por el valor de una vivienda social.".
--(Aplausos en tribunas).
¡Ciento cincuenta y dos mil millones de pesos equivalen a 25 mil viviendas sociales o a erradicar todos los campamentos existentes en Chile! ¡Eso significan 290 millones de dólares!
Señor Presidente , no es posible mejorar el Sistema creado por el Estado sin redefinirlo, comenzando por los contratos con las empresas operadoras y por los mecanismos que certifican la evasión. Simplemente, estaríamos echando los recursos como agua en un colador, tal cual expresó un señor Senador que, sin embargo, fue convencido de votar a favor. Otros afirman que el Sistema implementado constituye un gran fracaso o es emblemático de cómo no hacer bien las cosas; pero, probablemente, también van a terminar votando que sí.
Este proyecto nació muerto (nonato, dicen en el campo). No obstante, ahora se pretende que el Congreso Nacional concurra como cómplice en algo que no es posible revivir.
Un señor Senador de las bancas del frente dijo hoy en la radio Cooperativa que la iniciativa no resuelve ni un solo problema del Transantiago. Sin embargo, también la votará a favor.
El proyecto es malo en la forma y en el fondo. Pero el Gobierno ha demostrado que, al parecer, la transparencia y una actitud responsable no forman parte de su accionar. Porque nuestros requerimientos para garantizar el buen uso de los recursos que aportan todos los chilenos eran muy simples, pero importantes: solicitábamos una entrega de los fondos parcelada y sujeta a objetivos por cumplir.
Ahora, deberíamos preguntarnos: ¿vale la pena resucitar un muerto?
Pensamos que lo mejor sería partir de cero, por cuanto los recursos solicitados no tienen un destinatario ni un administrador definidos. Y tampoco se establece qué resultados se obtendrán con la aprobación del proyecto en cuanto a mejoramiento de la calidad del servicio que presta el Transantiago y a reducción permanente del actual déficit.
Nadie debería quedar cruzado de brazos ante esta debacle. Ella no sólo no prestigia a quienes respaldan la iniciativa. Además, quienes la aprueben probablemente serán sindicados como coautores de la mayor tragedia que Santiago ha conocido en su historia.
Pienso, al igual que el Honorable señor Larraín , que la utilización del 2 por ciento que la Constitución Política autoriza para enfrentar calamidades públicas es mejor que aprobar un proyecto que nadie, ni en esta Sala ni fuera de ella, cree que efectivamente se va a aplicar en la especie.
Recién leí una encuesta de la radio Bío-Bío, según la cual el 93,3 por ciento de los participantes afirma que no cree que los 290 millones de dólares vayan a solucionar el problema y sólo el 6,7 por ciento sostiene que sí lo hará.
Siento que estamos prácticamente arando en el agua.
He dicho.
--(Aplausos en tribunas).
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Gazmuri.
El señor GAZMURI.-
Señor Presidente , es evidente que para las fuerzas de la coalición que gobierna el país esta discusión no es fácil, porque, como se mencionó aquí -y lo hemos expresado nosotros y lo ha reconocido la Presidenta de la República -, la aplicación del Transantiago, concebida como una gran reforma del transporte público de la Capital, ha sido inicialmente un fracaso.
Pero ese no es el punto que estamos discutiendo esta tarde. Aquello ha sido asumido. Es un fracaso donde tienen responsabilidades políticas evidentes dos Gobiernos de la Concertación: el del Presidente Lagos , durante el cual se diseñó el Sistema, y el de la Presidenta Bachelet , en el que se tomó la decisión de implementarlo sin que estuvieran las condiciones básicas para su funcionamiento. Eso ha sido reconocido en forma bastante explícita por el Ministro Cortázar hoy día, y la Presidenta de la República , con la valentía que la caracteriza, lo asumió directamente ante el país.
Aquí no estamos en deuda desde el punto de vista de asumir nuestras responsabilidades. Y subrayo la expresión "nuestras" porque, aun cuando no participé -porque no me correspondía- en todos los avatares de esta desgraciada iniciativa, soy parte de la coalición gobernante. Pero no puedo asumir como propios nuestros éxitos y, al mismo tiempo, desconocer la responsabilidad que en los errores nos atañe por pertenecer a ella.
Debo señalar con claridad que la responsabilidad política es nuestra, de dos Gobiernos de la Concertación. Y la ciudadanía sabrá juzgar.
Yo, a decir verdad, creo muy poco en la eficacia de las Comisiones investigadoras de la Cámara de Diputados, porque a la segunda sesión se politizan al extremo. Ojalá que esta vez lo hagan bien.
Pero, como vivimos en democracia, el juicio político lo emitirán finalmente los millones de ciudadanos y ciudadanas de este país que votan. Unos y otras verán si nos renuevan o nos retiran la confianza. Y para eso pesará el conjunto de nuestra obra. Luego de ello, como siempre y desde siempre, habremos de asumir nuestra responsabilidad ciudadana.
Nunca nos hemos escudado detrás de las armas para gobernar y siempre vamos a estar disponibles para enfrentar el juicio público y el de los ciudadanos.
La cuestión radica en que debe resolverse el problema del Transantiago y no sólo constatar que el programa estaba mal diseñado. Y hay que solucionarlo pensando precisamente en los millones de santiaguinos, en particular los más pobres, que sufren todos los días.
Obviamente, se trata de un asunto difícil de resolver. Pero el Gobierno está empeñado en ello.
Por otro lado, no se puede sostener aquí que no se ha llegado con un plan. No solo se ha venido a pedir un dinero que tiene un fin muy específico -evitar que suban las tarifas-, sino que, además, el Ministro ha traído un programa.
Se podrá creer -más, regular o menos- que ese plan se llevará a efecto. Pero él incluye los cinco puntos que se mencionaron.
Hay ciertos aspectos del programa que implican recursos: algunos provendrán del proyecto en estudio, y otros, de diversas fuentes que tiene el Estado.
Es decir, existe un plan difícil para normalizar la situación dentro de un plazo -espero que sea lo más breve posible-, que no puede ser inmediato, porque, como los errores son muy profundos, la corrección no es cosa de un día para otro. Y eso es responsabilidad nuestra, de este Gobierno, que tiene legitimidad, fuerza y apoyo para enfrentar los problemas, incluso los creados por nosotros mismos.
Entre otras cosas, ese plan requiere financiamiento público, si no se quiere subir las tarifas. Ello es ineludible, salvo que alguien pretenda saltarse el Estado de Derecho -¡ y yo los desafío!- por unos convenios que -de acuerdo- son un desastre.
Yo no estoy dispuesto a saltarme el Estado de Derecho, como tampoco estoy por justificar a la gente que huye de la justicia como algunos señores Senadores lo hicieron anteayer con respecto a un prófugo condenado por crímenes brutales contra la humanidad y contra chilenos.
En consecuencia, aquí, o subimos las tarifas, o rompemos el Estado de Derecho, o contamos con un aporte público.
Esa es la cuestión que debemos resolver.
Lo que pretende hoy día la Oposición, a mi juicio, es propinar una derrota política al Gobierno. No anda buscando solucionar el problema de los "pobres santiaguinos", sino -reitero- propinar una derrota política al Gobierno. Y lo manifestó el Senador señor García -yo lo escuché-, al señalar que: "No es que no queramos dar plata, sino que pretendemos que se entregue un poco menos y que se arregle esto en la Comisión Mixta".
Y yo digo, ¿por qué no lo arreglamos mañana en las Comisiones unidas? Lo haríamos más rápido. ¿Por qué no lo resolvimos ayer, cuando trabajamos durante 10 horas en las Comisiones unidas y el Gobierno estuvo disponible para recoger las proposiciones planteadas por la Oposición? Hoy estábamos citados para esta mañana, y la reunión no se llevó a efecto porque el día anterior se rechazó la idea de legislar.
Entonces, la Derecha está a favor de asestarnos una derrota política y, finalmente, aprobar en Comisión Mixta las platas necesarias para que no suban las tarifas. Eso me parece una maniobra politiquera.
Pero, en fin, están en su derecho, son Oposición. El país los juzgará.
En general, con el papel que han desempeñado -y a pesar de nuestros errores- no han cosechado mucho. Pero esa es responsabilidad de ellos.
Esto, sin duda, coloca a la Concertación en un momento muy crítico. Nos costó 16 años tener, no un Parlamento plenamente representativo, pero sí, por lo menos, uno sin sus mayores distorsiones, como lo eran los Senadores designados. Fueron 16 años para terminar con esa institución.
--(Manifestaciones en tribunas).
El señor PROKURICA.-
¡Y ahora tenemos subsidiados!
El señor GAZMURI.-
Nos costó 16 años terminar con los Senadores designados. Que Sus Señorías los hayan defendido es problema de ustedes. Pero nadie podrá decir que esa era una institución democrática.
El señor CANTERO.-
¡Qué tienen que ver los Senadores designados!
El señor GAZMURI.-
Todavía no hemos podido cambiar el sistema binominal. Pero, así y todo, logramos una mayoría precaria, pero real, en el Senado de la República.
Y, por lo tanto, es evidente que...
El señor CANTERO.-
¡Qué tiene que ver el sistema binominal con lo que discutimos!
La señora MATTHEI.-
¡Estamos hablando del Transantiago!
--(Manifestaciones en tribunas).
El señor GAZMURI.-
¡Aprendan a escuchar, Honorables colegas! Por mi parte, no interrumpí a ninguno de los que hablaron, y no estaba de acuerdo en casi nada de lo que dijeron.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Advierto a los asistentes a las tribunas que, de seguir interrumpiendo las intervenciones, me veré obligado a aplicar el Reglamento y tendrán que irse.
El señor GAZMURI.-
Señor Presidente , para terminar, espero que la Concertación sea capaz de asumir su responsabilidad, frente a la conducción del país, en la votación de esta tarde. Porque este asunto nos compete fundamentalmente a quienes formamos parte de esta coalición. Y es una prueba de fuego para el conglomerado que está en el Gobierno. Porque no me parece razonable ser un Parlamento democrático, bajo banderas de partidos, de coaliciones, de candidatos presidenciales, y después, en momentos críticos y en iniciativas que para el Gobierno y la Presidenta son centrales, negar los votos.
Creo que eso no es consecuente con un comportamiento democrático de verdad. Por consiguiente, si el proyecto se pierde hoy día, no va a ser por la Oposición, que hace su trabajo -en mi concepto, mal, pero esa es cuestión de Sus Señorías-, sino porque no hemos logrado mantener en esta Sala la confianza ciudadana que se nos dio para apoyar a los Gobiernos de la Concertación.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Coloma.
El señor COLOMA.-
Señor Presidente , no cabe duda de que este es uno de los debates más sorprendentes que se han visto en el Parlamento. A ratos, absurdo; a ratos, kafkiano; pero, a todo evento, sorprendente. Y no sólo por el bochorno que supone reconocer explícitamente el dramático resultado de una política pública hecha en Chile.
Quizás, la reiteración del tema del Transantiago en los últimos meses nos hace perder la perspectiva de lo que implica. Aquí se registró reconocimiento de la falla más dramática y garrafal de una política pública realizada en nuestro país. De por sí, eso le da una connotación y una sorpresa al debate, a las que no estábamos acostumbrados.
Es sorprendente, no sólo por el impacto "hasta internacional" -así se dijo- que ha supuesto el hecho de que en Chile se estén haciendo mal las cosas. Porque aquí todos han sido explícitos en reconocer los éxitos en momentos determinados, en particular con relación a la institucionalidad política y económica; pero no estábamos acostumbrados a que se planteara, como ejemplo de hacer mal las cosas, lo sucedido en el transporte público de Santiago. No deja de ser extraordinario que ello nos esté ocurriendo.
No sólo la situación no deja de ser sorprendente en cuanto al sentido de la discusión, en la que se han visto volteretas impresionantes entre lo que se ha dicho y lo que se ha votado (como la de un estimado amigo Senador, a quien poco le faltó para echarle la culpa al sistema binominal de lo sucedido con el Transantiago, y, quizás, otro Honorable colega podrá hacer referencia a los votos en el extranjero o alguna cosa parecida), sino, también, por la presión agobiante del Gobierno sobre el Congreso Nacional, que ha sido explícita -lo hemos visto todos los chilenos-, en un intento de amordazar a quien piense distinto acerca de una política pública, en aras de la continuidad de un proyecto, olvidando lo que para mí es la esencia de un Parlamento: deberse a la gente.
Todos lo observamos durante esta semana.
Pero, tal vez, lo más grave es el reconocimiento del divorcio total entre los problemas detectados y las soluciones propuestas. Y ese es el tema de fondo. Lo otro puede ser parte de lo anecdótico. Acá, lo inquietante, lo preocupante, lo acuciante, es darse cuenta de que, definido un problema, las propuestas no tienen nada que ver con su solución.
El sistema que discutimos ha tenido cuatro características, de las cuales, a estas alturas, ya nadie duda.
Primero, está fracasado. No he oído a nadie que señale lo contrario. Sólo la "fe de carbonero" del Ministro de Transportes trata de darnos ánimo en el sentido de que esto puede resultar.
Segundo, está mal diseñado, por estructura, por cobro, por servicio. Nadie ha dicho algo diferente.
Tercero, es ruinoso. Este mes nos está costando -el señor Ministro me puede corregir- 15 mil millones de pesos. Y la mejor perspectiva, si las cosas andan bien, es perder 6 mil millones de pesos mensuales.
Cuarto, ha producido un daño terrible a la calidad de vida de la gente -porque aquí también debemos centrar el tema en ello-, y, en estos cuatro meses de funcionamiento, así lo han experimentado millones de afectados, considerando el tiempo para la familia, el descanso, la tranquilidad personal. Y eso no sólo se percibe en Santiago, pues he conocido miles de casos de personas que no se atreven a venir a la Capital a realizarse exámenes médicos por no saber cómo enrielarse dentro de algo que sabemos que es un caos.
Entonces, el Gobierno nos propone, básicamente, cuatro vías de solución para este problema.
En primer lugar, nos pide -digámoslo en castellano- un plazo. En el fondo, nos solicita más o menos 195 días financiados, para dar esperanza a que las cinco líneas de reflexión ministerial tengan éxito.
Señor Presidente , la verdad es que ello lo analicé, porque pensé que podía ser cuestión de plazos. Conozco a las autoridades: sé que hay un principio de buena fe. De modo que llegué a esa idea, que empecé a revisar. Y quiero dar algunos datos.
¿Cuándo empezó el Transantiago? ¿Cuándo a alguien se le ocurrió un sistema como este? Porque, si me dijeran que es algo que data de hace dos, cuatro, seis meses, y que estamos en un período de ajuste para ver cómo andan las cosas, lo aceptaría como argumento y me encontraría en otra posición.
El Transantiago fue anunciado primeramente hace 2 mil 649 días, por el ex Presidente Lagos , quien, en su propuesta de Gobierno, señaló: "Modernizaremos el transporte urbano de Santiago. Mejoraremos la seguridad, tiempos de viaje y calidad del transporte" (promesa presidencial). "Impulsaremos la construcción de vías exclusivas para vehículos de transporte público. Insistiremos en la profesionalización de los choferes y el mejoramiento de sus condiciones de trabajo." (¿) "Se reestructurarán los recorridos y contarán con sistemas tarifarios integrados entre buses y con el Metro. Con un boleto inteligente se podrá viajar en los distintos servicios. Fomentaremos la renovación del parque de buses introduciendo tecnologías no contaminantes." (¿) "Diseñaremos mecanismos que aseguren el financiamiento y la fiscalización del Plan, en el entendido de que Santiago tendrá que hacerse cargo de sus costos.".
Esto sucedió en octubre de 1999; esto es, hace 2 mil 649 días.
¿Cuándo comienza a funcionar el plan de transporte urbano? Alguien me podrá decir: "Eso fue una reflexión teórica". ¡No!
¿Cuándo parte el plan de transporte urbano para Santiago? Empezó hace 1.935 días, el 1º de marzo de 2002, desde el momento en que se nombró a su primera autoridad, don Germán Correa.
Es decir, se pensó hace 2.649 días. Se implementó 1.935 días atrás.
¿Cuándo se bautizó el Transantiago? Este es un antecedente que también me interesó para los efectos de mi exposición: hace 1.564 días.
Javier Etcheberry y Marcelo Trivelli presentaron la llamada "mala palabra" (Plan Transantiago) el 7 de marzo de 2003.
¿Cuándo el ex Presidente Lagos asume el Plan Transantiago en un discurso oficial? El 21 de mayo de 2003. Hace 1.490 días.
¿Cuándo se inaugura el Transantiago? El 22 de octubre de 2005. Hace 605 días.
¿Cuándo se dijo que todo estaba listo para funcionar y empezar? Hace 240 días. El 22 de octubre fue la fecha original.
¿Cuándo se empezó a vender la tarjeta BIP? El 1º de enero. Hace 170 días.
¿Cuándo se inauguró? Hace 129 días.
Entonces, hago la siguiente reflexión, señor Presidente : ¿Es plazo lo que falta, o son ideas? Llevamos 2.649 días y no sé si alguien cree que los chilenos necesitamos otro período igual para enmendar lo obrado, sabiendo que la idea está equivocada.
Nos dicen como segundo planteamiento que se necesita plata. ¿Cuánto nos piden? 150 mil millones de pesos. Me gusta hablar en pesos. Otros parlamentarios ya se han referido a lo que dicho monto significa.
Quiero agregar algo más. Según manifestó el Ministro de Hacienda hace 40 días en la Comisión Mixta que se reunió en Santiago, a través de distintas instancias ya se han gastado en el Transantiago 350 mil millones de pesos del Presupuesto de la Nación. Una simple suma da cuenta de que estamos hablando de 500 mil millones de pesos.
Entonces, yo pregunto si en un proyecto como el que nos ocupa, donde el plazo ya se agotó o agobió -por lo tanto, no hay un problema de tiempo-, se justifica gastar 500 mil millones de pesos.
Otros sostienen una tercera idea: la persistencia en el sistema. Es lo que ha señalado el Gobierno, en cuanto a que el problema tiene arreglo, que el curcuncho se puede enderezar. No sé. Pero da la impresión de que no se trata de un tema de voluntad, sino de reingeniería, de hacerlo de nuevo.
Por último, se nos hace una promesa, con las cuatro "p" -plazo, plata, persistencia y promesa-, que yo considero, honestamente, reñida con la ética de las Regiones: "¡Van a tener dinero -`lucas'-, siempre que aprueben esto!". Pero si las platas están ¿cómo puede alguien sostener que sólo en ese evento habrá un conjunto de mejoramientos regionales? Si los recursos están, ¿cómo su entrega se va a condicionar a aquello, habiéndose gastado 350 mil millones de pesos en el pasado?
