Labor Parlamentaria
Diario de sesiones
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Índice
- DOCUMENTO
- PORTADA
- I. ASISTENCIA
- II. APERTURA DE LA SESIÓN
- III. TRAMITACIÓN DE ACTAS
- IV.
CUENTA
- DEBATE
- MOCIÓN INADMISIBLE
- Cesar Augusto Parra Munoz
- MOCIÓN INADMISIBLE
- DEBATE
- V.
ORDEN DEL DÍA
-
NORMAS SOBRE EVASIÓN TRIBUTARIA
- ANTECEDENTE
- INTERVENCIÓN : Carlos Ominami Pascual
- INTERVENCIÓN : Alejandro Foxley Rioseco
- INTERVENCIÓN : Evelyn Matthei Fornet
- INTERVENCIÓN : Edgardo Boeninger Kausel
- INTERVENCIÓN : Roberto Munoz Barra
- INTERVENCIÓN : Sergio Romero Pizarro
- INTERVENCIÓN : Sergio Eduardo De Praga Diez Urzua
- INTERVENCIÓN : Jorge Exequiel Lavandero Illanes
- INTERVENCIÓN : Jorge Pizarro Soto
- INTERVENCIÓN : Jovino Novoa Vasquez
- INTERVENCIÓN : Francisco Prat Alemparte
- INTERVENCIÓN : Jovino Novoa Vasquez
- INTERVENCIÓN : Hosain Sabag Castillo
- INTERVENCIÓN : Rafael Moreno
- INTERVENCIÓN : Cesar Augusto Parra Munoz
- INTERVENCIÓN : Jorge Martinez Busch
- DEBATE
- INTERVENCIÓN : Julio Canessa Robert
- INTERVENCIÓN : Sergio Mariano Ruiz Esquide Jara
- INTERVENCIÓN : Gabriel Valdes Subercaseaux
- INTERVENCIÓN : Carlos Bombal Otaegui
- INTERVENCIÓN : Jorge Martinez Busch
- INTERVENCIÓN : Jorge Pizarro Soto
- INTERVENCIÓN : Rodolfo Stange Oelckers
- INTERVENCIÓN : Enrique Zurita Camps
- DEBATE
-
NORMAS SOBRE EVASIÓN TRIBUTARIA
- VI.
INCIDENTES
- PETICIONES DE OFICIOS
- PETICIÓN DE OFICIO : Carlos Cantero Ojeda
- PETICIÓN DE OFICIO : Carlos Cantero Ojeda
- PETICIÓN DE OFICIO : Carmen Frei Ruiz Tagle
- PETICIÓN DE OFICIO : Antonio Horvath Kiss
- PETICIÓN DE OFICIO : Antonio Horvath Kiss
- PETICIÓN DE OFICIO : Sergio Romero Pizarro
- HOMENAJE A LICEO DE HOMBRES GREGORIO CORDOVEZ, DE LA SERENA, EN SU 180º ANIVERSARIO
- HOMENAJE : Jorge Pizarro Soto
- PETICIONES DE OFICIOS
- CIERRE DE LA SESIÓN
Notas aclaratorias
- Debido a que muchos de estos documentos han sido adquiridos desde un ejemplar en papel, procesados por digitalización y posterior reconocimiento óptico de caracteres (OCR), es que pueden presentar errores tipográficos menores que no dificultan la correcta comprensión de su contenido.
- Para priorizar la vizualización del contenido relevante, y dada su extensión, se ha omitido la sección "Indice" de los documentos.
REPÚBLICA DE CHILE
DIARIO DE SESIONES DEL SENADO
PUBLICACIÓN OFICIAL
LEGISLATURA 343ª, EXTRAORDINARIA
Sesión 34ª, en miércoles 4 de abril de 2001
Ordinaria
(De 16:30 a 20:5)
PRESIDENCIA DEL SEÑOR ANDRÉS ZALDÍVAR, PRESIDENTE
SECRETARIO, EL SEÑOR CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR
____________________
Í N D I C E
Versión Taquigráfica
I. ASISTENCIA
II. APERTURA DE LA SESIÓN
III. TRAMITACIÓN DE ACTAS
IV. CUENTA
V. ORDEN DEL DÍA:
Proyecto de ley, en segundo trámite, que establece normas para combatir la evasión tributaria (2572-05) (se aprueba en general)¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿..
VI. INCIDENTES:
Peticiones de oficios (se anuncia su envío)¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿.
Homenaje a Liceo de Hombres Gregorio Cordovez, de La Serena, en su 180º aniversario (se rinde)¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿..
I. ASISTENCIA
Asistieron los señores:
--Aburto Ochoa, Marcos
--Bitar Chacra, Sergio
--Boeninger Kausel, Edgardo
--Bombal Otaegui, Carlos
--Canessa Robert, Julio
--Cantero Ojeda, Carlos
--Cariola Barroilhet, Marco
--Cordero Rusque, Fernando
--Díez Urzúa, Sergio
--Errázuriz Talavera, Francisco Javier
--Fernández Fernández, Sergio
--Foxley Rioseco, Alejandro
--Frei Ruiz-Tagle, Carmen
--Frei Ruiz-Tagle, Eduardo
--Gazmuri Mujica, Jaime
--Hamilton Depassier, Juan
--Horvath Kiss, Antonio
--Lavandero Illanes, Jorge
--Martínez Busch, Jorge
--Matta Aragay, Manuel Antonio
--Matthei Fornet, Evelyn
--Moreno Rojas, Rafael
--Muñoz Barra, Roberto
--Novoa Vásquez, Jovino
--Ominami Pascual, Carlos
--Parra Muñoz, Augusto
--Pérez Walker, Ignacio
--Pizarro Soto, Jorge
--Prat Alemparte, Francisco
--Ríos Santander, Mario
--Romero Pizarro, Sergio
--Ruiz De Giorgio, José
--Ruiz-Esquide Jara, Mariano
--Sabag Castillo, Hosaín
--Silva Cimma, Enrique
--Stange Oelckers, Rodolfo
--Urenda Zegers, Beltrán
--Valdés Subercaseaux, Gabriel
--Viera-Gallo Quesney, José Antonio
--Zaldívar Larraín, Adolfo
--Zaldívar Larraín, Andrés
--Zurita Camps, Enrique
Concurrieron, además, los señores Ministros de Hacienda ; Secretario General de Gobierno; de Economía , Fomento y Reconstrucción, Minería y Presidente de la Comisión Nacional de Energía y del Trabajo y Previsión Social, la señora Subsecretaria de Hacienda y los señores tesorero General de la República , Director Nacional y Subdirector Normativo del Servicio de Impuestos Internos.
Actuó de Secretario el señor Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el señor Sergio Sepúlveda Gumucio.
II. APERTURA DE LA SESIÓN
--Se abrió la sesión a las 16:30, en presencia de 35 señores Senadores.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesión.
III. TRAMITACIÓN DE ACTAS
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).- Se dan por aprobadas las actas de las sesiones 29ª, ordinaria, en 20 de marzo; 30ª, especial, secreta, y 31ª, ordinaria, ambas en 21 de marzo, todas del año en curso, que no han sido observadas.
IV. CUENTA
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretaría.
El señor SEPÚLVEDA ( Prosecretario ).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas:
Mensaje
De Su Excelencia el Presidente de la República, con el que retira la urgencia que hizo presente respecto del proyecto de ley que deroga la pena de muerte. (Boletín Nº 2.367-07).
--Queda retirada la urgencia y se manda agregar el documento a sus antecedentes.
Oficios
Del señor Ministro de Agricultura , con el que responde un oficio enviado en nombre del Senador señor Cantero, referido a los efectos que ha generado el fenómeno climático denominado "invierno altiplánico".
Del señor Subsecretario de Pesca, con el que contesta un oficio enviado en nombre del Senador señor Horvath, relativo a los productos transgénicos.
--Quedan a disposición de los señores Senadores.
Comunicaciones
De la Cámara de Diputados, con la que informa de la elección de los Diputados señores Luis Pareto González, Felipe Valenzuela Herrera y Rodolfo Seguel Molina, respectivamente, como Presidente , Primer Vicepresidente y Segundo Vicepresidente de esa Corporación.
--Se toma conocimiento.
De la Comisión de Economía, recaída en el encargo de la Sala del Senado de estudiar el tema del desarrollo equilibrado del país.
--Se toma conocimiento y queda a disposición de los señores Senadores.
De la Comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales, con la que informa que, en sesión celebrada el día de hoy, eligió como su Presidente al Senador señor Stange, en reemplazo del Honorable señor Horvath.
--Se toma conocimiento.
Informes
De la Comisión de Relaciones Exteriores, recaído en el proyecto de acuerdo, en segundo trámite constitucional, que aprueba el Convenio sobre Seguridad Social entre la República de Chile y los Estados Unidos de América, suscrito en Santiago el 16 de febrero de 2000. (Boletín Nº 2.524-10).
De la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, recaído en el proyecto de ley, en tercer trámite constitucional, que deroga la pena de muerte. (Boletín Nº 2.367-07).
De la Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura, recaído en el oficio mediante el cual Su Excelencia el Presidente de la República solicita el acuerdo del Senado para designar Consejeros del Consejo Nacional de Pesca a los señores Carlos Alfonso Moreno Meir, Andrés Ignacio Couve Rioseco, Claudio de los Sagrados Corazones Arteaga Reyes, Pablo José Serra Banfi, Domingo Víctor Jiménez Olmo, Andrés Nicolás Galanakis Tapia y Pablo Ihnen de la Fuente. (Boletín Nº S 543-05).
--Quedan para tabla.
Declaración de inadmisibilidad
Moción del Senador señor Parra, con la que inicia un proyecto de ley sobre Tribunales Tributarios.
--Se declara inadmisible, por contener materias de iniciativa exclusiva de Su Excelencia el Presidente de la República , en conformidad a lo dispuesto en el inciso tercero y en el Nº 2º del inciso cuarto del artículo 62 de la Constitución Política.
Solicitud
Del señor Jorge Milton Mauricio Castro de la Barra, con la que pide la rehabilitación de su ciudadanía. (Boletín Nº S 544-04).
--Pasa a la Comisión de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadanía.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).- Terminada la Cuenta.
El señor NOVOA.- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).- Para referirse a la Cuenta, tiene la palabra Su Señoría.
El señor NOVOA .-
Señor Presidente , sólo deseo informar que la Comisión de Economía, cumpliendo un encargo de la Sala, realizó cuatro jornadas con el objeto de estudiar el tema del desarrollo equilibrado del país. Para tal efecto, se pidió la colaboración de universidades y de expertos, incluso del PNUD.
En este momento se encuentran a disposición de Sus Señorías cuatro carpetas que contienen todas las exposiciones y los documentos entregados.
Sin embargo, debo puntualizar que, desgraciadamente, ningún señor Senador asistió a las sesiones celebradas, donde debimos atender en forma personal a los invitados.
Estimo que si la Comisión de Economía recibió el encargo de estudiar la materia en comento por resolución de la Sala, habría sido positivo contar con mayor presencia de Senadores.
Reitero que todos los antecedentes recopilados y el contenido de las discusiones habidas en las diversas jornadas están a disposición de Sus Señorías.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).- Gracias, señor Senador.
La Secretaría distribuirá los documentos pertinentes una vez que la Comisión de Economía los haga llegar a la Presidencia .
En todo caso, cabe destacar la relevancia del trabajo realizado por aquel organismo.
______________
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).- El señor Ministro de Hacienda me pidió solicitar el asentimiento de la Sala para que ingresen la Subsecretaria de esa Cartera, doña María Eugenia Wagner; el Director Nacional de Impuestos Internos , señor Javier Etcheberry, y el Subdirector Normativo de este Servicio, don René García, a fin de que lo acompañen durante la discusión del proyecto que establece normas legales para combatir la evasión tributaria.
--Se autoriza.
V. ORDEN DEL DÍA
NORMAS SOBRE EVASIÓN TRIBUTARIA
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Corresponde tratar el proyecto, en segundo trámite constitucional, que establece normas legales para combatir la evasión tributaria, con informe de la Comisión de Hacienda y urgencia calificada de "suma".
--Los antecedentes sobre el proyecto (2572-05) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 25ª, en 23 de marzo de 2001.
Informe de Comisión:
Hacienda, sesión 32ª, en 3 de abril de 2001.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Ante todo, informo a la Sala que los miembros de la Comisión de Hacienda concurrirán a Santiago para reunirse con los representantes del Gobierno de Estados Unidos a fin de analizar materias relativas al Tratado de Libre Comercio . Por tal motivo, solicitaron abrir la posibilidad de recibir los votos antes de que concluya la discusión del proyecto.
En consecuencia, a los efectos de calzar las horas y procurar que Sus Señorías viajen a la Capital con seguridad, propongo abrir la votación a las 17:30, de manera que a contar de ese momento los señores Senadores que tengan problemas -ojalá sean los menos- puedan dejar su pronunciamiento en Secretaría, aquí, en la testera.
Si le parece a la Sala, así se procederá.
--Así se acuerda.
El señor GAZMURI.-
¿Me permite hacer una consulta, señor Presidente?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor GAZMURI.-
¿Hoy sólo vamos a votar en general el proyecto?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Así es, señor Senador . Y luego, de ser aprobada la idea de legislar, deberemos fijar plazo para formular indicaciones.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
Según manifestó el señor Presidente , la iniciativa fue informada por la Comisión de Hacienda, que señala como objetivo general de aquélla la reducción de la evasión y de la elusión tributarias mediante la modificación de diversos cuerpos legales, entre ellos el Código Tributario, las leyes sobre Impuesto a la Renta y al Valor Agregado , la Ordenanza de Aduanas y las Leyes Orgánicas de los Servicios de Impuestos Internos, de Aduanas y de Tesorerías.
El informe deja testimonio de los antecedentes del proyecto, de las opiniones vertidas por diversas entidades durante las audiencias efectuadas por la Comisión y de las discusiones general y particular habidas en su seno. Consigna además que la iniciativa fue aprobada en general por tres votos a favor (de los Honorables señores Boeninger, Foxley y Ominami) y dos abstenciones (de la Senadora señora Matthei y del Honorable señor Prat).
En lo concerniente a la aprobación en particular, la Comisión deja constancia de que no hubo unanimidad respecto de las modificaciones introducidas al texto de la Cámara de Diputados en los artículos 1º -en sus letras a), Nº 1; e); m), Nº 3; u), Nº 2- y 10 (letras a), c), d) y f), números 1 y 2).
En consecuencia, la Comisión de Hacienda propone a la Sala aprobar la iniciativa despachada por la Cámara de Diputados con las modificaciones que consigna en su informe.
Finalmente, cabe destacar que respecto de la letra n) del artículo 2º, que faculta al Servicio de Impuestos Internos para solicitar al Banco Central información acerca de los intereses pagados por esta entidad, la Comisión analizó la posibilidad de considerarla como norma de ley orgánica constitucional, resolviendo en definitiva, por 4 votos a favor y una abstención, que es de quórum simple. Votaron por la afirmativa los Honorables señores Bitar, Boeninger, Foxley y Prat, y se abstuvo la Honorable señora Matthei.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
En discusión general el proyecto.
Tiene la palabra el Senador señor Ominami.
El señor OMINAMI.-
Señor Presidente , informaré acerca de las deliberaciones habidas en la Comisión de Hacienda con relación al proyecto que hoy se somete a la consideración del Senado.
Como su nombre lo indica, se trata de reducir la evasión y la elusión tributarias mediante la enmienda de diversas legislaciones, entre ellas el Código Tributario, las leyes sobre Impuesto a la Renta y al Valor Agregado y la Ordenanza de Aduanas.
Es muy importante dejar consignado que, con la presentación de esta iniciativa, el Ejecutivo busca crear las condiciones para cumplir sus compromisos en orden a financiar mayores requerimientos de gastos en nuevos programas sociales y de desarrollo sin aumentar los impuestos. Eso fue lo que planteó don Ricardo Lagos durante su campaña presidencial y ésa es la razón por la cual se ha puesto tanto hincapié en que, definitivamente, ésta es una suerte de columna vertebral financiera del Programa de Gobierno.
Parte muy importante de lo que se pueda lograr en aumento de la cobertura preescolar, erradicación de campamentos, mejoramiento de la salud primaria, extensión de los programas de seguridad ciudadana, depende de lo que seamos capaces de realizar en nuestro país en materia de reducción de la evasión tributaria.
Se trata de un proyecto complejo, que tiene muchas normas. Pero si uno hubiera de sintetizar sus contenidos, debería decir que se orienta en torno a tres grandes líneas de acción.
La primera procura fortalecer la capacidad de fiscalización y cobranza de los impuestos por parte de los distintos organismos que integran la administración tributaria del Estado.
La segunda persigue introducir en la legislación modificaciones destinadas a cerrar las fuentes de evasión y de elusión.
Y la tercera línea de acción actúa por la vía de la modernización y del fomento de una mayor eficiencia en los organismos de la administración tributaria. Fundamentalmente, aquí se trata del Servicio de Impuestos Internos, de la Tesorería General de la República y del Servicio Nacional de Aduanas.
Antes de entrar a una rápida relación de los principales alcances del proyecto, me parece relevante señalar que en Chile la evasión de impuestos alcanza a cerca de 24 por ciento, lo que equivale a unos 4 mil millones de dólares.
Si bien podría considerarse relativamente baja esa tasa en el contexto latinoamericano, hay que compararla con la de los países que cuentan con administraciones tributarias más eficientes. Y, en ese sentido, es necesario decir claramente que la comparación no favorece a Chile. Con 24 por ciento de evasión fiscal, estamos muy por arriba de los niveles predominantes en las naciones más desarrolladas. En éstas los índices de evasión no sobrepasan el 10 por ciento.
Por tanto, como país, tenemos todavía un trecho muy largo que recorrer en la lucha contra la evasión tributaria.
Asimismo, es del caso señalar que hay aquí un imperativo ético: la evasión de impuestos representa una situación de gran injusticia para quienes cumplen -en verdad, la mayoría de los chilenos- sus obligaciones tributarias respecto de aquellos que no lo hacen. En sentido estricto, existe una situación de competencia desleal que favorece al evasor frente al ciudadano que cumple rigurosamente sus compromisos en aquel ámbito.
Acá no se trata, bajo ningún concepto, de dificultar la vida al trabajador o al empresario que acomete bien su función. Por el contrario, la idea es simplemente que compitan en igualdad de condiciones con las personas que desarrollan una actividad semejante. Lo que no resulta aceptable es que en una actividad similar existan empresarios que acatan fiel y rigurosamente la ley y otros que, por la vía de la evasión o de la elusión, no actúan de igual manera.
Esta iniciativa se propone como objetivo fundamental reducir la actual tasa de evasión, estimada en 24 por ciento, para llevarla a 20 por ciento hacia el año 2005, lo que significaría mejorar la recaudación fiscal en unos 800 millones de dólares anuales al final del sexenio. Dicho de otra manera, con la aprobación de la ley en proyecto y una vez que ella entre a regir, hacia el año 2005 el Estado de Chile debiera estar en condiciones de recaudar del orden de 800 millones de dólares adicionales.
Ésa es una parte muy importante de los recursos necesarios para financiar nuevos programas sociales en nuestro país.
Como bien señala el mensaje, se procura que la mayor acción fiscalizadora esté dirigida en contra de los grandes evasores, de los delincuentes tributarios -los hay en nuestro país- y de quienes pretenden, mediante distintos subterfugios, mantenerse al margen de la fiscalización.
Es muy relevante dejar establecido con claridad que aquí no se trata de hacer más difícil la vida al ciudadano honesto, a quien cumple escrupulosamente sus obligaciones legales.
La Comisión de Hacienda, antes de la aprobación en general -la iniciativa fue discutida en general y particular-, escuchó las opiniones de distintas organizaciones empresariales, de colegios profesionales (particularmente, del Colegio de Contadores de Chile) y de asociaciones de funcionarios (del Servicio Nacional de Aduanas, de la Tesorería General de la República, del Servicio de Impuestos Internos). También conoció las exposiciones y explicaciones del señor Ministro de Hacienda y de los jefes de los servicios de la administración tributaria del país.
La discusión particular se llevó a cabo dividiendo este proyecto (complejo, difícil) en seis grandes temas.
Indicaré los grandes títulos, señalando las normas más relevantes contenidas en cada uno de ellos.
Un primer gran tema tiene que ver con el fortalecimiento de las facultades de la administración tributaria. Dentro de este concepto, cabe destacar las disposiciones que facultan al Servicio de Impuestos Internos para solicitar información bancaria de créditos y garantías.
Al respecto, y sin perjuicio del debate posterior, se dota al mencionado Servicio de facultades propias de las administraciones tributarias de países más desarrollados. Incluso, el texto todavía queda corto respecto de lo establecido en otras naciones. Sin ir más lejos, cito el caso de la administración tributaria norteamericana.
Se consagran sanciones relacionadas con la falsificación de documentos tributarios.
Se deroga la ley Nº 18.320, de 1984, conocida como "Ley Tapón", con lo cual se busca uniformar los plazos de prescripción en tres años, abrogando una excepción que no se justifica en lo que respecta al impuesto al valor agregado.
Se delimitan las facultades de los Servicios de Impuestos Internos y de Tesorerías, procurando evitar la duplicación de funciones y mejorar las condiciones de coordinación entre ambos organismos.
Y, por último -punto destacado también-, se agrega un nuevo concepto del delito de fraude y se establecen precisiones en cuanto al delito de contrabando.
El segundo gran capítulo del proyecto se refiere a la focalización de contribuyentes que declaran bajo el régimen de renta presunta.
Dentro de las principales normas contenidas en la iniciativa están las que, para el cálculo de los parámetros de renta presunta, consideran como partes relacionadas a las sociedades anónimas abiertas.
En seguida, se reduce de 6 mil a 2 mil unidades tributarias anuales el límite de ventas para acceder al sistema de renta presunta en la minería.
Y, finalmente, se fija como requisito para el acceso a renta presunta en el transporte de pasajeros que el avalúo fiscal de los vehículos sea inferior a 12 mil unidades tributarias mensuales.
