Labor Parlamentaria
Diario de sesiones
- Alto contraste
Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha
Índice
- DOCUMENTO
- PORTADA
- OTROS DOCUMENTOS DE LA CUENTA
- I. ASISTENCIA
- II. APERTURA DE LA SESIÓN
- III. ACTAS
- IV. CUENTA
- V. OBJETO DE LA SESIÓN
- ROL DE LAS FUERZAS ARMADAS EN EL ORDEN INSTITUCIONAL DEMOCRÁTICO.
- INTERVENCIÓN : Zarko Luksic Sandoval
- INTERVENCIÓN : Arturo Longton Guerrero
- INTERVENCIÓN : Adriana Munoz D'albora
- INTERVENCIÓN : Jorge Ivan Ulloa Aguillon
- INTERVENCIÓN : Juan Jose Bustos Ramirez
- INTERVENCIÓN : Ignacio Walker Prieto
- INTERVENCIÓN : Laura Soto Gonzalez
- INTERVENCIÓN : Ivan Moreira Barros
- INTERVENCIÓN : Sergio Benedicto Elgueta Barrientos
- INTERVENCIÓN : Gustavo Alessandri Valdes
- INTERVENCIÓN : Jose Perez Arriagada
- INTERVENCIÓN : Baldo Prokurica Prokurica
- INTERVENCIÓN : Antonio Leal Labrin
- INTERVENCIÓN : Andres Palma Irarrazaval
- DEBATE
- PAREO
- Aldo Cornejo Gonzalez
- Juan Antonio Coloma Correa
- Carlos Ignacio Kuschel Silva
- Victor Reyes Alvarado
- PAREO
- ANTECEDENTE
- PRESENTACIÓN PROYECTO DE ACUERDO
- Adriana Munoz D'albora
- Zarko Luksic Sandoval
- Sergio Aguilo Melo
- Jose Perez Arriagada
- Patricio Walker Prieto
- Jaime Naranjo Ortiz
- Exequiel Silva Ortiz
- Sergio Benedicto Elgueta Barrientos
- Felipe Valenzuela Herrera
- Rodolfo Seguel Molina
- PRESENTACIÓN PROYECTO DE ACUERDO
- DEBATE
- ANTECEDENTE
- ROL DE LAS FUERZAS ARMADAS EN EL ORDEN INSTITUCIONAL DEMOCRÁTICO.
- CIERRE DE LA SESIÓN
- VI. DOCUMENTOS DE LA CUENTA
- DEBATE
- AUTOR DE UN DOCUMENTO
- Sergio Benedicto Elgueta Barrientos
- Zarko Luksic Sandoval
- Aldo Cornejo Gonzalez
- Francisco Huenchumilla Jaramillo
- Edgardo Riveros Marin
- Ricardo Enrique Rincon Gonzalez
- AUTOR DE UN DOCUMENTO
- DEBATE
Notas aclaratorias
- Debido a que muchos de estos documentos han sido adquiridos desde un ejemplar en papel, procesados por digitalización y posterior reconocimiento óptico de caracteres (OCR), es que pueden presentar errores tipográficos menores que no dificultan la correcta comprensión de su contenido.
- Para priorizar la vizualización del contenido relevante, y dada su extensión, se ha omitido la sección "Indice" de los documentos.
REPÚBLICA DE CHILE
CÁMARA DE DIPUTADOS
LEGISLATURA 344ª, ORDINARIA
Sesión 9ª, en miércoles 20 de junio de 2001
(Especial, de 16.08 a 18.03 horas)
Presidencia del señor Pareto González, don Luis.
Secretario, el señor Loyola Opazo, don Carlos.
Prosecretario accidental , el señor Álvarez Álvarez, don Adrián
ÍNDICE
I.- ASISTENCIA
II.- APERTURA DE LA SESIÓN
III.- ACTAS
IV.- CUENTA
V.- OBJETO DE LA SESIÓN
VI.- DOCUMENTOS DE LA CUENTA
VII.- OTROS DOCUMENTOS DE LA CUENTA
ÍNDICE GENERAL
Pág.
I. Asistencia 5
II. Apertura de la sesión 9
III. Actas 9
IV. Cuenta 9
V. Objeto de la sesión.
Rol de las Fuerzas Armadas en el orden institucional democrático 9
VI. Documentos de la Cuenta.
1. Oficio del Senado, por el cual comunica que ha aprobado, en los mismos términos que la Cámara de Diputados, el proyecto de acuerdo que aprueba el Convenio entre los Gobiernos de las Repúblicas de Chile y Perú para la promoción y protección recíproca de las inversiones, y su Protocolo, suscritos en Lima, Perú, el 2 de febrero de 2000 (boletín Nº 2639-10) 33
2. Moción de los diputados señores Elgueta, Luksic, Cornejo, don Aldo; Huenchumilla, Riveros, Rincón y Tuma, que dispone reforma constitucional estableciendo inhabilidades para que autoridades puedan postular a cargos de elección popular (boletín Nº 2732-07) 33
VII. Otros documentos de la Cuenta.
1. Oficios:
-De la Comisión de Obras Públicas, Transportes y Telecomunicaciones, por el cual solicita el acuerdo de la Corporación para proceder al archivo de los siguientes proyectos:
a) Modifica la ley Nº 18.290, de Tránsito, para establecer la incompatibilidad entre el consumo de drogas y la obtención y vigencia de licencia clase A (boletín Nº 2385-15).
b) Prorroga la vigencia de las licencias de conducir que indica (boletín Nº 2611-15).
c) Dicta normas sobre indemnización de perjuicios a usuarios de servicios de distribución de agua potable en casos de interrupciones, restricciones y racionamientos (boletín Nº 1998-09).
d) Modifica la ley de Tránsito para hacerla aplicable a todos los conductores (boletín Nº 2353-15).
Contraloría General de la República
-Del diputado señor Delmastro, denuncias relacionadas con el uso indebido de bienes y medios fiscales con fines de proselitismo político en la Región de Los Lagos.
Ministerio de Obras Públicas
-De los diputados señores Víctor Pérez, Correa, Jaramillo y Masferrer, situación de contrato del señor Héctor Peña Véliz.
Ministerio Secretaría General de la Presidencia
-Del diputado señor Navarro, fiscalización, venta, publicidad y uso de los distintos tipos de gasolina.
Ministerio Secretaría General de Gobierno
-De la diputada señora Pollarolo, y de los diputados señores Jaramillo, Navarro, Ortiz y Urrutia, reportaje de Megavisión referido a la ciudad de Calama.
I. ASISTENCIA
-Asistieron los siguientes señores diputados: (107)
NOMBRE (Partido* Región Distrito)
Acuña Cisternas, Mario PDC IX 52
Aguiló Melo, Sergio PS VII 37
Alessandri Valdés, Gustavo RN RM 20
Álvarez Zenteno, Rodrigo IND XII 60
Arratia Valdebenito, Rafael PDC VI 35
Ascencio Mansilla, Gabriel PDC X 58
Ávila Contreras, Nelson PPD V 11
Bartolucci Johnston, Francisco UDI V 13
Bertolino Rendic, Mario RN IV 7
Rozas Velásquez, María PDC RM 17
Bustos Ramírez, Juan PS V 12
Caminondo Sáez, Carlos RN X 54
Caraball Martínez, Eliana PDC RM 27
Cardemil Herrera, Alberto RN RM 22
Ceroni Fuentes, Guillermo PPD VII 40
Coloma Correa, Juan Antonio UDI RM 31
Cornejo González, Aldo PDC V 13
Cornejo Vidaurrazaga, Patricio PDC V 11
Correa De la Cerda, Sergio UDI VII 36
Cristi Marfil, María Angélica RN RM 24
Delmastro Naso, Roberto IND X 53
Díaz Del Río, Eduardo DEL SUR IX 51
Dittborn Cordua, Julio UDI RM 23
Elgueta Barrientos, Sergio PDC X 57
Encina Moriamez, Francisco PS IV 8
Espina Otero, Alberto RN RM 21
Fossa Rojas, Haroldo RN VIII 46
Galilea Carrillo, Pablo RN XI 59
García García, René Manuel RN IX 52
García Ruminot, José RN IX 50
García-Huidobro Sanfuentes, Alejandro UCCP VI 32
Girardi Lavín, Guido PPD RM 18
González Román, Rosa IND I 1
Gutiérrez Román, Homero PDC VII 37
Hales Dib, Patricio PPD RM 19
Hernández Saffirio, Miguel PDC IX 49
Huenchumilla Jaramillo, Francisco PDC IX 50
Ibáñez Santa María, Gonzalo IND V 14
Jaramillo Becker, Enrique PPD X 54
Jarpa Wevar, Carlos Abel PRSD VIII 41
Jeame Barrueto, Víctor PPD VIII 43
Jiménez Villavicencio, Jaime PDC RM 31
Jocelyn-Holt Letelier, Tomás PDC RM 24
Krauss Rusque, Enrique PDC RM 22
Kuschel Silva, Carlos Ignacio RN X 57
Leal Labrín, Antonio PPD III 5
Leay Morán, Cristián UDI RM 19
León Ramírez, Roberto PDC VII 36
Letelier Norambuena, Felipe PPD VIII 42
Longton Guerrero, Arturo RN V 12
Longueira Montes, Pablo UDI RM 30
Lorenzini Basso, Pablo PDC VII 38
Luksic Sandoval, Zarko PDC RM 16
Martínez Labbé, Rosauro IND VIII 41
Martínez Ocamica, Gutenberg PDC RM 21
Masferrer Pellizzari, Juan UDI VI 34
Melero Abaroa, Patricio UDI RM 16
Mesías Lehu, Iván PRSD VIII 42
Molina Sanhueza, Darío UDI IV 9
Monge Sánchez, Luis IND IX 48
Montes Cisternas, Carlos PS RM 26
Mora Longa, Waldo PDC II 3
Moreira Barros, Iván UDI RM 27
Muñoz Aburto, Pedro PS XII 60
Muñoz D'Albora, Adriana PPD IV 9
Naranjo Ortiz, Jaime PS VII 39
Navarro Brain, Alejandro PS VIII 45
Núñez Valenzuela, Juan PDC VI 34
Ojeda Uribe, Sergio PDC X 55
Olivares Zepeda, Carlos PDC RM 18
Orpis Bouchón, Jaime UDI RM 25
Ortiz Novoa, José Miguel PDC VIII 44
Ovalle Ovalle, María Victoria UCCP VI 35
Palma Flores, Osvaldo RN VII 39
Palma Irarrázaval, Andrés PDC RM 25
Palma Irarrázaval, Joaquín PDC IV 7
Pareto González, Luis PDC RM 20
Paya Mira, Darío UDI RM 28
Pérez Arriagada, José PRSD VIII 47
Pérez Lobos, Aníbal PS VI 32
Pérez Varela, Víctor UDI VIII 47
Pollarolo Villa, Fanny PS II 3
Prochelle Aguilar, Marina RN X 55
Prokurica Prokurica, Baldo RN III 6
Recondo Lavanderos, Carlos UDI X 56
Rincón González, Ricardo PDC VI 33
Riveros Marín, Edgardo PDC RM 30
Rocha Manrique, Jaime PRSD VIII 46
Rojas Molina, Manuel UDI II 4
Saa Díaz, María Antonieta PPD RM 17
Salas De la Fuente, Edmundo PDC VIII 45
Sánchez Grunert, Leopoldo PPD XI 59
Seguel Molina, Rodolfo PDC RM 28
Silva Ortiz, Exequiel PDC X 53
Soria Macchiavello, Jorge PPD I 2
Soto González, Laura PPD V 14
Tuma Zedan, Eugenio PPD IX 51
Ulloa Aguillón, Jorge UDI VIII 43
Urrutia Cárdenas, Salvador PPD I 1
Valenzuela Herrera, Felipe PS II 4
Van Rysselberghe Varela, Enrique UDI VIII 44
Vargas Lyng, Alfonso RN V 10
Vega Vera, Osvaldo RN VII 40
Venegas Rubio, Samuel IND V 15
Vilches Guzmán, Carlos RN III 5
Walker Prieto, Ignacio PDC V 10
Walker Prieto, Patricio PDC IV 8
-Con permiso constitucional estuvieron ausentes los diputados señores Juan Pablo Letelier, Sergio Velasco, Edmundo Villouta, y la diputada señora Isabel Allende.
