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Antecedentes
  • Senado
  • Sesión Ordinaria N° 67
  • Celebrada el
  • Legislatura Extraordinaria periodo 1971-1972
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Intervención
PESCA EFECTUADA POR BARCOS SOVIETICOS EN LITORAL CHILENO Y ESTANCO DE LOS PRODUCTOS DEL MAR ANUNCIADO POR EL GOBIERNO.

Autores

El señor PABLO.-

Señor Presidente, desde hace unos dos meses está llegando a esferas de nuestro partido, el Demócrata Cristiano, e incluso a diversos parlamentarios, la petición formal hecha valer por pescadores y dirigentes sindicales del gremio, así como también por hombres agrupados en cooperativas de pescadores, por la que solicitan nuestra intervención en torno de dos problemas de carácter fundamental.

Uno es el que guarda relación con el arrendamiento de barcos por la Compañía Pesquera Arauco a la Unión Soviética; barcos que efectúan pesca de arrastre y dentro de los cuales se convierte parte del producto de la captura en harina de pescado y el resto se congela para los efectos de ser consumido posteriormente por la población.

Esas nuevas técnicas que pretende introducir el Gobierno a nuestro país han creado diversos problemas, a los cuales me referiré, que preocupan a los pescadores artesanales a lo largo del litoral.

Otra novedad que afecta e inquieta tanto al pescador como a los comerciantes mayoristas y detallistas de pescado es la decisión anunciada por el Gobierno de crear un estanco, un poder comprador estatal, entre Coquimbo y Chiloé, de los productos del mar, con el propósito de estatificar su comercialización. Se trata de la creación de un monopolio de carácter estatal; y quienes no vendan a ese monopolio no podrán obtener que sus producciones puedan transitar hacia otras provincias que aquella en donde se haya hecho la captura. Ello ha de producir, por una parte, cesantía de gran consideración, de muchos hombres y mujeres que se dedican al comercio del pescado; y, por otra, una frondosa burocracia que tendrá que asumir, con cargo a los recursos del erario, los trabajos que actualmente realiza la gente que se ocupa en esas labores.

Ayer se celebró un ampliado al cual concurrieron representantes de pescadores de diversas caletas de Chile, desde Coquimbo hasta Queule y Bahía Mansa, y a él asistieron también comerciantes mayoristas y detallistas. Se llegó a algunas conclusiones que se han hecho públicas y que solicito agregar al término de mis observaciones.

No es mi afán abordar hoy la totalidad de los problemas que allí se debatieron. Pero sí deseo centrar mi preocupación en torno de la explotación de nuestros mares por barcos del tipo de los que provienen de la Unión Soviética, por la forma como la realizan y los perjuicios que están ocasionando. Afirmo que nuestra oposición no se funda en la bandera de los barcos. No es un problema de esa índole. No se trata de que esos barcos, arrendados por una compañía chilena, provengan de la Unión Soviética o de otro país. Si hubieran procedido de los Estados Unidos de América, de Francia, de Inglaterra, de Cuba o de cualquiera otra parte, expresaríamos lo mismo que vamos a decir en la sesión de hoy.

No me voy a hacer cargo en ningún caso de algunas insinuaciones que han aparecido en la prensa en orden a que embarcaciones de esta índole se prestan para algo más que para la pesca; que su presencia podría obedecer a propósitos de realizar estudios hidrográficos o de otra naturaleza que podrían tener relación con la defensa nacional. Si tuviera antecedentes acerca del particular, los haría presentes. Se me ha informado que en el último número de la revista Visión aparece un artículo referente al poderío naval soviético, en el cual se señala que los barcos que se dedican a la pesca también colaboran efectivamente en este sentido. Yo no puedo precisar nada en esta materia, ni es el problema que nos interesa en esta oportunidad. Lo que nos preocupa es saber si esta operación de carácter económico que está teniendo lugar en nuestras costas se justifica o no.

En materia de pesca, se han sucedido en nuestro país diversos procesos, en distintas Administraciones. Hemos visto crecer la inversión en este rubro sin que se tenga conocimiento cabal de las posibilidades reales del litoral de satisfacer la mayor demanda de peces que las nuevas industrias requieren. Así nos ocurrió con la política de estímulo que se realizó durante la Administración de 1958 a 1964 en las provincias del Norte. Después de haberse realizado esa enorme inversión, resultó que las capturas que era posible hacer en esa zona no eran suficientes para alimentar la capacidad instalada que allí se había logrado establecer. Luego sobrevino la ruina de esa actividad, y el Gobierno tuvo que hacerse cargo de gran parte de aquella industria porque no podía ella satisfacer los propósitos de producción que se habían tenido en vista al crearla.

Ahora sucede lo mismo. Sin estudio previo de ningún tipo, sin un análisis adecuado de ninguna especie, con una precipitación digna de mejor causa, el Gobierno emprende la traída al país de embarcaciones de volumen extraordinario: tres barcos de más de 3.000 toneladas de desplazamiento. Y es de advertir que, como lo probaré más adelante, dentro de los contratos establecidos se prevé traer ochonaves más, sin haber analizado si la técnica nueva que se introduce en nuestro país, es adecuada a nuestras necesidades o no lo es. Evidentemente, cada país debe adoptar la técnica que sirva a sus condiciones. No es lo mismo pescar en el Báltico para mandar la producción a Siberia, a Irkutsk o a cualquier otro lugar lejano de la costa, que hacerlo en un país como el nuestro, en que los centros de consumo están a menos de dos horas del puerto de recepción del producto de la pesca, en el caso de San Antonio, o a diez u once horas en lo que se refiere a Puerto Montt. Hay que tener presente que la Unión Soviética tiene un territorio de 22 millones de kilómetros cuadrados. Chile no es lo mismo. La extensión de América Latina entera, incluida América Central, desde el sur del río Bravo hasta el Cabo de Hornos, es de 20 millones de kilómetros cuadrados. Si tuviéramos que instalar una pesquería en Puerto Montt o en Punta Arenas para entregar el producto en Brasilia, tal voz sería justicable la nueva técnica que se pretende poner en práctica. Pero dudo mucho de que sea menester congelar los peces, aumentando notablemente así su costo, en la misma época en que tienen que ser consumidos, dentro de nuestro propio país, en circunstancias de que no hay capacidad de frigorización para almacenar. Y en este aspecto se ha venido suscitando una serie de problemas que los pescadores de San Antonio hacen presentes: las cámaras frigoríficas de San Antonio están todas repletas de peces capturados por esos barcos, y no hay posibilidades de que las cooperativas puedan arrendar ningún espacio donde guardar la pesca de un día para otro, al extremo de que los pescadores chilenos han tenido que devolver al mar parte de su captura.

