Page 29 - 109 Parlamentarias

En todo el país las mujeres sacan adelante a su comunidad. La mayoría de los dirigentes sociales son mujeres. Son las presidentas
de las juntas de vecinos, son miembros de organizaciones sociales, son concejalas. Todo esto sin contar las labores que cumplen día
a día en sus trabajos remunerados y en sus hogares, siendo aún quienes principalmente se hacen cargo del hogar, los hijos y hasta los nietos. A pesar de todo esto, ha existido siempre un techo, un límite. Las mujeres históricamente no logran llegar a los altos puestos de poder en la misma medida que los hombres.
A lo largo de nuestra historia, sin embargo, han habido mujeres que han logrado romper con esas estructuras. Alcaldesas, diputadas, senadoras y hasta la primera mujer Presidenta de Chile. En este Congreso las mujeres nos hemos abierto cada vez más espacio, de distintas maneras. En enero de 2018 varias diputadas formamos la Bancada Feminista Julieta Kirkwood, para llevar adelante una agenda legislativa que avance en más justicia para las mujeres del país. En marzo de ese año impulsamos la creación de la Comisión de Mujeres y Equidad de Género. No se trataba sólo de una declaración. Esta comisión permitiría acelerar el trámite legislativo de muchos proyectos de ley que se encontraban durmiendo en comisiones como la de
Trabajo o Constitución. De esta manera, durante el 2019 hemos logrado impulsar
una agenda centrada principalmente en la corresponsabilidad. Creemos fielmente que uno de los principales pilares de la injusticia
está relacionado a la división sexual del trabajo, aquella cultura que le dice a hombres y mujeres qué roles cumplir en razón de su sexo. Por eso nos hemos enfocado a terminar con esa desigualdad, impulsando medidas que aporten en que hombres y mujeres se hagan cargo en igual medida de la crianza de los hijos y el cuidado del hogar. Entendiendo que esto aportará, a su vez, a que las mujeres puedan abrirse a otras posibilidades de desarrollo, al rol público, a espacios de poder desde los que puedan transformar la realidad de miles de mujeres como ellas.
Por eso la importancia de una publicación como esta. Nuestras ancestras quizás crecieron pensando que sólo podían dedicarse a una actividad, a cumplir un
rol. Abrirse paso para ellas fue duro y nos pavimentaron a nosotras un camino mucho más transitable. Así también es nuestro deber asegurar que nuestras hijas crezcan sabiendo que pueden lograr ser quienes quieran
ser. Para eso es fundamental que desde pequeñas vean ejemplos como los de este libro. Que sepan que el mundo es también de ellas, que pueden liderar y ser parte de las transformaciones que quieren ver en el país y en el mundo, que algún día ellas también pueden ser parte de un libro como este, que también podrán abrirle el camino a las niñas que vendrán.
Gracias a la Biblioteca del Congreso y a su Equipo de Género por tan importante trabajo, hecho con enorme dedicación y cariño.
27