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La presente minuta consigna las principales leyes promulgadas así como proyectos de ley en trámite en el Congreso Nacional a propósito de la pandemia de Covid 19, desde enero 2021 a la fecha. Las materias que se abordan son de orden social, económico, familiar, entre otras.
El presente documento tiene por objeto apoyar a diversos parlamentarios en la recolección de antecedentes respeto de la pandemia de COVID-19, en particular en lo referente a las Non-Pharmaceutical Interventions (NPIs) que corresponden a medidas, planes y políticas que promueven el aislamiento social y buscan evitar que el número de contagiados aumente de manera tal que los sistemas de salud a nivel mundial alcancen su capacidad críticA.
El presente documento es solicitado en el marco de la visita de una delegación parlamentaria de la Cámara de diputados a Rumania y Hungría. La minuta introduce respecto del escenario latinoamericano en el que transcurre la pandemia del COVID 19 y sus particulares efectos en diversos ámbitos. Luego hace referencia específica a la situación de la vacunación en la región y el país como una de las acciones principales de control sanitario, a la situación chilena actual de la pandemia en cifras y presenta una síntesis de las acciones estratégicas de respuesta desde la salud pública al comportamiento de la pandemia hasta la actualidad.
El presente documento ha sido preparado para parlamentarios chilenos, quienes han sido invitados a participar en la Conferencia Interparlamentaria Virtual sobre Covid-19 en América Latina y el Caribe, para el próximo 6 de agosto de 2020. Considera una síntesis del Plan de Acción COVID-19 implementado por el gobierno chileno y la presentación de las principales medidas sanitarias adoptadas; identificadas por cada una de las fases de la pandemia. Posteriormente, se detalla la estrategia de desconfinamiento denominada “Paso a Paso” y los principales nudos críticos asociados a la gestión de la crisis sanitaria. Finamente se hace referencia a los avances de innovación y desarrollo científico en la estrategia nacional contra el COVID–19.
En la actualidad, el mundo es afectado por la pandemia del COVID-19, un virus de origen animal que pasó a humanos. Sin historial previo ni vacuna desarrollada, se expandió rápidamente por el mundo. En menos de cuatro meses, la disrupción de prácticamente todas las actividades humanas ha sido devastadora. La respuesta ha sido tan variada como gobiernos hay. Carente de una respuesta global coordinada, el mundo asiste a un escenario demúltiples medidas, y resultados producto de la casi total falta de preparación para enfrentar una pandemia. Ha habido aquellos que –como Corea del Sur- han tomado decisiones reconocidas como rápidas, oportunas, agresivas y bien informadas y pueden decir, por ahora que tienen la situación bajo control. Otros han reaccionado tarde y subvalorado la gravedad de la situación. Y otros, como Chile, que según cifras oficiales – disputadas por Espacio Público y el Colegio Médico de Chile, entre otros- están llegando a una situación que según sus autoridades ameritan la regularización de las actividades productivas. Y es allí precisamente donde los epidemiólogos, advierten de los peligros de las segundas y terceras olas de esta pandemia, porque sin vacuna, sin inmunidad natural, sin equipamiento hospitalario suficiente en cantidad y calidad, y sin equipos de diagnóstico pre y post infección, levantar las restricciones y permitir el regreso a las actividades “normales” podrían generar la repetición de las condiciones que posibilitaron la primera ola.
Antecedentes; OMS; Preparación nacional para situaciones de emergencia en salud pública; Estrategias generales de la OMS para casos de pandemia de influenza; OMS y COVID-19.
A principios de 2020 se identificó un nuevo coronavirus en humanos. Su aparición fue en la ciudad de Wuhan, China, y al 10 de marzo se ha extendido a más de 103 países y 8 territorios, incluido Chile. Los países con más casos confirmados son China, Italia, República de Corea e Irán1. El 28 de febrero del 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote como “emergencia de salud pública de preocupación internacional”, elevando el riesgo de propagación del coronavirus de “alto”2 a “muy alto”. El 11 de marzo la Organización Mundial de la Salud, OMS, declaró el brote de Coronavirus Covid-19 como pandemia3. En Chile, el 7 de marzo el Ministerio de Salud decretó “Alerta Sanitaria” y otorgó facultades extraordinarias (contratación de personal, compra de insumos o equipamiento, difusión de mensajes en medios de comunicación, entre otros) a la Secretaria de Salud Pública.
Investigaciones sobre los tiempos pre-pandemia COVID-19 (año 2018), estimaban que al menos el 18% de la carga mundial de enfermedad se debe a trastornos mentales y autolesiones, cuando esta se mide en años vividos con discapacidad (AVD), proporción que fácilmente podría estar subestimada. Un estudio de OPS con datos correspondientes al año 2015, estimaba que la discapacidad causada por dichos trastornos alcanza a más de la tercera parte de la discapacidad total en la Región de las Américas. En Chile, se estima que esta proporción es de 36,2%, posicionando al país en el segundo lugar, después de Brasil, entre los países de la región con mayor carga relativa por estos trastornos. El estudio mundial sobre carga de enfermedad del año 2019 (GBD 2019), recientemente publicado (2022), mostró que los trastornos mentales permanecieron entre las diez principales causas de carga en todo el mundo, sin evidencia de una reducción global de la carga desde 1990. Esto es, que si bien en los últimos 30 años se registra un aumento en el número y la proporción de AVD causados por los trastornos mentales, las tasas de AVAD estandarizadas por edad se han mantenido constantes entre 1990 y 2019.
Los coronavirus (COV) son una gran familia de virus que causan diversos tipos de enfermedades broncopulmonares, desde el resfrío común hasta enfermedades más severas, como el MERS-CoV y el SARS-CoV. Un nuevo coronavirus (nCoV) es una nueva cepa no previamente identificada en humanos. Aunque la influenza y COVID-19 presentan síntomas similares, sus agentes causales son virus diferentes.