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Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario

Diputado Diego Paulsen valora "sistema tripartito" de pensiones de Nueva Zelandia

15 julio 2014

Nueva Zelandia se alejó del sistema de pensiones basado exclusivamente en una capitalización individual para formar uno de carácter universal -que incluye a todas las personas en edad de jubilar- que financia con impuestos generales (New Zealand Superannuation Fund) y mediante un sistema de ahorro voluntario subsidiado por el estado de carácter complementario (KiwiSaver) que se financia con aportes del empleador y de los trabajadores, además de una amplia gama de incentivos estatales. Esta sería, precisamente, la modalidad ideal a seguir en Chile, según el diputado Diego Paulsen.

Nueva Zelandia se alejó del sistema de pensiones basado exclusivamente en una capitalización individual para formar uno de carácter universal -que incluye a todas las personas en edad de jubilar- que financia con impuestos generales (New Zealand Superannuation Fund) y mediante un sistema de ahorro voluntario subsidiado por el estado de carácter complementario (KiwiSaver) que se financia con aportes del empleador y de los trabajadores, además de una amplia gama de incentivos estatales. Esta sería, precisamente, la modalidad ideal a seguir en Chile, según el diputado Diego Paulsen.

La modalidad de aporte tripartito

Desde el año 2007 rige el modelo mixto de pensiones en Nueva Zelandia -que ha sido replicado en Australia y Perú, entre otros países- que se basa principalmente en el pago de una pensión anual por parte del gobierno para todos los ciudadanos neozelandeses de 65 años o más. Actualmente, las pensiones de jubilación base alcanzan un valor de U$18.954 brutos anuales (unos 9 millones de pesos chilenos) si el jubilado es soltero o de U$14.228 brutos (unos $6.700.000 chilenos) por cada jubilado si su pareja también recibe la pensión, ya sea en el contexto de un matrimonio, una unión civil o una pareja de hecho.

Esta suma se complementa con un sistema voluntario contributivo, o sistema de ahorro para la jubilación subsidiado por el Estado. El trabajador elije un proveedor de KiwiSaver y posteriormente realiza contribuciones mensuales (del 3%, 4% u 8% del salario) a lo que suma la obligación del empleador de hacer aportes del 2% del salario bruto cada mes.

Según el diputado Diego Paulsen, el aporte tripartido que estipula Nueva Zelandia es una buena modalidad perfectamente aplicable a Chile. "Justamente lo que han hecho los neozelandeses creo que es lo que corresponde para entregar pensiones dignas. Es decir, tener un sistema en los que se mezclen los aportes del trabajador, del empleador o jefatura, y del Estado, para que la pensión no sea nunca inferior al 70% del sueldo que tenía el trabajador estando activo, y nunca menor al sueldo mínimo vigente a la fecha del pago", sostuvo.

En efecto, como una forma de incentivar la participación en los esquemas KiwiSaver, el Estado aporta $1.000 dólares neozelandeses (aproximadamente $500.000) apenas el trabajador ingresar al sistema, a lo que se suman devoluciones fiscales, e incluso ayudas para la compra de la primera vivienda del cotizante. "Me parece una buena medida, que va en la línea de un Estado preocupado por entregar buenas pensiones. Nosotros necesitamos hacer lo que se ha hecho en Nueva Zelandia, transformaciones profundas, por lo que estoy incluso a favor de generar un sistema nuevo en Chile y en contra de una AFP Estatal, porque creo que no resolverá el problema", agregó Paulsen.

En Nueva Zelandia, la edad para la pensión universal es de 65 años, siempre que cumpla con requisitos de residencia y también se permite el retiro anticipado de dinero de las cuentas voluntarias KiwiSaver para determinados fines, entre los que se cuenta la compra de una primera vivienda (sólo después de 3 años), emigración permanente, estar sufriendo dificultades financieras significativas o una enfermedad grave. Por otra parte, el Estado asegura otro tipo de ayudas para los mayores de 65 años como son el apoyo en los gastos de vivienda y vida, tarjeta de descuentos (se otorga una vez que la persona comienza a recibir su pensión) y colaboración para el financiamiento de la estadía en una casa de retiro o para una vivienda asistida.

"Este es otro gran ejemplo de cómo hacerse cargo de las pensiones de los adultos mayores, que en el caso de Chile son indignas. Me parecen muy buenas ideas que apuntan una jubilación digna, y que se constituye como una real retribución a todo lo que hizo ese trabajador durante decenas de años por el progreso del país", concluyó el congresista.

 

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