Expertos apuntan que estos meses son clave para recuperar el vínculo con la escuela, lo que podría, por ejemplo, marcar la diferencia entre alumnos que están en riego de desertar.
El panorama entre colegios de una misma dependencia es heterogéneo. Por ejemplo, en los municipales, donde los alcaldes son los sostenedores, han tomado decisiones variadas acerca del retorno, aun si las comunas están en la misma fase del plan "Paso a paso". Así, mientras algunos han solicitado la reapertura, otros ya hace meses descartaron volver a las aulas este año. Pero incluso entre los establecimientos que han optado por reabrir, las modalidades para hacerlo son muy diferentes, desde los que tienen clases presenciales prácticamente normales todos los días de la semana, hasta los que asisten solo algunos días y para realizar actividades extra académicas.
Hasta el jueves 6 de noviembre, 428 establecimientos educacionales ya habían reabierto en el país -la mayoría (307) en la Región Metropolitana- y otros 715 habían solicitado volver a funcionar, de acuerdo al segundo balance del ministerio de Educación respecto al ‘Plan Abrir las Escuelas Paso a Paso’. La cifra corresponde sólo al 10,8% de los recintos que podrían solicitar la apertura (comunas en fase 3 y 4).
Además, el 10% de los estudiantes tuvo nula interacción con su colegio durante agosto. Esto quiere decir que no entregaron tareas, no participaron en clases online ni en instancias recreativas del establecimiento.
El desafío por la no deserción
La directora ejecutiva de Acción Educar, Magdalena Vergara, destaca que “dada la relevancia que tiene la educación presencial para los estudiantes, mientras algunos colegios abran y otros no lo hagan, sin duda se pueden ir agudizando las brechas que ya se han ido generando debido a la educación remota por el nivel socioeconómico de los estudiantes”.
Advierte que “hay muchos niños que sí van a ver una pérdida de sus aprendizajes”, lo que a su vez “afecta su desarrollo integral”. Afirma que “no se trata solamente de aprender materias, hay aprendizajes que tienen que ver con el desarrollo de funciones motoras, de su intelectualidad, y hay un desarrollo que se da en la sociabilidad, en el desarrollo de su propia identidad, que son aspectos que sí se forman en la escuela; entonces es muy grave para los estudiantes el no poder asistir y mantenerse dentro de las clases remotas”.
La experta también alerta que, entre los que no asisten, “los más afectados pueden ser aquéllos que no se han conectado en ningún minuto a las clases remotas, que no han ido a recoger guías, que no han participado dentro de todo el año, porque pueden terminar desertando del sistema y quedar excluidos de la educación, afectando su desarrollo y sus oportunidades futuras”.
En ese sentido, Vergara enfatiza que “la posibilidad que tienen hoy día los estudiantes de poder regresar a clases o a algún tipo de actividad presencial es muy relevante, porque además de reforzar a estudiantes que están en una peor situación que sus compañeros, también hay un tema de la vinculación que produce con el colegio”. Sostiene que “hoy día estamos con el desafío gigantesco de que más de 80 mil estudiantes podrían llegar a desertar del sistema escolar, y en eso este tiempo que queda es crucial para poder generar ese nuevo compromiso, ese nuevo vínculo y volver a integrarlos al sistema educativo”.
La calidad de la experiencia
La directora ejecutiva de Educación 2020, Alejandra Arratia, señala que “la brecha, más que entre los niños que puedan volver y los que no, es entre los niños que pueden acceder a una experiencia de aprendizaje -a distancia o en persona- que sea pertinente o no, que le haga sentido a esa comunidad”.
Agrega que “si tú tienes una escuela que vuelve, pero en condiciones que a los niños los atemoriza y se angustian más, también va a tener un impacto negativo”. Según su apreciación, para provocar una señal positiva en los alumnos “es más importante la calidad de la experiencia que la cantidad de horas que puedan estar en la escuela”.
En esa línea, afirma que “más que volver o no volver” a clases presenciales, el punto relevante es cómo se generan “las condiciones para que todos puedan sacar lo mejor de este año, tanto los que puedan retornar como los que no puedan retornar”. Subraya que “en donde más se juega esto es en la capacidad de la escuela, de los profesores, de los adultos involucrados, de apoyar para que la experiencia sea positiva, eso es lo fundamental en este momento”.
De la brecha a la oportunidad
El investigador del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la Universidad de Chile, Juan Pablo Valenzuela, dijo que “la brecha ya se produjo en la situación de que las clases fueran a distancia, por las condiciones heterogéneas de los estudiantes, de las familias y por el tema tecnológico de por medio”.
Asegura que “no es que este espacio (volver a clases este año) vaya a acrecentar esa brecha, más bien ésta es una oportunidad de que aprendamos, en cada establecimiento, que nos vayamos preparando en forma masiva para una reapertura en 2021, (ver) qué cosas funcionan y cómo podemos hacerlo mejor”.
Además, proyecta que “lo que sí podría suceder es que, si las condiciones sanitarias lo permiten, el otro año no lo hacemos adecuadamente, sí se van a generar estas brechas. Por lo tanto, éste es un tiempo de aprendizaje, de identificar las dificultades y generar confianza”.
Sobre el mismo asunto, la directora de la Oficina Regional de Educación de la UNESCO para América Latina y el Caribe, Claudia Uribe, menciona que “ya tenemos evidencia importante de estas nuevas brechas en muchos países en los aprendizajes perdidos, en desarrollo socioemocional, hasta problemas de seguridad alimentaria y nutricional”.
En ese sentido, releva que “aunque quede menos de dos meses, hay que avanzar” en la reapertura, porque “las ventajas de volver a clases presenciales, donde existan las condiciones sanitarias, son únicas; el trabajo en aula y la función de los profesores es irremplazable”.
Asesorías a colegios para reapertura
El ministro de Educación, Raúl Figueroa, informó que la cartera ha realizado más de 600 “asesorías personalizadas” a distintos establecimientos para la apertura de las salas de clases. Esto “para despejar sus dudas y organizar sus establecimientos para poder volver a abrirlos”.
Asimismo, dijo que se conformara una red de apoyo de directores de establecimientos educacionales para potenciar este trabajo”.
Revisa versiones
Texto actualizado y completo de la Constitución Política de Chile de 1980.