Un tercer capítulo tiene que ver con el control de la evasión y la elusión por parte de grandes contribuyentes. Aquí hay un conjunto de normas entre las cuales me parece importante citar, primero, la extensión del tratamiento de retiros tributables a la reinversión en acciones de sociedades anónimas cerradas cuando éstas se enajenan; en segundo lugar, presumir habitualidad en el caso de subdivisión de terrenos rurales; en tercer término, limitar el aprovechamiento de las pérdidas en una reorganización empresarial. Ésta es una norma importante, porque en nuestro país se ha establecido una suerte de mercado de venta de empresas con pérdidas tributarias solamente para los efectos de utilizarlas como mecanismo para descontar impuestos. Eso no es correcto. Y lo que se pretende, en virtud del proyecto en análisis, es eliminar ese resquicio legal que constituye una importante fuente de elusión tributaria.
Asimismo, se establece que, para los efectos de la aplicación de los impuestos Global Complementario y Adicional, se debe utilizar el método de depreciación normal y no el mecanismo de la depreciación acelerada, que es otra considerable fuente de elusión tributaria.
Además, se estatuye la aplicación del IVA a la venta de bienes muebles del activo fijo de empresas, cualquiera que sea el plazo transcurrido entre la enajenación y la compra, y a la venta de bienes inmuebles efectuada antes de doce meses, contados desde su adquisición o construcción. Éste también es un mecanismo habitual de elusión tributaria. Es el caso de los vehículos de las empresas que se utilizan de manera personal, pero que son imputados al activo de las mismas. El activo no paga IVA, y al vender posteriormente los vehículos, no enteran dicho impuesto, lo cual es lesivo para los intereses fiscales de modo permanente. Lo que se pretende es terminar con esta fuente de evasión y elusión fiscal.
A su vez, se adoptan medidas importantes para evitar la subvaloración de mercaderías importadas. Esta disposición tiene consecuencias relevantes desde el punto de vista tributario y de impedir la competencia desleal. Se trata concretamente de evitar que ingrese al país calzado de 200 ó 300 pesos, precios absolutamente imposibles de igualar por los competidores nacionales.
Un cuarto capítulo es el que genéricamente apunta a normas relativas a la corrección de situaciones de excepción tributaria. Al respecto, quiero destacar que se exime del impuesto a la Renta a las ganancias de capital obtenidas por inversionistas institucionales no residentes, como una manera de incentivar el desarrollo del mercado de capitales en el país; se deroga el crédito por contribuciones de bienes raíces; se establece el sano principio de que el pago de contribuciones corresponde simplemente al que realizan las empresas por un servicio que reciben de parte de los municipios y, por lo tanto, no puede considerarse como crédito respecto del impuesto de Primera Categoría ; se exime del impuesto Adicional a las primas de seguros que cubren riesgos de bonos emitidos para financiar proyectos de concesión de obras públicas; se establece que el comprador debe pagar al vendedor, a lo menos, el equivalente al IVA para tener derecho a crédito fiscal por la operación, y se reduce de 50 a 30 por ciento el impuesto Adicional a las ventas de bienes suntuarios.
Un quinto capítulo se refiere a las normas que facilitan los procedimientos tributarios. A este respecto, cabe destacar el hecho de facultar al Director del Servicio de Impuestos Internos para autorizar el pago de tributos por medios tecnológicos, como también para ampliar el plazo de presentación de declaraciones que se efectúen bajo dicha modalidad y no impliquen pago de impuestos. Además, se dicta una norma que establece la reajustabilidad de las devoluciones de sumas que se asimilen a impuestos; se faculta a la Tesorería para devolver, de oficio, las contribuciones de bienes raíces pagadas doblemente; se faculta al Servicio de Impuestos Internos para no aplicar determinadas multas en caso de que no impliquen perjuicios al interés fiscal; se amplía de uno a tres años el plazo para solicitar la devolución de pagos en exceso; se faculta al Tesorero General de la República para excluir del procedimiento ejecutivo de cobro a las deudas que no excedan de un 50 por ciento de una unidad tributaria mensual, y se unifica el procedimiento para aplicar exención del impuesto adicional a empresas aéreas y navieras.
Por último, hay un capítulo relativo a mayores recursos humanos para la administración tributaria. Al efecto, se aumenta la dotación del Servicio de Impuestos Internos en 539 funcionarios, y se autoriza al Presidente de la República para fijar, dentro del plazo de un año, una nueva planta del Servicio de Tesorería General de la República. A su vez, se especifican las circunstancias atenuantes respecto de los delitos de contrabando y fraude.
El proyecto que conoció la Comisión de Hacienda contiene, respecto de la iniciativa original del Ejecutivo, algunos cambios introducidos por la Honorable Cámara de Diputados. Entre éstos pueden destacarse los siguientes: se incorpora la facultad del Director de Impuestos Internos para eximir del trámite de iniciación de actividades a los no domiciliados ni residentes en el país que solamente obtengan rentas de capitales mobiliarios; se exceptúan las operaciones con tarjetas de crédito destinadas al uso de una persona natural no contribuyente de impuesto de Primera Categoría , de la obligación de las instituciones financieras de proporcionar los antecedentes relativos a las operaciones de crédito de dinero que hayan celebrado y de las garantías constituidas; se suprime la exigencia del embargo para que la celebración de un convenio de pago implicara la inmediata suspensión de los procedimientos de apremio. Hay otras modificaciones de alcance menor introducidas al proyecto original del Ejecutivo , que no abordaré por la premura del tiempo, y me limitaré a las que acabo de mencionar.
Para terminar esta presentación, deseo manifestar que, junto con enviar esta iniciativa a trámite al Congreso Nacional, el Presidente de la República constituyó una comisión especial, en la que participan representantes del Honorable Senado, la cual, en el plazo de 180 días, propondrá un proyecto de ley destinado a crear tribunales económicos o tributarios independientes. Porque una de las objeciones importantes que se le han formulado a la iniciativa en análisis se refiere a la inexistencia de una instancia de apelación distinta del Servicio de Impuestos Internos, que sea expedita y eficiente en su funcionamiento, y evite que dicha repartición actúe como juez y parte en todas las causas que se entablan. Esperamos que esta aspiración del Presidente de la República se concrete a la brevedad.
Concluyo señalando que en el proyecto en estudio hay involucrado un compromiso fundamental del Primer Mandatario. Este fue un tema de amplio consenso durante la pasada campaña presidencial. Todos los candidatos hicieron presente que parte considerable de sus compromisos de campaña podían financiarse con mayores esfuerzos en la lucha contra la evasión. El entonces candidato y actual Jefe del Estado , señor Ricardo Lagos , expresó que mediante esta iniciativa era posible generar del orden de 800 millones de dólares adicionales. Por su parte, don Joaquín Lavín fue más lejos, al plantear que era factible allegar cerca de mil millones de dólares adicionales combatiendo más eficientemente la evasión.
En consecuencia, se trata de un proyecto que generó amplio consenso durante la pasada campaña presidencial, y considero del caso destacar tal situación para los efectos de que el Senado lo apruebe lo más rápido posible.
Gracias, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Ha solicitado el uso de la palabra el señor Ministro de Hacienda , quien tiene preferencia.
El señor EYZAGUIRRE ( Ministro de Hacienda ).-
Señor Presidente , el completo relato del Senador señor Ominami me ahorra entrar al detalle del proyecto. Espero ser breve y trataré de destacar los puntos centrales para el Ejecutivo en esta discusión.
En primer lugar, y tal como señaló el señor Senador, existe amplio consenso en el país en cuanto a que hay necesidades sociales impostergables y apremiantes, de las que no podrá dar cuenta por sí solo el crecimiento económico. Una cuantificación del nivel de recursos que requiere la atención de tales carencias indica que los fondos fiscales que provee el crecimiento económico son insuficientes para los efectos de poder cubrirlas. Por lo tanto, si queremos ser serios en materia de satisfacer las necesidades que nos hemos comprometido a enfrentar, debemos plantearnos cómo aumentar los ingresos fiscales en una cuantía superior a lo que rinde el crecimiento.
Considero que también existe amplio consenso en el país en cuanto a que la forma más apropiada de allegar nuevos recursos es mediante un ataque frontal a la evasión evasión tributaria, lo cual además introduce una mejoría en el funcionamiento del sistema económico propiamente tal.
La cuantificación de los recursos adicionales que necesitamos para enfrentar nuevos gastos es del orden de 2 mil 500 millones de dólares. Es importante, señores Senadores, tener claro que sólo un 40 por ciento del monto antes señalado será financiado con el proyecto. Una cantidad equivalente a los recursos que nos brindará la iniciativa provendrá de una mejoría en la focalización de los gastos fiscales. Así es que, en un plazo de seis años, nos hemos comprometido a mejorar la administración fiscal con el objeto de recortar del orden de mil millones de dólares anuales de gastos superfluos. En efecto, el Ejecutivo tiene un compromiso tangible con una gestión fiscal eficiente. Por eso, durante la tramitación de la Ley de Presupuestos se firmó un Protocolo de Acuerdo con el Congreso donde se establecen pasos precisos para evaluar la eficiencia de los programas públicos.
Este proyecto concentra la lucha contra la evasión en los evasores que actúan sistemáticamente, en los delincuentes tributarios que realizan fraude a través del uso de facturas falsas y en quienes pretenden mantenerse al margen de la fiscalización de los organismos de administración tributaria.
Podríamos preguntarnos; ¿no estaremos yendo demasiado lejos? ¿No estaremos siendo excesivamente ambiciosos? La verdad es que no. Si bien nuestra tasa de evasión se compara favorablemente con la de países de la región, resulta muy desfavorable respecto de naciones más avanzadas. Pero la dotación de fiscalizadores por habitantes, así como las facultades de fiscalización de los servicios fiscalizadores, se comparan muy desfavorablemente con los mejores estándares internacionales que hoy pueden encontrarse en el mundo.
En forma adicional, la evasión de impuestos valida una situación de inaceptable inequidad entre quienes cumplen con sus obligaciones tributarias y quienes no lo hacen. Corregir tal inequidad es un requisito indispensable para el funcionamiento de una economía moderna. Ahí están, entre otros, los temas de competencia desleal; de respeto por cumplimiento de la ley y los contratos; de valoración del resto del mundo sobre el país y su economía, y de incentivos correspondientes para realizar inversiones y profundizar el comercio.
El destino de los recursos, señores Senadores, ha sido perfectamente conocido. Sólo quiero recordar que los 2 mil 500 millones de dólares nos permitirán, para destacar los elementos principales, aumentar en 120 mil los cupos actuales en la educación preescolar, así como también ampliar significativamente los programas de financiamiento para la educación superior, aumentando de esa forma la cobertura de alumnos provenientes de familias de escasos recursos que acceden a estos beneficios.
En salud, se necesita urgentemente mejorar la atención primaria, logrando proveer atenciones no urgentes en menos de 48 horas y reforzar la alimentación y atención de los adultos mayores.
Semejantes necesidades surgen cuando revisamos temas como la seguridad ciudadana, la vivienda y también la urgente necesidad de erradicar campamentos.
Queremos dejar constancia de que el uso de estos recursos -los 2 mil 500 millones de dólares- tienen una concentración preferentemente regional, con lo que también estamos avanzando en la descentralización del país.
Señor Presidente , durante toda la elaboración y tramitación del proyecto nos ha animado un espíritu de flexibilidad y consenso. Así, en la Cámara de Diputados y en la Comisión de Hacienda del Senado la iniciativa del Ejecutivo aceptó valiosas contribuciones que la mejoran y perfeccionan.
Por la premura del tiempo, voy a ser extremadamente breve. Pero, entre los perfeccionamientos más importantes introducidos al proyecto, podrían mencionarse la supresión de la norma sobre embargo de bienes suficientes del deudor o la constitución de garantías para ordenar la suspensión total o parcial del cobro de impuestos; la eliminación del precepto mediante el cual se rechazaba como gasto de Primera Categoría el exceso de intereses, de acuerdo con la relación deuda/capital de uno a tres veces; se aceptó, en la venta de empresas con pérdidas, que el cambio de giro que hacía perder la recuperación de las pérdidas pudiera hacerse siempre que se mantenga el giro principal; la Tesorería podrá seguir celebrando convenios de pago para el caso de impuestos de retención y recargo, contrariamente a la idea original del plan del Ejecutivo ; respecto de un tema que ha sido bastante debatido, como el límite del avalúo en el caso de vehículos destinados al transporte de pasajeros (fijado en 12 mil UTM), se determinó una vigencia progresiva considerando el primer año un avalúo de 24 mil UTM y en el segundo, de 18 mil UTM; se eliminó el plazo de los contribuyentes para devolver el IVA recibido por créditos imputables a bienes del activo fijo, y la nueva norma imputa los pagos normales de IVA que hace el contribuyente según su flujo de ventas; y en el caso de Aduanas -también una materia bastante cuestionada-, se racionalizaron y flexibilizaron en general las sanciones propuestas en materias aduaneras y se precisaron las normas para hacer más expedito y operativo los trámites previos a la acción jurisdiccional.
Señor Presidente , tal como señalé, un 80 por ciento de los recursos que esperamos recaudar provienen de los mayores medios que la ley en proyecto nos brinda para efectos del control de la evasión. Así, en lo sustancial, se trata de una iniciativa contra la evasión de impuestos.
Conscientes de que el fortalecimiento de las capacidades y facultades fiscalizadoras de un organismo público entraña siempre algún riesgo de arbitrariedad administrativa, el señor Presidente de la República ha nombrado una comisión de alto nivel, presidida por el señor Ministro de Justicia , que deberá evacuar, en un plazo fatal de seis meses a contar de la aprobación de esta normativa, un nuevo proyecto sobre tribunales económicos especializados, particularmente en materias tributarias. Dichos tribunales proveerán una base efectiva y expedita para que los particulares afectados puedan defenderse de actos administrativos que consideren arbitrarios o injustos. Convengamos en que la aplicación sólo gradual en el tiempo de las facultades y recursos otorgados por este proyecto contra la evasión permite encadenar coherentemente en el tiempo ambas iniciativas legales; o sea, aquí existe un balance entre facultades que establece la normativa que combate la evasión de impuestos y la defensa de los particulares mediante una nueva legislación sobre tribunales tributarios.
El proyecto contempla también disposiciones que proveen el restante 20 por ciento de los recursos que se espera recaudar. Tales normas guardan relación con precisiones legales que inhiben el uso de facilidades tributarias contempladas en la ley en una extensión o intensidad que sobrepasa el espíritu con que entendemos que ella fue concebida. Esto es lo que denominamos elusión, acción que -lo destaco y clarifico-, si bien es enteramente legal, importa una pérdida de recursos fiscales en usos que, de acuerdo con nuestra visión, se apartan de los que se pretendió estimular. La precisión de normas tributarias a fin de evitar la elusión es una dinámica característica de todas las administraciones tributarias del mundo, pues la creatividad de los particulares o de los contribuyentes obliga el continuo refinamiento de las normas.
Con todo, la determinación precisa de qué es lo que exactamente la ley pretende estimular mediante facilidades tributarias importa -digámoslo con claridad- algún grado de arbitrariedad. Así, es apropiado establecer con transparencia que en algunos casos nos ha guiado también el deseo de eliminar algunas facilidades tributarias (o descansos tributarios), con la consiguiente ampliación de la base del impuesto, por estimar que dichas facilidades no establecían los incentivos apropiados en términos de inversión y asignación de recursos. Por lo mismo, en nuestra visión, dichas facilidades importaban el uso de recursos públicos escasos en fines ineficientes. Ese es el caso, por ejemplo, de la extensión de impuestos al retiro de utilidades con cargo a depreciación acelerada por parte de las sociedades de personas.
Para concluir, señor Presidente , creo necesario insistir en que sólo nos anima en este proyecto el deseo de allegar recursos fiscales para la satisfacción de necesidades sociales impostergables, procurando al mismo tiempo mejorar las bases microeconómicas del funcionamiento de la economía, propendiendo a eliminar la competencia desleal y el debilitamiento consiguiente de la base institucional que las prácticas de evasión implican.
En materia de elusión, en tanto, venimos en proponer modificaciones que entendemos permiten una mejor asignación de los recursos económicos escasos. Sabemos, no obstante, que sobre esto no se ha escrito la última palabra, y, por lo mismo, que las distintas propuestas sobre el particular son, como siempre, materias opinables.
En consecuencia, solicitamos a las señoras y señores Senadores concurrir a la aprobación de la idea de legislar en un proyecto que no nos puede dividir. Mientras tanto declaramos nuestra clara apertura para recibir sugerencias que puedan mejorar su articulado particular en beneficio del país todo.
Gracias, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Foxley.
El señor FOXLEY.-
Señor Presidente, las dos intervenciones anteriores han cubierto en gran medida el contenido del proyecto y ciertos puntos que deseaba tratar. Sin embargo, quiero hacer presente dos o tres cosas.
En primer lugar, me parece que pocas veces ha suscitado mayor consenso previo a una elección presidencial un tema como el de la reducción de la evasión tributaria. Se ha dicho aquí que los dos candidatos presidenciales centraron las propuestas para financiar sus programas de Gobierno en la disminución sustancial de la evasión de impuestos. Por eso, resulta fundamental lo que hoy ocurra respecto de la aprobación general del proyecto. A mi juicio, la señal que se debe dar es acogerlo, ojalá con un margen relativamente amplio, sin perjuicio de que en la discusión particular se vaya al detalle -como sucede habitualmente, por lo demás- de los temas que a algunos pueden parecerles cuestionables.
El punto dice relación, en cierta medida, al "fair play" observado antes con las Administraciones Aylwin y Frei Ruiz-Tagle , en el sentido de que una vez elegido un Presidente y muy al comienzo de su mandato el Congreso debe darle la oportunidad de poner en práctica las ideas que ofreció en su campaña y de llevar adelante su plan de Gobierno, para que después sea juzgado, obviamente, si algunos así lo desean, con toda la severidad del caso.
Pero lo que estimaría delicado, grave, como precedente, iniciándose recién el Gobierno -y enfrentándose, además, la obligación de financiar programas de continuidad tan importantes como la reforma educacional, la reforma de la justicia, etcétera, aparte la necesidad, naturalmente, de responder a cuestiones nuevas, a dificultades sociales y de otro tipo-, es el hecho de que negarle la posibilidad señalada sería causar realmente un daño, también, al país, para decirlo con franqueza.
Como ha expresado el señor Ministro , el proyecto, en 80 por ciento, ataca a la evasión, y, por lo tanto, busca establecer el principio de igualdad ante la ley. Y en lo referente a la elusión, la iniciativa se concentra en situaciones que son normales. Los contadores son hábiles para encontrar vericuetos a fin de indicar a sus empleadores cómo no pagar impuestos, pero es obligación, asimismo, de la autoridad...
El señor HAMILTON .-
¡Y también actúan los abogados...!
El señor FOXLEY .-
... de Hacienda, a la que le toca recaudar los tributos, intentar corregir la situación a medida que tales sistemas se van elaborando. Por lo tanto, me ha costado mucho entender en el debate previo por qué hay gente que plantea: "Ataque contra la evasión, sí, pero contra la elusión no.".
Al respecto, el Senador señor Ominami dio un ejemplo: el de las importaciones de calzado, de ropa, a precios ridículos, para pagar menos impuestos y provocar una situación de competencia imposible a la industria nacional. Igualmente,...
El señor PRAT .-
Eso es evasión, Honorable colega.
El señor FOXLEY.-
...las grandes empresas mineras traen capitales disfrazados como intereses, para pagar posteriormente un impuesto de 4 por ciento, en vez de 35 por ciento, etcétera.
Se ha dicho que el texto implica un aumento de tributos. Ello no es efectivo. Lo único que hace sobre el particular es tornar permanente, con relación al impuesto de primera categoría, la supresión del crédito por contribución territorial, que no se ha aplicado por un período ya de tres años en virtud de una legislación anterior. Pero los otros elementos contemplados apuntan estrictamente a reducir la evasión y la elusión.
Me referiré a dos puntos adicionales sobre las facultades de los servicios fiscalizadores. Pienso que en la discusión se ha logrado que lo que parecía "apretar" mucho respecto de ellas se equilibre con el compromiso del Gobierno de crear tribunales tributarios, que permitan a las personas que se sientan afectadas por los servicios aludidos recurrir en forma expedita a un sistema judicial adecuado.
Y entiendo que quienes han intervenido por parte del Gobierno en el debate advierten que el apoyo que damos al proyecto es en el sentido de fiscalizar mejor, con más eficiencia, pero no de perseguir al contribuyente.
En todo caso, el tema de las atribuciones se podrá discutir en detalle en la etapa legislativa siguiente.
Sobre lo mismo, quisiera insistir en que la idea de proporcionar más recursos a los organismos a que hago referencia no es solamente para fiscalizar más, sino también para dar un mejor servicio. Y creo que en ello Impuestos Internos lleva la delantera respecto de los otros. La economía chilena necesita insertarse mucho mejor en las redes globales de producción y distribución.
A modo de anécdota, puedo contar que tuve la mala idea de encargar vía internet un libro de texto que vale 10 mil pesos y que recibí una citación de Aduanas y de Correos para presentarme en una dirección de la avenida Príncipe de Gales sólo en horario matinal. Debo ir personalmente, con carné de identidad y rol único tributario en la mano, y por cada día que demore me cobrarán una multa de 260 pesos.
El señor PRAT.-
¡Y eso es sin que el proyecto haya sido despachado...!
El señor FOXLEY.-
Doy a conocer lo anterior, señor Presidente, consciente de que algunas personas, como los señores Senadores de las bancadas opositoras, pueden aprovechar ese relato para volcarse en contra de diversos aspectos de la iniciativa.
Lo que deseo afirmar aquí es que resulta muy importante que en la aprobación que daremos sin ninguna vacilación al articulado en estudio se entienda asimismo un mensaje: que los recursos que se otorgarán no son solamente para fiscalizar mejor, sino también -reitero- para proporcionar un mejor servicio, para introducir las nuevas tecnologías, para lograr insertar mejor a la economía chilena en el mundo, y no aislarla.
