La militarización de la política exterior de Chile produjo serios retrocesos en la conducción diplomática establecida históricamente por nuestro país. La ubicación en las embajadas a personeros provenientes del mundo castrense, debilito la, vinculación bilateral con el resto de mundo, derivando esto en un alto costa internacional para la dictadura de Pinochet. Con el estilo pretoriano ideológico adoptado por Chile como formula de negociación diplomática, se altero el escenario político regional a niveles críticos, sensibilizando las relaciones internacionales con sus vecinos y desplazando el dialogo cordial por la utilización de las fuerzas militares como estrategia de presión. Esta concepción realista en el ejercicio diplomático abrió los espacios para que los revanchismos geopolíticos afloraran con mayor fuerza en el Cono Sur.