-Asistió, además, el ministro de Defensa Nacional , señor Mario Fernández.'
II. APERTURA DE LA SESIÓN
-Se abrió la sesión a las 16.08 horas.
El señor SEGUEL (Vicepresidente).-
En el nombre de Dios y de la Patria, se abre la sesión.
III. ACTAS
El señor SEGUEL (Vicepresidente).-
El acta de la sesión 2ª se declara aprobada.
El acta de la sesión 3ª queda a disposición de los señores diputados y señoras diputadas.
IV. CUENTA
El señor SEGUEL (Vicepresidente).-
El señor Prosecretario va a dar lectura a la Cuenta.
-El señor ÁLVAREZ (Prosecretario accidental) da cuenta de los documentos recibidos en la Secretaría.
V. OBJETO DE LA SESIÓN
ROL DE LAS FUERZAS ARMADAS EN EL ORDEN INSTITUCIONAL DEMOCRÁTICO.
El señor PARETO ( Presidente ).-
A continuación, corresponde debatir “el rol de las Fuerzas Armadas en el orden institucional democrático, con especial énfasis en su carácter de obediencia y no deliberación en su quehacer”.
En primer término, el tiempo previo de 15 minutos, previsto en el artículo 74 del Reglamento, corresponde al Comité de la Democracia Cristiana.
Tiene la palabra el diputado señor Zarko Luksic.
El señor LUKSIC.-
Señor Presidente , como señaló el ex ministro señor Enrique Correa en un matutino del lunes pasado, la UDI tiene algo de partido militar y algo de grupo conspiratorio. Y agregó que en la denominada “operación Arancibia ” se han demostrado ambas cosas.
La obsesión fatal de la UDI de interponerse a los deseos de su socio -Renovación Nacional- de tener un senador por la circunscripción Quinta Costa, retrasa la necesaria despolitización de las Fuerzas Armadas.
Aplaudo y recuerdo lo dicho por el general Izurieta , comandante en jefe del Ejército , quien, en un discurso reciente, destacó lo ajeno que es a la naturaleza militar que un soldado tome partido por uno u otro sector de la sociedad y que determinados sectores se atribuyan cercanía o lejanía respecto del Ejército; o lo manifestado últimamente por el hoy almirante Vergara , comandante en jefe de la Armada , quien declinó la invitación que le hizo la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado, con el objeto de que opinara respecto de reformas constitucionales relativas a su sector.
Esta sesión no es para enjuiciar causas históricas que han motivado la participación política de las Fuerzas Armadas en nuestra vida republicana, aunque sí podemos decir que muchas de estas intervenciones han traído dolor y desunión entre los chilenos. Por eso, nos preocupa enormemente el hecho de que un almirante y comandante en jefe de la Armada haya renunciado a su cargo para presentarse como candidato a senador por un partido político, de manera de impedir, a través de dicha acción, que el líder y representante de otro partido de su propia alianza se convierta en senador.
Desde 1891, después de la cruenta guerra civil que sufrió nuestro país y que dividió a las Fuerzas Armadas, la república ha intentado, sin éxito algunas veces, despolitizar a los cuerpos armados. La doctrina en ese sentido se ha consagrado invariablemente tanto en la Constitución de 1925 como en la de 1980, a saber, que las Fuerzas Armadas son esencialmente obedientes al poder civil y no deliberantes desde un punto de vista político-partidario, porque, como dijo nuestro Presidente Ricardo Lagos , las Fuerzas Armadas son patrimonio de todos los chilenos y no de un sector o grupo determinado.
Sin embargo, esta doctrina a veces se ha visto quebrantada. Recordemos que en 1924 se produjo el denominado “ruido de sables”, que llevó posteriormente a la intervención de parte de Carlos Ibáñez del Campo; en 1931, el episodio con Marmaduque Grove ; el denominado “ariostazo”, en 1939; algunos sucesos de la década del 60 y particularmente durante los inicios de la del 70 y su posterior desenlace en 1973, con el golpe militar.
Estamos ciertos de que no tenemos por qué involucrarnos en peleas ajenas, que son de otro sector político, pero sí nos preocupa cuando, como consecuencia de esas querellas, se vulneran principios constitucionales fundamentales, como el de la absoluta despolitización de las Fuerzas Armadas.
Esta relación de la UDI con las Fuerzas Armadas -que yo llamaría incestuosa- es tremendamente dañina, tanto para los cuerpos armados, que se ven envueltos en un quehacer ajeno a su misión, como para el prestigio de los partidos políticos y de nuestra reconstituida democracia.
Por eso, por la gravedad de estos hechos, la bancada de mi partido, la Democracia Cristiana, está por crear una Comisión investigadora que los analice profunda y pormenorizadamente y pida explicaciones a quienes han estado involucrados en este suceso que -reitero- es grave para nuestro orden democrático.
¿Cuáles serían los puntos que debería analizar e investigar la Comisión? En primer lugar, el almirante en cuestión ha señalado que su retiro absoluto de la institución será el 6 de julio. Pregunto, ¿cómo se compatibiliza el hecho de que un alto oficial que aún no ha renunciado administrativamente a la Armada sea anunciado como candidato a senador por un partido político?
El artículo 2º de la ley orgánica de las Fuerzas Armadas, que señala la misión de éstas, es tremendamente claro y preciso, y lo leo a continuación: “El personal que integre las Fuerzas Armadas no podrá pertenecer a partidos políticos, a organismos sindicales ni a instituciones, organizaciones o agrupaciones cuyos principios u objetivos se contrapongan o sean incompatibles con lo dispuesto en esta misma norma o con las funciones que la Constitución Política y las leyes de la República encomiendan a las Fuerzas Armadas”.
Por decir lo menos, es irregular la situación de seguir haciendo tareas institucionales -reitero- hasta el 6 de julio, fecha en que se produciría su retiro absoluto y, por otro lado, con una abierta participación política al ser eventual candidato a parlamentario, pues eso vulnera las normas constitucionales y la ley. En este aspecto, requerimos una aclaración.
En segundo término, debería analizar e investigar la actuación de un partido político, la UDI, la cual, como decíamos, nos parece grave. Por eso, es conveniente que la Comisión investigadora estudie y analice si este partido vulneró o no la Constitución en el número 15º de su artículo 19, que, al referirse al derecho de asociación, indica que los partidos políticos no podrán intervenir en actividades ajenas a las que les son propias, a lo cual más adelante agrega que son inconstitucionales los partidos, movimientos u otras formas de organización cuyos objetivos, actos o conductas no respeten los principios básicos del régimen democrático y constitucional.
En ese sentido, recuerdo al jurista, senador y líder de la UDI, Jaime Guzmán , cuando justificaba el artículo 8º de la Constitución Política del Estado, que fue derogado. ¿Qué diría hoy? Esa disposición establecía sanciones a aquellos partidos, movimientos o personas que en su actuación vulneraran el orden constitucional y el orden democrático y liberal establecido en nuestra Carta Fundamental.
Los antecedentes que han sido conocidos en diversos medios de prensa y que -reitero- nos parecen graves, no han sido desmentidos. Más aún, diversos personeros del partido aludido, ya sea por medios de prensa escrita o por televisión, han señalado que Arancibia será un estupendo candidato a senador. Incluso, el fin de semana pasado, la revista “Qué Pasa” señalaba que el líder natural de la Derecha, Joaquín Lavín , también estaba informado.
Señor Presidente , la opinión pública, la gente inteligente, tiene derecho a saber la verdad. Por un lado, se reitera que la directiva no ha conversado con Arancibia y, por otro, el ex almirante señala que se acercaron a él diversos sectores partidarios. Lo cierto es que no sabemos la verdad.
Por la transparencia, por el respeto y la responsabilidad en nuestro quehacer político, queremos que dichos personeros aclaren si es verdad lo que se ha mencionado en los medios de prensa. El país merece que sus instituciones funcionen con apego a la ley. La estabilidad de la república nos da derecho a pedir explicaciones a aquellos que, por la búsqueda de un interés particular o por una querella interna entre partidos de Derecha y de Oposición, hacen que se ponga en juego nuestro orden democrático y, se retroceda en todo lo que se ha avanzado en la despolitización de las Fuerzas Armadas. Nos parece, al menos, una irresponsabilidad. Por nuestra parte, tenemos la obligación de conocer todos los antecedentes y detalles. Lo hacemos por las instituciones de nuestra patria.
He dicho.
El señor PARETO (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Arturo Longton.
El señor LONGTON.-
Señor Presidente , me dirijo a la Cámara, en representación del Partido Renovación Nacional, con el triste sentimiento de que estamos perdiendo un tiempo fundamental para el desarrollo social de los chilenos.
En momentos en que todas nuestras energías deberían estar abocadas al trabajo legislativo para solucionar los efectos de la crisis económica que aún estamos sufriendo, hoy, lamentablemente, debemos volver a un tema que deberíamos haber superado hace largo tiempo, como es el compromiso de las Fuerzas Armadas en el devenir político contingente de nuestras instituciones democráticas.
Quiero preguntar a los honorables diputados presentes si han imaginado cómo percibe la comunidad internacional el triste espectáculo que estamos brindando; cómo entenderán aquellas repúblicas cuya tradición democrática ha perdurado por siglos, la precaria situación del compromiso de algunos sectores políticos con las reglas de la convivencia democrática.
Es el momento de despejar esta duda que se cierne sobre toda la clase política chilena y manifestar la profunda convicción de nuestro partido, Renovación Nacional, acerca de que el compromiso democrático no se queda en el cumplimiento de las normas establecidas en la Constitución Política y en las leyes de la república. Nuestro compromiso es más profundo: es una convicción ética que no acepta artilugios legales para evadir un principio democrático fundamental que aleja las armas del desarrollo político institucional.
Nos aprestamos para iniciar una contienda electoral que generará, como es natural, grados de tensión entre los diversos actores políticos, los cuales se ven amplificados en Chile por los efectos del sistema binominal, que motiva la desconfianza y las actitudes desleales al interior de los pactos políticos.
Aun comprendiendo que estas actitudes surgen como efecto de la institucionalidad vigente, quiero expresar mi más absoluto rechazo a quienes desplazan las obligaciones éticas que se desprenden del compromiso democrático, con fines mezquinos y particularmente electorales.
Lamentablemente, el compromiso político que adquirió el comandante en jefe de la Armada , almirante Jorge Arancibia, antes de pasar a retiro, al ser proclamado candidato a senador por la circunscripción Quinta Costa, planteó una serie de conflictos respecto de la necesaria prescindencia política que deben guardar los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas.
Asimismo, han quedado al descubierto algunos vacíos legales que es necesario enmendar y otras tantas inconsecuencias de algunos partidos políticos, que son inaceptables y que Renovación Nacional no puede amparar.
De esta forma, también quiero expresar nuestro apoyo a la creación de una Comisión investigadora para establecer transparencia en aquellas áreas grises que se manifestaron al surgir la candidatura senatorial del almirante.
La dualidad de condiciones en que cae el almirante Arancibia al permanecer como comandante en jefe de la Armada Nacional y, a la vez, ser eventual candidato a senador de la Unión Demócrata Independiente, planteó una serie de inconsecuencias con el discurso trazado por las Fuerzas Armadas durante los últimos años y reveló la urgente necesidad de resolver algunas incoherencias y omisiones de nuestra Constitución.
Esta situación afectó el principio de prescindencia política de los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas en sentido doble.
En primer lugar, el artículo 2º de la ley orgánica constitucional de las Fuerzas Armadas establece: “El Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, como cuerpos armados, son esencialmente obedientes, no deliberantes, jerarquizados y disciplinados.
