Un alarmante diagnóstico respecto a la salud mental en Chile ha sido presentado recientemente por la OMS (2017), donde evidencia que un 6,5% de la población, sufre trastorno ansioso y un 5% depresión; lo que nos sitúa en un crítico cuarto lugar de prevalencia de estas enfermedades en la región.
Según Goleman (2000), la tendencia mundial sería que las nuevas generaciones presentan mayores conflictos emocionales que las anteriores: soledad, depresión, baja tolerancia a la frustración y elevados índices de agresividad.
Recientemente en nuestro país, hemos sido testigos de manifestaciones por parte de estudiantes de la facultad de arquitectura y urbanismo de la Universidad de Chile, en las que expresan su preocupación frente a las exigencias que la carrera ha impuesto, traducido en días extenuantes de trabajo que continúan durante las noches alterando los ciclos de sueño, fines de semana sin ver a sus familias; todo esto para obtener un título. (Fernàndez, 2019). Lo anteriormente señalado se complementa con el dramático incremento de la taza de suicidio, llegando a ser la segunda causa de muerte no natural en nuestro país (Servicio Médico Legal: Erwin Nahuelpan López, 2018).
La falta de conocimiento acerca de cómo comprender y educar nuestras emociones nos lleva a experimentar enfermedades físicas y psicológicas, para encontramos con problemas asociados a ansiedad y el estrés (entre otras). De igual forma, la economía de mercado y la tecnología, también jugarían un papel importante en nuestra salud mental. Esto ha provocado aislamiento y frustración al no conseguir la vida estereotipada que nos muestran los medios de comunicación y las redes sociales.
La educación de las emociones se sugiere desde el primer vínculo con la educación formal, puesto que desde las edades más tempranas, debemos aprender a interactuar con otros en los más variados escenarios. Esta tarea formativa, debe estar presente en todo el proceso educativo, de esta forma se garantiza la formación de una ciudadanía emocionalmente sana.
La forma de incorporar la educación emocional en la escuela se propone a través de una asignatura impartida por un especialista en pedagogía, un psicólogo u orientador. Se preparará a los estudiantes en las formas adecuadas para conocer y comprender los ámbitos emocionales propios y del entorno. De ésta forma, debemos destacar que aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a vivir juntos es fundamental para tener una sociedad sana y feliz. Asimismo, la inteligencia emocional debe ser transversal en el ejercicio docente.
Nuestra iniciativa se encuentra sustentada en la Constitución Política de Chile en el artículo 19 número 1, donde establece y asegura el derecho a la vida e integridad física y psíquica de la persona.
Finalmente, con la implementación de la educación emocional, se logrará garantizar una mejor calidad de vida de la población chilena, la ciudadanía estará más preparados para enfrentar las dificultades del devenir, resolver conflictos, lograr el autodominio a través de la gestión de nuestras propias emociones, disminuir las enfermedades físicas y psicológicas, y por consiguiente, disminuir los índices de suicidio.
Bibliografía:
Biblioteca del Congreso Nacional de Chile (2009). Obtenido de https://www.leychile.cl
Bisquerra Rafael (2013). El concepto de educación emocional. Obtenido de http://www.rafaelbisquerra.com/es/educacion-emocional/concepto-educacion-emocional.html
Constitución de la República de Chile (1980)
Fernández, A. (13 de mayo de 2019). Los estudiantes universitarios y el derecho a la salud mental. El Mostrador.
Fundación Educación Emocional, Lucas Malaisi (2019) Obtenido de https://fundacioneducacionemocional.org/
Fundación Liderazgo, Arnaldo Canales (2018).
Fundación PASS. (2015). Obtenido de http://www.fundacionpass.org/que-es-la-inteligencia-emocional/
Goleman D. (2000). La Inteligencia emocional. Buenos Aires (editorial Vergara).
MINEDUC, currículum Nacional (2019). Obtenido de http://www.curriculumnacional.cl
OMS (2017). Depression and Other Common Mental Disorders. World Health Organization.
Gobierno de Chile, Ministerio de Salud. Plan Nacional de Salud Mental 2017- 2015
Servicio Médico Legal: Erwin Nahuelpan López, J. V. (2018). El Suicidio en Chile. Santiago de Chile.
Universidad de Chile (1990). Obtenido de http://www.uchile.cl/portal/presentacion/normativa-y-reglamentos/8386/ley-organica-constitucional-de-ensenanza
MOCIÓN QUE MODIFICA LEY 20.370 QUE ESTABLECE LA LEY GENERAL DE EDUCACIÓN.
Artículo único: Modifíquese la ley N° 20.370 en los siguientes términos:
Agréguese al artículo 2°, inciso segundo luego de la expresión y para trabajar y contribuir al desarrollo del país lo siguiente: El transcurso de la educación deberá custodiar siempre la salud mental de los educandos, siendo este imperativo un requisito para la formulación de programas educacionales, los cuales deben contemplar la educación emocional como eje esencial.
Se entenderá por salud mental un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.
Se denomina educación emocional como el proceso educativo continuo y permanente, que debe estar presente a lo largo de todo el currículum académico y en la formación permanente a lo largo de toda la vida. Con un enfoque del ciclo vital y que requiere una atención psicopedagógica.
Agréguese al artículo 7° inciso primero, luego de la expresión calidad de la educación, lo siguiente: y la salud emocional de los estudiantes.