Por lo demás, esos barcos están pescando en los mismos centros, en los miamos lugares en donde lo hace el pescador chileno. Y no es una afirmación gratuita la que estoy haciendo. Tengo aquí una comunicación de fecha 29 de febrero, dirigida a la Oficina de Informaciones del Senado por el Gerente General de la Pesquera Arauco, en donde se señala que esos barcos están operando al sur del paralelo 36 y a una distancia no inferior a seis millas de la costa, y que su ubicación corriente fluctúa entre las latitudes 36° y 38°, longitud 73°. Es decir, fundamentalmente están pescando al sur del río Ita- ta hasta el sur de la isla Mocha, en la zona de las provincias de Concepción y Arauco, a una distancia de 6 millas, según se confiesa en el oficio. Sin embargo, en muchas oportunidades llegan hasta 2 millas de la costa, distancia en la cual tradicionalmente laboran los pescadores artesanales chilenos y naves de bandera de nuestro país pertenecientes a empresas nacionales.

Es de advertir que cuando se empezó a hacer pesca de arrastre en el Golfo de A rauco, hubo grandes contratiempos entre pescadores artesanales y las compañías, lo cual trajo aparejada la obligación de dictar una legislación que tuvo por finalidad reservar sectores en los cuales operarían exclusivamente los primeros.

Ahora bien, ya ni siquiera son barcos chilenos los que ahí pescan y que hasta la fecha han causado más de 125 millones de escudos en daños, según se ha probado, y que nadie indemniza, no obstante las promesas gubernamentales. Ahora se trata de embarcaciones de gran volumen que en un sector del litoral barren no sólo con la merluza o pescada, como se pretende afirmar, sino que con el congrio negro, el colorado y el dorado, los que al desaparecer han provocado escasez en la zona de San. Vicente o elevado en forma notable su valor en las últimas semanas.

Por eso hay gran inquietud. Pero lo más curioso es que el actual Gobierno se embarca en una medida de esta especie precisamente en el momento en que solicitó un informe preliminar sobre el desarrollo y planificación de la pesca en Chile a un consultor de la FAO en esta materia, informe que ha sido evacuado en parte ya por el señor Gordon Campleman.

En verdad, este Gobierno, al igual que todos, ha empezado por pedir que se hagan estudios. Pareciera que Chile se empezara a construir de nuevo, como si nada existiera al comenzar una nueva etapa. Yo pienso que muchas de las recomendaciones que hoy pueden estar en consonancia con las opiniones que formuló en 1929 el señor Hans Lüber, Director General de Pesquerías de Hamburgo, cuando lo consultó el Gobierno de la época, y con las que formularon los técnicos en 1944 y en distintas épocas hasta el presente.

En el informe pedido por la actual Administración, se afirma que el objetivo de una política pesquera debería tender claramente a que los recursos pesqueros de Chile y de las aguas internacionales hagan el máximo aporte posible al desarrollo económico del país. De eso se trata, y de una cosa tan simple derivan bastantes conclusiones, porque si debe estimularse el desarrollo económico del país, hay que hacerlo con el menor gasto posible.

Más adelante, como una consecuencia de este corolario inicial, el señor Campleman expresa:

Una segunda consecuencia de la proposición que se ha hecho respecto al objetivo que deben tener las políticas se refiere a que es tan importante evitar proyectos inadecuados como encontrar buenos proyectos.

Es decir, los proyectos pueden ser muy buenos, pero a lo mejor no pueden tener concreción dentro de la realidad nacional

Estoy cierto de que mientras no se realice un estudio acabado de lo que sucede más allá de las 40 millas marítimas, porque hasta allí llegan los pescadores artesanales en sus lanchas y las naves pesqueras nacionales -dentro de las 200 millas reservadas para Chile-, seguiremos ignorando lo que ocurre fuera de ese límite. Mientras ello no se conozca, estos barcos fábricas, que pueden estar 15 días en alta mar, no se justifican en absoluto. Porque no es lo mismo navegar 15 días mar adentro que hacerlo a 2, 4 ó 6 millas del litoral, dependiendo la duración de la navegación sólo del puerto en que se quiera desembarcar la carga. No se podría tener el mismo juicio si este tipo de embarcaciones pescaran en lugares hasta ahora no conocidos en cuanto a sus riquezas marinas.

En seguida, el técnico agrega: En especial, y considerando los constreñimientos impuestos por los recursos pesqueros de Chile, que se analizarán más adelante, es importante evitar inversiones excesivas en infraestructuras portuarias y en proyectos caros pero prestigiosos.

Precisamente el que estamos analizando es un proyecto caro, y el Gobierno pretende obtener de él algún prestigio, gracias a lo ostentoso que es.

Es caro porque, como veremos más adelante, ya no se trata de una donación, como se afirmó en un programa de televisión, sino del arrendamiento de determinadas naves, lo cual significa muchos millones de dólares para el país.

El segundo problema que se nos plantea es saber qué harán estos barcos, por qué han venido y qué recursos pesqueros van a explotar.

No quiero detenerme especialmente en este punto, porque sé que hay otros señores Senadores inscritos; pero pediré insertar en esta parte de mi intervención las conclusiones a que llega el informe elaborado por el investigador que contrató el actual Gobierno, sobre la posibilidad de aumentar la pesquería en nuestro país.

Al respecto, en una de sus partes, señala: Chile ha experimentado un proceso de expansión de la pesca que ha durado más de diez años, en que las capturas totales aumentaron de 340.000 toneladasen 1960 a más de un millón de toneladas en 1969.

Debo hacer presente que en 1968 se llegó a un millón 300 mil toneladas.

En seguida, el técnico agrega: No puede esperarse que este proceso continúe indefinidamente y hay evidencias de que el límite ya se ha traspasado en el caso de las especies más importantes. Ciertamente, en los últimos dos años ha habido un descenso plausible en las actividades relacionadas con las principales existencias.

Solicito insertar en esta parte el análisis que hace el informe sobre las posibilidades de la industria, tanto de la anchoveta como de la merluza, del camarón, moluscos, etcétera, que no tienen expectativas de aumentar notablemente.

El documento cuya inserción se acuerda más adelante es del tenor siguiente:

3. Recursos pesqueros.

No nos proponemos hacer aquí un inventario detallado de los recursos pesqueros existentes en aguas chilenas. Los resultados de investigaciones anteriores y los datos recogidos por la experiencia industrial se encuentran bien documentados en publicaciones de las diversas entidades fiscales. Ciertamente, en la actualidad se sabe muy poco que permita establecer límites precisos a los recursos, pero luego de revisar todos los documentos, y de las conversaciones sostenidas con muchas personas que trabajan en este campo, el Consultor opina que en el caso de los principales rubros pesqueros que se explotan actualmente, la disponibilidad de recursos constituirá una limitación definitiva para la expansión futura. Chile ha experimentado un proceso de expansión de la pesca que ha durado más de diez años, en que las capturas totales aumentaron de 340 mil toneladas en 1960 a más de un millón de toneladas en 1969. No puede esperarse que este proceso continúe indefinidamente y hay evidencias de que el límite ya se ha traspasado en el caso de las especies más importantes. Ciertamente, en los últimos dos años ha habido un descenso plausible en las actividades relacionadas con las principales existencias.

A continuación se exponen consideraciones más detalladas.

Industria de la harina de anchoveta (Norte).

