Matthew O’Meagher analizó la experiencia de Nueva Zelandia frente al coronavirus

Evaluación de las medidas para controlar la pandemia

Si bien el caso neozelandés es considerado como uno de los más exitosos en el control de la pandemia, para O’Meagher aún hay desafíos por superar, aunque la decisión temprana de entrar en la etapa de confinamiento fue clave. “Fue una decisión del gobierno escuchar a sus expertos, de actuar rápida y decisivamente. Lo que quiero enfatizar es el estilo de actuar porque fue clave la comunicación, el estilo de mantener el respaldo de la ciudadanía a esas medidas. Fueron populares a pesar del sufrimiento”, comentó.

En relación al apoyo o crítica surgida en el ámbito político, principalmente por parte de la oposición, y a qué tan determinante ha sido el hecho que durante 2020 se realizarán elecciones, describió el debate entre partidos como una situación interesante que ha cambiado su tono luego de finalizar las medidas de confinamiento. “Ahora estamos a menos de tres meses de una elección, entonces el debate de los partidos está igual, como si fuera una elección normal, eso es ahora, pero cuando estuvimos en cuarentena hubo un consenso entre los partidos de mantener el espíritu de unidad y el líder de oposición, que fue un poco incongruente en esto fue castigado por el público por criticar de más el gobierno”, agregó.

Sobre este punto, comentó que el líder de la oposición fue destituido de su cargo por su tono y críticas demasiado fuertes en un momento crucial. “A los votantes no les gustó y su popularidad bajó mucho. Entonces, hubo mucha unidad, fue casi como una situación de guerra donde se tiene que unir al enemigo común y no luchar entre sí mismos, el enemigo común fue el Covid-19 y la pandemia, no fueron los partidos”, señaló.

Liderazgo de Jacinda Ardern

En opinión de O’Meagher, a la hora de enfrentar el coronavirus la primera ministra entró con algunas ventajas. “Su credibilidad entre el público era altísima luego del ataque terrorista a la mezquita en marzo, donde murieron 51 personas. Su manera de enfrentar esa crisis fue bien valorada aunque obviamente hay personas a quienes no les gusta, cada actor político tiene sus debilidades”, sostuvo.

Asimismo, señaló que otra de las ventajas de la Primera Ministra es su formación. “Tiene estudios universitarios en comunicación, es una comunicadora increíble y eso no es típico en nuestro país. En mi vida puedo recordar sólo a otro primer ministro que tenía tanta habilidad con las palabras. Es sólida y concisa, muy profesional, pero al mismo tiempo muy empática. Esta mezcla es importante”, agregó.

Sobre el mensaje entregado, afirmó que su estrategia fue clave. “Ella creó expectativas de que la situación iba a durar mucho tiempo, daba noticias para acostumbrarse a un nuevo Estado, es decir, si iba a ser más serio o menos serio, más libre o menos libre, aunque siempre entregaba estos mensajes con mucha anticipación de modo tal que la gente pudiese planificar su vida y su respuesta personal pensando en lo que iba a ocurrir. Esa fue su habilidad”, comentó.

Liderazgo de la autoridad sanitaria

Otro punto interesante de la conversación con Matthew O’Meagher fue escuchar sobre el rol del director general de Salud, a quien describió como “otra estrella en esta pandemia”. Lo describió como un funcionario y no como un político. “Su manera de hablar y de comunicar también fue decisiva, ambos -con Ardern- fueron una combinación increíble. Pero también tuvimos un ministro de Hacienda que también fue excelente. Entonces tres personas fueron clave por su manera de hablar y de actuar”, señaló.

Asimismo, reconoció en las acciones del director general de la Salud una intención empática y responsable. “No es normal tener a un funcionario hablando cada día a la una de la tarde sobre la situación actual. La comunicación fue clave, pero también la voz no usual de los expertos, los científicos, los académicos, no era normal para nosotros tenerlos en los medios de comunicación, pero en este tiempo escuchamos su voz y ellos también, los científicos, tuvieron que ser comunicadores”, agregó.

Encuentro entre el mundo científico y la política

Precisamente sobre este punto, opinó que es normal que antes de la crisis sanitaria los científicos no hayan tenido influencia en la política, sin embargo esto tuvo un vuelco necesario. “Creo que el gobierno reconoció en febrero que la crisis iba en serio y que tenía que escuchar a los expertos que ofreciera sus servicios. Por ejemplo, hubo una científica que parece punk por su manera de vestirse, fue una muy buena comunicadora. Ella y la dibujante de un periódico nuevo crearon caricaturas que luego fueron usadas por la OMS”, narró.