“El personal que integra las Fuerzas Armadas no podrá pertenecer a partidos políticos, a organismos sindicales, ni a instituciones, organizaciones o agrupaciones cuyos principios u objetivos se contrapongan o sean incompatibles con lo dispuesto en el inciso anterior o con las funciones que la Constitución Política y las leyes de la república encomiendan a las Fuerzas Armadas”.
Al respecto, la Real Academia de la Lengua define la palabra “deliberar” como “considerar atenta o detenidamente el pro y contra de los motivos de una decisión, antes de adoptarla, y la razón o sinrazón de los votos antes emitidos”. También la define como “resolver una cosa con premeditación”.
Esas definiciones sientan los principios básicos que guían las interpretaciones posibles sobre el acto de deliberar, presentes en los estudios y manuales sobre la Defensa.
En consecuencia, el proceso por el cual el almirante Arancibia llegó a caer en la dualidad de condiciones antes señaladas debe ser investigado, puesto que implica el cuestionamiento de principios fundamentales de la tradición democrática chilena y sienta un precedente nefasto sobre la vin-culación de la carrera uniformada y su extensión a través de cargos de elección popular.
Al violar en esta forma el principio de prescindencia política, se habría incurrido, además, en faltas tipificadas en los reglamentos de disciplina de la Armada Nacional. En este sentido, creemos especialmente relevante la función que puede cumplir la Cámara de Diputados en el esclarecimiento de la forma en que se llevó a cabo la oferta y la aceptación de la postulación senatorial del almirante.
De esta forma, es posible entregar una señal de seriedad y compromiso democrático a la ciudadanía y también a la propia Armada Nacional, en cuyo reglamento de disciplina se establece que “cuando se ha cometido un error, lo más justo y noble es reconocerlo”. Establece específicamente faltas gravísimas de naturaleza eminentemente política, como pertenecer a alguna agrupación política, hacer propaganda o críticas de carácter político con fines proselitistas, participar en reuniones de carácter político contingente, firmar o adherir a documentos políticos.
En segundo lugar, el conflicto desatado por la vinculación del almirante con la postulación senatorial en el cupo de la UDI afecta el principio de prescindencia, al introducir un elemento político en la sucesión del propio almirante, puesto que el Presidente , al recibir una renuncia de este tipo por razones eminentemente político-partidistas, no podría haber dejado de considerar esta misma variable al momento de nombrar a su sucesor, lo que fue soslayado rápidamente por el Presidente de la República .
Más allá del conflicto de prescindencia política, la renuncia y eventual postulación ha dejado al descubierto una asimetría en los requisitos para postular a un cargo de elección popular, puesto que casi todo el resto de los funcionarios públicos debe renunciar a sus cargos a lo menos con un año de anticipación para postular a un cargo político, y sólo se salvan de esta condición -por decirlo de alguna manera- los subsecretarios y los miembros de las Fuerzas Armadas, lo cual, sin duda, hay que corregir.
Estas obligaciones deberían regir para los uniformados, estableciendo desde ya el principio de que los miembros de las Fuerzas Armadas no merecen privilegios especiales de ninguna clase. Son ciudadanos iguales a cualquier otro ante la ley.
Es evidente que la decisión del almirante, junto a la directiva de la UDI, es abiertamente contraria al espíritu de la Constitución y las leyes, Constitución que hemos heredado del gobierno militar, y contraviene el sentido de las reformas constitucionales actualmente en trámite en el Senado. Entre ellas, ha cobrado un alto grado de consenso la necesidad de reformar la inamovilidad de los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas, ya que en la actualidad la ley impide al Presidente de la República remover a las autoridades militares.
Sin embargo, se da la paradoja de que los comandantes en jefe están facultados para renunciar en el momento en que consideren necesario hacerlo e, incluso, pueden caer en la dualidad del almirante Arancibia . Este es otro vacío legal que debemos corregir lo más rápido posible.
En estas condiciones, también es necesario considerar la situación en que el almirante deja al resto de las Fuerzas Armadas y a sus propias tropas.
Actualmente, la comunidad de la Defensa Nacional discute sobre una serie de aspectos que comprometen a las Fuerzas Armadas, tales como el sistema de adquisiciones y el proceso de decisiones, el lugar de los comandantes en jefe en la futura estructura del Ministerio de Defensa o la participación de tropas chilenas en misiones internacionales de paz.
En este sentido, el compromiso político y la dualidad que estableció el almirante, deja a sus pares en una débil condición para hacer valer los intereses y los criterios técnicos de los uniformados en la negociación de cualquier tipo de reforma.
La decisión del almirante también plantea graves inconsecuencias con la línea trazada por los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y el general director de Carabineros desde que Chile recuperó la democracia y, específicamente, desde que se inició el proceso de la Mesa de Diálogo sobre derechos humanos.
Curiosamente, fue el mismo general Augusto Pinochet quien se abstuvo de comprometer a los altos uniformados en la contingencia político-electoral. Ahora, un extremo del espectro político volvió a recurrir a las Fuerzas Armadas para que los “subsidie” en la competencia electoral.
Lamentablemente, este episodio ha entregado nuevos argumentos a quienes buscan prolongar la división y la confrontación entre los chilenos, explotando el dolor de las víctimas de las violaciones a los derechos humanos cometidas durante el régimen militar, cuestionando incluso los resultados de la Mesa de Diálogo.
En numerosas oportunidades los altos mandos castrenses manifestaron su voluntad de colaborar en dicha instancia para avanzar en la reconciliación nacional y, muy especialmente, para que las Fuerzas Armadas volvieran a su rol profesional, sacándolas definitivamente de la arena política.
Cabe suponer, entonces, que la decisión del almirante Arancibia podría no honrar a muchos uniformados sensatos que veían en el proceso de normalización de sus instituciones la posibilidad de reivindicar su función social y su compromiso ante el pabellón nacional.
Señor Presidente , el problema que hoy analizamos también implica un grave retroceso en la aplicación de principios muy consolidados al interior de nuestro partido, Renovación Nacional, y que creía-mos haber expandido hacia toda la Centroderecha.
Ya en 1986, en los inicios del movimiento que luego se transformaría en Renovación Nacional y pensando en el bien superior del país, fijamos nuestra posición sobre la conveniencia de que el gobierno del general Pinochet no debía extenderse más allá de 1989, lo cual generó la reacción de personalidades en extremo comprometidas con las Fuerzas Armadas.
Muy pronto, en 1987, las declaraciones del primer presidente de nuestro partido, señor Ricardo Rivadeneira, fijaron nuestra posición al declarar en el diario “La Nación”: “Preferiría que fueran los partidos políticos los que eligieran candidatos para proponerlos al país y no los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas, que jamás deben exponerse a una derrota”.
Sin embargo, la misma vinculación de sectores políticos con las Fuerzas Armadas, tema que hoy nos ocupa, terminó por dividir a la Centroderecha de entonces, la que aún no logra superar esos resquemores, como tampoco generar confianza recíproca ni un compromiso cierto e incuestionable con nuestras instituciones democráticas.
Si bien, desde su nacimiento, Renovación Nacional satisfacía las viejas aspiraciones de unidad, compartidas por la ciudadanía proclive a la Centroderecha, su fundación llenaba de ansiedad y sobresalto a quienes entendían que un cuadro de dispersión era mucho más funcional a sus designios y estrategias, contrarios a la necesaria amplitud democrática.
Una Derecha amplia, organizada, poderosa, comprometida hasta lo más profundo con las reglas del sistema democrático, como es Renovación Nacional, complicó el naipe a quienes preferían la dispersión para proteger intereses particulares, y sigue complicando a quienes los sirven, sin importar que sus acciones comprometan la convivencia pacífica y contraríen el reencuentro nacional.
Finalmente, debo señalar que actuamos definitivamente con coherencia y rigor frente al compromiso democrático que hemos adquirido ante el país.
Debemos buscar los medios necesarios para erradicar definitivamente la posibilidad de que las Fuerzas Armadas generen alternativas políticas. Si para ello es necesario establecer una Comisión investigadora que entregue claridad y transparencia al episodio detonado por la renuncia anticipada del almirante Arancibia , Renovación Nacional entrega su apoyo y se pliega al interés y convicción de todas las fuerzas democráticas presentes en esta Sala.
He dicho.
-Aplausos.
El señor PARETO (Presidente).-
Tiene la palabra la diputada señora Adriana Muñoz, por tres minutos.
La señora MUÑOZ (doña Adriana).-
Señor Presidente , intervengo en mi calidad de jefa del Comité del Partido por la Democracia para expresar nuestra opinión política y también ética sobre los impactos que ha tenido para nuestro orden constitucional la renuncia sorpresiva e interesada del almirante señor Jorge Arancibia Reyes a su cargo de comandante el jefe de la Armada .
Hace una semana, exactamente, comenzaba a producir sus efectos públicos una secreta y planificada operación política destinada, en lo central, a convertirse en una línea de defensa del pinochetismo más duro, o sea, de la UDI, frente al nuevo intento del ala liberal de Renovación Nacional para poner a uno de los suyos a cargo de la conducción de los destinos de esa tienda política, única forma de evitar su fagocitación por parte de su aliado “estratégico”.
Mi partido no tiene el más mínimo interés en referirse a las dificultades internas de otros partidos políticos. Si quieren convivir como pareja mal avenida, es asunto de ellos.
Lo que no podemos aceptar es que en sus disputas internas, que obedecen a intereses absolutamente subalternos, puedan llegar al extremo de utilizar a las Fuerzas Armadas y a su gente para alterar los equilibrios de poder entre ellos.
Hace mucho tiempo sabemos que en el país hay un núcleo de poder duro, antidemocrático por excelencia, que podemos representar como la unión entre la espada y la cruz. En esos grupos de poder militan civiles y militares ultraconservadores que se formaron en la tradición más retardataria y oscurantista de la política chilena. Son los herederos sudamericanos del general Franco, del Opus Dei y de la guerra fría, y representan el valor del integrismo político-religioso que se organiza para acceder al control del poder del Estado, cuyo icono es Joaquín Lavín , a quien perfectamente podríamos llamar el gran silente de Chile, pues, pese a oficiar de líder político, en el tiempo libre que le queda como alcalde de la comuna de Santiago, calla permanentemente respecto de lo que sucede en el país.
Insisto. No nos interesa entrometernos en los problemas de la Alianza por Chile. Lo que sí nos interesa y nos preocupa sobremanera es que se subordinen los intereses generales de la nación para lograr un determinado efecto político de la UDI. Eso es inmoral y políticamente aberrante y demuestra con claridad que gente con ese escaso nivel de patriotismo está lejos de tener la ética suficiente para gobernar un país y darle una mínima estabilidad democrática.
No puedo dejar de mencionar que el almirante señor Arancibia ha tenido mucha culpa, pues fue parte integrante, como tercero en la sombra, del debate parlamentario ocurrido en la UDI.
Por ello, porque hay antecedentes concretos de sus deliberaciones, es que pediremos la creación de una Comisión especial investigadora con la finalidad de esclarecer estos hechos hasta el más mínimo detalle, y determinar si existe sanción moral y jurídica para los infractores, sean militares o civiles.
Concluyo diciendo que el mundo entero debe saber que no somos una república bananera, en la que los mandos militares un día son subordinados al Presidente de la República , y al siguiente pretenden convertirse en senadores opositores a su gestión. Eso es inadmisible en cualquier país medianamente civilizado.
He dicho.
-Aplausos.
El señor PARETO (Presidente).-
Tiene la palabra el honorable diputado señor Jorge Ulloa, por ocho minutos.
El señor ULLOA .-
Señor Presidente , resulta casi un chiste oír hablar de república bananera o de que se pida la formación de Comisiones investigadoras, en circunstancias de que ayer se publicaron las declaraciones de un jefe de un partido, en las que señalaba que el nombramiento de un ministro por parte de su propio Gobierno era como “dejar al gato cuidando la carnicería”. También tendríamos que pedir una Comisión investigadora para eso. Sinceramente, estoy sorprendido.
