Nació el 19 de abril de 1925, en Victoria. Hijo de don Salomón Corbalán y de la señora Feliticia González Castillo. Casado con María Elena Carrera Villavicencio, ex Senadora, tuvieron tres hijos.

Realizó sus estudios primarios y secundarios en el Liceo de Traiguén y en el Liceo de Temuco. Luego de finalizar su etapa escolar, ingresó a la Universidad de Concepción, donde se tituló de Ingeniero Químico en 1950.

En el ámbito laboral, se dedicó a la labor docente como profesor en la Universidad de Concepción, ejerciendo desde 1949 hasta 1958. Además, fue gerente general de Corfo en 1957.

Inició sus actividades políticas al integrarse al Partido Socialista en 1945, y desempeñarse como dirigente estudiantil en Concepción.

Entre 1957 y 1961 asumió como secretario general de su partido. Fue generalísimo de las campañas presidenciales de Salvador Allende Gossens en 1958 y 1964, participando activamente en el Frente de Acción Popular.

Murió el 11 de marzo de 1967, en San Fernando.

Su perfil legislativo se centró en asuntos relativos al desarrollo económico, mundo agrícola, y política del cobre, en particular de las provincias de O'Higgins y Colchagua. Entre 1965 y 1967, promovió 358 intervenciones, 3 mociones, y 97 indicaciones en Sala. En Sesión Especial N° 77 del Senado, el 12 de marzo de 1966, intervino en el hemiciclo a propósito de los sucesos ocurridos en El Salvador. Textualmente señaló que: “¿Quién es el principal propulsor? ¿Quién es el primer convencido, fuera del partido de Gobierno y de sus jefes? El propio Presidente de la República. El es el primer convencido de que el camino es ése. Y ya se comienza a hablar como en tiempos de Gabriel González, cuando se decía que había el peligro de una guerra. Lo escuché de boca del propio Ministro del Interior, quien decía el otro día que debía evitarse que Chile se convirtiera en un Vietnam. De nuevo, la misma actitud del pasado.”

En los años finales de su vida, fue uno de los parlamentarios de izquierda con mayor participación en la discusión sobre la ley de Reforma Agraria, registrando 15 intervenciones en el debate parlamentario. En Sesión 81ª del Senado, el 15 de febrero de 1967, agregó que: “fue rechazada por la Cámara una serie de disposiciones, también positivas, favorables a los intereses de los campesinos, progresistas con relación al proyecto inicial: por ejemplo, la que fijaba para el pago de los predios un plazo mínimo de quince años y máximo de treinta; o aquellas otras que establecían la obligatoriedad de determinar el precio de la tierra por entregar con relación al avalúo y a la mejoras. Es decir, todo lo positivo, lo progresista, lo que hacía más moderno, incluso, el proyecto de ley, y ampliaba su base y su respaldo, contenido en las enmiendas del Senado, fue rechazado por la Cámara”. También tuvo una especial preocupación por la política del Estado chileno hacia el cobre, interviniendo ampliamente en el hemiciclo durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva.