El año 1995 fue declarado el "año de la tolerancia". Se aborda la tolerancia desde dos perspectivas: desde la convicción, ella aparece como un cierto modo de vivir las convicciones con un cierto poder ante quienes la ponen en cuestión y, la perspectiva del derecho, se pasa de lo que cabe tolerar a lo que debe ser reconocido y puede ser exigido. El estudio se cierra afrontando la relación -a la vez problemática y fecunda- entre cristianismo y tolerancia.