Labor Parlamentaria
Diario de sesiones
- Alto contraste
Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha
Índice
- DOCUMENTO
- PORTADA
- I. ASISTENCIA
- ASISTENCIA A SESIÓN DE SALA
- Juan Antonio Coloma Correa
- Jaime Gazmuri Mujica
- Carlos Recondo Lavanderos
- Rafael Moreno
- ASISTENCIA A SESIÓN DE SALA
- II. APERTURA DE LA SESIÓN
- III. ACTAS
- IV. CUENTA
- AUTORIZACIÓN A COMISIÓN INVESTIGADORA PARA SESIONAR SIMULTÁNEAMENTE CON LA SALA.
- V . TABLA
- ESTABLECIMIENTO DE ROYALTY A LA MINERÍA. Primer trámite constitucional.
- ANTECEDENTE
- INTERVENCIÓN : Camilo Escalona Medina
- INTERVENCIÓN : Alejandro Garcia Huidobro Sanfuentes
- INTERVENCIÓN : Jaime Mulet Martinez
- INTERVENCIÓN : Carlos Alfredo Vilches Guzman
- INTERVENCIÓN : Eugenio Tuma Zedan
- INTERVENCIÓN : Jose Francisco Encina Moriamez
- INTERVENCIÓN : Dario Molina Sanhueza
- INTERVENCIÓN : Eduardo Saffirio Suarez
- INTERVENCIÓN : Mario Bertolino Rendic
- INTERVENCIÓN : Esteban Valenzuela Van Treek
- INTERVENCIÓN : Alberto Robles Pantoja
- INTERVENCIÓN : Manuel Rojas Molina
- INTERVENCIÓN : Exequiel Silva Ortiz
- INTERVENCIÓN : Enrique Jaramillo Becker
- INTERVENCIÓN : Juan Pablo Letelier Morel
- INTERVENCIÓN : Ramon Segundo Perez Opazo
- INTERVENCIÓN : Jose Miguel Ortiz Novoa
- INTERVENCIÓN : Jose Perez Arriagada
- INTERVENCIÓN : Julio Dittborn Cordua
- INTERVENCIÓN : Waldo Mora Longa
- INTERVENCIÓN : Carlos Abel Jarpa Wevar
- INTERVENCIÓN : Rodrigo Alvarez Zenteno
- INTERVENCIÓN : Rodolfo Seguel Molina
- INTERVENCIÓN : Nicolas Monckeberg Diaz
- INTERVENCIÓN : Leopoldo Sanchez Grunert
- INTERVENCIÓN : Fernando Meza Moncada
- INTERVENCIÓN : Camilo Escalona Medina
- INTERVENCIÓN : Cristian Antonio Leay Moran
- INTERVENCIÓN : Antonio Leal Labrin
- INTERVENCIÓN : Pablo Lorenzini Basso
- INTERVENCIÓN : Cristian Antonio Leay Moran
- INTERVENCIÓN : Carlos Hidalgo Gonzalez
- DEBATE
- ESTABLECIMIENTO DE ROYALTY A LA MINERÍA. Primer trámite constitucional.
- CIERRE DE LA SESIÓN
Notas aclaratorias
- Debido a que muchos de estos documentos han sido adquiridos desde un ejemplar en papel, procesados por digitalización y posterior reconocimiento óptico de caracteres (OCR), es que pueden presentar errores tipográficos menores que no dificultan la correcta comprensión de su contenido.
- Para priorizar la vizualización del contenido relevante, y dada su extensión, se ha omitido la sección "Indice" de los documentos.
REPÚBLICA DE CHILE
CÁMARA DE DIPUTADOS
LEGISLATURA 351ª, ORDINARIA
Sesión 19ª, en miércoles 21 de julio de 2004
(Especial, de 15.05 a 19.11 horas)
Presidencia de los señores Lorenzini Basso, don Pablo;Leal Labrin, don Antonio, y Ojeda Uribe, don Sergio.
Secretario, el señor Loyola Opazo, don Carlos.
Prosecretario, el señor Álvarez Álvarez, don Adrián.
ÍNDICE
ÍNDICE GENERAL
I.Asistencia5
II.Apertura de la sesión9
III.Actas9
IV.Cuenta9
Autorización a Comisión investigadora para sesionar simultáneamente con la Sala9
V.Tabla.
Establecimiento de royalty a la minería. Primer trámite constitucional9
VI.Documentos de la Cuenta.
1.Informe de las Comisiones Unidas de Hacienda y Minería y Energía
recaído en el proyecto, con urgencia calificada de “suma”, que establece una regalía minera advalorem y crea el fondo de innovación para la competitividad. (boletín N° 3588-08)
VII. Otros documentos de la Cuenta.
1. Nota:
- De la Comisión Investigadora encargada de analizar la grave contaminación por plomo que afecta a miles de personas en la ciudad de Arica, por la cual requiere autorización de la Sala para sesionar en forma simultánea con ella el día de mañana, jueves 22 del presente, de 11:00 a 12:00 horas.
2. Oficios:
Contraloría General de la República
Señor Seguel, información sobre diversas materias atingentes a la municipalidad de Lo Espejo.
Señor Alvarado, contratación de personal por parte de las Corporaciones Municipales.
Ministerio de Relaciones Exteriores
Señor Muñoz, gestiones diplomáticas referidas al transporte marítimo de material radioactivo.
Ministerio de Defensa Nacional
Señora Sepúlveda, accidentes de tránsito con participación de escolares.
Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción
Señor Delmastro, informa situación señora Mercedes Lobos.
Ministerio de Obras Públicas
Señor Ramón Pérez, información de trabajos realizados en camino Huara Colchane y otros de la comuna de Iquique.
Ministerio de Agricultura
Señor José Pérez, reparación del canal Biobío Sur.
Ministerio del Trabajo y Previsión Social
Señor Muñoz, aportes voluntarios para el seguro de cesantía.
Respuesta a proyecto de acuerdo 382, destino de fondos previsionales no reclamados de personas fallecidas.
Ministerio de Salud
Señor Saffirio, construcción del nuevo consultorio en la comuna de Padre Las Casas.
Ministerio de Minería
Señor Muñoz, eventual desabastecimiento de gas en Puerto Natales.
Ministerio de Vivienda y Urbanismo
Señor Delmastro, comunica sobre deudor que indica.
Señor Ibáñez, acopia irregular de materiales en el estero Marga Marga de Viña del Mar.
Consejo Nacional de la Cultura
Remite memoria del Consejo Nacional del Libro y la Lectura.
Ministerio Secretaría General de Gobierno
Señor Delmastro, actividades relativas al Programa Infofus en las comunas de la Décima Región.
Municipalidad de Penco
Señor Navarro, implementación del liceo de Penco.
Municipalidad de Puerto Montt
Señor Kuschel, mejoramiento de carretera ParguaPuerto Montt.
Municipalidad de Fresia
Señor García, deudas que pudiere tener la municipalidad.
Municipalidad de Calama
Señor Mora, viajes al extranjero, rendición de cuentas y viáticos de concejala que indica.
Superintendente de Administradoras de Fondos de Pensiones
Señor Delmastro, cancelación de pensión de viudez de cotizante de AFP Planvital S.A.
I.ASISTENCIA
--Asistieron los siguientes señores diputados: (112)
--Accorsi Opazo, Enrique
--Aguiló Melo, Sergio
--Alvarado Andrade, Claudio
--Álvarez-Salamanca Büchi, Pedro
--Álvarez Zenteno, Rodrigo
--Allende Bussi, Isabel
--Araya Guerrero, Pedro
--Ascencio Mansilla, Gabriel
--Barros Montero, Ramón
--Bauer Jouanne, Eugenio
---Bayo Veloso, Francisco
--Becker Alvear, Germán
--Bertolino Rendic, Mario
--Burgos Varela, Jorge
--Bustos Ramírez, Juan
--Caraball Martínez, Eliana
--Cardemil Herrera, Alberto
--Ceroni Fuentes, Guillermo
--Cornejo Vidaurrazaga, Patricio
--Correa De la Cerda, Sergio
--Cristi Marfil, María Angélica
--Cubillos Sigall, Marcela
--Delmastro Naso, Roberto
--Díaz Del Río, Eduardo
--Dittborn Cordua, Julio
--Egaña Respaldiza, Andrés
--Encina Moriamez, Francisco
--Errázuriz Eguiguren, Maximiano
--Escalona Medina, Camilo
--Espinoza Sandoval, Fidel
--Forni Lobos, Marcelo
--Galilea Carrillo, Pablo
--Galilea Vidaurre, José Antonio
--García García, René Manuel
--García-Huidobro Sanfuentes, Alejandro
--Girardi Lavín, Guido
--González Torres, Rodrigo
--Guzmán Mena, Pía
--Hales Dib, Patricio
--Hernández Hernández, Javier
--Hidalgo González, Carlos
--Ibáñez Santa María, Gonzalo
--Ibáñez Soto, Carmen
--Jaramillo Becker, Enrique
--Jarpa Wevar, Carlos Abel
--Jeame Barrueto, Víctor
--Kast Rist, José Antonio
--Kuschel Silva, Carlos Ignacio
--Leal Labrín, Antonio
--Leay Morán, Cristián
--Letelier Morel, Juan Pablo
--Letelier Norambuena, Felipe
--Longton Guerrero, Arturo
--Longueira Montes, Pablo
--Lorenzini Basso, Pablo
--Luksic Sandoval, Zarko
--Martínez Labbé, Rosauro
--Masferrer Pellizzari, Juan
--Melero Abaroa, Patricio
--Mella Gajardo, María Eugenia
--Meza Moncada, Fernando
--Molina Sanhueza, Darío
--Monckeberg Díaz, Nicolás
--Montes Cisternas, Carlos
--Mora Longa, Waldo
--Mulet Martínez, Jaime
--Muñoz Aburto, Pedro
--Muñoz D'Albora, Adriana
--Navarro Brain, Alejandro
--Norambuena Farías, Iván
--Ojeda Uribe, Sergio
--Olivares Zepeda, Carlos
--Ortiz Novoa, José Miguel
--Palma Flores, Osvaldo
--Paredes Fierro, Iván
--Paya Mira, Darío
--Pérez Arriagada, José
--Pérez Lobos, Aníbal
--Pérez Opazo, Ramón
--Pérez San Martín, Lily
--Pérez Varela, Víctor
--Quintana Leal, Jaime
--Recondo Lavanderos, Carlos
--Riveros Marín, Edgardo
--Robles Pantoja, Alberto
--Rojas Molina, Manuel
--Rossi Ciocca, Fulvio
--Saa Díaz, María Antonieta
--Saffirio Suárez, Eduardo
--Salaberry Soto, Felipe
--Salas De la Fuente, Edmundo
--Sánchez Grunert, Leopoldo
--Seguel Molina, Rodolfo
--Sepúlveda Orbenes, Alejandra
--Silva Ortiz, Exequiel
--Soto González, Laura
--Tapia Martínez, Boris
--Tarud Daccarett, Jorge
--Tohá Morales, Carolina
--Tuma Zedan, Eugenio
--Ulloa Aguillón, Jorge
--Uriarte Herrera, Gonzalo
--Urrutia Bonilla, Ignacio
--Valenzuela Van Treek, Esteban
--Varela Herrera, Mario
--Vargas Lyng, Alfonso
--Venegas Rubio, Samuel
--Vidal Lázaro, Ximena
--Vilches Guzmán, Carlos
--Villouta Concha, Edmundo
--Von Mühlenbrock Zamora, Gastón
--Walker Prieto, Patricio
Concurrieron, también, los senadores señores Juan Antonio Coloma, Jaime Gazmuri, Jorge Lavanderos y Rafael Moreno.
Asistieron, además, los ministros del Interior, señor Jorge CorreaSutil; de Hacienda, señor Nicolás Eyzaguirre; de Minería, señor Alfonso Dulanto; de la Secretaría General de Gobierno, señor Francisco Vidal, y de la Secretaría General de la Presidencia, señor Eduardo Dockendorff.
II.APERTURA DE LA SESIÓN
Se abrió la sesión a las 15.05 horas.
El señor LORENZINI (Presidente).-
En el nombre de Dios y de la Patria, se abre la sesión.
III.ACTAS
El señor LORENZINI (Presidente).-
El acta de la sesión 13ª se declara aprobada.
El acta de la sesión 14ª queda a disposición de las señoras diputadas y de los señores diputados.
IV.CUENTA
El señor LORENZINI (Presidente).-
El señor Prosecretario va a dar lectura a la Cuenta.
El señor ÁLVAREZ (Prosecretario) da lectura a la Cuenta.
AUTORIZACIÓN A COMISIÓN INVESTIGADORA PARA SESIONAR SIMULTÁNEAMENTE CON LA SALA.
El señor LORENZINI (Presidente).-
Si le parece a la Sala, se accedería a la petición formulada por la Comisión Investigadora encargada de analizar la grave contaminación por plomo que afecta a miles de personas en la ciudad de Arica, para sesionar simultáneamente con la Sala, el jueves 22 del presente, de 11:00 a 12:00 horas.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
V. TABLA
ESTABLECIMIENTO DE ROYALTY A LA MINERÍA. Primer trámite constitucional.
El señor LORENZINI (Presidente).-
Corresponde conocer el proyecto de ley, en primer trámite constitucional, que establece una regalía minera ad valorem y crea el fondo de innovación para la competitividad.
Diputado informante de las Comisiones unidas de Hacienda y de Minería y Energía es el señor Camilo Escalona .
Antecedentes:
- Mensaje, boletín Nº 3588-08, sesión 11ª, en 6 de julio de 2004. Documentos de la Cuenta Nº 2.
- Informe de las Comisiones Unidas de Hacienda y Minería. Documentos de la Cuenta Nº 1, de esta sesión.
El señor LORENZINI (Presidente).-
¿Habría acuerdo para permitir el ingreso a la Sala del subsecretario de Minería, señor Patricio Morales ?
No hay acuerdo.
Tiene la palabra el diputado informante, señor Camilo Escalona .
El señor ESCALONA.-
Señor Presidente, en cumplimiento del inciso segundo del artículo 17 de la ley Nº 18.918, orgánica constitucional del Congreso Nacional, y conforme a los artículos 220 y siguientes del Reglamento de la Corporación, paso a informar, en nombre de las Comisiones unidas de Hacienda y de Minería y Energía, sobre el proyecto que establece una regalía minera ad valórem a la minería y crea fondo de innovación para la competitividad.
La iniciativa tuvo su origen en la Cámara de Diputados por un Mensaje de su excelencia el Presidente de la República, calificada de “simple” y “suma” de urgencia, según el caso.
Advierto a la Sala que es prácticamente imposible que el informe recoja la profundidad, intensidad y riqueza del debate de las Comisiones unidas de Hacienda y de Minería y Energía, informe que significó un gran trabajo a la Secretaría. Recomiendo a las señoras diputadas y a los señores diputados recurrir al índice y consultar la enorme cantidad de documentos recibidos en las Comisiones, los que permitirán ampliar y completar el informe.
El artículo 1º del proyecto requiere quórum de ley orgánica constitucional, por referirse a la regalía minera que se inserta en la ley orgánica de concesiones mineras, según lo acordado por las Comisiones unidas por 13 votos a favor y 11 votos en contra.
Diecisiete indicaciones fueron declaradas inadmisibles la lista de ellas se encuentra en el informe correspondiente. Durante el estudio, asistieron a la Comisión los señores Nicolás Eyzaguirre , ministro de Hacienda; Alfonso Dulanto , ministro de Minería; José Miguel Insulza , ministro del Interior; la señora María Soledad Alvear , ministra de Relaciones Exteriores; los señores Eduardo Dockendorff , ministro Secretario General de la Presidencia, y Francisco Vidal , ministro Secretario General de Gobierno; la señora María Eugenia Wagner , subsecretaria de Hacienda; los señores Patricio Morales , subsecretario de Minería, y Marcelo Tokman , coordinador de políticas económicas del Ministerio de Hacienda, junto a un importante número de asesores y funcionarios del Ejecutivo. Asimismo, asistió el senador Jorge Lavandero .
También concurrieron, especialmente invitados, los señores Hernán Hochschild , presidente de la Sonami; Juan Villarzú , presidente ejecutivo de Codelco; Francisco Costabal y Tomás Keller , representantes del Consejo Minero; el abogado Juan Luis Ossa Bulnes , asesor de la Sonami; Axel Buchheister , representante del Instituto Libertad y Desarrollo; los abogados constitucionalistas y tributaristas Alfonso Laso y Sergio Hernández ; Fernando Echeverría , presidente de la Cámara Chilena de la Construcción; Raimundo Espinoza y Carlos Gómez , presidente y asesor, respectivamente, de la Confederación de Trabajadores del Cobre; Pascual Veiga y Horacio Undurraga , presidente y tesorero, respectivamente, de la Asociación de Grandes Proveedores de la Industria Minera, Aprimin ; Atilio Caorsi , secretario ejecutivo de Aprocem, y Arturo Silva , gerente general (S) de la Sociedad Punta de Lobos, en representación de los industriales de la sal. Es decir, en un tiempo breve, la Comisión recogió un número importante de opiniones.
Ideas matrices y fundamentales del proyecto.
Éstas consisten, por una parte, en el establecimiento de una obligación impuesta por las concesiones mineras de explotación, consistente en el pago de una regalía ad valórem al Estado por la explotación de recursos mineros, aplicable a toda la minería. Dicha obligación se incorpora en la ley Nº 18.097, sobre concesiones mineras.
A su vez, se crea un Fondo de Innovación para la Competitividad, que tiene por objeto financiar las iniciativas de innovación destinadas a incrementar la competitividad del país. Al efecto, el proyecto contiene normas que dan énfasis al impacto regional que este Fondo deberá tener, como también dispone los recursos con los cuales estará constituido.
Los recursos del Fondo se aplicarán a ciencia y tecnología y a apoyar la innovación.
La obligación de pagar al Estado una regalía minera se impone a quien explote la concesión, sea éste el concesionario minero o quien extraiga y venda sustancias minerales de un yacimiento concesionado en virtud de algún acto jurídico celebrado con éste. Es decir, es un cargo sobre el recurso natural.
Se cobra sobre la primera venta de productos mineros, y su monto se determina como un porcentaje sobre las ventas anuales del explotador minero, deducidos ciertos costos específicos, siendo la tasa de un 3 por ciento para las sustancias minerales metálicas y de un 1 por ciento para las sustancias minerales no metálicas.
El proyecto regula las deducciones que el explotador minero puede hacer a sus ventas brutas anuales a fin de determinar sus ventas netas, base para el cálculo de la regalía. De esta forma, el explotador puede descontar de sus ventas totales los costos y gastos que tenga en insumos y mano de obra que utilice directamente en la generación de dichas ventas. Se exige la acreditación fehaciente de los costos y gastos por descontar ante el ente fiscalizador.
Se califica el monto pagado como gasto necesario para producir la renta para la determinación del Impuesto de Primera Categoría. Sin embargo, se contempla un período de transición de tres años, dentro de los cuales el monto efectivamente pagado por concepto de la regalía minera propuesta operará como crédito contra el Impuesto de Primera Categoría establecido en la ley sobre Impuesto a la Renta. Debo puntualizar que así lo establece el proyecto. El artículo 2º transitorio, que contiene este criterio, no fue aprobado en la Comisión.
Se establece que la declaración y pago de la regalía minera debe hacerse ante el Servicio de Tesorerías durante el mes de marzo de cada año.
No obstante lo anterior, el proyecto exceptúa a algunos explotadores mineros del pago de la regalía. En primer lugar, a aquellos explotadores que no se encuentren obligados a declarar su renta efectiva según contabilidad completa y a aquellos cuya venta bruta anual de productos mineros, sea que contengan sustancias minerales metálicas o no metálicas, no exceda las 2 mil unidades tributarias anuales. Esta excepción permite que la pequeña y mediana minería, que se ubica dentro de dichos parámetros, no se vea afectada por la aplicación de la regalía. En segundo lugar, se exceptúa el pago de la regalía a aquellos explotadores mineros cuya venta neta anual de productos mineros sea igual o inferior al 15 por ciento de la venta bruta anual de dichos productos.
A fin de prevenir que se intente evitar el pago de la regalía mediante la división de la explotación en diferentes personas, el proyecto establece que para determinar la venta bruta anual debe considerarse la venta bruta anual de las empresas relacionadas.
Con el objeto de garantizar la correcta fiscalización del cálculo y pago de la regalía establecida en el proyecto de ley, se encarga dicha función al Servicio de Impuestos Internos, para lo cual podrá hacer uso de todas las potestades que le otorga su estatuto jurídico previsto, entre otros, en el Código Tributario, en su ley orgánica y en la ley sobre impuesto a la renta.
Se establecen diversas sanciones para el incumplimiento de las obligaciones que impone el proyecto.
Para garantizar una adecuada fiscalización y el resguardo de los derechos del explotador minero en la aplicación de la regalía minera que se propone, el proyecto hace aplicables las normas pertinentes del Código Tributario.
Se amplían las facultades de la Comisión Chilena del Cobre para permitir asesoría especializada al Servicio de Impuestos Internos.
Finalmente, la iniciativa recurre a la potestad reglamentaria del Presidente de la República, que se ejercerá a través de los ministerios de Hacienda y de Minería y Energía, en todo lo que sea necesario para la ejecución de las normas contenidas en el proyecto de ley.
El proyecto está constituido por 7 artículos permanentes y 2 transitorios.
Disposiciones legales que el proyecto modifica:
1. La ley Nº 18.097, orgánica constitucional sobre concesiones mineras, a la cual le agrega un Título IV, “Otros derechos y obligaciones emanados de las Concesiones Mineras”.
2. El decreto con fuerza de ley Nº 7, ley orgánica constitucional del Servicio de Impuestos Internos.
3. El decreto ley Nº 824, de 1974, ley de impuesto a la renta.
4. El decreto ley Nº 1.349, que crea la Comisión Chilena del Cobre (decreto con fuerza de ley Nº 1, de 1987, del Ministerio de Minería).
Antecedentes presupuestarios o financieros.
En el informe presupuestario, elaborado por la Dirección de Presupuestos con fecha 5 de julio del 2004, se señala que el proyecto en informe propone el establecimiento de una regalía por la extracción de recursos minerales de carácter concesible, por un valor equivalente a un porcentaje de las primeras ventas de minerales, una vez deducidos los costos directos de mano de obra e insumos. El porcentaje propuesto corresponde a 3 por ciento para los minerales metálicos y a 1 por ciento para los minerales no metálicos. Entre los años comerciales 2005 y 2007, esta regalía será considerada como crédito contra el impuesto a la renta de primera categoría que se declara al año siguiente. Desde el año comercial 2008 en adelante, será considerada un gasto tributario para efectos de dicho impuesto.
Tomando como base la información del Servicio de Impuestos Internos para la minería privada y no metálica, para el caso de la gran minería del cobre, considerando los planes de crecimiento de producción informados a la Comisión Chilena del Cobre y tomando como referencia un precio del cobre de 88 centavos la libra, el impacto estimado sobre los ingresos fiscales devengados, sobre el impuesto de primera categoría neto y sobre los excedentes traspasados por Codelco, se encuentra detallado, año a año, en el informe que los honorables diputados tienen en sus escritorios. Del 2008 en adelante, será superior a los 75 millones de dólares.
Discusión y votación en general del proyecto.
Durante el debate en general, intervino el señor Nicolás Eyzaguirre , ministro de Hacienda, quien enfatizó los fundamentos de la iniciativa.
Expresó que el motivo por el cual la explotación de un recurso no renovable debe ser pagada es tan antiguo como la teoría económica, y que corresponde más bien a la tradición neoclásica que a la marxista el establecer que el recurso escaso, particularmente la tierra y los recursos no renovables, tienen derecho a una remuneración. Planteó que es la teoría de la reductividad marginal en competencia la que establece la forma de medir la renta del factor escaso no renovable. Ejemplos de remuneraciones del factor escaso no renovable existen todos los días en la agricultura, en el trato de los medieros, donde el propietario de la tierra cobra un porcentaje de lo que extraiga quien se la está arrendando, no contribuyendo con otra cosa que no sea un factor escaso. Sostuvo que existe abundante evidencia en la sociedad moderna de que los factores escasos, en particular los minerales no renovables, tienen una renta o precio asociado a su explotación.
Manifestó que la teoría económica también enseña que cuando un recurso tiene un valor económico positivo, como sin duda alguna es el caso del recurso no renovable minero, y el propietario no cobra por él, como ocurre en nuestro país por efectos de lo que establece la legislación tributaria, se está ante lo que se llama “subsidiar una actividad”, porque sería lo mismo que cobrar un valor económico por ese recurso y después devolverlo mediante un subsidio, concluyendo a este respecto que Chile subsidia la actividad minera. Consideró que la teoría económica establece que hay razones que justifican el subsidio a una actividad, pero que éste sólo tiene mérito cuando la actividad posee una externalidad positiva que no es captada directamente por quien la desarrolla.