Está claro que esta industria, en gran parte de propiedad estatal, se encuentra en la actualidad en una situación económica difícil, debido en gran medida a la sobre expansión que se hizo en el pasado de la capacidad de la planta. En el pasado, la actividad pesquera había sido demasiado intensa para un rendimiento sostenido máximo, pero descendió a niveles más aceptables, aun cuando hay un cierto número de barcos ociosos sin una alternativa clara de empleo. Las propias plantas procesadoras son tecnológicamente eficientes y generalmente obtienen un rendimiento superior al del Perú, pero son demasiado pequeñas como para alcanzar economías de escala, y casi todas ellas tienen una considerable capacidad excedente.

Chile comparte las existencias de anchoveta de su zona norte con Perú, lo que complica el análisis, pero el rendimiento sostenido a largo plazo es probable que sea más o menos de 850.000 toneladas al año, variando de año en año. La actividad pesquera actual es adecuada para explotar esta cantidad. En la comercialización de la harina de pescado, Chile tiene que seguir en gran medida el liderato de Perú en materia de precios, aun cuando la harina de pescado chilena obtiene una prima por su mejor calidad. Hay una fuerte demanda internacional y el mercado interno también está en aumento.

En la actualidad, no hay razón para aumentar ya sea la capacidad de captura de la flota o la capacidad de elaboración de la industria, y preocupa ver que algunas empresas están ampliando esta última. CORFO está elaborando proposiciones para reestructurar la industria, pero no existe todavía un plan definido. Es evidente que hay mucho campo para racionalizar la industria, incluyendo la industria de la harina de pescado de la Zona Central, con la siguiente reducción de los costos. En la última sección de este documento se hacen algunas proposiciones a este respecto.

Industria de la merluza.

Esta industria también muestra los signos de estar siendo explotada al máximo. El rendimiento sostenido máximo del recurso actualmente explotado es del orden de 70.000 toneladas al año, de acuerdo al nivel actual de desarrollo, y parecen haber escasas posibilidades de ampliar las capturas de este rubro pesquero. No obstante, aproximadamente el 60% de las capturas de este rubro se convierten en harina, y una mejor comercialización puede aumentar considerablemente el rendimiento económico de este recurso. Esto, sin embargo, entraña cambios considerables en la organización y equipos de la industria, desde nuevos tipos de embarcaciones, instalaciones portuarias y de elaboración, hasta una mejor organización de la comercialización y la distribución. En una sección posterior de este documento se analizan las implicaciones que estas medidas tienen para el plan pesquero.

Industria del camarón.

Los camarones son generalmente pequeños, pero su venta es fácil en los mercados de ultramar. Parece muy improbable que puedan aumentarse las capturas. La industria está organizada en un conjunto de pequeñas plantas, lo que, en este caso, constituye una forma eficiente de organización, a excepción del aspecto de la comercialización. Hay lugar para mejorar la calidad de los desembarques, pero parecen existir escasas oportunidades para ampliar o aumentar la eficiencia económica de esta pesquería.

Moluscos.

La falta de una reglamentación satisfactoria, y una alta demanda interna, ha ocasionado en años recientes una extinción considerable de los recursos naturales de moluscos del país. Es probable que hasta el momento la preservación de las existencias en las zonas más meridionales se deba solamente a las distancias y a las difíciles condiciones de esa zona. Se tiene en cuenta las dificultades que se enfrentan al poner en vigencia los reglamentos. Un aspecto de la actual situación es la incapacidad que tienen los procesadores para pagar los actuales precios del mercado fresco, lo que origina fuertes capturas por parte de sus propias embarcaciones en zonas menos explotadas, lo que causa mayor extinción. Como primer paso, se deberían tomar medidas para controlar la explotación de los bancos naturales. Afortunadamente, se han realizado muchos progresos en el desarrollo de técnicas para el cultivo de ostras y choritos. Estas todavía se encuentran en una etapa experimental, pero el Consultor opina que ya se encuentran suficientemente probadas como para permitir inversiones considerables, en especial si éstas se hacen en asociación con otros programas para mejorar la comercialización. Esta industria representa un potencial considerable de desarrollo, y debería tener una alta prioridad en el plan de desarrollo pesquero.

Centolla.

La pesca de la centolla, que se encuentra bien desarrollada, ha aumentado considerablemente en años recientes, pero a excepción posiblemente de la nueva planta de conservas que existe en el Canal del Beagle, tiene escaso potencial de expansión, en gran medida por razones de orden económico antes que biológico. Las actuales existencias en explotación se encuentran casi ciertamente completamente utilizadas, y la expansión debe provenir de zonas más remotas y difíciles que las actuales zonas en el Estrecho de Magallanes. Dado que la captura debe ser desembarcada viva, el alcance de las embarcaciones es limitado, y el empleo de embarcaciones mayores que las que actualmente se usan y que puedan desembarcarse en una playa, enfrentarían considerables riesgos.

Una solución podría estar en el uso de campamentos móviles de refrigeración rápida, que recorrieran terrenos distantes sobre una base estacional, pero tal desenvolvimiento tendría que esperar el descubrimiento de nuevos recursos. En tales circunstancias, y a excepción de un reconocimiento de la zona de Puerto Williams en el Canal del Beagle, no se considera que esta pesca debería tener ninguna prioridad.

Sardinas.

Estas existencias se capturan conjuntamente con la anchoveta en la región central, y se considera que tiene escaso potencial de expansión, a excepción tal vez de una expansión del orden del 10% mediante la pesca en zonas más australes. El pescado no se desembarca en buenas condiciones, ya que la principal parte de la captura se destina para harina de pescado, y al parecer la posibilidad de obtener un producto envasado de mejor calidad dependería de la posibilidad de desarrollar una técnica especial de pesca, utilizando otros sistemas o métodos, especialmente para los sectores de la sardina fresca y la envasada.

Atún.

De acuerdo a la información obtenida, no existen reservas sustanciales de atún (a excepción del bonito) en las aguas chilenas. No obstante, se dispone de existencias en la zona central oriente del Pacífico y ciertamente en el Atlántico, las que pueden ser explotadas económicamente por embarcaciones chilenas. A pesar de la falta de experiencia previa, Chile tiene algunas ventajas naturales en tal pesca, costos relativamente bajos, bases convenientes, la existencia de un sector pesquero muy desarrollado, y los procesos de captura y elaboración. Muchas naciones prominentes en la captura del aún han comenzado con mucho menos.

Esta empresa entraña un conjunto de problemas, y será necesario contar con más investigaciones y pesca experimental antes de que pueda comenzar en forma seria la planificación de las inversiones, pero la prosecución de esta labor debe tener una alta prioridad.

Otros recursos potenciales.

Hay otros recursos pesqueros en aguas chilenas cuyo aporte potencial al desarrollo nacional no puede ser fácilmente estimado debido a la falta de estudios biológicos.

Algunos de éstos, tales como el jurel y el bonito, ya tienen una considerable importancia comercial, manteniendo la industria conservera del norte. Hay cierta evidencia en el sentido de que las existencias del bonito ya han sido sobreexplota- das, y de que el jurel se encuentra bajo fuertes presiones, una de las cuales proviene de la industria de la harina de anchoveta. Es poco probable que estas especies prometan un crecimiento considerable en los desembarques. No obstante, se dice que existen grandes poblaciones inexplotadas de agujilla, tiburones, bacalao y también buenos potenciales de jaiba, calamares y algas; esta última casi con certeza representa un recurso que puede ser económicamente explotado. Todas estas especies deberían ser objeto de una pronta investigación.

