Labor Parlamentaria
Diario de sesiones
- Alto contraste
Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha
Índice
- DOCUMENTO
- PORTADA
- I. ASISTENCIA
- II. APERTURA DE LA SESIÓN
- III. ACTAS
- IV. CUENTA
- V. TABLA
- PROYECTO DE ACUERDO APROBATORIO DEL CONVENIO MARCO DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD PARA EL CONTROL DEL TABACO. Primer trámite constitucional.
- ANTECEDENTE
- INTERVENCIÓN : Maria Isabel Allende Bussi
- INTERVENCIÓN : Fulvio Rossi Ciocca
- INTERVENCIÓN : Edgardo Riveros Marin
- INTERVENCIÓN : Ivan Moreira Barros
- INTERVENCIÓN : Enrique Accorsi Opazo
- INTERVENCIÓN : Francisco Leandro Bayo Veloso
- INTERVENCIÓN : Alberto Robles Pantoja
- INTERVENCIÓN : Maria Angelica Cristi Marfil
- INTERVENCIÓN : Edmundo Villouta Concha
- INTERVENCIÓN : Guido Girardi Lavin
- INTERVENCIÓN : Gonzalo Ibanez Santa Maria
- INTERVENCIÓN : Osvaldo Palma Flores
- INTERVENCIÓN : Alejandro Navarro Brain
- INTERVENCIÓN : Juan Masferrer Pellizzari
- DEBATE
- PROYECTO DE ACUERDO APROBATORIO DEL CONVENIO MARCO DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD PARA EL CONTROL DEL TABACO. Primer trámite constitucional.
- CIERRE DE LA SESIÓN
Notas aclaratorias
- Debido a que muchos de estos documentos han sido adquiridos desde un ejemplar en papel, procesados por digitalización y posterior reconocimiento óptico de caracteres (OCR), es que pueden presentar errores tipográficos menores que no dificultan la correcta comprensión de su contenido.
- Para priorizar la vizualización del contenido relevante, y dada su extensión, se ha omitido la sección "Indice" de los documentos.
REPÚBLICA DE CHILE
CÁMARA DE DIPUTADOS
LEGISLATURA 352ª, EXTRAORDINARIA
Sesión 39ª, en miércoles 12 de enero de 2005
(Especial, de 16.09 a 18.47 horas)
Presidencia accidental del señor Ascencio Mansilla, don Gabriel.
Secretario, el señor Loyola Opazo, don Carlos.
Prosecretario, el señor Álvarez Álvarez, don Adrián.
ÍNDICE
ÍNDICE GENERAL
Pág.
I.Asistencia4
II.Apertura de la sesión7
III.Actas7
IV.Cuenta7
V.Tabla.
Proyecto de acuerdo aprobatorio del Convenio Marco de la Organización
Mundial de la Salud para el Control del Tabaco. Primer trámite constitucional8
VI.Documentos de la Cuenta.
1.Oficio de S. E. el Presiente de la República por el cual comunica que ha
resuelto retirar la urgencia que hiciera presente para el despacho del proyecto de acuerdo que aprueba el Acuerdo entre el Gobierno de la República de Chile y la Organización de las Naciones Unidas, suscrito en Santiago el 19 de junio de 2003. (boletín N° 362410)39
2.Oficio de S. E. el Presidente de la República por el cual comunica que retira y hace presente la urgencia, con calificación de “suma”, para el despacho del proyecto que modifica los Códigos Procesal Penal y Penal. (boletín
N° 346507)39
Oficios del honorable Senado por los cuales comunica que ha aprobado, con modificaciones, los siguientes proyectos:
3.Introduce modificaciones a la ley N°19.175, Orgánica Constitucional sobre Gobierno y Administración Regional, en lo relativo a la estructura y funciones de los gobiernos regionales. (boletín N° 320306)39
4.Sobre regulación del peso máximo de carga humana. (boletín N° 324213)46
5.Modificación del Estatuto Docente estableciendo la concursabilidad de los cargos de directores de establecimientos educacionales municipales. (boletín N° 362304)47
6.Informe de la Comisión de Educación, Cultura, Deportes y Recreación,
recaído en el proyecto que autoriza erigir un monumento y santuario en memoria del Padre Pío de Pietrelcina, en la Región del Maule. (boletín
N° 371904)50
I.ASISTENCIA
Asistieron los siguientes señores diputados: (93)
--Accorsi Opazo, Enrique
--Aguiló Melo, Sergio
--Alvarado Andrade, Claudio
--Álvarez-Salamanca Büchi, Pedro
--Álvarez Zenteno, Rodrigo
--Allende Bussi, Isabel
--Araya Guerrero, Pedro
--Ascencio Mansilla, Gabriel
--Barros Montero, Ramón
--Bauer Jouanne, Eugenio
--Bayo Veloso, Francisco
--Becker Alvear, Germán
--Bertolino Rendic, Mario
--Burgos Varela, Jorge
--Bustos Ramírez, Juan
--Caraball Martínez, Eliana
--Cardemil Herrera, Alberto
--Correa De la Cerda, Sergio
--Cristi Marfil, María Angélica
--Delmastro Naso, Roberto
--Díaz Del Río, Eduardo
--Dittborn Cordua, Julio
--Egaña Respaldiza, Andrés
--Encina Moriamez, Francisco
--Errázuriz Eguiguren, Maximiano
--Escalona Medina, Camilo
--Espinoza Sandoval, Fidel
--Forni Lobos, Marcelo
--Galilea Carrillo, Pablo
--García García, René Manuel
--García-Huidobro Sanfuentes, Alejandro
--Girardi Lavín, Guido
--Guzmán Mena, Pía
--Hales Dib, Patricio
--Hernández Hernández, Javier
--Ibáñez Santa María, Gonzalo
--Jaramillo Becker, Enrique
--Jarpa Wevar, Carlos Abel
--Kast Rist, José Antonio
--Kuschel Silva, Carlos Ignacio
--Leal Labrín, Antonio
--Leay Morán, Cristián
--Letelier Morel, Juan Pablo
--Letelier Norambuena, Felipe
--Longton Guerrero, Arturo
--Lorenzini Basso, Pablo
--Luksic Sandoval, Zarko
--Martínez Labbé, Rosauro
--Masferrer Pellizzari, Juan
--Mella Gajardo, María Eugenia
--Monckeberg Díaz, Nicolás
--Montes Cisternas, Carlos
--Mora Longa, Waldo
--Moreira Barros, Iván
--Muñoz Aburto, Pedro
--Muñoz D'Albora, Adriana
--Navarro Brain, Alejandro
--Norambuena Farías, Iván
--Ojeda Uribe, Sergio
--Olivares Zepeda, Carlos
--Ortiz Novoa, José Miguel
--Palma Flores, Osvaldo
--Pérez Lobos, Aníbal
--Pérez Opazo, Ramón
--Pérez San Martín, Lily
--Pérez Varela, Víctor
--Prieto Lorca, Pablo
--Recondo Lavanderos, Carlos
--Riveros Marín, Edgardo
--Robles Pantoja, Alberto
--Rojas Molina, Manuel
--Rossi Ciocca, Fulvio
--Saa Díaz, María Antonieta
--Saffirio Suárez, Eduardo
--Salaberry Soto, Felipe
--Salas De la Fuente, Edmundo
--Seguel Molina, Rodolfo
--Sepúlveda Orbenes, Alejandra
--Tapia Martínez, Boris
--Tarud Daccarett, Jorge
--Tohá Morales, Carolina
--Tuma Zedan, Eugenio
--Uriarte Herrera, Gonzalo
--Urrutia Bonilla, Ignacio
--Valenzuela Van Treek, Esteban
--Varela Herrera, Mario
--Vargas Lyng, Alfonso
--Venegas Rubio, Samuel
--Vidal Lázaro, Ximena
--Vilches Guzmán, Carlos
--Villouta Concha, Edmundo
--Von Mühlenbrock Zamora, Gastón
--Walker Prieto, Patricio
Con permiso constitucional no estuvieron presentes los diputados señores RodrigoGonzález, Iván Paredes, y la señora Laura Soto.
II.APERTURA DE LA SESIÓN
Se abrió la sesión a las 16.09 horas.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
En el nombre de Dios y de la Patria, se abre la sesión.
III.ACTAS
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
El acta de la sesión 33ª se declara aprobada.
El acta de la sesión 34ª queda a disposición de las señoras diputadas y de los señores diputados.
IV.CUENTA
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
El señor Prosecretario va a dar lectura a la Cuenta.
El señor ÁLVAREZ (Prosecretario) da lectura a la Cuenta.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
Tiene la palabra la diputada señora Adriana Muñoz .
La señora MUÑOZ (doña Adriana) .-
Señor Presidente, pido información a la Mesa y a la Secretaría de la Cámara, en relación con un acuerdo de los Comités parlamentarios que se habría adoptado el día de ayer acerca del proyecto de ley sobre acoso sexual, que viene del Senado en tercer trámite constitucional.
En la sesión de ayer no se informó a la Sala del acuerdo de enviar el proyecto nuevamente a la Comisión de Trabajo y Seguridad Social para designar según se dice a un diputado informante o para recabar mayor información acerca de la materia. Quiero recordar a los diputados que tienen mala memoria que el proyecto estuvo durante 12 años tramitándose en esta Cámara. En cambio, el Senado, que ha dado muestras de mayor agilidad legislativa, en sólo tres años resolvió el tema y lo devolvió a esta Corporación.
Considero que los acuerdos de los Comités deben ser informado a la Sala.
En consecuencia, como desconozco el acuerdo, quiero saber en qué momento se adoptó y cuál es el objetivo real de enviar el proyecto nuevamente a la Comisión de Trabajo y Seguridad Social.
He dicho.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
Señora diputada, efectivamente los Comités parlamentarios acordaron ayer enviar el proyecto a la Comisión de Trabajo.
Tiene la palabra el diputado señor Marcelo Forni .
El señor FORNI .-
Señor Presidente, el acuerdo de los jefes de Comités se adoptó en forma unánime, y se gestó en virtud del artículo 119 del Reglamento, que autoriza al Presidente de la Cámara para enviar a Comisión los proyectos devueltos por el Senado en tercer trámite constitucional, por el plazo prudencial que se fije.
En este caso, es lícito recordar el inciso segundo del artículo 61, que establece que la oposición a un acuerdo adoptado por los jefes de Comités con el Presidente de la Cámara se tendrá por no formulada y no será admitida a debate alguno.
Este es un acuerdo unánime de los Comités que tuvo por objeto la elaboración del informe que será conocido en su momento por la Sala.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
Tiene la palabra la diputada señora Isabel Allende .
La señora ALLENDE (doña Isabel) .-
Señor Presidente, me sumo a las palabras de la diputada Adriana Muñoz , porque también estuve presente en la sesión de ayer y tengo la impresión de que el acuerdo de los Comités no fue informado a la Sala. Entiendo que los acuerdos de los jefes de los Comités, cuando hayan sido adoptados por todos ellos y por unanimidad, se respetan, pero también se informan. En ese sentido hago el reparo, porque me parece importante que hubiésemos conocido ese acuerdo.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
Señoras diputadas, lamentablemente nadie se puede oponer a los acuerdos de los Comités adoptados por unanimidad.
Tiene la palabra la diputada señora Adriana Muñoz .
La señora MUÑOZ (doña Adriana) .-
Señor Presidente, entiendo los alcances que tienen los acuerdos adoptados por los Comités; sin embargo, nadie puede quitar a este hemiciclo el derecho a ser informado. Las diputadas y los diputados interesados en un determinado proyecto no pueden ser sorprendidos con este tipo de acuerdos.
En consecuencia, quiero que la Sala conozca el acuerdo de los Comités adoptado en el día de ayer. Tenemos el derecho de conocer los acuerdos que adoptan los Comités, sobre todo cuando se trata de un proyecto emblemático para las mujeres, más aún cuando he escuchado quejas de algunos señores parlamentarios de oposición de que el Gobierno no ha hecho nada por las mujeres. Son precisamente trabas de este tipo que obedecen más a razones políticas que a cuestiones culturales las que impiden avanzar en un proyecto de esta naturaleza, que lleva, vergonzosamente, alrededor de 15 años en este parlamento.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
Señora diputada, pediré al señor Secretario que dé a conocer el acuerdo sobre ese proyecto, pues efectivamente no se dio a conocer en la Sala.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LOYOLA (Secretario).-
Señor Presidente, reunidos los Comités parlamentarios en el día de ayer, bajo la presidencia del diputado señor Felipe Letelier , acordaron remitir a la Comisión de las modificaciones del Senado al proyecto de acoso sexual, atendida su gran cantidad y con el objetivo final de que la Sala pudiera tener una información más acabada de ellas.
La señora MUÑOZ (doña Adriana) .-
Señor Presidente, ¿significa que vamos a iniciar un tercer trámite en la Comisión?
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
Significa que el proyecto fue a Comisión con el objetivo indicado y que la Presidencia fijará un plazo para que vuelva luego a la Sala.
El acuerdo de los Comités no se puede modificar. Lo único que puedo hacer es poner un plazo para que ese “trámite” se realice rápidamente.
V. TABLA
PROYECTO DE ACUERDO APROBATORIO DEL CONVENIO MARCO DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD PARA EL CONTROL DEL TABACO. Primer trámite constitucional.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
En el Orden del Día, corresponde ocuparse, en primer trámite constitucional, del proyecto de acuerdo que aprueba el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco, adoptado en Ginebra el 21 de mayo de 2003 y suscrito por Chile el 25 de septiembre del mismo año.
Diputada informante de las comisiones unidas de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana y de Salud es la señora Isabel Allende .
Antecedentes:
Mensaje, boletín Nº 3722-10, sesión 19ª, en 15 de noviembre de 2004. Documentos de la Cuenta Nº 1.
Informes de las Comisiones unidas de Relaciones Exteriores y de Salud, sesión 37ª, en 11 de enero de 2005. Documentos de la Cuenta Nº 5.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
Tiene la palabra la diputada señora Isabel Allende .
La señora ALLENDE (doña Isabel).-
Señor Presidente, en nombre de las comisiones unidas de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana y de Salud, paso a informar sobre el proyecto de acuerdo aprobatorio del convenio marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco, destinado “a proteger a las generaciones presentes y futuras contra las devastadoras consecuencias sanitarias, sociales, ambientales y económicas del consumo de tabaco y de la exposición al humo de tabaco, para lo cual se proporcionará un marco para las medidas de control del tabaco que habrán de aplicar las partes a nivel nacional, regional e internacional a fin de reducir de manera continua y sustancial la prevalencia del consumo de tabaco y la exposición al humo de tabaco”.
