Labor Parlamentaria
Diario de sesiones
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Índice
- DOCUMENTO
- PORTADA
- I. ASISTENCIA
- II. APERTURA DE LA SESIÓN
- III. CUENTA
- IV.
ORDEN DEL DÍA
- REFORMA DE CAPÍTULOS I, II, III, IV, V, VI, VI A, VII, IX, X, XI, XIII Y XIV DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA
- ANTECEDENTE
- INTERVENCIÓN : Jaime Gazmuri Mujica
- INTERVENCIÓN : Cesar Augusto Parra Munoz
- INTERVENCIÓN : Mario Enrique Rios Santander
- INTERVENCIÓN : Sergio Romero Pizarro
- INTERVENCIÓN : Jose Ruiz De Giorgio
- INTERVENCIÓN : Sergio Mariano Ruiz Esquide Jara
- INTERVENCIÓN : Gabriel Valdes Subercaseaux
- INTERVENCIÓN : Ramon Vega Hidalgo
- INTERVENCIÓN : Jose Andres Rafael Zaldivar Larrain
- INTERVENCIÓN : Edgardo Boeninger Kausel
- INTERVENCIÓN : Carlos Cantero Ojeda
- INTERVENCIÓN : Juan Antonio Coloma Correa
- INTERVENCIÓN : Alberto Espina Otero
- INTERVENCIÓN : Sergio Fernandez Fernandez
- INTERVENCIÓN : Carmen Frei Ruiz Tagle
- DEBATE
- DEBATE
- INDICACIÓN
- Enrique Silva Cimma
- Rafael Moreno
- Edgardo Boeninger Kausel
- Sergio Paez Verdugo
- Alejandro Foxley Rioseco
- Jorge Lavandero Eyzaguirre
- Jorge Pizarro Soto
- Gabriel Valdes Subercaseaux
- Miguel Adolfo Zaldivar Larrain
- Hosain Sabag Castillo
- Sergio Mariano Ruiz Esquide Jara
- INDICACIÓN
- INTERVENCIÓN : Rafael Moreno
- INTERVENCIÓN : Jaime Gazmuri Mujica
- INTERVENCIÓN
- Rafael Moreno
- INTERVENCIÓN
- INTERVENCIÓN : Jose Andres Rafael Zaldivar Larrain
- INTERVENCIÓN : Cesar Augusto Parra Munoz
- INTERVENCIÓN : Sergio Fernandez Fernandez
- INTERVENCIÓN : Ricardo Nunez Munoz
- INTERVENCIÓN : Mario Enrique Rios Santander
- INTERVENCIÓN : Carlos Ominami Pascual
- INTERVENCIÓN : Jose Ruiz De Giorgio
- INTERVENCIÓN : Juan Antonio Coloma Correa
- INTERVENCIÓN : Carlos Cantero Ojeda
- INTERVENCIÓN : Jaime Orpis Bouchon
- INTERVENCIÓN : Alberto Espina Otero
- INTERVENCIÓN : Jose Antonio Viera Gallo Quesney
- INTERVENCIÓN : Gabriel Valdes Subercaseaux
- INTERVENCIÓN : Sergio Mariano Ruiz Esquide Jara
- INTERVENCIÓN : Enrique Silva Cimma
- INTERVENCIÓN : Jorge Exequiel Lavandero Illanes
- INTERVENCIÓN : Hosain Sabag Castillo
- INTERVENCIÓN : Jose Andres Rafael Zaldivar Larrain
- INTERVENCIÓN : Carmen Frei Ruiz Tagle
- INTERVENCIÓN : Antonio Horvath Kiss
- DEBATE
- REFORMA DE CAPÍTULOS I, II, III, IV, V, VI, VI A, VII, IX, X, XI, XIII Y XIV DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA
- CIERRE DE LA SESIÓN
Notas aclaratorias
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REPÚBLICA DE CHILE
DIARIO DE SESIONES DEL SENADO
PUBLICACIÓN OFICIAL
LEGISLATURA 352ª, EXTRAORDINARIA
Sesión 7ª, en miércoles 20 de octubre de 2004
Especial
(De 12:20 a 14:20)
PRESIDENCIA DEL SEÑOR HERNÁN LARRAÍN FERNÁNDEZ, PRESIDENTE
SECRETARIO, EL SEÑOR CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR
Í N D I C E
Versión Taquigráfica
Pág.
I. ASISTENCIA.........................................................................................................
II. APERTURA DE LA SESIÓN...............................................................................
III. CUENTA............................................................................................................¿.
IV. ORDEN DEL DÍA:
Proyecto de reforma constitucional, en primer trámite constitucional, que introduce diversas enmiendas a la Carta Fundamental (2526-07) y (2534-07) (queda pendiente su discusión particular)............................................
I. ASISTENCIA
Asistieron los señores:
--Aburto Ochoa, Marcos
--Arancibia Reyes, Jorge
--Boeninger Kausel, Edgardo
--Bombal Otaegui, Carlos
--Canessa Robert, Julio
--Cantero Ojeda, Carlos
--Cariola Barroilhet, Marco
--Chadwick Piñera, Andrés
--Coloma Correa, Juan Antonio
--Cordero Rusque, Fernando
--Espina Otero, Alberto
--Fernández Fernández, Sergio
--Flores Labra, Fernando
--Foxley Rioseco, Alejandro
--Frei Ruiz-Tagle, Carmen
--García Ruminot, José
--Gazmuri Mujica, Jaime
--Horvath Kiss, Antonio
--Larraín Fernández, Hernán
--Lavandero Illanes, Jorge
--Martínez Busch, Jorge
--Matthei Fornet, Evelyn
--Moreno Rojas, Rafael
--Novoa Vásquez, Jovino
--Núñez Muñoz, Ricardo
--Ominami Pascual, Carlos
--Orpis Bouchón, Jaime
--Parra Muñoz, Augusto
--Pizarro Soto, Jorge
--Prokurica Prokurica, Baldo
--Ríos Santander, Mario
--Romero Pizarro, Sergio
--Ruiz De Giorgio, José
--Ruiz-Esquide Jara, Mariano
--Sabag Castillo, Hosaín
--Silva Cimma, Enrique
--Stange Oelckers, Rodolfo
--Valdés Subercaseaux, Gabriel
--Vega Hidalgo, Ramón
--Viera-Gallo Quesney, José Antonio
--Zaldívar Larraín, Adolfo
--Zaldívar Larraín, Andrés
--Zurita Camps, Enrique
Concurrieron, además, los señores Ministros del Interior y Secretario General de la Presidencia.
Actuó de Secretario el señor Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el señor Sergio Sepúlveda Gumucio.
II. APERTURA DE LA SESIÓN
--Se abrió la sesión a las 12:20, en presencia de 23 señores Senadores.
El señor LARRAÍN (Presidente).-
En el nombre de Dios, se abre la sesión.
III. CUENTA
El señor LARRAÍN (Presidente).-
Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretaría.
El señor SEPÚLVEDA ( Prosecretario ).-
Las siguientes son las comunicaciones recibidas:
Mensaje
De Su Excelencia el Presidente de la República , con el que retira la urgencia y la hace presente nuevamente, en el carácter de "suma", respecto del proyecto de ley que establece las bases generales para la autorización, funcionamiento y fiscalización de casinos de juego y salas de bingo (Boletín Nº 2.361-23).
--Queda retirada la urgencia, se tiene presente la nueva calificación y se manda agregar el documento a sus antecedentes.
Informes
Segundo informe de la Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura e informe de la de Hacienda , recaídos en el proyecto, en primer trámite constitucional, que modifica la Ley General de Pesca y Acuicultura (Boletín Nº 3.222-03).
--Quedan para tabla.
El señor LARRAÍN (Presidente).-
Terminada la Cuenta.
La señora FREI (doña Carmen).-
Pido la palabra sobre la Cuenta, señor Presidente.
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Puede hacer uso de ella, Su Señoría.
La señora FREI (doña Carmen).-
Ayer se despachó en Comisión Mixta -en la que participamos con el Senador señor Cantero, quien en este momento no se encuentra en la Sala- el proyecto relativo a los casinos de juego. Y todos los puntos se resolvieron por unanimidad.
Como ya se encuentra listo el informe, pido a la Mesa incluirlo en la Cuenta y en el Orden del Día de esta tarde.
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Así se hará, señora Senadora. El señor Secretario me informa que ya figura en segundo lugar.
La señora FREI (doña Carmen).-
¡Perfecto!
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Primero se halla el proyecto que regula la transferencia y otorga mérito ejecutivo a copia de la factura, que tiene urgencia calificada de "discusión inmediata".
El señor MORENO.-
¿Y el relativo al financiamiento de estudios de educación superior?
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Figura en tercer lugar, Su Señoría.
El señor MORENO.-
Muchas gracias.
IV. ORDEN DEL DÍA
REFORMA DE CAPÍTULOS I, II, III, IV, V, VI, VI A, VII, IX, X, XI, XIII Y XIV DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Prosigue la discusión particular del proyecto de reforma constitucional, en primer trámite e iniciado en mociones de los Honorables señores Chadwick, Larraín y Romero y ex Senador señor Díez, y de los Honorables señores Silva y Viera-Gallo y ex Senadores señores Bitar y Hamilton, que introduce diversas modificaciones a la Carta Fundamental, con nuevo informe complementario del segundo informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.
--Los antecedentes sobre los proyectos (2526-07 y 2534-07) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyectos de reforma constitucional: (mociones de los señores Chadwick, Díez, Larraín y Romero y de los señores Bitar, Hamilton, Silva y Viera-Gallo).
En primer trámite, sesión 7ª, en 4 de julio de 2000.
Informes de Comisión:
Constitución, sesión 12ª, en 6 de noviembre de 2001.
Constitución (complementario), sesión 22ª, en 9 de enero de 2002.
Constitución (segundo), sesión 36ª, en 26 de marzo de 2003.
Constitución (complementario de segundo), sesión 12ª, en 18 de noviembre de 2003.
Constitución (nuevo complementario de segundo), sesión 11ª, en 13 de julio de 2004.
Discusión:
En general: Sesiones 16ª, en 14 de noviembre y 18ª, en 18 de diciembre de 2001 (queda pendiente su discusión); 19ª, en 19 de diciembre de 2001 (vuelve a Comisión para informe complementario); 23ª, en 15 de enero de 2002 (se aprueba en general).
En particular: Sesiones 42ª, 44ª, en 29 y 30 de abril de 2003, respectivamente; 4ª, 5ª, en 11 y 17 de junio de 2003, respectivamente; 7ª, 11ª y 14ª, en 1º, 9 y 16 de julio, respectivamente; 31ª, en 3 de septiembre; 3ª, en 14 de octubre; 9ª, en 11 de noviembre; 14ª, en 2 de diciembre; 16ª, en 3 de diciembre; 19ª, en 16 de diciembre de 2003; 2ª, 3ª, 4ª y 6ª en 6, 12 y 19 de octubre de 2004 (queda pendiente su discusión particular).
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
En la sesión de ayer se efectuó el debate de la propuesta de la Comisión para sustituir el inciso segundo del artículo 99, donde se consigna que la creación, supresión y denominación de regiones, provincias y comunas serán materia de ley orgánica constitucional. El texto aprobado en general establecía que ésta debería ser de quórum calificado.
Como el debate quedó cerrado, corresponde votar; pero, dado que algunos señores Senadores todavía no ingresan a la Sala, sugiero votación nominal.
El señor BOENINGER .-
Pido la palabra.
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
La tiene, Su Señoría.
El señor BOENINGER .-
Señor Presidente , a fin de optimizar el tiempo, ¿no sería mejor dejar pendiente la votación hasta que se encuentren todos los Senadores y empezar el análisis del tema siguiente? Porque la votación nominal demora mucho.
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
No, Su Señoría. El debate está cerrado y es preciso continuar en ese orden.
El señor BOENINGER .-
Veo que no se puede.
El señor LARRAÍN (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Viera-Gallo.
El señor VIERA-GALLO .-
Señor Presidente , sólo quiero aclarar que quienes deseen mayores facilidades para la creación de regiones deben votar negativamente.
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Ese argumento ya se dio, señor Senador. Tiene la palabra el señor Ministro .
El señor INSULZA (Ministro del Interior).-
Señor Presidente, ayer no tuve oportunidad de dar a conocer la opinión del Gobierno acerca de esta propuesta.
No voy a argumentar; pero, sí, dejaré en claro que, a juicio del Ejecutivo, la ley pertinente debe tener carácter orgánico constitucional.
