Julieta Kirkwood, fue impulsora del movimiento feminista en Chile y quien dedicó su formación y vocación tanto sociológica como politológica para dar contenido al feminismo como concepción de una nueva cultura reestructuradora de una sociedad igualmente nueva. A través de su prolífica producción académica se comprometió siempre con la visión feminista, procurando de manera sistemática que la exposición de ideas alcanzara el objetivo de impactar en la subjetividad de mujeres y hombres. Julieta, junto a su trabajo intelectual mostró siempre su clara orientación política como militante de izquierda, combinando su compromiso feminista con un fecundo activismo para plasmar la teoría feminista en acciones prácticas. En el contexto de las últimas movilizaciones feministas vividas en Chile, se ha recurrido al fecundo trabajo de Kirkwood el cual deja en evidencia la vigencia de su análisis en torno a la trayectoria, demandas y articulaciones políticas del Movimiento. Sus textos traspasan fronteras siendo leídos en la gran mayoría de los países latinoamericanos. Su influencia se proyecta también en los mundos académicos contemporáneos, donde se reconoce la relevancia del prisma de género, la cual se manifiesta no solo en la emergencia y consolidación de los estudios específicamente de género como una vertiente disciplinaria por sí misma, sino a la vez, en la vigencia creciente de la dimensión transversal de la perspectiva de género identificada en las diversas áreas de estudio e investigación. La consigna de su autoría: "No hay democracia sin feminismo", la retrata de manera elocuente.