En este artículo se sostiene que el medio ambiente en la Constitución española se configura como un auténtico derecho fundamental, y no sólo como un principio rector. Para ello se parte de una serie de premisas desde las que se rebaten argumentos contrarios y se superan los obstáculos que pudiera suponer la dicción del artículo 53 de la Constitución, en sus apartados primero y tercero. A continuación se entra en el análisis del régimen jurídico constitucional del derecho: su titularidad por las personas físicas, su objeto circunscrito al medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, su complejo contenido como derecho de libertad y de disfrute y a su vez como derecho de libertad, y finalmente sus límites y garantías constitucionales.