De conformidad con el Reglamento, en el informe de las comisiones unidas se deja constancia de que el tratado sometido a consideración de la honorable Cámara no contiene disposiciones que requieran de quórum especial para su aprobación.
Además, que las comisiones unidas escucharon a las siguientes personas: al ministro de Salud, señor Pedro García Aspillaga ; al jefe de la Unidad Tabaco del Ministerio de Salud, señor Sergio Bello ; al presidente de la Organización de Consumidores y Usuarios de Chile, señor Stefan Larenas ; al director del Programa de Control del Tabaco de la Fundación Interamericana del Corazón, doctor Eduardo Bianco ; a la doctora Marisol Acuña , miembro de la Sociedad Chilena de Enfermedades Respiratorias, y al gerente general de la Compañía Chilena de Tabacos, señor Michael Hardy , quienes coincidieron en dar opiniones favorables a la aprobación del convenio marco en trámite, análogas a las entregadas en el mensaje, de las cuales se proporciona a los señores diputados una versión extractada en el anexo Nº 1, agregado al informe.
Sin perjuicio de lo anterior, es necesario hacer notar las particulares consideraciones de la Compañía Chilena de Tabacos sobre los asuntos más controversiales que se plantean a propósito de la aplicación de este convenio marco.
El proyecto no contiene disposiciones que requieran ser conocidas por la Comisión de Hacienda. El informe financiero del Ministerio de Hacienda acompañado al mensaje señala: “Las medidas administrativas requeridas en el convenio marco se encuentran incorporadas en los objetivos sanitarios del Ministerio de Salud para el decenio 2000-2010, por lo que la aprobación de dicho convenio no significa un costo fiscal adicional”. Agrega: “si con ocasión de la discusión de este convenio se identificara la necesidad de introducir modificaciones legales o modificar las políticas existentes para su debida implementación, la implicancia fiscal de dichas iniciativas será informada para cada una de ellas.”
Las comisiones unidas aprobaron el proyecto por la unanimidad de los diputados presentes.
A continuación, voy a dar a conocer los antecedentes generales que dicen relación con el origen del convenio marco, con la necesidad de la cooperación internacional para actuar contra las consecuencias nocivas del tabaquismo, con las cifras mundiales y nacionales que revelan la magnitud del daño que el tabaquismo produce en la salud de las personas, con las metas específicas y estrategias a seguir por el Ministerio de Salud para controlar el consumo de tabaco y con el marco constitucional y legal involucrado en el cumplimiento de las metas y estrategias proyectadas para controlar el consumo de tabaco.
Sobre el origen del convenio marco en trámite.
El mensaje señala que considerando el importante impacto negativo sobre la salud a nivel mundial provocado por el consumo de tabaco y para que las estrategias de su control puedan funcionar globalmente, la Organización Mundial de la Salud lideró la elaboración de un tratado internacional con el propósito de aunar esfuerzos y voluntades de todos los países miembros. Este trabajo se inició en 1999 y culminó en 2003, con la aprobación del Convenio Marco para el Control del Tabaco, sometido a la consideración de la honorable Cámara de Diputados.
Al 7 de enero de 2005, había sido firmado por 168 estados miembros de la Organización Mundial de la Salud y por la Comunidad Europea, 49 de los cuales ya lo han ratificado.
Entre los signatarios se registra la firma de treinta estados de las Américas y el Caribe, seis de los cuales lo han ratificado: Canadá , México , Panamá , Perú , Trinidad-Tobago y Uruguay . Sólo no lo han suscrito Colombia y República Dominicana.
Sobre la necesidad de la cooperación internacional para actuar contra las nocivas consecuencias del tabaquismo.
Entre las diversas declaraciones que las partes formulan en el preámbulo del convenio, destaca su reconocimiento de que la propagación de lo que denominan “epidemia de tabaquismo” es un problema mundial con graves consecuencias para la salud pública, que requiere la más amplia cooperación internacional posible y la participación de todos los países en una respuesta eficaz, apropiada e integral. Lo mismo cabe considerar respecto de las devastadoras consecuencias sanitarias, sociales, económicas y ambientales del consumo de tabaco y de la exposición al humo de tabaco en el mundo entero.
Destaca su seria preocupación por el aumento del consumo y de la producción de cigarrillos y otros productos del tabaco en los países en desarrollo, con las graves consecuencias, científicamente probadas, en la salud de las personas: mortalidad, morbilidad y discapacidad entre los dependientes del tabaco.
Reconocen que los cigarrillos y otros productos que contienen tabaco están diseñados de una manera muy sofisticada, con el fin de crear y mantener la dependencia; que muchos de los compuestos que contienen y el humo que producen son farmacológicamente activos, tóxicos, mutágenos y cancerígenos, y que la dependencia del tabaco figura como un trastorno aparte en las principales clasificaciones internacionales de enfermedades.
Dejan constancia de su profunda preocupación por el importante aumento en el mundo entero del número de fumadores y de consumidores de tabaco entre niños, niñas, adolescentes y mujeres.
Reconocen que los objetivos de este convenio de la OMS para el control del tabaco se relacionan con derechos consagrados en diversos instrumentos internacionales aprobados en el seno de la ONU, de los cuales Chile es estado parte, como es el caso del derecho de toda persona a disfrutar del más alto nivel posible de salud física y mental, según el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, de 1966; el derecho del niño al disfrute del más alto nivel posible de salud, según lo establece la Convención sobre los Derechos del Niño, de 1989, y el derecho de la mujer a no ser discriminada en la esfera de la atención médica, conforme lo dispone la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, de 1979.
Cifras mundiales y nacionales sobre el daño del tabaquismo en la salud de las personas.
Los estudios del Banco Mundial atribuyen al tabaquismo cuatro millones novecientas mil muertes al año, correspondiendo el 63 por ciento a personas entre 35 y 69 años, con una pérdida de cerca de 22 años de vida normal. Agrega que los hombres tienen una mortalidad atribuible al tabaco tres veces superior a la de las mujeres, lo que se relaciona con la alta prevalencia entre ellos; no obstante, en el futuro se espera un aumento de la mortalidad femenina, dado el incremento de consumo registrado entre ellas evidenciado en los países desarrollados.
La Organización Mundial de la Salud, en antecedente publicado el 12 de agosto de 2003, señala que en la actualidad el consumo de tabaco es la principal causa de mortalidad evitable en el mundo. Habida cuenta de los cuatro millones novecientas mil defunciones anuales relacionadas con el tabaco, ningún otro producto de consumo es tan peligroso ni mata a tantas personas como el tabaco. Agrega que el tabaco causa alrededor de trece mil quinientas defunciones por día, que la mitad de los niños están expuestos al humo del tabaco en la propia vivienda y que el cigarrillo es el único producto de consumo legalmente disponible que mata a quien lo consume normalmente.
Un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, señala que el consumo de tabaco seguirá aumentando hasta el año 2010, pero el ritmo de este crecimiento será más lento que el registrado hasta ahora. Precisa que la tendencia en los países industrializados será a la baja, ya que para el año 2010 consumirán 29 por ciento del tabaco, mientras que en los países en desarrollo el número de fumadores aumentará y llegarán a consumir cerca del 71 por ciento.
Según este estudio, el número de fumadores pasará de los mil cien millones en 1998 a unos mil trescientos millones en 2010.
En Chile, el Ministerio de Salud, aplicando los índices de riesgo relativo propuestos por la Organización Mundial de la Salud, estimó en 1999 que el 16,9 por ciento de la mortalidad total, 13.888 personas, ocurrida ese año era atribuible al tabaquismo. El 21 por ciento de las muertes se debieron a diversos tipos de cáncer, el 15 por ciento, a enfermedades respiratorias y el 64 por ciento, a problemas cardiovasculares.
Por otra parte, según el mensaje, se estima que el 11 por ciento de la mortalidad infantil, de acuerdo con datos nacionales, se originaría en el hábito tabáquico de las madres, debido a que los hijos de las madres que fuman durante el embarazo tienen menor peso de nacimiento y mayor riesgo de prematuridad.
En Chile, el número de fumadores ha ido en aumento en los últimos 30 años, a expensas principalmente de las mujeres, disminuyendo así la brecha con los varones. Además, se ha observado un aumento de la prevalencia en los estratos socioeconómicos más bajos, constituyéndose en otra fuente de inequidad. Las encuestas de Conace, que se están realizando desde 1994 cada dos años, constituyen una fuente de datos altamente confiable sobre el consumo de drogas en el país.
De acuerdo con su último informe, que es de 2002, la prevalencia del tabaquismo en Chile es del 42,9 por ciento, de los cuales los hombres representan el 46,4 por ciento y las mujeres, el 39,5 por ciento, lo cual nos transforma en el país con más alta prevalencia de tabaquismo de América Latina, lo que me parece un triste récord.
Las comisiones unidas tomaron conocimiento, además, de la Encuesta Mundial de Tabaquismo en Jóvenes, Emta , 2000-2003, que forma parte de un sistema mundial de vigilancia del consumo de tabaco desarrollado por la Organización Mundial de la Salud y el Centro para la Prevención y Control de Enfermedades de Atlanta.
Esta encuesta es aplicada, cada tres o cuatro años, por organizaciones gubernamentales y no gubernamentales de más de cien países y hasta ahora han sido encuestados 1 millón 400 mil estudiantes alrededor del mundo.
En Chile se ha aplicado en dos oportunidades: el año 2000 se le encargó a la Universidad de Chile en las regiones Cuarta, Quinta y Metropolitana, y el año 2003 en las regiones Primera, Quinta, Octava y Metropolitana.
Esta encuesta se aplica, según un diseño muestral realizado por el Centro para la Prevención y Control de Enfermedades de Atlanta, en colegios públicos y privados. Se encuestaron cien en 2003, 25 en cada región seleccionada. Incluye a estudiantes de 13 a 15 años, los que se concentran entre séptimo básico y primero medio, con un total de 271 cursos. La participación fue de 91,6 por ciento y se encuestó a 8.460 alumnos.
El informe de las comisiones unidas entrega una amplísima cuenta de sus conclusiones, a las cuales no me referiré para no extenderme innecesariamente. Sólo señalaré los principales aspectos del estudio:
Las prevalencias más altas se observan en la Región Metropolitana y en la Octava Región, donde 1 de cada 3 escolares, entre 13 y 15 años, fuma. En todas las regiones las mujeres fuman más que los hombres, sin que las diferencias alcancen a ser significativas. Mayor consumo en los cursos superiores, llegando a más de 40 por ciento en los alumnos de 1º medio de las regiones Metropolitana y Octava.
Respecto de la edad de inicio del consumo se observa que la gran mayoría de los jóvenes fuma, por primera vez, a partir de los 10 años, especialmente después de los 12 años.
Entre el 17 y el 19 por ciento de los alumnos que alguna vez probó un cigarrillo lo hizo antes de los 10 años, sin variaciones significativas entre las regiones. En cuanto a los lugares de consumo y acceso al tabaco, la encuesta detectó que donde más fuman los adolescentes es en los lugares públicos y en las fiestas. Llama la atención que alrededor de 10 por ciento de los estudiantes fuma en su casa y que entre el 8 y 10 por ciento de los jóvenes ha recibido cigarrillos gratis por parte de un promotor. Se estableció que el 40 por ciento de los jóvenes recibió en la escuela información sobre los daños que provoca el tabaco.
En lo que concierne a la exposición ambiental al humo del tabaco, se constató que existe una alta proporción de jóvenes expuestos al humo del tabaco en lugares públicos, con una escasa reducción en los últimos cuatro años, pasando de 72 a 68 por ciento en la Región Metropolitana y de 68 a 62 por ciento en la Quinta Región. Además, el 70 por ciento de los jóvenes está de acuerdo con la prohibición de fumar en lugares públicos.
La encuesta también nos muestra que existe una alta proporción de jóvenes fumadores que no son cuestionados por su edad al comprar cigarrillos. En 2003 el 10 por ciento de los jóvenes en la Región Metropolitana y el 8 por ciento en la Quinta Región recibió cigarrillos gratis de parte de algún promotor, sin variaciones en el período.
Como conclusión final de esta encuesta se afirma que Chile sigue siendo uno de los países con las prevalencias de consumo más altas. Desde luego, la mayor de América Latina. A nivel poblacional, el consumo de tabaco no ha experimentado variación desde hace varios años, situándose en un porcentaje levemente superior a 40 por ciento.
Frente al dramático problema social generado por el tabaquismo, el Gobierno se ha propuesto lograr, dentro de sus políticas, las siguientes metas específicas en el decenio 2000-2010:
1.Reducir el consumo de tabaco en la población general en 25 por ciento, para que la prevalencia baje de 40 a 30 por ciento.
2.Reducir el consumo de tabaco en escolares de octavo básico en 26 por ciento, para que la prevalencia disminuya de 27 a 20 por ciento.
3.Reducir el consumo de tabaco en mujeres en edad fértil en 11 por ciento, a fin de pasar de una prevalencia de 45 a 40 por ciento.
Las estrategias sectoriales e intersectoriales a seguir para lograr tales metas son las siguientes:
1.Políticas de ambientes libres de humo de tabaco, que contribuirán al cambio de paradigma social sobre el tabaquismo, para que de ser un hábito socialmente aceptado pase a ser un hábito no aceptado.
2.Comunicación social de los efectos del tabaquismo en fumadores y no fumadores, revelando ante la opinión pública la verdadera situación del tabaco como un producto adictivo y dañino para la salud de fumadores y no fumadores.
3.Aumento de los impuestos sobre el tabaco, ya que existe evidencia de que esta estrategia incentiva a algunas personas a dejar de fumar, evita que otras comiencen a hacerlo y reduce el número de ex fumadores que recaen. Por cada 10 por ciento que aumenta el precio de los cigarrillos, el consumo disminuye entre 4 y 8 por ciento. Los estudios demuestran que si se aumenta la carga impositiva, disminuye el consumo de tabaco.
4.Control del contrabando. Es fundamental evitar cigarrillos baratos que faciliten el acceso a ellos a los más pobres y a los jóvenes.
5.Control de la publicidad. Cuando este control es parcial, las experiencias no son efectivas. Para que haya un impacto en el consumo de cigarrillos, dicho control debe ser amplio y total.
