A partir del argumento de Fukuyama de que "la democracia capitalista es la última forma descubierta de la libertad y lleva a la historia a su fin no porque absuelva tdos los problemas, sino porque permite conocer de antemano todas las soluciones posibles", el autor analiza la política mundial y plantea que "para demostrar que el socialismo puede ser una alternativa válida al capitalismo es necesario comprobar que si el primero posee el potencial para resolver los problemas que se le presentan a este último en el momento de su triunfo histórico".