Cargando...
  • Alto contraste

Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario

Conozca la Comunidad Australiana de Inteligencia y su labor en seguridad y defensa

22 octubre 2014

La institucionalidad de inteligencia en Australia contempla una agencia encargada de las amenazas internas y otra orientada a las organizaciones ilícitas provenientes del exterior que puedan afectar la seguridad del territorio o de ciudadanos australianos fuera de este.

La Comunidad Australiana de Inteligencia es un organismo de Estado que agrupa a seis agencias, cuyas funciones y responsabilidades son complementarias. Semestralmente esta institución debe rendir cuentas al parlamento y a un inspector del Poder Judicial, quien a su vez fiscaliza a cada uno de los organismos, uno de ellos es la Organización Australiana de Seguridad e Inteligencia (ASIO) oficina principal encargada de la seguridad al interior del territorio. Más detalles sobre las principales funciones de esta comunidad de agencias, en la siguiente nota.

 

Institucionalidad de inteligencia orientada al trabajo civil

 

Esta agrupación de organismos de Inteligencia encierra a seis distintas agencias, cada una con diferentes funciones y responsabilidades. En esta comunidad se encuentra la Oficina Nacional de Evaluaciones (ONA), la Organización Australiana de Seguridad e Inteligencia (ASIO), la Dirección Australiana de Señales (DSD), la Organización de Inteligencia en Defensa (DIO), la Organización de Defensa e Imágenes Geoespaciales (Digo) y el Servicio Australiano Secreto de Inteligencia (Asis).

 

De las agencias anteriores, hay tres que funcionan como organismos de inteligencia, ASIS, ASD y DIGO, mientras que la Oficina Nacional de Evaluaciones y la Organización de Inteligencia en Defensa -compuesta por funcionarios militares- se encargan de la evaluación de todas las demás, a modo de generar un proceso de pesos y contrapesos.

 

Para Claudio Rebolledo, cientista político, experto en asuntos de inteligencia, “la existencia de órganos de evaluación indica que hay una intención clara de mantener prácticas transparentes y apegadas a la ley, estos órganos deben ser colegiados porque el control de la gestión no puede quedar exclusivamente en manos del gobierno. Ahora, es destacable que estas agencias tengan personal civil de carrera que comience a trabajar desde que son jóvenes, esto le da un grado de permanencia que es muy necesario para estos asuntos”

 

La labor de la Organización Australiana de Seguridad e Inteligencia (ASIO)

 

Creada a partir de un estudio realizado el año 2005, con el fin de convertirse en una organización que pueda incorporar las demandas de una ciudadanía más compleja en términos políticos, económicos, sociales y culturales, además de ser una institución con mayores procedimientos de transparencia y rendición de cuentas. Adicionalmente, este organismo cuenta con una hoja de ruta que permite proyectar su gestión en 10 y 15 años.

 

Los desafíos tradicionales de la seguridad han cambiado, hay nuevas amenazas y la capacidad de respuesta a estos nuevos desafíos es diferente, siendo hoy considerablemente más complejos. De esta manera la Comunidad Australiana trabaja a través de una lógica de operaciones compartidas, coordinadas efectivamente entre agencias y con un mejor conocimiento acerca de las amenazas transnacionales.

 

La coordinación entre oficinas se lleva a cabo de mejor manera cuando el personal es preparado para tal efecto. Según Rebolledo, la capacitación constante de los agentes es fundamental. “Es bueno remarcar la necesidad de que la preparación de todos los funcionarios tenga una base común, que luego se diversifique en las distintas ramas de la organización. Esto es destacable en el caso australiano, porque no hay distinción entre militares y civiles, o entre los de una escuela de formación A versus una escuela de formación B”, añadió.

 

Una oficina orientada a las amenazas externas

 

La globalización ha llevado a la proliferación de nuevas actividades ilícitas, es en este contexto que surge ASIS, una oficina de inteligencia que funciona a la par de ASIO, pero con una mirada internacional, principalmente en los conflictos y amenazas en la región del Asia. Si bien ambas agencias se nutren y son capaces de trabajar en conjunto para desactivar amenazas transnacionales, ASIO trabaja también en asociación con otras agencias en el extranjero.

 

Conocida también como la “agencia exterior secreta de inteligencia humana”, su misión es proteger y promover los intereses vitales de Australia a través de servicios únicos de inteligencia dirigidos por los gobiernos. La organización de ASIS se distingue por tener un espíritu de cuerpo, con una cultura de trabajo que se apega a los Valores Australianos de Servicio Público, consistentes en valorar la diversidad, promover el cambio y las ideas innovadoras.

