La Constitución -en cuanto institución jurídica- ha debido adecuarse a los requerimientos de la vida política actual y contemplar mecanismos e instituciones que respondan a los regímenes políticos y económicos vigentes con la mira a que la Constitución en sí misma sea una institución operante y realizadora de los fines metapolíticos del Estado. Las Constituciones actuales no sólo definen aspectos políticos sino que trazan directrices en el campo económico y tecnológico, transformándose en un elemento integrador de la comunidad. Se sistematiza las tendencias constitucionales contemporáneas, ya que han ido surgiendo en forma espontánea con el devenir institucional y por estar -la mayoría de ellas- estrechamente interrelacionadas.