El autor afirma en su trabajo que la dignidad humana es fundamento de los derechos fundamentales. Al mismo tiempo afirma que la misma constituye una limitación para la soberanía radicada en órganos estatales. Para ello, pasa revista a la Constitución chilena y a casi todos los textos latinoamericanos, proponiendo, en fin, un concepto de derechos fundamentales que permitan hacer operativo a favor de estos el bloque de constitucionalidad.