Lo que hasta aquí hemos escuchado es un conjunto de vaguedades y de interpretaciones, no obstante que hay un solo hecho concreto: el comandante en jefe de la Armada hasta hace una semana, renunció a su cargo en uso de la norma constitucional y legal e, incluso, respetando las formalidades sociales. ¡Ése es el hecho único, claro y concreto!
Señalar que al señor almirante se le da un cupo aquí, allá o acullá, en la práctica son sólo suposiciones clara y evidentemente malintencionadas, por una sola razón: aquí vemos cómo los señores diputados de la Concertación buscan, en forma inteligente, no sólo socavar y dividir a la Alianza por Chile, sino destruir al partido que más votos está teniendo elección tras elección. Éste es el punto y no otro.
Daré lectura a las declaraciones de Rafael Moreno, publicadas en el diario “La Nación” del 9 de mayo de 1999: “DC insiste en defender voto de las FF.AA. en las primarias”. ¡En las primarias, señor Presidente ! Aquí tengo todos los datos.
¿Sabe quién le contesta que eso no se puede hacer? El senador Ominami , quien le dice que el problema radica en que los votantes deben suscribir un compromiso de adhesión con la Concertación y sus postulados. ¡Eso contesta Ominami a la Democracia Cristiana! No obstante, ese partido viene a hablar hoy de transparencia y señala cómo se compatibiliza un militar activo y un candidato.
¡Señor Presidente , esos son los hechos, los porfiados hechos! El único hecho que existe es una renuncia presentada como corresponde, primero al alto mando naval; enseguida, al señor ministro de Defensa , y luego, al señor Presidente de la República . ¡Estos son los hechos! Lo demás es una interpretación libre, de cualquier tipo; mentiras que se han cruzado, que podrían servir de argumento para una telenovela mejicana.
Más todavía. El señor ministro de Defensa de la época, en 1999, don José Florencio Guzmán , hasta llegó a afirmar en los diarios que las Fuerzas Armadas tienen libertad para determinar si votan o no. ¡Estaba entregando esa libertad a los comandantes en jefe!
Finalmente, la Contraloría zanjó el tema mediante un dictamen que prohibió votar a los militares en las primarias.
Sin embargo, quiero recordar al Presidente de la Cámara de aquel entonces, el honorable diputado señor Carlos Montes , -no está presente en este momento-, quien dijo que no veía ningún inconveniente en que los uniformados votaran en los comicios internos del sector oficialista.
Quiero agregar que don Ricardo Lagos manifestó que la participación de los uniformados en las primarias de la Concertación era algo que debía definir cada institución y cada ciudadano en particular.
La señora MUÑOZ (doña Adriana) .-
Ese es otro tema.
El señor ULLOA .-
¡No es otro tema! Aquí se trajo el tema de la politización.
La señora MUÑOZ (doña Adriana) .-
Una cosa es conspirar, y otra, votar.
El señor ULLOA .-
Sin embargo, el tema de la politización de las Fuerzas Armadas ni siquiera ha sido rozado en esta sesión. Lo único claro es que aquí se están cuestionando las posibilidades reales de un servidor público, de un ciudadano notable.
A quienes me vienen a dar lecciones de teoría democrática, quiero decirles lo siguiente: ¡Qué curioso, un partido ofreció la candidatura a la vicepresidencia de la República de los Estados Unidos al general Colin Powel , jefe del comando conjunto de las Fuerzas Armadas de ese país, antes de que se acogiera a retiro! Él dijo que no. Estaba en su derecho, pero también estaba en su derecho de decir que sí. Esa actitud, señor Presidente , también es parte integrante de la teoría democrática. Lo digo para los ignorantes.
Señor Presidente , aquí se confunden dos temas: uno, el trabajo que efectivamente debe tener y mantener un alto funcionario de Estado, en este caso, un comandante en jefe o un general director, y dos, si éste viola la disposición establecida en el inciso segundo del artículo 2º de la ley Nº 18.948, orgánica constitucional de las Fuerzas Armadas, que señala que el personal que las integra no podrá pertenecer a partidos políticos, a organismos sindicales, ni a instituciones, organizaciones o agrupaciones cuyos principios se contrapongan con lo dispuesto en el inciso anterior de este artículo. Si se produce este hecho, me parece perfectamente lógico que se efectúe todo tipo de cuestionamientos; pero nada de ello se puede hacer cuando sólo estamos en presencia del cumplimiento más estricto de la norma constitucional, legal y, reitero, de los comportamientos de uso social que se suelen utilizar en estos casos.
Por lo tanto, señor Presidente , nosotros creemos que lo único que se intenta hacer aquí es destruir la fortaleza de una alianza que, en la práctica, está quitando el poder a la Concertación, lo que esperamos que siga ocurriendo para llevar a Joaquín Lavín a la presidencia de la República .
He dicho.
-Aplausos.
El señor PARETO (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Juan Bustos, por ocho minutos.
El señor BUSTOS .-
Señor Presidente , el actuar enérgico del Gobierno adelantó el alejamiento de su cargo del señor Arancibia , pues resultaba inaceptable que quien ostentara el cargo más importante de una de las ramas de la Defensa Nacional, estuviera en conversaciones para optar por una candidatura senatorial, vulnerando flagrantemente el principio de no deliberación de nuestras Fuerzas Armadas.
Sin embargo, todo este episodio tiene una respuesta, que la Unión Demócrata Independiente bien sabe y deberá explicar al país, a pesar de que para el diputado Longueira dicho partido no debe dar explicaciones a nadie. El presidente de la UDI y su directiva saben y no quieren confesar que ellos son partícipes y autores-inductores del ilícito constitucional cometido por el almirante Jorge Patricio Arancibia .
El renunciado señor Arancibia postulará a un cupo en el Senado como candidato de la Unión Demócrata Independiente en la Quinta Región Costa. Incluso, el alcalde Lavín ha dado hoy públicamente su bendición a la candidatura del ex almirante por la circunscripción donde la UDI postulaba inicialmente al diputado de sus filas, señor Gonzalo Ibáñez .
Allí están los hechos claros donde aparece la intervención de la UDI. El diputado Ibáñez reveló -lo señaló expresamente en la radio Corporación hace una semana-: “El presidente del Partido , Pablo Longueira , tuvo la gentileza de consultar mi opinión sobre esta eventual postulación y pedirme, en cierta medida, que le diera el pase”. El mismo diputado , que ya tenía toda la circunscripción rayada con “ Ibáñez Senador, Lavín Presidente ”, señaló que la directiva de la UDI le solicitó que se bajara para llevar a quien en ese momento era nada menos que el almirante con el cual se había conversado, porque no es telepatía, como dijo el Presidente del Senado . Esas conversaciones fueron efectivas, no son irreales; porque tuvo que haber un acuerdo para bajar a un diputado de candidato a senador; para hablar con él y bajarlo de su postulación.
De manera que allí hay hechos sumamente claros que, justamente, determinan el actuar ilícito, desde el punto de vista constitucional, por parte de la UDI y, por lo tanto, señalan que ella no cree en nuestra Constitución Política. Las palabras del diputado señor Ulloa así lo indican cuando se refiere a una constitución extranjera, a la de Estados Unidos, no a la Constitución Política chilena, que dice que las Fuerzas Armadas son obedientes y no deliberantes, que no pueden inmiscuirse en materias políticas. La UDI no cree en nuestra Constitución Política, no cree en la democracia, no cree en el Estado de derecho. Lo que busca con esta inducción es añorar el autoritarismo de otrora; buscar un líder en sustitución de Augusto Pinochet, porque ahora está procesado. Y para eso va a golpear las puertas de la Armada en busca de un nuevo senador, porque ya no tiene un senador vitalicio.
Aquí ha habido deliberación política. La Constitución Política, la ley orgánica de las Fuerzas Armadas y el reglamento de las Fuerzas Armadas señalan terminantemente que ninguno de sus miembros puede tener injerencia, ni siquiera contingente, desde la perspectiva de una opinión política o de una discusión de carácter político, como claramente es la que llevó a cabo Arancibia por inducción de la UDI. Eso es deliberación política aquí y en cualquier parte, de lo cual tiene que responder y dar explicaciones la UDI y no esconderse en subterfugios.
Por lo tanto, dada la autenticidad de los hechos y la importancia de las normas y principios vulnerados por la actuación antijurídica, inconstitucional, en nombre de la bancada que represento solicito la formación de una Comisión investigadora, a fin de recabar todos los antecedentes sobre el actuar ilícito del almirante y también de aquellos que lo indujeron, y para proponer las reformas necesarias a fin de impedir la comisión de actos de esta naturaleza en el futuro.
En todo caso, anunciamos que el Partido Socialista, al término de esa investigación, presentará una acusación constitucional en contra del almirante Arancibia .
He dicho.
-Aplausos.
El señor PARETO (Presidente).-
Tiene la palabra, por nueve minutos, el diputado señor Ignacio Walker.
El señor WALKER (don Ignacio) .-
Señor Presidente , soy de los que creen muy sinceramente, desde el fondo del corazón y de la razón, que los hechos que están siendo debatidos aquí, en la Cámara de Diputados, el hemiciclo democrático por excelencia, caja de resonancia de los problemas de la sociedad chilena, son extraordinariamente graves. Y quiero, brevemente, tratar de reflexionar con nuestros colegas de Gobierno y de Oposición acerca de por qué, a mi juicio, este episodio es tan grave.
Lo es, en primer lugar, porque la renuncia del almirante Arancibia a la Comandancia en Jefe de la Armada, para postular -aun cuando esto no se haya formalizado- a una candidatura senatorial, es, por definición, una conducta político-electoral y, por lo tanto, contradice flagrantemente el carácter profesional de las Fuerzas Armadas, definido en el artículo 90 de la Constitución Política. De alguna manera, se urde una conducta, una acción; se monta un escenario para producir un resultado político que conlleva, entre otras cosas, el retiro anticipado del comandante en jefe de la Armada para aceptar, eventualmente, una candidatura senatorial, y tiene lugar -lo que ha dicho con mucha verdad y en forma muy elocuente el diputado señor Arturo Longton - un caso único en la historia de Chile, cual es que, simultáneamente, una persona viste el uniforme militar, asume la calidad -por la Constitución Política- de comandante en jefe de la Armada y es, a la vez, un potencial o real candidato a senador por un partido, en este caso, la UDI.
Esta lógica político-electoral apunta a algo muy preciso: arrastrar detrás de esa candidatura a cierto electorado. ¿Qué electorado? El contingente de la Armada del Gran Valparaíso en servicio activo y en servicio pasivo, oficiales y suboficiales, para transformarlo en un cuerpo electoral que apoye la candidatura senatorial de un almirante que tiene la calidad de comandante en jefe de la Armada .
En segundo lugar, desgraciadamente, este hecho refuerza la imagen de la cual muchos quisiéramos sinceramente desprendernos: de politización de las Fuerzas Armadas; de que, en definitiva, más allá de los procesos y de los discursos, ellas son de Derecha; y luego, que existe una colusión entre la UDI y los llamados poderes fácticos.
No somos nosotros los que inventamos la expresión “poderes fácticos”, pero, desgraciadamente, hechos como este demuestran que existe de parte de la UDI esta tendencia a coaligarse, a apoyarse y a buscar sustento político-electoral en los llamados poderes fácticos. ¿Cuál sería la reacción de la UDI -se pregunta don Roberto Ossandón Irarrázabal en “El Mercurio” del domingo último- si un comandante en jefe o el propio almirante Arancibia hubiera informado que renunciaba a su institución para asumir una candidatura del Partido Socialista?
Hay aquí, por lo tanto, más que un sesgo, una tendencia perseverante, después de diez u once años de haberse recuperado la democracia, a confundir a la opinión pública, a trastrocar, a desquiciar las instituciones, produciendo esa imagen de politización de las Fuerzas Armadas, de inclinación derechista y de coalición con los poderes fácticos.