Termino diciendo lo siguiente. Los dos últimos años no han sido fáciles: se ha registrado una situación complicada en el plano económico interno, el proceso de reactivación no ha sido todo lo rápido que se deseaba, el entorno internacional se ha estado deteriorando. Y, en ese contexto, deseo hacer presente, con mucha claridad -así lo siento y así lo he visto, junto con muchos otros colegas-, que el equipo del Ministerio de Hacienda ha estado realizando un trabajo extremadamente difícil. Lo ha llevado a cabo con mucho profesionalismo. Y creo que el país debe entender que esa tarea, en las circunstancias actuales y para el futuro, requiere la aprobación del proyecto en análisis, absolutamente central dentro de lo que puede ser el manejo de las finanzas públicas en los próximos años. A mi juicio, ello se debe hacer por un sentido de responsabilidad respecto de Chile, y porque pienso, además, que lo más rentable para cualquier Oposición que aspire legítimamente a concretar la alternancia en el Poder es intentar asociarse con el éxito del país, y no en hacerse cómplice de un eventual fracaso.
Repito que la iniciativa es absolutamente central para Chile, para su éxito como país en los próximos años, y espero que hoy pueda ser acogida con una votación amplia, con un respaldo en general, sin perjuicio de la discusión particular posterior.
Muchas gracias.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Pido la autorización de la Sala para que asista a la sesión el señor Gianni Lambertini Maldonado, Tesorero General de la República , conforme a lo solicitado por el señor Ministro .
¿Hay acuerdo?
Acordado.
Tiene la palabra la Senadora señora Matthei.
La señora MATTHEI.-
Señor Presidente , el Gobierno ha presentado un proyecto que, con gran despliegue comunicacional, ha llamado "contra la evasión y la elusión tributarias", habiendo sostenido que la recaudación se destinará básicamente a satisfacer necesidades sociales.
Estamos todos de acuerdo con que hay muchas necesidades sociales por satisfacer, pero quisiera señalar que ello no solamente se logra con mayores ingresos. Si una pequeña parte de lo que destina a evitar la evasión tributaria fuera dedicada por el Gobierno a controlar los gastos fiscales, la corrupción, los gastos simulados, las indemnizaciones que nunca debieran pagarse, las licitaciones previamente arregladas, los contratos a honorarios de personas y de empresas que no prestan absolutamente ningún servicio, estoy segura de que podría contar con bastante dinero, también, para gastos sociales.
En seguida, se ha dicho que 24 por ciento de evasión en Chile es muy alto, comparado con los países desarrollados, aunque bajo tratándose de los países latinoamericanos. Juzgo un error enorme, en cuanto a la lógica, considerar la realidad de los primeros, porque es obvio que la evasión tributaria no depende sólo de la eficiencia del organismo controlador: se halla determinada muy fuertemente, también, por el grado de pobreza y de educación.
Sus Señorías comprenderán que probablemente la mayoría de los pequeños agricultores del sur, en las zonas mapuches, o los pequeños pirquineros del norte no pagan impuestos. Y es algo que tiene que ver con la pobreza de esos sectores. Muchos de ellos se ocupan en pequeñas producciones, pero aseguro que ninguno paga impuestos, o casi nada.
Esa evasión no obedece básicamente al hecho de que no haya control, sino que es producto de la pobreza y, muchas veces, de la ignorancia.
Si observamos a las grandes empresas, podemos ver que ellas, en general, cumplen con sus obligaciones tributarias. ¿Por qué? Primero, porque ni los directores, ni los presidentes de las compañías, ni los gerentes están dispuestos a correr riesgos; y segundo, porque tal vez tienen buena asesoría.
Mucha evasión se produce precisamente en los sectores pequeños. El controlarla es sumamente costoso y requiere de una labor de educación muy fuerte.
Por otro lado, señor Presidente , molesta mucho -muchísimo- el concepto majadero de "elusión" que el Gobierno ha puesto en el tapete. Si uno lee en el Diccionario de la Lengua Española el significado de las palabras "evadir" y "eludir", podrá darse cuenta de que ambas expresiones son lo mismo. En efecto, evadir es "eludir con arte o astucia una dificultad prevista"; y eludir es "esquivar una dificultad, un problema. Evitar algo con astucia o maña". Por lo tanto, ambos términos son sinónimos absolutos. En el fondo, el Gobierno ha querido introducir una sanción moral implícita a un comportamiento de los productores y de los consumidores que es perfectamente legal. Además, no es efectivo que hayan utilizado la ley en una forma no prevista.
He conversado con todas las personas que diseñaron la actual legislación tributaria, y han sostenido que ella fue pensada de tal modo que la gente actuara tal como lo ha estado haciendo. A lo mejor, a la Concertación no le gusta ese accionar, ni tampoco la ley, como también es posible que desee cambiarla a fin de que las personas y las empresas paguen más impuestos. Pero que no venga a decir que ello significa elusión, ni pretenda ponerle una tacha moral, en lugar de señalar claramente que su intención es aumentar los impuestos a las personas y las empresas.
¡En el fondo, eso es lo que está diciendo!
Señor Presidente , se ha expresado que habría regido un espíritu de consenso acerca de este proyecto de ley. Sin embargo, no lo he visto. Ayer el propio Presidente de la República , con motivo de una inauguración, dijo que podría haber muchas otras inauguraciones de diverso tipo si la Oposición no bloqueara en el Congreso esta iniciativa de evasión tributaria.
Lo anterior, a mi juicio, constituye una utilización política y, además, mañosa. Porque el Primer Mandatario sabe perfectamente bien que cuenta con mayoría en la Cámara de Diputados y en el Senado para aprobar el proyecto como lo desee. No necesita nuestros votos.
Esta materia ha sido manejada políticamente desde el primer minuto. Aquí no ha existido ningún espíritu de consenso ni de tratar de hacer una buena ley, sino que sólo ha habido una mera tacha moral contra los empresarios y los consumidores y, también, utilización política.
Deseaba manifestar eso para despejar algunos conceptos antes de comenzar a analizar el proyecto más en detalle.
Señor Presidente , podría dejar hasta aquí mi intervención, ya que debo viajar a Santiago para participar en una reunión junto con otros Honorables colegas. Es factible que solicite al Senador señor Novoa que continúe con el tema. Sin embargo, quisiera expresar lo siguiente.
Considero que este proyecto está mal concebido, mal redactado; que es anti PYMES, antiempleo, antiinversión y antidesarrollo. Por eso, yo por lo menos, votaré en contra de la idea de legislar. Me abstuve en la Comisión pensando que a lo mejor podíamos llegar a un diálogo. Pero, desgraciadamente, fue muy difícil sostenerlo porque paralelamente se estaban celebrando las reuniones del BID, lo cual obstaculizó las conversaciones. Es posible alcanzar algunos consensos con motivo del segundo informe. Pero lo cierto es que en este primer estudio no vislumbré ninguna posibilidad en tal sentido.
Deseo señalar que no es efectivo que no se aumenten los impuestos, pues éstos se incrementan en muchos aspectos; que es inaceptable la disminución respecto del personal y de las atribuciones de la Tesorería General de la República; que muchas facultades contempladas en el proyecto resultan inapropiadas mientras siga existiendo la doble situación de que los funcionarios del Servicio de Impuestos Internos se beneficien económicamente cuando aumenta la recaudación, más aún si dicho organismo es juez y parte.
Muchas de las argumentaciones son razonables, pero no en las actuales circunstancias. Siempre me he opuesto a que los funcionarios del Servicio de Impuestos Internos y de otros organismos se beneficien al aumentar la recaudación. Porque ello conduce a malas prácticas, las mismas que hemos observado respecto de los fotorradares, caso en el cual las municipalidades son las que establecen las reglas del juego y después fijan, por ejemplo, un límite de velocidad de 30 kilómetros por hora, situación que les permite cursar partes y beneficiarse económicamente. ¡Esto es inaceptable!
También resulta inaceptable la falta de independencia de los tribunales de primera instancia. ¡Y para qué hablar de los de segunda instancia! En general, se trata de materias bastante complicadas respecto de las cuales los jueces, como desgraciadamente son tan poco versados en ellas, lo único que hacen es creer lo que dicen el Servicio de Impuestos Internos y el Gobierno.
Por lo tanto, señor Presidente, votaré en contra del proyecto, pues lo considero muy malo.
Desafortunadamente, el Gobierno de la Concertación ha centrado su preocupación en cómo repartir una torta que cada vez disminuye más o está dejando de crecer, en lugar de procurar condiciones para que nuestra economía alcance nuevamente las tasas de crecimiento de 7 por ciento a las que estábamos acostumbrados.
Estudios hechos por economistas de la Concertación indican claramente que la mejor forma de sacar a la gente de la pobreza es mediante la creación de empleos. De cada diez personas que salieron del límite de la pobreza, ocho lo hicieron por medios propios, al haber conseguido una ocupación estable, y solamente dos lo lograron a través de la ayuda social proporcionada por el Gobierno.
Sin embargo, ahora se insiste en un camino que, como sabemos, no conduce a nada, porque el gasto social muchas veces queda enredado en las manos de quienes lo reparten. Y esto significa ir en contra de lo que efectivamente saca de la pobreza: la creación de empleo, la inversión y el desarrollo.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Boeninger.
El señor BOENINGER.-
Señor Presidente, es evidente que a estas alturas uno termina repitiendo una serie de conceptos que ya se han mencionado. Sin embargo, deseo manifestar lo siguiente.
1.- El proyecto en debate tiene su origen en la pasada campaña presidencial, de donde deriva su legitimidad esencial. En efecto, ambos candidatos y sus respectivos programas -esto se ha dicho- coincidieron en la necesidad de aumentar los recursos fiscales para desarrollar los programas sociales del Estado conforme a un nivel adecuado a los requerimientos urgentes del país, en alrededor de 800 millones de dólares anuales, en régimen, por encima de los ingresos adicionales derivados del crecimiento de la economía.
Además, ambos candidatos pusieron énfasis en disminuir la evasión tributaria como fuente primordial de financiamiento.
2.- Pese a las optimistas sugerencias que acaba de formular la Senadora señora Matthei , más allá de realizar reformas de este tipo, de escaso rendimiento potencial, creo realmente que Lavín, de haber resultado elegido, hubiese presentado un proyecto diferente. ¡Qué duda cabe! Pero como es evidente que no existen muchas fórmulas alternativas, sospecho que él, o habría tenido que desistir del cumplimiento de su programa, o habría terminado presentando una iniciativa no muy disímil de la que estamos analizando.
3.- Se dice que se trata de una reforma tributaria encubierta, y que bajo el elegante rótulo de elusión se esconden nuevos gravámenes y se cambian las reglas del juego con que hoy operan diversos agentes económicos. A mi modesto modo de ver, esta crítica no se ajusta a la naturaleza real de los cambios propuestos.
Se trata, en verdad, de normas que -como se ha dicho acá-, con el ingenio de abogados, contadores y economistas, han dado lugar a interpretaciones o efectos que se consideran indeseables, o que con el tiempo han desnaturalizado la intención original del legislador.
Esto, más allá del Diccionario, se ha bautizado como elusión, y ello no implica -ya lo dijo el señor Ministro - ningún género de condena al contribuyente, que en estos casos no está evadiendo, sino actuando dentro de la ley, lo que de por sí no constituye un derecho, pese a ser un derecho adquirido, y no impide al legislador introducir en ella las modificaciones que estime pertinentes y deseables.
4.- Se señala también que el proyecto sería inoportuno por aumentar la carga tributaria en momentos en que el país lucha, con algunas dificultades, para recuperar el tranco de crecimiento acelerado y de bajo desempleo que tuvo durante una década.
Al respecto, quiero puntualizar lo siguiente.
a) Creo que los tropiezos sufridos por el país en el relanzamiento dinámico de la economía obedecen -como ya se ha señalado en diversas discusiones- a multiplicidad de factores: la profundidad de la crisis asiática y sus efectos; el sobreajuste vivido por nuestra economía; la disminución del consumo y la aversión al gasto, generados por el alto desempleo y el deterioro de las expectativas; la menor rentabilidad (con excepciones) de muchas actividades en comparación con las rentabilidades que prevalecieron en los años de bonanza; desconfianzas e incertidumbres de diferente índole, justificadas o injustificadas, pero no menos reales.
Por ejemplo, cuando hace algunos días el Diputado señor Longueira se permitió decir que el Presidente Lagos es la reedición de la Unidad Popular -observación cuya intencionalidad política comprendo muy bien pero que objetivamente es descabellada-, realmente incurrió en un verdadero terrorismo económico que en nada favorece a la inversión.
Es indudable que desde las filas de la Concertación también ha habido conductas y dichos, agresivamente planteados, en contra del rumbo económico tomado por el país, las que tampoco contribuyen a generar confianza y estimular la inversión.
b) Es un hecho que la recaudación de 800 millones de dólares adicionales al año eleva la carga tributaria efectiva, o sea, lo que verdaderamente se paga; pero también es cierto que a esa suma se llegará en el cuarto o quinto año. De modo que el impacto inicial -digamos en 2001 y 2002- será mucho menor que el efecto que se irá produciendo en los años posteriores, en los cuales suponemos que las condiciones de la economía serán de más pleno desarrollo.
Por otra parte, cabe considerar que de los 800 millones de rendimiento esperado, 80 por ciento corresponde a menor evasión y sólo 20 por ciento al concepto de elusión. En consecuencia, no parece razonable, cualquiera que sea la coyuntura existente, que se rechace un proyecto donde se propone, en lo fundamental, reducir del 24 al 19 por ciento la evasión tributaria existente en Chile, la cual, como se indicó, es alta en comparación con la de países más desarrollados. Se trata de una meta difícil de lograr, pero que sigue siendo bastante modesta.
Por consiguiente, resultaría incomprensible que no se aprobara un proyecto en que para obtener el 80 por ciento del rendimiento esperado sólo se pretende que todo ciudadano cumpla con la ley en vigor, razón ética para aprobarlo que va más allá de toda coyuntura o consideración de oportunidad.
En seguida, me referiré sucintamente a algunos de los reparos formulados a distintas disposiciones de la iniciativa, sobre los cuales ya se ha abundado, habiéndolo hecho con mucho detalle el Senador señor Ominami .
Primero trataré de desvirtuar lo manifestado acerca de las atribuciones, la información y el aumento de dotación de Impuestos Internos.
Es evidente que en ninguna parte del mundo los fiscalizadores de impuestos -y que me perdone Javier Etcheberry- gozan de la simpatía de los contribuyentes. En los países serios se les respeta, pero también se les teme.
Igualmente, es claro que el fiscalizador debe ser un analista y un interrogador acucioso. Ése es su deber.
En cuanto a la dotación, según los informes de que disponemos, en Chile el Servicio de Impuestos Internos cuenta con menos atribuciones y menor dotación por contribuyente que sus similares en países donde existen niveles de desarrollo razonables.
De otro lado, es lógico que Impuestos Internos ejerza una función coordinadora en la operación interna de los servicios de Hacienda en materia tributaria, tal como se propone.
El tema principal acá es, naturalmente, el riesgo del abuso de autoridad; de conductas persecutorias derivadas del afán de recaudar. Ése es un problema real y que condujo al compromiso asumido por el señor Ministro de Hacienda en la Cámara de Diputados -al cual él mismo se refirió-, en orden a elaborar un proyecto de ley destinado a crear tribunales tributarios.
La primera fase de dicho compromiso se materializó con la constitución de la comisión -dotada de recursos y asesoría- que se mencionó, la cual en el plazo de seis meses debe preparar dicha iniciativa legal, que ojalá pueda ampliarse (ésta es mi opinión personal) a materias contencioso-administrativas y a litigios sobre asuntos económicos en general.
Segundo, es de toda justicia eliminar la figura de la elusión asociada a la adquisición de empresas con pérdida tributaria con el solo propósito de utilizar tales montos para reducir el pago de impuestos propios. Debe ponerse término a la compra de cáscaras vacías de giro distinto al del comprador.
Tercero, concuerdo con la propuesta de convertir en permanente la disposición transitoria (vigente hasta el 31 de diciembre del presente año) que no permite la utilización del Impuesto a los Bienes Raíces como crédito contra el Impuesto de Primera Categoría y lo deja sólo en calidad de gasto, exceptuando a los agricultores y, en general, a quienes explotan bienes raíces.
Ésa no constituye una carga adicional, puesto que hoy se encuentra en vigor. Además, el crédito del impuesto territorial contra el Impuesto a la Renta no me parece justificado, porque la naturaleza de aquél es diferente a la del que grava a las personas.
Cuarto, considero absolutamente justa la modificación de la norma sobre depreciación acelerada en el sentido de dejarla vigente sólo para el Impuesto de Primera Categoría, manteniendo el incentivo a la reinversión de utilidades. Además, se elimina la discriminación hoy existente entre sociedades anónimas y sociedades de personas, ya que los socios de estas últimas pueden retirar las utilidades financieras sin pagar impuestos personales, cosa que no ocurre con los accionistas de sociedades anónimas.
Quinto, también es de toda justicia eliminar o hacer más difícil la práctica de remesar al exterior, como pago de intereses por deudas, lo que en verdad constituyen remesas de utilidades y que, como sabemos, implica pagar 4 por ciento de impuesto en lugar de 35 por ciento. Para tal efecto, el Ministerio de Hacienda ha ideado fórmulas que -según entiendo- aún se halla perfeccionando.
Sexto, juzgo de elemental racionalidad derogar la llamada "ley tapón" y emparejar en tres años el período durante el cual el Servicio de Impuestos Internos pueda examinar y revisar las declaraciones tributarias, lo que en el caso del IVA actualmente se encuentra limitado a sólo dos años.
Como resultado de este conjunto de reflexiones y observaciones, me declaro un convencido partidario del proyecto en discusión, el que votaré favorablemente -sin reservas- en general y posteriormente en particular.
Antes de terminar, haré otros comentarios.
A mi juicio, nuestro país enfrenta el desafío permanente de conciliar crecimiento con equidad (para usar la terminología acuñada en el Gobierno del señor Aylwin ) y no me cabe duda alguna de que los planteamientos programáticos de los dos candidatos presidenciales -que antes se recordaron- surgieron de la necesidad de enfatizar también el componente de equidad de las políticas públicas. Y así lo ha hecho el Presidente Lagos en el primer año de su mandato.
Con relación a los recursos públicos adicionales necesarios para el cumplimiento de los programas sociales del Estado y el fortalecimiento de la red de protección social, ellos se contemplaron en la reforma de la Ley de Rentas Municipales, ya promulgada; en el establecimiento del seguro de desempleo, próximo a convertirse en ley, y en el presente proyecto sobre evasión tributaria.
El combate a la pobreza, igualdad de oportunidades, mejores redes de protección social, mejoramiento de la calidad de vida de los más desamparados, son prioridades nacionales de indiscutible validez. Estoy convencido de que estas necesarias iniciativas normalmente han de concentrarse en los inicios de un período presidencial -como ocurrió en los Gobiernos de los señores Aylwin y Frei Ruiz-Tagle y está sucediendo en el actual-, para que luego las reglas del juego de la economía puedan mantenerse estables con el objeto de eliminar los factores de incertidumbre y potenciar las condiciones favorables de crecimiento.
Por eso, aprobada esta ley sobre evasión tributaria y una posible y posterior reducción compensada de impuestos a las personas, que algunos hemos propiciado, no deberían volver a modificarse las normas sobre tributos directos en el resto del mandato del Presidente Lagos.
Otro tanto debiera acontecer en materia laboral, una vez completado el que se divisa como un proceso un tanto azaroso de tramitación legislativa del proyecto presentado en el Senado.
Es decir, a la etapa política que ha procurado enfatizar en primer término los requerimientos de equidad, deberá seguir una fase de apoyo muy fuerte y contundente al crecimiento, para lo cual se requieren diversas iniciativas de estímulo a la inversión, de profundización del mercado de capitales, de nuevas formas de apoyo a las PYMES, de incentivos al desarrollo de la nueva economía, etcétera.
Fundamentalmente, todo ello significa concordar, ojalá, una visión estratégica de país que al término de este primer ciclo de crecimiento acelerado no tenemos clara, más allá de la conciencia creciente de que Chile no tiene asegurada una nueva etapa de crecimiento de 7 por ciento por un período sostenido.
Estas reflexiones adicionales, a mi modo de ver, constituyen una proyección que va más allá de éste y de otros proyectos que estamos discutiendo.
Reitero que adhiero con mucho entusiasmo a la iniciativa en discusión; pero me pareció indispensable colocarla dentro de un marco un poco más general de políticas públicas para todo el sexenio.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Muñoz.
El señor MUÑOZ BARRA.-
Señor Presidente , aun después de la espeluznante anécdota contada por el Senador señor Foxley , y del "optimismo" con que se referían al proyecto las bancadas de enfrente, considero que es muy difícil votar en contra de esta iniciativa en su discusión en general.
¿Por qué digo que "es muy difícil votar en contra"? Porque tiene como objetivo primordial combatir la evasión tributaria. Ello, por supuesto sin perjuicio de las críticas que se hagan a determinadas disposiciones, y de la omnipotencia que, desde mi punto de vista, se otorgaría a la autoridad administrativa. Inclusive jurisdiccionalmente, son críticas que incluso puedo compartir, aunque con algunas variantes que pasaré a señalar.
Considero que la evasión en sí misma debe ser combatida con la máxima energía, no sólo porque es un delito que perjudica a todos los chilenos, sino en especial porque tiene un efecto profundamente demoledor en los contribuyentes que pagan sus impuestos. Es obvio que la carga de éstos tiene que aumentarse para compensar el incumplimiento de los que no pagan; pero la impunidad del infractor resulta tremendamente desmoralizadora para el que sí cumple sus obligaciones tributarias. Eso también es una realidad.
Puedo distinguir dos órdenes de críticas con los que se ha pretendido descalificar el proyecto.
Primero, que, con el pretexto de combatir la evasión, introduce en la legislación tributaria modificaciones que cambian las bases para calcular los impuestos, con lo cual éstos aumentan. No suben las tasas, señor Presidente , ni se crean nuevos tributos. Pero sí se modifica la manera en que ellos se calculan. Se eliminan o modifican excepciones o procedimientos para el cálculo de los tributos. Éstos por supuesto suben aunque su tasa siga siendo la misma.
