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Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario

Detalles de la negociación de Chile con Sinovac fueron entregados en charla de la UC

23 marzo 2021

Organizado por el Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica (CEIUC), se llevó a cabo el encuentro “Covid-19: Una estrategia sostenible hacia el futuro”, encabezada por el director del instituto, Jorge Sahd y que contó con la participación de Rodrigo Yáñez, subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei) y con el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez.

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”El proceso de vacunación de nuestro país es considerado uno de los más exitosos a nivel mundial. Este buen desempeño se explica por trabajo en conjunto de varios actores, académicos, públicos y privados. Todos ellos con una mirada de largo plazo”. Esta fue una de las conclusiones a las que se llegó en la charla organizada el 18 de marzo de 2021 por la Universidad Católica, misma casa de estudios que ha tenido un rol preponderante en la mesa social y en las negociaciones que llevó adelante Cancillería para adquirir las vacunas, gracias a la labor en investigación desarrollada con científicos de Sinovac. Más detalles de esta experiencia y algunas de las ideas expuestas en el encuentro, a continuación.

El rol de la Universidad Católica en la mesa social

Desde que se dio inicio a la pandemia, las universidades a lo largo del país han cumplido un rol preponderante. Una de ellas ha destacado por su aporte en diversos ámbitos, se trata de la UC, que en palabras de su rector, se ha desplegado con dedicación en la mesa social, conformada por diversos actores como ministerios, la Organización Panamericana de la Salud, el Colegio Médico, alcaldes, entre otros. “Representamos a todas las universidades y desde hace un año -vamos a cumplir cien reuniones- hemos estado preocupados, trabajando para detectar cuáles son los principales problemas en ámbitos de salud, empleo, educación y ética. Pero también para conocer la importancia de los territorios y el manejo municipal en todos los aspectos como el diagnóstico, en la trazabilidad, en el testeo y ahora en la campaña de vacunación”, señaló.

También, afirmó que en nuestro país es necesario fortalecer los vínculos con las comunidades de base, como también de más espacios de encuentro para manifestar disensos y contraponer realidades. “En eso la mesa social ha aportado. Desde las universidades lo que hemos querido hacer es coordinarnos para hacer investigaciones y transferencias a la sociedad. Cuando comenzaron los casos hace un año había tres laboratorios en el país que podían detectar coronavirus, hoy son más de 150. Inicialmente estábamos muy esperanzados con llegar a cinco o siete mil exámenes para testear, hace poco se llegó a casi 70 mil exámenes en un día”, agregó.

Sobre este considerable avance, valoró el trabajo en conjunto realizado por el sector público y académico. “Se han fabricado cuatro modelos de ventilador mecánico. Fabricarlos en seis u ocho meses antes de la pandemia hubiese sido algo impensado, y eso se explica porque se ha trabajado en redes con lineamientos éticos. Quiero destacar que estos lineamientos han sido traducidos a varios idiomas por la Organización Mundial de la Salud y distribuidos en otros países que podían tener situaciones similares a las nuestras”, sostuvo.

De tal manera, explicó que en temas como salud mental, empleos, subsidios, incluso en aspectos básicos de la educación escolar, la mesa social ha sido muy importante. “A nivel universitario se ha podido propiciar la colaboración más que la competencia, entre distintas universidades, tanto regionales como de Santiago, públicas, estatales, no estatales, independiente de la condición, lo que se ha buscado es trabajar en red. Eso es algo que siempre se ha hecho a nivel universitario, pero creo que la pandemia lo ha potenciado fuertemente”, afirmó.

La universidad y el proceso de vacunación

En relación a las vacunas que hoy se aplican a lo largo del país, el moderador del encuentro consultó al rector sobre el papel de la UC en este proceso. “Ha sido un trabajo en equipo. No hay individualidades ni al interior de la universidad, ni tampoco a nivel del país. La Universidad Católica ha colaborado en una cadena de aportes para llegar a tener lo que hoy tenemos, que es un programa de vacunación masivo muy bien ejecutado, que se basa en un conocimiento de más de cien años de vacunación en nuestro país y más sesenta años de un servicio integrado de salud de atención primaria”, dijo.

