En el ámbito jurídico, el término “efectividad” es equivalente al de “aplicación”. La efectividad de la represión penal, por consiguiente, puede entenderse como la aplicación de dichas normas , frente a la comisión de un ilícito de igual naturaleza. En materia ambiental, los límites de esta noción pueden ser intrínsecos al proceso de tipificación de delitos (en la medida que se asocian a su consagración) o extrínsecos (si ellos existen de modo independiente). La comparación del derecho español y francés así lo refleja. Las causas intrínsecas de la inefectividad penal en este ámbito se relacionan tanto con la codificación de tales delitos, como con su tipificación en sentido estricto. Sólo en el derecho español el legislador ha intervenido consagrando ciertos delitos generales en el marco de un proceso de codificación. En el derecho francés, en cambio, existen múltiples delitos especiales, carentes de sistematicidad, lo que parece reflejar mayores problemas de previsibilidad de las normas, lo que afecta su efectividad. Por su parte, las causas extrínsecas de la inefectividad penal pueden ser analizadas, ratione personae o ratione materiae. En lo relativo a las personas, los delitos ambientales reflejan la problemática de imputar la comisión de los mismos a las personas jurídicas. Paralelamente, la materia penada, en este caso, se relaciona estrechamente con un sector progresivamente administrativizado, lo que origina como consecuencia la concurrencia de sanciones administrativas, otro elemento que debilita la aplicación.