El señor LARRAÍN (Presidente).-
El Gobierno ha declarado que tales materias deben ser objeto de ley orgánica constitucional.
El señor ROMERO .-
¿Me permite una moción de orden, señor Presidente?
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor ROMERO.-
Señor Presidente , a fin de que la Sala se informe de manera adecuada, sería conveniente que la Mesa explicara que el apoyo a la enmienda de la Comisión implica entrabar la creación de regiones, y el rechazo de ella, dejar subsistente la exigencia de una ley de quórum calificado.
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Esa información la conocen todos, porque el debate se realizó ayer y fue bastante extenso.
Reitero: se va a votar el texto sustitutivo del inciso segundo del artículo 99 acordado por la Comisión, donde se propone que las enmiendas relativas a la creación, supresión y denominación de regiones sean materia de ley orgánica constitucional.
Si no se reuniere el quórum de tres quintos requerido, habría que pronunciarse sobre la norma aprobada en general, donde se establece que la ley referida deberá ser de quórum calificado.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés) .-
¿Me permite, señor Presidente , antes de la votación?
Hay una confusión, y al respecto quiero precisar el punto.
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés) .-
"Sí" quiere decir que se acoge la norma contenida en el informe de la Comisión, en el sentido de que la ley que tenga por objeto modificar el actual sistema de regiones deberá aprobarse con quórum orgánico constitucional; o sea, el más alto.
"No" significa que se rechaza la norma sugerida por la Comisión. Y entonces habría que votar la aprobada en el primer informe.
Hay que votar "sí".
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
¡Por favor, ruego a Sus Señorías no repetir lo que todos sabemos!
El señor FOXLEY.-
Es que no todos sabemos, señor Presidente.
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Aquí hubo un amplio debate, señor Senador , y yo he vuelto a especificar el punto.
Voy a explicarlo de nuevo, aunque me parece que a estas alturas de la discusión no debería existir este tipo de dificultades.
La disposición se refiere a la forma como se crean y modifican las regiones: sus límites, su nombre, etcétera, incluyendo también las provincias y las comunas. La enmienda de la Comisión de Constitución que ahora vamos a votar y que se aprobó allí con votación dividida dispone que ello no sea materia de reforma a la Carta, sino de ley orgánica constitucional, la cual debe ser aprobada por los cuatro séptimos de los Diputados y Senadores en ejercicio, o sea, en nuestro caso, con 27 votos. Eso estatuye la norma que se va a votar: la creación de regiones, provincias y comunas debe ser objeto de una ley orgánica constitucional.
La señora MATTHEI.-
Señor Presidente,...
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Se va a votar la proposición...
La señora MATTHEI .-
...quiero saber qué pasa si se rechaza.
El señor LARRAÍN (Presidente).-
Le ruego que me deje terminar, señora Senadora.
Solicito a Sus Señorías guardar silencio; de lo contrario, serán necesarias nuevas aclaraciones.
El señor NÚÑEZ .-
Señor Presidente , pido una explicación.
El señor FOXLEY .-
Éste es un tema muy importante.
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Sí, la disposición es muy importante. Por eso, no obstante el prolongado debate realizado, volveré a indicar cómo procederemos.
El señor NÚÑEZ .-
Señor Presidente , quiero hacer una pregunta.
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Ruego a los señores Senadores mantener silencio mientras informo acerca de la norma que se someterá a votación.
El señor NÚÑEZ .-
Se trata de una consulta a Su Señoría.
El señor LARRAÍN (Presidente).-
Después de que termine de explicar.
Corresponde pronunciarse sobre la propuesta de la Comisión al Nº 35, que pasó a ser 47, consistente en sustituir el inciso segundo del artículo 99, que expresa: "La creación, supresión y denominación de regiones, provincias y comunas;"..."serán materia de ley orgánica constitucional.", la cual para su aprobación precisa del voto conforme de los cuatro séptimos de los Parlamentarios en ejercicio.
Eso es lo que se votará.
El señor FOXLEY .-
¿Y qué va a pasar si se rechaza dicha proposición?
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Si no se reúne el quórum de tres quintos que se requiere para aprobarla, debe votarse el texto despachado en general, que propone exactamente lo mismo, aunque con quórum distinto: el de mayoría absoluta de los miembros en ejercicio del Senado y de la Cámara.
El señor FERNÁNDEZ.-
¿Y si se vota en contra?
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Si eso sucede, significa que no habrá modificación y que sigue vigente el texto actual.
En consecuencia, lo primero que votaremos será el segundo informe de la Comisión, que propone quórum de ley orgánica constitucional.
Tiene la palabra el Senador señor Núñez.
El señor PIZARRO.-
O sea, rechazamos el primero y aprobamos el segundo, señor Presidente.
El señor NÚÑEZ .-
Señor Presidente , según entiendo, eso es sin perjuicio de lo que establece el artículo 62 de la Constitución, que sobre la materia entrega facultad exclusiva al Primer Mandatario. En caso de rechazarse lo propuesto y de volver al texto anterior, resulta que éste no incluye la frase contenida actualmente en la norma constitucional: "todo ello a proposición del Presidente de la República ".
El señor CHADWICK .-
No es necesario.
El señor NÚÑEZ .-
¿Debemos entender, en consecuencia, que se mantendrá la atribución del Presidente establecida en el artículo 62? Ésa es mi pregunta.
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Efectivamente, señor Senador. No es necesario que lo diga, porque ya lo consigna el artículo 62. La iniciativa para modificar la estructura política o administrativa del país es de exclusividad del Presidente de la República . Por eso no es necesario repetirlo.
Se entiende que todo cambio relativo a creación o modificación de límites de regiones, provincias o comunas siempre será de iniciativa exclusiva del Jefe del Estado , aun cuando no lo consigne el texto.
Tiene la palabra el Senador señor Ominami.
El señor OMINAMI .-
Eso está claro, señor Presidente . Pero, para simplificar la discusión, digamos que quienes estén por aprobar con 27 votos -en la configuración actual del Senado- la creación o modificación de regiones tienen que votar "sí"; en tanto, quienes piensan que podría ser un quórum inferior a 25 deberán votar "no".
El señor VIERA-GALLO .-
¿Me permite plantear una cuestión de orden, señor Presidente?
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor VIERA-GALLO.-
Señor Presidente, deseo conocer el criterio de la Mesa sobre lo siguiente.
En el evento de no aprobarse ninguno de los dos casos -lo que implica dejar vigente la norma actual- y dado que se eliminó el número l3, ¿debe entenderse que la disposición constitucional vigente permite crear regiones? ¿O no?
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
La Constitución no establece normas para hacerlo. Por lo tanto, ésa es materia de reforma constitucional. Si no se acoge la propuesta del segundo informe ni el texto aprobado en general, para crear regiones en lo futuro será necesario reunir quórum de reforma constitucional. Por consiguiente, la votación define exactamente cuál es el nivel de quórum que queremos para ese efecto: si el de ley orgánica constitucional, o el calificado o, por último, el de reforma constitucional. En ese orden vamos a votar.
Así, quienes opten por el quórum de ley orgánica constitucional -es decir, hoy día, 27 votos- deberán aprobar el informe de la Comisión. Los que opinen que debería ser menor, tienen que rechazar y decidir en la segunda votación. En ese caso, cada uno asumirá su riesgo.
El señor NOVOA.-
Puede ser peor, señor Presidente.
El señor LARRAÍN (Presidente).-
Así es. Y por eso cada uno tiene que asumir el riesgo.
En votación nominal.
--(Durante la votación).
El señor GARCÍA .-
Voto en contra del texto que establece quórum de ley orgánica constitucional.
El señor GAZMURI.-
Señor Presidente , la discusión general se llevó a efecto ayer. Soy partidario de abrir debate sobre el particular, porque, en su origen, la regionalización tuvo un pecado capital: fue una imposición administrativa. No hubo diálogo ni consulta alguna a los habitantes de las regiones que se creaban.
El señor CORDERO.-
Se hizo, señor Senador.
El señor GAZMURI.-
¡No, había dictadura! Por lo tanto, no hubo consulta. Normalmente, todos los procesos de regionalización en el mundo obedecen, de alguna manera...
El señor CORDERO .-
Había Gobierno militar.
El señor GAZMURI.-
¡Dictadura militar, así que no tuvo lugar la consulta!
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
¡Por favor! Ruego a los señores Senadores respetar el derecho de cada uno a hacer uso de la palabra!
La señora MATTHEI .-
¡Dictadura hay en Cuba!
El señor GAZMURI.-
¡Es una denominación técnica!
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Senador señor Gazmuri, le ruego dirigirse a la Mesa.
El señor GAZMURI.-
¡La de Cuba no es militar; es civil! Es una dictadura civil. ¡Aquí era militar!
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
¡Senador señor Gazmuri, por favor! Le ruego dirigirse a la Mesa
¡ Senadora señora Matthei , por favor, le pido que guarde silencio!
El señor GAZMURI.-
Que no me interrumpan, señor Presidente.
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Puede completar la argumentación, Su Señoría.
El señor GAZMURI.-
A algunos señores Senadores les cuesta mucho entender la Ciencia Política. En ella se dice qué es dictadura. Las hay de distintos tipos. En fin, a otros les cuesta distinguir entre civiles y militares. Pero están descritos los tipos de dictaduras.
Voy al argumento de fondo.
¡Señor Presidente, ponga orden, por favor!
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Señores Senadores, les ruego hacer posible la fundamentación del voto.
El señor GAZMURI.-
Señor Presidente , soy partidario de que se abra debate sobre el particular, porque no hubo participación ciudadana en la creación de las regiones, cuyas características tienen mucho de artificial. La identidad del país se constituyó durante casi 200 años en función de las provincias, que sí tienen identidad.
Se hizo un mapa -bien hecho, desde el punto de vista técnico, porque la CONARA, como buen organismo militar, aplicó buenos criterios geográficos y administrativos-, pero se produjo una falla política original. Por ello, creo que, ya en democracia -aunque no perfecta, pero más consolidada-, el país tiene que enfrentar la discusión , la cual será muy difícil. ¡Muy difícil! Porque la tendencia a la disgregación puede ser múltiple. Pero es indispensable hacerla en democracia.
Yo estoy a favor.
Tengo un problema y lo quiero explicar solamente en esta votación.
Preferiría un quórum más bajo, porque por regla general no me gustan los que son muy altos. Sin embargo, corremos el peligro de que, si no se aprobara el de ley orgánica constitucional, de cuatro séptimos, que no me gusta, podríamos quedarnos con uno de dos tercios, que es peor.
El señor LARRAÍN (Presidente).-
De tres quintos.
El señor GAZMURI.-
¡No! Porque si no hay acuerdo para el quórum calificado -en este momento, 25 votos- ni para lo que se está proponiendo en el segundo informe -por el debate desarrollado, preveo que podría no haber acuerdo para ninguno-, quedará el de reforma constitucional, que es de tres quintos, y tendremos que modificar la Carta Fundamental para crear cualquier comuna. Eso ya sería absurdo.
En función de esto, y conforme al principio del mal menor, voy a votar por el quórum de ley orgánica constitucional, aunque no me gusta; pero permite la creación de comunas de mejor manera que el establecido en la Constitución.
Por lo tanto, voto que sí.
El señor OMINAMI.-
Señor Presidente , en mi concepto, es absolutamente indispensable abrir debate sobre la mejor configuración regional del país. Opino que la actual no es la mejor. Igualmente, creo que debe tenerse cuidado con no abusar de tal posibilidad.
Soy partidario de un quórum de mayoría de los Senadores en ejercicio; pero, en atención al riesgo de no contar con los votos para aprobar lo propuesto, podría imponerse uno más alto.
Por eso, en la lógica del mal menor, voto afirmativamente.
El señor PARRA .-
Señor Presidente , lamento verdaderamente que, en este tan extenso debate sobre las reformas constitucionales, hayamos desperdiciado la oportunidad de dar el paso que se necesita en la descentralización político-administrativa: un salto cualitativo que lleve a reemplazar el Estado unitario por un Estado regional. Ni la modificación del artículo 5º, ya aprobada, ni la que nos ocupa, respecto del artículo 99, van al fondo de la cuestión y a lograr dicho objetivo.
No puedo dejar de subrayar una inconsistencia en el texto propuesto, ya que la definición de la capital de una Región pasaría a ser objeto, conforme a la redacción en estudio, de una ley orgánica constitucional. Por mi parte, espero que en algún momento se concrete lo que no se ha materializado en toda la historia republicana, que es darle la capital al país. Y ello, de acuerdo con el Nº 17) del artículo 60 de la Carta, requiere una ley ordinaria, no una de quórum especial.