Asimismo, narró la forma cómo a través de una alianza científica se llegó a trabajar en conjunto con laboratorios de China. “Hay un gran valor estratégico en la ciencia, porque los primeros contactos hace más de un año fueron a través de investigadores chilenos y chinos que se conocían desde hace años. Habían estado trabajando juntos y presentando en congresos sobre vacunas de distintos virus respiratorios. Al momento de valorarse académica y científicamente, por una parte, y enterarse del coronavirus, los investigadores chinos que estaban trabajando en esta vacuna contactaron a nuestros investigadores por el conocimiento previo que tenían”, explicó.

En consecuencia, agregó que entre marzo y junio de 2020 la UC trabajó para crear las bases que permitieron la implementación de estudios clínicos fase tres en nuestro país. “Aquí comenzó el apoyo por parte del Ministerio de Salud, el Ministerio de Ciencias y posteriormente el Ministerio de Relaciones Exteriores para firmar un convenio inicial el 25 de junio con los ejecutivos de Sinovac, en presencia de nuestro embajador en China, pero también con el auspicio de los Ministerios de Ciencias y Salud”, señaló.

A partir de ahí -continuó Ignacio Sánchez- se formalizó la organización del estudio fase tres. “Comenzamos a desarrollarlo y a pedir todas las autorizaciones. Los comités científicos de salud en nuestro país son estrictos y tienen que ser así para poder evaluar la ciencia que hay detrás de un estudio clínico. En nuestro país se están haciendo cuatro estudios clínicos de vacuna, uno de ellos con Sinovac. Con esto se abrió la posibilidad de adquirir la provisión de vacunas, que firmamos en junio y que después traspasamos ese acuerdo al Ministerio de Salud en septiembre”, comentó.

Es en esta etapa cuando afirmó que el subsecretario Rodrigo Yañez asumió un rol relevante. “Era necesario abrir estas puertas del acuerdo comercial basado en conocimientos científicos, se le entrega a Salud y a Relaciones Exteriores para que desarrollen los acuerdos comerciales que permiten la llegada en el momento actual, de 10 millones de dosis y en los próximos días otros cuatro millones más, que representan el 90% de la campaña de vacunación masiva que llevamos”, resaltó.

La estrategia de “poner huevos en distintas canastas”

Por su parte, el titular de Subrei reconoció que en un comienzo sabía muy poco sobre vacunas, pero que con el tiempo se fue desarrollando el conocimiento necesario para una estrategia conveniente a nuestro país. “Era un mundo lleno de incertidumbre respecto de cuáles vacunas iban a llegar a la meta y, por lo tanto, desde el día uno -y en esto el presidente Piñera tuvo un rol muy importante- se definió una estrategia para que el país tuviera un portafolio de vacunas y eso evidentemente lo definen las autoridades sanitarias, pero también donde estaban las distintas plataformas que teníamos que salir a buscar”, comentó.

Esta coordinación permitió a los negociadores de la subsecretaría enfocar sus esfuerzos en objetivos específicos. “Hizo que saliéramos a buscar en esta estrategia de poner huevos en distintas canastas, pero también salir a buscar con herramientas que eran distintas, una basada en ensayos clínicos y en las ventajas que podía tener el país por desarrollarlos en Chile. La segunda es el derecho directamente comercial, independientemente de si existían o no los ensayos clínicos porque justamente, en el momento en el que estamos iniciando, no sabíamos si las cuatro vacunas que se estaban desarrollando en Chile iban a tener o no éxito en su aprobación regulatoria, en el tipo de población al que se podía aplicar, en la eficacia, etc”, explicó.

Es por ello que comenzaron en mayo de 2020 las conversaciones con distintas farmacéuticas. “Activamos la red exterior de la Cancillería y las embajadas, porque nosotros necesitábamos inputs para ir teniendo mínimas certezas de ciertas cosas que nos permitieran seguir avanzando y deduciendo ciertas cosas. En eso, el contacto con reguladores extranjeros más el contacto con los laboratorios -no solamente a nivel de las oficinas latinoamericanas sino que las casas matrices- fue muy importante. Había que estar siguiendo día a día cuál era la situación de las vacunas”, destacó.