Entonces, señor Presidente -¡qué quiere que le diga!-, no se trata de un problema de plazo, ni de plata, ni de tener la fe del carbonero para creer en el sistema, ni de tragarse las promesas.
Sinceramente -siento que en el Parlamento hay espacio para la honestidad- un conjunto de chilenos con cargos de representación popular no creemos que el Transantiago se vaya a arreglar de la manera que nos dicen. Es una cuestión de moral propia. No exijo a nadie que piense igual que yo. Pero no estoy en condiciones de entregar 150 mil millones de pesos ni de dar un plazo de 2.649 días más, para que las chilenas y chilenos lo sigan pasando mal.
Por eso, señor Presidente , no se trata de voluntad política, sino de un problema de convicción y coherencia. Y el día que éstos se pierdan, dejaremos de tener la base de la discrepancia y de la democracia.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Girardi.
El señor GIRARDI.-
Señor Presidente , estamos enfrentados a una de las mayores catástrofes vividas por Chile en los últimos años.
La reflexión que deseo hacer es la que sigue. Efectivamente, dan vergüenza los problemas que hubo tanto en el diseño cuanto en la implementación del Transantiago. Resulta inaceptable que se hayan fijado 380 pesos como tarifa cuando todos sabíamos que no iba a costar eso. Seguramente un tecnócrata podó cierta cantidad hasta llegar a ese rango.
Cuando uno mira con cierta perspectiva los contratos, cuesta entender lo que había en la cabeza de las personas al momento de firmarlos, porque no sólo son leoninos, sino usureros para el Estado, para la gente y para los recursos públicos.
También hay problemas en la implementación del Transantiago: a nadie en su sano juicio se le podría ocurrir echar a andar un aeropuerto sin radar ni que no cuente con una torre de control. Y el Transantiago no contaba con el número de buses requerido ni con paraderos. Nadie en esta Sala puede decir que son cosas del azar. A mi juicio, hay negligencia, impericia, inobservancia. No cabe duda alguna al respecto. Pero nadie ha intentado justificar esos errores.
El problema -el cual pienso que también afecta a la Oposición, pero evidentemente más a nosotros-, es haber puesto en cuestionamiento algo fundamental: la credibilidad de la gente respecto del rol del Estado y de las políticas públicas. Es cierto que afecta más a la Concertación, la cual siempre -tal vez, es lo que la diferencia de la Derecha- ha puesto más énfasis en el rol del Estado para salvaguardar el bien común, pues no creemos que el mercado lo resuelva todo. Y creo que incluso en la Derecha hay un sector importante que piensa en el rol de las políticas públicas cuando ven los logros que la Concertación ha tenido en materia de pobreza. No cabe duda de la importancia de las políticas públicas en áreas tan sensibles.
En mi opinión, el país está enajenando un patrimonio muy valioso al generar la desconfianza de chilenas y chilenos en las políticas públicas.
Yo creo que el Transantiago era una tremenda idea.
Si se aplican las normas de la Organización Mundial de la Salud para material contaminante, PM10 y PM2,5, durante 300 días del año estamos sobre el máximo permitido. En este momento, mil niños al día hacen bronconeumonía; mil quinientos abuelos en cada jornada desarrollan la misma enfermedad, en parte por los problemas de contaminación.
¿Cómo se enfrenta el desastre, la crisis del Transantiago?
Es cierto que podríamos dejar morir el sistema. Pero lo único que lograríamos sería afectar más a la gente que ya ha debido soportar dramáticas situaciones. Hablo de cinco millones de personas -hijos, padres, madres, abuelos- que no utilizan autos, que emplean el transporte público. Podríamos dejar morir el Transantiago. Pero a los graves problemas de la gente le adicionaríamos uno mayor: el de la tarifa.
Quiero hacer el siguiente símil: el nuevo plan de transporte es como el paciente que debe intervenirse quirúrgicamente, porque lo requiere. Pero, producto de una negligencia médica, hace un paro cardiorrespiratorio. No cabe duda de que para resolver la dificultad quirúrgica que dio inicio al tratamiento, es necesario rescatarlo de la emergencia. Eso cuesta. Y en la acción tienen que participar todos. No se trata de enfrentar a los del equipo que operó con otros. Todos tienen que actuar.
En mi opinión, el Transantiago es un paciente que hizo un paro cardiorrespiratorio y tenemos que ayudarlo todos. No importa cuántos recursos nos demande. Si se muere el paciente, lo que queríamos hacer posteriormente no tiene sentido, porque serán de tal magnitud las consecuencias que van a afectar a la generalidad. Para la ciudadanía, resultarán inabordables.
Entonces, a mí no me interesan los 290 millones de dólares, porque pienso que ese dinero se ocupará en rescatar al paciente del paro cardiorrespiratorio. Lo que me importa es el plan. Tenemos una sola alternativa: mejorarlo. Volver atrás no se puede, porque los costos serían mayores a los que demandaría el intentar avanzar en la materia.
De otro lado, me preocupa esta discusión. Es legítimo que frente a la política surja la falta de sensibilidad y que haya un poco de oportunismo. Pero, a mi juicio, no se puede jugar con los problemas de la gente, con el drama de la mayoría de las chilenas y chilenos.
Nosotros tenemos un solo mandato: cambiar los contratos. No obstante, en la condición actual, con el ánimo existente en el Congreso, no creo que el Ministro tenga espaldas ni siquiera para negociar una cláusula pichiruche. Por lo tanto, esto va a fracasar. No vamos a lograr las cosas que ustedes mismos plantean.
Debemos entregar estos recursos. No hay otra opción. Lo vamos a tener que hacer igual, porque no se puede dejar morir al paciente. Yo creo que debemos empoderar a este Secretario de Estado para que cuente con el respaldo suficiente, no sólo del Gobierno y de la Concertación, sino también de todos los que estamos acá, y pueda cambiar esos contratos. Porque, si no se modifican, tal vez estos 290 millones de dólares terminarán en la nada misma.
Entonces, el tema de fondo en este asunto es la necesidad de introducir enmiendas en los contratos, que permitan flexibilidad de recorridos y de flota. ¿Y para qué? Para que los alimentadores tengan incentivos y acudan a buscar a la gente en aquellos lugares a donde no llegan. Y es preciso pagar por kilómetro recorrido y por pasajero transportado. Pero eso no lo concederán las empresas si ya lo tienen como derecho adquirido.
Es efectivo lo dicho por los sectores de la Oposición en el sentido de que los bancos fueron quienes establecieron los contratos. Y para cambiar tal realidad se requiere casi un acuerdo de unidad nacional, porque es una tarea titánica. Si no lo logramos, será muy difícil solucionar el problema.
Tenemos que modificar el sistema de trasbordos. ¿Cuál es la dificultad del Transantiago en este aspecto? Que antes, para 5 millones de viajes, había 9 mil buses, y hoy, para el doble de traslados -porque con los trasbordos aumentaron a 10 millones-, hay la mitad de vehículos. Evidentemente, ello no calza.
Y cambiar eso conlleva evitar los trasbordos y que algunos alimentadores entren a las vías troncales. En definitiva, implica modificar los contratos.
En mi opinión, éstos son asuntos mayores.
Y estamos haciendo propuestas; hablando de las cosas que efectivamente se necesitan, no sólo para que el paciente salga del paro, sino también para terminar la cirugía. Porque si no se lleva a cabo ni se termina la cirugía, el paciente morirá igual.
Luego se habla de la evasión. Bueno, esta se enfrenta con medidas concretas. Si no tenemos estaciones de prepago, seguirá el no pago. Es evidente que se debe poner un torniquete antes de que la gente suba al bus. Además, eso ayudaría a la rapidez del sistema. Porque en algunos tramos la velocidad es la mitad de la necesaria. Si en lugar de ser 20 kilómetros por hora, actualmente es de 10, no sirven 6 mil buses, pues se necesita el doble: 12 mil.
Pero la velocidad también depende de las vías exclusivas y de que la gente no demore muchos minutos en abordar el bus. Y eso se resuelve técnicamente.
¡Y para ello hay que introducir cambios en los contratos y apoyar al Ministro!
No se trata sólo de condenar a la Concertación. La gente en este país es inteligente y aguda, y va a establecer solita las sanciones. No necesita una comisión investigadora.
De lo que estamos hablando, en verdad, es del interés ciudadano. Y creo que en este tema la responsabilidad política es nuestra. Es cierto. De cada uno de nosotros, de sus coaliciones, de sus partidos.
Quiero rescatar lo que algunos señores Senadores observaron: esto se hace con los ciudadanos del país y con los de Santiago. Además, si el modelo fracasa, igual suerte va a correr el que se implante en las Regiones. Porque Chile necesita un sistema de transporte público eficiente, moderno, seguro y no contaminante. Y se puede lograr.
Pero, evidentemente, no podemos seguir aceptando situaciones como la expuesta por la Senadora señora Matthei. Y digámoslo: es una vergüenza lo ocurrido con SONDA. No sé qué tanto blindaje posee esa empresa que no se puede hablar de esto, de lo desvergonzada que es. Porque se comprometió el año pasado a terminar el sistema de gestión de flota y todavía no lo hace. Y no lo va a tener jamás.
Hagámonos cargo de eso: ¡no lo van a tener jamás!
Debemos buscar en otra parte. ¡Pero hay que hacerlo! Si no encontramos un sistema de gestión de flota, nunca tendremos una mayor frecuencia. Y se trata de que, cuando la gente acuda a un paradero, sepa que el bus pasa a las 8, a las 8:10, a las 8:15, y de que el vehículo llegue efectivamente a esa hora.
¡Ese es el servicio de transporte público que necesitamos!
Por último, quiero referirme al subsidio.
Este sistema no implica un pasaje de 380 pesos. Nunca ha costado esa cantidad. Aquí nos mintieron y engañaron. Vale cerca de 500 pesos. Requerirá un subsidio permanente. Necesitará 100 millones de dólares por año. Y lo considero el peor de todos.
Lo que estamos
--(Manifestaciones en tribunas).
Estamos subsidiando a los más pobres. Son ellos los que usan el transporte público. Pero hoy esos beneficios están distribuidos de mala manera. Y los recursos se entregan sin sentido social.
En mi concepto, sería muy importante que esos subsidios se destinaran a financiar el pasaje de los escolares. ¿Por qué? Porque hoy, cada vez que los más pobres compran un pasaje en 380 pesos, 50 pesos van a subsidiar a los escolares que no pagan. Y estos se encuentran en todo el país.
Nosotros proponemos que esto se haga con sentido social; que los recursos se entreguen contra el mejoramiento del servicio, pero empoderando al transporte escolar. Ello tiene el siguiente beneficio. Los que son de Regiones saben muy bien que una de las razones de la mala calidad de la educación se encuentra en que los jóvenes de áreas rurales no pueden llegar a sus lugares de estudio por carecer de medios de transporte. Deben ir a escuelitas -muchas tienen una profesora para varios niveles-, porque, por motivos económicos, no pueden acudir a establecimientos de calidad. En otros países, los transportan gratuitamente hasta 50 kilómetros para que puedan estudiar en una escuela de excelencia. Creo que contamos con un gran instrumento: entregar los fondos contra el mejoramiento del transporte escolar rural, porque los estudiantes están en todo Chile. Con ello resolveríamos muchas dificultades.
Por lo tanto, hago un solo llamado. Porque el problema ya no es del Gobierno ni de la Oposición. Evidentemente, es más de aquel que de esta. Pero es un imperativo nacional. Estamos frente al desafío político de resolver un megaproblema de nuestra sociedad. No lo podemos esquivar. Podemos hacer política y jugar hasta cierto nivel, pero, si vamos más allá y estiramos la cuerda, el paciente puede morir.
Si fracasa el Transantiago, si no entregamos los recursos ni el Ministro logra su objetivo, será, en verdad, el desastre más grande del cual habremos sido partícipes. Y será responsabilidad no sólo de la Concertación y del Gobierno, sino también de todos los sectores políticos.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Longueira.
El señor LONGUEIRA.-
Señor Presidente , me referiré brevemente a los efectos del Transantiago. No soy usuario de ese sistema de transporte, pero en cinco ocasiones me he levantado a las 5 y media de la mañana para verificar lo que viven los santiaguinos a quienes represento en el Senado.
Hoy tenemos más congestión y más contaminación que con los buses amarillos; hoy tenemos un sistema en que a los usuarios los despiertan dos veces, al dormir en el bus, para bajarlos y tenerlos congelados durante 15 minutos en los paraderos; hoy tenemos un sistema que ha colapsado todas las vías públicas de Santiago, pues la gente usa más su propio vehículo, y hay más tacos en las vías concesionadas.
A un genio de la Concertación se le ocurrió que, si en las autopistas los vehículos se desplazan a menos de 60 kilómetros por hora, debe triplicarse la tarifa.
O sea, la Región Metropolitana colapsó. Se dice que ello es a causa de un tecnócrata, de un neoliberal, y ahora, de un socialista. Pero da lo mismo: es una persona de la Concertación, a la cual no conocimos.
Por primera vez, en el Congreso tenemos la oportunidad de pronunciarnos y de hacernos cómplices del Transantiago.
Estamos sujetos a votar un proyecto de ley donde se nos pide aprobar la entrega de 290 millones de dólares. Afortunadamente, nos favorece el precio del cobre, porque de lo contrario tendríamos que andar buscando qué impuesto subir para financiar el "numerito".
Entonces, algunos dicen: "Tenemos los recursos". Como si estos no tuvieran un uso alternativo. No repetiré los ejemplos sobre lo que podríamos hacer con 290 millones de dólares.
Sin embargo, quiero pedir que terminemos con el lloriqueo de que si no aprobamos el proyecto suben las tarifas. Porque, en verdad, ello debiera haber ocurrido hace tres meses.
No nos preguntaron lo relativo al endeudamiento del Metro. Y no subió la tarifa. Por tanto, podríamos tener otro mes para discutir.
Y, planteada la situación, le pedirían al tren subterráneo que pusiera otras "luquitas". Eso ya lo hicieron. En consecuencia, el otro mecanismo ya lo usaron.
Además, tienen el artículo 32, número 20º, de la Constitución.
Pero seamos claros -nosotros lo hemos sido frente al Gobierno y a la Concertación, y también ante todos los santiaguinos-: les ponemos los recursos para que no suban las tarifas, pero queremos que en tres meses vengan con otro proyecto de ley a pedirnos la plata que falta.
Entonces, nos han dicho, respecto de nuestras propuestas: "No, señores". ¿Y por qué? Porque no están en condiciones de garantizar nada.¡Ese es el problema!
Yo les pregunto a los señores Senadores: ¿cuál es la dificultad de aprobar 100 millones de dólares, no reembolsables, para financiar el sistema durante tres meses sin que suban las tarifas? Pasado ese lapso, que venga el Ministro y nos diga que ha cumplido con todas las promesas que nos hicieron.
Están conversando para cambiar los contratos. Señalan que en tres meses lo harán. Están hablando de los cambios tecnológicos. Señalan que en tres meses lo harán. Dicen, poco menos, que nos van a techar Santiago en tres meses. ¿Pero qué nos responden? ¡No!
En consecuencia, aquí tenemos que pronunciarnos sobre un cheque en blanco. Esto significa aprobar 290 millones de dólares y no ver más a los Ministros. Eso es lo que quieren. Pero no estamos dispuestos a ello. ¡No lo estamos!
Yo creo que el más mínimo sentido de responsabilidad indica que debemos parcelar los dineros. Y si se cumplen las metas, van a estar los otros recursos. De ese modo vamos avanzando todos juntos en la solución del problema del Transantiago.
Quiero ser muy claro en esto. Si la tarifa sube es porque el Gobierno lo quiso así, por cuanto tiene mecanismos para evitar esa alza. Y, además, cuenta con el respaldo de la Alianza a fin de que durante tres meses se disponga de los recursos y se alcancen las metas, sin incrementar la tarifa.
Sin embargo, como no hay votos para eso, nos hacen un llamado ciudadano, estadista. Ya no saben como plantearse aquí, porque cada vez que la Oposición no concurre a arreglar las chambonadas que cometen, claman por el sentido patriótico.
¡Lo único que no tiene sentido es que los Ministros se vayan con 290 millones de dólares y después no los veamos más en el Congreso!
Por lo tanto, lo que yo y la Alianza les proponemos es rechazar este proyecto y llegar a acuerdo en la Comisión Mixta, donde se nos generará la instancia de negociación más importante, frente a un Gobierno que no ha estado dispuesto al más elemental sentido de la transparencia. Porque ¿qué mejor test es que se garantice todo lo que se nos promete aquí, sabiendo que tendrán que volver en tres meses más?
Pero ese test no lo soportan. No están dispuestos a comprometerse en el Parlamento.
En consecuencia, lo único que deseo expresar acá es que nada de lo que se ha dicho se va a cumplir.
En seguida, me referiré a un segundo tema.
Se habla aquí de que se entregarán 290 millones de dólares a las Regiones. Parece que algunos no han leído el proyecto, porque a ellas sólo se les otorgará un préstamo. Esto no ha ocurrido nunca. No lo he visto desde que soy parlamentario. Jamás he observado que el Fisco les preste dinero a las Regiones y que después les diga: "Señores, me lo devuelven con intereses". Porque esos recursos tendrán que retribuirlos en la misma forma como les serán prestados a los operadores.
Por lo tanto, están engañando a las Regiones. Se les expresa: "Miren, vamos a darles 290 millones de dólares: 100 serán no reembolsables, pero sí los otros 190 millones. Cuentan con cinco años de gracia, y a partir del sexto año deben comenzar a devolverlos". Sin embargo, con motivo de la Ley de Presupuestos, se les anunciará: "Tendrán 3 mil millones menos, para pagar el préstamo que se les hizo en 2007".
¡Fantástico! ¡Hecho inédito en la legislación!
Pero ¿por qué hacen esto? Por algo muy simple. Porque, en el fondo, ello no es un gasto, sino un préstamo. Y de esta forma pueden sortear la regla del superávit fiscal. O sea, además, nosotros estaríamos prestándonos para esta burla colectiva.
Entonces, no sé cómo es admisible votar a favor de este proyecto.