A pesar de lo anterior, señor Presidente , como en el proceso de regionalización se debe avanzar en una línea cualitativa, me parece fundamental tomar algunos resguardos cuando se abra el debate sobre un posible rediseño de las regiones actuales. El que sea un asunto de iniciativa exclusiva del Presidente de la República y exija una ley orgánica constitucional me parece una precaución absolutamente indispensable. Y, por tal razón, voto a favor de la reforma.
El señor RÍOS.-
Señor Presidente , la institucionalidad de los países no es producto de un período breve en su historia, sino de una relación más prolongada. Así como la conformación de una familia demanda tiempo, sobre la base de que los hijos nacen y crecen, la relación en la sociedad implica consideraciones parecidas o iguales.
Ello determina que de repente olvidemos ciertas cosas. Por ejemplo, un señor Senador planteaba aquí que la vida institucional geográfica de Chile son las provincias. Y las defendió como aquella extensión o territorio que dio forma al país. Y, de pasadita, le pegó un golpe al Gobierno militar, porque fue el que creó las regiones. Pero sucede que las provincias también fueron creadas por un Gobierno militar, como el del General Ibáñez. Y se procedió con potestades absolutas. Fue una medida que permitió un mejor desarrollo, porque hago hincapié en que, en lo atinente a geografía y estructura, los militares hacen bien su trabajo.
Y es algo que ha llevado, asimismo, a que la ciudadanía, en general, acepte las regiones, si bien hay quienes podrán señalar que existen ciertas modificaciones por efectuar, y algunos plantear la necesidad de fortalecerse más, y otros pensar en la estructuración de nuevas circunscripciones senatoriales. Ésa es la verdad de las cosas. Se presenta una mezcla de un montón de factores, de hechos políticos, de historias equivocadas, de opiniones asimismo diferentes de las realidades. Pero, en definitiva, tenemos efectivamente un país que cuenta con trece Regiones bien estructuradas, y las excepciones no pueden significar un debate que termine por destruir todo el trabajo realizado. Y en ello es preciso ser prudentes, serios y, también, responsables.
Frente a la situación actual, comparto las inquietudes relativas al caso de las capitales regionales, por ejemplo, expuestas por el Senador señor Parra . Hemos conformado gobiernos y consejos regionales con potestades que no debiéramos debilitar dentro del texto constitucional. Si se establecerá una nueva capital regional -como espero que ocurra en algunas partes-, es obvio que se deberá esperar la opinión y resolución del Consejo Regional.
Lo anterior parece lógico, pero la Carta no lo establece. Aún más, ella consagra un quórum bastante alto en ese ámbito y determina absolutamente la Región, que dispone de un Gobierno y un poder público con potestades definidas, con personalidad jurídica y, en fin, con todo lo que corresponde según la ley orgánica constitucional respectiva, de acuerdo con las condiciones que fijamos nosotros mismos.
Por ello, subrayé ayer, en relación con otro artículo -no me extenderé ahora al respecto-, la importancia de que sostuviéramos sobre el asunto un debate un poco más a fondo. El señor Presidente observó que la cuestión se había planteado a los señores Senadores hace ya bastante tiempo, pero no ha sido objeto de mayor discusión. Hemos estado ocupados en otras cosas.
Por mi parte, votaré favorablemente la proposición, porque en alguna forma establece ciertas condiciones. Ellas se vinculan con lo que el Senado ya aprobó acerca de la creación o la supresión de regiones, con lo cual estuve en desacuerdo, pero, en fin, es preciso votar algo que finalmente mantenga alguna relación con todo el desarrollo constitucional.
Voto que sí.
El señor ROMERO.-
Señor Presidente , nos hallamos enfrentados a un dilema bastante especial. Si se rechaza la disposición, se abrirán un debate y un pronunciamiento en cuanto a si se requiere quórum calificado o no. Si tampoco se define el punto en esa votación, nos encontraremos con una situación que no es exactamente la que aquí se ha señalado y se abrirá una interpretación en el sentido de que, al no considerarse en la Carta los procedimientos de reforma sobre el particular, entra a operar una ley simple.
Como se trata de un caso de esa naturaleza y como nadie en el Senado pretende dejar una norma tan importante al arbitrio de una ley simple, me parece que debemos tomar conciencia de que, si no se reúne el quórum suficiente -como al parecer ocurrirá-, conviene reflexionar respecto de la segunda votación.
Sólo quería hacer presentes esas consideraciones.
Me pronuncio en contra, pero advirtiendo que es muy importante que en la segunda votación se alcance el quórum señalado.
El señor RUIZ (don José) .-
Señor Presidente , votaré en contra de la proposición, por una razón muy simple. Hoy, para crear comunas no se exige una ley de quórum orgánico constitucional, sino solamente una de quórum calificado. Si se aprueba la norma en análisis, incluso se elevará el quórum para aspectos ya vigentes.
Es algo que me parece absurdo. Debió haberse negociado sobre la creación de regiones, no incluida en la Constitución. Y resulta que se involucraron distintos temas, a todos los cuales se les fija el mismo quórum, que es el más alto.
Entonces, las conversaciones de mis Honorables colegas en la Comisión de Constitución, quienes han intentado compatibilizar las posturas de las distintas bancadas políticas representadas en el Senado, llevan a algo, a mi juicio, carente de sentido, porque para introducir un cambio que se solicitaba no sólo se cedió en cuanto al quórum, sino que, además, éste se elevó respecto de otros puntos de la Carta que ni siquiera se hallaban en discusión.
Por ese motivo, y porque me parece absurda -repito- la forma en que se expone, rechazo la norma.
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
Señor Presidente , para los efectos de la interpretación posterior o de la historia del proyecto de reforma constitucional, deseo consignar que aprobaré la propuesta de la Comisión, con todas las salvedades que aquí se han hecho respecto de la inconveniencia de las dos posibilidades que se presentan.
El cambio de las regiones con un quórum muy alto puede terminar por constituir una inmovilidad frente al tema. La exigencia mencionada da seguridad y estabilidad al debate, a la reforma y a la manera de gobernar, pero, al mismo tiempo, puede suceder que nos inmovilice, reitero, al no ser posible cumplirla. Ése es un defecto de la forma en que estamos haciendo las cosas. Y es algo obvio por la configuración del Senado.
A su vez, la posibilidad de aprobar un cambio de regiones sólo con una ley de quórum simple también importa el riesgo de modificaciones permanentes.
En la práctica, entonces, nos hallamos ante una suerte de "alternativa del Diablo": votamos por lo que es menos malo. Ésa es la realidad.
Además, esta materia dice relación a la forma como se hallan constituidas las regiones. Éstas, a mi juicio, no representan la realidad sociocultural histórica del país. Cada una de ellas podría ser un ejemplo de lo que estoy señalando.
En nuestra Región, varias provincias hoy piden constituirse en una región separada, porque históricamente nunca estuvieron ligadas a Concepción. Más aún, existió una antipatía histórica entre esa ciudad y algunas capitales de provincia.
Entonces, es natural que siempre estemos ligados a esa alternativa.
A pesar de ello, voy a votar por el mal menor: por la propuesta de la Comisión.
Para terminar, señor Presidente, quiero decir unas palabras respecto de lo que se ha expresado en el debate.
Algunos señores Senadores han rotulado al Gobierno que hizo los cambios iniciales como una dictadura, cuestión que molestó a muchos colegas, quienes levantaron su voz. Porque la verdad es que cuando entré a la Sala había un guirigay con motivo de la discusión de ese punto.
Desearía que en algún instante leyesen las definiciones sobre el término "dictadura". Tanto el Diccionario como toda la historia política señalan claramente que la dictadura es aquel gobierno que cambia las normas oficiales y habituales que rigen la república. En definitiva, prescinde del ordenamiento jurídico vigente y, en un instante determinado, asume todo el poder, con un agregado, en aras de lo que quienes lo conforman consideran el bien común.
Por lo tanto, cuando se hace una definición como ésta, no veo por qué causa tanta molestia el que alguien la rotule de esa manera. Porque la realidad objetiva es que desde 1973 a 1990 no se mantuvieron las formas democráticas del poder civil en Chile.
No diviso razón por la cual a algunos señores Senadores les molesta tanto esa frase, en circunstancias de que hay una intención absolutamente clara en cuanto a reconocerles buena fe en lo que están haciendo.
Entonces, de repente las discusiones se producen porque algunos no leen bien el significado de las definiciones que nos entrega nuestro idioma o porque existe una sensibilidad excesiva al desconocer algo que es totalmente imposible ignorar.
En esas condiciones, voto que sí.
El señor SABAG.-
Señor Presidente , considero positiva la proposición, porque ya no será necesario modificar la Carta para crear una región.
No obstante ser partidario de que exista un quórum más bajo para tal efecto, en aras de que no se pierda esta votación, voto a favor.
El señor VALDÉS .-
Señor Presidente , creo que las distintas indicaciones y fórmulas presentadas responden a un criterio bastante amplio del Senado sobre el particular. Después de la supresión del Nº 13 como norma sustantiva, se abre la posibilidad de reestudiar las regiones y provincias y fijar sus capitales. Evidentemente, ésa es una facultad del Presidente de la República que se halla contemplada en otras disposiciones de la Carta Fundamental.
Por lo tanto, la diferencia suscitada aquí se refiere exclusivamente al quórum. Si bien soy partidario del precepto aprobado en general, el texto final propuesto no obsta a que se concreten las aspiraciones de ciertas regiones, pues tanto el actual Primer Mandatario como todos los candidatos a la Presidencia de la República han garantizado -por escrito, en algunos casos- su voluntad de reformar algunas regiones.
A pesar de que la opinión del Senado está dividida en cuanto al quórum, me parece que éste no debiera constituir un obstáculo para aprobar la norma.
En todo caso, considero excesivo lo que estableció la Comisión. No sé quién le tuvo miedo al quórum calificado y se refugió en el de ley orgánica constitucional. Creo que se debe terminar con los temores a nuestra Corporación. Observo que algunos Honorables colegas vecinos incurrieron en ese miedo irresponsablemente. No deseo nombrar a nadie, pero "al que le venga el sayo, que se lo ponga". Al parecer, no se desea enfrentar la realidad.
Por lo expuesto, voto a favor de la norma propuesta por la Comisión.
El señor VEGA .-
Señor Presidente , la regionalización constituye una materia tremendamente compleja, porque conlleva dificultades de índole técnica, geopolítica, económica, administrativa, jurídica y de ordenamiento territorial.
En realidad, es un problema mayor que requiere estudios básicos y científicos muy precisos y acuciosos, con la participación de técnicos de alto nivel.
Por supuesto, la inquietud nace de una posición política contingente. Los proyectos de reformulación son legítimos. Así sucederá siempre, a medida que el desarrollo se va perfeccionando y la sociedad va cambiando sus estructuras.
La regionalización de 1974 obedece a esos parámetros técnicos y científicos. Concurrieron técnicos nacionales y extranjeros y se hicieron consultas a todos los interesados en el tema. Estoy al tanto de ello, porque me lo informó quien presidió dicha Comisión, el ahora Senador señor Canessa . Fue un trabajo acucioso y perfeccionista, donde se consideraron todos los problemas geopolíticos de la época.
La regionalización no obedece al concepto de una formulación militar -como se ha expresado en alguna forma-, sino a un objetivo y a un proyecto tremendamente técnicos, respecto de los cuales se consultó a diversos organismos.
Aun cuando son legítimas las modificaciones, este tipo de divisiones territoriales en un país envuelven problemas de Estado de largo alcance. Por esa razón, se requieren acuerdos transversales a fin de cubrir con fundamento las necesidades de las distintas áreas del territorio.
Conozco también el proyecto sobre regionalización elaborado por el Colegio de Ingenieros. Dicho estudio disminuye las actuales doce regiones y está muy bien fundamentado. Tal vez valdría la pena consultarlo.
En tal virtud, por tratarse de un tema de Estado que requiere un quórum alto, me inclino por lo que expresa el texto final propuesto.
Voto a favor.
El señor VIERA-GALLO .-
Señor Presidente , quiero señalar al Honorable señor Ruiz que en la Comisión no existió acuerdo alguno sobre esta materia, sino que hubo votación dividida: tres votos contra dos.
El señor Senador tiene razón en lo referente al quórum para crear comunas. Si la norma en debate hubiera estado vigente, tal vez no se habrían instituido las diversas comunas que aprobamos durante los últimos años.
