Labor Parlamentaria
Diario de sesiones
- Alto contraste
Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha
Índice
- DOCUMENTO
- PORTADA
- OTROS DOCUMENTOS DE LA CUENTA
- I. ASISTENCIA
- II. APERTURA DE LA SESIÓN
- III. ACTAS
- IV. CUENTA
- ARCHIVO DE PROYECTOS.
- V. OBJETO DE LA SESIÓN
- EL DESEMPLEO EN CHILE.
- INTERVENCIÓN : Jose Garcia Ruminot
- INTERVENCIÓN : Andres Palma Irarrazaval
- INTERVENCIÓN : Miguel Hernandez Saffirio
- INTERVENCIÓN : Julio Dittborn Cordua
- INTERVENCIÓN : Enrique Jaramillo Becker
- INTERVENCIÓN : Manuel Antonio Bustos Huerta
- INTERVENCIÓN : Luis Pareto Gonzalez
- INTERVENCIÓN : Pablo Galilea Carrillo
- INTERVENCIÓN : Jose Francisco Encina Moriamez
- INTERVENCIÓN : Pedro Hector Munoz Aburto
- INTERVENCIÓN : Antonio Leal Labrin
- INTERVENCIÓN : Ivan Mesias Lehu
- INTERVENCIÓN : Haroldo Fossa Rojas
- INTERVENCIÓN : Waldo Mora Longa
- INTERVENCIÓN : Carlos Alfredo Vilches Guzman
- INTERVENCIÓN : Sergio Correa De La Cerda
- EL DESEMPLEO EN CHILE.
- CIERRE DE LA SESIÓN
- VI. DOCUMENTOS DE LA CUENTA
Notas aclaratorias
- Debido a que muchos de estos documentos han sido adquiridos desde un ejemplar en papel, procesados por digitalización y posterior reconocimiento óptico de caracteres (OCR), es que pueden presentar errores tipográficos menores que no dificultan la correcta comprensión de su contenido.
- Para priorizar la vizualización del contenido relevante, y dada su extensión, se ha omitido la sección "Indice" de los documentos.
REPÚBLICA DE CHILE
CÁMARA DE DIPUTADOS
LEGISLATURA 340ª, ORDINARIA
Sesión 2ª, en miércoles 2 de junio de 1999
(Especial, de 12.41 a 14.48 horas)
Presidencia de los señores Montes Cisternas, don Carlos, y Acuña Cisternas, don Mario.
Secretario, el señor Loyola Opazo, don Carlos.
Prosecretario , el señor Zúñiga Opazo, don Alfonso.
ÍNDICE
I.- ASISTENCIA
II.- APERTURA DE LA SESIÓN
III.- ACTAS
IV.- CUENTA
V.- OBJETO DE LA SESIÓN
VI.- DOCUMENTOS DE LA CUENTA
VII.- OTROS DOCUMENTOS DE LA CUENTA
ÍNDICE GENERAL
Pág.
I. Asistencia 4
II. Apertura de la sesión 7
III. Actas 7
IV. Cuenta 7
-o-
Archivo de proyectos 7
-o-
V. Objeto de la sesión.
- El desempleo en Chile 7
VI. Documentos de la Cuenta.
1. Mensaje de S.E. el Presidente de la República mediante el cual prorroga la vigencia de los avalúos de los bienes raíces agrícolas (boletín Nº 2343-01) 35
VII. Otros documentos de la Cuenta.
1. Comunicación:
-Del jefe de bancada del Partido Unión Demócrata Independiente, por la cual informa que el Diputado señor Alvarado reemplazará en forma permanente al Diputado señor Longueira en la Comisión de Hacienda.
2. Oficios:
-De la Comisión de Recursos Naturales, Bienes Nacionales y Medio Ambiente, por el cual solicita el asentimiento de la Sala de la Corporación para proceder al archivo de los siguientes proyectos, iniciados en mociones, que se encuentran sin tramitación desde los años 1990 y 1994, respectivamente:
a) Prohíbe la comercialización de determinados aerosoles (boletín Nº 186-11)
b) Sobre delito de operación, administración o mantención de vertederos ilegales (boletín Nº 1322-12)
I. ASISTENCIA
-Asistieron los siguientes señores Diputados: (98)
NOMBRE (Partido* Región Distrito)
Acuña Cisternas, Mario PDC IX 52
Aguiló Melo, Sergio PS VII 37
Alessandri Valdés, Gustavo RN RM 20
Alvarado Andrade, Claudio IND X 58
Álvarez Zenteno, Rodrigo IND XII 60
Allende Bussi, Isabel PS RM 29
Arratia Valdebenito, Rafael PDC VI 35
Ávila Contreras, Nelson PPD V 11
Bartolucci Johnston, Francisco UDI V 13
Bertolino Rendic, Mario RN IV 7
Bustos Huerta, Manuel PDC RM 17
Bustos Ramírez, Juan PS V 12
Caminondo Sáez, Carlos RN X 54
Cardemil Herrera, Alberto RN RM 22
Cornejo Vidaurrazaga, Patricio PDC V 11
Correa De la Cerda, Sergio UDI VII 36
Cristi Marfil, María Angélica RN RM 24
Delmastro Naso, Roberto IND X 53
Díaz Del Río, Eduardo DEL SUR IX 51
Dittborn Cordua, Julio UDI RM 23
Elgueta Barrientos, Sergio PDC X 57
Encina Moriamez, Francisco PS IV 8
Errázuriz Eguiguren, Maximiano RN RM 29
Espina Otero, Alberto RN RM 21
Fossa Rojas, Haroldo RN VIII 46
Galilea Carrillo, Pablo RN XI 59
Galilea Vidaurre, José Antonio RN IX 49
García García, René Manuel RN IX 52
García Ruminot, José RN IX 50
García-Huidobro Sanfuentes, Alejandro UCCP VI 32
Girardi Lavín, Guido PPD RM 18
González Román, Rosa IND I 1
Gutiérrez Román, Homero PDC VII 37
Hernández Saffirio, Miguel PDC IX 49
Huenchumilla Jaramillo, Francisco PDC IX 50
Jaramillo Becker, Enrique PPD X 54
Jarpa Wevar, Carlos Abel PRSD VIII 41
Jeame Barrueto, Víctor PPD VIII 43
Jiménez Villavicencio, Jaime PDC RM 31
Krauss Rusque, Enrique PDC RM 22
Leal Labrín, Antonio PPD III 5
Leay Morán, Cristián UDI RM 19
Letelier Norambuena, Felipe PPD VIII 42
Longton Guerrero, Arturo RN V 12
Longueira Montes, Pablo UDI RM 30
Luksic Sandoval, Zarko PDC RM 16
Martínez Labbé, Rosauro IND VIII 41
Martínez Ocamica, Gutenberg PDC RM 21
Masferrer Pellizzari, Juan UDI VI 34
Melero Abaroa, Patricio UDI RM 16
Mesías Lehu, Iván PRSD VIII 42
Molina Sanhueza, Darío UDI IV 9
Monge Sánchez, Luis IND IX 48
Montes Cisternas, Carlos PS RM 26
Mora Longa, Waldo PDC II 3
Mulet Martínez, Jaime PDC III 6
Muñoz Aburto, Pedro PS XII 60
Muñoz D'Albora, Adriana PPD IV 9
Naranjo Ortiz, Jaime PS VII 39
Navarro Brain, Alejandro PS VIII 45
Ojeda Uribe, Sergio PDC X 55
Olivares Zepeda, Carlos PDC RM 18
Orpis Bouchón, Jaime UDI RM 25
Ortiz Novoa, José Miguel PDC VIII 44
Ovalle Ovalle, María Victoria UCCP VI 35
Palma Flores, Osvaldo RN VII 39
Palma Irarrázaval, Andrés PDC RM 25
Palma Irarrázaval, Joaquín PDC IV 7
Pareto González, Luis PDC RM 20
Paya Mira, Darío UDI RM 28
Pérez Arriagada, José PRSD VIII 47
Pérez San Martín, Lily RN RM 26
Pérez Varela, Víctor UDI VIII 47
Pollarolo Villa, Fanny PS II 3
Prochelle Aguilar, Marina RN X 55
Prokurica Prokurica, Baldo RN III 6
Recondo Lavanderos, Carlos UDI X 56
Reyes Alvarado, Víctor PDC X 56
Riveros Marín, Edgardo PDC RM 30
Rocha Manrique, Jaime PRSD VIII 46
Rojas Molina, Manuel UDI II 4
Saa Díaz, María Antonieta PPD RM 17
Salas De la Fuente, Edmundo PDC VIII 45
Sánchez Grunert, Leopoldo PPD XI 59
Sciaraffia Estrada, Antonella PDC I 2
Seguel Molina, Rodolfo PDC RM 28
Silva Ortiz, Exequiel PDC X 53
Soto González, Laura PPD V 14
Tuma Zedan, Eugenio PPD IX 51
Ulloa Aguillón, Jorge UDI VIII 43
Urrutia Cárdenas, Salvador PPD I 1
Van Rysselberghe Varela, Enrique UDI VIII 44
Vargas Lyng, Alfonso RN V 10
Velasco De la Cerda, Sergio PDC V 15
Venegas Rubio, Samuel IND V 15
Vilches Guzmán, Carlos RN III 5
Villouta Concha, Edmundo PDC IX 48
Walker Prieto, Ignacio PDC V 10
-Con permiso constitucional estuvieron ausentes los Diputados señores Pablo Lorenzini y Felipe Valenzuela.
-Asistió, además, el Presidente del Banco Central, señor Carlos Massad.
II. APERTURA DE LA SESIÓN
-Se abrió la sesión a las 12.41 horas.
El señor MONTES (Presidente).-
En el nombre de Dios y de la Patria, se abre la sesión.
III. ACTAS
El señor MONTES ( Presidente ).-
El acta de la sesión 63ª de la legislatura 339ª, extraordinaria, se declara aprobada.
El acta de la sesión 64ª de la misma legislatura, queda a disposición de los señores diputados y de las señoras diputadas.
IV. CUENTA
El señor MONTES (Presidente).-
El señor Prosecretario va a dar lectura a la Cuenta.
-El señor ZÚÑIGA ( Prosecretario ) da lectura a los documentos recibidos en la Secretaría.
ARCHIVO DE PROYECTOS.
El señor MONTES ( Presidente ).-
Solicito el acuerdo de la Sala para acceder a la proposición de archivo formulada por la Comisión de Recursos Naturales, Bienes Nacionales y Medio Ambiente, de los siguientes proyectos: el que prohíbe la comercialización de determinados aerosoles y el que legisla sobre el delito de operación, administración o mantención de vertederos ilegales.
Acordado.
V. OBJETO DE LA SESIÓN
EL DESEMPLEO EN CHILE.
El señor MONTES (Presidente).-
Como el presidente y los miembros del consejo del Banco Central vienen en camino desde el Senado, suspenderé la sesión hasta su ingreso a la Sala.
Se suspende la sesión.
-Transcurrido el tiempo de suspensión:
El señor MONTES (Presidente).-
Continúa la sesión.
Solicito el acuerdo de los señores diputados para que ingrese a la Sala, junto con el presidente y el vicepresidente del Banco Central, el director de estudios, señor Felipe Morandé.
Acordado.
La realización de esta sesión fue acordada por la Cámara cuando esta Sala analizó el tema del desempleo, ya que en esa oportunidad no pudieron estar presentes las autoridades del Banco Central, y la idea es conocer la visión de su presidente y del consejo sobre la situación económica, así como sus políticas y las consecuencias del desempleo.
En primer lugar, escucharemos al presidente del Banco Central , y después intervendrán diputados de las distintas bancadas.
Tiene la palabra el presidente del Banco Central hasta por media hora.
El señor MASSAD ( Presidente del Banco Central ).-
En primer lugar, deseo agradecer la oportunidad que nos da esta invitación de la honorable Cámara de Diputados para exponer nuestra visión respecto de los acontecimientos económicos recientes y sus desarrollos.
A lo largo del último año y medio, la economía chilena ha enfrentado un complejo escenario internacional, expresado en la disminución del crecimiento de la actividad y del comercio mundiales, la reducción en los precios internacionales de las materias primas y la disminución de los flujos de financiamiento a economías emergentes.
En la actualidad, los principales riesgos para la economía chilena están superados. Las políticas de ajuste aplicadas en Chile durante 1998 han sido exitosas, ya que han permitido corregir los excesos de gasto y, además, se observa una paulatina recuperación de la confianza internacional.
La economía chilena se encuentra hoy en buen pie para iniciar una fase de recuperación sustentable en el tiempo. El déficit de la cuenta corriente se proyecta en valores prudentes, la inflación continúa en una senda de reducción, el sistema financiero doméstico está sano, el financiamiento externo corresponde principalmente a recursos tanto de mediano como de largo plazo, y las exportaciones muestran tasas significativas de crecimiento, a pesar de las dificultades del escenario externo.
Este conjunto de factores fundamentales avalan nuestra convicción de que la economía transitará sobre una trayectoria de recuperación gradual a través de los próximos trimestres y, como se verá más adelante, ya existen indicios positivos en este sentido.
Sin embargo, a pesar de que las perspectivas de recuperación son favorables, no se puede desconocer que la crisis internacional ha dejado costos significativos para la economía chilena.
En primer lugar, la reducción de los términos de intercambio, que, para el presente año, se proyectan cerca de 16 por ciento por debajo del nivel que se observó en 1997 -previo a la crisis internacional-, ha traído un costo equivalente al 4,5 por ciento del producto, en términos de menor ingreso nacional.