Señaló que la minería representa sólo el 0,86 por ciento del total de empleos del país, y, en materia de valor agregado, sólo el 8 por ciento del PIB. Esto significa que, en relación con el promedio de la economía, la minería emplea un décimo de la fuerza de trabajo por cada unidad de valor agregado. Dentro del conjunto de las actividades productivas, la minería es la que tiene más bajo encadenamiento con el resto de la economía, ya que sólo el 24 por ciento del gasto en partes, piezas, insumos y reactivos corresponde a producción de origen nacional.
En síntesis, afirmó que la minería es una actividad que explota un recurso no renovable, emplea poca mano de obra y genera poco encadenamiento con el resto de la economía.
Reflexionó que podría pensarse que esta industria contribuye mucho desde el punto de vista tributario, y que, por tanto, entrega al fisco recursos que permiten desarrollar otras actividades. Por las características tecnológicas de esta actividad económica, es evidente que las exenciones de impuesto a la renta, particularmente el régimen de repartición de utilidades basado en la depreciación acelerada sin pagar impuestos, es un traje a la medida para la minería.
Argumentó que, considerando sólo la contribución vía impositiva, es decir, descontada la transferencia de utilidades, en los últimos diez años Codelco empresa pública ha transferido al fisco 3 mil 200 millones de dólares y ha producido 14 millones de toneladas de cobre. En el mismo período, la gran minería privada del cobre sólo ha transferido al fisco 2 mil millones de dólares y ha producido 24,5 millones de toneladas de cobre. Es decir, por la vía de impuestos, no por transferencia de utilidades, Codelco ha entregado al fisco casi el doble de lo que ha aportado la gran minería privada del cobre, y ha producido algo menos de la mitad del mineral.
Debido a que Codelco es un contribuyente como cualquier otro, es evidente que los regímenes especiales de la minería, más el agudo uso de la ingeniería tributaria, han llevado a que ese sector contribuya mucho menos por unidad de producto o de valor que el resto de la economía. En otras palabras, es un sector que tiene poco encadenamiento, emplea poca mano de obra y paga pocos impuestos.
Recordó que en economía es imposible proteger a un sector sin desproteger implícitamente al resto.
Refiriéndose al régimen tributario especial de la minería, señaló que en 1985 el déficit fiscal era cercano al 4 por ciento del PIB, con una deuda externa del sector público del 85 por ciento del PIB. El país tenía un saldo de cuenta corriente deficitario de 8,6 por ciento del PIB. En esa situación afirmó, el país no recibía préstamos de nadie, su deuda era monstruosa y no tenía cómo pagar ni siquiera los intereses. Hoy, la situación es completamente distinta; hace mucho tiempo que nuestra deuda pública es extremadamente reducida. En los últimos años, la cuenta corriente exhibe un superávit. Tomando como base estos hechos, el Gobierno decidió cambiar el régimen de la minería y estableció esta regalía.
El ministro de Hacienda hizo hincapié en que algunos han dicho que esto podría dar una mala imagen internacional, por cuanto se estarían cambiando las reglas del juego. Precisó que las reglas del juego están establecidas en la ley de concesiones mineras, que postula que éstas son indefinidas sobre la base del pago de una patente. Sostuvo que nada de eso se cambia con el proyecto.
Otras reglas del juego son las contenidas en el decreto ley Nº 600 y en los APIs, donde el país se compromete a no cambiar el impuesto a la renta ni los regímenes de depreciaciones y amortizaciones. Comentó que el Gobierno ha sido tan escrupuloso en el cumplimiento de las reglas del juego que, no obstante haberse cambiado por ley, en 2001 el régimen de depreciaciones, la nueva normativa no se ha aplicado a aquellas empresas que han ingresado capitales a través de dicho decreto ley.
En relación con el contenido del proyecto, el ministro Eyzaguirre destacó que se propone establecer una obligación al explotador minero por las concesiones mineras, lo que implica modificar la ley orgánica constitucional sobre concesiones mineras. Se cobra sobre la primera venta de los productos mineros un monto que equivale al 3 por ciento de las ventas anuales del explotador, deducidos ciertos costos, en el caso de la minería metálica, y a 1 por ciento en el caso de la minería no metálica.
Dado que se deducen costos y que es menester conocer el monto exacto de las ventas anuales del explotador, se toman una serie de providencias para evitar distorsiones. Destacó que se regulan fuertemente las transacciones entre empresas relacionadas, con el objeto de que no se venda a un valor inferior al de mercado, que se usen otros subterfugios o que se sobreestimen los costos.
Los costos que se permiten descontar son los directos variables, que corresponden a los costos y gastos en insumos, fletes, seguros y mano de obra utilizados directamente en la generación de dichas ventas, exigiéndose su acreditación fehaciente ante el fiscalizador.
Respecto del “outsourcing”, planteó que el excluir la posibilidad de deducir de los costos las subcontrataciones responde a que hay una imposibilidad práctica de fiscalizar si el “outsourcing” es de trabajo con maquinaria o sólo con maquinaria. Se excluyen los gastos de capital, porque quedan dentro del 15 por ciento no afectable. Lo relevante, desde el punto de vista del descuento de los costos, sería el cálculo de las utilidades y, ciertamente, los costos, incluidos los que correspondan a un “outsourcing”, que se descuentan de las utilidades. Resulta que éstas se pagan a una tasa de 42 por ciento, en tanto que en el caso de la regalía sólo al 1 ó 3 por ciento, según se trate de no metálicos o de metálicos. Es decir, las ventajas económicas que representa un “outsourcing” frente a las desventajas de la contratación directa no se verían menoscabadas con una alteración tan pequeña.
Sostuvo que el proyecto plantea un período de transición y que el monto pagado por concepto de regalía minera es un gasto necesario para producir la renta, que, durante la transición, operará como crédito contra el impuesto de primera categoría. Explicó que este expediente de transición corresponde a un gesto de buena voluntad.
Precisó que estarán exceptuados del pago de la regalía quienes no estén obligados a declarar renta, quienes tienen menos de 2 mil UTA y quienes presenten una razón de venta, menos los costos deducibles, inferior al 15 por ciento. Esta razón de 15 por ciento permitirá que cualquier empresa pueda deducir el resto de los costos. Es así como toda la minería que tenga una rentabilidad muy moderada quedará, por deducción económica, libre de este cargo.
Finalmente, señaló que estos recursos irán a un fondo de innovación para la competitividad, ya que no sólo existe un fuerte déficit en materia del gasto privado en innovación y tecnología, sino también en el gasto público. Como se ha demostrado hasta la saciedad, el gasto público en innovación y en ciencia es imprescindible para movilizar el gasto privado, porque si no existe buena ciencia básica y adecuada formación de los recursos humanos, la innovación es imposible a nivel de empresa.
Por otra parte, se estipula que un porcentaje importante de los recursos en innovación debe beneficiar a las regiones en las cuales se da la actividad productiva correspondiente.
El señor Alfonso Dulanto , ministro de Minería, complementó la intervención anterior refiriéndose, básicamente, a los efectos económicos que producirá la iniciativa.
Comenzó señalando su más pleno convencimiento del aporte que históricamente ha realizado la industria minera al desarrollo del país, lo que no significa que durante el transcurso de nuestra historia no haya sido necesario hacer una serie de ajustes y cambios a la legislación vigente para asegurar que los beneficios de esta industria sean adecuadamente compartidos entre el Estado y los concesionarios mineros. Por el contrario, tanto en Chile como en el extranjero, permanentemente se han realizado ajustes cuando han sido necesarios. Sostuvo que hoy es menester hacer ajustes a la situación vigente, toda vez que la industria minera ha sufrido cambios profundos durante los últimos 15 años.
Su exposición tuvo como temas principales los siguientes: a) La competitividad de la industria minera en Chile, b) El futuro del mercado minero, y c) Efectos posibles de la regalía que propone el proyecto.
Sobre el primer punto, concluyó que la competitividad de la minería chilena es el resultado de un conjunto de factores naturales excepcionalmente favorables y de aquellos derivados de la cultura, la estabilidad, la gobernabilidad del país, la valorización social que se tiene respecto de la minería, los bajos niveles de riesgo del país, el funcionamiento de los servicios y la infraestructura necesaria para que la minería se pueda desenvolver. Entre los factores naturales, como los recursos, estar situados en un lugar absolutamente privilegiado en el mundo, por lo que si alguien quiere buscar pórfidos cupríferos, lo más probable es que venga a Chile, así como si alguien quisiera buscar diamantes, lo primero que haría es ir a Brasil o a Sudáfrica, o a Bolivia si quisiera encontrar estaño.
Sobre el segundo punto, hizo ver su percepción de que el proyecto de ley no tendrá un impacto en el desarrollo de los proyectos más importantes en el área de la minería para los próximos años, concluyendo que el cobre constituye un elemento vital para el desarrollo económico, social y ambiental del mundo. Su amplio uso actual y futuro asegura su vigencia en los mercados.
Sobre lo que la regalía significará en términos de la carga fiscal total, plantea que si bien el tema impositivo es uno de los elementos que los inversionistas tienen a la vista al momento de decidir sus inversiones, habría que considerar que algunas empresas no están pagando impuesto a la renta y que la regalía se comienza a pagar en varios años más.
En el caso de las diez grandes empresas mineras las llamadas GMP10, el efecto es bastante menor que el señalado por algunos, en cuanto a que significaría agregar 6 puntos al impuesto a la renta. Durante los próximos tres años, las diez empresas más grandes del mundo prácticamente no pagarán nada en virtud de esta regalía. Los últimos cálculos hechos sobre la base de 120 centavos la libra para este año, 100 para 2005, y 88 de ahí en adelante, indican que este año no se pagará nada, que el próximo se pagarán 16 millones, 8 millones en 2006, 6 millones en 2007, y a partir de 2008, cero, en caso de que esta regalía fuera deducible de impuestos.
Ahora bien, en términos de aumento del impuesto a la renta, se ha calculado que ese valor de 6 por ciento se aproxima más a un valor de 2,4 en términos nominales, y en términos de valor presente, a 2,1.
Ahora bien, a fin de entrar al debate de la iniciativa, pido que cada diputado consulte en su respectivo informe las intervenciones sobre su constitucionalidad, en particular las de los señores Juan Luis Ossa Bulnes , de la Sociedad Nacional de Minería; Sergio Hernández , ex subsecretario de Minería, y Alfonso Laso , constitucionalista.
Al respecto, el señor Laso consignó , por informaciones recogidas del estudio de la Constitución de 1980, cómo ésta ha reproducido de manera textual los contenidos de la reforma constitucional del 71, declarando expresamente el dominio absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de los derechos del Estado como dueño. No existen razones jurídicas ni constitucionales, ni siquiera desde el punto de vista del derecho internacional, para considerar al concesionario como dueño, sino sólo, y legítimamente, al Estado de Chile, según lo establece la reforma constitucional que he señalado, lo que ha sido íntegramente respetado de manera textual en la Constitución de 1980.
Es todo cuanto puedo informar, señor Presidente.
He dicho.
El señor LORENZINI (Presidente).-
Quiero dar la bienvenida a los ministros señores Eyzaguirre , Dulanto y Dockendorf .
En el tiempo del Comité de la Unión Demócrata Independiente, tiene la palabra el diputado señor Alejandro García-Huidobro por cinco minutos.
El señor GARCÍA-HUIDOBRO.-
Señor Presidente, en primer lugar, quiero criticar la “suma urgencia” que el Gobierno ha dado a este proyecto, en circunstancias de que él se tomó más de tres meses para analizarlo. Así, la Cámara no ha tenido el tiempo ni la información suficientes para legislar como corresponde en una materia de esta naturaleza.
En segundo lugar, quiero reclamar por el hecho de que ninguna de las indicaciones o propuestas alternativas fueron aceptadas por el Ejecutivo ni por el Presidente de la Comisión, quien declaró inadmisibles todas las indicaciones.
Ésta no es la manera de actuar en democracia. Queremos discutir, analizar y tener una visión amplia respecto de cómo se obtendrán los recursos que requiere la innovación tecnológica, o como creemos nosotros que necesitan en forma urgente los municipios y la gente más humilde.
Es otro espectáculo más de la Concertación, en vísperas de una elección municipal. Ha puesto en la mesa un proyecto de estas características en un año electoral, como lo hizo también antes de las elecciones parlamentarias y presidencial pasadas.
Por eso, llamo al Gobierno a que sea consecuente. Si quiere más recursos para las arcas fiscales, para un proyecto tan importante como el de innovación tecnológica, debe comenzar por analizar la forma en que administra la gran empresa de todos los chilenos: Codelco Chile.
Manifestaciones en las tribunas.
El señor GARCÍA-HUIDOBRO.-
Señor Presidente, le pido que actúe conforme al Reglamento y que se descuente el tiempo en que no pueda hacer uso de la palabra.
El señor LORENZINI (Presidente).-
Hago presente a las personas que se encuentran en las tribunas que no está permitido hacer manifestaciones. La idea es que nos acompañen en el debate, pero deben mantener la compostura y el respeto hacia los señores diputados.
Puede continuar, su señoría.
El señor GARCÍA-HUIDOBRO.-
A propósito de Codelco, es pertinente recordar las casas de Calama.
Ahora, sus costos de operación han ido en aumento, de 63,7, en 1999, a 73,5 centavos de dólar la libra, en 2003, paara un mismo nivel de producción. Desde 1999 hasta 2003, se han extraído alrededor de 1 millón 500 mil toneladas de cobre. Los costos absolutos han subido en forma considerable. ¿Por qué? Escúchenme bien, señores diputados y estimados trabajadores, si hay algunos presentes: los costos en las asesorías se han triplicado en los últimos cuatro años. ¡De esa manera se han usado los recursos de esta empresa del Estado!
Por ejemplo, la incorporación de la gestión SAP, que costó más de 40 millones de dólares, hoy no tiene ningún efecto. Las mantenciones que ella involucra, que son de cargo de todos los chilenos, son cada día más altas. Se han duplicado desde 1999 a la fecha. ¿Y qué se ha hecho? Curiosamente, externalizar los servicios, por lo que las mantenciones debieran haber bajado. Reitero, se han duplicado.
Como dije, el nivel de producción ha sido exactamente el mismo. Esperamos que suba en 2004.
¿Qué ha pasado? Las remuneraciones a nivel corporativo se han mantenido. ¡Para qué hablar de la situación de los trabajadores contratistas, que, a lo menos, hoy son 17 mil! Ellos no fueron invitados ni escuchados en la Comisión, en circunstancias de que son la mayoría de los que laboran no sólo en las empresas privadas, sino también en la empresa de todos los chilenos.
Hago un llamado al Ejecutivo, en particular al ministro de Hacienda, quien está presente la Sala, ya que en el caso de la División El Teniente, su plan de desarrollo se encuentra atrasado entre un año y veinte meses. Eso significa que el país recibirá menos recursos. ¿Cuántos millones de dólares se podrían haber utilizado para innovación tecnológica, de esos que se dejarán de percibir por la mala gestión y administración de una empresa tan importante para todos los chilenos, como es Codelco?
Al igual que el año pasado, el ministro de Hacienda deberá adicionarle más recursos, porque no están contemplados en la ley de Presupuestos. Se gasta más y se demoran más en llevar adelante las inversiones. Lo primero que debe hacer el Gobierno es preocuparse de la administración que le han encomendado todos los chilenos. Sería el camino para obtener los recursos que el país requiere para innovación tecnológica.
Por lo tanto, anuncio mi voto en contra al proyecto, porque lo único que se pretende con él es influir electoralmente, como ha quedado claro frente a las propuestas alternativas, incluida la de Joaquín Lavín, que esperamos que el Gobierno considere.
He dicho.
Manifestaciones en las tribunas.
El señor LORENZINI (Presidente).-
Hago presente a las personas que se encuentran en las tribunas que no les está permitido hacer manifestaciones. Algunos señores diputados hablarán a favor y otros en contra. Incluso, en la votación unos pocos se abstendrán. Quiero que nos acompañen en el debate, pero dentro de un marco de respeto. Si quieren aplaudir, que sea dentro de un nivel razonable.
En el tiempo del Comité de la Democracia Cristiana, tiene la palabra el diputado señor Jaime Mulet hasta por siete minutos.
El señor MULET.-
Señor Presidente, me alegro de que el diputado señor García-Huidobro haya mencionado a Codelco. Es un buen ejemplo, porque esa empresa nos permite fundamentar en muchos aspectos el proyecto de royalty, ya que entrega al país ocho veces más que lo que aporta el sector privado por cada libra de cobre. Repito, esa mala empresa, según el diputado señor García-Huidobro , entrega ocho veces más por cada libra de cobre, en relación con las “buenas empresas”, que no habría que tocar con el royalty que queremos establecer.
El ejemplo también sirve para recordar, a propósito de las alusiones respecto de una eventual mala administración, que no se han encontrado antecedentes que permitan sostener que se habría financiado la publicación de libros de algún personero de gobierno a través de Codelco. Deben colocarse las cosas en su lugar.
En ese sentido, hizo bien el colega señor García Huidobro al referirse a Codelco.
Chile, hace algunos años, aprobó una determinada legislación minera que permite hacer lo que hoy realizan las compañías mineras. Éstas han actuado más o menos dentro del margen de la ley. El Estado, como legítimo propietario de las minas, determinó, por alguna razón, no cobrar por esos minerales. Chile, hoy, en este Congreso, después de un debate de muchos años, estima necesario cobrar por la extracción de esos minerales que pertenecen a todos los chilenos.
¿Por qué negarnos a que las grandes empresas mineras paguen al Estado, legítimo dueño, por la disposición de un recurso natural no renovable? ¿Qué razón económica o jurídica existe para negarnos a ello? Indudablemente, ninguna.
Si Chile, en un determinado momento, tomó la decisión de subsidiar a las empresas mineras para que se establecieran en su territorio, como muy bien lo hizo el gobierno militar, hoy, como país soberano, democrático y de pantalones largos, tiene derecho a cobrar, a través del establecimiento de un royalty, por la extracción de los minerales que le pertenecen.
Chile también tomó la decisión, muchos años atrás, de regalar tierras fiscales para colonizar, por ejemplo, la zona sur, y lo hizo muy bien en esa ocasión; pero hoy no está en condiciones de hacerlo nuevamente, por lo que las licitará o venderá.
Chile también tomó la decisión, apremiado por las circunstancias, de financiar a los bancos, a través de la deuda subordinada. Pero hoy la historia es distinta; las cosas cambiaron.
Por eso, es obligación de un estado cobrar por el uso de bienes no renovables que le pertenecen.
¿Qué vamos a decirle, responsablemente, como ciudadanos y representantes del pueblo, a los habitantes del país si este Congreso ni Dios lo quiera, en democracia, se niega a establecer el royalty y mantiene el subsidio a las empresas privadas de la gran minería? No tengo razón ni cara para poder hacerlo. Es muy grave lo que está pasando. Debemos entender que no contamos con todos los recursos que quisiéramos para subsidiar a la gente modesta, para la educación, para salud y para apoyar a las pequeñas y medianas empresas.
Hay quienes piensan que debe mantenerse el subsidio a las grandes compañías mineras. Pero el royalty o regalía ad valorem es absolutamente necesario. No hay otro camino. Recuerdo que se intentaron otros.
El ministro de Minería, antes de que hubiera una propuesta legislativa por parte del Ejecutivo, hizo un gran esfuerzo para que las empresas aceptaran formas de encadenamiento productivo a través del cluster minero. También intentó que aceptaran un fondo de sustentabilidad. Pero las empresas dijeron no una y otra vez. El ministro de Hacienda les pidió que voluntariamente se desistieran de aplicar una determinada norma tributaria que les otorga beneficios, pero también se negaron.
Hoy, cuando muchos pensábamos, especialmente quienes somos parlamentarios de la Concertación y algunos diputados de la derecha partidarios del royalty que representan a comunas del norte, que teníamos la posibilidad de establecer esta compensación por la disposición de recursos no renovables, nuevamente es lo más grave de la discusión de los últimos días vemos la negativa de las empresas. No sólo es la actitud de un sector de diputados de derecha lo que está detrás del rechazo al establecimiento de un royalty lo hemos vivido en el Congreso Nacional, está en el ambiente y los hemos visto en los medios de comunicación, sino también la negativa de las empresas. Eso es más grave que la actitud de los parlamentarios de la Oposición, que actúan movidos por determinadas razones.
Nos encontramos ante una situación grave y es nuestra responsabilidad actuar. No podemos, con el ejemplo y la seguridad que nos da Codelco, que entrega ocho veces más que las empresas mineras del sector privado, seguir tolerando esta situación.
El Gobierno ha manifestado públicamente su disposición para que hoy sólo se apruebe la idea de legislar, de manera de poder discutir aspectos relevantes del royalty: su gradualidad, su forma de cobro, cómo regionalizarlo más y otros aspectos importantes para las regiones.
Decir no al royalty es decir no a la gente de Tarapacá, de Antofagasta, de Atacama y de otras regiones mineras del país.
¡Qué asuman su responsabilidad! El pueblo lo sabrá.
He dicho.
Aplausos.
El señor LORENZINI (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Carlos Vilches , en representación de Renovación Nacional.
El señor VILCHES.-
Señor Presidente, en primer lugar, quiero hacer llegar un afectuoso saludo a quienes se interesan por esta materia y que hoy se encuentran en las tribunas.
De cara al país, digo mi verdad en esta Sala, templo de la democracia, respecto del proyecto enviado por el Gobierno, que nos da la oportunidad de debatir una materia trascendental.
Llevamos muchos años trabajando sobre el marco tributario que rige a la gran minería privada. Este proyecto no es una improvisación; es producto de estudios acabados de gente que entiende muy bien sobre la materia y de quienes hemos recogido sus conclusiones.
Chile, con el decreto ley Nº 600, recibió con los brazos abiertos a los empresarios inversionistas mineros de todo el mundo. Con afecto, con cariño, como siempre lo hacemos en Chile. ¿Cuál fue la respuesta? Efectivamente, hicieron inversiones mineras. Nadie discute que han generado empleo, que son grandes consumidores de insumos y han ayudado a miles de trabajadores. Sin embargo, todas las empresas acogidas a dicho decreto nunca han pagado un centavo al fisco por concepto de impuesto a la renta.
(Aplausos).
La realidad de los últimos veinticinco años nos llevó, al Presidente que está en la testera, al diputado Leal y a quien habla, a presentar un proyecto de acuerdo, que contó con el apoyo de todos los sectores políticos, y nadie se restó a pedir que se investigara el marco tributario que rige a las empresas de la gran minería privada y a estudiar la posibilidad de aplicarles un royalty. No es un secreto para nadie, porque lo hicimos de cara al país.
¿Qué ha pasado? El Presidente Ricardo Lagos dijo, en reiteradas oportunidades, que el royalty no estaba en la agenda de la Concertación. Comprensible es bueno que esto lo sepa el país, porque la información no estaba en un solo servicio, sino en el Ministerio de Minería, en Cochilco, en el Servicio de Aduanas, en el Banco Central, en el Servicio de Impuestos Internos, en la Tesorería, en la Contraloría, en Codelco y en la Enami. En el caso de estas últimas, porque hacen negocios con empresas del sector privado. Nadie conocía la información completa. Junto al entonces diputado y actual senador Baldo Prokurica le rindo homenaje por ello, en reiteradas ocasiones, solicitamos que se nos enviara toda la información, pero siempre la recibimos parcializada y no tuvimos el panorama completo de lo que ocurría.
Las empresas vinieron, invirtieron y produjeron. Lógicamente, no les importó que la suma de la producción de todas ellas dañara el precio del cobre en el mundo. Esto fue denunciado por el senador Jorge Lavandero , pero nunca le quisieron creer; siempre lo descalificaron.
(Aplausos).
Por eso, cuando el precio del cobre llegó a sesenta centavos de dólar la libra, el país, que basa su economía fundamentalmente en productos de exportación, estaba perdiendo mucho dinero, todos estábamos perdiendo. Pero seguimos adelante con la investigación. Me decían: “a usted, que es un hombre de Derecha, ¿cómo se le ocurre hablar de estas cosas?” Efectivamente, porque mi conocimiento, mi trayectoria y mi profesión me permiten entender este tema, también me permiten denunciar que esas empresas han desarrollado una ingeniería para la evasión y la elusión tributaria. Es una verdad del porte de una catedral.
(Aplausos).