6.Políticas de ayuda a las personas para que dejen de fumar. Es necesario poner a disposición de los fumadores programas de cesación del tabaquismo de la mayor cobertura posible y con las metodologías e insumos adecuados, de acuerdo con las evidencias.
Por último, el Presidente de la República señala en su mensaje que es necesario que el Estado de Chile se haga partícipe del esfuerzo mundial para enfrentar coordinadamente el problema del tabaco, por lo que somete a consideración de la honorable Cámara el convenio marco en informe.
El cumplimiento de las metas y estrategias gubernamentales proyectadas para controlar y reducir el consumo de tabaco encuentran su fundamento constitucional en el Capítulo I de la Constitución, “Bases de la Institucionalidad”, que indican que el Estado está al servicio de la persona y su finalidad es promover el bien común, para lo cual debe contribuir a crear las condiciones sociales que permitan a todos y a cada uno de los integrantes de la comunidad nacional su mayor realización espiritual y material posible, con pleno respeto a los derechos y garantías que establece la Constitución.
La Carta Fundamental asegura a todas las personas su derecho a la vida y a la integridad física y psíquica; el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, en cuyo resguardo se permite que la ley establezca restricciones específicas al ejercicio de determinados derechos o libertades, como podría ocurrir con la normativa que se proyecta para controlar el consumo del tabaco y, por último, asegura a todas las personas el derecho a la protección de la salud.
Los textos legales involucrados son, en primer lugar, la ley Nº 19.419, que regula principalmente la publicidad, el ofrecimiento, la distribución o la entrega a título gratuito a menores de edad de productos hechos con tabaco y las advertencias que deben hacer a la población acerca de los riesgos específicos que para la salud implica el consumo de tabaco o de productos elaborados con él; la incorporación a los objetivos y contenidos de los programas de estudio de la educación básica y media de los daños que provoca en el organismo el hábito de fumar, los distintos tipos de enfermedades que su consumo genera, y las limitaciones impuestas a los fumadores en los medios de transporte, hospitales, oficinas públicas, teatros, cines, restaurantes, bares y hoteles.
En segundo término, el decreto ley Nº 828, de 1974, que establece normas para el cultivo, elaboración, comercialización e impuestos que afectan al tabaco.
Lo sustancial del contenido normativo de este convenio está ampliamente reseñado en el informe escrito de las comisiones unidas que cada uno de los señores diputados tiene a su disposición.
Para finalizar, quiero hacer una referencia general a lo sostenido en las comisiones unidas por el gerente general de la Compañía Chilena de Tabacos, señor Michael Hardy . Básicamente, dicha compañía apoya, aprueba y estimula la ratificación del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco. Estima que se trata de un documento que aborda todos los temas relevantes a la problemática del tabaco y, como tal, lo considera un excelente documento de referencia para que cada país que lo suscriba pueda establecer una regulación interna, conforme a sus propias particularidades y a su entorno legal y constitucional.
Al término del examen del convenio, las comisiones unidas concluyeron que este instrumento internacional es armónico con la política sanitaria proyectada por el Ministerio de Salud para el decenio 2000-2010; con las disposiciones constitucionales y legales relativas a los derechos fundamentales que las personas tienen a la salud y a vivir en un ambiente libre de contaminación, y con la participación de Chile en la Organización Mundial de la Salud. De manera que las comisiones unidas comparten la decisión del Presidente de la República en cuanto a la necesidad de que el Estado de Chile se haga partícipe del esfuerzo mundial para enfrentar coordinada, integral e internacionalmente el problema del tabaco.
Por lo tanto, la unanimidad de los diputados participantes decidió recomendar a la honorable Cámara que preste su aprobación al artículo único del proyecto de acuerdo, con modificaciones formales que tienen por objeto citar el convenio según el título con que lo aprueba la Asamblea Mundial de la Salud.
He dicho.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
En discusión el proyecto de acuerdo.
El señor ACCORSI.-
Señor Presidente, solicito que recabe el acuerdo de los señores diputados para que pueda ingresar a la Sala el subsecretario de Salud.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
¿Habría acuerdo?
No hay acuerdo.
Tiene la palabra el diputado señor Fulvio Rossi .
El señor ROSSI.-
Señor Presidente, sería muy bueno que pudiese ingresar a la Sala el subsecretario de Salud, pero, en fin, no hay mucho fair play.
Al igual que muchos diputados con quienes hemos trabajado durante mucho tiempo, estoy muy contento por lograr que este convenio marco no sólo sea aprobado, sino que también el tema pase a ser debatido por la opinión pública y forme parte de la agenda pública.
La adicción al tabaco porque hay que hablar de adicción y no de hábito produce dependencia física y psíquica, por lo que es muy difícil para los fumadores dejar el tabaco.
El tabaco se ha transformado en un hábito socialmente aceptado. De hecho, los padres asumen prácticamente con normalidad que sus hijos consuman tabaco o que se fume en espacios públicos e incluso en hospitales. ¡Para que decir en el Congreso Nacional!
Esa actitud es errada, porque si la sociedad no toma conciencia de que está frente a un grave problema de salud pública, con serias implicancias para nuestra sociedad, debido a sus costos humanos y económicos, es imposible avanzar en resolverlo. Si la sociedad civil no evidencia el problema, no se avanza en su solución.
Estamos en un buen pie para comenzar a derrotar este flagelo que castiga fundamentalmente a los países subdesarrollados, en desarrollo o como se les quiera llamar.
Mientras países desarrollados como Francia, Alemania e Italia que hoy está aumentando fuertemente las sanciones a quienes consumen tabaco en espacios públicos, disminuyen los niveles de consumo en mujeres y niños, en países como el nuestro, lamentablemente, ocurre todo lo contrario.
Los países desarrollados tomaron conciencia de la gravedad del problema y diseñaron estrategias y políticas públicas destinadas a erradicar esta adicción. Por eso, las grandes tabacaleras han puesto sus ojos en países como el nuestro, que constituyen verdaderos paraísos para sus actividades, pues en esto no existe ningún tipo de regulación.
Queda claro que uno de los objetivos centrales de la industria tabacalera es que cada vez más personas se transformen en adictos, en especial en países como el nuestro, donde las políticas públicas llegan tarde. En la materia, la actuación del Ministerio de Salud ha sido lenta. Se necesitan respuestas más rápidas para las consecuencias devastadoras de la adicción tabáquica.
Hay que recalcar lo señalado por la diputada Isabel Allende en cuanto a que la principal causa de muerte evitable en Chile y en el mundo es el consumo de tabaco. Hay muchas enfermedades que no las podemos impedir y sólo tenemos que conformarnos con un diagnóstico temprano y una terapia o tratamiento moderno. Sin embargo, con el tabaquismo ocurre todo lo contrario, ya que es un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cánceres, las que son absoluta y totalmente evitables. Las personas se inician en este vicio de manera voluntaria, pero prosiguen en él de manera involuntaria, ya que como dije anteriormente, el consumo de tabaco es una adicción, lo que es importante tener en cuenta y no me canso de repetirlo.
También es importante señalar que en Chile en el último año fallecieron 15 mil personas como consecuencia directa del consumo de tabaco. El tabaco mata y enferma a más personas que todas las drogas ilícitas que existen en Chile y provoca más muertes que las registradas en accidentes o por otras enfermedades. Por eso, no se entiende por qué no hemos actuado con más prontitud, eficiencia y eficacia para derrotar este flagelo.
Lamentablemente, según una encuesta publicada hace poco tiempo en el diario “La Segunda”, el 67 por ciento de los jóvenes de 14 ó 15 años que cursan segundo año medio consumen tabaco. Ya en octavo año básico un 37 por ciento consume tabaco a diario. El 11 por ciento de la mortalidad neonatal se debe a la adicción tabáquica de la madre durante el embarazo. Según un estudio preliminar de la Universidad de Chile, son cuantiosos los costos en que debe incurrir el Estado para atender a los enfermos por el consumo de tabaco. Anualmente gasta mil millones de dólares sólo en el tratamiento de los afectados por enfermedad coronaria, por enfermedad pulmonar obstructiva crónica o por cáncer causado por el tabaco. Por eso, cuando las tabacaleras y algunas personas que analizan este problema con una mirada economicista nos dicen que la recaudación fiscal por concepto de impuesto al tabaco es de setecientos millones de dólares, yo les digo que hay que tener cuidado, porque se gastan mil millones de dólares sólo en tratar tres enfermedades derivadas del consumo de tabaco. Si a eso le sumamos las quince mil personas que mueren anualmente por esa causa, indudablemente la alternativa que nos queda es tomar todas aquellas decisiones y medidas que en otros países han demostrado ser eficientes para controlar este fatídico mal.
¿Cómo resolvemos el problema?
No es necesario descubrir la pólvora o tener inventos nuevos. Sabemos claramente qué se debe hacer para controlar esta adicción, pero se requiere voluntad política para derrotar a los lobbystas contratados por las empresa tabacaleras para ejercer su influencia deshonesta e inmoral, porque no se puede calificar de otra forma la actividad que desarrollan algunas personas para que niños y niñas de nuestro país caigan en esta adicción y tengamos que lamentar las enfermedades, el ausentismo laboral, la muerte de miles de chilenas y chilenos y otras desgracias. Por ello ha costado tanto sacar adelante este convenio marco. Recordemos que nuestro país lo suscribió hace más de un año y recién hace un mes ingresó a la Cámara de Diputados, donde fue analizado por las comisiones unidas de Salud y Relaciones Exteriores.
No nos convencen los argumentos de la industria tabacalera. En las comisiones unidas recibimos al señor Michael Hardy , quien pensó que era posible que creyéramos que ellos están muy interesados en que menos gente fume. ¡Qué raro! Siempre he pensado que si uno fabrica chocolate o pizza, quiere vender más, no menos, porque la venta es la base de las utilidades en los negocios. Nos quiso hacer creer que están muy preocupados de los menores de edad que fuman y que incluso están haciendo esfuerzos para que cada vez menos jóvenes se inicien en este hábito.
Me pregunto ¿quién puede creer eso?, si todos sabemos, porque todos los estudios científicos así lo demuestran, que la adicción al tabaco comienza antes de los dieciocho años. Es muy raro que las personas empiecen a fumar después de los dieciocho años. Es inusual.
Por tanto, es claro que toda las políticas, que toda la publicidad, que todos los esfuerzos para que la gente se inicie en esta adicción están dirigidos fundamentalmente al grupo etario juvenil y a los niños. A ellos debemos protegerlos, porque ahí está el negocio de las tabacaleras.
No es aceptable tampoco que el Ministerio de Hacienda anteponga criterios economicistas a la protección de la salud pública de la población. No estamos para cuidar el bolsillo de las tabacaleras. Estamos por preservar la salud pública y proteger la vida humana. Para eso estamos legislando, y por eso debemos votar a favor de la aprobación del convenio marco y adecuar nuestra legislación.
Como señala su nombre, el convenio es un marco legislativo; nos entrega sugerencias que, por ser vinculante, deberemos incorporar a nuestra legislación. Por tanto, deberemos adecuar nuestra legislación al convenio. De lo contrario no tendrá ningún sentido aprobarlo, porque no vamos a lograr los objetivos sanitarios que nos hemos propuesto para 2010.
Voy a expresar algunas de las medidas que debemos adoptar ahora, ya, y no como dijeron algunos: “Hay que hacer esto con calma, de manera paulatina.” No podemos seguir aceptando que chilenas y chilenos mueran por una causa absolutamente evitable.
Lo primero que hay que hacer es aumentar los impuestos. Está absolutamente demostrado que si se aumenta en un 10 por ciento el valor de una cajetilla de cigarrillos, el consumo va a disminuir en un 8 por ciento. Eso ya se comprobó; hay que aplicarlo con urgencia.
Es falso el planteamiento de las tabacaleras en cuanto a que si no aceptamos sus reglas del juego, porque es el comercio formal, se va a evidenciar un aumento del contrabando. Recuerdo a esas empresas que el contrabando es un ilícito penado en Chile, por lo que, su planteamiento es falso. En Chile, según la OPS, sólo el 4 por ciento del consumo de tabaco proviene del contrabando. No vamos a aceptar caer en ese juego.
La sola medida de aumentar el valor de las cajetillas de cigarrillos tiene muchísimo mayor efecto en los niños, quienes, fundamentalmente, son la razón de nuestras preocupaciones y desvelos.
La segunda medida que tampoco quieren las tabacaleras, porque les gustaba mucho el convenio marco, pero cuando lo aterrizamos, entonces comenzaron las objeciones se relaciona con la información. Las tabacaleras no quieren informar a la gente, porque creen que todos son informados. Piensan que toda la gente sabe que el tabaco produce impotencia.
¿Qué pasaría en Chile si en las cajetillas de cigarros apareciera como ocurre en Brasil la imagen de un niño recién nacido, por ejemplo, con bajo peso al nacer o nacido luego de un desprendimiento prematuro de placenta o con retardo del crecimiento intrauterino o con cualquier otra de las tantas patologías producidas por el tabaco? Indudablemente, esa información golpea y puede ayudar a que las personas tomen sus decisiones informadamente, con mayor conciencia.
Por eso las tabacaleras se oponen a que un 50 ó 70 por ciento de la superficie frontal de las cajetillas contenga esa información relevante para el consumidor. Ellas dicen no, que todos saben. Las tabacaleras, lamentablemente, en connivencia con la Contraloría, señalan que no se puede decir que el tabaco produce cáncer, pero “puede” producirlo. Los invito a que vayan al Hospital del Tórax a ver cuántos enfermos de cáncer pulmonar, producto del tabaco, son atendidos en ese minuto, o cuántos mayores de 60 años requieren de oxígeno a diario para paliar el enfisema causado por el consumo de tabaco. Para qué hablar de la bronquiectasia, de la enfermedad coronaria o del cáncer de esófago, de vejiga, etcétera. Entonces, seamos claros y no caigamos en este falso debate.
La tercera medida que debe adoptarse es la prohibición absoluta de publicidad, como lo han hecho muchos países. Resulta inmoral e injustificable que un Estado acepte que se haga apología a una droga que produce tanto daño, además, con publicidad engañosa. ¿Qué nos dice Belmont? Que al joven que fuma le va mejor con las chicas, y viceversa; que tienen mayor autoestima.
Hoy no encontraron nada mejor que hacer propaganda en los paraderos de micros. Dijeron que estaban preocupados, por lo que no hacían publicidad en la televisión. Se dieron cuenta de que era más eficaz en los paraderos de micros. Ahí van nuestros niños y jóvenes a tomar la micro. ¿Y qué es lo que ven? “Tabaco, el sabor que nos une.” Publicidad engañosa, falsa.