En segundo lugar, la disminución transitoria en el ritmo de crecimiento económico ha implicado un aumento en la tasa de desempleo, la que en la actualidad alcanza a 8,7 por ciento, de acuerdo con informaciones publicadas por el Instituto Nacional de Estadísticas a principios de esta semana.
El aumento del desempleo es un costo inevitable de un período de ajuste como el reciente, en que se unen la reducción de la demanda interna con el menor crecimiento de la economía mundial y el menor precio relativo de nuestras exportaciones. Sin embargo, se estima que este impacto es transitorio y debería atenuarse en el curso de los próximos trimestres, conforme se asienta la recuperación de la actividad económica en Chile y se incrementan los salarios nominales a tasas coherentes con la evolución esperada de la inflación y de la productividad.
A continuación, se revisan los principales desarrollos económicos y financieros de la economía internacional y de la economía chilena, con particular atención en sus consecuencias para la evolución de la actividad y el empleo.
En cuanto a la economía internacional, desde hace más de un año la economía chilena se ha visto enfrentada a un escenario externo muy complejo. Sin embargo, en los últimos meses se ha observado un mayor grado de confianza en los mercados mundiales y un ambiente de mayor optimismo respecto de la recuperación del ritmo de crecimiento global para el inicio del próximo siglo.
Si se compara la situación actual con la de principios de año, se puede observar que las perspectivas de crecimiento mundial han mejorado.
Ahora el panorama internacional está marcado por el dinamismo y fortaleza que ha mostrado la economía de Estados Unidos, muy superior a la más positiva de las proyecciones que los analistas manejaban hacia fines de 1998. La zona Euro ha mostrado una evolución algo menos dinámica que lo previsto hacia fines de 1998, pero dentro de una trayectoria de desaceleración suave, y aunque no hay evidencia firme de una recuperación en Japón, al menos pareciera que la situación ha llegado a un piso, mientras que en el resto de Asia, las reformas y medidas de ajuste adoptadas entre 1997 y 1998 ya están dando frutos, lo que se refleja en la positiva evolución de los indicadores financieros y reales.
-Se proyectan transparencias en pantalla.
Como puede verse en la transparencia, las proyecciones de crecimiento mundial han ido mejorando, aunque suavemente, en marzo de 1999 respecto de las proyecciones de la economía hacia el año 2000.
En relación con la inflación internacional, no hay cambios sustantivos en las perspectivas para las economías industrializadas, lo que ha permitido que la política monetaria de este grupo de países sea levemente más expansiva que a principios de año.
Asimismo, en lo que va corrido del presente año, también se observa un repunte generalizado en los precios de activos. Después de la estrepitosa caída de precios que se observó tras la crisis en Rusia, en agosto de 1998, las bolsas de países industrializados lograron recuperarse y retomar una trayectoria ascendente, mientras que los mercados de valores de países emergentes también lograron recuperarse hasta niveles similares a los que prevalecían antes de la crisis rusa, incluso después de soportar un traspié inicial por la devaluación de la moneda brasileña.
Asimismo, los spreads de bonos soberanos de países emergentes se han normalizado hasta niveles similares a los que prevalecían en el primer semestre de 1998.
El gráfico que se proyecta en estos momentos muestra cómo se han ido recuperando los valores: son similares a los que prevalecían en el primer semestre de 1998.
Todos estos desarrollos son positivos en la medida que reflejan un mayor grado de confianza en los mercados financieros y mejores expectativas para la economía mundial hacia el año 2000. Pero la situación internacional aún es difícil. Los precios internacionales de materias primas, con excepción del petróleo, no muestran señales de una recuperación sostenida. La región latinoamericana se encuentra en una fase de contracción y las proyecciones más recientes de actividad para 1999 indican una caída en el producto regional de 0,5 por ciento, lo que se compara con el crecimiento de 1,5 por ciento que se esperaba hacia fines del año pasado. Sólo hace algunas semanas, la Reserva Federal de los Estados Unidos ha señalado una inclinación a subir las tasas de interés, lo que podría acentuar la desaceleración de la economía norteamericana y atenuar las perspectivas de recuperación de la economía mundial hacia el año próximo. Este tipo de riesgo se ha traducido en las últimas semanas en un mayor grado de volatilidad en los mercados financieros internacionales, lo que también ha afectado a los mercados financieros locales.
En Chile hemos visto, desde principios de año a la fecha, una reducción del nivel de las tasas de interés de corto y largo plazo. El Banco Central ha disminuido su objetivo para la tasa interbancaria, respondiendo, flexible y oportunamente, a las correcciones observadas en el déficit de la cuenta corriente y en las presiones inflacionarias que mostraba la economía chilena desde el inicio del período de ajuste. Ayer se procedió a rebajar este objetivo en 25 puntos base, con lo cual la tasa de instancia quedó en 5,75 por ciento. A su vez, las rebajas en este objetivo se han transmitido a las tasas de mercado, de forma que el costo del crédito ya se encuentra por debajo del nivel que se observaba a principios del período de ajuste, por debajo de su promedio histórico y por debajo de las expectativas de tasas de largo plazo, como se refleja en la pendiente positiva de la curva de retorno por madurez, esto es, las condiciones monetarias prevalecientes en el mercado son expansivas y propicias para observar una recuperación gradual del crecimiento económico en los próximos trimestres.
Por otra parte, tomando en cuenta los antecedentes disponibles más recientes, el tipo de cambio nominal está poco más de 18 por ciento por encima del nivel que se observaba en forma previa al inicio de la crisis -tercer trimestre de 1997- y el tipo de cambio real está 2 por ciento por sobre el valor en ese mismo período y, aún más, sobre la proyección de esta variable, a partir de la tendencia histórica observada en la presente década en respuesta a los diferenciales de crecimiento en productividad de la economía chilena en relación con el resto del mundo.
El tipo de cambio real se ha apartado de una tendencia de disminución que se venía registrando desde hace algún tiempo.
En los últimos meses se han observado mejoras notables del déficit de la balanza comercial y de la cuenta corriente. Así, mientras en septiembre de 1998 la balanza comercial acumulaba un déficit anual de poco más de 3.500 millones, en abril último el déficit acumulado era inferior a los 1.000 millones. La corrección observada avala perspectivas muy favorables para el déficit de la cuenta corriente durante el presente año, dentro de un rango prudente y financiable.
El resultado logrado se explica tanto por la mantención de crecimientos importantes en los volúmenes exportados, a pesar de los bajos precios internacionales, como también por la fuerte reducción en las compras al exterior.
En 1998, el volumen de las exportaciones creció poco más de 6 por ciento anual, y para el presente año se proyecta una cifra en torno al 8,5 por ciento, lo que constituye el componente más dinámico de la demanda. A su vez, las importaciones acumulan una caída cercana al 30 por ciento en términos de valor durante los primeros cuatro meses del año, lo que refleja el impacto de la reducción en la demanda interna y, en particular, de la reducción de inventarios, de la depreciación del tipo de cambio real y de las caídas observadas en los precios internacionales en dólares.
Los términos de intercambio no muestran señales claras de recuperación, pero, en la medida que se consoliden las expectativas de una mejoría en el crecimiento mundial a partir del próximo año, también es posible esperar que haya progresos en esta área.
La inflación permanece por debajo de la meta de fines de año, mientras que la tendencia inflacionaria muestra una disminución. La inflación medida por el IPC alcanzó en abril a 4 por ciento anual, mientras que la inflación que excluye perecibles y combustibles disminuyó a 4,9 por ciento anual.
Asimismo, las mayores correcciones en la inflación se observan en la de los bienes y servicios no transables y en las remuneraciones. La inflación de los no transables ajustada ha pasado desde tasas de entre 7 y 8 por ciento, en la segunda mitad de 1998, a una tasa en torno al 6 por ciento en abril último, mientras que las remuneraciones han pasado desde tasas en torno al 8 por ciento, que prevalecieron la mayor parte de 1997 y 1998, a una tasa de 6,3 por ciento anual en marzo último.
Esta moderación en el ritmo de crecimiento de precios no transables y salarios disminuye los futuros riesgos inflacionarios, lo que ha sido tomado en cuenta en las decisiones recientes de política monetaria.
En los últimos meses hemos observado los efectos en la actividad y el empleo, del complejo escenario que enfrentó la economía chilena durante la segunda mitad de 1998. Cabe recordar que en este período, tras el colapso de Rusia, se produjo un severo deterioro de la confianza en los mercados financieros internacionales que afectó particularmente a los mercados emergentes y de materias primas. Los spreads de riesgo soberano para todas las economías, incluyendo la chilena, se duplicaron en este período. El financiamiento externo para países emergentes estuvo al borde del colapso y se agudizó la caída en el precio del cobre y de otras materias primas.
En los mercados domésticos se acentuaron las presiones especulativas contra el peso, en un contexto donde inicialmente el gasto se expandía a tasas de dos dígitos, obligando al Banco Central a intensificar el grado de restricción monetaria y a elevar las tasas de interés de corto plazo. A su vez, el ambiente de mayor incertidumbre financiera que prevaleció en este período también contribuyó a un deterioro de las expectativas del sector privado y a la postergación del inicio de nuevos proyectos de inversión.
Finalmente, gran parte de los recortes al presupuesto fiscal se concentraron en el último cuarto del año, lo que también agregó un factor de contracción a la economía en este período.
Además de estos factores, la producción también se vio negativamente afectada por la sequía y su impacto directo sobre la generación eléctrica y los cultivos tradicionales, además de su impacto indirecto sobre el resto de las actividades como consecuencia de los cortes intermitentes de electricidad. Estos desarrollos han restado algunas décimas adicionales de crecimiento y también han contribuido a generar un ambiente de mayor incertidumbre.
La unión de todos estos factores llevó a un rápido ajuste de la demanda interna en el segundo semestre de 1998, situación que se ha reflejado en tasas negativas de crecimiento anual de la actividad y de la demanda interna en los dos últimos trimestres.
En efecto, durante el primer trimestre el producto mostró una disminución de 2,3 por ciento en relación con igual período del año anterior, reflejando una moderación en el ritmo de reducción de la actividad económica respecto de la trayectoria observada en el último cuarto de 1998, aunque por debajo de las proyecciones iniciales para este período.
La medición del producto a costo de factores en el primer trimestre de este año, que excluye el efecto de las variaciones en la recaudación de los derechos de importación y el IVA, en cambio, mantiene estable su nivel con relación a lo observado el primer trimestre del año anterior y muestra una mejoría respecto de lo registrado en el último trimestre del año pasado.
La demanda interna también muestra una caída muy significativa en este período, principalmente radicada en la menor acumulación de inventarios de bienes importados y una disminución de la tasa de inversión fija.
La descomposición sectorial revela un ajuste significativo en los sectores no transables, cuya evolución depende más directamente de las condiciones de demanda interna y, en particular, de la construcción y el comercio; mientras, los sectores transables permanecen prácticamente constantes con relación a igual período del año anterior, con algunas excepciones notables como la minería y la agricultura, que muestran tasas de crecimiento positivas y vigorosas en el primer cuarto del año.
Los efectos directos de la sequía sobre el producto, derivados de la menor generación hidroeléctrica, que tiene un mayor valor agregado por kilovatio que la termoeléctrica, se estiman en menos 0,4 por ciento, y este impacto -la mayor generación termoeléctrica sobre la hidroeléctrica- continuará sintiéndose en la medición de la actividad económica del segundo trimestre.
A pesar de que las cifras de crecimiento interanual son negativas, la tendencia en el margen es positiva. En efecto, las comparaciones interanuales toman como base de referencia el primer trimestre del año pasado, cuando la actividad económica crecía a tasas de 7 por ciento y la demanda interna, a 11,4 por ciento, y predomina en la comparación el efecto de la contracción del segundo semestre el año pasado; pero, al comparar las cifras más recientes con las de meses precedentes, se observa que la economía no continúa sobre una fase de contracción, y que, por el contrario, existen señales de recuperación.
En efecto, al medir la evolución de diversos indicadores de actividad y gasto ajustados por estacionalidad, se observa un quiebre positivo a partir de los primeros meses del presente año. Este es el caso para la evolución de los agregados monetarios y el crédito, de la producción industrial, de las ventas del comercio y de las de bienes inmuebles. La única excepción importante, dentro de este patrón general, corresponde a las importaciones, que hasta abril no mostraban señales de recuperación.
Se observa un quiebre en la tendencia del dinero real, lo que indica también un grado de recuperación.
Lo mismo se aprecia en las colocaciones totales reales, que han variado su tendencia en los últimos meses. También en las ventas del comercio, que venían cayendo muy rápidamente, comienzan a recuperarse y los niveles actuales son similares a los que teníamos a comienzos del año.
Asimismo, las ventas de departamentos también han cambiado su tendencia fuertemente negativa y comienzan a mostrar una clara recuperación.
Por otra parte, la producción industrial, que sigue marcando cifras negativas en períodos anuales, también muestra una tendencia positiva, aunque naturalmente más baja que la que teníamos a comienzos de año.
Las importaciones son el único indicador que todavía no muestra recuperación.
En resumen, las mediciones de la actividad económica en el primer trimestre y otros antecedentes, descartan la hipótesis pesimista de profundización del ajuste, aunque todavía no muestran señales de un repunte satisfactorio. No es un problema de la dirección de la tendencia, que ya no es negativa, pero sí de la velocidad de la recuperación.
