En este libro Georgos Nicolaides, con sus fotografías (y su selección de trechos de poesía de Gabriela Mistral), muestra con una belleza sutil y discreta la paradoja humano-cristiana de vida y muerte. Es una perspectiva en colores del Cementerio General de Concepción que quiere testimoniar la herencia de la victoria de la resurrección de Cristo en el mundo. La palabra "cementerio" -cuya etimología griega significa "dormitorio"- expresa también esta paradoja: el lugar donde el cuerpo "duerme", es decir, donde espera el día de la resurrección final. Y Gabriela Mistral susurra "... Y responde, Señor: Cuando se fuga el alma, por la mojada puerta de las largas heridas, ¿entra en la zona tuya hendiendo el aire con calma o se oye un crepitar de alas enloquecidas? ... "