Page 25 - 109 Parlamentarias

La impronta patriarcal se extiende en
todos los ámbitos de nuestra sociedad. No han escapado las instituciones, incluido
el Parlamento. Si miramos la historia, ello
se demuestra en el escaso número de parlamentarias. La ley de cuotas, que algunas legisladoras propusimos en los ’90 y que la Presidenta Bachelet recogió en su segundo mandato, ha significado un salto histórico en la presencia de mujeres en ambas cámaras.
Del mismo modo, advertimos la permanente dificultad para que nuestras temáticas
tengan suficiente prioridad y relevancia. Con dificultad, las pocas mujeres que lentamente se han ido integrando al Parlamento, lograron instalar proyectos con enfoque de género, los que ocuparon, hasta ahora, un lugar marginal en la agenda legislativa.
Las iniciativas con enfoque en la condición
de la mujer en la sociedad habían sido destinadas habitualmente a distintas comisiones, donde su tramitación quedó siempre supeditada a las materias prioritarias, propias de la comisión donde habían sido enviadas.
Buen ejemplo de esta historia es lo sucedido con la tramitación del Protocolo Facultativo de la Convención sobre la Eliminación de toda Forma de Discriminación de la Mujer (CEDAW), que demoró 18 años en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
Las masivas y potentes movilizaciones de las mujeres ocurridas durante el año 2018 en todo el mundo -y también en Chile- pusieron en el tapete las persistentes dificultades y postergaciones y detonaron cambios.
En este marco, el 12 de septiembre de 2018, se constituyó en el Senado la Comisión de la Mujer y Equidad de Género, espacio desde donde nuestros esfuerzos están orientados a hacer retroceder, desde la ley, la cultura de discriminación, abuso y violencia.
Es primera vez, en doscientos años de historia del Congreso Nacional, que se crea una instancia de trabajo especializada que hace tangible la particularidad y la urgencia de una legislación que avance en la construcción de derechos y libertades de las mujeres.
Por ello, es relevante reconocer a cada una de las 109 parlamentarias, visibilizadas y valoradas en este libro, que nos antecedieron en esta lucha, buscando, desde sus visiones, contribuir a abrir espacios y conquistar derechos para todas.
Su esfuerzo es una semilla recogida por miles de mujeres hoy; que nos alienta la esperanza, la confianza y la determinación de que más temprano que tarde lograremos construir
la igualdad plena de la mujer en nuestra sociedad.
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