Cargando...
  • Alto contraste

Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario

Experta en políticas de ciencia comentó acciones del gobierno neozelandés para manejar el coronavirus

21 mayo 2020

Gabriela Roldán es antropóloga de la Universidad de Canterbury y residente en la ciudad de Christchurch, al sur del país oceánico. En su opinión, el manejo del COVID-19 en ese país se caracteriza por una estrategia simple de comunicación basada en la empatía con las personas y por una estrecha relación con el mundo científico.

Imagen de la nota

Nueva Zelandia es reconocido por la opinión pública internacional como uno de los países con mejor manejo de la crisis epidemiológica. Con el fin de conocer de primera mano esta percepción, conversamos con esta antropóloga, quien ha evidenciado los buenos resultados de las acciones emprendidas por el gobierno de Jacinda Ardern. Su visión como experta en ciencia y como ciudadana neozelandesa, en la siguiente entrevista.

Primeras medidas de preparación frente a los primeros casos

”En febrero me encontraba en Antártica y recibí un correo del gobierno neozelandés que se le envió a todos los ciudadanos neozelandeses que figurábamos fuera del territorio, para que tuviéramos en cuenta que al ingresar al país, el principal aeropuerto en la ciudad de Auckland dejaría de hacer conexiones domésticas al resto del territorio si es que se provenía de ciertos lugares del Asia, no solamente desde y hacia China. La información llamaba a considerar demoras y tener ciertas restricciones.

El 23 de marzo a la 1 de la tarde, a través de una conferencia de prensa y en cadena nacional, la Primer Ministro nos comunicó que esta situación iba muy en serio, que iban a cerrar fronteras y que todos los neozelandeses que estaban fuera del país deberían regresar ya mismo, o hacer todo lo posible para ingresar. Si bien no fijaron tiempo determinado, si comunicaron que si podías regresaras ya, lo tomaras bien en serio. Esto no fue una sugerencia porque no sabían cuanto se iba a extender y tampoco sabían si te podrían ayudar.

Desde una perspectiva de políticas de Estado, que es un área que abordo en mi trabajo, esta forma de comunicación fue un llamado serio e interesante porque el propio Estado tomó las precauciones debidas para ayudar a tiempo y evitar que después se le acuse de no ayudar por no pagar vuelos humanitarios. El gobierno avisó, al menos cuatro veces, a lo largo de marzo que se comenzaba a tomar una serie de medidas para frenar los contagios”.

Versatilidad en la comunicación

”En primer lugar se hizo hincapié en diferenciar confinamiento o Lockdown de cuarantena, porque cuarentena tiene una implicancia de 40 días y el gobierno muy astutamente no quería crear la sensación de estar tanto tiempo en esta situación. Si bien han pasado cuarenta días desde que se tomaron las medidas, el manejo del lenguaje por parte de las autoridades oficialistas y de la Primera Ministra, durante todas las conferencias de prensa a la 1 de la tarde, ha sido impecable. Ha sido un increíble manejo del idioma y el manejo de la información.

No dejaban espacio a preguntas originadas por incertidumbre o confusión. El gobierno se apoyó en el sitio web oficial del gobierno sobre COVID-19, que informaba en inglés, pero también en maorí y en 28 idiomas que son los de los principales residentes y refugiados que tiene Nueva Zelandia. Había información en árabe, indonesio, coreano, en idiomas africanos, etc. Incluso se puede descargar libremente afiches para poner en otras instituciones o gobiernos locales, pero también para personas interesadas, familias, etc. No importa si eres autoridad de izquierda, derecha, lo que sea, es información que está ahí disponible.

Esto es algo muy positivo porque hay una percepción de que el gobierno entiende el problema y eso hace que la gente se sienta segura, porque se está manejando bien el tema. Obviamente que ha habido problemas, pero la tendencia ha sido ordenar las acciones con los gobiernos locales. Para ello fue fundamental el establecimiento de los cuatro niveles de emergencia.

Esos cuatro niveles son una adaptación a la realidad neozelandesa de lo que otros países han hecho y de lo que la Organización Mundial de la Salud ha sugerido. De los niveles del 1 al 4 el 4 es el más restrictivo y el 1 es lo más parecido a la vida normal. Digo “vida normal” considerando lo que, tanto la Primera Ministra como otras autoridades, han señalado que no vamos a volver a la misma normalidad como la conocíamos antes porque va a haber restricciones. A pesar de que aquí mucha gente se ha sentido privilegiadas por su acceso al mar o a la posibilidad de salir a caminar cuando no estuvo restringido.

Otro de las características de esta buena comunicación fue la creación de cierto lenguaje, por ejemplo la utilización del término burbuja, que no es más que el grupo de personas con la cual se convive. Si un abuelo vive contigo, es parte de la burbuja. El mensaje era de no romper la burbuja, no pincharla invitando a alguien de afuera, aunque fuera un vecino que vive solo. Esto se sustentó con información sobre el alto nivel de contagio del virus”.