Por las razones expuestas, voto en contra.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés) .-
Señor Presidente , votaré a favor de la disposición, porque es una manera de lograr un resultado que permita el día de mañana crear una región, siempre que exista una justificación de mucho peso.
Creo que la Comisión, cuando modificó la norma, cometió un exceso al someter también a ella a las comunas, que antes no lo estaban.
Sin embargo, ¿qué sucede? Si no aprobamos ni la propuesta del primer informe ni la del segundo, el día de mañana, para crear regiones, habrá que modificar la Constitución. Para ello, hoy se requieren 29 votos; de haber un Senado de 38 miembros, se necesitarán 23. De aprobarse el texto del primer informe, con la actual Cámara Alta se precisarían 25 votos para crear regiones, y con la eventual del futuro, el equivalente a la mayoría absoluta de los Senadores en ejercicio, es decir, 20 votos; pero de acogerse la propuesta del segundo informe, se requerirían 27 votos, y en el próximo tiempo, 22. Tales son las diferencias que se producirían respecto de los quórum entre el Senado de hoy y uno de 38 miembros.
Si me garantizaran que se va a acoger el texto aprobado en general, yo votaría en contra del texto contenido en el segundo informe. Pero como no tengo suficiente seguridad en ello, me quedo con menos de lo que quisiera, o sea, con la norma del segundo informe, para que haya realmente una reforma sobre la materia y el día de mañana podamos modificar la ley correspondiente.
En tal sentido, pienso que la argumentación del Senador señor Gazmuri durante la fundamentación de su voto es la más acertada.
Por las razones expresadas, voto que sí.
El señor ZURITA.-
Señor Presidente , de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española, que diviso en el pupitre de mi querido amigo el Honorable señor Ruiz-Esquide , votar a favor significa aprobar la propuesta.
Por eso, amparado en el Diccionario, apruebo la propuesta.
El señor BOENINGER.-
Señor Presidente, comparto lo dicho inicialmente por el señor Ministro del Interior.
Me pronuncio a favor de la exigencia de quórum de ley orgánica constitucional sin considerarlo un mal menor.
En mi concepto, se hizo bien al sacar de la Constitución el número fijo de regiones. Pero también creo que, independiente de su fundamentación de origen, la estructura regional actual ha funcionado durante un montón de años y la organización de los gobiernos regionales es muy distinta de lo que existía antes.
En cuanto a la división actual para dar origen a nuevas regiones, hay casos bastante evidentes, e imagino que tendrán una aprobación fácil. Sin embargo, pienso que cuanto menor sea el quórum, más se facilitará que se desate una especie de -llamémoslo así- populismo regional o provincial en que toda zona donde haya más de una ciudad de cierta envergadura pretenderá convertirse en región. Entonces, los actuales gobiernos regionales tenderán a convertirse en provinciales, y eso generará un enredo que al menos amerita una discusión a fondo.
Por ello, siendo partidario de exigir quórum de ley orgánica constitucional, voto que sí.
El señor CANTERO.-
Señor Presidente , me parece muy pertinente que se haya sacado de la Constitución el número fijo de regiones y rebajado el quórum.
Eso, como primer punto.
En segundo lugar, considero absolutamente necesario dejar el texto aprobado en general o el texto final, porque, de lo contrario, la interpretación de la Carta no permitiría la creación de regiones. Porque el artículo vigente alude a "La modificación de los límites de las regiones". Pero esta expresión no puede interpretarse en forma tan amplia como para dar pie a la creación de otras regiones. En definitiva, "modificación de los límites" significa redistribuir.
En consecuencia, me quedo con la interpretación más restrictiva. Y, en cualquier caso, opino que debe quedar uno de los dos textos -sea el aprobado en general, sea el del segundo informe-, porque de otro modo no se podrían crear regiones, en circunstancias de que hay interés en hacerlo.
Ahora bien, uno escucha aquí hablar bastante del clamor por la creación de regiones. Empero, me parece oportuno dejar consignado que el artículo 62 de la Carta entrega claramente la materia a la iniciativa presidencial.
Reitero: si se pretende crear una región, la iniciativa es del Primer Mandatario. Y si hasta ahora no hay nuevas regiones, es porque los diversos Presidentes de la República no han enviado ningún proyecto en tal sentido. Eso me parece relevante.
También se ha cuestionado lo relativo a la identificación de las regiones con números.
Efectivamente, el decreto ley Nº 575, de 1974, del Ministerio del Interior, designa a las regiones con números. No hay en él, como algunos han señalado en esta Sala, identidad con un nombre; lo que se consigna es la ciudad capital de la región. Por consiguiente, si alguien quiere introducir una enmienda en esa línea, deberá presentar la iniciativa legal pertinente.
En definitiva, lo más relevante que se discute aquí es si, para los efectos señalados en el inciso segundo del artículo 99, se exige ley orgánica constitucional (27 votos), o ley de quórum calificado (la mitad más uno de los Senadores en ejercicio, esto es, 25 votos), o ley de mayoría de los presentes en la Sala al momento de emitir pronunciamiento.
A mi juicio, en ningún caso se justifica la simple mayoría tratándose de asuntos tan importantes, que deben ser enfocados con un criterio de política de Estado y concitar amplio acuerdo en el país, y que no pueden estar sometidos a la contingencia política o a intereses electorales circunstanciales.
Por esa razón, me parece muy necesario establecer un quórum alto.
En virtud de lo expuesto, me pronunciaré a favor de la norma que exige ley orgánica constitucional. En el evento de que no se apruebe por falta de votos, anuncio mi opción por la que requiere ley de quórum calificado, pues, como dije, se trata de una materia que debe constituir política de Estado y concitar un amplio margen de adhesión y apoyo en el Parlamento y en la ciudadanía.
Voto que sí.
El señor COLOMA.-
Señor Presidente , no cabe duda de que este tema tiene características relevantes. Principalmente -y me parece bien que así sea-, obedece a una política de Estado. Pocos asuntos son más de Estado que éste. Lo demás puede ser opinable. Y si no entendiéramos que estamos ante la división política y administrativa del país -ella tiene que ver con una adecuada priorización de los problemas y las soluciones, y no es un mero instrumento electoral o político a secas-, no estaríamos coincidiendo en que se trata de un asunto cuya relevancia lleva a pensar en una norma con proyección, no a 2, sino a 20, 30 ó 40 años.
En tal sentido, al momento de votar, quiero al menos hacer el siguiente planteamiento.
Primero, soy firme partidario de la regionalización y no me provoca trauma alguno el hecho de que las regiones tengan un número; éste constituye una identificación adicional que sus habitantes asumen con mucho orgullo.
La regionalización fue un paso gigantesco que se dio hace 25 ó 28 años. Creo que modernizó categóricamente el esquema administrativo del país. Y, al menos para mí, es uno de los grandes activos de nuestra nación con respecto a otro tipo de organizaciones existentes en Latinoamérica y en el resto del mundo.
En suma, soy muy partidario de lo que se ha hecho en ese ámbito.
Segundo, pienso que cualquier modificación que se realice debe ser extraordinariamente cuidadosa, ya que asumo que quien ejerza el mandato presidencial en los próximos años -y así ha ocurrido con quienes han tenido esa responsabilidad- siempre podrá ser objeto de algún grado de presión para que se dé a determinada región una identidad más propia, más marcada, porque eso genera cierto beneficio, tal vez aparente. Pero, como ha de velarse también por el bien común, uno debe procurar entender qué significa aquello en el contexto de la administración de los recursos, de la focalización de la pobreza, de la utilización adecuada de los escasos bienes con que cuenta una nación para salir adelante de la mejor forma.
Por eso fui partidario de que la creación de regiones requiriera el más alto quórum posible. Me parecía que el establecido al efecto en la Constitución era plenamente pertinente. Ello, porque si en este tipo de materias no se logran consensos máximos, no tiene sentido innovar.
Con todo, señor Presidente -y aquí dejo de manifiesto mi alto grado de flexibilidad-, pienso que el claro planteamiento formulado en la Sala por el Senador señor Valdés y el que el Honorable señor Cariola me hizo personalmente admiten que demos espacios para modificar el quórum exigido por la Constitución. Y, en tal sentido, opino que la ley orgánica constitucional puede cumplir ese objetivo.
Sin embargo, advierto que ese nivel de flexibilidad no debe llegar al grado mínimo, porque eso generaría respecto de la creación de regiones una presión que tendería a debilitar la institución.
Por eso, señor Presidente , y en el entendido expreso de su interpretación, voto a favor de la norma contenida en el segundo informe. Pero anuncio que, si no se aprueba, me pronunciaré en contra de la del primer informe, sobre la base de que el conjunto de eventuales negativas dejaría vigente el quórum de modificación constitucional para la creación de regiones y la consecución de los demás propósitos que se persiguen.
El señor ESPINA.-
Señor Presidente , no me referiré a los fundamentos que tengo para considerar muy útil la enmienda que elimina de la Constitución la fijación del número de regiones, porque ya lo hicimos en la discusión de ayer. Quiero, más bien, puntualizar que visualizo la existencia de un error en cuanto al efecto que produce el rechazo de ambas normas, ya sea la del primer informe o la del segundo.
Y lo plantearé de la siguiente manera.
Aquí estamos debatiendo, en definitiva, qué quórum se necesita para crear regiones o modificar las ya existentes.
El texto del segundo informe aprobado por la Comisión de Constitución expresa que se requiere quórum de ley orgánica constitucional. Ello me parece excesivo, por una razón: porque se trata de una facultad del Presidente de la República .
Si fuese una atribución de los Parlamentarios, podría haber el temor de que, en forma indebida, en períodos electorales se pretendiera crear regiones o modificar los límites de las ya existentes. Pero, como dije, se trata de una facultad del Primer Mandatario. Por lo tanto, la norma se halla blindada, en el sentido de que sólo él puede impulsar la creación de una región. Y dudo de que el Presidente de la República , en una materia de tanta sensibilidad, decida crear regiones sin motivo ni significación.
Si se rechazara la norma del segundo informe, que fija quórum de ley orgánica constitucional, habría que votar la del primer informe, que exige ley de quórum calificado, lo cual significa mayoría absoluta de los Parlamentarios en ejercicio.
Si se desaprobaran ambas normas, como de acuerdo con esta reforma ya no existirá en la Carta la disposición que fija en 13 el número de regiones, se aplicaría la regla general, que es la del quórum simple.
Por consiguiente, para quienes estimamos que la ley orgánica constitucional es excesiva y que la ley simple no corresponde, lo razonable es votar en contra de la norma del segundo informe y a favor de la que exige ley de quórum calificado (la del primer informe). De esa manera se logra el equilibrio necesario. Y, entonces, por esta opción deberán votar los partidarios de la ley orgánica constitucional, pues de lo contrario quedarán en el peor de los mundos: el de la ley simple.
Sobre la base de esos argumentos, voto en contra.
El señor FERNÁNDEZ.-
Señor Presidente , en primer término, quiero destacar la gran obra que significó la regionalización del país. Fue un avance gigantesco que, en 1974, realizó la CONARA, presidida por nuestro distinguido colega el Senador señor Canessa . Se hizo un trabajo admirable, que permitió en la materia un paso muy notable, probablemente el más grande que se dio en el siglo pasado. Se trató, entonces, de un aporte fundamental.
Pero, como todas las grandes instituciones, la regionalización debe ser revisada en forma permanente, a los efectos de actualizarla, de ponerla al día. Y tal es el sentido que se está otorgando a la actual reforma: adecuar aquélla a la realidad del país -como es obvio, desde 1974 hasta ahora (más de 30 años), éste ha cambiado sustancialmente- y, con ello, facilitar la creación de otras regiones.
Sin embargo, toda creación de regiones debe contar con cierta garantía de estabilidad y de consenso básico, por cuanto de otra manera podríamos derivar en volver a las 50 provincias que existían anteriormente. Y, si los quórum requeridos fueran muy bajos, la presión para aumentar el número de regiones en determinado momento podría resultar incontrolable.
Incluso, estimo que al Presidente de la República le costaría defenderse de las solicitudes que se le formularan en tal sentido.
Por consiguiente, si establecemos un quórum muy bajo para la creación de regiones, no obstante tratarse de una facultad presidencial, ello puede derivar en peticiones, sobre todo durante los procesos electorales, prácticamente incontrolables.
No dudo de que dar facilidades a ese respecto posibilitará, por ejemplo, crear la Región de Valdivia, lo cual me parece ampliamente conveniente, tanto por los argumentos que entregaron los Senadores de la zona, señores Valdés y Cariola , cuanto porque, a mi juicio, ello responde a una realidad.