Nos han dicho que han cumplido con todas sus obligaciones legales. Efectivamente. Invierten, pasan diez años y, cuando el proyecto va a madurar para pagar impuestos, aplican la fase dos. Cinco años después, cuando el proyecto va a madurar nuevamente, hacen a la fase tres. Entonces, el país conoce que se han endeudado, pero nunca han aportado ningún impuesto.
¿Cómo se resolvió este tema en el mundo? Precisamente, pagando una regalía. Hay regalías de todos los tamaños. Así, en Canadá, llegó hasta 18 por ciento, y ahora la bajaron a 10 por ciento para hacer más atractiva la inversión. En otros países se paga 5, 7 y 10 por ciento. En 129 países del mundo se pagan regalías, y nosotros descubrimos la pólvora: inversión minera con desarrollo espectacular y sin tener esa regalía.
Por lo tanto, las conclusiones que hemos sacado los diputados interesados en el tema son, en primer lugar, que no han pagado impuesto a la renta, y, en segundo lugar, que hay que imponer una regalía para que puedan hacer un aporte al país.
El propio alcalde de Santiago, señor Joaquín Lavín , ha reconocido que esas empresas deben hacer un mayor aporte al país y ha formulado una propuesta para las patentes mineras, digna de discutirse. Pero hoy estamos abocados al royalty y nos interesan los aportes de todos los sectores. Aquí nadie se puede restar, porque todos vivimos en regiones y gozamos, disfrutamos o nos sentimos frustrados porque hay empresas, como El Indio, que durante veinte años explotaron ese yacimiento minero y nunca pagaron ningún impuesto a la renta. Todos los que tuvimos la oportunidad de ser trabajadores de empresas como ésa, nos dimos cuenta de la riqueza inmensa que sacaron del país insisto sin pagar ni aportar nada.
Entonces, me cuesta comprender que pueda haber objeciones para que se implante el sistema propuesto, porque la oportunidad es ahora. Habiendo evaluado por veinticinco años de inversiones de la gran minería, ésta es la oportunidad de hacerlo, ante el hecho de que no pagan impuestos. Ésa es la realidad. No me voy a cansar de reiterar: un proyecto que en los primeros diez años no aporta nada, cuando madura, obviamente debería pagar el 17 por ciento que hemos establecido.
Nuestra propuesta, entonces, es que, a partir del primer mes desde que se apruebe la ley, las empresas empiecen a pagar royalty.
(Aplausos).
Este 3 por ciento parece tan bajo. Pero, según cálculos de técnicos, si este proyecto se hubiese aprobado en 1990, a estas alturas el país habría recaudado 700 millones de dólares por royalty.
Sin duda, ésta es una causa noble, una necesidad de país. Aquí no importa ser de izquierda, de derecha o de centro: es un problema de dignidad de país.
(Aplausos).
Entonces, la gran conclusión es que nuestra legislación, en materia de tributación, contiene una omisión que debe ser corregida. Con ese fin, el Gobierno ha hecho una propuesta, materializada en este proyecto, pero que puede ser rechazada por el Tribunal Constitucional porque presenta un vicio lo voy a decir aquí, públicamente. Habla de un crédito por tres años. En esas condiciones, por definición, es regalía; pero después plantea incorporar el ciento por ciento y pasa a ser un impuesto, de acuerdo con la definición que tenemos en nuestra legislación. Entonces, en una misma norma hay dos cambios, lo que hace que esto deba ser votado.
Los diputados de Renovación Nacional estamos dispuestos a votar favorablemente este proyecto, por lo menos, personalmente lo voy a apoyar;...
(Aplausos).
...pero quiero advertir una cosa, y al respecto quiero pedirles, por su intermedio, señor Presidente, a los señores ministros de Hacienda y de Minería, que si ellos y el Gobierno quieren que aprobemos el proyecto de royalty, deben tener la voluntad política para recoger nuestras indicaciones a fin de que sean discutidas. Porque, reglamentariamente, como hay recursos involucrados, si presentamos cualquier indicación, será declaradas inadmisibles, como ocurrió ayer en las Comisiones unidas. En efecto, en la sesión efectuada ayer, más de veinte indicaciones fueron declaradas inadmisibles. Es decir, nos amarran las manos y nos cierran los ojos, la boca, todo, para evitar que mejoremos el proyecto, pues no queremos que sea objetado por el Tribunal Constitucional, y así terminar con el cuento de que se están cambiando las reglas del juego.
Esto, definitivamente, es un mérito respecto del cual el país tiene derecho para hacer los cambios que estime convenientes, porque no podemos permitir que siga este despojo y, sin duda alguna, lo es. Pues bien, la pregunta que surge es: ¿Quién paga la cuenta? ¿Quién paga todo lo que no se ha recaudado? No queremos que la nueva generación siga viviendo con esta debilidad que existe en nuestra legislación.
Por eso, al señor ministro de Hacienda le digo con mucha sinceridad: hay una propuesta, la cual es la forma en que se cobra en todas las partes del mundo. En efecto, aplicado el royalty, en el momento en que la empresa recupera toda la inversión, ella tiene la obligación, además de pagar una parte por impuesto a la renta, de cubrir la que corresponde por concepto del royalty. No hay nunca suma cero. Esto queda demostrado por la forma en que se ha procedido en todos los países.
Por ello, este 3 por ciento, que parece tan miserable, es fundamental para el país, y tenemos que discutirlo porque no podemos presentar indicaciones sobre cómo se van a usar los recursos que provengan del royalty.
Los diputados de Renovación Nacional queremos que se utilice, a través de todo el país, en los jóvenes que no tienen recursos para continuar en la enseñanza técnico-profesional o en la educación superior. Esa es una deuda social que tenemos para con los jóvenes, y estos recursos que no están en ningún presupuesto de la Nación deben solventar el costo que significa educar a esos jóvenes. La otra parte, que sea aplicable en las regiones donde están los minerales para que puedan contar con una economía alternativa cuando se agoten los yacimientos. Porque hasta el momento sólo han quedado los hoyos. Los dejaron en el salitre, en la minería del hierro, en el oro y en el cobre. Esa es nuestra realidad. Ahí están los testimonios vivos en todo el norte de Chile.
¿Qué hacemos, entonces, señor Presidente? Apoyar este proyecto. Si el ministro de Hacienda no muestra la voluntad política para decir que acepta las indicaciones de este diputado, porque él las conoce exactamente como son, yo no puedo garantizar los votos de nadie, excepto el mío, porque respondo por mí mismo.
(Aplausos).
He sido un impulsor de esta causa, porque es una buena alternativa para el país. Si usted le pregunta a cualquier chileno, le va a responder que está por esta causa.
Desgraciadamente, su objetivo se ha distorsionado y politizado. Es así como el Consejo Minero y la Sociedad Nacional de Minería han destinado enormes cantidades de dinero a cualquier columnista que quiera escribir en contra del royalty.
Así y todo, apaleada y todo, la regalía minera es una causa noble. No se trata de oportunismo ni de populismo, sino de devolverle al país la dignidad por una riqueza tan básica como es el cobre para todos los chilenos.
He dicho.
Aplausos.
El señor LORENZINI (Presidente).-
En el tiempo del Partido por la Democracia, tiene la palabra el diputado Eugenio Tuma hasta por 5 y medio minutos.
El señor TUMA.-
Señor Presidente, este es uno de los proyectos más emblemáticos e importantes que nuestro Congreso va a discutir en estos años.
Antiguamente, cuando nos referíamos al cobre, hablábamos del “sueldo de Chile”, de “la viga maestra”. Hoy, los ingresos por concepto del cobre continúan siendo parte importante del financiamiento del Presupuesto de la Nación, en especial de Codelco. Gracias a tales aportes, casi el 20 por ciento del Presupuesto de la Nación y buena parte de los subsidios en vivienda, educación, salud, obras públicas y de las tareas de todo orden que hace el Gobierno, son financiadas con recursos provenientes del cobre.
El proyecto, originado en mensaje del Ejecutivo, fue elaborado con visión de gran altura. ¿Qué pasará cuando este recurso no renovable se agote? ¿Quién proporcionará ese 20 por ciento de ingresos que recibe el fisco para seguir creciendo en más calles pavimentadas, en más viviendas, subsidios, pensiones, educación e investigación? Eso preocupa al Presidente Lagos y a sus colaboradores. Eso se traduce en este proyecto de ley, que mira con altura y en el largo plazo. Su mirada apunta a la creación de un fondo de investigación tecnológica para reemplazar esa “viga maestra”, que puede o no seguir siendo el cobre o un producto específico en cada una de las regiones del país. Para ese efecto es la constitución de ese fondo. Pero, ¿de dónde obtenemos los recursos?
Felicito al diputado Vilches por su honestidad y valentía. Lamentablemente, es una excepción dentro de los parlamentarios de la Oposición, quienes, desestimando las necesidades nacionales, tratan de evitar que las mineras, por fin, alguna vez, contribuyan al desarrollo nacional.
¿De dónde vamos a sacar esos recursos? ¿Qué dice el proyecto? Que las empresas mineras paguen sólo un 3 por ciento de sus utilidades.
En los países mineros, en especial en los principales países productores del cobre, el promedio de impuestos que pagan está entre un 26 y 38,5 por ciento. Aquí en Chile es de 17 por ciento, y ni siquiera eso pagan.
El proyecto propone un 3 por ciento, ni siquiera sobre la base de las ventas, sino sólo de las utilidades. Pero, ¿por qué tanto escándalo? ¿Por qué tanta oposición de las grandes mineras a este proyecto?
No puedo creer que esa rebelde oposición sea por ese miserable 3 por ciento que, en buenas cuentas, constituye un 0,6 por ciento de las ventas totales.
Lo que más les duele en este proyecto es el artículo 2º, en especial la parte que señala lo siguiente: “Adicionalmente corresponderá al Servicio de Impuestos Internos fiscalizar la correcta determinación y pago de la regalía minera, para lo cual podrá hacer uso de todas las facultades legales que le otorga esta ley,...”.
Eso es lo que les duele de este proyecto, porque si se aprueba esta legislación, de ahora en adelante las grandes empresas mineras tendrán la presencia del Servicio de Impuestos Internos para evitar la elusión o evasión de impuestos, como lo hicieron durante tantos años, como lo expresó el mismo diputado Carlos Vilches .
Ahora entiendo la razón por la cual se alinean los parlamentarios de la Oposición junto a los intereses de las grandes mineras. Estamos pidiendo un impuesto insignificante, pero la real razón de la oposición radica en que ahora, sí, podrían ser fiscalizados.
Por último, cabe precisar que el sueldo de Chile debe seguir siendo una preocupación de todos los chilenos. Ojalá contáramos con los votos de la Derecha para la aprobación de este proyecto. Por su parte, el diputado Vilches ha puesto condiciones inaceptables respecto de convertir el proyecto del Ejecutivo en una patente minera.
¿Qué significa una patente minera? Es un cargo fijo, permanente, para todos los explotadores de yacimientos. De esa manera, se sacarían de encima la fiscalización de Impuestos Internos respecto de cómo se pagarían las regalías mes a mes.
Lo que les ha dolido a las grandes empresas es la fiscalización respecto de lo que realmente pueden restituir a nuestro país.
Por eso y con el ánimo de apoyar la visión de Estado del Presidente Lagos, la bancada del Partido por la Democracia votará favorablemente el proyecto.
He dicho.
Aplausos.
El señor LEAL (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, por cinco minutos, el diputado señor Encina .
El señor ENCINA.-
Señor Presidente, el escenario que determina el royalty es categórico. Cuando varios diputados lo planteamos, tuvimos a la vista la tributación de la gran minería del cobre y de Codelco, donde las diferencias son categóricas.
En promedio, entre 1990 y 1992, Codelco aportó al fisco 809 millones de dólares, y las empresas mineras privadas sólo 167 millones de dólares, no obstante producir alrededor de un 10 por ciento más de cobre.
Si uno ve la tributación de los últimos años de las empresas mineras pertenecientes al Consejo Minero, puede observar que aquélla ha ido disminuyendo: en 2000, impusieron 262 millones de dólares; en 2001, 171 millones de dólares, y en 2002, 87 millones de dólares.
El tema de fondo es la posibilidad de obtener una colaboración mayor de estas empresas en favor del fisco chileno. Hablamos del mismo recurso, de la misma capacidad de generarlo; pero uno no se explica por qué esa tremenda diferencia en tributación entre estas dos grandes fuentes de producción de la minería.
En mi opinión, se debe cobrar por un bien no renovable, por un patrimonio de todos los chilenos, a fin de que se convierta en una especie de subsidio para la explotación del cobre. Si no se hace, pierde el fisco chileno.
El royalty no es una creación nuestra: se aplica en cientos de países. Es una práctica de amplia aceptación y aplicación internacionales. Además, no es un impuesto duro, como se ha insinuado, porque para calcular el 3 por ciento los costos se restan dos veces del costo operacional, es decir, de los insumos, de la mano de obra, de los fletes, de los seguros. En definitiva, sólo se trata de una pequeña contribución que el país está pidiendo a la gran minería del cobre.
Normalmente, se usa y abusa de la costumbre de plantear un escenario catastrófico en caso de que se aplique el royalty. Se sostiene que no habrá inversión ni trabajo y que las empresas que prestan servicio a la gran minería del cobre dejarán de hacerlo. En definitiva repito se pinta un escenario catastrófico.
Para demostrar que eso no es así, basta ver las estadísticas del primer semestre de 2004 para comprobar que las utilidades y la inversión de las grandes empresas del cobre casi se han duplicado. Entonces, ¿cuál es la situación catastrófica? Se trata de generar un ambiente de miedo en cuanto a que se retirará la inversión extranjera, que no habrá trabajo ni empresas contratistas. Pero ello no es así. La verdad va por otro lado.
Es importante destacar las tremendas ventajas competitivas y comparativas que, en materia minera, tiene Chile con respecto a otros países, lo cual está dado por diversos factores: la cercanía de los minerales a los puertos de embarque, la infraestructura, la seguridad internacional, la ubicación de Chile dentro de la seguridad de inversión. En suma, cientos de factores que señalan, sin lugar a dudas, que Chile es un país seguro para invertir, que las inversiones no se irán a otros países; en definitiva, que seguiremos siendo el primer país productor de cobre del mundo.
Los escenarios catastróficos que se nos plantean en definitiva no tienen ningún asidero real. Su objetivo es que las empresas mineras sigan tributando menos y continúen eludiendo la obligación de pagar al fisco lo que corresponde, como lo han hecho durante tanto tiempo, a través de mecanismos como la depreciación acelerada, el pago de intereses a sus casas matrices, los precios de transferencia, etcétera.
Queremos pedir a la gran minería del cobre que haga un esfuerzo patriótico y que considere el proyecto con un sentido país, porque permitirá el desarrollo efectivo de la ciencia y la tecnología, y de la competitividad.
He dicho.
Aplausos.
El señor LEAL (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Darío Molina .
El señor MOLINA.-
Señor Presidente, sobre la constitucionalidad del proyecto de ley se tendrán que pronunciar las instancias correspondientes. La cuestión de si Chile ha cumplido o no los compromisos que suscribió con el sector minero será dilucidada por los resultados en nuestra economía de la aplicación de la futura ley. Lo que interesa debatir en esta Sala es si el Primer Mandatario mintió o no cuando dijo a los chilenos que el aporte que deberá efectuar el sector minero por la extracción de recursos naturales no renovables será destinado a las regiones. Porque la gente se desilusiona cada vez más cuando se plantean cosas como ésta, como lo reflejan los resultados de las últimas encuestas en que se pidió a la gente que se manifestara a favor de la alternativa planteada por el Gobierno o de la presentada por el candidato presidencial Joaquín Lavín .
¿Por qué la gente señaló que prefería la alternativa de Joaquín Lavín? Porque, a pesar de que todos estamos de acuerdo en que se debe solicitar un mayor aporte al sector minero, no está claro si esos recursos serán focalizados a las regiones, ya que el proyecto establece la generación de un fondo que se incluirá en la ley de Presupuestos. Es decir, los recursos que se obtendrán con la aplicación del royalty no irán directamente a dicho fondo, sino que deberán ser sometidos a la aprobación de la partida correspondiente en la ley de Presupuestos. Sin embargo, todos sabemos qué ha pasado con algunos fondos obtenidos a partir de la recaudación de nuevos impuestos, respecto de los cuales ministros de Estado se han comprometido a inyectarlos en ciertos sectores de la economía. Quiero recordar al ministro de Hacienda que aprobamos un fondo para la administración pesquera, mediante el aumento de las patentes de las empresas que se dedican a la pesca industrial. Sin embargo, hasta el momento no ha ocurrido absolutamente nada con los recursos que se comprometió a inyectar a ese fondo para la calificación de la mano de obra de quienes trabajan en esa industria y para la fiscalización de ese sector. Por ejemplo, Sernapesca aún tiene dificultades para cumplir con su labor de fiscalización.
Por otra parte, el Ejecutivo, le dio al proyecto el rango de ley orgánica constitucional, razón por la que en las Comisiones unidas de Hacienda y de Minería lo votamos con quórum calificado. Con ello, le confirió un carácter político y electoral a la votación de la iniciativa. Si al Gobierno le interesaba sacarlo adelante, debería haberle posibilitado el quórum simple, con lo cual hubiera asegurado su aprobación.
¿Qué pretende con lo anterior? Mantener el tema en el ámbito de una permanente lucha electoral, para sacar el mismo provecho político que ha obtenido en el debate de situaciones similares, como con el proyecto de ley laboral, normativa que hoy tiene a 600 mil chilenos cesantes; a pesar de que se dijo que esa ley sería muy beneficiosa, hasta el momento ni siquiera se ha creado un nuevo empleo. Los últimos índices de desempleo demuestran que el Gobierno está debiendo al país la generación de 200 mil empleos.
La Alianza por Chile no se dejará chantajear por lo que ha propuesto el Gobierno, porque queremos que el mayor aporte del sector minero se utilice de manera útil.
¿Por qué queremos que la recaudación se efectúe a través de un aumento de las patentes mineras? Porque dicha recaudación beneficiará directamente a las regiones y a las comunas donde están ubicados los yacimientos mineros, en 70 y 30 por ciento, respectivamente. Es decir, irá en beneficio de las comunas en las que se extrae el mineral donde se deja el hoyo en la tierra, como la de Salamanca, donde hay un gran proyecto minero, y, en general, como las del distrito Nº 9, que represento. Es lógico que los nuevos recursos se inviertan en las comunas en las cuales la actividad minera deteriora sus caminos y otra serie de problemas.
Como se planteó, también queremos financiar becas para estudiantes de institutos y universidades de regiones. Todos sabemos que muchos jóvenes de regiones, aunque tienen capacidad, no pueden estudiar porque sus padres no cuentan con los medios para financiarlos. Todos hemos recibido en nuestras oficinas a padres que perciben el sueldo mínimo y que están angustiados porque sus hijos, pese a contar con un excelente promedio de notas, no consiguen becas, préstamos o crédito fiscal.
Por lo tanto, pido trabajar por la postura de Joaquín Lavín, ya que le hace bien a
Chile y a sus regiones.
He dicho.
El señor LEAL (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, por cuatro minutos y treinta segundos, el diputado señor Eduardo Saffirio .
El señor SAFFIRIO.-
Señor Presidente, el proyecto de ley no establece ningún tributo, sino que fija un precio, una contraprestación o una compensación al legítimo dueño que, de acuerdo con la Constitución Política de la República, es el Estado de Chile, el cual tiene el dominio absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de todas las minas.
Como explicó el ministro de Hacienda y los diputados de Derecha son tan cultos e instruidos que seguramente lo sabían, estamos en presencia de una típica renta ricardiana, no llamada así en homenaje al Presidente de la República, sino al economista británico David Ricardo , quien, en 1816, en su libro “Principios de Economía Política y Tributación”, traducido al castellano por la editorial Fondo de Cultura Económica, señaló que existían estas rentas de carácter extraordinario. Por eso vamos a cobrar un precio a estas mineras y para eso se presentó este proyecto de royalty.
En segundo lugar, se armó un gran escándalo porque, presuntamente, se estarían cambiando las reglas del juego. Se trata de los mismos que ahora quieren eludir el debate de fondo y plantear el aumento de las patentes mineras, con lo cual también cambiarían las reglas del juego. “En el principio era la lógica”, decía Hegel. Señores de la Derecha, sean lógicos, coherentes. No estamos cambiando ninguna regla del juego, sino tomando una decisión democrática en la historia de la sociedad chilena para terminar con una situación que nos parece inadecuada, porque han cambiado las condiciones materiales que permitieron que no cobráramos el insumo, durante dos décadas, a quienes explotaban una concesión minera.
Con esta Derecha, si el primer Congreso Nacional, el de 1811, hubiese querido abolir la esclavitud o establecer la libertad de vientre, que fue lo que hizo, no tengo la menor duda de que habrían llegado los “lobbystas” a presionar a los representantes de la Derecha para hacerles ver que con ello se ponía en riesgo las plantaciones de algodón, se encarecía el costo de la mano de obra de los esclavos y no llegarían los dólares.
Son los mismos argumentos que usa ahora la Derecha, cada vez más reaccionaria, anterior a David Ricardo , preliberal y preconservadora, que botó a Balmaceda en 1891, pero que estuvo dispuesta, como lo voy a demostrar, a gravar durante décadas las exportaciones de nitrato para que este país pudiera tener ferrocarriles, educación pública, caminos, escuelas, postas y desarrollo de su sistema sanitario.
No estamos cambiando ninguna regla del juego ni la ley de gravedad, sino tomando una decisión democrática para que paguen quienes han sido subsidiados por el Estado: las grandes mineras transnacionales.
Nunca un gran, mediano o pequeño agricultor de la Novena Región, ni un minifundista mapuche o parcelero de la reforma agraria, ha planteado que se debe subsidiar el ciento por ciento de la plantación de pinos o eucaliptos. Tienen que esperar veinte años para cosechar las plantaciones; sus dueños del suelo o pagan arriendo por él. El subsidio máximo es de 75 por ciento. Entonces, ¿por qué tenemos que regalar nuestros insumos a las empresas mineras transnacionales, en circunstancias de que es el único sector que tiene este subsidio del Estado?
En tercer lugar, las futuras inversiones se harán igual. Los 6 mil millones de dólares se invertirán porque es cosa de lógica. Si los capitalistas extranjeros o chilenos estimaran que este royalty hace imposible invertir, simplemente no invertirían; pero saben que el royalty sólo establecerá un precio por el mineral, por lo que de todas maneras van a hacerlas, y la historia va a demostrar que lo que estamos diciendo es cierto. Lo anterior es obvio, porque las ventajas comparativas de Chile en minería son enormes; la riqueza de los yacimientos, los bajos costos de transporte, los bajos costos ambientales a las minas están en el desierto o en la alta cordillera, el nivel productivo de trabajadores, ingenieros y técnicos explican las ventajas y el buen negocio que es explotar la minería en Chile.
En cuarto lugar, me preocupé de buscar la fuente de la cita que haré, porque no la recordaba. Marcos Mamalakis , profesor de economía de Yale, en un libro escrito en 1976, dice: “...los derechos de exportación correspondientes a los nitratos (y al yodo) sirvieron para financiar más del 50 por 100 del total del gasto público durante las tres primeras décadas del siglo XX,”. Hoy, 80 años después, a pesar de los gobiernos de la Concertación, el 50 por ciento de los ingresos fiscales no los pagan los capitales extranjeros o chilenos, sino los modestos chilenos de carne y hueso, a través de impuestos indirectos, básicamente del IVA, que es el impuesto más regresivo que existe.
Termino señalando que lo bueno del debate parlamentario es que, como dijo Eduardo Frei , “la verdad tiene su hora”. Aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Es mejor que la UDI se cambie el nombre. No debe ponerse partido popular, sino partido transnacional, porque, una vez más, está defendiendo los intereses del dinero. Les sugiero que en la sede central de la UDI erijan dos estatuas, en homenaje, una, a Mr. north, y la otra, a Mr. Braden . A nosotros, los diputados de la Concertación, nos basta con homenajear a Codelco Chile.
He dicho.
Aplausos.
El señor LEAL (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, por ocho minutos y medio, el diputado Bertolino .
El señor BERTOLINO.-
Señor Presidente, nos abocamos a pronunciarnos sobre un proyecto que, desgraciadamente, ha creado polémica.
Tengo en mi poder una declaración pública de la Secretaría de Prensa de la Presidencia de la República, dada a conocer el 22 de mayo de 2003. En esa oportunidad, después de que el Presidente se reunió con la Concertación en el denominado encuentro “Santiago III”, a raíz de la publicación en la prensa de que se iba a trabajar la propuesta sobre un royalty, la Secretaría de Prensa de la Presidencia aparece diciendo:
“1.- El Presidente de la República desmiente absolutamente la información publicada en el día de hoy, en la primera página, por el diario “La Segunda”, sobre una supuesta decisión del Gobierno de crear un impuestoroyalty a las empresas mineras.