De tal forma, reconoció que la suerte los acompañó por la forma cómo interactúa la ciencia, la política y la comunicación. “Una buena combinación de gente en un país pequeño como el nuestro, donde solo necesitamos algunos individuos para captar la atención. Entonces, cada semana estas nuevas estrellas científicas se hicieron conocidas. Hace tres meses eran totales desconocidos porque no somos un país que valora la voz intelectual, no los disminuimos, pero no son gran parte de nuestra autodefinición. Sin embargo, durante este tiempo todos escuchamos lo que tenían que decir, porque nuestro futuro estaba en sus manos”, comentó.

Recuperación económica

Respecto de las medidas que se están adoptando para superar los efectos de la crisis sanitaria, fue claro y señaló que aún no hay respuestas definidas. “Con el tema del cierre de las fronteras los turistas y los estudiantes internacionales no pueden entrar, y eso ha dañado mucho a las ciudades y sus zonas turísticas, lo están sufriendo. Una cosa que ha ocurrido es que los neozelandeses tampoco pueden viajar. Es época de vacaciones de invierno, la gente rica y los neozelandeses en general salen del país en invierno para ir a algún lugar más cálido. Ahora están haciendo turismo doméstico, y si bien esto es un fenómeno inusual, no llena completamente el vacío, pero por lo menos lo llena un poco”, sostuvo.

Sobre las medidas que pueden adoptarse para recuperar las zonas turísticas, comentó que es un asunto complejo. “Es probable que tengan que cambiar su oferta cuando las fronteras se vuelvan a abrir, quizás con menos personas, pero actividades con precios más altos y más sustentables. Yo diría que el sector de turismo va a cambiar mucho por causa de la pandemia, pero también las importaciones. Tanto en Nueva Zelanda como en Chile los gobiernos están muy conectados, están muy a favor de mercados abiertos, intercambios digitales, están intentando como países pequeños escribir las reglas de la situación regional y, ojalá, mundial”, señaló.

Relación con Chile

En relación al vínculo con nuestro país, comentó que a pesar de ser competidores en muchos sentidos, el escenario económico actual presenta condiciones para trabajar juntos. “Nueva Zelanda está viendo a Chile como un puente para entrar a América Latina, sin embargo no hay muchas discusiones entre los sectores exportadores sobre cómo colaborar juntos. Chile puede ayudar a Nueva Zelanda a entrar al mercado de Colombia, por ejemplo, y Nueva Zelanda puede compartir su experiencia con Asia, o con China, por ejemplo. Es un desafío, porque hay buena colaboración entre expertos, pero tenemos que sobrepasar esto y crear nuevos lazos”, comentó.

Vinculación con China y su rol en el equilibrio global

La ubicación de Nueva Zelandia hace que tenga una relación fluida con la región Asia Pacífico, esto le ha permitido tejer vínculos con diferentes países. Esto fue comentado por el profesor O’Meagher, quien antes de responder a la pregunta sobre China aclaró que naciones como Singapur o Japón son de gran importancia para su país. Sin embargo, señaló que la relación con China se encuentra en buen pie.

Comentó que las relaciones del mundo con China se han complejizado con la pandemia, no obstante, con Nueva Zelandia ha ido mejorando. “Todo el mundo puede ver que Australia y China están entrando en un momento difícil, y es posible que en un futuro Nueva Zelanda pueda entrar también, pero Nueva Zelanda es muy cuidadosa en tener presente las preocupaciones de China. Tenemos cinco ojos que son parte de una alianza de inteligencia con Estados Unidos, Inglaterra, Australia y Canadá, esta alianza de inteligencia tiene a China con alguna preocupación”, comentó.

Pero también reconoció que Nueva Zelanda es uno de los cuatro primeros países en firmar acuerdos de intercambio con China. “Esto es importante porque siempre hemos intentado mantener una buena relación con China. Incluso, el consejo chino de Nueva Zelanda ha pensado en posicionar a Nueva Zelanda como el punto de conexión entre China, Chile y Argentina, el cono sur de América del Sur”, agregó.

Sobre este punto, mencionó que esta conexión ha funcionado durante la pandemia para mandar insumos médicos desde China al cono sur de América. “Ya está funcionando. Esto queremos vincularlo, no oficialmente a la Belt and Road Iniciative, pero si para tener una mejor relación con China. Incluso el partido de oposición, que es un partido de centroderecha, quiere estrechar la relación con China a pesar de ser comunista. El Gobierno de Nueva Zelanda tiene que actuar cuidadosamente, pero no nos oponemos a China de ninguna manera, incluso mi sector está apoyando un estudio para que esta conexión sur, realmente valga la pena”, sentenció.