Juan Martínez Gutiérrez es uno de los arquitectos más importantes del Chile de la primera mitad del siglo XX y su presencia se percibe con fuerza en el Santiago actual por la monumentalidad de sus obras públicas más destacadas: las escuelas de Derecho y Medicina de la Universidad de Chile, el Templo Votivo de Maipú y la Escuela Militar. Pero ésa es sólo una parte de Juan Martínez. Poco se sabe del hombre grande, burlón y fascinante; del profesor valiente vital; del artista-pintor que observaba el mundo con una mirada tan aguda como ávida, pendiente de las formas, los colores y los espacios, la profundidad, la perspectiva, la fuerza y la sutileza. Este libro lo descubre como un personaje viqente, actual y muy humano. Lleno de pasión por sus pasiones; alejado de cualquier necesidad material de artificio; pleno de cariño por lo que amaba (su familia, sus proyectos, sus amigos) y de desprecio por lo que le parecía innecesario o falso. También revela a un hombre atractivo como artista de cine y a un ser humano que vivió a mil sus virtudes, debilidades y defectos, como si hubiera sabido que no cumpliría su sueño de "vivir hasta los 100 años y más".