El objetivo de este trabajo es tratar de explicar las razones que están detrás del establecimiento de reglas de control de la autoridad administrativa. Resulta evidente, en opinión del autor, que la Administración Pública es una de las actividades estatales de mayor incidencia en la vida de las personas, por la multiplicidad de objetivos que persigue, pero también por la gran variedad de instrumentos que utiliza. Saber qué hace la Administración, pero también cómo lo hace, es una cuestión de extrema relevancia no sólo para garantizar directamente los derechos de los ciudadanos que pueden ser amagados, sino que también tiene importancia por la calidad del sistema democrático y la innegable necesidad de escrutinio a la cual debe estar sujeta la Administración y sus funcionarios. El presente libro trata de explicar por qué nos debemos preocupar de este tema. El libro señala cuáles son los aspectos básicos sobre los cuales se construye la teoría del control público como mecanismo de rendición de cuentas, indicando la importancia de los estándares que están detrás de ella. Por otro lado, explica los diferentes tipos de control, el tradicional de la Contraloría, pero también hace un esfuerzo por explicar por qué al Derecho Administrativo le debe importar el control de gestión de la Administración. El texto analiza con cierto detalle cómo la eficiencia del gasto puede afectar el sistema de libertades de los ciudadanos, y por qué es necesario entonces controlarlo. También se explica el control político y las principales controversias que en relación con las competencias frente a la Administración han existido, para finalmente analizar el control judicial, no desde la perspectiva tradicional de lo contencioso administrativo, sino concretamente a través de la discusión sobre los estándares de control judicial.