Pero, paralelamente, se nos señala: "Vamos a cambiar el Transantiago". ¡Para qué vamos a hablar del Transantiago! ¡Estamos todos de acuerdo en que nunca se ha hecho algo similar! La única forma de corregirlo es modificando los contratos. Sin embargo, al genio que diseñó ese sistema se le ocurrió licitar los troncales, que son cinco, como también las áreas de alimentación, que son nueve. Y garantizó un monopolio, pues dijo a quienes participaron en la licitación: "Además, señores, voy a asegurarles un ingreso mínimo a todo evento".
Por lo tanto, cualquiera podría haber formado una empresa. ¡Si era "tirar y abrazarse"! Y así ocurrió: los bancos prestaron dinero y el Estado les garantizó ingresos, independiente de la gente que se transportara. Sin embargo, ahora tenemos que ir al rescate de esos contratos.
Yo pregunto a Sus Señorías: si entregamos los 290 millones dólares al señor Ministro , ¿qué pensarán los operadores del Transantiago? "Tenemos financiamiento y hay recursos hasta diciembre. No subirán las tarifas hasta esa fecha. Así que no cambiamos ningún contrato".
En mi opinión, la mejor forma de lograr que se modifiquen -que es lo único relevante que debemos hacer para cambiar el Transantiago, para pagar efectivamente por pasajero transportado, para que se coloquen los incentivos en forma correcta- es manifestarle al señor Ministro : "Vamos a prestarle plata por tres meses, pero me trae los contratos cambiados". ¡Y que los operadores sepan que no habrá un peso más si aquellos no se modifican para mejorar la calidad del Transantiago!
Por consiguiente, dicho Secretario de Estado debería agradecernos, porque el Senado de la República le está diciendo, en conjunto, que el resto de los recursos sólo podrá tenerlos conforme a un proyecto de ley futuro y en la medida en que, dentro de tres meses, llegue con los contratos cambiados. Si no, con la lógica que le escucho al oficialismo, ¿cómo se votará en diciembre, cuando se nos venga a pedir 300 millones de dólares para el próximo año? ¿Se nos dirá que tenemos que "salvar a la rosa del lodazal" y que, por lo tanto, hay que pronunciarse a favor? ¿O algunos señalarán que debemos ser leales con la coalición?
¡Con esa lógica, el Transantiago quedará financiado para siempre, y nunca subirá la tarifa!
Los operadores van a estar felices. ¡Si fuera operador, aplaudiría a mis Honorables colegas de las Concertación, porque me estarían garantizando financiamiento para toda la vida!
¡Seamos un poquito más responsables! ¡Estamos hablando de muchos recursos!
En consecuencia, señor Presidente , no hay una sola razón -¡ninguna!- para apoyar el proyecto. Este me parece una burla para las Regiones, para los santiaguinos, porque, además, la plata que tendrá que devolver el Transantiago no la reembolsarán los operadores, sino los usuarios, pues en cinco años más les subirán la tarifa para que se devuelva este préstamo.
Que lo tengan claro: estos recursos no los pagarán los operadores. Vía alza de tarifa, deben ser cancelados por los santiaguinos.
¡Los mismos que han sido transportados como animales tendrán que restituir la plata en el futuro!
--(Aplausos en tribunas).
Señor Presidente, esta iniciativa no admite que la votemos a favor.
Por eso, no tengo ningún problema en que en la Comisión Mixta lleguemos a un acuerdo, precisamente, para que nos prestigiemos todos. ¡Esta es la forma de prestigiarse, y no con el "lloriqueo" que hemos escuchado en el día de hoy!
--(Aplausos en tribunas).
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Antes de abrir la votación, hará uso de la palabra el Ministro señor Viera-Gallo por tres minutos. Después se podrá fundamentar el voto.
El señor VIERA-GALLO ( Ministro Secretario General de la Presidencia ).-
Señor Presidente , yo sólo deseo manifestar que hay que argumentar con lógica y sin contradecirse. Varios señores Senadores de la Oposición critican al Gobierno por no haber concurrido al Parlamento, en su minuto, para discutir el marco legal de este sistema. Sin embargo, cuando venimos a solicitar la aprobación de un proyecto de ley, se nos pregunta: "¿Por qué no usan otro artículo de la Constitución y así no nos hacemos cómplices?".
¡No se hace cómplice nadie cuando se vota en el Congreso!
Hemos acudido aquí, como instancia democrática, a plantear los problemas que tienen el país y la ciudad de Santiago, para encontrar una solución. Y, a lo más, lo que estamos pidiendo es que ojalá los parlamentarios de la Oposición se hagan responsables de la solución, no del problema.
Si esa es la lógica, en el sentido de que no concurramos al Congreso y usemos los mecanismos de la Constitución de 1980, que otorga enormes facultades reglamentarias al Presidente de la República y que hasta ahora los Gobiernos de la Concertación no han utilizado en plenitud, quisiera que los señores Senadores que han sostenido eso aseguraran que no van a recurrir al Tribunal Constitucional -sus Diputados o ellos mismos- el día en que podamos usar un decreto en ese sentido.
Porque, si han dicho en esta Sala que ese es el camino constitucional, entonces no podrán impugnar el día de mañana que se utilice, si fuere necesario, dicho instrumento u otro para conseguir lo que el Parlamento ha negado.
Pero, señor Presidente , deseo terminar señalando que las palabras del Senador señor Longueira , sin duda, indican un camino. Esto es lo mismo que señalé hace unos minutos, cuando sostuve que el Gobierno estaba dispuesto a escuchar su planteamiento y el de los Senadores señores Frei , Ominami , Flores y los de tantos otros que han hablado de parcializar la entrega de los recursos.
Gracias.
El señor ALLAMAND.-
Señor Presidente , ¿me permite plantear un asunto reglamentario?
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor ALLAMAND.-
Yo entiendo que existía un acuerdo para que todos los señores Senadores pudieran intervenir durante diez minutos.
El señor CANTERO.-
Los inscritos.
El señor ALLAMAND.-
Así es, los que estábamos inscritos.
Entonces, ruego que nos atengamos a esa norma, que nos permite a todos expresarnos conforme a ese tiempo.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Ocurre que hay un acuerdo unánime de los Comités para votar a las 20. Y a partir de esa hora se debe fundamentar el voto por cinco minutos.
El señor ALLAMAND.-
Señor Presidente, desde el punto de vista reglamentario, entiendo una cosa diferente. Sin embargo, solicito que recabe la unanimidad de la Sala para que todos se puedan expresar en las mismas condiciones. Creo que quedan seis inscritos. Y pienso que no habrá inconveniente en aceptar que intervengan por diez minutos, como ya se ha hecho.
El señor PROKURICA.-
Ese fue el acuerdo.
El señor ORPIS.-
Así es.
El señor ALLAMAND.-
En efecto, entiendo que ese fue el acuerdo. Pero, de todas maneras, ruego que solicite el asentimiento de la Sala a fin de que cada cual se exprese durante diez minutos.
El señor LARRAÍN.-
Señor Presidente , sugiero que abra la votación, que los seis Senadores inscritos hablen por diez minutos y que después se siga la secuencia normal.
El señor MUÑOZ ABURTO.-
Señor Presidente , pido que se dé cumplimiento al acuerdo de Comités, que dispuso que a las 20 terminaba el Orden del Día y que después los Senadores podían fundamentar su voto.
El señor ESPINA.-
Señor Presidente , quiero plantear un asunto reglamentario.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor ESPINA.-
Señor Presidente , entiendo que primero hubo un acuerdo de Comités en el sentido que Su Señoría expone, es decir, que se votaba a partir de las 20. Pero eso se modificó luego por un segundo acuerdo, planteado a la Sala por usted y aprobado por unanimidad, que estableció que quienes estaban inscritos acortaran su intervención de quince a diez minutos.
El señor CANTERO.-
Es verdad.
El señor ESPINA.-
Por lo tanto, el segundo acuerdo modifica el primero. Y me parece que lo justo es permitir que intervengan por diez minutos quienes estaban inscritos.
El señor CANTERO.-
La Sala es soberana en ese aspecto.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
El Reglamento dice que los acuerdos de Comités no se pueden cambiar, a menos que concurra la conformidad de todos ellos.
Aclaro que no tengo problemas en que no se abra la votación y en que se continúe con la lista de inscritos.
El señor MUÑOZ ABURTO.-
No estamos de acuerdo.
El señor LETELIER.-
Abra la votación.
El señor CANTERO.-
Señor Presidente , la Sala es soberana. Y cuando Su Señoría planteó una revisión del acuerdo y pidió que las intervenciones se acortaran a diez minutos, es algo que se entendió en la lógica de que los que estaban inscritos podían hablar. En todo caso, la Sala prima sobre los Comités.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
No.
El señor CANTERO.-
La Sala prima sobre los Comités.
El señor MUÑOZ ABURTO.-
Abra la votación, señor Presidente.
El señor NAVARRO.-
Señor Presidente, todos los Senadores tienen derecho a expresar su opinión por el mismo tiempo que todos han tenido. Me parece injusto que se restrinja.
Hemos pedido que este proyecto llegue al Parlamento para ser debatido. Por lo tanto, no nos impongamos una autocensura. Además, debatirlo es lo único que podemos hacer.
El señor CANTERO.-
¡Bien!
El señor LONGUEIRA.-
¡Imagínese a los venezolanos sin canal!
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
¿Habría acuerdo para prorrogar la hora?
No lo hay.
El señor LONGUEIRA.-
¡Que el Senador señor Navarro hable por el canal de televisión!
El señor NÚÑEZ.-
Que se reúnan los Comités.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Entonces, habría que celebrar reunión de Comités.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
Señor Presidente , no soy Comité, pero entiendo la lógica que se ha planteado. Cuando se toman dos acuerdos, y sobre todo cuando el segundo es adoptado por un organismo superior, lo lógico y natural es que se dé curso a este último. Ahora bien, han intervenido varios señores Senadores , y los hemos escuchado. No tengo ningún problema en no intervenir. Pero no me parece bueno que, habiendo hablado tanto, con tanta pasión, con tanta violencia entre nosotros, en algún momento, acerca de un tema importante, ahora fijemos un plazo para que los Senadores dejen de manifestar su posición.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Conforme al Reglamento, con los dos tercios de los Senadores presentes se puede acordar la prórroga de la hora.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
Pídalo, señor Presidente.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
¿Habría acuerdo en tal sentido?
Acordado.
Tiene la palabra el Honorable señor Flores.
El señor FLORES.-
Señor Presidente, he sido una de las personas que han estado con dudas para votar favorablemente el proyecto. Y hay varias razones para tenerlas.
Una de ellas es que creo que el problema del desastre del Transantiago es más grande que el Transantiago.
Me surgen interrogantes al vivir en un país tan frágil. Me tocó residir en Estados Unidos hace mucho tiempo. Y vi desastres grandes en naciones bien instaladas: un terremoto, en San Francisco, que aplastó a 400 personas simplemente por construcciones mal calculadas; un incendio en cinco mil casas. Los países bien fundados pueden tener problemas cuando los diseños de los sistemas funcionan mal. Y lo que veo en Chile es que hemos perdido nuestra capacidad de ingeniería de sistemas o de ingeniería de sistemas sociales.
Quiero recordar que existen varios problemas.
Antuco fue un desastre. Nunca lo hemos analizado bien, pero fue un gran desastre. No es posible que una nevazón termine con tantas muertes. Hubo un problema de sistema: de comunicación y de mando.
En el MIT se ha discutido la cuestión. Y, en la medida en que la ingeniería se mete en todo, se darán cuenta de que hay sólo dos dificultades:: las de diseño y las de sistema. Y aquí tenemos las dos. Y la de diseño no es puramente técnica, sino también legal. Lo que más me atormenta no es ver a los que estimaron mal el tráfico, a los que diseñaron mal el cálculo de buses, a los que inventaron el juego y lo que algunos de ustedes llaman los troncales, los alimentadores y los contrarios o monopolios. Por lo tanto, coincido con quienes dicen que ahí no está funcionando el mercado.
Si esto sigue así, en el futuro tendremos problemas con la energía, con el agua. En la Región que represento -creo que el Senador señor Orpis coincide conmigo-, veo con seriedad lo del abastecimiento de agua. Un día deberemos traer buques cisternas para alimentar al norte. Y todo nos va pegando como por detrás, como que nos llega tarde. En eso, pienso que los Senadores somos responsables. No lo somos sólo por lo que nos traen y opinamos, sino también por lo que no decimos y por aquello de lo que no nos preocupamos. Yo no lo hice con el Transantiago, así que acuso mi responsabilidad.
Me he manifestado por la negativa. No me siento obligado por los acuerdos de los partidos de la Concertación respecto de estas materias. Considero que uno debe votar en conciencia.
Sin embargo, he mirado qué hay que hacer. Y una de las cosas que me puse a estudiar fue el carácter del Ministro señor Cortázar. Porque, al final, uno debe realizar una evaluación de confianza o no confianza. Y tenía dudas. Lo encuentro un poco arrogante, "pesadito". Casi tanto como yo, pero no me hace el peso todavía. No obstante, veo que actúa con honestidad. Y me he ido convenciendo de que posee algo de heroísmo, pues meterse gratis en este lío no es fácil. Sin embargo, eso no permite que se eluda la responsabilidad de muchos otros.
Ayer escuché a la Senadora señora Matthei en la televisión, en el programa de Fernando Paulsen. Yo no tenía información de que el señor Ministro había sido profesor de ella. Y dijo -tomo en serio sus planteamientos- que es un hombre muy inteligente, lo que me parece bien, a pesar de que estudió en el MIT, al que no le tengo tanto respeto. Sin embargo, ella manifestó que era honesto, y eso sí se lo compro.
Entonces, no pienso que el señor Ministro nos esté proponiendo cosas tremendas, aunque estoy en desacuerdo con varias de ellas.
En consecuencia, he tratado de hacer una proposición, que, básicamente, es la que está planteando el Senador señor Longueira. No ofrece mayores distinciones. De él y del Honorable señor Ominami tomé la idea de que la entrega debe ser por parcialidades. Hagamos un voto de confianza en el señor Ministro y en el Gobierno por cierto período de tiempo -tres, cuatro meses- y por la mitad de la plata. Y, en segundo lugar, empoderémoslo para los contratos. Estimo que una de las debilidades del proyecto radica en que está en mala posición para contratar. Lo veo demasiado inocente en esa materia. Debe tener "pistola" y "zanahoria", y le veía puras zanahorias y poca pistola.
El Ejecutivo ha aceptado mi proposición. Por lo tanto, informo que voy a votar a favor de la idea de legislar, siempre que se incluyan ciertos criterios si es aprobada la iniciativa. Voy a votar primero y después haré fe de que eso ocurrirá.
Pienso que el objetivo del proyecto debería ser mejorar el sistema, no asegurar estructuralmente la eficacia de las tarifas. Creo que esa constituye una de las debilidades. Tendríamos que obligar a renegociar los contratos. Y mi idea es que la Presidenta de la República informe a la Contraloría que efectivamente ha renegociado los contratos antes de que se entregue la segunda cuota. Ese es mi criterio. ¿Y qué plazo se puede dar? El suficiente para que eso se pueda lograr.
Lo otro es que todos los aportes tienen que ser reembolsables. No puede haber una parte entregada a los operadores. Y el plazo no debiera ser mínimo, sino máximo: 10 años.
Básicamente, eso.
Conversé hoy con el Ministro señor Velasco, don Belisario -mi amigo Ávila lo llamaría "Velasco El Bueno"-, quien me dio ciertas garantías de que aquello sería así.
Ha cumplido su palabra. Y les puedo informar a los colegas del Senado que tengo aquí copia de las indicaciones de la Presidenta de la República y de las que yo formulé.
Entonces, me doy por satisfecho.
Por esa razón, voy a votar positivamente.
He dicho.
El señor OMINAMI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Allamand.
El señor ALLAMAND.-
Señor Presidente , mientras escuchaba este debate, recordaba una frase atribuida a un gran político inglés que decía que el prestigio, el honor, la reputación de los países eran obra de décadas, tarea de generaciones, pero que esos valores podían ser dilapidados por la insensatez de un solo día.
Ahora bien, este proyecto puede ser analizado en una doble perspectiva, que es lo que pretendo hacer: primero, el texto en sí mismo, y segundo, su impacto, su repercusión en términos de la calidad de las políticas públicas chilenas, pero, sobre todo, del tipo de democracia que se construya a partir de la decisión adoptada.
Con relación a lo primero, el Ministro Cortázar explicó claramente que el Transantiago estaba apoyado en cinco pilares, y reconoció en las Comisiones unidas que, cuando se dio el vamos a dicho sistema, ninguno de ellos se encontraba en forma. En consecuencia, hizo un reconocimiento brutal de improvisación o de negligencia por parte del Gobierno al que representa.
Pero, más allá de eso, hagamos un acto de racionalidad. Y volveré al punto más adelante.
El señor Ministro dice que el proyecto que nos trae, cuyo texto se limita a dar estabilidad al régimen de tarifas, va a permitir cinco cosas: más buses, mejor tecnología, mejores contratos, recorridos más adecuados, mayor cantidad de bienes públicos (entre otros, infraestructura).
Yo apelo, señor Presidente , a la racionalidad más elemental: ¿Dónde, en la iniciativa que votaremos hoy, existe vinculación causal de alguna naturaleza entre tales objetivos y el texto? ¿Dónde el proyecto permite o asegura la renegociación de los contratos? ¿Dónde resuelve lo relacionado con la infraestructura? ¿Dónde soluciona lo concerniente a los recorridos?
¡En ninguna parte!
En consecuencia, esta es una iniciativa que en su formulación no resuelve para nada el problema a que estamos abocados.
Pero el asunto es más de fondo: qué tipo de democracia se empieza a construir con decisiones de tal naturaleza.
En algún minuto aciago de la vida de este país se construyó la democracia de las beligerancias y de los antagonismos exacerbados.
En una etapa más reciente, cuando había un gobierno muy distinto del actual -y en esto uso las palabras del Senador señor Pizarro-, que garantizaba gobernabilidad, se pudo construir la democracia de los acuerdos.
Sin embargo, con la decisión de esta tarde estamos empezando a construir la democracia de la irresponsabilidad. Y esta se construye de la siguiente manera.
En primer término, cuando los gobiernos realizan grandilocuentes y exageradas proyecciones de las políticas públicas.
¿O vamos a olvidar que el Transantiago fue presentado al país como el mayor proceso de modernización del transporte público que jamás se haya registrado en la historia de Chile?