Hoy tenemos que decir a las tabacaleras que no queremos que Chile siga siendo un paraíso para ellas, que estamos preocupados de la salud de la gente, particularmente de nuestros hijos.
La cuarta medida es prohibir la venta a menores. ¿Saben lo que está ocurriendo hoy? El estudio de la OPS indica que el 10 por ciento de los niños de 14 años los entrevistados dicen que recibieron el tabaco regalado en una promoción de la industria tabacalera o de la empresa Chile Tabacos. Eso dicen nuestros jóvenes. ¿Les creemos a ellos o a las tabacaleras que hoy señalan, como parte de su publicidad engañosa, que no van a regalar más tabaco a los jóvenes, que se van a preocupar de fiscalizar y que la publicidad no irá enfocada a ellos? ¡Mentira! Si sabemos, y lo reitero, que el hábito tabáquico se adquiere antes de los 18 años.
¿Quién puede creer que un empresario va a trabajar para que a su negocio le vaya mal? Entonces, como ellos están preocupados de que al negocio le vaya bien y que más gente muera en Chile, nosotros tenemos que defender los derechos de esas personas. Ésos son los desafíos.
Además, hay que controlar la oferta. Tenemos que sancionar con más dureza el contrabando y la falsificación.
Hoy, muchas veces, se burla la fiscalización y/o aplicación de las sanciones drásticas establecidas en la ley de Propiedad Intelectual. Cuando se verifica que una cajetilla está falsificada, como en la original no dice “marca registrada” (mr), no se puede sancionar porque según esa ley no hay delito.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
Ha terminado los 15 minutos de su primer discurso, señor diputado. Puede continuar, por 5 minutos, en el tiempo de su segundo discurso.
El señor ROSSI.-
Debemos hacer serios esfuerzos. Siento que tenemos en nuestras manos la posibilidad de disminuir esta mortal adicción a través de herramientas que han demostrado ser eficaces en el mundo. Espero que el Ministerio de Salud adopte medidas al respecto. Incluso, existen algunas tan simples como la consejería breve, que consiste en dedicarle al paciente en la consulta uno o dos minutos para preguntarle si fuma o no, o reforzar el hábito de no fumar y, de alguna manera, ayudarlo en el difícil camino de tener que dejarlo, porque es muy difícil.
Espero que éste sea el inicio de un proceso que culmine exitosamente con la aplicación de drásticas medidas antitabaco. Debemos adecuar nuestra legislación pensando en la salud pública, desterrando para siempre el lobby que se puede hacer en este sentido. Asimismo, nuestro análisis debe tener en vista no las consecuencias económicas, sino la calidad de vida de las personas.
He dicho.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado señor Riveros , en el tiempo de su primer discurso.
El señor RIVEROS.-
Señor Presidente, la bancada democratacristiana votará favorablemente fundada en algunos aspectos que, a mi juicio, son importantes de destacar.
En primer lugar, es preciso señalar que estamos tratando de establecer una adecuada regulación frente a una adicción que afecta la salud. Ése es un hecho categórico. El hábito de fumar produce daño a la salud. Ésa es la consideración central por la cual se establecen algunas restricciones y claras regulaciones.
La acción de fumar no sólo afecta a quienes lo hacen los fumadores activos, sino también a quienes en un momento determinado están en ese entorno los fumadores pasivos. Eso se puede advertir en muchos lugares, públicos como privados. En todas las reuniones en que uno participa siempre hay quien fuma, y ya dijimos que este hábito no sólo produce efectos respecto del fumador, sino también de quienes lo rodean. Esto nos debería preocupar.
Existen disposiciones para restringir el consumo de cigarrillo en lugares públicos. Incluso, en la Cámara se discutió si este hemiciclo o las salas de las comisiones se consideraban lugares públicos para establecer restricciones en ese sentido. Finalmente, se determinó que eran lugares públicos, y se prohibió fumar en su interior. Ello se adoptó básicamente por respeto a quienes no tienen el hábito de fumar, pero de igual forma quedan expuestos a los efectos producidos por humo de cigarrillos.
Por ello, tiene importancia el convenio marco que hoy discutimos. Pongo énfasis en que se trata de un convenio marco, por lo que, requiere ser implementado en el ámbito internacional. Seguramente se producirán nuevos acuerdos, muchos de los cuales podrían ser vinculantes para el Estado chileno por la vía simplificada, en la medida en que no contemplen normas propias de ley, que obligarían a pronunciarse al Congreso Nacional. Sin embargo, en la medida en que sean acuerdos simplificados, por tener la naturaleza jurídica de tratado marco, nuestro Estado podría vincularse por la vía exclusiva del acuerdo entre los Estados.
Otro aspecto que debemos tener presente es que el acuerdo marco también establece la obligatoriedad de adecuar nuestra legislación a los parámetros y a las normas fijadas por el convenio.
Sólo con el objeto de precisar algunas cuestiones importantes que reflejan la magnitud del convenio, y tal como lo deja establecido el informe, debo señalar que éste es el primer tratado sobre salud pública, aspecto que le confiere una relevancia especial.
En segundo lugar, quiero dejar de manifiesto el papel relevante que ha jugado la Organización Mundial de la Salud en la materia.
Muchas veces, se critica a las organizaciones internacionales y se cuestiona su papel y la forma en que funcionan. Sin embargo, cuando uno observa normas de esta naturaleza se da cuenta de que en muchos casos el derecho internacional va más rápido que lo que los Estados logran realizar en el ámbito de su legislación interna, aspecto que también es conveniente consignar.
En tercer lugar, cabe tener presente que los ciento noventa y dos estados miembros de la Organización Mundial de la Salud que concurrieron a su quincuagésima sexta asamblea mundial aprobaron el convenio por unanimidad. Como se señala en el informe, al 7 de enero de 2005, el acuerdo había sido firmado por ciento sesenta y ocho estados miembros de la OMS, cuarenta y nueve de los cuales lo han ratificado. Esperamos que en fecha próxima nuestro Estado también esté en condiciones de hacerlo. En virtud de lo que establece el número 1º del artículo 50 de la Constitución Política, el Congreso Nacional debe aprobarlo lo que esperamos que ocurra pronto antes de que el Presidente de la República proceda a su ratificación.
En consecuencia, la bancada de la Democracia Cristiana aprobará este convenio, tal como lo hicieron sus integrantes en las comisiones unidas de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana y de Salud.
He dicho.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado señor Iván Moreira .
El señor MOREIRA.-
Señor Presidente, el proyecto de acuerdo aprobatorio del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco no ha estado ajeno a la discusión y a algunas complejidades. Incluso, dentro de la propia Concertación se ha acusado a las autoridades de Gobierno y del Ministerio de Salud de demorar su tramitación. De hecho, los propios parlamentarios de la Concertación, en un tono bastante amenazante, anunciaron hace algún tiempo la presentación de una acusación constitucional en contra del ministro de Salud, por cuanto existía una demora inapropiada en el envío de este convenio para su aprobación o rechazo por parte del Congreso Nacional. Sin embargo, quiero precisar, fuerte y claro, que los diputados de la UDI vamos a votar favorablemente el proyecto, tal como lo hicimos en la Comisión, donde lo fue por unanimidad.
Aquí se han hecho acusaciones veladas y directas. De alguna manera se acusa a las autoridades de Gobierno por la demora en enviar este convenio a tramitación. Por otra parte, se ha hablado mucho de la importancia del lobby. De las palabras del diputado Rossi se deduce que finalmente el Gobierno de la Concertación ganó el lobby, porque demoró la discusión del proyecto de acuerdo.
Dada la importancia del convenio y sus implicancias en la salud de la población mundial, en especial de nuestro país, su discusión debe quedar consignada en la historia fidedigna del establecimiento de la ley, sobre todo, porque algunas materias tocan aspectos jurídicos y hasta constitucionales. Sin embargo, cualquier aprensión de este tipo no debe ser un impedimento para votar a favor, porque el proyecto de acuerdo reviste una enorme importancia para la salud de nuestro país.
El convenio marco dispone que cada Estado parte, teniendo en cuenta sus objetivos nacionales de salud en lo referente al control del tabaco, aplicará políticas tributarias y de precios que contribuyan a reducir el consumo de tabaco, y a prohibir o restringir su venta y/o importación libre de impuestos y derechos de aduana.
Si bien esta norma no contiene vicios de inconstitucionalidad, es necesario preguntarse sobre la utilidad de la misma.
Uno de los objetivos centrales del proyecto de acuerdo es disminuir el consumo del tabaco, y para eso se plantea la posibilidad de aumentar los impuestos. Esta medida, a la que, se ha recurrido en múltiples ocasiones, ha resultado completamente ineficaz, como ha quedado demostrado con el curso del tiempo. El aumento del impuesto al tabaco no desincentiva su consumo, pero sí aumenta el comercio ilegal y el contrabando.
El convenio marco establece, además, la prohibición total de toda forma de publicidad, promoción y patrocinio del tabaco, ello de acuerdo con las normas constitucionales del país parte. La redacción de esta norma es ambigua, y su aprobación puede implicar futuras presiones para modificar nuestra Carta Fundamental, ya que esta prohibición vulnera por lo menos cuatro garantías constitucionales: la libertad de expresión, el derecho a desarrollar cualquier actividad económica que no sea contraria a la moral, a las buenas costumbres y al orden público, con respeto a las normas legales; la no discriminación arbitraria en el trato que debe dar el Estado y sus organismos en materia económica, y el derecho de propiedad sobre las marcas registradas. Este punto claramente no es menor.
En otras ocasiones hemos visto que como consecuencia de la aprobación de convenios que contienen normas que no concuerdan con nuestro texto constitucional se ha argumentado que para cumplir los compromisos internacionales asumidos por nuestro país es necesario modificar la Constitución Política. De allí que es necesario que quede constancia de que, de aprobarse el convenio, en ningún caso ello implicará una posterior revisión del texto constitucional, constancia que también debería figurar en las actas de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia.
El convenio marco establece la obligación de dictar normas que prohíban que en las etiquetas y empaques de tabaco se usen expresiones tales como “con bajo contenido de alquitrán”, “ligeros”, “ultraligeros” o “suaves”, por considerar que tienen el efecto directo o indirecto de crear la falsa impresión de que un determinado producto de tabaco es menos nocivo que otros. Esta disposición merece serias dudas de constitucionalidad, ya que muchas de las expresiones que utilizan las tabacaleras constituyen parte de su patrimonio industrial. El inciso tercero del número 25 del artículo 19 de la Constitución Política establece: “Se garantiza, también, la propiedad industrial sobre las patentes de invención, marcas comerciales, modelos, procesos tecnológicos u otras creaciones análogas por el tiempo que establezca la ley.”
En consecuencia, si las expresiones light, ultra light, etcétera, están incorporadas a las marcas, no queda más que concluir que la disposición en cuestión podría ser claramente inconstitucional.
El convenio marco establece que las partes pueden considerar la adopción de medidas legislativas o la promoción de leyes vigentes cuando sea necesario, para ocuparse de la responsabilidad penal y civil, inclusive la compensación, cuando proceda. La verdad es que esta norma merece un comentario individual y especial, por cuanto puede tener alcances insospechados. De la redacción de la misma se desprende que una vez que entre el vigencia el acuerdo internacional el legislador chileno podría dictar normas que, incluso, tengan por objetivo tipificar el cuasi delito de homicidio por consumo de cigarros. En tal evento, se estaría vulnerando una serie de principios básicos consagrados en la Constitución. La oración “consideran la adopción de medidas legislativas” es sumamente ambigua; o se trata de una norma imperativa o de una mera recomendación. Una aclaración sobre los alcances del artículo 19 es absolutamente indispensable, a fin de votar adecuadamente el proyecto de acuerdo sometido a discusión.
Por último, antes de entrar en la segunda parte de mi discurso, debo decir que, si bien todos estamos de acuerdo en que es necesario que aprobemos y apoyemos políticas públicas tendientes a reducir el consumo del tabaco en nuestro país, no podemos aprobar cualquier cosa, y es precisamente por eso que he hecho estas consideraciones ya expresadas, que dicen relación con aspectos jurídicos y constitucionales que el día de mañana, en otros acuerdos internacionales, pueden tener insospechadas repercusiones.
Que quede claro que ésta es una materia constitucional que debe ser revisada, que no puede dejarse pasar y que debe quedar establecida en la ley.
El tema de fondo que nos congrega, indudablemente, se refiere a las repercusiones que tiene el consumo de tabaco en Chile. Se ha dicho claramente y el informe así lo establece que los más de cinco millones de chilenos consumidores de tabaco fuman, en promedio, alrededor de siete cigarrillos diarios. Hace 15 años, el consumo no era de más de tres o cuatro cigarrillos diarios, pero no voy a responsabilizar al gobierno de turno por no haber adoptado políticas públicas para erradicar el consumo masivo de cigarrillos.
Yo no fumo ni bebo, y no tengo ningún prejuicio respecto de los que fuman y beben, pero sí tengo claro que los que lo hacen en exceso, están deteriorando su salud, y nuestra obligación como legisladores es resguardar el bien común, y la salud, como bien común, es responsabilidad de todos los chilenos.
Por eso, en forma responsable, apoyamos este convenio internacional. Pero, si bien es cierto que existen y deben existir políticas públicas para evitar el consumo de tabacos, también hay que buscar medidas legislativas y políticas públicas de salud para tratar que los 5 millones de fumadores en Chile puedan reducir su consumo.
Pero lo más importante son las generaciones jóvenes, aquellos que todavía no fuman, que están en riesgo de fumar y que suman varios millones de chilenos, especialmente jóvenes. Por eso, las políticas de salud tienen que orientarse a prevenir el consumo masivo de tabaco.
Me preocupa que, a veces, respecto del consumo de tabaco exista un doble estándar. Pero, ¿qué pasa con el alcohol? Todos concluimos que en materia de salud el cigarrillo mata pero, ¿acaso el alcohol no hace lo mismo?
El nuevo convenio internacional y las leyes que tendrán que complementarlo deberán establecer la prohibición de hacer publicidad del tabaco, cosa que, afortunadamente, las empresas tabaqueras no hacen en la televisión, pero sí en algunos espacios públicos.