Actividades esenciales y manejo económico

”La noción de cuidar la burbuja es también preocupación de los llamados trabajadores esenciales con sus familias porque muchos tienen familiares mayores o niños. A muchos trabajadores esenciales se les otorgó un espacio en hoteles, en el caso del personal médico, a modo que no tengan que gastar de más en arriendos, comida, etc.

Aunque hay otras actividades que han debido dejar de funcionar, como el turismo, que es muy importante para la economía porque Nueva Zelandia no solo es un destino internacional, sino que los neozelandeses viajan mucho por el país. Entonces el gobierno inicialmente puso 12 millones de dólares neozelandeses para que las pequeñas y medianas empresas pudieran pagar el 80 por ciento del sueldo de sus trabajadores y que, el 20 restante lo pongan las propias empresas que está cubierto por su seguro.

Algo similar ha sucedido con la industria de transportes, de distribución de alimentos, medicamentos y de exportadores, para que puedan continuar con un ingreso mínimo en un país obviamente reducido. El gobierno es consciente que durante un comienzo se dijo que el nivel cuatro duraría cuatro semanas, pero que se extendió mucho más. Lo cierto es que se logró reducir la cantidad de contagiados y ahora la economía está en mejor pie, ya que la gente se siente más tranquila.

Si bien el gobierno tomó muchas responsabilidades durante la fase 4, puso énfasis en que al momento de pasar a una fase 3 serán las personas, la gente, quienes tendrá mayor responsabilidad sobre el autocuidado. De igual manera aquí se valora mucho la salud mental, hubo campañas para que la gente pudiera salir a hacer ejercicio dentro de su burbuja, es decir que en medio del teletrabajo se haga un quiebre a media mañana para salir, sobre todo si se tiene niños pequeños.

En búsqueda del teddy bear

”Distintas agrupaciones organizaron una actividad que se llama buscando al teddy bear que es una versión adaptada de buscando el tesoro. Consistía en poner un oso de peluche cerca de la ventana a modo que los niños lo pudieran ver desde la calle. Eso permitía que los niños mientras iban caminando pudieran distraerse y distraer a los padres contando cuantos ositos había dentro de una distancia determinada.

También el gobierno puso clases para niños en la televisión abierta, desde las 9:00 a las 12:00 del día, que es el horario normal de clases. No solo eran clases de manualidades, sino de matemáticas, historia, gramática. A veces un profesor leía un cuento. Se pedía que los ejercicios y tareas hechas por los niños igual se pudieran ser enviados a los profesores a modo de dar la sensación de que esos programas formaban parte de la educación. También hubo clases de gimnasia y acondicionamiento físico en la televisión abierta, todos los días”.

Ciencia y comunicación al servicio de la comunidad

”Como señalé anteriormente, todos los días a la 1:00 de la tarde la Primera Ministra daba una conferencia de prensa, donde los periodistas del Parlamento hacían preguntas que traían de la comunidad. Dentro del equipo que daba respuestas está el director de Salud Pública, que en cierta medida ha sido visto como un héroe. Se trata de una persona joven bien preparada, pero con una empatía tal al hablar que le permite llegar bien a la ciudadanía.

Esta cercanía ayudó muchísimo porque permitió sobrepasar ese perfil burocrático que tienen los gobiernos. Junto a un equipo de comunicadores de ciencia hablaban temas de salud, del virus y de los cuidados. Esto dio la sensación de que la salud pasaba por arriba de la economía y que las decisiones se tomaban con base en la ciencia, mencionando dato a dato. A esto se agrega que se creó un comité de respuesta a la pandemia en el Parlamento encabezado por el líder del Parlamento, como bien se sabe Nueva Zelandia tiene un régimen de gobierno parlamentario, por lo que este comité tuvo un peso sustancial a partir del 25 de marzo.

A pesar de haber elecciones en septiembre de este año, el jefe de la oposición y todo su partido le dieron carta blanca a la Primera Ministra, pues reconocieron que es algo importante, aunque “vamos a estar observando y les vamos a pedir rendición de cuentas una vez que avancemos y tengamos control de la pandemia”. Esto parece utópico, pero esta es una demostración de que se puede”.

Figura del consejero sobre ciencia del gabinete de la Primera Ministra

”Esta es una figura que fue creada hace aproximadamente dos décadas y es de recomendación al Primer Ministro. Es un científico o científica que no solo ha demostrado tener una sólida carrera científica, sino también que entiende de políticas nacionales. En este momento ese cargo recae en una mujer, en Juliet Gerrard, que es muy buena y ha tenido un trabajo esencial en conformar un buen equipo de trabajo con científicos que conocen bien los temas de la pandemia.

Datos sobre epidemiología, estadística, entre otros, son procesados en esta oficina que luego los hace digeribles para que el gabinete de la Primera Ministra pueda tomar decisiones”

.

Comentarios

NOTA: como parte de su misión de promover el debate informado, respetuoso, tolerante e inclusivo, que permita vincular la labor de nuestro Congreso Nacional con la ciudadanía, la BCN se reserva el derecho de omitir comentarios y opiniones que pudieren afectar el respeto a la dignidad de las personas o instituciones, en pos de una sana convivencia democrática.

Videos AP

Selección de videos sobre Asia Pacífico