Ahora, no obstante que, a pesar del alto quórum exigido, se facilitará la creación de regiones -como la de Valdivia, que, según expresé, se justifica plenamente-, estimo que, al mismo tiempo, habrá una limitación para zonas donde la transformación podría resultar inconveniente para el país.
Por otra parte, al eliminar la norma pertinente de la Carta, junto con generar menor estabilidad, estamos privando a los Parlamentarios de la posibilidad de presentar proyectos para crear nuevas regiones. Porque hoy éstos pueden presentar una iniciativa para modificar la Constitución en la materia de que se trata; pero, de acuerdo con la enmienda que se está planteando ahora, ya no les será posible formular un proyecto para crear nuevas regiones, por corresponder ello a la iniciativa exclusiva del Presidente de la República . Entonces, es distinta la consagración en la Carta Fundamental que la consagración en la ley.
En todo caso, considero razonable que exista un quórum alto, para evitar lo que yo llamaría "populismo regional" y una presión por crear regiones. Además, dicho quórum servirá de defensa al Presidente de la República cuando se vea enfrentado a peticiones que de otro modo le resultará muy difícil soslayar.
Ahora bien, las referidas normas, entendidas así, no tocan el tema fundamental de la regionalización. Estamos hablando de la creación de regiones, pero con las mismas facultades, con los mismos derechos, etcétera. Y creo que en lo que debemos avanzar es en darles más facultades, independiente de que pueda ser necesario ajustar su número, y no mantener la situación actual, con atribuciones muy menguadas, muy disminuidas, y con un centralismo incólume, especialmente en materias económicas, lo cual no permite su adecuado desarrollo. Todas las grandes decisiones en materia económica y social se adoptan en Santiago.
Lo propuesto puede constituir un avance, pero es meramente formal, porque en el fondo se requiere otorgar más facultades a las Regiones para que puedan cumplir de manera efectiva el anhelo de la regionalización.
Voto a favor.
La señora FREI (doña Carmen) .-
Señor Presidente , en algunos aspectos, es muy positiva esta reforma. Primero, porque eliminamos la norma que hacía referencia a trece Regiones. Además, en éstas hay mucho interés en volver a denominarse con su nombre propio. Es algo que puede hacerse con toda tranquilidad. Ya algunas lo están haciendo. Eso resulta muy conveniente.
En segundo lugar, ya han pasado muchos años. Chile ha evolucionado, como ha ocurrido en el mundo entero. Se han registrado mucha migración e importantes cambios poblacionales. Hay Regiones con ciudades que presentan características tan diferentes que han manifestado su obvio deseo de dividirse; eso ayuda a la modernización del país y a entender el proceso que se da en ellas en cuanto a la necesidad de crear nuevas Regiones.
Por eso, no temo a un quórum de aprobación más alto o más bajo. Me habría gustado, sí, que él fuera simple. Porque cuando la Comisión de Gobierno ha analizado proyectos para crear comunas -unas diez en estos años-, lo ha hecho escuchando a la gente y a las autoridades, con mucha seriedad y transparencia. No creo que sean materias que se promuevan en épocas electorales. El Senado y la Comisión de Gobierno son suficientemente serios como para, comprendiendo la realidad, tratarlas y votarlas con los quórum correspondientes.
Si hay convencimiento acerca de su necesidad, no veo por qué no puedan aprobarse con quórum simple. Y aunque muchas Regiones quieran dividirse, si estudiamos bien la materia y vemos que ello no es factible o no corresponde, se les dirá que no. Entonces, da lo mismo que el quórum sea alto o bajo.
Pero debemos optar por el mal menor. Si bien no me gusta el quórum propuesto, lo aprobaré, porque volver al texto primitivo es muy difícil.
Comparto lo planteado por otros Honorables colegas. Esta discusión, que ha sido larguísima -ya se hizo ayer y ahora, desgraciadamente, la estamos repitiendo-, demuestran que la regionalización no va por tener más o menos Regiones, sino por otros caminos.
Los Senadores que abogamos por mayor regionalización, obviamente, tratamos de asignar a las Regiones mayor cantidad de recursos en la Ley de Presupuestos, a fin de que gocen de más autonomía, de que haya elecciones más libres y democráticas de las directivas regionales, temas mucho más importantes que el que ahora discutimos y al que, por desgracia, hemos dedicado demasiado tiempo.
Entonces, me pronuncio por el mal menor.
Voto a favor.
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Terminada la votación.
--Se aprueba el inciso segundo propuesto para el artículo 99 en el segundo informe (35 votos contra 8).
Votaron por la afirmativa los señores Aburto, Arancibia, Boeninger, Bombal, Canessa, Cantero, Cariola, Coloma, Cordero, Chadwick, Fernández, Flores, Foxley, Frei (doña Carmen), Gazmuri, Larraín, Martínez, Matthei, Moreno, Novoa, Núñez, Ominami, Orpis, Parra, Pizarro, Ríos, Ruiz-Esquide, Sabag, Silva, Stange, Valdés, Vega, Zaldívar (don Adolfo), Zaldívar (don Andrés) y Zurita.
Votaron por la negativa los señores Espina, García, Horvath, Lavandero, Prokurica, Romero, Ruiz y Viera-Gallo.
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Indicación renovada Nº 306.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
Esta indicación, renovada por los Senadores señores Silva , Moreno , Boeninger , Páez , Foxley , Lavandero , Pizarro , Valdés , Zaldívar (don Adolfo) , Sabag y Ruiz-Esquide , dice:
"En el artículo 102°, intercalar a continuación del Nº 35, el siguiente nuevo:
"Agréganse los siguientes incisos al artículo 102:
"El Consejo Regional se integrará por los Diputados y Senadores en ejercicio que hubieren sido elegidos por los distritos y circunscripciones de la respectiva región.".
Y, al final, añade:
"De entre ellos, el Consejo elegirá un Presidente.".
Es más extensa, pero el resto fue declarado inadmisible en la Comisión.
El señor BOENINGER .-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor BOENINGER.-
Señor Presidente, me extraña que aparezca mi nombre, porque estoy en total desacuerdo con eso.
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Bueno, se retira su firma.
El señor FOXLEY .-
La mía, también, señor Presidente .
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Hay aquí una indicación renovada por los señores Senadores cuyas firmas están en el texto y que propone lo ya indicado por el señor Secretario .
Se pondrá en votación, salvo que quienes la suscriben la retiren.
Sin embargo, se ha presentado un problema reglamentario.
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
Han retirado su apoyo los Senadores señores Boeninger y Foxley , con lo cual la renovación cuenta con nueve firmas.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés) .-
En reemplazo, yo también la patrocino.
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Entonces, se incorpora la firma del Honorable señor Andrés Zaldívar .
En discusión la indicación renovada Nº 306.
Ofrezco la palabra.
El señor OMINAMI.-
Señor Presidente , ¿puede señalar nuevamente quiénes suscriben la indicación?
El señor CHADWICK.-
Está fuera de plazo, señor Presidente.
El señor LARRAÍN (Presidente).-
Las indicaciones renovadas se pueden presentar hasta antes de proceder a votar.
Es la norma que hemos seguido habitualmente.
Tiene la palabra el Senador señor Moreno.
El señor MORENO.-
Señor Presidente , la indicación que ahora se ha renovado la presentamos en su momento junto con el Honorable señor Sabag y otros señores Senadores, y responde a la experiencia adquirida en los denominados "consejos regionales" en cuanto a la forma como se ocupan de las inversiones en las respectivas Regiones.
Normalmente, los Parlamentarios -Senadores y Diputados- somos requeridos tanto por los actuales consejeros regionales como por los alcaldes, por los concejales y por gente de distritos o circunscripciones que representamos, para que intervengamos, por la vía indirecta, ante las autoridades de Gobierno con el objeto de obtener la aprobación de financiamientos que permitan desarrollar determinadas obras.
Es un hecho habitual que todos los Parlamentarios, de Gobierno o de Oposición, hemos experimentado. Y, desde ese punto de vista, el consejo regional, que refleja hoy día el esfuerzo de desconcentración del poder y de regionalización, excluye a los Parlamentarios de dar siquiera una opinión sobre la materia.
Por lo tanto, no se trata de reemplazar un organismo colegiado a nivel regional, sino de transparentar lo que hoy día existe.
Cuando discutimos la Ley de Presupuestos en las Subcomisiones, las Regiones hacen presentes sus peticiones: "Quiero más financiamiento para el agua potable rural", "Quiero más financiamiento para subsidio de viviendas", "Quiero más financiamiento para las bonificaciones campesinas", etcétera. Y cuando estas inversiones, que corresponden al consejo regional, tienen que ser realizadas, los Parlamentarios prácticamente son excluidos y, en algunos casos -dejo en claro que no es mi situación-, ni siquiera son invitados a las inauguraciones de obras en cuya materialización han participado con su esfuerzo y su trabajo. Esto genera una distancia y, sencillamente, muchos Parlamentarios no adquieren ninguna categoría y quedan del todo desprovistos de esta función.
Por lo tanto, señor Presidente , insisto en que los consejos regionales deben ser modernizados. Se debate respecto de si los consejeros regionales se elegirán por votación directa o no. Y, en atención a que los Parlamentarios son elegidos por esas mismas Regiones para preocuparse de su desarrollo, creo que es de justicia que integren los consejos regionales.
He expuesto lo que hoy ocurre. Por ello, reitero mi apoyo a la indicación que renovamos y anuncio mi voto favorable.
El señor LARRAÍN (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Gazmuri.
El señor GAZMURI.-
Señor Presidente , adelanto que votaré en contra de la indicación. Me parece que genera confusión entre los distintos niveles del poder político. A nosotros no nos corresponde participar en el consejo regional ni ser miembros de él, pues somos Parlamentarios nacionales. Es cierto que tenemos representación territorial, que poseemos influencia en nuestras Regiones y que todos intentamos ejercerla de la manera más razonable posible para el progreso de ellas. Todo eso está muy bien. Pero pienso que por el camino sugerido se introduciría una confusión completa en lo que es, a mi juicio, el sano proceso de regionalización y descentralización, que hay que fomentar.
Los CORE viven dos situaciones. En primer lugar, han aumentando mucho su poder, en la medida en que el FNDR (Fondo Nacional de Desarrollo Regional) se ha incrementado de manera extraordinariamente sustantiva durante los últimos años. Por lo tanto, en la Región hay una capacidad muy fuerte de intervención en temas económicos y sociales a través del gobierno regional.
En segundo término, el problema del consejo regional radica en que no tiene mayor legitimidad democrática. En consecuencia, estimo que la reforma que sí daría el peso necesario y la legitimidad suficiente a los consejos regionales sería la de que sus miembros fueran representantes de la voluntad popular de las provincias. Yo mantendría la actual composición, donde los delegados del CORE se eligen por provincias, a fin de que existiera equilibrio en las Regiones y no se diera el centralismo que se tiende a producir en todas ellas.
Esta reforma me parece sustancial. Que haya autoridades con poder creciente elegidas de manera indirecta por concejales y alcaldes, en mi concepto, desvaloriza por completo a los gobiernos regionales.
Y quiero hacer presente que esa reforma, que es la sustantiva, ha tenido una gran oposición en general en las Cámaras...
El señor MORENO .-
¿Me permite una interrupción, señor Senador ?
El señor GAZMURI.-
Claro, después de que termine.
Reitero que ha habido una gran resistencia a la elección directa de los consejeros regionales, por una razón a mi juicio completamente absurda, de orden corporativo, que responde al temor de que algunos ciudadanos pudieran ser electos con las mismas votaciones de Diputados o Senadores.
Por lo tanto, la reforma sustantiva es ésa. La planteada en la presente indicación confundiría por completo la situación, pues tal no es nuestro rol. Otra cosa es que tengamos opiniones sobre los temas regionales; y siempre contamos con espacio para expresarlas.
En consecuencia, anuncio mi voto en contra.
Con la venia de la Mesa, concedo una interrupción al Senador señor Moreno.
El señor LARRAÍN (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Moreno.
El señor MORENO.-
Señor Presidente , no es mi ánimo molestar al Honorable señor Gazmuri , pero debo recordarle que, en la página 63 del boletín de indicaciones, la Nº 306, presentada por los Senadores señores Flores y Viera-Gallo , y la Nº 307, propuesta por los Honorables señores Gazmuri , Muñoz Barra , Naranjo y Ominami , establecen lo siguiente: "El consejo regional se integrará por los diputados y senadores en ejercicio que hubieren sido elegidos por los distritos y circunscripciones de la respectiva región".
Muchas gracias.