Me parece bien que haya prohibición para el tabaco, pero no la hay para el alcohol. Incluso, hoy se fomenta el consumo de alcohol en un famoso programa de televisión que se llama “Guerra de bares”. Ahí no hay discusión ni impedimento alguno.
Creo que el problema del tabaco y del alcohol tenemos que medirlo con la misma vara, especialmente por las generaciones jóvenes.
Por eso, a partir de la aprobación de este proyecto de acuerdo marco, debe iniciarse en Chile un proceso rápido no lento como dijo el diputado señor Rossi , que me antecedió en el uso de la palabra, debe dictarse un conjunto de leyes que permitan regular el consumo de tabaco en nuestro país.
Lo que sí tengo claro es que nuestra lucha tiene que ser contra el consumo de tabaco, pero también contra el consumo excesivo de alcohol. Asimismo, entiendo que hoy no podemos colocar en el paredón y fusilar a las empresas de tabaco por el consumo excesivo que existe en el mundo, porque son empresas lícitas que llevan más de cien años en el rubro. Tendríamos que responsabilizar a todos los gobiernos del mundo por todas estas empresas que, nos guste o no nos guste, son lícitas.
El mensaje está muy claro en este proyecto de acuerdo marco. Entonces, manos a la obra, trabajemos para que aquellos que fuman dejen de hacerlo, pero también trabajemos con el Ministerio de Salud por incorporar políticas públicas que prevengan, en este caso, el consumo de tabaco y, por qué no decirlo del alcohol, especialmente por la juventud, porque no hay duda de que el alcohol y el tabaco matan a la humanidad.
He dicho.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).
Tiene la palabra el diputado señor Accorsi .
El señor ACCORSI.-
Señor Presidente, realmente, creo que hoy estamos viviendo un momento histórico para la salud pública de nuestro país.
Quiero compartir con ustedes un documento que tengo en mi poder: “Compromiso de la acción para controlar la epidemia del tabaco en Chile”, de mayo de 1997. En esa época ya decíamos que hacía más de 30 años que había abundante evidencia científica acumulada que permitía afirmar que el tabaquismo era una adicción, que produce graves daños tanto a fumadores: tabaquismo activo, como a los no fumadores expuestos al humo del tabaco ambiental: tabaquismo pasivo. Toda esta evidencia científica ha llevado a numerosos países a tomar progresivamente medidas para controlar el problema.
En 1997 se decía que en Chile fumaba alrededor del 40 por ciento de la población y que fallecían alrededor de 9 mil personas. ¡Qué fracaso más grande hemos tenido en materia de prevención, si consideramos que la cifra actual es de 15 mil año! Es, lejos, la primera causa de muerte completamente prevenible.
Pero el humo del tabaco también daña a los que no fuman es lo que se denomina tabaquismo pasivo, afectando principalmente a niños y adultos mayores, que sufren los mayores problemas. Los niños que viven con padres fumadores tienen mayor riesgo de sufrir bronquitis, bronconeumonia, síndrome de muerte súbita infantil, otitis y alergias.
Otro tema muy importante tiene que ver con la mujer embarazada. Fíjense ustedes que más del 14 por ciento de los partos prematuros se dan en mujeres que fuman, y el problema de los niños prematuros es que se están quedando sin igualdad de oportunidades, porque está plenamente comprobado el grave daño neurológico que sufren, el cual es ocasionado por madres fumadoras.
Algunos de los efectos inmediatos que sufre el fumador pasivo son: irritación de la conjuntiva ocular y mucosa de la nariz, oído y garganta, menor oxigenación sanguínea y menor rendimiento físico. Todo esto está comprobado científicamente, y es conveniente dar una sola cifra: el tabaco matará a casi cinco millones de personas en el mundo en los próximos doce meses.
Si bien hasta ahora la nicotina ha sido la culpable de todos los males provocados por el tabaco, actualmente hay otra droga llamada nornicotina, compuesto químico de los cigarrillos, que está en el ojo del huracán. Se trata de una sustancia que, además de ser el componente adictivo del tabaco, los autores del Instituto Norteamericano de Investigación señalan que este alcaloide del tabaco es culpable de enfermedades tales como el cáncer, el alzheimer. Incluso, aseguran que puede acelerar el envejecimiento del cuerpo humano. O sea, estamos frente a otro problema que recién está apareciendo y que está comprobado científicamente. Asimismo, es fácil entender que esta sustancia adictiva se adhiere a la superficie de las proteínas, modificándolas y dañando su habilidad para desarrollar sus funciones. Las proteínas modificadas interactúan con otros componentes químicos para producir elementos compuestos relacionados con las enfermedades anteriormente descritas.
Hay una alteración genética producida por el tabaco, llamados genes Ras, que es una familia de tres genes, cuya función consiste en controlar el crecimiento de las células durante su desarrollo. Las mutaciones de cualquiera de ellos pueden conducir a la aparición del cáncer. Éste es el mecanismo mediante el cual el tabaco aparece como una de las principales causas de cáncer a nivel mundial.
La Asociación Médica Mundial estima que durante el siglo XXI morirán mil millones de personas debido a enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco, y las organizaciones que representan a más de diez millones de médicos en el mundo se han reunido para hacer un llamado a los gobiernos, a fin de que adopten medidas que disminuyan el consumo de tabaco.
La cifra que dio el diputado Rossi de mil millones de dólares al año, según los informes que tenemos, agregando las otras patologías que estamos poniendo sobre la mesa, como el parto prematuro, las dolencias que padecen los fumadores pasivos y otras enfermedades atribuibles al tabaco, nos hacen ver que este vicio, esta adicción le cuesta al Estado más de 1.500 millones de dólares al año.
A ello podemos agregar lo señalado por el diputado señor Moreira en relación con el consumo de alcohol. Su costo para el Estado es de 3 mil millones de dólares al año.
En suma, estamos hablando de la no despreciable suma de 4.500 millones de dólares que el Estado gasta al año en la salud de las personas que padecen una u otra adicción.
Ésta es una materia relevante y deberíamos empezar a preocuparnos de lograr, mediante medidas preventivas, la disminución de esos gastos.
En muchas ocasiones hemos abordado iniciativas para que no se venda alcohol a menores. Chile es, por decir lo menos, el país que, en el rango que va entre los 12 y 18 años, tiene más consumo de alcohol. En mi condición de médico, he trabajado por más de 25 años en servicios de urgencia infantil, en los cuales se atiende a menores de hasta 15 años. A dichos establecimientos llegan niños, pero sobre todo niñitas, en coma etílico.
A lo expresado debemos agregar que ésas son las dos principales drogas que allanan el camino a otras más duras. Así, mientras el tabaco es en un 20 por ciento el responsable del consumo de marihuana, pasta base y cocaína, el alcohol lo es en un 80 por ciento.
Tenemos la obligación de aprobar el proyecto de acuerdo. Asimismo, es muy importante que la ciudadanía chilena tenga acceso, por ejemplo, a información como la que aparece en las cajetillas en otros países, en la que se hace ver el daño que produce el tabaco sobre la salud.
Las cifras son muy importantes para que la gente entienda. Así, 45 chilenos mueren al día por causa del tabaco, es decir, más o menos dos personas por hora. O sea, al término de esta sesión habrán fallecido cuatro personas más en Chile por dicha causa.
Creo que ha llegado el momento de legislar sobre la materia. No sacamos nada con aprobar el proyecto de acuerdo si las iniciativas legales que lo regularán no son enviadas a tramitación al Congreso Nacional.
En consecuencia, solicito que, tal como ocurrió tiempo atrás con otro proyecto de acuerdo, éste sea aprobado por unanimidad, porque eso impulsará al Ejecutivo a enviar las iniciativas legales correspondientes, las cuales no pueden ser calificadas con simple urgencia, sino con una que permita, antes de finalizar este período legislativo o antes de terminar 2005, contar con una legislación, con una regulación clara y precisa para enfrentar la tremenda pandemia del tabaquismo.
Creo que ésta es una gran oportunidad y no podemos dejarla pasar.
Se debe volver a insistir en que el tabaquismo es una adicción, una enfermedad, y en que el consumo del tabaco produce cáncer, lo cual está absolutamente demostrado.
El PPD votará favorablemente el proyecto de acuerdo, y espera el envío de las iniciativas de ley que permitan enfrentar la pandemia del tabaquismo en Chile.
He dicho.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado señor Bayo .
El señor BAYO.-
Señor Presidente, lo que se ha dicho en la Sala evita tener que repetir cifras y conceptos ya enunciados.
En primer lugar, felicito a la diputada informante, honorable señora Isabel Allende , porque en su exposición interpretó el espíritu que se vivió en la Comisión. Me extraña que su intervención discrepe de la de otro diputado de la misma Comisión, al poner el acento en algunos puntos, que son reales, pero que, por la característica del énfasis, distorsionan intencionalmente algunos hechos o los orientan en determinada dirección.
No se debe demonizar la participación de la industria tabacalera, más aún cuando la diputada informante había dejado expresa constancia de la predisposición positiva de esta industria y de las acciones orientadas, precisamente, a prevenir el consumo, aunque no para que los adultos que hoy fuman dejen de hacerlo, porque es imposible y en esta Sala somos testigos de ello. Sólo con la gente que hoy fuma, la industria tabacalera tiene clientes cautivos por veinte, treinta, cuarenta y hasta cincuenta años. Ahí está su negocio.
Los miembros de la Comisión fuimos testigos de la predisposición positiva de las empresas tabacaleras incluso, algunos las felicitamos para enfrentar este verdadero flagelo de la humanidad que significa el uso del tabaco. Cuando se tiene esa voluntad, no es conveniente maximizar los defectos y minimizar las cualidades. Tampoco puedo dejar pasar el hecho de que exista una especie de connivencia tendiente a ayudarlas.
A pesar de lo que han manifestado algunos colegas, no es cierto que el tabaco produzca cáncer. ¡Eso no es verdad! Sí es efectivo que el tabaco puede producir cáncer, pero ello dependerá de las condiciones genéticas previas. Si una familia no tiene el gen del cáncer, por mucho que fumen algunos de sus miembros, nunca padecerán la enfermedad. Pero si contienen ese gen, con absoluta seguridad los que fumen sufrirán esa afección.
De manera que es adecuada la posición del Ministerio de Salud, refrendada por la Contraloría, de cuestionar aquel aviso que señala que el tabaco produce cáncer. El uso del lenguaje es muy importante para precisar los hechos. Tal como lo manifestó ayer el Presidente de la Cámara de Diputados, no sólo interesa la forma, sino también el buen uso del lenguaje, lo que evitaría grandes problemas. Estoy seguro de que hasta los abogados tendrían menos problemas gracias al buen uso del lenguaje, lo cual estamos comprobando hoy en la Sala.
El tema no sólo depende de la voluntad política aunque, obviamente, ésta es muy importante, como también lo es que se orienten las políticas de salud hacia las acciones preventivas, sino que, si entendemos que el objeto de nuestras acciones es la juventud y los niños de hoy y del futuro inmediato, lo fundamental es la educación. Nuestro norte no sólo debe consistir en demandar políticas públicas del Ministerio de Salud en relación con el tabaco, sino que también debemos pedir al Ministerio de Educación que en su sector se tomen las medidas conducentes a terminar con esta epidemia que mata a millones de personas en el mundo tal como se ha afirmado y que en Chile significan más de 1.500 millones de pesos de gasto al Estado.
Anuncio el voto favorable al proyecto de acuerdo de los diputados del partido Renovación Nacional, con las prevenciones que ha evidenciado el diputado Moreira que no son menores, en el sentido de que la aprobación de este convenio marco mañana no signifique, en su implementación, vulnerar disposiciones de la Carta Fundamental. Es necesario que el Presidente de la República dé expresas garantías respecto de los puntos señalados.
Insisto en que este tema es materia de educación, educación y educación.
He dicho.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado Alberto Robles .
El señor ROBLES.-
Señor Presidente, en 1995 el entonces ministro de Salud, señor Carlos Massad , envió al Congreso un proyecto de ley que regulaba aspectos relacionados con el tabaco. Como buen economista, se anticipó a lo que hoy estamos haciendo, porque entendía que gran cantidad de recursos iban a gastarse en problemas relacionados con el tabaco.
Según se ha dicho, el tabaco no sólo produce cáncer, sino que una gran cantidad de problemas de salud, en especial, como decía el colega Bayo , a la gente que tiene predisposición para hacerlos suyos. Origina una serie de enfermedades graves que provocan problemas muy serios a las familias de quienes las padecen. Por ejemplo, bronquitis crónica, enfisema pulmonar, insuficiencia respiratoria y otras dificultades agudas al pulmón. Por supuesto, cáncer en algunos órganos, como la vejiga, entre otros.
No es una simple coincidencia el convenio marco de la Organización Mundial de la Salud, con el aval de la Organización de Naciones Unidas. Es porque los diferentes estados entienden que esta pandemia, que atraviesa a todos los países del mundo, produce la muerte en una gran cantidad de seres humanos, independientemente de su sexo, color, raza y creencias políticas y religiosas.
No sólo produce daño a quienes fuman, porque si fuera así, ampliando el concepto de libertad de las personas, se podría decir que aquellos que lo hacen se exponen a sabiendas del daño que provoca el tabaco. También ocasiona daños a los que no fuman, como los niños, que son inocentes, en las casas de los fumadores, y a los no fumadores cuando son expuestos a los ambientes que ellos crean.
La ley actual prohíbe que se fume en el transporte de uso público, colectivos, aulas escolares y ascensores; en los hospitales, clínicas, consultorios, postas, teatros y cines, salvo en las áreas o espacios destinados para tal efecto. Me pregunto, ¿corresponde tenerlos en algún hospital, clínica o consultorio para que las personas fumen? Me parece que debemos ser mucho más pro activos en este tema que lo que hemos sido hasta el minuto.
El convenio marco regula elementos importantes para disminuir la oferta, de manera que la demanda también disminuya. En la oferta, actuaría sobre el precio. La Compañía Chilena de Tabacos, en el seno de la Comisión, planteó que los precios, aumentados por impuestos, son un factor importante para reducir la demanda. Reconoció que las externalidades negativas del producto hacen comprensible que tenga una carga tributaria elevada. Entiende que actuar sobre el precio y los impuestos disminuye la demanda, porque el cliente va a tender a comprar menos y, por lo tanto, va a tener menos daño en el organismo.