Este tipo de consideraciones, en conjunto con una evaluación positiva de las perspectivas de inflación y cuenta corriente, han llevado al Banco Central a impulsar una reducción de las tasas de interés que facilite el proceso de recuperación de la economía. El menor costo del crédito, el restablecimiento de la confianza en la economía mundial y las sanas bases sobre las que se sustenta la economía chilena, son los principales factores que avalan nuestra confianza en la recuperación de su crecimiento.
Este diagnóstico es además compartido por la mayor parte de los analistas, pues, a pesar de las diferencias que puedan señalarse con relación a la velocidad de repunte de la economía chilena, existe coincidencia en indicar que en el segundo semestre se debería observar una recuperación del ritmo de crecimiento.
Asimismo, las expectativas privadas coinciden en señalar que la economía chilena sería una de las primeras de la región en salir de este período de ajuste, y que su tasa de crecimiento será la mayor de la región en el 2000.
Consensus Forecasts, institución externa, señala que en el año 2000, Chile tendrá la tasa de crecimiento más alta entre varios países de América Latina.
Con relación al empleo, el INE registra una disminución de la ocupación de 1,5 por ciento en el trimestre febrero-abril respecto de igual período del año anterior, lo que, junto a un incremento de la fuerza de trabajo del orden del 2,2 por ciento -desusadamente alto-, ha llevado a que la tasa de desocupación alcance un 8,7 por ciento en igual período, la cual está casi dos puntos porcentuales por encima del promedio correspondiente a lo largo de la presente década.
Otras mediciones de la situación del empleo y desocupación apuntan en el mismo sentido, aun cuando existen diferencias metodológicas que impiden una estricta comparación de los resultados.
Otras mediciones de la situación del empleo y desocupación apuntan en el mismo sentido, aun cuando existen diferencias metodológicas que impiden una estricta comparación en los resultados.
En términos generales, la evolución del empleo y la tasa de cesantía obedecen a los desarrollos económicos recientes: el deterioro en el escenario internacional, el proceso de ajuste realizado sobre la demanda interna y el conjunto de elementos climáticos y sus efectos económicos antes mencionados. Cuando el crecimiento de la economía cae por debajo de su tendencia, la tasa de creación de empleos cae y la desocupación tiende a aumentar. Las mediciones internacionales y para la economía chilena señalan que por cada punto de crecimiento económico bajo el potencial, la creación de empleos se reduce al cabo de un año o más entre un tercio y medio punto porcentual respecto de su tendencia. Los efectos sobre la tasa de desempleo tienden a ser algo menores, porque históricamente la fuerza de trabajo presenta un comportamiento procíclico, creciendo menos en aquellas etapas en que el empleo crece por debajo de su tendencia y viceversa. Sin embargo, el comportamiento reciente de la fuerza de trabajo rompe con esta relación histórica, lo que ha intensificado el impacto sobre la tasa de desocupación.
Los sectores que muestran mayor contracción en su nivel de ocupación son aquellos que normalmente presentan mayores fluctuaciones asociadas al ciclo económico, como son la industria y la construcción. En el caso de esta última, el decrecimiento de la ocupación del sector alcanza al 18,9 por ciento en el último año, mientras que en la industria la caída llega al 8 por ciento anual.
Es importante enfatizar que la economía chilena no atraviesa por un problema estructural de desempleo, como el que ha afectado a las economías europeas a lo largo de las últimas dos décadas, sino que se trata de una situación transitoria y cíclica.
Analizando la evolución del mercado del trabajo desde una perspectiva de largo plazo, vemos que nuestra economía ha sido capaz de generar más de un millón de nuevos empleos en la década del 90; los salarios reales se han incrementado en más de un cuarenta por ciento, y la tasa de desocupación ha tendido a estabilizarse en torno al 7 por ciento. Estos antecedentes demuestran que el elevado crecimiento de la economía chilena en la última década ha tenido un efecto positivo sobre la demanda por trabajo, lo que se ha traducido en más y mejores empleos.
En cuanto a la futura evolución de la ocupación y del desempleo, es relevante señalar que las condiciones macroeconómicas se han movido en forma favorable a la recuperación de la actividad y el empleo. En particular, los ajustes realizados han tenido éxito en términos de mantener los equilibrios macroeconómicos básicos, una situación de equilibrio externo y estabilidad de la inflación, lo que permite retomar una trayectoria de crecimiento sano y sustentable. Las tasas de interés se encuentran en niveles similares a los que existían con anterioridad a la crisis internacional, y las tasas de largo plazo, que tienen mayor impacto en los sectores intensivos en empleo, como la construcción, están incluso por debajo de sus niveles de precrisis internacional.
Sin embargo, es importante tomar en cuenta que los efectos de la política monetaria y otros desarrollos sobre la economía, toman tiempo. Es bien conocido que la política monetaria afecta con un rezago a la evolución de la demanda interna y la actividad económica y, a su vez, que estas variables afectan con un rezago a la evolución del empleo. Así, por ejemplo, cambios en las condiciones monetarias y mejoras en las expectativas, pueden inducir a aumentos en las ventas del comercio o del sector inmobiliario, las que primeramente se reflejan en una reducción de inventarios y sólo en la medida en que se consolidan las expectativas de la recuperación de la demanda, se comienzan a generar nuevas órdenes de compras para recuperar stocks, que llevan a aumentar la producción y, finalmente, el empleo.
La experiencia internacional y la de Chile muestran que el ciclo económico afecta con rezagos la evolución del empleo y la tasa de desocupación. La longitud de los rezagos varía entre distintos ciclos. Así, por ejemplo, en este ciclo la ocupación sólo comenzó a mostrar una disminución a partir de fines de 1998, situación que ha continuado en el primer cuatrimestre de este año, en contraste con el resto de los indicadores de gasto y actividad, que marcaron un quiebre negativo a partir del tercer trimestre de 1998.
Esta situación se explica porque las empresas enfrentan una serie de gastos asociados a despedir o a contratar personal, que llevan a postergar estas decisiones hasta que las expectativas de ventas presenten un cambio significativo. Lo mismo pasa con los trabajadores que buscan un nuevo empleo: necesitan tiempo para encontrar alternativas de trabajo y ajustar sus esperanzas de remuneraciones a las ofertas del mercado.
Como consecuencia de estos rezagos, la trayectoria reciente del empleo responde primordialmente a la situación observada en la economía hacia fines del año pasado, y no a la situación más reciente o a sus perspectivas futuras.
Es importante tomar conciencia de estos rezagos, pues señalan que el cambio en las condiciones económicas generales se reflejará sólo gradualmente en la evolución de la actividad y del empleo. Así, el quiebre de tendencia en los indicadores de ventas domésticas, que se describía en la sección anterior, debiera transformarse paulatinamente en un quiebre más marcado de la tendencia de la producción y el empleo, con mayor probabilidad dentro de la segunda mitad del año.
Además del crecimiento de la economía, la evolución del empleo y la desocupación también dependerá del grado de movilidad laboral y flexibilidad salarial para lograr los ajustes necesarios frente a cambios en las condiciones globales y sectoriales. En efecto, la contrapartida de la disminución en el ritmo de crecimiento de la economía y la pérdida de ingresos, asociada a la reducción de los términos de intercambio, necesariamente es un menor ritmo de crecimiento de los salarios reales y nominales respecto de la tendencia de años anteriores, y una reasignación del empleo hacia los sectores favorecidos por los cambios en precios relativos.
De no producirse la moderación en los salarios, el resultado se traduciría en mayores presiones inflacionarias y una pérdida de competitividad externa, todo lo cual atentaría contra una recuperación sustentable del crecimiento económico y del empleo. Al respecto, cabe señalar que sólo en meses recientes ha comenzado a observarse una desaceleración notoria en el ritmo de crecimiento de los salarios nominales, la que debe continuar acentuándose en los próximos meses.
Las fluctuaciones del empleo son una realidad de todas las economías de mercado, en especial de una pequeña y abierta como la chilena. La respuesta a esta realidad no es postergar o evitar los necesarios ajustes. Eso, a la larga, sólo conseguiría deteriorar las bases de estabilidad sobre las que se sustentan el crecimiento de la economía, del empleo y de los salarios reales. Habría que desarrollar una institucionalidad que ayude a moderar la concentración de los costos sociales en los grupos más desvalidos de la sociedad. En este sentido, es necesario el perfeccionamiento de la red social de apoyo a estos grupos a fin de evitar que los costos se concentren en forma excesiva sólo en algunos. A su vez, la redistribución de estos costos permitirá un mayor apoyo social a las políticas de estabilización.
Sin embargo, es necesario enfatizar que se trata de situaciones cíclicas y transitorias, que requieren de remedios que pueden aplicarse de la misma manera. Los medicamentos deben preservar la necesaria movilidad y flexibilidad salarial, pues de lo contrario se corre el riesgo de incrementar los costos de ajuste del corto plazo o de introducir problemas más estructurales en el mercado laboral.
Para terminar, se han superado los desmesurados incrementos de gastos que vivió la economía chilena a fines de 1997; la economía mundial se estabiliza y asoman síntomas de recuperación en Asia; la inflación evoluciona de acuerdo con las metas, y la política monetaria tiene ahora un carácter expansivo. Así, no sólo se ha despejado el camino de obstáculos económicos para facilitar una sana reactivación de nuestra economía, sino que existen incentivos económicos para dicha reactivación.
La perseverancia del Banco Central por conseguir una estabilidad macroeconómica duradera y sustentable, junto con una política fiscal responsable, son condiciones básicas para una economía chilena fuerte, dinámica y competitiva en el ámbito internacional. Estamos trabajando en eso.
Muchas gracias.
El señor ACUÑA (Vicepresidente).-
Quiero comentar que el presidente del Banco Central hizo exacto uso de los treinta minutos que se le concedieron.
Ahora, tiene la palabra, hasta por siete minutos, el Diputado señor José García.
El señor GARCÍA (don José) .-
Señor Presidente , hace aproximadamente unas ocho semanas, por invitación del presidente del Banco Central, don Carlos Massad , los diputados integrantes de la Comisión de Hacienda participamos en una reunión destinada a analizar la situación económica del país.
En esa oportunidad, cuando la tasa del Banco Central era del orden del 7,5 por ciento, su presidente fue enfático en señalar que el instituto emisor ya había hecho la rebaja sustancial de la tasa y que sólo cabía esperar alguna muy marginal. Sin embargo, durante el tiempo transcurrido desde esa reunión hasta hoy, el Banco Central ha bajado sucesivamente la tasa para llegar a un 5,75 por ciento, es decir, casi en dos puntos, lo que no puede considerarse, en nuestra opinión, marginal.
Cabe hacer la siguiente pregunta: ¿por qué el Banco Central sostuvo, hace sesenta días, que en materia de tasa de interés había hecho todo lo que podía, pero, en este lapso, procedió a rebajarla en casi dos puntos?
Cuando las tasas eran del orden del 7 por ciento, ¿tenía el Banco Central conciencia de la profundidad de la crisis, o sólo los hechos posteriores lo han llevado a continuar bajando las tasas?
En septiembre del año pasado, cuando el Banco Central subió las tasas, ello derivó en una caída mucho mayor, tal vez inesperada, en los niveles de producción y consumo. Así, en el primer trimestre del presente año, la producción ha caído en un 2,3 por ciento y el consumo, en un 13,2 por ciento.
La caída en el consumo merece un análisis especial, porque éste se produce cuando el gasto del Gobierno ha crecido, en igual período, en cifras cercanas al 7 por ciento, lo que significa que el consumo del sector privado ha caído mucho más que el 13,2 por ciento.
Pregunto a sus autoridades: ¿el incremento del gasto público ayudó o complicó al Banco Central en sus decisiones de baja de la tasa de interés?
Por otra parte, nos preocupa que a pesar de la sistemática baja en las tasas de interés del Banco Central, hoy establecida en un 5,75 por ciento, el sector financiero tenga sus tasas de colocación para pequeños y medianos empresarios en cifras superiores al 10 por ciento. Si las rebajas del Banco Central no se trasladan a los usuarios de los créditos, la reactivación económica tardará mucho más, postergando el crecimiento de la producción, y el desempleo continuará siendo extremadamente alto.
Es importante preguntar por qué el sector financiero no ha traspasado a los usuarios de créditos las bajas en las tasas de interés, y al respecto hay que señalar dos aspectos que son vitales en las decisiones del sector privado.
Por una parte, el clima de agitación social que ha vivido el país en los últimos sesenta días y, por otra, el grado de incertidumbre que existe respecto de la recuperación de la economía, fundamentalmente en cuanto a la capacidad de consumo de la población.
Sobre el clima de agitación social, es urgente que la autoridad política se decida, de una vez por todas, a imponer orden en el país, aplicando los instrumentos legales que tiene a su disposición.
Respecto del grado de incertidumbre que presentan las expectativas económicas, es urgente que el Ejecutivo tome el liderazgo para crear el clima de confianza que los agentes económicos necesitan para tomar sus decisiones de inversión y consumo.
Tipo de cambio: a nuestro juicio, el Banco Central ha usado el tipo de cambio como un instrumento fundamental para cumplir las metas de inflación. Ello se ha hecho a costa de perjudicar al sector exportador y sustituidor de importaciones.
Hoy, el tipo de cambio sigue siendo un 30 por ciento menos de lo que era a principios del noventa, mientras los costos internos están todos en permanente alza.
Lo anterior desincentiva los sectores más dinámicos de la economía, aumenta el desempleo y genera el círculo vicioso de la pobreza. Por lo tanto, es fundamental que el Banco Central emita señales claras sobre el valor del tipo de cambio que nuestra economía necesita para ayudar a la reactivación y, sobre todo, devolver el dinamismo al sector exportador y sustituidor de importaciones.