Segundo, que se aumentan las facultades del Servicio de Impuestos Internos, que ya son omnímodas y que, además, no son usadas en los reclamos del contribuyente.
En cuanto a lo primero, más bien parece tratarse de una cuestión semántica. En entrevista de prensa, las autoridades de Hacienda han dicho que semejantes cambios de legislación tributaria son menores frente al grueso del proyecto; y que pretenden cerrar algunos resquicios por los que, sin justificación frente a la magnitud de la elusión, se produce una pérdida de recaudación tributaria para el Fisco.
Por otra parte, si tales son las razones, bastará con votar en contra aquellas disposiciones, sin caer en el rechazo global de la iniciativa con el pretexto de los reparos indicados.
Mucho más justa me parece la segunda crítica, que comparto desde estas bancadas. Es una verdadera aberración jurídica que el Servicio de Impuestos Internos haga de juez y parte en primera instancia. No valen los argumentos que han pretendido justificar esta facultad tan excepcional y que además, según algunos expertos que me merecen fe, ha solido usarse en forma inaceptable en más de una oportunidad.
El argumento de que hay recursos ante los tribunales de justicia es poco valedero, porque todos los abogados saben que la prueba queda constituida en la primera instancia, por lo cual se hace muy difícil la revocación en la segunda. No existen en las Cortes de Apelaciones en general especialistas en materias tributarias, porque no han conocido los ministros respectivos, como jueces, este tipo de asuntos. La especialización de la Tercera Sala de la Corte Suprema ha logrado paliar en parte el déficit; pero su fallo viene largos años después de que la empresa ha sido objeto de liquidaciones tributarias que a veces superan su propio capital. En la práctica, ella queda congelada hasta que se resuelve el problema tributario.
El planteamiento de que las Cortes de Apelaciones confirman mayoritariamente los fallos del Servicio de Impuestos Internos no es valedera, por las razones señaladas.
Y en cuanto a las demoras de las Cortes de Apelaciones, ése es un traslado -para usar los términos judiciales-, a fin de que el Ministerio de Justicia ataque ese gravísimo problema.
Debería, pues, establecerse una justicia independiente de la Administración, sin perjuicio de que respecto de ésta, como ocurre en el resto de los asuntos administrativos, se intente previamente una reposición administrativa.
Pero esta crítica, que es muy atendible, tampoco puede llevar al rechazo del proyecto, porque existe el compromiso por parte de la autoridad de terminar con esta situación insólita e inaceptable, y poner fin a un sistema tan criticado desde el punto de vista teórico, aunque también del práctico, especialmente en los últimos años.
El otro problema es digno de considerarse, porque hay quienes sienten un gran temor de que las nuevas facultades, y los funcionarios que se contraten para llevarlas a cabo, terminen intensificando su acción sobre los mismos contribuyentes que pagan sus impuestos, a quienes sin embargo se les discute la forma de declararlos, los posibles errores cometidos, etcétera. No vaya a ser, señor Presidente , que agreguemos mayor fiscalización de la que ya afecta a las PYMES, dejando otra vez libres de ella a quienes sabemos que son los grandes evasores, por ejemplo los que manejan una verdadera industria de falsificación de facturas, o proveen al mercado informal, liberándose así de toda obligación tributaria.
Sabido es por todos que, según se ha dicho en la Sala, la empresa grande tiene magníficos contadores, expertos tributarios, abogados y otros especialistas. En consecuencia resulta difícil lidiar con ellos. Sabemos perfectamente que el Servicio de Impuestos Internos está consciente de tal situación, y partimos de la base de que hacia allá dirigirá sus esfuerzos. Pero bien vale la pena hacer la prevención, porque las PYMES carecen de todas estas defensas de que disponen los grandes, y, en consecuencia, no tienen la misma capacidad de defensa en los casos en que el funcionario se equivoca o hace mal uso de sus atribuciones. En especial abundan las quejas de contribuyentes que han llegado a decir que nunca más van a comprar algo en Chile debido al rechazo indebido por parte de Impuestos Internos a sus justificaciones de compra.
Pero también respecto de esta crítica -que a veces resulta bastante justificada- es posible tomar medidas, a fin de evitar los errores o excesos que se deben a un mal entendido celo pro Fisco. Sin embargo, al igual que en el caso de la crítica anterior, ello refuerza la necesidad de tomar medidas de defensa y protección del contribuyente; pero en ningún caso puede llevar a rechazar el combate a la evasión.
La sola existencia de tribunales independientes constituye una buena garantía contra cualquier exceso; pero también por la vía de la indicación se podrán tomar resguardos para evitar la comisión de éstos. No es posible que, por temor a la equivocación del médico, dejemos de atacar una enfermedad socialmente tan corrosiva como la evasión tributaria.
Por último, también se dice que el proyecto sería inoportuno, porque se convierte en un motivo más de intranquilidad y falta de confianza empresarial en un momento delicado de la economía nacional. No obstante, lo único que cabe preguntarse es cuánto hay en ello de profecía autocumplida. Nada es más fácil que crear intranquilidad en un empresariado que está nervioso por causas que no es el momento de analizar. La crítica exagerada a este proyecto y a la reforma laboral crea por cierto mucha mayor intranquilidad y desconfianza que los proyectos mismos, los que, analizados objetivamente, son bastante moderados. Ésa ha sido la discusión que también ha surgido en los propios partidos de la Concertación.
Considero que, si se toman las providencias que he señalado en esta intervención, el buen contribuyente no tendría nada que temer. Al revés, cuando se establezcan los tribunales imparciales de primera instancia, tendrá, entonces, más garantías que las que tiene hoy, por lo cual, lejos de aumentar la desconfianza, ella debería fortalecerse, máxime si a continuación, por consenso casi total, se van a rebajar los impuestos personales, cuyo exagerado monto empuja a muchos hacia la evasión o elusión que este proyecto quiere combatir.
En concordancia con lo planteado, votaré afirmativamente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Romero.
El señor ROMERO.-
Señor Presidente , no cabe duda de que la economía es un espacio para visiones de Estado. Así, por lo demás, quedó demostrado en Administraciones anteriores cuando, como aquí se señaló, hubo grandes acuerdos en materias tributarias, tanto en el Gobierno del ex Presidente Aylwin , como en el del ex Presidente Frei . Sin embargo, hoy no hemos sido capaces de lograrlos, y debemos preguntarnos las razones. Lo señalo, porque resulta evidente que el país, por la crisis que lo afecta, los necesita verdaderamente.
En lo personal, en variadas oportunidades he sido muy explícito en cuanto a la necesidad de que procuremos, particularmente en el Senado, constituirnos en un lugar de encuentro para los grandes acuerdos. Sin duda, no beneficia al país la confrontación en materias como la que hoy tratamos, especialmente cuando se las politiza. El tema en debate no debemos politizarlo bajo ningún aspecto. La economía y la situación general del país no deben serlo. Para evitarlo es imprescindible que prediquemos desde las más altas investiduras. Porque yo he escuchado con mucha preocupación al propio Jefe del Estado usar la tribuna que le dan su alto cargo y los medios de comunicación para emplazar política y electoralmente al país frente a un tema de esta naturaleza. Con todo el respeto que el Primer Mandatario me merece, creo que está escogiendo un camino equivocado al respecto. Así lo he señalado a las autoridades en forma privada y directa, y ahora lo digo en la Sala del Senado. No es bueno para Chile que el Jefe del Estado sea quien inicie las guerrillas políticas en estos asuntos. Yo no voy a seguir ese camino y pienso que nadie en el Senado tiene la intención de confrontarse políticamente en un tema que requiere de visiones de Estado.
Desgraciadamente, hoy no tenemos la posibilidad de contar con suficiente información respecto del proyecto. Los Senadores de Renovación Nacional no tenemos representación en la Comisión de Hacienda, de modo que debemos revisar los informes de esa Comisión para enterarnos acerca de las posiciones que se plantearon al interior de la misma. Me parece que eso no es natural, y, desde luego, lo hago presente porque creo importante que exista una participación proporcional de todos los partidos en las Comisiones, y particularmente en la de Hacienda.
Por otro lado, deseo destacar lo siguiente: siempre hemos sido partidarios de una recaudación racional y equilibrada de impuestos, y todos coincidimos en la necesidad de impedir la evasión tributaria, pues permanentemente hemos considerado que las leyes se hacen para cumplirlas. Sin embargo, no podemos dejar de expresar nuestra fundada inquietud: ¿Hay un vaso comunicante entre este tema y las altas tasas impositivas aplicadas a las personas naturales, especialmente en materia de impuestos? En lo personal, creo sinceramente que existe un mal tratamiento de los conceptos. Aquí se habla de "elusión", un término que naturalmente no toda la población lo ha asimilado con suficiente precisión. Yo utilizo otra frase que, tal vez, es más adecuada y que el señor Ministro , con mucha gentileza, la ha recogido en su intervención: Yo hablo de "descansos tributarios", y éstos son legales, legítimos. Esa expresión la empleaba don Víctor García Garzena , un gran Senador, gran especialista en materias tributarias. Los "descansos tributarios" no son una evasión, sino que, como se dice, reflejan la tranquilidad que tiene el contribuyente para suspender, en un momento determinado, una larga caminata para pagar impuestos en Tesorería, y sentarse en un sillón o en una banca en la plaza, frente a Teatinos. Ése es un descanso tributario, señor Presidente . Repito: no es una evasión, ni tampoco es un delincuente quien utiliza, bien aplicado, el concepto recién referido.
En mi opinión, aparentemente estamos llevando a una confusión a la opinión pública, porque aparecemos como protegiendo a quienes están con una máscara negra tratando de sacarle a alguien del bolsillo una cantidad de dinero. Y eso no es cierto, porque los descansos tributarios existen en todas las legislaciones del mundo, como muy bien lo saben el señor Director del Servicio de Impuestos Internos y todas las personas que hoy están cada vez adquiriendo mayores atribuciones dentro de la estructura administrativa del Estado. ¡Tremenda responsabilidad, señor Director, la que asumen quienes adquieren una dimensión tan poderosa al extremo de ser más temidos que amados! El propio Senador señor Foxley expresó aquí, con cierta timidez, su recato frente a una citación que recibió. Creo que todos los contribuyentes del país experimentan cierto temor cuando son visitados por funcionarios de ese servicio o les llega una citación que dice "bajo apercibimiento usted debe presentarse" Y pasan meses sin que esa persona logre conciliar el sueño, porque, aun cuando tenga la razón, no le es posible recurrir ante nadie, porque Impuestos Internos es juez y parte. Por esa razón, es muy importante que nos atengamos a lo que ha señalado el señor Ministro de Hacienda respecto del nombramiento de una comisión -una más- integrada por personeros muy destacados como don Sergio Díez , experto constitucionalista; don Enrique Silva Cimma , gran profesor de Derecho Administrativo , personas que nos dan plena garantía de que se va a hacer un buen trabajo. Y la pregunta que nos surge: ¿No habría sido racional aprovechar esta coyuntura, como lo intentó vanamente el Senador señor Parra cuando presentó un proyecto sobre esta materia, que fue declarado inadmisible, para avanzar hoy hacia la creación de tribunales tributarios? ¿No sería ésta la ocasión y la oportunidad, cuando le estamos dando esta fuerza todopoderosa al Servicio de Impuestos Internos, de dar a los pobres contribuyentes, la posibilidad de recurrir ante un tercero, a fin de que puedan defenderse frente a una citación inconsulta o a una decisión arbitraria o caprichosa que, a veces -no digo que siempre-, pueda tomar la autoridad administrativa? Yo le tengo un tremendo respeto a la discrecionalidad y a la arbitrariedad de la Administración Pública y del poder en general. La democracia tiene esa característica. Hay que tener también sumo cuidado con los autoritarismos administrativos.
Al margen de lo anterior, quisiera señalar que no contamos con un informe de Comisión lo suficientemente acucioso como para disponer de los antecedentes que el tratamiento del tema requiere. Lo digo con toda claridad. No sé si la angustia de algunos integrantes de la Comisión de Hacienda que van a la reelección pueda haber conspirado en contra de un mejor informe. Puede ser que no hayan tenido el tiempo necesario para hacer un esfuerzo importante para acercar posiciones. En verdad, yo los entiendo, y a veces, hasta los justifico. Pero pienso que la Comisión de Hacienda está en deuda. Porque nosotros, frente a este tipo de situaciones, necesitamos grandes acuerdos. Ningún Gobierno, en ningún período de nuestra historia, puede imponer un proyecto de esta índole sin contar, al menos, con dos tercios de respaldo para el mismo. Yo no lo quiero rechazar a priori. No. Pero tampoco aprobarlo. ¿Qué hago? Un amigo mío en el campo me decía: "En la duda, abstente".
Es cuanto quería decir, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Díez.
El señor DÍEZ .-
Señor Presidente , creo que el tono con que hasta ahora se ha planteado la discusión de este proyecto en el Senado es sumamente útil para el Gobierno y para nosotros.
Es imposible analizar una iniciativa de esta naturaleza sin tomar en consideración las circunstancias sociales, políticas y económicas por las que vive el país. No estamos en presencia de un año normal.
La cesantía nos golpea a todos con fuerza, por el número de chilenos desempleados. Nos golpea porque la cesantía del primer mes, cuando ya ha transcurrido un año de su inicio, es siempre menor. Pero va pasando el año y, en lugar de disminuir el número de cesantes, la verdad es que ha aumentado. De manera que la prioridad de un Gobierno que dice tener sensibilidad social -lo cual creo- es precisamente preocuparse de la cesantía.
Entonces, cabe preguntarse globalmente lo siguiente. ¿Las iniciativas, las palabras y la conductas del Gobierno y de su combinación política han tenido como finalidad prioritaria el combate del desempleo? ¿No hemos visto cómo se han presentado en el Senado iniciativas que podrían ser razonables en tiempos normales pero que no lo son para los que vivimos? El seguro de cesantía ya aprobado -por ser una norma de justicia- va a regir no para los actuales desempleados, sino para quienes queden en esa situación después de un año de haberse promulgado la ley. Sin embargo, ello significa un aumento de 2,4 por ciento del costo de la mano de obra. ¿Se está creando con ello un incentivo?
Ahora, nos encontramos debatiendo un proyecto sobre evasión tributaria. Nadie puede estar en desacuerdo con el concepto. Si cuando hay evasión tributaria no sólo se burla la buena fe, sino que se crea la tendencia al aumento de los tributos de las personas honestas, porque evidentemente los cálculos hechos por el gobernante no responden a lo que se obtiene de ellos.
¿Cree honestamente el Gobierno que el lenguaje que ha rodeado tanto esta materia como la reforma laboral contribuye a incentivar la creación de nuevas empresas o puestos de trabajos en las actuales?
Nadie podría sostener que la supresión de algunas ventajas tributarias en las amortizaciones, en los descuentos de tributos, en la exención de IVA en los estados fijos, en los intereses que se pagan a los créditos externos pasada cierta proporción -cualquiera que sea el porcentaje en que ellos influyan en las decisiones- incentiva la inversión, el trabajo y el crecimiento.
La próxima semana seguiremos con el proyecto de reforma laboral. Cuando se trata de aumentar con urgencia la capacidad de las empresas privadas del país, que son las que dan trabajo -no porque lo diga el Presidente Lagos , sino porque así ha sido siempre-, ¿recibirán éstas con tranquilidad, sin peto, las reformas duras, las reformas blandas, las reformas de Frei, los vetos que se tenían sobre la reforma laboral? ¿Alguien puede sostener que la alteración de la estabilidad laboral existente en la actualidad contribuye a disminuir la cesantía? ¿No hemos estado acaso todos actuando un poco irracionalmente y con desconocimiento del problema político y moral de fondo que tenemos al prolongar la cesantía de cientos de miles de chilenos porque el país está en crisis? Las causales son muchas. Menos mal que no he escuchado que la responsabilidad es del Gobierno Militar -lo que es un progreso en los últimos años- para excusar los fracasos económicos.
La verdad es que no hemos señalado bien las prioridades. Pero en Renovación Nacional y en la Alianza por Chile hemos estado siempre dispuestos al acuerdo, cuestión que volvemos a ratificar. Debemos llegar aquí a un consenso que cree las bases razonables de estabilidad para lograr el desarrollo.
¿Cómo vamos a poder llegar a un acuerdo cuando se nos dice que no importa el hecho de que no aprobemos la reforma laboral -se lo he escuchado a algunos señores Senadores- porque más adelante presentarán el proyecto para despachar las reformas duras. Es decir, siempre nos encontraremos en un ambiente absolutamente convulsionado y revuelto. ¿Frente a qué? Frente a un mundo abierto, tanto adentro como afuera, a las posibilidades de inversión y de trabajo; frente a la facilidad para elegir y realizar desde aquí las inversiones chilenas en el exterior.
¿Acaso no podemos sospechar que el alza de la divisa se debe a miles de compras pequeñas? Porque la gente nos dice que el dólar no va a bajar nunca en una situación como la del Gobierno de Chile. Por lo tanto, hay que comprar dólares para dar seguridad a nuestras familias en rubros como la previsión y otros. ¿Y cómo los colocamos afuera? Desde nuestra casa, a través del propio computador, sin necesidad de que nadie lo sepa. Porque nuestro mundo es hoy día el mundo. Hoy no tenemos que competir tan sólo entre nosotros, sino con los otros.
Cuando uno mira con tranquilidad todas estas cosas en su conjunto -que son las que analiza la gente de negocios y con capacidad de crear empresas -, como una reforma laboral que aumenta el costo de la mano de obra, que rigidiza la contratación, los horarios de trabajo y la movilidad del personal en las empresas, y desconoce el consejo obvio del Presidente del Banco Central, concentrado en tres palabras: "flexibilidad, flexibilidad y flexibilidad", ¿estamos actuando realmente como debe ser?
Por esa razón, no me siento inclinado a dar mi voto favorable a ninguna de estas iniciativas y me abstendré porque, en situaciones normales podrían responder a necesidades justas, pero ante las que estamos viviendo son absolutamente inconvenientes.
Espero que con motivo de la discusión de las indicaciones que se presenten al proyecto, tanto respecto de la reforma tributaria como de la reforma laboral, se llegue a un acuerdo en el Senado, que es el lugar natural para llegar a consensos, a fin de producir una base de estabilidad que permita al Gobierno que se inicia solucionar este grave problema que tuvo en un comienzo. Y aun cuando no le cabe responsabilidad en su origen, sí la tiene en cuanto a que transcurre el tiempo y el problema se agrava, tanto por el transcurso de los meses como por el aumento de la cantidad de cesantes.
Me abstengo, señor Presidente .
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Lavandero.
El señor LAVANDERO .-
Señor Presidente , deseo salir un poco del tema que ha estado tratándose con motivo del debate del proyecto sobre evasión y elusión tributaria.
Quiero advertir -y de ello están plenamente conscientes todos los señores Senadores- que en el país se evade y elude impuestos, y que existe una verdadera industria en este sentido.
Sobre el particular, debo señalar a los señores Senadores que hay más de 30 mil empresas de papel, montadas exclusivamente para evadir o eludir impuestos, y para lo cual utilizan resquicios legales. Y se da el caso - tema que se ha comenzado a tratar- de personas que tributan hasta el 45 por ciento, y de empresas que pagan el impuesto de retención de 15 por ciento -que es un crédito fiscal y no un impuesto-, como lo es el de Primera Categoría .
Por lo tanto, las personas forman esas empresas de papel. ¿Para qué? Para no pagar impuestos. Y eso está demostrando que las empresas en cuestión no pagan impuestos en Chile.
¡Si hay 30 mil empresas de papel constituidas para ese efecto, la respuesta es clara!
Cuando debatimos en el Senado el Tratado Minero con Argentina, hablamos de la evasión tributaria realizada por las grandes empresas del cobre y respaldamos nuestras afirmaciones con una serie de argumentos. Expresamos que no queríamos aprobar el proyecto de acuerdo pertinente por estimar que las multinacionales iban a emplear los mismos procedimientos que ya utilizaban en Chile, en este país virtual, para no pagar impuestos. Y todos los Senadores, sin excepción -ahí están las declaraciones oficiales-, me dijeron: "No. Hay que aprobar el tratado minero y después consideraremos un proyecto sobre evasión y elusión tributarias respecto de las grandes empresas del cobre". Pues bien, ese proyecto es el que hoy nos ocupa. Y espero que quienes afirmaron de modo tajante que había que votar favorablemente el Tratado Minero y que luego abordaríamos la iniciativa sobre evasión y elusión tributarias no se echen para atrás.
¿Cuál es la mejor manera de evadir y eludir impuestos en Chile, señor Presidente ? Declarar pérdida. Sabemos que las empresas de la gran minería del cobre, salvo tres, declaran pequeñas utilidades. El resto, pérdidas, y no durante doce meses, sino en el transcurso de 15 a 23 años. ¿Para qué? Para no pagar impuestos.
Nadie ignora que la principal riqueza de Chile -de hoy, de ayer y de siempre- es y debe ser el cobre. Hasta 1989, el Presupuesto de la Nación se financiaba -¡escuchen bien, Sus Señorías!- en 25,6 por ciento con los recursos que proporcionaba el cobre a nuestro país; se cubrían los presupuestos de vivienda, salud y educación.
¿Qué cantidad de cobre se producía en 1989? Un millón 600 mil toneladas: CODELCO, un millón 200 mil; ENAMI , 200 mil, y el sector privado, 200 mil. ¿Y cuánto obtenía el Fisco chileno? En moneda de hoy, 2 mil 233 millones de dólares.
¿Qué ha ocurrido en estos últimos años? Se elevó la producción, de un millón 600 mil toneladas, a 4 millones 700 mil. Es decir, estamos produciendo tres veces más que en 1989. ¿Y cuánto es el aporte al Fisco? 2,7 por ciento del Presupuesto. ¿Qué significa esto? ¡Que se produce tres veces más para recibir nueve veces menos!
