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Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario

China y Asean se acercan a la posibilidad de establecer un certificado sanitario digital

14 abril 2021

No solo en el Asia, sino también en otras regiones del mundo, se espera que una vez avanzados los procesos de vacunación se inicien medidas para agilizar el flujo de viajeros que permita reactivar la alicaída actividad turística, que a raíz de la pandemia ha presentado pérdidas históricas.

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La posibilidad de contar con un pasaporte sanitario que permita la movilidad internacional, ha sido comunicada por la Unión Europea, pero también por la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean). Antes de todo ello, China anunció que impulsará un documento de acreditación de vacunación, basado en un código QR. Esta tecnología lleva más de un año implementándose a nivel local y podría aplicarse a los viajes internacionales. A pesar de que podría presentarse como una solución, un experto en la materia alerta sobre la necesidad de proteger los datos sensibles. Más detalles sobre estos anuncios, en la siguiente nota.

El desigual y pedregoso camino de la vacunación en la región Asia Pacífico

Más de 730 millones de dosis de distintos laboratorios han sido aplicados en los 160 países del globo. A pesar de que aún esto representa el diez por ciento de la población mundial, hay países que han mostrado avances en el proceso de vacunación, inmunizando a grandes proporciones de la población. Mientras que otros, por diferentes motivos siguen rezagados.

Esto porque los resultados obtenidos por los distintos países de la región Asia Pacífico han sido desiguales. Tal disparidad no solo se explica por una diferencia en la gestión de los gobiernos en adquirir e implementar exitosamente los procesos de vacunación, sino también porque cada país debe enfrentar dificultades propias dadas por condiciones geográficas y por el tamaño de su población. Una mezcla de todo esto explicaría porque en dicha región el país que lidera la aplicación de vacunas es Singapur.

Una comparación entre distintos países de la región Asia Pacífico, vista según el porcentaje personas vacunadas, aunque sea con una dosis sobre el total de su población, para el 12 de abril de 2021, en el siguiente gráfico:

 

Fuente: Our World in Data

 

De tal manera, podemos observar que Singapur, para el 6 de abril de 2021, fue el país de la región con mayor porcentaje de su población vacunada, con un 19,34 por ciento. Seguido de las economías de Hong Kong, con 6,71 por ciento; y la India, con 5,50 por ciento. Ahora bien, si esto lo vemos desde otra perspectiva, en Singapur 28 de cada 100 personas ha recibido todas las dosis de vacunación, seguido de Hong Kong con 11,71 y la India, con 7,8 personas. El promedio de Asia es de 7,9 personas y el promedio mundial es de 10,34 personas, según Our World in Data.

Según el monitor de los mercados de vacunas de Unicef, se espera que durante 2021 se produzcan 21 mil millones de dosis, es decir, tres veces la población mundial. No obstante, y tal como muestran las cifras, el progreso de los países seguirá siendo desigual y relacionado con la gestión de los gobiernos y su condición geopolítica. Por otra parte, el laboratorio con más autorizaciones para su uso de emergencia es Pfizer, con 63 licencias, seguido de AstraZeneca con 60. Por su parte, la vacuna china Sinovac, ha logrado hasta la fecha la autorización de 19 países, entre los que destaca Indonesia, Brasil, México y Chile.

La inmunidad frente al Covid-19 como necesidad para la reactivación en China

Si bien en la medida que los contagios desciende, las economías han podido recuperar su senda productiva. Sin embargo, muchos sectores económicos se han mantenido deprimidos desde que comenzó la pandemia en 2020. Tal es el caso del turismo, considerada por Naciones Unidas como la tercera industria más importante de la economía mundial, pues emplea a una de cada diez personas en el mundo. Asimismo, para 2019 representó el 7 por ciento del comercio mundial.

Es en virtud de la necesidad de reactivar esta industria y otras actividades que requieran movilidad entre regiones y países, que a comienzos de marzo de 2021 China anunció que implementará un certificado digital sanitario con el fin de proporcionar una acreditación de vacunación a personas que quieran viajar al extranjero. De igual manera, este documento mostraría los resultados de las pruebas PCR realizadas, incluso anticuerpos igG.

Aunque podría obtenerse en papel, su uso y portabilidad se centrará en el formato digital a través de un código QR encriptado, generado por la aplicación WeChat. Esto permitirá que sea desencriptado y leído por las autoridades, a modo de facilitar los controles y, por ende, la movilidad de personas entre territorios que reconozcan el mismo sistema. Tal intercambio de información es algo de lo que el país asiático tiene experiencia, pues desde marzo de 2020 cuenta con un sistema basado en códigos que permite el desplazamiento de una ciudad a otra.

No obstante lo anterior, para que sea exitoso en términos de reactivación económica a través de la reanudación de los flujos turísticos previos a 2020, se requiere del reconocimiento y homologación por parte de varios países. Cabe destacar que para marzo de 2021 China ha suministrado más de 80 millones de dosis y se ubicó en aquel entonces como el segundo país con mayor aplicación de vacunas a nivel mundial. Aunque esta cantidad sólo representa un 6,3 por ciento de su población.

¿Qué pasa en el resto del Asia?

En el Sudeste Asiático han tomado nota sobre lo realizado por China, pero también por la Unión Europea, que el 17 de marzo de 2021 presentó una propuesta para crear un certificado digital verde que, de manera voluntaria, pueda ser mostrado por ciudadanos para ser presentados en hospitales, centros de pruebas o exigidos por las autoridades sanitarias. Aunque la libre movilidad dentro de la Comunidad Europea es un derecho garantizado independientemente de la certificación.