El señor LARRAÍN (Presidente).-
Recupera el uso de la palabra el Senador señor Gazmuri.
El señor GAZMURI.-
Sólo deseo señalar que seguramente fui sorprendido por algunos de mis colegas.
Me retracto públicamente, pues soy por completo contrario -y lo he sido siempre- a la integración de los Parlamentarios en el CORE.
Entonces, lamento la confusión. Fue una "autoconfusión". Como decíamos en las viejas tradiciones de la Izquierda, hago "mi autocrítica más profunda" y reitero mi opinión y mi decisión de votar contra la indicación renovada.
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Andrés Zaldívar.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés) .-
Señor Presidente , la indicación del Senador señor Gazmuri era complementaria con la relativa a que diez consejeros regionales fueran elegidos por votación popular.
Si leemos las indicaciones Nos 306 y 307, veremos que tienen bastante coherencia.
Ahora bien, ésta es una materia opinable. Pienso que la indicación renovada permite hacer un debate en serio en el Parlamento acerca de la conveniencia o no de que los Senadores y Diputados integren el consejo regional, siempre que éste sea conformado también por consejeros elegidos por sufragio universal. Porque, en ese caso, el consejo regional pasa a ser casi un pequeño parlamento encargado de regir los destinos de la Región en cuanto a las facultades que se le entregan, sobre todo en el ámbito de la administración presupuestaria.
Eso no es una novedad en la normativa jurídica de otros países.
Por ejemplo, en Francia no hay inhabilidad para que un alcalde sea Parlamentario. Incluso, ello se considera positivo, pues genera un encadenamiento entre el gobierno comunal y la acción del Parlamento. Y ese alcalde llega al Parlamento muchas veces a defender su territorio y a tratar de lograr atención respecto de éste.
Lo mismo sucede en la Región. Cuando un consejo representa la voluntad real de los ciudadanos de la Región, que hoy posee atribuciones y efectúa asignaciones presupuestarias importantes, está integrado el Parlamentario; se logra que éste tenga alguna incidencia en las obras de desarrollo.
Lo que ocurre hoy en el consejo regional -he escuchado la crítica más que nada fuera de Santiago, donde no hay tanta integración en ese sentido- es que muchas veces los Parlamentarios están totalmente ausentes de lo que se resuelve en cuanto a los fondos, que en ocasiones son muy importantes en la Región.
El señor MORENO .-
Ésa es la verdad.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés) .-
Entonces, durante la distribución presupuestaria, los representantes, elegidos por los concejales y por los alcaldes, asignan equitativamente los recursos. Así, uno le dice al otro: "Mira, tú me apoyas en esto y yo te apoyo en eso". Por lo tanto, en vez de destinarse los fondos con eficiencia a proyectos de interés para la Región, en muchas ocasiones quedan diseminados en pequeños proyectos de poca trascendencia.
También -he escuchado esa crítica a varios colegas -los Parlamentarios se sienten absolutamente ausentes cuando en una Región se hace una inversión en una escuela, en un camino, en un consultorio, en una tenencia de Carabineros, etcétera. El Parlamentario no ha tenido nada que ver, no ha tenido ninguna incidencia y la opinión pública vincula la obra más bien con el intendente o con el consejero regional que con el respectivo Senador o Diputado que quizás hizo todo el esfuerzo para llevarla a cabo.
En consecuencia, si me dicen que el tema no debiera tratarse, creo que no es así. Y lo abordo porque considero necesario hacer una reflexión acerca de la conveniencia de que en los gobiernos regionales exista esta especie de parlamento corporativo, nacido de votación popular, constituido por los Parlamentarios, elegidos por sus electores y por los consejeros regionales emanados de una votación directa.
Por eso, la indicación presentada por el Senador señor Gazmuri y por otros Senadores tenía sentido, en cuanto a integrar ambos tipos de consejeros.
Creo positivo discutir este tema. A lo mejor hoy día no lo aprobaremos. Pero, concretamente, sería bueno que los Parlamentarios estuvieran integrados al consejo con representación popular en esta especie de parlamento que haría eficiente el manejo de los recursos que hoy tienen los gobiernos regionales.
Por las razones expuestas, me parece adecuada la indicación. Y por ello agregué mi firma en reemplazo de otra. Es bueno que discutamos esta materia y que nos formemos conciencia respecto de cuál es el mejor camino para avanzar hacia una regionalización que nos permita encadenar la Región con el Parlamento.
Muchas gracias.
El señor LARRAÍN (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Parra.
El señor PARRA .-
Señor Presidente , lamento la insistencia en plantear esta materia aquí y ahora, a través de la renovación de una indicación. Y lo lamento porque creo que el tema tiene dos connotaciones que hacen necesario un estudio global del asunto en una oportunidad distinta.
El punto se relaciona, en primer lugar, con la composición y generación de los consejos regionales, cuestión sobre la cual existe un proyecto de reforma constitucional específico, iniciado por mensaje, que está cumpliendo su primer trámite en la Cámara de Diputados. Creo que ésa sería la instancia adecuada para examinar el problema en su conjunto. Y, naturalmente, cuando esa iniciativa llegue al Senado, la indicación en debate cobrará sentido y nos permitirá entrar en un análisis más a fondo del tema.
El segundo aspecto tiene que ver con la naturaleza de la labor parlamentaria y las normas constitucionales que la rigen. Si se añaden nuevas funciones a los Parlamentarios, ellas deben ser compatibles con el objetivo central que éstos están llamados a cumplir: la tarea legislativa.
No puedo ocultar que la experiencia pasada no alienta la aprobación, de buenas a primeras, de una reforma como ésta.
Fui miembro del Consejo Regional del Biobío en una etapa intermedia, previa a la puesta en marcha de los actuales gobiernos regionales, en mi calidad de rector de la Universidad de Concepción. Él se esmeró, por iniciativa del Intendente , don Adolfo Veloso , por contar con la presencia y participación de los Parlamentarios de la Región. Éstos nunca dejaron de ser invitados a las reuniones del CORE, pero no fue fácil compatibilizar el funcionamiento de este órgano con los requerimientos de los Parlamentarios en tanto legisladores. Por la misma razón, su asistencia fue, en general, muy baja.
No veo, pues, la conveniencia de discutir y resolver ahora este tema, sobre todo si se puede unir a la otra reforma constitucional. De manera que, si se insiste en votarlo en esta oportunidad, me veré en la necesidad de pronunciarme por el rechazo de la indicación.
El señor LARRAÍN (Presidente).-
Quedan 10 Senadores inscritos.
Si le pareciera a la Sala, podríamos reducir a dos minutos los discursos de los oradores que faltan, con el objeto de alcanzar a votar este asunto hoy día.
El señor HORVATH.-
¿Por qué no abre la votación, señor Presidente , para que los colegas que aún no han intervenido puedan fundamentar su voto hasta por ese lapso?
El señor LARRAÍN (Presidente).-
Muy bien.
Si no hay objeción, se procederá en la forma indicada por Su Señoría, otorgando a cada Senador hasta dos minutos para fundamentar su voto.
Acordado.
En votación la indicación renovada número 306.
--(Durante la votación).
El señor FERNÁNDEZ.-
Señor Presidente , creo que no hay que confundir los roles. El de los Senadores es bastante específico y muy distinto del que cumplen los consejeros regionales. Éstos no poseen facultades normativas, como las que tienen los Parlamentarios, para dictar disposiciones de alcance general; más bien, desempeñan una función administrativa, de distribución de fondos. Eso hace que ambas labores sean incompatibles.
Por otra parte, pienso que, en la medida en que los Parlamentarios participen en los consejos regionales, se puede producir una distorsión. Es probable que su peso resulte decisivo a la hora de tomar decisiones que deben ser adoptadas autónomamente por los miembros del CORE, sin perjuicio de consultar a los Parlamentarios, si es del caso.
Ahora, es efectivo lo que expresó el Senador señor Parra en orden a que la actuación de los legisladores en un consejo regional resulta físicamente incompatible con su trabajo parlamentario.
El señor VALDÉS .-
Así es.
El señor FERNÁNDEZ.-
Quizás no podrían asistir sino los lunes y viernes, y a las reuniones de emergencia. El funcionamiento de las comisiones en las cuales un CORE distribuye sus materias hace absolutamente inconciliable la participación de los miembros del Congreso con sus labores parlamentarias.
Estoy de acuerdo en reforzar los consejos regionales, en darles más facultades y recursos, en ampliar sus posibilidades, pero no en incorporar en ellos a personas que cumplen un rol distinto y que son elegidas con otra finalidad.
Por lo tanto, voto en contra.
El señor NÚÑEZ.-
Señor Presidente , la indicación constituye el peor camino y su aprobación implicaría seguir confundiendo la estructura político-administrativa del país. Lo hemos comprobado en varias oportunidades.
En mi opinión, lo procedente sería incorporar, a través de una modificación a la Ley Orgánica Constitucional sobre Gobierno y Administración Regional, atribuciones más concretas para los consejos regionales, sin perjuicio de que una o dos veces al año y sólo respecto de determinadas materias -en particular cuando el intendente esté obligado a dar a conocer exactamente lo que pretende realizar en la Región-, tengan la obligación perentoria, establecida por ley, de convocar a los Parlamentarios. Y no únicamente a los partidarios del Gobierno de turno, sino a todos, porque siempre es bueno tener la visión de los legisladores tanto oficialistas como de Oposición.
Con la indicación se persigue integrarnos, como Parlamentarios, a los consejos regionales, en circunstancias de que la mayor parte de los miembros de estos órganos no tiene la misma legitimidad que nosotros. Digámoslo francamente: quienes somos elegidos de manera efectiva nos encontraríamos, en un caso, con un intendente que es directamente designado por el Presidente de la República , y en el otro, con consejeros regionales que no son elegidos por nadie. Todos sabemos cómo son elegidas -entre comillas- estas personas.
En consecuencia, estimo que la indicación constituye un mal camino. Por eso, la voto en contra.
El señor RÍOS.-
Señor Presidente , trataré de ser telegráfico, para enmarcarme dentro de los dos minutos.
En primer lugar, a los Senadores que siempre les gusta analizar legislación comparada para buscar ejemplos que se asemejen a la materia en estudio les debe de haber ido bastante mal con respecto a este punto, pues en ningún país bien organizado y administrado y con cultura, en el mundo, se ha llevado a cabo lo que se está planteando.
En segundo término, es efectivo que los Parlamentarios son bastante requeridos. Quienquiera que se precie de ser un buen Parlamentario debe ir por lo menos una vez al año al santuario institucional que existe en Chile, la SUBIERE, a pedirle las platas que el alcalde tanto solicitó para terminar las veredas de determinado lugar. Y ésta es una gestión absolutamente superficial, que no corresponde a la relevante labor que debe cumplir el Congreso Nacional.
Algunos sostienen que es indispensable conocer lo que está haciendo un gobierno regional. Está bien: debe conocerse. Pero el que no lo sabe es porque no ha leído el plan de desarrollo que cada gobierno regional entregó hace ya tres años y que, supongo, se está cumpliendo conforme a lo previsto. Si una persona desea hallarse al corriente de las inversiones efectuadas y de cómo se están realizando las cosas, debe postular a un cargo en el concejo comunal pertinente. Hoy las municipalidades administran no menos del 70 por ciento de la totalidad de los recursos sociales de Chile, que alcanzan a los 8 billones 400 mil millones de pesos. Desde el punto de vista de los fondos públicos, resulta más trascendente participar en un concejo comunal que en un consejo regional.
Finalmente, en cuanto a la legitimidad democrática de los consejos regionales, cabe señalar lo siguiente. Primero, la conformación de estos organismos fue aprobada por el Senado en 1992, con el voto favorable de muchos de los Honorables colegas aquí presentes, y luego por la Cámara de Diputados, entiendo que por unanimidad. Y segundo, quiero recordar que hace algunos años con el entonces Senador señor Hamilton y el Honorable señor Núñez presentamos un proyecto destinado a permitir que los miembros de los CORE fueran elegidos por votación directa. Sin embargo, dicha iniciativa vive un sueño eterno.
Voto en contra de la indicación renovada, porque la considero negativa para la administración del país.
El señor LARRAÍN (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Ominami.
El señor OMINAMI.-
Señor Presidente , la indicación renovada apunta a un problema real; sin embargo, me parece que la solución que propone es mala. Por eso, la voy a rechazar. Empero, no me retracto de la indicación original, pues, como digo, el problema existe.
En mi opinión, en el marco de un consejo regional legítimo, democrático, elegido por todos los ciudadanos, debería haber una instancia donde regularmente -dos o tres veces al año- los Parlamentarios pudieran participar en la discusión de los proyectos de desarrollo para la Región. Falta eso.