Eso fue lo que dijo el Presidente Lagos al presentar el proyecto pertinente.
También se construye la democracia de la irresponsabilidad cuando los gobiernos actúan con la negligencia que todos los señores Senadores de la Concertación han reconocido en cuanto a la implementación del nuevo sistema de transporte público.
Pero hay algo mucho más importante: la democracia de la irresponsabilidad se construye cuando el mismo Gobierno que crea el problema presenta una solución aparente.
Sobre el particular, quiero apelar a la racionalidad que desde siempre ha caracterizado al Senado.
Nosotros, los de la Oposición, decimos que el proyecto en debate no resuelve los problemas y los miembros de la Concertación sostienen que sí lo hace.
Entonces, como metodología, planteo lo siguiente. Y lamento que no esté presente el Presidente del Senado.
El señor GAZMURI.-
Pero está presidiendo el Honorable señor Ominami.
El señor ALLAMAND.-
Me refiero al Senador Frei.
¿Qué ha dicho el Presidente del Senado sobre este proyecto?
El 8 de junio expresó: "No creo que esta inyección de dinero vaya a solucionar las severas dificultades que todos hemos observado en sus casi cuatro meses de funcionamiento. Claramente esta es una medida de emergencia para salvar la quiebra del sistema, pero no resuelve los problemas de fondo, para lo cual insisto en la necesidad de adoptar decisiones radicales.".
Y el 15 de junio manifestó: "no sacamos nada con inyectar fondos al sistema para salvarlo de la quiebra e impedir el alza de tarifas, si esto no va aparejado de una mejora sustancial en la calidad del servicio. De lo contrario, seguiremos dilapidando recursos entregándoselos a quienes han hecho mal su tarea. Por lo mismo, es que también pedimos al Ministro de Transportes que presente a la brevedad un plan alternativo al Transantiago para ponerlo en práctica si éste no entra a la brevedad en franca mejoría.".
Señor Presidente el Gobierno de la Concertación nos pide a nosotros, la Oposición, que hagamos fe de un proyecto acerca del cual el Presidente del Senado, miembro del conglomerado de Gobierno, sostiene que estructuralmente no resuelve nada.
Yo creo que los Presidentes de Chile tienen tradición de seriedad. Uno podrá estar de acuerdo o en desacuerdo con ellos. Pero aquí se hallan los mejores argumentos que se han escuchado para rechazar la iniciativa y no para aprobarla.
Por último, ¿cuál es el efecto fundamental en el sistema político de lo que se pretende hacer? Construir una democracia sin responsabilidad. ¿Por qué? Porque no daña al sistema político una barbaridad como la cometida; no daña al sistema político la humillación a que han sido sometidos los habitantes de Santiago; no daña al sistema político que se haya procedido con la mayor negligencia. ¡Lo que supuestamente daña al sistema político es que la Oposición no se someta de manera mansa al chantaje, a la extorsión legislativa de que estamos siendo objeto!
Entonces, se trata de una democracia donde las responsabilidades no existen.
Aquí se habla, por ejemplo, de que los contratos son leoninos.
Señor Presidente ¿quién los firmó? ¡Quienes eran Ministros! En particular, el Ministro Jaime Estévez. ¡Él suscribió los contratos, que según los propios parlamentarios de la Concertación son leoninos!
¿Y dónde se asumen las responsabilidades?
Lo cierto es que ello escapa a toda racionalidad.
Los propios parlamentarios de la coalición de Gobierno han dicho que les da vergüenza el fenómeno del Transantiago. Ellos mismos, partiendo por el Presidente del Senado, sostienen que esta iniciativa no resuelve el problema. Y, no obstante argumentar en una forma, votan exactamente en el sentido contrario.
Es poca mi experiencia en esta Sala, señor Presidente. Pero tengo la impresión de que esto va a ser un baldón para la racionalidad del Senado. Porque no se puede argumentar públicamente en un sentido y votar exactamente de manera opuesta.
¡Así se desprestigia el sistema democrático!
Cuando una democracia no tiene responsabilidades definidas, en último término es un cuerpo sin alma.
En consecuencia, voy a votar en contra de este proyecto.
--(Aplausos en tribunas).
Y hago mías, por cierto, las expresiones vertidas aquí por diversos Senadores de Oposición, en términos de la posibilidad de corregirlo.
Pero no se nos puede pedir a los parlamentarios de la Alianza que aprobemos en general una iniciativa concebida de manera tal que, según los propios Senadores de Gobierno, no va a resolver el problema y constituye una irracionalidad suprema.
En consecuencia, rechazaremos la idea de legislar, porque no nos queremos hacer cómplices de una pésima iniciativa. Pero tampoco queremos hacernos cómplices de la democracia que los miembros de la Concertación están construyendo: la democracia de la irresponsabilidad, aquella donde nadie responde por sus errores.
He dicho.
--(Aplausos en tribunas).
El señor OMINAMI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Arancibia.
El señor ARANCIBIA.-
Señor Presidente, hay un aspecto en que, ciertamente, todos estamos de acuerdo en esta Sala: el Transantiago es un tremendo desastre.
A partir de eso, parecen separarse las aguas en la argumentación. Y algunos han hecho con vehemencia verdaderas odas al valor de la Presidenta de la República por haber asumido la responsabilidad que le cabe por no haber obedecido a su instinto, por haberles hecho caso a sus Ministros y por poner en funcionamiento este gran desastre.
¡Pero si no debía asumir la responsabilidad! ¡La tenía desde el momento en que dio la luz verde! Por tanto, no eran necesarios actos ni gestos en tal sentido.
Y se trata, sobre todo, de una responsabilidad que empieza a dibujarse sin costo. Porque se está planteando aquí, en esta Sala, que la consecuencia más dañina de mantener el Transantiago en los términos en que se halla ahora es la subida de la tarifa a la pobre gente, que "será culpa de la Oposición". O sea, esta ya no es responsabilidad de la Jefa del Estado, quien puso en funcionamiento un sistema nefasto, sino de la Oposición, que no va a permitir controlar el nivel de las tarifas.
¿Y qué hay -¡escúchenme, señores Senadores !- de la responsabilidad de los Ministros que apoyaron la iniciativa pertinente?
Acá se está pidiendo más tiempo. Porque pareciera que el tiempo, en forma milagrosa, va a mejorar el Transantiago. Y, por si no lo mejora, distinguidos colegas han dicho en esta Sala: "En ese momento los Ministros tendrán que poner sus cargos a disposición".
¿Pero qué ocurre con el desastre generado por esos Ministros, el cual implica que la gente deba levantarse las cinco de la mañana para llegar a su destino muchas horas después, tras sufrir grandes penurias en el trayecto?
Los Ministros que impulsaron a la Presidenta para embarcarse en tan lamentable aventura, ¿cuándo van a asumir su responsabilidad? ¿En tres o seis meses más, cuando no se haya podido modificar los contratos? ¡Cuándo!
Yo abrigo dudas respecto a la capacidad de la Concertación para asumir responsabilidades. Y tengo un ejemplo muy próximo.
Aquí, en mi Región, durante las últimas elecciones presidencial y parlamentarias, el intendente, persona de gran locuacidad, tuvo una actuación nefasta y una falta de control absoluta sobre los recursos destinados a mejorar los planes generadores de empleos de emergencia. Denunciado por la Contraloría, sancionado por la Presidenta de la República , se halla en este momento desempeñando un interesante cargo en la Subsecretaría de Desarrollo Regional, en el Departamento de Relaciones Internacionales, lo cual le permite viajar a países amigos. Y, además, fue designado director de una universidad en la Quinta Región.
¿Esa es la responsabilidad?
Sobre el particular, recuerdo que, graciosamente, en cierto momento se hablaba de "las sillas musicales".
¿De qué responsabilidad me hablan cuando tras las sanciones llegan premios en los términos que estoy describiendo?
Señor Presidente , hoy día nos piden 290 millones de dólares para dar más tiempo al Transantiago, otorgarle estabilidad y no subir las tarifas.
Si fuéramos consecuentes, debiéramos escuchar el mensaje que nos mandó el Honorable señor Novoa.
El señor Ministro dijo que, para controlar la tarifa, que iba a aumentar en 20 pesos cada mes, debiera asignarse determinada cantidad de plata. Y el Senador señor Novoa la precisó en alrededor de 50 millones de dólares.
¡Pero nos están pidiendo 290 millones de dólares para no subir las tarifas!
El subsidio a la tarifa cuesta 50 millones. Dejémoslo bien claro.
Ahora, quiero entregar una información adicional, como Senador de la República y de la Quinta Región Costa.
Aquí se implementó un Transvalparaíso que no tiene ningún sentido. Son los mismos buses viejos de antes, repintados. No existen GPS, ni posicionadores satelitales, ni tarjetas bip, ni nada. Funcionan los mismos "sapos" de antes y el mismo sistema de control que ha existido desde siempre. Persisten los mismos inconvenientes del servicio que recibíamos tradicionalmente.
Por eso, aquí no ha habido ningún problema.
Pero quiero informar de una situación vinculada con las tarifas, cuya eventual alza en Santiago tanto preocupa a Sus Señorías.
En mi Región, antes de que se implementara el Transvalparaíso, se pagaban 350 pesos por ir -y voy a mencionar un solo circuito- desde Playa Ancha a Concón. Cuando se implementó dicho sistema, se aumentó la tarifa a 390 (porque aquí, por principio, pagamos más que en Santiago). En abril se elevó a 400, y en junio, a 410. Y esto es aplicable en todos los circuitos.
Parece que somos más pasivos en la Quinta Región, donde por un pésimo servicio, que no ha mejorado un ápice, nos suben la tarifa todos los meses.
Ahora, no sé si mencionar adicionalmente el desastre que se está registrando con MERVAL, que -algunos de los señores Senadores deben de estar enterados- tiene un déficit de miles de millones de pesos, debido, entre otros motivos, a que no cuenta con la cantidad de pasajeros técnicamente prevista y a que no formó parte del eje articulante del Transvalparaíso.
Algunos me han dicho: "Afortunadamente, porque de lo contrario el MERVAL estaría hecho pedazos". Es posible. Pero en este momento el desfinanciamiento del Metro de Valparaíso llega a miles de millones de pesos, situación que va a perdurar en el tiempo, hasta que se produzca un nuevo ajuste.
Señor Presidente , con relación al proyecto en debate, me preocupa -como han dicho aquí en repetidas oportunidades diversos señores Senadores- no ver ninguna señal de que la asignación de recursos que se pide para sostener el sistema, para mantenerlo a flote, vaya a tener algún efecto práctico en su mejoramiento.
De otro lado, concuerdo con los señores parlamentarios que han planteado que la gran solución al problema radica en la redefinición de los contratos. Pero creo que, tal como está estructurado el proyecto que nos presentan hoy, el mantenerlo a flote dificulta precisamente esa salida. Y considero que el Honorable señor Longueira fue particularmente claro al explicitar ese efecto.
Ahora, señor Presidente , quiero ir al aspecto regional.
El sistema de compensación a las Regiones sugerido nos parece una suerte de incentivo grosero para con los parlamentarios que las representamos.
¿Quién va a decir que no frente a mayores recursos? Es un imposible. O sea, se trata de una idea "magistralmente" concebida.
¿Por qué no apoyar el proyecto de ley que deja parte de las ganancias -tal como se planteó específicamente- en los puertos? ¿Por qué ellas no quedan en Regiones? ¿Por qué no favorecen a Valparaíso y a San Antonio los beneficios y las ganancias que generan sus puertos para compensar de alguna manera los mayores costos y las mayores dificultades que tienen por ser ciudades puerto?
Esa iniciativa duerme el sueño de los justos. Mediante ella se entregarían recursos auténticos a las Regiones.
He mencionado dos ciudades importantes: San Antonio y Valparaíso.
¿Por qué no han llegado los fondos correspondientes al royalty II -como aquí se ha manifestado- a las regiones mineras del norte?
Hemos escuchado la intervención de un distinguido señor Senador que pretende incluso aprobar una reforma constitucional para garantizar que el Gobierno cumpla con las disposiciones de la ley y entregue a dicha zona los recursos que le están destinados.
¿Por qué no han llegado a los pescadores los dineros asignados en la Ley General de Pesca -la ley corta- para compensar las dificultades que enfrentarían por la administración pesquera que se estaba configurando?
No vengan ahora con una preocupación regionalista, cuando con las normativas y los proyectos existentes estaríamos legítima, legal y correctamente apoyando el desarrollo regional, y no sobre la base de una suerte de extorsión, que, como dijo un señor Senador, llega a prostituir nuestra acción parlamentaria al sentirse incentivos perversos que apuntan en una dirección incorrecta.
Por ello, porque soy regionalista, porque me molesta que me extorsionen con lo del Transantiago y porque a la circunscripción que represento no le han dado los recursos que justificadamente le corresponden, voy a votar en contra del proyecto, esperando que en la Comisión Mixta se resuelvan los problemas pendientes.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Zaldívar.
El señor ZALDÍVAR (don Adolfo).-
No la he pedido, señor Presidente. Sólo intervendré para fundamentar mi voto.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Puede usar de la palabra el Honorable señor Navarro.
El señor NAVARRO.-
Señor Presidente , la verdad es que Gobierno y Oposición han coincidido ampliamente en el diagnóstico.
He leído en el diario "El Mercurio" la inserción del Senador señor Zaldívar , y estoy mil por ciento de acuerdo con Su Señoría respecto de ese punto. Porque hay que ser ciego para no ver los errores cometidos.
Los cinco pilares que ha planteado el señor Ministro , y que ha repetido el Honorable señor Allamand , claramente no estaban listos. Entonces, surge la pregunta, sin duda: si era así, ¿por qué se partió? Grave error de mi Gobierno.
Alguien le mintió a la Primera Mandataria. Alguien le entregó información que no correspondía a la realidad. Porque si han transcurrido alrededor de cuatro meses desde que comenzó a operar el Transantiago y ninguno de esos pilares se encuentra listo, la pregunta es quién le dijo que sí lo estaban en febrero. ¿Quién lo garantizó?
¿Y por qué le señalaron que se aplicarían multas y que el Estado debería pagar ante demandas de los operadores y del Administrador Financiero por no cumplimiento de contrato? Alguien asustó a la Presidenta de la República con los 5, 6, 8 millones de dólares mensuales que sería preciso cancelar por lucro cesante. Y, en definitiva, se están pagando 30 millones. Grave error. ¿Quién se equivocó? ¿Quién asume las responsabilidades?
Ello constituye un punto que será parte del análisis político de nuestro Gobierno por un largo tiempo, porque las repercusiones también durarán mucho.
La Presidenta declaró que no hizo caso a su intuición. Los Secretarios de Estado que pudieron ser responsables -por cierto, no están presentes en la Sala- no son de los que están buscando la salida del problema.
Y, claramente, señor Ministro , es preciso revisar los contratos. Se lo ha pedido gente de Gobierno y otra de Oposición. No sé si esta última tendrá la misma consistencia cuando efectivamente tengamos que "pegar el caballazo", porque para romperlos es necesario enfrentar a los principales bancos.
Por eso, no puedo dejar de mencionar la amnesia que de repente sufre la Oposición cuando se trata de establecer con claridad quiénes son los culpables. ¿Existen Ministros de mi Gobierno con responsabilidad y culpabilidad? Sí. Pero la pregunta es: ¿quiénes son los culpables de la empresa privada que no cumplieron?
Aprovecho que está presente el Senador señor Allamand para expresar que tengo en mis manos "El desalojo". Su Señoría, con citas muy activas, ha hecho referencia al Senador señor Frei. Por mi parte, voy a citar al Honorable señor Allamand.
Diez páginas del libro dicen relación al Transantiago, pero no se contiene ni una sola mención del nombre de las empresas privadas responsables.
Y coincidimos: "El desastre del Transantiago". Bajo ese subtítulo se lee que "el sistema antiguo funcionaba mal.". La verdad es que eso no constituye una novedad, pues lo sabían los millones de usuarios.
Lo de "la sobreoferta de buses en horas de baja demanda" lo conocíamos todos.
Que se cambió la fecha de inicio, respecto del anuncio formulado, también.
Asimismo, compartimos lo que se señala en la página 194: "Las dificultades continuaron. ¿Solución? Una nueva postergación".
En la página 196 se indica: "A principios de abril, dos meses después de la puesta en marcha del plan, aún no funcionaban en los buses el sensor de puertas abiertas, las cámaras de seguridad, el panel de información variable, el contador de pasajeros, el panel del conductor ni el botón de alarma. Tampoco estaba operativo el GPS, necesario para monitorear las frecuencias y con ello el funcionamiento de todo el plan, pues en los contratos de licitación no se establecieron claramente las sanciones por dicho incumplimiento.".
Surge una pregunta ante la amnesia: ¿dónde están los responsables? ¿Quién era el que debía hacer que esto funcionara? Me refiero a todo lo que dice el Senador señor Allamand en la página 196 de su libro. ¿Dónde está el padre de la criatura? ¿Dónde está quien debía tener la casa funcionando y tecnológicamente en orden? No se dice: se trata de SONDA, de Andrés Navarro, quien nada tiene que ver conmigo, afortunadamente.
El autor menciona también al Senador señor Zaldívar y al Club de la Pelea.
Pero lo que más me llama la atención, en la página 200, es que se pregunta: "¿Y quién es el responsable de todo el descalabro?". Y, por cierto, consulta a los lectores, entre quienes me cuento. En seguida expresa: "A principio de marzo, la Intendenta Adriana del Piano declaró que "si nosotros [Gobierno] hubiéramos tenido todas las empresas cumpliendo sus contratos, ninguno de los problemas que tuvimos los hubiéramos tenido. ¡Ninguno!". Así de tajante.". Y Su Señoría acota: "Y de ridículo.". El texto continúa: "Más adelante, la Presidenta Bachelet agregó: "Los privados no dieron el ancho".". El señor Senador expone que "No hay duda que algunas empresas privadas fallaron, ¿pero quién redactó los contratos...?". Y puntualiza: "el gobierno".
Lo que se debe aclarar al Honorable señor Allamand es que falló SONDA , la cual mintió permanentemente y sigue haciéndolo. Por eso, hemos pedido al Gobierno que cuando revise los contratos no pague ni un dólar, ni un peso, a una entidad que es proveedora tecnológica y, además, socia.
En cualquier empresa de las que Sus Señorías conocen, al proveedor tecnológico que incurriera en tal grado de fallas lo hubieran echado a patadas. Pero SONDA sigue manteniendo esa calidad y nadie la echa, porque tiene 9 por ciento de participación.