El señor PABLO.-

En consecuencia, puede decirse que los barcos de la Unión Soviética que están pescando en los lugares señalados, están quitando el trabajo a los chilenos que laboraban allí, con la agravante de que se trata de un período en que la producción de merluza ha bajado notablemente: de 130 mil toneladas en 1971 la captura ha bajado a alrededor de 70 mil, ya que en San Antonio y Talcahuano se sacan cerca de 54 mil toneladas, correspondiendo el resto - que es muy poco - a lo que se recoge en las otras zonas pesqueras de Chile.

En esta parte, solicito insertar las estadísticas pertinentes.

El documento cuya inserción se acuerda más adelante es del tenor siguiente:

IMAGEN

Enero 7.328 5.463 6.973 10.253 13.406 6.444

Febrero . . . 7.259 4.873 7.898 8.369 11.921 7.473

Marzo 10.182 5.300 13.912 7.985 9.831 7.714

Abril 7.813 6.870 10.998 8.373 5.074 3.517

Mayo 6.844 5.295 6.366 5.757 4.204 2.741

Junio 4.876 6.221 11.808 4.214 5.382 3.280

Julio 8.433 6.422 12.196 5.933 6.178 1.952

Agosto 10.448 11.050 13.142 7.783 8.514 6.339

Septiembre . . 9.248 7.993 11.137 6.800 4.489 5.152

Octubre ... . 7.576 7.848 15.577 6.376 4.789 5.165

Noviembre . 7.183 6.869 11.669 5.882 6.586 3.348

Diciembre . . 8.047 5.211 8.748 8.074 7.579 3.487

Total . . . . 94.379 80.417 130.421 85.740 57.932 56.593

El señor PABLO.-

Por las razones expuestas, nos parece extraño que el Gobierno insista precisamente en traer más barcos para capturar merluza.

Según el señor Ministro, se trata de abastecer las necesidades de proteínas de la población y de entregar alimentos baratos.

Pero resulta que el propio técnico contratado por el Gobierno señala, respecto de la industria de la merluza, que el rendimiento sostenido máximo del recurso actualmente explotado es del orden de 70.000 toneladas al año, de acuerdo al nivel actual de desarrollo, y parece haber escasas posibilidades de ampliar las capturas de este rubro pesquero. No obstante, aproximadamente el 60% de las capturas de este rubro se convierten en harina, y una mejor comercialización puede aumentar considerablemente el rendimiento económico de este recurso.

Es decir, si en Chile impedimos que- se destine a la producción de harina de pescado la captura señalada, no necesitaríamos invertir millones de dólares para traer barcos que sacarán la misma cantidad de merluza.

Tengo en mi mano el oficio emitido el 29 de febrero del presente año por la Compañía Pesquera Arauco. En él se señala que, prácticamente en dos meses, se han capturado 1.654 toneladas de merluza, 23 de jurel, 12 de pesca fina, y que se han elaborado 252 toneladas de harina, lo que hace un total de dos mil toneladas, aproximadamente.

Para pescar dos mil toneladas estamos pagando aproximadamente 210 mil dólares mensuales. Es decir, por este solo concepto, Chile debe desembolsar 420 mil dólares en dos meses.

Puedo afirmar que toda esta merluza congelada - que en Chile no estamos acostumbrados a consumir - se está atochando en los pocos frigoríficos que tenemos e impidiendo el acopio de la pesca de los pescadores artesanales chilenos, como tuvimos oportunidad de hacerle presente al señor Ministro de Tierras y Colonización. Por otra parte, se está haciendo un negocio que a todas luces deja pérdidas. Porque la pescada o merluza al por mayor tiene un precio oficial de Eº 1,90, y sólo por el golpe de frío que hay que darle y gastos de captura su costo se eleva a tres escudos. Si se vendiera a aquel precio, lo que no sucede, dejaría una pérdida de Eº 1,10 por kilo. Por esta razón, en estos días subirá a seis escudos el kilo - en más de 100% - para financiar en alguna medida el inmenso gasto que está significando a la Compañía Pesquera Arauco la contratación de las naves rusas.

Respecto de los convenios celebrados con la Unión Soviética, hay varios aspectos que deben citarse.

En primer lugar, tenemos un convenio celebrado el 7 de septiembre de 1971, en virtud del cual la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas se comprometió con Chile a colaborar en el desarrollo de su pesquería.

En esa oportunidad se habló de que se arrendarían a Chile barcos con desplazamiento no inferior a 900 toneladas. Está claro el hecho de que Chile arrendaría esos barcos.

Pongo mucho énfasis en que Chile arrendará, hecho reconocido públicamente por el Gobierno, porque si hay una cosa difícil de desentrañar es el sentido del contrato en este aspecto. Se ha planteado como si se tratara de una ayuda que nos prestan y no como un arrendamiento vulgar y corriente que lleva, además, la cláusula oro. Claramente -repito- se habla de que se arrendarán los barcos.

Más aún, en el acta de las sesiones de la Comisión Chileno-Soviética de Pesca - conversaciones celebradas en Moscú, en las cuales participó el Ministro de Tierras y Colonización chileno -, en su punto 4º del orden del día, se habla de la colaboración en el campo del abastecimiento de pescado y otros productos del mar a la población chilena, mediante el arrendamiento por el Gobierno de Chile de barcos pesqueros soviéticos.

Esto se volvió a tratar en el orden del día, y se deja constancia de lo siguiente:

Según solicitud de la Parte Chilena, la Parte Soviética enviará a Chile tres barcos de la clase RTM Atlantic por el plazo de un año para explotar la pesca destinada al consumo humano.

En verdad, se han arrendado tres barcos con esta finalidad; pero a Chile no han llegado sólo esas naves, sino que cuatro. En efecto, el cuarto pertenece a otro grupo de buques que la Unión Soviética se comprometió a enviar durante 1972.

Para dicho fin, el Convenio expresa lo siguiente:

Investigaciones conjuntas de las reservas pesqueras.

La Parte Soviética enviará en 1972 hasta dos barcos de investigación científicas y hasta 8 barcos pesqueros para la realización de investigaciones científicas y económico-pesqueras de los recursos pesqueros de Chile según el programa y metodología establecidos previamente pollas organizaciones científicas pesqueras de ambas Partes.

La clase de barcos será determinada y acordada posteriormente.

A bordo de dichos barcos, sean científicos o de pesca, trabajarán conjuntamente científicos y especialistas soviéticos y científicos y especialistas de Chile.

Los barcos antes mencionados serán entregados en arriendo a la Parte Chilena, la cual en pago del arriendo destinará un 50% de la pesca recogida y elaborada en ellos.

Es decir, estas naves nada tienen que ver con las que figuran en el punto 4º del orden del día del acta mencionada.

Por un lado, vendrán a Chile dos barcos de investigación. Sumados los ocho pesqueros, hacen un total de diez; más los tres ya arrendados por un año, son trece. Pero eso, es de gran envergadura y volumen el Convenio, y temo que se haya hecho muy a la carrera, sin conocer nuestra realidad y sin que medie un informe previo que avalara la inversión.

