En las últimas décadas, el derecho procesal constitucional ha conquistado la magistratura y lod procesos constitucionales en el sentido de jurisdicción constitucional. Dicho avance se plasma en el ámbito de la legislación de un territorio llevado del ámbito académico a los cursos, seminarios, posgrados, a las decisiones judiciales. Incluso en estas latitudes existe un instituto iberoamericano de derecho procesal constitucional. Esta circunstancia no es azarosa, sino que es fruto de diversas razones. La principal de ellas y fundamental para todos los hombres que habitamos el suelo latinoamericano es la consolidación de las democracias, ya que años anteriores fuimos víctimas de sucesivos atropellos de los derechos humanos. Los procesos constitucionales son los que van a afianzar la supremacía constitucional, y con ello la protección mediante las garantías constitucionales de los derechos y libertades que ella reconoce. Si bien en los países latinoamericanos existían instrumentos que tutelaban los derechos humanos, durante el terrorismo de Estado existían algunos institutos tales como el habeas corpus que eran una mera ficción legislativa toda vez que lo que decía la ley era sin duda letra muerta.