Finalmente, estimamos que, en materia tributaria, una política de incentivo a la reinversión de utilidades y una política de incentivo al ahorro y a la inversión, son extremadamente necesarias en un momento en que los niveles de ahorro e inversión del país tienden a la baja y, por lo tanto, si no elevamos el ahorro y los niveles de inversión, indudablemente el país no podrá retomar la senda de crecimiento a niveles del 6 ó 7 por ciento, como los obtenidos en la última década, y, como es obvio, eso repercutirá en los niveles de remuneraciones de los trabajadores y de empleo.
Por lo tanto, también llamamos al Ejecutivo a estudiar mecanismos tributarios que incentiven el ahorro y la inversión.
He dicho.
El señor ACUÑA ( Vicepresidente ).-
En el turno de la Democracia Cristiana, tiene la palabra el Diputado señor Andrés Palma.
El señor PALMA (don Andrés) .-
Señor Presidente , algunos elementos citados en la exposición que acaba de hacer el presidente del Banco Central , en lo fundamental, son conocidos. Los indicadores señalan que se ha vivido un ajuste muy severo y que se comienzan a ver signos de reactivación.
Sin embargo, para salir del proceso en que entramos por un exceso de demanda agregada -lo que obligó al Banco Central a hacer un ajuste- y por actuaciones especulativas posteriores, derivadas de la crisis internacional, que forzaron a llevar el ajuste más allá de lo que al principio parecía sensato, medida que, en lugar de permitirnos salir de la situación en que nos encontrábamos en el primer trimestre de este año, se ha traducido en que haya expectativas muy negativas, cabe formular la siguiente pregunta: ¿qué más se puede hacer?
En esa perspectiva, lo que he escuchado del presidente del Banco Central no me parece satisfactorio, porque hoy, fuera del sector privado, no hay otros actores que tengan capacidad de acción en la economía; pero ocurre que éste funciona con expectativas que deben generar las autoridades públicas, es decir, el Gobierno y el Banco Central.
El Gobierno no tiene espacio para contribuir a la reactivación de la economía; ya ha hecho todo lo posible. Con sus ingresos mermados y con fuertes limitaciones para estimular el gasto -se necesita impulsar la economía a mayores niveles de actividad y no reducirlos-, el Gobierno, simplemente, está copado, limitado.
¿Cómo estimular el gasto privado? Sé que algún parlamentario de Derecha, en un rato más, dirá que para ello debe reducirse el tamaño del Gobierno, pero todos sabemos que eso es pura ideología y nada tiene que ver con lo que está pasando.
El Banco Central ha dicho que ha ido bajando las tasas de interés del 7,5 por ciento al 5,75 por ciento; pero pareciera que eso no es suficiente, porque el conjunto de indicadores de la economía -de empleo, de balanza de pago, de gasto agregado- señalan que es necesaria una rebaja aún mayor.
En esa circunstancia, uno quisiera, tal vez, que la tasa de interés deje de ser un dogma y se convierta en un instrumento de política. En algún momento, fue menester mantener la tasa de interés en el largo plazo, pero los agentes económicos han de-jado de creer en ella, lo cual es muy relevante.
Cuando la tasa de interés es un instrumento de política, se baja para activar la economía y se sube para ponerle freno. Si se logra activarla y en ocho meses empiezan a incrementarse las importaciones y se pasa hacia el otro lado, entonces es factible subir de nuevo la tasa de interés. Es normal que eso ocurra en las economías.
No existe falta de credibilidad en las metas de largo plazo. Todos saben que la economía crecerá y que la inflación está bajo control, pero no hay confianza en cuanto a que las autoridades económicas usarán los instrumentos de que disponen para mover más rápido las acciones que se requieren en dicho rubro. En esa perspectiva, lo realizado por el Banco Central está en el buen camino, pero es insuficiente para generar las expectativas necesarias, a fin de que el sector privado desarrolle programas de inversión y reactive el gasto que hoy necesita el país.
He dicho.
El señor ACUÑA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Diputado señor Hernández .
El señor HERNÁNDEZ .-
Señor Presidente , al escuchar la exposición del presidente del Banco Central he llegado a una conclusión, que habitualmente es compartida: la macroeconomía, okay; la microeconomía, knock out. Frente a ese tema, hay que poner mucho cuidado en lo que está pasando.
Esta sesión se originó en un hecho bien concreto: la dramática situación de desempleo que se vive en el país. Se ha conversado con las autoridades de Gobierno, las cuales han entregado una serie de cifras y cuadros estadísticos, pero la conclusión es la misma: la macroeconomía, okay; la microeconomía, knock out.
Queremos saber la opinión de los representantes del Banco Central. Comparto plenamente lo dicho por el Diputado don Andrés Palma . Lo importante es definir qué se debe hacer frente a un momento extremadamente dramático que hoy viven miles de chilenos. El Gobierno no se puede quedar en datos estadísticos. Se le dijo que eso no era suficiente. Ustedes, como autoridades del Banco Central, tampoco pueden quedarse tranquilos con las estadísticas que poseen, aunque técnicamente sean muy sustentables; pero, para nosotros, francamente son insuficientes.
Con preocupación advierto que existe unanimidad para compartir ciertos aspectos, como los que aquí se han planteado. ¿Por qué la baja de tasas de interés se hace de manera tan gradual y no con mayor profundidad, en circunstancias que esta crisis tiene un horizonte y una profundidad que no son menores? ¿Por qué esta baja de interés no se traduce en que, efectivamente, pequeños y medianos empresarios puedan hacer uso de ella? ¡Ése es el drama! ¡Ahí está la dificultad!
En cuanto al tipo de cambio, instrumento que depende del Banco Central, no logro entender por qué no ha habido un gesto que signifique potenciar a aquellos que dan empleo. En el sector que represento, los productores agrícolas sustituyen importaciones. Sin embargo, frente al tipo de cambio que hoy existe, no hay posibilidad de competir, y su actividad casi no tiene rentabilidad. ¡Ésa es la verdad!
Aquí se ha dicho que la culpa es de los empresarios, porque no generan empleo. Hay que decir, de una vez por todas, que ellos hacen todo lo posible. No se les puede exigir más si de parte de la autoridad no existe claridad respecto del escenario en que se va a desarrollar la actividad económica productiva y generadora de empleo en el país.
Aquí se quiere tapar el sol con un dedo, en vez de asumir una actitud de mayor protagonismo para ser capaz de enfrentar, con decisión, la profundidad del drama que hoy se vive, porque los efectos de esta baja de la actividad económica ha significado más de quinientos mil desempleados, por lo cual muchas familias viven hoy el hambre, la pobreza y, lo que es peor, la desesperanza.
No basta -reitero- que nos conformemos con cifras y cuadros estadísticos que nos muestran un horizonte de tranquilidad, de estabilidad, de ejemplo para el mundo...
El señor ACUÑA (Vicepresidente).-
Le resta un minuto, señor diputado.
El señor HERNÁNDEZ.-
Tenemos que hacer esfuerzos para resolver los problemas reales de la gente que exige trabajo. A la vez, quienes lo dan piden más claridad y mayor apoyo en las actividades que desarrollan.
He dicho.
(Aplausos).
El señor ACUÑA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Dittborn.
El señor DITTBORN .-
Señor Presidente , el Diputado don Andrés Palma -entre otros-, que me antecedió en el uso de la palabra, ha hecho una pregunta relevante en este caso: ¿Qué más pueden hacer el Banco Central y el Gobierno para salir pronto del hoyo económico en que estamos metidos, lo cual ya tiene a más de medio millón de chilenos desempleados?
Tengo cifras menos optimistas que las del Banco Central. La Sofofa nos ha indicado que, desde mayo de este año, la producción industrial ha continuado bajando en un 6,2 por ciento; en abril, las ventas, en un 6,1 por ciento. Hemos sabido -el presidente del Banco Central lo podría confirmar- que el Imacec de abril viene extremadamente malo, con una cifra negativa entre el 3 y el 4 por ciento. Es decir, estamos frente a una recesión mucho más profunda de la que la Concertación ha señalado al país.
Obviamente, echarle la culpa a los empresarios -como se decía anteriormente- es absurdo. El problema es que el Gobierno no ha sabido liderar una recuperación económica real.
Pero ¿qué podemos hacer para salir de este hoyo? Miremos otras recuperaciones económicas. Por ejemplo, la recuperación de la crisis de principios de 1980, liderada por Hernán Büchi , quien asumió el control económico del país hacia fines de 1985, tuvo una característica importante de revisar.
En 1986, después que Hernán Büchi asumió como Ministro de Hacienda , la tasa de interés promedio en el país fue de 3,9 por ciento, más UF, Prbc a noventa días, anualizado en unidades de fomento. Entre 1985 y 1989, en los cuatro años en que Büchi manejó el poder económico, la tasa de interés promedio fue de 5,18 por ciento, sustancialmente más baja que la actual. Por el contrario, en los Gobiernos de la Concertación, entre enero de 1990 y mayo de 1999 -hace un mes-, durante diez años, la tasa de interés promedio ha sido de un 6,9 por ciento, es decir, no es precisamente una tasa que incentive la producción y el empleo. Todas ellas se refieren a las tasas de los Prbc a noventa días, anualizadas en unidades de fomento.
Lo anterior nos indica que, en la medida de lo posible, el Banco Central debe continuar bajando las tasas de interés. Pero, a mi juicio, eso no basta. Todas las recuperaciones económicas chilenas y latinoamericanas de los últimos tiempos, han tenido además otro elemento: un aumento importante del tipo de cambio real. Ocurrió en Chile, a partir de 1985; en México, después del tequilazo; en Argentina, aun con tipo de cambio fijo; en Perú, con el Ministro Bologna .
Sin embargo, la Concertación no ha sabido aumentar el tipo de cambio real. En la actualidad, es sólo el uno por ciento mayor de lo que era hace un año, o sea, prácticamente nada. Peor aún, hoy es 30 por ciento más bajo que el existente a principios de los 90.
¿Cómo se aumenta el tipo de cambio real? Como lo ha dicho el Diputado José García , entre otras políticas que podrían aplicarse para aumentarlo sería necesario incentivar el ahorro, lo que implica necesariamente implementar una política tributaria que favorezca el ahorro y la inversión. Pero la Concertación ha castigado el ahorro nacional con el aumento sistemático de los impuestos. Por ejemplo, sin ir más lejos, en junio de 1990, el ex ministro y actual Senador Alejandro Foxley -también se refirió a ello el Diputado José García - eliminó los impuestos diferenciados a las empresas. Hasta antes de junio de ese año, las empresas pagaban impuestos sólo si repartían utilidades, pero no debían hacerlo cuando reinvertían. Después de Foxley, las empresas pagan impuestos, independientemente de si invierten o no, lo que no sólo ha afectado el nivel de ahorro nacional, sino que, además, es probable que hoy tengamos empresas más débiles, porque han debido financiar su crecimiento con más deudas y menos capital; es decir, con un mayor “leverage”.
Pero para bajar los impuestos y tener una política tributaria pro ahorro, es necesario aplicar una política fiscal austera. Pero, nuevamente, la Concertación no ha sido capaz de implementar una política fiscal más austera en estos nueve años. Así, durante los años de gobierno de la Concertación, el gasto ha aumentado más que el producto interno bruto, y en 1998, por primera vez en muchos años, tuvimos un déficit fiscal. Aún más, si comparamos el trimestre enero-marzo de 1999 con el mismo trimestre del año anterior, veremos que el gasto aumentó en 7,2 por ciento, cifra insólita y, a mi juicio, irresponsable para un país que está viviendo una profunda recesión.
Que los exportadores y los empresarios que sustituyen importaciones -entre otros, los agricultores- lo sepan claramente: mientras la Concertación no disminuya el crecimiento del gasto fiscal, no tendremos un aumento del tipo de cambio real, porque no se podrán tomar las medidas tributarias proahorro y proinversión, que son requisitos indispensables para lograrlo. Además, constituyen un ingrediente necesario que ha estado presente en todas las recuperaciones económicas, tanto en Chile como en América Latina. Ésa es la realidad.
Pero quiero decirles a los miembros del Consejo del Banco Central presentes en la Sala, que en esto hecho de menos una mayor independencia de ese Consejo. La ley orgánica constitucional del Banco Central le otorga independencia para criticar la política fiscal. Entonces, falta una crítica inteligente, formulada con altura de miras, a la política fiscal, porque es evidente que la política de rebaja del interés seguida por el Banco Central es limitada y no puede generar todos los efectos positivos deseados. Es necesario que la política fiscal complemente la política monetaria, y jamás he escuchado de ese Consejo una crítica pública seria y profunda hacia la política fiscal, que debe ser coadyuvadora de la política monetaria, a fin de generar los efectos positivos que estamos buscando.
El pesimismo empresarial debe ser liderado con cambios reales; entre ellos, una mayor rebaja de las tasas de interés y un aumento del tipo de cambio real. No basta con criticar a los empresarios por ser pesimistas; ellos aprovechan las oportunidades cuando aparecen; pero si no las ven, no pueden aprovecharlas. Frei ya no es capaz de liderar nada, porque nunca ha liderado nada y porque su Gobierno prácticamente ya terminó. Lagos ha dicho que subirá los impuestos a las empresas, lo que, evidentemente, no contribuirá a la recuperación. Chile necesita un Büchi, un Zedillo, un Bologna, un Cavallo o un Lavín, alguien que sepa lo que hay que hacer y logre efectivamente la recuperación.