Por ejemplo, Angola, para empezar el desarrollo de su pesquería contrató una investigación de los recursos ictiológicos de sus mares. Una vez que tuvo el informe, adecuó la inversión de sus recursos a la explotación de las posibilidades que sus aguas le ofrecían.

En cambio, aquí ha sucedido todo lo contrario. Primero se han contratado los barcos, y después veremos dónde están los recursos, porque se parte de la base de que el mar puede ser explotado indefinidamente, aunque el técnico de la FAO contratado por el actual Gobierno señala que no existe esa posibilidad. Desgraciadamente, no se pretende que estos barcos vayan a experimentar más allá de las 40 millas, que normalmente alcanzan los barcos pesqueros chilenos, sino que precisamente se introducen en el Golfo de Arauco, en Lebu y otras partes. Y cuando hemos reclamado al señor Ministro, nos ha contestado a veces que estamos faltando a la verdad, en circunstancias de que se ha confirmado la destrucción de implementos de pesca a causa de la acción de esas naves, lo que evidentemente crea honda inquietud en el sector de pescadores.

Sobre el particular, en el programa de televisión A tres bandas, un Diputado de Gobierno habría manifestado que se trata de una ayuda gratuita al Gobierno de Chile. Veamos si es así.

Hay una cláusula del contrato que dice lo siguiente:

Serán de cargo del Armador todos los gastos de explotación del barco, particularmente los gastos para adquisición de combustibles, lubricantes, envases para empaquetar los productos pesqueros, repuestos y otros materiales necesarios para el trabajo de todos los equipos el barco en general, víveres para la tripulación, trabajos de reparación del buque y otros gastos incluyendo pago de agencia.

Serán de cargo del Cliente - en este caso, la Compañía Pesquera Arauco - todos los gastos portuarios y en particular; pago de los derechos portuarios, derechos de pilotaje, derechos de faros y balizas, pago de remolcadores, trabajos de descarga de los productos de pesca de la bodega, de la nave, la carga de abastecimiento y atraque.

Aparentemente, no estamos en presencia de un contrato de arrendamiento. Pero en la cláusula Nº 12 se dice lo siguiente: Cada cuatro meses el Armador presentará al Cliente las rendiciones de cuenta por los gastos de explotación en que han incurrido, hasta una cantidad de 870.000 dólares norteamericanos anuales por cada barco.

Sabemos, porque oficialmente se ha reconocido, y así lo dicen los convenios suscritos, que estamos ante un contrato de arrendamiento. Además, públicamente, en la edición de Las Noticias de Última Hora del jueves último, aparece una declaración en que un ejecutivo de la empresa sostiene: estamos en presencia de un contrato de arrendamiento.

Por lo tanto, no nos hallamos ante un contrato de beneficencia. Tan claro es que no se trata de beneficencia, que éste es uno de los primeros contratos que llegan a mis manos en que veo introducida la cláusula oro: el contrato no es en dólares, sino en oro. Porque el referido Nº 12 continúa así: La recuperación de los costos de explotación indicada en el presente contrato se determinará de acuerdo al contenido en oro de un dólar norteamericano equivalente a 0.888671 gramos de oro puro, siempre que sea refrendado por el Banco Central de Chile.

Es decir, estamos lisa y llanamente en presencia de la cláusula oro, ya introducida en nuestros contratos, que es lo normal del comercio de la Unión Soviética.

Cuando en el Gobierno anterior se celebraron tratados de comercio con la Unión Soviética, tropezamos precisamente con la exigencia de introducir la cláusula oro. Por eso no hubo logros en tal sentido durante la pasada Administración. Y demoramos mucho en llegar a la celebración de convenios, pues no se podía eludir esa cláusula. Por último, se consiguió evitarla. Y ahora resulta que el primer contrato celebrado por este Gobierno con la Unión Soviética la incluye.

Ahora, otra cosa curiosa.

Hemos visto durante los últimos días cómo se han rasgado vestiduras por el hecho de que tribunales norteamericanos tengan competencia para abocarse al conocimiento de demandas interpuestas ante ellos contra el Estado chileno. Sin embargo, mediante el contrato en referencia se posibilita a tribunales de la Unión Soviética conocer de demandas entabladas contra Chile por hechos acaecidos en el país.

Veamos qué diferencia existe entre ambos casos.

En el primero tienen competencia los tribunales norteamericanos, porque Chile se comprometió a pagar determinada suma de dólares en Estados Unidos. Con cláusula o sin ella, habría existido dicha competencia, en razón del domicilio del acreedor.

Pero ahora estamos ante un hecho distinto. Hay barcos de bandera soviética trabajando en Chile. Pueden producirse entre el Gobierno chileno y el de la Unión Soviética, porque es un contrato país a país - se dice con toda claridad -, opiniones divergentes en cuanto a hechos realizados en territorio nacional por los soviéticos. Pues bien, el contrato establece que en esos casos aquéllas se someterán a la consideración de los organismos de arbitraje del país demandado. Dichos organismos no están instituidos oficialmente en nuestro país. De modo que si un barco soviético no cumple - por ejemplo, si la tripulación no labora o no se somete a las exigencias respectivas -, deberá demandarse a la compañía que lo arrendó, y tribunales de la Unión Soviética se abocarán al conocimiento de la causa.

El señor IRURETA.-

¿Cómo está compuesto ese tribunal

El señor PABLO.-

Dice el contrato: Todas las discrepancias o divergencias que puedan surgir durante la realización de este contrato serán sometidas a consideración de los organismos de arbitraje del país demandado.

Y agrega más adelante: La decisión del arbitraje podrá ser sometida en última instancia a la Comisión Mixta Chileno- Soviética de Pesca. Son tres soviéticos y tres chilenos.

El señor IRURETA.-

¿Se sabe quiénes son los árbitros en la Unión Soviética?

El señor PABLO.-

Lo ignoro. En nuestro país no hay árbitros; sólo existirán los que se pacten o convengan. Desconozco el derecho soviético. Por lo tanto, ignoro quiénes intervendrán.

El señor LORCA.-

¿Por qué no manda la copia del contrato al Senador Altamirano, Honorable colega, para ver si denuncia como traidor al Gobierno del Presidente Allende?

El señor PABLO.-

Oportunamente lo haremos.

He hecho hincapié en estas consideraciones, porque se ha dicho que esta ayuda se entrega a título gracioso, que estamos recibiendo un beneficio. Sin embargo, se paga hasta el último centavo. Por ejemplo, el arrendador se pone en el caso de que, estando un barco en alta mar, deba prestar servicios de salvataje a otra nave; y se señala quién correrá con los gastos en ese evento.

Por lo tanto, estamos en presencia de un contrato eminentemente comercial, de un volumen aproximado a los tres millones y medio de dólares al año en este instante, por tres barcos; no sabemos qué proporción tendrá si se traen los diez nuevos barcos que aquí se indican.

Además, debo advertir que cada barco tiene una tripulación de 78 personas, todas de nacionalidad extranjera. También hay participación de personal chileno. Pero las personas señaladas en el anexo del contrato provienen en su totalidad de la Unión Soviética.