Señor Presidente , estamos explotando un recurso no renovable, extinguible, agotable. Antes sacaban el cobre a tajo abierto en Copiapó. Ahora debemos ir hacia la cordillera. Hemos floreado las minas. CODELCO, no obstante la dificultad de afrontar un costo de producción de 60 centavos de dólar por libra -en las empresas más nuevas el costo es inferior a 40 centavos; en algunas alcanza a 35-, tributa más del doble que todas las empresas privadas del cobre.
Hoy día CODELCO produce sólo 37 por ciento del metal rojo; el 63 por ciento restante corresponde al sector privado, a las grandes multinacionales, que no pagan impuesto en Chile. ¡Curioso! ¡Y hay quienes abogan por privatizar el cobre...!
Pero veamos primero los resultados.
¿Cuál ha sido el resultado de privatizar 63 por ciento de la producción del cobre chileno? Yo me quedo con CODELCO, pues con el 37 por ciento renta varias veces más -estamos hablando de tributación- que las empresas privadas y, además, entrega las utilidades al Estado.
Por consiguiente, apelo -porque aquí, en todos los sectores (también en la Derecha), hay gente bien inspirada- al corazón, a la lealtad, a la honradez, a la visión de futuro que debería tener la totalidad de los Senadores, e insto a preocuparnos por la principal riqueza del país, que es el cobre, la cual hoy es objeto de una expoliación: nos están sacando 63 por ciento.
¿Y qué hace Chile? Nuestro país -¡sépanlo, señores Senadores!- produce 40 por ciento del cobre a nivel mundial; pero, además, es responsable de 60 por ciento del metal rojo que se comercializa en los mercados internacionales. No es como la OPEP, que produce entre 35 y 40 por ciento del petróleo mundial y está constituida por 13 países. Chile solo produce 60 por ciento del cobre que se comercializa en el mundo. Y por ello no recibimos nada. ¡Nada!
¡Qué les importa a las multinacionales que el precio del cobre esté bajo! Les conviene, porque tienen otras empresas que lo elaboran. Por tanto, cuentan con un insumo barato para fabricar automóviles, aparatos electrónicos, etcétera. Y por ahí nos dicen: "¡Cuidado, que pueden venir los sustitutos!".
Excúsenme, Sus Señorías. Yo soy Parlamentario desde 1957 -el más antiguo del actual Congreso-, y desde entonces escucho la misma monserga. Es como el cuento del lobo: "¡Ya viene!".
Deseo destacar -porque aquí se ha señalado- que La Escondida y otras dos empresas son las únicas que tributan. La Escondida produce alrededor de un millón de toneladas y en diez años ha aportado al Fisco mil millones de dólares. CODELCO, con 37 por ciento de la producción, también ha aportado mil millones de dólares, pero al año (y ello, no obstante el bajo precio del cobre); o sea, en los diez últimos años ha entregado al Fisco 10 mil millones de dólares.
Ésa es una consideración que los Senadores debemos sopesar. Porque si las referidas empresas extranjeras, como lo hacen en sus respectivos países, pagaran lo que corresponde por explotar un recurso no renovable -no me refiero a tributos altos, sino a los que se aplican a todos los chilenos-, podríamos bajar todas las tasas de impuestos.
¿Cuáles son las formas como se evaden los impuestos?
En primer lugar, acogiéndose al sistema jurídico de empresas contractuales mineras o sociedades de personas. Este mecanismo está creado para la pequeña y mediana minerías. Sin embargo, empresas que producen más que CODELCO y ésta es la única de la gran minería- se hallan acogidas a ese beneficio especial.
Ésa es -la verdad sea dicha- una de las principales causas de evasión tributaria. Empero, nada se plantea sobre el particular en el proyecto que nos ocupa.
¿Cuál es la definición que permite diferenciar a la gran minería de la pequeña minería del cobre? Sólo una: la capacidad de una empresa para refinar más de 75 mil toneladas al año. Y las empresas de la gran minería, para no meterse en la lógica de convertirse en sociedades anónimas y, por tanto, ser fiscalizadas por la Superintendencia de Valores y Seguros, no refinan el metal rojo, sino que lo exportan como concentrado. En consecuencia, las grandes empresas multinacionales del cobre que operan en Chile figuran como pequeña o mediana minería.
La segunda forma de evadir y eludir impuestos tiene que ver con los precios de transferencia.
¿Qué significa eso? Son los precios a que la filial en Chile vende a la casa matriz o a otra filial de ésta en el extranjero. Y hemos visto ventas de cobre hasta 30 por ciento por debajo del precio internacional. Ello, obviamente, hace imposible obtener utilidades.
Esto tiene que ver también con el concentrado. Porque 40 por ciento del cobre que exporta Chile es concentrado.
Lamento, señor Presidente , que no esté presente el Director Nacional de Aduanas . Empero, quiero citar lo que me indicó mediante oficio: dicho Servicio sólo fiscaliza 5 por ciento del cobre concentrado que se envía al exterior.
Y lo insólito es que en Sonora, México , hay una refinadora sólo para el concentrado de cobre chileno (o sea, se deja la mano de obra en el extranjero). Pero, además -y esto es lo grave-, allí mismo existe otra planta que refina metales preciosos (oro, plata), vanadio, etcétera, contenidos en el concentrado de cobre chileno. ¡Y el Servicio de Aduanas nada puede detectar, porque sólo fiscaliza 5 por ciento de la principal riqueza del país!
¡Aquí, Honorables colegas, hay mucho paño que cortar!
Sería importante que el Ministro de Hacienda y el Director del Servicio de Impuestos Internos nos aseguraran que el Servicio Nacional de Aduanas fiscalizará más de 5 por ciento del concentrado de cobre que enviamos al exterior. Y pienso que a lo menos debe exigirse -aquí entra en juego el Comité de Inversiones Extranjeras- que el cobre se refine en Chile.
Cuando se habla de libre comercio, por ejemplo, lo considero ridículo, pues todos los países desarrollados actúan como el padre Gatica: predican, pero no practican. ¡Tratemos de exportar a Estados Unidos tan sólo un kilo de cobre manufacturado! Sin duda, no lo aceptará. Entonces, -de qué libre comercio hablamos, si nos han puesto trabas y, aprovechando la debilidad de los Gobierno chilenos, han intentado colocar impuestos al cobre refinado enviado desde nuestro país, para que sea exportado de la manera más brutal: como concentrado?
Por consiguiente, me gustaría, por un lado, que el Ejecutivo se pusiera firme y que al menos, ante nuevas inversiones en el área, el Comité de Inversiones Extranjeras exigiera la refinación en Chile del cobre exportable; y por otro, que el Servicio Nacional de Aduanas fiscalizara más de 5 por ciento del metal rojo concentrado que se envía al exterior.
¿Cuál es la otra manera de evadir y eludir impuestos?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Perdón, señor Senador . Tenemos un problema, pues hay varios oradores inscritos y el tiempo de Su Señoría terminó.
El señor LAVANDERO .-
Me queda muy poco para concluir, señor Presidente . Apelo, entonces, a la amabilidad del Senado. Pero si Sus Señorías no están interesados en el tema, quedo hasta aquí.
El señor BOMBAL .-
Estamos interesados, Honorable colega, pero hay otros oradores inscritos.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-
La Mesa debe respetar las inscripciones.
El señor PIZARRO .-
¿A qué hora se comenzará a tomar la votación, señor Presidente?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Al respecto, debo hacer una proposición a la Sala. Precisamente, estaba esperando que el Honorable señor Lavandero concluyera su intervención.
El señor LAVANDERO.-
Necesito un par de minutos solamente.
El señor PRAT .-
Señor Presidente , considero muy interesante todo lo que estamos oyendo, pero también es relevante que el tiempo de los oradores siguientes no sea recortado. Si tal ocurriera, sería demasiado injusto.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Llegará un momento en que tendré que cerrar el debate.
El señor PRAT.-
Apliquemos entonces la ley pareja, que no es dura.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Tengo que cumplir los acuerdos, señor Senador. Y los Comités resolvieron despachar hoy el proyecto.
Ahora bien, como el Orden del Día termina a las 18:30, hay dos posibilidades -tendré que interrumpir por mayor tiempo al Senador señor Lavandero y anticipar la proposición de la Mesa-: una, prorrogar la sesión hasta el despacho del proyecto, respetando el tiempo de todos los oradores inscritos; y otra -ya hemos procedido así antes-, cerrar el debate -habría que hacerlo si no existiera acuerdo para la prórroga- e iniciar la votación, en el entendido de que los oradores que restan fundamenten el voto siguiendo el orden de inscripción.
Ésas son las dos salidas reglamentarias de que dispongo.
El señor VALDÉS .-
¿Cuántos inscritos hay, señor Presidente?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Ocho, señor Senador.
El señor MORENO .-
¿Podemos conocer la lista?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Por supuesto: Honorables señores Prat , Novoa , Sabag , Moreno , Parra , Canessa , Ruiz-Esquide y Valdés .
El Senador señor Ruiz-Esquide me informó que requiere tiempo sólo para fundamentar su voto.
El señor MORENO .-
Me sumo a la posición del Honorable señor Ruiz-Esquide si los demás oradores están de acuerdo.
El señor BOMBAL.-
¿De acuerdo en qué?
El señor MORENO .-
En otorgar cinco minutos a cada uno para fundamentar el voto.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
De lo contrario, tendré que cerrar el debate a las 18:30 e iniciar la votación.
El señor PRAT.-
Señor Presidente, pido que cada orador disponga de al menos 10 minutos. Porque, a decir verdad, no parece muy propio que la medida se aplique de manera tal que los últimos inscritos quedan impedidos de exponer sus razones.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
El problema radica en que debo aplicar el Reglamento. Empero, estoy de acuerdo con el Honorable señor Prat , pues me parece necesario respetar el derecho de todos los Senadores a intervenir por el tiempo que les corresponde.
Por el momento, pido al Honorable señor Lavandero que termine su exposición. Y posteriormente intercambiaré ideas con la Sala para llegar a una fórmula sobre el procedimiento. Además, puede haber problemas con la fijación del plazo para presentar indicaciones, tanto más cuanto que la resolución de dejar los votos en la testera en algún instante puede implicar que no haya quórum para tomar acuerdos.
Continúa con el uso de la palabra el Senador señor Lavandero, a quien solicito concluir su intervención lo más pronto posible.
El señor LAVANDERO .-
Gracias, señor Presidente . ¡Pero veo cómo el vudú y la macumba surten sus efectos, pues lograron interrumpir mi discurso en la forma que ha conocido la Sala...!
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
¡Llamaremos a una machi para que le haga una contra...!
El señor LAVANDERO .-
¡Incluso, ya siento los pinchazos...!
El señor ZURITA .-
¿Me permite una pequeña interrupción, señor Senador ?
El señor LAVANDERO.-
Por supuesto, con la venia de la Mesa.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Zurita .
El señor ZURITA .-
Si Su Señoría hubiera estado alegando ante un tribunal, hace veinte minutos su presidente le habría dicho: "Señor abogado, aténgase a la materia en debate".
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Recupera el uso de la palabra el Senador señor Lavandero.
El señor LAVANDERO .-
Señor Presidente , hay muchas formas de tratar de defender los grandes intereses creados que atentan contra la principal riqueza de Chile, el cobre, que de alguna manera es tocado por el proyecto en debate. Por tanto, a mi juicio, ésta es la materia principal. No hay otra. Porque la mayor evasión -la colosal evasión- se registra en la minería del cobre, donde cada año se eluden más de 6 mil millones dólares.
Lamento que el señor Senador que me pidió la interrupción no tenga un conocimiento completo acerca del tema y piense que estoy hablando sobre materias que no son atingentes al proyecto.
Ahora bien, señor Presidente, otras formas de evadir y eludir impuestos son las amortizaciones aceleradas, el pago de altos intereses y las asesorías extranjeras.
Las casas matrices tienen filiales financieras en paraísos tributarios. En vez de capitales, les aportan créditos con altos intereses, con lo cual transforman sus utilidades (si es que las tienen, ya que la mayoría declara pérdidas) en pago de intereses, con lo cual eluden el impuesto del 35 por ciento adicional y lo transforman en 4 por ciento por los intereses pagados a sus filiales.
Es así como la mayor parte de estas empresas aparece pagando por concepto de intereses entre 18 y 26 por ciento de sus productos.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Señor Senador, se está reclamando por el tiempo que ha ocupado su intervención.
El señor LAVANDERO .-
Estoy terminando, señor Presidente . Sólo me resta medio minuto más.
Esta materia es abordada por el proyecto, y aparece como una de las más valiosas, por cuanto evita que el 35 por ciento adicional se transforme en 4 por ciento por pago de intereses. Sin embargo, la iniciativa admite que a la empresa se le cobrará el 35 por ciento adicional cuando su endeudamiento exceda tres veces el patrimonio. Aquí, en Chile, una empresa que trabaje en esas condiciones está quebrada. Pero en esta iniciativa se concede este beneficio.
Nada más, señor Presidente .
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Como este proyecto debe despacharse hoy según lo acordado por los Comités, sugiero otorgar al Honorable señor Prat diez minutos. Entre los Senadores inscritos que restan por intervenir, es el único miembro de la Comisión de Hacienda.
El señor PRAT.-
Me parece muy poco. Después de haber escuchado por 30 minutos al Senador señor Lavandero, lo estimo improcedente.
El señor PIZARRO.-
¡Si no acepta, rige el Reglamento, señor Presidente!
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Señor Senador, en este momento corresponde cerrar el debate.
El señor PRAT.-
Me parece realmente una conducción muy especial el permitir...
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
¡No es especial!
El señor PRAT.-
...a un señor Senador hablar treinta minutos sobre materias que no guardan relación con el proyecto.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Yo no inscribo a los señores Senadores; son ellos quienes lo hacen.
El señor PRAT.-
Correcto, pero la Mesa es la que maneja los tiempos reglamentarios; y el de la intervención anterior se excedió en el doble.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Su Señoría vio que traté de interrumpir la exposición del Honorable señor Lavandero, el cual se excedió -según me informa la Secretaría- en seis minutos.
El señor PRAT.-
¡30 por ciento!
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Según el Reglamento, en este momento corresponde clausurar el debate, porque ha llegado la hora de término del Orden del Día, y proceder a la votación. La única manera de modificar este procedimiento sería que la Sala acordara, por unanimidad, prorrogar el Orden del Día. En tal caso, cada uno de los Senadores inscritos dispondría de los 15 minutos reglamentarios. Pero si no hay acuerdo en este sentido, automáticamente debo clausurar el debate y proceder a la votación.
El señor PIZARRO.-
Señor Presidente, pido la palabra.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Senador señor Pizarro.
El señor PIZARRO.-
Señor Presidente , quiero pedir la clausura del debate por una razón distinta de la discusión del proyecto, pero que se relaciona con las formalidades que el Senado debe seguir.
Hace mucho tiempo, junto con el Senador señor Cordero , anuncié que hoy rendiría homenaje al Liceo Gregorio Cordovez . Hay gente invitada que ha viajado especialmente para estos efectos. No sabíamos que se trataría esta iniciativa, que es sumamente importante para el país. Empero, si se cierra el debate ahora y veinte Senadores fundamentan el voto, se completarán cien minutos. Y si algunos exceden su tiempo, la espera para rendir el homenaje se hará cada vez mayor. Si ello ocurre, sería una falta de respeto hacia nuestros invitados. Por lo demás, el homenaje lo acordamos nosotros mismos en reunión de Comités.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Su Señoría tiene razón. Pero, en todo caso, el homenaje sólo puede efectuarse una vez despachado este proyecto. A esto debo ceñirme estrictamente.
El señor PIZARRO.-
Lo sé, señor Presidente . Por eso, solicité el cierre del debate.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Se ha formulado una petición de clausura del debate.
Propongo una fórmula, a mi juicio, factible.
Pido al Senador señor Prat que me entienda. No se trata de limitar su tiempo, sino de buscar una salida al problema que se nos plantea. No soy responsable de que el turno de Su Señoría haya llegado justo en este momento.
El señor RÍOS.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor RÍOS.-
Señor Presidente , sugiero suspender el debate del proyecto, rendir el homenaje anunciado y, enseguida, retomar la discusión.
Me parece que es lo mejor que podemos hacer.
Pienso que los miembros de la Comisión de Hacienda deberían contar con quince minutos, por cuanto han estudiado en mayor profundidad el proyecto.
Esta es mi proposición.
El señor VALDÉS.-
Pido la palabra.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor VALDÉS.-
Señor Presidente, pido el cierre del debate.
Creo que esta normativa ha sido bastante discutida. Además, ha llegado el término del Orden del Día y, a continuación, debe rendirse el homenaje al liceo de hombres Gregorio Cordovez de La Serena .
El señor MORENO.-
Estoy de acuerdo con lo propuesto por los Senadores señores Valdés y Pizarro.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Senador señor Novoa.
El señor NOVOA.-
En todo caso, el cierre del debate...
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
La clausura del debate, señor Senador .
El señor NOVOA.-
La clausura del debate o el cierre forzado del debate, señor Presidente, no impide que los Senadores podamos fundamentar el voto.
En segundo lugar, nos encontramos ya en votación. Porque Su Señoría la abrió a las 17:30, y ésta no puede ser interrumpida.
Entonces, a mí me sorprende el hecho de que, cuando se nos piden facilidades -como, por ejemplo, el acuerdo unánime de los Comités para despachar hoy este proyecto-, las damos para favorecer su tramitación; pero cuando solicitamos el derecho a hablar, éste se nos niega.
Quiero protestar por eso, señor Presidente.
Ahora, si la Mesa quiere aplicar el Reglamento, que lo haga; pero, en todo caso, el derecho a fundamentar el voto no se nos puede quitar, ni tampoco es factible suspender la votación.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Nadie ha suspendido el derecho a fundamentar el voto.
Tiene la palabra el Senador señor Martínez.
El señor MARTÍNEZ .-
Insisto en recordar que el señor Presidente abrió la votación a las 17:30. Así que nos encontramos en votación.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
No, señor Senador, no estamos en votación. Normalmente, cuando hay razones fundadas, existe la posibilidad de que la Mesa solicite autorización a la Sala -la que se otorgó-para que los Senadores que deban ausentarse puedan dejar registrados sus votos en Secretaría. Pero la votación se inicia una vez que se cierra el debate. Ahí se contabilizan los votos ya consignados.
El señor MARTÍNEZ .-
Estoy de acuerdo con lo que señala el señor Presidente . Pero quiero recordar que quienes desean expresar el fundamento de su voto pueden hacerlo.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Así es, señor Senador.
La proposición del Senador señor Ríos podría sintetizarse del modo siguiente. Primero, suspender el debate del proyecto; enseguida, proceder con el homenaje anunciado; y, finalmente, reabrir la discusión de la iniciativa, concediendo quince minutos al Honorable señor Prat , miembro de la Comisión de Hacienda. El resto de los Senadores podrá fundar el voto prioritariamente por cinco minutos según el orden de inscripción.
¿Habría acuerdo de la Sala para proceder de esta manera?
El señor VALDÉS .-
No hay acuerdo.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Entonces, no sería necesario clausurar el debate puesto que ha terminado el tiempo del Orden del Día. De modo que procedería iniciar la votación.
El señor OMINAMI.-
Pido la palabra.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor OMINAMI.-
Señor Presidente, de todas maneras cada uno mantiene el tiempo para fundamentar el voto.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Sí.
El señor OMINAMI.-
Entonces, cedo mis cinco minutos al Senador señor Prat .
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
No es admisible la cesión de tiempo, señor Senador, pero la Sala podría otorgar quince minutos al Honorable señor Prat .
El señor OMINAMI.-
En todo caso, le cedo mi tiempo.
El señor PRAT .-
Agradezco el gesto a Su Señoría.
El señor MARTÍNEZ .-
También le cedo los minutos que me corresponden.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Reitero a los señores Senadores que no es posible ceder ese tiempo.
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
Entonces, yo también los cedo. Resulta simpático ceder tiempos cuando no se puede; pero también es falta de seriedad.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Como no hubo acuerdo para aprobar la proposición del Senador señor Ríos, debo ceñirme al Reglamento.
Queda cerrado el debate por haber llegado la hora de término del Orden del Día y también en cumplimiento del acuerdo adoptado por los Comités.
Quiero insistir en que primero, en el orden de inscripción, fundarán el voto quienes deseaban intervenir, continuando luego con la lista alfabética.
El primer Senador inscrito es el Honorable señor Prat . Solicito autorización a la Sala para que, así como hubo un señor Senador que se excedió en seis minutos, intervenga durante quince minutos.
El señor VALDÉS.-
Con todo agrado, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Acordado.
En votación general el proyecto.
--(Durante la votación).
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Prat.
El señor PRAT.-
Señor Presidente , aunque no corresponda hacerlo en la fundamentación del voto, debo señalar que la larga intervención que oímos anteriormente sobre el problema del cobre debiera ser recogida por el Ejecutivo . Ya se han completado once años de Gobiernos de la Concertación, tiempo en el cual las situaciones que el Senador señor Lavandero dice que existirían han sido reiteradamente señaladas. Por lo tanto, creo que hay responsabilidad política de parte de dicho conglomerado, que ya entera tres Administraciones sucesivas, al no darles respuesta definitiva, ya sea para aclarar las materias en las cuales el señor Senador pueda estar equivocado o para corregir aquellas cosas en las que esté en lo cierto y corresponda enmendar.
Reitero que el tercer mandato de la Concertación tiene responsabilidad en la materia, que no puede demorar en asumir.
Respecto del proyecto en estudio, considero muy lamentable que sea llamado "columna vertebral financiera" del Gobierno. Pienso que si un asesor de inversionistas extranjeros lee esta iniciativa y la coliga al hecho de anunciarla como la "columna vertebral financiera" de esta Administración, se va a llevar una tremenda decepción y asesorará negativamente a sus clientes. Porque la factura del proyecto es de tal manera pobre que darle ese carácter revela o metas muy poco ambiciosas de parte del Gobierno que nos rige o una escasa capacidad de generar instrumentos eficaces para dar un verdadero destino de progreso al país.