 

De esta manera, ASIS entrega información recopilada y procesada a través de sus agentes, al resto de los organismos de inteligencia de la Comunidad. Asimismo, hace público todo tipo de información que se sospeche vaya en perjuicio de otros sectores del Estado o la sociedad.

 

Legislación para sustentar los servicios de inteligencia

 

Con el fin de proveer las bases legislativas del trabajo de toda la Comunidad Australiana de Inteligencia, el año 2001 se promulgó la ley de servicios de inteligencia. En ella están estipuladas las funciones de todas las agencias, incluyendo cuáles son las agencias que pertenecen a la comunidad y cuáles no.

 

Dentro de esta ley está consagrado el rol del Parlamento australiano en la supervisión de las actividades de inteligencia, razón por la cual existe el Comité de Inteligencia y Seguridad, que tiene como responsabilidad la revisión de todas las agencias, reconocer sus debilidades y fortalezas, proveer los recursos necesarios para la administración anual y discutir sobre el presupuesto que agencias como ASIO y ASIS requieren para completar sus planes a largo plazo.

 

A estas funciones del Poder Legislativo, se agrega el seguimiento de un inspector general de Inteligencia y Seguridad que con un estatuto independiente, es empoderado por el Poder Judicial para investigar asuntos relativos a la agencia, en particular a su funcionamiento y a las prácticas secretas, tanto a nivel nacional como internacional. Este inspector, a su vez, exige que las agencias cumplan con el Acta Anual de Administración Financiera y de Rendición de cuentas, cuyo fin es el seguimiento de los gastos generados por toda la comunidad.

 

Posibilidad de crear un organismo similar en Chile

 

La institucionalidad de la Comunidad Australiana de Inteligencia, tiene elementos que podrían ser utilizados en nuestro país, en una eventual reforma de la Agencia Nacional de Inteligencia. A tal efecto, Claudio Rebolledo aseguró que “hay características del caso australiano que pueden ser replicados, sin embargo el presupuesto público ha sido históricamente limitado, por lo tanto sería difícil crear una agencia para asuntos interiores y otra para las amenazas externas”, señaló.

 

En relación a la rendición de cuentas como función primordial de esta institución, “la existencia de una Comisión parlamentaria y la supervisión constante de un inspector que esté ligado al poder judicial, son elementos que en Chile podríamos considerar en nuestra legislación y que nunca se han mencionado. Este tipo de contrapesos ayudan a que todos los procesos sean más confiables y transparentes” sostuvo Rebolledo.

 

 

Los hitos que marcaron la creación de la Comunidad Australiana de Inteligencia

 

Si bien los organismos de inteligencia en Australia comenzaron a funcionar el año 1952 con el fin de resguardar al territorio australiano de amenazas externas, no fue sino hasta el año 2001 que luego de los actos terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos, y del ataque terrorista en Bali, Indonesia, donde murieron 88 turistas australianos. Estos hechos cambiaron radicalmente el ambiente de seguridad, por lo que los organismos de inteligencia existentes tuvieron que organizarse con el fin de mejorar sus funciones de análisis y evaluación, así como también sus recursos.

 

Producto de esos hechos, los organismos de inteligencia fueron creciendo significativamente, razón por la cual surgió la necesidad de ser administrados con cuidado. Para lograr tal objetivo, se convocó a académicos independientes para la realización de estudios que determinaron la forma cómo apoyar de manera eficiente los desafíos de la seguridad contemporánea. Fruto de estos estudios se concluyó la necesidad de crear la Comunidad Australiana de Inteligencia, donde la ASIO es el organismo central.

 

La incorporación de investigadores independientes para la reestructuración de las agencias en su conjunto es una medida que fue valorada por Rebolledo, para quien los estudios realizados en la academia siempre son de utilidad. “Todos los departamentos de estudios sobre defensa e inteligencia que se desarrollan en las universidades forman parte de redes internacionales, eso les da validez por cuanto están en contacto con las investigaciones más recientes”, señaló.

 

 

 

 


Comentarios

NOTA: como parte de su misión de promover el debate informado, respetuoso, tolerante e inclusivo, que permita vincular la labor de nuestro Congreso Nacional con la ciudadanía, la BCN se reserva el derecho de omitir comentarios y opiniones que pudieren afectar el respeto a la dignidad de las personas o instituciones, en pos de una sana convivencia democrática.

Videos AP

Selección de videos sobre Asia Pacífico