Por eso, pido insertar también el contrato en referencia, para hacerlo público y permitir a la vez que personas con mayor conocimiento de la actividad pesquera puedan opinar al respecto.

Me parece muy extraño que en Chile, para comprar una resma de lápices o determinada cantidad de cuadernos u otros artículos, deba llamarse a propuesta pública, y que, en cambio, para suscribir un contrato cuyo monto supera los tres millones de dólares se actúe con ligereza y precipitación y sin conocer otras ofertas.

El señor LORCA.-

Como hay quorum para votar, sugiero al señor Presidente someter a la consideración de la Sala la solicitud de inserción que formuló el Honorable señor Pablo.

El señor PABLO.-

Ruego al señor Presidente solicitar el pronunciamiento del Senado respecto de todas las inserciones que solicité en el curso de mi intervención.

El señor FERRANDO (Vicepresidente).-

Si le parece a la Sala, se accederá a la solicitud de Su Señoría.

Acordado.

El documento que se acuerda insertar en esta parte de la intervención del señor Senador dice como sigue:

IMAGEN

Contrato

Moscú, 7 de diciembre de 1971. En concordancia con el Convenio entre el Gobierno de la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas y el Gobierno de la República de Chile, sobre la colaboración en el proyecto del desarrollo de la pesquería del día 7 de septiembre, 1971, la Corporación Comercial Sovrybflot del Ministerio de la Industria Pesquera de la URSS llamado en adelante el Armador de una parte y Empresa Pesquera Arauco llamada en adelante Cliente han concluido el presente Contrato en los términos siguientes:

Nº 1

De común acuerdo, el Armador enviará al Cliente por el plazo de un año tres buques RTM del tipo Atlántico para realizar actividades pesqueras. Dichos buques se entregarán en estado de operar de inmediato y tendrán a su disposición toda clase de equipos, así como las correspondientes tripulaciones soviéticas.

El Armador asegurará el mantenimiento de las tripulaciones, el funcionamiento de todas las máquinas, mecanismos y motores de los barcos arrastreros durante todo el plazo del contrato, siempre que el Cliente conceda el tiempo necesario para efectuar todas las reparaciones profilácticas y las necesarias entre los recorridos de trabajo.

Las características técnicas de un barco se dan en el anexo Nº 1 al presente contrato. El personal de la tripulación de un buque se determina en el anexo Nº 2 al presente contrato.

Nº 2

Los buques del presente contrato efectuarán labores de pesca bajo la bandera soviética durante la duración del mismo.

Nº 3

Los buque trabajarán en las condiciones de trabajo más favorables concedidas por el Cliente, o sea, las mismas que son aplicadas a los buques chilenos.

Nº 4

De conformidad con las condiciones del presente contrato el Cliente explotará el buque desde el momento de su entrega. El capitán del barco, obedecerá las disposiciones del Cliente referentes a la explotación del buque, salvo aquellas que se refieren a la navegación del barco, a la reglas interiores y a la administración de su tripulación y sus materiales.

Nº 5

Todo el producto de la actividad pesquera de estas naves se entregará al cliente en un muelle cómodo y seguro de un puerto donde el buque pueda estar a flote y que será indicado por el Cliente.

Ello se formalizará por un Acta bilateral, firmada por el Capitán del barco y por un representante autorizado por el Cliente.

Nº 6

Los representantes del Cliente, conjuntamente con el Armador o con sus representantes, coordinarán el Horario de la salida de los barcos a los lugares de pesca y su llegada al puerto para entregar la producción preparada.

En el horario mencionado se tendrá en cuenta:

a) La hora de salida del barco (os) del puerto a los lugares de pesca;

b) El tiempo de captura teniendo en consideración la ida y vuelta del barco al puerto;

c) La región de pesca;

d) La fecha de llegada del barco al puerto para entregar la producción preparada;

e) Las normas de descarga de los productos de pesca y de carga de los abastecimiento necesario para el otro recorrido, es decir: agua potable, combustible, cajas, materiales para empaquetar u otros materiales de explotación;

f) El orden y las condiciones de efectuar labores de carga y descarga;

g) El orden y las condiciones de efectuar reparaciones profilácticas entre los recorridos, por parte de la tripulación soviética con la participación de las entidades locales;

h) Las condiciones de descanso de la tripulación del barco.

Nº 7

El Armador asegurará la salida de un puerto soviético de tres barcos RTM del tipo Atlántico antes del 31 de diciembre de 1971.

Se considerará iniciado este contrato a partir de la notificación de zarpe por parte del capitán de cada buque desde el último puerto soviético por la vía más directa.

La terminación del plazo que fije este contrato será la fecha de zarpe de cada barco desde el último puerto chileno, debidamente legalizada por un Acta bilateral en que se establecerá el número de días de estancia del barco a disposición del Cliente.

Nº8

Serán de cargo del Armador todos los gastos de explotación del barco, particularmente los gastos para adquisición de combustibles, lubricantes, envases para empaquetar los productos pesqueros, repuestos y otros materiales necesarios para el trabajo de todos los equipos y el barco en general, víveres para la tripulación, trabajos de reparación del buque y otros gastos incluyendo pago de agencia.

Serán de cargo del Cliente todos los gastos portuarios y en particular; pago de los derechos portuarios, derecho de pilotaje, derecho de faros y balizas, pago de remolcadores, trabajos de descarga de los productos de pesca de la Bodega, de la nave, la carga de abastecimiento y atraque.

Nº 9

Durante el tiempo en que el barco no pueda salir a pescar por no estar en condiciones para desarrollar operaciones de pesca, no serán de cargo del Cliente los gastos de explotación del buque, determinados sobre la base de un valor diario promedio acordado entre el Cliente y el Armador.

Si el buque no puede ser explotado por culpa del Cliente, le corresponderá a este el pago de los costos de explotación, independientemente de la indemnización de los daños causados.

En los casos señalados intervendrá como mediador el organismo técnico competente de la Dirección del Litoral y de la Marina Mercante de Chile.

Nº 10

En caso de que el barco deba prestar ayuda a otros barcos en alta mar durante la vigencia del Contrato, la suma que este reporte será distribuida en partes iguales entre el Armador y el Cliente.

En este caso, el Cliente no pagará los costos de explotación por el tiempo que el buque esté dedicado a esta labor de ayuda.

Nº 11

El Cliente concederá al Armador el tiempo suficiente para efectuar con la tripulación las reparaciones que sean necesarias; asimismo para su puesta en dique. La duración de estas reparaciones y las puestas en dique, serán acordadas según el horario previsto en el artículo 6 de este Contrato.

El tiempo que demanden reparaciones profilácticas se incluirán en los costos de explotación y serán de cargo del Cliente.

Nº 12

Cada cuatro meses el Armador presentará al Cliente las rendiciones de cuenta por los gastos de explotación en que han incurrido, hasta una cantidad de 870.000 dólares norteamericanos anuales por cada barco. La deuda se pagará con harina de pescado u otro producto del mar a partir del mes de julio de 1972.

La recuperación de los costos de explotación indicado en el presente contrato se determinará de acuerdo al contenido en oro de un dólar norteamericano equivalente a 0.888671 gramos de oro puro, siempre que sea refrendado por el Banco Central de Chile.

