Diputada Cicardini y el cambio climático: “El Estado y el sistema educativo tienen que asumir un rol más activo”

El proyecto presentado por la diputada Daniella Cicardini, hace una solicitud para que el Ejecutivo genere acciones que permitan educar a la población en materia de cambio climático, políticas alimentarias y bienestar animal, a través de la incorporación de estos temas en el currículo escolar. Una profundización de esta iniciativa, que además coincide con la meta 12.8 del ODS 12, de “asegurar que las personas de todo el mundo tengan la información y los conocimientos pertinentes para el desarrollo sostenible y los estilos de vida en armonía con la naturaleza”, en la siguiente entrevista.

¿Cómo nace la idea del proyecto?

”Nace primero por convicciones personales y profesionales, ya que soy bióloga marina y vegana, pero también hay una coincidencia de objetivos con la Fundación “Vegetarianos Hoy”, con quienes entendemos que parte de los grandes cambios urgentes que deben venir para nuestro país tienen que ver con una nueva forma de relacionarnos con el medioambiente, con nuestro entorno y con las animales con los que convivimos.

Por eso junto con la fundación estamos impulsando varias iniciativas en conjunto, una de ellas es este proyecto de resolución, que se aprobó recientemente en la Cámara, sobre la incorporación del cambio climático, bienestar animal y políticas alimentarias en el Currículo Escolar. Pero también quisiera destacar que ingresamos un proyecto que busca modificar la ley de compras públicas y la que regula adquisiciones de las Fuerzas Armadas, para priorizar la compra de alimentos saludables de origen vegetal en las licitaciones.

Ambas iniciativas están además en el marco de la campaña de la fundación, llamada “Menú por El Planeta”. Asimismo, anteriormente le entregué mi apoyo al proyecto “Chile Libre de Jaulas” que apunta a la regulación específica del sistema de jaulas en la industria de las aves ponedoras, por lo que esperamos seguir colaborando con estas y otras propuestas”.

Necesidad de que las nuevas generaciones tomen conciencia de la urgencia climática

”Por una parte creo que las nuevas generaciones ya vienen con un cierto nivel de compromiso y de conciencia, mayor que la de generaciones anteriores. Tal vez de manera innata están más claros sobre la urgencia de este tema y de la necesidad de hacernos cargo del problema con acciones cotidianas.

Sin embargo, presentamos este proyecto de resolución porque creemos que ante la gravedad de la situación, el Estado y el sistema educativo tienen que asumir un rol más activo y más fuerte, que aproveche esa mirada ambientalista de los jóvenes, pero además que la estimule, encauce y fortalezca, porque mientras eso sucede, los adultos, gobiernos y organizaciones tenemos la obligación de tomar acciones ahora por la emergencia climática.

Es realmente importante que las generaciones que vienen crezcan entendiendo todo lo que hemos hecho mal y que al mismo tiempo cuando les toque hacerse cargo del país y el mundo, actúen de una manera diferente y responsable”.

Cambiar hábitos de alimentación para mejorar la salud y proteger ecosistemas

”El proyecto pretende hacer un aporte, un granito de arena, pero por supuesto que el tema de la educación medioambiental es clave, no solo a los estudiantes si no que a la población en general, sobre todo si queremos lograr cambios duraderos que trascienden a los hábitos personales. Pero esto debe ir acompañado de un conjunto de otras acciones más amplias, de cambios globales y sistémicos que involucre a las políticas públicas, la industria, en la forma de producción, que tiene que avanzar hacia el desarrollo sustentable. Espero que esto se exprese en la nueva Constitución.

Todo aporta, pero creo que así como las causas del cambio climático son múltiples y entrelazadas, la respuesta también tiene que ser amplia y multisectorial. Eso va incluso mucho más allá de nosotros como país, sino que tiene que ver con un cambio a nivel global y con una toma de conciencia por parte de la humanidad.

Ahora, en cuanto al tema de la alimentación, existe una relación directa entre un alto consumo de carnes rojas, grasas saturadas y ciertos efectos muy dañinos en la salud. Esto genera a su vez una alta demanda de producción de carne, que tiene un impacto inmenso en el consumo de agua por parte de esa industria, además de la degradación de los suelos y la liberación de CO2 de los animales. Todo esto contribuye al calentamiento global.

Entonces estamos en un lamentable círculo vicioso sistémico que debemos combatir de manera multisectorial, pero con mucha educación, fomentando formas de alimentación saludable basadas en vegetales. Incluso si lo vemos desde la perspectiva de los costos, hay una sobrecarga en el sistema público de salud provocada por una alimentación excesiva en carnes, grasas y azúcar. Lo podemos ver en enfermedades como la diabetes y enfermedades cardiacas, incluso la alarmante obesidad en niños y niñas, y en la población en general.

Mi opinión es que el Estado de Chile no tiene una mirada inteligente o estratégica. Se invierten millones de dólares en la compra de alimentos para las instituciones públicas, como hospitales, escuelas, recintos de las Fuerzas Armadas, cárceles y municipios, pero sin un criterio establecido por una ley para privilegiar la alimentación saludable con base en vegetales. Pienso que fomentar la alimentación saludable ahorra costos en salud al Estado, siempre y cuando se estimule ese cambio en el resto de la población.