“2.- En ese sentido, tal como ha señalado el Gobierno en diversas ocasiones, no existe intención de parte del Ejecutivo de impulsar un cambio en las reglas que regulan las inversiones mineras en nuestro país.”
El ministro Dulanto dijo en “La Tercera” del 14 de mayo de 2003: “El Poder Legislativo puede crear una comisión investigadora, pero como gobierno tenemos la facultad para asegurar que las reglas del juego no van a cambiar”.
El propio ministro Eyzaguirre dijo en “El Mercurio” del 27 de mayo de 2003: “No está en el marco de la agenda de este Gobierno alterar la tributación del sector minero”.
Después de un año de esas declaraciones, me pregunto: ¿En qué estamos? En verdad, estamos cambiando la tributación. Lo preocupante de esto es que quienes trabajamos para hacer de nuestro Chile un país mejor y lograr que se transforme en una plataforma de negocios y gran centro comercial para América Latina, vemos que con esta forma de actuar, con esta confusión, con esta forma a mi juicio de crear desconfianza respecto de los dichos de la primera autoridad, no estamos ayudando a lograr esa aspiración, sino contaminando el trabajo realizado.
Es legítimo que la autoridad oficial proponga un cambio en las políticas de tributación. Pero se debe tener presente que, en un mundo moderno y globalizado, lo más importante es el respeto a la palabra empeñada. Y todo lo que hemos avanzado, con todos los gobiernos de nuestro país y también con los últimos de la Concertación, puede estar en riesgo en estos momentos. Si bien todos compartimos la idea de que la actividad minera debiera aportar más a la sociedad por explotar un recurso no renovable, no compartimos ni la forma en que se nos ha querido hacer legislar ni el fondo del proyecto.
Quiero explicar las razones que tengo para decir esto.
En primer lugar, según las primeras declaraciones del Presidente de la República, el Gobierno tuvo más de un año para elaborar un proyecto en el que nuestro sector no participó. Posteriormente, nos quiere dar sólo diez días para que nos pronunciemos sobre su fondo.
En segundo lugar, esos diez días no nos permiten escuchar a todos quienes pueden hacer un aporte respecto de cómo manejar mejor ese fondo de inversiones para la innovación tecnológica. Peor aún, el Ejecutivo no nos deja introducir indicaciones para mejorarlo, porque, desde nuestro punto de vista, creemos que no es de lo mejor. ¿Por qué no nos deja introducir indicaciones? Porque nos dice: “Señores, la idea matriz del proyecto no está en lo que ustedes quieren cambiar”. Y nos hace un ofrecimiento: “Si lo votan en general, nosotros le quitamos la urgencia y podemos conversar”. Pero la desconfianza en política, al no haber actuado en la línea que todos esperábamos, de participar y presentar indicaciones, nos lleva a tomar ciertas precauciones.
¿Por qué me preocupa el proyecto y por qué no lo encuentro razonable? La legislación minera chilena ha sido un ejemplo para el mundo; incluso, la hemos exportado a Latinoamérica y a otros países mineros, pero hoy la queremos cambiar. Todos reconocemos que nuestro país es uno de los destinos más interesantes para invertir en minería y, además, tiene ventajas comparativas. Sin embargo, se dice en el proyecto que se crea un fondo de innovación para la competitividad, para que los sectores con ventajas competitivas logren ampliarlas y sustentarlas en el tiempo. Al aplicarle un gravamen a la minería, la estamos haciendo perder competitividad. Eso es inquietante, preocupante, porque debemos preocuparnos no sólo de quienes hoy tienen trabajo, sino también de quienes, a futuro, necesitan tener trabajo.
Nos preocupa lo relativo a la constitucionalidad de la iniciativa. Este es un proyecto que tiene patas de pato, plumas de pato, cabeza de pato, camina como pato, nada como pato, pero no es un pato. Eso el Gobierno lo sabe. Si fuese una regalía, como dice el Gobierno, los recursos deberían ser entregados directamente a regiones. Sabemos que en nuestro país, por ser unitario, los impuestos no pueden destinarse a fines específicos; pero, en este caso, lo que se recaude por dicho concepto no se envía a regiones, sino que se quiere formar un fondo. Todos sabemos lo que pasa con este tipo de fondos: hay organizaciones que se especializan en obtener los recursos, pero éstos nunca llegan a quien deben llegar.
Es importante considerar que cuando se aplica un gravamen, se exige a la rentabilidad del proyecto un porcentaje mayor, tanto en el TIR, tasa interna de retorno, como en el VAN, valor actual neto. Obviamente, si no se da esa rentabilidad, no se invertirá y dejaremos reservas y minerales en los cerros, porque no será rentable explotarlos. Si no tuviesen este gravamen, podrían serlo.
Nos preocupa que, tal como se ha presentado, se aplique en la forma en que hoy modernamente se explota la minería, es decir, sobre la base de un cluster, de la especialización. El minero se especializa en los minerales, pero cada subcontratista tiene su especialización y, según la tributación que se quiere establecer, no se le permitirá descontar todos los costos de producción.
Nos preocupa que se esté gravando a los pequeños y medianos mineros. Hoy se pone una base de dos mil UTA, o sea, 720 millones de pesos, monto que, dividido por doce meses, da 60 millones de pesos de venta bruta. Cualquier pequeño y mediano minero, los que dan trabajo en las zonas mineras del norte, factura como venta esa cantidad, lo cual no quiere decir que sea ésa la utilidad. Se dijo que el gravamen se aplicaría sólo a las grandes mineras, pero acá están cayendo todos los mineros, lo cual es muy preocupante. La gran minería es aquella que produce sobre 60 mil toneladas de cobre fino, y aquí estamos hablando del precio de venta.
Nos preocupa que se imponga un castigo al valor agregado. Todos decimos que para desarrollar el país se debe incorporar valor agregado a nuestros productos; pero resulta que quien extrae la piedra, produce el concentrado, lo funde y produce un cátodo de cobre, debe pagar el impuesto sobre el cátodo de cobre. Por lo tanto, no será atractivo invertir para dar valor agregado, con todas las consecuencias que ello significará.
Nos preocupa que se diga que se sobreexplotará un recurso. No existe ningún estudio serio que establezca que hay sobreexplotación de recursos. Incluso, hay un viejo adagio que se usa respecto de los recursos naturales: mientras más se explota un recurso, más intensiva es la búsqueda y el sondeo de él y más reservas aparecen. Por lo tanto, creo que el proyecto no va en la línea correcta de lo que todos pretendemos para que la minería haga un mayor aporte, sino, por el contrario, será más negativo.
El royalty se aplica en 129 países, ninguno de los cuales es más minero que el nuestro, porque se impone sobre la base de dos fundamentos: primero, que no haya minería en esos países porque no les conviene, y, segundo, porque las autoridades no son capaces de manejar los recursos y dar una buena administración al país.
He dicho.
Manifestaciones en las tribunas.
El señor LEAL (Vicepresidente).-
A quienes se encuentran en las tribunas, les recuerdo que está prohibido hacer manifestaciones. Lo digo, para que podamos seguir tranquilamente el debate. Después, cada uno sacará sus propias conclusiones.
Tiene la palabra el diputado señor
Esteban Valenzuela .
El señor VALENZUELA.-
Señor Presidente, espero que la Derecha concurra al acto patriótico que se celebrará este mes, ya que en julio se cumplen 33 años desde el Presidente Salvador Allende , en la plaza de Rancagua, anunció la noticia de la nacionalización del cobre, gracias a un acuerdo unánime del Congreso Nacional.
(Aplausos).
Hay otros momentos históricos que también son importantes de recordar. A fines de la década de los años 50, la Confederación de Trabajadores del Cobre, conducida por un ex diputado de nuestra ciudad, Héctor Olivares , logró que en el segundo gobierno el democrático de Carlos Ibáñez del Campo se aprobara la ley reservada que permitía que el 5 por ciento de las ventas de la minería quedara en las provincias mineras.
Ahora estamos en otro momento histórico. Sin embargo, se han dicho sólo mentiras para oponerse al proyecto. Se expresa que se cambian las reglas del juego. ¡Por favor! En democracia hemos cambiado mucho las reglas del sector minero. Lo obligamos a acatar las leyes ambientales, en 1991, para producir cobre y minerales con respeto al medio ambiente. También hemos modificado las leyes laborales. El mismo sector minero pidió cambiar tales reglas para tener mayor flexibilidad laboral, y ahora no está dispuesto a aceptar una pequeña modificación, que no se trataba de un tributo, sino de una concesión, como se ha dicho en forma reiterada.
Se dice que es un proyecto politiquero, porque se aproximan las elecciones. Se critica al Gobierno por legislar ahora y darle urgencia para tratarlo en diez días. Se señala que ahuyentará el capital y la inversión minera. ¡Por favor! Es un proyecto moderadísimo. Además, la regalía fluctúa según el precio internacional del cobre y se calcula, para proteger a la empresa minera menos rentable, sobre la base de la rentabilidad de cada yacimiento.
Estamos hablando de un proyecto moderno, flexible, acorde con la realidad de la minería. Se dice que no es regionalista, ¡Por favor! Se logró persuadir a los ministros de Hacienda y de Minería, y al Presidente Lagos para que fuera un proyecto absolutamente regionalista. Se establece que el 80 por ciento de los recursos debe invertirse en regiones y que el 50 por ciento de los proyectos de ciencia, innovación y tecnología deben llevarse a efecto en instituciones regionales, para estimular a nuestras universidades, a los gobiernos regionales, a los municipios, a las empresas, no sólo mineras, sino también de otras áreas productivas, a inventar futuro.
Se dice que no se invertirá en educación. Con esta normativa mejorará en forma sustancial el capital social de nuestras regiones. Quiero recordar me lo comentaba la diputada Tohá que el desafío que tenemos como país es no repetir el error del salitre y sembrar para el futuro.
El proyecto no aumenta gastos corrientes. En esto fueron muy sabios don Raimundo Espinoza y los trabajadores del cobre al plantear que ese debe ser el sentido de la iniciativa. No han pedido estos recursos para aumentar sueldos, pensiones o jubilaciones, sino para inversión a futuro.
(Aplausos).
¿Cuál es el problema patriótico de Chile? ¿Cuál es el problema de las regiones mineras? Que nuestro país sólo gasta el 0,6 por ciento de su producto interno bruto en innovación y tecnología. Aquí no hay que inventar la pólvora: los países que logran el desarrollo destinan 2,8 ó 3 por ciento de su producto interno bruto en proyectos de esta envergadura. No sólo necesitamos extracción de cobre, sino fabricar maquinarias y ser innovadores y pioneros en nuevas maneras de explotar los recursos mineros. Para eso son estos dineros.
Llamo a la Derecha, o a aquella parte de la Derecha que no quiere concurrir a este consenso nacional a estos reyes de las encuestas, a quienes se les olvidó el sentir de la opinión pública, que, entre el 80 y el 90 por ciento, quiere este moderado, flexible y pragmático impuesto a la gran minería privada, a que sea patriótica y solidaria, a que no le mienta a las regiones.
¡Miren la contradicción! Aquí tengo el acuerdo de la Asociación Nacional de Consejeros Regionales que, en su congreso, que tuvo lugar en las Termas de Puyehue, hace sólo 60 días, en forma unánime, pidió al Congreso y a los partidos políticos apoyar un royalty regionalizado, tal como se propone en el proyecto enviado por el Gobierno. En esa asociación participan los consejeros regionales de la UDI y de Renovación Nacional. ¡Por favor! Seamos serios y démosle al país y a las nuevas generaciones esta tremenda semilla de capital para hacer del sueldo de Chile, el cobre, un gran proyecto de futuro, como lo quiere el país.
Volvamos a ese espíritu de unidad nacional de 1971, cuando el Presidente Allende y todo el Congreso fue capaz de nacionalizar el cobre. Ahora, sembremos el cobre para el futuro.
He dicho.
Aplausos.
El señor LEAL (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Alberto Robles .
El señor ROBLES.-
Señor Presidente, el proyecto que analizamos es tremendamente importante para la vida nacional, en especial para las regiones mineras, pues se recupera para Chile y para los chilenos parte de las riquezas que este país tiene en sus entrañas.
Desde la llegada de la dictadura, durante muchos años las empresas mineras internacionales han extraído nuestro cobre y no han dejado los recursos que él produce para que los chilenos podamos emplearlos. Han utilizado diversas artimañas para no pagar impuestos, y, finalmente, nuestro cobre y nuestras riquezas mineras salen del país sin que podamos acceder a ellas para su utilización en beneficio de los chilenos.
Con esta regalía se pretende captar una parte mínima de esos recursos, a fin de crear un fondo de innovación para la competitividad, para la tecnología, que servirá para el desarrollo futuro de los chilenos.
En 1971, en Chile se discutía un proyecto sobre nacionalización del cobre. Quiero recordar que, en ese tiempo, la Derecha planteaba, a través del senador Bulnes Sanfuentes , que el Partido Nacional el más de Derecha en ese tiempo había resuelto, de acuerdo con los legisladores de esa época, votar a favor la idea de legislar respecto de la nacionalización del cobre. En ese tiempo, la Derecha de nuestro país pensaba que las riquezas del cobre eran de todos los chilenos. Me llaman la atención los discursos escuchados hoy, porque percibo que los parlamentarios de la actual Derecha no están dispuestos a que parte de los recursos de todos los chilenos quede aquí, y están pensando más en los intereses de las grandes compañías internacionales que en los de los propios chilenos.
Cuando en tan pocos minutos se quiere decir qué significa el royalty para los chilenos, solamente queda citar las palabras que un gran hombre expresó a todo el pueblo chileno en su minuto: “Nacionalizar el cobre ahora, el hierro, el salitre y la riqueza que, indiscutiblemente, obligará a una gran unidad de los que defienden a Chile y sus fronteras económicas, es un imperativo. Yo reclamo que estén junto a nosotros aquellos que no tienen nuestro mismo domicilio político ni nuestras mismas ideas, pero que piensan en Chile y en su destino”.
Llamo a todos los legisladores a que votar a favor la idea de legislar, de manera de contar con una regalía minera en favor de todos los chilenos.
He dicho.
Aplausos.
El señor LEAL (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Manuel Rojas .
El señor ROJAS.-
Señor Presidente, sería interesante que la gente asistente a tribunas, antes de manifestarse a favor o en contra de quienes apoyan o no el proyecto, conociera realmente sus alcances. Hay muestras, encuestas de todo tipo, incluso una muy jocosa, hilarante, realizada en el programa de televisión “Caiga quien caiga”, que se transmite los domingos, en que queda en evidencia que ni siquiera en el Ministerio de Minería sabían lo que era el royalty. Por lo tanto, aquí tenemos que tener claridad y tranquilidad para debatir sobre un tema del cual queremos hablar con franqueza. En la forma como hoy el Gobierno nos ha impulsado a este diálogo, se generan los disturbios y los problemas que hoy estamos viviendo.
Se ha hablado de gestos; se recuerdan hechos. En ese sentido, tengo el legítimo derecho de recordar que, en el pasado, Antofagasta recibía el 5 por ciento de los recursos obtenidos de la extracción del cobre. Al respecto, nadie ha dicho nada. ¿Por qué no solicitamos, entonces, que esos recursos se destinen para la Segunda Región? Una de las cosas que hemos impulsado en la Segunda Región es el clúster minero. Pero la letra c) del artículo 19 que se agrega a la leyNº 18.097, conspira, pone en duda y arriesga lo que hemos impulsado al establecer que los gastos en que el explotador minero haya incurrido por concepto de remuneraciones de su personal asociado directamente a la extracción podrán ser rebajados de las cuentas. ¿Qué pasará cuanto una empresa contrata servicios? ¿Qué pasa el día de mañana si esa empresa minera prescinde de los servicios de las pymes? ¿Qué ocurrirá con todo el desarrollo alcanzado en la ciudad? ¿Qué pasará? ¿Cuál es la explicación? ¿Dónde están los aplausos? Ese es el problema que se plantea.
Vamos al segundo problema.
Lo digo con mucha honestidad, responsabilidad y respeto a quienes quieran escuchar. Nadie discute que todos queremos más apoyo del sector minero, pero ¿cómo lo obtenemos? ¿Cómo hacemos para que este mayor apoyo no tenga esta intervención política que estamos sintiendo; que no existan quienes hacen lobby de un lado ni de otro; que no expulsen a militantes de determinados partidos políticos o que se cuestione a un parlamentario equis? Debatamos con seriedad, pero en 10 días es imposible hacerlo. Sinceramente, estamos frente a un proyecto complicado. El mismo diputado señor Vilches se lo ha planteado a los ministros de Hacienda y de Minería, pero no ha tenido respuestas. Claramente, no hay actitud ni voluntad política para introducir lo que en las regiones mineras queremos para sacar adelante un buen proyecto.
El artículo 5º crea un Fondo de la Innovación para la Competitividad. Se ha dicho en la discusión técnica que no se conformará con un impuesto. Entonces, ¿por qué tiene que ir a los fondos generales de la nación? ¿Por qué no va inmediatamente a formar parte del Fondo de Innovación Tecnológica? Nadie responde.
Tengo que decir con mucha responsabilidad que cuando a regiones se les entregaron los recursos provenientes de las patentes mineras, nos rebajaron el FNDR, que hoy, en la Segunda Región, fue recortado en un 13 por ciento. ¿Quién ha dicho algo? Hoy, podría ocurrir lo mismo. Entonces, el proyecto es malo, porque no tiene sentido regional.
Por su intermedio, señor Presidente, voy a decir al diputado señor Valenzuela , quien no se encuentra presente en la Sala, que el acuerdo que adoptaron los consejeros regionales a nivel nacional, en parte, es como él lo dice; pero olvidó leer lo que establece el punto 2: “La distribución de los fondos que genere este proyecto, se repartirá de la siguiente manera: el 70 por ciento para las regiones y el 30 para las arcas generales de la nación”.
Hago con responsabilidad esta declaración: existe otra alternativa, porque con este proyecto el Gobierno les miente a las regiones.
He dicho.
El señor LEAL (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Exequiel Silva .
El señor SILVA.-
Señor Presidente, en el curso del debate, los colegas de la Alianza por Chile han dado una serie de argumentos para impugnar la iniciativa.
En primer lugar, utilizan como excusa la suma urgencia que ha hecho presente el Presidente de la República para su despacho, pues impediría analizarlo adecuadamente. El diputado Vilches indicaba el tiempo que este tema lleva discutiéndose entre nosotros. Lo que ellos pretenden, al votar en contra la idea de legislar, es decirle al país: “No queremos discutir este tema”. Ahora, si efectivamente quieren estudiarlo, los reto a que aprobemos en general el proyecto y discutamos todas las indicaciones y todas las imperfecciones que se han manifestado.
En segundo lugar, han utilizado la excusa de que se están variando las reglas del juego. No voy a repetir el brillante discurso del diputado Saffirio , en el que les recordó algunas reglas del juego que fueron cambiadas a través de la historia. Las que han burlado las reglas del juego son precisamente las grandes empresas mineras, que han hecho las más innumerables martingalas para no pagar los impuestos que deberían haber enterado durante estos años. Por lo tanto, tengamos presente que son esas empresas, que hoy han venido a llorar a la Cámara de Diputados para no pagar más impuestos, las que no han cumplido las reglas del juego.
En tercer lugar, los diputados García-Huidobro y Bertolino expresaron que no se había acogido ninguna de sus indicaciones. Con mucho respeto les digo que no sean frescos. Las indicaciones que presentaron tenían por objeto eliminar cada uno de los artículos, tratando de buscar una fórmula reglamentaria para votar separadamente el proyecto. Además, ninguna de esas indicaciones decía relación con los temas de fondo del proyecto.
Finalmente, plantearon la propuesta de Lavín, que es un engaño. Significa tener menos impuestos de primera categoría y la incorporación de otros temas. Por lo demás, si plantean que las patentes no sean descontadas de impuestos como aquí se ha señalado, serán ellos mismos los que van a cambiar las reglas del juego, por cuanto se va a afectar la invariabilidad tributaria, aspecto que tanto han defendido al interior de la Comisión.
Sería más honesto que digan: “No queremos un royalty”. Pero que no levanten nubes de humo, porque éste es un proyecto aprobado por la gran mayoría de los chilenos.
Pido a los colegas de la Oposición que tengan la misma grandeza que tuvo, en el pasado, la Derecha que votó unánimemente la nacionalización del cobre. Ésta es la discusión más importante en materia minera que se ha dado desde esa fecha. Sin embargo, esa Derecha tuvo más sentido patriótico que la de hoy.
He dicho.
Aplausos.
El señor LEAL (Vicepresidente).-
En el tiempo del Comité del PPD, tiene la palabra el diputado señor Jaramillo .
El señor JARAMILLO.-
Señor Presidente, no es exagerado decir que esta sesión tiene ribetes históricos. Al igual que en los años ‘60 y comienzos de los ‘70, estamos discutiendo sobre el destino de la gran minería del cobre. Recordamos con nostalgia los años de la chilenización y de la patriótica nacionalización del cobre, iniciativa que la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad, porque en aquel entonces sí supieron ponerse de acuerdo el Gobierno y la Oposición.
Quiero destacar la importancia de este debate, que es sobre asuntos de Estado del más alto nivel y proyección.
Hoy, a lo mejor, estamos resolviendo sobre cómo vamos a reemplazar, en treinta o cuarenta años más, la riqueza que en la actualidad contribuye a financiar casi un tercio del presupuesto de nuestra nación.
La Constitución Política de la República dice que Chile es dueño de todos los minerales que se encuentran dentro de su territorio. Sin embargo, hasta el día de hoy nuestro país no cobra a ninguna empresa privada por la extracción y el usufructo de los minerales. Al no cobrar por nuestro insumo fundamental, en la práctica, Chile está subsidiando a las compañías extractoras de minerales.
El proyecto que hoy se discute sólo plantea que el Estado haga uso del derecho que a todos los chilenos nos corresponde.
El royalty, en los términos que lo ha diseñado el Gobierno del Presidente Lagos, es un sistema de ahorro preventivo para el mañana. Se trata de financiar un fondo que permita a Chile tener actividades productivas que generen más riqueza y fuentes de trabajo cuando se nos agoten las riquezas minerales, que, por definición, no podemos renovar. La única forma de generar más fuentes de riqueza es invertir en inteligencia, pues los países pequeños y apartados, como Chile, en un mundo globalizado, sólo podrán competir con el fruto de su inteligencia.
Como miembro de la Comisión de Hacienda, siento que es mi deber ayudar a generar las bases de lo que será una economía sólida y capaz de dar sustento a nuestro pueblo. Por ello, con entusiasmo apoyo este proyecto de ley.
Quiero terminar estas breves palabras, insistiendo en una idea que me parece central, que tiene que ver con la capacidad de tomar decisiones de largo plazo, de planificar o, al menos, orientar el futuro. Si queremos dar un paso hacia el desarrollo, todos debemos ser capaces, todo el sector público como el privado, de mirar con sentido estratégico y orientar el rumbo del país. Hay que pensar en el Chile del 2030 y del 2050; en un Chile sin cobre, sin recursos pesqueros, con las riquezas forestales agotadas. Pensando en ese tiempo y en ese futuro, démosle a Chile lo que necesita hoy, porque mañana será tarde. Chilenos son los de la UDI, los de Renovación Nacional, los de la Democracia Cristiana, los del Partido Socialista, los del Partido por la Democracia y los radicales. Todos somos chilenos y, por eso, debemos pensar en las generaciones futuras y apoyar el royalty.
He dicho.
El señor LEAL (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Juan Pablo Letelier .
El señor LETELIER (don Juan Pablo).-
Señor Presidente, lo que no debe estar en discusión es que el dueño del subsuelo de nuestro país es el Estado. Por ello, tiene derecho a cobrar por el uso que hagan los particulares de ese subsuelo como un insumo. Es brutal pensar que sectores de la Oposición pongan eso en duda. Una empresa panificadora paga una patente comercial, que tiene cierta similitud con la que ampara las concesiones mineras. También paga un impuesto sobre las utilidades que percibe y debe pagar a los productores de trigo por el insumo que necesita para producir el pan.
Lo que dicen los colegas de la UDI, si mal no los entiendo, es que quieren que el Estado siga subsidiando a las grandes empresas mineras, regalándoles el insumo, es decir, la materia prima extraída del subsuelo.
Es una vergüenza que aquellos que hablan de libre mercado y de comercio no entiendan un principio básico: el derecho que tiene el Estado de cobrar por el uso de un recurso que es de todos los chilenos.