No puedo dejar de mencionar una intervención del ex Presidente Reagan sobre recesiones y depresiones, cuando era candidato a la Presidencia de los Estados Unidos . Mientras participaba en un debate con Jimmy Carter , y después de que éste hizo una larga, confusa y muy técnica explicación sobre estos temas económicos, Reagan afirmó que recesión era cuando un vecino perdía el empleo; depresión, cuando alguien de la propia familia lo perdía, y recuperación, cuando Carter -léase Frei- perdía su empleo.
He dicho.
(Aplausos).
El señor ACUÑA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Enrique Jaramillo.
El señor JARAMILLO .-
Señor Presidente , en realidad, considero que el problema del desempleo debe ser analizado en forma muy objetiva. Ésa es la finalidad de esta sesión. Yo no quiero mencionar a don Ricardo Lagos ni al señor Lavín ni a nadie; prefiero referirme a las 500 mil personas que hoy están cesantes.
Las causas del problema son diversas, y todos debemos asumirlas, porque es nuestro país el que lo está sufriendo; no el ciudadano de allá, el del centro o el de aquí; es todo Chile. Una de las causas, que veo en forma muy personal, podría ser la sequía, que ya está siendo muy propia del sur de nuestro país y que se está quedando allí.
Pero no quiero hablar sólo de causas, sino también de soluciones. El Ministerio de Agricultura tendrá que tomar en cuenta que ya estamos en junio y que en el sur de Chile, que era muy lluvioso, todavía no llueve. Habrá que buscar fórmulas y cambiar algunos ítem; pero el desempleo llegó allá debido a la sequía. No hay interés por invertir, y de ello no tiene la culpa el Presidente de la República ni el presidente del Banco Central . Por supuesto, estoy de acuerdo en que la disminución de las ventas en el nivel nacional se debe al apretado precio del dólar que hoy tenemos. También lo querría libre, quizás con una mínima intervención del Banco Central. Por lo tanto, creo que debería recogerse este mensaje, que nace de los distintos sectores de la Cámara. A lo mejor, la solución sería que el Banco Central no interviniera en la fijación del precio del dólar.
Otra cosa que conviene comentar es el problema que mencionó más de algún diputado : el endeudamiento, que ya afecta a tres millones y medio de personas. Sin trabajo, no hay forma de que esa deuda, pactada con determinado interés en su momento, hoy se pueda pagar con un interés proporcional a la rebaja aplicada. Habrá que legislar al respecto; porque creo que en esta libertad económica las financieras no son buenas para los chilenos. Reitero: habrá que estudiar el asunto. Podría ser un mensaje para nuestros colegas de la Comisión de Economía. Veamos este asunto, démosle vueltas. No busquemos culpables; encontremos soluciones.
Nuestra crisis es grave, pero también habrá que refrescar la memoria de algunos olvidadizos. Ello nada tiene que ver con ese millón y medio de cesantes que existió no hace mucho tiempo. El 11 de marzo recién pasado el Presidente Frei presentó un plan contra el desempleo y se habló de decenas de miles de millones de pesos para implementarlo. Se llegó a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para contratar un crédito por cientos de millones de dólares -me parece interesante- que la Corfo canalizaría a través de los bancos con un interés bajo. La pequeña y mediana empresas serán favorecidas con dicho crédito. Hay que decirlo: eso es positivo.
Pero no es positivo, por ejemplo, lo que en un momento se dijo respecto de la reconversión agrícola en el sur de Chile. Manifesté, hace algún tiempo, que comenzaríamos a notar los efectos negativos, cuando, por supuesto, me opuse al acuerdo con el Mercosur y pedí compensaciones para los afectados con la rebaja de aranceles.
Casi Chile entero está feliz con los aranceles; pero un millón y medio de personas, entre la Novena y Décima Regiones, dicen lo contrario. Allí, decenas de miles de personas están sin trabajo, por culpa de la no adopción de medidas. Es claro, todas las regiones se ven afectadas. Por eso, todos los diputados vivimos las mismas angustias.
No se trata, con mucho respeto, señor presidente y autoridades del Banco Central, de mañosear las cifras; pero hay zonas, como las que represento, en que miles y miles de personas aparecen incorporadas en las estadísticas como trabajadores. Pero hay que decirlo: trabajan sin recibir remuneraciones, sin tener los beneficios sociales, porque fueron a buscar leña al bosque, a buscar agua para beber ellos y sus animales -ya lo he dicho, la sequía causa estragos-. Esa condición los excluye de las estadísticas. Pero también son cesantes, señores del Banco Central.
Una última palabra para las empresas en este momento difícil. Creo que debemos entenderlo sin anteojeras políticas y entrar en el terreno del optimismo. Las empresas tienen la oportunidad de invertir, no pensando en una rentabilidad inmediata, sino en los beneficios futuros. Mañana, los empresarios tendrán que autofelicitarse por la medida que hoy debieran tomar. Chile lo reclama.
He dicho.
El señor ACUÑA ( Vicepresidente ).-
Honorable Sala, quiero comunicar que se encuentran en las tribunas el Viceministro de Hacienda, la Viceministra del Trabajo y dos honorables diputados de la República de Ucrania, a quienes saludamos con mucho cariño y aprecio.
(Aplausos).
El señor ACUÑA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Manuel Bustos.
El señor BUSTOS (don Manuel) .-
Señor Presidente , estimado presidente y consejeros del Banco Central, me pareció interesante la exposición basada en las transparencias proyectadas. Aunque es bueno el manejo de la economía en Chile, hay algo que me produce efectos bastante gruesos y dolorosos. Más allá de lo que significa el manejo de las cifras económicas, bueno o prudente, quiero recordar que cada cifra significa también hombres de carne y hueso. Quinientos mil chilenos se encuentran sin empleo. Una de las responsabilidades, y, por cierto, muy importante, es de los empresarios; pero otra también es del Gobierno y del Banco Central, el que ha mantenido tasas de interés muy elevadas que no han permitido que las pequeñas y medianas empresas puedan desahogarse para dar empleo y seguir produciendo.
Aunque entiendo la crisis que nos afecta, a mi parecer, las medidas que se tomaron desde el Gobierno y el Banco Central fueron tardías. En algún momento, afirmaron que éste era un país sano económicamente -y creo que sigue siéndolo-; pero no están sanos los estómagos de los 500 mil chilenos cesantes que, con sus familias, serán más de un millón y medio. Eso, por cierto, nos duele mucho.
No estoy de acuerdo ni compartiré jamás lo que dijo el Diputado señor Dittborn , porque necesitaríamos un Pinochet para adoptar las medidas que propuso, y como el país se ha ganado, a fuerza de lucha, un espacio democrático, lo que necesitamos es discutir de qué manera daremos empleo a estos 500 mil chilenos.
Por otra parte, señor presidente del Banco Central , creo francamente que usted se sobreaceleró con respecto a las tasas del Banco Central. No se puede “acogotar” a quienes dan empleo, con una presión tan brutal, a fin de controlar la inflación, en perjuicio de cientos de miles de chilenos que han perdido su empleo. Debemos tener sensibilidad en un país que se jacta de ser solidario, y también buscar fórmulas para no oprimir más a este pueblo que tanto ha sufrido.
Me duele enormemente encontrarme con mis compañeros cesantes, con empresas, pequeñas y medianas, que no pueden moverse, porque están trabadas, porque no cuentan con dinero y tienen créditos que no pueden pagar por la dureza de las medidas que las han afectado.
Por lo tanto, mi primera reconvención a ustedes es que tomaron tarde las medidas, y lo hicieron en forma tan brutal que, hasta este momento, no sabemos cuántos más desempleados habrá. Me parece pésimo que el Banco Central venga a explicarnos aquí su buen manejo de las cifras, sin mencionar siquiera a los 500 mil chilenos desempleados que, con sus familias, son más de un millón y medio.
En primer lugar, usted debe entender que un chileno desempleado es una familia que no come. No tenemos recursos para financiar dos meses de desempleados. Reponer un empleo de la misma calidad del que se tenía, es francamente imposible. No es tan fácil decir que posiblemente mantendremos un crecimiento de 2 ó 3 por ciento en el año, si de todas maneras tendremos miles y miles de chilenos sin encontrar un empleo de la misma calidad del que tenían. En segundo lugar, no se ha considerado a los empresarios que están profundamente achatados.
No sólo tenemos el problema de las tasas, sino también el de los créditos agobiantes que dan los bancos, que hoy los están cobrando. A ello se suma el problema de la Central de Documentación e Informes Comerciales, Dicom, dado que, por figurar en sus registros, el pequeño y el mediano empresarios no pueden obtener nuevos créditos. Se habla de 50 mil créditos para ellos, de los cuales se dice que no se han ocupado más de 5 mil o 10 mil. Por lo tanto, las medidas son poco eficientes. Mucha propaganda; pero, en la práctica, no se resuelve el problema grueso que afecta a gran parte de la población.
Señor presidente del Banco Central , pienso que, rápidamente, el Banco debiera rebajar los intereses. Debiéramos llegar a no más del 5 por ciento para estimular la creación de los miles de empleos que necesitamos, porque ha sido muy considerable la pérdida de fuentes de trabajo. Si seguimos privilegiando las cifras en el computador, ciertamente llegaremos a 600 mil o 700 mil desempleados, lo que será un drama para el país y una gran responsabilidad para quienes dicen que ésta es una economía sana. No hay economía sana mientras existan chilenos desempleados, que no comen, sin esperanza de revertir su situación. Hoy tenemos más de medio millón de chilenos sin esperanza, con hambre, y eso es una injusticia para un país que se dice que está creciendo y que la economía está bien.
Nuestro pueblo no maneja bien las cifras; lo único que siente es que en su casa no alcanza para comer, para subsistir dignamente. En ese caso, el Banco Central debe hacer un aporte significativo para que el pueblo chileno vuelva a creer en una economía sana. Esta economía puede estar sana, pero el pueblo se encuentra gravemente herido porque necesita comer.
He dicho.
El señor ACUÑA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Luis Pareto.
El señor PARETO .-
Señor Presidente , según la convocatoria, esta sesión tiene por objeto “analizar el desempleo”.
Aquí están presentes el presidente del Banco Central y demás miembros de su directorio; tal vez falten ministros que tienen competencia en la solución de lo que sucede.
Sólo quiero hacer una referencia, sin ánimo de polemizar. Me habría gustado que el Diputado señor Dittborn -porque lo sé muy honesto-, cuya exposición comparto en gran parte, hubiera hecho también un recuerdo de su gobierno respecto del Programa de Empleo Mínimo, PEM, del Programa de Ocupación para jefes de hogar, Pohj, y de la forma escandalosa con que el gobierno de la época regaló a la banca privada miles de millones de dólares que aún estamos pagando los chilenos, sin olvidar que faltan más de 40 años para que algunos bancos los paguen.
Las cifras entregadas por el señor Massad son bastante convincentes, pero la realidad que vemos quienes estamos en permanente contacto con la gente no refleja ese conocimiento tan profundo que tiene el presidente del Banco Central sobre la realidad chilena. Hace un tiempo, me referí a la distorsión que hoy tiene el INE, dado que sus informes no reflejan la realidad que vive el país. Cuando sostuve que, en la Región Metropolitana, estábamos sobre los dos dígitos en esta materia, se me calificó de demagogo. Sin embargo, hace pocas horas, mi afirmación ha sido confirmada. Nos preocupa fundamentalmente lo que sucede en comunas populares que represento, donde existe más de 22 por ciento de cesantía en el sector juvenil; y cuando aquí se habla de que hemos llegado a una tasa de interés que, según el Banco Central, es del 5.75 por ciento, debo decirle al presidente del Banco Central que, muchas veces, esta cifra no llega a los deudores, porque hasta hoy se están cobrando las tasas que en un período determinado fueron del 14 por ciento, y la banca, realmente, es fría y reacia a readecuarla en los términos que hoy el Banco Central, con mayor o menor esfuerzo, está tratando de nivelar hacia abajo.
Además, me preocupa que no se recuerde que el Presidente de la República , con mucha publicidad -legítimamente-, habló de un préstamo del BID de 240 millones de dólares. ¿A quién le está llegando esa plata? ¿Al pequeño y modesto empresario? No, señor Presidente ; porque el pequeño y mediano empresario o figura en el Dicom, o en los registros históricos, o en el boletín comercial, y así, esa gente no tiene acceso a estos dineros que la Corfo le está entregando a la banca privada para que los preste; por lo tanto, es una ilusión y, lamentablemente -hay que decirlo-, una mentira, afirmar que esos recursos están llegando a la pequeña y mediana industria. ¿Dónde va esta plata? ¿Por qué el ministro de Hacienda -aunque no es de su competencia- no nos dice a quiénes se están entregando estos recursos, respecto de los cuales el Presidente de la República comprometió públicamente su palabra, al manifestar que eran para la pequeña y mediana industria? En verdad, no le están llegando, por las razones que he invocado: compromisos que tienen esos empresarios y por estar marcados históricamente en estos boletines que los persiguen comercial e industrialmente.
El Banco Central debería recomendar a la banca privada que, respecto de estas tasas que está bajando permanentemente, también ella haga un esfuerzo para ayudar a los deudores. Basta con leer “El Mercurio” del sábado o del domingo para darse cuenta de los cientos de remates de viviendas que, por deudas hipotecarias, están realizando los bancos. El Gobierno hace esfuerzos por dar una solución; sin embargo, los bancos no lo hacen.
