Las esforzadas peripecias de dos hermanos para poder participar de la educación en tiempos de pandemia se hicieron virales, desnudando las desigualdades sociales en el acceso a conectividad necesaria para participar de la educación en línea.
Revuelo en redes sociales y presencia en noticieros y medios ha causado la historia de dos hermanos, Manuel y Andry de sexto y octavo básico respectivamente, y sus esfuerzos por participar de la educación en línea o conectada (Imagen por Carlos Ruiz, FUENTE). Debido la actual pandemia, no pueden asistir a clases presenciales en la Escuela Rural José Abelardo Núñez, de la localidad de San Isidro, en las cercanías de Vicuña, Región de Coquimbo, pues la comuna se encuentra en cuarentena total.
El día comienza temprano para Manuel y Andry, a los pies del Cerro Negro cerca de sector de Minillas Alta. Se toma desayuno y también se les da la primera comida del día a los animales: caballos, gallinas, pavos, perros, en especial, las cabras, pues su familia se dedica a la crianza caprina como sustento. Manuel y Andry comienzan a preparar sus libros y verifican si su teléfono y computador están aún cargados, pues la única forma de hacerlo es durante la jornada anterior con un cargador solar.
Junto con eso reúnen los libros, la mesa y cajones usados como sillas para subirla a una carretilla e ir a una loma de cerro, con la esperanza de tener señal de Internet y conectarse con sus cursos.
"Es difícil cuando uno está escribiendo la tarea que nos da la profesora y la señal se va. Uno queda con el cuaderno y mano limpios, porque la señal se va y es muy difícil escribir todo. La señal va y viene, es muy difícil conectarse", agrega.
Su hermano Manuel, por su parte, complementa: "Cuando uno viene con la carretilla, aunque agarre mal nos conectamos o tratamos de conectarnos. Hay que levantarse temprano para venir para acá, con frío, abrigado para que no nos dé el aire. Ayer me dio un aire en el ojo por venir acá".
"Si el Internet fuera más accesible a todas las familias, estaríamos mejor todos. Es lo más necesario para todos solucionar el tema del Internet, para que los niños puedan estudiar, porque no todas las familias tienen acceso al Internet”, apunta la orgullosa madre de los hermanos.
La hazaña diaria que realizan estos dos hermanos evidencia las dificultades y las desigualdades de acceso a servicios de infraestructura básica que permitan participar activamente de la educación en línea, que no se reduce a la conectividad, incluso con electricidad: "Tenemos un aparatito pequeño que es solar, pero no es suficiente. La carga es muy lenta, entonces a veces hay que ir al pueblo a cargarlos", apunta Manuel.
Esta situación no es ajena en otros sectores del país. Según informó el informe Vida en Pandemia realizado de la Universidad de Chile, el 68% de los niños y niñas declaran experimentar dificultades asociadas a la educación a distancia en el país.
Según una encuesta publicada en noviembre pasado por la ONG Educación 2020, al igual que Saray, un 44 % de los escolares chilenos siente que ha aprendido poco o nada durante la pandemia. De hecho, según información recopilada para esta investigación, tan sólo en 30 comunas del país, más de 41.000 estudiantes no han tenido la participación esperada por sus escuelas. En 12 comunas de las regiones de Atacama, Bío Bío y Araucanía, todas superan el 30% de estudiantes que no participaron de la educación en línea, encabezadas por Huasco (50%).
Las comunas encuestadas (12) de la Región Metropolitana promedió un 18% de sus alumnos sin participación, siendo La Pintana con mayor impacto negativo: un 47% de sus alumnos excluidos. El contrapunto, en Las Condes sólo un 1% de sus estudiantes no participa. En algunos colegios de la capital las condiciones de participación efectiva son críticas. En la comuna de Pedro Aguirre Cerda, el 70 % de los alumnos de la Escuela Lo Valledor no pudo acceder a clases el 2020, al igual que el 53 % de los estudiantes de la Escuela La Victoria y el Colegio Parque Las Américas. Según el catastro de la Municipalidad de Santiago, de los 1.700 alumnos del Liceo de Aplicación, hasta octubre, 900 no se habían contactado con el establecimiento.
Lo anterior nos lleva a tomar acción urgente para proveer la infraestructura básica para garantizar el acceso equitativo a educación de calidad.
Revisa versiones
Texto actualizado y completo de la Constitución Política de Chile de 1980.