Podemos discutir si este instrumento es bueno o malo; si la tasa de 3 por ciento es alta o baja en mi opinión, es pequeña, limitada y exigua en comparación con las tasas de royalty fijadas en otras partes del mundo; a mi juicio, debería ser mayor, permanente y no descontable de las utilidades de las empresas como gasto. Otros tendrán una opinión distinta sobre la propuesta; pero, lo que no debería estar en discusión, y que hoy votaremos, es el derecho del Estado a cobrar por el insumo que extraen del subsuelo chileno las grandes empresas mineras. Por eso, reitero, es una vergüenza la actitud de algunos.
Un senador y cuatro diputados de la UDI representan a la Sexta Región. Escuché al diputado García Huidobro . Es doloroso verificar que representantes de una de las zonas mineras más importantes del país en la que están las minas subterráneas más grandes y eficientes del planeta gracias a la excelencia de Codelco y de sus trabajadores, quienes han permitido que seamos el país que somos discutan y pongan en duda un importante principio: que hay que pagar un derecho por lo extraído del subsuelo, que nada tiene que ver con los impuestos. Las empresas panificadoras deben que pagar por el trigo y los insumos que usan para hacer el pan. Sin embargo, se dice que las grandes empresas extranjeras que vienen a Chile a explotar nuestro cobre, que utilizan un insumo que es de todos los chilenos, no tienen que pagarle un peso a nadie por usarlo.
Ése es el debate de fondo. Me produce vergüenza que colegas de la Oposición, de la UDI, no lo entiendan así y se escondan tras una propuesta para aumentar el monto de la patente, que lo único que hace es amparar la concesión, tal como la patente de alcoholes, que permite vender productos alcohólicos. Confunden el agua con el aceite, porque lo que quieren, en el fondo, es mantener privilegios odiosos para unas pocas empresas como dijo el diputado Vilches cuyo aporte al país ha sido pequeño en relación con la riqueza que extraen, con la cual se llenan los bolsillos, por desgracia, excesivamente.
En todo caso, la discusión no sólo debe girar en torno del cobro de este derecho, sino también sobre el destino de esos recursos. Algunos dirán que deben ser regionalizados; otros, que no. Pero no cabe duda que tienen que servir para el desarrollo de la ciencia y la tecnología en las regiones.
Para terminar, quiero decir que el movimiento sindical, agrupado en la Confederación de Trabajadores del Cobre, fue el que, hace mucho años, logró que se destinara a las regiones mineras el 5 por ciento de las ventas. Por eso, quiero rendirles tributo en la persona de quien fuera uno de sus dirigentes y también diputado de la República, el señor Héctor Olivares Solís , porque gracias a ellos estamos aquí nuevamente discutiendo este tema.
He dicho.
Aplausos.
El señor LEAL (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Ramón Pérez por cinco minutos.
El señor PÉREZ (don Ramón).-
Señor Presidente, desde que se inició el debate del proyecto, planteé que mi voto sería favorable, siempre y cuando los recursos que se obtuvieran por la aplicación del royalty quedaran en las regiones mineras de nuestro país.
La amarga experiencia que dejó la crisis del salitre a quienes nacimos y vivimos en Iquique crisis que la mayoría de los colegas no conoció, con su secuela de hambre, cesantía y pobreza, después de haber tenido la posibilidad cierta de dejar a nuestras comunas en una posición expectante, me hizo meditar en que la aplicación de nuevos impuestos, con su lógica de encarecer los productos de la minería, puede llevarnos a cometer una vez más el mismo error.
La minería ha dado trabajo en el norte. Muchos viajan desde otros lugares a desempeñarse en las minas de Cerro Colorado, Quebrada Blanca, Doña Inés de Collahuasi, que se explotan en nuestra provincia. Pero la gente que vive en Iquique ha logrado trabajo mayoritariamente en las empresas contratistas, llamadas en este proyecto clusters o encadenamiento productivo.
La iniciativa permite al explotador minero deducir de las ventas brutas los costos y gastos que tenga en insumos y mano de obra, pero sólo directamente. No ocurre lo mismo con quienes laboran en forma indirecta, como es el caso de los clusters. Las empresas, por conveniencia, pueden contratar el personal que cumpla esos deberes, lo que significa dejar cesantes a pequeños empresarios y trabajadores de nuestra zona, que actualmente depende de empresarios contratistas.
Estoy de acuerdo en que las empresas mineras paguen por la extracción de un recurso natural no renovable; sin embargo, la fórmula propuesta por el Gobierno no es la más adecuada. El royalty, en teoría, tiene como destino un fondo de innovación para la competitividad, el cual contará sólo con los recursos que anualmente le destine el Ministerio de Hacienda; es decir, dependerá de la burocracia central, que determinará los ítem para el referido fondo. Con la experiencia que tenemos en regiones, por el centralismo, estamos seguros de que la plata se quedará en Santiago.
Tampoco conocemos cómo se ocupan los recursos que actualmente destina el Estado para efectos más o menos parecidos.
Por otra parte, es importante señalar que connotados constitucionalistas han manifestado su opinión contraria al proyecto, por considerarlo inconstitucional e inoportuno. No obstante, se insiste en su presentación, por un afán en que prima lo político por sobre lo económico y beneficioso para el país.
Ahora, si como se dice en el proyecto éste no es un impuesto, sino una regalía y la Constitución no lo prohíbe, ¿por qué los fondos no se quedan en nuestras regiones?
Por este motivo, votaré en contra la iniciativa, a la espera de que el Gobierno escuche otras posibilidades...
Manifestaciones en las tribunas.
El señor LEAL (Vicepresidente).-
Ruego a las personas que se encuentran en las tribunas no interrumpir.
El señor PÉREZ (don Ramón).-
...que nos lleven a obtener un verdadero beneficio para las comunas mineras, que algún día verán agotarse sus recursos naturales.
He dicho.
Manifestaciones en las tribunas.
El señor LEAL (Vicepresidente).-
Si continúan las manifestaciones en las tribunas, en virtud de lo establecido en el
Reglamento, me veré obligado a desalojarlas. Pido respeto a las personas que se encuentran en ellas, a fin de realizar un debate tranquilo que nos permita a todos exponer sus ideas. Naturalmente, después cada uno podrá sacar sus conclusiones.
Tiene la palabra, por cuatro minutos y medio, el diputado señor José Miguel Ortiz .
El señor ORTIZ.-
Señor Presidente, para la Cámara de Diputados ésta sesión será histórica, porque se sabrá quiénes están realmente por la redistribución de los ingresos, lo que permitirá al país seguir creciendo gracias al mineral más importante, el cobre.
La Constitución Política de la República consagra en el inciso sexto del número 24 del artículo 19: “El Estado tiene el dominio absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de todas las minas,...”.
Hoy estos recursos minerales poseen un valor intrínseco, debido a la posibilidad de explotarlos en forma rentable. No obstante, el Estado de Chile actualmente no recibe ninguna compensación por la extracción y venta de recursos valiosos que, según la Constitución, le pertenecen. Es decir, el Estado subsidia la explotación del cobre.
Quiero dejar claro, por un principio elemental de vida, que respeto a todos los empresarios. Por el tema que discutimos es un tema de fondo, una cuestión de Estado. No es casualidad que en 126 países se cobre un royalty por la explotación de recursos naturales no renovables. Sólo Chile y México no lo aplican. Ese es el quid del asunto.
Por otro lado, esto es mínimo minimun, porque empezará a operar a contar del 1º de enero de 2008, en el próximo gobierno. De manera que estamos legislando para Chile, especialmente en función de los compromisos que hemos adquirido como país en los acuerdos y tratados de libre comercio.
Por otra parte, ¿quién puede desconocer en esta Sala que deben haber ingresos importantes para el Fondo de Innovación Tecnológica? Nuestro país sólo ocupa el 0,6 por ciento del PIB en investigación y desarrollo, cuando el promedio en países innovadores es de un 2,8 por ciento. Se plantean problemas para la conformación de un Fondo de Innovación Tecnológica de cien millones de dólares, en circunstancias de que el proyecto especifica claramente que el 80 por ciento se destinará a las regiones, y de ese porcentaje, el 50 por ciento irá a las regiones que ya cuentan con los organismos para innovación tecnológica. La Octava Región tiene el Conicyt chico, que se formó cuando el señor Jaime Tohá era intendente. O sea, necesita que se apruebe este proyecto de royalty, porque permitirá que miles de profesionales jóvenes se desarrollen en el ámbito de la investigación aplicada, lo que hará posible que este país crezca cada día más.
Estoy convencido de que, por el bien del país, es el momento preciso para aprobar este proyecto de royalty.
He dicho.
El señor LEAL (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor José Pérez .
El señor PÉREZ (don José).-
Señor Presidente, en primer lugar, quiero hacer un reconocimiento a un parlamentario que ha planteado, durante años y en distintas esferas de gobierno, la imperiosa necesidad de aplicar un royalty o regalía a la gran minería del cobre, puesto que su tributación es ínfima o, en algunos casos, ninguna. Me refiero al senador Jorge Lavandero , quien ha sido pionero en esta materia.
Tal como lo han señalado algunos colegas, el royalty grava en un 3 por ciento la venta neta anual de productos metálicos y en un 1 por ciento los no metálicos, a fin de destinar esos recursos a ciencia y tecnología, de los cuales más o menos el 75 por ciento quedará en las regiones donde se explotan esas minas.
Este proyecto hay que analizarlo con grandeza, pensando en las regiones mineras, en sus trabajadores y en el país. Los recursos naturales mineros no son renovables y, por consiguiente, son susceptibles de agotarse, unos primero y otros después.
Los recursos del Estado pertenecen a todos los chilenos. El cobre, sin duda, es un recurso altamente rentable. Cuando la libra de cobre se vende a 78 centavos de dólar en los mercados internacionales es un buen negocio y cuando se vende, como hoy, a un dólar y treinta centavos es gran negocio, el negocio del siglo.
Por lo tanto, cancelar al Estado un 3 por ciento por concepto de royalty no tiene ninguna incidencia en las utilidades de las empresas. Además, quedó claramente establecido que las pequeñas y medianas empresas de la minería no se verán afectadas por el cobro de este royalty.
No se puede permitir que se continúen explotando los minerales sin que las empresas beneficiadas hagan un aporte al Estado. Tenemos amargas experiencias en muchos campos, debido a la explotación indiscriminada de los recursos naturales. Quisiera recordar lo que aconteció en el siglo pasado con el bosque nativo, que fue arrasado en forma indiscriminada. También lo que sucedió con el recurso de la pesca, sobre el que hemos tenido que legislar para regularlo.
Las inversiones futuras siempre serán atractivas para Chile, porque los recursos mineros son de alta ley. Chile necesita empresas serias y comprometidas con sus trabajadores y con el país.
Por eso, el partido Radical Socialdemócrata votará favorablemente este proyecto, pensando en Chile y en su gente.
He dicho.
Aplausos.
El señor LEAL (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, por diez minutos, el diputado señor Julio Dittborn .
El señor DITTBORN.-
Señor Presidente, ¡qué fácil es hacer demagogia al calor de los aplausos de quienes nos visitan!
En esta oportunidad, no aspiro a ningún aplauso, sino que a exponer, en forma breve y precisa, mi punto de vista sobre el tema.
El Gobierno se demoró más de cuatro meses en presentar este proyecto de royalty, pero nos pide que nos pronunciemos sobre él en diez días. Eso me parece poco serio.
En las Comisiones Unidas de Minería y Hacienda tuvimos una discusión superficial sobre este tema. Nuestra conclusión es que las empresas mineras efectivamente pueden aumentar su aporte al país. Concordamos con este propósito y no nos negamos a priori a discutir este tema, pero este mayor aporte que se le quiere pedir a las empresas mineras debe cumplir al menos tres condiciones.
En primer lugar, no puede violar la Constitución Política de la República, como lo hace el proyecto del Ejecutivo. Eso no lo decimos nosotros, ni los abogados de la Alianza por Chile, sino que lo dice el ex ministro de Justicia del Gobierno del ex Presidente Patricio Aylwin, don Francisco Cumplido .
El proyecto tiene materias que son claramente inconstitucionales y que lo demorarán. Estoy cierto de que ni el ministro de Hacienda ni nadie quiere que en el país se postergue indefinidamente una discusión de carácter tributario como ésta.
En segundo lugar, el proyecto corre el riesgo de desprestigiar el buen nombre de Chile en el mundo, como un país serio y que cumple sus contratos.
Digamos las cosas como son: el royalty es un impuesto, aunque la Concertación haya tratado, infructuosamente a mi juicio, de disfrazarlo de otra cosa.
El Estado de Chile, que no es el Gobierno de turno, sino que es permanente, firmó contratos leyes con empresas mineras que hoy están instaladas en nuestro país en que se obliga a no aumentar los impuestos.
Algunas visitas en nuestras tribunas argumentan que no es un impuesto. Pero he escuchado a prestigiosos abogados que argumentan que es impuesto.
Eso va a provocar numerosos juicios con los inversionistas extranjeros, porque, con fundamento, van a acusar al Estado chileno de no haber cumplido los contratos suscritos. Ojalá ganemos los juicios; sin embargo, eso puede ser muy dañino para el buen nombre de Chile, en momentos en que el país recién empieza a recuperarse de una recesión económica que ya lleva seis años, durante los cuales medio millón de trabajadores han permanecido cesantes.
En tercer lugar, en caso de resultar cierto lo que afirmo, esta iniciativa afectaría los dos talones de Aquiles de nuestra recuperación económica: la inversión y el empleo.
Efectivamente, el presidente del Banco Central, Vittorio Corbo , a quien nuestro ministro de Hacienda escucha mucho, acaba de afirmar que es preocupante que, no obstante que el país está creciendo este año cerca de 5 por ciento, el empleo no crezca.
El Presidente Lagos esto debiera preocupar a nuestros amigos de la Concertación prometió crear 200 mil nuevos empleos en su primer año de gobierno y 100 mil más cada año que gobernara. ¿Saben cuantos nuevos empleos se han creado los últimos doce meses? Alrededor de 39 mil, es decir, un quinto de lo que prometió para su primer año de gobierno, es decir, un fracaso que este proyecto no contribuye a superar.
Lamentamos que la Concertación no se haya abierto a discutir el proyecto de Joaquín Lavín, que también pedía un esfuerzo adicional a las empresas mineras privadas.
(Manifestaciones en las tribunas)
Señor Presidente, no puedo continuar hablando con tantas manifestaciones en las tribunas.
El señor LEAL (Vicepresidente).-
Advierto a las personas que se encuentran en las tribunas que está prohibido hacer manifestaciones. Si persisten en esa actitud, me veré en la obligación de ordenar su desalojo.
El señor ÁLVAREZ.-
Es la quinta vez que hace la misma advertencia, señor Presidente.
El señor LEAL (Vicepresidente).-
Diputado Álvarez , he pedido a las personas que se encuentran en las tribunas que mantengan el orden, porque con su actitud perjudican el debate.
Puede continuar, diputado Dittborn .
El señor DITTBORN.-
Señor Presidente, espero que las personas que nos visitan me escuchen con respeto. Estamos en un país democrático en el que nos podemos escuchar. Podemos estar en desacuerdo, pero nos merecemos el mutuo respeto de escucharnos.
Reitero: lamentamos que la Concertación no se haya abierto a discutir el proyecto de Joaquín Lavín, que también pedía un esfuerzo adicional a las empresas mineras privadas, pero con respeto a la Constitución, cuidando el buen nombre de Chile y, en consecuencia, sin perjudicar la inversión y el empleo en caso de que el país se viera enfrentado a juicios en el exterior.
Además, nuestro proyecto, que consiste en aumentar las patentes mineras, significaría una inyección directa de nuevos recursos a las regiones y a las comunas donde se encuentran los yacimientos, aspiración muy sentida por muchos señores diputados que así lo han manifestado.
A la gente de la Concertación le gusta llamarse demócratas, pero los verdaderos demócratas no descalifican a sus adversarios y están siempre dispuestos al diálogo.
Otra ventaja de nuestro proyecto es que se comenzaría a recaudar recursos inmediatamente, el 2005, y no después de tres años, como propone el proyecto del Ejecutivo.
A aquellos que creen que la Alianza por Chile está defendiendo a las empresas mineras muchos de ellos se encuentran hoy con nosotros, les digo que ayer, en la sesión de las Comisiones Unidas de Minería y Hacienda, cuando se votó el artículo que posterga por tres años la aplicación del royalty del Gobierno, los diputados de la Alianza por Chile votamos en contra; en cambio, los diputados de la Concertación votaron a favor. Ésa es la verdad y nadie lo puede negar.
En lo específico, el proyecto del Gobierno deja mucho que desear.
En primer lugar, perjudica a todas las empresas proveedoras de la minería. La Concertación ha dicho que quiere crear un cluster minero, pero sólo es marketing. Lo concreto es que el proyecto del royalty del Ejecutivo castiga a las empresas que proveen bienes y servicios a la minería. ¿Por qué las castiga? Porque en la ley se define un margen de ingreso, menos costo, sobre el cual se aplica el royalty. Pues bien, para calcular ese margen no se pueden descontar como costos los servicios que las empresas mineras subcontraten con terceros. Esto lo confirmó ayer en la Comisión el ministro de Hacienda, cuando dijo lo cito casi textualmente: sólo se pueden descontar los outsourcing así se llaman los contratos con terceros para calcular la base del impuesto de primera categoría. No se pueden descontar los contratos de outsourcing para calcular este margen sobre el cual se calcula el royalty.
En segundo lugar, este proyecto perjudica al añadir valor a nuestros minerales en Chile, especialmente a las empresas integradas, es decir, aquellas que son propietarias de una mina y de la planta industrial, porque el royalty le grava la totalidad del valor agregado.
Consulté en la Comisión: ¿Si un pequeño minero le entrega su mineral a Enami, sobre qué se paga el royalty? Me contestaron: sobre el valor del mineral que entrega el pequeño minero. ¿Y el resto del valor, el que añade la Enami, paga royalty? No, me dijeron, ese no paga, porque paga solamente la primera venta.
Luego, pregunté: ¿Una empresa que es dueña de la mina y que además tiene la planta no hay una transacción entremedio ¿sobre qué paga el royalty? Me respondieron: paga el royalty sobre el producto final, sobre la venta del producto que se exporta.
Muy bien, por lo menos debemos admitir que un mismo proceso se está tratando de manera distinta. En un caso, se está cobrando royalty sobre el valor del mineral y, en el otro, se está castigando a la empresa que añade valor, porque el royalty se está pagando por la totalidad del valor.
¿Qué se desea? ¿Castigar el valor agregado? ¿Que las empresas exporten el mineral para que sea tratado en otros países y así se perjudique más la generación de empleo? ¡Qué absurdo! ¡Lo encuentro absolutamente increíble! Y este punto no ha sido tratado.
En tercer lugar, este proyecto perjudica a la minería no metálica, porque la caliza y la sal valen muy poco; sin embargo, el royalty se va a cobrar sobre la totalidad del valor agregado, lo cual es un absurdo, porque se está castigando a las industrias y no a la minería.
En cuarto lugar, perjudica a todas las empresas y a los trabajadores ligados a la construcción, porque gran parte de los proyectos mineros alrededor del 40 por ciento están ligados al sector de la construcción. Y todos sabemos que alrededor de la construcción se mueve el transporte y una gran cantidad de industrias.
Finalmente, nos han dicho que los 100 millones de dólares que hipotéticamente se recaudarían con este proyecto, a partir del cuarto año porque habría tres años de gracia, aprobados por los votos de los diputados de la Concertación irían a investigación y desarrollo, con lo cual se crearían nuevos proyectos para reemplazar el cobre o para crear proyectos ganadores. Equivaldría a creer en el viejito pascuero si alguien piensa que entrengando 100 millones de dólares adicionales a organismos públicos éstos generarán proyectos alternativos al cobre.
¿Saben ustedes cuánto gasta hoy el Estado de Chile en investigación y desarrollo? Quinientos millones de dólares al año. ¿Y sabe alguien lo que pasa todos los años con esos 500 millones de dólares? ¿Dónde están los proyectos ganadores de los 500 millones de dólares del año pasado o del año antepasado o de hace cuatro años? ¡Dónde están esos proyectos ganadores! ¡Llevan años despilfarrando y robando! ¡Digámoslo de frente! Y ahora quieren 100 millones de dólares más para robar.
¿No, señor Presidente! Por lo menos, mi voto no está para eso.
He dicho.
El señor LEAL (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, por cinco minutos, el diputado Waldo Mora .
El señor ESPINOZA.-
Diputado Mora , ¿me concede una interrupción?
El señor MORA.-
¡Cómo no!
El señor LEAL (Vicepresidente).-
Tendría que ser con cargo al tiempo de su Comité, señor diputado.
- Hablan varios señores diputados a la vez.
El señor LEAL (Vicepresidente).-
¿Es para plantear una cuestión de Reglamento, señor diputado?
El señor ESPINOZA.-
Señor Presidente, no son más que 30 segundos, con cargo al tiempo de mi bancada.
El señor MELERO.-
Pido la palabra, señor Presidente.
El señor LEAL (Vicepresidente).-
Le voy a conceder 30 segundos, pero antes, por una cuestión de Reglamento, tiene la palabra el diputado señor Melero .
El señor MELERO.-
Señor Presidente, sólo para aclarar que la interrupción se concede con el fin de complementar la idea del diputado que está interviniendo y sólo por unos minutos. No corresponde dar una interrupción antes de que el diputado empiece a hablar. Por consiguiente, lo puede hacer con cargo al tiempo de su bancada, pero no por la vía reglamentaria.
El señor LEAL (Vicepresidente).-
Por eso he dicho que el diputado señor Espinoza puede hacer uso de la palabra en el tiempo de su bancada, pero debe considerar que ya se le asignaron tres minutos al diputado señor Jarpa y cinco minutos al diputado señor Escalona .
Tiene la palabra su señoría.
El señor ESPINOZA.-
Señor Presidente, sólo para señalar que es una vergüenza escuchar al diputado Dittborn ...
Manifestaciones en la Sala.
El señor ESPINOZA.-
...porque lo que afecta verdaderamente el buen nombre de Chile no es lo que él ha planteado, sino el robo multimillonario de Pinochet. ¡Esa sí que es una vergüenza para el país!
Manifestaciones en la Sala.
El señor LEAL (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, por cinco minutos, el diputado señor Waldo Mora .
El señor MORA.-
Señor Presidente, el ambiente que se vive hoy en la Sala podría tentarnos a caer en la demagogia y tratar de sacar algún beneficio político.
Pero estamos frente a un tema país. El 85 por ciento de los chilenos se ha pronunciado en favor del royalty, por lo que considero que es obligación del Congreso Nacional y del Gobierno escuchar lo que la gente está pidiendo. Además, no me cabe la menor duda de que dentro de ese porcentaje hubo muchas personas que votaron por los colegas de la Oposición, por lo que les hago un llamado cuando estamos tratando un tema tan trascendental como el royalty minero.
Pero antes de iniciar mi intervención, quiero referirme a algunas cosas que se han dicho aquí.
Me llamó mucho la atención que el diputado García Huidobro , quien inició el debate, no haya dicho nada sobre el royalty y sólo se haya limitado a lanzar diatribas en contra de la gestión de Codelco. Me habría gustado haber escuchado algún planteamiento concreto y específico sobre el royalty. Por ejemplo, no dijo que fue Codelco empresa del Estado la que tuvo que regular de alguna manera la producción cuando las empresas privadas la aumentaron en forma irresponsable, lo que produjo que el precio del cobre bajara bruscamente, en lugar de subir a los niveles en que hoy día se encuentra. El actual precio se debe a la demanda de China e India, pero hace 6 ó 7 años, debido a la forma en que las empresas extranjeras aumentaron su producción, el precio del cobre llegó a los niveles históricamente más bajos. Además, las empresas relacionadas con las instaladas en nuestro país se llevaban un cobre barato, para luego manufacturarlo y venderlo a precios altos.
Quiero decirle al diputado García-Huidobro que la Comisión de Minería ha escuchado todas sus denuncias en contra de Codelco. Incluso concurrió su plana ejecutiva, encabezada por su vicepresidente, don Juan Villarzú , quien ha dado todas las explicaciones del caso y ha respondido todas las preguntas que se han formulado. Hasta el día de hoy, jamás se le ha hecho una acusación fundada. Por eso, no entiendo que en esta Sala, cuando el país está llevando a cabo este debate, se insista en acusaciones que no tienen ningún fundamento.
El señor ROJAS.-
No se entiende nada.
El señor MORA.-
El ministro de Minería ha explicado hasta la saciedad lo que es el cluster minero. Incluso, ayer en Comisión explicó por enésima vez, en qué consistía, pero veo que el diputado Manuel Rojas quedó repitiendo en esta materia porque no entendió nada.