Creemos que deberían haber asistido los señores ministros del Trabajo y de Economía; pero esperamos tener una próxima reunión con ellos. Me quedo con la explicación del presidente del Banco Central , aunque me parece que la opinión pública que está presenciando esta sesión no va a entender mucho, porque la realidad -como lo decía el Diputado señor Manuel Bustos - es muy dura. Quinientos mil cesantes en el país y en aumento, como lo ha manifestado el ministro de Hacienda , es muy lamentable. Ojalá que el Banco Central -que no tiene la responsabilidad de lo que está sucediendo- por lo menos siga haciendo este esfuerzo, que hoy lo vemos en un 5.75 por ciento y que mañana pueda ser de un 5.50 por ciento, para que se beneficie realmente al deudor bancario porque, lamentablemente, la banca privada -fría, calculadora y endeudada con el Estado por los préstamos que se le hicieron en el gobierno militar- sigue especulando con la gente que está debiendo.
He dicho.
El señor ACUÑA ( Vicepresidente ).-
En el tiempo de Renovación Nacional, tiene la palabra el Diputado señor Pablo Galilea.
El señor GALILEA (don Pablo).-
Señor Presidente , esta Corporación, una vez más, se reúne para analizar el preocupante tema del desempleo, que continúa en aumento y que ya afecta a más de 500 mil familias que, según las últimas cifras, representan un 8,7 por ciento de la fuerza laboral. Todo esto indica que los índices de desocupación son más permanentes de lo que la autoridad económica ha señalado. Según mi modesta opinión, el exceso de optimismo de la autoridad, que contrasta con el ánimo empresarial, ha incentivado tanto las desconfianzas, que son negativas para iniciar un proceso de reactivación, como el gasto público, que ha alcanzado niveles más allá de lo prudente en los últimos años. Ello ha obligado al Banco Central a seguir una política de altas tasas de interés para que el sector privado gaste menos, lo que ha generado en gran medida el desempleo que hoy tenemos.
El Gobierno -y hay que decirlo con toda claridad- no ha contribuido a bajar las tasas de interés, y esto lo sabe el Banco Central. Sin embargo, debemos destacar que, aunque tardía y lentamente se ha venido realizando una rebaja en las tasas, éstas requieren de un conjunto de otras medidas que, pese a no depender del Banco Central, deben mencionarse y adoptarse en forma simultánea para atacar de verdad la desocupación. Contrariamente a lo que piensa el Diputado señor Andrés Palma , el Gobierno, a mi juicio, tiene espacios para impulsar la reactivación, y ésta pasa por recuperar los niveles de inversión pública, que no es más allá del 20 por ciento, lo cual significa que debemos crear un clima para la inversión privada, que permita su materialización.
El proceso de privatización de las empresas sanitarias y de los puertos, pudiendo ser un gran impulso reactivador, no se ha concretado. El Gobierno sostiene tener un calendario y la decisión tomada; sin embargo, en los últimos días, hemos visto a los presidentes de los Partidos de la Concertación pidiendo la paralización del proceso. Solicitamos al Gobierno que materialice su decisión, pese a la Concertación. Por otro lado, se hace necesario reimpulsar el proceso de licitaciones en las concesiones urbanas, que, con la inversión de los privados, generaría trabajo.
En otro orden, no se puede dejar de mencionar los muchos proyectos de inversión privada que están paralizados por trabas burocráticas, de corte ambiental, y que han sido retrasados una y otra vez. Se calcula que la inversión de dichos proyectos ascendería a más de diez mil millones de dólares, generando trabajo para más de 25 mil chilenos; pero la burocracia generalizada no sólo afecta a las grandes inversiones, sino también al pequeño y mediano empresario, que debe luchar con los cientos de trámites que debe realizar.
Los servidores públicos debemos convertirnos en promotores del desarrollo, allanando los trámites para la realización de proyectos, especialmente los de la microempresa. Por ello, quisiera preguntarle al presidente del Banco Central cuáles son los instrumentos objetivos con que se está midiendo la reactivación en un contexto de disminución de un 10 por ciento de la recaudación fiscal, un deteriorado precio del cobre y un clima de desconfianza e incertidumbre del sector empresarial, y, a su juicio, cómo debería enfrentarse el presupuesto del 2000.
Por último, quiero recordar al ministro de Hacienda -mi deseo es que hubiera asistido- que en sesión especial anterior sobre el mismo tema, le solicitamos información respecto de la distribución por comuna de los diez mil millones de pesos que se habían destinado para paliar la cesantía, información que aún no recibimos.
He dicho.
El señor ACUÑA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Encina.
El señor ENCINA .-
Señor Presidente , quiero recordar a los señores parlamentarios que el objetivo de esta sesión es tratar el problema del desempleo. En ese contexto, es importante plantear que estamos discutiendo en un escenario en el cual todos damos por hecho -y así podría ser- la factibilidad de recuperar la economía, y que no nos hallamos metidos en el centro de una situación irrecuperable desde el punto de vista económico.
En este contexto, es importante también plantear que hay intervenciones cargadas de pasión política -que me parece legítima-, sobre todo la del Diputado señor Dittborn , quien, por la poca cobertura de prensa que tuvo la Derecha durante el fin de semana, aprovecha de tenerla hoy y de promover a su candidato presidencial. Es legítimo y para eso existe el debate en la Cámara.
Respecto del tema en análisis, considero importante plantear, cuando se dicen cosas tan al pasar, dónde es posible hacer el ahorro fiscal. La Derecha debe acotarlo con claridad: ¿en vivienda, salud, educación? Además, debe dar las alternativas, porque siempre se dice “ahorro fiscal”, pero nunca cómo, dónde y en qué sector. Se trata de no decirle al país: “Mire, queremos ahorrar en educación y no llevar a efecto la reforma educacional; mejorar la salud y no entregar los recursos para hacerlo; prometer más viviendas, pero hacer menos casas. Es importante entonces no plantear estos problemas al pasar, sino que profundizarlos.
Además, se olvida que en el Gobierno que el Diputado señor Dittborn defiende tanto, tuvimos el peor período de la crisis económica de la década del ’80. No se hace referencia a eso, pero no importa.
Me parece interesante también plantear cómo ha crecido el país en los últimos 10 años. Pero ése no es el tema en discusión hoy.
En definitiva, se hace referencia, pero no se profundiza sobre estos temas. Sin embargo, cuando se plantean alternativas desde un punto de vista económico, me parece aceptable discutirlas sobre la base de que el Banco Central ha empezado a flexibilizar sus medidas. Reconozco que esta situación no ha impactado seriamente sobre el empleo. Ése es el tema de fondo y, evidentemente, nos parece dramática la situación que están viviendo 500 mil chilenos y los índices de desempleo de 8,6 por ciento.
Por supuesto que ése es el tema de fondo y quisiéramos colaborar todos para que el Banco Central adopte las medidas que impacten en la generación de empleos; por eso es importante la señal que ha dado en el día de ayer, de bajar nuevamente las tasas de interés, y ojalá pudiese hacerlo aún más. Debiéramos llegar a la cifra del 5,5 por ciento, porque eso permitiría la reactivación de la economía.
Coincido plenamente con el Diputado señor José García en analizar cómo traspasar estas bajas tasas de interés a la mediana, pequeña y microempresa, porque todavía las entidades financieras no son capaces de flexibilizar su forma de acceso al crédito y eso impide el surgimiento de nuevas plazas de trabajo. Es un tema que tiene que tomarse en consideración. No basta con la baja en la tasa de intereses, sino cómo las traspasamos a las entidades financieras para que realmente pueda haber una reactivación de la pequeña, mediana y microempresa, que son las que generan más empleos.
Ésa es una de las alternativas que tiene que tomar el Banco Central o, por lo menos, dar las señales respecto del tema.
Sabemos que muchos proyectos no pueden ser llevados a la práctica por la rigidez del sistema financiero chileno. Ahí coincido plenamente con los diputados que lo han planteado, como también en lo relacionado con el tipo de cambio, ya que la posibilidad de aumentar la competitividad tiene que pasar por flexibilizar o aumentar el tipo de cambio real.
Estas señales tienen que darse al sector privado, que es el que genera el 85 por ciento del empleo en este país. Ése es el tema fundamental para tener la posibilidad de recuperar el empleo, que muestra índices de cesantía preocupantes y de un número de chilenos que no tiene acceso al trabajo.
Por ultimo, también es importantísimo, y no es materia del Banco Central, que el Gobierno adopte las medidas en forma mucho más rápida. El programa de generación de empleos del Ministerio de Hacienda, las becas que se tienen que dar a los jóvenes egresados de la enseñanza media o enseñanza técnico profesional y, por ultimo, la puesta en escena y en práctica del adelanto de las obras públicas y vivienda, tienen que ser medidas que impacten en la economía en los próximos meses. No podemos esperar 3 ó 4 meses más para que las obras públicas se adelanten.
En definitiva, el Banco Central está dando indicaciones claras, pero además se deben implementar otras medidas, para tener una recuperación real de nuestra economía y así generar más empleos.
He dicho.
El señor ACUÑA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Diputado señor Pedro Muñoz.
El señor MUÑOZ (don Pedro) .-
Señor Presidente , la preocupación del mundo trabajador es y será siempre la de tener trabajo.
Ciertas recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo, adoptadas antes y después de la Segunda Guerra Mundial, reflejan ya la opinión de que la mejor forma de responder a esta inquietud es desplegar una política de empleo productivo y libremente elegido.
Hoy, nuestro país y, por cierto, nuestras regiones son víctimas de la ausencia de políticas claras para enfrentar y dar respuestas a la tan obvia preocupación de los trabajadores: tener empleo a pesar de la política laboral del Gobierno de la Concertación, que se ha insertado en la estrategia de crecimiento económico con equidad social. Ésta ha buscado ofrecer más oportunidades de trabajo y de capacitación, mejores remuneraciones, menor inflación y desempleo decreciente.
Sin embargo, pese a la alentadora evolución del mercado ocupacional verificada durante los últimos 7 años, los efectos provocados en el país por la crisis asiática no sólo se han traducido en un menor ritmo de crecimiento de la economía, sino que han impactado negativamente en el ámbito laboral.
Hasta hace un año se generaban alrededor de 100 mil empleos anuales. Las estimaciones disponibles indican que el número se ha reducido ahora a 30 mil, lo que origina índices de cesantía que en algunas regiones llega a dos dígitos.
^@#@ ^Magallanes , mi región, según los últimos datos oficiales, llega al 6,5 por ciento de desempleo. La cruda realidad nos señala porcentajes superiores.
¿Qué hacer frente a este flagelo? ¿Quién tiene mayor responsabilidad frente a estos hechos? Son interrogantes que angustiosamente se hacen miles de cesantes, y, a mi juicio, les corresponde a los sectores público y privado el deber ético y moral de buscar las urgentes soluciones.
Algunas medidas para fomentar la creación de nuevas fuentes laborales deben estar orientadas a la capacitación. Actualmente existe la posibilidad de que las empresas puedan capacitar a personas que no están contratadas por éstas, ya sea porque fueron despedidas o bien porque van a ser contratadas posteriormente. Esta sana medida, a mi entender, de aplicarse en nuestras regiones, tendría un fuerte impacto, toda vez que si las propuestas de desarrollo para éstas tienen el efecto esperado, nos vamos a encontrar con la mano de obra regional sin la calificación suficiente para acceder a los nuevos puestos de trabajo que, supuestamente, se producirán. Adquiere, por tanto, importancia gravitante el rol que juegue el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo.
En síntesis, el flagelo de la cesantía se combate con nuevos trabajos, originando oportunidades en las regiones para la instalación de industrias, siempre precaviendo que éstas contraten mano de obra local.
He dicho.
El señor ACUÑA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Antonio Leal.
El señor LEAL .-
Señor Presidente , las explicaciones sobre la causas de la recesión económica profunda que está viviendo el país son claras, pero no siempre sirven para explicar el drama que viven los 514 mil desocupados y sus familias, ni la lentitud con que algunas de las medidas que ha implementado el Gobierno llegan efectivamente a los desocupados, ni el fracaso de algunas de las reconversiones productivas que hemos impulsado en este último período.
Quiero subrayar que todo indica que la situación no ha tocado techo y que tendremos en septiembre una tasa de desocupación superior al 10 por ciento, con puntas mucho más altas en varias regiones del país. Por tanto, es necesario un acuerdo más estratégico entre el Gobierno y el empresariado, para dar garantías de un marco común que permita reforzar la confianza en la reactivación económica del país.
Francamente, la gente no ve que nadie se esté jugando por la reactivación económica. Me parece importante la nueva señal del Banco Central, en orden a rebajar las tasas de interés al 5,75 por ciento. Los invito a seguir en esta política que permita fijar las tasas en un nivel aún más bajo. Pero tenemos que decir que estas medidas no han significado una baja de las tasas de interés de igual magnitud de parte de la banca privada hacia sus clientes.
Me parece que lo fundamental es trabajar por reactivar la economía y por crear un clima de confianza.
El tema del clima social al cual han hecho referencia algunos colegas no tiene nada que ver con la realidad. Éste no puede ser utilizado como parte de un proceso a través del cual los empresarios no se comprometen con la reactivación económica. Tenemos un clima social focalizado en algunos temas que tienen particularidades muy específicas, como el indígena. El tema universitario está resuelto desde el punto de vista de los recursos. Entonces, no debemos magnificar esto para dar una excusa respecto de la necesidad de la reactivación económica.