Nº 13

En caso de circunstancias de fuerza mayor no previstas por el Armador y Cliente, y que surjan no por culpa de ellos, pero que influyan sobre la vigencia de este contrato, las dos partes se consultarán inmediatamente y acordarán medidas tendientes a solucionar estas dificultades.

Nº14

Todas las discrepancias o divergencias que puedan surgir durante la realización de este contrato serán sometidas a consideración de los organismos de arbitraje del país demandado.

La decisión del arbitraje, podrá ser sometida en última instancia a la Comisión Mixta Chileno-Soviética de Pesca.

Nº 15

Ninguna de las Partes firmantes de este Contrato podrá transferir sus derechos y obligaciones a terceras personas.

Nº 16

La vigencia del presente Contrato se podrá dar por terminada con 60 días de aviso previo, hecho en forma escrita por una de las Partes.

Nº 17

Toda clase de cambios y suplementos al Presente Contrato tendrán vigor si están hechos en forma escrita y convenientemente firmados por los representantes facultados por las Partes.

Nº 18

El presente Contrato está firmado en Ruso y Español y ambos textos igualmente válidos.

Este Contrato es ratificado por la Empresa Pesquera Arauco con esta fecha.

Las direcciones jurídicas de las partes son:

Armador:

M/O SovrybflotMoscú, E-58, calle Lechebnaya Nº 1/36, URSS.

El Armador

Cliente:

Empresa Pesquera Arauco

Moneda 856 - Santiago

Chile.

El Cliente.

Santiago de Chile, 12 de enero de 1972.

Características Técnicas de un pesquero tipo RTM Atlántico

Destinación del buque:

Pesca con red de arrastre (desde la popa), congelación, elaboración de la harina de pesca, de la grasa de pesca, transportación del producto al puerto.

Clase del buque:

Registro de la URSS L R Ch S

Longitud máxima 82,2

entre 73

anchura 13,6

Altura del bordo 9,55

Calado en carga (M) 5,16

Desplazamiento en carga (toneladas) 3,200

Cantidad de cubiertas 2

De bodegas 4

De escotillas 4

Capacidad general (m3) . . . . 1.288 Incluyendo:

La de bodegas refrigeradoras . . 1.100

La de bodegas no refrigeradoras 165

La de tanques de la grasa de pesca 25

Capacidad del tanque (m3)

La de combustible diesel 610

La de combustible de caldera .. 78

La de agua potable 180

La de aceite 27

Capacidad del motor (f de c) 2 x 1160

Durante la travesía:

Velocidad (nudos) 12,8

Autonomía (día) 60

Tripulación 78

Productividad:

La de instalación de congelar (tons/día máx.) 45 x-)

La de instalación de producir harina de pesca (tons/día) ... 30 Casos promedios en un día del combustible:

Durante la travesía del combustible diesel 10,0

Del combustible de caldera .... 1,5 Durante la pesca:

Del combustible diesel 8,0

Del combustible de caldera .... 3,0 Durante la estancia en el Puerto:

Del combustible diesel 0,6

Del combustible de caldera ... 1,2

Los gastos promedios del agua . 6,0

Observación: x) La capacidad promedia de la instalación de refrigerador- 36 toneladas

Tripulación de un RTM del tipo Atlántico

Denominación de las

especialidades Cantidad

Capitán-Director 1

Primer Ayudante del capitán . . 1

Ayudante superior del capitán . . 1

Segundo ayudante del capitán . . 1

Tercer ayudante del capitán ... . 1

Jefe de la estación de radio .. .. 1

Radioperador de primera clase . . 1

Conductor radioeléctrico-hidroacústico 1

Mecánico superior 1

Segundo mecánico 1

Tercer mecánico 1

Cuarto mecánico 1

Contramaestre 1

Motorista superior 3

Motorista de primera clase .... 3

Mecánico de instalación de refrigerador 1

Motorista de refrigerador de primera clase 3

Segundo mecánico eléctrico .... 1

Eléctrico 3

Mecánico ajustador 1

Tornero-ajustador 1

Ayudante del capitán por parte de la producción 1

Maestro superior por captura de pescado 1

Maestro de captura de pescado . 2

Maestro superior por la elaboración del pescado 1

Maestra de elaboración del pescado 1

Maquinista de la instalación de producir 1

Harina de pescado 2

Marinero superior 2

Marinero de primera clase 20

Marinero de segunda clase 12

Cocinero de primera categoría 1

Cocinero de segunda categoría 1

Cocinero de tercera categoría 1

Gerente de ropas lavandera 1

Médica 1

Traductor 1

Total 78.

El señor PABLO.-

También formulo indicación para publicar in extenso mi intervención, a fin de posibilitar el conocimiento íntegro por la opinión pública de los documentos a que me referí.

El señor FERRANDO (Vicepresidente).-

Si al Senado le parece, se acogerá la solicitud del Honorable señor Pablo.

Acordado.

El señor PABLO.-

Señor Presidente, termino mis observaciones manifestando que estamos en presencia de un asunto para cuyo análisis debe prescindirse de todo tipo de consideraciones acerca del país comprometido. Creo que Chile puede y debe tener contactos comerciales con la Unión Soviética. Lo que me preocupa, sí, es que el Ministro, en el ánimo de hacer algo bombástico que prestigie al Gobierno, esté llevando al país a una aventura de la cual vamos a salir bastante mal parados. Creo que llegó el momento de promover un debate nacional, no sólo con relación a esta materia, sino a otras en donde se está avanzando hacia la estatificación del comercio. Y no estoy hablando del gran comercio, del comercio mayorista en general, sino del comercio pesquero. Se está imponiendo al pescador la obligación de vender al Estado, y éste puede a su vez - en su oportunidad analizaremos el problema - tomar

actividades como las del comerciante detallista o las del transportista, por mencionar sólo algunas. Además, ya se ha creado el estanco del comercio de la pescada o merluza. Pude observar cómo funciona en Santiago en el terminal pesquero. Me levanté a las 5 de la madrugada para ir a ver cómo actuaba, y me encontré con que las dos cámaras frigoríficas con que cuenta ese terminal estaban descompuestas desde hacía cuatro meses y no se reparaban; me impuse también de que la máquina para hacer hielo se hallaba descompuesta desde hacía ocho meses. No veo qué criterio aplican quienes desean hacerse cargo del comercio del pescado en Chile si no dan importancia a los frigoríficos. Ayer comunicaron en el terminal que la almeja también sería comercializada sólo por el Estado.

Me parece que por este camino no sólo se está luchando contra los monopolios, sino que se está yendo a la estatificación de todas las actividades económicas del país, conforme al modelo estatuido por Fidel Castro. Si el propósito es ése, debe darse a conocer al país.

Por eso he querido levantar mi voz esta tarde, señor Presidente.

Solicito también oficiar a la Cámara de Diputados para que, si lo tiene a bien, realice un estudio más detenido del problema por intermedio de una Comisión investigadora, a fin de saber qué está aconteciendo en lo relativo a los productos del mar.