Y uno se pone muy quisquilloso con esto. Porque no sé si alguien, sin querer queriendo, se quedó callado porque sabía lo que venía.
Claramente, la persona a que me he referido y que opera en este ámbito no es cercana al Gobierno ni a la Concertación. Ha participado en campañas presidenciales de otros candidatos y ha sido fiel colaborador de ellos.
El señor LARRAÍN.-
Es una conspiración.
El señor NAVARRO.-
Entonces, al menos surge el mérito de la duda. Porque era de tal envergadura la situación que no iba a funcionar, que uno se niega a creer que un hombre exitoso en los negocios y en la vida, que ha generado empresas y que lo hace bien en algunas partes -en otras, no tanto- no haya tenido la capacidad de visualizar lo que ocurriría.
Tengo la suerte de que el Senador señor Allamand también me consigne en su libro, citando lo que dije en un programa de televisión, en el sentido de que esto "Nos puede costar el Gobierno". Y así es, efectivamente.
Y porque puede costarnos el Gobierno -agradezco la mención- decimos que esta es una materia de la máxima seriedad. Y cuando hablamos respecto de qué hacemos para ser parte de la solución, sostengo, considerando lo dicho por el Honorable señor Longueira , que si se escuchara al Ministro señor Viera-Gallo la Oposición votaría a favor, porque se contempla un pago programado y un escalonamiento para efectuarlo. No se trata de un cheque en blanco, ni estoy dispuesto a darlo.
Por cierto, coincidimos en que el proyecto no resuelve el tema de fondo. Y cuando todos decimos eso, y, particularmente, lo señala con fuerza la Oposición, ¿cuál es la propuesta?
Porque si se pide que, en forma consecuente con un discurso crítico al Plan, al proyecto, se vote en contra, ello asimismo significa pronunciarse a favor de algo. Y ese algo no ha estado en el debate. Porque hemos escuchado a todos los señores Senadores de Oposición y no se registra una sola propuesta para lo que tanto reclaman: qué viene después de diciembre. El análisis del Honorable señor Longueira termina en ese mes, al igual que el del Honorable señor Novoa.
El señor LONGUEIRA.-
¡Lo del proyecto también!
El señor NAVARRO.-
Consideramos que si la Oposición hiciera la pega, contaría con una propuesta para decirle al señor Ministro : "Esto es lo que se debe hacer; este es el diseño que deseamos. Y queremos que hoy se resuelva lo de que no suba el pasaje, pero esto es lo que proponemos".
Sin embargo, no existe una propuesta de la Oposición,...
El señor LARRAÍN.-
¡Esa no es pega nuestra!
El señor NAVARRO.-
...como tampoco del Gobierno, señor Ministro. Y tenemos que reconocerlo. Estuvimos en Hacienda para preguntar qué hacíamos en diciembre y no hubo respuesta. Pero ¿dónde está la pega de la Oposición?
El señor LARRAÍN.-
¡Si no somos Gobierno, señor Senador!
El señor NAVARRO.-
Entonces, se plantea la decisión de votar en contra, junto a una Oposición carente de una propuesta, o de hacerlo a favor de un Gobierno que, al menos, ha anunciado que la preparará.
Por mi parte, esperaba una cierta estrategia. Pero ¿por qué no se expone?
Me surgen dudas ante el hecho de que la Oposición no mencione a los bancos. Y el Gobierno tampoco lo hace.
La señora MATTHEI.-
¡El BancoEstado!
El señor NAVARRO.-
Porque el Banco Santander, al cual vamos a pasarle millones de dólares, ganó 185 millones de dólares el primer trimestre del año en curso, y el Banco de Chile, 122 millones de dólares.
Este es un país en donde al final le prestamos plata a los bancos. Pero estos se metieron en un negocio que no conocían, pues nunca habían transportado un mísero pasajero...
La señora MATTHEI.-
¡El BancoEstado sí...!
El señor NAVARRO.-
Y ello tuvo lugar con contratos de Gobierno. Pero cuando a la hora nona debemos decidir qué hacer, la Oposición sólo se queda en la crítica al Gobierno, a la fórmula propuesta, y nada dice de los que han fallado. Porque aquí falló el Gobierno, pero también el AFT -los bancos hicieron mal el negocio- y el proveedor tecnológico: SONDA. Eso tiene nombre y apellido. Y el dueño de esa empresa decía, hasta hace tres meses, que la dificultad se resolvía en treinta días, sin que ello todavía haya sucedido. No le creo.
En consecuencia, debemos ver quién presenta propuestas. Por nuestra parte, le hemos planteado indicaciones al Gobierno. Le hemos destacado la conveniencia de un seguro de vida y accidentes para los cuatro millones y medio de santiaguinos que hoy día viajan en un transporte mucho más inseguro, quienes se encuentran mucho más desvalidos.
El Gobierno ha aceptado abrirse a las proposiciones, e incluso a las de la Derecha. El Senador señor Longueira ha venido sugiriendo la posibilidad de escalonar el pago, y el Honorable señor Flores , con mucha dignidad, así lo ha reconocido...
El señor PROKURICA.-
¡Tenemos propuestas, entonces!
El señor NAVARRO.-
...y lo ha recogido. Y lo propio ha hecho el Gobierno. Mi pregunta es por qué la Oposición insiste, si se ha acogido su principal planteamiento -que el aporte sea escalonado, evaluado y fiscalizado-,...
La señora MATTHEI.-
¡Se expuso algo concreto!
El señor NAVARRO.-
Asimismo, se ha aceptado la idea que formulé respecto del seguro de vida y accidentes.
Le hemos señalado al Gobierno que lo lógico es que SONDA salga del negocio, porque lo ha hecho pésimo. Y es un punto que vamos a discutir en la Comisión Mixta o donde sea.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Ha concluido su tiempo, señor Senador.
El señor NAVARRO.-
Termino de inmediato, señor Presidente.
Y hemos dicho, además, que aspiramos a que exista un subsidio claro y transparente. Porque estamos subsidiando, por ejemplo, el pasaje escolar a través del que pagan los adultos. Creo que en esta materia debemos actuar de manera directa y abierta, para lo cual debemos precisar con nitidez cómo vamos a asignar los subsidios, porque, al final, los habrá. El Transantiago no funcionará sin ellos. Y ello debe ser aclarado y especificado en este proyecto y en el que viene.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Espina.
El señor ESPINA.-
Señor Presidente , en primer lugar, quiero hacerme cargo de lo expresado por el Senador señor Navarro , porque ha olvidado una pequeña diferencia. En Chile existen muchas empresas -probablemente, algunas de ellas lo hacen bien, y otras, mal- pero un solo Gobierno, que lo ha hecho pésimo.
En efecto, el día 10 de febrero, cuando se pone en marcha el Transantiago, ¿estaban los buses necesarios para echarlo a andar? No. ¿Estaba la tecnología adecuada? No. ¿Estaban las vías segregadas? No. ¿Estaban los contratos firmados con responsabilidad para cautelar los intereses del Estado y de la gente más pobre? No. ¿Estaban los recorridos suficientes como para garantizar que la gente modesta no tuviera que caminar 20 cuadras a fin de subir a un bus, luego al Metro -sin ser tratada como animal- y tomase locomoción de vuelta, sin gastar una parte importante de su sueldo en ello? No.
El responsable de tales aspectos, en Chile y en democracia, es el Gobierno, porque para eso gobierna. El rol de la Oposición es colaborar.
¡También podría considerar el Senador señor Navarro que a lo menos nos convidaran dos oficinas en La Moneda para hacerle la plataforma al Gobierno por los próximos dos años...! Porque no resulta razonable que nos diga que empecemos a planear lo que este último va a realizar a contar de diciembre. ¡En ese caso, discutamos entre todos cómo presentamos el proyecto de ley de Presupuestos, y no lo traigan hecho...!
¡Este es el único país en que el Gobierno, señor Presidente , pretende que su rol lo cumpla la Oposición! ¡Eso no existe en ninguna democracia moderna!
¡Ustedes gobiernan, Honorables colegas de la Concertación, y ustedes se hacen cargo de sus errores! Y han tenido la Oposición más leal que ha existido en muchos años.
Ahora bien, diversos Senadores han formulado propuestas. Las han explicitado el Honorable señor Longueira y el equipo de la Alianza, que integran cinco o seis Senadores de Renovación Nacional y de la UDI, y ninguna de ellas ha sido aceptada.
Por tanto, lo primero que quiero hacer constar es que la responsabilidad directa es del Gobierno. No estamos ante algo que se pueda calificar como "asunto de país", que exija que debamos actuar todos juntos, que afecte a la clase política. Es algo que no toca en nada a esta última, sino a los que inventaron el Transantiago, lo inauguraron, lo hicieron funcionar mal y hoy día pretenden afirmar que la responsabilidad es compartida.
En democracia, señor Presidente , eso no funciona.
Se habla de "responsabilidad política". ¡No hay una autoridad de Gobierno que haya tenido la valentía de asumirla y renunciar a su cargo! Porque la responsabilidad política no basta con proclamarla: ¡es preciso hacerla efectiva! Y eso ocurre cuando un Gobierno les dice a las autoridades responsables que dejen su cargo. Pero aquí nadie deja su cargo, señor Presidente , de entre quienes se señalan como responsables. De manera que, en cuanto al ejercicio de la responsabilidad política, también lo han hecho muy mal.
Quiero agregar que lo relativo a las Regiones es patético. Y me parece indigno que Senadores que las representan acepten la lógica con que se concibe esta entrega de plata. ¡Debe de haber 10 millones de chilenos rezando para que quede una nueva embarrada en la Capital! Porque la única forma de que les den recursos consiste en que funcione mal el Transantiago. Cabría pensar que todos los parlamentarios de Regiones estaríamos esperando que los santiaguinos siguieran sufriendo otras calamidades, otros problemas, para que el Gobierno continuara haciendo "ofertones" al resto del país.
Además, señor Presidente , no es verdad, como se ha expuesto antes, que la plata para Regiones tenga como finalidad que haya inversión y que quede en forma permanente en ellas, porque se debe recordar que, de la cifra contemplada, 190 millones de dólares son reembolsables. ¿Alguien puede explicarme cómo una Región va a poder progresar si, al cabo de unos años, deberá devolver la plata que se le entrega hoy? ¿Cómo podrá obtener los recursos necesarios?
Entonces, cuando se señala que las Regiones progresarán con estos recursos se está faltando a la verdad, porque van a tener que restituirlos. Y todos sabemos que eso es imposible, porque se habrán gastado.
Por tanto, también el argumento atinente a las Regiones resulta vergonzoso, desde el punto de vista del interés de quienes debemos defenderlas.
Y el tercer motivo por el cual votaré que no, señor Presidente , dice relación a lo que le escuché atentamente expresar al Ministro señor Cortázar , quien hizo referencia -ya lo han mencionado varios señores Senadores - a buses, tecnología, contratos, recorridos y bienes públicos.
Pues bien, al leer el proyecto -reflexioné que el señor Ministro debía tener razón-, encontré que el artículo 5º dispone: "Los aportes a los que se refiere el artículo 2º deberán transferirse gradualmente para solucionar los compromisos del Sistema con los Concesionarios de Uso de Vías", etcétera. ¿Qué tiene que ver eso con aumentar los buses, con mejorar la tecnología, con cambiar los contratos leoninos, con incrementar los recorridos?
Entonces, concluí que podía tratarse de otro artículo. Seguí leyendo y llegué al artículo 8º -me dije: aquí está-, que determina: "Sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 3º y 5º, los recursos a que se refiere el inciso segundo del artículo 2º, deberán destinarse, en primer término, a cumplir con las obligaciones que el Sistema mantenga con la Empresa de Transportes de Pasajeros METRO S.A.", etcétera.
Ministro señor Cortázar , si usted quiere persuadir a la Oposición con argumentos serios, entonces dé una explicación completa de cómo incrementará los recorridos, cuál es su planificación respecto a las vías segregadas, de qué manera mejorará los aspectos tecnológicos, cómo logrará aumentar los bienes públicos. Pero no pretenda que nosotros, sobre la base de una promesa, entreguemos un cheque en blanco -como se ha dicho-, para que lo gasten sin que siquiera se nos diga en detalle la manera cómo se procederá.
Y el valor de la propuesta de la Oposición es que se señala: "Si el problema es la tarifa, van a tener los recursos, pero ríndannos cuenta de los dineros.".
¿Y por qué no creemos -ese es, al menos, mi pensamiento y el de gran parte de la Alianza- que esto se va a arreglar?
Porque el Transantiago no es una excepción: es la culminación de un conjunto de medidas adoptadas por los dos últimos Gobiernos de la Concertación, que han sido un engaño para la opinión pública.
¡Se ha hecho del engaño una profesión frente a la ciudadanía!
¿Qué son los tribunales de familia cuando demoran ocho meses en dar audiencia para que una mujer pueda obtener una pensión de alimentos? ¿Qué es eso?
¿Qué ocurrió con el tren al sur inaugurado por el entonces Presidente Lagos , quien cruzó a pie el viaducto del Malleco, sacándose fotografías? ¡Ahí están los carros, botados! ¿Y las estaciones? ¡Abandonadas! ¿Fue un cheque en blanco nuestro el decirle: "Hágalo bien" con una empresa endeudada en mil 500 millones de dólares, llena de fraudes y engaños?
¿Qué ocurrió con CHILEDEPORTES? ¿Cuántos cientos de miles de deportistas fueron engañados, para terminar con operadores políticos procesados? ¿Y qué fue eso? ¿Un error dentro de una gestión?
¿Qué sucedió con los programas de empleo, cuyas platas estaban destinadas a los pobres y se terminó usándolas para campañas políticas?
Senador Navarro: ¡platas de los pobres empleadas en campañas políticas!
¿Y qué ocurrió con la ley de responsabilidad penal juvenil? ¡Todos estamos cruzando los dedos para que le vaya bien al Ministro Maldonado y el nuevo sistema funcione, después de dos años de prórrogas durante los cuales 30 mil niños debieron permanecer inmersos en la droga sin ser sometidos a ningún programa serio de rehabilitación! ¿Quién responde por ellos? ¿Dónde están sus derechos humanos?
--(Manifestaciones en tribunas).
¿Quién responde por el Programa Comuna Segura, uno de los proyectos estrella del Gobierno de la Concertación en materia de seguridad ciudadana? Nosotros les creímos a las Administraciones de la Concertación. Por supuesto, hicimos fe en que dicho Programa iba a funcionar bien. ¿Pero qué es lo primero que hace el Ministro Velasco ? ¡Lo cancela! ¿Y lo cancela por bueno o por malo? ¿Por el éxito obtenido? ¿Lo extiende a las demás Regiones? ¿O se da cuenta de la situación, con bastante honestidad de su parte, y dice: "Este Programa es un desastre. ¡Termínenlo!"?
Entonces, no nos pueden pedir que apoyemos el proyecto cuando ninguna de sus materias dice relación a las cinco medidas que señala el Ministro Cortázar ; cuando existe una especie de prontuario de engaños a la opinión pública, no sólo respecto del Transantiago, sino en seis o siete materias claves para el país; cuando nadie asume su responsabilidad política, salvo en los discursos. Porque no he oído a ningún Ministro decir: "¿Saben qué más? Aquí está mi cargo a disposición. Yo soy el culpable".
¡Eso se hace en una democracia!
Además, nos solicitan que entreguemos la plata para ir a las Regiones a expresarles que tienen recursos y después quitárselos.
¡Pan para hoy, hambre para mañana!
Señor Presidente , una Oposición responsable no puede votar a favor de este proyecto.
¡Y si suben las tarifas y la iniciativa fracasa, no nos chantajeen! Porque constituye un chantaje sostener que habrá alza de tarifas si los recursos no se entregan, ya que es responsabilidad del Gobierno dar un buen servicio. El Ejecutivo ha tenido toda nuestra colaboración para mejorar este proyecto, pero hasta ahora no lo ha querido hacer.
Por esas razones, anuncio mi voto negativo.
--(Aplausos en tribunas).
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Ruiz-Esquide.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
Señor Presidente , después de tantas horas de debate, trataré de enfocarme en lo que, a mi juicio, constituye el episodio central y más impacta en la discusión sobre lo sucedido con el Transantiago.
Francamente, para mí, esto ya dejó de ser un problema técnico. Se trata de un asunto de carácter político, ético, moral, vinculado a cómo analizamos las materias en democracia y nos comportamos frente a las dificultades que esta puede plantearnos cuando la amenazan ciertos errores.
La democracia no es sólo una fórmula para dirigir un país. Esencialmente, es también una manera de vivir, de enfrentar la realidad, de ponernos de acuerdo en cómo buscamos la verdad desde distintos puntos de vista.
Soy de los Senadores catalogados seguramente de la peor manera en su momento. Porque nadie me ha ofrecido nada para votar de una u otra manera. Y si lo hubieran hecho, no lo habría aceptado, porque mi voto es bastante más caro que dos puentes o tres caminos.
El señor CANTERO.-
¡Pídaselo al señor Ministro , nomás!
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
No, no lo haré. Y él lo sabe, porque somos amigos y no lo voy a someter a la fórmula vejatoria de, simplemente, negociar votos por pesos.
Sé que hay otras maneras de hacer las cosas. Y algunos colegas también lo entienden cuando conversamos.
Yo me alegro de que ciertos Senadores que han sido duros, díscolos; que han levantado su voz y tenido la valentía para decir "no" ahora sean atendidos -entre comillas- y puedan obtener ciertas cosas y ver aprobadas sus indicaciones. Los felicito. ¡No todos poseemos la misma capacidad de triunfo!
Tampoco todos tenemos la misma capacidad para entender que en democracia los errores se pagan. Y no voy a ventilar el punto aquí: lo haré al interior de la Concertación y de mi Partido. Pero seamos claros: no es admisible cometer errores y luego no pagarlos. Eso le hace mal al sistema democrático.
No me referiré tampoco a lo que significa creer de repente que es posible cometer errores éticos reiteradamente.
Yo he sido clarísimo con la Oposición desde el comienzo, cuando hubo debate en otras materias, incluso aquí. Sus integrantes saben cómo luché en contra de los mismos que están sentados en estas bancas, antes de llegar al Parlamento, cuando nos encontrábamos en posiciones distintas.