Paralelamente a este esfuerzo del acuerdo estratégico Gobierno-empresarios, es necesario que el Gobierno haga nuevos esfuerzos dirigidos a regiones y a sectores económicos más deprimidos. En ese sentido, teniendo en cuenta la experiencia de los 10 mil millones para obras municipalizadas, sería importante que el Gobierno hiciera un esfuerzo destinado a garantizar 30 mil millones para obras municipales, que permitirían generar, de aquí a octubre, 36 mil puestos de trabajo.
Es muy importante que se confirmen y se concreten las inversiones anunciadas en vivienda para el segundo semestre, que pueden significar 8.900 nuevos empleos; en el MOP, 12 mil empleos; en educación, ligados a la expansión de infraestructura de la reforma educacional, 10 mil empleos.
Y, en particular, quiero señalar que se requieren recursos para la pequeña y mediana minería. Vivimos una situación dramática en las zonas donde la economía está basada en esta fuente. Hay decenas de proyectos que ya están asignados por parte de Enami a los pequeños mineros, pero no hay recursos. Tenemos que lograr que Enami rebaje los costos de tratamiento a la pequeña minería, medida indispensable para garantizar el funcionamiento de este sector.
Espero que el acuerdo que se logró ayer en la Comisión de Trabajo sobre el seguro de desempleo, con votos favorables del Gobierno y Oposición, se repita en esta Sala y en el Senado para tener efectivamente un seguro de desempleo que contribuya a paliar la situación de los trabajadores en este difícil momento.
He dicho.
El señor ACUÑA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Diputado Iván Mesías.
El señor MESÍAS.-
Señor Presidente , sólo deseo hacer una reflexión en torno del desempleo.
No es bueno para el país que la sospecha acerca del sentido de determinadas actitudes pesimistas frente al tema de la recuperación económica, quede flotando en el ambiente, sobre todo en momentos en que todos los sectores debieran estar apostando a una pronta reactivación para dar alivio, entre otras tensiones, a la verdadera calamidad pública que es el desempleo.
El empresariado chileno siempre ha actuado con mucho pragmatismo a la hora de defender sus intereses y de crear las mejores condiciones para el desenvolvimiento de sus actividades. Sin embargo, extrañamente, parece ser que en este momento lo embarga una cierta emocionalidad que lo ha alejado del imperativo que significa recuperar y activar para dejar atrás la crisis. Y cuando alguien se lo señala, reacciona con excesivo amor propio y rara virulencia.
Nadie podrá negar que los gobiernos de la Concertación han permitido a los empresarios desenvolverse con comodidad, crecer y ganar dinero. Entonces, ¿por qué no contribuir con un poco de sacrificio a crear las condiciones para revertir los efectos negativos de un deterioro que a todos nos afecta, especialmente, y como siempre, a los más desvalidos y desprotegidos?
Si el Estado, que escasamente alcanza al 25 por ciento de la actividad productiva del país, intenta generar 34 mil nuevos empleos, cómo no esperar del sector privado la generación de alrededor de 80 mil. Esto significaría poner en circulación una buena cantidad de recursos que empezarían por entonar el comercio y de ahí la industria y los servicios. Se saldría así del círculo vicioso de la depresión iniciando la espiral reactivadora que los chilenos esperamos con inquietud y ansiedad. Naturalmente, para que esto ocurra es necesario un severo cambio de actitud, pasando del pesimismo al optimismo y de aquí ojalá al entusiasmo que provoque el viento necesario para mover las aspas del molino que da la harina nutritiva de la actividad productiva.
Sería un acto de justa retribución y también el primer gran paso, tal vez determinante, para volver al camino del progreso y del crecimiento sostenido que a ellos y al país conviene. Una actitud de esta naturaleza sería debidamente apreciada y agradecida por todos.
He dicho.
El señor ACUÑA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Haroldo Fossa.
El señor FOSSA.-
Señor Presidente , tengo aquí un escrito al cual no me voy a referir, por el tiempo y porque he escuchado una crítica profunda de todas las bancadas, de todos los políticos sobre cómo se ha llevado la economía hasta el momento.
Tengo la impresión de que después de la clase magistral que nos dieron en la sesión de hace algunos días los ministros señores Leiva y Aninat , de Economía y de Hacienda, respectivamente, referida al tema, y la que le hemos escuchado ahora al señor Massad , este país está en muy buenas condiciones. En consecuencia, parece que nos hubiéramos equivocado en citar una sesión para analizar el peor problema que tenemos en este momento, de más de 500 mil cesantes. Imaginaré que estamos en un agradable vuelo, pero que no vemos cómo aterrizarlo.
El divorcio que existe entre cómo se manejan las cifras macro, las cifras económicas, lo que hemos visto aquí y lo que la realidad está diciendo, es absolutamente distinto. Inclusive, no puedo aceptar que se trate de bajar el perfil de más de 500 mil cesantes no habiendo entregado la cifra en el momento oportuno, que se supo el 20 de mayo. Comprendo que no se haya querido hacer pasar un chasco al Presidente de la República usando esa cifra en el Mensaje; también comprendo que se haya usado electoreramente y no se haya publicado antes de las primarias; pero no puedo aceptar que vengamos a hablar un idioma distinto mientras más de 500 mil chilenos en este momento no tienen qué comer. Y este problema no es de ahora, ni transitorio, ni -como dijo el ministro señor Leiva - se debe a la temporalidad de los trabajadores. ¡Por favor, si esto es una cuestión de hace un año!
Pregunto respetuosamente al señor Massad , ¿qué cree que sucedió en el período de un año con la tasa de 14 por ciento al 5,75 de ahora? Ocurrió que colapsaron la mayoría de las empresas, y de ahí vino la cesantía.
El otro día analizamos cuál era el punto de límite; estábamos acostumbrados a un 4 ó 5 por ciento, pero sobre eso la situación se pone altamente riesgosa, y no se tomaron las medidas preventivas.
Y en este momento, ¿qué medidas tomamos para cambiar esa figura, para que las empresas se reactiven? Siempre se dice que el sector privado, el empresariado, es el que tiene la culpa. ¡Por favor, si no tenemos acceso a ningún crédito! Estamos colapsados en el Dicom, estamos a la espera de platas que se dice que están y no lo están; no hay ningún banco privado -me he dado el trabajo de analizarlo- que en este momento tenga créditos disponibles para la pequeña y mediana empresa. No sabemos dónde están los 240 millones de dólares que consiguió el Presidente Frei .
Entonces, por intermedio del señor Presidente, pido al honorable consejo del Banco Central y a su presidente, por quien tengo mucho respeto, y a los representantes del Gobierno, que aterricemos de una vez por todas, porque, de lo contrario, sí vamos a tener una tragedia o una emergencia terrible.
He dicho.
El señor ACUÑA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Waldo Mora.
El señor MORA .-
Señor Presidente , en primer lugar, comparto gran parte de lo que acaba de decir el Diputado señor Fossa , en cuanto a que el año pasado, el Banco Central se excedió en el ajuste, y que ésta es una crisis profunda y muy grave.
En segundo lugar, qué responsabilidad tenemos los políticos en esta crisis. Tal vez, la menor, pero en este instante podría ser la mayor.
La tensión política que el país ha vivido en el último tiempo preocupa al mundo empresarial. Veo cómo muchos se disponen a gastar la plata con una facilidad impresionante, pero nunca los he visto producir un peso, ¡y, por Dios que cuesta producir plata!
Es muy fácil atacar a los empresarios y decir que son ladrones y sinvergüenzas, pero nadie ha dicho que el desarrollo que el país ha tenido por mantener una política económica abierta a los mercados internacionales y una globalización que ha sido positiva para Chile, se ha debido, en gran parte, al esfuerzo del empresariado nacional, que ha permitido crecer y generar impuestos que el Estado ha utilizado para las obras llevadas a cabo. Es muy fácil atacar.
No tenemos una política minera. En el año en que he sido presidente de la Comisión de Minería , he visto cómo nuestra sobreproducción de cobre ha llevado al deterioro del precio internacional, y nadie ha señalado cuál es el camino a seguir; seguiremos exactamente igual, deprimidos en materia de minería, si no resolvemos este problema, más aún, cuando luego debemos aprobar el tratado de integración minera con Argentina.
Si bien es cierto que el Banco Central ha corregido hoy las medidas, no conozco empresarios que quieran endeudarse con las bajas tasas de interés cuando en Chile no está dirimido el conflicto político interno que de alguna manera hemos usado al crear algunos sustos y pánicos por vivir atacando a quien debe ser nuestro aliado en la sociedad chilena. Este país no se puede desarrollar si no le damos reglas claras de estabilidad y seguridad al mundo empresarial, y ésa es la responsabilidad de todos nosotros, los políticos. ¿Por qué no pensamos en los 500 mil cesantes? Cada día vemos que se agudizan los problemas, que la gente pide comida, que no tiene cómo pagar la luz. He visto pueblos enteros con alcantarillado, agua potable, luz, calles pavimentadas; pero de qué les sirve si su gente no tiene trabajo para dar de comer a su familia. A lo mejor, sin esos servicios su costo de vida sería mucho más barato.
Podría decir muchas cosas más, pero, por falta de tiempo, sólo pido que seamos prudentes en nuestros argumentos políticos y confiemos en que las medidas económicas que se están adoptando reactivarán la economía, porque el papel principal no está en las medidas económicas, sino en las políticas, en las cuales nosotros tenemos una gran responsabilidad.
He dicho.
El señor ACUÑA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Carlos Vilches.
El señor VILCHES .-
Señor Presidente , para los Diputados de Oposición es muy importante hacer ver a don Carlos Massad , por su intermedio, que en el ajuste a la economía nacional cometió un grave error, que están pagando los trabajadores más modestos. Es muy difícil tragarse la píldora de un alza de intereses a 14 por ciento en l998 y que hoy, la misma autoridad, los haya bajado a 5,75 por ciento. Es casi imposible encontrar otro país que haya efectuado un cambio tan radical. A ello debemos agregar algo que nunca podrá entender la gente: haber mantenido artificialmente una paridad cambiaria que ha hecho que todos los empresarios que hipotecaron su patrimonio para crear, producir y exportar, hoy se encuentren asfixiados. Para ellos, la reactivación será muy difícil.
Creo que el Presidente de la República , en su discurso del 21 de mayo, perdió la gran oportunidad de haber reconocido una mala política económica que llevó al país a este frenazo del desarrollo. Ahora, todos estamos tratando de poner lo mejor de nuestra parte para reactivarlo.
Veamos un solo ejemplo: en su discurso, el Presidente de la República habla de la generación de 54 mil empleos, en circunstancias de que las cifras oficiales hablan de 505 mil cesantes, a lo que debemos agregar la cesantía disfrazada que existe en todas las regiones. Ello demuestra que no hay un camino adecuado en las medidas adoptadas.
Pido que el señor Carlos Massad , con el conocimiento y experiencia que tiene, actúe sin temores para dar una señal correcta al país. Lo planteado hoy debe ir acompañado de una revaluación del dólar acorde con lo que ha sido la economía del país. Creo que un punto más en el IPC anual no significa tanto, y se habría evitado este costo de tan alta cesantía que estamos viviendo.
He dicho.
El señor ACUÑA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Sergio Correa.
El señor CORREA .-
Señor Presidente , esta sesión, a la que asiste el directorio del Banco Central, debió efectuarse en la misma oportunidad en que concurrieron los Ministros de Hacienda , de Economía, del Trabajo y Secretario General de Gobierno .
En esa ocasión, se dieron a conocer una serie de medidas destinadas a paliar las altas cifras de desocupación. Los ministros señalaron los diversos programas que se implementarían para tal efecto. El de Hacienda , en especial, dijo que a las municipalidades se les impartirían instrucciones con el objeto de llevar a cabo proyectos intensivos en mano de obra, a través de los programas de mejoramiento de barrios, de mejoramiento urbano y del nuevo programa, denominado proyecto de desarrollo comunal. Me fui tranquilo, porque pensé que tales medidas se empezarían a implementar y que se habían entregado las instrucciones a las municipalidades. Sin embargo, hablé con diversos alcaldes de mi región y la verdad es que no ha llegado instrucción alguna. No se ha hecho nada de lo que se dijo en esa sesión, salvo en dos municipalidades, la de Curicó y la de Hualañé, que habían recibido alguna instrucción porque, se supone, se está aplicando el criterio de que sólo se adoptarán medidas en aquellas comunas con una cesantía superior a la media nacional. A raíz de esto, me entrevisté con el Ministro del Trabajo -es el coordinador de las políticas que el gobierno está adoptando para mejorar la situación del empleo-, quien me reiteró que existían recursos y que se trataba de una falla de las municipalidades, pues no presentaban los proyectos. Volví de nuevo a hablar con los alcaldes, los que insistieron en que no se han recibido instrucciones. Entonces, estamos ante una evidente descoordinación entre los ministerios y los municipios, que está significando demora en la implementación de los proyectos. No quiero suponer que se está dejando pasar el tiempo para ejecutarlos a fin de año, en víspera de la elección presidencial.
He dicho.
El señor ACUÑA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Carlos Massad.
El señor MASSAD ( Presidente del Banco Central ).-
Señor Presidente , sólo para hacer unos breves comentarios: en primer lugar, agradecer los planteamientos positivos y críticos que hemos escuchado hoy. Son todos valiosos para nosotros y los consideramos seriamente. En segundo lugar, señalar que tomamos muy en cuenta la situación de desempleo que existe en el país. Como sociedad, debemos reconocer que tenemos una deuda con los desempleados.