Pido también dirigir oficios a la Comisión pertinente de la Cámara Baja y al Presidente de esa Corporación, transcribiendo mis observaciones, en el convencimiento de que éste es un problema eminentemente económico. No hago cuestión de posiciones partidistas. Pensaría del mismo modo si se hubiera celebrado en forma tan ligera un contrato de esa especie con Estados Unidos. Considero indispensable, sí, saber cómo van a administrar esos dólares. Nos extraña sobre- manera la carencia de un informe previo que señalara la necesidad de suscribir un contrato como el mencionado, y que un señor Ministro viaje a Moscú y, por sí y ante sí, contraiga compromisos para traer 13 barcos al país. Y si cada nave tiene 78 personas a bordo, resulta que, de llevarse adelante el contrato, más de mil hombres de otros países estarán trabajando en Chile. Habría que saber si realmente eso se justifica.

He dicho.

El documento que se acordó insertar en esta parte de la intervención del señor Senador dice como sigue:

En Santiago, a 13 de marzo de 1972, bajo la presidencia del Honorable SenadorTomás Pablo, se han reunido dirigentes Sindicales y Representativos del Gremio de Pescadores Artesanales agrupados en Sindicatos y Cooperativas, provenientes de: Coquimbo, Tongoy, Los Vilos, Papudo, San Antonio, El Quisco, Quintero, Ventanas, Concón, San Vicente, Talcahuano, Queule, Horcones, Guanaquén, Bahía Mansa, Desembocadura Maipo, y Dirigentes Sindicales y representantes de Sindicatos de Comerciantes Detallistas, Minoristas y Mayoristas de Productos del Mar.

Al término de la reunión se llegó á las siguientes conclusiones:

1.- Los Pescadores Artesanales declaran sus propósitos de luchar:

a) Por fortalecer su organización sindical, con el fin de hacer valer a través de ellas y en sus bases sus puntos de vista en defensa del gremio.

b) Señalan que reiteran y hacen pública su preocupación por lograr obtener previsión social para el gremio de pescadores, lo que esperan se transforme en realidad a la brevedad posible.

c) Declaran que son partidarios de mantener y perfeccionar la organización cooperativa que existe a lo largo del país; con el propósito de que sirva en forma eficiente a los productores para incrementar sus beneficios y una mejor comercialización de los productos del mar, disminuyendo sus costos y, por ende, los precios al consumidor.

d) Declaran que son partidarios de que el Estado intervenga en la comercialización del pescado en una Empresa Estatal que sirva: para estimular y aumentar el consumo, como organismo regulador de precios y, particularmente, que cuente con capacidad para almacenar en frío capturas mayores en época de abundancia suministrándolas a la población en períodos de escasez. Pero rechazan terminantemente que la empresa de carácter estatal, pretenda tomar un control monopólico del comercio del pescado, excluyendo las otras empresas y organizaciones de comercialización que han existido hasta el presente. Tal medida provocaría: por una parte, gran cesantía y polla otra, crearía una frondosa burocracia con cargo al erario nacional.

e) Ven con agrado las declaraciones del Ministro señor Humberto Martones en orden a que pretende aumentar la dotación de embarcaciones adecuadas y motorizadas para el pescador artesanal y reclaman que en planes y proyectos de Gobierno se incluya un aumento de dotación y frigoríficos y redes de frío, para las distintas etapas de producción y comercialización, desde la captura hasta la venta del pescado al consumidor.

f) Expresan que la presencia de los barcos contratados en la U.R.S.S. por la Pesquera Arauco se ha evidenciado como perniciosa debido a su alto costo y al hecho de que trabajen en los mismos sectores del mar en que habitualmente lo hacen las naves y los pescadores chilenos. Esto ha traído aparejada una notable disminución de la captura que realizan los trabajadores nacionales.

Si el Gobierno persiste en mantener estos contratos con la U. R. S. S. estiman que estos barcos deben pescar a una distancia de la costa no inferior a 40 millas, y no a 6 millas como lo hacen en la actualidad, o en zonas no explotadas aún.

2.- Los comerciantes minoristas y detallistas declaran que:

a) Resuelven formar una Federación Nacional de Comerciantes Detallistas de Productos del Mar, resolución que toman con la asistencia de representantes de: Coquimbo, San Antonio, Santiago, PuenteAlto, Talcahuano y Temuco. Esta Federación tendrá el propósito de velar por la solución de los problemas que afecten a sus gremios.

b) Declaran que debe darse preferencia a los comerciantes detallistas y minoristas de productos del mar, para que adquieran frizer que el Gobierno ha anunciado distribuirá, con el propósito de estimular el consumo del pescado.

Para tales efectos, estiman también que deben otorgárseles créditos que les permitan mejorar sus actuales instalaciones y locales.

c) Rechazan terminantemente el poder comprador estatal único, que pretende imponerse con carácter monopólico, para la compra de los productos del mar. Sin embargo, expresan que estiman conveniente exista un Poder Regulador del Estado.

d) Por último señalan su preocupación ante el anuncio de los precios que el Gobierno fijará al consumidor, principalmente porque se ha omitido al hacerlo la fijación de precios en playa y en el terminal pesquero.

3.- Los comerciantes mayoristas declaran:

a) Que rechazan el monopolio del Estado en materia de comercialización del pescado y mariscos, pero que aceptan la Empresa Estatal de comercialización, como un poder regulador y competitivo exclusivamente.

b) Declaran estar dispuestos a buscar fórmulas de comercialización junto a los pescadores, que les permitan cautelar los intereses de los comerciantes y de los pescadores, eliminando cualquier vicio que pudiera existir en el actual sistema de comercialización.

c) Declaran ser partidarios de que se ponga término al estanco que está ejerciendo el Estado en el comercio de la merluza fresca, ya que en vez de aumentar el consumo, lo ha disminuido.

4.- Todos estos acuerdos, tomados en las diversas comisiones que funcionaron, fueron aprobados por unanimidad en la sesión plenaria final.

5.- Por unanimidad de la asamblea plenaria final, se denuncia ante la opinión pública que si se produjera desabastecimiento durante los días de Semana Santa de los productos del mar, ello sería sólo consecuencia del amedrentamiento de que han venido siendo objeto los gremios de comerciantes, en el sentido de que en el curso del mes de marzo se establecería el Poder de Compra único y monopólico de los productos del mar. Los Gremios de Pescadores y Comerciantes deslindan desde ya toda responsabilidad.

Debe considerarse además que la acción de los barcos contratados en la U. R. S. S. por la Pesquera Arauco, ha disminuido notablemente la captura que hacían los pescadores artesanales chilenos.

6.- Finalmente, todos los asistentes se comprometieron a respetar y hacer respetar las conclusiones a que se llegó en este ampliado y luchar por que las hagan suyas los gremios a lo largo de todo el litoral.

Tomás Pablo Elorza, Senador, Presidente del Ampliado.

Simón Aránguiz, Secretario del Sindicato de Pescadores Artesanales de SanVicente Talcahuano, Vicepresidente del Ampliado.

Hernán Fuentes, Presidente de la Coop. Reg. de Pescadores Artesanales Puertecito, San Antonio, Comisión Organizadora del Ampliado.

Segundo Orellana, Secretario de la Coop. Puertecito.

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