Existe un consenso en que la Iglesia Católica está en crisis debido a los abusos sexuales de su clero hacia personas vulnerables, sobre todo, menores de edad. Chile, en especial los últimos años, ha sido una plataforma mundial tanto de abusos como de encubrimientos, pero a veces se pierde de vista que no es el único país azotado por los delitos de cuello clerical. La evidencia indica que existe un mismo patrón de conducta del clero católico sin importar fronteras. Es decir, los abusos sexuales y su encubrimiento no son un problema de determinadas personas sino expresión de un problema radicado en la estructura misma de la Iglesia Católica. Para desentrañar ese fenómeno, nace la colección "La Caja de Pandora", la que en esta oportunidad presenta "Criminales: prontuario de la Iglesia Chilena", donde el autor da cuenta de todas las denuncias de abuso sexual clerical en Chile conocidas desde 1905 a 2020. Los intentos por forzar una "vuelta de página" a una crisis aún no lo suficientemente asumida ni estudiada, o derechamente el negacionismo católico a las causas de sus abusos, fuerzan que esta primera entrega dé cuenta de la magnitud del daño porque más que la Iglesia esté en crisis, lo importante y central de todo, son las víctimas que esta institución ha dejado. O sea, este primer volumen es un ejercicio por rememorar lo que sucedió y está sucediendo. A este título seguirá "Peligrosa", donde se propondrá un nuevo enfoque para diagnosticar y situar el problema específico de la Iglesia Católica respecto al abuso en cualquiera de sus manifestaciones, y finalmente, esta colección concluirá con "Esperanzando", título en el que se propondrán distintos niveles de intervención con la esperanza de que estos crímenes no vuelvan a ocurrir ni en la Iglesia ni en cualquier otra institución.