(Aplausos).
Se ha hablado mucho del cambio de las reglas del juego, que es un tema delicado que debe ser analizado. Si lo miramos desde el punto de vista de los empresarios, que firmaron contratos con el Estado chileno amparados en el decreto ley Nº 600 y otras disposiciones, sin duda, tendrían legítimo derecho a reclamar y a decir que se les están cambiando las reglas del juego. Pero, ¿quién las cambió primero? ¿No fueron ellos al aumentar la producción en forma irresponsable, hecho que perjudicó precisamente al país? Si no hubieran actuado de esa manera o no hubieran aplicado la famosa depreciación acelerada, que los liberó del pago de los impuestos, lo que privó al país del legítimo derecho a disponer de recursos para el presupuesto nacional o para las regiones y de un recurso no renovable y escaso como es el cobre, entonces podrían reclamar que se les están cambiando las reglas del juego.
Por lo tanto, no me parece legítimo imputarle al Gobierno el cambio de las reglas del juego, porque quienes las cambiaron primero fueron los propios empresarios. Cuando alguien las ha cambiado en forma unilateral, es obligación del Gobierno, del país y del Congreso Nacional pedir que se cambien de nuevo, porque aquí estamos velando por el interés nacional.
Ayer lamenté que el Presidente de la Comisión declarara inadmisible la indicación que disponía que el 50 por ciento de los recursos obtenidos en virtud de la futura ley fuera en beneficio de las regiones que los generan.
Quiero pedirle al Gobierno que en el próximo trámite del proyecto en el Senado patrocine la indicación del diputado señor Leal , que apunta a estimular a las regiones productoras de recursos como el cobre.
Por lo escaso del tiempo, no puedo expresar todo lo que quisiera, pero por lo menos ya lo manifesté en la Comisión.
Junto con anunciar mi voto favorable, por lealtad al Gobierno, por convicción y por ser representante de una región minera, quiero pedirle al país que tome nota de esto: a pesar del debate habido aquí y del clamor nacional, hoy, este proyecto se perderá porque no tenemos los votos necesarios para aprobarlo.
Por último, no puedo dejar de reconocer la hombría, lealtad y honestidad del diputado Carlos Vilches he trabajado durante siete años en la Comisión de Minería, quien ha sido consecuente con su posición.
He dicho.
Aplausos.
El señor LEAL (Vicepresidente).-
Agradezco sus palabras, señor diputado.
Tiene la palabra, por tres minutos, el diputado señor Carlos Abel Jarpa .
El señor JARPA.-
Señor Presidente, en mi condición de diputado radical e integrante de la Comisión de Minería y de la Comisión Especial que estudió la tributación minera, quiero expresar mi satisfacción porque el Presidente Ricardo Lagos , a través de sus ministros de Hacienda y de Minería, Nicolás Eyzaguirre y Alfonso Dulanto , respectivamente, haya acogido la idea de legislar sobre el royalty, materia que es de interés colectivo.
Debo hacer presente que fui uno de los diez diputados, de distintas tendencias políticas, que en marzo patrocinamos una moción sobre la materia, lo que refleja la importancia de esta regalía. Por su parte,el Partido Radical Social Demócrata siempre ha manifestado su apoyo al royalty. Es así como, en 1999, la Concertación sometió a la consideración de la Sala la idea de legislar sobre el royalty a la explotación de los recursos no renovables, para beneficio de todos los chilenos.
Quiero expresar mi preocupación por lo acontecido en las Comisiones Unidas de Minería y de Hacienda y en la Sala, después de escuchar las distintas intervenciones: los parlamentarios que primitivamente estaban a favor de la idea de legislar sobre esta materia, hoy se han manifestado en contra, con la excepción del diputado Carlos Vilches , lo que me lleva a pensar que, una vez más, que el totalitarismo de los partidos de la Alianza por Chile se están imponiendo sobre los parlamentarios, con el objeto de que rechacen este proyecto, a pesar de ser tan necesario e importante para el país. Ello impedirá disponer de recursos para ciencia y tecnología del país en un mundo tan competitivo.
El número 24º del artículo 19 de la Constitución Política establece: “El Estado tiene el dominio absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de todas las minas...”. Sin embargo, me parece que no existen las condiciones que permitan hacerlo realidad, lo que hace aparecer esta norma como una simple declaración de intenciones. Por eso, deseo expresar mi oposición a la acual política de explotación minera y a los preceptos legales establecidos en la Carta Fundamental de 1980.
Según pudimos comprobar en la Comisión Especial que estudió la tributación minera, creemos que la actual política en este rubro desprotege los intereses generales, al permitir que los particulares obtengan grandes utilidades, sin cautelar los recursos no renovables y el interés colectivo.
Por eso, tal como lo hicieron los diputados que me antecedieron en el uso de la palabra, anuncio el voto favorable de la bancada radical.
He dicho.
El señor LORENZINI (Presidente).-
Tiene la palabra el ministro de Minería y Energía.
El señor DULANTO (ministro de Minería y Energía).-
Señor Presidente, como es mi costumbre, en mi carácter de presidente del directorio de Codelco-Chile, seré muy breve.
Antes de iniciar mi intervención, quiero hacer una pequeña aclaración.
Discrepo absolutamente de los conceptos vertidos por el diputado García-Huidobro respecto de la empresa. Codelco no sólo es eficiente está ubicada en el primer cuartil de costos a nivel mundial; es la primera productora mundial de cobre, sino que, en los últimos años, ha aportado recursos que han hecho posible la implementación de gran parte de los programas sociales que se han llevado a cabo.
En relación con el mismo tema y a propósito de su aseveración si lo entendí bien, respecto a que los trabajadores no habían sido escuchados, puedo decirle que los dirigentes de la FTC, que están presentes en las tribunas y a quienes aprovecho de saludar, en diversas oportunidades han sido expresamente claros en manifestar su apoyo al proyecto de royalty que patrocina el Gobierno.
(Aplausos).
Hecha esta aclaración, quiero decir que asumí el cargo de ministro de Minería después de 32 años de actividad en el sector. Prácticamente en el primer mes, basado en estudios serios sobre la materia, afirmé que existía un espacio para una mayor contribución de la minería al desarrollo económico y social del país. Propuse diferentes caminos al sector privado que, desgraciadamente, después de más de dos años de trabajo, no fructificaron. Finalmente, como todos sabemos, decidimos proponer el proyecto de regalía que hoy debatimos en esta Sala.
¿Por qué las empresas en cuestión podrían hacer un mayor aporte, afectando muy marginalmente las rentabilidades y sin desincentivar la inversión? Tal como lo demostré detalladamente en mi exposición ante las Comisiones Unidas de Hacienda y de Minería y Energía de la Cámara, esto se debe a una serie de factores: ventajas geológicas, menores costos operacionales y de riesgo país, lo que redunda en la evolución del spread de los bonos soberanos chilenos, los que se encuentran muy por debajo de los de nuestros competidores; la estabilidad y la gobernabilidad del país, y condiciones de infraestructura necesarias para el buen desenvolvimiento minero, generan excelentes rentabilidades a las industrias mineras privadas.
Respecto del impacto que la iniciativa del Gobierno tendría sobre nuevos proyectos, tema planteado por algunos diputados de la UDI, todas las opiniones de publicaciones internacionales recogidas durante el transcurso de la discusión, entre ellas, de las revistas “The Economist” y “Australia Today”, apuntan a que no se produciría una reducción de las inversiones, debido a las altas ventajas comparativas indicadas, aun cuando se aplique la mencionada regalía.
Quiero decirle al diputado Julio Dittborn que el establecimiento de un royalty para la gran minería no nos desprestigia como país. Al contrario, nos coloca a la altura de las naciones desarrolladas, que han adoptado un camino equivalente al aplicarlo a la explotación de sus recursos no renovables.
Como lo demostré en mi exposición ante las Comisiones Unidas de Hacienda y de Minería y Energía, en los próximos siete años, después de descontar los correspondientes impuestos y de aplicar la regalía, las rentabilidades para el patrimonio de las diez empresas mineras privadas más importantes se mantendrán en 21,7 por ciento. ¿Con estos excepcionales valores a la vista, alguien que sabe algo de negocios podría afirmar que los inversionistas actuales y futuros se van a alejar de Chile?
Me quiero hacer cargo de otro tema que ha surgido durante el debate.
Todos los países desarrollados que disponen de recursos no renovables han reconocido la importancia de la creación de fondos, a través del cobro de regalías, que permitan realizar innovación tecnológica para aumentar su competitividad, como el caso reciente de Noruega y Dinamarca, que han avanzado con mucha fuerza en esa dirección.
El proyecto del Ejecutivo fortalece la formación del cluster, al contrario de lo expuesto por algunos diputados. La importancia de la investigación y del desarrollo en la consolidación de un cluster es absolutamente clara, la que ha sido refrendada mediante recientes estudios realizados por el propio Consejo Minero. La iniciativa del Gobierno sería de gran ayuda en ese sentido, pues establece el aporte de recursos para consolidar clusters mineros, que es el gran anhelo de las regiones del norte.
Quiero rescatar como un hecho positivo que el propio líder de la Oposición, Joaquín Lavín , haya planteado hace algunas horas la necesidad de que la minería realice un mayor aporte al país, al igual como lo han hecho algunos diputados de ese sector. Lamentablemente, a pesar de que han pasado tres meses desde que el Gobierno anunció el envío de esta iniciativa, no han presentado proyecto alguno, ni han explicado la forma en que se podría efectuar dicho aporte. Sólo lo han hecho de una manera general, es decir por lo que se conoce a través de las informaciones de la prensa, que se haría a través del aumento de las patentes mineras, lo cual resulta del todo inviable.
Entonces, tomando como base el anhelo de todos los sectores, incluyendo a la Oposición, de aumentar el aporte de las grandes empresas mineras al desarrollo de la minería, solicito a los honorables diputados votar a favor la idea de legislar y discutir después, en las respectivas comisiones, la mejor fórmula para concretar este anhelo.
Acoger dicha solicitud implica representar el sentir y la aspiración mayoritaria de todos los chilenos y chilenas que vemos las ventajas del legítimo dominio del Estado sobre los recursos naturales de la minería en términos concretos, mediante la generación de una adecuada distribución de la renta del negocio minero, la cual hoy no se da, aspecto que beneficiaría a las generaciones futuras.
He dicho.
Aplausos.
El señor LORENZINI (Presidente).-
En el tiempo del Comité de la Unión Demócrata Independiente, tiene la palabra, hasta por diez minutos, el diputado Rodrigo Álvarez .
El señor ÁLVAREZ.-
Señor Presidente, para que lo tengan claro quienes se encuentran en las tribunas, el proyecto es equivocado y pésimo para el país. Fundamentalmente es político y electoral. Sólo esto explica las numerosas volteretas en cuanto a sus declaraciones del Gobierno en los últimos cuarenta y ocho meses. Por eso, si eran tan claros los beneficios que se han anunciado ahora, deberíamos reprobar su gestión, porque debieron pasar catorce años para que se diera cuenta de sus ventajas, ¡por favor!
Dada la forma en que se ha planteado y los quórum requeridos, la naturaleza del proyecto es política. De ahí que de inmediato tenga la necesidad de contestar algunas cosas.
Si se habla de robos, usando la expresión de un diputado amigo, quiero citar los casos de la RPC, MOP Gate , Codelco , Esval , aulas tecnológicas, el jarrón Corfo Inverlink , ¿Hasta cuándo se atribuyen el rol de verdadera autoridad moral...
Manifestaciones en las tribunas.
El señor LORENZINI (Presidente).-
Por favor, la gente de las tribunas mantenga el respeto.
El señor ÁLVAREZ.-
Perdón, el respeto no se ha demostrado hasta ahora.
Entiendo que les duela cuando se recuerdan estos episodios. Entiendo que duele el jarrón, Corfo Inverlink , aulas tecnológicas, Esval , Codelco , MOP Gate , RPC.
Estamos ante un proyecto con serios problemas desde el punto de vista constitucional. Dejo expresa reserva sobre su constitucionalidad por transgredir el artículo 19, números 2º, 20º, 22º, 24º y 26º. Se crearía un grave problema en cuanto al dominio de las propiedades mineras.
Se cree que se puede vender el argumento que sólo es una alteración de la patente, cuando se trata absoluta y claramente de un tributo, como han dicho constitucionalistas de todas las tendencias, no sólo de la Alianza por Chile, como bien lo recordaba el diputado Dittborn . Además, tendrá efectos gravosos a raíz de los juicios. No me cabe la menor duda.
Lamentablemente, ayer alguien dijo: “Me da confianza lo que dicen los ministros”. Eso no puede ser. Si terminamos en juicios internacionales, deberá pagar todo el país.
Por otro lado, el proyecto conlleva graves problemas económicos al agregar valor dentro de Chile sin ningún tipo de estrategia para bajar los costos, lo que perjudica a las empresas proveedoras y sus miles de trabajadores, que presetan servicios a la gran minería y a quienes debemos defender.
También significará iniciar una carrera por subir los impuestos desde el punto de vista sectorial.
Por lo tanto, es un muy mal proyecto.
Por todas estas razones: los problemas mineros, de inversión extranjera, constitucionales y de empleo; porque un aspecto constitucional terminará afectando a nuestro país, sin ningún problema, digo que vamos a votar en contra.
Estábamos dispuestos a abrir la puerta para legislar, incluso a crear una comisión especial, pero el Gobierno insistió con este chantaje de votar rápido, diciendo: “No, primero esto, y después le quito la urgencia”. ¡Por ningún motivo! Voy a votar en contra, porque es un mal proyecto para el país, un proyecto demagógico.
Se nos tilda de “autoritarios”, pero ¡por favor! Después de lo que ocurrió con Enrique Correa y Eduardo Loyola , ¿nos pueden decir “autoritarios”? ¡Por favor!
Se dice que los diputados de Renovación Nacional y de la UDI no son la Derecha de 1971. Sí, y quiero que tengan claro que no somos la derecha del 20 por ciento, sino la Derecha que obtuvo el 48 por ciento; la derecha que va a tener el 50 por ciento. Somos la Derecha que, con Joaquín Lavín , el próximo año, va a ganar la Presidencia de Chile por mucha demagogia que hagan.
He dicho.
El señor LORENZINI (Presidente).-
Tiene la palabra, por cuatro minutos, el diputado señor Rodolfo Seguel .
El señor SEGUEL.-
Señor Presidente, hace algunos años, los chilenos escuchamos de un gran librepensador e inversionista chileno la siguiente frase: “Hay que cuidar a los ricos, señores”. Quedó en la historia.
Hoy quiero recordar a nuestro amigo el diputado Dittborn quien ha hablado sobre la probidad y el uso de la información que José Yuraseck , miembro del comité político de su partido, acaba de ser acusado y multado con la suma nada despreciable de 74 millones de dólares. Por eso, antes de referirse a la probidad, hay que mirar hacia el lado para saber quienes lo acompañan.
Del debate se colige que hay dos sectores. Uno claramente distinguido, en el que estamos los que realmente queremos trabajar por Chile, por sus trabajadores y su Gobierno, y servir al país. En el otro, están los que se interesan en trabajar por quienes los mantienen, que son los dueños de las empresas.
Con todo respeto, queremos decirles que tienen el legítimo derecho de respaldar a quienes los apoyan económicamente en las campañas, pero no tienen ningún derecho de atribuirse, en los distritos que representan en la Cámara de Diputados, las palabras y opiniones de los parlamentarios de la Concertación. Votan como Derecha, pero hablan como Concertación.
Quiero pedirles que sean consecuentes: vayan a los sindicatos de los trabajadores. Hablen con los representantes de los mineros que ayer nos informaron de las peores formas de trato que les dan las empresas mineras. No tienen hospitales, no tienen ambulancia...
El señor CORREA.-
¡Que se vayan!
El señor SEGUEL.-
Ahora dice que se vayan. Expréselo con su voto. Sea hombrecito y diga con su voto que si no cumplen con las normas laborales de nuestro país quiere que se vayan.
Se encuentra presente Moisés Labraña , presidente de los trabajadores mineros. También hay representantes de la Federación de Trabajadores del Cobre. ¿Por qué los trabajadores del cobre de una empresa del Estado tienen seguridad social? ¿Por qué gozan de beneficios? Porque han sabido defenderse y porque ha habido autoridades que han respetado sus derechos. ¿Por qué los trabajadores que representa Labraña están como están? Porque tienen empleadores a los que ustedes defienden que no respetan sus derechos, que no respetan las leyes.
Los inversionistas traen dinero, lo invierten, explotan el país y a los trabajadores, y luego les dicen a los diputados de la Derecha: “Amigos míos, tenemos mucha plata. Vamos a contratar abogados y nos encargaremos de que ganen las elecciones. Ponemos el dinero y ustedes bailan al son que les tocamos”.
Ahora han bailado al ritmo de una canción de Chito Faró, de letra muy clarita: “Y verás como quieren en Chile, al amigo cuando es forastero”.
Los diputados de la Derecha quieren tanto a los extranjeros, que ni siquiera los hacen pagar las imposiciones de sus trabajadores ni los impuestos. Son muy generosos.
Esta Derecha está a años luz de diferencia de la Derecha de los años 70.
Por último, quiero decir a mis amigos trabajadores mineros que o se vota por Chile o se vota contra Chile.
He dicho.
Aplausos.
El señor OJEDA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Nicolás Monckeberg .
El señor MONCKEBERG.-
Señor Presidente, pocas veces se da un debate tan desorientado, pero es porque el proyecto es muy confuso. No puede ser de otra manera. Luego de que debatió en los diarios más de doce meses, el Gobierno se ha esmerado en que la Cámara lo despache en diez días. La seriedad que el Gobierno, en ciertas ocasiones, ha demostrado en el manejo macroeconómico, contrasta totalmente con la total confusión y mareo que hoy muestra ante este proyecto. Un gobierno que, en una materia tan importante, no sabe a dónde va, es porque no le importa donde termina.
(Manifestaciones en las tribunas).
Hoy el Gobierno dice que aprobar el royalty es un problema de principios irrenunciables para Chile. Sin embargo, hace poco más de doce meses, el Presidente de la República firmó una declaración en la cual el Ejecutivo expresa que no impulsará un cambio en las reglas que regulan las inversiones mineras en el país. El ministro Nicolás Eyzaguirre y el ministro de Minería aquí presentes, también hace más de doce meses, dijeron lo mismo: que no habrá cambios de ninguna naturaleza en ese sentido. Pero en estos días dicen lo contrario, que sí hay cambios en las reglas del juego y que eso no importa.
Algunos dicen que el proyecto no vulnera los contratos firmados con inversionistas extranjeros. Sin embargo, el Presidente de la República, hace poco más de doce meses, dijo que, dado los contratos de inversión extranjera, era muy complicado instaurar ahora un royalty, pero que no se cerraba a la posibilidad de que se implemente únicamente para los nuevos proyectos.
Se dice que no tiene sentido aplicar el royalty a las futuras concesiones mineras y el ministro Dulanto , hace poco más de trece meses, expresó que, en cualquier caso, un sistema de esta índole sólo era pensable para los nuevos proyectos, pues no es la idea ganarse un problema contractual con las compañías que ya están operando en Chile.
Se dice que, en Chile, las empresas mineras no pagan un peso en impuestos y que nadie las fiscaliza. Pero, el 28 de mayo de 2003, el ministro Dulanto manifestó que las empresas han pagado los tres impuestos que corresponden al sector: de primera categoría, el impuesto a la remesa de dividendo y el impuestos a intereses.
También se dice que el Estado es dueño, propietario, de las minas y puede actuar sin límites. Pero el mismo ministro de Minería, quien nos acompaña hoy, dijo que el país no es dueño de las empresas, sino que, constitucionalmente, es dueño del yacimiento, pero que los empresarios han hecho el descubrimiento y la inversión, y que, naturalmente, hacemos uso de una renta que se deriva de ellos.
No es la opinión de un ministro o de un subsecretario que ha cambiado, sino la de los tres ministros encargados y la del Presidente de la República. Parece que nada de lo dicho, hace muy poco, se mantiene y lo que hace menos de un año el Gobierno rechazó públicamente e internacionalmente, en forma tajante, hoy nos quiere hacer ver que es un problema de principios, que debe votarse en diez días y que justifica aún el despido de honorables dirigentes de las filas de militantes.
La confusión del Gobierno es de fondo, porque está en conocimiento de que el proyecto contiene serios vicios de inconstitucionalidad. Todos sabemos la diferencia que hay entre impuesto y royalty. La Constitución establece, claramente que, aunque el Estado es dueño de las minas, en general, no puede explotarlas. La propiedad del Estado, entendida como uso, goce y disposición sobre las minas, está limitada a yacimientos concebibles, como minerales radiactivos, hidrocarburos, etcétera; y los no concebibles, como cobre, hierro, azufre, etcétera, los cuales deben ser explotados sólo a través de concesiones. Podemos estar en desacuerdo con el estatuto jurídico de nuestra Constitución, pero no vengamos a plantear un cambio de normas sin modificarla. Uno nota esta evidente y clara contradicción a las normas constitucionales, cuando uno debería esperar que el Gobierno las respete, si realmente quiere hacer algo con seriedad. Peor aún, si asumiéramos, por un segundo, que el proyecto del Gobierno es constitucional, debiéramos preguntarnos, de acuerdo con nuestras normas, a quién podría afectar.
Todos sabemos que la ley orgánica constitucional otorga derecho a un individuo para explorar y explotar libremente las minas y hacerse dueño de las sustancias que extraiga. Este derecho está protegido, a su vez, por el derecho de propiedad, como garantía constitucional. De manera que es impensable, sin modificar ese cuerpo legal, que la medida se pueda aplicar a las concesiones mineras ya existentes.
Repito: podemos abrir debate sobre si está bien o mal esa norma constitucional, pero, evidentemente, no se puede hacer caso omiso de ella. Podemos compartir el hecho de que la minería debe contribuir más a las arcas fiscales, pero si hoy no votamos este proyecto, que realmente apunta a ese objetivo, será exclusivamente porque el Gobierno, en los últimos trece meses, se ha confundido, contradicho, y desatendido normas fundamentales de nuestra Constitución.
Si realmente el objetivo del Gobierno es que la minería contribuya de mejor manera, hagamos un proyecto serio y no pongamos iniciativas con suma urgencia que impidan propuestas alternativas para mejorarlo.
Finalmente, la ambigüedad y la confusión del Gobierno serán responsables de que no sólo no busquemos el proyecto adecuado, sino, además, de que pongamos en jaque y dañemos la imagen de un país serio y confiable que no es propiedad ni de la Concertación, ni de los ministros ni del actual Gobierno.
He dicho.
El señor OJEDA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, por tres minutos, el diputado Leopoldo Sánchez .
El señor SÁNCHEZ.-
Señor Presidente, cuando se argumenta que es poco serio legislar en diez días, quiero decirle a mis colegas de la Derecha, con mucho respeto y afecto, que tienen muy mala memoria, ya que se olvidan de los decretos leyes muchos de ellos secretos aprobados en el remedo de parlamento que hubo durante diecisiete años. Seguramente, para algunos, legislar de esa manera era responsable, de acuerdo con la ponderación que se le quiera dar. Ese no es un argumento serio y honesto. Hay decretosley por las cuales se aprobaron privatizaciones dictados sin debate, sin consulta nacional, sin transparencia, sin nada. Hoy estamos discutiendo un proyecto que debiera ser mirado con la perspectiva de país; no político-partidista. Hemos escuchado cosas que violentan cualquier visión que queramos tener de desarrollo equilibrado del país.
No obstante, quiero llevarlos a un tema que no he escuchado en la discusión, cual es el concepto tan manoseado del desarrollo sustentable y que consiste, ni más ni menos, en equidad social, crecimiento económico y conservación ambiental. Muchas veces, los empresarios mineros cometen el error, casi la patudez, de decir que la actividad minera es sustentable. Jamás ha sido sustentable. No puede serlo, porque se extrae un mineral, un producto, una sustancia que no es renovable y como dijo un poeta “queda la tierra herida”. Simplemente, ese producto se va y el país, el propietario, se empobrece. Ésa es un poco la lógica del royalty, que, en dinero, es insignificante ante los fantasmas que se quieren levantar en cuanto a las consecuencias de su aplicación.
El proyecto desafía la conciencia íntima de cada parlamentario y debería tener un sentido patriótico; de ninguna manera políticopartidista ni menos de oportunismo electoral. Es un atentado, una ofensa, para quienes pretendan hoy enfocar esta discusión desde ese punto de vista.
Insisto en que la actividad minera no es sustentable y este royalty sólo viene a plantear, con décadas de atraso, una lógica de interéspaís con letras mayúsculas. Lo demás, simplemente, es demagogia también con letras mayúsculas.