No considero correcto que los Parlamentarios debamos realizar un sinnúmero de gestiones para atender las peticiones que formulan los consejeros regionales y que esto no se transparente. Ayudaría mucho al desarrollo de las Regiones el que se celebrara una reunión formal, convocada por quien, para mí, debería ser el presidente regional electo por la ciudadanía, en la cual los Parlamentarios pudiéramos entregar nuestra opinión y ser consultados, porque, finalmente, las decisiones que adoptan los consejos regionales nos afectan de manera muy directa.
Por tanto, me parece que debe existir una instancia formal en la cual podamos participar.
El señor BOENINGER .-
¿Me permite una interrupción, Su Señoría?
El señor OMINAMI-
Señor Presidente , el Senador señor Boeninger me está pidiendo una interrupción.
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
No se permite dar interrupciones en la fundamentación de voto, señor Senador.
El señor OMINAMI-
Muy bien.
Entonces, el tema debe quedar planteado.
Yo espero que una futura discusión nos permita democratizar el proceso de regionalización y, también, encontrar la manera de que las gestiones informales de todo tipo que los Parlamentarios estamos obligados a hacer en pro del desarrollo de nuestras Regiones puedan conseguir un espacio formal donde puedan discutirse, transparentarse y organizarse de un modo mucho más sistemático que el actual.
Con esta aclaración, voto en contra de la indicación renovada.
El señor LARRAÍN (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Ruiz.
El señor RUIZ (don José) .-
Señor Presidente , voto en contra de la indicación, porque no va a resolver las dificultades que existen en las Regiones. Tal vez puede despejar problemas suscitados en las relaciones entre los Parlamentarios y las autoridades locales, pero no las trabas que afectan al consejo regional en su funcionamiento, tanto por la calidad de los consejeros electos como por -yo diría- las atribuciones propias de ese organismo.
Lo que sí me parece fundamental es que este asunto debe ser abordado mediante una reforma global de los gobiernos regionales. Y en ningún caso estimo adecuado que los Parlamentarios formen parte del consejo regional, ni en este esquema ni en otro. Pero creo oportuno establecer una mayor participación de éstos para contactarse con los respectivos consejos regionales.
En mi Región he sostenido innumerables reuniones con el consejo regional sobre diversas materias, y nunca he tenido inconvenientes para asistir a ellas. Por lo tanto, nosotros también podemos realizar un esfuerzo en ese sentido.
Sin embargo, quiero hacer hincapié en que aquí se presentan dos elementos que, a mi juicio, son claves desde el punto de vista del funcionamiento de los consejos regionales.
En primer lugar, éstos deben contar con una mayor autonomía de las autoridades municipales, pues hoy día los consejeros regionales son elegidos por los concejos comunales. Todos sabemos que los alcaldes y concejales votan para elegir a cada uno de los consejeros. Por lo tanto, ¿para qué nos engañamos? Muchas veces la comunidad no tiene ninguna posibilidad de participar en esa elección y queda al margen de las decisiones, porque la elección es absolutamente indirecta.
Yo soy partidario de un sistema directo, donde cada provincia elija a quienes van a representarla y defender sus intereses.
En segundo término, creo que los consejos regionales debieran contar con mayores atribuciones respecto de diferentes materias que constituyen prerrogativas exclusivas del Presidente de la República , por la vía reglamentaria -a veces los proyectos que dan origen a los reglamentos son elaborados por las autoridades centrales sin considerar las diferencias que existen entre una Región y otra-, o -debo decirlo derechamente- a través de los intendentes, quienes ejercen una fuerte influencia sobre los consejos regionales.
En suma, pienso que debemos impulsar una reforma profunda sobre el tema y que la indicación en debate no ayuda en ese sentido.
Voto que no.
El señor LARRAÍN (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Coloma.
El señor COLOMA.-
Señor Presidente , dentro de la avalancha de argumentos negativos, quiero hacer una reflexión que básicamente dice relación al tipo de institucionalidad que el país ha creado para resolver los problemas de la gente.
La indicación que se propone altera una forma razonable de dividir las funciones del Estado. Pretender mezclar al Congreso Nacional en algún tipo de acción ejecutiva debilita la separación entre los Poderes y disminuye la necesaria fiscalización que de los actos públicos -por ejemplo, los del intendente- la Constitución encarga al Parlamento.
Entonces, si uno colectiviza las resoluciones que adopta determinada Región, obviamente restringe esa capacidad de fiscalización y genera tal grado de involucramiento que impide una solución adecuada y ordenada de los distintos problemas que sufre el país.
Adicionalmente, y yendo a un tema de fondo que plantearon varios señores Senadores, me parece que incorporar elementos electorales en la asignación de recursos tiende invariablemente -y es un materia que podemos discutir de manera más profunda- a centralizar las decisiones, lo que de algún modo provoca una incorrecta distribución de aquéllos.
Doy un ejemplo cualquiera.
En la Séptima Región -a la que con otros tres Parlamentarios representamos-, donde existen 30 comunas, mientras más influyente sea el voto para ser elegido en alguna de ellas, ya sea desde un punto de vista parlamentario o como integrante electo del consejo, más prioridad se va a dar a la que aporte mayor votación o caudal electoral, pues es obvio que allí se centrarán los intereses tratando de captar -voy a decirlo en forma simple- el favor de los electores más influyentes.
Pero, ¿qué genera eso? Un debilitamiento de las comunas pequeñas, que son precisamente las que más ayuda requieren.
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Ha finalizado su tiempo, señor Senador.
El señor COLOMA.-
Termino de inmediato, señor Presidente.
Por eso, considero que adicionalmente hay un tema muy de fondo, relacionado con la descentralización y la preocupación por los lugares más alejados y desprovistos de oportunidades de nuestro país.
Voto en contra.
El señor CANTERO.-
Señor Presidente , a mi juicio, la propuesta en debate es contraria a lo establecido en el artículo 3º de la Carta Fundamental, correspondiente al Capítulo I: "Bases de la Institucionalidad", que señala que Chile es un Estado unitario, que su territorio se divide en Regiones y que su administración será funcional y territorialmente descentralizada.
Tales conceptos tienen una significación muy clara en el Derecho Administrativo, y su sentido no es antojadizo ni arbitrario. Por lo menos, eso es lo que he aprendido a lo largo de mi vida en el ambiente político.
Por otro lado, lo anterior guarda relación con el ámbito de funciones de los Poderes del Estado (Judicial, Legislativo y Ejecutivo ). En consecuencia, la aplicación de la norma propuesta obligaría a modificar un sinnúmero de disposiciones constitucionales, particularmente desde el artículo 42 en adelante, lo cual no encuentro conveniente.
Asimismo, deseo llamar la atención sobre cierta confusión que denota la propuesta formulada respecto del Capítulo XIII de la Carta Fundamental, sobre todo del artículo 100, preceptos relativos al gobierno y administración regional, donde no visualizo cómo podría participar el Parlamento en acciones de gobierno y -según establece dicha norma- de "administración superior de cada región".
En definitiva, no creo posible la actuación del Poder Legislativo en la ejecución de un programa de gobierno y de administración de un espacio territorial.
Eso me parece contradictorio.
Además, encuentro extraña la preocupación mostrada más por insertar al Parlamento en esa estructura que por la generación de ella, lo cual se aleja del concepto de Estado unitario, dando lugar a la aparición allí de claros tintes corporativistas.
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Terminó su tiempo, señor Senador.
El señor CANTERO.-
En consecuencia, si se quiere hacer efectiva la participación de la ciudadanía regional en la administración superior de cada Región, existen distintos mecanismos. Los estudiaremos en la ley orgánica constitucional de gobiernos regionales, que espero llegue al Senado en breve plazo.
Por lo tanto, rechazo la indicación renovada.
El señor ORPIS.-
Señor Presidente , aun cuando estoy en contra de la indicación, creo que se ha planteado un punto válido.
Hoy en la mañana dimos un paso importante en materia de regionalización, pero resulta evidente que todavía es incompleto.
En la actualidad, el centralismo existente a nivel nacional también se vive en el ámbito regional, pero con el elemento adicional de que los integrantes de los consejos carecen de la legitimidad y de la fuerza para implementar muchas políticas que son necesarias.
Más allá del acto eleccionario mismo -punto que prioritariamente deberemos abordar-, siempre he tenido la convicción de que los que deben integrar los consejos regionales son quienes ostentan cargos de elección popular dentro de una Región. Al incorporar directamente a los alcaldes y a los concejales daríamos una dimensión distinta a tales consejos y evitaríamos el centralismo existente a nivel regional, con una representación mucho más equilibrada y legitimada.
A mi juicio, esta materia -y no sólo la creación de Regiones- debe tener prioridad, pues hoy día los consejos regionales son los que distribuyen la mayor cantidad de recursos y por eso requieren mayores grados de legitimidad.
En síntesis, señor Presidente , la composición ideal de los consejos regionales debiera incluir a los alcaldes y concejales. Ello otorgaría un equilibrio entre las grandes ciudades y los sectores rurales, más aún si se trata de cargos de elección popular.
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
¿Cómo vota, Su Señoría?
El señor ORPIS.-
En contra.
El señor LARRAÍN (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Espina.
El señor ESPINA.-
Señor Presidente , la indicación renovada termina por confundir más a la opinión pública respecto del rol de los Parlamentarios.
Nuestra labor esencial consiste en legislar, tarea que, en un mundo moderno y globalizado, es cada vez más difícil. Dictar leyes puede ser muy útil; pero no prepararse adecuadamente y legislar mal puede causar la ruina de un país. La legislación moderna es compleja, ya que requiere más estudio y preparación, mayor capacidad de análisis y adecuada asesoría.
La función que desarrollamos muchas veces es desconocida por la opinión pública. Por eso, un grupo importante de Parlamentarios realiza asistencia social en sus comunas, lo que distorsiona nuestra labor y -lo que es más grave- las atribuciones que tenemos para cumplirla correctamente.
En consecuencia, la indicación confunde absolutamente la función parlamentaria -legislar para el interés del país y, en el caso de los Senadores, para defender lo que interesa a cada Región- con la labor de administración, que es propia del gobierno regional.
El problema radica en que el gobierno regional funciona mal. Y a eso debiera apuntar el debate.
Un primer argumento es que el intendente no es un representante de la Región. Muchas veces ni siquiera la conoce. Representa al Presidente de la República . Por lo tanto, frente al dilema de defender los intereses regionales o respetar la opinión del Primer Mandatario, prefiere a menudo la segunda opción.
Queda pendiente, entonces, un debate acerca de cómo construir un buen gobierno regional: un intendente elegido por la ciudadanía o la creación de un cargo similar; un consejo regional integrado democráticamente para que represente de forma real la voluntad de la gente. Esto -repito- queda pendiente.
Señor Presidente, como esta indicación renovada apunta en la dirección equivocada, la voto en contra.
El señor LARRAÍN (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Viera-Gallo.
El señor VIERA-GALLO .-
Señor Presidente , voy a defender la indicación, porque el sistema actual es confuso en sí, pues el consejo regional debiera ser el parlamento de la región y, por lo mismo, guardar coherencia con el sistema político nacional.
Sin embargo, tales consejos nunca hicieron uso de su carácter normativo. No se dictaron reglamentos regionales ni se aprobaron los proyectos de presupuesto, como señala la letra d) del artículo 36 de la Ley Orgánica Constitucional sobre Gobierno y Administración Regional. La única función que cumplen es la consignada en la letra e): resolver la distribución del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR). Pero esto no lo debiera hacer. El Congreso no tiene la facultad de administrar recursos, pero el parlamento de la Región, sí. Y eso es una anomalía.
Mientras tal irregularidad no se corrija -estoy de acuerdo con el Honorable señor Parra en cuanto a que ésta debiera ser una lata discusión-, es conveniente que los Parlamentarios nos involucremos responsablemente en la función de asignación de recursos regionales. Si no, esto se prestará para acciones demagógicas. Un Senador o Diputado puede prometer distintos proyectos en cada comuna y, después, no cumplirlos, sin estar obligado a decir ante el electorado que aprobó la construcción de un liceo en desmedro de otra, que rechazó. Con la indicación, asumiría la responsabilidad de sus decisiones.
Actualmente, estas resoluciones son delegadas a un cuerpo fantasmal, integrado por consejeros regionales que parecen venir de una república veneciana, donde nadie sabe, en definitiva, a qué intereses responden o a qué partido político. Y son ellos quienes distribuyen las platas, en forma completamente arbitraria.