El propósito de esta iniciativa en cuanto a reducir la evasión tributaria es, naturalmente, compartido por todos. Creo que todos, sin exclusión, estamos por disminuirla; pero la evasión tributaria es una conducta y la cuestión por resolver es cómo desincentivarla.
Es cierto que el programa de Joaquín Lavín consideraba también reducir la evasión tributaria, sin perjuicio de lo cual tampoco vivimos en un país donde ella sea escandalosa, para poner las cosas en su estricta verdad. Pero los caminos para disminuirla son múltiples y, desgraciadamente, el elegido no parece ser el más adecuado. Yo diría que los métodos realmente eficaces y que producen efecto son aquellos que generan condiciones políticas que desincentiven la evasión tributaria. En primer lugar, está el generar una percepción clara de unidad nacional en torno de propósitos y metas definidas hacia los cuales transita la comunidad.
Me pregunto si vamos avanzando efectivamente hacia esos propósitos de unidad nacional en los temas políticos que se manejan y en la forma como las autoridades tratan a los distintos actores de la vida política nacional. Lo primero que debiéramos dilucidar es si estamos avanzando hacia la percepción de que el país tiene un propósito común de futuro, que es un elemento sustancial, como condición política, para que los contribuyentes sean más proclives a cumplir sus obligaciones.
El fortalecimiento de la legalidad es otra condición política, también fundamental, para reducir la evasión. Al haber respeto a la propiedad, control de la delincuencia e inexistencia de variadas formas de corrupción, entonces se fortalece el ambiente de legalidad. Finalmente, está la percepción de la ciudadanía en cuanto a que la dirigencia política hace esfuerzos sistemáticos por dar eficiencia y modernidad a la Administración del Estado. Cuando se procede, por ejemplo, a las privatizaciones, a disminuir la burocracia; o cuando se avanza en modernizar el Estado, haciéndolo más liviano, entonces se genera la percepción en los ciudadanos acerca de que los recursos tributarios se usan bien y que vale la pena ser cumplidores.
Estas condiciones políticas -diría- son los elementos esenciales y verdaderamente eficaces para avanzar en la disminución de la evasión tributaria.
El proyecto no toca ninguno de esos aspectos ni avanza en ese terreno. Por el contrario, contiene fórmulas de cambio en la base tributaria y en cuanto a la forma de calcular los tributos que, en definitiva, significan un alza de los mismos. Y ésa es una señal muy inconveniente, sobre todo en las circunstancias por las que atraviesa la economía.
En materia de fiscalización, la iniciativa concede atribuciones excesivas al Servicio de Impuestos Internos y, también, saca a la calle a una dotación de fiscalizadores que generan la percepción -por la experiencia que se tiene- de que ejercerán una especie de acoso en contra del pequeño comercio establecido, no contra el comerciante irregular, que no factura, que opera en la calle y que siempre es más difícil de fiscalizar.
La consecuencia del proyecto es que la pequeña y mediana empresas, que son los verdaderos motores del empleo en Chile, puesto que generan 80 por ciento de los puestos de trabajo, se verán más desincentivadas a actuar que lo que ya lo están, por la difícil situación económica que deben soportar.
La normativa puede asemejarse a un instrumento para eliminar el quiste que significa la evasión en nuestro cuerpo social. Desgraciadamente, es un instrumento agresivo, inoportuno, cuando el cuerpo social está afectado por la depresión de la actividad económica y por la condición anímica de la comunidad emprendedora nacional. En último término, es un proyecto que en vez de avanzar en reducir la evasión, desincentivará la activación de la economía y se transformará en un obstáculo para reactivar y crear el empleo que todos queremos generar.
Si se consideran las múltiples disposiciones que contiene, se verá que las pequeñas y medianas empresas serán las principales afectadas. Los bienes muebles del activo fijo tienen la mayor incidencia en su capital. Por ejemplo, los computadores; las betoneras y los andamios, en el caso de la constructora; los vehículos de distribución, en el de las distribuidoras; o los de transporte, en la que se dedica a dicho rubro. Esos son los bienes muebles del activo fijo. Se grava en forma permanente la venta de esos bienes usados. ¿Qué significa? Que su valor se verá castigado en 18 por ciento. El mercado no pagará más por el hecho de que estarán afectos al IVA, aun cuando se vendan un año después de ser adquiridos. A la gran empresa esto no la afecta, porque en ella los bienes muebles del activo fijo son normalmente irrelevantes. En cambio, para la pequeña y mediana empresas, muchas veces constituyen el verdadero capital de que disponen, y las afecta -diría- en el corazón el hecho de obligarlas a pagar IVA cuando venden sus bienes, a menudo por necesidad.
En otro tipo de medidas, se hace permanente la prohibición de acreditar el pago de contribuciones al momento de cancelar el impuesto de Primera Categoría. Ello constituye un alza tributaria. Curiosamente, en el informe de la Comisión de Hacienda el Servicio de Impuestos Internos a esto le llama "eliminación de anomalías tributarias". Considerar como tal una disposición que ha sido permanente en nuestra legislación y cuya aplicación se suspendió sólo por cuatro años, pero contrapesada con incentivos al ahorro, que ahora se terminan, y calificarla de "anomalía tributaria", realmente genera una percepción de que las autoridades de Impuestos Internos verdaderamente exageran en su propósito de avanzar en el cobro de mayores tributos.
En relación con otro aspecto del proyecto, cabe recordar que Aduanas llegó a formular un planteamiento sobre una modalidad hoy en vigencia que consiste en que, cuando a un importador se le rematan los bienes por hallarse en litigio el pago de los derechos de aduana, el producto se destina a una cuenta del Banco del Estado, donde se acumula junto a los reajustes y los intereses. Y si el Servicio gana el pleito, esa suma va a las arcas fiscales, en tanto que, si lo gana el contribuyente, va en beneficio de este último. Es tal el propósito con que ha actuado Aduanas en la formulación de la iniciativa en análisis -supongo que de ahí proviene la idea- que se ha llegado a proponer que los recursos, en vez de ser depositados en la cuenta mencionada, ingresen a fondos generales de la Nación y que, en caso de un sobreseimiento que favorezca al contribuyente, se aplique una norma en el sentido de que se le devuelven los dineros pero sin los intereses. Es decir, se quiere cambiar una disposición que funciona, que es justa, por otra abiertamente injusta.
Desde el punto de vista de los analistas de inversiones que ven que así se legisla, y en la medida en que el proyecto es calificado como la columna vertebral financiera del tercer Gobierno de la Concertación, creo que la señal pública que se da es la peor que se podía concebir. Si se quiere activar el país y dar confianza a los inversionistas, es preciso ser cuidadoso en lo que se sugiere, en las iniciativas que se remiten al Parlamento, porque no por recaudar unos pesos más se puede llegar a planteamientos de tal manera descabellados, arbitrarios e injustos.
Por ello, señor Presidente , creo que es bueno votar en contra de la normativa en estudio. Así: claramente. Porque en esa forma se da una señal de que en el Congreso hay voces y votos opuestos a proyectos con una orientación como la trasuntada por las disposiciones que en particular contiene el que nos ocupa. Y la demostración de que en el Senado hay pronunciamientos negativos a articulados de esa índole es algo que el país necesita.
Por mi parte, contribuiré a dicho propósito: voto que no.
El señor NOVOA.-
Señor Presidente, estimo que el texto en debate debiera ser rechazado en general, porque las ideas centrales que inspiran sus distintas normas son, a mi juicio, erradas. Y pienso que eso es lo que se debe analizar cuando nos abocamos a la discusión general.
Las considero erradas porque, aunque se diga lo contrario, el proyecto establece aumentos de impuestos por la vía de eliminar beneficios legítimos, de incorporar a la tributación hechos hasta ahora exentos, o directamente, al aumentar tasas en algunos casos.
Por ejemplo, la incorporación, como hecho generador de impuestos, del mayor valor en la subdivisión de predios rurales, en la forma como se plantea, viene a gravar algo que hoy no lo está. Los predios agrícolas, por su extensión, son naturalmente divisibles, y en muchísimos casos se puede pensar que tiene lugar una división sin que necesariamente se entre en un loteo o una explotación inmobiliaria. La iniciativa sencillamente ignora cualquier diferenciación y va directamente a gravar -repito- un hecho que hasta hoy no lo está.
La eliminación de la depreciación acelerada como gasto para el efecto de los retiros es una forma de aumentar impuestos. Se podrá estar de acuerdo o en desacuerdo con la filosofía misma tras la norma actual, pero que no se afirme que no media un incremento tributario.
Y deseo consignar que la depreciación acelerada es un instrumento que se concibió precisamente para poder dar garantía a los inversionistas en aquellos negocios de alto riesgo e intensivos en capital. Sobre la base de esas características, se concluyó que era mejor permitirles retirar antes su capital por el camino señalado y pagar impuesto sobre las utilidades una vez que ellas realmente se registraran.
Los aumentos de los mínimos en las rentas presuntas para pequeños y medianos mineros, para los transportistas, son aumentos impositivos.
En cuanto al impuesto a los intereses por créditos extranjeros, es evidente que se podrá compartir o no el esquema actual, pero no cabe la menor duda de que se encarecerá cualquier financiamiento por esa vía. Si se revisa la cantidad de empresas financieras registradas en el Banco Central, se advierte que prácticamente en todos los grandes proyectos se recurre a ese mecanismo. Pues bien, si no se está de acuerdo con el sistema y se pretende cambiarlo, perfecto: es la posición legítima del Gobierno. Pero ello significa que a los proyectos, cuando sean analizados en el futuro, se les exigirá una mayor tasa de retorno.
Se suprime, además, el crédito de la contribución territorial contra el impuesto de primera categoría, que se venía permitiendo desde 1927. Fue suspendido por cuatro años porque en 1998 se llegó a un acuerdo y se dieron beneficios a la inversión, pero ahora se elimina en forma permanente. Y, naturalmente, tales beneficios se acabarán al término de los cuatro años, porque no vienen prorrogados. Por lo tanto, el aumento de la recaudación obedecerá a que se quitan ventajas para la inversión -ése es el efecto claro que se provoca- y, además, a que algo que siempre había sido considerado como un crédito deja de serlo.
Por lo tanto, esas ideas centrales del proyecto, que, a mi juicio, significan aumento de impuestos, son las que me llevan a votar en contra.
¿Y qué pasa con el tema de la evasión? Porque uno está siempre en contra de ella. Es algo que no se debería discutir. Lo que se necesita ver es cuáles son los elementos que se determinan para controlarla.
En lo personal, opino que las líneas centrales del proyecto son negativas. Cabe observar que se da a Impuestos Internos una cantidad de atribuciones bastante grande. Y se crean infracciones que realmente son absurdas, a mi modo de ver. Por ejemplo, es absurdo que se considere como agravante el que si alguien que ha cometido una infracción no se autodenuncia. Nadie está obligado a autodenunciarse.
También es antijurídico establecer que si un funcionario cita a un contribuyente y éste no comparece cae en infracción. Esto es lo más ilógico que hay porque los funcionarios administrativos no tienen imperio, y si la persona no concurre el Servicio le liquidará los impuestos. Ésa es la sanción.
Quisiera dejar constancia, además -y, por desgracia, no me alcanzará el tiempo para explicar todo el fundamento-, de que éste es el quinto o sexto proyecto que en definitiva se presenta con el propósito de terminar con la evasión. En 1998 se aseveró que esta última ascendía a 26 por ciento; ahora se sostiene que es de 24 por ciento. ¿Y qué ha pasado entre medio? Se aumentaron las atribuciones de Impuestos Internos y la planta. Han tenido lugar ya sea incrementos de planta o de asignaciones en 1991, en 1992, en 1993, en 1997 y en 1998, y se mantiene el mismo índice de evasión. No pareciera ser la forma de terminar con ella, entonces, la de llenar la calle con inspectores tributarios, que normalmente no van a los lugares ocultos donde se falsifican facturas, sino a acosar a quienes trabajan e intentan generar producción.
Y, por último, quisiera subrayar un aspecto. Impuestos Internos hizo un gran alarde de su capacidad tecnológica y le dijo al país: "Haré un millón de declaraciones por ustedes.". Hago presente que ello es aterrador. El que a un millón de chilenos se les exprese: "Conocemos toda su vida, así que aquí está su declaración de impuestos" es lo más cercano que he visto al Estado policial. Y me parece que el fin de recaudar impuestos no justifica los medios.
Voto en contra.
El señor SABAG.-
Señor Presidente , lamento que quienes nos hallábamos inscritos hace mucho rato debamos constreñirnos muy fuertemente para intervenir, tal como el Senador señor Novoa al tratar de dar sus opiniones sobre tanto tema importante.
No cabe duda de que el proyecto de ley para combatir la evasión y la elusión tributarias es un imperativo ético, pues creo que nadie en Chile apoya ese tipo de cosas. Y todos estamos por que exista conciencia tributaria en el país, por que los evasores sean castigados y por que evidentemente la elusión sea también corregida.
En consecuencia, me parece que votar en contra del proyecto es éticamente imposible. Y, desde luego, anuncio mi voto favorable en tal sentido.
Soy hombre de Gobierno. Sé que en el Parlamento hemos contraído muchos compromisos, como las reformas judicial y educacional. Y tenemos el imperativo ético de combatir la pobreza, los campamentos, para lo cual ciertamente el Gobierno necesita los recursos correspondientes.
Sin embargo, tengo muchas observaciones con respecto a las facultades que se están otorgando al Director del Servicio de Impuestos Internos. En todo caso, debo manifestar claramente que, en mi concepto, los funcionarios de ese organismo en general proceden con mucha honorabilidad en el desempeño de sus funciones.
Mis palabras no son para proteger a los delincuentes tributarios ni a los evasores, sino fundamentalmente al contribuyente honrado que trabaja permanente y tesoneramente para ganarse la vida y pagar los impuestos, de los cuales nosotros mismos muchas veces usufructuamos.
Observo que aquí los legisladores no estamos entregando la correspondiente garantía tanto al Servicio de Impuestos Internos como a los contribuyentes. A mi juicio, resulta imperativo que la relación entre la administración tributaria y los contribuyentes sea de derecho, que asegure el debido respeto de las garantías constitucionales consagradas en la Carta Fundamental.
En un Estado de Derecho tal relación no puede concebirse como una de fuerza o de entera preeminencia del interés fiscal en lo concerniente a los intereses de los contribuyentes. Junto a la obligación de éstos de contribuir al sostenimiento del Estado mediante el pago de tributos, es necesario imponer sin restricciones el deber de los órganos de la administración tributaria de ejercer sus potestades de fiscalización con estricto apego a la Constitución y la ley. Porque siendo ésta una relación de contenido patrimonial, es común que ambas partes pretendan -así lo señala el profesor uruguayo Ramón Valdés Costa- "obtener los mejores resultados económicos, lo que frecuentemente desemboca, como lo demuestra la experiencia, en actos ilegítimos; por un lado, en leyes inconstitucionales o actos administrativos -reglamentos, circulares y actos de determinación- ilegales, y , por otra parte, en defraudaciones e infracciones en general".
Para estos efectos, lo importante es destacar que la preocupación del legislador, primero, y del juzgador, después, debe ser otorgar protección tanto al contribuyente como al Fisco.
Ninguno de ellos ha de gozar de una posición de privilegio, pues ambos deben igual respeto a la Constitución y a la ley. Éste es uno de los defectos estructurales del proyecto de ley en discusión, ya que pretende otorgar, sin contrapesos, mayores poderes a una de las partes de la relación tributaria, la que siempre ve a la otra -vale decir, " a los contribuyentes"- como delincuentes o evasores natos, en circunstancias de que ambos deben ser objeto de protección, sujetos activos y pasivos de derechos y deberes.
Sin duda, es necesario castigar y reprimir el fraude tributario; pero con la debida prudencia para no poner en peligro el respeto a las garantías constitucionales. En el último tiempo, éste ha sido un problema universal, como se desprende de las palabras de destacados profesores tributarios, que señalan: "parece que la Administración tributaria desconoce quién es su adversario y por ello descarga sus armas poderosas en la dirección que supone que se encuentra aquel con la esperanza de alcanzar algo sustancioso.".
En el transcurso de estos últimos años nuestra preocupación sólo ha sido aumentar los poderes de fiscalización del Servicio de Impuestos Internos, pero sin empeñarnos en crear un sistema de contrapeso específico en favor de los contribuyentes. No acontece lo mismo en otros países, como España, donde frente a los mismos problemas se resolvió dictar una ley, que rige desde el 26 de febrero de 1998 y se denomina "Derechos y Garantías de los Contribuyentes" o, simplemente, "Estatutos del Contribuyente". Porque, como dijo en ese país el profesor Magín Pont Metres : "La Administración está sometida a la ley y el Derecho, exactamente lo mismo que los ciudadanos. No existe diferencia alguna, por más tutela del interés público que tenga confiada, pues esa tutela en modo alguno requiere ni justifica posiciones administrativas de dominio, privilegio, poder desorbitado, desmesura y similares.".
Destaco lo anterior porque resulta indispensable la creación de tribunales independientes e imparciales. En Chile no los hay.
Señor Presidente , sé que se ha cumplido mi tiempo. Por eso, finalmente sólo deseo reflejar acá las expresiones de un gran hombre de este país, don Patricio Aylwin Azócar , quien ha manifestado y escrito: "Las declaraciones de derecho que hace la Administración no las pronuncia como órgano imparcial, como un tercero distinto de las partes que juzga en pleito ajeno, sino representando a uno de los intereses comprometidos, como parte y juzgando en pleito propio, por ejemplo, en la determinación de los tributos que efectúa el Servicio de Impuestos Internos. La administración no actúa como tribunal distinto de las partes, sino como un órgano de una de ellas...".
Tengo diversas observaciones sobre el proyecto. Y, por supuesto, formularé las indicaciones correspondientes en su oportunidad. Ahora sólo deseo anunciarlas. Ellas se refieren a la derogación de la denominada "Ley Tapón"; al secreto bancario; a las modificaciones que cercenan facultades del Servicio de Tesorerías; a diversas modificaciones a la Ley del IVA y la Ley sobre Impuesto a la Renta que significan un incremento de impuestos; al otorgamiento de una ayuda para el Servicio Nacional de Aduanas, como la que está recibiendo el Servicio de Impuestos Internos y la Tesorería; a incentivos para los servidores de Aduana por concepto de mayor recaudación, ya que éstos recaudan el 40 por ciento de la tributación del país.
Por último, debo decir que apruebo con mucho entusiasmo este proyecto, sin perjuicio de las indicaciones que formularé para que sean analizadas en cada uno de sus méritos.
El señor MORENO.-
Señor Presidente , el señor Senador que me antecedió en el uso de la palabra y algunos Honorables colegas plantearon con elocuencia y versación materias que son importantes en lo que dice relación al proyecto que estamos votando.
La fundamentación de mi voto la centraré en aspectos vinculados a lo que este Senador representa.
Soy de una zona donde prácticamente se encuentra establecido el mundo de la pequeña empresa, tanto a nivel urbano como rural. Por lo tanto, mi obligación como representante de la misma es dar a conocer en esta Sala las inquietudes que he recogido en torno de esta iniciativa.
Más allá de la retórica con la cual se ha intervenido esta tarde, ha quedado claro que la iniciativa pretende recoger más recursos. Obviamente, una parte muy importante proviene de aquellos que debiendo pagar sus impuestos no lo hacen. Aparte ver cómo clasificaremos o definiremos el asunto, lo concreto es que existe acuerdo para que los contribuyentes cumplan con sus obligaciones. Tan simple como eso.
Sin embargo, es necesario reconocer con mucha franqueza que existe un ambiente de suspicacia y desconfianza en cuanto a que, bajo la forma de recaudar los impuestos que hoy día no se pagan, se esconde el argumento de que habría una reforma tributaria disfrazada.
Sin perjuicio de lo que en el fondo puede significar uno u otro concepto, para el Senador que habla no existe una reforma tributaria disfrazada, sino la capacidad de buscar un mecanismo para que se cumpla con el pago de los impuestos en forma efectiva.
Ahora bien, en lo que respecta al punto que me interesa destacar en esta oportunidad, debo señalar que uno de los acápites del proyecto toca directamente elementos que afectan a los pequeños y medianos empresarios. Hay otros aspectos que no están involucrados en él, pero vinculados asimismo a materias que afectan o dañan a los pequeños empresarios.
Por lo anterior, también formularé indicaciones con el objeto de dar solución a lo que estoy señalando. Entre ellas, presentaré una para corregir una injusticia que en este país no ha sido reparada hasta el momento, cual es que en el sistema de intercambio de mercaderías o servicios de un pequeño o mediano productor a una empresa grande o eficiente compradora, actualmente el pequeño se ha convertido en el financista del Estado y de la grande.
En efecto, por el mecanismo que opera en la actualidad, a través del sistema de la emisión de facturas, quien fabrica mesas o entrega frutas y debe facturar a una cadena de supermercados o a la tienda que vende los muebles, está obligado por ley a concurrir a Impuestos Internos, antes del 12 del mes siguiente, a enterar el IVA correspondiente a la factura que aún no le pagan. Por lo tanto, se convierte en un prestamista (al cual no le pagarán intereses) de un sistema en el que, aparte no tener seguridad de pago -porque nadie le asegura cuándo y cómo le cancelarán las facturas-, en el caso extremo de que se nieguen a hacerlo, carece de instrumentos legales para poder exigirlo. Y ese pequeño empresario o contribuyente termina perdiendo el IVA que adelantó al Estado a cuenta del grande, que solicitará la restitución de ese impuesto y que no se lo devolverá a aquél. Por lo tanto, se trata de un sistema absurdo. ¡Absurdo!
En ese sentido, señor Presidente , formularé dos indicaciones. La primera dirá relación directa con el proyecto y consistirá en trasladar el cobro del IVA -no postularé que no se pague; al contrario- al momento en el cual se paga efectivamente la mercadería que se adquiere, como se hace cuando uno compra con boleta, a fin de no hacer recaer en el pequeño empresario la carga económica de convertirse en financista del más grande por 90, 120 ó 180 días.