Todos tenemos, sobre nuestros pupitres, un cuadro que indica las toneladas extraídas por Codelco y el sector minero privado, desde 1971 hasta 1999, en el cual aparece una cifra escandalosa. En ese período, Codelco aportó 25 mil millones de dólares al fisco. mientras que el sector minero privado aportó 1.300 millones de dólares por cantidades de extracción muy similares.
Recuerdo que estamos hablando de un producto que no es sustentable en la actividad y en el largo plazo; por lo tanto, insisto en que la lógica elemental indica que, como país, debemos tener ciertos resguardos mínimos. La presente iniciativa, aunque con décadas de atraso, constituye un resguardo mínimo.
He dicho.
Aplausos.
El señor OJEDA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, por dos minutos, el diputado señor Fernando Meza .
El señor MEZA.-
Señor Presidente, hace más de treinta años, fue un ministro del Partido Radical quien firmó, en nombre de todos los chilenos, la nacionalización del cobre.
El cobre cubre hoy el 30 por ciento del presupuesto nacional, por lo que sigue siendo el sueldo de Chile. Pero un día, el país va a quedar cesante. En treinta o cuarenta años más va a quedar sin sueldo, porque no habrá más cobre y, sin él, no podremos velar por las generaciones futuras. Ellas nos interpelarán: ¿Qué pasará con los chilenos y con los beneficiarios de las cada vez más necesarias políticas sociales del Estado? ¿Qué pasará con los jubilados, los campesinos, los estudiantes, la salud y la vivienda?
Honorables colegas de la Alianza por Chile, hagan honor al nombre de su coalición y háganlo por Chile. ¿Cómo no aprobar la idea de legislar? Necesitamos recursos para promover tecnologías que nos aseguren seguir creciendo como nación, recursos que podemos obtener a través de la aplicación del royalty que se propone.
Somos el único país de América, junto con México, que nos dejamos quitar nuestras riquezas, íntegramente, sin cobrar siquiera una regalía a quienes viven en esta verdadera “pensión Soto” que significa la extracción minera chilena para los grandes empresarios. ¡Por lo menos cobremos la cama!
(Aplausos).
Somos incapaces de ganarle a Argentina, a Perú, a Paraguay y ni a Bolivia en cuanto a la defensa de derechos elementales, como es el hecho de pedir una miserable regalía para los ciudadanos del futuro, para aquellos que hoy comienzan a ver y a oír que no todos los diputados elegidos interpretan bien el sentir mayoritario de los chilenos que dicen: ¡No más cuentas brujas en el Riggs! ¡Basta de abusos, señores del Consejo Minero! Por último, ¡tomen chocolate, pero paguen lo que deben!
¡Sí al royalty!
He dicho.
Aplausos.
El señor OJEDA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, por cinco minutos, el diputado señor Camilo Escalona .
El señor ESCALONA.-
Señor Presidente, voy a referirme a dos temas.
El primero se refiere al último engaño de la Oposición al país: el proyecto de patentes mineras de Lavín. ¿Por qué afirmo esto? Porque esa propuesta equivale a cero. Como sabemos, las patentes mineras se deducen de impuestos; en consecuencia, si ésa es la propuesta, el resultado es cero. Ahora, si los señores de la Oposición quieren que no sean deducibles de impuestos, significa que afectarán al decreto ley Nº 600 y, por lo tanto, las empresas mineras, contractualmente, estarán protegidas. Entonces, esa propuesta también es igual a cero. ¡Es la más grande estafa que se ha planteado al país en los últimos meses!
Con ella, además, la Oposición pretende engañar a la juventud al decir que los recursos serán destinados a financiar el crédito fiscal universitario. ¿Qué recursos serán destinados para dicho fin si no existen?
En segundo lugar, el tema constitucional. Tres gobiernos han considerado al Estado como dueño absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de los yacimientos. Ése fue el gobierno de don Eduardo Frei Montalva, el de don Salvador Allende y, para que la Oposición lo sepa, también lo fue el de Augusto Pinochet, porque la Constitución Política de 1980 reprodujo textualmente los artículos de la reforma constitucional de 1971. En consecuencia, también en esa Constitución se reconoció lo que en 1971 se había aprobado por unanimidad en el Congreso: todas las fuerzas políticas con sentido republicano establecieron que los yacimientos eran de propiedad exclusiva, inalienable e imprescriptible del Estado de Chile, lo cual, ahora, con subterfugios jurídicos, se pretende desconocer. Ese es el último juego de palabras que se quiere hacer para eludir la responsabilidad política de abandonar el interés nacional, pues eso, en definitiva, está en discusión: si actuamos de acuerdo con el interés nacional o no. Al respecto, quiero recordar a los señores diputados de la Oposición los propios términos de la junta de gobierno en una carta enviada al Tribunal Constitucional de la época, en la que se señala: “La Junta de Gobierno, al formular una norma constitucional, repudió la idea del dominio inmanente del Estado para defender la idea del dominio exclusivo, absoluto e inalienable del Estado”. Fue la junta de gobierno en particular gracias al presidente ejecutivo de Codelco de la época, general Gastón Frez que, en defensa del interés nacional, fue capaz de que ese gobierno se mantuviera en una línea de continuidad con lo que habían hecho los gobiernos de los presidentes Frei Montalva y Allende . Por lo tanto, aquí estamos defendiendo la historia de continuidad de la nación. Estamos defendiendo el interés de la República. Estamos defendiendo el más genuino interés nacional, porque cuando se nos viene a decir: “miren, señores, el Estado no es el dueño, sino que el concesionario”, se está haciendo la más tremenda burla a la historia de este país.
En consecuencia, con respecto a los dos puntos principales en discusión, ésta es una norma plenamente constitucional, y la propuesta del señor Lavín lo único que trata es de esconder la desnudez de un liderazgo completamente incapaz de atender al interés nacional.
He dicho.
Aplausos.
El señor OJEDA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Leay .
El señor LEAY.-
Señor Presidente, en primer lugar, encontrando válida la discusión de cómo la minería podría contribuir al desarrollo del país, especialmente de las zonas mineras, me parece, a mi juicio, innecesario e imprudente denostar al sector minero. Este sector público y privado ha hecho un gran aporte al país, pues representa una importante cifra en el Producto Interno Bruto, en las exportaciones, en la generación de divisas al país. Por lo tanto repito, me parece innecesario, de parte de algunas autoridades, denostar a este sector que tanto ha contribuido al progreso de la nación. De hecho, en la Comisión especial de royalty, el señor ministro de Minería, aquí presente, señaló y está en las actas que la minería había cumplido con las leyes y así me lo ratifica en este minuto.
Creo que debiéramos situar la discusión en los puntos que interesan al país y no estar destruyendo a sectores que han hecho y que deben seguir haciendo aportes importantes a la nación. Tanto la minería estatal como la privada son valiosas. Ambas se complementan y generan los recursos necesarios para construir un país con mayor justicia e igualdad.
Ahora bien, es posible que hayan normas que molesten a algunos, porque no las consideran legítimas, y que podrían ser modificadas. No obstante, fuimos nosotros, como país, quienes pusimos las condiciones a la inversión extranjera; no fue ella la que puso las condiciones en Chile. Nosotros invitamos a los inversionistas y creamos el decreto ley Nº 600. Podemos discutir si ese decreto fue bueno o malo, pero lo dictamos los chilenos. De hecho, en 1991, en plena democracia, la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad su reformulación. Incluso, la mayor inversión extranjera en minería se consolidó durante el gobierno del Presidente Aylwin, cuando era ministro de Minería el señor Carlos Ominami , quien firmó todos los decretos. Ésa es la verdad. Lo demás es desconocer o manejar demagógicamente situaciones que no son verdad. Podemos estar o no de acuerdo con la norma; pero el país puso esas condiciones.
Establezcamos el aporte de la minería de manera inteligente. Hay cosas que no debemos hacer. Si nos gusta copiar lo de afuera, copiemos las cosas buenas. No copiemos las medidas que han provocado incertidumbre en los países latinoamericanos y que han empobrecido a sus habitantes. Las políticas aplicadas en Argentina, en Brasil, en Bolivia y en Perú lo único que han generado ha sido pobreza.
Tampoco hagamos lo que no nos gusta que nos hagan. Si el Estado de Chile firma con la mano un contrato, no lo puede borrar con el codo. A nosotros no nos gustó lo que nos hizo Argentina con el gas natural. Nos pareció que la actitud de ese gobierno no sólo fue irresponsable, sino que, además, creó gran desconfianza respecto de la integración de ambos países. Pero lo que predicamos también debemos practicarlo. Cuesta establecer la confianza en los mercados. Cuando esa confianza se pierde, sólo se recupera después de un largo trabajo. Cuando se castiga la inversión, finalmente la única que sufre es la gente más modesta.
La gran minería privada podría contribuir más al país de muchas formas; es cuestión de analizar cuál de todas es la mejor. De hecho, hubo distintas versiones de autoridades de Gobierno sobre el tema. Hasta hace pocos meses, el ministro de Minería, señor Alfonso Dulanto , no hablaba de royalty, sino de crear un fondo, algo completamente distinto. Su posición era legítima y la defendió como titular de un ministerio. También concurrió a la Comisión especial de royalty el presidente ejecutivo de Codelco, señor Juan Villarzú , quien manifestó que no estaba de acuerdo con el royalty, sino con subir los impuestos de primera categoría. Era otra fórmula, también legítima. Incluso, el propio Gobierno analizó el tema de las patentes mineras, que también era legítimo.
Finalmente, el Ejecutivo escogió el cobro de un royalty, no porque estuviera convencido de que era la mejor fórmula, sino que finalmente lo hizo por razones políticas, como consecuencia de un proyecto que envió la Democracia Cristiana y otros sobre este tema; pero creo que no ha actuado por convicción, pues siempre tuvo dudas de si ése era el mejor mecanismo.
No soy constitucionalista ni experto en el tema, pero creo en las personas que, en esa área, han ganado prestigio en este país, aunque no sean de mi sector político. Don Francisco Cumplido y don Alejandro Silva Bascuñan son grandes constitucionalistas, prestigiosos, que han señalado, sin duda alguna, que este proyecto tiene vicios de inconstitucionalidad. Ellos no son de mi línea política y, quizás, tampoco les guste la Constitución Política de 1980; pero los dos, como son serios y no demagogos ni populistas, dicen las cosas por su nombre. En la vida, la gente se hace respetar por sus ideas, convicciones y seriedad. El populista puede ganar hoy, pero mañana no tiene nada que ofrecer, porque engañó.
Ahora bien, entremos de fondo en la iniciativa del Gobierno. ¿Qué se nos propone? Generar una regalía porque los recursos no son renovables. Por consiguiente, lo lógico sería que el aporte fuera a las zonas mineras, en las cuales efectivamente se extrae la riqueza. ¡Ahí deberían ir los recursos! Cualquier nueva inyección de recursos de la minería debería hacerse ahí. El proyecto no debería terminar desincentivando el empleo. Tenemos 600 mil chilenos cesantes y un proyecto que desincentiva el empleo. Hemos hecho tremendos esfuerzos por crear encadenamientos productivos y empresas pymes, como en Calama y en Antofagasta, con gran difusión de las propias autoridades de Gobierno. He visto cómo el intendente ha hecho grandes inversiones en créditos Corfo , en distintas materias, para mover el cluster minero. Ha sido una muy buena política del Gobierno, impulsada por el ministro de Minería, que fue intendente de la región. Pero, ¿adónde apunta el proyecto? Básicamente, a destruir ese esfuerzo.
Estamos frente a una iniciativa que nos crea inseguridad política y jurídica y que tiene efectos negativos en términos de empleo y de inversión. El diputado Escalona afirmó que el proyecto de Lavín genera cero peso. Obviamente, como ha leído solamente lo relativo al cobro de las patentes mineras, no entiende lo que dice. Si destinara un minuto para leerlo y comprenderlo, entendería que se está hablando de crear una patente adicional que no sea descontable en términos de crédito. Obviamente, ello no tiene nada que ver con lo que sostiene el señor Escalona .
Tenemos un compromiso de verdad con las zonas mineras: construir un proyecto que generará empleo e incentivará el encadenamiento productivo y la generación de pymes y que no desincentivará la inversión. No vamos a engañar a los nortinos diciéndoles que crearemos un recurso que, en verdad, no les llegará. Nosotros vamos a crear un recurso que sí los beneficiará. Los nortinos van a tener plata para lograr el trabajo esforzado que realizan.
Por lo tanto, votaremos en contra.
He dicho.
El señor OJEDA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Antonio Leal .
El señor LEAL.-
Señor Presidente, quiero resaltar lo que han hecho los trabajadores mineros, la Federación de Trabajadores del Cobre, los sindicatos de la Enami y la Confederación Minera, para hacer avanzar el proyecto del royalty.
Cuando aquí se menciona como argumento para atacar al Gobierno que el Presidente Lagos cambió de opinión, debo aclarar que lo que ha hecho es escuchar a los sindicatos, a los parlamentarios, a los alcaldes, a los consejeros regionales, incluso de la UDI y de Renovación Nacional, que en su congreso firmaron a favor del royalty; lo que ha hecho es escuchar a esa mayoría nacional, que en 90 por ciento apoya la aplicación del royalty. Eso es lo que hace un gobierno inteligente para defender los intereses del país.
(Aplausos)
Quiero responder a los colegas Dittborn y Leay , quienes plantearon opiniones y objeciones de fondo para concluir que no apoyan el royalty.
También es importante evitar subterfugios, como el tardío proyecto de Joaquín Lavín , quien propone el aumento del costo de las patentes mineras. Es preferible que digan lo que señalaron los diputados Dittborn y Leay: estamos en contra del royalty. Sobre esta base podremos entendernos.
En primer lugar, se ha dicho que esto viola la Constitución. Debo señalar que lo preceptuado por el inciso sexto, número 24, artículo 19 de la Constitución del 80, que establece: “El Estado tiene el dominio absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de todas las minas,”, lo que incluso fue defendido por los integrantes de la Junta Militar de Gobierno, se reproduce prácticamente en todos los países mineros del mundo. No es una novedad, no fue un invento de los años 80 que en Chile se estableciera en la Constitución que los recursos mineros son de propiedad del Estado. Aunque los minerales se concesionen, nunca dejan de ser propiedad del Estado, que es propietario de lo que hay en el subsuelo nacional.
Por lo tanto, cuando hablamos de la regalía, del royalty, nos referimos a la compensación por un recurso no renovable que se explota, de una compensación por un insumo; no aludimos a un tributo.
Por eso, quiero decirle a los colegas que en 143 países del mundo se aplica royalty; que de los países mineros, sólo en Chile y en México aún no se ha establecido, y que absolutamente todo el derecho comparado y la legislación entienden por royalty una regalía, una compensación al usufructo y explotación de aquellos insumos no renovables. El no pago de esta compensación, significa subsidiar a las empresas que explotan esos recursos. De allí se colige que esto es plenamente constitucional y que en la Comisión se haya tenido que votar entre la posición de la UDI, que sostenía que era un tributo, por lo que sólo era necesario modificar el Código de Minería u otro tipo de disposición legal, para lo que se requería quórum simple, y la nuestra, que hablaba de la necesidad de modificar la ley de concesiones mineras.
En segundo lugar, el diputado señor Dittborn dijo que el royalty desprestigia el nombre de Chile.
Al respecto, quiero decir que nunca el nombre de Chile ha tenido tanto prestigio en el mundo como hoy. Si de algo podemos enorgullecernos es de que los gobiernos de la Concertación han colocado a Chile en el mejor de los niveles y con el mayor prestigio mundial. Por eso, desmiento lo dicho por el Consejo Minero, por la Sonami y por el diputado señor Dittborn en este debate.
Mientras discutimos el royalty, el Presidente Lagos viajó a Estados Unidos. Bush no se refirió al royalty, no le dijo a Lagos y al mundo: “Mire, estoy preocupado por el royalty”, sino: “Estoy preocupado por los cheques de Pinochet. Se va a hacer verdad por los cheques de Pinochet”. Es decir, el jefe, el líder del país más representativo del libre mercado y de donde proviene la mayor parte de las grandes empresas mineras multinacionales no está preocupado por el debate del royalty en Chile, porque sabe perfectamente que en seis estados de Estados Unidos hay royalty. También se sabe que se aplica en Canadá, pero mister Hayes no va a conversar con el gobierno canadiense para que boicotee a Chile. Además, se aplica en Australia, en Kazajstán y en todos los países mineros.
Señalo con mucha franqueza que queremos la inversión extranjera y hemos trabajado en ello durante los años que ha gobernado la Concertación. ¡Como nunca ha habido inversión extranjera en el país! Y la seguirá habiendo. Pero no queremos inversión extranjera que transforme a Chile en Bahamas, no queremos que éste sea un paraíso financiero donde no se cobren tributos, que es precisamente lo que hemos vivido durante estos años.
Se habla del cambio de las reglas del juego. ¿Quién las ha cambiado? En primer lugar, las empresas mineras, porque, como dijo muy bien el diputado Carlos Vilches , ingeniero en minas, inician un proyecto que, mediante la depreciación acelerada, en todas sus fases lo deprecian, logrando eludir todo impuesto a la renta, porque no tienen utilidades, como pasó durante veinticinco años con la mina Disputada de Las Condes.
Además, la mina Disputada de Las Condes se compró en 93 millones de dólares y se vendió en 1.300 millones de dólares, a pesar de haber realizado veintidós operaciones financieras en la banca nacional e internacional sin declarar utilidades. ¡Una fundación de beneficencia que no tenía utilidades se vende por catorce o quince veces su valor!
Entonces, ¿de qué estamos hablando? ¿Qué ocurre con el envío de remesas al exterior, respecto de las cuales la ley chilena dice que deben pagar el 35 por ciento? Estos señores las camuflan y las hacen aparecer como pago de dividendos, de créditos, de parte de una deuda, de intereses de capital que se pagan a sus propias casas matrices, por lo que no pagan el 35 por ciento, sino sólo el 4 por ciento. Por tanto, ahí hay una abierta elusión de impuestos. Ellos han cambiado las reglas del juego.
Sin embargo, si algo importante tiene este proyecto, respecto del cual han hablado la UDI y Joaquín Lavín en estos días, es que hace desaparecer uno de los argumentos que el Consejo Minero y la propia UDI han sostenido: el cambio de las reglas del juego. Porque cuando se propone subir las patentes mineras, incluso en los términos en que lo planteó el diputado Leay , vale decir, una tercera patente que no se descuenta de impuestos, significa cambiar las reglas del juego.
Dejemos de lado esos argumentos banales, discutamos el fondo del tema. Chile es un Estado de derecho democrático que puede cambiar las reglas del juego, como lo ha hecho Dinamarca, que estableció un royalty de 5 por ciento al gas, sin que se haya creado ninguna crisis internacional. Los daneses van a seguir vendiendo gas a todo el mundo y a toda Europa del Norte y destinará el 5 por ciento del royalty a educación.
Por lo tanto, ¿qué temor tenemos de hablar del cambio de las reglas del juego?
Se ha dicho que se afecta la inversión extranjera. ¿Cuáles son los niveles de rentabilidad sobre patrimonio de las empresas mineras? Cuando el precio del cobre está en 75 centavos datos de Cochilco que los diputados Cristián Leay y otros saben que son verídicos, el nivel de rentabilidad sobre patrimonio de las empresas mineras es de 18,7 por ciento, es decir, un punto y medio más de lo que representa la mayor rentabilidad de la economía nacional, que es el sistema financiero. Cuando el precio del cobre es de un dólar, el nivel de rentabilidad sobre patrimonio es de 38 por ciento. Si el cobre se mantuviera en 1,29 dólares y lograra un promedio de 1,20 dólares al año, el nivel de rentabilidad de las empresas mineras sobre el patrimonio sería superior al 50 por ciento.
Entonces, piensa alguien que las empresas mineras, que tienen niveles de rentabilidad superiores al 50 por ciento, que utilizan una infraestructura financiada por el Estado, que no gastan en capacitar y educar a sus trabajadores, porque han laborado toda una vida en la minería, y a quienes ni siquiera se les pagan los exámenes “Baprever” y de altura, mientras sus ejecutivos caminan por las calles con absoluta seguridad, sin guardias, y que viven normalmente como en cualquier país civilizado del mundo, ¿se van a ir de Chile porque se coloca un royalty del 3 por ciento?
Ese porcentaje aplicado a ese precio del cobre producirá algo así como 200 millones de dólares, que permitirán que este país sea más justo y equitativo y que tenga más tecnología, porque sin recursos no hay cluster minero. Además, servirán para capacitación, educación y desarrollo del país. Ni una sola empresa se irá de Chile, porque las ventajas comparativas que ofrece nuestro país seguirán siendo las mejores que existen en el mundo, aunque se aplique el royalty.
Les pido que avancemos en el tema y que aprobemos en general la idea de legislar sobre esta materia. Tenemos plena disponibilidad para discutir el proyecto en particular, como lo hemos hecho con seriedad en la Comisión de Minería y Energía y en las Comisiones Unidas de Hacienda y Minería. Si se plantea debatir sobre el fondo y el destino de los recursos, discutámoslo; si se cuestiona el tema de la regionalización, los colegas saben que presentamos una indicación para que el 50 por ciento de esos recursos se destinen a las regiones mineras; si se propone que el royalty entre en vigencia hoy y se descuente de los gastos de las empresas y no del impuesto a la renta, discutamos esos temas de fondo; pero aprobemos el royalty.
Estamos frente a una decisión de carácter histórico, pues este debate se parece al sostenido en 1971. Estoy de acuerdo con que no es la misma derecha, pero estamos frente a un dilema más o menos semejante: o logramos posicionar la inversión extranjera sobre la base de los intereses del país o defendemos los intereses de las grandes empresas multinacionales y permitimos que se lleven el 67 por ciento del cobre de nuestro país sin pagar impuestos a la renta y sin dejar recursos al Estado chileno. Ése es el tema de fondo.
Por eso, pido que votemos favorablemente el proyecto que establece el royalty, porque defiende la dignidad del país.
He dicho.
Aplausos.
El señor OJEDA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, por cinco minutos, el diputado señor Pablo Lorenzini .
El señor LORENZINI.-
Señor Presidente, podría hablar apasionadamente sobre el tema porque lo conozco y lo he discutido con varios señores diputados desde hace mucho tiempo. Incluso, presentamos un proyecto diferente a éste.
Sin embargo, hago mías las palabras del diputado señor Vilches , en cuanto a que éste es un tema país y, por lo tanto, no es para que este diputado u otros se den gustitos personales. Por ello, no hablaré sobre los detalles, ni de la derecha ni de la izquierda, ni quien gana ni quien pierde. La ciudadanía es la única que tiene opciones esta tarde.
Me gustaría votar hoy el proyecto. Fui uno de los diputados que pidió al Ejecutivo que le pusiera urgencia calificada de “suma”. Es un tema que ha sido debatido y conocido por las Comisiones Unidas de Hacienda y Minería. Pero uno también debe saber apreciar cuál es el objetivo final, respecto de lo cual el diputado señor Vilches me ha abierto los ojos.
Quiero decir al ministro Eyzaguirre y al Ejecutivo que hay diputados que solicitan mayor plazo, pero un tiempo acotado, pues no se trata de que estemos cuatro o cinco meses discutiendo; que hay diputados serios, responsables, que tienen planteamientos, opciones y que desean debatir con tiempo el proyecto y no en media hora. En las comisiones eso es complicado, porque cuando participan más de veinte diputados no hay donde sentarse.
Le pido al Ejecutivo, por intermedio del ministro de Hacienda, dar uno, dos o cuatro días para que durante cuatro u ocho horas diarias, con técnicos, números y computadores escuchar a este grupo de diputados hacer sus planteamientos. Lo importante es buscar una fórmula que permita que el país no pierda.
Hay que aclarar que lo que aprobaremos o rechazaremos hoy no es un royalty o dinero. Es nada. Si se lee el último artículo rechazado en la Comisión, se podrá comprobar que se trata de algo que recién se comenzará a cobrar el año 2008. Antes no sucederá nada, no engañemos a la ciudadanía.
Reitero: los recursos llegarán recién en 2008, con otro gobierno, con otro ministro de Hacienda y otros ministros. Hoy simplemente se coloca el tema en el debate y le decimos a la ciudadanía que estamos disponibles para discutir un royalty a las empresas mineras. ¿Cómo? En eso hay diferencias. Por eso, es bueno darnos quince días, dos semanas, para buscar una fórmula adecuada.
No podemos decir al país que queremos dinero, porque aquí no hay dinero. El ministro sabe que no se recaudará nada los años 2005, 2006 y 2007. Recién en 2008 se recaudarán 80 ó 100 millones de dólares.