Es en este proceso que resaltó el trabajo con la Universidad Católica. “Fue importante el trabajo en torno a la vacuna de Sinovac y la Universidad Católica porque teníamos reuniones con Alexis (Kalergis) y con el equipo de Sinovac semanalmente. Por lo tanto, ya existía un conocimiento, desde el ISP al aprobar los ensayos clínicos y también desde el día a día de los avances de la vacuna, justamente por este trabajo científico conjunto. Eso nos permitió avanzar”, sostuvo.

Trabajo de largo aliento

Al igual que Sinovac, Rodrigo Yáñez comentó que en el caso de Pfizer hubo un proceso de trabajo en conjunto que determinó que las negociaciones llegaran a buenos términos. “Es uno de los pilares de la vacunación en este primer semestre, donde no apostamos por una farmacéutica, por una plataforma, sino que distintas plataformas y distintas farmacéuticas. También en el caso de los ensayos clínicos poder capitalizar lo mejor posible esos beneficios para el país”, señaló.

Luego de esto, correspondió a las instituciones públicas llevar adelante la senda de los acuerdos. “Nosotros tomamos la posta de bajar el convenio entre la UC y Sinovac al Estado para aterrizarlo en dos cosas: uno, en un precio competitivo, porque teníamos una cláusula de descuento, pero no existía un precio fijado, por lo tanto, tuvimos que entrar en una negociación y lograr un precio competitivo. Lo segundo era tener un calendario ambicioso en el primer trimestre, que era el objetivo que el Presidente Piñera planteó, de tener a toda nuestra población de riesgo vacunada. Ya pasamos los cinco millones de personas, el 45 por ciento ya está con su segunda dosis, y eso yo creo que es notable”, añadió.

Asimismo, destacó el trabajo que realizaron con el investigador y académico UC Alexis Kalergis, además del apoyo de ProChile en Beijing en las reuniones cuando se comenzó la preparación del ensayo clínico. “Eso para nosotros fue muy importante porque fue un input a la hora de sentarnos a la mesa y entender bien cómo va el ciclo de producción de la vacuna y creo que poder capitalizar al máximo posible las ventajas que tiene para Sinovac el desplegar esta vacuna en Chile, porque de los cuatro países que partimos con los ensayos clínicos, Chile recibió proporcionalmente más vacunas que Brasil, por lo tanto, creo que hicimos un buen trabajo. También, al final del día lo que importaba era poder tener, desde el punto de vista de la conversación con el laboratorio, las ventajas que tenía este país porque como es un país chico, hoy efectivamente el impacto que tenga la vacuna es tremendamente importante, no solo para Chile sino también para el resto de los países y por supuesto para los laboratorios”.

Continuidad de un proceso exitoso y posibilidad de un pasaporte sanitario

Una de las preguntas realizadas por el público se centró en los anuncios formulados por la Unión Europea de crear un documento de movilidad internacional que acredite inmunización frente al Covid-19 a través de vacunas desarrolladas por laboratorios reconocidos por la UE. Frente a ello, el secretario de Estado respondió. “Yo soy optimista en el sentido de que creo que el tránsito de los distintos países va a volver a un cauce que todos necesitamos y que es fortalecer el multilateralismo. Por lo tanto, creo que no va a ser sostenible en el tiempo, por ejemplo, este tipo de iniciativa como los pasaportes, descartar vacunas que han sido aprobadas por la OMS. En la OMS, en la OMC, en la región a través de ProSur, incluso a través de la Alianza del Pacífico, Celac y otros organismos regionales que existen, vamos a buscar masa crítica para impulsar una nueva respuesta frente a una pandemia con un discurso de comercio, que rechace el proteccionismo y el nacionalismo en este tema, porque esa es otra lección importante, sobre lo despolitizado y estrictamente técnico y científico que han sido las decisiones que ha tomado el Estado de Chile”, sentenció.

 

Por equipo Asia Pacífico: asiapacifico@bcn.cl


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