En tal virtud, no me importa decirles que, porque creo en la capacidad de ser patriota, pienso que tengo derecho a decirles que deberían mirar de manera diferente a lo que está pasa con el Transantiago. Porque la gran desgracia del proyecto en debate, señores Senadores , es que se ha desvirtuado una forma de legislar, es que no sólo ha desvirtuado el problema para aquellos que pueden ganar algunos puntos llevándose un puente, por ejemplo, sino también porque la situación ha sido utilizada por la Oposición para generar un acto de enfrentamiento político exagerado y, en último término, crear un caballo de batalla en cuanto a futuras candidaturas presidenciales.
Seamos claros: solo la verdad nos salvará.
Y no me preocupa que de pronto se diga que estamos hablando de cosas que deberíamos callar. Pero considero que la Oposición no puede llevarnos al nivel en que se está discutiendo la materia en cuestión.
Votaré a favor del proyecto pensando en las personas paradas en las esquinas a la espera de que pase algún bus o haciendo cola en el Metro.
Tampoco me importa lo que digan los espectadores ubicados en las tribunas del Senado, porque yo luché para que ellos pudieran gritar, en compensación a quienes durante mucho tiempo no pudimos hacerlo.
--(Manifestaciones en tribunas).
Y, además, los felicito, sobre todo porque entiendo que ya no se encuentra allí...
--(Manifestaciones en tribunas).
...una distinguida dirigenta de Renovación Nacional, quien en su momento fue Diputada, pues me parecería impropio que estuviera en las tribunas ensalzando este tipo de movilizaciones y de gritos.
El señor ROMERO.-
Nada que ver, Su Señoría. Ella está tranquilita.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
Si es así, me alegro mucho.
El Senador señor Larraín , a quien aprecio bastante, me señala que no formule ese tipo de observaciones. Sin embargo, lo hago porque la verdad está por delante de otras cosas.
Entonces, ¿por qué voto que sí? Porque creo que los usuarios del Transantiago necesitan que se resuelva el problema.
Yo soy santiaguino, y, aun cuando provengo de Regiones, desde muy joven andaba colgado en las micros, pues nunca tuve dinero para transitar en auto. Y estoy convencido, después de analizar el punto, de que no tenemos otra fórmula para resolver la situación que la que estamos asumiendo con el Gobierno.
Antes de que se terminen los dos o tres minutos que me restan, quiero hacer un resumen de lo que está en mi corazón en este momento.
Con la democracia no se puede jugar. Ella es muy frágil. Es una suerte de entelequia extremadamente delicada. Pensar que se puede jugar con la democracia, simplemente para ganar posiciones, es una equivocación. Quienes conformamos el Senado sabemos que, por cometer errores en un momento determinado, la democracia se nos vino abajo. Y costó mucho que algunos se convencieran de que era bueno volver al sistema democrático, pero han hecho un uso razonable, razonado y digno de él.
En segundo lugar, el Gobierno es el que manda, y debe hacerlo de acuerdo con las normas democráticas, dando satisfacción a lo menos a tres principios esenciales para el Ejecutivo : su compromiso con la verdad -como lo ha hecho-, su compromiso con el respeto a los demás -que también ha observado- y su compromiso con la eficiencia, que, a diferencia de otros temas, no ha cumplido. Lo digo con mucha franqueza.
También quiero solicitar a los Senadores de la Oposición que no se sientan agraviados cuando se les pide cambiar de opinión. Nos parece patriótico que voten, no obstante reconocer todos los errores que hemos cometido. ¡Y por Dios que hemos escuchado cosas duras en esta sesión! Sin embargo -y no es un absurdo ni una manera excesiva de decir las cosas-, un ex Presidente nuestro dijo en su momento que "no se humilla quien pide y ruega por la patria".
Sus Señorías nos han rogado muchas veces que actuemos de una manera adecuada, porque así lo requerían las necesidades del país. Creo que nadie puede sentirse ofendido si en un momento determinado les decimos que hagan o no hagan fe, que voten o no voten. Pero deben entender que está en sus manos la responsabilidad de salir adelante en este tiempo y en estas materias.
Señor Presidente , también se podría hablar de muchos otros asuntos.
Aquí se ha señalado que, en definitiva, uno no vota en conciencia sino por presión de los partidos. Yo distingo muy claramente el voto en conciencia del voto de partido, y Sus Señorías también, porque en ciertas ocasiones han debido pronunciarse de determinada manera por una orden de partido.
La democracia es el libre juego entre la libertad de conciencia y la exigencia de votar por medio de los partidos para que aquella no se transforme en una montonera.
Asimismo -es lo último que diré-, aquí hay un problema moral. Es muy grave lo que está pasando con la democracia. Y pido a todos hacer un enorme esfuerzo, porque, sin darnos cuenta, el interés superior termina siendo de repente lo último que se considera y la excelencia de nuestros propios intereses pasa a ser lo primero.
Si vamos a buscar otra fórmula, Dios quiera que nos vaya bien. Pero con el mismo respeto, no sólo pido a la Oposición, sino que le exijo, en nombre del trato que brindo a Sus Señorías, que no empleen permanentemente expresiones, tales como que estamos robando o actuando de una manera poco menos que carente de moral.
Ese no es el mecanismo para discutir. Si podemos debatir claramente y ponernos de acuerdo, estupendo. Si no lo podemos hacer, por lo menos discutamos con dignidad. Pero de ninguna manera podemos caer -no pensé que esto iba a suceder- en las descalificaciones personales.
Lo digo también porque así empezamos en cierto tiempo. Surgieron las palabras, vinieron los golpes y, después, llegamos a las armas. Ese no es el mecanismo mediante el cual debemos actuar.
Señor Presidente, agradezco a la Sala que me haya permitido decir estas cosas. Si alguien se siente molesto porque hice referencia a quienes están en las tribunas, le pido excusas. Pero la verdad es esa no más.
En tercer término, quiero señalar a quienes están escuchándonos que comprendan que con gritos y pifias no se ganan batallas. Alguien podrá decir: "No vale la pena que se refiera a eso". Pero, al final de cuentas, si no hablamos las cosas con verdad, terminan triunfando los gritos o ganando las elecciones o debates una manera de actuar más negativa.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Ha concluido su tiempo, señor Senador.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
Señor Presidente, en esas condiciones, sin presiones, reconociendo todos los errores, asumiendo las rectificaciones que se deben efectuar y con la misma limpieza de siempre, en virtud de principios y no sólo de las ideas que pueda darme el Gobierno, anuncio que voy a votar a favor porque me interesa que cuatro millones de chilenos que no viven en mi zona tengan un sistema decente y respetable.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
El último inscrito es el Senador señor Bianchi.
El señor BIANCHI.-
Señor Presidente , sé que tengo una calvicie que en las tribunas podría interpretarse como para el "amén". Pero prefiero fundamentar el voto, porque ya hemos tenido una jornada muy larga y seguramente hay mucha expectación en el país frente a esta materia. De modo que voy a tratar de ser lo más sucinto posible.
Pienso que se ha dicho mucho sobre el problema del Transantiago. La verdad es que para quienes somos independientes y no hemos sufrido ningún tipo de presión respecto a este proyecto, más allá de las normales y de las que uno puede soportar, es un poquito engorroso estar en una posición tal vez distinta de las que yo respeto. He escuchado con mucha atención un debate que, de uno y otro lado, a ratos ha sido tremendamente provechoso e interesante.
Me gustaría, aprovechando la presencia del señor Ministro , formularle una pregunta muy simple. ¿Con esto se da o no solución definitiva al problema que enfrenta hoy el Transantiago? Si es sí -como realmente todos esperamos en el país-, esa tendría que ser la respuesta que uno debería oír en este instante.
Porque entiendo que existe de parte del Gobierno el ánimo de dar una solución definitiva a este asunto, a pesar de las dificultades que tienen tantos millones de personas que se han visto enfrentadas a las dificultades que todos conocemos.
Quienes vivimos en Regiones extremas entendemos con mayor razón lo que significa un problema de conectividad. Todos los que pertenecemos a Regiones somos tremendamente solidarios. Este es un país unitario. Es un solo Chile. Pero muchas veces aquellas quedan absolutamente postergadas frente a un Gobierno extraordinariamente centralista.
Espero que hoy, de verdad, no se mienta a las Regiones cuando se dice que, mediante esta vía, se van a obtener dineros adicionales, que esperamos con ansias, porque hemos sido postergados por muchos años.
Queremos ser Regiones más poderosas y no de papel. Queremos ser más fuertes para contribuir a nuestro país con un regionalismo y una descentralización distintos.
Si voto por un lado, probablemente, dirán que uno está en una condición política. Si voto por el otro, lo mismo. Por lo tanto, hay que tomar una decisión y esta, guste a quien guste, es una sola.
Hoy, en el carácter de regionalista y de independencia político-partidista, que respeto absolutamente, creo que hay un bien mayor hoy día, que es el país.
En consecuencia, no voy a votar por una u otra condición política, sino que lo haré a favor de las personas, de los chilenos que estamos en Regiones. Así, le guste o no a la gente que hoy se encuentra en las tribunas, siento que los habitantes de aquéllas podemos ser solidarios y esperar que el Gobierno asuma seriamente su responsabilidad con las Regiones.
Anuncio que votaré a favor del proyecto.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
En votación general el proyecto.
--(Durante la votación).
El señor COLOMA.-
¿Qué se vota, señor Presidente?
--(Manifestaciones en tribunas).
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Ruego a los asistentes mantener silencio.
El señor COLOMA.-
¿Se vota el proyecto, señor Presidente?
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
Señores Senadores, como lo tradicional en la Sala ha sido votar el informe, los señores Senadores que estén a favor de la iniciativa tendrían que pronunciarse negativamente, pero el señor Presidente decidió que en esta oportunidad el pronunciamiento sea directo. Es decir, votar "sí" implica hacerlo por el proyecto.
El señor COLOMA.-
¿En virtud de qué, señor Presidente?
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
De la claridad, señor Senador, porque, de lo contrario, habría que votar al revés.
Para fundamentar el voto, tiene la palabra el Senador señor Sabag.
El señor SABAG.-
Señor Presidente , la Presidenta de la República pidió perdón al país por el tremendo agravio que se causó a los millones de ocupantes del Transantiago.
Queda claro que, con tal reconocimiento, todos los miembros de la Concertación estamos contestes en que se trata de un sistema mal diseñado e implementado y que sus consecuencias las estamos viendo todos hoy día. No obstante, evidentemente no tan sólo los personeros de Gobierno tuvieron responsabilidad en esto, sino también los diversos otros actores que fallaron y no honraron su compromiso, ante lo cual la autoridad se ha visto en la necesidad de aplicar ingentes multas. Así el Ministerio de Transportes ha sancionado con el pago de 48 mil 400 UF, equivalentes a 897 millones de pesos, a los concesionarios de vías. Además, ha aplicado diversas multas por 5 mil 875 millones de pesos al Administrador Financiero del Transantiago. Y se encuentran en tramitación muchas otras, porque indudablemente no han cumplido ni honrado los compromisos.
Entonces, no tan sólo hay responsabilidades del Gobierno, sino también del sector privado, que se comprometió con el sistema.
Además, se ha hablado de las Regiones. ¿Y por qué salieron a relucir? Simplemente, porque se decía que las platas destinadas a ellas iban a gastarse en el Transantiago. El Gobierno ha expresado que jamás fue así. Incluso, a las Regiones a las que se les han dispuesto los dineros correspondientes, ya sea a través de los gobiernos regionales o de los Ministerios, no han sido capaces de gastarlos. Más de 700 millones de dólares se les han destinado, y a final de año mucho de ese dinero ni siquiera lo habrán podido ocupar. Ahora se les están otorgando 100 millones de dólares adicionales, sin devolución. Esperamos que tengan la capacidad para usarlos.
Siempre que hay proyectos, necesidades, los recursos han estado.
Entonces, ¿qué se ha pretendido con incluir a las Regiones? Hacer un mentís a los mismos sectores de Derecha que les iba muy bien con el desprestigio al Transantiago. Pero como aquellas apoyaban a la Presidenta y a su Gobierno, también las inmiscuyeron diciendo que los recursos que les fueron destinados se les iban a restar para financiar el proyecto.
¡Mentiras y engaños, señor Presidente!
¿Qué está en juego aquí? Si aprobamos el proyecto, vuelve a las Comisiones de Hacienda y de Transportes, unidas, para continuar con el análisis en particular. Si se rechaza, lo que pretende la Alianza, corresponderá la formación de una Comisión Mixta.
Hemos escuchado a los señores Ministros señalar que tienen la mejor disposición para acoger las indicaciones -algunas incluso ya han sido presentadas-, en la próxima instancia de tramitación.
Por último, otra cosa que está en juego acá es el principio de lealtad.
Nosotros somos parlamentarios de Gobierno. Con nuestra Presidenta recorrimos el país. Pedimos el voto a la ciudadanía y nos respaldaron. Muchos de nosotros estamos aquí justamente por ese apoyo.
Vemos que los 30 países más avanzados del mundo invitan a Chile -nos sentimos orgullosos de ello- a participar en sus reuniones. ¿Por qué? Por la seriedad, la responsabilidad y el prestigio que hemos adquirido.
Los resultados de la última encuesta CASEN señalan que tenemos menos del 13 por ciento de pobreza e indigencia en el país, en circunstancias de que las otras naciones de la región persiguen la meta de bajarla a 30 ó 35 por ciento para el 2020 ó 2025. ¡Qué orgullo para Chile y su Gobierno!
Cuando recorremos las carreteras, los puertos y aeropuertos, los sectores campesinos, nos damos cuenta de cómo ha cambiado el país. Nos sentimos orgullosos de lo que nuestros Gobiernos han hecho.
Y cuando se produce un desaguisado como el de ahora, no podemos ser como las ratas y abandonar el barco. Apoyamos a nuestro Gobierno, porque, además, tenemos confianza en el Ministro de Transportes, quien dio la cara para sacar adelante el proyecto, lo que logrará con el apoyo que le estamos brindando en este momento.
Voto que sí.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Vásquez.
--(Manifestaciones en tribunas)
¡Ruego mantener silencio!
El señor VÁSQUEZ.-
Señor Presidente , en primer lugar, me inclino ante las manifestaciones públicas, aun cuando éstas no siempre han sido respetadas en nuestro país. De tal modo que hablaré aunque sienta la repulsa de personas traídas especialmente para ello.
En los largos discursos que les he escuchado a los Senadores de Oposición, he observado ciertas cuestiones que me parecen incongruentes.
No puede sostenerse que no se quiere financiar el Transantiago con los 290 millones de dólares por no malgastar recursos y, al mismo tiempo, desear que no suban las tarifas, porque de ello se deduciría, inevitablemente, la teoría de que no hay dineros suficientes para pagar a los operadores y, por lo tanto, Santiago tendría que paralizarse en el corto plazo por no disponer de locomoción colectiva.
En segundo término, no entiendo la mecánica de que se pueda discutir, introducir indicaciones y mejorar el proyecto en una Comisión Mixta y que ello no se haga mediante indicaciones durante el segundo trámite en las instancias pertinentes, dando cumplimiento así a la responsabilidad parlamentaria de mejorar una iniciativa legal, la que seguramente es perfectible. Como hemos escuchado, el Gobierno está dispuesto a aceptarlas, incluso las señaladas por el Senador señor Longueira.
No es dable votar en contra cuando precisamente se está dando la oportunidad de concordar un texto que solucione los problemas que sin duda tiene el proyecto.
Entonces, voten en contra los señores Senadores de Oposición y expliquen luego a sus electores por qué están votando por eliminar los recursos que hoy están llegando a las Regiones.
Yo no estoy dispuesto a votar por la negativa en esta ocasión, lo cual implicaría no permitir que aumente en 60 por ciento el presupuesto regional para La Araucanía. Serán otros lo que tendrán que responder a sus respectivos electores por ese hecho.
Por ello, conforme a lo señalado por el señor Secretario, me pronuncio a favor del proyecto.
Voto que sí.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Zaldívar.
El señor ZALDÍVAR (don Adolfo).-
Antes de proceder a fundamentar mi voto, de antemano quiero señalar que si me excedo en uno o dos minutos les pido comprensión a Su Señoría y a la Sala.
Señor Presidente , estamos ante una decisión que no es fácil. En definitiva, creo que nos hallamos, quizás, frente a la mayor crisis social que ha sufrido nuestro país desde que tengo memoria. Me parece que nunca antes se había producido por obra del hombre -de nosotros, y más precisamente, del Gobierno- una crisis de esta magnitud.
En consecuencia, si queremos resolver el problema de la gente, que es lo que nos ha de preocupar por sobre cualquier otra cosa, cada uno de nosotros debe actuar con libertad y plenamente consciente de lo que tiene que hacer.
Yo respeto a todos quienes tienen determinada posición. Pero pido lo mismo para mí.
No me ha sido fácil tomar mi decisión.
Señor Presidente, cuando están en juego situaciones de esta magnitud, hay que proceder en conciencia. Y quiero actuar en libertad, porque para eso fui elegido.
--(Manifestaciones en tribunas).
Vistas así las cosas, mi mayor preocupación, al igual que la de cada uno de nosotros, es la gente. No nos puede ser indiferente lo que ella está sufriendo. La más modesta, los pobladores de Santiago, la clase media, son personas a las que esta decisión de ingeniería social les ha alterado la vida como nadie pudo haber previsto jamás. Quizás mediante un pogromo, allá en la Rusia zarista, pudo haber habido una desestructuración social así. No tengo memoria de que en Chile se haya hecho una cosa semejante y que haya ocurrido entre nosotros.
Y esto, señor Presidente, es lo que quiere saber la gente, esas personas que hoy tienen que caminar veinte a treinta cuadras para abordar una micro que antes encontraban a dos, o que ahora deben viajar durante dos o tres horas cuando antes demoraban solo una en llegar a sus lugares de trabajo. Y al regreso es lo mismo: inseguridad, apiñadas como animales.
¡Cuántos hombres en la actualidad tienen que pensar en lo que les puede ocurrir a sus mujeres, que también salen a trabajar con tanta inseguridad, o a sus hijas menores! Todo eso está sucediendo. Y ello -seamos claros-, porque hemos hecho mal las cosas.
Como se ha dicho aquí -no quiero repetirlo-, se dio inicio al Sistema teniendo muy poco o prácticamente nada. Incluso, se dijo a la propia Presidenta : "Mire, la carga se va a arreglar andando; vamos a hacer ajustes menores". ¡Qué laya de ajustes menores! ¡Llevamos cuatro meses y nada ha mejorado!