En tercer lugar, creo, sinceramente, que el almirante Arancibia apareció -era la imagen que proyectaba y los que lo conocíamos muy de cerca así lo creíamos- como un buen exponente profesional de las armas; un marino profesional que iniciaba una nueva etapa en el proceso de normalización de las relaciones con las Fuerzas Armadas. En ese sentido, creo que es absolutamente grave el daño que esto le ha causado a la Armada, y a las propias Fuerzas Armadas, porque confunde, porque desconcierta, porque atenta contra el sentido común de la gente; porque también compromete -por qué no decirlo- la confianza que en algún momento depositó en él el Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle , dando una señal, constituyéndolo en un símbolo de una nueva etapa en las relaciones con las Fuerzas Armadas.
En cuarto lugar, es extraordinariamente grave, porque constituye un retroceso. Éste no es un episodio cualquiera -repito-, es un retroceso en el proceso de normalización de las relaciones con las Fuerzas Armadas y de normalización democrática. Es cierto que todo este proceso está compuesto de avances y de retrocesos, de luces y de sombras, pero hechos como éste reviven viejos fantasmas. Y, tal vez, desde el caso Pinochet no había un grado de retroceso tan grave como éste que nos aparte de lo que todos queremos, en lo que todos estamos empeñados: normalizar las relaciones con las Fuerzas Armadas.
En quinto lugar, porque denota una vez más, en forma reiterativa, un gran vacío constitucional. Obviamente, puede decirse que es una materia impensada. ¿Quién iba a pensar en incluir, en una Constitución democrática de cualquier Estado, una norma que declarara la inhabilidad de los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas con eventuales candidaturas parlamentarias? Esas normas existen para los intendentes, los ministros, etcétera, pero no para los comandantes en jefe.
Pero hay un uso y un abuso de una formalidad legal y constitucional, que no se compadece con el espíritu de un Estado democrático de derecho. Y el vacío, en el fondo, se refiere al precario estatuto jurídico de nuestras Fuerzas Armadas. Por lo tanto, también es serio este episodio en cuanto refuerza una vez más la idea de una cierta bancada militar, de un compromiso militar con la actividad parlamentaria, política, democrática, que produce un grave desquiciamiento.
Finalmente, creo que en este episodio también le cabe responsabilidad muy grave a la UDI. No se habrían dado estos hechos, esta conducta, de no haber existido en forma simultánea una contraparte política, un partido político que invita, que crea las condiciones, que conversa, que dialoga, que persuade, que trata de convencer a un almirante que, además, es comandante en jefe de la Armada , para transformarlo en candidato a senador. ¿Y qué hay detrás de eso? Nada más que un cálculo electoral. Frente a la candidatura de Sebastián Piñera , se piensa -me imagino- qué mejor candidato por el Gran Valparaíso, con el contingente de la Armada, en servicio activo, pasivo, oficiales, suboficiales, etcétera, que el propio comandante en jefe de la Armada convertido en candidato a senador.
Por eso, el hecho es muy grave, porque, de alguna manera -quiero decirlo con todas sus letras-, alimenta la imagen de que, en definitiva, la UDI se está convirtiendo en una organización política, empresarial y militar. Y eso, sinceramente, es muy grave desde el punto de vista del rol de los partidos políticos.
Aquí no estamos haciendo un cálculo electoral, no estamos sacando cuentas político-electorales, sino más bien -como lo dijo hace pocos días nuestro candidato a senador por la zona costa, señor Aldo Cornejo - éste es un problema de principios.
Celebro que la Concertación y el vocero del Partido Renovación Nacional estemos de acuerdo en la necesidad de constituir una Comisión investigadora para estudiar minuciosamente este tema y hacer efectivas las responsabilidades que correspondan.
He dicho.
El señor PARETO (Presidente).-
Tiene la palabra, hasta por cuatro minutos, la diputada señora Laura Soto.
La señora SOTO (doña Laura).-
Señor Presidente , honorable Cámara, las Fuerzas Armadas son de la patria toda; pero -excúsennos los señores diputados- para los hombres y las mujeres que convivimos con el mar, la Marina lo es todo: es el alma, es el espíritu que nos anima y motiva. Por eso, cada cosa que haga un comandante en jefe de la Armada nos llega bien o nos llega mal.
En este caso específico, el almirante Arancibia primero nos asombró, nos persuadió, nos cautivó con esa imagen de hombre de arma preocupado por la paz, por la reconciliación de todos los chilenos. Cuando pidió que se constituyera una Comisión de hombres buenos para que hiciera luz en el tema de los derechos humanos, hizo germinar la Mesa de Diálogo. Y allí puso a su “delfín”, a su “compadre”, al contraalmirante Álex Waghorn Jarpa , quien, por desgracia, perteneció a la Inteligencia Naval , de triste memoria para todos nosotros.
Entonces, es lícito preguntarse qué hacía el almirante Arancibia en todo este largo y premeditado proceso. No estaba sino buscando una negociación política en cuanto a amarrar a la UDI con integrantes de las Fuerzas Armadas a fin de que la Mesa de Diálogo pusiera punto final al tema de los derechos humanos con la aceptación de su afirmación, en términos generales, de que los detenidos fueron lanzados al mar, y aquí no ha pasado nada.
El almirante Arancibia demostró que engañó al país, a sus pares y a muchos de los nuestros que todavía sufren. Y eso es muy grave, porque, al son de la guerra y con estrategia, hubo deliberación política premeditada. Es lo mismo que si mañana nos preguntáramos ¿qué pensaría el hombre y la mujer común si un cardenal dijera: “Dejo los hábitos, porque mañana me caso con una mujer a la que tengo embarazada”? Diríamos, como expresó el senador Andrés Zaldívar : ¿Es que fue el arcángel Gabriel? Creo que aquí no cabe sino pensar que hay una presunción grave de que ha habido una concomitancia prolongada que demuestra que hay deliberación y una infracción abierta y clara a la Constitución Política, inaceptable para nosotros.
Creo que el almirante Arancibia, hoy precandidato a senador, ha actuado durante todo este tiempo con una ambición desmesurada, impropia de los hombres de armas, en particular de la Marina. La ambición es buena, pero cuando es desmesurada y rompe todos los esquemas, incluso la Carta Fundamental, y deja al país mal, nacional e internacionalmente, constituye un grave error.
Pido al Gobierno que declare nulo lo obrado por la Mesa de Diálogo, pues es una afrenta al país; que declare nula la plataforma electoral del almirante Arancibia , y que declare nula una operación política del más deliberante y ambicioso oficial superior que ha tenido la historia militar del país, luego del general Pinochet . Insisto en eso.
He dicho.
El señor PARETO (Presidente).-
Tiene la palabra, por cinco minutos y medio, el diputado señor Iván Moreira.
El señor MOREIRA.-
Señor Presidente , es tan extremadamente grave la materia que estamos tratando, que, a medida que hablan, se van retirando de la Sala los diputados de la Concertación, porque encuentran una lata este cuento que hoy han inventado para la conformación de una nueva Comisión investigadora.
Pareciera un chiste de los grandes, de los que estamos acostumbrados con la Concertación. Al parecer estamos en medio de una tormenta electoral en la Quinta Región. En la historia política del país, es la primera vez que se proclama desde este hemiciclo como candidato a senador a un ex comandante en jefe de la Armada .
Aquí hay que recordar algunas cosas: 80 millones de asesinatos de las dictaduras marxistas. Quienes jamás acusan a Cuba de violar los derechos humanos, nos hablan de república bananera, de democracia y de ética, y nos dan lecciones de derechos humanos.
Los distinguidos diputados que comienzan a retirarse -está muy bien- son los mismos que atacan a un colega de la Concertación como cuando expresan porla prensa “el gato se queda cuidando la carnicería”. ¿Ese es el lenguaje ético? ¿Ése es el ejemplo que dan a las juventudes para que voten en las próximas elecciones?
Pero se le olvida a la Concertación, especialmente al Partido Socialista y a los marxistas-leninistas que todavía quedan, que ellos mismos -el señor Presidente lo recordará mejor que yo- fueron quienes llamaron a los militares al gabinete en la época de la Unidad Popular. No nos olvidemos, y lo digo con el debido respeto, que quien tuvo la franja tricolor, como Vicepresidente de la República , fue un militar activo, comandante en jefe del Ejército, el propio general Prats . Entonces, hoy no me vengan con la hipocresía de que los militares no deben participar en política.
Insisto. La Democracia Cristiana defiende el voto de las Fuerzas Armadas en las elecciones primarias, en forma individual. Así lo dijeron presidentes de la Democracia Cristiana y del PPD.
Se nos había olvidado, por ejemplo, lo que expresó Andrés Zaldívar en relación con las primarias: “El voto es secreto y si los miembros de las Fuerzas Armadas van a votar como cualquier ciudadano y no hacen ningún tipo de manifestación, pública o política, no estarán deliberando”. Por su parte, el ministro de Defensa manifestó: “Las Fuerzas Armadas tienen libertad para determinar si votan o no”. Y leo un párrafo que reproduce lo que en su oportunidad señaló el diputado Montes -que está enfrente de mí-: “El Presidente de la Cámara de Diputados, en cambio, afirmó que no ve inconveniente en que los uniformados puedan votar en los comicios internos del sector oficialista”.
No seamos hipócritas, no sigamos haciendo de esto un circo. Están pidiendo la creación de una Comisión investigadora. Quiero recordarles qué pasó con las Comisiones investigadoras de Codelco, de la Refinería de Petróleo de Concón, RPC, de las platas alemanas, de las indemnizaciones. ¿Dónde están los culpables? Hablemos, por ejemplo, de las inhabilidades que debe tener el Presidente de la República en las campañas electorales, cuando con todos los recursos del Estado ayuda a sus propios candidatos. Es inmoral lo que están planteando hoy.
Aún más, si quieren circo se los voy a dar. ¿Por qué no formamos, hace un tiempo, también una Comisión investigadora cuando el diputado Girardi sostuvo, en “Las Últimas Noticias”, que el 10 por ciento de los miembros de esta Cámara eran homosexuales? ¿Por qué no dijeron nada? ¿Por qué no formaron esa Comisión, si les gusta investigar todo? Este es un verdadero circo. La Concertación ha proclamado a un candidato ganador. Ténganlo claro. Si el general Izurieta , gran amigo mío, fuera candidato a senador o a diputado por la Concertación, estarían aplaudiéndolo de pie. Este no es el caso, sino uno solo; están con miedo, con temor, porque todas las diferencias que hemos tenido con Renovación Nacional las superaremos, sacaremos más votos, obtendremos un candidato presidencial fuerte para las próximas elecciones de 2006. Y eso no es soberbia. Arrasaremos con la Concertación, porque hoy no tiene peso, porque durante diez años ha mentido a la gente y robado al país, lo cual queda demostrado porque ninguna Comisión investigadora ha tenido éxito. Siempre su trabajo se diluye.
Por último, quiero decirles que el Presidente Lagos nos ha agradecido. Sí, señores, y pueden probarlo. Ha llamado por teléfono a muchos de los nuestros para agradecerles lo que hicieron en el Senado: respaldar la candidatura a consejero del Banco Central de Chile de un miembro de la Concertación, el ex ministro De Gregorio , por el cual sus propios camaradas votaron en contra.
Los señores del PPD y del Partido Socialista que han tratado a Jorge Rodríguez como “el gato cuidando la carnicería”, hoy quieren formar una Comisión investigadora y hablar de moral, de ética. ¡Por favor, por Dios, no vale la pena! La tormenta ya existe: proclamaron a un candidato que, al parecer, ya triunfó.
He dicho.
El señor PARETO (Presidente).-
Tiene la palabra, por nueve minutos, el diputado señor Elgueta.
El señor ELGUETA .-
Señor Presidente , el diputado Longton nos ha introducido por el hermoso camino de la democracia, pero la dictadura nos dejó muchas secuelas. Una de ellas es la estructura de los partidos políticos que, en el caso de la UDI, es una organización como el dios Jano, bifronte. De repente aparece como democrática, pero, en verdad, es una entidad empresarial, política y militar, por lo cual puede acomodar su discurso.