Como dijo un día Salvador Allende , queremos que el sueldo de Chile siga siendo el sueldo de Chile. Estos son nuestros minerales. Hay diputados que están dispuestos a hacer un esfuerzo por el país, aunque ello les signifique problemas con sus partidos políticos, pero somos diputados de la República, no de un partido o de un distrito. Reitero: somos diputados de la República.
(Aplausos).
Todos debemos hacer un esfuerzo. Fui el primero que solicitó las urgencias y me gustaría que hoy se votara, para que cada uno diga lo que es. Pero en ese caso, me parece que no estaría pensando en Chile, que no sería responsable.
Hay diputados que piden un poco más de tiempo para la discusión, para aclarar el tema del fondo de innovación, que es una gran cosa para Chile. Más que en el royalty es en el fondo de innovación donde está el futuro de nuestro país.
Estoy seguro de que la gente que nos acompaña nos entenderá. Ellos, al igual que yo, quisieran que hoy se votara, pero como es probable de que hoy se vote en contra estoy seguro de que me acompañarán en darle quince días más a los diputados para que puedan expresarse, conversar con el Ejecutivo y que el ministro de Hacienda, con el respaldo del Ejecutivo, diga que está seriamente abierto, disponible y predispuesto a escuchar y a ver hasta donde puede aceptar algunos planteamientos. Si esto ocurre, en quince días más votáramos el proyecto en particular y cada uno asumirá sus responsabilidades.
El esfuerzo hay que hacerlo. Es la última chance que tenemos, pues en diez minutos más, cuando votemos en general, la ciudadanía podrá apreciar no que la UDI, la Democracia Cristiana o Renovación Nacional, sino que los diputados de la República rechazaron o aprobaron la idea de legislar sobre un royalty que no significa un peso reitero en los próximos tres años. Es simplemente un saludo teórico y simbólico. Para eso debiéramos estar disponibles.
He dicho.
El señor OJEDA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor ministro.
El señor EYZAGUIRRE (ministro de Hacienda).-
Señor Presidente, quiero solicitarles un minuto de su atención, porque creo que puedo contribuir con algunos elementos significativos para que las señoras diputadas y los señores diputados tomen su decisión.
Si un observador externo hubiese leído los pronunciamientos de los principales líderes nacionales y sintiera el calor de este debate, probablemente, al no conocer nuestra historia, le costaría entender la pasión que éste suscita. Pero lo cierto es que los principales líderes han coincidido en que la minería debe realizar un mayor aporte al desarrollo del país. No hablemos del pasado ni del futuro, sino del presente. Este año la minería privada exportará diez mil millones de dólares. Eso merece un aplauso. La capacidad empresarial y de gestión que se requiere para colocar productos por esa cantidad no puede ser sino elogiada.
A su vez, les puedo decir que de esos diez mil millones de dólares la minería privada obtendrá utilidades por cuatro mil millones de dólares. El 40 por ciento de utilidades nos señalan que, además de ser tan eficientes y diligentes, probablemente, tienen condiciones muy favorables.
Eso no lo he dicho yo, sino ustedes. Las comisiones de la Cámara de Diputados y del Senado han demostrado, más allá de toda duda, que las empresas mineras, de manera legal y habilidosa, han utilizado una cantidad enorme de vehículos de ingeniería tributaria para pagar menos impuestos que el resto de la economía. Esto se produce por una característica institucional del país, que nuestra Constitución es garantista.
Cuando el legislador pensó en el esquema tributario, dado que Chile tenía escasez de capitales, planteó que los intereses a los capitales extranjeros debían ser gravados en 4 por ciento, en tanto que las utilidades, en aquel entonces, en 49 por ciento. Pero no imaginó que las compañías mineras transnacionales serían tan habilidosas como para llevar razones de deuda capital, como el caso de La Disputada, a 99 veces. Comprenderán que no hay proyecto alguno que obtenga financiamiento bancario por 99 veces el capital. Es evidente que ahí se está abusando del espíritu de la ley.
Hemos ido cerrando uno a uno los orificios de nuestra legislación, pero con dificultad, porque nuestro derecho es garantista. Hace muy poco, en Estados Unidos, los grandes bancos, para evitar pagar los impuestos que devengan las tarjetas de crédito, comenzaron a emitir dichas tarjetas para los clientes americanos desde los paraísos tributarios. En una semana, el equivalente al Servicio de Impuestos Internos promulgó un decreto que las dejó afectas a impuestos. Así opera la common law, la ley común.
Aquí no podemos hacerlo así, pero hemos ido aprendiendo. Por eso, la minería va a comenzar a pagar sus impuestos.
Las cifras que di al comienzo de mi intervención son las que nos deben mover, y han movido a todos los líderes de opinión, a reflexión: diez mil millones de dólares de producción y exportación, cuatro mil millones de dólares de utilidades estoy hablando de 2004 y entre cuatrocientos y quinientos millones de dólares de impuestos; es decir, menos de 10 por ciento sobre las utilidades.
Creo que a futuro vamos a ir revirtiendo esta situación poco a poco, en la medida en que se terminen los períodos de depreciación. Pero hay un hecho indesmentible: detrás de ese 40 por ciento de utilidades se esconde un gigantesco subsidio.
Se ha dicho que los cien millones de dólares que se recaudarían por concepto del royalty es una cifra pequeña alguien los llamó “pichiruches”, pero permítanme decir, porque ustedes lo saben, ya que deben hacer sus finanzas domésticas, que un flujo de cien millones de dólares multiplicado por la edad media de vida de estos proyectos, equivale a un valor presente de veinte mil millones de dólares descontados al interés del bono soberano. Si el precio del cobre fuera de 95 centavos de dólar por libra, el subsidio equivaldría a treinta mil millones de dólares. Con esta cantidad podríamos duplicar el subsidio educacional de todos los niños de Chile por una generación completa. Ése es el tamaño del subsidio.
Frente a esto, los principales líderes de opinión han entregado sus propuestas y han dicho que esta situación no puede continuar.
Nosotros no hemos querido politizar el tema. Como dijo el diputado Vilches saludo sus palabras, este no es un tema de Derecha o de Izquierda, no es una disputa entre el Gobierno y la Oposición. Lo dije públicamente por televisión antes de esta discusión. ¿Quiénes han querido politizar el tema? ¿Quiénes han dicho que éste es un impuesto político? Las empresas mineras, porque no quieren que se alcance el quórum de cuatro séptimos.
Si, como dijo el diputado Leay , la propuesta de Joaquín Lavín consiste en una nueva patente no descontable de impuestos, todos sabemos, en especial los señores diputados que son expertos constitucionalistas, que esa propuesta requiere también de cuatro séptimos, es decir, quórum de ley orgánica constitucional. Por tanto, es distinto, diputado Longueira , subir el valor de la patente actual que crear otra patente con un régimen tributario distinto. Es una ley orgánica constitucional; pero, perfectamente lo podemos discutir.
De hecho, por mucho tiempo, nosotros consideramos la posibilidad de ir por la vía de una patente minera. Sin embargo, como ustedes verán hoy en la prensa, hay discrepancias entre los constitucionalistas. Una parte importante de ellos algunos de la Concertación y otros que no pertenecen a ella han encontrado la razón contraria. Dijeron que en las actas constitucionales está perfectamente establecido que las patentes de amparo tenían por objeto incentivar la explotación, esto es, que no hubiese especulación simplemente reservando pertenencias mineras sin explotarlas, y que no puede tener un fin recaudatorio, porque en tal caso sería inconstitucional. Por eso abandonamos la vía de la patente, porque de lo que se trata aquí es de aumentar el aporte de las mineras, llámese patente, regalía, en fin. Eso no tiene importancia.
Por otra parte, hace seis meses que dimos a conocer las ideas matrices del proyecto, y cuatro meses que los presentamos, formalmente, en la oficina del presidente del Senado de la República, hoy senador Hernán Larraín . ¿Cómo se nos puede decir que a dos años de una elección presidencial pretendemos politizar el tema?
Para mayor abundamiento, vamos a tomar un compromiso. El Gobierno, una vez resuelta la votación en general, está dispuesto a quitar la urgencia al proyecto. Es más, está disponible a incluir todas las indicaciones que presenten los parlamentarios y a entregar la viabilidad legislativa para que ellas se discutan completamente y se voten. Por tanto, podremos recoger distintas opiniones sobre los temas que aquí se han planteado, que paso brevemente a detallar.
El debate en particular permitiría zanjar nuestra discusión respecto del vehículo constitucional de la patente frente a la regalía, sobre el tratamiento tributario propuesta del diputado Vilches y si es descontable de impuestos o no, de inmediato o después de un período de transición.
Se ha planteado que el proyecto impone un castigo al valor agregado, por cuanto hay algunos costos, como los de tercerización, que no se descuentan.
Quiero decir que esa no fue la idea original del Gobierno. Nosotros queríamos descontar todos los costos, porque como lo he señalado en diversas oportunidades, lo que aquí estamos haciendo es extraer la renta. Cualquier inversionista privado que hubiese participado en una licitación para obtener la concesión habría actualizado los flujos de caja, descontando todos los costos, para ofrecer lo que correspondía por la concesión que no se hizo en la época y que estamos tratando de replicarlo ahora.
No obstante, las compañías mineras dijeron, rápidamente, que eso implicaría llevarnos a los tribunales internacionales, por cambiar el impuesto a la renta. Pero, a fin de minimizar este efecto e, incluso, anularlo completamente, estamos disponibles, sobre la base de la teoría de la primera venta o la primera transacción, de donde haya mercado, a aplicar el royalty sobre las ventas netas del producto en su menor grado de elaboración posible.
Los señores diputados, a través de sus comisiones investigadoras, han conocido lo que se llama precio de transferencia. Está en vuestros documentos.
Nada sería más ideal que aplicar la regalía, por ejemplo, sobre la roca recién extraída, pero quién puede decir con seriedad cuánto vale esa roca, porque no hay un mercado y, por tanto, sería completamente evadible y no fiscalizable.
Pongámonos de acuerdo en un método que sea lo más cercano a la boca de mina posible, a objeto de evitar cualquier efecto sobre el valor agregado. Pero es más, nosotros estamos incluyendo royalty sólo sobre los márgenes del 15 por ciento, que no es un número mágico. Sentémonos a conversar y con balances veamos si los procesos futuros de valor agregado tienen o no ese 15 por ciento. Obviamente, los procesos a escala, como se sabe en teoría económica, tienen rentabilidades competitivas y, por tanto, van a estar excluidos por naturaleza de este cobro.
También podemos conversar respecto de quiénes estarán exceptuados y, además, respecto del tema de la identificación regional.
He apreciado, de parte de diputados de Gobierno y de la Oposición, sensibilidades distintas. He escuchado de los primeros que al terminarse la reserva de este recurso no renovable el gran perjudicado será el país más que las regiones.
Basado en los estudios internacionales que se los puedo fotocopiar y mandar puedo decir que, efectivamente, la actividad minera, por sus características propias, la gran contribución que hacen al país es a través de los impuestos que pagan. La minería, y no por maldad sino por sus características técnicas, emplea por cada unidad de valor agregado un décimo del empleo que el resto de las actividades económicas, y sólo un cuarto de sus compras se hacen en el mercado doméstico. Es típicamente un enclave por sus características técnicas. Por tanto, el gran beneficiado o perjudicado cuando existe o no el recurso es el país en su conjunto, con alguna mayor proporción en las regiones.
¿Cómo lo hacemos? Estamos disponibles para cualquier alternativa, sólo sometidos a la siguiente restricción: que el uso de los recursos sea en la generación de una riqueza permanente, porque si no vamos a quedar doblemente pobres, y que esa riqueza permanente le permita al Estado recolectar impuestos para los pobres del mañana, porque éstos van a necesitar salud y educación pública.
Con esa restricción estaremos abiertos a cualquiera alternativa.
Termino diciendo que hoy el tema es Chile bis a bis ni siquiera en contra, de empresas transnacionales que están haciendo su juego. Esto no lo tomemos como un tema emocional. Ellos no están aquí por filantropía. Frente a sus accionistas quieren maximizar el valor de sus acciones y utilidades. Es lógico lo que están haciendo, pero lo que para ellos es óptimo no lo es para Chile.
Pongámonos la camiseta de Chile, aprobando en general el proyecto. Así recordaremos este día, producto de lo que hemos avanzado todos juntos, como el de la dignidad y no el de la vergüenza nacional.
Muchas gracias.
Aplausos.
El señor LORENZINI (Presidente).-
Gracias, ministro Eyzaguirre .
Tiene la palabra el diputado Leay .
El señor LEAY.-
Señor Presidente, resulta que tenemos una lógica nueva en el Congreso. O sea, el señor ministro, con todo su legítimo derecho, hoy nos dice: “miren, aprueben la idea de legislar y discutamos sobre los puntos que a mí legítimamente me interesan. Los puntos de ustedes, no se pueden ver”. Es decir, vamos a rayar la cancha pero en la que el ministro quiere jugar. Y digo esto porque le he escuchado muchas cosas distintas. Antes de analizar el proyecto dijo en el noticiero de televisión de 24 Horas que éste era un tema país y que iba a haber un amplío debate en el Congreso. Al otro día, se hizo presente la “suma urgencia” del proyecto. O sea, lo que escribe con la mano, lo borra con el codo.
El diputado señor Vilches le ha planteado en dos sesiones de la Comisión: “mire, señor ministro, creo en la regalía, pero lo que solicito para dar mi voto es que el royalty actué como PPM “. ¿Qué le contestó, la primera vez? “¡Yo no esto para payasadas! ¡Estoy para cosas en serio!”. Pero resulta que ahora esa payasada es analizable y discutible.
Sabe, señor ministro, cuando se hace una propuesta como la de las patentes mineras, ¿cuál es la actitud del Gobierno y la suya? Sin escuchar, atender ni preocuparse en qué consiste el fondo de la propuesta, la descalifica.
Entonces, dígame usted, señor ministro, ¿cómo podemos entablar un diálogo, que realmente sea un diálogo y no un monólogo suyo?
He dicho.
El señor HIDALGO.-
Señor Presidente, el proyecto de royalty minero ha estado marcado por una serie de brutales contradicciones y es de hombre señalarlo en este hemiciclo.
Su excelencia el Presidente de la República habría asegurado a los empresarios mineros que no se legislaría al respecto y el señor ministro de Hacienda fue ambiguo al señalar que el royalty no sería parte de la agenda de este gobierno. Finalmente, el propio señor ministro de Minería ha ratificado los dichos del Ejecutivo y de su homólogo.
Sin embargo, en estos instantes estamos debatiendo apresuradamente, de acuerdo a los tiempos que maneja el Ejecutivo aparentemente, más por presión que por real convencimiento, una nueva carga tributaria contra el sector minero de nuestro país.
Las inexactitudes se extienden también a los propios fundamentos del proyecto, ya que el señor ministro de Hacienda nos ha señalado que, aparentemente, existirían rentas ricardianas en la minería.
Curiosa manera de revivir teorías de viejos y desacreditados economistas, cuyos enunciados cayeron por el propio peso de la historia, como la teoría de Balthus, que indicaba que nosotros, a esta altura de la evolución humana, deberíamos estar devorándonos entre nosotros.
Considerar, técnicamente, que la oferta de cobre en el mundo es inelástica, no puede ser sino calificada como una opinión temeraria, alejada de la realidad.
Respecto de la constitucionalidad del proyecto, en él aparecen claros signos de inconstitucionalidad, así lo han manifestado importantes juristas de la propia Concertación, que se tendrán que discutir en las instancias que correspondan.
Respecto de los aspectos técnicos del proyecto, éste establece como base de cálculo para la determinación del royalty la diferencia entre el valor del mineral y algunos costos, como son los insumos y la mano de obra. Impide descontar de esta base el uso de la tecnología o las maquinarias, de tal manera que, un proyecto que pretende favorecer la innovación tecnológica, castiga el uso de la propia tecnología y del progreso técnico en materia de extracción minera. Es como si se quisiera favorecer la mano de obra de faenas egipcias, pero ¡ojo!, sin considerar ningún asno, porque éstos estarían afectos a depreciación. ¿Es éso, señor ministro, favorecer el desarrollo tecnológico y la innovación?
Paradojalmente, los recursos que se recaudarían a través de la iniciativa estarían, supuestamente, destinados a investigación y desarrollo de todos los otros sectores, menos del propio, ya que sería castigado por el mismo royalty en los estados financieros de las compañías mineras.
Respecto a los efectos que el royalty tendrá sobre la inversión, me molesta que se haya presionado para que este proyecto se esté discutiendo, porque ello significa que nos estamos equiparando con países que no cumplen sus compromisos y contratos. Siento que dicha presión es motivada por las encuestas de opinión, no porque las autoridades esten convencidas de que realmente éste sea un buen proyecto.
Respecto de los beneficios que obtendrían las regiones, estoy de acuerdo con que, de aprobarse el proyecto, el recurso obtenido sea destinado a inversiones en regiones, pero a todas, especialmente a la mía, ya que el mineral es transportado a ciudadespuertos, como San Antonio , que pone a disposición del sector minero toda su infraestructura portuaria y de servicios y cuya población debe soportar la congestión vehicular que el transporte de cargas mineras ocasiona.
Estoy de acuerdo con las manifestaciones de reconocimiento a la creación del DL 600, como lo manifestaron el propio ministro y diputados de la Concertación durante la discusión en la comisión respectiva. Gracias a dicho decreto ley ha habido una enorme inversión en el sector minero, lo que ha dado credibilidad y seriedad al país, aportando a la contratación de mano de obra directa y a un gigantesco encadenamiento productivo que ha significado el progreso de muchísimas familias chilenas.
Sobre aspectos negativos del proyecto, creo que los sectores transportes, alimentación, salud, vivienda, mantención, entre otros, sin lugar a dudas, afectarán a los miles de trabajadores que prestan estos servicios.
Nuestro sector está abierto a negociar y a mejorar los defectos que contiene el proyecto. Sin embargo, no ha sido escuchado, probablemente, porque el objetivo político es equivalente al que tuvo la Concertación en la reforma laboral, que ha significado que hoy haya una cesantía de cerca de medio millón de chilenos. Entre ellos, habitantes de mi ciudad de San Antonio, que registra una de las más altas tasas de cesantía en el país.
Aquí lo que se busca es el titular político, de denostar a un sector que antepone, siempre, en sus decisiones, el bienestar de Chile y su gente.
He dicho.
En virtud del artículo 85 del Reglamento se inserta el siguiente discurso, no pronuncido en la Sala, que cumple lo dispuesto en el artículo 10 del mismo.
El señor LORENZINI (Presidente).-
Cerrado el debate.
Corresponde votar en general el proyecto de ley que establece regalía minera ad valórem y crea Fondo de Innovación para la Competitividad.
Manifestaciones en las tribunas.
El señor LORENZINI (Presidente).-
Ruego a los asistentes a tribunas tomar asiento y esperar en silencio la votación del proyecto.
Los asistentes a tribunas y las señoras diputadas y los señores diputados entonan la canción nacional.
El señor LORENZINI (Presidente).-
Después de cantar el himno nacional, ruego a los asistentes a tribunas calmarse y esperar la votación.
Manifestaciones en las tribunas.
El señor LORENZINI (Presidente).-
A partir de ahora, entramos en votación.
Si escucho gritos nuevamente, haré desalojar las tribunas. Ustedes, responsablemente, decídanlo.
En votación en general el artículo 1º del proyecto de ley que establece regalía minera ad valórem y crea Fondo de Innovación para la Competitividad.
Para su aprobación, se requiere el voto afirmativo de 66 señoras diputadas y señores diputados en ejercicio.
Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 61 votos; por la negativa, 41 votos. Hubo 8 abstenciones.
El señor LORENZINI (Presidente).-
Rechazado.
Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi , Aguiló , Allende ( doña Isabel) , Araya , Ascencio , Burgos , Bustos , Caraball ( doña Eliana) , Ceroni , Cornejo , Encina , Escalona , Espinoza , Girardi , González (don Rodrigo) , Hales , Jaramillo , Jarpa , Jeame Barrueto , Leal , Letelier (don Juan Pablo) , Letelier (don Felipe) , Lorenzini , Luksic , Mella ( doña María Eugenia) , Meza , Montes, Mora, Mulet , Muñoz (don Pedro) , Muñoz (doña Adriana) , Navarro , Ojeda , Olivares , Ortiz , Palma , Paredes, Pérez (don José) , Pérez (don Aníbal) , Quintana , Riveros , Robles , Rossi , Saa (doña María Antonieta) , Saffirio , Salas , Sánchez , Seguel , Sepúlveda ( doña Alejandra) , Silva , Soto (doña Laura) , Tapia , Tarud , Tohá (doña Carolina) , Tuma , Valenzuela , Venegas , Vidal ( doña Ximena) , Vilches , Villouta y Walker .
Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Alvarado , Álvarez , Barros , Bauer , Bertolino , Cardemil , Correa , Cristi ( doña María Angélica) , Cubillos ( doña Marcela) , Díaz , Dittborn , Egaña , Errázuriz , Forni , Galilea (don Pablo) , Galilea (don José Antonio) , García (don René Manuel) , García-Huidobro , Guzmán (doña Pía), Hernández , Ibáñez (don Gonzalo) , Ibáñez (doña Carmen) , Kast , Kuschel , Leay , Longueira , Martínez , Masferrer , Melero , Molina , Monckeberg , Norambuena , Paya , Pérez (don Víctor) , Recondo , Salaberry , Ulloa , Uriarte , Urrutia , Vargas y Von Mühlenbrock .
Se abstuvieron los diputados señores:
Álvarez-Salamanca , Bayo , Becker , Delmastro , Hidalgo , Pérez (don Ramón) , Pérez ( doña Lily ) y Rojas .
El señor LORENZINI (Presidente).-
Como consecuencia del rechazo, y de conformidad con lo estatuido en el inciso segundo del artículo 30 de la ley orgánica constitucional del Congreso Nacional, deben también eliminarse los artículos 2º, 3º y 4º permanentes y la segunda frase del artículo transitorio del proyecto.
Del mismo modo, no se consideran las indicaciones renovadas del Ejecutivo, por recaer en dichas disposiciones.
A continuación, se votarán en general los artículos 5º, 6º y 7º permanentes y la primera frase del artículo transitorio, que no requieren quórum especial.
En votación.
Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 61 votos; por la negativa, 41 votos. Hubo 7 abstenciones.
Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi , Aguiló , Allende ( doña Isabel) , Araya , Ascencio , Burgos , Bustos , Caraball ( doña Eliana) , Ceroni , Cornejo , Encina , Escalona , Espinoza , Girardi , González (don Rodrigo) , Hales , Jaramillo , Jarpa , Jeame Barrueto , Leal , Letelier (don Juan Pablo) , Letelier (don Felipe) , Lorenzini , Luksic , Mella ( doña María Eugenia) , Meza , Montes, Mora, Mulet , Muñoz (don Pedro) , Muñoz (doña Adriana) , Navarro , Ojeda , Olivares , Ortiz , Palma , Paredes, Pérez (don José) , Pérez (don Aníbal) , Quintana , Riveros , Robles , Rossi , Saa (doña María Antonieta) , Saffirio , Salas , Sánchez , Seguel , Sepúlveda ( doña Alejandra) , Silva , Soto (doña Laura) , Tapia , Tarud , Tohá (doña Carolina) , Tuma , Valenzuela , Venegas , Vidal ( doña Ximena) , Vilches , Villouta y Walker .
Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Alvarado , Álvarez , Barros , Bauer , Bertolino , Cardemil , Correa , Cristi ( doña María Angélica) , Cubillos ( doña Marcela) , Díaz , Dittborn , Egaña , Errázuriz , Forni , Galilea (don Pablo) , Galilea (don José Antonio) , García (don René Manuel) , García-Huidobro , Guzmán (doña Pía), Hernández , Ibáñez (don Gonzalo) , Ibáñez (doña Carmen) , Kast , Kuschel , Leay , Longueira , Masferrer , Melero , Molina , Monckeberg , Norambuena , Paya , Pérez (don Ramón) , Pérez (don Víctor) , Recondo , Salaberry , Ulloa , Uriarte , Urrutia , Vargas y Von Mühlenbrock .
Se abstuvieron los diputados señores:
Bayo , Becker , Delmastro , Hidalgo , Martínez , Pérez ( doña Lily ) y Rojas .
El señor LORENZINI (Presidente).-
Aprobado.
En consecuencia, como no hay indicaciones a estos artículos, se declaran también aprobados en particular.
Despachado el proyecto.
Por haber cumplido con su objeto, se levanta la sesión.
Se levantó la sesión a las 19.11 horas.
JORGE VERDUGO NARANJO ,
Jefe de la Redacción de Sesiones.