Entonces, con razón nos preguntan la gente: ¿Quiénes hicieron esto? ¿Quiénes lo diseñaron? Nadie responde. ¿Quiénes lo implementaron? Nadie contesta. ¿Quiénes llegaron al absurdo de decir que estaba todo listo y ni siquiera había calles ni paraderos? Recién ahora, supuestamente, se están construyendo. No estaba el sistema técnico de apoyo. ¡No habían contado ni el número de buses!
¿Tiene explicación tanta improvisación? No. ¿Quién responde? Nadie. Y ese es el problema.
En mi opinión, señor Presidente , lo primero que debe hacerse para solucionar el problema es que asuman las responsabilidades quienes diseñaron el Sistema, los que lo implementaron, aquellos que lo empujaron, y también, quizás, los que no pudimos impedir su puesta en marcha. Y lo digo porque, como Presidente de mi Partido , traté por todos los medios de que no se llevara adelante. Pero la tecnocracia que nos viene gobernando de un tiempo a esta parte fue abrumadora y no hubo control político. Y hoy lo lamentamos.
En consecuencia, tengo autoridad moral para decirlo aquí. Y lo hago con toda responsabilidad. Porque hicimos todo lo posible para que el Transantiago no se pusiera en práctica. Y sé también que en el Gabinete hubo un Ministro que se opuso a que continuara. Pero fueron los mismos tecnócratas, los de hoy y los de ayer, quienes nos llevaron a esta locura social y ante lo cual hoy no quieren responder.
Yo le quiero creer al Ministro Cortázar. Sé de su calidad personal y profesional. Pero, cuando habla de los cinco pilares -que son muy lógicos-, debería preguntarse: ¿Por qué no lo hicieron nuestros antecesores o mis antecesores si es tan lógico? ¿Para qué implementar esos cinco pilares?
Para que se pueda implementar una solución de verdad, es bueno que quienes tienen responsabilidad la asuman. Y deben hacerlo todos quienes han participado en este Sistema y hoy no desean responder.
Si queremos resolver realmente el problema de la gente, esto tiene que saberse y ser asumido, sin seguir a medias.
Pero aquí no sólo está el problema del Transantiago.
¡Yo también me jugué por principios, por valores! ¡Y el señor Presidente lo sabe! ¡Cuando hubo que defender la libertad y la democracia, no anduve a medias!
--(Aplausos en tribunas).
Y para que eso no vuelva a ocurrir, hay que un principio fundamental en el sistema republicano -aquí no estamos en una monarquía-: la responsabilidad. Los funcionarios tienen que responder por sus actos. De no ser así, no hay sistema republicano. Y aquí no están respondiendo.
¡Yo los demando a que respondan como corresponde, no a medias!
--(Aplausos en tribunas).
¡Pido lógica, señor Presidente!
Ante una crisis producida por una empresa en el río Mataquito, la Presidenta de la República ha señalado que los responsables tienen que pagar los costos. Lo comparto plenamente. Pero pido la misma lógica para con sus Ministros. No sé por qué ellos no han respondido.
¡Exijo que respondan, señor Presidente!
En consecuencia, si no despejamos la situación aquí, no vamos a encontrar la solución.
Tan cierto es lo que estoy diciendo, señor Presidente , que a Su Señoría y a varios otros señores Senadores se les faltó el respeto por haber ejercido el derecho a presentar indicaciones. Se les dijo de todo. Pues bien, eso muestra que lo que nos proponen no es lo correcto -lo sabemos muy bien- ni asegura la solución del problema.
Por eso, estoy convencido de que es fundamental en este asunto reconocer los errores cometidos, asumir las responsabilidades y dialogar entre todos. Porque no tenemos derecho a exigirle generosidad y grandeza a la Oposición, si nosotros no estamos dispuestos a actuar de la misma manera.
Entonces, señor Presidente, en este tema hay que poner las cosas en su lugar.
Esto no nos llevará a ningún puerto. Porque no se trata de más ni de menos recursos, sino de un problema de fondo: el sistema no funciona.
En este caso habría que volver a los recorridos antiguos -tal como lo dijo...
--(Aplausos en tribunas).
...un grupo de Diputados democratacristianos, que no fue escuchado- y, después, paulatinamente, con algunas de las modalidades expresadas aquí, y también con otras, pero sobre todo con buen criterio y con las confianzas restablecidas, solucionarle el problema a la gente.
Eso hay que hacer, ni más ni menos.
--(Aplausos en tribunas).
Pero además, y excúseme que lo diga...
El señor GAZMURI.-
Se ha cumplido el tiempo, señor Presidente.
Que no se abuse de esta Sala.
¡Porque esto es un abuso!
--(Manifestaciones en tribunas).
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Debe concluir su intervención, señor Senador.
¡Silencio, por favor!
El señor PROKURICA.-
¡Déjenlo que hable!
--(Manifestaciones en tribunas).
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
¡Silencio, por favor!
--(Manifestaciones en tribunas).
¡Silencio, por favor!
El señor ZALDÍVAR.-
Yo comprendo, señor Presidente, que puedo haberme excedido en el tiempo.
El señor PROKURICA.-
Siga, no más.
El señor ZALDÍVAR.-
Pero quiero recordarles a algunos que me indican el tiempo, que yo tuve tiempo para defenderlos cuando ellos eran perseguidos.
--(Aplausos en tribunas).
El señor LETELIER.-
¡Defendernos! ¡Eso es una insolencia!
El señor ZALDÍVAR.-
Voy a terminar en unos minutos, señor Presidente.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Por favor, pronuncie su voto, señor Senador.
El señor PROKURICA.-
¡Escuchemos!
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
¡Silencio, por favor!
El señor ZALDÍVAR.-
Voy a terminar en breve, señor Presidente.
El señor NÚÑEZ.-
¡Ya está bueno!
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Por favor, vote, Su Señoría.
El señor ZALDÍVAR.-
Con este proyecto se nos ha ofendido, señor Presidente, cuando se liga esto con los problemas de las Regiones. Si se les quiere resolver sus dificultades, es muy simple: presenten una iniciativa con este objetivo.
Eso hay que hacer.
Y no mezclar las cosas. Porque ese precedente puede ser funesto para nuestra democracia. No se debe seguir el camino de los ofertones, ni tampoco condicionar los votos.
Ese camino nos conduce a cualquier parte, menos a tener un sistema democrático y de respeto entre nosotros.
Además, señor Presidente , aquí no existe el peligro del alza de tarifas, tal como lo han dicho varios señores Senadores que me antecedieron en el uso de la palabra. En nuestra Constitución se encuentra el artículo 32, número 20º, mediante el cual la Presidenta de la República , con la firma de todos sus Ministros -como lo dijera don Enrique Silva Cimma -, puede usar el 2 por ciento constitucional si es preciso, que son varios millones de dólares más que los que hoy se nos demandan, y entregar a ese servicio tan necesario para el país los fondos que se le han agotado.
O sea, ese problema no existe.
En consecuencia, lo que a mí me demanda, lo que a mí me guía es buscar una solución, es actuar con responsabilidad para resolver este problema y fortalecer las instituciones republicanas democráticas.
Por último, señor Presidente, por los cinco millones de chilenos que han sido humillados, que han sido vejados, voto que no.
--(Aplausos en tribunas).
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Continuemos con la votación.
--(Manifestaciones en tribunas).
¡Silencio, por favor!
--(Manifestaciones en tribunas).
¡Silencio, por favor!
El señor PIZARRO.-
¡Señor Presidente , hasta cuándo!
¡Dirija la Sala!
El señor NÚÑEZ.-
¡Sí, señor Presidente!
El señor PIZARRO.-
¡Ya está bueno!
El señor GAZMURI.-
Pido la palabra, señor Presidente.
--(Manifestaciones en tribunas).
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Usted ya ocupó su tiempo, señor Senador.
El señor GAZMURI.-
Quiero fundamentar mi voto.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Pero si ya empleó su tiempo.
El señor PROKURICA.-
¡Déjelo que hable, señor Presidente!
El señor GAZMURI.-
Sólo pido que se aplique el Reglamento.
Recién, de manera ostensible, vimos que no se aplicó. Entiendo que hay...
--(Manifestaciones en tribunas).
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
¡Silencio, por favor!
El señor GAZMURI.-
Entiendo que hay derecho a fundamentar el voto. Si el Reglamento me da ese derecho, quiero usarlo. Si el Reglamento no me lo permite, no lo haré.
--(Manifestaciones en tribunas).
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
¡Silencio, por favor!
El señor CANTERO.-
El acuerdo de la Sala permite sólo votar.
El señor COLOMA.-
Sí, sólo votar.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
El acuerdo de la Sala permitía a todos usar de la palabra por diez minutos.
El señor GAZMURI.-
Si los acuerdos adoptados se aplican a todos por igual, lo acepto. Y, en ese caso, voto que sí, y no fundamento.
El señor PIZARRO.-
Señor Presidente , voy a votar a favor del proyecto, tal como argumenté.
Y le pido que de una vez por todas mantenga el orden correspondiente, según el Reglamento. Porque aquí el público ha insultado reiteradamente, ha abusado
Tenemos mucha paciencia, pero
--(Manifestaciones en tribunas).
A lo mejor los buses del Transantiago sirven para traer y acarrear gente.
--(Manifestaciones en tribunas).
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Terminada la votación.
--Se aprueba en general el proyecto (20 votos a favor y 18 en contra).
Votaron por la afirmativa la señora Alvear y los señores Ávila, Bianchi, Escalona, Flores, Frei, Gazmuri, Girardi, Gómez, Letelier, Muñoz Aburto, Muñoz Barra, Naranjo, Navarro, Núñez, Ominami, Pizarro, Ruiz-Esquide, Sabag y Vásquez.
Votaron por la negativa los señores Allamand, Arancibia, Cantero, Chadwick, Coloma, Espina, García, Horvath, Kuschel, Larraín, Longueira, Matthei, Novoa, Orpis, Pérez Varela, Prokurica, Romero y Zaldívar.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
De acuerdo con lo resuelto por los Comités, el plazo para presentar indicaciones es hasta mañana, a las 10. Después se reunirán las Comisiones de Hacienda y de Transportes, unidas, para revisarlas.
El señor PIZARRO.-
¿A qué hora fueron citadas las Comisiones, señor Presidente?
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
A las 10, señor Senador.
Terminado el Orden del Día.
PETICIONES DE OFICIOS
El señor HOFFMANN (Secretario General).-
Han llegado a la Mesa diversas peticiones de oficios.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Se les dará curso en la forma reglamentaria.
)------------------(
--Los oficios cuyo envío se anuncia son los siguientes:
Del señor ESPINA:
A los señores Ministros de Hacienda, de Justicia y señores Director Nacional de Gendarmería y Director Nacional de DIPRECA, solicitándoles información sobre QUINQUENIOS PENITENCIARIOS NO PAGADOS DESDE ENERO DE 1974.
Del señor HORVATH:
A los señores Ministros de Hacienda, Secretario General de la Presidencia y del Trabajo y Previsión Social, pidiéndoles revisar las condiciones en que se suscribió ACUERDO ENTRE GOBIERNO Y ANEF SOBRE ESTABLECIMIENTO DE LÍMITE PARA PENSIONES DEL INP.
A la señora Ministra de la Comisión Nacional del Medio Ambiente y al señor Director General de Aguas, requiriéndoles antecedentes relacionados con DENUNCIA DE CANAL 13 ACERCA DE DISMINUCIÓN DE GLACIARES TORO 1, TORO 2 Y ESPERANZA EN SECTOR DE PROYECTO MINERO PASCUA LAMA (Tercera Región).
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Habiéndose cumplido su objetivo, se levanta la sesión.
--Se levantó a las 21:45.
Manuel Ocaña Vergara
,
Jefe de la Redacción
ANEXO SESIÓN.
MOCIÓN DE LOS HONORABLES SENADORES VÁSQUEZ, BIANCHI, MUÑOZ ABURTO Y SABAG, MEDIANTE LA CUAL INICIAN UN PROYECTO QUE MODIFICA LA LEY Nº 18.290, DE TRÁNSITO, Y OTROS CUERPOS LEGALES, A FIN DE INCORPORAR COMO INFRACCIÓN GRAVÍSIMA CONDUCIR VEHÍCULOS EN COMPETENCIA CON OTROS Y DE ESTABLECER EL COMISO DE LOS MISMOS. (5144-15)
Honorable Senado:
En Chile, según cifras oficiales, el año 2006 se registraron 44.839 accidentes de tránsito y de ellos, resultaron fallecidas 1652 personas.
Un hecho que se ha vuelto preocupante y frente al cual no podemos quedar indiferentes ha sido la proliferación de carreras clandestinas que han sumado al mortal índice víctimas que han participado o han sido inocentes testigos de estas competencias en los últimos años.
Lo que más llama la atención, es que analizando las redes que se configuran en este singular mundo de los aficionados al automovilismo, destacan aquellos que personalizan los vehículos particulares (proceso conocido popularmente como tuning) mediante numerosos cambios al diseño y mecánica de las maquinarias.
En no pocas ocasiones, hemos sido testigos a través de los medios de comunicación escritos, en Internet y blogspot sobre la increíble oferta de instrumentos y accesorios para potenciar la velocidad y aumentar el rendimiento de los vehículos, colocando en peligro la vida de quienes conducen, acompañan, presencian o sencillamente pueden ser víctimas anónimas que transitaban por el lugar siendo alcanzadas por un desgraciado accidente vehicular.
Sin embargo, la forma en la que se configura la carrera clandestina no es un hecho fácil de detectar y se vuelve aún más difícil de pesquisar para la autoridad policial y judicial.
Los sitios preferidos son calles y avenidas anchas y largas (preferentemente rectas), alejadas del centro de la ciudad, lugar donde se concitan a través de la información virtual que se van traspasando y que es entregada vía e-mail o mensajes de texto a través del celular.
Normalmente, las condiciones técnicas del trazado vial están siempre dispuestas para un tránsito en ciudad inferior a los 60 o 70 kilómetros por hora y en vías concesionadas interurbanas a un máximo de 100 o 120 kms. tal y como lo dispone la legislación vigente.
Sin embargo, el inadecuado circuito, el giro de las curvas, la inclinación del trazado y otros aspectos sustantivos para el manejo a alta velocidad cristalizan un marco de absoluta inseguridad y riesgo vital para quienes participan o presencian este tipo de actividades.
Lamentablemente, a pesar de la información que los medios de comunicación nos han proporcionado estas últimas semanas, las carreras clandestinas no es sólo una característica de las grandes ciudades. Experiencias como las del vehículo a 280 Kms por hora en la Costanera Norte en Santiago se repiten con un grado de similitud evidente en las ciudades de Quilpué, Viña del Mar, Iquique, Antofagasta, por mencionar algunas.
Al respecto, nuestra legislación necesita ser actualizada a esta nueva forma de conducta irresponsable y gravísima, que configura todos los marcos para tipificarla como un acto contrario a la ley.
Sobre el particular, existen numerosas disposiciones en la Ley de Tránsito que castiga y multa este tipo de conductas, pero sólo en lo que se refiere al exceso de velocidad. Por cierto, se ha intentado aplicar disposiciones complementarias en el Código Civil y Penal que especifican las responsabilidades y los castigos al que pueden llegar a estar afectos quienes incurran en tales actividades.
Sin embargo, a nuestro juicio, lo que debe primar es una tipificación clara de la gravedad más absoluta para aquel que protagoniza este tipo de carreras. Sumado a lo anterior, el castigo no debe ser sólo una multa a beneficio fiscal como lo dispone la norma, sino que además, una suspensión permanente de su licencia de conducir y el comiso del vehículo, por ser éste el bien que puede ser flagrante, consciente y explícitamente acondicionado para los efectos de competencia ilegal.
Por todos argumentos anteriormente esgrimidos, es que vengo en proponer a este Congreso el siguiente
PROYECTO DE LEY
Artículo 1°.- Introdúcense las siguientes modificaciones a la Ley de Tránsito N° 18.290.
1.- En el Artículo 197, agregar como nuevo numeral 7° el nuevo texto:
"Conducir un vehículo para rivalizar en destreza, habilidad y/o velocidad, ya sea de manera individual o colectiva, contraviniendo los respectivos límites máximos de desplazamiento establecidos en los artículos 150 y 15, o con infracción a la señalización del tránsito, o su conducción se realice excediendo las condiciones de prudencia dispuestos por la presente ley.
Para estos efectos, se entenderá que incurre en la conducta anterior el conductor que circule a una velocidad igual o superior a 180 kilómetros por hora.”.
2.- En el Artículo 209, agregar como nueva letra c), pasando la actual a ser letra d), el siguiente nuevo texto:
"Incurrir en cualquiera de las conductas infraccionales descritas en el N° 7 del artículo 197 de la presente ley.".
3.- Incorporar como nuevo artículo 205 bis el siguiente nuevo texto.
"Caerán en comiso y pasarán a beneficio fiscal, los vehículos que hubieran sido utilizados para cometer cualquiera de las conductas infraccionales tipificadas en el N° 7 del artículo 197 de esta ley.".
Artículo 2°.- Agregar el nuevo número 20, al Artículo 12 del Código Penal:
"Causar lesiones y daños en razón de alguna de las conductas sancionadas en el N° 7 del Artículo 197 de la Ley 18.290.".
Artículo 3°.- Agregar en el Artículo 484 del Código Penal el siguiente nuevo inciso segundo:
"Los que incurrieran en daños con ocasión de las conductas infraccionales señaladas en el N° 7 del Artículo 197 de la ley 18.290, aún en los casos que no hubiera existido intención de causarlos.".
(Fdo.):Guillermo Vásquez Úbeda, Senados; Carlos Bianchi Chelech, Senador; Pedro Muñoz Aburto, Senador; Hosaín Sabag Castillo, Senador.
MOCIÓN DE LOS HONORABLES SENADORES NARANJO Y MUÑOZ ABURTO, POR MEDIO DE LA CUAL INICIAN UN PROYECTO DE LEY QUE ESTABLECE COMO UNA NUEVA CIRCUNSTANCIA AGRAVANTE DE RESPONSABILIDAD PENAL LA INASISTENCIA A LA AUDIENCIA DE PREPARACIÓN DEL JUICIO ORAL (5145-07)
Honorable Senado:
Considerandos:
1. Constantemente el país se ve conmocionado cuando una persona que ha sido condenada por el Tribunal de Justicia correspondiente no se presenta a darse por notificado de su condena.
2.- De la misma manera cientos de imputados también evaden su obligación ante la justicia, ya que una vez formalizados no concurren a la audiencia de juicio, quedando impune su accionar.