Así, el señor Lavín es como la esfinge que está cerca del Nilo, en Egipto, a la cual han visitado millones, la han interrogado y no habla. Lavín no opina. En cambio, el diputado Longueira -a quien no veo acá-, siempre tan preocupado, debería ser su oráculo.
La UDI, siendo un partido de tipo militar, me recuerda al chino Sun Tzu, quien, cinco siglos antes de Cristo, escribía sobre el arte de la guerra: “Toda guerra está basada en el engaño, en la mentira”. Entonces, acá, Arancibia no es candidato, no conspiró, no deliberó; Ibáñez no dijo lo que dijo. Longueira jamás ha visto al comandante en jefe de la Armada , señor Arancibia . Sun Tzu dice que la guerra es un engaño. Los señores de la UDI aman esa regla, o bien, algunos que son del Opus Dei, deben saber que el camino a la santidad es de tres clases -ellos la tienen-: la santa intransigencia -son testarudos en la mentira-; la santa coacción -porque se gana a la fuerza o de buena voluntad. Pero también dice Escrivá de Balaguer, en un pensamiento de su obra “Camino”, sobre el Opus Dei -el diputado Ibáñez lo debe conocer-, que para llegar a eso hay que tener santa desvergüenza. Un diputado dice que hay que ser caradura. Hay otras expresiones para reflejar esta santa desvergüenza. No importa lo que piense la opinión pública. Cuando se busca la gloria -decía también Sun Tzu-: “No debe preocupar qué piensa la opinión pública”. Lo que interesa es el objetivo y eso lo ha logrado la Oposición.
Si leemos el libro “El saqueo de los grupos económicos al Estado chileno”, ¿quié-nes aparecen en los grupos económicos? ¿Quiénes son los señores Büchi , Yuraszeck, Lavín , Cáceres , Saich , De Castro , Délano, Arthur , Poduje, Philippi , Hurtado Vicuña, José Piñera , Silva Bafalluy , Baraona , etcétera? Hablamos de millones de dólares que financian las operaciones de la UDI y que pagamos todos los chilenos con las tarifas que aplican a los servicios las empresas que dirigen. ¿No hay allí, acaso, una relación híbrida, incestuosa -como se dijo acá- entre los negocios y la política?
Quiero recordar cuántos de los miembros de la UDI estuvieron en Chacarillas. Si no lo recuerdan, el 9 de julio de 1975 fueron condecorados Coloma , Melero , Orpis , Víctor Pérez , y otros que se me olvidan. Y ahí ¿qué decían?
-Hablan varios señores diputados a la vez.
El señor ELGUETA.-
Parece que en ese tiempo alguno de ustedes no era de la UDI.
Dijo Javier Leturia , presidente del Frente Juvenil : “Definirse hoy como pinochetista implica apoyar al conductor de un gobierno que tiene su base esencial en las Fuerzas Armadas y de Orden, con toda su estructura orgánica y propia de ésta, y se expresa al más alto nivel de la junta de gobierno, de la cual el general Pinochet es, además, su Presidente ”. Esa fue la filosofía, esa fue la razón por la cual a ustedes los condecoraron en Chacarillas.
Quiero recordar qué ocurrió acá en 1990, cuando llegamos a la democracia. ¿Qué hizo la UDI el 11 de septiembre de 1990, cuando la Cámara realizó una sesión especial? Visitaron todos los cuarteles para entregarles medallas a los oficiales del Ejército. En esa oportunidad, denuncié el delito de sedición de tropas, porque ellos fueron a los cuarteles para premiar a aquellos que habían convergido hacia sus filas políticas.
¿Quién recibió de los servicios de inteligencia de las Fuerzas Armadas los planes Halcón? Longueira y Chadwick .
¿Quiénes intervinieron en el espionaje telefónico cuando “asesinaron” a un candidato presidencial, que ustedes conocen? Hoy están también en el juego de terminar con su candidatura.
Cuando participé en la Comisión que investigaba los llamados “pinocheques”, Chadwick tomaba desayuno con el señor Pinochet para después comunicarnos las peticiones que hacía el general. Al final, se consensuó un acuerdo. Por mi parte, acusé a los que habían intervenido en once delitos que después investigó el Consejo de Defensa del Estado.
Ustedes defendieron al general Pinochet cuando se realizaron los ejercicios de enlace y el “boinazo” y, por supuesto, rechazaron la acusación constitucional presentada en su contra y negaron su responsabilidad política. Sin embargo, ahora el almirante Arancibia -candidato de ustedes- dice que el general Pinochet tuvo responsabilidad política.
Cuando el almirante Arancibia era edecán del señor Pinochet , seguramente se reunía con todos ustedes en el edificio Diego Portales o en La Moneda, y de allí salían las instrucciones que llevaban después a sus seguidores. Deliberaron 17 años. Ello permitió que la deliberación se convirtiera en una especie de costumbre o hábito, algo que está impune. Entonces, lo toman como algo natural, y ahora lo siguen haciendo sin ningún rubor y con santa desvergüenza.
Pero ¿qué es deliberar? Ustedes no pueden desconocer que Sergio Fernández , en 1992, escribió un artículo en la revista “Sociedad y Fuerzas Armadas” y, citando a otro constitucionalista, dice: “Siempre se ha entendido que la no deliberación rige para asuntos de carácter político, ajenos a la profesión”. En consecuencia, es el senador Fernández , con sus palabras, quien condena la actuación del señor Arancibia . Por lo tanto, tiene razón el ministro de Defensa al decir que cuando el señor Arancibia hace este tipo de actos, eso es, naturalmente, introducirse en política.
Aquí se han citado todas las disposiciones legales sobre la materia, por lo que no las repetiré. Pero quiero recordar que se han dicho cosas que nadie ha desmentido. En el diario “La Tercera” se informa que en la oficina del senador Urenda , con la presencia de Longueira , Chadwick , Novoa , Larraín y Bombal le informaron a Gonzalo Ibáñez del acuerdo para que se “bajara”. Ibáñez así lo hizo público. Nadie ha desmentido esto. Entonces, empresarios, militar y políticos estaban de acuerdo no sólo en “asesinar” la candidatura del diputado Ibáñez , sino, después, “provocar la muerte” de la candidatura de Sebastián Piñera.
El señor PARETO (Presidente).-
Se ha completado su tiempo, señor diputado.
El señor ELGUETA .-
¿Estamos en presencia de una primaria como la que tuvimos en la Concertación? ¿Estas son las primarias de la UDI?
Por todo lo señalado, vamos a votar a favor de la constitución de una Comisión investigadora.
He dicho.
El señor PARETO (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Gustavo Alessandri, por seis minutos.
El señor ALESSANDRI.-
Señor Presidente , algunos de nosotros creemos que no hay que llorar sobre la leche derramada. Aquí estamos frente a un hecho que, ciertamente, conmovió a los círculos políticos del país al igual como conmovió ver a los señores ministros de Estado recorriendo los barrios, casa a casa, para lograr la adhesión de los vecinos a sus candidatos en un acto de intervención insólita en las elecciones. En esos días, el Gobierno dijo que en las horas libres los señores ministros podían hacer lo que les viniera en gana, como si se pudieran desdoblar. A ciertas horas del día eran ministros de Estado , y al caer la tarde, agitadores políticos. En este caso, luego de renunciar el señor almirante, lógicamente que puede hacer lo que quiera, incluso aceptar una candidatura a senador. En mi opinión, esta coyuntura, en lugar de ser reprochable, yo la aplaudiría, porque tendrá tremenda trascendencia para la vida futura de nuestra democracia. Es necesario imaginarse diferentes escenarios. En primer término, si el almirante es candidato y pierde la elección, será muy difícil que nuevos uniformados quieran imitar su ejemplo. Sin tener una bola de cristal, podemos avizorar que la clientela de los otros partidos democráticos se inclinará por Sebastián Piñera o por Nelson Ávila , según cuáles sean sus tendencias políticas. Si ambos ganan, indudablemente habrá que rebarajar el mapa político. Ahora bien, si el triunfo es para el almirante, querrá decir que la ciudadanía de Valparaíso privilegia el orden impuesto por los representantes de las Fuerzas Armadas, y el país político tendrá que acomodarse a esta nueva realidad. Pero cualquiera que sea el resultado de la elección habrá un hecho cierto: la suprema voz del ciudadano elector será la que dicte normas para el futuro. Esto, en otras palabras, es el perfeccionamiento de la democracia, es la consulta inequívoca al electorado, que será el que definirá esta situación. Todo lo demás son apreciaciones y colgajos. Se podrá actuar a posteriori con el fin de evitar la posibilidad de que los uniformados, los subsecretarios, los gobernadores, los intendentes u otras dignidades presenten sus candidaturas en cualquier momento. En buena hora si así se hace. Pero en el caso que nos ocupa, los dados ya están echados. Serán los electores quienes fijarán el rumbo del nuevo acontecer político. Ellos dicen: vox populi, vox Dei.
En consecuencia, esperemos confiados su veredicto.
He dicho.
-
-Aplausos.
El señor PARETO ( Presidente ).-
Tiene la palabra el diputado señor José Pérez, por tres minutos y cuarenta y cinco segundos.
El señor PÉREZ (don José) .-
Señor Presidente , estamos analizando una materia de tremenda importancia: el rol de las Fuerzas Armadas y de Orden, la institucionalidad del país y la conducta que deben mantener tanto las instituciones armadas como los partidos políticos.
La noticia de la renuncia del almirante señor Arancibia recorrió la semana pasada el país e impactó a la opinión pública nacional e internacional en forma negativa, dejándonos muy mal parados ante nuestros amigos del mundo entero.
No se respetó la ley ni tampoco la Constitución Política, porque hubo, sin duda, conversaciones y deliberaciones políticas durante el tiempo en que el almirante Arancibia era el máximo jefe de la Armada chilena.
Conocí al almirante en la Comisión de Defensa y tuve la mejor impresión de él: un hombre con carisma democrático, respetuoso de los derechos humanos, un gran profesional de la Armada y con gran preocupación por su institución. Lo teníamos en el más alto sitial. Quizás su inexperiencia en materias políticas y el incentivo de altos dirigentes de la UDI lo llevaron a tomar esta determinación. Pero no le hace bien al país, por motivo alguno, que partidos políticos, como ha sido revelado recientemente ante la opinión pública, estén visitando los cuarteles y a uniformados para conseguir candidatos al Congreso. Eso es tremendamente dañino para la democracia chilena y su institucionalidad.
Con ello, ha quedado clara la imperiosa necesidad de reformar la Constitución y de dejar establecidas las reglas del juego, para que no vuelvan a ocurrir hechos reprochables que, lamentablemente, desprestigian a nuestras Fuerzas Armadas, como ha ocurrido en este caso. Por eso, habrá que determinar, con exactitud, que también los militares tienen derecho a participar en política, pero después de uno o dos años de abandonar los cargos que ocupan.
De ahí, entonces, que también estimamos necesario que se constituya una Comisión investigadora destinada a analizar, en detalle y en profundidad, lo acontecido en esta oportunidad y a esclarecer los hechos ante el país para que nunca más demos un espectáculo como éste, que daña el alma nacional.
He dicho.
El señor PARETO (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Edgardo Riveros, por cinco minutos.
El señor RIVEROS .-
Señor Presidente , se ha señalado, con claridad, que estamos frente a una situación que reviste gravedad.
Estamos, ni más ni menos, frente a hechos que colisionan con nuestro ordenamiento constitucional. La Carta Fundamental es clara cuando establece que las Fuerzas Armadas no son deliberantes. No lo son, porque, entre otras cosas, tienen el monopolio del uso de las armas. El que sigue la carrera militar hace una opción de vida que lo aparta necesariamente de los avatares políticos. Ése es el compromiso.
En estos días no sólo ha sido vulnerado ese compromiso, sino que, también, las normas constitucionales y legales vigentes.