Sabemos que el problema del desempleo afecta a todas las economías del mundo, que no hay excepción alguna a la regla de que en algún momento de su desarrollo van a tener un desempleo mayor o menor. Otras economías han dado pasos importantes para proteger a sus desempleados; los que nosotros hemos dado han sido ocasionales, débiles, y tenemos una deuda con los desempleados. Pero es una deuda social, no del Banco Central o de instituciones en particular, sino de todos: economistas, políticos, empresarios, todos debemos reconocer esa deuda.
Hay un proyecto en discusión. No nos corresponde a nosotros pronunciarnos sobre sus méritos o deficiencias, sino a ustedes, señores parlamentarios; pero confiamos en que esa deuda social que todos tenemos pueda ser cubierta muy pronto.
Estamos conscientes de que la economía chilena ha vivido momentos difíciles. El año pasado el país recibió -no quise repetirlo aquí, porque lo dije en una clase magistral en la Universidad de Santiago, con motivo de la inauguración del año académico- el golpe externo más fuerte que ha sufrido desde los años ’30. El precio del cobre alcanzó el mínimo histórico en términos reales y se cerraron los mercados del Asia para los productos chilenos. Adicionalmente a eso -que otros países también sufrían-, nosotros experimentamos la sequía, con sus efectos sobre la agricultura; la transformación de generación eléctrica desde hidroeléctrica, que produce muchos más ingresos, a termoeléctrica, que apenas los genera. Esta sola transformación, sin hablar siquiera del racionamiento, significa una caída del ingreso nacional, en el período correspondiente, de 11 por ciento, que representa casi medio punto en el conjunto de la economía. Sumado a lo anterior, sufrimos el efecto de la corriente de “El Niño”, con lo cual el año pasado la captura pesquera cayó drásticamente a niveles que no se habían visto sino cuando empezó a desarrollarse la industria pesquera en el país. Junto con eso, registramos las consecuencias políticas naturales de un año de elecciones. Por ello, ¿quién puede sorprenderse de que el ritmo de crecimiento del país se detuviera? ¿De que las cifras disminuyeran del 7 por ciento alcanzado en 1997 al 3,4 por ciento en 1998, y de que a fines de este año anotemos un pequeño ritmo de crecimiento? ¿Quién puede sorprenderse de que el conjunto de esos factores ocasione efectos que no deseamos, no queremos ni buscamos, pero que debemos enfrentar, evitando agravarlos con desequilibrios que habrían terminado por hacernos perder la confianza externa e interna en nuestra economía? ¿Cómo podíamos permitir que el déficit en la cuenta corriente alcanzara el 8 por ciento del producto, umbral por encima del que causó las enormes crisis en los países de Asia? En suma, ¿cómo podíamos permitir que a este conjunto de factores, que ya causaban un grave daño a la economía nacional, se sumara la falta de coraje del Banco Central para impedir que la situación empeorara con grandes desequilibrios en nuestras cuentas externas? ¿Cómo podíamos permitir que durante el año pasado el dólar se disparara a cualquier parte, en circunstancias de que una muestra realizada a las empresas nacionales demostraba que el desequilibrio en dólares que arrastraban representaba el 20 por ciento de su capital y reservas a fines de 1997?
Debíamos tomar medidas para que esos desequilibrios se corrigieran, crear instrumentos que facilitaran la cobertura y ampliar los mercados financieros, y así lo hicimos durante el año. Ello hizo posible reducir el desequilibrio a poco más de la mitad al final del período, y continúa decreciendo.
Como muestra de que ese proceso había avanzado y que la economía estaba en condiciones de absorber variaciones más grandes en el precio del dólar, se abrió gradualmente la banda dentro de la cual puede fluctuar, medida que se continuará practicando a futuro, dando con ello una clara señal de que esos fenómenos de peligro han sido superados. Ellos entrañaban gravedad porque fueron los que ocasionaron la gran crisis de los años 80, lo que trajo como consecuencia que destináramos un tercio del producto nacional para rescatar a la banca. Todavía estamos sufriendo los efectos de dicha medida.
Quiero destacar que las limitaciones en las que se mueven las políticas económicas, en particular las del Banco Central, impiden tomar medidas que vayan más allá de lo que hicimos el año pasado, ya que llevarlas adelante provocaría efectos mucho más negativos.
El problema ha sido corregido, el tipo de cambio puede moverse con gran libertad y el Banco Central no está interviniendo en el mercado ni piensa hacerlo, a menos que se den condiciones absolutamente extremas. Las bandas continúan abriéndose y seguirán haciéndolo, lo que traerá como consecuencia mucha mayor flexibilidad en ese campo.
También deseo destacar que todas las indicaciones que tenemos, las que han sido objetiva y cuidadosamente analizadas, nos señalan que el problema no es ya de dirección, sino de velocidad. La economía cambió la dirección del movimiento. Lo que ahora debemos hacer es afianzar la recuperación y buscar su aceleración en forma prudente, a fin de no repetir dentro de poco los mismos desequilibrios que ocasionaron las políticas que nos vimos obligados a adoptar el año pasado. Estamos trabajando con la prudencia que las circunstancias exigen, en un ambiente en el que probablemente se ha sumado la mayor cantidad de factores negativos sobre nuestra economía de que tenga recuerdo, y en un año en que, inevitablemente, se acentúan las diferencias políticas en lugar de que primen las circunstancias que nos unen a todos los chilenos. Es en ese ambiente en el que continuaremos trabajando, a fin de asegurar que la recuperación, que ya ha mostrado síntomas positivos, comience a tomar más fuerza, empujándola no sólo con declaraciones, sino con hechos, como la baja en las tasas de interés que hemos dispuesto. Sin embargo, no debemos perder de vista que la reducción que hemos llevado a cabo tendrá efecto dentro de algunos meses y no incidirá en el problema que afrontamos en la actualidad.
Se ha preguntado sobre la visión del Banco Central en materia de política fiscal. Pues bien, consideramos que ella ha sido llevada adelante de manera responsable. Al mismo tiempo, nos parece que las herramientas de manejo a nivel de política fiscal son imperfectas y rígidas. En tal sentido, queremos que el manejo fiscal tome a su cargo una parte del rol anticíclico, que hoy recae únicamente sobre las tasas de interés, de modo de evitar que suban a los niveles que han debido hacerlo, con lo cual minimizaríamos los riesgos de la economía en su conjunto. Pero el instrumental con que cuenta Hacienda es, debido a su naturaleza, rígido. Probablemente y a fin de enfrentar esta situación, se necesite implementar uno nuevo, más allá de los deseos del Ministro . No nos preocupa el aumento en el gasto fiscal durante el primer trimestre del año, por cuanto nos ayuda a sostener el piso de actividad de la economía. Lo que sí nos preocuparía es que esas tendencias continuaran en forma acelerada cuando la economía comience a tomar vuelo por su cuenta, porque ello implicaría sumar dos factores estabilizadores.
Para finalizar, quiero señalar que es mucho lo que se puede hacer en materia de reducción del desempleo, más allá de las grandes políticas macroeconómicas. Las otras alternativas, las microeconómicas, que siempre encontramos peores que las genera-
les y en ocasiones con mucha razón, necesitan un ambiente macroeconómico apropiado. No podemos desordenar la macroeconomía para fortalecer la microeconomía, porque produciríamos el efecto exactamente contrario al deseado. La ordenación macroeconómica general nos ayuda a sostener la confianza. Todos los actores involucrados -empresarios, políticos, expertos, etcétera-, están llamados a contribuir al mejoramiento del ambiente general de nuestra economía. Ello se hace absolutamente indispensable, en especial en los momentos difíciles que enfrentamos este año.
Reitero mis agradecimientos a los señores Parlamentarios por los comentarios positivos y críticos que hemos recibido.
He dicho.
El señor ACUÑA (Vicepresidente).-
Agradecemos la asistencia del presidente del Banco Central a esta sesión.
(Aplausos).
Por haberse cumplido con su objeto, se levanta la sesión.
Se levantó la sesión a las 14.48 horas.
JORGE VERDUGO NARANJO,
Jefe de la Redacción de Sesiones.
VI. DOCUMENTOS DE LA CUENTA
1. Mensaje de S.E. el Presidente de la República con el que se inicia un proyecto de ley que prorroga la vigencia de los avalúos de los bienes raíces agrícolas. (boletín Nº 2343-01)
“Honorable Cámara de Diputados:
Vengo en someter a consideración de V.E. un proyecto de ley, que propone la prórroga de los actuales avalúos fiscales de los bienes raíces agrícolas sujetos a las normas de la Ley Nº 17.235 sobre Impuesto Territorial.
I. PRÓRROGA.
La Ley Nº 19.575, en su artículo único, prorrogó la vigencia de los avalúos de los bienes raíces agrícolas que regían al 30 de junio de 1998, hasta el 30 de junio de 1999, fijando a contar del 1 de julio de 1999 la vigencia de los nuevos avalúos que se determinen.
En consideración a la actual condición por la que atraviesa el sector agrícola del país, el que ha sido afectado por factores de tipo climático, de crisis energética en algunas regiones del país, como asimismo por factores de carácter externo relacionados con la situación económica a nivel internacional, que han afectado la productividad y el desarrollo normal de la actividad agrícola, no resulta conveniente aumentar los avalúos en la fecha prevista en el cuerpo legal anteriormente citado. Ello importaría un aumento de la carga impositiva del sector, desatendiendo los problemas anteriormente enunciados.
II. REBAJA DE TASA.
Por otra parte, se propone facultar al Presidente de la República para rebajar, por una vez, a contar del 1 de julio del año 2000, la tasa del impuesto territorial para estos bienes y aumentar el monto exento de impuesto territorial que beneficia a estas propiedades de tal manera que si al comparar, en moneda de igual valor, la proyección anual del monto total de las mismas contribuciones giradas sin considerar el efecto del reavalúo, con el monto total que corresponda girar con posterioridad a él, este último no resulte superior en más de un 10% al primero.
III. TRASPASO DE SISTEMA.
Finalmente, la prórroga solicitada permitirá al sector agrícola disponer de un plazo para ir traspasándose de un sistema de tributación por renta presunta a tributación por renta efectiva. Este último, permite recoger más plenamente las variables asociadas a la rentabilidad de la explotación agrícola, atenuando de esta manera el impacto que el aumento de los avalúos agrícolas tendría en el impuesto a la renta de aquellos agricultores que obtienen una baja rentabilidad en la explotación de sus predios.
En consecuencia, tengo el honor de someter a vuestra consideración, el siguiente
PROYECTO DE LEY:
“Articulo único.- Modifícase la Ley Nº 19.575, de la siguiente forma:
1) Reemplázase en el inciso primero de su artículo único las expresiones “30 de junio de 1999”, “30 de junio de 1998” y “1 de julio de 1999” por las expresiones “31 de diciembre del año 2000”, “30 de junio de 1999” y “1 de enero del año 2001”, respectivamente.
2) Agrégase el siguiente artículo segundo, nuevo:
“Artículo 2º.- Facúltase al Presidente de la República para rebajar, por una vez, la tasa anual del impuesto territorial de los bienes raíces agrícolas y aumentar el monto de la exención de impuesto territorial que beneficia a los predios agrícolas. Esta facultad regirá a contar del 1 de julio del año 2000, pero la rebaja de la tasa y el aumento de la exención, entrarán en vigencia desde la fecha en que entre en vigor el reavalúo de los bienes raíces agrícolas a que se refiere esta ley.
El Presidente de la República ejercerá esta facultad con ocasión del reavalúo de los bienes raíces agrícolas a que se refiere el artículo 1º, si al comparar, en moneda de igual valor, la proyección anual del monto total de las mismas contribuciones giradas sin considerar el efecto del reavalúo, con el monto total que corresponda girar con posterioridad a él, este último resultare superior en más de un 10% al primero.
Esta facultad se ejercerá de tal modo que la proyección anual del monto total girado como consecuencia de la aplicación del reavalúo no sobrepase en el referido 10% a la proyección anual del monto girado antes del reavalúo.”.”.
Dios guarde a V.E.,
(Fdo.): EDUARDO FREI RUIZ-TAGLE , Presidente de la República ; EDUARDO ANINAT URETA , Ministro de Hacienda ”.
INFORME FINANCIERO
PROYECTO DE LEY QUE PRORROGA LA VIGENCIA
DE LOS AVALÚOS DE LOS BIENES RAÍCES AGRÍCOLAS
(Mensaje Nº 004-340)
-El artículo único de este proyecto prorroga la entrada en vigencia del avalúo de los bienes raíces agrícolas del país hasta el 1 de enero del año 2001 y faculta al Presidente de la República para rebajar, por una vez, a contar del 1 de julio del año 2000, la tasa del impuesto territorial que beneficia a estas propiedades, de tal manera que si al comparar, en moneda de igual valor, la proyección anual del monto total de las mismas contribuciones giradas sin considerar el efecto del reavalúo, con el monto total que corresponda girar con posterioridad a él, este último no resulte superior en más de un 10% al primero.
-La aplicación del reavalúo de los bienes raíces agrícolas, que regirá conforme a este proyecto a contar del 1 de enero del año 2001, generará semestralmente mayores ingresos a los municipios de alrededor de mil quinientos treinta millones de pesos, de aplicarse el aumento máximo de un 10% en la recaudación, al ejercerse la facultad antes expresada.
-La prórroga por tres semestres del reavalúo mencionado significará que los municipios seguirán recaudando este tributo como lo hacen en la actualidad.
-Cabe señalar que este proyecto de ley no significa mayor gasto fiscal.
(Fdo.): JOAQUÍN VIAL RUIZ-TAGLE, Director de Presupuestos ”.