Creo que lo más importante del este convenio marco está en los aspectos preventivos. Espero que el Ministerio de Salud, ahora que está liderado por un médico, sea mucho más pro activo de lo que ha sido hasta el minuto, porque el ministro, señor Pedro García , se ha demorado mucho en su envío al Poder Legislativo. Espero que este año veamos muy pronto la nueva reforma a la ley Nº 19.419 que regula el tabaco. Espero que los ministerios de Salud y Secretaría General de Gobierno, donde de repente se empantanan los proyectos de ley del Ejecutivo, sean eficientes en enviar una iniciativa que permita regular varias situaciones que son urgentes de resolver.
Por ejemplo, que quede expresamente prohibida en la ley la venta de cigarrillos, de tabaco, a menores de edad o el hecho de que se fume en lugares cerrados donde cohabiten fumadores y no fumadores. En los restaurantes, me molesta mucho cuando como y en la mesa del lado alguien fuma, porque yo no fumo. Es muy desagradable para quienes no fuman, estar comiendo y a la vez oliendo y respirando el humo del tabaco. Es importante que en esta Corporación demos el ejemplo, y en nuestro Reglamento prohibamos el fumar en todos aquellos lugares cerrados donde cohabitan distintas personas. Si un diputado quiere fumar en su propia oficina a puerta cerrada, que lo haga, pero no en los pasillos, en el comedor o en la cafetería.
En el aeropuerto de Oakland, en Nueva Zelanda, uno de los más importantes del mundo, ocurre una situación que me parece extraordinariamente interesante de imitar en Chile espero que en el aeropuerto de Pudahuel se practique alguna vez, cual es que allí nadie puede fumar. Ahora, si alguien desea hacerlo, debe ir a una salita especial, bastante pequeña, y es impresionante el olor nauseabundo que sale de su interior cuando se abre la puerta de ingreso. Espero que en Chile adoptemos ese tipo de políticas, porque debemos cuidar a nuestros ciudadanos.
Me parece impracticable, por ejemplo, de que en un colegio o liceo se prohíba fumar en las aulas y un profesor lo pueda hacer durante el recreo, en los patios, dando ejemplo a los jóvenes de que el cigarrillo es bueno.
Mi profesor de salud pública, el señor Medina , decía que el cigarrillo es la droga más barata y extraordinaria que existe hoy en el mundo, porque cuando usted está cansado o algo deprimido, fuma un cigarrillo y se activa; en cambio, si usted está demasiado eufórico, fuma un cigarrillo y se relaja. ¿Qué droga produce ambos efectos? Según mi profesor, el cigarrillo es una droga maravillosa, pero produce daños severos en los organismos de los individuos y, hoy, el mundo entero está tratando de regularla y de disminuir su consumo, de manera de contar con más recursos para atender otras necesidades de una sociedad en desarrollo.
No voy a entrar a hablar de los miles de millones de pesos que le significa a Chile tratar enfermedades producidas por el tabaco. Esperaría que una mínima parte de ese presupuesto lo utilizáramos en prevención de verdad, en el sentido de hacer cumplir la ley. Por ejemplo, llamo al señor ministro de Educación para que la ley se cumpla en materia educacional. La ley actual indica con claridad que en los colegios y liceos de enseñanza básica y media debe haber información y programas de estudios destinados a educar e instruir a los escolares sobre el daño que produce el cigarrillo. No sé si algún colegio o liceo cumple con esta normativa. Me parece que no.
Debemos ser mucho más proactivos en este tema. Conmino a los ministerios de Salud, de Educación y Secretaria General de Gobierno a que despachemos los proyectos de ley en forma rápida. Con el diputado Carlos Abel Jarpa y otros diputados de la Concertación y de la Oposición presentamos algunas mociones orientadas a disminuir los riesgos que el tabaco produce en la sociedad. Sin embargo, es lógico que la incorporación de recursos, a través de este acuerdo marco, facilitará al Ministerio de Salud someter esos proyectos de ley a la consideración de esta Sala.
Nuestros hijos, que hoy tienen menos de dieciocho años de edad, están expuestos cada vez más a mayores daños. Si somos capaces de instruirlos sobre los efectos negativos que provocan el tabaco, el alcohol y otras drogas en el cuerpo humano, tendremos generaciones más sanas, más felices y, en consecuencia, con mejor calidad de vida.
Señor Presidente, estoy pareado con el diputado Melero y, por lo tanto, no podré votar en esta oportunidad. No obstante, quiero hacer presente el apoyo de la bancada del Partido Radical a este convenio marco y su deseo de que sea aprobado por unanimidad.
He dicho.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
Tiene la palabra la diputada señora María Angélica Cristi .
La señora CRISTI (doña María Angélica).-
Señor Presidente, me parece altamente interesante la propuesta de apoyar el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco. Sería bueno que hubiera más convenios marco para enfrentar otras situaciones, que también constituyen graves problemas en el país, y que los diputados los adscribiéramos, de manera de agilizar su tramitación. Hay tantas iniciativas que son mucho más urgentes que los permanentes problemas políticos que debatimos en el Congreso y que nos hacen perder tiempo y descuidar los problemas de la ciudadanía.
Aquí se han dado a conocer datos puntuales, por ejemplo, que quince mil personas mueren al año por consumo de tabaco o que el 42 por ciento de los niños se inicia a los diez años de edad en su consumo, el cual se consolida a los doce años. Además, los vemos. Creo que a todos nos impresiona cuando pasamos por una plaza o por la salida de un colegio y vemos a niños fumando. Parece que salen desesperadamente a fumar. Se tiene la percepción de que los niños fuman cada vez más. No sucede lo mismo con los adultos. Al respecto, podría dar como ejemplo esta Sala del Congreso Nacional. Recuerdo que en 1990, casi todos los diputados fumaban, y en cada escritorio había un cenicero. En las comisiones se fumaba tanto que, una vez, en la Comisión de Salud, que no tenía ventilación, había que salir al pasillo para poder respirar. Incluso, los fumadores decían: “Nos estamos ahogando”. Sin embargo, hoy no se fuma en las comisiones, en la Sala ni en los pasillos. En los restoranes se fuma menos. En los edificios la gente sale a fumar a la calle, porque no le está permitido hacerlo en las oficinas. Creo que en los adultos el consumo de tabaco se ha ido controlando en forma bastante importante. Nos preocupa la nueva generación que tiene libertad para fumar en los lugares públicos, en las plazas, donde se reúne y, sin duda, fuma más que los adultos.
En esta Sala se vertieron conceptos que, aunque importantes, son equívocos. Por ejemplo, se ha propuesto aumentar fuertemente los impuestos a las tabacaleras, pero esas empresas pagan más impuestos en Chile, más del ciento por ciento. De acuerdo con el informe, la Compañía Chilena de Tabacos factura 900 millones de pesos y paga al Estado 700 millones de pesos. Entonces, si le subimos los impuestos va a tener una facturación negativa. No sé en qué más se le puede cargar la mano a las tabacaleras.
Además, está el contrabando. Todos sabemos que los niños, los menores y las personas de menos recursos tienen acceso al contrabando de cigarrillos y que éste representa el cincuenta por ciento de las ventas de tabaco en Chile. O sea, le cargamos la mano a las tabacaleras, pero ¿quién controla ese contrabando?
Como dijo el doctor Bayo , debemos apuntar a la prevención. No entiendo que, después que se ha reconocido que la calidad de la educación del país es bastante deficiente, no exista una asignatura que promueva conductas y hábitos en pro de la salud; que a través de ella no solamente se prevenga el consumo excesivo de alcohol, sino también el de drogas, de tabaco, de sustancias aditivas y se imparta educación sexual. En fin, existen tantas materias que tienen que ver con el fomento del deporte y la vida sana. La gente que práctica deportes, normalmente, tiene asumido el concepto de vida sana: no consumir alcohol, tabaco ni drogas. El concepto de vida sana está internalizado en su vida. La ley de alcoholes que aprobamos establece una asignatura de vida saludable, porque no se puede pretender que haya un curso de prevención de tabaco, otro de prevención de drogas y otro de educación sexual. Es imposible. ¿Por qué no puede haber una asignatura que enseñe a los niños a vivir saludablemente, no sólo desde el punto de vista de la salud física, sino también psíquica, en cuanto a la convivencia y la tolerancia, por ejemplo? No les estamos enseñando a enfrentar la vida en ese sentido. En nuestros tiempos, esa tarea la hacían los mismos profesores, pero hoy, al parecer, no la hacen y la sociedad contribuye a hacer más compleja la situación.
Ahora, hay otras situaciones relacionadas con el consumo: primero, el fácil acceso y, segundo, el precio. (Esto es válido para todo tipo de sustancias: los chocolates, los cigarrillos, el alcohol, etcétera). El hecho de que el producto esté en la esquina y sea barato facilita su adquisición. Ahora, en cuanto al tabaco, ¿por qué no hacemos una campaña para recordarle a los chilenos que quien fuma una cajetilla de cigarrillos al día gasta alrededor de treinta mil pesos al mes; si fuma dos, sesenta mil pesos, y si son tres, gastará, si todavía está vivo, noventa mil pesos. (Muchos fumadores que no gastaran en tabaco tendrían un ingreso mayor).
Entonces, ¿cómo evitamos el fácil acceso y hacemos que la población esté consciente del costo que significa fumar?
En 1995, con ocasión del proyecto de ley que restringe, de alguna forma, el consumo de tabaco, recuerdo que tuvimos una gran discusión sobre prohibir su venta a menores de dieciocho años. Finalmente, se dispuso la prohibición de promover, entregar, regalar y publicitar, pero no la venta a menores de dieciocho años.
Ahora, ¿qué pasa con la venta de cigarrillos sueltos? Es lo más nocivo que existe, puesto que a ellos accede todo el mundo y a cualquier hora. Obviamente, hay que prohibirla.
En este proyecto marco se hacen una serie de propuestas interesantes y, obviamente, la publicidad es parte de ellas. Se prohíbe la publicidad en programas que no sean para adultos, pero hace tiempo que no he visto propaganda de cigarrillos en los canales de televisión. Me da la idea de que ya no existe, porque no la he visto. En Chile, nuestra legislación obliga a poner en las cajetillas la frase: “El tabaco puede producir cáncer.”; pero, como está en letra chica, pareciera no decir nada. Si no hacemos algo drástico, como en Inglaterra, en que todo un lado de la caja de cigarrillos, presentado en color oscuro, dice: “El cigarrillo mata.” Debe ser bastante molesto estar todo el día con una cajetilla que por uno de sus lados, con letras blancas, diga: “El cigarrillo mata”. Creo que es la única frase que vale la pena en una cajetilla de cigarrillos, porque, en el caso nuestro, la advertencia de que “el tabaco puede producir cáncer”, que aparece con letras pequeñas, no impacta a nadie. O sea, debemos legislar para que exista una normativa publicitaria que realmente provoque impacto.
Si tanto se habla del consumo excesivo de tabaco y de sus efectos nocivos, uno se pregunta por qué está legalizado. El alcohol se puede consumir en forma moderada; lo que se quiere evitar son los excesos. Incluso, los médicos dicen que consumir un vaso de vino al almuerzo es saludable, porque es antioxidante. Pero, en el caso del tabaco, ¿debemos suprimir totalmente su consumo para que no sea dañino a la salud o sólo debemos disminuir su consumo? A lo mejor, muchas personas podrían controlar el consumo si sintieran que fumando menos dañan en menor grado su salud. Tengo entendido, por lo que he escuchado de los médicos, que el consumo de menos de siete cigarros al día no sería de tan alto riesgo para la salud; pero aquí, el diputado doctor Palma me dice que no es así. Es curioso, porque de inmediato nos surge la pregunta de por qué estamos legislando respecto de un producto que es tan nocivo que no se puede consumir. El alcohol si se puede, pero en forma moderada, las drogas no; pero, ¿qué pasa con el cigarrillo?
Por otra parte, al final del informe de la Comisión que estudió el acuerdo marco se cita la experiencia de varios países referida a las regulaciones aplicadas a los lugares en que no se puede consumir tabaco. Están los casos de la Unión Europea, de Austria, Bélgica , Dinamarca , Grecia , Irlanda , Italia , Francia, Alemania, Finlandia , Holanda, Noruega, Portugal , Rumania , España , Suecia y Reino Unido, pero, curiosamente, no se cita la legislación chilena, la cual, en el artículo 7º de la ley Nº 19.419, que regula actividades relacionadas con el tabaco, establece que quedará prohibido fumar en hospitales, clínicas, consultorios, postas, teatros y cines, salvo en las áreas señaladas para tal efecto, y respecto de las oficinas públicas, incluidas las municipalidades, lo estará en lugares en que presten atención al público. Es decir, prohibición absoluta.
En nuestro país también está prohibido fumar en muchos lugares, pero las facilidades para hacerlo aumentan practicar este hábito. En consecuencia, si no se puede fumar en reuniones, en restaurantes, en cines, si no se puede fumar casi en ninguna parte, sino sólo en el patio o la terraza, será de gran ayuda, porque obligadamente se estará consumiendo menos tabaco y nuestra salud estará menos expuesta.
Ahora, mi gran preocupación está en saber qué hacer con los menores y en cómo enfrentar la prevención desde el punto de vista de la educación.
No sé si alguna vez habrán escuchado a un niño decir a sus padres: “papá, mamá, no fumen.” Ese niño ha tenido una educación respecto del consumo de tabaco, y muchos padres han dejado de fumar, porque sus hijos se lo han pedido. En consecuencia, tenemos que promover desde la educación parvularia una asignatura que promueva la vida saludable. De hecho, hay experiencias que ya se están aplicando y eso es lo que tenemos que hacer en nuestro país.
El Ministerio de Educación no nos ha podido decir cuál es la política que está implementado para prevenir el consumo de alcohol, de drogas y, por supuesto, de tabaco.
Sabemos que el Conace se concentra en la prevención del consumo de drogas. Pienso que debiera ampliar su ámbito, porque uno va de la mano con otro: el cigarro con el alcohol y, posteriormente, la droga. No entiendo que exista una política de prevención que solamente se concentre en las drogas. Debiera darse una que, en conjunto con los ministerios de Educación y de Salud, con las mismas técnicas, con los mismos argumentos, con las mismas motivaciones de elevación de la autoestima, de la capacidad de decidir, de decir no, de cambiar una actitud de consumo de una sustancia adictiva a una positiva, recreativa u otra, hiciera prevención en todas las instancias.
Nuestra gran concentración debe estar en prevenir el consumo de tabaco en los menores y, como dijo el diputado Bayo , a través de la educación y sólo a través de ella.
He dicho.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado señor Edmundo Villouta .