Es en este contexto que la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) anunció que está considerando la creación de un certificado digital de vacunación, como medio para acelerar el flujo del turismo y reanimar su alicaída industria. Según comenta un artículo de Sebastián Strangio en The Diplomat, aún no existe una hoja de ruta que determine tiempos específicos para el desarrollo e introducción de este tipo de documentación que funcionaría como un pasaporte sanitario.

Sin embargo, uno de los principales desafíos para la implementación de este tipo de instrumentos es la desigualdad en el proceso de vacunación, pues países como Myanmar, Laos o Filipinas, se demoren más tiempo que otros como Singapur o Malasia. Y a pesar de que podrían establecerse convenios preliminares entre los que avancen más rápido en la aplicación de vacunas -como es el caso de Malasia y Singapur- han sido las naciones con una densidad demográfica más alta las que han tenido más dificultades técnicas y económicas para inmunizar a su población.

Consideraciones en relación a la idoneidad de un pasaporte sanitario

A pesar de las iniciativas por parte de China, la Unión Europea y Asean de plantear la posibilidad de instaurar documentos de identificación que permitan mayor movilidad entre territorios, o solamente mayor agilidad para la realización de gestiones, a medida que los países avancen en sus programas de inmunización, la necesidad de generar condiciones para una mejor movilidad serán más evidentes, sobre todo para la recuperación económica y normalización del turismo.

Para el caso de nuestro país, el sector turismo es una de las áreas de la economía más golpeada por la pandemia. Según el informe mensual Barómetro de Turismo de marzo de 2021, emitido por la Subsecretaría de Turismo, durante el mes de febrero de 2021 se registró una caída del 93,5 por ciento de llegadas de turistas internacionales, en relación con el mismo mes del año anterior. Este descenso -señala el informe- se condice con la disminución del tráfico aéreo internacional de un 80,8 por ciento acumulado, respecto de 2020.

Todo esto se suma a lo señalado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en enero de 2021, sobre la importante caída interanual de las llegadas y pernoctaciones a Establecimientos de Alojamiento Turístico (EAT), con disminuciones de entre 68 y 63 por ciento. Tal situación podría llevar a que la utilización de instrumentos de certificación sanitaria sea una de las opciones para reactivar la alicaída actividad turística. Sin embargo, el establecimiento de un sistema de identificación en términos de inmunidad tendría que seguir ciertas exigencias para resguardar los datos sensibles de las personas.

Esta es la posición de Pedro Huichalaf, ex subsecretario de Telecomunicaciones y abogado especializado en derecho informático y en Tecnologías de la Información y la Comunicación (Tics), para quien es importante que cualquier iniciativa de este tipo cumpla con la legislación actual. “Cuando hablamos de datos de salud específicamente, están considerados dentro de la ley como “datos personales sensibles”. Eso quiere decir que para que una institución, pública o privada, gestione datos de salud tiene que estar debidamente autorizados por el titular y tiene que tener una finalidad específica”, señaló.

De tal manera, en relación a la posibilidad de un pasaporte sanitario, afirmó que el tipo de información contenida ahí es sensible. “El dato de si estamos con Covid o no, es sensible. No andamos por la vida diciendo “estoy con Covid” o “estoy con VIH”, o con cualquier otro tipo de enfermedad. Es información personal y de la relación entre el doctor y paciente. Cuando se idean estas figuras, como el pasaporte sanitario para efectos de salir o entrar a un país, primero hay que pensar que quienes estén autorizando el uso de información sean los pacientes, es decir, yo puedo decir “estoy sin Covid”, pero es una decisión personal, no de la autoridad sanitaria”, explicó.

De igual manera, en el caso de un código con información básica y su sentido para agilizar los flujos de turistas, explicó que es necesario más que el consentimiento. “No es que se cuente con un chip en el celular, o en el carnet de identidad y que puedan sincronizarse automáticamente para que cualquiera pueda fiscalizar si tiene o no Covid. Si hay una política pública que exija esa documentación, la persona tiene que saberlo de antemano, es decir, si quiere salir al extranjero y es necesario presentar un certificado en formato estandarizado, solo la persona puede exhibirlo voluntariamente. En el caso de la PDI que está en las fronteras, ellos podrían gestionar información respecto de si alguien está sin Covid para poder entrar o salir, por ejemplo, pero es necesaria una normativa que le de una lógica asociada al tema de la pandemia. En todo caso, esta atribución no es para que ellos almacenen esa información y después la compartan a terceros con otros fines”, aseguró.

En esta misma línea afirmó que es necesario tener cuidado con la legislación de otros países. “Cada país tiene legislaciones distintas, por lo tanto, es necesaria la coordinación porque efectivamente una de las dudas que existen es si solo es necesario tener un PCR de 48 hrs, o si además hay que estar vacunados. Por ejemplo, en Estados Unidos ya se puede viajar solo estando vacunados, en cambio acá en Chile están estableciendo que además de las vacunas, si es que las tienes, debes tener un examen de PCR de 48 hrs o 24 hrs y eso es el documento adicional a tus otros antecedentes para poder entrar y salir”, sentenció.

 

Por equipo Asia Pacífico: asiapacifico@bcn.cl


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