El artículo 90 de la Constitución es claro cuando establece la no deliberación. Pero, como si eso no bastara, el artículo 2º de la ley orgánica constitucional respectiva, como se ha dicho, reafirma esa disposición. La norma agrega la materialización práctica de esa no deliberación, que busca apartar a ese personal del compromiso político.
En este caso no tan sólo ha habido una conducta específica de quien ocupaba el cargo de comandante en jefe de la Armada y de dirigentes políticos que lo indujeron a la deliberación, sino que también una operación para ello, que se pretendió dejar oculta. Como siempre ocurre, alguien dijo la verdad, alguien transparentó lo que otros trataron de ocultar. Fue el diputado señor Ibáñez . Él señaló que una semana antes le habían pedido dejar el cargo. ¿Cuándo? Cuando ya se tenía la respuesta -sin lugar a dudas- del almirante para esa candidatura. Coincide aquello con la petición de audiencia del almirante al ministro de Defensa y al Presidente de la República . Para llegar a la respuesta, sin duda, hubo actos de deliberación.
Ya leyó aquí el diputado señor Longton lo que dice el Diccionario de la Lengua Española , en una de sus acepciones, sobre el significado de la palabra “deliberación”. La otra, también es breve, pero clara: resolver una cosa con premeditación. Sí, hubo premeditación y un acto reflexivo que constituye la deliberación para entregar una respuesta. Y eso, por cierto, no puede pasar inadvertido ni dejar de ser aclarado, categóricamente, por el Congreso Nacional.
Por eso, esto hay que investigarlo. ¿Cómo se hizo? ¿Cuál fue la operación real? Porque hay gente que dice la verdad y otra que trata de ocultarla, buscando subterfugios y un determinado uso de las palabras. Cuando se buscan expresiones es, precisamente, porque se tiene conciencia de la gravedad del hecho en que se ha incurrido, no por otra razón.
Por eso, solicitamos que se constituya una Comisión especial. Seamos claros. Por mucho que se trate de ocultar lo ocurrido, los hechos hablan por sí mismos y son de gravedad para nuestro proceso democrático, para el fortalecimiento del rol profesional de las Fuerzas Armadas, en el que todos deberíamos estar comprometidos, en vez de debilitarlo. Es algo que ha costado mucho, en lo que ha habido un esfuerzo compartido. Pero este tipo de hechos nos hace retroceder en un proceso en el cual todos tendríamos que ser partícipes.
Como quedó dicho en la ceremonia de la asunción del nuevo comandante en jefe de la Armada , las Fuerzas Armadas pertenecen a todos los chilenos, no a un bando ideológico determinado. A aquellos que quieren arrastrar a las Fuerzas Armadas a un compromiso político, debemos decirles, con energía, que no podrán hacerlo. La institucionalidad chilena es fuerte, respetable y requiere del compromiso de todos nosotros.
Muchas gracias.
El señor PARETO (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Antonio Leal, por cinco minutos.
El señor LEAL .-
Señor Presidente , quiero señalar que la actitud del almirante Jorge Arancibia constituye una flagrante violación de la Constitución y de la ley.
El inciso cuarto del artículo 90 de la Constitución establece, explícitamente, el carácter no deliberante de las Fuerzas Armadas.
Las Constituciones políticas de 1833 y de 1925 establecieron el principio republicano de la no deliberación como una prohibición de toma de decisiones políticas o de participación en ellas. Y este espíritu fue recogido en las actas constitucionales de la Constitución de 1980.
Quiero recordar que esa Constitución consagró una única excepción, que no compartimos y que queremos modificar: la deliberación puede ser planteada sólo y exclusivamente en el Consejo de Seguridad Nacional.
Ésa es la manifestación más palmaria del tema. Las propias actas constitucionales de una Constitución que no nos identifica, pero que respetamos; de una Constitución que no fue elaborada por ningún poder soberano de nuestro país, porque no hubo asamblea constituyente y democrática, pero que respetamos, no están siendo respetadas por quienes las redactaron, a pesar de que incluyeron en ella el principio de la no deliberación.
Quiero decir que el ex comandante Arancibia no ha respetado el carácter profesional y disciplinado de las Fuerzas Armadas, que no son deliberantes, sino prescindentes de la política. El comandante en jefe de la Armada rompe el compromiso de las Fuerzas Armadas con la legalidad del país, al establecer, vistiendo el uniforme y teniendo el mando en pleno ejercicio, diálogos con los partidos políticos, concretamente con la UDI, y al participar en una negociación política abierta con su directiva, con Pablo Longueira y otros dirigentes. Con ello utiliza a la Armada, compromete su independencia y la transforma en un interlocutor político.
Si esto no es deliberación, no sé qué puede serlo. Sobre la materia, quiero apelar incluso a la conciencia de muchos colegas de la UDI que quieren vivir dentro de un Estado de derecho.
El almirante Arancibia tiene derecho a ser candidato a senador, pero para ello debe renunciar previamente a la Armada, que le pertenece a Chile y no a la UDI. Además, no debió haber participado jamás en una reunión deliberativa, porque eso instrumentaliza el mando, y coloca a la Armada en una posición electoral, por lo cual burla la ley y la Constitución. Pero, sobre todo, la actitud de Arancibia burla el sentimiento de los chilenos, muchos de Derecha, que desean que las Fuerzas Armadas salgan de la contingencia política. Su proceder daña el prestigio de las Fuerzas Armadas y, en particular, de la Armada.
Hoy pasa a primer plano la reforma constitucional sobre la inamovilidad de los comandantes en jefe; hoy pasa a primer plano la reforma constitucional que elimina la tutoría de las Fuerzas Armadas sobre el sistema institucional; hoy pasa a primer plano la reforma constitucional respecto del Consejo de Seguridad Nacional.
Pero también quiero hablar de la responsabilidad política de la UDI. Hemos vivido una maniobra política y fáctica. La UDI utilizó a las Fuerzas Armadas para sus objetivos electoralistas y para mantener al país prisionero del pasado. Ya antes montaron una operación contra Sebastián Piñera , cuando un capitán de inteligencia grabó sus conversaciones para impedir que fuera candidato presidencial; ya antes montaron, con Francisco Javier Cuadra , el show de la droga, para desprestigiar a determinados políticos, aliados de ustedes en la propia Alianza por Chile.
Hoy hacen este gesto, justamente para destruir la candidatura de Sebastián Piñera , pero también para dañar al conjunto de las instituciones. La UDI no respeta el Estado de derecho porque se formaron en la cultura del autoritarismo, y aun cuando siguen hablando de un partido popular, quiero decirle a la UDI que se les nota la cola: siguen siendo gorilas con corbata, que no se atreven a participar en elecciones sin el subsidio electoral de los militares, porque fueron a golpear sus puertas para obtenerlo, y eso nada tiene que ver con una fuerza democrática que quiere competir libremente, en igualdad de condiciones, dentro de un Estado de derecho.
El señor PARETO ( Presidente ).-
Señor diputado , ha terminado su tiempo.
El señor LEAL .-
Por eso, invito a Renovación Nacional a que cambiemos la Constitución para que nunca más en Chile se instrumentalice a las Fuerzas Armadas como lo está haciendo la UDI.
Quiero terminar diciendo que no le permito al diputado Moreira que hable del general Prats , porque fue un hombre muy digno, como el general Schneider , y a ambos los asesinó la Derecha. Hoy Pinochet está indiciado justamente por ese crimen.
He dicho.
-Aplausos.
El señor PARETO (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Rodrigo Álvarez, por cuatro minutos.
El señor MOREIRA.-
Señor Presidente, cuestión de Reglamento.
-Hablan varios señores diputados a la vez.
El señor PARETO (Presidente).-
Diputado Álvarez, tiene la palabra.
El señor ÁLVAREZ .-
Señor Presidente , hemos escuchado tantas cosas inaceptables, tantas versiones del concepto de deliberar, tantos insultos, como el que acaba de lanzar el diputado señor Leal . ¡Con qué autoridad moral viene a tratarnos de gorilas! ¡Con qué autoridad moral viene a hablarnos de no deliberación!
El señor Leal fue parte de un gobierno que llevó a los cuatro comandantes en jefe al gobierno, a la ejecución de políticas. ¡Por favor!
Quiero decir claramente que no podemos aceptar los conceptos vertidos acá; no podemos aceptar las cosas que se nos han dicho respecto de deliberación. ¿Por qué nadie ha contestado, por ejemplo, el significado de lo expresado por el secretario general de la Democracia Cristiana cuando, para que pudieran votar en las primarias de su partido, nos dijo que no existe voto militar, sino voto ciudadano? En política no hay militares, sino ciudadanos ejerciendo sus derechos.
Nos hablan de una Comisión investigadora los mismos que impidieron que tuviera éxito la Comisión contra Luis Correa Bulo , que no dieron ninguna facilidad para que tuvieran éxito las Comisiones investigadoras de Codelco, de Esval, de las aulas tecnológicas, de la RPC, de las indemnizaciones, de las platas alemanas, de las casas de Copeva.
¡Por favor! No tienen autoridad moral para venir a pedir cuentas ahora quienes no lograron tener resultados en materias tan importantes. En nombre de la UDI, quiero decir que no sólo nos vamos a oponer a esta materia, sino que desde ya los desafiamos.
¡Nos hablan de poderes fácticos, de que apoyamos a los ricos, a los empresarios, a la bancada militar! ¡Vayan a decirles eso a los pobladores de Huechuraba, de Conchalí, Renca , Recoleta , Las Cabras , Estación Central, La Florida , Putre , María Elena , Carahue , La Estrella, Contulmo , Colina, Gorbea , Toltén , El Bosque, San Ramón , Torres del Paine, lugares donde la UDI ganará en diciembre y donde no aceptamos estas conductas!
-Aplausos.
El señor PARETO (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Andrés Palma por cinco minutos.
El señor PALMA (don Andrés) .-
Señor Presidente , esperaba con ansias la intervención del diputado señor Rodrigo Álvarez , con quien nos encontramos habitualmente en la Comisión de Hacienda.
Cuando la UDI hace hablar a Ulloa y a Moreira es porque sus dirigentes no dan la cara, y hoy dio la cara el máximo dirigente de la UDI.
Lavín dijo que la unidad de la Alianza debe restablecerse y eso ha descolocado mucho a los parlamentarios de la UDI en esta sesión, porque ellos deben defender la candidatura de Arancibia y, sin duda, el costo de restablecer la unidad de la Alianza es sacrificar al almirante.
No tienen la capacidad de actuar con un compromiso coherente más allá...
-Hablan varios señores diputados a la vez.
El señor PALMA (don Andrés) .-
No sé por qué se alteran tanto los parlamentarios de la UDI, señor Presidente .
Si estoy equivocado, estoy dispuesto a reconocerlo; me he equivocado muchas veces en la vida, no sería ésta la primera. Cuando ellos se equivocan, dicen cosas un poco insensatas y no son capaces de reconocer sus errores ni de decir la verdad.
¿Quién fue el que habló con Arancibia? ¿Lavín? ¿Longueira? ¿Ulloa? ¿Quién fue? Nadie lo sabe. ¿Urenda? ¿Ibáñez? El senador señor Mario Ríos dijo que habló con el almirante Arancibia , y no es de la UDI. ¿Por qué el senador Ríos lo reconoció y los otros no son capaces de decir la verdad? ¿Por qué razón, en su afán desmedido y desesperado por salvar la imagen de algunos de sus dirigentes, comprometen no sólo a la UDI -si así fuera, es problema de ellos-, sino también a la Armada de Chile? Al tratar con el comandante en jefe, lo hacen con la Armada de Chile, y cuando no son capaces de decir la verdad ni de enfrentar sus errores y decisiones, terminan por comprometer a una institución que debe pertenecer a todos los chilenos.
Por eso, el almirante Arancibia también es responsable, porque cayó en el juego de la UDI, pero el país tendrá que pronunciarse. Me alegró la intervención del jefe de los diputados de Renovación Nacional, porque el país deberá pronunciarse si quiere o no seguir teniendo Fuerzas Armadas manipuladas por la UDI y decidir si estos señores, que no tienen compromiso democrático, que no son capaces de luchar contra la pobreza, que no son capaces de entregar información sobre las violaciones a los derechos humanos, deben o no continuar con la libertad con que hoy cuentan.
