La integración de América Latina en el sistema político y económico internacional ha variado sustancialmente las últimas dos décadas. La razón de este cambio puede identificarse a nivel de la crisis estructural de largo plazo, a la que han ingresado los países latinoamericanos producto de la crítica situación generada por el enorme endeudamiento externo. Este marco de tensiones económicas ha generado reacciones disfuncionales a su solución, tales son las formas autoritarias para enfrentarla. Ellas tienden a legitimar el uso de la fuerza y consolidan la posición represiva de las FF.AA. Ambas legitiman e impiden controlar en forma adecuada el gasto militar, la producción local de armas y la creciente importación de tecnología bélica.