El señor VILLOUTA.-
Señor Presidente, como uno de los diputados que no fumamos y que no lo hemos hecho por muchos años, concuerdo con la aprobación de este acuerdo marco, que se vislumbra por la forma como se han expresado los diputados que me antecedieron en el uso de la palabra.
Hace algún tiempo, esta Cámara modificó su Reglamento precisamente para prohibir el consumo de tabaco tanto en esta Sala como en las salas de comisiones. Fue un golpe verdaderamente duro para algunos colegas fumadores empedernidos, y creo que les hemos ayudado en el mejoramiento de su salud.
La ciencia ha demostrado que el consumo de tabaco es dañino para la salud. Quiero insistir en lo que señaló el colega Accorsi respecto del inmenso daño que se produce en las mujeres embarazadas que fuman y, por ende, en el que está por nacer. Por eso, quiero llamar la atención de esas mujeres sobre esta situación para que la analicen en la tranquilidad de sus hogares.
Por otra parte, me parece muy buena la prohibición de fumar en restaurantes y locales públicos. Si bien, algunos de estos establecimientos tienen sectores para fumadores, el espacio es demasiado reducido y siempre hay contaminación, pero es mucho menor que antes. De manera que debiéramos seguir en esa línea.
Es preciso insistir en que el consumo de cigarrillos por los jóvenes es el primer paso para caer en la marihuana, ya que es la prolongación del consumo de tabaco.
De las exposiciones que escuchamos en la Comisión Mixta que analizó este convenio marco, me llamó la atención la inmensa cantidad de tabacaleras ilegales que existen en Paraguay. Esas empresas son las que generan los contrabandos y, por ende, las que más daño provocan a la salud, porque en el etiquetado de las cajetillas no llevan ninguna motivación para que la persona deje de fumar o, por lo menos, para que sepa que lo está haciendo va a causar daño a su salud.
También es obligación de los padres, dentro de la tranquilidad y de la convivencia del hogar, señalar a sus hijos las motivaciones negativas para el consumo de cigarrillos. Esperamos que la industria tabacalera cumpla con el compromiso de no incitar a los jóvenes a consumir tabaco repartiéndoles cigarrillos en forma gratuita.
Por lo tanto, anuncio el voto favorable de Democracia Cristiana al proyecto aprobatorio del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el control del tabaco.
He dicho.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado Girardi .
El señor GIRARDI.-
Señor Presidente, este es un proyecto muy importante para la Cámara de Diputados. Ha costado mucho esfuerzo que Chile tenga un marco legal para enfrentar uno de los principales problemas de salud pública mundial.
No existe una pandemia tan brutal como la del tabaco, porque además de ser una de las drogas más adictivas, es tóxico; incluso es más adictivo que el alcohol. De hecho, cuando éste se liberaliza, su consumo excesivo alcanza al 20 por ciento de la población; pero cuando se hace lo mismo con el tabaco, éste alcanza a cerca del 40 por ciento. Por lo tanto, desde el punto de vista de la salud pública, tiene doble capacidad adictiva. Incluso, algunos dicen que es más adictivo que la marihuana, pero la diferencia fundamental es su toxicidad. Por ejemplo, si una persona consume un vaso de vino tinto a la semana no va a tener ningún daño para la salud. Es más, por sus propiedades antioxidantes, en dosis moderadas podría considerarse benéfico. Aún así, no es deseable promover los efectos benéficos del vino, porque finalmente se fomenta el aspecto adictivo del alcohol. El tabaco, a diferencia del alcohol, no tiene una dosis umbral.
Asimismo, se ha demostrado que el tabaco tiene veinte sustancias claramente cancerígenas. Incluso, la combustión del tabaco genera radioactividad, tema que no se discute frecuentemente. Cada vez que se enciende un cigarrillo, se produce un impacto radioactivo que afecta al material genético de los seres humanos. ¿Cuál es la característica de dichas sustancias en el tabaco? Que no tienen una dosis umbral. Es decir, no se relaciona con una cantidad de sustancias cancerígenas, sino que la sola presencia de ellas producirá cáncer. Por lo tanto, da lo mismo fumar cinco o diez cigarrillos al día, desde el punto de vista del efecto cancerígeno, neoplásico, que daña el material genético de las células. A lo mejor, se podría establecer una dosis umbral para otros aspectos del daño que produce el tabaco. Por ejemplo, para el inicio de un enfisema se necesita una dosis umbral. Es decir, habría una clara diferencia entre fumar veinte o treinta cigarrillos diarios, pero no así para el aspecto que tiene que ver con el cáncer.
El tabaco también tiene un efecto dañino en el sistema nervioso central y en el desarrollo del sistema neurológico. En particular, se ha demostrado que los niños tienen un mayor riesgo de generar problemas emocionales, intelectuales y de desarrollo neuronal, lo que no está asociado al hábito de fumar, sino sólo al hecho de haber sido fumadores pasivos en una casa donde se fumaba.
El tabaco genera otro tipo de patologías, que, a lo mejor, tienen dosis umbral, como las relacionadas con el infarto y los accidentes vasculares encefálicos. No existe un tóxico que genere un efecto sistémico tan extendido como el tabaco. Está absolutamente demostrado que el tabaco genera problemas de impotencia, trastornos en la sexualidad de las mujeres y alteraciones hormonales, porque la nicotina y otros tóxicos se comportan como hormonas.
Desde 1952 se sabe en todo el mundo que el tabaco genera daños a la salud. ¿Por qué ha demorado la Organización Mundial de la Salud tanto tiempo en lograr un acuerdo marco? La respuesta es que si bien se trata de una actividad lícita, ha empleado métodos ilícitos. De hecho, como consecuencia de las acusaciones y denuncias en contra de las tabacaleras en Estados Unidos, sus representantes tuvieron que admitir ante un gran jurado norteamericano esto aparece en toda la literatura internacional que las tabacaleras se concertaron, luego de una reunión realizada en Nueva York, en 1952, para conspirar, mentir y engañar. El acuerdo consistió en que cada vez que apareciera un estudio científico que señalara que el tabaco produce cáncer, se compraron estudios a grupos de investigadores que dijeran lo contrario. Eso lo hicieron hasta mediados de la década del 80.
Además, se concertaron para agregar sustancias adictivas al tabaco, potenciar semillas que provocan mayor adicción y desarrollar políticas para distribuir tabaco entre los niños, con el fin de iniciarlos en este vicio.
Si bien los funcionarios que trabajan en Chile para las empresas tabacaleras no son parte de esa acción delictiva, corrupta, de soborno y de engaño para vender un producto que destruye la vida, sí son colaboradores de esas empresas y, por lo tanto, también tienen responsabilidad en esto.
En la Comisión de Salud señalé que las empresas tabacaleras desarrollan una actividad poco noble, si se las compara con otras actividades lícitas que se sustentan en la destrucción de la vida, como las empresas que fabrican armas, bombas atómicas o minas antipersonales. La diferencia radica en que cuando se fabrican armas, minas antipersonales o bombas atómicas se sabe que es para matar.
El tabaco destruye la vida y causa más víctimas que las bombas y las minas antipersonales. Sólo en Chile se producen 15 mil muertes anuales a consecuencia del tabaquismo. Por lo tanto, la industria del tabaco desarrolla una actividad que lucra con la destrucción de la vida.
¿Por qué ha pasado tanto tiempo para regular esta actividad, si consideramos que el Estado gasta mil millones de dólares anuales en solucionar los problemas de salud que producen las tabacaleras, las que a su vez obtienen millonarias utilidades?
Es evidente que se trata de una actividad industrial poco noble, sustentada en mentiras y engaños durante años. Cada vez que se asocia el fumar con el placer se está mintiendo y engañando.
Las tabacaleras han realizado lobbies y soterradas campañas para impedir que en Chile haya una regulación. Nuestro país es el paraíso de estas empresas. El 40 por ciento de la población de Europa y Estados Unidos era adicta al tabaco, hace veinte años, el 15 por ciento correspondía a niños, pero la prevalencia ha disminuido al 25 por ciento, debido a políticas públicas eficaces. Sin embargo, en Chile la prevalencia se está acercando al 50 por ciento. En vez de estabilizarse sigue aumentando en mujeres y en los hombres; pero lo más grave es que la prevalencia en los niños alcanza, en promedio, al 33 por ciento, que es lejos la cifra más alta del mundo. El 20 por ciento de los niños empiezan a fumar cuando tienen menos de diez años. Es decir, Chile es el país donde las políticas de las tabacaleras, la mentira sistemática, el engaño, el lobby y la promoción de tabaco han tenido éxito entre los niños. El 10 por ciento de los niños encuestados por la Organización Mundial de la Salud señala que recibieron tabaco de promotoras, lo que demuestra la gravedad del hecho.
En Chile debemos hacernos las siguientes preguntas: ¿Por qué si hay consenso mundial desde hace treinta años que el tabaco produce cáncer, la rotulación de las cajetillas que se venden en Chile dice que puede producir cáncer? Es decir, se relativiza el daño a la salud.
¿Por qué en Chile todavía no contamos con regulaciones eficaces y por qué el convenio fue enviado al Congreso Nacional después de transcurrido un año desde que el Gobierno lo firmó? Son preguntas que dan cuenta del poder inmenso que tienen estas empresas.
Lo que intentamos hacer de manera transversal en el Congreso es reparar una deuda que existe con millones de chilenos que han sufrido daños en su salud y con los millones de niños que han nacido de madres fumadoras.
Ahora, quiero hacer dos advertencias.
Las empresas tabacaleras concurrieron invitadas a la Comisión de Salud, ante la cual dijeron estar de acuerdo con el acuerdo marco, pero con dos salvedades referidas a dos instrumentos que les molestaban y que, paradojalmente, son los que han demostrado ser los más eficaces en la lucha por disminuir la prevalencia.
El primero fue el alza de impuestos. Se sabe, porque hay estudios al respecto, que el aumento del impuesto al tabaco disminuye la prevalencia. Ello se debe a que para lograr nuevos fumadores se recluta fundamentalmente a los niños, porque obligar o incidir sobre un adulto para que empieza a fumar es muy difícil. Es la influencia en los niños lo que permite tener fumadores adictos en el futuro. En este punto, me parece oportuno recordar a la Sala que los adictos al tabaco son enfermos. Hay muchas personas que deciden dejar de fumar, pero no pueden hacerlo, porque para ello requieren de apoyo. Si no cuentan con él, optan por no dejar el tabaco, porque son enfermos. Insisto: está demostrado que por cada 10 puntos de aumento del impuesto al tabaco la prevalencia disminuye en 7 por ciento, especialmente entre los niños, por el problema de accesibilidad. Por lo tanto, todos los estudios demuestran que el aumento de impuestos es uno de los instrumentos más eficaces.
El segundo instrumento que ha demostrado ser eficaz es la advertencia en la cajetilla de cigarrillos del daño que produce el tabaco a la salud, pero no como sucede en Chile, en donde se coloca en un borde de ella; incluso en vez de decir: “El tabaco produce cáncer.”, dice algo absolutamente vergonzoso: “El tabaco puede producir cáncer.”, aun cuando es mundial consenso desde hace treinta años que produce cáncer. Se ha demostrado que utilizar por lo menos el 50 por ciento de la cajetilla para la advertencia, incluyendo fotos de personas con daños y la cantidad de sustancias que tienen propiedades cancerígenas, constituye el segundo instrumento más eficaz.
A lo anterior debemos agregar las prohibiciones de hacer publicidad, de fumar en lugares públicos y de vender tabaco a los niños, porque, para sorpresa de muchos, Chile es uno de los pocos países donde, no obstante el consenso científico, no está prohibido vender tabaco a los menores de 18 años.
Por lo tanto, además de considerar importante la aprobación de este acuerdo marco estoy seguro de que todos los sectores políticos lo aprobarán, espero que esta Cámara se forme la convicción de que existen dos instrumentos potentes que la industria tabacalera ha querido debilitar o cuestionar, precisamente porque son los más eficaces; de lo contrario, no los cuestionarían. Son el aumento del impuesto al tabaco y el uso de advertencias en las cajetillas.
El ministro de Salud ha sido poco eficaz y ha demostrado poca voluntad para regular las tabacaleras, porque para que la cajetilla diga que el tabaco produce cáncer y no que puede producir cáncer se requiere un simple decreto. Además, se demoró un año en enviar este proyecto a la Cámara de Diputados. Espero que presente todos los proyectos de ley de aquí a marzo para cumplir con el acuerdo marco. Es más, diputados de todos los sectores políticos han presentado iniciativas sobre la materia, algunos de los cuales llevan más de dos años en trámite legislativo, que podrían ser parte de este conjunto de iniciativas legislativas que el ministro deberá presentar. ¡Ni siquiera tendría que trabajar, porque podemos hacerle todos los proyectos y nos quedarían bastante mejores que los del propio Ministerio de Salud!
Le garantizo que ésa sería la mayor reparación que podríamos hacer a una sociedad que ha sido diezmada en su salud y en su dignidad, porque, frente a los intereses económicos que están detrás del negocio poco noble de las tabacaleras, no hay nada más digno que el derecho a la salud.
He dicho.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado señor Gonzalo Ibáñez .
El señor IBÁÑEZ.-
Señor Presidente, muchas veces me han preguntado si he fumado alguna vez. He debido responder que sí, porque una vez, a los 14 años, lo hice. Pero fuera de esa vez puedo decir con sinceridad que nunca he fumado. Por supuesto, no pretendo empezar a la edad que tengo ahora. Con mi señora damos gracias a Dios de que nuestros hijos no fumen, y hacemos lo posible para evitar que fumen, dentro de restricciones normales y moderadas para una familia. Por eso, para mí sería estupendo tratar de impedir de manera definitiva el consumo del tabaco, porque es nocivo. Creo que trae daños considerables para la salud, sobre todo cuando se cae en el tabaquismo, porque se abre una posibilidad enorme para sufrir daños muy severos en la salud.
Sin embargo, debemos tener un cuidado extremo, porque por tratar de evitar de manera radical los daños que produce el tabaco, podemos crear otros males que, incluso, pueden ser peores.
En la vida social tenemos que acostumbrarnos a tolerar ciertos vicios y costumbres que no son buenas, ya que el tratar de evitarlas puede producir daños aún mayores. El ejemplo más típico es el de la prostitución, con la cual la sociedad humana ha convivido desde sus orígenes. Nunca la ha aceptado como algo normal, pero tampoco ha tratado de erradicarla en forma completa. Las pocas veces que lo ha intentado ha obtenido resultados muchísimos más negativos.