He conversado al respecto con el señor Ministro de Hacienda y con el señor Director de Impuestos Internos . Están de acuerdo con tal medida. Buscaremos la fórmula apropiada y haremos un anuncio público. Formularé la indicación, con el objeto de evitar la situación descrita.
Lo anterior irá unido a una segunda propuesta: convertir la factura en un documento ejecutivo. En términos concretos, que la factura, al término del plazo pactado entre las partes, adquiera la categoría de un cheque y se pague. Al mismo tiempo, plantearemos y apoyaremos la creación de una fiscalía, para impedir las facturas falsas y la comisión de abusos.
No es admisible continuar funcionando con un sistema en el cual el pequeño empresario carece de herramientas reales para exigir el pago de las facturas que emite.
Señor Presidente , como me resta poco tiempo, le rogaría permitirme terminar la idea.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Puede hacerlo, Su Señoría.
El señor MORENO.-
Gracias.
El concepto de convertir la factura en instrumento ejecutivo tiene un claro objetivo: dar certidumbre económica a los empresarios pequeños y medianos. Que sepan que les pagarán sus facturas en el plazo pactado, y que si eso no ocurre puedan cobrarlas en el banco previamente determinado. Estoy consciente de que el proyecto no consigna esta materia. Pediré que se estudie un mecanismo para poder establecerla.
Con lo expuesto busco responder a quienes represento en el Senado: a la clase media y a los pequeños empresarios, tanto urbanos como rurales. Creo que ha llegado el momento de darles una expansión y un alivio real a través de este tipo de medidas.
Voto a favor.
El señor PARRA .-
Señor Presidente , he sido profesor de Derecho Tributario gran parte de mi vida. Por desgracia, para fundamentar el voto esta vez tendré que limitarme a consideraciones de carácter general y netamente políticas.
Es importante que el país sepa que esta tarde hemos asistido, a través de la abstención o el voto negativo de los Senadores de la Oposición, a un acto de mera oposición. Y se ha incurrido en contradicciones graves, que pondré de manifiesto a través de mi intervención.
Este proyecto nace de una demanda de recursos fiscales indispensables para realizar un conjunto de programas, que se encuentran detallados en la página 6 del mensaje.
Es a esos programas, destinados a avanzar en el terreno social en nuestro país, a los que se les niega el financiamiento demandado por el Ejecutivo . La responsabilidad por ese acto debe ser asumida frente a la ciudadanía. Y se niegan esos recursos, a pesar de que el camino elegido por el Gobierno es de carácter objetivo: combatir la evasión, en lo cual existe un diagnóstico absolutamente compartido.
Que no se diga que el proyecto tiene alcances fundamentales en otro campo, porque de los 449 mil millones de pesos que se pretende recaudar a través de él, 372 mil millones provendrán únicamente del combate a la evasión.
Se ha hecho aquí una caricatura respecto de las normas que, perfeccionando nuestro sistema tributario, procuran evitar una fácil remoción de los impuestos por parte de los contribuyentes.
Nadie en el Ejecutivo ni en la Concertación ha afirmado jamás que la elusión tributaria constituya un acto ilícito y que sean delincuentes quienes, acogiéndose a la ley en el pasado, la han practicado.
Nadie ha dicho jamás que se pretenda otra cosa que buscar justamente el perfeccionamiento que la legislación tributaria ha requerido de manera permanente a través del tiempo.
En verdad, lo que se defiende por la Oposición es la intangibilidad de esa normativa, aun cuando objetivamente ella, como toda la legislación, demanda siempre mejoramientos abundantes.
Se arguye que éste es un tema de Estado en el que debieran explorarse acuerdos. Sin embargo, hay en tal afirmación una tremenda contradicción, pues, al votar negativamente la idea de legislar, se niega la posibilidad de tener un debate más detenido, que permita perfeccionar también este proyecto de ley.
Se dice compartir el diagnóstico respecto de la evasión, pero no hemos escuchado ni una sola sugerencia al respecto. Ocurre lo mismo que en materia de reforma laboral: se nos reclama flexibilidad; se nos reclama también con otros adjetivos introducir normas que ayuden a la inversión. Sin embargo, no se ponen sobre la mesa iniciativas o indicaciones para la discusión. ¿De esa manera se construyen los acuerdos?
Reitero que asistimos a un acto de mera oposición.
Yo, convencido partidario de la Concertación y de su Gobierno, voto con entusiasmo la idea de legislar y, ciertamente, contribuiré con indicaciones a perfeccionar el proyecto.
Voto que sí.
El señor HAMILTON.-
Señor Presidente , quiero plantear una moción de orden.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor HAMILTON.-
Debe fijarse plazo para formular indicaciones. Quizás más tarde no haya quórum.
El señor VALDÉS.-
Suspendamos la votación.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Para adoptar el acuerdo habría que suspender la votación, y para ello se requiere unanimidad.
El señor HAMILTON.-
Después no podremos tomarlo.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Efectivamente, si al término de la votación no hay quince señores Senadores en la Sala, me vería obligado a levantar la sesión y dejar pendiente para la próxima semana la determinación del plazo para presentar indicaciones.
El señor VALDÉS.-
Señor Presidente , es mucho más sencillo que Su Señoría pida atribuciones a la Sala para convenir esa fecha con los Comités.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
En ese caso, tendría que citar a reunión de Comités y no sé si ésta podría efectuarse hoy.
El señor LAVANDERO.-
¿Por qué no dejamos zanjado el asunto ahora, porque hay quórum?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Ya he conversado sobre diversas fechas. Un Comité de la Oposición me planteó la posibilidad de fijar plazo hasta el mediodía del jueves 12. Otros, de sectores de Gobierno, sugirieron el miércoles 11, a la misma hora.
En el fondo, se pretende disponer de una semana. Entre ambas proposiciones hay un día de diferencia.
De otro lado, es inconducente establecer el jueves 12, dado que la próxima es Semana Santa y difícilmente se trabajará a partir de ese día.
Propongo fijar ese término hasta el miércoles 11, a las 12. El Presidente de la Comisión de Hacienda me expresó que ella podría reunirse en la tarde de ese día y el jueves en la mañana.
El señor HAMILTON.-
¿Por qué no se prolonga hasta el lunes de la semana subsiguiente?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Eso significaría trabajar en las Comisiones esa semana y que la Sala tratara el proyecto la primera semana de mayo.
Yo no abriría ahora una discusión sobre el particular. Sinceramente, dejaría hasta aquí el debate, porque estoy obligado a continuar la votación.
El señor LAVANDERO.-
Propongo que decidamos el próximo miércoles, señor Presidente .
El señor MARTÍNEZ .-
Señor Presidente , no estoy de acuerdo. La materia en análisis es muy compleja y requiere de una discusión de alto nivel técnico para entender en profundidad los cambios que se introducen. Se trata de un planteamiento de carácter general y, como han dicho algunos señores Senadores, hay que considerar ese hecho.
A renglón seguido, hay que tener en cuenta los tiempos asignados para intervenir en la discusión. Se ha visto cómo, por diversas razones, el derecho de algunos Honorables colegas no se ha respetado.
Estimo necesario disponer del mayor plazo posible para que la Comisión respectiva trabaje con tranquilidad y sin presiones. Pienso que la fecha más conveniente debería fijarse para después de Semana Santa, como lo planteó el señor Presidente ; antes, no sería prudente. Estamos ante una materia delicada, y así debe ser tratada.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
La Mesa hizo una proposición con el fin de terminar con este asunto. He tratado de respetar el tiempo que corresponde a cada señor Senador.
Me parece que sólo existe la siguiente alternativa para fijar la fecha de término de presentación de indicaciones: el 11 ó 12 de abril; o el lunes 16 del mismo mes. Pero en este momento no puedo suspender la votación, sino por acuerdo unánime de la Sala. Un señor Senador no dio la unanimidad, y por tanto la votación debe continuar.
De lo contrario corresponde esperar el término de esta votación para resolver el asunto, lo que podrá hacerse siempre que para entonces contemos con el número necesario de Senadores. Si eso no sucede, deberemos esperar la próxima sesión para adoptar un pronunciamiento.
El señor VALDÉS.-
Podría procederse en los términos propuestos por el Senador señor Martínez, en el sentido de fijar el lunes inmediatamente posterior a la Semana Santa.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-
No se ha logrado acuerdo para eso.
El señor VALDÉS.-
No es necesario el apuro.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-
Es la Sala la que debe resolver.
Tiene la palabra el señor Ministro.
El señor EYZAGUIRRE ( Ministro de Hacienda ).-
Yo hubiera preferido el miércoles 11 de abril, porque el proyecto no admite mayor espera. No obstante, para ratificar una vez más el ánimo de actuar con flexibilidad y diálogo del Gobierno, estoy dispuesto a aceptar el lunes 16, a las 12.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
El propio señor Ministro ha facilitado el acuerdo en el sentido de fijar el lunes 16 de abril como término del plazo para presentar indicaciones.
Si le parece a la Sala, se acordará así.
Acordado.
Continúa la votación.
Tiene la palabra, para fundar su voto, el Honorable señor Canessa.
El señor CANESSA.-
Señor Presidente , cualquier reforma legal que, respetando los derechos individuales garantizados en la Constitución, apunte efectivamente a prevenir, limitar y reprimir la evasión tributaria, contará con el respaldo de la sociedad. Pero, en la situación que nos ocupa, el problema radica en que el Ejecutivo , bajo el pretexto de controlar la evasión de impuestos, intenta una operación de más amplio alcance. No juzgo intenciones; simplemente comparo los propósitos declarados por la autoridad con el mérito del proyecto.
No es razonable, de otra parte, que el tono general del proyecto sea considerar delincuentes en potencia a quienes, con su capacidad, trabajo e imaginación, y arriesgando su capital, crean trabajo y dinamizan la economía del país. En esa línea de argumentación, me parece que sería inconveniente situar en una misma categoría al evasor y a quien, haciendo uso de normas legales en vigor, busca reducir sus costos y en esa dirección, como es natural, aplica las técnicas que le llevarán a tributar apenas lo indispensable, el mínimo, si se quiere, pero dentro de los parámetros legales vigentes. Esa conducta es racional, propia del hombre de empresa. No es bueno ahogar la iniciativa de quienes poseen un espíritu emprendedor, aunque no tengan en igual medida el sentido de la beneficencia pública.
El control, aunque necesario, no puede poner en cuestión la libertad de las personas.
La evasión es algo ilegal e inmoral, porque consiste en el ocultamiento de transacciones comerciales, o en la creación de transacciones ficticias con la finalidad precisa de reducir el pago de impuestos. En cambio, es perfectamente legítimo, dado que estamos hablando de normas de Derecho Público respecto de las cuales el particular puede hacer todo aquello que no está expresamente prohibido; en este caso, que los contribuyentes busquen dentro de la ley la forma de pagar menos impuestos.
El presente proyecto tiene, además, aspectos que no constituyen propiamente un combate a la evasión. Por el contrario, vienen a modificar los tributos existentes o los elementos o mecanismos que determinan su base imponible. Esto constituye un grave error, ya que da una señal errónea a los distintos agentes económicos, en circunstancias de que lo que se requiere con urgencia son mecanismos de incentivo que den paso a un aumento de la actividad económica, y no a un incremento innecesario de la carga tributaria.
También es importante señalar que se amplían de manera inconveniente las facultades fiscalizadoras del Servicio de Impuestos Internos, aumentando los trámites previos y los controles sobre las empresas, lo cual entorpecerá y desalentará la actividad productiva. Para reactivar la muy deprimida actividad económica interesan los incentivos, no las medidas de control y coacción. Y en un ámbito donde las presuntas infracciones las define y resuelve el Servicio de Impuestos Internos, que actúa como juez y parte.
Señor Presidente , toda enmienda a la legislación tributaria debe propender no sólo a incrementar la recaudación, sino también, lo que a mi juicio es de suma importancia, a propiciar mecanismos que estimulen la inversión, con una carga tributaria moderada y normas claras para su aplicación. Sólo de esta manera se aumenta la actividad económica, el empleo y la riqueza, todas fuentes de desarrollo de los países.
El incremento de los impuestos, la eliminación de los mecanismos legítimos que permiten disminuir la carga tributaria y el incremento excesivo de las facultades discrecionales de los entes fiscalizadores, particularmente del Servicio de Impuestos Internos, conlleva irremediablemente una menor riqueza nacional y, como resultado de ello, un menor rendimiento tributario.
En estas circunstancias, me opondré a la idea de legislar.
A mi juicio, con el pretendido propósito de evitar la evasión tributaria, se están modificando reglas y mecanismos diversos, lo que no resulta transparente. Si el Ejecutivo retira el presente proyecto y presenta uno nuevo que contenga exclusivamente normas que en efecto eviten la evasión tributaria -o sea, otro proyecto-, contará con mi respaldo para estudiarlo y legislar.
Voto en contra.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Ruiz-Esquide.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
Señor Presidente, doy excusas a la Sala por hablar, porque a estas alturas del tiempo sólo es eso lo que podemos hacer.
Aprovecho la oportunidad, aunque deba gastar unos segundos, para rogar a la Mesa que considere la posibilidad de introducir una reforma al Reglamento, tendiente a evitar lo que ha sucedido hoy, y que ha ocurrido permanentemente: al comienzo, algunos señores Senadores se atienen a los quince minutos para la extensión de sus discursos, y los restantes después deben recurrir a prórrogas benevolentes de los colegas.
En tercer lugar, anuncio que intervendré exclusivamente en virtud de que el debate -a mi juicio, muy afortunadamente- se ha excedido en el tema exiguo del propio proyecto. Es bueno que el Senado realice debates económicos; es bueno que los haga sobre otras materias, y no terminemos permanentemente en este reduccionismo de discutir en la Sala asuntos técnicos ajenos al gran debate que Chile requiere sobre miles de materias que nunca se abordan.
El antiguo Senado tenía esa característica, señor Presidente . Lamentablemente, también eso se ha perdido. Hay un tema de fondo. A propósito de este proyecto, tenemos que revalidar el valor ético del correcto pago de los impuestos en una sociedad que desea que sus tributos vayan en bien del propio mundo que se está creando.
Aquí pareciera que, a diferencia de otros países, ha surgido la idea de que, mientras más "diablo" sea alguien para eludir impuestos y evadir, más inteligente es. Y la gracia es descubrir "cómo no pagar impuestos". Eso es lo que a mi juicio el debate de ahora podría haber permitido. No con el afán de aclarar si es eludir, o evadir. En cualquier ciencia se pueden crear neologismos que den imagen a lo que hay que hacer en cada caso.
La evasión es un delito. La elusión, una diablura que se puede ver como éticamente aceptable, en una ley que lo permite. Pero eso desata el derecho del Estado y del Gobierno a dictar también leyes que impidan que esa elusión continúe, así como la evasión no sea permitida.
En eso estamos.
Se afirma, a raíz de esto, que éste es un país que está en el peor de los mundos, que aquí se agobia a la empresa, que aquí no hay manera de ganar dinero, que aquí nadie puede invertir. Por eso he querido intervenir, señor Presidente , para señalar que las cifras de los indicadores bursátiles demuestran que las 238 empresas más grandes de Chile aumentaron sus ganancias en 41 por ciento -¡41 por ciento!- entre 1999 y el año recién pasado. Esto significa que ganaron 902 mil millones de pesos, más que en 1999. ¿Alguien puede decir que el país está en quiebra? ¿Alguien puede decir que el país no está en condiciones de dar garantías a la empresa privada? ¿Alguien puede decir que aquí se está ahogando a la gente? El propio diario "El Mercurio" publicó hace un año que algunas personas ganan 400 millones de pesos anuales por participar en directorios. ¿Éste es un país en quiebra? ¿Éste es un país donde no existen garantías para el trabajo?
Entonces, señor Presidente , debemos analizar el tema en esa perspectiva. Aquí el problema no es de ganancias, sino de distribución del ingreso. Porque ningún país, ni ninguna clase política, puede defender, éticamente, que algunos ganen 400 millones de pesos al año mientras otros sólo perciben 70 mil, 80 mil ó 90 mil pesos al mes. Esto, que significa -lo he repetido hasta el cansancio- una diferencia superior al 1 por 2 mil, es decir, siete u ocho generaciones, es inmoral. Y nadie puede sostener que cuando las empresas obtienen semejantes ganancias, con cifras casi ilegibles, y paralelamente existe una evasión de 24 por ciento, no se da en ellas esta situación. Por lo tanto, lo lógico es intentar resolver dicho fenómeno.
Ése es, a mi juicio, el tema de fondo.
Mi segunda observación -para la cual le pido algún tiempo extra, señor Presidente , apelando a la misma generosidad que ha tenido con otros señores Senadores- es que aquí no se puede aseverar que existe un acoso tributario en términos tales que liquide la libertad de las personas. Siento un profundo respeto por Impuestos Internos. Lo he visto trabajar toda mi vida. Tengo la duda de si debe haber o no incentivos; prefiero mejores sueldos. Pero no podemos llegar a la imagen de un Estado policial, como aquí se ha indicado, porque eso es una caricatura.
Para terminar, quiero agradecer públicamente al señor Ministro que haya acogido la propuesta que le hicimos con algunos señores Diputados de destinar parte de los ingresos provenientes de la aplicación de esta futura ley a un adecuado financiamiento de la educación superior.
En resumen, señor Presidente, es cierto que necesitamos un debate, pero debemos hacerlo bien, a la luz de la realidad, de las cifras indicadas, no con máscaras ni con fantasmas.
Voto favorablemente.
El señor VALDÉS .-
Señor Presidente , parte de lo que deseo expresar ya lo ha dicho, y mucho mejor, el señor Senador que me ha antecedido en el uso de la palabra.
En primer lugar, aquí se han deslizado calificativos respecto de Impuestos Internos. Para mí, es un servicio que históricamente ha honrado al país y cuya calidad ha sido reconocida incluso en el exterior, desde hace muchos años. Tuve el honor de conocer a don Julio Pistelli, uno de sus creadores. En mi opinión, su honestidad e imparcialidad profesional se han mantenido. De manera que rechazo los calificativos que van en contra de esta concepción.
Ahora, que Impuestos Internos sea un organismo que no goza de la simpatía general, es explicable de acuerdo con la naturaleza humana. Y que abril es el mes más antipático, también es evidente. Nadie paga impuestos con entusiasmo. Creo que ahí hay también un elemento de amabilidad que a veces no se observa porque se procede con cierta severidad, como ya lo han manifestado algunos señores Senadores. Los impuestos no son simpáticos.
En segundo lugar, me hubiera gustado que el debate contuviera todos los componentes. Aquí se hizo una división entre evasión y elusión. Ya lo dijo el Honorable señor Ruiz-Esquide : la evasión, evidentemente, implica un acto de voluntad, que puede ser erróneo o doloso, y eso se discute. Se argumenta que la falta de cumplimiento, la evasión, llega a 24 por ciento, y que, a pesar de todos los esfuerzos del Congreso para dar más recursos a Impuestos Internos, aquélla no ha disminuido.
Yo creo que el problema es otro, y radica en una muy mala distribución del ingreso. La evasión no se vincula con la pobreza, como lo sostuvo una señora Senadora . No veo por qué no podamos adoptar un sistema como el europeo. Pero la pobreza -repito- no tiene nada que ver con el nivel de evasión. Ahora, si ésta se mantiene, quiere decir que no se debe exclusivamente a deficiencias en la labor de pesquisa que lleva a cabo Impuestos Internos. Hay que apuntar también al sistema tributario, tal vez anticuado, que aquí se pretende corregir y modernizar.
Escuché con mucha atención y satisfacción al Honorable señor Díez , que llamó a un acuerdo nacional. Pero no veo ninguna consecuencia entre sus palabras y la posición de algunos de sus colegas de Derecha, que, o han votado en contra, o bien se han abstenido. Y es el momento de llegar a acuerdo en una materia en la que existe consenso en Chile, porque prácticamente el 98 por ciento de los electores -tanto los que votaron por Ricardo Lagos como los que lo hicieron por Joaquín Lavín- se manifestaron partidarios de crear un sistema tributario que impida la evasión.
Si se presenta una iniciativa que el señor Ministro ha dicho que está abierta para la discusión, para la reflexión y para nuevas proposiciones, y se vota en contra, ¡quiere decir que el señor Lavín no habló en nombre de nadie! ¡Y lo quiero decir francamente! ¡Las candidaturas tienen que ser leales con el pueblo, con quienes votaron por ellas! Si quienes proclamaron esa candidatura no siguen lo que ella propuso al país, ¡significa que se ha incurrido en una falsedad!...
El señor PRAT.-
¡Pero no en este proyecto!
El señor VALDÉS .-
¡Y eso no puede continuar!
No le voy a dar una interrupción, señor Senador.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
No caben las interrupciones durante una votación.
Puede seguir fundamentando su voto el Honorable señor Valdés .
El señor PRAT.-
¡Es que no es este proyecto!
El señor VALDÉS.-
Tengo que decirlo porque esto realmente me preocupa mucho. No hay coherencia entre lo que se dice en un momento y lo que se hace después.
Que el proyecto tiene deficiencias, sí. Yo también tengo algunas preocupaciones. Algunas ya las planteó el Senador señor Moreno . Es decir, se trata de una materia sobre la que se puede discurrir. Pero eliminar evasión, en una época de pobreza, para dar mayores recursos al Estado, no compromete el desarrollo. Al contrario, hace posible el desarrollo social que todo el país exige: educación, salud, necesidades básicas de la población. Y eso es lo que pretende hacer el Gobierno con los recursos, que no van a venir del sector privado, preocupado de obtener utilidades, y sabemos que las cosas de los pobres no dan utilidades.
Voto que sí.
El señor BOMBAL.-
Señor Presidente , como es natural, todos somos contrarios a la evasión. De eso no cabe la menor duda. El que algunos tengamos una posición distinta de la que señala el proyecto para evitarla, es algo razonable y respetable.