3.- De esta forma, proceden a evadir la acción de la justicia, debido a que su accionar no tiene ninguna sanción accesoria contemplada en nuestro ordenamiento jurídico.
4.- Que esta falencia en los hechos debilita la lucha de la sociedad en su conjunto contra la delincuencia, dejándo en los chilenos un sentimiento de inseguridad e impotencia en relación al funcionamiento de los Tribunales de Justicia para hacer cumplir la Ley.
5.- Que además esto implica la distración de importantes recursos de personal, económicos y administrativos de diversas instituciones del Estado, principalmente de las Policias de Investigaciones y de Carabineros.
6.- Que se hace urgente poner fin a esta situación, de tal forma de enviar una señal a quienes pretenden burlas el imperio de la Ley y mantenerse prófugos de la justicia, que su accionar no quedara impune.
7.- Por estas razones anteriormente expuestas, vengo en proponer a este Honorable Senado el siguiente proyecto de ley que modifica el Código Penal castigando las conductas arriba descritas.
Proyecto de Ley
Artículo primero: Modifícase el Código Penal en su artículo 12 agregándose el siguiente númeral 20°:
“20° Para el formalizado que no apareciere a la audiencia de preparación del juicio oral”
Articulo segundo : Modifíquese el Código Penal incorporando un inciso segundo al artículo 90 en el siguiente sentido:
“Para los efectos de este artículo , se entenderá que una persona tendrá la calidad de sentencia desde el momento que se dicte sentencia de término en su contra “
(Fdo.):Jaime Naranjo Ortiz, Senador; Pedro Muñoz Aburto, Senador.
MOCIÓN DE LOS HONORABLES SENADORES HORVATH, GARCÍA, GIRARDI Y PROKURICA, CON LA QUE INICIAN UN PROYECTO DE LEY QUE ESTABLECE LA OBLIGACIÓN DE LOS PRESIDENTES DE AMBAS CÁMARAS DEL CONGRESO NACIONAL DE DAR CUENTA PÚBLICA ANUAL DEL TRABAJO LEGISLATIVO (5146-07)
Honorable Senado:
Uno de lo principios fundamentales que han inspirado gran parte de las modificaciones que se han realizado en las últimas décadas a las normas que integran nuestro derecho público ha sido el de la transparencia a la actuación de los poderes del Estado. Dentro de tal contexto, el acceso a la información resulta particularmente relevante, ya que permite no sólo que la ciudadanía pueda ejercer un control real respecto de las actuaciones de tales poderes, sino que además ayuda a evitar que se generen o mantengan desconfianzas sobre los órganos públicos y las personas que los integran, las que en muchas ocasiones son injustificadas.
En este escenario, el Congreso Nacional ha dado muestras significativas de avanzar en transparentar su funcionamiento, principalmente a partir de la implementación de páginas de Internet por medio de las cuales los ciudadanos pueden conocer en forma fácil y completa sobre el contenido de las discusiones que se producen en las salas de ambas Cámaras, la votación de cada parlamentario en las diversas materias sometidas a su decisión, la historia y estado de los diversos proyectos de ley, etc. A lo anterior se agrega la existencia de canales de televisión por cable que transmiten las diversas sesiones de Comisiones y de Sala, además de entregar un espacio a todos los parlamentarios a fin de que den a conocer su pensamiento sobre aquellas materias que son de interés público.
No obstante lo anterior, el Congreso Nacional aún tiene grandes espacios para avanzar en la referida dirección. Uno de ellos está vinculado con la posibilidad de hacer llegar en forma concreta a los principales actores de la vida nacional y a la ciudadanía en general, información relevante sobre cuales han sido los desafíos y resultados concretos en el trabajo que cada una de las Cámaras del Congreso Nacional han debido enfrentar durante un determinado período de sesiones, y cuales son aquellas dificultades que se observan para continuar con tales tareas. Para lograr lo anterior, más que dar acceso a información parcializada sobre las actividades del Senado y de la Cámara de Diputados, resulta necesario entregar periódicamente una visión global de manera coherente y ordenada, en términos tales que, tanto los principales protagonistas de la vida nacional como los medios de comunicación social, puedan conocer una cuenta ordenada y sistemática de los aspectos ya señalados.
El que la máxima autoridad de un órgano público entregue una cuenta anual acerca del estado actual de la institución que representa y los desafíos futuros que deberá enfrentar, no es algo inédito en nuestro ordenamiento jurídico. Es así como desde ya, el inciso tercero del artículo 24 de la Constitución Política de la República prescribe que “El 21 de mayo de cada año, el Presidente de la República dará cuenta al país del estado administrativo y político de la Nación ante el Congreso Pleno.” Por otra parte, el artículo 102 del Código Orgánico de Tribunales, el cual tiene el carácter de Ley Orgánica del Poder Judicial, dispone lo siguiente:
“El primer día hábil de marzo la Corte Suprema iniciará sus funciones en audiencia pública, a la cual deberán concurrir su fiscal judicial y los miembros y fiscales judiciales de la Corte de Apelaciones de Santiago.
El Presidente de la Corte Suprema dará cuenta en esta audiencia:
1° Del trabajo efectuado por el tribunal en el año judicial anterior;
2° Del que haya quedado pendiente para el año que se inicia;
3° De los datos que se hayan remitido al tribunal por las Cortes de Apelaciones en conformidad al artículo 90, N° 9, de la apreciación que le mereciere la labor de estos tribunales y de las medidas que a su juicio o a juicio del tribunal fuere necesario adoptar para mejorar la administración de justicia, y
4° De las dudas y dificultades que hayan ocurrido a la Corte Suprema y a las Cortes de Apelaciones en la inteligencia y aplicación de las leyes y de los vacíos que se noten en ellas y de que se haya dado cuenta al Presidente de la República en cumplimiento del artículo 5° del Código Civil.
Esta exposición será publicada en el Diario Oficial y en la Gaceta de los Tribunales.”
En el caso del Poder Legislativo, no existe ninguna norma que exija la entrega de una cuenta anual sobre el trabajo que las Cámaras hayan realizado durante la última legislatura ni los desafíos concretos que se observen para la siguiente.
De esta forma, resulta necesario por razones de transparencia, instaurar dicha obligación anual, la que además beneficiará al Poder Legislativo, ya que se tratará de una instancia que permitirá hacerse cargo de muchas de las críticas relativas a la lentitud e ineficiencia en el funcionamiento del Parlamento, varias de las cuales son injustificadas y se explican básicamente por una falta de información.
A fin de facilitar el objetivo señalado, y respetando la diversa naturaleza que tienen las funciones de cada una de las Cámaras en que se divide el Congreso Nacional, propongo que sean los Presidentes de cada una de ellas, al inicio del año legislativo, quienes den una cuenta pública ante el Congreso Pleno sobre el trabajo desarrollado de aquella que preside durante la última legislatura, sobre las principales materias que aún se encuentran pendientes, y sobre aquellos desafíos que se observen para legislatura que se inicia.
Por último hago presente que tanto el término “periodo de sesión” como los demás que se utilizan en el texto de esta moción son coherentes con la nueva redacción del articulo 6º que se ha propuesto incorporar en el proyecto de ley que introduce en la Ley Orgánica Constitucional del Congreso Nacional las adecuaciones necesarias para adaptarla a la ley N° 20.050, que reformó la Constitución Política de la República la cual se tramita a la fecha de presentación de esta iniciativa de ley bajo el número de Boletín 3.962 – 07, y cuyo tenor es el siguiente:
“Art. 6º. Cada período de sesiones del Congreso se extenderá entre el 11 de marzo de cada año y el 10 de marzo del año siguiente.
Las reuniones que celebren el Senado, la Cámara de Diputados o el Congreso Pleno se denominarán sesiones.”
Es en atención a todo lo anterior que tengo el honor de proponer la siguiente:
MOCIÓN DE LEY
MODIFICA LA LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DEL CONGRESO NACIONAL, ESTABLECIENDO LA OBLIGACIÓN DE LOS PRESIDENTES DE AMBAS CÁMARAS DE DAR CUENTA PÚBLICA ANUAL SOBRE TRABAJO LEGISLATIVO.
Articulo Único: Incorpórese a la Ley 18.918, Orgánica Constitucional del Congreso Nacional, un nuevo artículo 6 Bis del siguiente tenor:
“Art. 6 Bis. Al iniciarse cada período de sesiones, tanto el Presidente del Senado como el Presidente de la Cámara de Diputados deberán dar cuenta pública ante el Congreso Pleno sobre el trabajo legislativo realizado por la Cámara que preside durante el período de sesiones inmediatamente anterior, e informar sobre los proyectos más importantes que estén pendientes y los desafíos más trascendentes que se observen para el período que comienza.”
(Fdo.):Antonio Horvath Kiss, Senador; José García Ruminot, Senador; Guido Girardi Lavín, Senador; Baldo Prokurica Prokurica, Senador.
MOCIÓN DE LOS HONORABLES SENADORES BIANCHI Y VÁSQUEZ, MEDIANTE LA CUAL INICIAN UN PROYECTO DE LEY QUE MODIFICA LA REGULACIÓN EN MATERIA DE SERVICIOS ELÉCTRICOS Y DE GAS, PARA ESTABLECER LA OBLIGACIÓN DE INFORMAR EN LA BOLETA LOS SERVICIOS AJENOS AL CONSUMO. (5147-03)
Honorable Senado:
FUNDAMENTOS
A medida que las empresas concesionarias de distribución de energía eléctrica y gas diversifican su oferta a los consumidores, cada vez más familias encarecen sus cuentas, debido a la adquisición de diversos productos para el hogar, que ofrecen las concesionarias del ramo y cuyo cobro efectúan a través de las mismas boletas de energía.
Últimamente se ha expandido la oferta efectuada por dichas empresas de bienes para el hogar o de consumo personal, teléfonos celulares, entre otros productos e incluso tarjetas de beneficios y crédito, asociadas a diversos comercios e inclusive a otros servicios básicos.
Hay dos aspectos que quisiéramos destacar. En primer lugar, la diferenciación bastante sucinta que existe entre los montos de pago, al momento de cobrar las empresas por los distintos servicios; y en segundo lugar, respecto del cobro de los mismos, las empresas se están atribuyendo facultades que no les ha conferido la ley, para efectos de cobrar en un mismo acto y aplicar el mismo tipo de sanciones por las morosidades o no pago de las diferentes prestaciones.
En cuanto a la materialidad de las cuentas. El comprender plenamente todos los datos que recogen las diferentes facturas, parece una tarea sencilla; sin embargo, para muchos consumidores no lo es. La lectura de estos documentos de cobro resulta además confusa por la ausencia de contrastes y por contener tamaños de letra excesivamente pequeños. En muchas ocasiones, comprender estos documentos puede permitir ajustar el consumo y a la vez reducir el gasto energético y de otros servicios.
En términos generales, podemos decir que poseen la siguiente estructura:
Cargo fijo: Que reúne -entre otros- los costos de lectura del medidor, facturación, reparto, recaudación, atención de clientes y personal administrativo.
Arriendo: Cobro mensual de arriendo del equipo de medida, cuando la compañía es el propietario.
Energía: Corresponde a la cantidad de energía consumida por el cliente, medida en una unidad física llamada Kilowatt/hora (KW/h). La lectura de ésta se desglosa en un ítem de Lectura Anterior, en un ítem de Lectura Actual y en un ítem de Consumo.
Consumo adicional de Invierno: Valor que se aplica en el período comprendido entre el 1 de Mayo y el 30 de Septiembre, sólo a los clientes que excedan el consumo de los 250 KW/h al mes, considerando cada KW/h por sobre el límite de invierno del cliente. El límite de invierno se calcula como el máximo consumo que resulte de comparar 200 KW/h, con el promedio mensual de consumo entre los meses de Octubre y Abril último, incrementado en un 20%.
Intereses: Cobro regulado y estipulado por ley, aplicable ante la morosidad en el pago de las cuentas.
Por último, en estas cuentas aparece el monto que han de pagar los consumidores, por concepto de compras de pago diferido que efectúan a estas empresas o sus relacionadas, para adquirir diversos productos que estas ofrecen y cuya forma de pago es “a través de las cuentas de energía”.
El inciso final del número 5 del artículo 102 del DFL Nº 4, Ley General de Servicios Eléctricos, señala que “la boleta o factura que extienda el concesionario de un servicio de distribución a sus clientes deberá señalar separadamente los cobros por concepto de energía, potencia, transmisión troncal, subtransmisión, distribución y cualquier otro cargo que se efectúe en ella, en la forma y periodicidad que determine el reglamento”.
Asimismo el articulo 36 del Decreto con Fuerza de Ley numero 323 de 1931 establece que en la boleta de cobro se deberá especificar en forma separada los distintos cargos que tenga la tarifa
Sin embargo, pese que en las cuentas aparece en forma diferenciada incluso el detalle del servicio eléctrico, en virtud de la norma citada, las empresas eléctricas están “confundiendo” el tratamiento de la cuenta de energía propiamente tal, con la cuenta de los productos que venden al público, llegando incluso a cortar el suministro de energía por la morosidad o no pago de estos últimos.
Si bien nada obsta a que el pago de ambas cuentas se haga en una misma acción, hay que hacer presente que no constituyen un mismo acto el pago de lo uno y de lo otro.
No es el mismo estatuto jurídico que rige ambos tipos de operaciones. Los consumidores de servicios y productos de carácter energético están protegidos por legislación especial, ante cualquier incumplimiento que se detecte en la calidad, seguridad o precio del suministro recibido, dada la relevancia social y económica de la materia. A mayor abundamiento, la Superintendencia de Electricidad y Combustibles está encargada de fiscalizar el cumplimiento de la normativa legal y técnica por parte de quienes participan en la generación, producción, almacenamiento, transporte y distribución de combustibles líquidos, gas y electricidad.
Cualquier otro tipo de operación que realicen estas empresas se rige por las normas generales de cada institución recurrida y la ley prevé las formas de cumplimiento de todo tipo de obligaciones.
El artículo 141° del DFL Nº 4, Ley General de Servicios Eléctricos, en materia de energía eléctrica dispone que “en caso de servicios que se encuentren impagos, el concesionario podrá suspender el suministro sólo después de haber transcurrido 45 días desde el vencimiento de la primera boleta o factura impaga”. No es procedente hacer extensiva la sanción de suspensión de suministro de energía eléctrica a otro tipo de incumplimientos.
De la misma forma el articulo 36 del DFL número 323 de 1931 dispone en su inciso tercero que “En caso de falta de pago de dos boletas o facturas consecutivas de consumo de gas, podrán los concesionarios suspender el suministro bajo la sola condición de haber transcurrido quince días desde la fecha de vencimiento de la segunda boleta o factura”. Por lo tanto al igual que en el caso de los consumos eléctricos no es procedente hacer extensiva la sanción de suspensión de suministro a otro tipo de incumplimientos por parte de un usuario con una empresa distribuidora de servicios de gas.
Una sanción de esta naturaleza no puede ser establecida en forma unilateral por las empresas, y por el interés social involucrado en la materia, nos parece que tampoco puede ser pactada por las partes y cualquier estipulación al respecto ha de tenerse por inválida. Para evitar cualquier tipo de confusión a los consumidores, nos parece sensato que el documento a través del cual se cobran los productos o servicios no derivados del suministro eléctrico o de gas, sea un documento anexos distinto y diferenciado de la cuenta principal de energía eléctrica.
Nuestra Carta Fundamental señala en su primer artículo que el Estado está al servicio de la persona humana y su finalidad es promover el bien común, para lo cual debe contribuir a crear las condiciones sociales que permitan a todos y a cada uno de los integrantes de la comunidad nacional su mayor realización espiritual y material posible, con pleno respeto a los derechos y garantías que dicho cuerpo normativo establece. En ese sentido, reiteramos que aquellos servicios considerados básicos, están sometidos a estricta regulación y supervigilancia, normativa que nos parece necesario aclarar, en virtud del citado mandato constitucional, para evitar el abuso en el que incurren las compañías en comento, al hacer extensivas sanciones especiales establecidas por ley, a incumplimientos de los consumidores nacidos de otras relaciones contractuales.
Atendido lo expuesto, vengo en presentar el siguiente:
Proyecto de ley
Artículo 1:Modifíquese el Decreto con Fuerza de ley número 4, Ley General de Servicios Eléctricos, de la manera que sigue:
1. Sustitúyase el inciso final del Nº 5 del artículo 102, por el siguiente inciso final nuevo:
“La boleta o factura que extienda el concesionario de un servicio de distribución a sus clientes deberá señalar separadamente los cobros por concepto de energía, potencia, transmisión troncal, subtransmisión, distribución y cualquier otro cargo que se efectúe en ella, en la forma y periodicidad que determine el reglamento. Así mismo, la boleta o factura que extienda el concesionario o un tercero autorizado respecto de productos o servicios no derivados del suministro eléctrico y distintos a los recién señalados, deberá constar en un documento anexos distinto la boleta o factura emitida por concepto de servicio de distribución de energía eléctrica”.
2. Agréguese el siguiente inciso segundo nuevo al artículo 141:
“La suspensión del suministro establecida en el inciso anterior, procede estrictamente respecto del no pago de boletas o facturas derivadas del suministro de energía eléctrica, no pudiendo hacerse extensiva dicha sanción, ni aún con el consentimiento del usuario, respecto del no pago de cualquier otro tipo de servicio, cuyo pago la concesionaria implemente a través de tales documentos.”
Artículo 2 Modifíquese el Decreto con Fuerza de Ley numero 323 de 1931 de la manera que sigue:
1. Agréguese en el inciso primero del artículo luego del punto final la siguiente frase nueva:
“La boleta o factura que extienda el concesionario o un tercero autorizado respecto de productos o servicios no derivados del suministro de servicio de gas, deberá constar en un documento anexos distinto a la boleta o factura emitida por concepto de distribución de servicio de gas”.
2.Introdúzcanse en el articulo 36 el siguiente inciso 4 nuevo
“La suspensión del suministro establecida en el inciso anterior, procede estrictamente respecto del no pago de boletas o facturas derivadas del suministro deservicios de gas, no pudiendo hacerse extensiva dicha sanción, ni aún con el consentimiento del usuario, respecto del no pago de cualquier otro tipo de servicio, cuyo pago la concesionaria implemente a través de tales documentos.”
(Fdo.):Carlos Bianchi Chelech, Senador; Guillermo Vásquez Úbeda, Senador.