Por eso, en este tema del tabaco debemos tener un especial cuidado para lograr un equilibrio, pues se trata de evitar a la población los daños que produce el consumo excesivo de tabaco, pero sin establecer prohibiciones totales que puedan provocar daños peores, como la producción de un tabaco de mala calidad o el fomento del contrabando.
Es cierto que el tabaco provoca daño no sólo a la persona que fuma, sino también a quienes la rodean. Por eso, me parece esencial que se prohíba fumar, en forma terminante y total, en los recintos cerrados, por lo menos en los públicos. Asimismo, debemos terminar de una vez por todas con el consumo del tabaco en establecimientos educacionales. Creo que no podremos ir mucho más allá de eso.
En este sentido, la familia tiene un papel fundamental que jugar. Los padres deben educar a sus hijos en una cultura de moderación frente a este tipo de tentaciones.
Por cierto, debe informarse, y me parece bien que se haga, acerca de los eventuales males que puede causar el consumo masivo de tabaco. En lo posible, debe impedirse y castigarse que se promueva fumar a los menores y la venta de cigarrillos a los niños y el consumo de tabaco en lugares cerrados. Asimismo, debe restringirse fuertemente la propaganda de este producto. Sin embargo, prohibirlo en forma radical puede causar mayores problemas que los que provoca, por ejemplo, el combate contra la droga.
La droga es una sustancia que no puede permitirse bajo ningún aspecto, y todos sabemos la enorme dificultad para combatirla. Los países, incluido el nuestro, gastan sumas siderales para evitar su consumo sin que sea posible evitarlo en su totalidad. Cuánto más grave sería esto en el caso del cigarrillo.
Aun cuando concuerdo en general con la idea del proyecto que nos convoca en esta ocasión, no puedo dejar de llamar la atención sobre los peligros de irse al otro extremo, a una prohibición total. Sucedería algo similar a lo que ocurrió en Estados Unidos cuando se prohibió totalmente el consumo de alcohol. En ese contexto se generaron las bandas de delincuentes más peligrosas que ha habido en la historia de las ciudades. Se crearon destilerías clandestinas que fabricaban productos de la peor calidad, lo que provocó más daño del que se quería evitar.
Por eso, llamo a una cierta moderación frente al tabaquismo. De ninguna manera me parece apropiado aumentar el impuesto al tabaco para evitar su consumo, porque “sale el tiro por la culata”: se promueve el contrabando, la corrupción y muchos más males de los que se quieren evitar.
Reitero: estoy de acuerdo con la idea general del proyecto, pero no puedo dejar de manifestar que tengo mis reservas frente a estas campañas antitabaco tan extremas.
He dicho.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado señor Osvaldo Palma .
El señor PALMA.-
Señor Presidente, en verdad oponerse a este proyecto de acuerdo aprobatorio del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco sería impropio para quienes queremos disminuir los graves daños que ese mal ocasiona en las personas. Resguardar la salud, ese bien común agotable que se daña irreversiblemente con el uso del tabaco, es imperativo.
El convenio orienta a la disminución del tabaquismo y a prevenirlo, a prohibir su venta a menores.
Nadie puede negar los 4.9 millones de muertos al año en el mundo, más de la mitad en edades productivas, ni las 13.500 muertes al día, relacionadas todas con el consumo del tabaco. En Chile, el 16.9 por ciento de las muertes totales se deben al tabaquismo. El 11 por ciento de la mortalidad infantil 11 de cada 100 niños tiene relación con el tabaquismo materno. Estadísticas del año 2002 nos muestran como el país con más alta prevalencia de tabaquismo en América Latina: 42.9 por ciento. Poco menos de la mitad de los chilenos está fumando y mucho más mujeres que hombres. Esta es, sin duda, la principal causa de muerte evitable en el mundo. Reitero: muerte evitable. Además, el consumo sigue aumentando en países en desarrollo o subdesarrollados y baja en países industrializados. Esto también obedece a un problema cultural: a mejor nivel cultural, menor tabaquismo.
Por lo tanto, hay que evitar su propaganda, mostrar el daño y prohibir su venta a menores.
El diputado señor Bayo nos recordaba recién que es necesario destacar que el Estado gasta el doble de lo que se recauda en impuesto por los daños que ocasiona el tabaco. También provoca un alto índice de dependencia y es la puerta a otras drogas y a problemas sociales mayores.
Ya se ha dicho mucho al respecto. Es necesario aprobar este proyecto de acuerdo, firmado por 168 países miembros de la OMS y ratificado por 49 países de la Comunidad Europea.
Renovación Nacional, y yo en particular, votaremos a favor este importante y necesario acuerdo.
He dicho.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado señor Alejandro Navarro .
El señor NAVARRO.-
Señor Presidente, en la década del noventa, al inicio del primer período parlamentario luego del retorno a la democracia, en la Cámara de Diputados se fumaba abiertamente. Incluso, algunos parlamentarios lo hacían en pipa, de manera ostentosa. Hoy todavía se fuma en las comisiones, porque la modificación que hicimos al Reglamento de la Corporación sólo estableció la prohibición de fumar en la Sala.
Conozco el tema perfectamente, porque soy autor de la moción por la cual tuve que esperar un período y medio para juntar un número adecuado de diputados no fumadores y tratarla, pues durante años la Mesa hizo inviable su estudio por la Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento.
Afortunadamente, una mayoría transitoria de diputados no fumadores posibilitó que en esta Sala no se fumara, porque existía una contradicción evidente, ya que en 1999 la ley Nº 19.419 estableció la prohibición de fumar en lugares públicos, pero aquí se seguía fumando. Por lo tanto, hicimos una corrección en materia de igualdad ante la ley.
En la actualidad, dicha legislación no se cumple. De hecho, consulté a diferentes municipios y a Carabineros si existían denuncias en los juzgados de policía local debido al incumplimiento de la división que exige la ley para los clientes fumadores y no fumadores en establecimientos de expendio de comida, como restaurantes y otros. En verdad, no hay fiscalización, porque no existe capacidad para ello.
Presenté un nuevo proyecto, que establece la prohibición de fumar mientras se conduce un vehículo, basado en el mismo principio que señala la iniciativa que presentaron otros parlamentarios para sancionar el uso del teléfono celular durante la conducción, porque se distrae la atención sobre las condiciones del tránsito.
No se respeta la legislación que sanciona fumar en determinados lugares públicos y nadie reclama a pesar de que se trata de un delito de acción pública, es decir, a pesar de que cualquier persona que observe el incumplimiento de lo que establece la ley Nº 19.419 puede concurrir al juzgado de policía local respectivo para denunciar a los establecimientos públicos o privados que no cumplan con lo que ella dispone. La gente no lo hace, porque desconoce el procedimiento, porque no le da la gana o porque cree que no se aplicarán sanciones.
Existe una contradicción mayor. Muchos se preguntarán qué sacamos con debatir toda la tarde este proyecto de acuerdo y si el convenio tendrá algún efecto práctico. Sólo quiero citar la opinión de la doctora Marisol Acuña , especialista en enfermedades respiratorias, quien afirmó en la Comisión que el consumo de tabaco es causa de enfermedades, incapacidades y muerte. Aseveró que es la principal causa de muerte evitable en el mundo, que los cigarrillos no son más que una forma de administrar nicotina y que el problema se agrava cuando el consumo se inicia a temprana edad.
¿Qué hace el Estado para proteger la vida de las personas? La respuesta la dio en la Comisión el gerente general de Chiletabacos, señor Michael Hardy , quien sin ningún pudor señaló que la recaudación derivada del impuesto al tabaco, llega al 5 por ciento del ingreso fiscal, que Chiletabacos retiene y entrega al Estado cada año una suma aproximada a los 700 millones de dólares por este concepto. Según lo afirmó, la carga tributaria del cigarrillo en Chile es una de las cinco más altas del mundo, pues equivale al 77 por ciento del precio de venta. El señor Hardy hizo una descarnada exposición de por qué seguirán vendiendo tabaco y promocionando su consumo y trató de justificar lo injustificable. Los niños y los jóvenes chilenos han pasado a ser top ten a nivel mundial en materia de adicción, pues como saben muy bien los señores diputados, encabezan dicho ranking. Un tercio de los jóvenes entre trece y quince años reconoce que fuma; en séptimo básico lo hace el 20 por ciento y, en primero medio, el 40 por ciento. Prácticamente el 18 por ciento de los jóvenes admite que ha comenzado a fumar antes de los diez años de edad.
Entonces, la pregunta es la siguiente: si la empresa privada reconoce que seguirá produciendo y vendiendo tabaco, ¿por qué el Estado no le impone mayores restricciones? Porque recibe 700 millones de dólares por concepto de impuestos. Ello constituye una contradicción flagrante, porque, por una parte, suscribe un convenio marco para combatir el consumo de tabaco y, por otra, recauda un impuesto que representa el 5 por ciento del total del ingreso fiscal.
Llamo a tener moderación, no en la lucha contra el tabaco, que ya se perdió, sino respecto de los efectos que tendrán medidas como las que se proponen en el informe, que son paliativas y de baja intensidad. En esto no hay que engañar a la gente.
En Chile se han evaluado los efectos del tabaco. Según datos del Ministerio de Salud, en 1999 murieron 13.888 personas por enfermedades derivadas del tabaquismo. Ahora también habría que medir si hemos reducido esa cifra.
Tampoco se ha logrado calcular el costo que representa el tabaquismo para nuestro país. Cuando preguntamos cuánto le cuesta a los servicios de salud, de previsión o de invalidez atender a la población afectada por ese mal no hemos recibido información. El informe no recoge cifras respecto de cuánto representa esto para el Estado.
Debemos ser enfáticos y aclarar una contradicción: aquí hay una empresa que vende muerte, que defiende la venta de muerte y un Estado que se torna complaciente, porque recauda impuestos de esa empresa que vende muerte.
Quiero advertir que continuaremos luchando para prohibir cada día más la venta de tabaco y aplicar una política real antitabaquista.
He dicho.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado señor Juan Masferrer .
El señor MASFERRER.-
Señor Presidente, todos hemos tomado conciencia de que el tabaco es perjudicial para la salud. Por eso se ha presentado este proyecto de acuerdo, que votaremos a favor.
Me llama la atención que el gobierno de la Concertación no esté haciendo nada para combatir el contrabando de cigarrillos que aumenta cada día y no paga impuestos. Si uno mira un quiosco o transita por un paseo peatonal podrá apreciar que los cigarrillos de contrabando se exhiben en las calles y ninguna autoridad ha elaborado un programa para combatir esa práctica. Por lo tanto, sin la cooperación de la autoridad, estos acuerdos pueden transformarse en letra muerta.
En otro sentido, considero que el Gobierno es cómplice en la producción del tabaco, porque el Instituto de Desarrollo Agropecuario, Indap , otorga créditos a los pequeños agricultores para cultivarlo.
El Ministerio de Agricultura no se ha pronunciado al respecto. No se conoce ningún programa que invite a reconvertirse a esos pequeños agricultores, que son muchos, sobre todo en la Sexta y Séptima regiones, y que durante toda su vida han producido tabaco para subsistir.
Por lo tanto, tal como lo hicieron las comisiones de Salud y de Relaciones Exteriores, solicito enviar un oficio al ministro de Agricultura, con el fin de que hagan llegar a la Cámara de Diputados propuestas para ayudar a esos pequeños agricultores que cultivan tabaco. Como es sabido, el Ministerio de Agricultura, a través del Indap, les otorga créditos para producir la materia prima.
Creo que se deben adoptar las medidas necesarias y hacer las cosas en serio, para que haya credibilidad respecto de lo que estamos acordando.
He dicho.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
Cerrado el debate.
Si le parece a la Sala, se enviará el oficio solicitado por el diputado señor Masferrer .
No hay acuerdo.
Tiene la palabra el diputado señor Alejandro García-Huidobro .
El señor GARCÍA-HUIDOBRO.-
Señor Presidente, solicito que me informe qué comisiones estaban autorizadas para sesionar simultáneamente con la Sala.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
Las comisiones de Vivienda y de Constitución, Legislación y Justicia. La primera, autorizada por la Sala, y la segunda, por este presidente, porque debía conocer un proyecto con urgencia calificada de suma.
Tiene la palabra el diputado señor Fulvio Rossi .
El señor ROSSI.-
Señor Presidente, quiero dejar constancia de que la Comisión de Derechos Humanos funcionó desde las 15.30 hasta antes de las 16 horas, de manera que en ningún momento sesionó simultáneamente con la Sala.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado señor Camilo Escalona .
El señor ESCALONA.-
Señor Presidente, la Comisión de Hacienda sesionó simultáneamente con la Sala con el objeto de tratar un proyecto calificado de suma urgencia. De acuerdo con el Reglamento podía hacerlo, de manera que despachamos nuestro trabajo adecuadamente.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
En votación el proyecto de acuerdo aprobatorio del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco.
Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 61 votos; por la negativa, 0 votos. Hubo 1 abstención.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).-
Aprobado.
Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi , Alvarado, Allende (doña Isabel) , Araya , Ascencio , Barros , Bayo , Bertolino , Burgos , Caraball ( doña Eliana) , Cardemil , Correa, Díaz , Egaña , Encina , Errázuriz , Escalona , Forni , Galilea (don Pablo) , García (don René Manuel) , García-Huidobro , Girardi , Guzmán (doña Pía), Hernández , Ibáñez (don Gonzalo) , Jaramillo , Jarpa , Kuschel, Leay , Letelier (don Juan Pablo) , Letelier (don Felipe) , Luksic , Masferrer , Mella ( doña María Eugenia) , Monckeberg , Montes, Moreira , Muñoz (don Pedro) , Muñoz (doña Adriana) , Navarro , Norambuena , Ojeda , Olivares, Ortiz , Palma , Pérez (don Ramón) , Recondo , Riveros , Rossi , Saffirio , Salas, Seguel , Tapia , Uriarte , Valenzuela , Venegas , Vidal (doña Ximena), Vilches , Villouta , Von Mühlenbrock y Walker .
Se abstuvo el diputado señor Rojas.
El señor ASCENCIO (Presidente accidental).
Despachado el proyecto.
Por haber cumplido con su objeto, se levanta la sesión.
Se levantó la sesión a las 18.47 horas.
JORGE VERDUGO NARANJO ,
Jefe de la Redacción de Sesiones.