Existe un punto en particular que me preocupa, señor Presidente . ¿Cuáles son las señales que da el Estado para evitar la evasión? Al mirar el aparato estatal, me da la clara sensación de que falta austeridad en el gasto público. Es indudable que todo lo que se plantea en orden a recoger recursos para los planes sociales, en especial los que interesan para atender a la situación que vive el país, se derrumba desde el momento en que uno ve a los Secretarios de Estado -perdóneme el ejemplo que voy a dar, señor Presidente , pero el hecho me ha impresionado mucho en estos días a raíz de este debate- adquirir vehículos a través de una importación gubernamental, que incluso no han llegado todavía al país para la venta, de un valor de 52 mil dólares. ¡32 millones de pesos! Hay seis Ministros de Estado que andan en esos automóviles. ¡Doscientos, trescientos mil dólares! Hay un viejo dicho que reza que "las chauchas hacen el peso", señor Presidente .
Pues bien, ocurre que esa señal llama a la evasión, porque la gente, cuando ve que los recursos son utilizados de esa manera, en pleno período de crisis, se siente movida a evadir.
Es odioso a veces plantear estos temas. Pero los señores Senadores todas las semanas ven arriba de sus escritorios finísimas publicaciones de todas las reparticiones públicas -¡lujosísimas!-, en las que dan cuenta de su gestión. ¡Miles de miles de millones de pesos!
¡Ojalá la Policía Internacional pudiera informarnos sobre las salidas de todos los funcionarios públicos! ¿A qué van? ¡Los gastos de alcaldía son enormes! ¡Los viajes de los concejales de comunas pobres también lo son! Represento a comunas muy pobres y muchas veces, cuando me toca ir a los concejos, no están presentes dos o tres concejales. ¿Dónde se encuentran? En un seminario en Corea, en China, en distintas partes. Y después de esos viajes no advertimos que las inversiones coreanas o chinas estén en esos municipios.
Señor Presidente , no se trata de hacer un crítica ácida. Creo que es un problema de señales. Tengo la clara sensación de que incluso en el Congreso Nacional todos podemos realizar un esfuerzo de austeridad mucho mayor, con el objeto de dar al país una señal muy clara de que los impuestos están dirigidos en el sentido correcto, tal como lo señalaron los Honorables señores Parra , Ruiz-Esquide y Valdés con justa propiedad: para ir en defensa o en auxilio de los sectores más postergados y necesitados del país.
Señor Presidente , cuando uno mira la realidad de lo sucedido con más de dos mil millones de pesos en el tema de las indemnizaciones y los lujos que se están dando ciertas autoridades, la gente se pregunta: ¿Y para eso voy a pagar mis impuestos?
¿No habrá también ahí una señal que dar? Porque siempre la crítica dura, pesada, fuerte, es para el que gana más. Permanentemente va por ahí. Nunca la miramos en el principal responsable de la conducción de la Nación, que es el Estado, el que al dar señales claras puede apretar, con justicia y con rigor, a quien elude, evade o se margina de la ley.
Pero cuando observamos otro signos, el contribuyente siente que eludir o evadir es hasta casi éticamente aceptable cuando sus impuestos están siendo utilizados no en los programas para los cuales se proclaman las grandes reformas, sino en lujos o en gastos superfluos que a la larga son los que en definitiva desalientan. Y este proyecto genera desincentivos importantes, porque origina más tributos.
Soy una persona que siente mucha admiración por el Servicio de Impuestos Internos. Aprovecho la oportunidad para felicitar y agradecer al señor Director, porque cada vez que uno lo llama, devuelve el llamado y está pronto a atender las inquietudes planteadas por uno u otro sector.
En mi opinión, contamos con un Servicio de lujo desde el punto de vista computacional. En verdad, los impuestos de todos quienes efectúan sus declaraciones se llevan de una manera tal que al minuto es posible contar con la información del caso.
Creo que está todo dado para hacer mejor las cosas, pero por otros caminos. En ese sentido, me sumo a lo expresado por los Honorables señores Novoa y Prat respecto del fondo de la cuestión. Pero está este otro punto, y aun cuando en el país se dan grandes condiciones para poder progresar, hay un problema de señal y de actitud que, a mi juicio, debe superarse.
Por favor, no interpreten los ejemplos que he puesto como algo mezquino o pequeño. Vuelvo a repetir: "Las chauchas hacen el peso". Más todavía, cuando un país vive un crisis en la que hay 600 mil cesantes.
Voto que no.
El señor MARTÍNEZ .-
Señor Presidente , a mi juicio, eludir y evadir son términos sinónimos y, desde el punto de vista ético, son evidentemente conceptos negativos, aunque la ley distinga que uno es legal y el otro ilegal.
No hay duda de que en la técnica impositiva el problema debe plantearse de otra manera. Hay que ver si la ley puede dar lugar a lo que se llama el "descanso" tributario para aliviar la excesiva carga tributaria de los contribuyentes.
Lo segundo es que todo dinero entregado por los contribuyentes está destinado al desarrollo, a un fin social. Y nadie puede estar en contra de que se establezcan normas más estrictas para evitar la elusión y la evasión. El problema radica en la falta de confianza en las autoridades en torno a la correcta inversión de los dineros, lo que genera indudablemente una oposición o rechazo interno de las personas para cumplir con sus obligaciones con el Estado, pues efectúan sus declaraciones y aportan sus tributos en el entendido de que van a ser invertidos eficazmente.
El problema reside en que el prestigio de las autoridades tiene a su vez una contrapartida. Porque si vemos el cuerpo general de la ley, comprobaremos que el principio de la buena fe, que es fundamental para obtener una actitud recíproca de la otra parte, hoy se encuentra sometido a una crítica absoluta.
Creo que estamos en presencia de un proyecto que si bien está inspirado en que no es ético -sea legal o no- no pagar los impuestos, lo cierto es que plantea un problema fundamental: la confianza en que la autoridad los empleará correctamente y para los fines que efectivamente se proclaman en el proyecto.
Pero deseo agregar un aspecto que para mí es esencial, relacionado también con el prestigio de la autoridad y el principio de la buena fe.
En el Senado los Honorables colegas hablan mucho de la democracia en uno u otro sentido. Personalmente, creo en ella sin necesidad de calificar de poco ético o poco moral a quien piensa en forma distinta al Senador que habla. Y lo que he escuchado aquí me ha causado sorpresa. Algunos de los señores Senadores que más predican sobre el concepto y la esencia de la democracia, no actúan consecuentemente en el debate. Porque sostener que quien vota en contrario es poco ético, poco moral, o no entiende la necesidad de que los tributos se obtengan con la adhesión ciudadana, significa sencillamente dejar fuera al oponente en un terreno donde nadie tiene derecho a acusar al otro con esos epítetos.
Me ha sorprendido la falta de consecuencia entre el concepto de democracia y la forma como lo aplicamos en nuestros debates y conversaciones.
Por último, mi Comité me ha encargado hacer presente al señor Presidente que en las sesiones se ha estado jugando permanentemente con los tiempos. Resulta que los primeros señores Senadores inscritos en el debate intervienen durante 15 minutos, pero quienes lo hacen con posterioridad no disponen de ese tiempo y deben abreviar sus discursos.
He visto con sorpresa cómo señores Senadores de diversas bancadas se han visto constreñidos a acelerar sus intervenciones, viéndose impedidos de desarrollar interesantes ideas porque los tiempos han sido manejados en forma diferente. Creo que ése es un grave error.
Estamos en presencia de un proyecto muy delicado. Estoy consciente de los altos intereses que impulsan a la autoridad a presentar la iniciativa -por lo menos en el texto se señala y no tengo por qué dudarlo-, pero no veo una acción recíproca en cuanto a no descalificar. Es necesario escuchar todas las ideas dentro de los tiempos correspondientes. Sobre todo, no veo que se actúe de acuerdo con el término a que se refirió el señor Carlos Massad . Se requiere de flexibilidad no sólo para escuchar, sino también para corregir o cambiar.
A mi juicio, la opinión pública no está bien informada en esta materia. El proyecto, en los términos en que está presentado, constituye un aumento de impuestos. Porque se duda de la buena fe, y la gente vacila en entregar de lleno su apoyo al Gobierno, porque no ha visto consecuencia entre lo que se dice y lo que se hace.
Por eso sugerí que el plazo para formular indicaciones se extendiera hasta el 16 del mes en curso, a fin de poder perfeccionar el articulado.
Voto en contra de la idea de legislar.
El señor PIZARRO.-
Señor Presidente , deseo manifestar mi opinión favorable al proyecto, no sólo porque me lo pidió -como a todos los colegas de esta bancada- mi Partido, la Democracia Cristiana, sino además porque forma parte del Programa de Gobierno que el Presidente Lagos ofreció al país, para cuya implementación se precisa la obtención de recursos, a fin de desarrollar fundamentalmente los planes de acción social.
Ése es el primer elemento clave.
El segundo se relaciona con el hecho de que la gran mayoría de los chilenos hacemos fe y confiamos en quienes van a administrar esos dineros, para destinarlos sobre todo a satisfacer las necesidades más inmediatas y urgentes de la población en educación, salud, vivienda, becas, adultos mayores y apoyo a los sectores más débiles y marginados de nuestra sociedad.
Mientras más escuchaba al Senador señor Bombal , más ganas me daban de votar a favor esta iniciativa, señor Presidente .
Me parece que plantear argumentos tan falaces e inconsecuentes como el de que los Ministros u otros funcionarios del Estado van a gastar fondos en vehículos o en forma inadecuada, no corresponde a la seriedad que requiere un debate de esta naturaleza.
Me habría gustado que el Honorable señor Bombal nos hubiera precisado cuánto cuestan los Mercedes Benz blindados que -ahora no con tanta frecuencia- circulan por las calles de Santiago, acompañados de una chorrera de autos, para transportar a determinados personajes.
Me habría gustado, además, saber si las señales que entregan algunos malos empresarios chilenos cuando evaden impuestos, estafan a la gente o abusan de los derechos de los más débiles forman parte también de aquello que Su Señoría justifica o defiende.
Asimismo, me habría gustado un poco más de coherencia respecto de las señales que deben darse al país. Porque es muy mala la que entrega la Derecha al votar contra un proyecto que intenta hacer cumplir la ley de mejor manera. La iniciativa procura que a los evasores -a quienes hacen trampa, juegan deslealmente, abusan, se valen de maulas, actúan en forma torcida- se les obligue a pagar sus tributos para generar recursos que hacen falta a todos los chilenos.
Si nos atuviéramos a algunos de los argumentos del Senador señor Bombal , nunca podríamos invertir en armas, por ejemplo, o deberíamos pedir a nuestras Fuerzas Armadas que se inhibieran de llevar a cabo todos sus proyectos de desarrollo profesional, porque ello involucra un gasto de millones y millones de dólares que la gran mayoría de los chilenos no se explica.
En el Senado, señor Presidente, debemos ser consecuentes y proceder de manera responsable. Porque así como se requieren recursos para ciertos rubros indispensables, también se necesitan para destinarlos prioritariamente al gasto social.
Ésa es la razón fundamental por la que apruebo en general el proyecto.
El señor STANGE.-
Señor Presidente, con el objeto de dar tiempo para rendir homenaje al Liceo de Hombres Gregorio Cordovez, de La Serena, sintetizaré los fundamentos de mi voto en los siguientes puntos:
1.- No estoy de acuerdo en que a este proyecto, de tanta trascendencia social, se le haya otorgado carácter de suma urgencia, limitando el tiempo para estudiarlo, al extremo de que sólo hoy recibimos el informe de la Comisión especializada del Senado.
2.- Rechazo el uso político que se ha dado a esta iniciativa, haciendo aparecer a la Oposición como que está en contra de la fiscalización tributaria.
3.- El mundo se encuentra enfrentado a crisis internacionales de las cuales nuestro país no se halla ajeno. Las estimaciones del Banco Central y de otros organismos financieros serán reestudiadas a la baja. Por ello, los expertos recomiendan "flexibilizar" el trato entre Estado y contribuyente, para crear un clima de confianza en la actividad privada, especialmente en las PYMES, en las pequeñas y medianas empresas, que observan con desconfianza el desenlace del proyecto que nos ocupa.
4.- Estimo que, si el Gobierno desea disponer de mayores recursos, junto con continuar la fiscalización de los impuestos debe potenciar la inversión como causa fundamental del crecimiento del país.
5.- No puedo, por consiguiente, dar mi apoyo a una reforma tributaria "antiempleo".
Voto que no.
El señor ZURITA.-
Señor Presidente , desde luego, parto de la base de que el proyecto es necesario. La situación del país así lo indica.
Sin embargo, me habría gustado mayor franqueza. Creo que el grueso del público no entiende cuando le hablan de elusión. Si se dijera "proyecto para perseguir la evasión y para suprimir franquicias y liberación de tributos", todos lo entenderían. No busquemos la palabra "elusión", que es exactamente igual a "evasión", para expresar: "Esto es para perseguir a los contadores diablos y a quienes actúan con picardía" Porque aquí no hay picardía alguna. La Ley Pereira y el D.F.L Nº 2, por ejemplo, nunca fueron picardía, sino liberaciones de tributos, que duraron o no duraron.
Entonces, ¿por qué no se fue franco y se dijo: "Proyecto para perseguir la evasión y para suprimir liberalidades"?
Y, en lugar de "elusión", yo pondría "ilusión". ¿Por qué? Este proyecto tiene dos fuentes de ingreso. Una, la persecución de la evasión; ésa es la "ilusión", pues primero hay que pillar al ladrón, lograr que lo condenen, para después quitarle la plata. Sin embargo, la otra, que denominaron "elusión" pero que yo llamo "pérdida de liberalidades, cambio de base en los tributos", no es ilusión, sino realidad.
Voto a favor.
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Terminada la votación.
--Se aprueba en general el proyecto (25 votos a favor, 7 en contra y 7 abstenciones).
Votaron por la afirmativa los señores Aburto, Bitar, Boeninger, Cordero, Foxley, Frei (doña Carmen), Frei (don Eduardo), Gazmuri, Hamilton, Lavandero, Matta, Moreno, Muñoz Barra, Ominami, Parra, Pizarro, Ruiz (don José), Ruiz-Esquide, Sabag, Silva, Valdés, Viera-Gallo, Zaldívar (don Adolfo), Zaldívar (don Andrés) y Zurita.
Votaron por la negativa los señores Bombal, Canessa, Martínez, Matthei, Novoa, Prat y Stange.
Se abstuvieron de votar los señores Cantero, Cariola, Díez, Fernández, Ríos, Romero y Urenda.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
El proyecto vuelve a Comisión de Hacienda.
Recuerdo a Sus Señorías que el plazo para formular indicaciones vence el lunes 16 de abril, a las 12.
Terminado el Orden del Día.
VI. INCIDENTES
PETICIONES DE OFICIOS
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
Han llegado a la Mesa diversas peticiones de oficios.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Se les dará curso en la forma reglamentaria.
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--Los oficios cuyo envío se anuncia son los siguientes:
Del señor CANTERO:
A Su Excelencia el Presidente de la República , al señor Ministro del Trabajo y Previsión Social , a la señora Superintendenta de Seguridad Social y al señor Gerente General de CODELCO Chile, División Chuquicamata, acerca de IRREGULARIDADES EN ADMINISTRACIÓN DELEGADA DE FONDOS DE LEY Nº 16.744 y de EFECTO DE APELACIONES DE CODELCO CONTRA RESOLUCIONES DEL COMPIN.
A los señores Ministro de Transportes y Telecomunicaciones y Superintendente de Valores y Seguros, con relación a DEFECTOS DE SEGURO OBLIGATORIO DE ACCIDENTES PERSONALES (LEY Nº 18.490).
De la señora FREI (doña Carmen):
Al señor Tesorero General de la República , respecto de INCLUSIÓN DE DATOS DE INSCRIPCIÓN EN NÓMINA DE CONCESIONES DESAMPARADAS.
Del señor HORVATH:
A los señores Ministros de Minería y de Agricultura; Intendente de la Cuarta Región , y Directora Ejecutiva de CONAMA , solicitando NUEVA EVALUACIÓN DE IMPACTO AMBIENTAL DE MEGAPROYECTO DE RELAVES DE MINERA LOS PELAMBRES (CUARTA REGIÓN).
Al señor Ministro de Salud , pidiendo información acerca de PROCEDIMIENTOS Y REQUISITOS DE CONCURSO BECAS DE RETORNO PARA MÉDICOS GENERALES DE ZONA.
Del señor ROMERO:
A la señora Ministra de Relaciones Exteriores, solicitando DEFENSA ANTE MEDIDAS PARAARANCELARIAS DE ESTADOS UNIDOS CONTRA PRODUCTORES CHILENOS DE UVA.
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El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
En Incidentes, corresponde rendir homenaje al Liceo de Hombres Gregorio Cordovez, de La Serena, con motivo de cumplir el 7 de abril próximo el 180º aniversario de su creación.
En las tribunas se encuentra una delegación de dicho establecimiento educacional, a la cual damos excusas por la espera a que la obligó el despacho de asuntos legislativos.
Tiene la palabra el Honorable señor Pizarro.
HOMENAJE A LICEO DE HOMBRES GREGORIO CORDOVEZ, DE LA SERENA, EN SU 180º ANIVERSARIO
El señor PIZARRO.-
Señor Presidente, estimados colegas:
Junto con el Honorable señor Cordero , hemos querido rendir este homenaje, porque el Senado de la República representa la continuidad histórica de Chile. Éste es un principio básico de nuestra esencia nacional; es la proyección en el tiempo de los valores que han forjado a esta patria, que se acerca ya al bicentenario de existencia.
Y precisamente uno de los fundamentos en que está cimentado nuestro devenir como nación es la educación pública. Desde los albores de nuestra institucionalidad, los legisladores establecieron las bases jurídicas que permitieran garantizar el fomento de la educación hacia todo el territorio nacional. Es así como el artículo 8º de la Constitución de 1818 establecía: "Tendrá el Senado especialísimo cuidado de fomentar, en la capital y en todas las ciudades y villas, el establecimiento de escuelas públicas e institutos o colegios, donde sea formado el espíritu de la juventud por los principios de la religión y de las ciencias".
Sobre la base de esa doctrina, Bernardo O´Higgins firmó el 7 de abril de 1821 el decreto que dio vida al Liceo de La Serena, que hoy lleva el nombre de uno de los principales impulsores de esta iniciativa educacional: el entonces censor del Cabildo de Coquimbo, don Gregorio Cordovez.
Esta Corporación rinde homenaje al Liceo Gregorio Cordovez , de La Serena, con motivo de cumplir 180 años como una institución que ha contribuido a desarrollar la herencia cultural de Chile, especialmente en sus provincias y regiones, y a forjar el prestigio internacionalmente reconocido de nuestra educación pública.
Ese Liceo tan prolífico en generaciones de brillantes ex alumnos se constituyó en el precursor de lo que hoy llamamos "educación pertinente", toda vez que su plan original de estudios priorizaba básicamente los conocimientos y la formación académico-profesional asociada a la minería, la metalurgia y la agrimensura. De esta manera se alcanzó una sintonía entre la oferta y las necesidades de trabajo local con las especialidades educativas del establecimiento.
Justo es reconocer en esta oportunidad la abnegación y dedicación de los primeros responsables académicos del Instituto Nacional del Departamento de Coquimbo, nombre original del Liceo. Es el caso de su primer rector, el presbítero don Juan Nicolás Varas . Este sacerdote, a la cabeza de sus 21 alumnos iniciales, dio los pasos preliminares de la institución, que al cabo de pocas décadas fue reconocida y destacada por Andrés Bello y Manuel Montt , entre otras autoridades del mundo académico y político nacional.
El segundo establecimiento educacional más antiguo del país se ha caracterizado, asimismo, por contar entre su plantel docente con profesores de excepción. El sabio polaco Ignacio Domeyko , Bartolomé Blanche , Buenaventura Osorio , el propio Gregorio Cordovez , Felipe Herrera , Bernardo Ossandón y tantos otros, han sembrado la semilla de la sabiduría a numerosas generaciones de alumnos que posteriormente destacaron en la vida pública nacional como profesionales, técnicos, ministros, parlamentarios y presidentes de la república. Entre ellos cabe destacar a Gabriel González Videla , Braulio Arenas , Jorge Peña , José Joaquín Vallejo , Víctor Domingo Silva , Isauro Torres , nuestro colega Senador don Fernando Cordero y muchos otros.
En un contexto histórico como el actual, donde la fuente primera y final del desarrollo de las sociedades son el conocimiento y la información, las instituciones educacionales cobran renovada relevancia. Y es por ello que la experiencia de 180 años de brillante historia del Liceo Gregorio Cordovez constituye el punto de partida para nuevos desafíos y logros, para perfeccionarse y modernizarse constantemente, para estimular a sus alumnos a adentrarse en los complejos caminos de la globalización.
Saludamos muy especialmente en esta solemne ocasión al actual cuerpo directivo del establecimiento, a su plantel docente, a sus educandos, a los padres y apoderados y a sus activos ex alumnos, organizados en La Serena, Coquimbo y Santiago . Ellos mantienen viva la vocación creadora y emprendedora propia de la formación y educación de las generaciones jóvenes. Como podemos apreciar, el llamado "espíritu liceano" continúa vivo con entusiasmo y mística.
Nuestro país transita hoy hacia grados superiores de crecimiento económico y equidad social, y, tal como ayer, la educación pública chilena tiene un rol relevante que cumplir para garantizar que todos nuestros compatriotas accedan a las herramientas que permitan su propio camino de desarrollo personal y social.
El Liceo Gregorio Cordovez debe perseverar en este desafío de país, como lo ha realizado desde aquella mañana de otoño del siglo XIX cuando abrió sus puertas al emocionante mundo de la enseñanza y la sabiduría.
He dicho.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Como Presidente del Senado e interpretando a esta Alta Corporación, adhiero al homenaje rendido al Liceo de Hombres Gregorio Cordovez, de La Serena, cuyo prestigio ha trascendido las fronteras de esta ciudad.
No sabía que el Senador señor Cordero fue alumno de dicho establecimiento.
Habiéndose cumplido su objetivo, se levanta la sesión.
--Se levantó a las 20:5.
Manuel Ocaña Vergara,
Jefe de la Redacción