En suma, evidentemente, hay que cambiar el fondo de este asunto. Pero, mientras eso no ocurra, los Parlamentarios debiéramos responsabilizarnos de las promesas que hacemos en las distintas comunas del país.
Por eso, voto a favor.
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Senador señor Valdés.
El señor VALDÉS .-
Señor Presidente , el tema es muy interesante y, felizmente, una mayoría ha expresado que no corresponde introducir a los Parlamentarios en este cuadro.
Voy a votar en contra de la indicación por razones distintas de las que manifestó el Honorable señor Ominami , cuya visión refleja gran imaginación y progresismo. Tal vez por ser Senador por Valparaíso -declarado tesoro de la Humanidad- quiera adornar la ciudad con ciertas facultades, aparte las de sus Senadores y Diputados.
En todo caso, para ser franco, creo que Valparaíso necesita un buen alcalde. Nada más.
En general, estoy de acuerdo con lo dicho por el Honorable señor Orpis : no se pueden mezclar situaciones políticas con un proceso universal, como acercar el poder al pueblo. Si se observa la realidad de Europa y Estados Unidos, se percibe que quienes deciden las cosas son los habitantes de las regiones. Por este motivo, éstas crecen en el Viejo Continente. Estados Unidos es grande porque se trata de una confederación de regiones. Por lo mismo, los municipios hoy día son el gran centro de la actividad mundial. El concepto de "Estado" disminuye y las municipalidades avanzan.
En consecuencia, introducir a los Parlamentarios en un cuadro tan ineficiente como el sistema de los consejeros regionales, quienes no responden a la función de los autores reales de la acción política -los alcaldes- ni son funcionarios del intendente -el que tampoco es de la región-, me parece que es contribuir a una confusión mayor.
Por lo tanto, voto que no.
El señor LARRAÍN (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Ruiz-Esquide.
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
Señor Presidente , como muchos señores Senadores, votaré en contra de la indicación renovada, porque lo consignado en ella aumentaría la confusión existente, asunto al que me referiré después.
A mi juicio, la proposición agrega mayores dificultades para organizar el Estado y las funciones de la autoridad, o para abordar temas como la participación de la gente, la conciliación natural entre un Estado unitario y una regionalización razonable, o para ver cómo enfrentar la concentración sucesiva del poder en Santiago y en las capitales de Regiones.
Todas esas materias se deben analizar en otro momento.
Sin embargo, quiero hacer una observación que me parece más de fondo.
Con el intento real, necesario y urgente que hemos hecho hoy para lograr una verdadera descentralización -que no es lo mismo que desconcentración- y plantear un modelo de participación ciudadana en plena democracia, junto con generar una regionalización distinta de la actual, se han producido varias instancias, que se confunden.
La mejor manera de expresar lo anterior es que, ante un problema determinado en cualquier comuna, son necesarias seis o siete instancias para lograr una solución. En estas condiciones, sucede algo que ya se señaló: nadie sabe quién es el responsable de la construcción de tal edificio, hospital o puente.
Si a esto sumamos -también se dijo aquí- que la constitución del consejo regional, en lo relativo a la asignación de los recursos, está vinculada con un aspecto numérico para determinar una votación, la concentración termina siendo brutal, más aún si agregamos las visiones concentradoras del Gobierno.
La situación es muy complicada cuando en una provincia del centro o en una capital provincial existe una asignación tan exagerada que va en desmedro de las demás. A mi juicio, se rompe la equidad que se quiso crear.
Voto en contra de la indicación renovada, sin perjuicio de hacer presente la necesidad de abordar el tema en su totalidad.
El señor LARRAÍN (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Silva.
El señor SILVA .-
Señor Presidente , me pronunciaré en contra de la indicación renovada, por dos razones categóricas y muy explícitas.
En primer lugar, a mi modesto juicio, la norma contraviene claramente el artículo 3º de la Constitución, tal como lo indicó el Senador señor Cantero . Esta materia, por esencia, no corresponde ni a la Cámara de Diputados ni al Senado. En consecuencia, se establece una asignación de competencias al margen de la norma fundamental.
En segundo término, me permito simplemente recordar a esta Corporación que ya tuvimos un precedente funestísimo sobre una cuestión muy parecida: los señores Senadores no pueden olvidar la ley Nº 7.200, en virtud de la cual se establecieron las denominadas "consejerías parlamentarias". Se dispuso que cada consejo institucional autónomo y semifiscal del Estado tuviera dos consejeros en representación de la Cámara de Diputados y dos del Senado. Ello fue borrascoso y terminó con un grado tal de intervención de los Parlamentarios y de la política en el campo de la administración del Estado, que se resolvió la derogación de esa normativa, por calamitosa.
Por tales razones, voto en contra de la indicación.
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
El señor Secretario seguirá tomando la votación por orden alfabético.
El señor LAVANDERO .-
Señor Presidente , de Constitución en Constitución, se ha ido reafirmando un presidencialismo que, prácticamente, conspira contra una buena democracia tanto en lo que atañe a las personas como a las Regiones, que es el caso que nos ocupa.
Así, las características del sistema presidencialista se reproducen en las Regiones, con lo cual autoridades no elegidas dominan sin contrapeso en decisiones que muchas veces se toman al margen de la ciudadanía.
Estoy de acuerdo con el planteamiento del Senador señor Viera-Gallo . Además, creo que mientras no se dé una efectiva descentralización y no haya una desconcentración en las decisiones, vale la pena que los Parlamentarios -que indudablemente tienen carácter regional- se opongan de alguna forma al centralismo que se ha ido creando, paso a paso, en favor del Ejecutivo a través de las diferentes modificaciones a la Carta Fundamental.
Por tal razón, voto afirmativamente la indicación.
El señor SABAG.-
Señor Presidente , no cabe duda de que los Parlamentarios hablamos mediante la ley. Pese a ser elegidos por los ciudadanos, por nuestras circunscripciones, no tenemos injerencia alguna en los programas de desarrollo regional, ni tampoco en el acontecer de las comunas y provincias. Sólo podemos intervenir a través de la normativa legal.
Si es así, ¿vamos a aprobar una ley para cada una de nuestras provincias y regiones?
Nada decimos en relación con los recursos.
Señalo lo anterior porque visito permanentemente las comunas de mi Región. ¿Y qué me plantean: cómo está el tiempo, cómo está la luna? Me dan a conocer sus problemas reales, que yo tengo oportunidad de comprobar. Observé, por ejemplo, que en cierto sector se construyó un establecimiento educacional donde había una escuela magnífica. Fui a representar esta situación a las autoridades, quienes me dijeron: "Nos equivocamos; quédese calladito".
Los consejeros regionales no recorren las comunas ni las provincias, pero deciden la entrega de fondos. Por el contrario, no obstante que nosotros las visitamos y nos imponemos de todas las situaciones que se presentan, carecemos absolutamente de esta posibilidad.
Es importante que el tema haya sido abordado en esta discusión. Sin embargo, a pesar de que soy partidario de aprobar lo propuesto, creo que se perderá. En todo caso, el asunto ha sido puesto en el debate.
Ahora bien, ¿cómo ligar a los Parlamentarios a los aspectos fundamentales de la Región? No pretendo que ello sea en la generalidad de las decisiones. Porque la enmienda relacionada con los consejos regionales consiste en que los intendentes y SEREMIS serán quienes se pronuncien en detalle, debiendo los consejeros aprobar los planteamientos en forma global, como lo hacemos nosotros: tanto para esto, tanto para lo otro. De modo que el gobierno regional se abocará a las situaciones pormenorizadas.
Los Parlamentarios estamos al margen de lo anterior. No obstante, me parece que alguna ligazón deberíamos tener acerca de lo que pasa en nuestras Regiones, porque, pese a ser sus representantes, no podemos decidir nada. Sólo nos cabe hacerlo conforme a una ley general. Por lo tanto, los que deseamos ayudar no tenemos alternativa.
Quiero agregar algo más: cuando se van a inaugurar obras, los consejeros regionales piden que las ceremonias se lleven a cabo los martes y miércoles -días en que los Parlamentarios nos encontramos sesionando- para que no podamos asistir a ellas. Es lo que hacen tales autoridades.
Voto a favor de la indicación.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés) .-
Señor Presidente , deseo dejar una breve constancia.
Fui uno de los que firmaron la indicación. Y lo hice porque creí conveniente que hubiera debate sobre la materia.
Coincido con lo manifestado por el Senador señor Parra en cuanto a que es necesario reflexionar mucho más a fondo sobre el particular. Hemos escuchado aquí argumentaciones en un sentido y en otro.
En todo caso, de lo que sí estoy convencido absolutamente -por eso votaré a favor, para que se mantenga la discusión- es de que debe haber alguna vinculación entre los Parlamentarios y la Región que representan, en lo cual el Senador señor Ominami hizo una aproximación. Por lo menos, deberían participar en el gobierno regional con motivo de la aprobación del plan de inversiones, para que, una vez acogido, el CORE lo administre y ejecute.
En resumen, considero que en algún momento tendremos que vincularnos a las decisiones regionales.
Por lo anterior, voto a favor de la indicación, por cuanto estimo que se deberá profundizar el debate para llegar a un buen sistema de gobierno regional.
La señora FREI (doña Carmen) .-
Señor Presidente , en mi opinión, ésta ha sido una discusión necesaria. Nuestro rol frente a la comunidad que nos ha elegido es bastante complicado: hacemos las leyes, pero, al mismo tiempo, la gente desea que permanezcamos todos los días en la Región, que planteemos sus problemas concretos y que, de alguna manera, llevemos a cabo gestiones para conseguir recursos. Eso lo hacemos todos los Senadores día tras día.
Por otro lado, no me parece que sea función nuestra participar en el CORE. Más bien soy de la idea de formar parte del gobierno regional, porque, al final, éste y el intendente proponen el presupuesto y, normalmente, el consejo regional lo acepta.
En consecuencia, estimo indispensable una mayor relación entre nosotros y los gobiernos regionales, donde sí podemos tener una participación más activa, porque se nos puede consultar sobre determinadas materias o, al menos, solicitar nuestra opinión sobre ciertos aspectos o requerir el envío de oficios tendientes a conseguir más recursos para la Región, a fin de realizar planes concretos. Pero no me parece conveniente que integremos el CORE.
Por eso, me pronunciaré en contra de la indicación, a pesar de que se trata de un tema bastante interesante, que deberemos seguir analizando. Sin embargo, el hecho de ingresar al consejo regional provocará en la ciudadanía más confusión que ayuda. Porque en ese órgano -hay que ser claro en esto- no se deciden todos los asuntos, sino que éstos ya vienen con una resolución cuando se presentan al CORE.
Por lo tanto, si queremos influir y participar en la Región, debemos incorporarnos a una instancia superior.
Voto en contra.
El señor HORVATH.-
Señor Presidente , la actual estructura de los consejos regionales es francamente negativa. La elección indirecta de sus integrantes se presta para los más variados compromisos y componendas. Es fatal el resultado de ello, porque significa que no hay gobierno regional, menos aún si el CORE es presidido por alguien de la confianza del Presidente de la República .
A mi juicio, el hecho de que los Parlamentarios integren el consejo regional implicaría consagrar algo que está funcionando mal. Por lo demás, lo encuentro inadecuado. La solución de fondo consiste en una reforma distinta: elegir en las Regiones y de manera descentralizada a los consejeros regionales y que el CORE sea presidido a futuro por una persona escogida a nivel regional. La idea es buscar cierta armonización con el representante del Presidente de la República .
Por tales razones, voto en contra.
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor LARRAÍN ( Presidente ).-
Terminada la votación...
--Se rechaza la indicación renovada Nº 306 (35 votos contra 7).
Votaron por la negativa los señores Arancibia, Boeninger, Bombal, Canessa, Cantero, Cariola, Coloma, Cordero, Chadwick, Espina, Fernández, Foxley, Frei (doña Carmen), García, Gazmuri, Horvath, Larraín, Martínez, Matthei, Novoa, Núñez, Ominami, Orpis, Parra, Prokurica, Ríos, Romero, Ruiz (don José), Ruiz-Esquide, Silva, Stange, Valdés, Vega, Zaldívar (don Adolfo) y Zurita.
Votaron por la afirmativa los señores Flores, Lavandero, Moreno, Pizarro, Sabag, Viera-Gallo y Zaldívar (don Andrés).
El señor LARRAÍN (Presidente).-
Se levanta la sesión.
--Se levantó a las 14:20.
Manuel Ocaña Vergara,
Jefe de la Redacción