Diputado Vlado Mirosevic y los avances en el respeto a la identidad de género en Tailandia

El diputado Vlado Mirosevic analizó algunos de los avances que ha tenido Tailandia en materia de identidad de género, a la luz de la realidad en nuestro país donde existe un proyecto de ley ingresado en mayo de 2013 al Senado. Sus opiniones, en la siguiente entrevista.

Discriminación vista como una violación a los DD.HH

Durante el 2006, el Alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en la ciudad de Yogyakarta en Indonesia, estableció 29 principios para orientar la interpretación y el diseño de normas que protegieran y contribuyeran al respeto de los derechos de personas con distintas identidades sexuales. La protección ante la discriminación es reconocida por la Comisión Nacional para la Promoción de Bienestar Social de Tailandia, quien considera cualquier acto de esta índole como una violación a los DD.HH.

El diputado Vlado Mirosevic se mostró de acuerdo con esta medida aplicada por Tailandia, de que cualquier tipo de discriminación a personas por su identidad de género sea considerada legalmente como una violación a los derechos humanos. “Estoy de acuerdo porque lo es, la marginación a una persona por su condición sexual es una violación a los derechos humanos, esto es algo fundamental. Sin conocer en profundidad la realidad de Tailandia, concuerdo con esta idea como un principio general”, señaló.

Identidad por una decisión personal y no una imposición del Estado

Otro de los ejes fundamentales en la institucionalidad tailandesa de bienestar social que fueron recogidos del Acuerdo de Yogyakarta es que la identidad de género se corresponda como una vivencia interna e individual de las personas, y no determinada por ley, según apariencia, condiciones de nacimiento o intervención quirúrgica para la reasignación sexual. Este principio fue valorado por el parlamentario, por ser un aporte a la diversidad sexual en nuestro país y a la democracia.

“Un principio que siempre los liberales hemos defendido es que cada individuo tenga la capacidad de cultivar su propia identidad, ya sea sexual, religiosa, política y esas opciones tienen que ser absolutamente respetadas por el Estado. Entendemos como una tremenda injusticia que el Estado tenga que imponer o presentar dificultades para que una persona pueda asumir su propia identidad de género y, por tanto, apoyamos un proyecto que facilite las condiciones”, comentó, además de enfatizar en relación a lo importante de respetar las decisiones de los ciudadanos.

”No veo cuál es el interés público de una sociedad o de un Estado, de impedirle a una persona asumir una identidad en particular, no veo la necesidad de impedir, sobrerregular, o poner dificultades incluso a quienes quieran cambiar de género. Por el contrario, eso es una responsabilidad individual que alude a la libertad de conciencia que permite tomar las mejores opciones. En este contexto la sociedad no tiene derecho de interferir en ese espacio de soberanía individual en donde cada ciudadano adopta sus propias determinaciones”, agregó.

Variedad de identidades para orientar la diversidad

En la terminología tailandesa existen varios términos para reconocer los distintas expresiones de género. A los comúnmente conocidos gay, lesbianas, bisexuales y transexuales, se agregan decenas de otras categorías propias de dicha cultura asiática, con el fin de que aquellas personas que quieran adoptar una identidad cuenten con una guía que les facilite el proceso de decisión.

Esta posibilidad fue respaldada por el diputado Mirosevic. “En principio estaría de acuerdo con la posibilidad de que existan muchas más categorías de las que tenemos hoy. Todo lo que apunte en aumentar la diversidad que la sociedad expresa, por supuesto. Aquí lo que hace falta es defender el Estado Laico de neutralidad frente a las determinaciones individuales de los ciudadanos. Un Estado laico no establece una sola creencia en particular, sino por el contrario, respeta las creencias de la sociedad en la medida que esas creencias sean compatibles con la democracia que, en el caso de la identidad de género, lo son absolutamente. Por eso pienso que tenemos que volver a estudiar el principio del Estado Laico, y con eso deberíamos llegar a la misma conclusión de que el Estado tiene que respetar las determinaciones individuales y no imponer, por mayoritaria que sea, una posición al resto”, concluyó.