Por eso, hemos estudiado no sólo la posibilidad de formar una Comisión investigadora y de presentar una acusación constitucional, sino también de recurrir ante el Tribunal Constitucional por estas conductas antidemocráticas de la UDI.
Es muy fácil decir las cosas cuando se amparan en normas que se han dictado para proteger a todos los ciudadanos. Cuando se intenta convencer, y se convence, al comandante en jefe de la Armada para que sea candidato por el partido más extremo de la política chilena -como acaba de decir el diputado señor Longton -, se está buscando destruir la institucionalidad democrática.
En un momento más, cuando se vote el proyecto de acuerdo, decidiremos si es tolerable ese comportamiento.
Hoy escuchamos intervenciones que nos sorprenden gratamente: Renovación Nacional habló de las inconsecuencias de partidos políticos que son inaceptables, que rechazan, y que la Cámara debe aclarar la oferta y el proceso de aceptación de la candidatura de Arancibia. No lo dijimos nosotros, sino Renovación Nacional.
La decisión del almirante y de la directiva de la UDI no sólo son abiertamente contrarias al espíritu de la Constitución y de las leyes, sino a la letra, lo cual probaremos en la Comisión investigadora, porque el país no puede seguir tolerando actitudes como las de ellos. Es cierto lo señalado por el diputado señor Luksic al comienzo de la sesión: la UDI tiene algo de partido militar y algo de partido complotador. Eso no lo pueden aceptar los demócratas de este país, a eso se le debe poner término, y la candidatura del almirante Arancibia tiene que naufragar en manos de la institucionalidad democrática para que Chile siga siendo un país que admita a todos los chilenos, sin excepción.
He dicho.
-Aplausos.
El señor PARETO (Presidente).-
Cerrado el debate.
El señor Secretario va a informar a la Sala sobre los pareos, y luego dará lectura al proyecto de acuerdo.
El señor LOYOLA ( Secretario ).-
Me permito informar a la honorable Cámara que se han recibido en la Secretaría los siguientes pareos: del señor Cornejo, don Aldo, con el señor Coloma, don Juan Antonio, y del señor Kuschel, don Carlos Ignacio, con el señor Reyes, don Víctor
El proyecto de acuerdo está suscrito, en calidad de autores, por la diputada señora Adriana Muñoz y por los diputados señores Luksic, Aguiló y Pérez, don José; en calidad de adherentes, por los diputados señores Walker, don Patricio; Naranjo, Silva, Elgueta, Valenzuela Y Seguel.
“Considerando:
Que la opinión pública y la unanimidad de los actores políticos han sido impactados por la renuncia a su cargo presentada por el hoy almirante en retiro y ex comandante en jefe de la Armada , don Jorge Arancibia Reyes, quien súbitamente y por motivos eminentemente político-partidistas, ha dejado su importante cargo.
Que la decisión del almirante (R) señor Arancibia Reyes, según se ha podido comprobar con el correr de los días, ha sido motivada en ofertas que él habría aceptado de un partido político, en concreto, de la Unión Demócrata Independiente, para que postule en un cupo de dicha tienda a un cargo senatorial por la circunscripción Costa, de la V Región de Valparaíso. Así lo confirman las declaraciones formuladas a diversos medios de comunicación por el diputado señor Gonzalo Ibáñez, quien señaló a los medios de comunicación, el día miércoles 13 de junio, que: “hace una semana Longueira tuvo la gentileza de consultar mi opinión sobre esta eventual postulación y pedirme, en cierta manera, que le diera el pase (a Arancibia)”.
Que de ser efectivos estos hechos se estaría en presencia de un grave atentado a las normas previstas en el artículo 90 de la Constitución Política de la República, en el artículo 2º de la ley Nº 18.948, ley orgánica constitucional de las Fuerzas Armadas, las cuales establecen de manera clara que a los integrantes de las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad pública les está prohibido deliberar políticamente, esto es, hacerse parte, de cualquier forma, en la contienda política interna o expresar opiniones que estén fuera del ámbito propio de sus atribuciones y de sus funciones profesionales de defensa de la seguridad del país.
Que, las Fuerzas Armadas y de Orden, como claramente ha señalado el Presidente de la República , son patrimonio de la Nación en su conjunto y su independencia y debido distanciamiento del proceso político contingente es esencial para asegurar su desempeño en el marco de la Constitución. Ninguna fuerza política puede legítimamente tratar de involucrarla en asuntos de carácter político, ni mucho menos buscar en su seno a sus candidatos parlamentarios con la finalidad de enfrentar una coyuntura electoral y generar un efecto drástico en la organización y composición de las fuerzas políticas.
Situaciones como la descrita pueden dañar a las instituciones armadas y ponen en tela de juicio el normal funcionamiento de las instituciones democráticas, especialmente ante la comunidad internacional, que ve con desazón cómo nuestro país aún sigue sufriendo las consecuencias de un involucramiento indebido de los mandos militares en política.
Que, por lo dicho, y habida cuenta de la gravedad de los hechos antes relatados, se hace necesario analizar en detalle todo el proceso que derivó en la renuncia del almirante (R) señor Arancibia y si efectivamente éste ha incurrido en infracciones constitucionales, legales y reglamentarias, por lo cual proponemos la creación de una Comisión investigadora que se aboque a realizar dicha indagación.
Que, asimismo, es necesario que la Comisión que proponemos crear estudie detalladamente la forma de prevenir que hechos similares se presenten en el futuro y, particularmente, la forma de sancionar a quienes induzcan a los integrantes de los institutos armados a participar de manera irregular en la vida política nacional.
“La Cámara de Diputados acuerda:
Constituir una Comisión investigadora que se encargue de investigar de manera exhaustiva las implicancias constitucionales, legales y reglamentarias de la renuncia a su cargo del almirante (R) y ex comandante en jefe de la Armada, don Jorge Arancibia Reyes.
Asimismo, la Comisión deberá establecer si el señor almirante (R) ha incurrido en actos de deliberación política y/o de desobediencia a sus superiores jerárquicos.
La Comisión deberá también establecer la participación que le ha correspondido en estos hechos, entre otros, a representantes del Partido Unión Demócrata Independiente, y determinar la responsabilidad legal que se derive de ello.
Finalmente, la Comisión deberá estudiar e informar a la Sala sobre la idoneidad de nuestras instituciones políticas y jurídicas para precaver que se produzcan hechos como el que motiva esta investigación y, en caso de ser necesario, indique cuáles serían las reformas constitucionales y legales para asegurar la no intervención de los institutos armados y de su personal en la política contingente.
Para el cumplimiento de su mandato, la Comisión tendrá el plazo de 30 días renovables por acuerdo de la Sala y podrá acordar la realización de todas aquellas diligencias necesarias para el cumplimiento de su encargo, entre ellas, citar a funcionarios públicos o invitar a personas naturales, incluyendo a representantes del mundo académico”.
El señor MOREIRA.-
Señor Presidente, pido la palabra para plantear una cuestión de Reglamento.
El señor PARETO (Presidente).-
Tiene la palabra, por un minuto, señor diputado, por una cuestión estrictamente de Reglamento.
El señor MOREIRA.-
Señor Presidente , ha sido una práctica habitual conocer la opinión de los ministros que asisten a sesiones en que se tratan situaciones tan graves como ésta. Así la ha descrito la Concertación.
Aquí se han formulado preguntas relacionadas con ex ministros de Defensa que sí consideraban lícito que las Fuerzas Armadas deliberaran. Por eso, dado que el actual ministro de Defensa está presente en la Sala, sería interesante conocer su opinión al respecto.
El señor PARETO (Presidente).-
Señor diputado, el ministro no ha solicitado la palabra.
El señor MASFERRER .-
Pero puede ofrecérsela, señor Presidente .
El señor PARETO (Presidente).-
El ministro no ha pedido la palabra. La Mesa no ofrece la palabra; debe ser pedida.
En votación el proyecto de acuerdo.
El señor PARETO (Presidente).-
-Debido a problemas técnicos en el tablero electrónico, no se imprimió la votación.
El señor PARETO (Presidente).-
Por haberse cumplido el objeto de la sesión, se levanta.
-Se levantó la sesión a las 18.03 horas.
JORGE VERDUGO NARANJO,
Jefe de la Redacción de Sesiones.
VI. DOCUMENTOS DE LA CUENTA
1. Oficio del Senado.
“Valparaíso, 19 de junio de 2001.
Tengo a honra comunicar a vuestra Excelencia que el Senado ha aprobado, en los mismos términos en que lo hizo esa honorable Cámara, el proyecto de acuerdo que aprueba el “Convenio entre el Gobierno de la República de Chile y el Gobierno de la República del Perú para la Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones” y su Protocolo, suscritos en Lima, Perú, el 2 de febrero de 2000, correspondiente al boletín Nº 2639-10.
Lo que comunico a vuestra Excelencia en respuesta a su oficio Nº 3280, de 11 de abril de 2001.
Devuelvo los antecedentes respectivos.
Dios guarde a vuestra Excelencia,
(Fdo.): ANDRÉS ZALDÍVAR LARRAÍN , Presidente del Senado ; CARLOS HOFFMANN CONTRERAS , Secretario del Senado ”.
Moción de los diputados señores Elgueta , Luksic , Aldo Cornejo , Huenchumilla , Riveros , Rincón.
Reforma constitucional que establece inhabilidades para que autoridades puedan postular a cargos de elección popular. (boletín Nº 2732-07)
1. Las inhabilidades parlamentarias son una institución de larga data en nuestras constituciones y su fundamento esencial radica en el principio de la igualdad, de modo que en la generación popular de los senadores y diputados no aparezcan candidatos que desempeñen cargos de alto nivel, que a través de ellos, por los recursos humanos y materiales que administran, puedan influir en la decisión ciudadana.
2. Por otra parte, no es conveniente para la ética pública que altos funcionarios dejen sus tareas para introducirse de lleno en una campaña electoral. En efecto, los cargos descritos en el artículo 54 de la Constitución como ministros de Estado , intendentes y gobernadores, alcaldes, consejeros del Banco Central, contralor general de la República , fiscal nacional, fiscales regionales y adjuntos, los jueces de la República, desempeñan funciones que deben satisfacer a todos los chilenos con prescindencia del partido político al que pertenecen, por lo que no resulta ético que pasaran, sin solución de continuidad, a ser actores de la campaña electoral más próxima, empañando una labor que debió ser para la igual atención de todos los chilenos.
3. Las razones anteriores son igualmente aplicables a cargos como los subsecretarios de los ministerios de Estado, los generales, almirantes y oficiales superiores de las Fuerzas Armadas y de Orden, los que ejercen funciones de la más alta jerarquía si lo comparamos con otros cargos que el mismo artículo 54 enumera.
4. Los oficiales de las Fuerzas Armadas y de Orden que mencionamos, mientras están en actividad deben ser obedientes, profesionales, no deliberantes, disciplinados y jerarquizados -artículo 90 de la Constitución de la República-; resulta contradictorio que hoy puedan renunciar y coetáneamente aparecer como candidatos a elecciones políticas, pues ello supone una concertación previa y en pleno ejercicio de su misión para ser incluidos en la nómina de un partido político o en el encabezamiento de independientes que pretenden alzarlos como candidatos a las elecciones parlamentarias.
Por esas razones venimos en proponer el siguiente proyecto de reforma constitucional:
ARTÍCULO ÚNICO
Modifícase el artículo 54 en la sigueinte forma:
1) En el numeral Nº 1 suprímase el punto y coma y agrégase la siguiente palabra entre “ministros” y “de Estado”: “subsecretarios”.
2) Agrégase un nuevo numeral a continuación del 9:
?10) Los generales, almirantes y oficiales superiores de las Fuerzas Armadas y de Orden?.
3) En el inciso final agrégase a continuación del Nº 9 la expresión “y 10”.